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DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL

PRIMER CICLO – FORMACIÓN INICIAL

TRABAJO INTEGRADOR
GRUPO 1

TEMA: ANALISIS DE SENTENCIA

ACUERDO Y SENTENCIA N. ° 111 DE FECHA 11 DE JUNIO DE 2020,


DICTADA EN EL EXPEDIENTE CARATULADO: “ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD PROMOVIDA POR LA CONTRALORÍA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS AUTOS CARATULADOS:
“AMPARO CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR EL SEÑOR JUAN
CARLOS LEZCANO FLECHA C/ CONTRALORÍA GENERAL DE LA
REPÚBLICA”

DOCENTE: ABG. RUBEN GALEANO

INTEGRANTES:

 SOLENIA AGUIRRE YBARRA


3.804.308
 JOSÉ LUIS ALFONSO 3.539.670

 MARÍA DEL ROSARIO AMARILLA OLMEDO 2.880.933

 DALICIA CARINA ARCA PEREIRA


4.493.308

 HÉCTOR ENRIQUE BÉCKER FELIÚ


2.929.613

 ANGÉLICA MARIA CONCEPCIÓN BEDOYA 2.230.722

AÑO - 2023

0
https://www.youtube.com/watch?v=Sg2ne_iGkmM

Índice

 Introducción 2–3
 Análisis del voto de la Dra. María Carolina Llanes Ocampos, realizado

por Solenia Aguirre Ybarra 4


-7

 Voto de la Magistrada María Mercedes Buongermini, realizado

Por José Alfonso 8 - 12

 Voto del Dr. Alberto Martínez Simón, realizado por

María Del Rosario Amarilla Olmedo 13 - 17

 Voto del Dr. Manuel de Jesús Ramírez Candia, realizado por

Dalicia Carina Arca Pereira


18

 Voto del Dr. Eugenio Jiménez Rolón, realizado por

Héctor Enrique Bécker Feliú 19 - 23

 Voto del Dr. Marcos Riera Hunter, realizado por

Angélica María Concepción Bedoya 24 - 26

 Conclusión 27

1
Introducción
El presente grupo de trabajo tiene por finalidad analizar el Acuerdo y
Sentencia n. ° 111 de fecha once de junio de dos mil veinte, dictada en el
expediente caratulado “Acción de Inconstitucionalidad promovida por la
Contraloría General de la República en los autos caratulados “Amparo
Constitucional promovido por el señor Juan Carlos Lezcano Flecha c/ Contraloría
General de la República”, a tal efecto, la cátedra ha seleccionado seis de los nueve
votos que fueron emitidos y fundamentan el fallo, a saber:

 María Carolina Llanes Ocampos


 María Mercedes Buongermini Palumbo
 Alberto Martínez Simón
 Manuel de Jesús Ramírez Candia
 Eugenio Jiménez Rolón
 Marcos Riera Hunter

Es menester reconocer las garantías de que se tratan en el juicio de


referencia, así como los derechos que alegan los litigantes y el marco legal por el
que han de regirse, sean así, las pretensiones como los actos normativos que han de
ser recurridos y, consecuentemente, el fallo final.

Igualmente necesario es conocer los antecedentes de la controversia, y a tal


efecto debemos hacer un breve recuento de las acciones instauradas que han
desembocado en el acto jurisdiccional que nos compete analizar, y a dicho efecto,
consta la breve reseña que sigue.

El accionante, en el juicio de Amparo contra la Contraloría General de la


República, ha invocado el derecho al acceso a la información pública, conforme a
la Ley 5.282/14 DE LIBRE ACCESO CIUDADANO A LA INFORMACIÓN
PÚBLICA Y TRANSPARENCIA GUBERNAMENTAL, a fin de lograr obtener la
información referente a las declaraciones juradas presentadas por funcionarios
públicos.

Por S.D. n. ° 24 del 8 de mayo del 2018, y su aclaratoria, A.I. n. ° 366 del 11
de mayo del 2018, fue concedida la pretensión del demandante, en relación con la
provisión de la información solicitada, incluyendo: “…sus cónyuges b ajo el

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régimen de comunidad de gananciales, aún en caso de hecho, y de los hijos
menores entre los años 1998 y 2017, resolución que fuera apelada y confirmada
parcialmente por A.S. n. ° 30 del 7 de junio del 2018 y su aclaratoria, A.S. n. ° 32
del 15 de junio de 2018.

Referidas resoluciones fueron recurridas por vía de la acción de


Inconstitucionalidad por parte de la Contraloría General de la República, así como
la Acordada n. ° 1005 del 21 de setiembre del 2015, dictada por la Corte Suprema
de Justicia, "POR LA CUAL SE ESTABLECEN LOS PROCEDIMIEN'TOS
PARA LAS ACCIONES JUDICIALES DERIVADAS DII LA LEY 5282/14", por
resultar contrarias a la Constitución.

En ese orden de ideas, y planteadas las cuestiones de hechos y de derechos a


ser analizadas, surgen algunas interrogantes, que si bien no hacen al fondo de la
cuestión, no dejan de ser atendibles por guardar relación con el proceso
constitucional dirigido a hacer valer los derechos y garantías consagrados en la
Constitución y las leyes.

Algunas de esas cuestiones, aunque se presenten como interrogantes en


apariencia, merecen ser atendidas, y para arrojar un poco de luz sobre ellas es
preciso responder a las siguientes preguntas:

¿Qué es la Inconstitucionalidad? ¿Qué se pretende con la acción del


Amparo? ¿Cuáles son los presupuestos para dichas acciones? ¿Corresponde la
acción del Amparo y no la del Habeas Data u otra acción? ¿Cuáles es la finalidad
del derecho a informarse? ¿Es este un derecho o una garantía constitucional? En la
cuestión planteada, ¿existen conflicto de derechos, garantías o simplemente
conflicto de normas? Y, no menos importante, ¿Quién absorbe el costo de la
controversia?

Asimismo, surgen las ideas como: orden público, economía procesal y la


obligación de los ordenadores de gastos de informar a la ciudadanía sobre la
administración del Estado.

Siendo así el planteamiento, nos dispondremos a realizar un recorrido por los


distintos pareceres jurídicos de los ponentes antes mencionados, y sobre los que
expondremos nuestros análisis jurídicos, a partir de los cuales esperamos ir
contestando los planteamientos surgidos con anterioridad.

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VOTO DE LA MINISTRA MARÍA CAROLINA LLANES OCAMPOS.
Primeramente corresponde un breve resumen del juicio del “ACCION DE
INCONSTITUCIONALIDAD PROMOVIDA POR LA CONTRALORIA
GENERAL DE LA REPUBLICA EN LOS AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR EL SEÑOR JUAN CARLOS
LEZCANO FLECHA C/ CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA”, el
cual recayó el Acuerdo y Sentencia Nº 111 de 11 de junio del 2020.
En cuanto al agravio se alza la Contraloría General de la República contra
la S.D. Nº 24 del 8/05/18 y su aclaratoria Nº 306 de 11/05/18 y A y S Nº 30 de
07/06/18 y su aclaratoria Nº 32 de 15/06/18 y la Acordada Nº 1.005 de 21/09/15
que dice “…que existe arbitrariedad de las sentencias en admitir el Amparo como
vía para acceder a las declaraciones juradas de los funcionarios y autoridades
públicas, ya que la misma no se halla expresamente en la Ley Nº 5284/14, y que el
acceso a las DD.JJ de los funcionarios públicos está supeditado, a la autorización
expresa del declarante que faculte a C.G.R a través de los órganos
jurisdiccionales, según el art. 3 inciso 5 de la Ley Nº 5033/13 modificado por la
Ley Nº 6355/19…sic”.
En relación a la Acordada Nº 1005/15 “…que no es la via para
reglamentar el procedimiento de una garantías constitucional, que solo puede ser
reglamentada por ley…sic”.
Por su parte, el señor Juan Lezcano contesta la acción “… que no se halla
en juego el derecho a la inviolabilidad del patrimonio documental… no reviste la
característica de secreta o reservada, requiriendo el rechazo de la acción de
inconstitucionalidad…sic”.
Por su parte la Fiscalía General en su dictamen dice “…que no se
configura la arbitrariedad ni violación constitucional, en las decisiones
impugnadas…sic”.
Análisis de la Sra. Ministra Llanes.
Corresponde analizar concretamente el acceso de la ciudadanía a las
declaraciones juradas de bienes y rentas de funcionarios públicos y sus

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implicancias con otros derechos como la inviolabilidad del patrimonio
documental, sin orden judicial.
En un sistema democrático y republicano, la soberanía radica en el pueblo
quien a través del sufragio, elige a sus autoridades y mandatarios, los cuales deben
rendir cuentas de su gestión y responde por las infracciones e ilicitudes cometidas
durante la misma. Siendo la publicidad una característica esencial es inherente al
sistema republicano, el poder se organiza en forma tripartita, erigida sobre
principios de separación, coordinación, equilibro y reciproco control.
El control social (autoridades y funcionarios) necesariamente deben ser
controladas por los órganos de control y la ciudadanía para que se efectivice dicho
pacto republicano.
Que la declaración jurídica de bienes y rentas que juntamente con la
rendición de cuentas, constituyen la herramienta democrático por excelencia, para
evitar el manejo indebido, la corrupción o los desbordes en el ejercicio del poder.
Un derecho del mandante (el pueblo) de conocer el estado patrimonial de sus
mandatarios y un deber de los mandatarios de rendir veras y oportuno reporte
sobre la gestión.
Al ingresar a la función pública, la primera exigencia radica en la
presentación de la declaración jurada y rentas ante la Contraloría General de la
Republica, órgano constitucional, extrapoder fiscalizador de administración y
gestión pública de los funcionarios, como institución fuente de información
pública; que conforme la definición constitucional, son libres para todos.
Los gobernantes y funcionarios deben someterse a la inspección pública,
deben explicar y justificar sus actos y deben estar supeditado a las sanciones en
caso de incurrir en falta o ilegalidad
Por Ley 977/1996 Paraguay aprobó la Convención Interamericana de la
OEA contra la corrupción – sobre Medidas Preventivas. También la Ley
2535/2003 Paraguay ratificó la Convención de las Naciones Unidas contra la
Corrupción; por la que se comprometió a legislar e incorporar los mecanismos
para prevenir y combatir la corrupción pública estatal.
La declaración de bienes y rentas, es uno de los mecanismos de control, que
tiene el Paraguay a través de la Contraloría General de la Republica para
fiscalizar el movimiento patrimonial de los funcionarios públicos. Es básicamente
un mecanismo de prevención y detección de la corrupción porque registra el
manejo patrimonial de ingreso y salida permitiendo la contrastación y eventuales
acciones administrativas, judiciales o políticas.
La accesibilidad a esta información pública, surge de su propia esencia. Al
ser información proveniente de un funcionario público y registrado en una fuente
pública
Los salarios percibidos por los funcionarios públicos ya están publicadas en
las respectivas paginas institucionales de cada organismo estatal, a partir de la
Ley 5189/14.

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La declaración jurada de bienes y rentas de los funcionarios públicos, cuya
accesibilidad publica hoy se controvierte, ya adquirió estado público y que no
requiere autorización del declarante ni del juez para acceder.
Respecto a la Acordada 1005/15 se observa que la CSJ en uso de sus
atribuciones constitucionales y legales ha reglamentado la operativizacion del
derecho al acceso a la información pública, siendo la acción de amparo una
garantía constitucional y legal para reclamar arbitrariedades en el acceso a los
derechos, la Corte ha indicado que es la vía judicial idónea para peticionar en
caso de denegación expresa o tácito de la información solicitada. Que la Corte no
ha creado un nuevo derecho – competencia exclusiva del legislador sino ha
organizado la implementación del ordenamiento jurídico vigente en la materia y
para su efectivo cumplimiento, porque no se observa arbitrariedad que conlleve
violación de preceptos constitucionales, por lo que corresponde el rechazo de la
acción de inconstitucionalidad…sic”.
Opinión del alumno.
Concuerdo con el análisis realizado por la Señora Ministra Llano, y es
importante mencionar que la acción de amparo es un remedio excepcional al que se
recurre cuando por la urgencia del caso no existen otras acciones por la vía
ordinaria y que también se hayan agotado todos los ámbitos administrativos
El art. 134 de la Constitución Nacional establece: “el procedimiento será
breve, sumario, gratuito…sic”, ya que los términos son corto y la tramitación es
sencilla.
Es importante señalar si las resoluciones dictadas en primera y segunda
instancia en un juicio de Amparo, si la misma puede ser objeto de impugnación por
la vía de la Acción de Inconstitucionalidad. Ante esta cuestión debemos traer a
colación lo que establece el art. 581 del Código Procesal Civil dice: “la que
causara ejecutoria…sic”, es decir conforme esta citada ley no cabe ninguna
impugnación contra las resoluciones dictadas por el Tribunal de Segunda Instancia
en juicio de amparo.
También es importante señalar lo que dice el art. 556 del Código Procesal
Civil dice: “Acción contra resoluciones judiciales. La acción procederá contra
resoluciones de los jueces o tribunales cuando: a)- Por si mismas sean violatorias
de la Constitución…sic”, este articulo faculta la impugnación contra “resoluciones
judiciales”, en concordancia con lo que prescribe el art. 132 de la Constitución
Nacional que prescribe: “La Corte Suprema de Justicia tiene facultad para
declarar la inconstitucionalidad de las normas jurídicas y de las resoluciones
judiciales…sic”. Ahora bien, estas disposiciones no establece que clases de
resoluciones son recurrible, sino menciona en forma genérica, por lo tanto al no
establecer limitaciones, corresponde el estudio de la Acción de
Inconstitucionalidad, a fin de analizar y garantizar si la misma ha sido dictada en
contra de las disposiciones Constitucionales.
En cuanto a la cuestión debatida en esta Acción, es importante partir lo que
prescribe la Constitución Nacional en el Art. 28 “DEL DERECHO A
INFORMARSE” de que dice: “…se reconoce el derecho de las personas a recibir

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información veraz, responsables y ecuánime. Las fuentes públicas de información
son libres para todos. La ley regulara las modalidades, plazos y sanciones
correspondientes a las misma, a fin de que este derecho sea efectivo…sic”. Es
importante mencionar que nuestro pais ha aprobado y ratificado la Ley Nº 1/89 de
la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
Rica; esta convención ha interpretado el Art. 13 - Libertad de Pensamiento y de
Expresión en el caso “Claude Reyes vs. Chile” en los siguientes términos: “…el
artículo 13 de la Convención, al estipular expresamente los derechos a “buscar” y
a “recibir informaciones”, protege el derecho que tiene toda persona a solicitar el
acceso a la información bajo control del Estado, con las salvedades permitidas
bajo el régimen de restricciones de la Convención. Consecuentemente, dicho
artículo ampara el derecho de las personas a recibir dicha información y la
obligación positiva del Estado de suministrarla, de forma tal que la persona pueda
tener acceso a conocer esa información o reciba una respuesta fundamentada
cuando por algún motivo permitido por la Convención el Estado pueda limitar el
acceso a la misma para el caso concreto. Dicha información debe ser entregada
sin necesidad de acreditar un interés directo para su obtención o una afectación
personal, salvo en los casos en que se aplique una legítima protección. Su entrega
a una persona puede permitir a su vez que esta circule en la sociedad de manera
que pueda conocerla, acceder a ella y valorarla. De esta forma, el derecho a la
libertad de pensamiento y de expresión contempla la protección del derecho de
acceso a la información bajo el control del Estado, el cual también contiene de
manera clara las dos dimensiones, individual y social, del derecho a la libertad del
pensamiento y de expresión, las cuales deben ser garantizadas por el Estado de
forma simultaneas…sic”. Esta interpretación realizada por la Convención en el
fallo “Claude Reyes vs. Chile” la misma fue traído como jurisprudencia por la
Excelentísima Corte Suprema de Justicia (Acuerdo y Sentencia Nº 1306 de fecha
15 de octubre del año 2013 – ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL
JUICIO: DEFENSORIA DEL PUEBLO C/ MUNICIPALIDAD DE SAN
LORENZO – AÑO 2008 – Nº 1054), a fin de interpretar el objetivo y alcance la
libertad de pensamiento y de expresión.
La Constitución Nacional en los artículos 26 y 28, consagra el derecho a la
libertad de expresión y de recibir libremente información veraz, garantiza un
interés constitucional, que es característica de una sociedad libre y democrática
Que el acceso a la información es relevante para el pueblo y el mismo es
ejercido a través de los ciudadanos; y esto no resulta agraviante ni violatoria a las
disposiciones constitucionales, sino es oportuno, que las instituciones encargada
emitan informaciones veraz y con transparencia, tal como dispone la Ley 5282/14
LIBRE ACCESO CIUDADANO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA Y
TRANSPARENCIA GUBERNAMENTAL, esta disposición establece con claridad
el alcance del derecho a acceder a las informaciones que se encuentran bajo el
control del Estado.
En cuanto a la declaración jurada de bienes y rentas de los funcionarios
públicos, constituye un aspecto fundamental de equilibro y control de las
Instituciones en este caso por la Contraloría General de la Republica, los
funcionarios y/o autoridades tienen que demostrar con transparencia su

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administración como eje fundamental en sus ingresos patrimoniales, tanto al
ingresar como al egresar de la Administración Publica, disposición establecida en
el art. 104 de la Constitución Nacional, con el fin de controlar los fondos del Estado
y evitar el mal uso del tesoro del estado.

Este acceso a la información es un mecanismo de prevención y detección de


la corrupción, atribuciones encomendada a la Contraloría General de la Republica,
para fiscalizar el movimiento patrimonial de los funcionarios públicos, es decir, en
la declaración jurada los funcionarios o autoridades deberán proporcionar datos
certeros en cuanto a su patrimonio, a fin que la Contraloría pueda comparar los
datos proporcionados y si en la misma existe inconsistencia la Contraloría deberá
realizar lo que corresponda en derecho.
Conforme a la Constitución Nacional y los Tratados internacionales aprobado y
ratificado para el acceso a la declaración jurada, la misma no necesita ningún orden
judicial ni la autorización del declarante conforme a la Ley 5282 art. 8 de las
Reglas Generales.

Respecto a la Acordada Nº 1005/15 que establece sobre el procedimiento


para las acciones derivadas de la Ley 5282/14, la Corte Suprema de Justicia tiene
atribuciones para dictar actos que fueren necesarios para la mejor organización y
eficiencia de la administración de justicia, esta acordada lo que hace es reglamentar
el procedimiento para el acceso a la información pública el cual no agravia ni
conlleva violación de preceptos constitucionales.

VOTO DE LA MAGISTRADA MARIA MERCEDES BUONGERMINI


La magistrada inició su planteamiento determinando cuales son los
instrumentos que han sido objeto de la acción de inconstitucionalidad, a saber: un
acuerdo y sentencia recaído en el marco de un procedimiento de amparo, con
objeto de obtener información pública con base en la Ley 5.282/14, “De Libre
Acceso Ciudadano a la Información Pública y Trasparencia Gubernamental”, y la

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Acordada 1005/15, que reglamenta el procedimiento judicializado de requerimiento
de información pública.
Siendo así, previamente, se centró en el análisis de la constitucionalidad de la
Acordada 1005/15, considerando que la misma hace a la vía y trámite que ha sido
empleado para el dictado de la resolución catalogada de arbitraria por el accionante,
y al respecto manifestó que la Contraloría General de la República, en este caso
accionante, no ha disputado ni discutido en el momento oportuno la vía que ha sido
utilizada en la tramitación y resolución del juicio originado en la solicitud de
acceso a la información, conforme se desprende de las actuaciones obrantes en
autos, por lo que se entiende que se ha consentido la aplicación de los trámites
establecidos en dicha normativa, por lo que en esta etapa carece de interés la
disputa de la constitucionalidad de la citada acordada.
Expresó que, conforme a su entender, la vía correspondiente para principiar
un pedido de acceso a la información pública, que fuera denegada por una entidad,
órgano o repartición pública, es el amparo constitucional, como ya fue expuesto en
su oportunidad, conforme al fallo dictado por la Tercera Sala Civil y Comercial de
la Capital, en los autos “Félix César Picco Portillo S/ Amparo”, oportunidad en que
la misma la integró, como miembro natural, el órgano jurisdiccional que se
pronunció por primera vez sobre un pedido de información pública, haciendo lugar
al amparo y otorgando el mismo por Ac. y Sent. n. ° 51, de fecha 02 de mayo de
2008.
Igualmente, refirió que el efecto que hubiera producido, hipotéticamente, la
declaración de inconstitucionalidad de la Acordada 1005/15, de haberse opuesto en
forma oportuna la excepción de inconstitucionalidad, en el marco del amparo cuya
sentencia se impugna, sería de nula trascendencia, al ser, a final de cuentas,
correcta la vía empleada. Este parecer fue reforzado en el hecho de que dicha vía, el
amparo, es residual, vale decir, que precisa que no exista otro medio idóneo para
efectivizar dicho derecho. Asimismo, con relación a la urgencia de su atención,
conforme a su entendimiento, está presente, puesto que la información es un
elemento básico de las sociedades y de la convivencia, que permite a las personas
tomar sus decisiones vitales en orden a proteger sus otros derechos y cumplir con
sus deberes y, más aún, en la sociedad actual, en que la información es
constantemente cambiante y renovada, y en la que una información desactualizada
o directamente ausente puede costar la vida, la salud o la libertad de propios o
ajenos.
La magistrada reafirmó que, conforme a la jurisprudencia internacional, el
amparo es la vía idónea para lograr el acceso a la información. Concluye que una
declaración de inconstitucionalidad de la Acordada 1005/15, no es procedente.

Seguidamente analizó lo atinente a la inconstitucionalidad, en razón a la


posible arbitrariedad, del Ac. y Sent. n. ° 30 del 07 de junio del 2018, y su

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aclaratoria Ac. y Sent. n. ° 32 del 15 de junio del 2018, dictado por el Tribunal de
Apelación en lo Penal de la Capital, Primera Sala; así como la S.D. n. ° 24 del 8 de
mayo del 2018 y su aclaratoria, A._I. n. ° 366 del 11 de mayo del 2018, dictado por
el Juzgado Penal de Garantías n. ° 4.
En tal sentido refirió que el fallo recurrido hizo lugar al amparo promovido y
ordenó a la Contraloría General de la República a proporcionar la información
solicitada, entiéndase, el contenido de las declaraciones juradas de funcionarios
públicos varios, presentes o pasados. La solicitud fue realizada invocando la Ley n.
° 5.282/2014, “De Libre Acceso Ciudadano a la Información Pública y
Trasparencia Gubernamental”, en tanto que la Contraloría, al oponerse a dicho
pedido, invocó la entonces ley n. ° 5033/2013, que reglamenta el art. 104 de la
Constitución Nacional, de la Declaración Jurada de Bienes y Rentas, Activos y
Pasivos de los Funcionarios Públicos. Siendo así, la discusión giró en torno a la
determinación de la manera correcta de entender y aplicar la Ley n. ° 5.282/2014 en
relación con la Ley n. ° 5.033/2013, y en especial con el art. 3° de esta última.
Expresó que la Corte Suprema de Justicia, en su conformación plenaria, tiene
la facultad y el deber de examinar de oficio la constitucionalidad de las leyes en las
cuales se ha fundado la controversia y la resolución del amparo, máxime cuando el
resultado atañe a derechos humanos de rango constitucional y convencional, como
lo son el derecho a la información y el derecho a la intimidad de las personas.
Avanzó en su razonamiento siguiendo lo establecido en el art. 582 del
C.P.C., que faculta a juez elevar, vía consulta, la cuestión de posible
inconstitucionalidad de una norma, cualquiera sea su rango, que deba ser
considerada en el marco del juicio de amparo. Igualmente, sumado a ello, reseñó el
art. 549 del mismo cuerpo legal, el que prohíbe el planteamiento o articulación de
cuestiones previas o de competencia, excepciones, ni incidentes, en el marco del
juicio de amparo, y concluyó que, por tanto, resulta la vía de la consulta la única
que tienen las partes para obtener la garantía del control de constitucionalidad de
las normas sobre las se va a juzgar el asunto relativo a la pérdida de un derecho
fundamental o de su ejercicio.
En ese orden de ideas, contrastó los preceptos establecidos en los artículos
546 del código procesal civil, que refiere que la excepción de inconstitucionalidad
podrá formularse en los juicios especiales de cualquier naturaleza, con los
siguientes artículos del mismo cuerpo legal: el 549, de la Remisión que establece:
“En los juicios especiales y en los incidentes se aplicaran las reglas de este Capítulo
en lo pertinente”, referido al amparo, y el 586, que pone en dudas la admisibilidad
de la excepción de inconstitucionalidad en dicho proceso. De la valoración
interpretativa de los articulados, la magistrada concluyó la factibilidad del estudio
de la acción, apoyada en la prescripción del art. 563 del código de forma, que
regula la declaración de oficio (de la inconstitucionalidad) por la Corte Suprema de
Justicia.

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Dicho esto, procedió al análisis de la cuestión de constitucionalidad de las
leyes citadas, realizando para ello la valoración de lo que debe entenderse por
derecho a la información y el alcance del mismo, al igual que el derecho a la
intimidad, por lo que es necesario determinar qué es lo que se entiende por
información pública o por datos privados. Siguiendo ese lineamiento, estableció
que la información pública está determinada por la Ley 5282/2014 en el artículo 2°
num. 2) Información pública: “Aquella producida, obtenida, bajo control o en
poder de las fuentes públicas, independientemente de su formato, soporte, fecha de
creación, origen, clasificación o procesamiento, salvo que se encuentre establecida
como secreta o de carácter reservado por las leyes.”. Conceptualización que la
magistrada consideró lesiva, cuando que los datos, por su naturaleza, son de
carácter privado, y están siempre vinculados, o cuando menos se pueden vincular,
con una persona concreta, identificada o identificable y que todo dato, en principio,
es privado y debe ser considerado como tal, no obstante, se establecen algunas
excepciones y algunos datos personales pueden considerarse y tratarse como
públicos. Los datos generados, directa o indirectamente, por la actividad o función
pública son siempre datos públicos, pero debe tratarse de datos que la entidad o el
órgano generen en razón de sus fines misionales, y no los que llega a recabar o
conocer en dicho menester.
Mencionó que el concepto establecido por la Ley n. ° 5282/2014 debe ser
complementado con la Ley n. ° 1682/2001 y su modificatoria, la Ley 1969/2002.
Igualmente, sostuvo que la cuestión está vinculada a derechos humanos, por
ambos frentes, el derecho a la información y el derecho a la privacidad. Sostuvo
que es necesario el equilibrio ambos, teniendo en consideración los principio de
razonabilidad y proporcionalidad y no exceso, frente a ello, con igual importancia,
subsisten los principios de publicidad y transparencia, que refieren al principio
democrático. Sólo se debe evitar la exposición de datos personales innecesarios con
fines de transparencia.
Para finalizar, la magistrada concluyó que los actos jurisdiccionales traídos
para para el análisis, no son propiamente inconstitucionales por falta de
argumentación o por estar fundadas de forma insuficiente o contradictoria, sino que
las conclusiones a las que arribaron, respecto a los que los datos contenidos en la
declaración jurada de los funcionarios públicos se deba considerar datos públicos,
son ciertamente posibles. Sin embargo, tal interpretación, y su resultado, se basan
en leyes que adolecen de vicios de inconstitucionalidad parcial.
Po lo tanto, ha votado por la inconstitucionalidad parcial de las sentencias
impugnadas, en cuanto permite el acceso público a los datos personales del
cónyuge y los parientes de los funcionarios públicos, lo mismo cabe decir respecto
a los ingresos de estas personas y de sus bienes propios, no sometidos al régimen
de condominio o comunidad gananciales, señalando además, que la ejecución de la
sentencia de amparo, tal como está redactada, habrá de presentar ciertas
dificultades en relación con las imprecisiones notadas y respecto de personas cuyos

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derechos son afectados por las sentencias que han resuelto el juicio de amparo, y
que no han participado del mismo.
En relación con las costas del juicio, fue del criterio de que corresponden l
imposición por su orden.
La postura sostenida por la magistrada, estuvo respaldada por las siguientes
normas: Constitución Nacional, Código Procesal Civil, Ley Nº 5282/14 (Ley de
Libre Acceso Ciudadano a la Información, Ley Nº 5033/13(Que reglamenta el
artículo 104 de la C.N.) ,la Declaración obligatoria de bienes y rentas), Ley 276/94
(De la Contraloría General de la República), Ley 1682/01 (Ley que reglamenta la
información de carácter privado), la Declaración de los Derechos Humanos, la
conferencia de la UNESCO Brisbane (Australia), Sentencia de la Corte Suprema de
Santa Fe, Sentencia de la Cámara Nac. Apelac. En lo Contencioso Administrativo
Federal, Bs. As. Argentina, Acuerdo y Sentencia Nº 68 de fecha 22 de setiembre
de 2016, Sentencia Nº 20 de 2019 de la Corte Constitucional Italiana), Derecho
Procesal Constitucional, Régimen procesal de Garantías constitucionales de Juan
Carlos Mendonca. Hizo especial referencia a los comentarios del magistrado
Nicoló Zanon.
Opinión del alumno:
En cuanto a los fundamentos expuestos por la magistrada, con relación a la
improcedencia de la acción de inconstitucionalidad interpuesta contra la Acordada
1005/15, los mismos se ajustan a los preceptos establecidos en el código procesal
civil, referente a las oportunidades para oponer excepción. Igualmente, considero
pertinente recalcar la postura asumida en cuanto a que, de proceder la acción de
inconstitucionalidad contra la acordada que reglamenta el procedimiento para
sustanciar la acción para acceder a la información, solamente produciría la ausencia
de procedimiento, lo que no obstaría llegar, de igual modo, a dicho fin, incluso por
la vía del amparo. A esto, considero pertinente sumarle lo establecisdo en el art. 45
de la Constitución, que establece que la falta de reglamentación no podrá ser
invocada para negar ni menoscabar algún derecho o garantía.
Seguidamente, en cuanto hace al análisis de las leyes que fueron tenidas en
cuenta para la resolución del juicio de amparo, dado que se ha determinado que el
debate se centraría en el modo de entender las mismas, la magistrada refirió que,
conforme a las estipulaciones del código procesal civil en lo que refiere al juicio de
amparo (art. 586), están limitadas las posibilidades de recurrir por medio de la
excepción para logar el control de constitucionalidad, concordando dicha
estipulación con los artículos del mismo cuerpo legal que refieren a la potestad del
magistrado de recurrir por vía de la consulta (art. 582), en el juicio de amparo, para
obtener el pronunciamiento por parte de la Corte Suprema de Justicia sobre la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de una norma, y llegó a la conclusión de
que la vía de acción podría, eventualmente, ser la única posible para los litigantes a
fin de obtener dicho control de constitucionalidad por parte de la máxima autoridad
judicial, atendiendo al art. 563 del código de forma, establece la declaración de
oficio de la inconstitucionalidad. Criterio que difiere sustancialmente al que

12
sostuvo al momento de tratar la Acordada n. ° 1005/18, oportunidad en que declaro
inadmisible la acción por aplicación del art. 562 del código procesal civil.
Siguiendo con el análisis del punto anterior, habría sido oportuno realizar
disquisiciones sobre la naturaleza de las excepciones como medio de defensa, las
que no son permitidas en el juicio de amparo, y de la excepción como garantía
constitucional, que es el medio para lograr el control de constitucionalidad,
entiéndase la inconstitucionalidad por vía de excepción, la que, conforme al art.
546 del C.P.C. es oponible en los juicios especiales “de cualquier naturaleza”.
En relación a lo expresado por la magistrada al momento de fundamentar que
el amparo es la vía idónea para hacer efectivo el derecho al acceso a la información
pública, de que dicha garantía es la pertinente, puesto que el presupuesto de la
urgencia se encuentran presente al ser la información “un elemento básico
de las sociedades y de la convivencia, que permite a las
personas tomar sus decisiones vitales en orden a proteger
sus otros derechos…” y que “una información desactualizada o
directamente ausente puede costar la vida, la salud o la
libertad de propios y ajenos...”. Argumento este, con el que discrepo
totalmente, puesto que la información solicitada, en el juicio de amparo, no se
refiere a investigaciones científicas o tratamientos médicos experimentales, cuyos
resultados no se quieran publicitar, y que pudieran ser relevantes para algún
tratamiento del accionante o de los suyos, sino de una información referente a
estados patrimoniales de funcionarios públicos, que en poco o nada, pueden influir
en las “dicciones vitales” que puedan o deban tomar los ciudadanos en general y
mucho menos pueden apeligrar, la salud, la libertad y mucho menos la vida de las
personas.
No obstante, vigente la Acordada 1005/15, que establece en su artículo
primer: “… para el caso de denegación expresa o tácita de una solicitud de acceso a
la información la acción judicial tramite según las reglas previstas en el artículo
134 de la Constitución y en el Código Procesal Civil para el juicio de amparo.” No
cabe ya mucha discusión respecto de cual vía es la indicada.
Con respecto a la declaración parcial de inconstitucionalidad de las
resoluciones, considero pertinentes, por las razones expuestas por la magistrada
como fundamento de su voto.
Con relación las costas, igualmente, considero acertadas la imposición de los
mismas en el orden causado, considerando que corresponde la declaración parcial
de la inconstitucionalidad de la resoluciones atacadas, por afectar estas, a derechos
de terceros que nada tienen que ver y tampoco han participado del mismo.

13
ANÁLISIS DEL VOTO DEL DR. ALBERTO MARTINEZ SIMÓN

Breve introducción referente al amparo promovido por el señor Juan Carlos


Lezcano Flecha y del que a su vez resultara la promoción de la acción de
inconstitucionalidad por parte de la Contraloría General de la República.

El señor Juan Carlos Lezcano Flecha, en diciembre de los años 2016 y 2017
y en enero de 2018, realizó sendas peticiones de acceso a información pública a la
Contraloría General de la República, con el objeto de acceder a los datos
relacionados a las declaraciones juradas de bienes, rentas, activos y pasivos de una
serie de personas que ocuparon cargos públicos en el periodo comprendido entre
los años 1998 al 2017 y, ante la nula respuesta por parte de la CGR, interpretada
como una denegatoria ficta, el señor Lezcano Flecha, en mayo de 2018, inicia la
tramitación vía judicial conforme al artículo 23 de la Ley n.° 5282/14,
reglamentada a su vez por la Acordada n.° 1005/15 del 21 de setiembre de 2015.

Resultado de dicho proceso judicial se dictaron en primera instancia la S.D.


n.° 24 de fecha 8 de mayo de 2018 y su aclaratoria A.I. n.° 366 de fecha 11 de
mayo de 2018 mientras que, en segunda instancia, se dictaron el acuerdo y
sentencia n.° 30 de fecha 7 de junio de 2018 y su aclaratoria el acuerdo y sentencia
n.° 32 de fecha 15 de junio de 2018, resoluciones todas que, con modificaciones,
han hecho lugar a lo peticionado por el señor Lezcano Flecha y contra las cuales e
incluida la citada acordada, la CGR promovió una acción de inconstitucionalidad
de la cual resultó el acuerdo y sentencia objeto de análisis en el presente trabajo.

Opinión del alumno.

A los efectos de sintetizar el voto emitido por el ministro Martínez Simón, se


tiene que conforme a la lectura y posterior análisis de sus argumentaciones, orienta
su voto hacia el rechazo de la acción planteada por la CGR y manifiesta, entre otras
cuestiones, la improcedencia de dicha acción y, asimismo a fin de sustentar su
decisión invoca, además de las disposiciones normativas constitucionales y
nacionales, aquellas de carácter regional e internacional inclusive, citando
disposiciones relativas a la materia objeto de análisis -derecho a acceso a la
información- contenidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(art. 19) y en el Pacto de San José de Costa Rica (art. 13), instrumentos normativos
debidamente ratificados por nuestro país por la Ley n.° 5/92 y la Ley n.° 1/89,
respectivamente.

En ese sentido expresa igualmente el ministro que dichas normativas


internacionales se hallan en plena armonía con las disposiciones vigentes en la

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materia a nivel nacional, específicamente con el art. 28 de la C.N. y la Ley n.°
5282/14 respecto a los criterios que son aplicables para regular el acceso a la
información pública y dicha armonía, conforme a lo expresado por el ministro cuyo
voto se analiza, se refleja en la similitud de enunciados en cuanto a la ratificación
de la tutela judicial efectiva que debe el Estado ejercer respecto a la protección del
derecho al acceso a la información pública que todo ciudadano tiene, sin ningún
tipo de discriminación y sin necesidad alguna de justificar la motivación que
hubiere detrás del requerimiento efectuado.

Respecto a las argumentaciones de la CGR, específicamente a lo indicado


por dicha institución de calificarse como custodio del patrimonio documental
privado de las personas, en su voto el ministro acertadamente manifiesta que dicha
circunstancia no puede ser considerada como tal puesto que la información relativa
a la declaración jurada de bienes, rentas, activos y pasivos no caen dentro del
ámbito de información documental privada pues se tratan de datos concernientes al
ámbito patrimonial de personas que en un determinado periodo ocuparon cargos
públicos y que estuvieron encargados de la administración de recursos públicos,
entiéndase recursos provenientes del erario público, sustentado éste en los tributos.

Asimismo, conforme a las propias definiciones enunciadas por la Ley n.°


5282/14 y explicadas por el ministro opinante, se considera a la CGR como una
fuente pública de información y como tal la información obrante en su poder y más
en este caso en particular las relativas a la declaración jurada de bienes y rentas,
son consideradas como información pública y por ende accesibles a cualquier
ciudadano, hipótesis reforzada además con la disposición, por entonces vigente, del
artículo 5°, inciso c de la Ley n.° 1969 que estableció expresamente como
excepción a la reserva los datos que tengan que ver con la situación patrimonial de
una persona siempre que dichos datos consten en una fuente pública de
información.

A tenor de dichas consideraciones, que no son sino un resumen sumarísimo


de lo argumentado por el ministro Martinez Simón, tenemos que las motivaciones
de la CGR para la promoción de la acción de inconstitucionalidad resultan
inatendibles pues como se dijo las informaciones relativas a la situación
patrimonial de las personas y más aún cuando hayan sido ellas funcionarios
públicos no se encuadran dentro de las excepciones legales, por tanto, son
plenamente accesibles a la ciudadanía.

Sobre el supuesto exceso en que supuestamente ha incurrido la Corte


Suprema de Justicia al dictar la acordada n.° 1005/15 del 21 de setiembre de 2015,
conforme al voto analizado se podría considerar igualmente acertada las
argumentaciones expresadas por el ministro opinante pues no se puede dejar de
efectivizar un derecho aún si no existiere norma que lo reglamente, por el contrario,
se debe buscar la manera de allanar los obstáculos que hubieren para que dicho
derecho pueda ser ejercido de manera efectiva y con las garantías legales
correspondientes, más aun considerando la trascendencia de tal derecho y en
consideración igualmente a la circunstancia particular de que la Ley n.° 5282/14 no
ha establecido explícitamente el procedimiento mediante el cual se deben tramitar

15
las acciones judiciales a los que se hacen referencia en el artículo 23 del mismo
cuerpo legal.

Por otra parte y en relación con lo expresado anteriormente, el ministro hace


alusión a la idoneidad de la acción promovida por el señor Juan Carlos Lezcano
Flecha pues a tenor de lo trascendental que resulta el derecho al acceso a la
información pública, conforme a las características particulares de un juicio de
amparo, entiende el ministro que para el ejercicio efectivo de dicho derecho no
pueden caber otro tipo de acciones que no harían sino dilatar de manera innecesaria
y arbitraria el efectivo ejercicio del derecho fundamental en cuestión.

A este respecto, de acuerdo a lo emitido en su voto, el ministro trae a


colación los parámetros procesales contenidos en la Ley n.° 5282/14 en los que
debe enmarcarse la acción judicial a ser promovida en caso de denegación, expresa
o tácita, por parte de la entidad a la cual se requiere el acceso a la información en su
poder obrante y hace notar la similitud de tales parámetros con el procedimiento de
amparo reglamentado en la ley civil de forma en el artículo 565 y siguientes,
resultando de dicho análisis entonces la acertada decisión de la Corte Suprema de
Justicia de determinar, mediante la Acordada n.° 1005/15, a la acción de amparo
como el medio ideal para el ejercicio de las acciones judiciales pertinentes a los
casos de denegación de la petición de acceso a la información pública.

Todo ello resulta a entender del ministro opinante en que la acción debe ser
desestimada pues revisadas las resoluciones judiciales y el cuerpo normativo
atacados de inconstitucionales, no se observan violaciones a principios y derechos
de jerarquía constitucional ni existe tampoco agravio alguno en la acordada
impugnada y concluye su opinión expresando que no corresponde ni se justifica
que la Corte Suprema de Justicia reexaminen cuestiones debatidas y resueltas ya en
instancias inferiores cuando no se advierta la violación de normas o preceptos
constitucionales.

En consideración a lo expuesto en líneas precedentes considero


particularmente acertada la opinión emitida por el ministro quien de manera
concisa y precisa expuso los argumentos que finalmente derivaron en la orientación
de su voto por el rechazo de la acción de inconstitucionalidad planteada por la
Contraloría General de la República y en consonancia con lo expuesto por el
ministro, considero igualmente acertada las normativas por él citadas y en
particular me pareció oportuno el toque de enfoque internacional dado a su
argumentación al mencionar sendos instrumentos de carácter internacional que,
como se mencionó igualmente, se encuentran vigentes para nuestro país también en
virtud a las leyes ratificatorias de tales cuerpos normativos.

Ello resulta, a mi parecer, en el estricto respeto al orden de prelación


instituido por nuestra Carta Magna que en el caso particular tiene singular
relevancia por tratarse de artículos particulares relativos al derecho fundamental de
toda persona a la libertad de expresión, comprendiéndose a su vez dentro de este
concepto, el derecho a la búsqueda de información cualquiera sea su índole y sin

16
más limitaciones que las impuestas por ley, en este caso de cada país que haya
suscripto tales herramientas normativas internacionales.

En ese sentido, en el caso particular en estudio, nos encontramos con que la


Contraloría General de la República se siente “agraviada” por el resultado
desfavorable que obtuvo en la tramitación, tanto en primera como en segunda
instancia, de la acción de amparo promovida por un particular que, entendiendo
como fundamental el derecho al acceso de información pública, promovió dicha
acción a los efectos de conocer y, probablemente, comparar y/o cuestionar la
situación patrimonial de determinadas personas que durante un periodo
determinado cumplieron funciones públicas, es decir, prestaron servicios por y para
el Estado, recibiendo remuneración de éste, la cual es bien sabido proviene del
erario público, sustentado en los tributos que la ciudadanía paga.

Al respecto, los órganos jurisdiccionales fallaron a favor de lo solicitado por


el particular en el sentido de ordenar a la Contraloría General de la República a
proveer al accionante los datos por él requeridos judicialmente relativos a las
declaraciones juradas de bienes y rentas de determinadas autoridades públicas, lo
que a mi entender podría bien encuadrarse dentro de los deberes que le fueron
conferidos a la institución en cuestión tanto por la propia Constitución Nacional
como por su propia ley orgánica, que en la última parte del inciso f del artículo 9°
de la Ley n.° 276/94 establece a la Contraloría General el deber de suministrar los
informes sobre el contenido del Registro formado por dicha institución a pedido
expreso de, entre otros, el órgano jurisdiccional competente.

En este caso, se entiende que el pedido expreso del órgano jurisdiccional


competente responde a la acción promovida por un ciudadano particular quien,
además, haciendo alusión nuevamente al artículo antes citado de la ley orgánica de
la Contraloría General, accionó en uso de una de las garantías constitucionales
previstas por la Ley Suprema de la República como lo es el amparo.

Por otra parte, me parece errada igualmente errada la pretensión de la


Contraloría General de hacer creer que es garante del patrimonio documental
privado de las personas, pues ni en la Constitución Nacional ni en su ley orgánica
se establece a dicha institución con tal carácter. Muy por el contrario, entre los
deberes asignados a la institución en cuestión, se establece la recepción de las
declaraciones juradas de bienes de los funcionarios públicos, dentro de las garantías
previstas en la Constitución Nacional, así como la formación de un Registro de las
mismas, y la producción de dictámenes sobre la correspondencia entre tales
declaraciones prestadas al asumir los respectivos cargos, y las que el funcionario
público formule al cesar en el cargo, contenido también en el inciso f del
mencionado artículo 9° de la Ley n.° 276/94.

De dicha disposición surge entonces que la Contraloría tiene el deber de


recibir las declaraciones juradas que sobre su situación patrimonial realicen
aquellas personas que presten servicios público o que se encarguen de la
administración de fondos públicos, a los efectos de conocer si durante el ejercicio
de las funciones públicas que fueran desempeñadas por tales personas, las mismas

17
han sufrido variación con relación a sus bienes o rentas y de esa manera poder
llevar un control adecuado a los efectos de determinar si eventualmente existe
discordancia entre la situación patrimonial declarada al inicio de tales funciones
públicas y la declarada al término de las mismas para poder prever y, según el caso,
ejercer las acciones pertinentes en caso de existir irregularidades.

Por tanto, mal puede la Contraloría General pretender negar el acceso a dicha
información pues en tal caso actuaría como una suerte de cómplice de las
eventuales irregularidades que pudieran constatarse en las declaraciones proveídas
por los funcionarios públicos lo que tristemente derivaría irremediablemente en una
cadena de corrupción.

Sobre el cuestionamiento realizado respecto a la supuesta


inconstitucionalidad de la acordada n.° 1005, también considero acertado el
razonamiento expuesto por el ministro puesto que, si bien no parecería ser la
herramienta legal ideal para la solución del conflicto planteado (falta de
reglamentación de las vías procesales mencionadas en la Ley n.° 5282/14) tampoco
puede entenderse dicha acordada como contraria a la Constitución pues lo que la
Corte Suprema de Justicia buscó al dictar dicha acordada fue establecer claramente
los remedios procesales idóneos para el efectivo ejercicio de un derecho de tan
trascendental importancia, al no prever la propia Ley n.° 5282/14 dichas vías
procesales.

Y, por el contrario, a mi entender reviste de particular importancia dicha


acordada pues con sus disposiciones se evita que la tramitación de un derecho
fundamental de las personas sea ejercida por las vías ordinarias, con las dilaciones
propias de un juicio de dichas características y que no harían sino retrasar y
entorpecer la tutela efectiva de tal derecho, lo que necesariamente ayudaría o
complementaria la conducta irregular de la Contraloría General que, en el caso que
nos ocupa, no hizo sino incumplir sin más un mandato de rango legal y
constitucional inclusive.

18
ANÁLISIS DEL VOTO DEL DR. MANUEL DE JESUS RAMIREZ CANDIA

RESUMEN DE LA POSTURA SOSTENIDA POR EL MINISTRO, EN


RELACION AL ACUERDO Y SENTENCIA Nº 111 DE FECHA 11 DE JUNIO
DE 2020 DE LA C.S.J
En mi opinión V.E. en su voto ha aplicado correctamente las normas
constitucionales y legales, fundando la misma en los siguientes términos:
En su voto el Señor Ministro ha dado énfasis en que se ha operativizado el
principio republicado del estado paraguayo, en su dimensión de la publicidad de la
conducta de los funcionarios. Que los fallos recurridos no son contrarios a la
Constitución Nacional, que el acceso a la información pública se ajusta a los
principios de un Estado republicano y democrático consagrados en el Art. 1º de la
Constitución Nacional.
En mi opinión considero V.E. con su voto ha consolidado que el derecho de
acceso a la información pública es propio en los estados democráticos deliberativos
y participativos; que la misma contribuye a la formación de la opinión propia y al
concurso de la opinión pública. El manejo de lo público debe estar al alcance de la
ciudadanía en general.

19
Igualmente considero que la vía del Amparo Constitucional constituye la vía
idónea para recurrir ante las instancias judiciales en reclamo a los derechos
conculcados, en este caso la negativa ficta de un ente del estado en proporcionar
información pública a un particular, amparado por la propio Constitución Nacional.
Las normas constitucionales y legales invocadas en su voto fueron los
Artículos 1, 28 y 134 de la Constitución Nacional, la Ley Nº 5282/14 de Acceso a
la Información pública, el Art. 556 del Código Procesal Civil.
En su voto el Señor Ministro ha realizado una cita del autor Owen M. Fiss.
manifestando: “Considero que toda la conducta de los funcionarios debe estar
expuesta al público, porque toda conducta del funcionario interesa a la ciudadanía
para el control de su actuación. El funcionario público, tal como señala Owen
Fiss, vive en un “panóptico inverso” sometido a la mirada vigilante de la sociedad
tanto en su conducta pública o privada. (OWEN M.FISS. Democracia y Disenso.
Una teoría de la libertad de Expresión, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2010, pág. 136)”.

ANÁLISIS DEL VOTO DEL DR. EUGENIO JIMÉNEZ ROLÓN

Para dar inicio al análisis de la opinión realizada por el Dr. Eugenio Jiménez
Rolón, en la Acción de Inconstitucionalidad planteada por la Contraloría General
de la Republica en los autos caratulados: Amparo Constitucional promovido por el
Señor Juan Carlos Lezcano Flecha c/ Contra la Contraloría General de la Republica
debemos mencionar que el mismo primeramente analizó los argumentos esgrimidos
por ambas partes y la representante del Ministerio Publico, mencionando diversas
opiniones respecto a la excepción de inconstitucionalidad, que la articulación de
dicha garantía constitucional debe hacerse en todas clase de juicios que no puede
existir limitación para la puesta en marcha del control de constitucionalidad
establecido por medio de la oposición de una excepción de inconstitucionalidad
En ese sentido el Ministro Eugenio Jiménez Rolón, al referirse a la acción
de inconstitucionalidad planteada por la Contraloría General de la Republica acotó
que la Contraloría General de la Republica debió articular la excepción de
inconstitucionalidad al momento de contestar la demanda principal y, al no hacerlo,
ya no puede argumentar que la normativa en la que se fundan las sentencias sea
inconstitucional y, por ende, las resoluciones también lo son.
Ciertamente, el Art 562 del Código Procesal Civil establece la imposibilidad
de interponer la acción – fundada en inconstitucionalidad indirecta – sino se
hubiese opuesto la excepción establecida en el Art 538 de mismo cuerpo legal. La
norma sanciona la inacción del litigante con la perdida de la oportunidad de

20
promover la acción de inconstitucionalidad – indirecta – cuando: a) el accionante
tuvo conocimiento de la ley invocada por la contraparte; y, b) tuvo, además, la
oportunidad de provocar el control preventivo de constitucionalidad, y no lo hizo.
Este medio preventivo de control fue concebido precisamente, como una
herramienta legal para evitar la aplicación de una ley reputada inconstitucional,
antes de que ella sea aplicada por el órgano jurisdiccional.
Significa ello que, la acordada de referencia pudo y debió ser impugnada
previamente al momento de contestarse la demanda promovida por el Señor Juan
Carlos Lezcano; es decir, la Contraloría debió cumplir con dicho recaudo esencial,
y no lo hizo, circunstancia esta que por expreso mandato del Art 562 del C.P.C
torna inadmisible la acción fundada en una inconstitucionalidad indirecta, no se
opuso la excepción de inconstitucionalidad si la cual la acción es inadmisible (Art
562 C.P.C)
Refirió también el Dr. Jiménez Rolón, que la acordada 1005/15 solo señala el
trámite que ha de emplearse en la sustanciación del juicio de acceso a la
información pública, pero no determina la fundabilidad del pedido, ni las
exigencias o requisitos sustanciales de procedencia de la pretensión, la acción de
judicial por denegación a la información no puede juzgarse como un amparo
tradicional, son los trámites procesales los que coinciden y nos los requisitos de
fundabilidad. El Juez más bien deberá juzgar si la denegatoria se encuentra
justificada por el ordenamiento jurídico, pero no, estrictamente, los requisitos de
procedencia de un amparo, siguió diciendo que es una acción judicial que sigue los
lineamientos del amparo en cuanto a su brevedad, plazos, reglas de sustanciación,
contenido de la demanda, informe, traslado, sentencia, efectos, recursos, etc., pero
no es un amparo y concluye que la acordada es constitucional
Finalmente se refirió a los argumentos referidos a la supuesta arbitrariedad
de las sentencias impugnadas argumentando que las sentencias cuya
inconstitucionalidad predica el accionante se observa que en las mismas los
órganos jurisdiccionales ordinarios, analizan y desarrollan fundadamente la
cuestión concreta planteada, se refirió al Art 256 de la Constitución Nacional que
exige que los fallos deben estar fundamentados en la Constitución y la Ley,
doctrina plasmada en el Ar 15 del Código Procesal Civil
La arbitrariedad alegada ataca la motivación de las sentencias, que consiste
en el deber funcional del órgano jurisdiccional de expresar los motivos, razones y
fundamentos de su resolución. Eso traduce en una garantía verdadera y eficaz para
los litigantes. La labor de fundar requiere además que el juzgador exponga de
modo lógico las razones por las que ha decidido aplicar dichos preceptos,
vinculándolos a los datos facticos tenidos como probados o admitidos, en términos
generales se dice que una resolución es arbitraria cuando exhibe determinadas
anomalías relativas al objeto, a los fundamentos o los efectos del fallo.
En ese mismo sentido diferenció las arbitrariedades normativas: soslayar la
disposición aplicable al caso, valerse de disposición legal que no corresponda a él,
fallar sobre el mero capricho, etc. Las arbitrariedades fácticas referentes a
cuestiones de hecho expuestas en la fundamentación.

21
Mencionó que la sentencia arbitraria es la sentencia aberrante, la que como
tal, no es susceptible de ser considerada como acto procesal, emanado del órgano
jurisdiccional, que pueda ser considerado tal
El accionante basó su acción en dos causales de arbitrariedad normativas
relativa a los fundamentos de la resoluciones específicamente, invocar disposición
inaplicable al caso (Ley 5282/14); y fallar sobre la base de mera voluntad
Luego de mencionar el análisis de las sentencias de primera y segunda
instancia mencionó que la sentencia confirmatoria de la de primera instancia, no
solamente no es arbitraria, sino que luce como un pronunciamiento judicial
debidamente fundado en los hechos y el derecho, lo que impide igualmente acoger
la pretensión de la Contraloría General de la Republica, cuyos fundamentos
aparecen como realmente infundados.
Acotó el Dr. Jiménez Rolón, que ambas resoluciones impugnadas analizan
fundadamente y con razonamiento lógicamente estructurado la procedencia de la
acción de acceso a la información pública; análisis que se subsume en la normativa
vigente, determinando finalmente que procede el acceso a los datos públicos
contenidos en las declaraciones juradas, con excepción de los datos que se
consideran privados o de terceros y que por tanto, no deben ser publicados,
asimismo subrayó el ministro Jiménez que hay algo en este análisis que consideró
inconstitucional, el Art 3º inc. 5º de la Ley 5033/13 porque limita al Art 28 de la
Constitución Nacional el cual no establece ninguna limitación, lo que es imposible
ya que la misma solamente deriva a la Ley “las modalidades, plazos y sanciones”,
es decir, no admite limitaciones, pero tal inconstitucionalidad no puede ser
declarada porque no ha sido planteada.
De ahí que la Sala Constitucional no puede ser utilizada como un medio para
imponer un criterio de interpretación distinto al sostenido por los juzgadores
ordinarios, que, como en este caso, han actuado dentro de los márgenes legales y
conforme a su leal saber y entender. La discrepancia con la conclusión alcanzada
por el inferior no es argumento que habilite la instancia incoada por el recurrente.
Para que una sentencia sea tildada de arbitraria no es suficiente que el
accionante se encuentre disconforme con los argumentos o conclusiones del órgano
jurisdiccional, ni con el modo de interpretar la ley o el análisis de los hechos, sino
que ella debe contener una tal palmaria arbitrariedad que la descalifique como acto
jurídico procesal valido y el absurdo jurídico que ella representa debe alcanzar
entidad institucional, violando preceptos constitucionales explícitos o implícitos.
El control constitucional no puede avanzar sobre la corrección jurídica del
razonamiento, ni sobre el criterio de interpretación o valoración, ya que tal control
no se halla dentro de los límites de la sala Constitucional, en el caso analizado hay
un desacuerdo con la forma coincidente en que la cuestión ha sido resuelta por los
órganos jurisdiccionales ordinarios que se han pronunciado por la procedencia de la
acción de acceso a la información pública en sentido contrario a los intereses del
accionante, absolutamente todos los agravios articulados en esta sede, no
constituyen propiamente agravios constitucionales fueron los estudiados por
órganos inferiores

22
La acción de inconstitucionalidad no se erige en una tercera instancia en la
que pueda proponerse un nuevo debate sobre cuestiones que ya han sido
arduamente debatidas y resueltas razonablemente en instancias ordinarias,
especialmente cuando no se advierte violación alguna de normas o principios
constitucionales
Por tanto el voto del Dr. Eugenio Jiménez Rolón es por el rechazo de la
acción de inconstitucionalidad deducida por la Contraloría General de la Republica
y en cuanto a las costas concluye que debe ser impuesta en el orden causado
adhiriéndose al voto del Dr. Riera Hunter
Mi opinión:
Primeramente quisiera referir que concuerdo con el argumento esbozado por
el Dr. Jiménez Rolón, en su fundamentación utilizó y aplicó correctamente los
Artículos de la Constitución Nacional, Código Procesal Civil, la ley 600/95 y la ley
5282/14.
Comparto el criterio hermenéutico realizado por el Dr. Eugenio Jiménez
Rolón en cuanto a la aplicación del Art 538 y 562 del C.P.C en la resolución de la
acción de inconstitucionalidad promovida por la Contraloría General de la
Republica en el juicio de Amparo Constitucional promovido por el Señor Juan
Carlos Lezcano Flecha contra la Contraloría General de la Republica para la
obtención de información de carácter público, en donde se rechaza la acción de
inconstitucionalidad porque el accionante no opuso la excepción de
inconstitucionalidad en el momento oportuno, es decir al contestar la demanda
promovida por el Señor Juan Carlos Lezcano Flecha, por lo que en aplicación del
Art 562 del C.P.C al no oponer la excepción de inconstitucionalidad en el momento
de contestar la demanda ya no se puede plantear la acción de inconstitucionalidad
contra resoluciones judiciales
Mi opinión en cuanto a la constitucionalidad o no de la acordada 1005/15 es
la siguiente: la acordada 1005/15 es un instrumento normativo de menor jerarquía
que la ley según el Art 137 de la Constitución Nacional, el mismo fue emitido por
la Corte Suprema de Justicia para establecer el procedimiento a emplearse en la
tramitación de la acción de libre acceso a la información pública y transparencia
gubernamental, la misma estableció que en el caso de una denegación expresa o
tácita de una solicitud de acceso a la información se aplicará el procedimiento
establecido en el Art 134 de la Constitución y en las reglas del juicio de amparo
establecidas en el C.P.C, y ante cualquier otro incumplimiento de una repartición
publica en relación a las obligaciones establecidas en la ley 5282/14 se utilizara
las reglas del procedimiento sumario previsto en el Art 683 del C.P.C. la misma no
es equiparada a un amparo, solamente se utiliza el procedimiento del mismo y
menos puede hablarse que violenta el Art 137 de la Constitución Nacional, por lo
tanto la misma es constitucional.
El Dr. Eugenio Jiménez Rolón también analizó los fundamentos de las
sentencias consideradas por el accionante como arbitrarias en ese sentido me
adhiero a lo referido por el Dr. Jiménez cuando dijo que las sentencias de primera
y segunda instancias estaban perfectamente fundamentadas y razonadas, conforme

23
a la Constitución y las leyes, que no podían ser consideradas arbitrarias porque
estaban correctamente fundamentadas y razonadas, conforme a los presupuestos
facticos, lógicos y normativos , es decir se aplicaron correctamente las leyes que
rigen la materia, en primer lugar el Art 28 de la Constitución Nacional, el Código
Procesal Civil, la ley 5282/14, la acordada 1005/15 y se utilizaron correctamente
las consideraciones fácticas expuestas en la demanda, también concuerdo con lo
manifestado por el opinante cuando resaltó que los accionantes no presentaron
agravios constitucionales sino presentaron los mismos agravios que presentaron en
las instancias inferiores, es por eso que conforme al análisis del voto del Dr.
Eugenio Jiménez Rolón y algunas consideraciones mías concuerdo en rechazar la
presente acción de inconstitucionalidad planteada por la Contraloría General de la
Republica en los autos caratulados Amparo constitucional promovido por el señor
Juan Carlos Lezcano Fecha c/ la Contraloría General de la Republica
Es importante mencionar que el Dr. Eugenio Jiménez Rolón utilizó citas de
especialistas en la materia entre ellas:
“protege el principio de lealtad procesal, evitando que el litigante aguarde el
resultado del juicio para promover la acción contra la sentencia si esta le es
desfavorable”.(MENDONCA, Juan Carlos 2012. Derecho Procesal Constitucional.
Asunción: La Ley S.A p, 69)
“Pese al nombre que se le concede, debemos destacar que la previsión contenida
en los Art 538 y siguientes del Código Procesal Civil, no es una excepción en
sentido propio, dado que dicho nombre técnico excepción se halla reservado a
determinados hechos que se alegan como impeditivos de la pretensión del actor. La
excepción de inconstitucionalidad, en efecto, no ataca la pretensión del accionante
sino la ley o instrumento normativo en el que esta se funda, que el excepcionante
postula como inconstitucional. En consecuencia debemos entender que,
propiamente, la excepción de inconstitucionalidad no es una excepción, al no
incidir directamente en la pretensión del actor, sino que es una pretensión del
agraviado orientada a la declaración de inconstitucionalidad de una determinada
norma o instrumento normativo, que tramita por la vía del incidente, suspendiendo
resolución del juicio principal conforme con el Art 543 del Código Procesal Civil”
(TORRES KIRMSER, José Raúl. La Praxis del Control de Constitucionalidad en el
Paraguay. Comentario a la Constitución. Tomo III. Corte Suprema de Justicia.
2007. Pag 543)
“Según la doctrina y los fallos constantes de esta corte, una resolución es
arbitraria cuando es evidentemente insostenible, irregular, desprovista de todo
fundamento y con desconocimiento deliberado y flagrante de la Ley” (Voto del Dr.
Luis Lezcano Claude , S.D Nº 537/01, reafirmado en el voto del Dr. José
Altamirano, S.D Nº 184/05 y en el voto del Dr. Víctor Núñez, S.D Nº 224/05)
(MENDONCA , Daniel y SAPENA, Josefina. 2006. Sentencia Arbitraria.
Asunción. Intercontinental. p 43)
“Sentencia arbitraria es aquella en la que el Juez sin dar razón alguna y fundado
en su exclusiva opinión personal, ha fallado apartándose de los extremos facticos y
legales de caso arribando a una conclusión jurídicamente inaceptable, que causa

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perjuicio “(SAGUES, Néstor Pedro. 2016. El Recurso Extraordinario. Tomo II.
Buenos Aires, Astrea. pp. 117/118)
“Por ello en conclusión, la sentencia arbitraria es un modo anormal y antijurídico
de producción de derecho. En otras palabras, solo la interpretación imposible
autorizaría el recurso extraordinario por interpretación arbitraria c)
Interpretación opinable (…) la variante de la interpretación opinable advierte que
si la exegesis del juez versa sobre una temática discutible, formando parte de una
de las corrientes de opinión que razonablemente pueden surgir del texto legal, no
es arbitraria. Por eso, la no coincidencia de una parte con el criterio hermenéutico
del juez, no es bastante para tornar procedente el recurso extraordinario”
(SAGUES, Néstor Pedro. Op. Cit. Pp.181/183)
“La sentencia arbitraria no es aquella que contenga un error o equivocación
cualquiera. Es frecuente, al respecto que el tribunal deseche planteos de
arbitrariedad más allá del acierto o error que pueda contener el fallo impugnado.
Es la que padece, según se indicó, de omisiones y desaciertos de gravedad
extrema que la descalifican como pronunciamiento judicial valido. De ahí que el
recurso extraordinario por arbitrariedad de la sentencia, como el mismo alto
tribunal lo observa, reviste carácter excepcional y no tiene por objeto abrir una
tercera instancia ordinaria donde puedan discutirse decisiones que se estimen
equivocadas. Por tanto, no pretende esta variante del recurso extraordinario
sustituir el criterio de los jueces propios de la causa por el de la Corte
Suprema”(SAGUES,Néstor Pedro. Op. Cit. Pp.111/112)

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ANÁLISIS DEL VOTO DEL DR. MARCOS RIERA HUNTER

Entrando a analizar la opinión emitida por el Magistrado Dr. Marcos Riera


Hunter, el mismo primeramente se inicia realizando un resumen de las actuaciones
que derivaron en el Juicio: “Acción de Inconstitucionalidad promovida por la
Contraloría General de la República en los autos caratulados: Amparo
Constitucional promovido por el señor Juan Carlos Lezcano Flecha c/ Contraloría
General de la República”.
El opinante, divide su análisis en dos partes, iniciando primeramente el
estudio de la constitucionalidad o no, en su caso, de la Acordada Nº 1005 del 21 de
septiembre de 2015, formando su examen con referencia al orden de prelación de
las leyes legislado por el Art. 137 de la Constitución Nacional, pues el argumento
del accionante para considerar inconstitucional la citada acordada, radica en que la
misma invade cuestiones que exclusivamente recaen sobre leyes o sobre la misma
Constitución Nacional, esto según lo dispone nuestra Carta Magna en sus Arts. 131
y 134.
Se centra el opinante en realizar una descripción de lo que correspondería a
las Acordadas, resoluciones dictadas por la Corte Suprema de Justicia, para luego
describir la Acordada Nº 1005 del 21 de septiembre de 2015. Refiriendo en lo
medular que la misma se constituye en una acordada que dispone reglas de
competencia o reglas procesales, situación que está vedada a este tipo de
resoluciones, siendo esto exclusividad de las leyes emanadas del Poder Legislativo.
Concluye sosteniendo, que si bien el artículo primero de la Acordada Nº
1005/15, atacada de inconstitucionalidad por la parte accionante, transgrede la
competencia de la misma, pues lo expuesto por su artículo uno está reservado única
y exclusivamente a la Ley, es decir, las competencias o procedimientos deben ser
determinadas por Leyes oportunas, concluye que no puede decretarse la
inconstitucionalidad de la misma, pues el accionante, en este caso la Contraloría
General de la República, carece de legitimación activa, sustentado en lo dispuesto
por el Art. 550 del C.P.C. Argumentado que la accionante no ha demostrado el
daño, lesión, perjuicio o agravio ostensible para la promoción de la
inconstitucionalidad presuntamente derivada de la Acordada Nº 1005/15.
La segunda parte de la opinión y análisis del Magistrado Dr. Marcos Riera
Hunter, con respecto a la Acción de Inconstitucionalidad promovida, refiere a las
Resoluciones Judiciales dictadas tanto en primera como en segunda instancia, es
decir S.D. Nº 24 del 8 de mayo de 2018 y su posterior Aclaratoria A.I. Nº 366 del
11 de mayo de 2018 (Resoluciones de Primera Instancia). Y el Acuerdo y
Sentencia Nº 30 del 7 de junio de 2018 y su posterior Aclaratoria Acuerdo y
Sentencia Nº 32 del 15 de junio de 2018 (Resoluciones de Segunda Instancia).
El argumento del accionante para promover la inconstitucionalidad contra las
citadas resoluciones en el párrafo anterior, versó en puridad en que las mismas
emanan o se sustentan en una acordada inconstitucional, por la cual obligan a la
Contraloría General de la República a transgredir otras leyes, sosteniendo que la
Ley Nº 5033/13 es de mayor jerarquía que la acordada. Y como segundo agravio
contra las resoluciones judiciales, refiere que el Amparo Constitucional promovido

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primariamente, no es la vía idónea para acceder a las Declaraciones Juradas
pretendidas, sosteniendo la parte accionante que existe una Ley Especial Nº
5033/13 y una Ley General Nº 5282/14, por lo que la primera, ley especial,
prevalece sobre la segunda, ley general, invocando en consecuencia las
disposiciones del Art. 7 del Código Civil y concluyendo que las resoluciones
atacadas de inconstitucionalidad, transgreden los artículos 137, 17 y 256 de la
Constitución Nacional, el ya señalado artículo 7 del Código Civil, y el artículo 15
Inc. b), c) y d) del Código Procesal Civil.
El opinante al iniciar su análisis, refiere con referencia al primer de los
argumentos vertidos que ya fue resuelto anteriormente, al demostrar que no existió
legitimación activa por parte de la accionante al momento de reclamar la
Inconstitucionalidad de la Acordada Nº 1005/15.
En cuanto al segundo agravio, la opinión dada en la resolución aquí
analizada refiere a que la Ley Nº 5003/13, Ley especial, fue derogada tácitamente
por la Ley Nº 5282/14, esto se desprende del propio Art. 7 del Código Civil, que da
la solución del caso, al decir del opinante, pues en virtud al mencionado artículo 7
del Código Civil, tanto las leyes especiales pueden derogar a las generales y
viceversa.
Al darse la derogación tacita y prevalecer la ley general y posterior, es decir
la Ley Nº 5282/14, las disposiciones de esta norma resultan ser claras y aplicables a
la cuestión debatida, pues entre otras cosas la Ley Nº 5282/14 establece que la
Contraloría General de la República se constituye en fuente pública, que cualquier
persona podrá acceder a la información pública, y que la información pública
reservada deberá ser calificada como tal en forma expresa y por ley. Además de
determinar expresamente en su artículo 23 la manera de proceder por parte del
interesado, en el caso de que la petición fuere denegada de manera expresa o tácita
por la fuente pública.
Si bien, el Magistrado opinante, concluye que no existe Inconstitucionalidad,
puesto que no se constata violación del principio de prelación de leyes consagrados
por el Art. 137, atendiendo esto a que se ha determinado que la norma aplicable
resulta ser la Ley Nº 5282/14, norma en la que se basaron los fundamentos de las
sentencias atacadas de inconstitucionalidad, no existe igualmente transgresión al
Art. 17 de la Constitución, sustentando que la cuestión debatida en primera y
segunda instancia no versó en cuestiones penales del cual pudieran derivar pena o
sanción, e igualmente concluye que no existe transgresión al Art. 256 de la
Constitución, puesto que las resoluciones judiciales fueron dictadas de conformidad
a las leyes.
Si bien el opinante no observó transgresión alguna de las normas legales y
procesales aplicables en el caso en cuestión, si destacó y en base a ello consideró
oportuno hacer lugar parcialmente a la inconstitucionalidad promovida contra las
resoluciones judiciales, argumentando que las mismas otorgaron más de lo pedido,
incurriendo con ello en un vicio de congruencia, ultrapetita, esto con respecto a que
se resolvió igualmente otorgar información de los cónyuges e hijos menores bajo la
patria potestad de los declarantes, situación que no fuera objeto de petición en su
momento.

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Expuesto el resumen de la opinión vertida en el Acuerdo y Sentencia. Nº
111 del 11 de junio de 2020, por parte del Magistrado Dr. MARCOS RIERA
HUNTER, me permito referir al respecto, que el análisis dado en la sentencia
señalada, si bien el mismo resulta extenso, se centra en dar y sustentar
razonadamente un revés a la cuestión debatida, por sobre todo a la
inconstitucionalidad con respecto a normas y sentencias judiciales, pues va
desentrañando punto por punto los argumentos de los accionantes de la
inconstitucionalidad, rebatiendo acabadamente los mismos con explicaciones
sostenidas por la misma ley.
El opinante, hace un análisis acabado llegando a demostrar incluso que el
mismo artículo utilizado por el accionante para sustentar su pretensión, es el que da
salida para el rechazo de la misma, esto con referencia al artículo 7 del Código
Civil. Particularmente considero que el análisis se encuentra fundado de
conformidad a las normas y leyes vigentes y oportunas con respecto a la materia
debatida, y por sobre todo de conformidad a la Constitución Nacional.
El Magistrado Dr. Marcos Riera Hunter, sustentó su decisión en las
siguientes normas: Constitución Nacional: Arts. 45, 131, 134, 137 - Código Civil:
Art. 7 - Código Procesal Civil: Arts. 207, 550, 683 – Leyes: Ley Nº5033/13, Ley
Nº 5282/14, Ley Nº 1682/01 art. 5 modificado por la Ley Nº 1969/02.
Las citadas normas constitucionales y legales, fueron correctamente
invocadas y sustentadas para dar validez al voto, pues las mismas fueron
interpretadas y contrastadas, incluso entre ellas, lo que derivó en una interpretación
legal y jurídica para emitir el voto.
Para fundar su voto, el magistrado opinante, trajo a colación lo referente a un
conflicto normativo, citando al Filosofo del Derecho NORBERTO BOBBIO, “una
contradicción de orden lógico, lo que este autor denomina una contradicción total
– parcial”, cita utilizada para sustentar los argumentos del rechazó de la
inconstitucionalidad con respecto a la Acordada 1005/15. E igualmente para
sustentar su opinión cito como jurisprudencia el Acuerdo y Sentencia Nº 68 del 8
de abril de 1996, dictado por la Corte Suprema de Justicia.

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Conclusión

El acceso a la información pública es un derecho fundamental en la


democracia, y se encuentra ligado a la gobernabilidad de los fondos del Estado y
permite mejorar el control de la administración y el ejercicio de los derechos de la
ciudadanía.
Nuestra Constitución Nacional en el Art. 26 expresa la Libertad de Expresión
y de Prensa y Art. 28 del Derecho a Informarse, también nuestro país ha aprobado y
ratificado las leyes internacionales como ser Ley 01/89 la Convención Americana
sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, Ley Nº 977/1996
Convención Interamericana de la OEA contra la Corrupción que Paraguay aprobó y
la Ley Nº 2535/2003 Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción que
el Paraguay ratificó.
La Ley Nº 5282/14 Acceso a la Información Pública y Transparentica
Gubernamental en su art. 3 dice: “Difusión”: La información pública estará
sometida a la publicidad y las fuentes públicas están obligadas a prever la
adecuada organización, sistematización, informatización y disponibilidad para que
sea difundida en forma permanente, a los efectos de asegurar el más amplio y fácil
acceso a los interesados.
La información pública deberá estar sometido a la publicidad, y la
declaración jurada de bienes y rentas que no estén contemplada como información
secreta, sensible y/o reservada, debe estar a disposición para conocerla, con el fin
de controlar el fondo del Estado y evitar el mal manejo del tesoro del Estado..

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