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Índice de contenido general

Presentación XV
Prólogo Introducción XVII XIX

Volumen 1
1. Generalidades 1
2. El Derecho prehispánico 31
3. Derecho castellano 15
Índice onomástico 162
Índice analítico 165

Volumen 2
Derecho indiano 1
Derecho insurgente 219
Índice onomástico Índice analítico 265
269

Volumen 3

6. Derecho del México Independiente 1


7. El Derecho porfirista 143
8. El Derecho revolucionario 167
Bibliografía general 217
índice onomástico , 239
índice analítico 245
w

Índice de contenido

Presentación XV

Prólogo XVII

Introducción XIX

1. Generalidades

Concepto de historia del Derecho mexicano Concepto de historia 1


Concepto de Derecho Concepto de mexicano 1
4
5
El hecho histórico-jurídico 6
Características Origen de la asignatura 6
El Derecho como constante histórica La escuela histórica del Derecho8 Evolución de la historia del Derecho
8
9
10
Método 12
Concepto de método Métodos generales Métodos particulares 13
13
14
Utilidad y características de la asignatura 16
Criterios que establecen la utilidad de la asignatura en la formación del licenciado en Derecho
18
XIIíndice de contenido

Limitaciones de la investigación histórico-jurídica 21


Fuentes históricas del Derecho 23
Concepto de fuentes históricas del Derecho Clasificación de las fuentes
23 históricas del Derecho
24
Marco cronológico 26
Cronología de la historia de México 26
Cronología de la historia del Derecho mexicano 28
Relatividad territorial 29
2. El Derecho prehispánico
Justificación del tema Limitaciones y cronología 33
Distribución geográfica de los pueblos prehispánicos de México 35
Importancia de la agricultura en el desarrollo 38

de los pueblos prehispánicos 39


Derecho olmeca 41
Importancia del arte olmeca Economía 42
Otros aspectos de la cultura olmeca 43
Derecho teotihuacano 43
44
Derecho maya-quiché Cronología Fuentes 46
Organización política Organización social 47
48
EDsetreuchtuorpaencaolnómica Derecho familiar 50
52
55
56
Derecho mexica, azteca o tenochca Origen y peregrinación 58
Etapas históricas Fuentes 58
Organización política 60
61
73
índice de contenido XIII

Los tlbtobnis El cblpulli 76


82
Organización social Organización económica Instituciones militares
LEastrteuncetunrcaiajudeiclaiatlierra Derecho procesal Derecho 85
penal Derecho fiscal
Derecho familiar y educación 87
El mundo prehispánico en vísperas de la conquista 90
923
95
97
99
101
112
Área geográfica 3. Derecho castellano 116
Cronología y evolución histórica 116

Fuentes 120
Elementos jurídicos formativos 121
Celtas e iberos 121
Fenicios y cartagineses 12
Derecho griego 123
Derecho romano-bizantino 125
Derecho visigótico 126
Instituciones feudales 128
Derecho árabe 135
Derecho canónico 141
Derecho franco 145
La obra jurídica de Alfonso X el Sabio 147
Derecho foral 151
Los gremios 153
El consulado y las leyes mercantiles 154
Recopilaciones 155
Las universidades medievales 156
XIV índice de contenido

El Regio Patronato 159 160


El Derecho constitucional español
162 165
Índice onomástico
índice analítico
Presentación

Conocí al profesor Marco Antonio Pérez De los Reyes en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de
El autor es un especialista en el tema al que le ha consagrado su vida. Su conocimiento de la materia es amplio,
Asomarse a la historia es un ejercicio fundamental para comprender
aeljeprcreicsieonteesytomdiarvaírahmacáisa ieml pfuotrutaron.teEennellacamsoeddiedla Deenreqcuheosmóleox
Por las características propias de su historia, el Derecho mexicano tie- ne raigambre precolombina y sobre todo c
XVIPresentación

Derecho mexicano proporciona los antecedentes histórico-jurídicos de las normas e instituciones que c
su obra tenga el éxito editorial que merece.

Doctor Leonel Pereznieto Castro Director Académico de la Colección de Derecho


Prólogo

Ltradeinc sióenñaenz na udestlra HFaisctuolrtiad del Derecho


m e x ic a o c u e n t c o n u a rg a
d e l a U ni ve r s i d ad N a c ional A u - tónoma de México,
donde su rango ha transitado de materia optativa a obligatoria al
consolidarse el reconocimiento de su trascendencia en la formación del
abogado. Sin embargo, el acervo bibliográfico especializa- do, además de
ser reducido no se ha adecuado lo suficiente a las exigencias académicas
que plantean los planes de estudio adoptados en la última dé- cada del
siglo xx, incluida nuestra máxima casa de estudios.
Por ello resulta sumamente significativa la presentación de este libro,
fruto de la amplia experiencia académica del doctor Marco Antonio Pérez
De los Reyes, catedrático de las Facultades y Escuelas de Derecho de
las Universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma de Nayarit,
La Salle e Iberoamericana.
A lo largo de sus 28 años de vida académica, el autor ha impartido
H i st o ri a de D e r ec h o m e x ic an o , H i s to r ia
ro m a n o , D er ec h o e l ec to r al y S o c io l o g ía .
u n v rs a l d e l D re ch o , D e re c h o
E v id en t e m e n te , es ta a m p li a c o n - junción de áreas
afines del conocimiento jurídico es un factor que explica en parte la
perspectiva completa e integral que sobre esta especialidad nos ofrece el
magnífico trabajo que el lector tiene en sus manos.
Esta obra está integrada por ocho capítulos. El primero de ellos, titu-
lado Generblidbdes, analiza el concepto de historia del Derecho, narra la
trayectoria que esta asignatura ha tenido en la Facultad de Derecho, y ter-
mina con un estudio de los diferentes métodos que son empleados para el
desarrollo de la investigación histórico-jurídica.
El capítulo 2 ubica al lector en el poco explorado campo del Derecho
prehispánico, y en él Pérez De los Reyes ofrece un estudio detallado de
los sistemas jurídicos producidos por las naciones olmeca, maya y azteca,
así
XVIII Prólogo

como de la organización política, social y económica que influyó en


el desarrollo de tal riqueza legal.
El estudio del Derecho castellano se desarrolla en el capítulo 3,
en donde se analiza la evolución del reino de Castilla y del Derecho
castella- no, sin dejar de comentar la importante obra de Alfonso X el
Sabio, y la
formaEcliDónerdechlaosiunndivaneorseidsatdraetsaedno lean Eedl
acdapMítueldoia4., cuyo contenido incluye las fuentes que sirvieron para
la creación de aquél, la organización guber- namental de la época, la
estructura económica, social y religiosa de las Indias y el importante
tema del régimen de propiedad.
A continuación, en el capítulo 5 el autor trata con claridad sistemática,
el tema del Derecho insurgente, además de comentar las causas de la
Guerra de Independencia, hasta la consumación de la misma, y de resaltar las
aportaciones jurídico-políticas del movimiento encabezado por José María
Morelos y Pavón.
El capítulo 6 analiza el Derecho del México independiente, a partir
de una concisa cronología de los dos imperios mexicanos, y de la
República, en sus diversas manifestaciones políticas, amén de tratar las
constituciones promulgadas de 1824 a 1857, así como las relaciones
Estado-Iglesia, un tema interesante y controvertido aun en nuestros días.
tratanEtlaDnteorelachroebpeolirófinridstea Leas Ndeosraiarrocollmado
laende lTcuaxptíetpueloc-7P,aleon Belaqnucoe, slea obra gubernamental y
jurídica del porfirismo, así como los aspectos socia- les, políticos,
económicos y culturales de la época.
El último apartado está dedicado al Derecho revolucionario, y ofrece
un fecundo tratamiento de la problemática prerrevolucionaria, así como
de los movimientos revolucionarios de Madero y zapata, entre otros, hasta
concluir con el Congreso Constituyente de 1916 y 1917 que nos legó
la Carta Magna vigente. En el contenido de este capítulo destaca el
cuadro comparativo de los gobiernos posrevolucionarios, ya que
presenta una panorámica sistematizada de nuestra historia reciente.
Como es natural, la obra está sustentada en una amplia bibliografía
que reafirma la autoridad de sus contenidos, al mismo tiempo que guía al
lector que desee acceder a fuentes de referencia adicionales.
obra Aacsaí,dépmodiceamorsieanfitramda resqpuecieallmleecntoter
taielnoes esntusduisomsoasndoesl uDnearecxhcoel.ePnoter ello, la
comunidad jurídica mexicana se congratula por recibir del doctor Pérez
De los Reyes una obra de excelencia que enriquece notablemente nues- tro
patrimonio cultural y académico, de manera que le expresamos una
merecida felicitación, así como nuestro agradecimiento por beneficiarnos
con nuevos frutos de su enseñanza magistral.
Lic. Edmundo Elias Musi
Introducción

EpelcDtoesrepcohsiot,ivcosndsdiedeloras doisctionmtos csisetnecmi a,s ejuxrigídeiceolscnoancoicoinmaliesnt


Todo estudioso del orden jurídico se ve en la necesidad de hacer refe- rencias frecuentes a los orígenes de las in
Esta obra procura allegar a los juristas y a los estudiantes los aspectos
más destacados de la historia jurídica nacional, que tiene un contenido muy rico, configurado por una amalgam
Hnuiestsotroias md eldiDoesraecahdoémiecxoiscadneosdeselunsiaglaosixginxa, tsuirabieqnuecotnienoetrapsr
Debe tomarse en cuenta que también en casi todos los planes de estu-
dio de maestrías y doctorados en Derecho encontramos esta disciplina, si
XX Introducción

bien con contenidos académicos de diversa profundidad y especialización.


A pesar de ello, la bibliografía dedicada a esta materia estuvo reducida
por casi tres décadas a la obra de Guillermo Floris Margadant, que
representó un magnífico intento de síntesis, con el dinamismo y la
erudición que ca- racterizaron al inolvidable maestro.
de JosEénLfuecishaSsorbelratinveasm, AenrtielcRerocjansaCs
asbeahllaenropuybGlicracdioelalgMunaocesdliobrJoasimcoesm, odelolas
UNAM, del Centro Universitario México y la Universidad Autónoma del Estado
de México, respectivamente. Cada uno de ellos es sin duda un valioso punto
de apoyo para facilitar la labor del docente y del alumno. Destaca
igualmente el texto del Oscar Cruz Barney, el más reciente en la materia y
de gran calidad.
La obra que presentamos consta de ocho unidades vinculadas en una
exposición evolutiva acorde con el desarrollo de la historia nacional,
con una primera unidad introductoria que pretende proporcionar los
elementos básicos para la investigación y el estudio metodológico de la
asignatura.
El texto se ilustra con cuadros sinópticos y tablas cronológicas
que consideramos que permitirán al lector una comprensión más cabal de
los diversos temas tratados. Asimismo, al final se presenta un cuadro
en el que se concentran los aspectos más destacados de la obra política,
social,
e c o n ó m ic a y ju r íd i ca de l o s g o b ie rn o s
din ec lo
l u si dop sr elo sis d aeñ nto es
s dep o ejsre evr co iclu i co iod n e E a ri o s,
r n es to z e d i ll o P on c e d e L e ó n . E s te
cuadro evolutivo seguramente servirá para que se entienda y valore nues-
tra historia jurídica reciente, que aunque parezca difícil de aceptar resulta
casi desconocida para muchos, tal vez porque los maestros prestamos ma-
yor atención a otras épocas históricas, ya que esta deficiencia también
pue- de observarse en los estudios de historia universal.
Cierro este mensaje con unas palabras de gratitud para Oxford
University Press México, prestigiada empresa editorial que cuenta con un
acervo bibliográfico indispensable para todo abogado, y que me ha brin-
dado la oportunidad de presentar este estudio que es el fruto de 28 años al
servicio de la cátedra universitaria.
Igualmente expreso mi gratitud a la Facultad de Derecho de la
Uni- versidad Nacional Autónoma de México, mi Blhb Hbter, que me
confió, el
22 de abril de 1974, la delicada y honrosa misión de catedrático, dignidad
que debe encabezar mi currículo, pues representa la responsabilidad de
formar a los juristas del país. Finalmente, manifiesto mi reconocimiento
sin límites a la profesora y licenciada Susana del Rocío Barragán Alatorre,
mi esposa, porque su apoyo académico, técnico y emocional han sido fun-
damentales para que el lector llegara a tener este texto en las manos.
EL AUTOR
1. Generalidades

Concepto de historia del Derecho mexicano

El nombre de nuestra asignatura está compuesto de tres vocablos: histo- ria, Derecho y mexicano; en conse
Antes de proceder de la manera indicada, recordemos que de acuer- do con Aristóteles, padre de la Lógica,
neli ucnoanjruenlitgoiódne, niout ans pc aí sr a, cstineroísutnicpalsanqeutea.dEisnticnugauneton al goébnje
De acuerdo con lo anterior, procederemos a definir los vocablos que forman el nombre de nuestra asignatur

Concepto de historia

Es la ciencia que estudia los hechos humanos, pretéritos y trascendentes. Según Raúl Bolaños Martínez, la
2 Historia del Derecho mexicano

función de sus antecedentes, causas y consecuencias...".1 M. Bloch,


historia- dor francés, la considera "la ciencia de los hombres en el tiempo"
.2
Mucho se ha discutido por los especialistas si la historia debe ser
considerada una disciplina, es decir, simple narración o descripción evo-
lutiva del desarrollo de la humanidad o si, por el contrario, estamos ante
utonay v e r d a d e ra i encias, ldoecluoasl
ihmecphliocsarqíua eadal vanesarcltioizrnalaslareecu
h i s to ri a, de l a ma-
l a c ió n de ca u s
iesfmeca- manera que aceptar su vinculación y posibilidad de postular
leyes que expliquen los cambios históricos presentados por la
humanidad. Así, el tratadista César Cantú afirma: "Para que la historia se
convierta en ciencia no basta que contenga tradiciones vagas e
inconexas, sino que requiere 3
hechos averiguados, observados,
clasificados y bien descritos".
Este afán de entender a la historia como ciencia lo encontramos ya
en autores del siglo xvIII influidos por la corriente enciclopedista, como
es el caso de Bossuet, Voltaire, Condorcet, Vico y Montesquieu,
preocupados todos ellos por la causalidad histórica y siempre con la
inquietud de que los estudios históricos sirvan de ejemplo para evitar
errores cometidos por generaciones pasadas. De ahí surgió la idea de
que la historia es "la gran maestra de la vida".
En el siglo xix se dieron los pasos necesarios para considerar la
historia como una ciencia, a lo que contribuyó muchísimo el trabajo
realizado por especialistas como Mommsen, Thierry, Fustel de Coulanges
y particular- mente Hegel, quien distinguió entre las ciencias del hombre y
las ciencias de la naturaleza, lo que luego dio pie para que Wilhem Dilthey
manifestara que la historia implica evolución, libertad,4 mientras que la
naturaleza implica orde- nación mecánica, necesidad. A su vez, Karl
Marx con su materialismo his- tórico y dialéctico, que entiende la historia
como el resultado de la lucha de clases, dio origen a un mayor rigor en el
manejo de las fuentes de la historia. Hoy es evidente que el historiador se
esfuerza por ser menos anecdótico y más cuidadoso en comprobar los
hechos que manifiesta. Precisamente gra- cias a ese cuidado en el manejo
de sus fuentes, de ese apego a lo comproba- ble y de esa necesidad de
buscar la causalidad de los hechos, no tanto de
dpeoscturilbainr,loesn,tlrae
hoitsrtosr,iaTvhaomadaqsuHiroiebnbdeos,rqanugeoladedecfienecicao.mEon
least"ec sienct i da od sel saber de hechos"; Schopenhauer, que la llama
"ciencia empírica o b posterior!

1
Edward H. Carr, Lb Historib, Salvat, Barcelona, 1973, pág. 30.
-'Juan Brom, Pbrb comprender lb Historib, Nuestro Tiempo, México, 1987, pág. 17.
3
César Cantú, Historib universbl, Gassó Hermanos Editores, Barcelona, s/f, tomo I, pág. 88.
' H. Carr, op. cit., pág. 53.
1. Generalidades 3

fundada en la teoría de los motivos", y5 Wuntd, para quien la historia es


"ciencia real del espíritu sistemático".
La historia se considera una ciencia porque presenta los elementos bási-
cos de la misma, es decir, tiene un objeto de estudio, un método y un
sistema:

Objeto de estudio. Los hechos humanos pretéritos y trascendentes.


Método. La historia puede estudiarse con diversos métodos propios, sin que éstos sean contradictorios e
Sistemb. Hoy los amplios conocimientos conseguidos por la historia son complejos y jerarquizados, es d

Lo anterior implica la necesidad de contar con medios didácticos cada vez más acordes con la realidad del
En cuanto hace a la formulación de leyes científicas, último requisito básico para que la historia sea unánim

dsdsuepstoancear que balstpardeecsiscarirbsirudoebmjeatonedrae resatluydiconocisdaelboesmhoeschloim


Según Luis Recaséns Siches,6 el albedrío se manifiesta en la libertad de elección entre opciones reales que
Por eso podemos concluir con José Fortuna7 afirmando que el obje-
tniovso edvenlatuhailmstoernitae,"snionoesavseartisgfuacrercónmueostfruanscicounraiorosnidaladses,ocnie

3
Juan Brom, op. cit., págs. 16 y siguientes.
6
Luis Recaséns Siches, Introducción bl estudio del Derecho, 9a. ed., Ponúa, México, 1991, págs. 20 y
siguientes.
7
H. Can-, op. cit., pág. 10.
4Historia del Derecho mexicano

Con base en los planteamientos expuestos, sostenemos que la histo- ria es una ciencia y que en ella no cab
etenxteol,pdaessaadroro, ldleobyidcaomnesencteuerneclaiacsio. nados y analizados en sus causas, con- Es
nifica "indagación", en este caso de los hechos pretéritos de la humanidad.
Actualmente se pretende elaborar una historia integral que abarque no sólo los aspectos políticos y anecdó

ria, cAomdeomtáosd,onolodqeube meloshomlvbidrearhacque, lsosnhfecnhóoms enstousdipalduroisfapco


Por otra parte, la historia, como ciencia muy amplia, ha ido especializán- dose en varias áreas, por ejemplo,

Concepto de Derecho
Según Eduardo García Máynez,8 el Derecho puede considerarse desde
tres puntos de vista:
b) Como conjunto de normas impero-atributivas; así, el Derecho es, en
última instancia, normatividad, y éste sería el sentido objetivo de la
definición de Derecho.
b) Como una facultad derivada de la norma, como cuando decimos
"mi derecho de libre tránsito", o "mis derechos políticos", lo que
equivale al sentido subjetivo del Derecho.
' Eduardo García Máynez, Introducción bl estudio del Derecho, 42a. ed., Porrúa, México, 1991, págs. 36 y
siguientes.
1. Generalidades5

c) Como el estudio metódico y sistematizado de la normatividad. Así, hablamos del Derecho como pro

sus trEens ocpucainotnoeas lpaohsibstloersi.aAdseíl, sDe eresctuhdoiamnenxoicramnaos, qesuteudeisa


mb jurídico mexicbno.

Concepto de mexicano

Normalmente entenderíamos como mexicbno lo relativo a nacionalidad, es decir, lo perteneciente a Méxic


cleasnoy staemdpeboecno esxtiusdtíia résétpeocoasmeontlalsyq, ueneclopnasíescnuoentceinaí,amloesnlo
Esta idea, de orden netamente cultural, permite abarcar una temática rica y amplia, y justifica estudiar en es
6Historia del Derecho mexicano

visigótico o carolingio, ya que contribuyeron, así sea de manera indirecta y limitada, a la formación del sis
Por consiguiente, la historia del Derecho mexicano es la ciencia que estu- dia el origen, los elementos forma
dríesltiDcaesreycvhaorniaocsiodnaeJsosrugferiBdasapboer: u"ensstuisdtieomdaejluaríndaitcuoradleelzap,ae
en la sociedad mexicana".10

El hecho histórico-jurídico
El objeto mismo de la historia es el hecho histórico, es decir, el actuar del hombre en otras épocas. Alberto M

tran en la historia; sólo son hechos históricos 1l1os que han influido de
algún modo en los acontecimientos posteriores."
Ahora bien, nuestro objeto de estudio se limita al campo del Dere- cho; así, puede hablarse del hecho históri

Características
De este modo, el hecho histórico y específicamente el hecho histórico- jurídico presenta las características si

1. Es humbno. En virtud del albedrío, facultad única del ser humano, a


éste es a quien corresponde ser actor de la historia, tomando decisio-
nes y emprendiendo afanes que nacen de su libertad de elección en-
'.' Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno. Paquete Didáctico de la
Dirección de la Universidad Abierta de la Facultad de Derecho de la UNAM, México, 1983,
pág. 13.
'"José Luis Soberanes Fernández, Unb bproximbción b lb historib del sistemb mexicbno, Fondo
de Cultura Económica, México, 1992, pág. 10.
" Alberto Isaac J. Malet, Historib del Derecho, Editora Universal, México, 1968, pág. 4,
1. Generalidades 7

tre opciones dadas para un caso concreto. De esta manera, la historia


siempre describe y explica hechos realizados por los hombres, y si en
sus páginas aparecen descritos algunos seres irracionales, como Bu-
céfalo, el caballo de Alejandro, o eventos naturales, como la destruc-
ción de Pompeya y Herculano por la erupción del Vesubio, es por la
vinculación que tuvieron con un personaje histórico o una sociedad
antigua o por la influencia que ejercieron en ellos. Es pretérito. La
historia siempre trata de acontecimientos ocurridos con anterioridad,
ya sea lejanos o cercanos. Si describiera el presente o las
posibilidades futuras estaría invadiendo los terrenos de otras
disciplinas como la Sociología, el Derecho, la Demografía, la Econo-
mía, etc. No obstante, la historia, como ciencia que es, puede mani-
festar posibilidades para el futuro, ya que la ciencia no sólo se propo-
ne conocer y comprender sino que, y ésta es su finalidad más noble,
aplica sus logros al mejoramiento humano. También esta
finalidad se cumple en el caso de la historia, puesto que su
conocimiento per- mite al hombre intervenir con creciente
libertad y conciencia en su propio desarrollo.
del DSeirnecehmobsaergliom,
ietlaoabajentaolidzeareslotusdhieocdheoslayhaiostcouriraidyodse. la historia
Es de nbturblezb normbtivb. Independientemente de su contenido
eco- nómico, político, militar, social, religioso, etc., la historia debe
guar- dar vinculación con el Derecho. De esta manera, cuando
examinamos por ejemplo el Derecho prehispánico, estudiaremos sus
normas, orga- nización política, sistema agrario y de propiedad,
familia, la estructura y el desempeño de sus tribunales, temas todos
que nos dan cuenta de su sistema normativo, sin que penetre en
otros aspectos muy impor- tantes pero ajenos al Derecho, como
sería el caso de sus concepciones religiosas o conocimientos
médicos, astronómicos o matemáticos. Es trbscendente. Esto
implica que sus consecuencias influyeron en ge- neraciones
incluso posteriores; por ejemplo en 1943, el Presidente Manuel
Ávila Camacho abrió al servicio de la clase trabajadora el
IdnesitmituptortManecxiaicbanásoicdaeel
nS elgucorontSexotcoianl,aciniosntiat lu.ción que sigue siendo Es
único. Los hechos históricos en general son irrepetibles, lo cual des-
carta otro refrán popular que afirma que "la historia vuelve a repetir-
se", esto independientemente de las teorías cíclicas, que tratan de
estu- diar el desarrollo de la historia como una vuelta a los orígenes.
Así, se ha hablado de morfologíbs, es decir, grandes regularidades
que se repi- ten en ciclos, lo que de ser cierto no sólo nos permitiría
comprender el
8Historia del Derecho mexicano

pasado, sino incluso profetizar con mucha aproximación el porvenir. En este sentido se han pronunciado
No obstante, no debemos confundir hechos históricos de carac-
tperoípstiacams asneimfesjtanctieósnq. uDee, slion ceomntbrargio, seonpoednríeasedneciiar údneiclos e
Es inmodificbble. Por virtud de la característica anterior, si el hecho ya no ha de volver a vivirse, no pued
Es testimonibl. Si bien el hecho histórico-jurídico no se repite, quedan huellas de su existencia, que con

ejemplo, la tradición oral, los documentos, testigos, descripciones,


reportajes, grabaciones, archivos, etcétera.

Origen de la asignatura
El Derecho es una creación cultural tan antigua como puede serlo la vida humana comunitaria; sin embargo

El Derecho como constante histórica

A través de los tiempos encontramos instituciones o creaciones humanas que siempre han existido, aunque c

ecisaeplecramsaondenetleayfaumnivliear,salla arelalisgqióune ollalma aemduocsaccoiónnst,binntsetsituhci


1. Generalidades 9

La escuela histórica del Derecho


Esta escuela interpretativa del Derecho, surgida a principios del siglo xix
en Alemania, se basa en la concepción de que el Derecho no es un
pro- ducto de la razón sino del espíritu del pueblo. Por tanto, nace de la
entra-
ñvaidma insmacaiodnealcayd,apourebelnodey,
demsaunhaicsitóonriad. eEs,u asdenmtiárs,éptiacrote-
eosrpgiráintuical,dqe ulea cambia cuando cambia ese sentir.12
Por lo mismo, esta escuela considera necesario que los juristas al
inter- pretar una norma lo hagan dentro del contexto de otros
conocimientos con- temporáneos de economía, sociología o política. Esto
era de aplicación indis- pensable, sostenían los historicistas, cuando se
trataba del estudio del Derecho romano, cuyas características e instituciones
no serían entendidas más que a la luz del marco cultural de la propia
civilización romana, de ahí que fue en el campo de esta especialidad donde
nació y se desarrolló la escuela histórica.
En la Universidad de Gottingen, en 1788, un maestro de Derecho ro-
mano escribió la obra titulada Mbnubl de Derecho nbturbl, que otro
ilustre
alemán, Karl Marx, denominó el bntiguo testbmento de lb escuelb históricb. En
ese libro se considera al Derecho como un producto histórico, ya que sus
normas son reflejo de cada sociedad en un contexto temporal determina-
do y, por ello, sólo pueden ser interpretadas y entendidas dentro del
mismo
marco de referencia. Con estas ideas, su autor Gustav Hugo se convirtió
en el "padre de la historia del Derecho", disciplina que entonces se hizo
necesa- ria para establecer una auténtica interpretación normativa.
Entre los discípulos de Hugo sobresale Friedrich Karl von Savigny,
quien destacó como un importante tratadista de Derecho romano y cuya
obra e in- fluencia intelectual aún persisten. Él manifestaba que el Derecho es
un produc- to histórico y social, puesto que cada sociedad genera su propio
sistema nor- mativo; además, sostenía que el Derecho alemán se derivaba
directamente del Derecho romano, por lo cual se le tiene como uno de los
fundadores de la escuela romanista del Derecho. Otro discípulo famoso fue
Friedrich Eichhorn, quien escribió Historib del Estbdo y del Derecho,
prácticamente el primer libro
dtrea hsiustoraiíacedseleDn
erlescihstoe.mEastjeuaríudtiocropdoestluolsabpaueqbuleoselaDuteórcetcohnos
aldeemeásnaenacuieón-, por lo que se le considera uno de los fundadores
de la escuela germanista. Como puede observarse, en una o en otra
escuela se está atendiendo a los antecedentes histórico-jurídicos, en este
caso del Derecho alemán.
Seguidores de la escuela histórica del Derecho en general fueron
Mommsen y Jhering, entre otros. La escuela histórica del Derecho distin-
12
Sabinúm Ventura Silva, Derecho rombno, 6a. ed., Porrúa, México, 1982, pág. 53.
10Historia del Derecho mexicano

guió entre historia política, especialmente constitucional, e historia del Derecho, que apareció entonces co

Evolución de la historia del Derecho


A partir del siglo xix se multiplicaron los autores y las obras que
estudiaban la evolución histórica de sus respectivos sistemas jurídicos,
como se mues- tra en el cuadro 1.1.
Iubmra 2.2.Estudiosos de la evolución histórica del Derecho
PaísAutores
Alemania
Theodoro Mommsen, Ludwig Mittels, Heinrich Brunner y Richard scroder, entre
Francia otros
Fustel de Coulanges, Gustave Gloze, Adhemar Esmein, Paul Viollet, Jubainville, Brissaud, Emile Chinon, Declarevil, etcétera
Ernest Glasson y Edward Henks
Inglaterra salvioli y solmi, entre otros
Italia

España Francisco Martínez Marina, Rafael Altamira, Eduardo de Hinojosa, Minguijón, Torres López y Alfonso García Gallo, entre otros
Román Alzamora, Eleodoro Romero, Toribio Pacheco, Fuentes, Jorge Basabe, etcétera
Perú F. Carrera y Justiz
Valentín Letelier, Carlos Hamilton, Aníbal Bascuñón, Maquilet Quesada, Urrutia salas, etcétera
Cuba Chile Daniel Antokoletz, Ricardo Levene y Donato L Frías, entre otros Isidoro Marins
Medrano Ossio Martínez sarmiento
Argentina Brasil Bolivia Colombia
Alberto BrenesCosta Rica
Córdova
República Dominicana Venezuela
Gustavo A. Mejía y D. Báez
El salvador
Paraguay

Jesús Vásquez Gayoso


N. Rodríguez Ruiz Juan José soler13

13
Para conocer los títulos de las obras de estos autores, las fechas de sus ediciones y sus
características más relevantes, vébse Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho
mexicbno. Antologíb, División de Universidad Abierta, Facultad de Derecho, UNAM, México,
1994, tomo I, págs. 34 a 43.
1. Generalidades11

Para el caso de México, en 1833 el entonces Vicepresidente de la Re- pública, Valentín Gómez Farías, en

Jurídicas, que se instaló en el edificio que antes ocupaba el Colegio de San


Ildefonso.
La mencionada institución contemplaba en su plan de estudios dos cursos de Derecho patrio, materia que e
ádresatadcaerl Dquer ecnho18c5iv8i,l,duroramnatenola, cparneósindiecnocoiacdoenlsgtietuncerioalnaFlé
En 1914 el director de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, José Natividad Macías, manifestaba:

La historia interna y externa del Derecho no consiste en una simple relación de antecedentes, sino en la exposición sistemática

En 1929 se fundaron dos cursos de historia del Derecho mexicano,


que posteriormente se redujeron a uno que quedó en calidad de
materia optativa, para cursarse en el quinto año de la licenciatura en
la Escuela
Nacional de Jurisprudencia. A partir de entonces esta asignatura se ha
incorporado prácticamente a todos los planes de estudio de la licenciatu-
ra en Derecho, en escuelas y facultades públicas o privadas, y en casi
todos
Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 25.
12Historia del Derecho mexicano

ellos aparece como materia obligatoria, incluso en la Facultad de Derecho de la UNAM, a raíz de la ref
Paralelamente, aunque con dificultad, se ha desarrollado la historio- grafía del Derecho mexicano, es de
tpraethadisisptáansicdeo,éepnocvaisrteusdpedceífiqcuase, sceomtroateasráenl ceansodedteallDe ernec
tema: Unb bproximbción b lb historib del sistemb jurídico mexicbno e Historib del Derecho mexicbno. Cabe m

desarrollo de temas específicos, como la encomienda indiana, el cblpulli


azteca o las Leyes de Reformb, la bibliografía suele ser abundante, pero la panorámica general de la mat

Método
Aun cuando hemos insistido en el carácter científico de la disciplina que nos ocupa, es necesario que haga
dgaednedraelleisn, vaejesntiogsadaosru, syacoqnuveiclcoisonfesnóympeonsotusraqsueidesotluódgiiaca

15
Para ahondar en la historiografía del Derecho mexicano recomendamos consultar la
magnífica síntesis elaborada por José Luis Soberanes Fernández, Unb bproximbción b lb
historib del sistemb jurídico mexicbno, op. cit ., págs. 13 a 26 .
1. Generalidades13

problema de respetar la objetividad que merece la investigación científica se presenta con mayor dificultad

aborto, de la economía neoliberal o de las relaciones Iglesia-Estado. Por


eso, al estudiar los temas histórico-jurídicos debemos ser muy estrictos en la aplicación del método apropia

Concepto de método

La palabra método proviene del griego methos, que significa "camino, di- rección", y se puede definir como

G
DGaelrleochseoñnaloa:p"uEedl emqoudeoddaer aconl acrbebitirioy delal beosrtaurdiloascoi,ensicniao dq

Métodos generales

Se llaman métodos generbles los que son aplicables en cualquier área del conocimiento, incluso en los conocim

b) Inducción. Partiendo de la frecuencia de casos particulares reiterati


vos en un mismo sentido, se abre la posibilidad de formular un crite
r iaol. gEesnteraml;éetondotreans Dpaelraebcrhaos, pcosnistivstoe
esn aidr edceulaodpoaprtaircau larfaorlmo gaceinóen de la
jurisprudencia.
b) Deducción. Exactamente opuesto al anterior, en el que de una regla
general se desprende el caso particular, es el método propio de la
aplicación de la ley, cuando el juzgador determina lo conducente al
|1J
Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 36.
14Historia del Derecho mexicano

caso concreto que le toca resolver, gracias a la identidad que se da entre lo previsto por la norma y lo
c) Anâlisis. Consiste en la descomposición de un todo en sus elementos integrantes para conocer sus

do de constante aplicación para el jurista cuando estudia un caso


puesto a su consideración.
d) Síntesis. Es la conformación de un todo a partir de sus elementos constitutivos, método usual en la

Métodos particulares
Son métodos utilizados frecuentemente en nuestra asignatura, los cuales
no se excluyen entre sí; antes bien, se complementan y nos dan, si aplicamos
vtuanriodsad ede lolobstepnaerameastyuodriainr
fuonrmhaecihóon hyisctóornitcaor-jcuorníduicnoa cboansecrpeatora,
lsauoapdoer- cuada comprensión. Estos métodos son principalmente los
siguientes:
1. Método histórico o evolutivo. Consiste en estudiar una misma
institu ción o una sociedad a lo largo de sus etapas de desarrollo;
por ejem plo, estudiar la historia de la Ciudad de México a partir de
su pasado prehispánico, novohispánico, durante el siglo xix y en las
distintas décadas del siglo xx hasta nuestros días. Este método es el
común en cualquier obra histórica nacional o universal.
2. Método cronológico. Presenta dos aspectos, el primero de los cuales
con siste en ubicar el acontecimiento por estudiar, con la mayor
precisión, dentro de una escala temporal determinada, es decir,
fechar el hecho. Esto no siempre resulta fácil, sobre todo si
pensamos en acontecimien
t o so c u rr i d os
e n r el a c i o n a r
e n la é p oc a p re h i sp á n ic a . E l s e g un d
a c on te c im i en to s a n te r io r e s, c o n t em p o
o a s p e ct o c o n s i s te
rá n e o s o p o s te r i o res con los que guarda relación el
fenómeno histórico que queremos analizar. Debemos recordar que
ningún acontecimiento humano está aislado, sino que mantiene
estrecha vinculación con otros de tipo po lítico, económico,
ideológico, religioso, militar, etcétera.
3. Método compbrbtivo. Pretende confrontar dos o más hechos históri
cos para observar entre ellos semejanzas y diferencias, a fin de
encon-
1. Generalidades 14

trar fundamentos similares de causalidad y evolución; por ejemplo,


comparar la conquista de México con la de Perú o comparar la Gue-
rra de Independencia surgida a principios del siglo xix en casi todos
los países de América.
4. Método dialéctico. Sostiene que la historia es el resultado del enfrenta-
miento de grupos de poder y de fuerzas sociopolíticas contradicto
rias. Se parte de la tesis, confrontada con una antítesis y se llega a
una conclusión: la síntesis. Se elimina todo lo anecdótico o
particular para destacar el enfrentamiento de grupos que produce un
hecho histórico determinado. Este método es de gran utilidad al
estudiar, por ejemplo, la causalidad y los efectos de las
revoluciones que de
tiempo en tiempo se manifiestan en la historia.
5. Método sociológico. Rechaza la idea de que la historia debe ser sólo la
narración de las grandes biografías, es decir, el estudio de la vida y
obra de las personalidades que tuvieron la facultad de tomar las
deci siones fundamentales en una sociedad. Por el contrario, en este
mé todo se pretende poner de relieve las costumbres, el desempeño
y la manera de ser de los pueblos y las civilizaciones. Así, es cada
vez más
mviakricnagdoas,laintdeenpdeenndciieanateemsteundtieardea lsouss
alzídt ecreas ,paoloítsicroosm, arenloigs iosaolsoos militares, atentos sólo
a su forma de vida cotidiana.
6. Método descriptivo. Pone énfasis en narrar con la mayor precisión y
detalle posibles los hechos ocurridos. Este método, proclive a la
anéc dota y a la anotación de aspectos muy poco divulgados,
presenta el inconveniente de ampliar exageradamente los
volúmenes de la obra histórica, pero a la vez aporta tal cantidad de
información, que resul ta básica para apoyar la aplicación de otros
métodos históricos.
7. Método comprensivo. Pretende buscar siempre la causalidad y las con
secuencias de los hechos de la historia. Así, no basta conocer que
Hernán Cortés ordenó desmantelar y hundir sus naves en las costas
de Veracruz, sino explicarnos el porqué de esta determinación, ya
que al respondernos respecto a sus razones estaremos desentrañan
do la motivación de la conquista española y los intereses políticos
en juego en su época, a la vez que podremos entender otras
determina ciones básicas de nuestra historia jurídica; por ejemplo,
saber a qué
se debió la fundación de la Villa Rica y la integración del primer
Ayun tamiento indiano.
8. Método integrbl e historib externb del Derecho. Estudia el sistema jurídi
co en forma panorámica, abarcando sus principales áreas e institu
ciones. Por ejemplo, cuando estudiamos el sistema jurídico azteca o
16Historia del Derecho mexicano

el novohispano se dice que estamos analizando la historia jurídica externa basada en lo que fueron sus
9. Método sistemâtico e historib internb del Derecho. Estudia una a una las
instituciones jurídicas a lo largo de su desarrollo histórico; por ejem-

plo, la historia del matrimonio desde los pueblos prehispánicos has-


ta nuestros días, o la historia del delito de violación, o de los títulos de crédito, o del derecho de hue

En realidad, si observamos los dos últimos enfoques de la historia jurídica podemos afirmar que la histor
debe perder de vista que el Derecho es un fenómeno evolutivo y que la aplicación de estos métodos parti
la razón de ser y la importancia de nuestra materia para el trabajo práctico del jurista actual.

Utilidad y características de la asignatura

Toda asignatura contenida en el plan de estudios de una licenciatura debe contribuir a la formación prof
rloasctfeurtíusrtiocsalsicpeanrcaialudeogsoencoDmeprercehnodedrelsupaiíms.portancia en la formación
siguientes:

b) Es informbtivb. Proporciona una cantidad impresionante de datos histórico-jurídicos que constituy


1. Generalidades 1;

del país, desde los tiempos prehispánicos hasta fechas relativamente


recientes. Si sólo éste fuera su propósito, nuestra asignatura contri-
buiría a desarrollar la erudición del futuro abogado.
b) Es formativa. Propicia el desarrollo de dos aspectos básicos en el tra
bajo cotidiano del jurista. Por un lado, el análisis de un fenómeno
jurídico, que debe ser estudiado incluso en su origen histórico; por
ejemplo, si se habla del actual Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación, su naturaleza, composición y facultades, es
importan
te hacer lo propio con sus dos instituciones inmediatamente precur
soras: el Tribunal Federal Electoral y el Tribunal de lo Contencioso
Electoral. Por otro lado, a la capacidad de entender y aplicar correc
tamente el Derecho en un caso concreto sometido a consideración,
ya sea como litigante o como autoridad, los abogados le llamamos
criterio jurídico.
c) Es vincwlatoria. En un estudio panorámico o integral de la historia
del Derecho se analizan las historias jurídicas de todas las
disciplinas normativas; por ejemplo, del Derecho del trabajo,
agrario, civil, mer cantil, constitucional, penal, fiscal, etcétera.
d) CEsoninsteecgureanlt.eEml eDneter,ecahl
oesetsudlaianrloormenacuinóan
éepnoqcuaeyseunbalusagaurndaestoecrmieidnaad. dos nos
enteramos a la vez de su organización, limitaciones e ideolo gía.
Por ello conviene tener una amplia referencia respecto a otros
fenómenos de esa misma sociedad o de otras de las que recibió in
fluencia, de lo que se deduce que el estudioso de esta asignatura
debe poseer una amplia cultura general, aspecto siempre necesario
en la vida académica y profesional.
e) Es comprensiva. Para quien la cultiva, implica una doble tarea consis
tente en describir los hechos histórico-jurídicos de la manera más
precisa y fundamentada posible y luego analizar la causalidad y la
intención que movió a quienes los realizaron. De otra manera, la
his toria del Derecho sería una simple acumulación de datos poco
atrac tivos para un jurista preocupado por la resolución de casos
actuales.
f) Es jwrídica. Se ha discutido mucho en torno a si esta ciencia es histó
rica o es jurídica. El que sea histórica es una tesis postulada, entre
otros, por Coing y Wleacker, el primero de los cuales considera la
historia del Derecho como parte de la historia de la cultura. A su
vez, quien considera jurídica esta materia puede sustentar la
defensa de la escuela histórica del Derecho, muy en boga en el
siglo xix. Orestano afirma que la historia del Derecho ofrece al
jurista una experiencia actual de la experiencia pretérita.
18 Historia del Derecho mexicano

A su vez, Graciela Macedo Jaimes señala: "Para nosotros la historia


del Derecho es ciencia esencialmente jurídica. Si bien es cierto que para
adquirir el conocimiento del derecho pretérito se debe emplear el método
histórico, no lo es menos que el objeto de conocimiento, es decir, que el
Derecho, 17una vez adquirido, debe ser estudiado conforme a un método
jurídico."
O p ta r p o r c o n s id e ra r l a h is t o r ia de l
dica, au n q u e p a r ti c ip e d e l o s m é t o d os d e
D er e c h o c o m o u n a c ie n c i a ju r í -
la h i s to ri a , es d e s u m a t r a sc e n - dencia tanto para el
docente como para el investigador y para el estudian- te. Debemos estar
muy conscientes de que vamos a hacer historia, pero del Derecho; de lo
contrario, caeremos en la tentación muy frecuente de hacer historia de
México.

Criterios que establecen la utilidad de la asignatura en la formación del licenciado en Derecho

Establecer la utilidad de la historia del Derecho mexicano como materia generalmente obligatoria de los p

1. José Luis Soberanes Fernández dice: "Si nos preguntamos acerca de la utilidad práctica de la historia
guientes aspectos prácticos en el estudio de esta asignatura:

Desarrolla el método, siempre útil, de la interpretación histórico- jurídica de las distintas normas e i
Da a conocer los antecedentes históricos del Derecho actual para
Pcoromporecniodnear losmeálesmcaebnatolms neencte.sarios para alcanzar una visión glo bal del D

' Graciela Macedo Jaimes, Elementos de historib del Derecho mexicbno, 2a. ed., Universidad Autónoma
del Estado de México, Toluca de Lerdo, Edo. de México, 1996, vbs. 16.

J
1. Generalidades 16

cadena evolutiva del Derecho, pues continúa sobre las bases jurídi-
cas del pasado a la vez que sirve a las del porvenir.
• Brinda un valioso servicio a la historia universal, ya que al estu
diar el orden normativo de otras épocas se obtiene un panorama
total de los logros, alcances y limitaciones de las sociedades anti
guas.
• Ofrece al legislador la indispensable cultura histórico-jurídica para
fundamentar y orientar su creatividad. Soberanes Fernández finali
za con este pensamiento de enorme trascendencia: "la ciencia his
tórico-jurídica es un valor espiritual en sí, independientemente del
servicio práctico que a historiadores y juristas puede prestar, y en
consecuencia, digna de ser estudiada por ella misma".18

2. A su vez, María del Refugio González afirma:

su estudio resulta de sumo interés no sólo para los juristas, sino para el estudioso de las ciencias sociales en general... Por

pretéritas han resuelto problemas que pueden ser semejantes a los que se les plantean,
los factores que condicionaron la creación de las normas, las causas que llevaron a los tribunales a pronunciarse en un sen

En otra parte, la autora citada manifiesta: "La enseñanza de la histo- ria del Derecho permite al estudiant
En suma, González considera que la materia proporciona una visión general para el conocimiento de las

Da a conocer los antecedentes del Derecho actual.


Contribuye a formar un criterio jurídico.
Proporciona experiencia histórico-jurídica.

18
José Luis Soberanes Fernández, op. cit., págs. 10 a 13.
"' María del Refugio González, Introducción bl Derecho mexicbno (Historib del Derecho mexicbno), UNA
México, 1981, págs. 9 a 12.
20Historia del Derecho mexicano

3. Francisco Tomás y Valiente, destacado jurista español, al hablar de la historia del Derecho considera q

a) Exigencib prâcticb. Cuando necesitamos estudiar un texto frecuen temente recurrimos al historiador

b) contenido y conocer sus antecedentes. u conjunto necesita ser ex


Necesidbd especulbtivb. El Derecho en s
plicado y comprendido históricamente. Sólo sabiendo cómo ha
sido, podemos saber cómo es.
c) Experiencib jurídicb. Mediante el estudio de la historia del Dere cho podemos conocer antiguas solu
Formbción del juristb. Lo aleja del dogmatismo y le muestra la relatividad en tiempo y lugar de la v
d) Conocimiento profundo de lb reblidbd. Al ser el Derecho un produc to social delimitado claramente
e) cronmepnrelansdneor rlmosasfajcutroídreicsaqs.u2e0 la condicionaron y que se plasma

Nuestro criterio al respecto se expresa en el sentido de que la historia del Derecho mexicano proporciona al e

b) Enriquece su cultura jurídica, lo que es indispensable para ser un verdadero profesional del Derecho.
Proporciona los antecedentes histórico-jurídicos de las normas e ins tituciones que configuraron el actual si
Contribuye a formar un criterio jurídico recogiendo las experiencias de anteriores generaciones, en la creac
Al concentrar en una materia especializada y obligatoria los temas

histórico-jurídicos, se facilitan los siguientes aspectos de la enseñan


za histórico-jurídica:
• La vinculación histórica de prácticamente todas las especialidades
del Derecho ya que, por ejemplo, al estudiar la evolución del
Dere- cho constitucional, paralelamente se observan otros
orígenes his-
' Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 60.
1. Generalidades21

tórico-jurídicos como los del Derecho administrativo, del trabajo, agrario, etcétera.
Se eliminan de los temarios de otras asignaturas una gran canti- dad de antecedentes y las horas-clase p

Limitaciones de la investigación histórico-jurídica

El propósito principal que ha de buscar quien estudia esta materia es ape- garse en todo momento a la objetivida
antiguo a través de nuestra mentalidad moderna. Pese a ello, es conve- niente plantearse la objetividad en el estu
En cuanto a la historia del Derecho mexicano, encontramos el pro- blema de que los diversos autores han hecho

• Minimizar nuestro pasado prehispánico, manifestando equivocadamen


te que aquellos pueblos carecían de verdaderas instituciones
jurídicas.
• Exagerar ese mismo origen precolombino, mediante una compara
ción poco afortunada con épocas posteriores y aun con nuestro tiem
po, basándose para ello en estudios todavía más discutibles.
• Rhuebcohaozsacrunraunetsitsrmo opaesaindjousntoicvioah. ispánico suponiendo que en él sólo
• Exagerar las bondades de ese mismo periodo, al grado de que algu
nos tratadistas agotan sus exposiciones académicas en tales antece
dentes jurídicos, sin llegar a estudiar el Derecho del México
Indepen diente.
_- Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 62.
22Historia del Derecho mexicano

Criticar acerbamente la obra y las instituciones de las corrientes iturbidista, centralista y conservadora, a
Hacer algo similar con las corrientes republicana, federalista y liberal,

queriendo ver en ellas sólo el caos y la ruina del país.


Criticar y anular la obra del porfirismo, haciendo resaltar vivamente sus errores y disminuyendo cuanto
Exagerar las bondades del porfirismo, sin mencionar carencias y li mitaciones.
Considerar dentro del tema del México revolucionario sólo válidas e importantes las disposiciones e ins

En otras palabras, nuestro error fundamental como historiadores del Derecho ha sido igual al de muchos hi
seusaelereasltiadramd ueys lmejáos idnetelraerseanltied,adri.cEastyo tersaslcaemnednetnatbeleq, uyea eql
En nuestra materia debemos evitar las siguientes situaciones, que li- mitan y alteran nuestros conocimientos:

b) Prejuicios. Tendencia a justificar o criticar anticipadamente actitudes y decisiones de personas o accione


Convencionblismos. Dar por ciertos algunos hechos sin comprobarlos y sólo porque se han repetido popula
Autoritbrismos. Igualmente, dar por ciertos algunos hechos sin com
pemroibnaernltoes., con base en que están consignados en la obra de un autor
Ideblizbciones. Tendencia a aumentar o imaginar cómo pudo haber sucedido un hecho histórico-jurídico, s
1. Generalidades23

Fuentes históricas del Derecho


Eduardo García Máynez considera una feliz metáfora la expresión fuentes del Derecho, pues se trata de toda
Tradicionalmente, las fuentes jurídicas se han clasificado en tres gran- des grupos:

Fuentes rebles. Son fenómenos de la realidad que determinan el conte nido o la modificación de las normas j
Fuentes formbles. Consisten en procesos de creación de la norma jurí dica, como la legislación, la jurisprud
Fuentes históricbs. Son testimonios que consignan la existencia y los contenidos de normas que ya no está

fuentPeosrhriasztóorniecsasevdidelenDt esr,eachnou;estirna emabtearigaol,e conmgprueetentelsacnoálnisl

Concepto de fuentes históricas del Derecho


Las fuentes histórico-jurídicas son todos aquellos testimonios que permi-
ten conocer la existencia y los contenidos de las fuentes reales y formales
de otras épocas. Como puede observarse, esta definición es dependiente
pues implica el previo conocimiento de lo que debe entenderse por fuen-
tes reales y fuentes formales, pero efectivamente, al historiador del Dere-
cho no le basta estudiar una norma antigua, por ejemplo, las Leyes
Reformb, sino analizar paralelamente el contexto social, político,
económi- co y cultural que les dio vida y conocer la compleja
problemática que se planteó en el siglo xix en México entre los partidos
liberal y conservador, enfrascados en la llamada Guerrb de Reformb o de
los Tres Aũos.

- Eduardo García Máynez, op. cit., pág. 51.


24Historia del Derecho mexicano

Clasificación de las fuentes históricas del Derecho


Las fuentes histórico-jurídicas pueden clasificarse de acuerdo con cuatro criterios:

1. Por su relbción con el historibdor. Las fuentes pueden ser directas o


indirectas; son directas si se da cualquiera de estos tres casos:

b) Si el historiador es autor de lo que escribe.


Si fue testigo de lo que afirma.
Si fue contemporáneo de ese hecho, por ejemplo, las Cbrtbs de relbción, de Hernán Cortés, o Lb guerrb de lb

En cambio, son fuentes indirectas si emanan de estudios hechos generalmente con base en fuentes directas.
Por su inmedibtez. Las fuentes son inmediatas si se trata de aquellas
qseueinpvesrmtigiate, npocroenjoemceprlod,elaprCimonesrtaitmucaiónno del 1d8a5to7.hSisotnófruiceonjtuesrímdiec
No debemos confundir mediatez con facilidad para acudir al documento histórico-jurídico. Así, por ejemplo, el Códi
Por su nbturblezb. Las fuentes pueden ser jurídicas si se trata de aque llas que en su tiempo fueron fuentes formales

4. Por su presentbción. Pueden ser:


a)Gráficas, si contienen signos o figuras que representan ideas o
sonidos. En este caso pueden basarse en:
Pinturas, es decir, fuentes pictóricas como los códices precor- tesianos.
Esculturas, o fuentes escultóricas, como el Código de Hammwrabi.
1. Generalidades 25

• Fuentes escritas, que abarcan desdemanuscritos antiguos


has ta las obras impresas incluso con los medios modernos,
como las que son propias de la computación.

b) No gráficas, entre las que tenemos:


Filológicas, término que se refiere al análisis de ciertas pala bras; por ejemplo, el origen de términos
Objetos diversos, como emblemas, se los o máquinas de tortu
ra, entreotros.
Folclore jurídico, que es el conjunto de tradiciones y elemen tos culturales que tienen relación con e
popular acerca de fenómenos y figuras de la política, del Dere cho y de la vida social en general.
Fuentes orales, que son frases, ideas y conceptos que se conser van de generación en generación. En

cchhiisstteess yy llaass ccaarriiccaattuurraass

En el manejo de las fuentes histórico-jurídicas importa no sólo


su localización y clasificación, sino sobre todo la determinación de su
auten- ticidad, su interpretación y valoración, confrontándolas entre sí
y relacio- nándolas con todo conflicto sociocultural de la época. Por
e lo es necesa-
ncrniouommaoiusm xiláitaicrsae, ladefilotlroagsíam, eatce.rDiaes
a h í la ne ceasriqdaudeodleolghíias,tolariasdocriodleolg
la
Díae,rela- cho de trabajar en equipo.

26Historia del Derecho mexicano

Marco cronológico

Las divisiones cronológicas que por estricta necesidad y sentido común hacen los historiadores para ub
tuándolos en una escala temporal acordada son, sin embargo, suscepti- bles de hacernos caer en errores
muchísimo tiempo desde que sucedieron los hechos, además de que a veces se exagera en cuanto a por
los que guardan estrecha vinculación. Nuestra asignatura requiere la cons- tante referencia a dos escala

Cronología de la historia de México


Se basa en el conjunto de hechos políticos, sociales, económicos y cultu- rales de mayor relevancia ocur

distinguimos las épocas siguientes:


1. Época prehispánica (12 000 años a.C, aproximadamente, a 1517 d.C.)
b) Horizonte prehistórico (12 000 años a.C. a 5 000 años a.C, aproxi madamente)
Horizonte arcaico (5 000 años a.C. a 1800 años a.C, aproximada mente)
Horizonte preclásico (1800 años a.C. a 100 años a.C, aproxima damente)
Horizonte clásico (100 años a.C. a 850 años d.C, aproximada mente)
Horizonte posclásico (850 a 1250 d.C, aproximadamente)
/)Horizonte histórico (1250, aproximadamente, a 1517)

2. Conquista española (1517 a 1521)


3. Colonia (1521 a 1821)
b) Instauración (siglo xvi)
Decadencia intermedia (siglo xvii)
Resurgimiento borbónico (siglo xviii)
Decadencia final (siglo xix)

7. Generalidades27

4. Guerra de Independencia (1800 a 1821)


b) Antecedentes (1800 a 1810)
Iniciación (1810 a 1811)
Resistencia (1811 a 1820)
d) Consumación (1820 a 1821)
México Independiente (1821 a 1876)
Porfirismo (1826 a 1911)
Revolución (1900 a nuestros días)
b) Antecedentes (1900 a 1910)
Lucha armada (1900 a 1917)
Institucionalización (1917 a nuestros días).
Respecto a los horizontes culturales de la época prehispánica, las fe- chas son siempre aproximadas y los au
En el capítulo dedicado al Derecho prehispánico se destacan las ca- racterísticas que distinguen un horizont
Cada época está dividida tomando en cuenta acontecimientos a tal grado trascendentes que marcan verdade

12 000 años a.C, aproximadamente, es la antigüedad señalada a los fósiles humanos de los primitivos
1517 d.C, descubrimiento de México, en las costas de Yucatán, por Francisco Hernández de Córdoba,
1821, consumación de la Guerra de Independencia, con la firma del tratado de Córdoba entre el genera
1876, primera Presidencia provisional del general Porfirio Díaz (26 de noviembre).
c1a9s1a0,deinliacifacmióilniadSeel rmdáonviemniPeunetoblraev(1o8ludceionoavrieom, cborne)e. l a
1917, promulgación de la Constitución Políticb de los Estbdos Unidos
Mexicbnos, en vigor (5 de febrero).

28 Historia del Derecho mexicano

Cronología de la historia del Derecho mexicano


En la división cronológica anterior, debemos encuadrar la cronología de la historia del Derecho mexicano
1. Derecho prehispánico Del horizonte preclásico,
1800 a.C. a 1521 d.C. De
2. Derecho indiano 1492 a 1821 De 1800 a
34 . Derecho dinesl uMrgéexnicteo 1827166 Da 11e918121Dae 1980706 aD e
Independiente nuestros días.
5. Derecho porfirista
6. Derecho revolucionario
La anterior es una división cronológica, no un programa de nuestra
asignatura. Se hace esta aclaración porque en la división aludida no apare-
ce el Derecho castellano, que debe verse como antecedente del
Derecho indiano.
En cuanto al Derecho prehispánico, debe ser considerado desde
el horizonte preclásico, en donde ya se tienen datos cronológicos
suficien- tes para analizar su marco jurídico, como en el caso de la
cultura olmeca.
En los horizontes prehistórico y arcaico, aunque suponemos que de-
bieron existir rudimentos normativos, no contamos con elementos fide-
dignoEsl
pDarearedcehsocrinbdiri es el aplicado por España en sus territorios de
laonso.
ultramar, por lo que comprende desde los documentos previos al descu-
brimiento hecho por Colón hasta la conclusión de la vida novohispánica,
en el caso de nuestro país. Muchas disposiciones españolas siguieron vi-
gentes en México hasta muy entrado el siglo xix, pero ya por disposición
de nuestros gobiernos nacionales independientes.
El Derecho insurgente se ubica cronológicamente en forma paralela
con los finales del Derecho indiano y constituye el antecedente básico
para la creación de las primeras instituciones de nuestra vida
independiente.
En lo tocante al Derecho revolucionario, suele dividirse en dos perio-
dos para distinguir entre Derecho revolucionario y posrevolucionario,
tomando como base para ello la promulgación de la Constitución de
1917. Se tiene duda acerca de la extensión que debe darse a esta
época, y los
autores dividen sus criterios de la manera siguiente:
Estudiar la evolución histérico-jurídica hasta la Constitución de 1917, porque en ella se institucionalizaron

1. Generalidades26

Estudiar hasta la década de 1930, tiempos del cardenismo, que seña la el periodo de consolidación de las in
en San Luis Potosí, sometida por el Presidente Cárdenas, como el último movimiento bélico de la Revoluc
Estudiar hasta los últimos tres regímenes presidenciales (Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de

de León), para observar en ellos cómo desemboca el caudal históri-


co-jurídico emanado de la Revolución.
Incluso, autores destacados indican que debe estudiarse la historia del Derecho mexicano desde el fin al princi
Nosotros consideramos oportuno detenernos a cierta distancia del México actual, con el propósito de conserva
no, sino de disciplinas jurídicas positivas. En tal virtud, concluimos nues- tro estudio con la promulgación de l
lucionarios, con lo cual consideramos que se equilibran los criterios doctrinales señalados.

Relatividad territorial
El estudio histórico-jurídico de México no debe circunscribirse a la
normatividad aplicable en el espacio geográfico que actualmente
ocupa nuestro país. Por el contrario, en muchas ocasiones ese ámbito de
vigencia
féupeocacrpercehnitsapdáoniocareldaucuidltoureanmfoaryma
asecoenxsteidnedriaóblpeo;raeslí,spuorer setejedmepMlo,éxenicola, pero
abarcó también e incluso tuvo su origen en Guatemala y otras áreas de

23
Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 58.

30Historia del Derecho mexicano

Centroamérica. A su vez, la influencia política, cultural y económica de la civilización azteca abarcó asim
Por otra parte, durante la dominación española nuestro territorio fue dividido políticamente de manera m
que Chiapas quedó fuera de su demarcación, mientras que Texas, California y otros territorios, hoy esta

aspectos del área administrativa en lugares lejanos como Santo Domingo


y Filipinas.
A todo lo anterior debemos agregar el hecho de que al considerar al Derecho castellano como raíz primo
Así pues, queda claro que en la historia la relatividad territorial se hace más patente al analizar una por
2. El Derecho prehispánico

Se entiende por Derecho prehispânico el conjunto de normas, instituciones y principios filosófico-jurídicos

que nEonseiesmtapdrefeinsicioómnpeasrtaidmo spohralbolsanaduotodresudne sliastmemataerjiuar.ídPiocr


Sin embargo, contra esa opinión cabe observar que los pueblos prehispánicos se agruparon en sociedades o
El caso de que estas culturas difieran en su estructura, postulados y sistema político, del tradicional roman

ciones como el matrimonio, los tribunales, una forma muy compleja de

Graciela Macedo Jaimes, Elementos de historib del Derecho mexicbno, 2a. ed., Universidad Autónoma
del Estado de México, Toluca de Lerdo, Edo. de México, 1996, pág. 27.

32 Historia del Derecho mexicano

tenencia de la tierra, etc.; además de especular sobre valores y aspectos


éticos que se expresaban a través de su normatividad jurídica.
Estamos hablando de diferentes pueblos autóctonos de América, cada
uno de los cuales tuvo su propio marco cronológico y geográfico
referencia. Muchos de esos pueblos ni siquiera fueron
contemporáneos entre sí, como en el caso de los primeros olmecas y de
los aztecas, separa- dos por casi 15 siglos. Por otro lado, algunos de
ellos se ubicaron en territorios ajenos a lo que ahora es nuestro país,
como los incas en Perú.
E n co n s e c u e n c ia , n o
h a y u n D er e ch o p re i sp á n i o s in o v ac ro ion ts,o d a
m os h a b l a r
p ro p ie d ad d e D e re ch o a z te c a, D e re c h o m
y s í p o d e - cho purépecha, entre otros, todos los cuales se
a ya y D e r e-
agrupan en un gran rubro que llamamos Derecho prehispânico.
Con todo esto, hay quienes juzgan muy primitivo el sistema normati-
vo prehispánico, lo que los alienta a minimizar la importancia de su estu-
dio; al respecto, debemos observar que el Derecho es un producto histó-
rico y social, como bien lo apuntaron en su momento los partidarios de la
escuela histórica alemana. Por lo mismo, los pueblos autóctonos de nues-
tro continente generaron su propia ordenación jurídica, fruto de sus
ne- cesidades particulares y de sus principios rectores como
civilización, lo cual no quiere decir que fuera mejor o peor y, menos aún,
que sea válido comparar los sistemas indígenas con el Derecho
castellano que terminó imponiéndose en estos territorios a raíz de la
conquista.
No olvidemos que el Derecho castellano deriva del Derecho romano,
germano, canónico, creado en una evolución que se inició en 753 a.C. con
la fundación de Roma y que para 1521, cuando Cortés conquistó a los
azte- cas, contaba ya con 2274 años de desarrollo; 22 siglos a lo largo de
los cuales se fue nutriendo con muchas y muy variadas aportaciones. Por
ello es ab- surdo compararlo con un pueblo como el azteca, cuya
ciudad capital se fundó en 1325 d.C. y que a su caída contaba con tan
sólo dos siglos de desa- rrollo que, sin embargo, fueron suficientes para
dejar honda huella de sus alcances y madurez, puesto que en algunos
aspectos el Derecho azteca al- canza una notable evolución. Como
ejemplos podemos citar:
b) La no existencia de tutela para velar por los intereses de los indivi duos incapaces, porque contaban

b) El hecho de que en Texcoco todo homb2re nace libre, independiente


mente de ser hijo de padres esclavos, idea de un humanismo no
'▮ Guillermo Floris Margadant, Introducción b lb historib del Derecho mexicbno, 2a. ed., Esfinge, México,
1976, pág. 22.

2. El Derecho prehispánico33

alcanzado por los romanos, quienes sólo aceptaban el stbtus libertbtis de aquel que pudiera demostrar qu
Por ello no debemos pensar que los derechos prehispánicos son de- rechos rústicos, y menos aún sin el nive

Justificación del tema


En el caso del Derecho prehispánico, antes de iniciarnos en el estudio de sus diversas áreas es necesario justif

Lucio Mendieta y Núñez señala que "es indudable que el Derecho no había alcanzado en el México precolo
Recordemos que la clásica definición del Derecho considera a éste un conjunto de normas impero-atributiva
nmoísnilmlevoadae cnonrmsidaesrqaurequdetenrmtoindeansolacsiediraedcotrigcaensidzeadeasadoebrgeaen

s
Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno. Antologíb, Paquete Didáctico de la
Dirección de la Universidad Abierta de la Facultad de Derecho de la UNAM, México, 1983, pág. 60.

34Historia del Derecho mexicano

Por lo mismo, como afirma Rafael Rojina Villegas, no existe sociedad sin Derecho, aun cuando el mismo en sus orígen
3 El propio Rafael Rojina Villegas señala que podemos considerar la exis
tencia del Derecho cuando encontramos los elementos siguientes:

b)Un conglomerado humano organizado a manera de un cuerpo social; en otras palabras, un conjunto de p
nentemente. Obsérvese que lo que se pide es que estos individuos
mantengan lazos de unión constantes, no necesariamente que es tén arraigados en un lugar determinado. E
Una entidad de poder, o un ente de decisión general. La expre sión ente está utilizada de manera preme
Que las decisiones que tome ese "ente" sean aplicadas de modo coer citivo, porque la coercibilidad es la nota carac
b)

c)

Ahora bien, en los pueblos prehispánicos, por ejemplo, en la socie- dad azteca, se dan los tres elementos antes señalados
mar la existencia de un orden jurídico en aquellos tiempos.

4. Los cronistas españoles al referirse a las costumbres originales de


los pueblos conquistados, describen con sumo detalle su vida
jurídica, dando así testimonio de la existencia de un Derecho
prehispánico.
5. En algunos códices provenientes de estas culturas encontramos va
rias representaciones de su orden jurídico, sobre todo en su aspecto
jurisdiccional.
6. Muchos tratadistas por diversas causas han dedicado parte de su tra
bajo de investigación al análisis de los temas del Derecho
prehispánico.
EFlnotres eGl laorscíca,
bLeucdieostMaceanrdaieGtauyilNleúrñmeoz,FClaoarliossMAarerglladnaonG
t,aFrceíran, aSnadrao Bialostosky y Mercedes Gayoso.
4
Marco Antonio Pérez De los Reyes, op. cit., pág. 60.

2. El Derecho prehispánico35

Las consideraciones anteriores permiten confirmar la existencia de los sistemas jurídicos prehispánicos y, c
Limitaciones y cronología

El estudio del Derecho prehispánico presenta para el investigador algu-


nas dificultades que deben ser tomadas en cuenta a fin de superarlas y de evitar desviaciones y errores en

b) Lb especiblizbción profesionbl. Los temas prehispánicos requieren el


aná lisis de especialistas tales como el historiador, el arqueólogo y
el antropólogo, cuyas disciplinas están fuera del alcance del jurista.
Así, es conveniente que se asesore y esté atento a los avances y
descubri mientos que se vayan presentando en estas materias.
b) El mbnejo de los idiombs butóctonos. En muchas ocasiones se
utilizarán términos en náhuatl, maya, purépecha, etc., y estos
idiomas resultan hoy día de difícil pronunciación, comprensión y
memorización para
qduebi enmesosnoapcoynaorcneons seiqnubieureanlos
druicdciimonenartoiossd, equloes amfoisrmtuonsa.dPaomrenstoe ya
están a disposición del público en general.
c) Los testimonios de lbs fuentes formbles. Fueron principalmente los euro
peos quienes consignaron en sus escritos la existencia y las caracte
rísticas de las fuentes jurídicas prehispánicas, y consideraron que en
su mayoría eran consuetudinarias y que, salvo el caso en que se atri
buye a Nezahualcóyotl ser el autor de unas 80 leyes, de las cuales
apenas la mitad han llegado hasta nosotros citadas por historiado
res de origen indígena, no existen testimonios impresos del conte
nido de las normas autóctonas. La descripción de las costumbres y
los modos de vida de aquellos pueblos proviene de los cronistas
españoles.
La crónica es un estilo literario propio de los siglos xvi a xvm,
coincidente con el descubrimiento y la conquista de América, y me-
diante la cual se pretendía divulgar el conocimiento del Nuevo Mun-
do. Por lo mismo, es fácil encontrar en esos relatos aspectos persona-
les, anecdóticos y hasta fantásticos que nada tienen que ver con la
realidad histórica.

36 Historia del Derecho mexicano

Así, es imperioso analizar el origen de las crónicas antes de


apo- yar en ellas nuestro estudio jurídico prehispánico. En tal
virtud, dis- tinguimos dos tipos de cronistas:
Los conquistadores, a quienes motivó principalmente el deseo de destacar por sus hazañas frente a lo
Los misioneros, impulsados por el interés de dar a conocer a sus

hermanos de orden religiosa los aspectos principales de la vida


de los aborígenes para facilitar la penetración evangélica, como podemos apreciar en fray Bernar

En todo caso, salvo algunas excepciones, como la de Cortés, que estudió leyes en Salamanca y fue not

Omisiones. Hay aspectos jurídicos de gran importancia que se ci tan en una crónica, mientras que en o
tan famoso comoNéol sdigeascloncioenrtaraqruioe.un autor afirme algo y otro
Fblsbs interpretbciones. Puesto que el esquema cultural de los cro nistas es el del mundo grecorromano
Por tanto, es necesario conocer previamente a los autores y hacer cierta discriminación entre los mismo

bieron sus obras durante la época prehispánica y de acuerdo con

2. El Derecho prehispánico 37

los modelos culturales entonces existentes, sino que lo hicieron


influidos por la educación adquirida en los primeros colegios establecidos por los evangelizadores.
Hemos dicho que cada sistema jurídico se da en el contexto de un marco cultural específico
d) El marco cwltwral específico.
entender la propia y particular evolución de la vida y la normatividad de esos pueblos. De ahí la necesidad de que el inv
ser posible sus principales ideas filosóficas y morales.

Independientemente, conviene recordar que la época prehispánica se subdivide en seis horizontes cwltwrales, llamados as
difieren mucho entre sí. La base que permitió elaborar esta clasificación es la siguiente:

Horizonte prehistórico (12 000 b 5 000 bũos b.C, bproximbdbmente). Co rresponde a la época de los cazadores y rec

rCohsaplcob,lPaedñoórensdeelonsuBesatñrosp,aTíes.quSiussqusiatico,sSarnqtaueIsoalbóeglicIzotsapárninyciTpeaple
Horizonte brcbico (5 000 b 1 800 bũos b.C, bproximbdbmente). En él se inician la agricultura y la consecuente seden
Horizonte preclâsico (1 800 b 100 b. C, bproximbdbmente). Ésta es la
época de las primeras culturas teocráticas que se concentraron en
pceonbtlraocsiocnersecmaodanivaelezsm; eás eiml cpaosrotandte sz, alacsatceunacloe,s Tfulantcilocnoa,bCanonpciol

38Historia del Derecho mexicano

4. Horizonte clâsico (100 b.C. b 850 d.C, bproximbdbmente). En este hori zonte florecen las grandes culturas ba
país, para luego ser reemplazada por un fuerte grupo militar que terminó apoderándose del control político de estos
5. Horizonte posclâsico (850 b 1200, bproximbdbmente). Éste es el tiempo
de la transición de la teocracia a los gobiernos militaristas. Sobresa

len los pueblos de la zona mixteco-zapoteca y tolteca-chichimeca, de


los que ya podemos encontrar auténticas fuentes históricas para co nocer su desarrollo con veracidad.
6. Horizonte histórico (1200 b 1517). En esta época se formaron los gran des imperios militares mediante el sist
ron vencidos por las armas españolas.

Comenzaremos nuestro estudio histórico-jurídico a partir del hori- zonte preclásico (1 800 a 100 años a.C, aproxima
Por último, cabe señalar que de los numerosos pueblos prehispánicos, varios de los cuales son de particular importa
mexicas, por considerar que presentan características relevantes que pue- den resultarnos útiles para comprender el u

Distribución geográfica de los pueblos prehispánicos de México


El mundo prehispánico de la República Mexicana actual está conformado
por una gama de pueblos con diferentes grados de civilización que
requie- ren ser clasificados y ubicados en áreas geográficas. Nuestro
territorio se
emnacnueMntersaoaemn égrriacna, ptaertreitourbiocaqduoe
dceonmtrporednedeloapqruoexilmosadhaismtoernitaedodresdelleal- sur
de Tamaulipas y Sinaloa hasta Costa Rica, si bien algunos lo limitan al
norte de Nicaragua. En esa amplia zona se encuentra el asentamiento de
las grandes culturas indígenas, que junto con la incaica en América del

2. El Derecho prehispánico 39

Sur representan lo más logrado de las civilizaciones autóctonas.


En lo que toca a los pueblos aborígenes, contamos con la distribu-
ción geográfica siguiente:
b) Zonb mbyb. Comprende los estados de Chiapas, parte de Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Ro
Zonb obxbqueũb. Corresponde al estado de Oaxaca y parte de los estados de Puebla, Guerrero, Chiapas y
Zonb costerb del Golfo. Abarca desde el sur de Tamaulipas, Veracruz, gran parte de Tabasco y algunas porc
Zonb costerb del Pbcífico. Se extiende desde el sur de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y
Mesetb centrbl. Con Morelos, Estado de México, Distrito Federal, Tlaxcala, partes de Puebla e Hidalgo. A
Zonb chichimecb o bârbbrb. Es muy amplia y comprende Querétaro,
SesatnadLousisdPeoMtoséíx, izcaoc,aHteicdasl,gDou, rJanlgisoc,oA, gGuaascnaljiuenateos, yNpuaervte

Importancia de la agricultura en el desarrollo de los pueblos prehispánicos

Aproximadamente en el año 5 000 a.C. la vida del hombre sufrió una gran transformación al pasar de la etap
raodniceanlelsa cnaemcebsiiodsadcldime aatloimlóegnictoarss. eDceonesftarustuoes,rtrea,íclaess cyosmeu

40Historia del Derecho mexicano

En nuestro territorio detectamos los sitios donde se obtuvieron las primeras cosechas, por ejemplo, en las c
Puebla; Chantuto, Chiapas; Peralta, Sonora; Abasólo, Nuevo León; en el Valle de México en Chalco y Chic
Paralelamente se conocen otros puntos arqueológicos del hombre

agricultor en territorios muy distantes como Huasca Prieta, Perú; Bat Cav,
Nuevo México, y Lagoa Santa, Brasil, por lo que al parecer el cultivo del maíz fue conocido prácticamente
Además del maíz, tempranamente se conoció el cultivo de frijol, cala- baza, chile, algodón, zapote blanco
La agricultura en América, igual que en su momento en el Viejo Mundo, trajo las consecuencias siguientes

1. Se arraigó aún más la sedentarización, porque el trabajo de la tierra implica la permanencia en un lug
vivencia humana. A su vez, la sedentarización es causa de tres fenó menos sociales que repercuten cons
b) La aparición de la propiedad privada.
La estratificación social.
La identificación del grupo con arraigo en una aldea y, conse cuentemente, el rechazo al forastero.
El desarrollo en gran escala de la cerámica y de las artes conectadas con ella.
Las manifestaciones, cada vez más destacadas, de los ritos de fertili
bdlaedciyó, puonra lfoume ritsemteo, cerlapcriea doemeinoiormdeltgraruscpeonsdaecnecridaopt alr,aqlu
El desarrollo del comercio para intercambiar los excedentes de las cosechas obtenidas.

2. El Derecho prehispánico 41

5. Una mayor división del trabajo, que si bien ya se había dado desde la época del hombre cazador, con la
Margadant apunta que si el maíz agota el suelo más rápidamente que otros cultivos, "la deficiente técnica a
pentina decadencia de varias ciudades precortesianas".5

Derecho olmeca
La cultura olmeca se considera la civilización inicial en nuestro territorio,
paralela a los pueblos que se establecieron en la época preclásica en el
Valle de México, es decir, las culturas de Copilco, Cuicuilco, zacatenco,
etc. Por eso a la cultura olmeca se le denomina mbdre o reinb, de ahí
que resulte interesante estudiarla desde el punto de vista de la historia del
Derecho.
Los olmecas se ubicaron en el sureste de nuestro país, en la
llamada Mesopotbmib mexicbnb, entre los ríos Grijalva y Papaloapan, y
abarcaron de esta manera el sur de Veracruz y casi todo el estado de
Tabasco. Sus
Sprain cLipoarlenszcoenytreolsCaerqrruoeodleóglaicsoMs seosnasL,
aenVVVenetraecnruTza. bLascion,flyuTenrecsiazdaepoetsetsa, cultura se
encuentra en regiones como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, sur de Puebla,
Morelos y en el Valle de México. Esto se debe, entre otras cosas, a que en
el horizonte cultural en que se desarrolló el ciclo histórico olmeca, el
preclásico, se dieron las bases culturales básicas de casi todos los pue-
blos prehispánicos asentados en nuestro actual territorio.
Alfredo Chavero en 1884 destacó la importancia de las peculiares es-
culturas encontradas en la costa del Golfo de México, algunas de ellas,
como las cabezas de niño o de bebé, de proporciones poco comunes,
fueron más tarde relacionadas con la cultura olmeca por el estadounidense
Saville. Por ese tiempo poco se conocía respecto a este pueblo y sólo
se tenía alguna noticia por las tradiciones y relatos de los aztecas y mayas.
Hoy sabemos que los olmecas se desarrollaron entre los siglos x y xi a.C,
aproximadamente.
Algunos investigadores opinan que esta cultura se originó en la mis-
ma región costera del Golfo, ya que en ella se encuentran sus sitios
ar-
queológicos principales; otros, en cambio, suponen que nació en Oaxaca,
5
Guillermo Floris Margadant, op. cit., pág. 10.

42Historia del Derecho mexicano

Guerrero y Puebla, lugares donde aparecen sus formas primitivas de ma- nifestación.
Se desconoce el nombre que se dieron a sí mismos, pues muchos
siglos después de florecida esta cultura los invasores aztecas los llamaron
olmecbs o habitantes de la región del hule.
La desintegración de la cultura olmeca se inició al comenzar la era cristiana y precisamente en la región de
que ejercieron los mayas procedentes de Guatemala y Chiapas, quienes terminaron por someter y dispersar
cuyo caso se habla de los neoolmecas.

En todos losdelpueblos,
Importancia antiguos
arte olmeca o modernos, las manifestaciones artísticas reflejan en gran medida sus parti
en niLngoúsnolomtreocaestpilroesdentarntepimezeassoamrqeureicoalóngoi;csaes tqruaetanporteifenrentp
Margadant afirma:

algunos especialistas creen encontrar en la cultura olmeca dos clases de origen étnico
dnoi stibnatojo, rcreolnieqvueistsaudgoirerse yelcroencquueirsdtoa doesu. nLa
cblasrbeainpvoastoizra doemloins asnatce, rdeotleasrgeanbalrgbua-, clase que luego se
debilitó, de modo que la nueva élite dominante, ahora con la escasa barba del indio,
tuvo que procurarse barbas postizas para actos ceremoniales.6

' Guillermo Floris Margadant, op. cit., pág. 13.

2. El Derecho prehispánico 43

Entre los olmecas, los sacerdotes formaban la clase social dirigente, que imponía su voluntad sobre campesino
enormes bloques de piedra, auxiliados por los rústicos elementos con que contaban, como troncos, punzones

Economía

Los olmecas se dedicaron a la agricultura, la caza, la pesca y la recolec- ción, y con sus productos excedentes
pvaersatideol sj,uecganoo, asr,measstedraesp, imedársacayravsa,sciujaesr daesb, parerlo.tas y protecciones de
pesar de que en esta cultura el ropaje era mínimo y sencillo.

Otros aspectos de la cultura olmeca

En materia religiosa, las múltiples representaciones del jaguar en el arte


o l m e c a d e m u e s tr a n q u e e st e a n i m
m i to l o gí a . T a m b i é n re n d ía n c u l t o
l oc u p a b a u n l g a r d e t e m i n a n t e e n l a
a la ll u v i a y a l f u e g o, r e p r es e n t a d o p o r

7
Marco Antonio Pérez De los Reyes, op. cit., pág. 65.

44Historia del Derecho mexicano

un anciano con un brasero en la cabeza, llamado Huehuetéotl entre los pueblos del centro de México. Igua
Gracias a las estelas, monumentos en forma de lápida o pedestal, se ha comprobado que los olmecas ya co
También se deduce el estatus inferior de la mujer olmeca por la esca-

sa representación femenina en su arte, a diferencia de las culturas del Valle


de México contemporáneas del horizonte preclásico, donde hay una abun- dante cantidad de esculturas de
En el ámbito histórico-jurídico, la cultura olmeca contó con una so- ciedad compleja y organizada, someti
sepultados por la lava de las erupciones del Xitle.

La fusión de los antiguos grupos de agricultores y artesanos del Valle de México que sobrevivieron a la e
Derecho
elemSenet teotihuacano
otrsastauydoes uanunpeunebCloenptroinacmipéarlimcae.nte agricultor, que realizaba sus faena

2. El Derecho prehispánico 45

mentaba con productos de la caza y la pesca, así como con la recolección de nopales y tunas.
La falta de ciertos productos y materias primas se cubría por medio
del comercio local y foráneo. Al respecto, Walter Krickeberg señala:
La antigua suposición de que un extendido comercio debía ir acompañado de
una política de expansión, no se ve confirmada en el caso de los teotihuacanos. Una
política de esta especie sólo es posible cuando se trata de un pueblo belicoso y
versado en el
iainrtermésileitnar,sopmereotelrospufuenbdloasdoerxetsradñeolsa. aDnetigauqauíciqudea
dusragnratedalansoetxecnaívna aceiol nmeesndoer
Teotihuacan aparecieron las armas en número muy reducido.8
Así, se considera que las puntas de flecha de obsidiana que se
han encontrado sirvieron sobre todo para la caza, al igual que las esferitas
de barro disparadas con cerbatana.
La actividad militar fue entre los teotihuacanos muy pobre; incluso
se ha dicho que la suya era una ciudad abierta, si bien algunos
arqueólogos hacen ver que debe tomarse en cuenta que poseía una
serie de defensas naturales, insignificantes para un ejército moderno,
pero que en aquel tiempo podían obstaculizar un ataque. Sin embargo,
algunos expertos como Ignacio Bernal no están convencidos del
pacifismo teotihuacano.
En Teotihuacan hubo un gobierno teocrático. La clase sacerdotal
coernetmr olanbialetso,dfousncloiosnesa peoctílotsicadse yl advmidianishturamtiavnas:, apcráticvtidcads
erselciogmioesarcsiay-
les y manufactureras. Todo lo regulaban y todo lo ordenaban los sacerdo-
tes porque representaban a los dioses, y esta representación les aseguraba
la fuerza política de que disponían ampliamente como reyes-
sacerdotes. Debieron de haber ejercido una considerable autoridad sobre
sus gober- nados, pues en caso contrario no podría explicarse la
construcción de sus templos y pirámides impresionantes que requerían un
verdadero ejército de obreros que trabajaran muchos años. Sin embargo,
por sus principios religiosos es casi seguro que el pueblo no consideraba
tiránica esta impo- sición, ya que los edificios se destinaban al culto de
los dioses, lo que en última instancia redundaba en beneficio de sus
actividades cotidianas.
Es muy poco lo que conocemos acerca de las actividades normales
de un sacerdote en ese tiempo y se debe principalmente a las
representa-
cdiosfnreascepsicdtóeraicnaismeanlesm,
ucroanlefsreycuveanscijias.jaPgourarelslo, ysasbeeamdosrnqaubeansocloían
gurasanr- des tocados de pluma, además de que llevaban pequeños
utensilios para
Marco Antonio Pérez De los Reyes, op, cit., pág. 86.

46Historia del Derecho mexicano

el copal, el tabaco y diversas semillas aromáticas que vertían en el suelo mientras entonaban himnos cerem
Por tanto, en Teotihuacan se formaron dos clases sociales: la de los
sacerdotes gobernantes y la del pueblo productor de todas las riquezas de que podían disponer los primero
La ciudad de Teotihuacan resulta impresionante por su extensión y calidad: en su mejor época alcanzó la

brados a ciudades de millones de habitantes, tal vez veamos con desdén


esta cifra, pero si recordamos que hacia el año 1 000 d.C. Roma apenas alcanzaba los 10 000 habitantes y
Hacia el año 850 d.C. se inició la decadencia de Teotihuacan, que al fin pereció víctima de conflictos inte
se disputaban el poder, los militares y los sacerdotes, y también por las invasiones bárbaras o chichimeca

Derecho maya-quiche
El complejo cultural maya representa uno de los logros más elevados de
las civilizaciones prehispánicas en Mesoamérica. Se trata de un pueblo
dtoidstorsibluoisdoórednenuensadaeml
spalbiaerzfounearogneomguráyficoamcpulyeotoss.coEnloecsitmudieiontdo
es leons cmasai- yas ha despertado el interés de un gran número de
expertos, con los cua-

' Marco Antonio Pérez De los Reyes, op. cit., pág. 91.

2. El Derecho prehispánico47
İ j| ,t

les ha surgido una especialidad, la mayología, cuyos trabajos son cada vez más profundos. Por eso el historiad
La cultura maya se ubica en Centroamérica, fundamentalmente en Guatemala, Belice, parte de El Salvador y H
Palenque, Bonampak, Chichén Itzá, Mayapán, Uxmal y Tulum. Toda el área está cubierta de ruinas arqueológ

Los arqueólogos
Cronología ubican el origen de la cultura maya en la zona de Peten, en Guatemala, limítrofe con el territ

El Viejo Imperio maya, que se estableció en Centroamérica y Chiapas


rindfelsuaernroclilaodentteremlionsanñteosd6e0n0inag9u0n0a do.tCr a, . e s una
stadores, en donde ya encontramos una marcada influencia tolteca y teotihuacana.

Ellos se daban a sí mismos el nombre de quichés y tenían una lengua vulgar y otra culta que llamaban zuyúb,
Su numeración era vigesimal; los números se representaban por me- dio de puntos, rayas y un signo en forma d
cqeureol.laEmnacbuan htobbab,suy ceal ldeenldañrio ,riteunaíladneu2n6o0 deía3s6d5endoíamsinoadeol taz

48Historia del Derecho mexicano

Fuentes
Entre las fuentes clásicas para el estudio del Derecho maya podemos citar
las siguientes:

1. Los códices. Son los documentos característicos de la escritura prehis- pánica. Se trata por lo general de extensa

con pinturas hechas con tintes vegetales y resinas que han demostra
do gran durabilidad y fijación. Los colores que se utilizaban eran simbólicos; por ejemplo, el rojo representaba
La profesión de escribano, de gran relevancia en todas las civili- zaciones antiguas, en el caso de aztecas y ma
Para el estudio en códices de algunos aspectos de la cultura maya tenemos tres muy famosos:

El Códice de Dresde, encontrado en la biblioteca de esa ciudad ale mana, que se sabe que perteneció desde el sig
El Códice Mbtritenre o de Madrid, que no debe ser confundido con otro de nombre similar, propio de la cultura azteca.
El Códice Pbririnur o de París, localizado desde el siglo pasado en la Biblioteca Nacional de esa ciudad.

2. Los libros originales de la literatura maya antigua. En este caso tenemos:

b) El Libro de lor Libror de Chilbm Bblbm, del que hay varias versiones,
la más difundida de las cuales es la de Chumayel. Chilam es el
nombre que se daba al sacerdote supremo como una derivación

2. El Derecho prehispánico 49

de chiman o chemán, nombre que todavía reciben en la zona maya los curanderos y brujos; en tanto que Balam, que si
nombre común entre los antiguos mayasLa obra contiene una
miscelánea de temas culturales diversos que reflejan mucho de la vida y las costumbres de los mayas. b) El Popol Vwh,
castellano en Santo Tomás Chichicas-tenango, Guatemala.

La Crónica de Calkini, de la que según Margadant solamente hay dis ponible una edición hecha en Baltimore en 1935.
Relación de las cosas de Ywcatán, escrita en 1566 por el franciscano fray Diego de Landa, quien llegó a ser el segundo obisp
Las Geogrâficbs Relbciones de Motul, Méridb, Chochólb y otras zonas
mayas. En este caso se trata de contestaciones a un cuestionario que
Felipe II envió a las Indias a fines del siglo xvi y que en su mayoría se encuentran en Sevilla, por lo que para cada cult

6. pueden citar, cambiando únicamente la referencia geográfica.toria


Son también importantes las obras de antiguos cronistas e his
dores como fray Francisco Ximénez, Bernardo de Lizana, Antonio de Herrera, Diego López de Cogolludo, Gonzalo
La Apologéticb Historib de lbs Indibs, de fray Bartolomé de las Casas, quien fue obispo de Chiapas y célebre defens
Las obras de historiadores de los siglos xix y xx, como Eric Thompson, Manuel de Rivas y Cosgaya, Silvanus Morley y A
de la maestra Mercedes Gayoso, de Floris Margadant y muchos otros investigadores nacionales y extranjeros de indiscu

50Historia del Derecho mexicano

9. La obra titulada Derecho y orgbnizbción socibl de los mbybs, de Juan de Dios Pérez Galaz, que se publicó e
un enfoque muy directo de los temas que nos ocupan.
10. El estudio de las zonas arqueológicas mayas en general, como los
murales de Bonampak, que constituyen una verdadera lección de la
estratificación social de este pueblo, que podemos apreciar por la in
dumentaria y posición que ocupan sus personajes en una pirámide
pictórica que se ha hecho particularmente famosa.
11. Los datos proporcionados por el estudio del Derecho primitivo com
parado, en el que encontramos algunas costumbres y usos comunes
entre los pueblos prehispánicos.
12. La observación de comunidades indígenas actuales en el lugar, que
todavía conservan muchas costumbres antiguas, aún visibles a pesar
de la transculturación cristiana y moderna. Este es el caso de hbbb-
cbb, costumbre por la cual el novio paga el "precio de la novia"
trabajan do durante un tiempo para su futuro suegro. Igualmente, el
hecho de que la mujer viuda o divorciada puede contraer nuevas
nupcias simplemente si invita a un hombre no casado a comer a su
domicilio; si él acepta, ya puede quedarse a vivir con ella en calidad
de nuevo marido.
13. "Evlearndáaldiseirsodheocmiebrtraes",pqaluaibernasermaaeylajse,fce
osmupro esmeol ceansoladsecliudHbaldbech-s mUainyiacso. Lo
anterior es así porque al conocer el origen de un vocablo se conoce
igualmente mucho de la manera de pensar de un pueblo. Es lo que
ocurre cuando se analiza, por ejemplo, una palabra derivada del grie
go o del latín; en el caso de nuestro ejemplo, entendemos que el
man dato o la autoridad es un atributo masculino; en la
mentalidad prehispánica se consideraba que el hombre está hecho
para ordenar y la mujer, para obedecer. Sin embargo, un hombre es
pequeño si tiene a su vez otro que le ordene, por eso el jefe
supremo, quien ya no es jerárquicamente inferior a nadie, es el
"verdadero hombre".

Organización política

Del llamado Viejo Imperio se conoce tan poco en lo que hace a su organi- zación política que difícilmente
Entre los mayas privó la organización de ciudad-Estado, de suerte que cada ciudad era autónoma y predom

2. El Derecho prehispánico 51

vecinas. No obstante, entre esas ciudades había un lenguaje común, el quiche, una religión compartida y alguna
En la península de Yucatán florecieron tres ciudades importantes, cada una con su propia familia gobernante:

Chichén-Itzá Uxmal
Itzaes
Mayapán Xiu
Cocom
Las tres ciudades se confederaron para efectos militares y así se for- mó la llamada Ligb de Mbybpân, que func
En cada ciudad gobernaba un Hblbch-Uinic (verdadero hombre), tam- bién llamado Ahbu, cargo que recibía el
El Hblbch-Uinic era auxiliado en sus funciones por un consejo de ancianos, el Ah-Cuch-Cbb, o cargadores de

con sAu suabviedzu,rcíao,netasbtea ceol nAshebjou scosntelaníayumdoardalemtuepnitleesa,lopupeoblilcoíb.


Otro personaje cercano al Ahbu era el Nbcom o jefe militar supremo, a quien no se debe confundir con otro pe
dsuomeanmseuntve sptriomvencthaoyso pluamraaljoes, dceonsqueirstteadqouresereaspfaáñciolleres,coenocu

1 Guillermo Floris Margadant S., op. cit., pág. 14.

50 Historia del Derecho mexicano

durante todo su periodo de mando, abstenerse de realizar actividades


sexua- les, bajo pena de ser destituido y condenado a muerte. La causa
de esta
sidad de conservarse puro y, por lo mismo, propicio a los dioses, así como a evitar el desgaste de sus ene
En las aldeas periféricas, finalmente satélites de la gran ciudad, go- bernaban unos caciques impuestos po

bbtbboobs, si bien es cierto quue en algunas fuentes estos nombres se le dan


igualmente al Hblbch-Uinic.
A su vez, cada aldea contaba con un consejo de ancianos en pequeño llamado Ah-Cuch-Cbboobs, y con m
Mención aparte merece, tanto en las aldeas como en las ciudades, la popolnb o casa del pueblo, adonde la
Todo el gobierno maya era aristocrático porque los diferentes cargos eran ocupados por personas de la no

Organización social

La estructura tribal de la antigua sociedad maya presentaba los grupos sociales siguientes:

1. El Hblbch-Uinic y su familia, quienes estaban por sobre todos los de-


msmeámsidhiavbinitoa.nEtens;aglgeuneorsalmcaesnoste seseplresean
tróibeuníafournmaoreigxecnepdciovninaol loa presencia de mujeres
en el poder, un rasgo de matriarcado, que cons-
1
Tal es el caso del tratadista Juan de Dios Pérez Galaz, citado en la parte de fuentes para el Derecho maya.

2. El Derecho prehispánico 53

En la ciudad
Halach-Uinic
(Verdadero hombre)

]upileso Bh-Iuch-Ia` Gacom


tupile-`oo`s (senado- (jefe

v(eprodluicgíaos) cdaaerrl gpaudeobrloe)s sumprileitamro)


F
En las aldeas
I
@ata` o
`ata`oo`
(cacique)

Bh-Eule- Bh-Iuch-
@oo`s (mensajeros- ejecutores) Ia`oo`
(senado
local)

Bh-Hol-^opo`
director, a
la cabeza
de la estera

Bh- Holops (jefes de actividades)

Figura 2.1. Organización política de los mayas.

tituye la excepción a lo dicho respecto al mando como atributo mas- culino. Por eso los cronistas hablan
Ldeorsanso"balems.aLzons abslm" eqnucehotaomb b(lioésnqsue teinenfren ptardoren yamloasdrceo)

54Historia del Derecho mexicano

entre las familias para efectos de consolidar el matrimonio de sus hijos), etc. Casi siempre los cargos
genitales. Muchos ídolos de esta deidad se encontraron en la isla que Hernán Cortés de-

Los bgricultores y brtesbnos. Destinados a sostener al Ahbu y a la noble za; vivían en casas sencillas hech
Los esclbvos o pencbtoobs. Había varias causas de esclavitud, como:

b) Cautividad en guerra, si no eran destinados al sacrificio.


Hijos de esclavos.
Algunos delitos como el robo y el homicidio.
d) pNaisñaorsa ubna ndiñoonapdorsa, bsai nbdieonaedrao pcaurasavednedpernloa cdoemouesrc

12
Juan de Dios Pérez Galaz, Derecho y orgbnizbción socibl de los mbybs, Diana, México, 1983, págs. 63 y
64. 13 Alberto Ruz Lhuillier, Los bntiguos mbybs, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pág. 130
y siguientes.

2. El Derecho prehispánico55

Estructura económica
El territorio maya es una región fértil rica en productos vegetales y ani-
males; así, hay una gran cantidad de frutos: aguacate, pitaya, yuca, etc., y animales como venados, armadillos
plumas preciosas como el quetzal, muy apreciado para elaborar penachos, escudos y estandartes, y que tambié
Se producía cacao y con él chocolate, elaborado con agua, que se bebía caliente o frío y que ha sido la gran ap
El arte maya fue muy desarrollado. Como muestra pueden citarse los casos notables de la Cabeza de Palenque
Los mayas utilizaron sus grandes ríos como vías de transporte y for- maron un floreciente mercado intercamb
palegousnanstedsedseulsdpeescquberñiamsienmtobadrecaMciéoxniecso yean e1r5a1n7c. onocidas por los
Celebraban contratos tanto civiles como mercantiles, con testigos con los que bebían públicamente para efect

Merecho penal
El Derecho penal maya era muy severo. El procedimiento penal era
uniinstancial, ya fuera ante el Bbtbb o ante el Ahbu, según que el delito se
hubiera cometi- do en la aldea o en la ciudad; no cabía pues la
apelación. En una sola au- diencia se efectuaba todo el proceso y se
llegaba a la sentencia, absolutoria o condenatoria, expresada de viva voz.
Se desarrollaba el proceso en la plaza pública popilnâ. Desgraciadamente,
las partes podían dar presentes al juez. Había responsabilidad colectiva
de toda la familia en caso de daño en
propiedad ajena. Sin embargo, se distinguía entre delito doloso (general-
mente castigado con pena de muerte) y delito culposo (con reparación
del daño o indemnización).
14
Juan de Dios Pérez Galaz, op. cit., pág. 95.

53Historia del Derecho mexicano

En caso de adulterio cometido por la mujer, el marido podía optar entre la muerte de ella y de su cómplice; e
dón, pero con repudio de la mujer y disolución del matrimonio.
Por violación y estupro la pena era de muerte por lapidación, en tanto que para homicidio era la muerte, en

el incendiario o el que se dedicaba al lenocinio.


En cuanto al robo, la primera vez por lo común el ladrón era perdonado,
pero en caso de reincidencia caía en esclavitud a favor del sujeto pasivo del delito. Si el robo lo cometía un
No existía la prisión como pena y sólo se retenía al posible delincuen- te atándole las manos y colocándole
Curiosamente tenían una diosa llamada Ix-tbb, deidad de los ahorcados, que también protegía a los suicidas y
Derecho familiar

El matrimonio (kbminicté) era monogámico, pero los nobles por lo gene- ral tenían varias esposas, si bien só

primera, disfrutaba de mayores derechos. Hoy en día en algunas comuni-


dades de origen maya es frecuente la poligamia.
El primer matrimonio era concertado por los padres de los contra- yentes por medio del sacerdote llamado bt
Al solicitar a los padres a su hija para contraer matrimonio, el btbnzbhoob o "pedidor" decía: "He venido a h

de rodillas, he venido bajando la cabeza, con este hijo, con este flojo, con
este haragán (el regalo es la novia, el flojo es el pretendiente)."15
' Federico Navarrete Linares, Lb vidb cotidibnb en tiempos de los mbybs, Ediciones Temas de hoy,
Colección Historia de México, México, 1996, pág. 66.

2. El Derecho prehispánico57

La pareja era considerada como un solo rostro, el que con sus dos lados y ambos ojos semeja al hombre y a la m
nuestro. Santo Padre, haz que entre en su cabeza, haz que entre en su
corazón, haz que decida en su cabeza, haz que decida en su corazón. Que
una persona no puede vivir sola, ni puede estar sola con un solo lado
de su rostro, un solo ojo. Porque fuiste tú quien lo hizo así, fuiste tú
quien decidió que deben haber dos ojos, dos lados de un rostro."'"
Al fijarse la fecha de la boda, el padre del futuro marido pagaba a su
consuegro el precio de la novia o hbbb-cbb y en ocasiones se daba el
com- promiso de que, una vez casado, el yerno trabajara por un tiempo
gratui - tamente las tierras de su suegro.
A veces los contrayentes apenas se conocían, pero eso no
importa- ba si eran obedientes a los deseos de sus respectivos padres;
recuérdese que los "matrimonios por amor" son prácticamente realidades
de nues- tro tiempo.
La sociedad maya era masculinizada y la mujer no gozaba de un
buen estatus. De niña debía apegarse a su hogar y de adulta, al de su
marido. Se prohibía a las niñas jugar con niños y a las jóvenes hablar o
siquiera ver a los varones. Si en el camino se encontraban un hombre y
una mujer, ésta debía bajar la mirada y cederle el paso a él. Si la
sorprendían hablando con un hombre la reprimían severamente y, en caso
de insistir en su conducta
"deshAolnierstea"a, lea aspielmicabbra nelpoml avroidoe,
clha ilespeonslaoshaobjoías dye pnrlopsogrecnioitnalrelse. el pozol, hecho
con maíz y cacao. A su regreso debía tenerle preparada la comida.
Todos los varones comían primero, mientras las mujeres, en si- lencio y
con la vista baja, se preocupaban de servirles los platillos, y cuan- do ellos
habían concluido y se retiraban, ellas podían comer lo que sobra- ra. Se
daba lo mejor de la comida al padre y al abuelo; los niños y las
mujeres comían lo que sobrara. Todas estas costumbres, muy del gusto de
los pueblos prehispánicos, aún se observan en muchos lugares del
país, incluso en clases medias urbanas.
Las mujeres, sin embargo, eran muy trabajadoras, responsables y
lim- pias; todo el día traían cargando a sus pequeños hijos apoyados
en las caderas, mientras que, según Landa, los hombres eran apáticos y
dados a la murmuración y el ocio. A cambio de esto realizaban ritos de
iniciación
ylespecnoint enscpiiansams yu yp ac sr ua re laes í,
hceobmraosedl ehhecehnoeqdueénatpr avraesqaur esduasr
m"einemsabrtraodsovs"iriy- su sangre ofrecerla untada a sus ídolos.

"' Ibidem, pág. 72.

58Historia del Derecho mexicano

El nombre lo daban a sus hijos generalmente tomándolo de un ani- mal o tótem; luego se añadían el nombre
mente el de la familia del padre. No podían casarse quienes llevaran el mismo "apellido", aunque entre ellos n
El repudio de él hacia ella era frecuente, por lo que había la facilidad de matrimonios subsecuentes. Existió la
La sucesión se daba por la vía masculina. Se sabe que cada familia recibía una pequeña propiedad para ser tr
A la llegada de los conquistadores los mayas presentaban, en algunos casos, signos de decadencia. Muchos de
oterngeumllosdel qinuseoslolasyacbolnesicdoemrepnro"mloisogrdiegroespdetaAr smuécriuclatu";rapyerolog

La cultura más destacada del México prehispánico es la mexica, también llamada bztecb o tenochcb. Tal ve
menos ricos en aspectos jurídicos.
Derecho mexica, azteca o tenochca
Origen y peregrinación

Mucho se ha dicho, con base en los mismos textos de ellos, que su origen
se remonta a un lugar lejano ubicado en el norte del país y al que denomi-

2. El Derecho prehispánico 59

naban Aztlân o Chicomostoc ("lugar de garzas, de la blancura o de los la-


gos"), de ahí el nombre de bztecbs. De ese lugar peregrinaron durante
muchos años hasta establecerse en el Valle de México y fundar su ciudad, Tenochtitlan.
La ubicación de Aztlán ha inquietado a muchos estudiosos y se han ido generando estas versiones:

12 . NSeo e nxcisotniót rta bl aluegnarT; esxamsítoiceonoCsoimlobróaldico, .o en algún otro lugar de Esta


Se ubicó en la isla de Mexcaltitán, al norte del actual estado de Nayarit. Por ello ese lugar se considera com
xvi. Esta isla pertenece actualmente al municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit.
Se refiere a las ruinas de La Quemada, cerca de la ciudad de zacatecas.

Los aztecas eran de origen chichimeca, es decir, bárbaros del norte;


e n
s lau s pe r e g r in a ci ó n h ac i a e l s u r s e i n te g r a r o
q ue s e l e s h a d e no m i n a d o n b h u b t lb c b s , p
n e n u n to t al d e s i e te tr i b u s , a (cuadro 2.1).
o r s u le ng u a co m ú n , el n á h u a t l

Iuamra 2.1. Tribus aztecas.


Tribu Lugares que fundaron

Tecpanecas Azcapotzalco

Xochimilcas Xochimilco y Mixquic

Chalcas Chalco y Amecameca

Tlaxcaltecas Tlaxcala

Acolhuas Texcoco y Culhuacán

Tlahuicas Tláhuac y Cuauhnáhuac (Cuernavaca)

Mexicas México-Tenochtitlan

60Historia del Derecho mexicano

Al parecer, hacia el año 1111 o 1160 d.C. los aztecas emprendieron su peregrinación hacia el sur. La ruta
los historiadores. Los aztecas decían que venían dirigidos por sus sacerdo- tes, los que a su vez seguían las
Es casi seguro que pasaron por Chápala en Xalisco (hoy Jalisco), late-
ralmente por Michoacán, después por Tollan o Tula, zumpango, Xaltocan, Ecatepec, Atizapán, Tulpetlac, C
Peregrinbción o Códice Boturini, hecho en tiras de papel amate.
Finalmente, en 1325 pudieron establecerse, con la autorización de los tecpanecas de Azcapotzalco, en un islo
Alfonso Caso sitúa el lugar de ese hallazgo en la actual Plaza de San
PabloC, oanl seulrleostleledgealbCa eantsruo fHinistlóarigcroandecalamCiniuatda do dpeMregérxincaoc

Etapas históricas
La breve historia de los aztecas puede resumirse en las etapas que se
mues- tran en el cuadro 2.2.
Si tomamos en cuenta el tiempo trascurrido entre 1325
(fundación de Tenochtitlan) y 1521 (caída de la ciudad en manos de
Cortés), estamos hablando de sólo 196 años, a lo largo de los cuales
lograron los aztecas realizar todo su ciclo histórico (origen, esplendor y
decadencia). Este ci-
claososudelelons tegnieprcloiolsa, slocsivgirliezgaocisoynelos sarlocmabaonodse,
pmeruochreocsosrirgelrolos, ecnotmano seósloel
' Carlos Martínez Marín, "Peregrinación de los Mexicas", en Historib de México, Salvat, México, 1978,
tomo 4, pág. 776.

2. El Derecho prehispánico 61

Iuamra 2.2. Etapas en la historia azteca.


Etapa histórica Cronología Características
1. La peregrinación 1111 o 1160
Originalmente habitantes de Aztlán
d.C. a 1325
o Chicomostoc, abandonan la
región y realizan su peregrinaje
hacia el Valle de México

2. La tributación 1325 a 1427 se inicia con la fundación de


México-Tenochtitlan, pero
sometidos a tributación por
Azcapotzalco, hasta que su
cuarto tlatoani, Izcóatl, formó la
Triple Alianza y derrotó a sus
dominadores tecpanecas
3. La expansión 1427 a 1519 Mediante la Triple Alianza los
aztecas logran conquistar un
enorme territorio que abarcaba
desde el sur de sinaloa y
Tamaulipas, hasta incluso Costa
Rica, en Centroamérica, a
excepción de Michoacán, reino
que se mantuvo independiente a
pesar de los esfuerzos de los
aztecas por dominarlo
4. La extinción 1519 a 1521 se desarrolla la conquista de
México por Hernán Cortés,
que concluye con la toma de
Tenochtitlan el 13 de agosto
de 1521

dos siglos, con un promedio de ocho generaciones (una por cada 25 años, lo cual es razonable), es decir, de un t

Fuentes
En el caso de los aztecas, sus fuentes de información son muy ricas y variadas:
1. Códices. La palabra códice empezó a usarse desde fines del siglo xix para designar a los manuscritos elab

62Historia del Derecho mexicano

indígena, si bien códice es un manuscrito cosido en un lado, lo que no coincide en el formato o presen
plasmadas en diversos materiales y que les servían a manera de es- critos.
Los hay anteriores o posteriores a la conquista española, he- chos de piel curtida, amate o de lienzo o tela. E

se usLaboasnpeinratonredse dpe lcoódeicceos noejtolbccounilodsifesrteundtieasbganroesnorels.Calmécac


Incluso se ha dicho que existían grandes depósitos de estos do- cumentos, a manera de bibliotecas, llamadas

y sistema sociojurídico de este pueblo.


Los principales códices para el estudio de los aztecas fueron:

b) El Códice Mendocino, mandado elaborar en tiempos del primer virrey de la Nueva España, Antoni
Se tenía la intención de obsequiarlo al emperador Carlos V,
pero cuando era trasladado a España el barco respectivo fue cap- turado por piratas franceses y el cód

2. El Derecho prehispánico63

hacia 1590 lo vendió al capellán inglés Richard Hakluyt. Actual- mente se encuentra en la Biblioteca de
Es importante destacar que el códice contiene una biografía
muy detallada del emperador Moctezuma Xocoyotzin y algunos
datos sobre el Derecho procesal y penal de los aztecas.
Forma hoy parte de este documento una copia de la
Mbtrícu- lb de Tributos, en la segunda parte del Códice
Mendocino. Esta ma- trícula la realizó algún tlbcuilo, quizá por
órdenes de Hernán Cor- tés, para conservar información precisa
respecto a la economía y tributación prehispánicas.
La Mbtrículb de Tributos, conjuntamente con el códice
prehispánico Azoyu II constituyen los documentos básicos para
el conocimiento del Derecho fiscal azteca.
En 1770 el arzobispo Francisco Antonio de Lorenzana la pu-
blicó con el nombre de Frbgmento de un mbpb de tributos, o cordille-
rb de los pueblos, que los pbgbbbn, en qué género, en qué cbntidbd, y
en qué tiempo, b el emperbdor Moctezumb en su gentilidbd. El original
lo recogió Lorenzo Boturini y Benaducci para una de las
secretarías del virreinato en 1740.
Más tarde, en 1890, se hizo otra edición dirigida por el
histo- riador Antonio Peñafiel.
del
ViLrraeimnatorí,cluelagoprpiamsóeraolqauBeidbólioretegciastdraedl
a ReneallaySPeocrnetitfaircíia GUeniverra-l sidad de México y
finalmente al Museo Nacional. En tiempos del em- perador Iturbide,
el embajador estadounidense Joel Poinsett le quitó dos hojas al
original y las llevó a Filadelfia, de donde fueron devueltas al
gobierno mexicano en 1942. Actualmente, ya completa, se halla en
el Departamento de Códices y Pictografías de la Biblioteca del
Mu- seo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de
México.
El documento que nos ocupa está pintado en papel de amate
(árbol de la familia de las higueras), parte está elaborado con fi-
bras de maguey y con palma de iczotl o izote y hasta con
capullos de orugas. Consta de 16 hojas de 42 por 29
centímetros. La pri- mera hoja está prácticamente borrada, pero
las restantes se con- servan muy bien. Se puede clasificar como
un códice económico-
evsetnacdiídsotiscao lpos raqzutectarsa,tapedreo tlaoms
btriébnuptousedqeuesepr acgoanbsaidnelroads opcuoemblo s
1
María Sten, Lbs extrbordinbribs historibs de los códices mexicbnos, 3a. ed., Joaquín
Mortiz/Contrapun- tos, México, 1975, págs. 94 y 95.

64Historia del Derecho mexicano

geográfico-toponímico, ya que contiene en cada caso el jeroglífi- co representativo de los diversos


En 1968, a propósito de los XIX Juegos Olímpicos celebra-
dos en México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
a cargo de Antonio Ortiz Mena, hizo una hermosa publicación en
la que se reproduce la Matrícula de Tributos, con sus explicacio-
nes respectivas, encuadernada con tapas de madera.
b) lEial
CyóqduieceaChobrsapisbenhuasl,laquenplearUtenievceiórsaidlamdadrequBéosldoeniCa.ospio
en Ita
c) Los Códices Borgib. Se trata de un grupo de códices entre los que
se encuentran los códices Vaticano A y B, el Códice Borgib, que
perte neció a esta familia, el Códice Fejervbry Mbyer (que se
halla en Liverpool), el Códice Lbúd (que obra en Oxford), y
algunos aña den el Códice Cbspibnus.
d) El Códice Rbmírez, que perteneció al historiador mexicano José
Fernando Ramírez, quien lo encontró al llevar a cabo algunos
trabajos de reparación del convento de San Francisco, en la ac
tual avenida Madero de la Ciudad de México. Hoy se conserva
en el Museo Nacional de Antropología e Historia.
e) Los códices Tlotzin y Quinantzin, que se encuentran en París.
ƒ) El Lienzo de Tlbxcblb, que se refiere a diversos episodios de la
co n q u i s t a d e
g) E l C ó d i c e d e l
M é x i co p or l o s e s p a ñ ol e s.
M u s e o de A m é r ic b . É s te s e ubica en Madrid y
contiene importantes testimonios respecto a la conquista en el
Nuevo Con tinente.
h) El Códice Telleribno, que perteneció al abad parisino Maurice de
Tellier.
i) El Códice Misbntlb, que se conserva en México.
j) El Códice Florentino, hoy en Florencia, Italia.
k) El Códice Mbtritense. Se encuentra en Madrid y no debe confun-
dirse con otro de nombre similar que se refiere a los mayas y que
ya fue mencionado en la parte respectiva.
1) El Códice Durbn, que debe su nombre a fray Diego Duran,
ilustre cronista español.
m) Tirb de lb Peregrinbción Códice Boturini.
Lesatrecha (mide 549 por 19 ceontímetros), que se
Edosbulnaacotimraolabrigoamy- bo, formando unas 22 hojas.
Se dibujó de un solo lado, con pin- turas en negro y rojo. Se
creyó que era prehispánico, pero ahora se sabe que se elaboró
en la época colonial. Se conserva en el Museo Nacional de
Antropología e Historia.

2. El Derecho prehispánico65

n) El Có dice Magliabecchiano. El original, que está en Florencia y se


El Có dice tonalá matl de Awbín. Su nombre se debe a un historiador de este apellido, quien lo conservó y donó a la Biblioteca

Lcosnanexaplelsicoacciroó nneiscams.aSnuonscsruitbagséenercoastdelllaonsoc. óEdnictres,eglleonsedraelsmtaecnatne los de


Para un conocimiento más cabal de los códices y anales es interesante el estudio de Gonzalo Vilchis Prieto, Los có dices prehi

2. Las obras de los historiadores indígenas, quienes fueron cristianiza-


dos y educados por los misioneros españoles, de manera que en sus
obras ya hay influencia europea muy marcada, pero que relataron
con bastante fidelidad la vida y las costumbres del mundo pre-
hispánico. Algunos vivieron en su infancia esa época anterior a la
conquista, o bien estuvieron próximos a parientes que habían sido
testigos y actores de ese tiempo. Entre los historiadores de origen
indígena cabe mencionar a los siguientes:
a) Fernando de Alva Ixtlilxochitl (1578 o 1580-1648). Nació en
Texcoco y estaba emparentado con la nobleza de ese lugar y la de
Tenochtitlan. Se decía descendiente del mismo Nezahualcóyotl.
Estudió con los franciscanos en el Colegio de Santa Cruz de
Tlatelolco. Fue nombrado gobernador indígena de Texcoco y
Tlalmanalco y sirvió como traductor en el juzgado de Indios de
la Ciudad de México. Logró adquirir una amplia cultura. Entre
sus obras destacan Historib chichimecb y Relbciones históricbs de lb
nación tolteca. La Universidad Nacional Autónoma de México las
ha editado como Obras históricas y gracias a este autor conoce
mos unas 20 de las 80 u 83 leyes que se atribuyen a
Nezahualcóyotl.
b) Juan Bautista Pomar (1520-1610). Nacido un año antes de la con
quista de México, también era originario de Texcoco e igual que
Alba Ixtlilxochitl, noble. Escribió Relbción de lbs bntigüedbdes
políticbs y religiosbs de lbs Indibs, también conocida como Relbciones
de Texcoco.

66Historia del Derecho mexicano

c)Fernando (o Hernando) Alvarado Tezozómoc (1535-1590). Em


traductor en la Real Audiencia de la Ciudad de México.
Domingo de San Antón Muñoz Chimalpaín (1579-1660), nacido en Amecameca, escribió Memoribl de Culhubcân
Cristóbal del Castillo (1526-1606), nacido en San Juan Teotihuacan, escribió Historia de los mexicanos, obra qu
ƒ)Diego Muñoz Camargo (se desconoce su fecha de nacimiento, pero murió ya muy anciano en 1684), originario de
g) Mariano Fernández de Echeverría y Veytia (1718-1770), nacido en Puebla, historiador indígena tardío, escribió H

3. Los cronistas ewropeos. Ya hemos señalado la importancia del género


de la crónica en el estudio de las costumbres prehispánicas. Para el caso de los aztecas destacan los cronistas siguien

a)Hernán Cortés (1485-1547), nacido en Medellín, en la actual pro- vincia de Badajoz. Murió en Castilleja de la
Durante dos años estudió leyes en Salamanca, pero abandonó la carrera y participó con Diego Velázquez en la co
Con el propósito de informar a la Corona respecto de sus hazañas en estas tierras, escribió cinco cartas, que han
en la Biblioteca Imperial de Viena y tienen un total de 325 hojas, de las que quedaron 15 sin escribir.

2. El Derecho prehispánico 67

La primera se redactó en 1519 en plena campaña de con- quista para la reina regente Juana la Loca; está firm
Rica de la Vera Cruz. Las cuatro restantes fueron para Carlos V; la
segunda en Segura de la Frontera, la tercera en Coyoacán, la cuarta
y la quinta en México-Tenochtitlan. Todas ellas se escribieron en-
tre 1520 y 1526. Además, se conocen otras cinco o seis que ya no
forman parte de ese grupo de Cbrtbs de relbción y que incluso
b) Aalngdurnéos dceonTsaipd ieara(n1 4d8e5d,
umd uo esar t oauat penr otixci md ad.amente a mediados del siglo xvi).
Fue soldado de Cortés y al parecer tomó parte en las luchas más
relevantes de la conquista. Más tarde fue Justicia Mayor (juez) en
la Ciudad de México. Escribió Relbción sobre lb Conquistb de
México y también fue contador en la Real Audiencia de la Ciudad
de México.
c) El conquistador anónimo, del que sólo se sabe, porque así
titula su escrito, que era un soldado de Cortés; la obra es
Memoribs de un gentilhombre del glorioso cbpitân Fernbndo de
Cortés. Fue men cionado por algunos historiadores del siglo xix.
d) Bernal Díaz del Castillo (1492 o 1493-1588). Es el cronista por
antonomasia. Nació en Medina del Campo y murió en la
Antigua Guatemala, donde todavía se conserva la casona en la
que vivió
sus últimos años y donde escribió su obra Historib verdbderb de lb
conquistb de lb Nuevb Espbũb, tan bien redactada que a la fecha se
estudia entre las obras de la literatura española, aun cuando él no
fue un hombre ilustrado. Participó en las conquistas de Cuba y
México (en donde formó parte de las tres expediciones de con
quista, es decir, la de 1517, 1518 y la de 1519 a 1521), y
también acompañó a Cortés en sus expediciones por Baja
California, Tamaulipas y Las Hibueras, hoy Honduras (en esta
última fue ejecutado Cuauhtémoc). Más tarde acompañó a
Pedro de Alvarado a la conquista de Tehuantepec, Chiapas,
Guatemala y El Salvador.
A pesar de sus hazañas e incluso de haber sido herido de grave-
dad, no consiguió una recompensa digna de sus proezas. Por
esnocovmiaijeóndaaEyspalñgaú,npecraorgno ilnofgeróiogrraen
cCosat,zsaicboiaelncolse. dMieársontaurndae solicitó la
gubernatura del Soconusco, en la costa de Chiapas (por cierto,
Miguel de Cervantes Saavedra también pidió ese car- go), pero
ni Díaz del Castillo, ni el padre de la lengua española,
obtuvieron ese nombramiento. Para colmo, otros individuos sin

68Historia del Derecho mexicano

más mérito que su parentesco con algunos conquistadores ya


siempre reales, eran beneficiados con buenos empleos. Por eso,
decepcionado quiso escribir su obra donde, según dice, contará
la "verdadera historia" de la conquista de la Nueva España, a fin
de poner a cada quien en su sitio. Esta obra la dictó, ya casi
ciego y muy anciano, a uno de sus hijos.
Hoy su libro se considera una obra básica de la historiografía
mexicana e imprescindible en toda biblioteca.
e) Francisco López de Gomara (1511-1562). Fue catedrático de la
Universidad de Alcalá de Henares y también sacerdote y capellán
de la casa de Hernán Cortés, a quien siempre admiró, a pesar
de que personalmente apenas tuvo vinculación con el
conquistador. Su obra se titula Principios de lb conquistb de
México.
ƒ) Fray Francisco de Aguilar (1479-1571). Fue soldado de Cortés,
encomendero, hombre de negocios y, al final de su vida, religio
so. Su obra se titula Historib de lb Nuevb Espbũb.
g) Francisco Cervantes de Salazar (1513-1573). Intelectual que
con tribuyó a fundar la Real y Pontificia Universidad de
México, de la que fue rector. Felipe II lo nombró cronista de la
Ciudad de Méxi co. También fue miembro del Tribunal de la
Santa Inquisición.
h) PEesdcrroibiMó Carrtóínneiczb ddee lAb lcgouneqruais(t1b4d3e7-
lb15N2u6e)v. bNEascpibdũob.en Milán, fue capellán de la reina
Isabel la Católica; embajador de España; miem- bro del Real
Consejo de Indias y primer cronista e historiador de las Indias, si
bien nunca estuvo en ellas. Su obra se titula Décadas del Nwevo
Mwndo, porque sus diferentes capítulos abarcan perio- dos de 10
años.
i) Antonio de Solís Rivadeneyra (1612-1686). Este jesuíta
desempeñó varios cargos en la Corte española y fue nombrado
cronista general de las Indias. Su libro se titula Historia de la
conqwista de México. Poblbción y progresos de lb Américb
Septentrionbl conocidb
por lb Nuevb Espbũb.
j) Antonio Herrera y Tordesillas (1549-1625). Fue nombrado por
Felipe III cronista general de las Indias. Su obra se titula Historia
gOecnéebrnbol .de los hechos de los cbstellbnos en islbs y tierrb ƒirme de lb Mbr
k) Alonso de zorita (1512-1585). Este abogado egresado de la Uni-
versidad de Salamanca ejerció su profesión en Granada hasta
que en 1547 lo nombraron oidor (magistrado) de la Real
Audiencia

2. El Derecho prehispánico 69

de Santo Domingo. No se ha podido confirmar si obtuvo el gra- do de doctor en Derecho, pero tenía
académico. Fue oidor también en Guatemala y más tarde en
Méxi- co. En esta ciudad el virrey Luis de Velasco I lo
incorporó al claustro de la Real y Pontificia Universidad de
México, con el gra- do de doctor en leyes. Más tarde se vio
envuelto en muchas intri- gas políticas y legales, por lo que se
retiró a Granada, donde escri-
biSóu suobl riba rosey tfitaulllaecBiór.eve y sumbrib relbción de los
seũores de lb Nuevb Espbũb, si bien el verdadero título es mucho
más largo. 1) Fray Bernardino de Sahagún (1499 o 1500-1590).
Ilustre franciscano, escritor y gran investigador; para algunos es
un precursor muy precoz de la investigación sociológica en
América cuando esta ciencia aún no se fundaba por Augusto
Comte en el siglo xix. Así, se adelantó a su época haciendo
indagaciones directas y confrontadas. Su nombre original era
Bernardino de Rivera, pero al profesar adquirió el de Sahagún,
porque provenía de una destacada familia de ese lugar. Al parecer
descendía de judíos conversos, una hipótesis que no ha sido
totalmente aceptada.
Estudió en Salamanca y se ordenó sacerdote en 1524. En
1529 pasó con otros 19 religiosos a la Nueva España; radicó
un
tiempo en Tlalmanalco y luego en Tlatelolco. Igualmente estuvo
en Xochimilco y fue visitador de su orden religiosa en
Michoacán.
Los indígenas le tenían especial gratitud y respeto por su pater-
nal desempeño en la evangelización y educación. García Icazbal-
ceta, historiador del siglo xix, dice de él: "era de tan bello
sem- blante que había de permanecer escondido de las
miradas de las curiosas mujeres de la Nueva España, joven y
gentil, atraía con su fisonomía varonilmente hermosa... era de
ardiente caridad hacia los indios; tenía un entusiasmo sin límites
por las cosas de la anti- güedad y era de curiosa e insaciable
comezón de saberlo todo y de explicarlo todo."19
Su obra monumental se titula Historib generbl de lbs cosbs de lb
Nuevb Espbũb y abarca todos los aspectos de la vida social, jurídi-
cbaié, necsoencóomnisciad,eframuinlaiaor,bpraolbítáicsiacya
prealrigailoasahidsetol rpiuaedbeloMaézxteicao. Tam- Murió en
el convento de San Francisco en la Ciudad de México.
19
Ángel María Garibay, proemio general a la Historib generbl de lbs cosbs de lb Nuevb Espbũb, 5a. ed.,
Porrúa, México, 1982, pág. 13.

70Historia del Derecho mexicano

m) Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (1478-1552). Ocupó va- rios cargos políticos y fue alca
Historib generbl de lbs Indibs.
n) Fray Diego Duran (1537-1588). Franciscano e incansable misione-
ro, desarrolló su labor en favor de los indios en Tlaxcala, Oaxaca,
Texcoco y México. Escribió Historib de lbs Indibs de lb Nuevb
Espb- ũb e islbs de tierrb firme. Conservó el códice que lleva su
nombre. Su libro resulta a veces ingenuo por asentar datos
fantásticos que eran simples consejas y mitos de los indígenas,
sin ningún senti- do de método ni de investigación.
o) Fray Juan de Torquemada (1580-1674). Este franciscano, que es-
cribió Monbrquíb indibnb, tuvo fama de hombre caritativo y
de gran entrega hacia los indígenas.
p) Fray Toribio de Benavente, "Motolinía" (1482-1568). Franciscano
de vida ejemplar, escribió Historib de los indios de lb Nuevb Espbũb,
obra que contiene numerosos aspectos de las costumbres de los
indígenas.
q) Fray Jerónimo de Mendieta (1525-1604). Franciscano dedicado a
la evangelización, escribió Historib eclesiâsticb Indibnb.
r) Fray Bartolomé de las Casas (1474-1566). Fraile dominico,
primero fue encomendero y luego se convirtió en gran
defensor de los
isnuds ioses.r mJuont eos ceon SfranytoADntoómn
idnegoMdoenftensidnioesndsoe hloizsodceérlecbhroespdoer los
indígenas; Héctor Fix-zamudio los considera precursores de la
defensa de los derechos humanos. Más tarde, el padre Las
Casas fue nombrado obispo de Chiapas, con sede en Villa Real,
luego Ciudad Real y hoy San Cristóbal de las Casas, llamada
así en su honor.
En su afán de cuidar los intereses de los indígenas escribió,
entre otras obras, la Apologéticb historib de lbs Indibs.
s) Joseph Acosta (1540-1600). Nacido en Medina del Campo, jesuíta
de gran cultura, ocupó varios cargos eclesiásticos y escribió
Historib nbturbl y morbl de lbs Indibs. Fue rector en Lima y murió en
Salamanca, España.
t) Lorenzo Boturini Benaducci (1712-1755). Este incansable viajero
etorsa idt ea l il a ns ocuelthuirjoasdpernehoibslpeásn.
iRcaesu,ninócmlusocheals cfóigduicraes qyuedolcleuvmaesnu-
nombre, pero se le acusó de tráfico de antigüedades ante las auto-
ridades virreinales de la Nueva España y fue enviado a
España. En el trayecto su barco fue asaltado por piratas, pero
finalmente

2. El Derecho prehispánico ;2

logró ser liberado y quedar absuelto de ese delito; sin embargo, su colección le fue decomisadaPor eso esc
titulado Historib generbl de lb Américb Septentrionbl, u) Francisco Javier Clavijero (1731-1787). Jesuíta veracru
MMééxxiiccooy. Sdue sliub croo ,nqmuuisytbf.amoso por cierto, se titula Historib bntigub de

4. Historiadores del siglo xix. Son los siguientes:

Francisco del Paso y Troncóse Veracruzano, primero médico y luego historiador, logró rescatar varias ob
Antonio Peñafiel.
Antonio García Cubas.
Joaquín García Icazbalceta.
Alfredo Chavero, quien también fue gobernador del Distrito Fede ral durante el porfirismo.
Nicolás León.
Genaro García.
Miguel Orozco y Berra.
Lázaro Pavía.
Vicente Riva Palacio, quien coordinó la famosa obra México b trb
vés de los siglos.

De estos autores y de los que se enumerarán en seguida no se


detallan sus obras, salvo en casos particularmente destacados, por-
que suelen tener múltiples estudios publicados.
5. Historiadores contemporáneos.
Son los siguientes:

AlfonsoLeón-Portilla.
Miguel Caso. DestacaIlustre
su obra El pueblo
maestro del Sol. cuyos trabajos son de valor incalculable. A guisa de ejem
universitario
Alfredo López Austin. Es también un destacado maestro universi tario, autor de múltiples obras; por ejemplo, Cuer

;0 Historia del Derecho mexicano

logib. Lbs concepciones de los bntiguos nbhubs, en dos tomos, y Lb


Constitución Rebl de México-
• J. Kohler.Profesor de la Universidad de Berlín, su obra titulada
El derecho de los bztecbs fue publicada por primera vez en 1892
por la revista Ciencib Jurídicb Compbrbdb, en Stuttgart, Alemania.
Más tar de se publicó en México por la Revistb Notbribl y por la
Escuela Libre de Derecho, traducida por Carlos Rovalo y
Fernández. La
msineonteanblbemibelinotecyas npoúbelsicpaos ioblperievnacdoans t. rarla en edición comercial,
Es una magnífica obra sobre el tema, que se basa en el
estudio de las fuentes directas. Es muy completa y si bien en
algunos casos ya está superada, sigue siendo de consulta obligada,
con la ventaja de acudir a las fuentes para ampliar la información,
a partir de las citas respectivas. Su divulgación en castellano data de
las primeras dé- cadas del siglo xx, por lo que se le enumera en
esta parte de las fuentes, debido a la escasa información que se
tiene sobre Kohler.
• Ángel María Garibay. Este sacerdote y destacado maestro
universi tario, estudioso apasionado de la lengua y la literatura
náhuatl, fomentó el estudio de este idioma en la Universidad,
elaborando para ello gramáticas y diccionarios y pugnando por
fundar una cátedra al respecto en la Facultad de Filosofía y Letras
de la Univer
sidad Nacional Autónoma de México. A su esfuerzo extraordina
rio debemos Pbnorbmb literbrio de los pueblos nbhubs, Visión de los
vencidos (donde se describe el punto de vista de los aztecas respec
to a la conquista; esta obra se realizó con el esfuerzo conjunto de
Miguel León-Portilla), etcétera.
• Edmundo O'Gorman. Destacado maestro universitario, es también
autor de múltiples estudios acerca de las diversas épocas
históricas de México.
• Carlos Alba H., quien realizó un estudio comparado entre el
Dere cho azteca y el del México actual.
• Francisco Larroyo, ilustre pedagogo que ha estudiado detallada
mente la historia de la educación entre los aztecas y en toda la
historia de México.
• LamucpiloiaMmendteiectaonyoNciúdñaesze,
nsoecliaómlobgioenytge ruanivjuerisita,rciou.yEasl olibraos qsuoen
ahora cabe destacar es El Derecho precolonibl.
• Manuel Moreno y Moreno.
• Raúl Carranca y Trujillo, con estudios sobre el Derecho penal de los
aztecas, como en su obra Lb orgbnizbción socibl de los bntiguos mexicbnos.

2. El Derecho prehispánico73

Víctor M. Castillo Farreras, quien destaca con una importante obra:


Fernando Flores García, maestro emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, gra
ASiultvóinaoGmabrdzea TMeérxaizcoo,n, ad,ecloanqusue éolbfruae Ldbiremcutojerrdumreasnotebmmeurcihcobsnbañ. o
Romerovargas Yturbide, con su obra ya famosa Los gobiernos socib listbs de Anâhubc.
Otros autores contemporáneos que han escrito diversos ar- tículos sobre el Derecho azteca son Toribio Esquive

6. Lb brqueologíb. En todo momento, con sus sorprendentes estudios y


descubrimientos, va dando nuevas bases al conocimiento del México
prehispánico. Piénsese en los descubrimientos hechos en el Templo
7. MEl aynoárlyiseisn ceol mbopsaqruaetidveo Cdhe apluglutenpaes
ceonmfuecnhidasadrelsadtievaomriegneten riencdiíegnetensa. en el
Valle de México, que aún conservan muchas de sus antiguas
costumbres prehispánicas.
8. El estudio comparado de pueblos prehispánicos, por la similitud de
instituciones y principios que compartían.
9. El estudio de la lengua náhuatl, que mucho ayuda a comprender
más cabalmente el origen y contenido de las instituciones
prehispánicas.

Organización política

Mientras duró su peregrinación los aztecas se configuraron como un pue- blo organizado en clanes (grupos de fa
En cuanto a su gobierno, estaban regidos por una teocracia apoyada en un grupo militar.

' Este estudio se incluye en el núm. 57, tomo XV, enero-marzo de 1965, págs. 81 a 124 de esa
importante publicación.

74Historia del Derecho mexicano

El lugar donde finalmente pudieron asentarse en el Valle de México fue el islote en medio del lago de Texc
Tenochtitlbn, si bien previamente habían pretendido establecerse en
Atizapán y en Chapultepec, lugares no muy apropiados para quedarse
por estar infestados de serpientes, el primero, y de langostas o chapulines,
el segundo. Pero el islote quedaba comprendido dentro del territorio
dominado por los tecpanecas de Azcapotzalco, que les impusieron fuer-
tes tributos. Esto se hizo más rígido para los aztecas cuando ascendió
al trono de Azcapotzalco el terrible rey Tezozómoc, de quien se dice
que gobernó 80 años, desde 1347, unos 20 años después de
fundada Tenochtitlan.
Durante el tiempo que transcurrió entre 1325 (fundación de la
ciu- dad) y 1376 (ascenso al trono de México del primer rey o
tlbtobni Acamapichtli), Tenochtitlan fue gobernada por sacerdotes y
caudillos. Éstos fueron, entre otros, Ocelopan, Quiapan, Ahueyotl,
Xomimitl, Acacitli, Mentzineauh, Xocoyotl, Atototl, Xihupati y
Tenochtli.
La ciudad primitiva se dividía en cuatro barrios o cblpullis y se unía
a tierra firme por tres cblzbdbs construidas artificialmente: al norte la
de Tepeyaca, que la vinculaba de paso con Tlatelolco; al poniente la de
Tacuba y al sur la de Tlalpan, que a una altura determinada se dividía
hacia dos rutas, Iztapalapa al oriente y Coyoacán al poniente.
caciqHueacdiae 1o3ri7g6enlomgrialirtoanr;
qéusete AfuzecaApoctazmalacpoiclhetslip, ecromnitlioerqa ute
nienricuianrorenysuo etapa de caudillaje. Al rey lo denominaron tlbtobni y
con el tiempo, cuan- do este funcionario ya era el poderoso señor de un
enorme territorio, se hizo llamar tlbtobni hubytlbtobni tecpblcbntecutli ("el
que habla").
Aún seguían siendo tributarios de Azcapotzalco y los primeros
tres reyes de México padecieron esa tiranía. Pero en 1427 murió el
temido Tezozómoc y fue sustituido por su hijo Tayatzín o Teayauhtzín,
quien a su vez murió asesinado por Maxtla, su hermano. Este fratricidio
desencade- nó la muerte del tercer tlbtobni de México, Chimalpopoca
(por condenar la usurpación) y el ascenso al trono azteca de Izcóatl, quien
aprovechó la oportunidad para formar una Triple Alianza entre
Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba, la que dio por resultado la caída de
Azcapotzalco y la muerte de Maxtla.
muy LalaejTadriopsl.eEAnlicandza ciuodnatidnudóe elan
Afulinacnizoanersegyíaloegl rtólbdtoobmniinraerspt ercrtitvori do es manera
autónoma, si bien uniéndose en confederación para los casos de
declaración de guerra, el desarrollo de las campañas militares, la
tributación y los acuerdos de paz y alianza con otros pueblos.

2. El Derecho prehispánico 74

Gracias a ello lograron conquistar un territorio inmenso, como ya


dijimos, que comprendía desde el sur de Sinaloa y Tamaulipas hasta inclu-
so Costa Rica, con excepción de Michoacán, al que nunca lograron ven-
cer, si bien lo intentaron varias veces, y Tlaxcala, cuya posesión fue siem-
pre precaria por lo levantisca.
En suma, lo que los europeos llamaron Imperio bztecb en realidad
era una confederación de tres tribus, cada una encabezada por su
caudillo o
tdlobsto, bynciu, yqouineonmsibmrebosilgiznaibfiacasbuap"oedl
eqruceohnabulna cbairecna"j. dPeorflescohasse ycoalrocoabdaoruan- glifo
en la boca del personaje representado en los códices como tlbtobni.
Cuando murió Izcóatl, creador de la Triple Alianza, se trató de elegir
al nuevo tlbtobni de México y la pugna política se planteó entre dos
sobri- nos del rey fallecido: Moctezuma Ilhuicamina y Tlacaélel, ambos
con me- recimientos suficientes para aspirar al trono. La situación bien
pudo con- vertirse en un verdadero cisma, por lo que se acordó nombrar a
Moctezuma Ilhuicamina como tlbtobni y crear una nueva investidura, un
tanto paralela, la del cihubcóbtl, para Tlacaélel.
El cihubcóbtl sería una especie de cogobernador, con varias
funciones específicas, como la de ser responsable de la tributación y del
tesoro, auxi- liado en esto por los cblpixquis (recaudadores) y el
tepblcbncete o petlbncete
(tesorero); igualmente precedía en ocasiones el Tribunal Supremo y orga-
nceizsabmaeynovriegsil)a. bAa saimloismtlbot,ofquunegsí(amcaogmisotrasduopse)ryioar l d o es
ltecosumhtilisil taoretes,ucetslisde(jcuier-,
de los tlbcbtecutlis (señores de los hombres), que eran dos (uno de la orden
de los guerreros águila, y el otro de los guerreros jaguar o "tigres"); el
tlbcochcâlcbtl (jefe de la casa de los dardos o del arsenal), así como
los telpochtlbtbques (comandantes de batallones de 400 hombres).
El cihubcóbtl también tenía autoridad sobre los cblpulleques o jefes
de barrio o cblpullis. De la misma manera, vigilaba el desempeño de los
pochtecbs o comerciantes, que a veces hacían la labor de auténticos
embajadores.
Así, se advierte que el cihubcóbtl era una especie de primer ministro
y que en la monarquía azteca podía aplicarse el principio europeo de que
"El rey reina pero no gobierna". El nombre de cihubcóbtl significa "el de
la falda de serpientes", porque en su mentalidad religioso-política
debían quedar representados en el poder los dos géneros, esto es, el
masculino
con e l tl b t o b n i y e l fe m en i n o co n e l
E l t lb t o bn i po r e llo e r a la m á s
cih u b có btl .
a l t a a u t o r i d ad. Su poder provenía direc- tamente de
Huitzilopochtli, el dios principal, con el que incluso estaba
emparentado, si bien era elegido por un cuerpo especial. Él era el respon-
sable del buen gobierno y de dictar la ley al pueblo.

73Historia del Derecho mexicano

El tlbtobni era el gobernador vitalicio y concentraba en sus manos


gran poder político, judicial, religioso y militar. Era el más alto funciona- rio del llamado tlbtocbyotl (palabr
El cihubcóbtl Tlacaélel resultó ser un verdadero estadista; su capaci- dad, audacia y responsabilidad contribu
nciohuMbcoóctbetlz,ueml atlbItlohuinb ciaemnintuar.nDo enoemstabrsaubeartaeseunsulostsitucteos.iDvoe
Con el tlbtobni, en calidad de Senado o Consejo estaba el tlbtocbn, integrado por los 20 cblpulleques o jefes
A la muerte del tlbtobni, el cihubcóbtl continuaba dirigiendo al gobier- no y convocaba al tlbtocbltzin para q

los r Con todo ello, la decisión de los dos tlbtobnis aliados, el cihubcóbtl,
epresentantes del ejército y de los sacerdotes, el poder del tlbtobni
quedaba bastante limitado. En los pueblos sometidos por los aztecas go- bernaban los tlbtobnis menores.
La organización política de los aztecas puede representarse en el es- quema de la figura 2.2, en la inteligenci

Como hemos señalado, fueron 11 los reyes o tlbtobnis de Tenochtitlan, agrupados en una monarquía mítica
tdarnoc2ia.3s .específicas de cada uno de estos gobiernos se muestran en el cua-
Los tlatoanis

21
Es mítica porque todos los tlbtobnis se consideraban descendientes, en alguna medida, de
Huitzilopochtli, el dios de la guerra; viril porque únicamente podía ser tlbtobni un varón, y
unidinástica ya que gobernó una sola familia.

2. El Derecho prehispánico 77

Tlatoani Huaytlatoani Tecpalcantecutli (honarca,


jefe de Estado)

Tlatocaltzin Cihuacóatl (primer Tlatoanis menores


(Gran Comisión) ministro, jefe de gobierno) (de los pueblos vencidos)

Cihuacóatl Tepalcancete Calpixquis


Tlacatecutlis (águila y jaguar) Tenochca o petlancete (recauda- dores)
Tlacochcálca ti Tlatoanis de Texcoco y de (tesorero)
Tacuba

Calpulleques
(jefes de barrio)

(sólo para 1 a Tlatoques


elección de ) (magistrados)
tlatoani de Tenochtitlar

Tecuhtlis o
teuctlis
(jueces)

Pochtecas
(comerciantes embajadores)
Tlatocan Consejo
de los 20
jefes de barrio Tlacatecutlis
(comandantes águila y jaguar)

Tlacochcálcatl
(jefe de arsenal)

Telpochtlatoques (jefes de 400 hombres)

Figura 2.2. Organización política azteca.

78 Historia del Derecho mexicano

Cuadro 2.3. Cronología de los tlatoanis aztecas.


Tlatoani Periodo Obra de gobierno

1. Acamapichtli ("el 1376-1396 Joven, laborioso e ingenioso, se decía


que empuña la caña descendiente del mismo Huitzilopochtli.
o el cetro") Dividió Tenochtitlan en cuatro barrios o
calpullis: 1. Moyotlan (al suroeste); 2.
Zoquipan (al sureste); 3. Cuecopan (al no-
roeste), y 4. Atzacualco (al noreste). se sus-
tituyeron las chozas de varas y cañas por
casas de cal y canto. El rey Tezozómoc de
Azcapotzalco los obligaba a pagar fuertes tri-
butos. Los aztecas conquistaron para los
tepanecas los pueblos de Xochimilco, Mixquic,
Tláhuac y Cuauhnáhuac (Cuernavaca).

2. Huitzilihuitl 1396-1417 se casó con la hija del rey de Cuauhnáhuac,


("colibrí celestial o por lo que los aztecas y ese pueblo estable-
pluma de colibrí") cieron vínculos. Fue igualmente tributario de
Azcapotzalco. Por esos días Tezozómoc atacó
al rey de Texcoco, Ixtlilxóchitl, con la ayuda de
los aztecas, al grado que, derrotado, fue
muerto ante la mirada de su hijo Nezahualcóyotl,
oculto entre las ramas de un árbol.
3. Chimalpopoca 1417-1427 Logró que le otorgaran la custodia del
("escudo que príncipe Nezahualcóyotl. Construyó un
humea") acueducto de madera para traer a Tenochtitlan
agua de Chapultepec. Fue tributario de
Azcapotzalco. Al morir Tezozómoc el trono
correspondía a su hijo Tayatzín, pero su hijo
menor Maxtla lo asesinó para coronarse.
Chimalpopoca desconoció a Maxtla y también
fue eliminado, linchado en Azcapotzalco, se-
gún algunos, o muerto en sus habitaciones en
Tenochtitlan, según otros.
4. Izcóatl ("víbora de 1427-1440 Formó la Triple Alianza con Tenochtitlan,
pedernal") Texcoco y Tacuba (con los reyes Izcóatl,
Nezahualcóyotl y Totoquihuatzin, respectiva-
mente). se logró la derrota y muerte de Maxtla,
con lo que los aztecas y sus aliados comen-
zaron su época de hegemonía y por lo pronto
vencieron a Coyoacán, Xochimilco, Tláhuac,
Mixquic, Chalco y Amecameca. El grupo militar
predominó sobre el pueblo agricultor y ar-
tesano y se asignaron grandes propiedades a
los guerreros victoriosos.

(continúa)

2. El Derecho prehispánico79

Cuadro 2.3. Cronología de los tlatoanis aztecas {continuación).


Tlatoani Periodo Obra de gobierno

5. Moctezuma 1440-1469 En su gobierno se estableció el cargo de


llhuicamina ("flechador cihuacóatl, o primer ministro, que ocupó su
del cielo") hermano Tlacaélel, para evitar una división
del pueblo azteca. Estableció el xochiyáyotl o
guerra florida. Conquistó Cuauhnáhuac (Cuer-
n a v a c a ) y la s r e g io n
G u e r re r o y O a x a c a .
eEstdaeblPeuucieóbsslau, rVeesriadcerrnuczia,
en Chapultepec y sustituyó el acueducto de
madera de ese lugar, por uno de piedra. Mandó
construir un muro para evitar las inundaciones
en Tenochtitlan.

6. Axayácatl 1469-1481 Conquistó Tehuantepec. Logró sofocar


("cara de agua") una rebelión en Tlatelolco encabezada por
su cacique Moquihua, quien fue derrotado y
muerto. Trató de conquistar a los purépechas de
Michoacán, pero no lo logró. Mandó labrar la
Piedra del sol o Calendario azteca. En su
ti empo murió Nezahualcóyotl, señor de
Texcoco.
7. Tízoc 1481-1486 A pesar de que se decía partidario de la
Chalchihuitlatonacatzín paz, emprendió la guerra contra Huautla y
("agujerado con Tecolutla, y para celebrar sus triunfos hizo
esmeraldas, o pierna labrar la Piedra de TÍZOC O de los sacrificios. se
enferma") inició la construcción del Templo Mayor de
Tenochtitlan. Murió envenenado.

8. Ahuízotl ("perro 1486-1502 Combatió a los mazahuas y otomíes (en


de agua") los actuales estados de M éxico, Hidalgo,
Querétaro y san Luis Potosí). Inauguró el Templo
Mayor; hizo traer agua a la ciudad, por un
acueducto, desde Coyoacán. Fundó Oaxacan,
hoy Oaxaca, como un asentamiento militar.
Conquistó Chiapas y Centroamérica. Murió víc-
tima de un golpe en la cabeza al resbalar cuando
inspeccionaba los daños sufridos en
Tenochtitlan por una inundación.

9. Moctezuma 1502-1520 Organizó una severa etiqueta para su propio


Xocoyotzin ("señor homenaje; se enfrentó contra Tlaxcala y
señudo y algunos señoríos de Puebla y Oaxaca.
respetable") Embelleció Tenochtitlan a base de la explotación de
los vencidos; su palacio ostentaba grandes

(continúa)

80Historia del Derecho mexicano


Tía toan i Periodo Obra de gobierno
riquezas, incluso un zoológico propio. se ene-
mistó con Texcoco, con lo cual la Triple Alianza
quedó sin efecto, por lo que a la llegada de los
conquistadores europeos la Alianza ya no
ofreció realmente una resistencia a la pe-
netración de Cortés. Influido por una serie de
acontecimientos que Moctezuma tomó como
malos augurios, recibió en son de paz a los
españoles, quienes terminaron haciéndolo pri-
sionero y, cuando el pueblo lo repudió ape-
dreándolo, lo eliminaron un poco antes de
la llamada Noche triste en 1520.

10. Cuitláhuac junio a Originario de Iztapalapa, derrotó a los es-


("excremento noviembre pañoles en la Noche triste, el 30 de junio
divino o seco") de 1520 de 1520. Preparó la defensa de Tenochtitlan
mientras Cortés se retiraba a Tlaxcala para
recuperarse a fin de consumar la conquista
sobre los aztecas. Murió víctima de la
viruela, enfermedad traída a nuestro territorio
por los españoles.

11. Cuauhtémoc 1520-1521 Originario de Tlatelolco, defendió heroica-


("águila que mente Tenochtitlan; al final trató de escapar
desciende") en unas piraguas con su gente, pero fue sor-
prendido y hecho prisionero, en la madrugada
del 13 de agosto de 1521, con lo que Hernán
Cortés logró la conquista de los aztecas. Más
tarde fue atormentado junto con el señor de
Tacuba, Tetlepanquetzal. Luego se le bautizó
con el nombre de Fernando Alvarado. Cuando
Cortés partió hacia Las Hibueras (hoy
Honduras) lo llevó consigo, pero en las selvas
del actual Tabasco, en Izancánac, lo mandó
ahorcar, junto con otros nobles indígenas,
acusándolos de
conspirar contra los conquistadores (febrero de
1525). según la antropóioga Eulalia Guzmán,
sus restos fueron hallados en Ixcateopan,
Guerrero.

2. El Derecho prehispánico 81

Todos estos reyes pertenecían a una sola dinastía o familia, y aunque


las fuentes difieren en algunos casos específicos, su parentesco puede
representarse como se muestra en la figura 2.3.

Acamapichtli
(descendiente de Huitzilopochtli)

hijos

Huitzilihuitl Chimalpopoca Izcóatl

hijo

Moctezuma
llhuicamina

nie os

Axayácatl Tízoc Ahuízotl


Chalchihuitlatonacatzin

hijos hijo

Moctezuma Cuitláhuac
Xocoyotzin Cuauhtémoc

Figura 2.3. Dinastía azteca.

A la muerte de Acamapichtli gobernó su hijo Huitzilihuitl, luego el hermano de éste, Chimalpopoca; posterio

82Historia del Derecho mexicano

muerte de Ahuízotl, su sobrino Moctezuma Xocoyotzin, luego un herma-


no de éste, Cuitláhuac y finalmente un primo de ambos, Cuauhtémoc.
Con toda esta gama de fuentes, variadas y amplias es posible estudiar con gran profundidad el Derecho mexic

Lblos azntecraiosrpeus dyiecronteamprpeonrdáenreolas seuxypoesr.iencias de numerosos pue


Contaron con una estructura político-administrativa más amplia y compleja, a pesar de haber conservado s
Desarrollaron una amplia base filosófica y moral, sustentada en su concepción religiosa.

Los principios éticos se enseñaban a hombres y mujeres desde la casa y la escuela. La educación solía ser se
Enastucurariloeso, cquerdSoashaygúsnabaifoirsmaen:ti"geusogsrasnupviersgeünendzar nrueemsterdaioqua

El calpulli

Cblpulli equivale a cblpolli, aumentativo de cblli o "casa grande". Significa "barrio o suburbio, aldea o poblad
Cuando se fundó Tenochtitlan en 1325, se dividió la ciudad en cua- tro cblpullis (cuyos nombres y ubicacion
bien a la llegada de Cortés en 1521 eran 20 cblpullis.

ßß
Miguel León-Portilla, La filosofía náhwatl, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México,
1983, ,pág. 232.
ßC
Simeón Remi, Diccionario de la lengwa náhwatl o mexicana, América Nuestra, Siglo XXI, México,
1986, pág. 62.

2. El Derecho prehispánico 83

En cada cblpulli había a su vez una subdivisión en tlbxicbüis o clanes,


grupos de familias que reconocían un ascendiente común: el llamado bbuelo
o tbtb.
De esta manera, el cblpulli era un "barrio de gente conocida y de
linaje antiguo", como lo define el oidor y cronista Alonso de zorita en
su Breve y sumbrib relbción de los seũores de lb Nuevb Espbũb. Esto es así
porque había finalmente un parentesco entre las familias avecindadas
en cada
cblpuHllio.yPsoer ecsuoenétsateceoqnumivayleora
iunf aoromrgaacnióiznarceióspnedcetocalal nc. blpulli y su gran importancia
dentro de la organización azteca, como célula fundamental de su
estructura política. Con base en Víctor M. Castillo Farreras24 y com-
binando otras fuentes, se puede decir que el cblpulli era una unidad:
1. Políticb. Porque tenía su propio gobierno integrado por un consejo
de ancianos o tatas, jefes de los clanes o patriarcas, encabezados
por el de mayor prestigio, llamado tebchcbuh, quien era elegido
por los propios ancianos. Además, también elegían al cblpulleque
o jefe de barrio, entre las cabezas de familia más destacados por su
capacidad y por su honestidad. Igualmente era electo el tecuhtli,
guerrero famo- so por sus hazañas y al que se encargaba la vigilancia
del cblpulli y el adiestramiento militar de los varones que debían
prestar servicios en
ecbl
lepjuélrlceiqtouea,zetreacna.loOsttrlobscufuilnocsioo neasrciroisba
mnoesn.ores, y ya designados por el El cargo de cblpulli era de
elección y vitalicio, pues sólo se deja-
ba por mala salud física o mental, o por deshonestidad, en cuyo caso
se arriesgaban a sufrir la pena capital. El organigrama político del
cblpulli se muestra en la figura 2.4.

Consejo de tatas, presididos por el teachcauh

Calpulleque Tecuhtli
(jefe de barrio) (jefe militar del

calpulli)
Figu ra 2.4. Organigrama político del calpulli.

21
Víctor M. Castillo Farreras, Estructurb económicb de lb sociedbd mexicb, según lbs fuentes documentbles,
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México, 1972, pp. 73 y siguientes.

84 Historia del Derecho mexicano

Cada cblpulli tenía una insignia específica que se colocaba en su


estandarte de ricas plumas. Al conjunto de cblpullis le llamaban
cblpultín. Al mismo cblpulli en el nivel de los pueblos tributarios de
la Triple Alianza se le llamaba bltepetlblli.
2. Administrbtivb. Porque el renglón de lo que ahora se denomina
servi cios públicos era proporcionado a la comunidad por el
cblpulleque, que contaba con un grupo de esclavos para mantener
limpias las calles y
plaz paúsbdleicsau.
Lcbolspcubllip,uylldeiqsupeosnlílaevdaebhaonmlabcruesenatramdaedso
us poabralagcaióran, tsiazbaíralna cuántos nacimientos, defunciones
y matrimonios se efectuaban y dia riamente se reunían con el
cihubcoâtl para dar cuenta a éste del estado que guardaban sus
barrios. Recuérdese que integraban entre ellos el consejo del
tlbtocbn frente al tlbtobni, a manera de gran Senado.
3. Fiscbl. Porque el cblpulleque se encargaba de reunir entre todas las
familias de su barrio el importe del tributo, a fin de que en la fecha
convenida el cblpixque o recaudador lo recogiera. Por lo mismo, el
pago tributario o fiscal se pagaba por barrios y por pueblos, es decir,
era grupal.
4. Militbr. Porque cada cblpulli debía aportar un número determinado
de hombres para contribuir a la formación del ejército azteca. Estos
hombres eran designados por el cblpulleque] el barrio se obligaba a
pderol pcbolrpciuolnlia. rles armas y adiestramiento militar, éste a cargo deltecuhtli
5. Religiosb. Porque todo cblpulli contaba con su deidad propia, su
ante pasado mítico o nahual, su templo o teocblli (casa de Dios) y su
cuer po de tenochcbs o sacerdotes incluso con su día de fiesta local.
Esto fue muy importante para facilitar la evangelización por parte de
los misioneros cristianos, porque al formarse los barrios y pueblos
de la Colonia los dedicaron a una imagen religiosa. Así, los cuatro
prime ros barrios del centro de la vieja Tenochtitlan fueron, en la
ciudad colonial de México, los barrios de San Juan, San Pablo, San
Sebastián y Santa María o de la Merced. Hoy aún observamos la
importancia que tienen las festividades patronales de cada lugar.
6. Fbmilibr. Porque el cblpulli era un conjunto de linajes o grupos de
familias patrilineales (ambilaterales en el caso de los pillis o pipiltzines
7. Ro ensoidbelensc)i,bals.í como de amigos y aliados.25
Porque implicaba tenencia de la tierra en forma
nal, en chinampas y parcelas explotadas por cada familia, además de
;
Víctor M. Castillo F., op. cit., pág. 73.

2. El Derecho prehispánico 85

la casa habitación, que debía construirse de acuerdo con la posición


social de los habitantes del cblpulli.
Socibl. Porque los habitantes del cblpulli pertenecían a un mismo es trato social, pillis (nobles) o mbcehubllis
Culturbl. Porque, dado el mismo nivel social, los habitantes del cblpulli
presentaban similares formas culturales, vestidos, adornos, costum
bsurebsc,ueltucr. aE. n sentido estricto, formaban una subárea cultural o una
Económicb. Porque la actividad productiva era compartida por todos. Así, había cblpullis de alfareros, de fabr
Lbborbl. Porque las labores y sus responsabilidades se compartían entre los habitantes del cblpulli en edad pro

Por ello, el sujeto dentro del cblpulli podía hacerlo todo; fuera del mismo, estaba condenado a la miseria y al de
El cblpulleque asignaba las tierras de cada familia, que debían ser culti- vadas. Si en un ciclo agrícola no había co

A la llegada de los conquistadores la organización colectiva del cblpulli


fue desapareciendo paulatinamente, pero en lugares apartados de la in- fluencia europea aún subsiste.

Organización social

La sociedad mexica era estamentaria, es decir, se basaba en estamentos o estratos sociales, definidos por un estil

1. Los nobles, llamados pillis o pipiltzines. Esa nobleza era hereditaria, si


Ednetqreu e ldl oi sfrsuetadbisatninegruaínanpreosptios tdreslansivfeulnesc:io-

Los tlbtobnis, jefes de caciques.


Los tecuhtlis, señores o principales.
Los pillis o parientes subordinados a los anteriores.

86 Historia del Derecho mexicano

Todos ellos tenían acceso a una educación privilegiada, pero


debían mantener su dignidad y conservar sus tierras.
Los nobles se dedicaban al sacerdocio o eran grandes guerre- ros y comandantes militares.
Los pochtecas, comerciantes, quienes a veces hacían labores de espio naje y aun de embajadores, aprovechando los larg
Lseosdemcaíacenhawsaílepsoorqmueacseuhwnaolmtinb.reGseingtenicfoicmaú"ne,lequeivhaalecnetepeanpiltebnecyioas",
Los tamemes. Cargadores de oficio. Recuérdese que los aztecas no conocieron las bestias de carga, por lo que debían tr
Los mayeqwes. Eran tributarios de los pueblos vencidos por los azte cas. Se les consideraba hombres libres, pero debía
que se originó una especie de feudalismo.
Los esclavos o tlacollis. Podían serlo por varias causas:

a) Cautivos de guerra, porque no había canje de prisioneros; un individuo en estas condiciones era esclavo de q
`)Venta. El padre podía vender a un hijo por extrema pobreza y a condición de tener por lo menos cuatro hijo
Autoventa. En ocasiones extremas se vendía a sí mismo un sujeto o se llegaban a vender familias completas, a
Por delito. Ciertos delitos hacían caer en esclavitud al delincuen

te en favor de la víctima.
Los esclavos se dedicaban a los trabajos del hogar, a la limpieza de las calles y plazas y a la construcción de obras pú
A partir del famoso rey de Texcoco Nezahualcóyotl, legislador, filó- sofo, poeta, guerrero, juez y constructor, los h

2. El Derecho prehispánico87
cho romano.
Las causas de liberación eran:
El matrimonio con el dueño o la dueña, según el caso.
Por autorrescate, pagándole al dueño su valor comercial. Esto impli ca que el esclavo conservaba su propio p
pPosridbilsepeonsiecilóDnedrelcdhuoerñom, sainoq.ue para esa mbnumitió fueran necesa rias las solemnidades
Por escaparse del mercado de esclavos y poner un pie en excremento humano.
Por alcanzar "asilo" en el templo o en el palacio real.

Si el esclavo era obediente, debía manifestar su consentimiento para ser vendido a otro dueño; pero si era rebeld
De acuerdo con las consideraciones anteriores, tal vez no se trataba de una verdadera esclavitud, sino de una ser
La estratificación de la sociedad azteca se presenta en el cuadro 2.4.

Cuadro 2.4. Estratificación social azteca.


Estamento Composición
Tlatoani, huaytlatoani, tecpalcantecutli Gobernante supremo de origen divino

Tlatoanis Gobernantes menores o caciques

Tecuhtlis señores principales


Pillis Nobles subordinados
Pochtecas Comerciantes
Macehuales Artesanos y campesinos
Tamemes Cargadores
Mayeques Tributarios de los pueblos vencidos

Tlacollis Esclavos

Organización económica
En materia económica los aztecas evolucionaron mucho, tanto en el ámbi- to local como en el intercambio a gra

88 Historia del Derecho mexicano

el comercio que los pochtecbs tenían su propia organización, sus


administradores y deidades como Yacatecuhtli ("señor nariz", dios de los
que viajan).
Las expediciones mercantiles se planeaban y controlaban con
detenimiento. En ellas se invertía mucho y se corría gran peligro, pero las
ganancias lo compensaban todo. De las diferentes partes del Imperio
se traía todo tipo de mercaderías, algunas de las cuales, por su rareza,
eran
especLiaolsmpeoncthetedcebsseamdanstepnoíranlaepstorebclhacaiórenl.a
ción con los artesanos para com- prar sus mercancías, a fin de luego
revenderlas en el tibnguis o mercado. Para ingresar en el grupo de los
pochtecbs un individuo debía hacer méritos sufi- cientes, por lo que
generalmente acudía a una expedición y luego se presenta- ba ante las
autoridades de comercio para que lo aceptaran. Si así sucedía, el nuevo
pochtecb celebraba una fiesta para agradecerlo a los directivos.
Con el tiempo podía llegar a ser conductor de caravanas. Lo más
importante era llegar a ser un pochtecb que no tuviera que viajar, sino que
dirigiera sus negocios desde Tenochtitlan. La actividad comercial se
lla- maba pochtecbyotl y se celebraba en el tibnguis, que siempre era un
local cerrado; no había vendedores ambulantes. El símbolo del mercado
era un grupo de círculos concéntricos, con varias entradas y salidas.
En el mercado las mercancías se establecían por orden de géneros
(gprietoles , a v es ,egfrountaes ,. j oy sí,aetpce.)r;sotondaos
easrtmabadaesn onqriudpe nr cu yidnaobsaen eqscuuHechab
nabdaien pertubara la
paz pública y jueces para dirimir conflictos entre comercian- tes y entre
éstos y sus clientes.
El tianguis era un lugar concurrido. Se dice que sólo en el de
Tlatelolco se reunían diariamente hasta 60 000 personas. En el tianguis
no sólo se compraba y vendía, sino que también se podían contratar los
servicios de cargadores, peluqueros, etcétera.
Además, en los tibnguis y en los cblpullis o barrios había
médicos, parteras, odontólogos, especialistas en ceremonias fúnebres,
astrólogos y baños públicos, tanto para asearse como para exonerarse,
para lo cual usaban canoas como letrinas. Igualmente había lugares
donde se expendía comida y otros donde se podía albergar cualquier
visitante en Tenochtitlan. La mayor parte de los ingresos públicos
provenían del tributo de los
pueblos vencidos, de ahí la importancia de las guerras de conquista, pero
también del odio y resentimiento que tenían estos pueblos hacia los azte-
cas, lo cual fue luego aprovechado por Cortés.
El comercio se ejercía mediante el trueque o utilizando semillas de ca-
cao, manojos de plumas de aves preciosas, como el quetzal, o unas pequeñas

2. El Derecho prehispánico89
puntas de plumas rellenos de polvo de oro, todo esto a manera de
monedas. Se calcula la población de Tenochtitlan en 300 000
habitantes aproxi-
madamente, lo que para su época y circunstancia era ya una cifra exagera-
da, sobre todo si se toma en cuenta lo reducido del terreno disponible. De
cualquier manera, éste era muy bien aprovechado, pues en el centro de la
isla se encontraban unos 78 edificios entre los que destacaban el gran
tteeomcpblloli (t m pp l o ) aclocnóastul;dseedl
ojsuesgaolasd,elapedleotdHa;eueitlztilzoopQmopucbehtztl i y
n t li o l al ta r
Tdloánlodce; sel ponían los cráneos de los sacrificados, etcétera.
Para la agricultura se empleaban no sólo parcelas, sino también
chinampas, es decir, canoas o cajas rellenas de tierra para el cultivo
flotan- te, especialmente de hortalizas, lo que llamó mucho la atención a
los con- quistadores por su novedad, que llegaron a denominarles jbrdines
flotbn- tes. Son famosas las descripciones que sobre la ciudad, sus
tianguis y sus chinampas hacen en sus obras los cronistas Hernán Cortés,
Bernal Díaz del Castillo y fray Bernardino de Sahagún.
En nuestros días es interesante la descripción que hace la destacada
investigadora Ángeles González Gambio26 en torno a la figura de los
pochtecbs en el mundo azteca, de la siguiente manera:

Es sabido que los gobernantes, de manera especial Ahuízotl, los tenían en mucho
aprecio y les hacían obsequios y homenajes, aunque por otro lado les prohibían que hicieran ostentación de su riqueza. Gozaban d
Se consideraban a la misma altura que los guerreros distinguidos por su valen- tía. Cuando alguno moría en el camino, no se le en
Estos personajes cumplían importantes funciones; además de la comercial eran embajadores, espías y promotores culturales, y cua
La vida de estos mercaderes ocupa parte importante de la vasta obra de fray Bernardino de Sahagún y se conoce como Pochtecbyot
mPoerntitlelae.sEtundiealdla nposr ednotnerÁamngoesl dMe a"rcíaómGoarciboamyeynzsauroinlusatrserditsecníipduolso pMor

26
Ángeles González Gambio, Grbndezb mexicbnb b fin de milenio, Colección iYa Leíssste?,
Biblioteca del ISSSTE, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado, México, 1999, págs. 10 y 11.

90Historia del Derecho mexicano

hacían cuando llegaban", "del modo que tenían de hacer banquetes" y muchos capítu-
los más, verdaderamente fascinantes.
Llama la atención conocer el refinamiento y pulcritud que guardaban en sus ceremonias. Cuando llegaban a su casa por la noche,
De las provisiones que hacía un pochtecb para la ceremonia de purificación nos dice Sahagún: "preparaba maíz y frijol y grano de
ngeucaejosliotatresto, udnoas,s soecrháeanytaudoacpieanrapqieuzeasn,olutegnogacnomsepdr.aCbaompeprrraobsa, qcuheilsee, revnía

Finalmente diremos que en la compraventa el comprador tenía derecho de arrepentirse y en este caso se le d
Se sabe, además, que se hacían préstamos que no producían interés.
Instituciones militares

Desde la época de la peregrinación los aztecas se caracterizaron por ser un pueblo guerrero, al grado de que
Se dice que con anterioridad al reinado del primer tlbtobni Acamapichtli (1375 d.C), los caudillos o dirigente
csíbmlpbuolllioso denscuardeagipóunebdleoosreigdeinf.erLeonscigaubeanrrernotsresismí ploers loa siin sg

2. El Derecho prehispánico 91
en alto, amarrado con cuerdas o cintas. Igualmente usaban peinados y
cascos con cabezas de águilas y jaguares, sus dos órdenes militares
supremas.
En la época de Izcóatl el atuendo militar se hizo más complejo y ele-
gante. Los grandes penachos y estandartes de plumas de bellos colores
eran verdaderamente ostentosos. También se usaron camisas de algodón,
cuero y plumas para proteger el pecho y la espalda de los dardos enemi-
mgoasd, eyral,opslucmhiamsb, lalligo deósncuydcous e erora. n verdaderas
obras de arte, hechos de Para estos bellos atuendos se utilizaban
asimismo pieles de coyote y
de caimán, con las que solían hacer también sus sandalias o huaraches.
Los portaestandartes llevaban a la espalda los banderines con los
colores de sus batallones. Su primer comandante era el telpochtlbtoque,
jefe de 400 hombres; muy importante era además el tlbcochcblcbtl o
jefe del arsenal, decían ellos "jefe de la casa de los dardos", puesto que a
él corres- pondía la distribución de las armas para el combate.
La instrucción militar se proporcionaba en los cblpullis y estaba a
cargo del tecuhtli, personaje del que ya se hizo alusión.27 En principio,
todo varón era un soldado del ejército mexica, pero sólo los'nobles o
pillis tendrían jerarquía militar. A la guerra se enviaba a los hombres
a partir de los 20 años, pero si era preciso iban desde los 12 e
igualmente
afilgousnofísaainmcpialnicoasbacpur
uTnodaoltso lsoerhvaicíiaon aclons gduiosstoe,s.ya que su
deísatnaracopneleallro.
A partir del Übtobni Moctezuma Ilhuicamina se estableció el xochiybyotl
(guerra de las flores o florida, en virtud de que solía hacerse en
tiempos de verano), que era una guerra convencional entre la Triple
Alianza (Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba) y otra alianza tripartita
(Tlaxcala, Cholula y Huejotzingo), para hacerse mutuamente prisioneros y
luego sacrificar- los a sus dioses respectivos. Por eso, por tratarse el
xochiybyotl de una guerra periódica y pactada entre ambas partes
beligerantes, Modesto Seara Vázquez la llama bntitrbtbdo de pbz.28
Lo cierto es que gracias en gran medida al xochiybyotl los aztecas
lo- graron extender de manera significativa sus conquistas.
El ejército azteca contaba además con un importante cuerpo de
es- pías, exploradores, zapadores y mensajeros. Al enemigo se le hacían
tres
notificaciones con 20 días de intervalo cada una para que se entregaran
voluntariamente a las armas aztecas, con lo cual podían conservar sus au-
21 Véasetodo lo referente a la organización del cblpulli. 28
Guillermo Floris Margadant, op. cit., pág. 20.

90 Historia del Derecho mexicano

toridades y cierta autonomía a cambio de pagar tributos aceptar


deidad azteca en sus templos y prestar servicios personales y militares a los vencedores. De no acatar esas
Las armas ofensivas y defensivas eran macanas de obsidiana, cuchi- llos de pedernal, arcos, flechas, dardo
tivo todo y generalmente hechos de madera, pieles, piedras y plumas.
La tenencia de la tierra

El propio Hernán Cortés señala que los aztecas no conocían la propiedad privada en virtud de la importanci
Hoy esta afirmación es cuestionable, y podemos señalar los tipos de propiedad agrícola entre los mexicas qu

Iubmra 0.4. Tipos de propiedad agrícola entre mexicas.

1. Propiedad pública o del Estado Destinada a sostener a:

Tlatocalli El tlatoani
Tlatocamilli La familia del tlatoani

Tecpantlalli Los funcionarios de palacio


Teopantlalli Los sacerdotes
Milchimalli Los guerreros

Cacalomilli El avituallamiento de las tropas


Yaotlalli Los embajadores
2. Propiedad comunal o de los barrios Destinada a sostener a:

Calpullalli Cada familia de los barrios o calpullis


Altepetlalli Cada familia en los pueblos tributarios

3. Propiedad "privada" Propiedad de:

Pillalli Los nobles de menor jerarquía


Tecpillalli Altos nobles o de alcurnia
Tlatocatlalli Los tlatoanis

2. El Derecho prehispánico 93
aproximadamente a 3.5 metros cuadrados. Sus tierras de labranza eran a base de coa o huictli, bastón sembrad
En cuanto a la disponibilidad de la tierra, podía ser arrendada o
usufrLuacstutaiedraraos lelastmaradvasc dane tper. opiedbd privbdb eran obtenidas por el tlbtobni o por los nob

Estructura judicial

Había una jerarquización judicial que permitía un sistema de apelación, lo que lleva a deducir que el proceso az
hubles) y a los nobles {pillis). A la justicia la llamaban tlbmelbhubcbchinbliztli
("ordenado o recto"). El juez de primera instancia era denominado teuctli o

Iubmra 0.3. Clasificación de los trabajadores del campo.


Categoría Desempeño agrícola

Comuneros o tecalleques Usufructuarios de las tierras del calpulli o


de los altepetlalli

Renteros Para labrar tierras de los nobles o del Estado

Mayeques Campesinos de los pueblos reunidos que


cultivaban tierras de los vencedores como un servicio personal

29
Víctor M. Castillo Ferreras, "Fuerzas y relaciones mexicas de producción', en Historib de México, op.
cit., tomo 4, pág. 872.

94Historia del Derecho mexicano


ba al del sujeto, como por ejemplo, Popoca tecuhtli. El cargo era de elec-
ción popular, por parte de los jefes de familia de cada barrio o cblpulli, si
bien la designación oficial la hacía el tlbtobni y era de desempeño anual.
La competencia jurisdiccional era sólo para casos civiles o penales de
poca monta que se suscitaran entre los vecinos del cblpulli. Había
tecuhtlis para nobles y para plebeyos.
gadosTadme brieégnuslaere leagcíaonednucatadadbearlariso
foamdeilimasanyerdaeanunacliar sutojedto stiepnocadre- irregularidades que
observaran. Éstos eran los centectlbpixques, e igualmente se contaba con
algunos hombres armados para aprehender a los delin- cuentes.
Se tenía preferencia porque el teuctli fuera elegido entre los hombres
cultos o los militares, que hubieran egresado del Cblmécbc, de buenas
cos- tumbres, prudente y sabio, no dado a la embriaguez ni a recibir
regalos o halagos. Se les asignaba también algunas tierras y esclavos
para que no tuvieran necesidad económica y se dedicaran de lleno a
sus funciones. Ese beneficio sólo duraba mientras ejercían su cargo. Los
vecinos debían ofrecerles agua y leña de forma gratuita.
A cambio, eran severamente reprimidos si llegaban a incurrir en fal-
tas, por ejemplo, si recibían obsequios o pedían algo por sus servicios; los
demás jueces los reprendían. Si no se corregían eran trasquilados y priva-
dos de sus cargos, lo que era tenido por verdadera infamia. En casos gra-
ves eran condenados a muerte y se les derrumbaban sus casas. En caso de
mala interpretación del derecho, también podían ser condenados a muerte
y otro tanto sucedía si conocían de causas propias o si falseaban los
datos del proceso.
A veces el tlbtobni o el cihubcóbtl enviaban a personas ante el
teuctli para tratar de sobornarlo, a fin de comprobar si era susceptible de
aceptar regalos o dádivas, para obrar entonces en consecuencia.
Arriba de los teuctlis estaba el tribunal llamado tlbcxitlbn o tecblli, inte-
grado por tres o cuatro magistrados o tlbtoques tecutécbtl nombrados por
el tlbtobni y presididos por el tlbcbtécbtl. Eran de carácter vitalicio y sólo
podían ser removidos por mala salud física o mental, debido a su avanza-
dra. eEdsatde, soupclraermo,o ptorirbfuanltalr s ae
sduisvdideíbaeerens,dcosnsalalas sp, eunas qpuareaejsutozgmareraecloies-
nobles {tlbcxitlbn) y otra para juzgar a los plebeyos (tecblli). Ese
tribunal intermedio podía condenar a muerte, pero debía obtener para ello
la au- torización del tribunal del tlbtobni. Para los asuntos más graves se
recurría al tribunal del tlbtobni, a veces presidido por el cihubcóbtl, cada
24 días.

2. El Derecho prehíspánico 94
Este tribunal constaba de unos 12 o 14 magistrados, que tenían su sede en
una sala especial del palacio.
En Texcoco se alcanzó mayor complejidad en la justicia, gracias
al cuidado y criterio de Nezahualcóyotl; así, hubo una Corte Suprema
inte- grada por tres salas de cuatro jueces cada una y un pleno de 12
magistra- dos designados por el tlbtobni de Texcoco, quien los presidía.
Las salas de esa corte eran la civil, la penal y la militar; incluso se ha
dreicsuheoltqous enloúsltaismuantionstmanicl ita rens edsea
sTaelanomchiltiittalrandeyladecoTrtaecudbe aTseoxlcíoancos. er Además,
había tribunales especiales como el de Tecpan, que era de orden militar
y se denominaba tequihubcblli tecpilcblli ("casa de los guerre- ros"), con
tres jueces: el tlbcotecbtl (presidente), el cubuhnochtli (represen- tante del
ejército) y el tlbilotlbc (experto en asuntos militares y de grandes nobles).
Aparte había un tribunal de guerra con cinco capitanes que fun- cionaba en
pleno campo de batalla; tribunales religiosos para juzgar a los tenochcbs o
sacerdotes; un tribunal para asuntos del mercado o tianguis y otro para
juzgar a los comerciantes o pochtecbs, y aun juzgados entre los
estudiantes.
En todo proceso el acusado debía contar con un abogado o tepbntlb-
tobni ("el que habla por otro"), profesión noble que se estudiaba en el
Cblmécbc. Mientras eran estudiantes solían acudir a las audiencias con
los
t eu c t li s o c on l o s t lb to
l o s q u i pb le s o a s ie n to s
q u e s ( ju e c e s o m a g i s tr a d o s ) y
d e l o s fu n c i o na ri o s j u d i ci a l es ,
es t a r d e p i e a t rá s d e
p a r a a p re n d e r o b se r - vando las actuaciones de justicia. Así lo
vemos en los códices respectivos.
Todo juzgado contaba con un tecpoiotl, o "mandoncillo", según
Sahagún, un joven que notificaba, a manera de un actuario moderno;
y con un cubuhnoch o ejecutor para llevar a cabo las sentencias. La
organiza- ción judicial azteca y texcocana se muestran en la figura 2.5.

Merecho procesal

Entre los aztecas el procedimiento era oral, pero se levantaba un testimo- nio de todo lo actuado a manera de expedien
La carga de la prueba era para el acusador. La prueba podía ser testi- monial, confesional, presuncional o documenta

93 Historia del Derecho mexicano


supremo tribunal del
tlatoani, a veces
presidido por el
cihuacóatl y 12 o 14
magistrados
(tlatoques) Tribunales especiales
Foráneos En cada calpulco o
calpulli rural
Última apelación
Militares Tequihuacalli o
tecpilcalli
De guerra en el
Tlacxitlan para pillis campo de batalla
(nobles) o tecalli De grandes El mismo tecpilcalli o
para macehuales nobles tequihuacalli
(plebeyos)
De comercio Los tlahtocáyotl para
Tres o cuatro comerciantes o
magistrados pochtecas para
{tlatoques) presididos asuntos ocurridos en
por el tlacatécatl o el mercado o tianguis
tecutécatl. De
carácter vitalicio De los gremios Como plumarios,
joyeros, etcétera.

Conocían todo
de asuntos de tipo
mediana De menores o En cada colegio, el
estudiantes juez supremo era
importancia Huitznáhuatl

Organización judicial en Texcoco


Tecuhtlis o teuctlis
Corte Suprema
Jueces menores Tres salas:
electos anualmente en a) Civil
cada calpulli. su b) Penal
nombramiento lo hacía c) Militar
oficial el tlatoani. Había
para nobles y para * 12 magistrados o tlatoques. En cada sala,
plebeyos cuatro.
* Preside las salas y el pleno el tlatoani de
Conocían de todo tipo de Texcoco

aimspuoonrrttoasncdiie
Tecuhtlis o teuctlis
a,pcoivciales, penales o Jueces menores anualmente e cada
mixtos. calpulli

Figur a 2.5. Organización judicial azteca.

2. El Derecho prehispánico 97
do códices). En ocasiones se aceptaban los careos, el juramento liberatorio, la inspección ocular y la reconstru
Las audiencias podían ser públicas o privadas, a decisión de los jue- ces. Tenían ya la noción de días y horas h
Como ya se dijo, entre los aztecas siempre existió el sistema de apela-
cdeiólntlbyhetsocdbundosSoupsirehmaboíaTruinbuna oalddoeslitnlbsttoanbcniia, scuhyaostsafal lelogsarer
Para los juicios civiles se requería una demanda (tetlbitlbniliztli), a la
que recaía una notificación {tenbnbitiliztli) librada por el teuctli. En lo pe- nal se procedía, por denuncia o po
Se conocían las cárceles, hechas de madera, a manera de "paloma- res", y se llamaban telpiloybn ("lugar de pr
A veces también la llamaban los aztecas cubuhcblli ("casa de enjaula-

dos"), y a lpl íe t el bnct rbal bl i a, n los condenados a muerte o al sacrificio. Hay que
agregar el donde estaban los presos por faltas leves, generalmen-
te castigados con trabajos.
De todo lo anterior se deduce el alto sentido de justicia y la importan- cia que su impartición tenía en las respo

Derecho penal

Como en casi todos los pueblos de la Antigüedad, el Derecho penal era muy severo; así, tenemos como princ

1. Delitos contra la seguridad del Imperio: Traición al soberano, espio- naje, rebelión y hechicería que atrajer

98Historia del Derecho mexicano


La embriaguez constitutiva de delito. Sin embargo, el o pulque
podía ser administrado con autorización del juez a ancianos,
enfer- mos y parturientas. En fiestas podían consumirlo personas de
mayor edad. Si un plebeyo se embriagaba, se le quemaba el pelo
públicamen- te, se le demolía su casa y perdía sus bienes. Si era
noble, se le conde- naba al destierro o a la muerte (si la embriaguez
había sido dentro del palacio).
EmElulernteo,csiinsioe.dSaebacalastrigeianbcaidceonciqau. ema del
cabello en público o con La mentira en la mujer o en los niños. Se
castigaba con pequeñas incisiones en los labios y en la lengua; en
hombres adultos, arrastrán- dolos hasta la muerte.
La homosexualidad era un gran delito. Si se había dado sodomía, el
sujeto activo era empalado (se le introducía un palo por el orificio
anal para atravesarlo y sacarlo por el cuello); al sujeto pasivo le
ex- traían por el ano las entrañas.
Si un sacerdote o una sacerdotisa realizaban actos sexuales, eran
muer- tos e incinerados en el propio templo.
El aborto era castigado con pena de muerte para la mujer y para sus
cómplices.
El adulterio era castigado con la muerte de la adúltera y su cómplice,
elonvgoelnveiéranld, oelosadeunltuenriopedtaetlematardidos
ycoanhtoragásnudcoólonsyuengelanloageuranac.aPstoir- gado.
El homicidio era penado con la muerte, salvo que la viuda solicitara
la esclavitud del homicida, a su favor. La riña y las lesiones daban
origen a indemnización. La violación, el incesto y estupro
merecían la pena de muerte. En Michoacán, al violador le abrían
6. con una navaja de obsidiana las comisuras de los labios hasta las
orejas y lo empalaban después. En ocasiones, algunos grupos
10 prehispánicos mutilaban sexualmente al violador.
. Suplantación de un cargo público: pena de muerte. El robo de 20
mazorcas por hambre, si era de primera vez, se perdonaba (robo
1 famélico), pero si excedía esa cantidad o era en reincidencia,
. podía ser castigado con esclavitud o con pena de muerte,
según la
gravedad del delito cometido. Los aztecas acostumbraban dejar las
primeras cinco líneas de los zureos, en las orillas, para que los cami-
nantes pudieran arrancar y comer las mazorcas. Era una obra de cari-
12. dad (aún hoy se practica en algunos lugares y la llaman la viudb,
13.

2. El Derecho prehispánico99
costumbre parecida a la que consigna la Biblib en la historia de Ruth, cuando los pobres podían recoger el grano q
El fraude y el abuso de confianza hacían caer en esclavitud.
El parricidio o el filicidio eran sancionados con la pena capital. Igual
sEulcexdhíaibailchioijnoisqmueo,aplzoar aejleamvpolzo, dl evqaunitearnaslea bmañnaora psúubslpicadmr esn.

Se distinguía entre delito doloso (castigado con pena de muerte)


y delito culposo (con indemnización), pero se castigaba igual al
delincuente que a sus cómplices y encubridores. Si se trataba de un noble
el castigo era más severo que si el delincuente era plebeyo. La
prostitución femenina no era castigada, pero a la mujer pública se le
pintaba el rostro para infamarla y marginarla socialmente. La prostitución
masculina era penada con la muer- te. Igual pena se aplicaba a quien
usara vestidos de otro sexo o de otra clase social.
La pena de muerte se aplicaba por ahogamiento, ahorcamiento, lapi-
dación, agotamiento, apaleamiento, degollamiento o desgarramiento del
cuerpo.
El hecho de que los aztecas no se embriagaran y no usaran armas
más que en la guerra hizo que el orden público no se viera alterado30
con fre- cuencia y que los casos de lesiones en riña fueran menores.
Hasta los 10 años de edad el sujeto era considerado inimputable.

Derecho fiscal

Puesto que Tenochtitlan era un islote con pocas perspectivas de creci-


miento y producción, fue mediante el tributo de los vencidos como logra-
ban los aztecas hacerse de los recursos económicos que necesitaba su pue-
blo en expansión. De ahí la importancia de las guerras de conquista de los
pueblLossv tercibinuot sos(psreóxpiamgaobs aon deinstaenstpesc)i.e y
con periodicidad muy breve. Los encargados de recogerlo eran los cblpixques,
quienes recorrían el Im- perio para recaudar el tributo. Si se les atacaba o
siquiera se les hacía obje-
" Guillermo Floris Margadant, op. cit., pág. 27.

100 Historia del Derecho mexicano


to de una descortesía, se consideraba ésta como causa de guerra contra el pueblo en donde hubiera sucedido e
Los cblpixques debían ser honestos en todo momento; de lo contra- rio, se exponían a la pena de muerte. Ren
La carga de tributación era excesiva, por lo que los pueblos tributa- rios se sentían oprimidos por los aztecas.
dene qsu eluCcohratécsocnotrnatalroas cmonexailciasd.os como los cempoaltecas y los tlaxcaltecas A manera d
Todo se pagaba anualmente o dividiéndolo en cuatro pagos al año. La Triple Alianza se dividía el tributo de l

Tenochtitlan:40%
Texcoco:40%
Tacuba:20%
Los nobles no pagaban impuesto, pero se aprovechaban por medio del tlbtobni y del cihubcóbtl de sus benef
Desde luego, también se tributaba frijol, chile, calabaza, haba, maíz, cacao y frutos diversos. Estos productos
La cuantía del tributo dependía de la riqueza de la región y de la

resistencia que hubiera presentado a la conquista azteca. La periodicidad


solía ser de 80 días, medio año o un año. En tiempos de Moctezuma Xocoyotzin había 38 regiones tributarias

2. El Derecho prehispánico 101


Los cblpixques se hacían acompañar de tlbcuilos para anotar todo lo recaudado. Se entendían con los caciques o je
Con lo recaudado los aztecas satisfacían sus propias necesidades y además afrontaba los gastos de la Corte, de los
las obras públicas.
Derecho familiar y educación

Para los aztecas la familia era una institución básica y siempre mostraron gran respeto por ella. De alguna manera
La familia era patrilineal. El matrimonio solía ser monogámico, pero los nobles podían tener varias esposas, si bie
Existía la costumbre de casarse la viuda con el hermano del marido fallecido, costumbre que se llama levirbto, to
La mujer ocupaba un lugar inferior en la vida social y familiar. Se le acostumbraba desde niña a ir al mercado y h
Cuando estaban embarazadas, si había un eclipse o al finalizar el ciclo o siglo de 52 años del calendario azteca, er
ejalsnoiñeon neal ctiemra scoaml yo suenlemsotnapstarbuao.laSci amraocríoan udneapmarátsoc,aerarapnadraei

Silvia Garza Tarazona, Lb mujer mesobmericbnb, Colección Mujeres en su tiempo, Planeta, México,
1991, pág. 30.

102Historia del Derecho mexicano


Según la mitología, los hijos eran concebidos en un lugar privilegia-
do del cielo, directamente criados por Ometecutli y Omecíhuatl, la pareja
divina original, y luego enviados los niños a sus padres terrenos, por
lo que eran vistos con gran regocijo y cariño, como un don del cielo o
un regalo de los dioses.
La mujer preñada debía esperar a sus hijos con tranquilidad y sosie-
go; no debía llorar, ni sufrir, tener penas, ni enojos, ni sustos para no
ahbijor,tanri. cNomo edrebtiíearrba ñoatriszea cpoanra qguea nmou sye ceanlifenrmteapranraenlloa
qyuelmnairñoa, snui
mascar tzictli (chicle) porque a la criatura se le endurecía el paladar.
No debía hacer esfuerzos, ni mirar algo rojo para que el niño no
naciera "de lado" (sic).
Al momento del nacimiento, al extraer al niño la partera decía un
discurso manifestándole que venía a un mundo de trabajos, fatigas, penas
y aflicción y pedía por ello la intervención bienhechora de los dioses. Se
le colocaban en las manos al niño pequeño objetos propios de su sexo
(ar- mas o implementos de cultivo para los varones y trastos o escobas
para las niñas). Con el cordón umbilical se hacía un atado que se
depositaba en el hogar en caso de las niñas o en el campo de labranza o
de batalla para los varones. Con ello se simbolizaba que la mujer quedaba
atada a su casa y el varón, en cambio, debía buscar la vida fuera del
hogar.
mienEtol, npomr berjemqpuleo,seCleesÁcdbabtla (ua nlo scanñiñao);s eclondsetsaibganadeol pdíoar
dsue s upandarceis-,
por ejemplo, Citlblcohub ("el que adquiere estrellas"); el de la familia de
su padre, por ejemplo, Popocb ("humo"), y un cuarto nombre mágico
que sólo debía ser conocido por el btonbltli (sacerdote agorero), los
padres del niño y, claro, éste mismo, porque tenía poderes mágicos y era
selecciona- do por ese sacerdote consultando los buenos o malos
augurios del naci- miento de la criatura. Por ejemplo, Titil (escogido)
quedaría así: Ce Ácbtl Citlbcohub Popocb Titil. Lo más seguro es que
fuera conocido simplemen- te como Citlacohua.
Los misioneros se asombraron del amor que los padres aztecas pro-
fesaban a sus hijos; de ellos decían que es la gente que más ama a sus
hijos en el mundo. A diferencia de lo que sucedía en otras culturas, y sobre
todo en España, los padres preferían tener hijas porque las sentían más
vinculadas a la
familia y más amorosas.
Se cuidaba la dieta de los menores para evitarles enfermedades. Ni-
ños y niñas debían comer media tortilla de los tres a los cinco años; una
de los seis a los 12, de esta edad a los 14 una y media y de los 14
años en adelante dos tortillas. No eran partidarios de dormir mucho, por
lo que a

2. El Derecho prehispánico 103


los niños y niñas los despertaban de madrugada para que ayudaran en las
tareas del hogar.
Al respecto dice el Códice Mendocino: "mira que no seas
dormidora, despierta y levántate a la medianoche... que de noche te
levantes y veles... echa de ti presto la ropa, lávate la cara, lávate las
manos, lávate la boca..."
Se hacía siempre, en el hogar, la distinción entre hombres y mujeres.
Así, las mujeres solteras no podían sentarse a la mesa con sus hermanos o
con nLinogs úanztheocmasbererahna stuamqaume esnet ec alsi amr pa ni o. s.
Toda casa, por humilde que fuera, tenía su temascal o pequeña cavidad de
tabiques y piedras que ca- lentaban con leña, como verdadero sauna,
frotándose el cuerpo con fibra de maguey. Al salir de ese baño de vapor
se metían a tinajas de agua fría, que según Cortés, "...parece muy dañino",
pero que en realidad los mantenía sanos y frescos. El baño era diario para
todo tipo de edades y se conside- raba causal de divorcio que la mujer,
con frecuencia, no tuviera prepara- do el temascal y la comida al regresar
su marido del trabajo cotidiano, así como también la halitosís o mal
aliento de cualquiera que lo padeciera; por eso mascaban yerbas
olorosas. Su ropa, aun entre los mbcehubllis, siem- pre estaba impecable,
ya no se diga en el caso de los altos nobles; se sabe que Moctezuma
Xocoyotzin se bañaba tres veces al día, sin repetir vesti- mentas. Había
incluso una deidad de los baños llamada Yoblticitl.
Los niños eran castigados con severidad por sus faltas, a veces se les
colocaba de bruces sobre un brasero con humo de chile o se les atravesaba
el cuerpo con espinas de maguey.
El padre Motolinía detalla los siguientes aspectos de la formación de
los niños mexicas:32
Es de uso general entre las madres bañar desde que nacen a sus niños chiquitos que traen a cuestas, en los arroyos o ríos o fuentes, l
Esto guardan también los indios al pie de la letra: que como los grandes, así hombres como mujeres, usan cargarse (las mujeres ponien

2
Toribio Benavente, R. P. o Motolinía, Historib de los indios de lb Nuevb Espbũb, Editorial Nacional,
México, 1967.

104Historia del Derecho mexicano


llevan, sino para que se hagan a la costumbre de echar sobre sí aquel yugo cuando sean grandes. Y cuando son de ocho a diez años c
bderesde sluotuiesranra. Yedade, asquus ípardorceesdyeanytosdloes leojserfciliótasnofeonshaoneensteoñsaerjqeruceicaiolsosy mtrao

A continuación se transcriben algunos fragmentos de las pláticas y amonestaciones que hacían los naturales
Plática y exhortación que hacía un padre a su hijo

Hijo mío, criado y nacido en el mundo por Dios, en cuyo nacimiento nosotros tus padres y parientes pusimos los ojos. No sab

pecado o erró en algo. No afrentes a los tales ni les quieras mal.


No hieras a otros, ni des mal ejemplo, ni hables demasiado, ni cortes a otros la
plática porque no los turbes, y si no hablan derechamente, para corregir los mayores, mira bien lo que tú hablas. Si no fuere de
Con mucho trabajo, hijo, hemos de vivir: yo con trabajos y sudores te he criado, y así he buscado lo que habrías de comer, y p
Mira, no presumas mucho aunque tengas muchos bienes, ni menosprecies a los que no tuvieren tanto, porque no enojes a Dios
Si vivieres, hijo, con otro, ten cuidado de todo lo que te encomendaré, y serás diligente y buen servicial, y aquel con quien viv
olvideCs,oni edsetotis loavsidsoesetechceiñso. y fortifico, y te hago misericordia. Mira, hijo, que no los

Respuesta del hijo


Padre mío, mucho bien y merced habéis hecho a mí, vuestro hijo. Es así lo que decís, que con esto cumplís conmigo, y no tendré ex

2. El Derecho prehispánico 105


rio de lo que me habéis aconsejado. Vuestra carne y sangre soy, por lo cual confío que otros consejos me daréis. Yo os doy las gracias, y

De otra exhortación que hacía un indio labrador a su hijo ya casado


Hijo mío, estés en buena hora. Contigo tienes a punto tus sandalias, bordón y azada, con lo demás que pertenece a tu oficio, pues eres labr
más hijo, sino que estés en buen hora.

De otra exhortación que una madre hizo a su hija


Hija mía de mis entrañas nacida, yo te parí y te he criado y puesto por crianza en concierto, como linda cuenta ensartada; y como pi
de la hilaza y de la tela y de la labor, y serás querida y amada, y merecerás tener lo necesario para comer y vestir, y así podrás tener

consolada. Y por estos beneficios no te olvides de dar gracias a los dioses. Guárdate
de darte al sueño o a cama o pereza. No sigas la sombra, el frescor, ni el descanso que acarrean las malas costumbres y enseñan rega

106Historia del Derecho mexicano


te excuses. No digas que harás lo que no puedes; si otra fuere llamada y no fuere presto al mandado, ve tú con diligencia. No
No tomes por compañeras a las mentirosas, ladronas, malas mujeres, ca lejeras, ni perezosas, por que no te dañen ni perviert

tenles acatamiento y hazles reverencia y luego toma el huso y la tela o lo que allí vieres
que conviene hacer y no estés mano sobre mano.
Cuando te casares y tus padres te dieren marido, no les seas desacatada, mas en mandándote en hacer algo, óyelo y obedece

Agradecimiento de la hija a su madre

Madre mía, mucho bien y merced habéis hecho a mí vuestra hija. Con vuestros sudo- res me criasteis y me mantuvisteis, y aún n

Dios por bien que mereciese yo tomar algo de tan buenos consejos, porque siendo yo
la que vos deseáis, halláis vos parte de los bienes que Dios me hiciere. Yo os lo agradezco mucho, consolaos, madre mía.

En cuanto a su régimen educativo formal, a partir de


Moctezuma Ilhuicamina se ordenó que en cada barrio hubiera una
escuela para for- mar a los jóvenes y ejercitarlos en religión, buena
crianza, penitencia, cos- tumbres, ejercicios de guerra, trabajos
corporales, ayunos, disciplinas y autosacrificios. Estos colegios debían
estar bajo el cuidado de maestros y de ancianos respetables, que
vigilaran la castidad de los alumnos, so pena de la vida si eran
negligentes.
A la palabra de los sabios y su testimonio le llamaban
huehuetlbtoni (antigua palabra o palabras de ancianos) y los tenían en
alta estima. Por eso se puede decir que su educación era esencialmente
tradicional. El tra-
d i c io n a l i s m o e s e l i nt e n t o p e d a g ó g i c o
m e r a t r a n s m is i ó n d e b i e n e s c u l tu r a l e s
d e b a sa r e l p r oc s o e uc a t iv o e n l a
p or e l c o n o ci m ie n to de u s o s y c o s - tumbres del
pasado, sin acoger nuevas adquisiciones.33

' Francisco Larroyo, Historib compbrbdb de lb educbción en México, 9a. ed., Porrúa, México, 1970, pág. 69.

2. El Derecho prehispánico107
Al maestro lo llamaban Tembchtibni (el que da sabiduría a los ros-
tros ajenos), puesto que el verdadero sentido del hombre, como ser racio-
nal, está dado en su calidad moral e intelectual, de aquí que destacaran las
palabras rostro y corazón como sinónimos de la formación del hombre.
Había dos instituciones educativas, el Calmécac y el Telpochcalli,
que funcionaban de la siguiente manera:
El Cblmécbc era un centro de educación superior, cuyo nombre aludía a la
mdóan eorahicleorma)o.3e4
sEtanbéalnpsrietduoadmoisnlaobsa alpapofsoernmtoacsiyónsarleolnigeiso:scab
yllial(lcí asai)s,tímaneclbotsl p(cilolris- o nobles. Su disciplina era muy
rigurosa y el plan de estudios costaba de tres grados, cada uno con
duración de cinco años, para obtener los grados de tlbmbcbzto (especie de
monaguillo), tlbmecbztli (como diácono) y tlbnbmâcbc (sacerdote). También
se estudiaba en ese lugar la astronomía, la astrología, la medicina, la
historia, la abogacía y el oficio de tlbcuilo o escribano.
El Telpochcblli era la casa de la juventud o de los jóvenes [de
telpoctli (joven) y cblli (casa)], en donde se daba preferencia a la
formación militar. Por lo general aquí acudían los mbcehublli, pero era
posible también el ingreso de pillis o nobles. El arte de la guerra se
enseñaba de una manera práctica y se trataba de habilitar a los alumnos
en el autocontrol de su cuerpo y en el desarrollo de su resistencia al
dolor y a la fatiga. Los gra- dos que se obtenían eran: instructor o
tibcbch, jefe de instructores o
telpuchtlbto y director de instructores o tlbcbtécbtl. Curiosamente, en este
plantel la disciplina era un tanto más relajada.
Tanto en el Calmécac como en el Telpochcalli había un anexo
para niñas, de donde egresaban para contraer matrimonio o bien,
decidían servir al templo de por vida; algunas también podían ser
parteras, sacer- dotisas, comerciantes o sirvientas.
Existía también el Cuicbcoblco ("casa del canto"), en donde se
enseña- ban las artes, especialmente la poesía, la oratoria, la danza y el
canto. Por este último los aztecas tenían especial interés y procuraban que
sus hijos lo aprendieran desde muy pequeños.
Por otra parte, era una obligación básica de los padres, cualquiera
que fuese su nivel socioeconómico, procurar la educación de sus hijos.
"Es admirable que en esta época y en este continente, un pueblo indígena
de América haya implantado la educación obligatoria para todos y que no
hubiera un solo niño mexicano del siglo XVI, cualquiera que fuese su
origen social, que estuviera privado de escuela."3
31
Miguel León-Portilla, op. cit., pág. 378.
** Miguel León-Portilla, Lb educbción entre los mexicbs. Historib de México, pág. 891 .

108Historia del Derecho mexicano


Sahagún afirma que siendo un recién nacido, ya los padres ofrecen
ante el templo que a la edad convenida (aproximadamente siete años) lo
enviarán al Calmécac o al Tepolchcalli para realizar su instrucción.
El destino final de hombres y mujeres era el matrimonio, que
celebra- ban entre los 15 y los 22 años de edad. Se dice que en Tlaxcala si
un varón pasaba de 25 años sin casarse, le quemaban el cabello
públicamente, lo que era tenido como gran afrenta.
S i e l
contr ae rm
v a r ó n s e e n c o n tr a b a t o d v í a c u r sa n d o s u s
at r i m o n io , s u p a d r e d e b ía o f re c e r u n a ri c a
e s tu i o s a l p re t n d er
c o m id a a l o s m a es t ro s y directivos, al concluir la cual, y
mientras fumaban las hojas de yetl (tabaco), les manifestaba que su hijo,
siendo un "ingrato", ya quería alejarse de ellos y formar su hogar, por lo
que les rogaba lo comprendieran en su torpeza y le otorgaran su
autorización. Casi siempre los maestros terminaban por acce- der, no sin
llenar de reproches y de consejos al joven pretendiente.
La familia podría basarse en el matrimonio o en el concubinato, pero
en todo caso se organizaba bajo la potestad del varón, por lo que era
patriarcal. Se podían así formar los tipos de uniones familiares que se
presentan en el cuadro 2.7.
Se llegaba a dar el caso de que los pretendientes seleccionaran entre
sí sus parejas, pero lo común era que las familias pactaran el
matrimonio
nporvialieantzrae elaisnmteruéjse.reSsodlíeansusecroemnudnóigdamdo, sp,eorosneao
qdueesuseflaecmciloina.aban a la

Iuamra 2.;. Tipos de uniones familiares entre los aztecas.

Tipo de unión Características


Matrimonio definitivo Cumpliendo todos los requisitos y ceremonial religioso. En
este caso a la mujer se la llamaba cihuatlantli (legítima)
Matrimonio provisional sujeto a condición, por ejemplo, tener un hijo, lo que haría
prolongarlo indefinidamente. La mujer entonces era
tlacallacahuilli
Concubinato simple unión sin formalidades, al que se recurría general-
mente por no poder costearse la fiesta de un matrimonio.
La mujer era llamada temecauh
Poligamia sólo para los nobles. Una de las mujeres era la legítima o cihuatlantli y las otras cihuapillis, de las cuales unas h

2. El Derecho prehispánico 109


Por indicaciones expresas del padre del novio, la cihubtlbnque acudía
a solicitar a sus padres "la mano de la novia". Esta solicitud era
acompañada de regalos acordes con el nivel de la familia. La misma se
repetía hasta dos o tres veces, siempre hecha con regalos, para que al final,
aceptada la petición, se fijara la fecha de la boda así como el "precio de la
novia", que podía variar desde cargas de leña hasta cosas más valiosas, e
incluso que el contrayente trabajara gratuitamente durante algún tiempo
en las tierras de su suegro.
las "c Par rtasfaijsatrol laófgeichasa"
de l o s n u ev o s c ón y u g e sa.n los designios astrales y En la
l a b o d a s e c o su l t a b
víspera la novia era bañada y perfumada por la casamentera, sin
que pudiera ya pisar el suelo; por eso la misma casamentera llevaba, en el
momento adecuado, a la novia sobre su espalda para efectuar el matrimo-
nio. Los primeros en llegar a la ceremonia eran los maestros y condiscípu-
los, a quienes se les daba bebida de cacao. Luego llegaban los ancianos, a
quienes se les ofrecía comida, flores y octli o pulque. Todos llevaban pre-
sentes a los nuevos esposos.
Una vez reunidos, sentaban a la pareja sobre un petate adornado y
los parientes de mayor rango les daban consejos, minimizando las cualida-
des de su hijo o hija y enalteciendo las del yerno o nuera, según el
caso. Luego el sacerdote procedía a realizar sus ritos y finalmente
anudaba sus tilmas o mantos, para simbolizar que quedaban casados;
asimismo se pro-
cedía a que ambos se dieran a puños pedazos de un tamal especial de
bodas, para significar la ayuda mutua que se debían de allí en adelante.
La
mujer daba entonces siete vueltas en torno al brasero de su nuevo hogar.
Toda la ceremonia debía transcurrir en el patio de la casa, ya que los
cuartos los utilizaban sólo para dormir, y como carecían de ventanas de-
bieron de ser estrechos, fríos y oscuros. Terminada la fiesta, algunos auto-
res dicen que la pareja pasaba a consumar su matrimonio, pero otros
sugieren que hacían penitencia durante cuatro días y a partir de entonces
hacían vida íntima. Durante los días de penitencia solían bañarse el uno al
otro como muestra suprema de entrega corporal. Al siguiente día de la
primera cohabitación, se llevaba la manta ensangrentada al templo como
ofrenda por la virginidad perdida.
Eran impedimentos para contraer matrimonio: 1. que la concubina
del padre casara con el hijo; 2. el parentesco consanguíneo en línea recta
ascen-
dente o descendente, sin límite de grado; 3. el de consanguinidad colateral
hasta el tercer grado inclusive, y 4. que el padrastro casara con su hijastra.
Además, la viuda debía esperar el término de la lactancia de su
últi- mo hijo (cuatro años) para contraer nuevas nupcias. Se fomentaba la
prácti- ca del levirato, para que, de ser posible, la viuda se casara con el
hermano

110Historia del Derecho mexicano


de su marido fallecido, con el fin de que la educación de los hijos quedara aún en manos de la familia de
Predominaba el sistema de separación de bienes. La patria potestad, que implicaba el derecho de vender al
cpleaosse,sqnuoebsleesehsetureddiarbáaneelnhiejlocmapaíytourlo, a4lademeasntaeroabdrea.los mayorazgos
Era frecuente que el marido muriera en el campo de batalla, por lo que una mujer podía contraer varios m
El divorcio se concedía con una fuerte causal, generalmente abando- no, injurias, amenazas y lesiones o q
Su moral sexual era muy estricta. Sobre ese particular dice Sahagún:

Sólo podemos describir el prototipo de la casta doncella y del buen mancebo a partir de dos textos que han conservado los co
hquijeo.laLsaopcuierdeazda yoflraecveirdgeinl ipdraodto, tliapocodnetidnoenceiallay. lVaedaemcoens ceina qfourémtéarnmeilnm
Te quiero decir que te amo mucho, acuérdate que te traje nueve meses en mi vientre, y desde que naciste, te criaste en mis bra
Mira, hija, que al andar haz de ser honesta, no andes con apresuramiento, ni con demasiado espacio, porque es señal de pomp
Estas "técnicas del cuerpo decente" llevan la misma meta: hacer a la mujer lo menos vistosa posible, fundirla en la masa de la

2. El Derecho prehispánico 222


cuerdan en señalar el amor y la gentileza de los padres hacia sus hijos y la ausencia casi total de represión física, e invitan a la joven a q
Surge también la mujer carnal y así recordamos este sermón:

Mira también, hija, que nunca te acontezca afeitar la cara o poner colores en ella o en la boca por parecer bien, porque esto es seña

El prototipo del joven enfatiza principalmente el control de la sexua- lidad; no debe usarla sino con gran modera

Nhaoztadepuveivsiraheonréal,; amiradqouheijtoe,aspiaDrtieossdte ldoisedr elveitdeas ecnarensatlesmyuendon,inlagumnanmerane


hy argáotutamdou;jeyr,hpaocreqrute heastáasduylatesreicoopyoraqcuaebatúdot,eydbeustsrcuairsátea. otro porque tú ya estás seco

Cada fase de la vida sexual debe someterse al principio "del buen momento", al periodo propicio a la madurez. D

220Historia del Derecho mexicano


En Tenochtitlan, por otro lado, la vida estaba marcada diariamente por el ritmo de los tambores y las flaut
dpairñeacdtaomceonteadlegpuonsaistaodforesnodbares.laAtielorsragyracnudbeiesrstoeñpor eés s tean, ao
León-Portilla señala que el ollin (movimiento) era un concepto de suma importancia en el pensamiento ná
El mundo prehispánico en vísperas de la conquista

Un poco antes de efectuarse el descubrimiento y la conquista de México,


ezol npaue(ebl ollahmegaedmo óImnipceorieorabzetel
cabz)teucna,féqrureohpaobdíaerimbapsuadesotoenenla ucnoanqaumisptaliay
la tributación, si bien respetando en cada pueblo las costumbres locales,
las deidades y hasta las autoridades, a cambio de su total sumisión.
Esto había generado un verdadero mosaico de culturas y de pueblos
que presentaba diferentes niveles de civilización, sin que existiera una uni-
dad política, como llegó a suceder, por ejemplo, en el Imperio
romano. Además, los aztecas habían generado gran resentimiento en
los vencidos debido a su celo excesivo en el cobro de los impuestos y
su constante petición de víctimas para el sacrificio. Por esa razón fue fácil
para los con- quistadores pactar alianzas o neutralidades entre esos
pueblos en contra de los aztecas, como en el caso de Cempoala,
Cholula y Tlaxcala, con la agravante de que la misma ciudad de
Texcoco, parte de la Triple Alianza, presentó de hecho un estado de
neutralidad en la conquista, debido a las
muy hondas rencillas entre su tlbtobni Nezahualpilli y el de México,
Moctezuma Xocoyotzin.
36
Fray Bernardino de Sahagún, Historib generbl de lbs cosbs de lb Nuevb Espbũb, 5a. ed., Porrúa,
México, 1982, pág. 127. 57 Miguel
León-Portilla, op. cit., pág. 386.

2. El Derecho prehispánico 113


De alguna manera resulta evidente que a la llegada de los españoles las instituciones sociales, políticas, econó
Al imponerse la dominación europea se inició un largo proceso de transculturación; los indígenas junto con s

díge Para colmo, hacia fines del siglo xvm las antiguas familias nobles in-
nas estaban en plena decadencia social y económica. Algunos caci-
ques de poblaciones nativas ni siquiera eran de origen noble y sus cargos ya no eran electivos, sino hereditari
Fue voluntad de la Corona española expresada en las Leyes de Indibs de 1680 que las comunidades indígena

puedeHobspoey rvcaorseobarlegvoiven dceolmauntigduaodedserdechgroanprearhriaspigáoniicnod.ígTeanl a

Art. 2o. La nación mexicana es única e indivisible. La nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus

Es interesante destacar que aún perdura en muchas comunidades la


institución de la mayordomía para efectuar las fiestas patronales. El ma-

38
Osear Cruz Barney, Historib del Derecho en México, Oxford University Press, México, 1999, pág. 25.

114Historia del Derecho mexicano


yordomo adquiere un estatus superior incluso al de las autoridades políti- cas de la región, si bien en todo e
Donde puede verse en gran medida la supervivencia del derecho prehispánico es en la extendida figura del
coefnatmroilyiassuer ldlealmparísa, geuseplebcgiaulemtzebn, tceoemnolaserergeiaólinzade nOtraexavcari
da, todavía existen algunos vestigios de lo que fue el ancho mundo del
Derecho prehispánico entre las grandes civilizaciones de nuestro país.

3. Derecho castellano
El Derecho castellano es el conjunto de normas, instituciones y principios
filosófico-jurídicos que rigieron la sociedad del reino de Castilla durante
el Medioevo. Hay que recordar que en ese periodo Castilla era un reino independiente, como lo eran también ot

el sistema romano-canónico se impondrá en nuestro país a través del Derecho caste-


llano, no sólo porque así se estableció desde un principio, sino también porque
las autoridades llamadas a gobernar la Nueva España estaban formadas en la
tradición
jurídica castellana y, por lo mismo, era ése el régimen que habrían de aplicar.
Por otro lado, aunque también se elaboró un ordenamiento legal propio para las
Indias,
o sea el Derecho indiano, el mismo tenía un sustrato ius castellano.1
Es importante insistir en que cada reino asentado en España era inde-
pendiente, por lo que en ese tiempo y hasta muy entrado el siglo xvi
no puede hablarse de un Derecho español sino, como en este caso, de
Dere- cho castellano, ya que la unificación de todos los reinos y la
consecuente formación de España se inició con la unión matrimonial de
los Reyes Cató-
1
José Luis Soberanes Fernández, Unb bproximbción b lb historib del sistemb mexicbno, Fondo de Cultura
Económica, México, 1992, pág. 35.

113 Historia del Derecho mexicano


lieos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, especialmente a raíz de la
expulsión de los árabes, quienes siglos atrás habían invadido la península.

Área geográfica

En la parte centro-norte de la España actual se encuentran dos provincias


conocidas como Cbstillb lb Viejb y Cbstillb lb Nuevb. En esta última se asienta
la ciudad de Madrid, capital del país, a orillas del río Manzanares. Si bien ahora tiene un régimen autónomo,
Las colindancias de Castilla para el año 1035 eran los reinos de León al poniente, Badajoz y Toledo al sur, zar

se caracteriza por sus vastas llanuras y su clima seco y extremo.


Cronología y evolución histórica

España, en su calidad de península, conjuntamente con Portugal situado al extremo sur de Europa, fue a lo la
s"iogcnciifdiecnatbea","cooHnfiísnpboneixbt,rceomnol"a;sHreaíscpeesriHb,epSoprblnoisb,gr"ileageossp,aqr
Poco después llegaron los celtas, probablemente en el siglo v a.C, procedentes del norte por los Pirineos y se

3. Derecho castellano 117


llamaron Bsthor, las altas montañas, hoy Asturias. Con el tiempo
ambos pueblos se fusionaron creando la civilización celtíbera, de gran
importan- cia cultural.
También llegaron a España los fenicios procedentes del Líbano,
famo- sos comerciantes y marinos, cuyas naves surcaron el Mediterráneo
y reali- zaron no sólo una importante labor mercantil, sino que sirvieron
de enlace y de difusores de la cultura entre los diversos pueblos de la
costa medite-
rránea, de ahí la relevancia de este pueblo. En aquel tiempo era básico
surtirse de metales, y precisamente España se encontraba en la llamada
rutb del estbũo, camino hacia las islas del sur de la actual Inglaterra; por
eso los fenicios fundaron allí algunas colonias o factorías que les servían
de puntos de abastecimiento, de ubicación de astilleros para construir y
repa- rar sus naves, y de centros comerciales para ejercer su actividad
mercantil. Así surgió el puerto de Gadir o Gadez, hoy Cádiz, Malaca o
Málaga y Abdera o Adra. Una de sus colonias ubicada en el norte de
África, casi frente a la península itálica, en territorio del actual Túnez,
fue Cartago, que con el tiempo adquirió plena autonomía como reino
independiente y que sostu- vo tres guerras contra Roma por la hegemonía
comercial del Mediterrá- neo, las llamadas Kuerrbs púnicbs, en la época
de la República romana. En la primera de ellas Hispania fue aliada de
Cartago y, en consecuencia,
sgs ufe riróa sl.oAs erfaeízctdoes edlelolahudbeorruontaa,
speunetasmloiesnrtomcoansoisdevreanbcleiedroencaerntalgaisnetsres en
territorio español conocido como Nuevb Cbrtbgo o Cbrtbgenb. Igual-
mente, en la segunda Guerra púnica, unos 200 años a.C, Aníbal, rey
de Cartago, pasó por la región con su impresionante ejército y sus
elefantes, camino a Roma, si bien algunos comerciantes se fueron
quedando en di- versos lugares de esta ruta para colonizar.
A partir del siglo vn a.C. comenzaron a darse los primeros
asenta- mientos griegos, especialmente de comerciantes oriundos de la
isla de Rodas. Una de estas colonias, por cierto muy floreciente, fue
Ampurias, en Cataluña, palabra que proviene del griego emporios, es
decir, "merca- do". También en la época de la República romana sus
legiones se anexaron el territorio de Hispania, pero no con facilidad,
pues por espacio de dos siglos hubo necesidad de sostener largas y
sangrientas luchas con sus habi-
t a n te s , s ie m p r e e gu e rr a
l o p r o ta g o ni z a ro n e l je f e
d e g u e r ril la s y en d o nd e l m o v i ie n to c u m b
h is p a n o V i ria to y e l gen e r al r o ma n o E s ci pi ó
r e
n Emiliano, quien tuvo que recurrir al magnicidio para vencer la
resistencia heroica de Viriato.
Sin embargo, el hecho que marca para los españoles su máximo es-
fuerzo y sacrificio por la independencia fue el sitio de la ciudad de

118 Historia del Derecho mexicano


Numancia, adonde Roma tuvo que enviar 60 mil legionarios para doblegar
a 8 mil celtíberos, en las cercanías de Garay en el río Duero, hasta que los
últimos defensores decidieron suicidarse con sus familias para no caer en
manos de Escipión Emiliano. Cuando los invasores entraron en la ciudad,
dice un testigo, el historiador romano Polibio, no encontraron más que
cadáveres y2 restos humeantes, metro y medio de carbones y de tierra
calci- nada; finalmente Hispania fue incorporada a Roma en calidad de
provin-
cia, tan unida después al Imperio que algunos hispanos figuraron entre los
hombres célebres de Roma, como es el caso del filósofo Lucio Anneo
Séneca, originario de Córdoba y maestro de Nerón, y el mismo emperador
Adriano, nacido en la Bética, hoy en ruinas cerca de Sevilla, en
Andalucía.
Más tarde el cristianismo se extendió en España según la tradición,
no confirmada ni negada históricamente, por el apóstol de Cristo, Santia-
go zebedeo, llamado El mbyor, quien introdujo este culto en la región y
fue perseguido con especial encono por los romanos. Esto hizo trascender
a la fama a multitud de mártires, entre los que destacan los santos
Santiago, Lorenzo, Eulalia y Fructuoso, y en Elvira, cerca de Granada, se
celebró en el 306 un concilio, el primero con sede en España. Así, a
través de los tiempos el país ibérico ha sido considerado como baluarte
del cristianismo universal. Se sabe que en España la autoridad del papa
era acatada con
fmidíae;lipdoadr ,easopelosasrpdoenqtíufiecelas Irgolmesainaoes
pseañaoploaydaibsfarnuteanbagrdaenamepdl iada uetnonlos- obispos
españoles para combatir todo tipo de herejías.
Al finalizar la Edad Antigua se acentuó el poderío militar de los pue-
blos bárbaros, extranjeros que hasta entonces habían sido sometidos por
los romanos y que procedían de todos los confines del Imperio. Los había
rubios como los germanos o de raza mongólica como los tártaros. Entre
estos grupos destacan los godos, pueblo indogermánico proveniente del
mar Báltico, quienes se dividían en godos propiamente dichos, ostrogodos
y visigodos. Estos últimos avanzaron hasta el Danubio, pero el emperador
Teodosio los derrotó y tuvieron que aceptar un pacto de alianza con
los romanos, lo que les permitió, en calidad de colonizadores, avanzar
hacia el sur del Imperio.
A la muerte de Teodosio en el año 392, el Imperio se dividió definiti-
v am en t e n d o s p a rt e s ,
l ela o ryaie dn ec
t ala de
y nla t eo cc
p oi dd en
e r tal , l o c u al d e b i l it ó
d e l o s r o m an os , p o r lo q u e lo s p u e b l o s
a ú n m á pudieron tomar más posiciones. Así, los pueblos de
b á r ba ro s
origen germánico irrumpieron en España: los suavos ocuparon Galicia,
los vándalos la Bética,
'- Jean Descola, Historib de Espbũb, Juventud, Barcelona, 1974, pág. 35.

3. Derecho castellano 116


los alanos la Lusitania, hoy Portugal, y los visigodos el sur de Francia,
si bien más tarde, al mando de Alarico, saquearon Roma; este jefe
visigodo se casó con la hermana del emperador de Occidente,
Honorio, llamada Gala Placidia, con lo que intentó adoptar para su
pueblo3 las costumbres y la cultura romanas, pero fue asesinado por lo
suyos. Poco después los visigodos penetraron en España
aprovechando la división religiosa del pueblo romano-hispano, en el
que los hombres comunes eran cristianos y
la nobleza se inclinaba por el culto hereje del arrianismo; por eso
hábil- mente el rey visigodo Recaredo se convirtió al cristianismo
para contar con el apoyo del pueblo y del clero católico, ya para
entonces poderoso.
Todo ello logró que al paso del tiempo los otros grupos bárbaros
fueran desplazados, incluso los romanos orientales o bizantinos que se
habían establecido en el sur de España, por lo que al final los visigodos
se adueña- ron en forma absoluta de ese país. Años atrás el rey
Atanagildo había tras- ladado su capital a Toledo, ciudad que fue sede
política del gran reino visigodo y cuya civilización fue de particular
importancia en todos los ór- denes para la historia universal. Con el
tiempo este reino terminó adaptán- dose junto a la cultura romano-
cristiana, a la vez que por divisiones inter- nas se formaron otros reinos
cristianos a los que hemos hecho alusión al inicio de este capítulo.
norteAdleguÁnforiscas,igcloms omláasdtearldoes
bserepbroerdeusj,evr oncaibnlvoacsoion elsqpureo sce denstiegsnadbeal a
númidas, libios y gétulos, pero sobre todo a los árabes musulmanes, quie-
nes dirigidos por Tarik vencieron el 19 de julio de 711 a los cristianos
encabezados por el rey Rodrigo en la célebre batalla de Guadalete, cerca
de Medina. Esta derrota facilitó la penetración de los árabes a toda la
pe- nínsula gracias a una campaña brevísima y fulminante. Para
entonces el poderío árabe, unificado por la religión musulmana, abarcaba
un enorme territorio que comprendía tres continentes gobernados por
otros tantos califatos autónomos: el de Bagdad en Asia, el de El Cairo en
África y el de Córdoba en Europa, si bien en 715 se nombró a
Abdelaziz primer emir dependiente del emirato de Damasco. Para 740
Abderramán formó el emirato independiente de Córdoba, que en 929
fue elevado al rango de califato.
Los cristianos ubicados en la parte de mayor dominación árabe si-
guieron practicando su fe y por eso se les llamó mozârbbes, es decir, "medio
árabes", pero la convivencia de ambos pueblos presentó siempre una situa-
3
Toribio Esquivel Obregón, Apuntes pbrb lb Historib del Derecho en México, 2a. ed., Ponúa, México,
1986, pág. 36.

10> Historia del Derecho mexicano


ción de crisis y tensión puesto que el mestizaje y la transculturación
no fueron posibles debido a sus convicciones religiosas; por lo mismo,
hacia el norte se fueron formando los reinos cristianos autónomos de
León, Asturias, Navarra, Castilla, Aragón y Barcelona, estos tres últimos
al prin- cipio en calidad de condados. Todos ellos lograron gozar de
una gran autonomía gracias al apoyo del Imperio franco-carolingio, el
que para pro- teger sus fronteras del sur de una invasión musulmana,
sobre todo después
de la batalla de Poitiers, en la cual con mucha dificultad Carlos
Martell logró derrotar a los árabes, se fortificó estableciendo lo que se
llamaba una mbrcb, y aunque la permanencia de los francos en ella fue
breve, logró
dar aliento a los pequeños países cristianos. Entre ellos destacó el reino de
Asturias, creación de un hombre legendario conocido como Don Pelayo,
que con el tiempo unió a Galicia, Asturias y León; estableció su capital en
esta última y desde allí fomentó la guerra contra los árabes en un movi-
miento conocido como la Reconquistb, que tuvo como antecedente
impor- tante la victoria cristiana en la gruta de Covadonga hacia el año
718.
La Reconquistb española fue un episodio sangriento que duró casi
ocho siglos, con suerte diversa para ambos bandos, hasta que con el
debilita- miento y la posterior división del califato árabe, a la vez que con
la unifica- ción cristiana bajo los Reyes Católicos, se logró, después de un
prolongado
s1i4t9io2,. tomar Granada, último reducto árabe en España, el 2 de enero
de A partir de ese momento se inició la reconstrucción y unificación
del país, si bien los Reyes Católicos todavía gobernaron en forma
separada sus respectivos reinos: Castilla de Isabel y Aragón de Fernando,
con el legen- dario lema de "Tanto monta, monta tanto, Isabel como
Fernando". Sin embargo, en ese trascendente año 1492, España se liberó
de la dominación árabe al tiempo que ganaba todo un continente para
incorporarlo a sus dominios, gracias al viaje de Cristóbal Colón. Así,
poco a poco se fue for- mando la conciencia de una unidad nacional ya
con el nombre de Espbũb, con la que entra en la Edad Moderna,
independientemente de que algunas de sus regiones conserven hasta la
fecha elementos culturales autónomos
que periódicamente provocan severas crisis políticas en el país.

Cuentes

Las fuentes para el estudio del Derecho castellano son similares a las del Derecho indiano; por eso en el cap

3. Derecho castellano101
A partir del surgimiento en el siglo xix de algunos estudios sobre la historia del Derecho español, es posible enunciar las fuen

Francisco Martínez Marina, quien en 1808 publicó su Ensbyo histórico- crítico sobre lb legislbción y principbles cuerpos le
Eduardo de Hinojosa publicó en 1887 una obra incompleta titulada Historib generbl del Derecho espbũol e igualmente
Rafael Altamira y Crevea publicó en 1903 su Historib del Derecho espbũol.
Alfonso García Gallo elaboró en 1942 dos tomos de Historib del Dere cho espbũol y tres tomos del Curso de historib del D
José María Marsal y Maree publicó en 1955 Síntesis históricb del Derecho espbũol y el indibno.
José María Ots y Capdequí escribió en 1968 Historib del Derecho espb ũol en Américb y del Derecho indibno.
Francisco Tomás y Valiente presentó en 1987 la cuarta edición de su
Mbnubl de historib del Derecho espbũol.
ADenrteocnhioo hMispubronoO-irnedjióbnnop. ublicó en 1989 sus Lecciones de historib del

Otros autores con varias publicaciones tanto de historia general del Derecho como de diversos artículos sobre aspectos especí
triz Bernal Gómez, José Luis Soberanes Fernández, José de Jesús López Monroy y José de Jesús Ledesma Uribe.

Elementos jurídicos formativos


Celtas e iberos

Estos primitivos habitantes se organizaron en varias comunidades o ciuda- des independientes y que en casos de guerra se confe

122 Historia del Derecho mexicano


era común en esa época, en hombres libres y esclavos. Había nobles y plebe- yos, y los últimos buscaban el a
te entre los jefes de familia; cada quien cultivaba en forma independiente,
pero la cosecha era de todos y así se repartía.
En materia penal se aplicaba la pena capital para casos graves, como el parricidio, en el cual la ejecución se

mantuvieron un comercio próspero y amplio.


Fenicios y cartagineses

En las colonias fenicias cada ciudad era administrada como un pequeño


Estado. Su gobierno era aristocrático y estaba integrado por tres
magistrados, dos de los cuales eran considerados supremos y se
denominaban suffetes, con facultades políticas y jurídicas
respectivamente, y un tercer magistrado llamado sofer, representante de
la hacienda pública. Además, había una asamblea que actuaba a manera
de Consejo resolviendo las cuestiones de mayor importancia. Los fenicios
introdujeron en España sus monedas y el uso del alfabeto griego, así
como el desarrollo de algunas industrias como la del vidrio y la de los
tintes de las telas. Es interesante observar que la organización de
algunas de estas colonias era similar a una empresa mer-
cantil, de ahí su nombre de fbctoríbs.
Las ciudades fenicias establecidas en el territorio actual del Líbano,
como es el caso de Biblos, Arad, Sidón, Tiro, etc., formaron una federa-
ción cuyas relaciones se estrechaban en virtud del intercambio comercial.
4 Toribio Esquivel Obiegón, op. cit., pág. 12.

3. Derecho castellano 123


Al parecer, durante mucho tiempo la hegemonía entre ellas la ostentó Tiro. Lamentablemente no han llegado a nos
En cuanto a Cartago, fue fundada en el siglo IX a.C. por un grupo de prominentes fenicios desterrados de Tiro por
una estructura un tanto diferente de la de otras ciudades fenicias; así, la asamblea popular nombraba al tribunal y a
lo ejercía una delegación de la asamblea integrada por 100 personas, a la vez que el ejército era comandado por un
Los fenicios no fueron vistos con simpatía por sus contemporáneos, tal vez por su desmedido afán de lucro. Se ha
penerloasiméostnetaseñasupscriótxabima,alsosy vdaerjoanbneasn slea edsecfoendsaíaencmonansuos hdiej os u sy m

Derecho griego

Los viajes comerciales y la migración de los griegos se dejaron sentir en territorio hispano desde tiempos remotos. En
entre el Derecho griego y el Derecho romano: algunas de las instituciones desarrolladas por este último derivan de lo

derecho real que permite a su titular, el enfiteuta, gozar


• Enfiteusis:
plenamente de un fundo ajeno.

124 Historia del Derecho mexicano


Hipotecb: derecho real de garantía.
Deudb quirogrbfbrib: reconocimiento de una obligación mediante la escritura de puño y letra del deudo
Anbtocismo: cálculo de intereses sobre intereses, que ya desde enton ces estaba prohibido.
Bienes pbrbfernbles: son los que pertenecen a la cónyuge y deben ser separados de los que componen l

Anticresis: prenda en la que se permite al acreedor prendario el uso y


disfrute del objeto a cambio de la renuncia de los intereses o su reduc ción.
Pecunibrio: aplicable a cuestiones económicas o patrimoniales, y pro viene del griego pecunib, que sign
Hiperrochb: significa "demasía" y es aplicable al caso de embargo en que se debe devolver al deudor el
Sinblbgmâtico: equivale a una obligación bilateral en la que ambos sujetos son deudores y acreedores e

Lo que destaca especialmente de la influencia griega sobre el Dere- cho antiguo de España es el contenido d
Es indudable que los griegos aportaron mucho al mundo jurídico, político y filosófico de Occidente, como e

aportaciones directas que los griegos hicieron al mundo hispánico a través


de sus colonias, sobre todo en la parte sur de la península española.

Guillermo Floris Margadant S., Pbnorbmb de lb Historib universbl del Derecho, 5a. ed., Miguel Ángel
Porrúa, Librero-Editor, México, 1996, pág. 75.

3. Derecho castellano 124


Derecho romano-bizantino
Con la caída de Numancia aproximadamente en el año 132 a.C, Hispania
quedó convertida en provincia romana; para que una región fuera incor-
porada al poderío de Roma era costumbre que el Senado aprobara una Lex
Provintibe o Fórmulb Provintibe, en la que se determinaba su
organización administrativa y el grado mayor o menor de autonomía de
que gozaría,
dependiendo de la resistencia que sus habitantes hubieran presentado al
ejército invasor. España fue dividida en dos provincias: la Oriental y la
Occidental; en la época de Augusto España pasó a formar parte de
una provincia llamada Béticb, a la que se le dio el rango de senatorial, es
decir, administrada por el Senado porque era para entonces una región
pacífica y leal a Roma, a diferencia de las provincias imperiales, como
Palestina, que eran levantiscas y de difícil gobierno, por lo que debían
estar directa- mente al mando del emperador. Es de advertirse además
que parte del territorio español actual quedó comprendido en dos
provincias imperia- les, la Tarraconense y la Lusitania; esta última
abarcaba Portugal. En la época de Augusto el Imperio romano estaba
dividido en 22 provincias, 10 de las cuales eran senatoriales y las otras 12
imperiales.
Para la época de Diocleciano el Imperio se dividió en cuatro prefectu-
rarassí, Ecasdpañuanafude ulnas
dcuióaclesisedseulbadpivriedfíeacteunradidóecelassisGyaélisatsa.s
Eelngporboiveirncoiadse; Roma en España se personificaba en un procónsul
o propretor nombrado por el Senado y este personaje reunía amplias
facultades militares, admi- nistrativas, civiles y penales. Cuando estaba en
funciones daba a conocer un edicto para la provincia, en donde
manifestaba las reglas que regirían en lo administrativo y en lo judicial
durante su gobierno. Este edicto conte- nía disposiciones comunes para
todas las provincias y otras específicas para una colonia en particular.
El emperador Vespasiano concedió la ciudadanía romana a todos los
hispanos libres, aproximadamente en el año 74 d.C, y hacia 212 Caracalla
en su Constitutio Antoninibnb otorgó este beneficio a todos los ingenuos
u hombres libres del Imperio. Si bien Roma respetó en gran medida el
Dere- cho autóctono de sus colonias, a la larga se impuso el Derecho
romano que
ltoens e sp ecciaallidstaads de n o m i nadriodnadvudleglbmr
oejpoor sDíclaeârla
seiccoh,ollraommaadnooa,y speílrpcoolrfu
áqsuiceoy, aqnuoe se
integró con las aportaciones de los grandes juristas. Un aspecto muy
importante fue en ese tiempo la penetración de la figura del municipio; es
curioso observar que hacia el año 364 d.C. Valentiniano creó la
magistratura del "defensor de la ciudad", quien debía proteger y defender
al pueblo

126 Historia del Derecho mexicano


contra la insolencia de los oficiales y los excesos de poder de los goberna- dores.
Es sabido que el Derecho romano pasó por varias codificaciones, pero la más destacada se realizó en el si
monumentales:

El Codex. Colección de leyes o leges y de constituciones de diversos emperadores a partir de Adriano, y


El Digesto. Compuesto de 50 libros, también denominado Pbndectbs, que contiene problemas concretos
Las Instituíbs, que son libros de enseñanza del Derecho, divididos en cuatro tomos.
Novellbs, que se refieren a las constituciones expedidas por el propio Justiniano durante su gobierno.

Esta magna obra de recopilación se introdujo en España por la parte


suigrlogrvaicida.sCa, clauaindflou enl cgieanqeuraeltBuveolisealriIomtpreartióodreomreacnon-qbuizisat
A este conjunto de textos los juristas medievales lo denominaron Cor- pus Iuris Civiles, cuerpo del Derech
De esta manera el Derecho romano bizantino se estableció en España, por lo que este país quedó comprend

Derecho visigótico

Los visigodos tenían un gobierno monárquico, cuyos reyes pertenecían a la dinastía de los Balthos, que com

3. Derecho castellano 127


cado; al principio ésta se reunía en una asamblea de ancianos, que luego se transformó en un consejo de Estado denom
que, en casos de emergencia, aquél les otorgaba. En un estrato inferior estaban los liberti o esclavos manumitidos; los s
Ya cristianizados y romanizados, los visigodos desarrollaron un im- portante centro de civilización que en materia jurí
etincaeldceaqsouedeseloasplviicsairgoondoesn afsuennctiaódnosdeelnoErisgpeanñadetucvaodadienmdiávsidlauocayranco

Código de Ewrico, tal


vez de 475, elaborado durante el reinado de este personaje, se conoce gracias a algunos fragmentos
Brevibrio de Albrico o Lex Rombnb Visigothorum, del año 506, en donde ya encontramos mayor influencia del Derecho
ba a la población romana radicada en el territorio español, pero ejer ció gran influencia en las universidades de toda E
otros documentos jurídicos. Además, se sabe que si en un principio las leyes visigóticas no eran escritas sino de tradic

128 Historia del Derecho mexicano


nes normativas, a tal grado que ahora se tiene información de la exis- tencia de otras leyes promulgadas d

Como se observa, al estar regidos por lo que se conoce como el estbtu- to personbl, a los visigodos se les a
el Brevibrio de Albrico, pero al cabo del tiempo y en virtud del mestizaje entre ambos pueblos ya no era p
sonal. Hacia el año 654 se expidió el Liber Judiciorum o Codex Visigothorum, mejor conocido como Fue

Instituciones feudales

L1L4a5E3d, aednMmaerdciad, acoemnoeestoapsaedxetrleamhoistoproiar ulanicvaeírdsa l ,d ae bl aIrmca


Durante ese tiempo la conjunción de pueblos de diversos orígenes y de diferentes grados de civilización ori

1. El régimen feudal. Este sistema tiene sus antecedentes en el Derecho romano y específicamente en el c

3. Derecho castellano 129


mediante el cual un individuo recibía de manos de su soberano o
señor la posesión de tierras y rentas para administrarlas a su albedrío.
Éstas podían ser heredadas a sus sucesores, todo ello a cambio de
guardar fidelidad y de prestar ciertos servicios al otorgante. En térmi-
nos generales, eran tres los votos que debía ofrecer y cumplir el señor
feudal ante su superior: a) fidelidad, es decir, no cruzar sus armas con
las del soberano; b) hospitalidad, la que se demostraba dando refugio,
escolta, alimentación y cuidados al rey y a su comitiva cuando viajaba
por el feudo, y c) consejo, por lo que el señor feudal debería acudir a
Cortes ante su soberano cuando éste lo convocara, a fin de aportar
sus mejores ideas para la solución de los problemas del reino. A cam-
bio de ello el señor feudal gozaba de amplia autonomía, lo que permi -
tió en muchas ocasiones que se implantara en los feudos una verdade-
ra tiranía para los vasallos, esto es, los individuos avecindados en la
región, entre los que estaban más explotados los siervos de la gleba,
que si bien no eran esclavos vivían en un régimen infrahumano. Este
sistema basado en la tajante división política y social y con base en la
obediencia y sumisión, es de carácter netamente germánico. La
estratificación social en estamentos. La palabra estamento proviene del
latín stamentwm, y se entiende por tal a cada uno de los grupos
clceogmiopso, ndeenrteecshodse

ylaosbolcigieadcaiodnqesuesigmoizlarnese,nctroensbí,asceomeno sgurunpi
voe, ldpeoplírtiivc io- y en la distinta actividad que realizan dentro de
esa sociedad. Este tipo de estratificación, por grupos bien
diferenciados, fue usual en la Edad Media y se establecía de la manera
siguiente:

a) El rey o soberano, llamado de esta última forma porque Dios ha


bía depositado el ejercicio mundano de la soberanía o poder ori
ginal en su propia persona. De ahí la idea de que el rey lo era por
la gracia de Dios y que desobedecerlo era ir contra los designios
divinos, por lo que el monarca sólo debía responder de sus actos
ante Dios. Así, una rodilla se ponía en el suelo frente al rey y las
dos frente a Dios; en consecuencia, el rey encabezaba la pirámide
social.
b) La nobleza, que mantenía una tradición de carácter histórico-polí-
tico basada en el uso de títulos heráldicos, varios de los cuales
eran de origen germánico, como es el caso de condes, duques,
marqueses (originalmente los comandantes de una fortaleza fron
teriza o marca), barones, vizcondes, etc. Estos individuos compo
nían la alta nobleza y muchos de ellos obtenían varios títulos

130 Historia del Derecho mexicano


nobiliarios heredándolos de ambos progenitores o mediante ma-
trimonios con otros nobles. En cambio, los miembros de la
baja nobleza generalmente eran llamados hidblgos, del antiguo
caste- llano "fijos da algo", es decir, "hijos de alguien", pero
natural- mente de alguien famoso y de cierta alcurnia. La herencia
o transmi- sión de la nobleza era de forma directa de los padres al
primogéni- to, que heredaba la armadura y el escudo de su padre,
es decir, el
blasón. Esta línea sucesoria se denominaba linbje y conservaba
los títulos de nobleza entre una misma familia. Los hijos que no
alcan- zaban este privilegio eran llamados infbntes o infbnzones,
cbbblleros,
ricos-hombres, séniores, príncipes o proceres y gozaban de prestigio y
de privilegios; muchos de ellos incluso pertenecían a la corte de
los monarcas.
c) El clero, es decir, la jerarquía de la Iglesia, que adquirió un enor
me poder político y social en la Edad Media; el clero gozaba
de grandes privilegios y representaba un importante grupo de
po der. A su vez, el clero se dividía en alto, compuesto por los
gran des funcionarios eclesiásticos, como cardenales, arzobispos,
obis pos, etc.; y bajo, integrado por religiosos de menor
jerarquía.
d) El tercer Estado o Estado llano, compuesto por burgueses, habi
tarntetesas ndaelelsosy baulrogsosneogcoicuidoasd,
esso,bqreuiteondeos asle mdeadniecjaobdane alolsasbalanbcorseys
las actividades cambiarías. Con el tiempo lograron amasar
una regular fortuna y constituyen el origen incipiente de una
futura clase media, que para proteger sus intereses guardaba
celosamen te las técnicas de su producción mediante el uso de los
gremios o grupos de artesanos productores, quienes no permitían
el acceso a ellos de las clases inferiores. Al paso de los tiempos
este grupo logró un enorme poder económico, pero no social,
porque los nobles los miraban con desdén, sabiendo que eran
ricos, pero que no podían ostentar un origen nobiliario. De esta
suerte, aunque un noble se hubiera empobrecido y fuera deudor
de un burgués, no dejaba de considerarlo como un "burro de
oro", al grado que por ejemplo Moliere, en pleno siglo XVII,
todavía satiriza a estos
personajes en su célebre comedia El burgués gentilhombre. También
este tercer Estado lo configuraban los villanos, habitantes de las
villas o aldeas, quienes eran dueños de propiedades rurales a ve
ces muy valiosas y extensas, pero que tampoco podían ostentar un
origen noble; estas personas eran llamadas don o doũb, apócope
de las palabras dueũo o dueũb. Como puede observarse, la palabra

3. Derecho castellano 131


villbno no tenía en un principio el sentido peyorativo que ahora
suele dársele. En ocasiones una mujer noble se casaba con uno de
estos villanos y perdía su nobleza, pero pasados algunos años de
la muerte de su marido podía recobrarla si tomando una lanza
gol- peaba la osamenta de su esposo, diciendo tres veces "Villano
toma tu villanía, da a mi mia fidalguía".6
En el último escaño de la organización social se encontraban
los siervos de la gleba o siervos de la tierra, campesinos arraiga-
dos materialmente a la propiedad de los señores feudales. Hay
que advertir que también existían algunos campesinos libres.

Las corveés o faenas que el siervo debía ofrecer a su señor a cambio de su protección en casos de emergencia
tcriadsiceióllna,mqaubeaeisutsabcaunmnui,y enxtIengdliadtearrean rliaghEtuorof pmabmrcehdeitetve,aly,
Los fehmgerichte, organizaciones semisecretas que buscaban a delin- cuentes cuyos crímenes hubieran qued
trataba de pruebas sujetas totalmente al alea y por lo común con un alto contenido de crueldad. Ejemplo de el

11
Toribio Esquivel Obregón, op. cit., pág. 43.
7
Guillermo Floris Margadant S., op. cit., pág. 156.
8
Ibidem, pág. 172.

132Historia del Derecho mexicano


que el sujeto peleaba con otro individuo utilizando diferentes armas:
si perdía, era ejecutado porque se habría demostrado su culpabilidad.
También había pruebas de fuego en las que al acusado le colocaban
un hierro candente sobre ambas palmas de las manos y si al tercer
día estaban cicatrizando, era inocente; o pruebas de agua en
donde se hundía al sujeto en un lago o en un río para ver si
sobrevivía o no. Esto era muy frecuente en el caso de querer
demostrar que una perso-
na se dedicaba a la brujería.
9. La tortura era muy usada y los procedimientos para aplicarla
fueron diversos y refinados. Esta práctica inhumana tenía como
aparente jus- tificación el hecho de que se consideraba la confesional
como la reina de las pruebas; por ello era necesario obtenerla del
inculpado aunque existieran otros medios probatorios suficientes para
conocer su cul- pabilidad. Se ha establecido que no fue sino hasta el
siglo xix cuando se abolió la tortura en los diversos ordenamientos y
que precisamente México fue uno de los primeros países en aboliría,
tanto por las dispo- siciones de Cádiz como por las de los primeros
proceres de la Inde- pendencia.
10. La caballería, que era una especie de hermandad basada en el honor
de cada integrante o caballero. Se formaba con hijos de nobles que
palrepsrtoapbiaon mseornvaicrcioas, daperíendoílaenpceornsoensaml
edreos del mpeaqnuejño dsealausn anrombales yo las reglas de la
caballería y sólo después de poseer gran dominio so bre todo esto
podían aspirar a ser armados caballeros. Para ello un caballero los
apoyaba como padrino, vistiéndolos con armadura y dán doles un
golpe con la espada en el hombro, lo que se denominaba
pescozbdb5 previamente el interesado había pasado la noche
velando sus armas y reflexionando sobre su nuevo estado, que le
permitía considerarse miembro de una orden determinada de
caballería, con todos los honores y privilegios que eso merecía.
1. La behetría, que en términos generales era un convenio de protec
ción entre campesinos y señores, por el que éstos cedían sus tierras
al señor reservándose el derecho a cultivarlas, para lo cual
entregaban al señor un canon o tributo que podía ser en dinero,
especie o servi
cio personal, a cambio de protección para él y su familia, algo muy
importante en tiempos violentos de invasiones y de peligros sin
cuen
to como los de la Edad Media. En ocasiones los así protegidos, un
individuo, una familia, una aldea o incluso una pequeña ciudad, po
dían cambiar a su protector si no les cumplía y seleccionar a uno de
la misma familia del anterior, en el cual se trataba de una behetría
de

3. Derecho castellano 133


linaje; o bien cambiarlo sin mayores restricciones: entonces se daba
una behetría de mar a mar. Esta figura feudal es importante porque
fue antecedente de la encomienda establecida en las Indias a raíz de
la conquista y colonización españolas, que será estudiada en el
capítulo dedicado al Derecho indiano.
12. La sippe o sibis, nombres que designan a una familia, la que
siempre debía estar al mando de un varón, desde luego el padre y
esposo, y a
su muerte del hijo mayor, quien heredaba el munt o potestad sobre su
madre viuda y sobre sus hermanos, que sólo se emancipaban al tomar
las armas. Los miembros de una misma sippe estaban obligados entre
sí a guardarse fidelidad y a proporcionar auxilio a los sobrevivientes
en caso de muerte de uno de ellos. Debían asimismo vengar la
muerte del familiar por homicidio y si en este caso llegaban a obtener
una composición, repartírsela entre todos. La justicia ejercida en la
op ción señalada del familiar asesinado era conocida como vengbnzb
de lb sbngre.
13. El duelo, o combate que se daba como consecuencia de la justicia
por propia mano y la venganza, todo lo cual estaba permitido e
incluso subsistió hasta muy entrado el siglo xix en diversos países.
Para llevar lo a cabo se recurría al reto o invitación formal al duelo,
que revestía
pdiefesryenqtuese féosrtme alos,rpeocor geijerma,polob,
iaernrodjarlae unasubjoeftoetaudnag, uyatnatme ba iléons mesando,
es decir, tirándole de la barba. De igual manera, para termi nar una
antigua rencilla los rijosos debían darse mutuamente el óscu lo o beso
de la paz, lo que era especialmente necesario en las vísperas de la
Navidad, de la Pascua de resurrección, de acudir en peregrina ción o
en virtud de las Cruzadas a Tierra Santa.
14. Instituciones para impedir los duelos y las venganzas. Las había de
orden religioso, como era el caso de la llamada Tregub de Dios, en
donde la Iglesia prohibía combatir entre cristianos desde el atardecer
del jueves hasta el anochecer del domingo, al considerar santos estos
días en el ritual, ya que fueron fechas en que se desarrolló la pasión
y resurrección de Cristo. A la vez, la Corona establecía la paz del
rey, de suerte que en determinadas leguas a la redonda de donde
se encon
traba éste no era posible retarse y pelear. En ambos casos, la
violación de esas disposiciones traía para los implicados la
aplicación de la ley del talión.
15. La prenda extrajudicial, consistente en apoderarse de algún objeto
de un individuo para luego depositarlo en el juzgado y obligarlo a
acudir ante la justicia para responder de un derecho supuestamente
violado.

134 Historia del Derecho mexicano


16. El morgengbbe, indemnización hecha por el cónyuge al padre de
su esposa el día después de la boda por la virginidad perdida.
17. La wbdibtion, que consistía en depositar ante un tercero un objeto
simbólico, como la espada o el escudo de armas para que éste lo
con servara hasta que el depositante deudor cumpliera su adeudo
ante su acreedor. En caso contrario, el depositario lo entregaría al
acreedor, quien tendría así una prueba fehaciente del deshonor del
insolvente.
18. Los esponsales, contrato celebrado entre el aspirante o pretenso y el
padre de su novia o quien fungía como tal. A partir de ese momento
entraba la novia en la potestad de su futuro cónyuge, ya se la
llamaba
esposb y una vez que se casara sería llamada mujer. Si por alguna
causa imputable a ella no se casaba con quien había celebrado
esponsales, debería devolverle todo lo recibido, salvo que la hubiera
besado algu na vez, en cuyo caso podía conservar los bienes que le
hubiera dado.
19. La barraganía, nombre con el que se designaba al concubinato que,
aunque mal visto por la Iglesia católica, si se trataba de una mujer
honesta podía obtener parte de los bienes gananciales, es decir, los
adquiridos después de efectuada la unión libre.
20. Los consejos de familia, formados por los parientes de mayor rango
o autoridad y que conocían de asuntos internos y graves de los
miem
bnraoss, edtecélatersaip. pe, por ejemplo, tutelas, arbitraje por discordias inter
21. La mesta, asociación ganadera que se organizaba para la defensa de
sus intereses y para explotar los pastos comunales o dehesas.
También se le llamaba cbbbnb rebl y fue trasladada a América a raíz
de la coloni zación.
22. El compadrazgo, parentesco de tipo religioso que entonces tenía
reco nocimiento en el Derecho privado y que incluía derechos de
sucesión.
23. Las ferias, o mercadeo colectivo e itinerante, originado por los peli
gros que implicaba viajar por los caminos medievales infestados de
ladrones. En realidad, viajar en esos tiempos era algo reservado a
altos funcionarios civiles o religiosos, siempre acompañados de fuer
tes escoltas, o bien algunos predicadores y frailes mendicantes, así
como juglares y trovadores. Había personas que nacían en una aldea
y
ahí transcurría toda su vida y allí mismo morían, sin saber qué
había más allá de las montañas de su región; por eso cuando una
caravana
de comerciantes atinaba a pasar por sus comunidades despertaba la
mayor curiosidad y tenía fuerte atractivo. A la entrada de los
caminos se encontraban los banqueros, sentados en bancos, que
hacían las ve ces de cambistas de monedas y ante quienes se podía
depositar diñe-

3. Derecho castellano 135


ro a cambio de un título de crédito, como un pagaré o una letra de cambio, para ser cobrada en otra plaza con un soc
El mayorazgo, vinculación de bienes en una misma familia mediante la sucesión de éstos al hijo mayor y con la posib
Diversos impuestos, entre los que podemos destacar los pectos o pe chos que pagaban las clases inferiores; la fumagd
cgoiónd;ueclipr ealjre y eol aplonotabjeleoyimalpimuesntotasrpl orcuelanudsdo dceruczamrainposryupnuaerne tes

Las que hemos mencionado son sólo algunas de las instituciones que pueden apuntarse en la Edad Media europea, mu

Derecho árabe
La península de Arabia, ubicada en Asia Menor, entre el Mar Rojo, el
Golfo de Aden, el Mar Arábigo, el Golfo de Omán y el Golfo Pérsico,
rodeada a lo lejos por el Océano índico, fue el lugar de origen de un
pueblo y de una religión que mucho han influido en la historia universal.
Los historiadores han distinguido tres razas que configuran histórica-
mente al pueblo árabe: 1. los árabes primitivos, que ya no existían en
la época de Mahoma, llamados Al-Aribb; 2. los establecidos en el Yemen
y que

136 Historia del Derecho mexicano


luego se esparcieron en todas direcciones, y 3. los Mustariba, que se
decían descendientes de Ismael, hijo legítimo de Abraham, primer
patriarca he- breo. Ellos vivieron en la parte desértica y fundaron la
ciudad de La Meca,9 custodiada por la tribu de los koreichitas, a la que
perteneció Mahoma.
En un principio la organización de estos pueblos era tribal; recono-
cían en cada familia a un sheik o patriarca, y en tiempos de hostilidad
la unión de familias o tribus se organizaba al mando de un emir. Su
religión
era politeísta, plagada de dioses y de espíritus mágicos. En La Meca
habían hecho construir un importante templo, la Kaaba o Casa Cuadrada,
en don- de veneraban una gran roca negra y se encontraban todos sus
ídolos, dife- rentes de una tribu a otra. Este templo era custodiado y
administrado por
los koreichitas ("los pequeños tiburones"), quienes hacían un gran
negocio cobrando la entrada a los creyentes de las distintas sectas, ya que
para ir al desierto o regresar de él los beduinos o comerciantes
caravaneros solían encomendarse o dar gracias a sus deidades.
En ese ambiente vivió Mahoma o Muhammed ("el alabado o
glorifica- do"), entre 570 y 632 d.C, quien en esos 62 años logró unificar
a su pueblo en una sola religión y darle un impulso histórico tan
fenomenal que lo llevó a ser dueño de la mitad del mundo conocido.
Mahoma era hijo de Abdallah y Amina y nieto de Abd-al-mutalib, uno
bderelodse seuisnoileitgoaryca
sqouejelfoesc doensLidaeMróecdae,stqiuniaednoparerceiasalimzaerntuensaugir
ainó eml insoiómn-. Mahoma quedó huérfano siendo aún un niño, por lo
que se hizo cargo de él su tío Abu Talif, nada menos que el jefe de los
mismos koreichitas. Así, creció junto con su primo Alí. Ya adolescente se
dedicó al comercio y gra- cias a ello visitó varios países en la ruta de las
caravanas, a pesar de lo cual su vida era muy austera; al principio fue
camellero, es decir, mozo que cuidaba y aseaba los animales. Mahoma
solía hacer todo esto con pacien- cia, manifestando que los pobres y los
huérfanos tienen mil deberes más que los ricos.10
Más tarde se casó con una viuda 15 años mayor que él, llamaba
Kadidja, pero su vida siguió siendo austera; en la comida si había dátiles,
no había pan, o al contrario, pues ambas cosas a la vez habrían sido un
exceso.11 Por eso Aicha o Kadidja decía que era un verdadero lujo que
Mahoma haya
poseído una servilleta para secarse las manos y enjugarse el rostro.12 De
9
Consuelo Sirvent Gutiérrez y Margarita Villanueva Colín, Sistembs jurídicos contemporâneos, Colec
ción Textos Jurídicos Universitarios, Oxford University Press Hada, México, 1996, pág. 120.
10
Virgil C. Gheorghiu, Lb vidb de Mbhomb, Luis de Caralt, Barcelona, 1963, pág. 87.
1
Ibidem, págs. 100 y 101.
12
Ibidem, pág. 100.

3. Derecho castellano 137


ese matrimonio nacieron siete hijos, pero sólo uno de ellos logró sobrevi-
vir y tener descendientes: su hija Fátima.
Una vez integrado al comercio caravanero, Mahoma tuvo oportuni-
dad de visitar Yemen, Siria, Omán e Israel, y allí conoció las
religiones hebraica y cristiana, así como algunas sectas indias. Así tuvo
contacto con monjes cristianos y con nestorianos o monjes sirios.
Él de suyo era un hombre apacible y sólo se sabe que cuando tenía 14
años tuvo que participar en la llamada guerrb del crimen o de lb violbción
del mes sbgrbdo de los koreichitas con otras tribus, pero su papel se
limitó, según la tradición, a recoger las flechas que lanzaba el enemigo
para entre- garlas a los guerreros de su pueblo.
Ya mayor, Mahoma intervino en una decisión que podría haber pro-
vocado un cisma entre los koreichitas, respecto a quiénes tendrían el
privi- legio de colocar la piedra negra de Abraham en el nuevo templo
construi- do en La Kaaba, a raíz de un incendio que había destruido el
anterior. Él pidió que en un lienzo se colocara la piedra y éste fuera
sostenido y condu- cido por representantes de todas las facciones en
discordia.
Mahoma acostumbraba hacer oración solitaria en la montaña llamada
Hirb ("montaña de la Luz"), cercana a La Meca, y según dijo allí se le
apareció el arcángel Gabriel para darle los principios de una nueva y
verda-
d("erla Sf e,ñboarsadeaesntalacapsrao"c)l.amEsatcoióoncduerruión
saoplroxDimioas,ddaemneonmteberen AellâañooAl6l1b0h d.C, a propósito
de la celebración del mes sagrado o Rbmbdân, y el hecho se conoce
como la noche del Kbdir (en la que conviene velar y orar, pero
lamentablemente no se sabe con precisión en cuál de las 30 noches del
mes tuvo lugar la aparición); entonces, dice Mahoma, "me hallaba de pie,
pero enseguida caí de rodillas. Después me alcé con los brazos
temblorosos".13 Luego vino un periodo de meditación y revelación, el
Fbrbh, que terminó tres meses después, cuando el mismo Gabriel le
dijo: "Tu Señor te dará mucho y quedarás satisfecho. ¿No te halló
huérfano y te dio un refugio?,
¿no te encontró perdido y te guió?, ¿no te encontró pobre y te enriqueció?
No engañes al huérfano. No14rechaces al mendigo. Y de la bondad de
tu Señor habla a los demás."
Los primeros seguidores en esta nueva fe, llamada islâmicb o musulmb-
nb, fueron su propia esposa, su primo Alí y zeid, un hijo suyo adoptivo.
El tratadista Jaime Vela del Río, experto, entre otros temas, en Dere-
cho musulmán afirma: "El término Derecho musulmân, que proviene del
19
Virgil C. Gheorghiu, op. cit., pág. 110 .
14
Ibidem, pág. 114.

138 Historia del Derecho mexicano


adjetivo calificativo musulmân, es un término que deriva del Islam,
que viene a significar 'sumisión a Dios', y con el que se califica a la
religión1 recibida y predicada por Mahoma o Mahommed, el profeta del
Islam." "' Como se advierte, musulmân o islâmico pueden considerarse
sinónimos.
También nos dice Vela del Río que hoy se tiene aversión a los térmi-
nos mbhometbno o mbhometismo, porque parecen sugerir adoración a
Mahoma, lo que desde luego está lejos del espíritu monoteísta del Islam,
que prohibe adorar imágenes, ídolos, figuras o personas comunes.
La nueva fe de Mahoma entró en conflicto con los koreishitas, quie-
nes primero trataron de humillarlo y difamarlo, pero como los adeptos se
multiplicaban trataron de eliminarlo, por lo que Mahoma decidió abando-
nar La Meca y huir a Yatreb (hoy Medina, "ciudad que protege al
Profeta"). Esta huida, con unos 60 de sus seguidores, se conoce como la
Hégirb ("mi- gración") y ocurrió el 16 de julio del año 622 d.C, fecha a
partir de la cual se cuenta la era musulmana.
Por ese entonces Mahoma dio a conocer a su pueblo su libro funda-
mental, el Corân, que para los creyentes fue escrito directamente por
la mano de Dios sobre una tabla de piedra preciosa blanca y a la que
sólo tendrán acceso en el cielo los puros de corazón. Contiene 114
capítulos o surbs y 6219 versículos o bybtbs. Se le reveló a Mahoma
desde el año 610
hchoanstsaejsous ymruesrptue,esetsasdaecloirs,
cproeryemntáes.dQe u2r0'bnañsoigsn.
iEfisctaá "elesecr iltos atemxtaons esragrdae- dos" y por extensión, "lectura
o escritura santa".
"Algunas religiones están construidas sobre la esperanza. El Islam
está construido sobre la fe absoluta en Dios. Dice Mahoma: Mi oración,
mi vida y mi muerte están consagradas al Eterno. Él es el soberano del
universo. No hay nada16que lo iguale. Me ha ordenado el Islbm, yo soy
el primer musulmán."
La respuesta a su predicación fue muy exitosa y con el tiempo no
sólo La Meca sino toda Arabia quedó bajo la bandera del Islam (la
resignación total a la voluntad de Dios); de esta manera, el país se unificó
y fortaleció. En sus últimos días Mahoma pidió perdón públicamente a
todos por lo que hubiera podido ofender y manifestó su deseo de que
cualquiera de los presentes que tuviera algo que reclamarle lo hiciera; un
sujeto tomó al pie de
la letra lo expresado y exigió el pago de tres dracmas que el profeta le
debía. Mahoma entonces ordenó a sus colaboradores que le pagaran por

Jaime Vela del Río, Apuntes de


15
Derecho musulmân, Colección Dixe de Textos Jurídicos, Kadmos,
México, 1996, págs. 4 y 5. 16Virgil C.
Gheorghiu, op. cít., pág. 119.

3. Derecho castellano 139


su cuenta este adeudo. En seguida se despojó de las pocas monedas que poseía, diciendo que los profetas no d
Gracias a la idea de la Guerra Santa, la religión que Mahoma predicó se extendió por el norte de África, Asia
El culto islámico se basa en los llamados cinco pilbres de lb sbbiduríb,
que son:

La profesión de la fe. La creencia en un solo Dios, Alá, y en Mahoma, su profeta.


La oración, cinco veces al día, presidida de abluciones y mirando ha cia La Meca.
El ayuno, por 40 días al año. Se ayuna desde el alba hasta la noche y
Lnoa lsiempousendae, qcuoemseerc, obnesbiedre,rfauumnadrenrei cthenoedrerelolascpiobnreesssseoxburaellel
La peregrinación a La Meca; todos los creyentes deben hacerla por lo menos una vez en su vida.

El Derecho está relacionado internamente con la religión, pero el Corâ n no es su única fuente; está también la Su
En España los árabes permanecieron desde 711 hasta 1492, principal- mente en el sur del país y en pugna const
larga guerra de la Reconquista a la que ya se hizo alusión. En ese entonces la cultura árabe era muy superior a l
jurídica la aportación del Derecho árabe al castellano medieval no fue tan
rica debido a que la religión y el Derecho estaban, en esa época, muy
rela- cionados y el fanatismo de ambas religiones no permitió un
acercamiento profundo.
En donde se marca el origen árabe es en el uso de ciertos vocablos
político-jurídicos tales como bdubnb, blmbcén, tbrifb, blbbceb, blcblde, blgub-
cil, blcbbblb, blhóndigb y blmojbrifbzgo, entre otros.
A los cristianos que comerciaban y convivían con los árabes,
pero conservando su religión, se les llamaba mozârbbes; en cambio, a los
que renegaban de su fe y adquirían la islámica se les denominaba
mulbdíes, y a los hijos que eran producto del mestizaje de ambos pueblos
se les llama-
ba moros.
La expansión fulminante de los árabes se vio detenida por: 1. La
bata- lla de Poitiers en el norte de Francia, 2. las Cruzadas,
expediciones de carácter religioso-mercantil que Europa realizó en
diversos puntos estraté- gicos del mundo árabe, 3. las batallas de Varsovia
y de Viena, donde los árabes fueron derrotados, y 4. la batalla naval de
Lepanto, ganada por la flota española, comandada por donjuán de Austria,
en el siglo xvi.
Sin embargo, los turcos encabezados por Mahomed II se apoderaron
de Estambul, la antigua Bizancio-Constantinopla, en 1492, después de
derro-
tMaroadeCrnoan;stcaontcinluoyXe IaIs.í CelonImeplleoritoe
rmominanloa-bEidzadntiMnoedyiaseyisneicinaiceilaoltaomEdanado o del
Gran Turco, que luego fue tan importante con el bisnieto de Mahomed II,
el sultán Solimán (1495-1566), llamado el Mbgnífico.11
El mundo se fue cubriendo de mezquitas o templos de la fe islámica.
Estaban compuestas, según la ley, por su minarete o torre para convocar a
los fieles, con cánticos, a la oración colectiva. Allí abundan las
inclinaciones de pie y de rodillas (hasta tocar con la frente el suelo),
siempre descalzos, posados sobre alfombras (en las mezquitas no hay
sillas); además, existe el pulpito o midbnb, donde el imân conduce la
oración; el nicho o Al-Mihrbb, que indica la orientación hacia La Meca,
y el cuarto de abluciones, Al- Mbidbb.l$ Todo ello amplió la cultura
universal con una nueva perspectiva, que desde luego se oponía al punto
de vista cristiano que hasta entonces prevalecía en Europa.

17
Para mayores detalles sobre los aspectos del Derecho árabe se recomienda las obras de
Guillermo Floris Margadant, Jaime Vela del Río y la de Consuelo Sirvent Gutiérrez y
Margarita Villanueva Colín, ya citados, así como Sistembs jurídicos contemporâneos, de José
Humberto zarate Pérez, Ponciano Martínez García y Alma de los Ángeles Ríos Pérez, McGraw-
Hill, México, 1997.
18
Jaime Vela del Río, op. cit., pág. 12.
En el Corâ n se encuentran preceptos de gran valor moral, de fe pode- rosa y de caridad, al igual que otros de pro
Surb IS

124. ¿Quién prefiere religión más hermosa, que el que se ha entregado por entero a
150. D...iHoes,mobsraprel pbaireandyo spiagruaelloas cirnefeienlceisa udne sAubprlaichiaomigcnonmtoindiaosoe.guridad?
151....Dios es indulgente y misericordioso.

En lo que toca a otros aspectos jurídicos, el Corân afirma, por ejemplo:


Surb IS
2. Restituid a los huérfanos sus bienes cuando lleguen a la mayor edad.
12. En el reparto de los bienes entre vuestros hijos, Dios os manda dar al varón
la porción de dos hijas.
88. Los hombres son superiores a las mujeres, a causa de las cualidades por
medio de las cuales Dios ha elevado a éstos por encima de aquéllas y porque
los hom- bres emplean sus bienes en dotar a las mujeres.
Surb XSII
39. No camines fastuosamente 19por la tierra, no podéis ni hendirla en dos, ni igualar
la altura de las montañas.

Derecho canónico
Debe entenderse por tal el sistema jurídico que regula a la Iglesia católica
apostólica romana. Se denomina así porque proviene del griego cbnon,
que significa "regla o precepto", y es la división establecida
tradicional- mente por la Iglesia en su normatividad.
Su origen se remonta a los comienzos del cristianismo, cuando
los apóstoles de Cristo se dispersaron por diferentes lugares para
divulgar el Evangelio. En ese tiempo, para apoyar su misión apostólica
formaban cole- gios presbiterales, que ellos mismos dirigían realizando
frecuentes visitas y
escribiendo cartas o epístolas a las primitivas comunidades cristianas.
Cuando el número de conversos creció en forma considerable los
apóstoles tuvieron necesidad de delegar sus funciones en los obispos
nom-
brados para tal efecto. Posteriormente, la elección de estos prelados se
19
Mahoma, el Corân, traducción de Joaquín García Bravo, Editorial Nacional, México, 1974.
Í
142 Historia del Derecho mexicano

hacía de manera conjunta entre el Colegio de Obispos, el clero del lugar y el pueblo. Además se nombrab
zar obras de caridad entre la feligresía. De esta suerte, fue necesario ir reglamentando las funciones cada v
y específicamente en las Epístolas de los Apóstoles a las primeras iglesias. Así, en el Nuevo Testamento (

Los Evangelios según San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, que son los únicos reconocidos por
Los hechos de los apóstoles, que narran los realizados por éstos para divulgar el Evangelio en diferentes lu
Lciadso.Epístolas o cartas de los primeros dirigentes de la Iglesia a las diversas comunidades: 14 epístol

El Apocalipsis, o revelación, escrito por San Juan, el último libro de la Biblib cristiana, ya no influye propi
El Derecho canónico se sustenta en su originalidad jurídica, es decir, mandatos dados por Cristo, el fundado

DereAl paso del tiempo se incorporaron otras dos fuentes formativas del
cho canónico: la legislación nacida en los concilios o congresos de obis-
pos y de altas jerarquías eclesiásticas, y la legislación emitida por los dife- rentes papas. Estos documentos
Los sacerdotes debían, por orden papal, conocer las disposiciones del Derecho canónico; así lo estableció, p
ningún sacerdote le es lícito ignorar sus cánones"). 20 Surgieron de este
modo, entre otros, las siguientes colecciones de Derecho canónico, que
contenían cartas de papas y disposiciones de concilios:
1. realizada por un monje llamado Dionisio el Exi
Colección Dionisiana,
guo, en Italia, en 496; esta versión se difundió tanto en Oriente
como en Occidente, antes del cisma, que creó la Iglesia de
Constantinopla hacia el siglo xi, y después de él.
2. La Hispana, realizada en España en la época del mayor esplendor de la
cultura visigótica, hacia 635, tal vez por el mismo San Isidoro de
Sevi lla o al menos bajo su dirección. Este prelado, uno de los
doctores de la Iglesia, nació en Cartagena en 560 y murió en Sevilla
en 636. Suce dió a su hermano San Leandro como arzobispo de
Sevilla, presidió el IV Concilio de Toledo, en el que se fijó la
liturgia en España, y en su tiempo se le consideró uno de los
hombres más sabios y dignos de respeto. Gracias a esta magnífica
obra se conservaron muchas dispo siciones antiguas de papas y de
concilios.
3. La Dwcheriana o Sewdoisidoriana, que es una combinación de las dos
colecciones anteriores, elaborada en las Galias o Francia, en la
época de Carlomagno, es decir, hacia el siglo ix. Contiene muchas
alteracio
4. Enel sDyecurentao gdreaBnutcehnbdrednocoiaBruerfeobrnmdoisdtae pWaorramssu, dtieelmsipgolo. xi, en
Germania,
en el año 1010.
5. El Syntagma Canonwm, que recopila los cánones de los concilios
orien tales y adoptó luego diversas presentaciones y nombres.
Más tarde algunos papas comenzaron a realizar importantes tra-
bajos legislativos; tal fue el caso, por ejemplo, de Alejandro III,
Inocencio III, Honorio III, Inocencio IV y Bonifacio VIII, quienes
daban a conocer sus normas por medio de decretos o decretales.
Esto hizo que Roma fuera ya el centro legislativo de la cristiandad,
sobre todo a partir de la reforma profunda del papa San Gregorio
VII, el Grande (1047-1085), quien trató de imponer orden en un
complejo conjunto de documentos canónicos, pues incluso
circulaban falsifica- ciones como las Falsas Decretales, de 850
aproximadamente, si bien
había otras colecciones más serias como la Statwta Ecclesia Antigwa, de
506; la Colección Dionisio Adribnb, de 778; las Recopilbciones de Ivo
de Chartres, de 1090, etcétera.21
' Varios, Nuevo Derecho cbnónico. Mbnubl universitbrio, Biblioteca de Autores Cristianos,
Editorial Católica, Madrid, 1983, pág. 39. ' Guillermo Floris Margadant S., op. cit., pág. 145.
6. La Concordib Discordibntium Cbnonum, mejor conocida como Decreto
de Grbcibno, elaborada por este monje entre 1120 y 1140, hecha
con fines didácticos y donde se trató de reunir aquellas
disposiciones que podrían ser más útiles a la Iglesia.
Se dice que para su formación Graciano consultó cerca de 10
mil documentos, de los cuales finalmente ocupó unos 3900,
provenientes de los llamados pbdres de lb Iglesib, disposiciones
conciliares y decretales pontificias. Esta colección era privada, pero
debido a su uso en uni- versidades y en los tribunales de ese tiempo
se le consideró la síntesis básica del Derecho canónico en la época
medieval.
7. La Colección de Pedro Colivbcino, primera que contó con
aprobación expresa del papa Inocencio III, en 1210.
8. Las Decretbles, en' cinco libros, de Gregorio IX, elaboradas por San
Raimundo de Peñafort, en España, que apareció con una temática
bien organizada y data de 1234. En esta obra se acepta oficialmente
el Derecho romano como supletorio del Derecho canónico, lo que in
fluyó mucho en el sistema jurídico español de la baja Edad Media.
A propósito de San Raimundo de Peñafort, ha sido considerado
patrón de los abogados, si bien este mismo título se le ha dado a San
Ivone (santo francés) y a Santo Tomás Moro (santo inglés), lo que
muestra
qVuiellaeflragnrceameion 1e1st8á0syufmicuierinót
emn eBnatercperlonteageidno1. 2 S 7 a5 n ;
fRuaeimnoumndborandaocgióenen- ral de los dominicos y se le
considera uno de los fundadores de la Orden de Nuestra Señora de la
Merced. Su fiesta se celebra el 23 de enero.
9. El Liber Sextus, de 1297, del papa Bonifacio VIII, que como se observa
añade un libro a los cinco que ocuparon las Decretbles de Gregorio
IX. Se hicieron de esta obra cuatro copias, una de las cuales fue
enviada a la Universidad de Salamanca, en España.
10. Las Clementinbs, denominadas así por Juan XXII, porque fueron obra
de su antecesor, el papa Clemente V. Contiene importantes normas
de tipo 22procesal, que regulaban sobre todo el llamado juicio
sumbrio.
1. Las Extrbvbgbntes, por no estar contenidas ni en las Decretbles de
Gregorio IX, ni en el Liber Sextus, ni en las Clementinbs, y que son
decretales expedidas por Juan XXII, Benedicto XII, Clemente VI,
Inocencio VI, Urbano V, Gregorio XI, Urbano VI, Bonifacio IX,
Ino cencio VII, Gregorio XII, Alejandro V, Juan XXIII (sic),23
Martino V,
ßß
Ibidem, pág. 146.
ßC
Juan XXIII gobernó a la Iglesia entre 1410 y 1415 y fue el último papa en Roma porque se
produjo el cisma de Aviñón, con dos papas en este lugar: Clemente VII y Benedicto XIII (1378-
1415). Era el tiempo de los papas y los antipapas. Esto explica la repetición del nombre de
Benedicto XIII en 1724 y de Juan XXIII en 1958.
Eugenio IV, Nicolás V, Calixto III, Pío II, Paulo II y Sixto IV; es decir, abarcan un periodo que va de 1316 a 1484
12. El Corpus Iuris Cbnonici, de 1580, con cuyo nombre designó Gregorio XIII la recopilación y actualización d
* nici de 1500, edición privada.

Luego, el Derecho canónico se enriqueció con más disposiciones con- ciliares, bulas y decretos papales, así como
Por eso a partir de 1870, con el Concilio Vaticano I, se hizo sentir la necesidad de un Có digo cbnó nico, tema al qu
Todo este Derecho canónico fue muy importante, especialmente en la Edad Media, cuando los tribunales eclesiást
dobelaigcacióionaplu, ems aetjreirmcoíaniacloymdpe tfeanmcilaiae.nAml aretesrpieactsoucdeiscoeriMa,acrgoan
A esta confrontación entre el Derecho romano y el canónico debemos interesantes innovaciones como la teoría de r

Derecho cranco
En el territorio de la actual Francia ascendió al trono de los francos el rey
Carlos, conocido en la historia como Cbrlombgno. Gracias a múltiples con-
24 Ibidem, págs. 147 y 148.
146 Historia del Derecho mexicano

quistas previas y las del propio monarca, su reino era muy extenso:
abarca- ba Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, norte de Italia, norte de
España, Luxemburgo, Andorra y parte de Austria, vasto territorio al que
se le dio el nombre de Sbcro Imperio Rombno. En la Navidad del año 800
Carlomagno fue coronado emperador del mismo por el papa León III, su
aliado, al que aquél le había reintegrado sus territorios pontificios en Italia
y su autori- dad puesta en peligro por intrigas de los cardenales de la
época. Por eso, el papa en el momento de su coronación se arrodilló
ante el monarca en señal de respeto a su investidura, encarnando en él la
autoridad política y espiritual de Europa, ya que desde la época del
Imperio romano no se había formado otro Imperio tan amplio y sólido
como éste, que se exten- día desde el río Elba hasta el Ebro.
La unidad de este reino se basaba en la lealtad que todo hombre libre
debía jurar al rey ante algún objeto sagrado, por ejemplo, la reliquia
de algún santo. Esa lealtad implicaba la obediencia a todo mandato real,
el pago de tributos y, en su caso, la prestación de servicios militares.
Carlomagno dividió el reino en provincias o condados, cuyos
titula- res eran nombrados por el emperador y vigilados por los missi
dominici o inspectores enviados por el monarca periódicamente para
verificar el esta- do de la administración pública. Los enviados podían ser
laicos o religio-
saolsosy tcroibnuenlatliesmypocufyuaesr onpifnaicounletas
doesbaíanomsebr rtaormreagdiadsoerens cquentac.uEdnierlasn fronteras se
levantaban fortalezas llamadas mbrcbs al mando de un militar, el
marqués, cuya misión era velar por la seguridad del reino. Muchas pro-
vincias eran administradas por la Iglesia, dada la unión entre la Corona y
el papa.
En cada primavera y otoño y en distintas ciudades del reino se
cele- braban magnas asambleas entre el emperador, sus 12 pares
(ministros) y todas las autoridades civiles y religiosas. En estas reuniones,
llamadas cbpí- tulos, se atendían diferentes aspectos políticos, militares,
religiosos, econó- micos y culturales, y se dictaban normas o leyes
capitularías, que ahora se agrupan con el nombre de leyes cbrolingibs o
Derecho frbnco-cbro Ungió.
Carlomagno unificó la moneda y se reservó, sobre los señores feuda-
les, el derecho de acuñarla. Así surgió el denario carolingio de plata,
que
circuló en toda Europa; dividió la propiedad rural en indominicbtb o
tierra de los señores; mbnsos o tierra de los siervos, y tierras colectivas
para uso del pastoreo, recolección de frutos silvestres y trabajo de
leñadores.
Los hombres del pueblo se dividían en ingenuos (libres) y servi
(lega- dos a la tierra de su señor); a su vez, los esclavos fueron haciéndose
escasos porque la Iglesia prohibía la esclavitud de los bautizados.
3. Derecho castellano 147

Igualmente, Carlomagno fomentó la cultura y la alfabetización en su Imperio, cuando él mismo aprendió a leer
El Derecho carolingio influyó en el norte de España, especialmente en Cataluña y en la zona vasca, por lo que t

La
El obra jurídica
siglo xin de Alfonso
estableció X eldesabio
una especie prerrenacimiento en Europa; así, la Edad Media se vio interrumpida por
estudAialdporicnocnipfionesl Dfiliogleósgtoic, otrsa, selsa daedcoirp, oprareal perjeorpciotaIr nel reiostuadB
Así, del contenido del Digesto se hizo resumen y comentario, es decir, glosas, y de ahí surgió la famosa escue
De esta manera, entre 1090 y 1230 los glosadores fueron sistematizando el Digesto, pues el original es un tanto
cos, textos de constituciones imperiales, refranes, etc., lo que hacía difícil su consulta para fines prácticos. De
a veces alterándolo, el patrimonio jurídico de Roma que ha llegado hasta nuestros días.
148 Historia del Derecho mexicano

Por aquel tiempo gobernaba en Castilla Fernando III, quien luego fue
canonizado, y durante su gobierno el reino alcanzó un notable grado
de prosperidad, a más de que el monarca siempre apegó todos sus actos
de go- bierno a la decisión de las Cortes y fue muy respetuoso de la
libertad de sus subditos. De alguna manera trató de fortalecer la unidad
de los reinos cristianos en su lucha de Reconquista contra los árabes,
empeño en el que se avanzó mucho gracias al esfuerzo conjunto de San
Fernando y de Jaime I, el Conquistador, rey de Aragón, quienes
lograron reducir el territorio hispano-árabe a una pequeña franja en
Andalucía.
En este contexto se desarrolló la vida y la obra de Alfonso X
llamado el Sabio, hijo de Beatriz de Suabia y de Fernando III el Santo,
quien nació en Toledo en 1221 y murió en Sevilla en 1284. En 1252
ocupó los tronos de León y de Castilla, continuó la guerra de Reconquista
y se hizo famoso con las tomas de Niebla y de Cádiz. Más tarde pretendió
sus derechos al trono del Sacro Imperio Germánico, a través de la línea
materna, pero esto le acarreó impopularidad en España debido a las
drásticas medidas que tomó en materia económica por sostener la guerra
contra Alemania, por lo que la nobleza siempre se le manifestó adversa.
Para colmo murió su hijo Fernando de la Cerda, a quien
correspondía la sucesión del trono, y entonces se trabó una lucha entre los
hijos de éste
yexdtroenmSoandcehqouel
lBasraCvor, thesij,oresuegnuidnadsoedneVAalfloandsolidX,. lLo adsecpous
aiserlolengyarnoonma-l braron a su hijo como Sancho IV.
A pesar de estos graves problemas políticos Alfonso X realizó
una gran labor cultural; hizo de Toledo, Sevilla y Murcia tres centros
básicos de difusión intelectual. Su propia obra es muy vasta y abarca
estudios científi- cos, textos literarios y de divulgación, e incluso algunos
tratados de carác- ter militar y filosófico. Pero lo que a nosotros nos
interesa destacar es su obra jurídica, que se resume en el cuadro 3.1.
Las Siete Pbrtidbs constituyen la cumbre de la obra jurídica de Alfonso
X. Los temas que contienen son los que se muestran en el cuadro 3.2.
Al parecer, el LiberJudiciorum elaborado por los visigodos fue
traducido al castellano por órdenes de Alfonso X y adquirió el nombre de
Fuero Juzgo, el cual se otorgó a varias ciudades de Castilla. Por otra parte,
comenzó a surgir la disputa de jurisdicciones entre los casos que debían
resolverse por las autori- dades jurisdiccionales de las ciudades y los de
lajusticia real. Así fue redactado El Speculum o Espéculo, como un modelo de
Código procedimental, pero por la oposición a que se aplicara quedó sólo
como antecedente u obra doctrinal.
Las Cortes de zamora, en 1274, determinaron que se denominaría
cbsos de Corte a aquellos a los que se les aplicara el Derecho real, y que los
3. Derecho castellano 149

Cuadro 3.1. La obra jurídica de Alfonso X el sabio.


]ipo A`ra Iomentario
Legislativa Cuero Peal, de 1255,
Originalmente planeado para ser
dividido en cuatro libros. El
un ordenamiento municipal de
Primero contiene materia
Aguilar de Campo, después se
religiosa, as- pectos
convirtió en un fuero u ordenanza
relativos al rey y su familia;
municipal tipo, porque fue copiado
las leyes, los alcaldes y su
por otro fuero. Hacia 1272 la
jurisdicción; los escribanos y
nobleza obligó a Alfonso X a
la validez de los juicios. El
abrogarlo y regresar al llamado
segundo: los juicios y pro-
Cuero Siejo de Iastilla, que era
cedimientos; las ferias y la
más favorable a sus intereses,
prescripción. El Tercero: el
porque estaban acostumbrados al
Derecho familiar, sucesiones y
Derecho germano-visigótico y no
contratos. El Cuarto: de los
al romano-legislativo que inspiraba
herejes, judíos y demás
al Cuero Peal, por cierto muy
enemigos de la fe; de los
apegado al Cuero de Yoria. Al
delitos y las penas; de los
Cuero Peal también se le llamó
peregrinos o romeros y de los
Cuero del Li`ro, Li`ro del Cuero de
navios.
las Leyes, Cuero Iastellano, Li`ro
de las Clores o Clores de las
Leyes.
El ordenamiento de tafurerías o Elaborado conjuntamente con el

ctaafsuar so tadheúrj.uego, es maestro Roldan.

decir, el
Las Leyes de la Hesta. La mesta era una asociación ga-
nadera.
Las Leyes de los Bdelantados
De tipo militar.
Hayores.
Varios Cueros. Leyes municipales dadas en su
reinado a algunas ciudades.
Doctrinaria Ypeculum y Yeptedario. No se conocen completas, pero
se trata de una mezcla de ideas
moralistas, consejos, ejemplos,
etc. La palabra speculum o
espejo para nombrar al Derecho
era muy común en la época y
simboliza que la ley, más que ser
voluntad de un legislador, debe
reflejar la costum- bre ya
establecida.

(continúa)
150 Historia del Derecho mexicano

Cuadro 3.1. {Continuación.)

Tipo Obra Comentario


Mixta Las Siete Partidas
se inspira en autores griegos y ro-
se hizo inicialmente como Escrita entre 1256 y 1263. La
manos, en textos de la Biblia y en lo escrito por padres y doctores de la Iglesia, pero sob
una obra orientadora, o guía inició san Fernando y la conti-
para legislar, por lo que puede nuó Alfonso X. En esta magna considerarse doctrinal, pero obra contribuyeron los glo-
en 1348 el rey Alfonso XI sadores Hugo y Jacobo, así expidió el Ordenamiento de como el maestro Roldan y el Alcalá de Henares, en el que obispo
consideró a las Siete Martínez. La obra se divulgó

Partidas como derecho su- gracias a la edición comentada


pletorio castellano.que en 1555 hizo Gregorio
López. su nombre original era El Libro o Fuero de las Leyes. Está dividida en siete libros o partidas.

Cuadro 3.2. Las Siete Partidas.


Partida Tema

I Las fuentes del


Derecho y Derecho eclesiástico

II El rey y los
funcionarios públicos con sus facultades y deberes
Los jueces y el procedimiento judicial

III

IV
V VI

Vil Las tres sobre Derecho


civil
Del Derecho penal

El texto original de estas Partidas y de otras


disposiciones antiguas puede consultarse en la obra Códigos españoles concordados y anotados, editada en Madrid en el siglo xix, que se encuentra en
3. Derecho castellano 151

tribunales municipales podían consultar sus dudas a los tribunales reales.


Estas dudas y sus respuestas fueron luego recopiladas en 1278 con el nom- bre de Leyes Nwevas, y má s tarde en
Segú n afirma el ilustre maestro españ ol Alfonso García Gallo, "para 1265 se revisó el Espécwlo, dando una nuev
El Ordenamiento de Alcalá de Henares, antes mencionado, estableció en su ley primera, título 28, el siguiente orden nor

El propio Ordenamiento de Alcalá.


Los diversos fueros u ordenanzas municipales.
Las Siete Pbrtidbs.
Con el tiempo se aplicaron directamente las Siete Partidas, por lo que una obra primero de cará cter doctrinal se v

Derecho foral

La Edad Media comprende de 476 a 1453 y suele dividirse en tres periodos:

1. Temprana Edad Media: de 476, caída del Imperio romano de Occi-


dente, a 800, coronació n de Carlomagno
como emperador del Sacro Imperio Roma-
no Germá nico.

23
José Luis Soberanes Fernández, op. cit., pág. 42.
152 Historia del Derecho mexicano

Alta Edad Media:de 800 al siglo xiii, conocido como un prerre-


nacimiento y de decadencia del sistema feudal.
Baja Edad Media: del siglo xiii a 1453, con la caída del Imperio ro-
mano de Oriente.
En la Alta Edad Media prevaleció el feudalismo y por eso el poder
del rey era débil, mientras que en la Baja Edad Media, al decaer el
sistema feudal, el poder del monarca se vio fortalecido. Dentro de este
esquema con varias autoridades, el rey, los señores feudales, la Iglesia,
etc., un me- dio importante de actividad políticojurídica fueron las
ciudades, que goza- ban de cierta autonomía respecto al poder real, por
lo que contaban con sus propios fueros o disposiciones municipales,
también llamadas cbrtbs pueblbs si la zona había quedado devastada por
las guerras contra los ára- bes y era necesario repoblar o crear una nueva
ciudad. Con el tiempo, esas cbrtbs pueblbs (o de poblazón) se
incorporaban a los fueros respectivos y de ahí que se les nombrara
indistintamente.
el reyEloctorngtaebnaidao ldoes lohsabfiutaenrotessesdteabla
coiundsatidt,uisduo oprogranloizsapcriióvnilpegoiloítsicqauye algunos
aspectos de costumbre local. El fuero podía ser otorgado directa- mente
por el soberano o por el señor feudal o eclesiástico que tuviera el
dominio original. En ocasiones ese fuero era recompensa por algún servi-
cio especial que la ciudad había hecho en favor del monarca, por ejemplo
en caso de guerra, y otras simplemente en forma graciosa. Otras veces el
fuero era consecuencia de una rendición condicionada, mediante la cual
se reconocía a la ciudad su personalidad jurídica y política.
El fuero era redactado por el Ayuntamiento, o bien por un particular
tenido como hombre prudente y docto. Son ejemplo de fueros breves los
de León, Toledo
26
y Nájera, y de extensos el de Cuenca, además del
fuero tipo.
En caso de lagunas en un fuero determinado, se aplicaba el Fuero
Juzgo hecho por los visigodos y del que ya se hizo mención, si no la
costum- bre local, o bien el criterio judicial; al respecto, cuando el juez
emitía sus
sentencias ofbzbũbs se iban creando precedentes que luego podían
aducirse como obligatorios, a la manera de la moderna jurisprudencia.
Al paso del tiempo se redactó el Libro de los Fueros de Cbsti lb,
hacia mediados del siglo xiii, en el que se supone que se aprovechó
mucho mate-

26
Para más detalles acerca del tema se recomienda la obra de Tomás Muñoz y Romero, Colección de
fueros municipbles, Madrid, 1874, mencionada por Toribio Esquivel y Obregón, op. cit., pág. 130.
3. Derecho castellano 153

rial foral, ya desaparecido para nosotros. Contiene unos 300 artículos, agru- pados sin método, con costumbre

suosladrisepgosipcuioendes eblensefñiciorabtoanmapralreticeul lacrumerepnoteeyatoqduoe qsue adnetcoíaeqn

Los gremios

Desde la época del Derecho romano surgió la idea de agruparse los traba-
jadores y productores de una misma actividad, por ejemplo,
carpinteros, herreros, panaderos, etc. En Roma no se veía con mucha
simpatía a esta unión porque permitía la mejor defensa de sus
intereses y de sus tarifas, pero ya en la Edad Media, en las aldeas y
ciudades tuvieron mucho presti- gio; se les llamaba, desde el Derecho
romano, collegium, societbs, gremium; y si los organizaba la Iglesia,
hermbndbdes y cofrbdíbs. En algunos lugares se
lseus dfiensotams irneóliggiuoisldabs sy. cTievnilíeasn; sfuorpmraobpaian
rseugslamiemntbarcoiósnu,nsufosnadnotodep athr o nrro, para ayudar a sus
lisiados y enfermos, así como para costear entierros y ayudas para
viudas y huérfanos. En una época en que no existía la seguri- dad social,
los gremios contribuyeron al bienestar de sus miembros.
La organización interna de los gremios era muy rígida. Los
agremiados se dividían, según la antigüedad en el oficio, en maestros,
oficiales y apren- dices. Cuidaban mucho su prestigio y la manera de
elaborar sus productos, por lo que los secretos de la producción eran
divulgados sólo cuando se había demostrado la lealtad al grupo.
Para aprender el oficio se celebraba un contrato con el gremio, gene-
ralmente de cuatro años, durante los cuales el aprendiz vivía en la casa del
maestro, quien lo alimentaba y vestía, mientras que el novato le debía
obe- diencia filial y podía ser castigado siempre que no lo lesionaran, en
caso de cometer alguna imprudencia.
Para pasar de la categoría de aprendiz a oficial se requería presentar
rigurosos exámenes y si se lograba acreditarlos, se podía abrir una tienda
o un taller, afiliándose al gremio y pagando las cuotas respectivas.
Ibidem, pág. 51.
154 Historia del Derecho mexicano

Este tipo de monopolios ayudó a desarrollar la actividad económica de los artesanos y productores, pero po

El consulado y las leyes mercantiles


Las sociedades o compañías de comercio y los negocios en general se
consideraban como contratos mercantiles. Así, las Ordenbnzbs de Bilbbo
establecen que una compañía mercantil es un contrato o convenio que se
hace entre dos personas, en virtud del cual se obligan recíprocamente,
por cierto tiempo y en ciertas condiciones y pactos, a hacer y
proseguir conjuntamente varios negocios, por cuenta y riesgo común y de
cada uno, respectivamente, según la parte del caudal o la industria que
cada uno ponga.
De esta suerte, la sociedad era entendida como una copropiedad o
comunidad de bienes. Los comerciantes al asociarse formaron tribunales
e s p e ia le s , ll am ad s c o n s ul bd o s , pa r a c o n o c
d o s co n a c to s de co m e r c io y e n t re c o m e r c ia
e r y r e l v r l it i g io s r la c i o n a
n t e s. E s t o e r a c o n v e n ien t e p o r - que así lograban una
justicia más acorde con sus intereses y más rápida y accesible.
También establecieron sus propias normas que luego se regularon
oficialmente, como sucedió en el Consulado del Mar, de Barcelona,
de 1370, aproximadamente; los Roles de Olerón, con costumbres
mercantiles de Francia e Inglaterra hacia 1150; las Costumbres de Wisby,
en la zona del Mar Báltico, del siglo xn, y por esos tiempos también, en
Italia, la Tabla de Amalfi o la Constitución de Pisa de 1161.
De hecho, se dio un dualismo entre el Derecho civil o común y
el Derecho privilegiado de los comerciantes o mercantil, al calor del cual
se crearon paulatinamente la cuenta corriente, la letra de cambio, el giro,
el registro de comercio, la firma mercantil, la marca comercial, la
quiebra,
etc., e incluso se dio validez probatoria en los tribunales o consulados a
los libros de contabilidad.
En mucho contribuyó a todo esto la labor de los cambistas, que a las
entradas de los caminos realizaban varias operaciones de crédito y de
cam- bio, en una época en que viajar con dinero en efectivo resultaba
arriesgado por la cantidad de bandidos que pululaban en las diferentes
regiones.
3. Derecho castellano 155

Recopilaciones
Siempre ha existido la necesidad de reunir en un solo texto o documento
los distintos ordenamientos en vigor, sobre todo porque en muchas
ocasio- nes las fuentes formales del Derecho eran varías, por ejemplo,
disposiciones reales, de las Cortes, asambleas de laicos y de clérigos.
organAizsaí,dalas elenyceornacidlaiodsa opocur reial
X I
sremyi,xptaesro(caonparetlirgdioeslosigylola ic o I sl)a,staCmorbtieésn,
participaron en la expedición de leyes, en cuyo caso se llamaban bcuerdos
si requerían su aprobación final, o prbgmâticbs si el monarca las daba
sin necesidad de aprobación. Luego se les denominó también rebles
cédulbs, si provenían de los ministros del rey.
Al principio la compilación de todas esas normas era hecha por
los particulares; después la elaboraron las autoridades y pueden
considerarse oficiales. Como ejemplo de compilaciones privadas del
Derecho castella- no tenemos las Leyes Guevbs, con base en el Fuero Pebl
de Alfonso X, y las Leyes de Dstilo, a las que ya se hizo referencia, que
son de orden procesal, también basadas en el Fuero Pebl.
Las compilaciones que ya fueron consideradas se presentan en el
cua- dro 3.3.
Cuadro 3.3. Compilaciones del derecho castellano y español.

Compilación Año Características


Ordenanzas Reales 1485 Elaboradas por Alonso Díaz de
de Castilla Montalvo, con los Reyes
Católicos
Leyes de Toro 1505 Eran 83 leyes que contenían
muchos aspectos de Derecho
de familia y sucesiones. Datan
del reinado de Fernando el
Católico. Dadas en la Villa de
Toro
Nueva Recopilación 1567 Reinado de Felipe II. Tienen 12
de Leyes de Castilla tomos, que en
aumentaron conelotro
siglodexvm se
autos
acordados

Novísima 1805 Época de Carlos IV. son 12


Recopilación de libros. su recopilación se inició
Leyes de España en tiempos de Carlos III
156 Historia del Derecho mexicano

Obsérvese que estas obras no pretendían generar Derecho, sino reco-


pilarlo o reunirlo en un solo texto, si bien previamente se hacía una labor
de confrontación entre disposiciones total o parcialmente contradictorias
y se procuraba actualizar todo el material eliminando, por supuesto,
las normas derogadas o en desuso.

Las universidades medievales


Una de las más grandes creaciones de la Edad Media fue la
universidad auténticamente basada en la tradición cultural del
Medioevo, que nació como una sociedad corporativa de maestros y
estudiantes, dotada de sus propios estatutos, estructura administrativa,
currículo y requisitos para obtener grados y niveles académicos. La
autonomía, es decir, su propia regulación, es algo inherente y constante;
sin ella, la universidad pierde su naturaleza y sus objetivos.
Debe señalarse que la universidad no sólo es fuente inagotable de
conocimientos y de investigación, sino motor de impulso al cambio y a la
crítica al orden establecido, por lo que muchas veces se la ha visto como
un foco de subversión y de peligro para los grupos de poder; pero ha sido
en la universidad donde han surgido los pensamientos y las ideologías
que
han transformado el mundo.
En la Edad Media predominaban los religiosos en la enseñanza supe-
rior; en los monasterios se guardaban los viejos textos de los
pensadores griegos y romanos, de ahí la trascendencia de la Iglesia como
salvaguarda de ese tesoro intelectual de la humanidad. Pero al
principio las escuelas medievales eran elementales; allí se enseñaba a
leer, escribir, sumar y algu- nos conocimientos religiosos; una que otra
llegaba más lejos y eso gracias a alguno o algunos maestros que
destacaban, como ocurrió con la de Lyon, con Anselmo, hacia el siglo xn,
o la de Monte Casino con San Bernardino, aproximadamente en el mismo
periodo. En mejor situación se encontraba Italia, con los casos de Pavía,
Ravena, Bolonia y Módena.
Para entonces se hizo necesaria la traducción de obras escritas en
griego y en latín, por lo que en Toledo surgieron escritores y
traductores.
SjuadníoRs acimonuvnedrosoes,taebspleacñioóleusn ycenxtroanmjeuryosi,mlo
poqrutaentermenineól qpuoer dciovnevresirfgiícanr el conocimiento. De
esta suerte, la labor de copistas y de traductores con- tribuyó a divulgar las
ciencias exactas y las humanidades. También ayudó el interés por el
conocimiento del Derecho con base en la obra de Justiniano, cuyo estudio
fue emprendido por las escuelas de los glosadores y los posglosadores.
3. Derecho castellano 157

Algunas universidades surgieron de manera libre y espontánea y


otras por fundación, ya pontificia, ya imperial. 28Se ha dicho que las
universida- des no se crearon, sino que emergieron después de un largo
periodo de actividad escolar, en ocasiones discontinuo y caprichoso. A
veces la llama- da fundbción no era más que el nacimiento oficial de
privilegios dados a una universidad ya existente.
por uUn nmeajesmtroplgoreiesgloa, Uotnroivcerisitdiandod,
eunSajuledrínooy, suengáúrnablae,tpraedroiccióunyocrienaicdiao es incierto,
posiblemente antes del siglo ix; se especializó en medicina, fue
reconocida en 1231 y para muchos es la primera universidad europea.
Otro ejemplo es Pavía, pintoresca ciudad italiana donde se reunían
maestros y alumnos de muchos lugares de la Lombardía y donde en la
enseñanza del Derecho se combinaba lo teórico y lo práctico en el
ejercicio de los tribunales.
Pero fue sin duda Bolonia la universidad que más nivel alcanzó en la
Edad Media en el estudio del Derecho, gracias a la labor de los
glosadores. Al principio los estudiantes celebraban contratos con sus
maestros y éstos radicaban en la ciudad de su preferencia, seleccionaban
a sus alum- nos y ambos grupos iban formando verdaderas sociedades o
hermandades llamadas universitbtes, que poco a poco cobraban vida jurídica
propia, como
s i t u v i er a n p e r s o na l i d ad .
e st u d i o n i m é t o d o p a r a im
E s c l a ro q u e n o h a b ía p l an e s n i
pa rt i r e ns eñ a n z a, s in o q u e ca d a m
p ro g r am a s d e
ae st r o tra b a ja - ba por su cuenta y según su instrucción.
Tampoco había evaluaciones ni calificaciones como tales.
Pero maestros y alumnos alojados en una misma ciudad, a veces
en una misma casa de huéspedes o mesón, convivían más allá de las
horas normales de actividad docente y esto enriquecía mutuamente
sus expe- riencias, como ocurre en algunas universidades europeas y
estadouniden- ses o, en el caso de México, en la actual Universidad de las
Américas, en Cholula, Puebla.
Pero también sufrían, sobre todo los extranjeros, robos, humillacio-
nes y todo tipo de afrentas, por lo que con el tiempo se pidió a la Corona
o al papa la promulgación de privilegios para las universitates. Así,
Federico I
Authenticb Hbbitb
Bviarjbaabrarnoja Ietamliatiópoernra1z1o5n7eslade estudio. para proteger a quienes

!
Rolando Tamayo Salmorán, Lb Universidbd, epopeyb medievbl (notbs pbrb un estudio sobre el surgimiento
de lb Universidbd en el Alto Medievo), Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 1987.
158Historia del Derecho mexicano

Se trató de sistematizar el estudio de las ciencias en dos grupos:


El Trivium, con gramática latina (se estudiaba a autores paganos y cristianos), retórica (arte de la argumen
El cubdrivium, con aritmética, geometría, astronomía y música.

Margadant señala que para ingresar en el gremio de maestros se re-


quería someterse a algunos exámenes, que luego fueron utilizados por los
alumnos como culminación de su carrera, aun en aquellos casos en los
que no habían pensado en ser maestros, porque al menos podrían mostrar,
al volver a su país, un diploma. Así surgieron los exámenes
correspondientes al bachillerato, la licenciatura, la maestría y el
doctorado.29
Con el tiempo, los privilegios concedidos a las universidades exigie-
ron reglamentación propia, de manera que se convirtieron en un Estado
dentro de otro Estado.
Al principio los maestros enseñaban en sus propias casas; los
alumnos vivían en pensiones o mesones y a veces se unían para formar
bibliotecas comu- nes. Así, como una reunión de colegios de maestros y
alumnos surgieron univer- sidades tan importantes como Oxford, Cambridge,
la Sorbona y Bolonia. Tam-
b i én s e a fi rm a qu l a s
l o s al u m n o s; po r ej e m
h u e l g a s e s t u d i a n t il e s ca u s a ro n l
p l o , l o s e s t u d i a n t e s d e P a r ís a l em
é x o d o o l a de s e r c ió n d e
i g ra r e n l os s ig l o s x n y XIII fundaron la Universidad de
Oxford. Lo mismo sucedió cuando la Universi- dad de París en 1219 prohibió
la enseñanza del Derecho
30
romano, lo que aprove- chó la de Orleans, que no
la había prohibido.
En España las universidades recibieron la influencia de las de París y
Bolonia y tuvieron marcada inclinación hacia la ciencia árabe; así surgie-
ron la de Toledo, desde la época de Alfonso VI, la del monasterio
benedic- tino de Sahagún y, desde luego, la de Salamanca, que gozaba de
gran pres- tigio en toda Europa, más aún en el tiempo de Alfonso el Sabio.
Allí también se estudiaba música, medicina, teología, Derecho,
matemáticas y lenguas "sabias" (latín, griego, hebreo y árabe).
En el tiempo de Alfonso VIII, tal vez en 1213, se fundó en Palencia
la que se considera la primera universidad española. Luego surgieron las
de Valladolid, Barcelona, Alcalá, zaragoza, Valencia y Sevilla, entre otras,
gra- cias a lo cual se observa que España fue un importante centro
cultural durante la Edad Media.
ß9
Guillermo Floris Margadant S., op. cit., pá g. 201.
CO
Ibidem, pág. 202.
3. Derecho castellano 159

Debe aclararse que en la legislación universitaria se habla de


studib para referirse a escuelas superiores y de universitbs para aludir a
una cor- poración o reunión de maestros y alumnos. Puesto que el rey
concedía privilegios a las universidades y luego éstos eran confirmados
por el papa, se les daba el título de Real y Pontificia Universidad,
tradición que en la época indiana se trasplantó a las universidades de
América.

El Regio Patronato
Siempre fue difícil para dos instituciones muy poderosas, la Iglesia y
la Corona, convivir y compartir la autoridad sin invadir las esferas
religiosa y civil, respectivamente.
Así surgió el Real Patronato, como un Derecho de la Corona para
inter- venir en la designación de las altas autoridades eclesiásticas en los
territorios dominados por el rey, específicamente en lo que toca a los
obispos.
En el caso de Castilla, el Regio Patronato implicaba la facultad de la
Corona de presentar al papa candidatos para ocupar cargos eclesiásticos y
autorizar la constitución de nuevas iglesias, así como para cobrar algunos
impuestos religiosos, como el diezmo, de igual manera que negar "el paso
dfieleasbduelal"a, resgdióecni,r,loelque
cuonastoitrudíeanupnapaclen(bsurl a) afulaesradciospnoscicdiaonenstrecloes-
siásticas.
Las Siete Pbrtidbs reglamentaban el Real Patronato, y se daba el
caso de que algunos personajes poderosos también ejercieran patronato
sobre algunas iglesias y capillas. A veces los reyes sobrepasaban ese
patronato y trataban de imponer a sus candidatos en un cargo, y se llegó al
extremo de que los Reyes Católicos impusieron como31 arzobispo de
zaragoza a un bas- tardo de sangre real de sólo seis años.
Es importante destacar que así como la Corona tenía derechos sobre
la Iglesia por la vía del Regio Patronato, también debía cumplir con
ciertas obligaciones como protegerla, patrocinar sus misiones y apoyarla
en la lu- cha contra los herejes.
En 1443, con la bula Eximibe Devotionis, el papa Alejandro VI otorgó a
la Corona de Castilla el Patronato sobre la Iglesia que se establecía en las
Indias Occidentales. Posteriormente, el papa Inocencio VIII amplió los
derechos de la Corona de Castilla para el cobro de diezmos, a cambio de
sostener económicamente la obra misional que durante la conquista y co-

' Guillermo Floris Margadant S., Introducción b lb historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 95.
160 Historia del Derecho mexicano

Ionización fue tan importante. Como se verá más adelante, este derecho de patronato (del latín, pbtronbtus

El Derecho constitucional español


En la antigua Grecia, en el pensamiento de Platón y sobre todo de
Aristóteles, existía ya la idea de un orden fundamental y original derivado
de la forma de ser de los ciudadanos de la polis, lo que explica el nombre
que, actuali-32 zado, damos a la obra Lb Constitución de Atenbs, del propio
Aristóteles.
Ya en Roma la palabra constitutio, derivada del latín contituere,
signifi- caba "colocar, poner, levantar, establecer, construir, fundar", por lo
que vino a derivar en orden, forma de ser, mandato, ordenamiento. Así,
estas disposiciones fueron citadas como constitutio imperiblis o
constituciones im- peribles, dentro de las fuentes formales del Derecho
romano.
Al finalizar la Edad Media, y sobre todo en el Renacimiento, las
ciuda- des cobraron nuevo auge. Fue entonces cuando, como ya se dijo al
estudiar
e l D e r e c ho f o r l ,
d er r e a l y fe u d a l ;
l a s c i u da d e s a l ca n za r o n g r an a u to n o m ía r
p o r e s o e r a c o m ú n a g r up a r es a s d is p os ic
es p e c t po -
io n e s f orale s o municipales con el nombre de constituciones,
como ocurría en Alemania, Francia e Italia (esta última caracterizada
por la preponderancia y autogobierno de sus ciudades, como es el caso de
Venecia, Genova, Bolonia y Florencia), y en la misma España, a cuyas
disposiciones ya no de ciudades sino regionales se les dio el nombre de
constituciones, como fue el caso del principado de Cataluña, con el
ordenamiento dictado en Cortes por el rey.
En la Inglaterra medieval surgió la idea de establecer una norma su-
prema o básica que garantizara el Derecho de la nobleza y de los clérigos.
Así, en 1164 Enrique II firmó las Constitutions of Clbrendon, y más tarde, el
19 de junio de 1215, el rey Juan Sin Tierra, presionado por los clérigos y
los barones, cansados de sus abusos de poder, firmó la Cbrtb Mbgnb, que
limitaba considerablemente la autoridad real. Luego se dieron las
Provisio- nes de Oxford, de 1259, mediante las cuales el rey quedó bajo
el control de 15 barones. Ya en estos documentos, al igual que en la Carta
Magna, se

32
A mayor abundamiento del origen antiguo y actual de la palabra Constitución, véase la
magnífica obra de Rolando Tamayo y Salmorán, Introdu ción bl estudio de lb Constitución, Instituto
de Investiga- ciones Jurídicas, UNAM, México, 1989,
3. Derecho castellano 161

reconocen ciertos derechos fundamentales del individuo, como el que na-


die puede ser privado de sus derechos sin juicio previo seguido ante
los tribunales legalmente constituidos, antecedente de nuestras garantías
cons- titucionales modernas.
Para el siglo xvii era común el uso del término Constitución como
base de la organización original del Estado, retomando incluso el sentido
que la
ea xsíprf euseióenmgpulear da , pdoersdloeslacoAlontiogsüeindgalde,sens
dee l p N o r t e am é r i ca , cComicoeróen, eyl caso de los
e n s a m ie n t o d e
fundadores de Virginia y Rhode Island.
Al sobrevenir la independencia de Estados Unidos de América,
los diferentes estados de la Unión formaron sus respectivas
constituciones, en- tre las que destaca la de Virginia, con sus Bill
ofRights o derechos indivi- duales reconocidos por el Estado. Esta
Constitución se elaboró en 1776 y tenía como antecedente lo declarado
por el Congreso el 14 de febrero de 1774, donde por primera vez se
reconocieron en América varios derechos inviolables para el ser humano.
Posteriormente, en el viejo palacio de go- bierno de Filadelfia se reunió la
Convención con los delegados de las 13 ex colonias, y el 17 de
septiembre de 1787 se firmó la Constitución federal, que fue ratificada
en 1789. Este documento ya era una Constitución en sentido
moderno.
En la Revolución francesa, también en este sentido moderno y gene-
ra sede
originaron los Derechos del Hombre y del Ciudadano, del 26
agosto de 1789, y las constituciones de 1791 (para establecer la República
Francesa), la de 1795 (para organizar la República bajo un Directorio Eje-
cutivo) y la 1799 (para dar paso al Imperio de Napoleón Bonaparte, quien
se hizo nombrar emperador el 8 de mayo de 1804).
Cuando Napoleón invadió España, como consecuencia de esta inter-
vención se firmaron dos documentos constitucionales: el Pacto de Bayona
de 1808, mal llamado Constitución de Bbyonb, que simplemente trataba
de justificar el ascenso al trono hispano del usurpador José Bonaparte,
y la Constitución de 1812 o de Cádiz, que se estudiará en el capítulo 5 de
esta obra debido a la enorme influencia que ejerció en la
independencia de América.
Índice onomástico
Abdelaziz, 119 Cárdenas, Lázaro, 29
Abderramán, 119 Carlomagno, 143, 145, 146, 147, 151
Acamapichtli, 74, 78, 81, 90 Carlos el Calvo, 147
Acosta,Joseph, 70 Carlos Martell, 120
Adriano, 118 Carlos V, 62
Águila, Francisco de, 68 Ahuízotl, 79, 81, 82, 89 Carranca y Trujillo, Raúl, 72 Casas, Bartolomé de las, 70 Caso, Alfonso, 60, 71
Alarico, 119, 126 Castillo Farreras, Víctor M., 72, 83
AlbaH., Carlos, 72 Cedillo, Saturnino, 29
Alejandro III, 143 Celestino 1,142
Alejandro V, 144 Cerda, Fernando de la, 148 Cervantes de Salazar, Francisco, 68 Cervantes Saavedra, Miguel de
Alejandro VI, 159 Chavero, Alfredo, 41, 66, 71
Alfonso VI, 158 Chilperico, 128
Alfonso VIII, 158 Chimalpopoca, 74, 78, 81 Clavijero, Francisco Javier, 71 Clemente V, 144
Alfonso X, el Sabio, 147, 148, 151, 158 Altamira Clemente
y Crevea, VI,
Rafael,
144 121
Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de, 65 Alvarado Tezozómoc,
Coing, 17Fernando, 60, 66
Amalarico, 126, 127 Condorcet, 2
Aníbal, 117, 123 Constantino, 126
Anselmo, 156 Constantino XII, 140
Antonio Chi, Gaspar, 49 Arellano García, Carlos, Cortés,
34 Hernán, 27, 32, 48, 54, 62, 66, 68,
Aristóteles, 1, 160 89, 92, 103
Atanagildo, 119 Cospio, marqués de, 64 Cristóbal Colón, 120
Augusto, 125 Cuauhtémoc, 80, 81,82
Averroes, 139 Cuitláhuac, 80, 81,82
Avicena, 139
Ávila Camacho, Manuel, 7 Axayácatl, 79, 81

Basabe, Jorge, 6 Bautista Pomar, Juan, 65 Belisario, 126


Benavente, Toribio de, 70 Benedicto XII, 144 De la Madrid Hurtado, Miguel, 29 Del Castillo, Cristóbal, 66
Benedicto XV, 145 Del Paso y Troncoso, Francisco, 71 Díaz del Castillo, Bernal, 62, 67, 89
Bernal Gómez, Beatriz, 121 Díaz, Porfirio, 27

Dilthey, Wilhem, 2
Bernal, Ignacio, 45, 46 Diocleciano, 125, 128 Dionisio el Exiguo, 143 DonPelayo, 120
Bialostosky, Sara, 34, 73
Bloch, M, 2 Doroteo, 126
Bolaños Martínez, Raúl, 1 Bonapartejosé, 161 Duran, Diego, 64, 70, 101
Bonaparte, Napoleón, 161
Bonifacio VIII, 143, 144
Bonifacio IX, 144 Eduardo de Hinojosa, 121 Enrique II, 160
Bossuet, 2 Escipión Emiliano, 117
Esquivelde,
Boturini y Benaducci, Lorenzo, 63, 70 Burgoa, Francisco Obregón,
62 Toribio, 12, 73, 121
Eugenio IV, 145
Calixto III, 145 Eurico, 127, 128
Cantú, César, 2
índice onomástico 163

Federico I, Barbarroja, 157 Izcóatl, 74, 78, 81


Felipe II, 49 Jaime I, el Conquistador, 148 Javier Cervantes, 12
Fernández de Echeverría y Veytia, Mariano, 66 Fernández
Jhering, 9de Oviedo y Valdés, Gonzalo, 49, 70 Fernando de Aragón, 116, 120
Fernando III, 148 Juan Pablo II, 145 Juan Sin Tierra, 160 Juan XXII, 144
Fernando IV, 151 Juan XXIII, 144
Fix-zamudio, Héctor, 70 Justiniano, 126, 145, 147, 156
Floavreios GPeadrcroíaJ, uFsetirniando, ,13246, 72 KohlerJ., 72 Krickeberg,
Floris Margadant, Guillermo, 12,21,34,41,42, 49,51,73,
Walter,121,
45 145
Fortuna, José, 3 Fustel de Coulanges, 2

Landa, Diego de, 62 Larroyo, Francisco, 72


Ledesma Uribe, José de Jesús, 121 Leibniz, 16
Gala Placidia, 119 García Cubas, Antonio, 71 García Gallo, Alfonso, 13, 121, 151 García Icazbalceta,
León III, 146
Joaquín, 69, 71 García Máynez,
León, Nicolás, 71
Eduardo, 4, 23 García, Genaro, 71
León-Portilla, Miguel, 71, 89, 112
Garibay, Ángel María, 72, 89 Garza Terazona, Silvia, 72 Garza, Mercedes de la, 49 Gayo, 127
Leovigildo, 128 Lizana, Bernardo de, 49
Gayoso, Mercedes, 34, 73 Gómez Farías, Valentín, 11 González Gambio, Ángeles, 89 González,
López Austin, Alfredo, 71 López de Cogolludo, Diego, 49 López de Gomara, Francisco, 68
López de Santa Anna, Antonio, 11
M14a4ríGa rdegloRrieofuIXgi,o1, 4149 Graecgioarnio, VII, 143 Gregorio XI, 144 Gregorio XII, 144 Gregorio XIII, 145 Guarnerio, 147
LóoprenzzManoan,rForya,nJcoisécodeAJnetsoúnsi,o1d2d1e, 63
Hegel, 2
Lotario, 147
Hernández de Córdoba, Francisco, 27 Herrera y Tordesillas, Antonio, 68 Herrera, Antonio de, 49
Luis el Germánico, 147 Luis el Piadoso, 147
Hobbes, Thomas, 2
Honorio, 119
Honorio III, 143
Huehuetéotl, 44
Hugo, Gustav, 9
Macedo Jaimes, Graciela, 18, 31
Huitzilihuitl, 78, 81
Mahoma, 136, 137, 138
Inocencio III, 143, 144
Malagón Bar celó, 121 Malet, Alberto, 6
Inocencio IV, 143
Mantecón, 121
Inocencio VI, 144
Marsal y Maree, José María, 121 Martínez de Alguera, Pedro, 68 Martínez Marina, Francisco, 12
Inocencio VII, 144
Marx, Karl, 2, 9
Inocencio VIII, 159
Maximiliano de Habsburgo, 6 Mendieta, Jerónimo de, 70
Irnerio, 147
Mendoiezta,yANnútoñneizo, dLeu,c6io2, 33, 34, 72
Isabel de Castilla, 116, 120
Miranda, José, 12, 121
Moctezuma Ilhuicamina, 75, 76, 79, 81, 91
Moctezuma Xocoyotzin, 63, 79, 81, 82, 100,
103, 106, 112
Mohamedll, 140 Moliere,
130 Mommsen, 2, 9 Montesinos, Antón de, 70
164 índice onomástico

Montesquieu, 2 Sancho el Bravo, 148


Moreno y Moreno, Manuel, 72 Santiago zebedeo, 118
Morley, Silvanus, 49 Savigny, Friedrich Karl von, 9
Moro, Tomás, 144 Schopenhauer, 2
Moto Unía (Toribio de Benavente), 103 Seara Vázquez, Modesto, 91
Muñoz Camargo, Diego, 66 Séneca Lucio Anneo, 118
Muñoz Chimalpaín, Antón, 66 Sixto IV, 145
Muro Orejón, Antonio, 121 Soberanes1F2e1rnández, J. Luis, 5, 6, 12, 18, 73,
Natividad Macías, José, 11 Solimán, 140
Nerón, 118 Solís Rivadeneyra, Antonio de,
Nezahalpilli, 112 68 Spengler, 8, 21
Nezahualcóyotl, 38, 86, 95 Tapia, Andrés de, 67
Nicolás V, 145 Tarik,119
O'Donojú, Juan de, 27 Tellier, Maurice de,
Ometecutli y Omecíhuatl (pareja divina 64 Teodosio,
origi- nal), 102 118,127
Orozco y Berra, Miguel, 71 Ortiz Teófilo, 126
Mena, Antonio, 64 Ots y Tezozómoc, 74
Capdequí,José María, 121 Theruet, André, 62
Pallaresjacinto, 12 Thierry, 2
Thompson, Ene, 49
Papiniano, 127 Tízoc, 79, 81
Paulo II, 145 Tlacaélel, 75, 76
Pavía, Lázaro, 71 Tomás y Valiente, Francisco, 20, 121, 151
Torquemada, Juan de, 70
PeñdarofiCelo, Toynbee, ArnoldJ., 8
lAivnatcoinio, 16434, 71
Triboriano, 126
Peñafort, Raimundo de, Tro y Ortelano, Juan, 48
144
Pérez de los Reyes, Marco Antonio, 73 Urbano V, 144
Pérez Galaz, Juan de Dios, 50 Urbano VI, 144
Pina Chan, Román,
43 Pío II, 145 Valentín iano, 125
Pío X, 145 Vázquez Pando, Fernando, 29
Platón, 160 Vela del Ríojaime, 137
Polibio, 118 Velázquez, Diego, 66
Vespasiano, 125
Ramírez, José Fernando, 64 Vico, 2
Recaredo, 119,128 Vilchis Prieto, Gonzalo, 65, 73
Recaséns Siches, Luis, 3 Viriato, 117
Recesvinto, 128
Riva Palacio, Vicente, 71 Voltaire, 2
Rivas y Cosgaya, Manuel de, 49 Wleacker, 17
Rivera, Bernardino de, 69 Worms, Bucando de, 143
RojdinriagoV, il1l1eg9as, Worriger, 21
Rafael, 34 Romerovargas Wuntd, 3
Yturbide, 73 Ruz Lhuillier, Ximénez, Francisco, 49
Alberto, 49 Xuárez, Catalina, 66
Sahagún, Bernardino de, 62, 69, 82, 89, 110 zavala, Silvio, 121
Salinas de Gortari, Carlos, 29 zedillo Ponce de León, Ernesto,
San Bernardino, 156 29 zorita, Alonso de, 68, 83
San Isidoro de Sevilla, 143 zuloaga, Félix, 11
San Ivone, 144 zumárraga, Juan de, 62
San Raimundo, 156
Índice analítico

Aborto entre los aztecas, 98 Caída de Numancia, 125


Calkini, crónica de, 49
Actos sexuales de sacerdotes o sacerdotisas aztecas, 98
Cblmécbc, 94, 107, 108
Adguraltdercioimeinetnrteolodse auzntaechaisja, 9a8zteca
Cbclpoumlloi, u8dre,
a su ma- 106 Agricultu ra y d esarroll o de lo s pu eblo s
n2i-d8 a5d, administrativa, 84
prehispánicos, 39-41 Alta Edad Media, 152 Alta nobleza, 129 85
cultural,
Amor de los aztecas a sus hijos, 102 Anales o crónicaseconómica,
aztecas, 6585Análisis, 14 Anatocismo, 124 Aníbal, paso de, por España, 117 Apologéticb historib
etapas en la historia de los, 61 fuentes de la historia defamiliar,
los, 61-73
84
fiscal, 84
laboral, 85
militar, 84
política, 83
religiosa, 84
residencial, 84
social, 85
Capítulos, 146
Carta Magna, 160
Cartagena, 117
Cartago, 117
Cbrtbs de relbción, de Hernán Cortés, 24, 67
Cbrtbs pueblbs, 152 Casos de Corte, 148
Cibaesrotisll,a1, 2á1r-
funerales, 112
limpieza de los, 103 moral sexual de los, 110 e1a2g2eCoegreámficoanidaes ,y1r1i6tosCelt
as e matrimoniales
organización política de los, 73 patria potestad entre los, 110 aztecas, 109 Chalco y
Amecameca, relaciones de, 66 Chichimecas,
historia de los, 65 Chilbm (sumo sacerdote),
53 Ciencias del hombre y ciencias de la
Baja Edad Media, 152 Baja nobleza, 130 naturaleza,
Behetría, 132 2
Cihubcóbtl, 75
Biblia, 142 Civilización celtíbera, creación de la, 117
Bienes parafernales, 124 Clasificación de los trabajadores del campo, 93
BillofRights, 161 Clementinas, 144 Codex romano, 126 Códice,
Borgib, 64
Brevibrio de Alarico, 127, 128
166 índice analítico

Boturini, 60, 64 Cronología, de la historia de México, 26


Cbspibnus, 64 de la historia del Derecho mexicano, 28, 29
de Dresde, 48 de los tlbtobnis aztecas, 78-80
del Museo de Américb, 64 maya, 47
Durbn, 64 y evolución histórica de España, 116-120
Fejervbry Mbyer, 64 Cruzadas, 140 Cuadrivium, 158 Cuicbcoblco,
Florentino, 64 107
Lbúd, 64 Cuidados de la mujer mexica preñada, 102
Calfualbheutaizcaácnió, nmeenmeloIrmiapledrieo, c6a6roClinugltiuor,a y
MbgtrlitbebnescechoibdneoM, 6b5drid, 48,
147 Cursos de Historia del Derecho
64 mexicano, 11
Mendodno, 62
Misbntlb, 64 Décadas del Nuevo Mundo, 68
Pbrisinus o (fe Pbrís, 48 Decretales de Gregorio IX, 144
Quinbntzin, 64 Decreto, de Buchardo, 143
de Graciano, 144 Deducción, 13 Delitos
Rbmírez, 64 dolosos y cuposos, distinción azteca
Telleribno, 64 entre, 99
Tlotzin, 64 Derecho, árabe, 135-141
tonblâmbtl de Aubín, 65 Derecho, azteca, evolución del,
Códices, con representaciones del orden ju- 32 Derecho, canónico, 141-145
rídico prehispánico, 34 Derecho,
mayas, 48 Código, castellano, 115-161
cbnónico, 145 fuentes para el estudio del, 120,
de Eurico, 127, 128 121 recopilaciones de, 155
de Teodosio, 127 y español, compilaciones de, 155
gregoribno, 127
hermogenibno, 127 Colección coivnisl tritoumciaonoa,l 1e2sp6añol, 160-161
familiar y educación entre los aztecas, 101 -
de DPeiodnroisCibonlibvb, 1ci4n3o, 1 4 104 fiscal azteca, 99-101
Dionisio Adribnb, 143 foral, 151-153
Ducheribnb, 143 franco, 145-147
Hispbnb, 143 Colegio griego, 123-124
de Obispos, 142 Colonia, relación entre el Derecho romano y el, 123
26 maya, fuentes clásicas del, 48
Concepto de historia del Derecho mexicano, 1 maya-quiché, 46-58
Concilio Vaticano I, 145 Concilios o olmeca, 41-42
congresos de obispos, 142 Conocimiento prehispánico, 31-114 definición de, 31
científico, elementos del, 12 Conocimiento testimonios de cronistas españoles
profundo de la realidad, 20 Conquistb de sobre
México, relbción sobre lb, 67 Conquista el, 34 vestigios
española, 26 Constitución Apostólicb de, 114
Disciplinbe Leges, 145 Constitución Apostólicb romano-bizantino, 125-126
Providentissimb Mbter teotihuacano, 44-46
Ecclesib, 145 visigótico, 126-128
Constitución, de Atenas, 160
de Cádiz, 161 y organización social de los mayas, 50
Derecho, como constante histórica, 8
f e de r al, 1 6 1 Derecho, como producto histórico, 9
Co n s t it u t i o n s of Clbrendon, 160
Consulado y las leyes mercantiles, 154 Derecho, concepto de, 4 Derecho, escuela
Corân, 138, 141 Corpus Iuris, Cbnonici, histórica del, 9
145
Civiles, 145 Crónicb de lb conquistb de lb
Nuevb Espbũb, 68
Índice analítico 167

Derecho, fuentes históricas del, 23-25 clasificaciónEspecialización


de, 24-25 por su inmediatez,
profesional prehispánica, 35 Estado llano, 130 Estaño, ruta del, 117 Estratific
24 por su presentación, 24 por su relación con el historiador, 24
concepto de, 23 formales, 23 históricas, 23
reales, 23 Estudio históricojurídico, autoritarismos y, 22 convencionalismos y, 22 idealizaciones y, 22 ob
Dhiestroercihaoi,nhteisrtnoaridaeel,x1te6rnDaedrecl,h1o5, iDndeiraencoh,o2, 8 Derecho, insurgente, 28 Derecho, musulmán,
Estudios heirsrtoórreicsodse,lcpoamsaodoe,je2mEpsltoudpiaorsaosevitar 137, 138 Derecho
de la evolución históric
porfirista, 28 Derecho, preshipánico, 28,31- Derecho, 10
114 Derecho, procesal azteca, 95-97 Derecho, Etapas históricas de los aztecas, 60, 61 Evangelios, 142
revolucionario, 28 Derecho romano, 126,153 Derechos del Hombre
Evolución y del Ciudadano,
de la historia 161
del Derecho, 10Deuda quirografaria,
Exhibicionismo 124 Digesto
impúdico entre losromano,
aztecas, 126, 147 D
99 Exhort
Distrito y Territorios Federales, 11 Distinción entrecasado,
hombres105 y mujeres aztecas, 103 Distribución geográfica de los pueblos prehis-
pánicos de México, 38 Divorcio entre los aztecas, de 110una madre azteca a su hija, 105 Existencia de un sistemajurídico prehispánico,
33
Experiencia jurídica, 20 Extravagantes, 144

Economía olmeca, 43 Falsas decretales, 143 Familia azteca, 101


Fdelnjiuciroistay, c2a0rtFargaiundeeseys,a1b2u2s,o1e2n3trFe olorms azctieócnas, 99 Fuentes norm
Edad Media, asociaciones ganaderas en la, 134
compadrazgo en la, 134 concubinato en la, 134 consejos de familia153
de los Fijosdblgo, en la, 134 depósito de prendas en la, 134 duelos o combates en la, 133 espons
prenda extrajudicial en la, 133 Elementos, jurídicosenformativos en España,
lb Edbd Medib, 152 121-147
que determinan la existencia del Derecho, 34 Embriaguez constitutiva
Juzgo, 128, 148, 152 de delito entre los az- tecas, 98 Enfiteusis, 123
Epístolas del Nuevo Testamento, 142 Época prehispánica, 26 Esclavos
rebl de Alfonso (tlbcolis), 86 Escuela de Ciencias Jurídicas, 11
X, 155
plan de estudios de la, 11 Viejo de Cbstillb, 153

Género próximo y diferencia específica, 1


Geogrâficbs Relbciones de Motul, Méridb, Chochólb
y otras zonas mayas, 49 Gran Glosa, 147 Gremios, 153-154 Guadalete, batalla de, 119 Guerra(s
de las Galias, 24
de Reconquista, 148
de Reforma, 23
púnicas, 117, 123
168 índice analítico

Hblbch-Uinic, 51,52
Hbmmurbbi, Código de, 24 Idiomas autóctonos, manejo de los, 35
Hecho histórico- jurídico, 6-8 Iglesia, jerarquía de la, 130 Imperio
características del, 6 -8 azteca, 75
de naturaleza normativa, 7 delitos contra la seguridad del, 97
humano, 6 Imperio romano, división del, 118
inmodificable, 8 Impuestos feudales, 131 Indibs, Relbción de
lbs bntigüedbdes políticbs y
pretérito, 7
religiosbs de lbs, 65
terastsicmeonndieanl,te8, 7
único, 7 Ifenudduaclceisó,n1, 2183-1I3n5stituciones,
Hechos de los apóstoles, 142 Hégira militares aztecas, 90-92 Instituíbs, 126
(migración de Mahoma), 138 Investigación histórico-jurídica, limitaciones
Hermandades y cofradías, 153 Hidalgos, déla, 21-22
130 Hiperrocha, 124 Hipoteca, 124 Islam, 137
Historib, eclesiâsticb indibnb, 70 cinco pilares de la sabiduría del, 139
como ciencia, 2, 3, 4 Ixchel (diosa de la luna), sacerdotisas de, 54
como conjunto de hechos humanos, 4
método de la, 3, 12-16 Jurisprudencia histórica, 16
objeto de estudio de la, 3
oficial, 4 Kbdir, noche del, 137
sistema de la, 3
Historib de lb conquistb de México. Poblbción Lengua zuyub, 52 Lenocinio entre
y progresos de lb Américb Septentrionbl los aztecas, 98 Lepanto, batalla
conocidb por lb Nuevb Espbũb, 68 Historib de naval de, 140 Leyes, carolingias,
lb Nuevb Espbũb, 68 Historib de lbs Indibs 146
de lb Nuevb contexto social político, económico y cultural
de las, 23
Espbũb e isdlbe stierrb firme, 70 de Estilo, 151, 155
Historib de los indios de lb Nuevb Espbũb, de Indibs, 5, 113
70 Historib del Estbdo y del Derecho, 9 de Reformb, 23
Historib del sistemb jurídico mexicbno, 5 romano-bárbaras, 127 Liber Sextus, 144
Historib generbl de lbs cosbs de lb Nuevb Libro de los Fueros de Cbstillb, 152 Libro de
Espbũb, los Libros de Chilbm Bblbm, 48 Libro del
69 Fuero de lbs Leyes, 151 Libros originales de la
Historib generbl de lbs Indibs, 70 Historib literatura maya antigua,
generbl de los hechos de los cbstellbnos en islbs y 48-50
tierrb firme de lb Mbr Océbno, 68 Historib Lienzo de Tlbxcblb, 64 Liga de Mayapán, 51
nbturbly morbl de lbs Indibs, 70 Historib Limitaciones y cronología del Derecho
verdbderb de lb conquistb de lb Nuevb prehis-
Espbũb, 67 Historiadores, pánico, 35-38 Linaje, 130 Lugar
contemporáneos, 71 de la mujer en la vida social y familiar
del siglo xix, 71 azteca, 101
Homicidio entre los aztecas, 98 Lusitania, 125
Homosexualidad entre los aztecas, 98
Horizonte(s) culturales prehispánicos, 37 Mbcehubles, 86
ar c ai c o, 3 7 Maestro azteca o tembchtibni, 107
chistórico,
l á s i c38o , 3 8 Maestros, oficiales y aprendices romanos, 153
Marco cronológico, 26-29
posdásico, 38
preclásico, 37 Matrícula de tributos en el Códice Mendoâno, 100
prehistórico, 37
índice analítico 169

Matrimonio entre los aztecas, impedimentos para contraer,


Órdenes 109
de caballería, 132 Organigrama político del cblpulli, 83 Organización(es), económica a
Matrimonio y concubinato entre los aztecas, 108 Mayas, derecho familiar de
interna de los gremios, 153los, 56-58azteca, 96
judicial
derecho penal de los, 55, 56 estructura económica policiales
de los, 55 feudales semisecretas, 131 política azteca, 77
Mbyeques, 86 Memorias de un gentilhombre del glorioso
política de los mayas, 50-52
Mentira encalpaimtáunjFereronlaonsdnoiñdoesCaoztretécsa,s,6978 Meseta
social daeztleocsam, central, 39 tribal
a8y5a-8s,752-54 Método(s),
de los comparativo,
árabes, 136 14
comprensivo, 15
concepto de, 13
cronológico, 14
descriptivo, 15
dialéctico, 15
generales, 13 Pacto de Bayona, 161
histórico o evolutivo, 14 integral, 15 Pagos y servicios de vasallos al señor feudal, 131 Parricidio o tilicidio entre los aztecas, 99 Pecun
particulares, 14 Pena de muerte entre los aztecas, 99 Periodos de la Edad Media, 151 -152
sistemático, 16 Plática y exhortación de un padre azteca a su hijo, 104
sociológico, 15 Mexicano, concepto de, 5 México,Pochtecbs, 75, 66
baluartes de, 86,México
88 Poitiers,
independiente, 27 México Tenochtitlan, 74 Migración y mestizaje en l
Mío Cid, P1o1e6mb del, 24 Monarquía indiana, 70 batalla de, 120, 140 Política
Mozárabes, 119 azteca, 83 Popol Vuh, 49
Porfirismo, 27
Mujeres aztecas muertas en el parto, 101 Mundo prehispánico en vísperas de la con- quista, 112-114
Principios de la conquista de México, 68 Profesión jurídica entre los antiguos mexicas,
Propiedad3a3grícola entre los mexicas, 92 Provincia Bética, 125 Provincia de las Galias, 125 Prov

Rbmbdân, mes del, 137 Reales cédulas, 155 Reconquista de España, 120
Nbcom (sacerdote sacrificador), 53 Nobles (pillisRecopilaciones
o pipiltzines), 85
de Nobles
Ivo de Chartres, 143 53
blmenchoob, Régimen feudal, 128, 129
Normas de sociedades prehispánicas, 31 Regio patronato, 159-160
Novellbs romanas, 126 Relación de causa efecto y consecuencias de los hechos históricos, 2 Relatividad territorial, 29,
Nueva Cartago, 117 Nuevo Imperio maya, 47 Nuevo Testamento,
Respuesta 142
del hijo azteca a su padre, 104 Revolución, 27 Revolución francesa, 161
Numancia, sitio de, 117, 118

Obispos, presbíteros y diáconos, 142 Rey, como cabeza de la pirámide social, 129
Obra jurídica de Alfonso X, el Sabio, 147, 149, 150
Reyes Católicos, 115, 116 unificación de España bajo los, 120
Ordalías, 131 Ordenbmiento de Alcblâ de Henbres, 151 Ordenbnzbs
Riña y lesiones entre los aztecas, 98 154
de Bilbbo,
2;> índice analítico

Ritos aztecas para el nacimiento, 102 Tlbtobni(s), 74, 76-82, 85


Robo de mazorcas entre los aztecas, 98 de Tenochtitlan, 78-82
Tlbtocbn, 76
Sabios aztecas, palabra y testimonio de los, 106 Tlaxcala, historia de, 66 Tolteca, relaciones
Sacro Imperio Romano, 146,151 históricas de la nación, 65 Tortura, 132
Señor feudal, derecho de pernada del, 131 Transculturación tras la dominación europea,
Señores de la Nueva España, breve y sumaria 113
relación de los, 69 Tratado de Verdún, 147 Tributos impuestos
Separaciótnecdaes,b1ie1n0es en los matrimonios Apol rianzt aec, a9s0,a9p1u,e1b1lo2s vencidos, 99
az- Triple distribución de tributos en la, 100
Siete Pbrtidbs, de Alfonso X, 148, 150, 151 Trivium, 158
Sinalagmático, 124
Síntesis, 14 Universidad de Bolonia, 157 Universidad de
Sociedades prehispánicas organizadas, 31 Salerno, 157 Universidades medievales,
Stbtub Ecclesib Antiqub, 156-159 Utilidad y características de la
143 Sunna, 139 historia del derecho mexicano, 16-18
Suplantación de un cargo público entre los aztecas,
98 Varsovia y Viena, batallas de, 140 Viejo
Syntbgmb cbnonum, 143 Imperio maya, 47 Violación, incesto y
estupro, castigo azteca para, 98
Tbmemes, 86
Tecuhtlis, 85 Yucatán, relación de las cosas de, 49
Telpochcblli, 107, 108
Temprana Edad Media, 151 zona, chichimeca o bárbara, 39
Tenencia de la tierra entre los aztecas, 92, 93 costera del Golfo, 39 costera del
Tenochb, 76 P39acífico, 39 maya, 39 oaxaqueña,
Texncoocchoti,trlaenla,ctiomneas de,,2675
Tibnguis, 88, 90
Tipos de uniones familiares entre los aztecas,
108 Tira de la peregrinación, 60,64
Tlbcbtecutlis, 75
Tlbhtocbn (Supremo tribunal del tlbtobni), 97

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