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Presentación XV
Prólogo Introducción XVII XIX
Volumen 1
1. Generalidades 1
2. El Derecho prehispánico 31
3. Derecho castellano 15
Índice onomástico 162
Índice analítico 165
Volumen 2
Derecho indiano 1
Derecho insurgente 219
Índice onomástico Índice analítico 265
269
Volumen 3
Índice de contenido
Presentación XV
Prólogo XVII
Introducción XIX
1. Generalidades
Fuentes 120
Elementos jurídicos formativos 121
Celtas e iberos 121
Fenicios y cartagineses 12
Derecho griego 123
Derecho romano-bizantino 125
Derecho visigótico 126
Instituciones feudales 128
Derecho árabe 135
Derecho canónico 141
Derecho franco 145
La obra jurídica de Alfonso X el Sabio 147
Derecho foral 151
Los gremios 153
El consulado y las leyes mercantiles 154
Recopilaciones 155
Las universidades medievales 156
XIV índice de contenido
Conocí al profesor Marco Antonio Pérez De los Reyes en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de
El autor es un especialista en el tema al que le ha consagrado su vida. Su conocimiento de la materia es amplio,
Asomarse a la historia es un ejercicio fundamental para comprender
aeljeprcreicsieonteesytomdiarvaírahmacáisa ieml pfuotrutaron.teEennellacamsoeddiedla Deenreqcuheosmóleox
Por las características propias de su historia, el Derecho mexicano tie- ne raigambre precolombina y sobre todo c
XVIPresentación
Derecho mexicano proporciona los antecedentes histórico-jurídicos de las normas e instituciones que c
su obra tenga el éxito editorial que merece.
El nombre de nuestra asignatura está compuesto de tres vocablos: histo- ria, Derecho y mexicano; en conse
Antes de proceder de la manera indicada, recordemos que de acuer- do con Aristóteles, padre de la Lógica,
neli ucnoanjruenlitgoiódne, niout ans pc aí sr a, cstineroísutnicpalsanqeutea.dEisnticnugauneton al goébnje
De acuerdo con lo anterior, procederemos a definir los vocablos que forman el nombre de nuestra asignatur
Concepto de historia
Es la ciencia que estudia los hechos humanos, pretéritos y trascendentes. Según Raúl Bolaños Martínez, la
2 Historia del Derecho mexicano
1
Edward H. Carr, Lb Historib, Salvat, Barcelona, 1973, pág. 30.
-'Juan Brom, Pbrb comprender lb Historib, Nuestro Tiempo, México, 1987, pág. 17.
3
César Cantú, Historib universbl, Gassó Hermanos Editores, Barcelona, s/f, tomo I, pág. 88.
' H. Carr, op. cit., pág. 53.
1. Generalidades 3
Lo anterior implica la necesidad de contar con medios didácticos cada vez más acordes con la realidad del
En cuanto hace a la formulación de leyes científicas, último requisito básico para que la historia sea unánim
3
Juan Brom, op. cit., págs. 16 y siguientes.
6
Luis Recaséns Siches, Introducción bl estudio del Derecho, 9a. ed., Ponúa, México, 1991, págs. 20 y
siguientes.
7
H. Can-, op. cit., pág. 10.
4Historia del Derecho mexicano
Con base en los planteamientos expuestos, sostenemos que la histo- ria es una ciencia y que en ella no cab
etenxteol,pdaessaadroro, ldleobyidcaomnesencteuerneclaiacsio. nados y analizados en sus causas, con- Es
nifica "indagación", en este caso de los hechos pretéritos de la humanidad.
Actualmente se pretende elaborar una historia integral que abarque no sólo los aspectos políticos y anecdó
Concepto de Derecho
Según Eduardo García Máynez,8 el Derecho puede considerarse desde
tres puntos de vista:
b) Como conjunto de normas impero-atributivas; así, el Derecho es, en
última instancia, normatividad, y éste sería el sentido objetivo de la
definición de Derecho.
b) Como una facultad derivada de la norma, como cuando decimos
"mi derecho de libre tránsito", o "mis derechos políticos", lo que
equivale al sentido subjetivo del Derecho.
' Eduardo García Máynez, Introducción bl estudio del Derecho, 42a. ed., Porrúa, México, 1991, págs. 36 y
siguientes.
1. Generalidades5
c) Como el estudio metódico y sistematizado de la normatividad. Así, hablamos del Derecho como pro
Concepto de mexicano
visigótico o carolingio, ya que contribuyeron, así sea de manera indirecta y limitada, a la formación del sis
Por consiguiente, la historia del Derecho mexicano es la ciencia que estu- dia el origen, los elementos forma
dríesltiDcaesreycvhaorniaocsiodnaeJsosrugferiBdasapboer: u"ensstuisdtieomdaejluaríndaitcuoradleelzap,ae
en la sociedad mexicana".10
El hecho histórico-jurídico
El objeto mismo de la historia es el hecho histórico, es decir, el actuar del hombre en otras épocas. Alberto M
tran en la historia; sólo son hechos históricos 1l1os que han influido de
algún modo en los acontecimientos posteriores."
Ahora bien, nuestro objeto de estudio se limita al campo del Dere- cho; así, puede hablarse del hecho históri
Características
De este modo, el hecho histórico y específicamente el hecho histórico- jurídico presenta las características si
pasado, sino incluso profetizar con mucha aproximación el porvenir. En este sentido se han pronunciado
No obstante, no debemos confundir hechos históricos de carac-
tperoípstiacams asneimfesjtanctieósnq. uDee, slion ceomntbrargio, seonpoednríeasedneciiar údneiclos e
Es inmodificbble. Por virtud de la característica anterior, si el hecho ya no ha de volver a vivirse, no pued
Es testimonibl. Si bien el hecho histórico-jurídico no se repite, quedan huellas de su existencia, que con
Origen de la asignatura
El Derecho es una creación cultural tan antigua como puede serlo la vida humana comunitaria; sin embargo
A través de los tiempos encontramos instituciones o creaciones humanas que siempre han existido, aunque c
guió entre historia política, especialmente constitucional, e historia del Derecho, que apareció entonces co
España Francisco Martínez Marina, Rafael Altamira, Eduardo de Hinojosa, Minguijón, Torres López y Alfonso García Gallo, entre otros
Román Alzamora, Eleodoro Romero, Toribio Pacheco, Fuentes, Jorge Basabe, etcétera
Perú F. Carrera y Justiz
Valentín Letelier, Carlos Hamilton, Aníbal Bascuñón, Maquilet Quesada, Urrutia salas, etcétera
Cuba Chile Daniel Antokoletz, Ricardo Levene y Donato L Frías, entre otros Isidoro Marins
Medrano Ossio Martínez sarmiento
Argentina Brasil Bolivia Colombia
Alberto BrenesCosta Rica
Córdova
República Dominicana Venezuela
Gustavo A. Mejía y D. Báez
El salvador
Paraguay
13
Para conocer los títulos de las obras de estos autores, las fechas de sus ediciones y sus
características más relevantes, vébse Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho
mexicbno. Antologíb, División de Universidad Abierta, Facultad de Derecho, UNAM, México,
1994, tomo I, págs. 34 a 43.
1. Generalidades11
Para el caso de México, en 1833 el entonces Vicepresidente de la Re- pública, Valentín Gómez Farías, en
La historia interna y externa del Derecho no consiste en una simple relación de antecedentes, sino en la exposición sistemática
ellos aparece como materia obligatoria, incluso en la Facultad de Derecho de la UNAM, a raíz de la ref
Paralelamente, aunque con dificultad, se ha desarrollado la historio- grafía del Derecho mexicano, es de
tpraethadisisptáansicdeo,éepnocvaisrteusdpedceífiqcuase, sceomtroateasráenl ceansodedteallDe ernec
tema: Unb bproximbción b lb historib del sistemb jurídico mexicbno e Historib del Derecho mexicbno. Cabe m
Método
Aun cuando hemos insistido en el carácter científico de la disciplina que nos ocupa, es necesario que haga
dgaednedraelleisn, vaejesntiogsadaosru, syacoqnuveiclcoisonfesnóympeonsotusraqsueidesotluódgiiaca
15
Para ahondar en la historiografía del Derecho mexicano recomendamos consultar la
magnífica síntesis elaborada por José Luis Soberanes Fernández, Unb bproximbción b lb
historib del sistemb jurídico mexicbno, op. cit ., págs. 13 a 26 .
1. Generalidades13
problema de respetar la objetividad que merece la investigación científica se presenta con mayor dificultad
Concepto de método
La palabra método proviene del griego methos, que significa "camino, di- rección", y se puede definir como
G
DGaelrleochseoñnaloa:p"uEedl emqoudeoddaer aconl acrbebitirioy delal beosrtaurdiloascoi,ensicniao dq
Métodos generales
Se llaman métodos generbles los que son aplicables en cualquier área del conocimiento, incluso en los conocim
caso concreto que le toca resolver, gracias a la identidad que se da entre lo previsto por la norma y lo
c) Anâlisis. Consiste en la descomposición de un todo en sus elementos integrantes para conocer sus
Métodos particulares
Son métodos utilizados frecuentemente en nuestra asignatura, los cuales
no se excluyen entre sí; antes bien, se complementan y nos dan, si aplicamos
vtuanriodsad ede lolobstepnaerameastyuodriainr
fuonrmhaecihóon hyisctóornitcaor-jcuorníduicnoa cboansecrpeatora,
lsauoapdoer- cuada comprensión. Estos métodos son principalmente los
siguientes:
1. Método histórico o evolutivo. Consiste en estudiar una misma
institu ción o una sociedad a lo largo de sus etapas de desarrollo;
por ejem plo, estudiar la historia de la Ciudad de México a partir de
su pasado prehispánico, novohispánico, durante el siglo xix y en las
distintas décadas del siglo xx hasta nuestros días. Este método es el
común en cualquier obra histórica nacional o universal.
2. Método cronológico. Presenta dos aspectos, el primero de los cuales
con siste en ubicar el acontecimiento por estudiar, con la mayor
precisión, dentro de una escala temporal determinada, es decir,
fechar el hecho. Esto no siempre resulta fácil, sobre todo si
pensamos en acontecimien
t o so c u rr i d os
e n r el a c i o n a r
e n la é p oc a p re h i sp á n ic a . E l s e g un d
a c on te c im i en to s a n te r io r e s, c o n t em p o
o a s p e ct o c o n s i s te
rá n e o s o p o s te r i o res con los que guarda relación el
fenómeno histórico que queremos analizar. Debemos recordar que
ningún acontecimiento humano está aislado, sino que mantiene
estrecha vinculación con otros de tipo po lítico, económico,
ideológico, religioso, militar, etcétera.
3. Método compbrbtivo. Pretende confrontar dos o más hechos históri
cos para observar entre ellos semejanzas y diferencias, a fin de
encon-
1. Generalidades 14
el novohispano se dice que estamos analizando la historia jurídica externa basada en lo que fueron sus
9. Método sistemâtico e historib internb del Derecho. Estudia una a una las
instituciones jurídicas a lo largo de su desarrollo histórico; por ejem-
En realidad, si observamos los dos últimos enfoques de la historia jurídica podemos afirmar que la histor
debe perder de vista que el Derecho es un fenómeno evolutivo y que la aplicación de estos métodos parti
la razón de ser y la importancia de nuestra materia para el trabajo práctico del jurista actual.
Toda asignatura contenida en el plan de estudios de una licenciatura debe contribuir a la formación prof
rloasctfeurtíusrtiocsalsicpeanrcaialudeogsoencoDmeprercehnodedrelsupaiíms.portancia en la formación
siguientes:
Establecer la utilidad de la historia del Derecho mexicano como materia generalmente obligatoria de los p
1. José Luis Soberanes Fernández dice: "Si nos preguntamos acerca de la utilidad práctica de la historia
guientes aspectos prácticos en el estudio de esta asignatura:
Desarrolla el método, siempre útil, de la interpretación histórico- jurídica de las distintas normas e i
Da a conocer los antecedentes históricos del Derecho actual para
Pcoromporecniodnear losmeálesmcaebnatolms neencte.sarios para alcanzar una visión glo bal del D
' Graciela Macedo Jaimes, Elementos de historib del Derecho mexicbno, 2a. ed., Universidad Autónoma
del Estado de México, Toluca de Lerdo, Edo. de México, 1996, vbs. 16.
J
1. Generalidades 16
cadena evolutiva del Derecho, pues continúa sobre las bases jurídi-
cas del pasado a la vez que sirve a las del porvenir.
• Brinda un valioso servicio a la historia universal, ya que al estu
diar el orden normativo de otras épocas se obtiene un panorama
total de los logros, alcances y limitaciones de las sociedades anti
guas.
• Ofrece al legislador la indispensable cultura histórico-jurídica para
fundamentar y orientar su creatividad. Soberanes Fernández finali
za con este pensamiento de enorme trascendencia: "la ciencia his
tórico-jurídica es un valor espiritual en sí, independientemente del
servicio práctico que a historiadores y juristas puede prestar, y en
consecuencia, digna de ser estudiada por ella misma".18
su estudio resulta de sumo interés no sólo para los juristas, sino para el estudioso de las ciencias sociales en general... Por
pretéritas han resuelto problemas que pueden ser semejantes a los que se les plantean,
los factores que condicionaron la creación de las normas, las causas que llevaron a los tribunales a pronunciarse en un sen
En otra parte, la autora citada manifiesta: "La enseñanza de la histo- ria del Derecho permite al estudiant
En suma, González considera que la materia proporciona una visión general para el conocimiento de las
18
José Luis Soberanes Fernández, op. cit., págs. 10 a 13.
"' María del Refugio González, Introducción bl Derecho mexicbno (Historib del Derecho mexicbno), UNA
México, 1981, págs. 9 a 12.
20Historia del Derecho mexicano
3. Francisco Tomás y Valiente, destacado jurista español, al hablar de la historia del Derecho considera q
a) Exigencib prâcticb. Cuando necesitamos estudiar un texto frecuen temente recurrimos al historiador
Nuestro criterio al respecto se expresa en el sentido de que la historia del Derecho mexicano proporciona al e
b) Enriquece su cultura jurídica, lo que es indispensable para ser un verdadero profesional del Derecho.
Proporciona los antecedentes histórico-jurídicos de las normas e ins tituciones que configuraron el actual si
Contribuye a formar un criterio jurídico recogiendo las experiencias de anteriores generaciones, en la creac
Al concentrar en una materia especializada y obligatoria los temas
tórico-jurídicos como los del Derecho administrativo, del trabajo, agrario, etcétera.
Se eliminan de los temarios de otras asignaturas una gran canti- dad de antecedentes y las horas-clase p
El propósito principal que ha de buscar quien estudia esta materia es ape- garse en todo momento a la objetivida
antiguo a través de nuestra mentalidad moderna. Pese a ello, es conve- niente plantearse la objetividad en el estu
En cuanto a la historia del Derecho mexicano, encontramos el pro- blema de que los diversos autores han hecho
Criticar acerbamente la obra y las instituciones de las corrientes iturbidista, centralista y conservadora, a
Hacer algo similar con las corrientes republicana, federalista y liberal,
En otras palabras, nuestro error fundamental como historiadores del Derecho ha sido igual al de muchos hi
seusaelereasltiadramd ueys lmejáos idnetelraerseanltied,adri.cEastyo tersaslcaemnednetnatbeleq, uyea eql
En nuestra materia debemos evitar las siguientes situaciones, que li- mitan y alteran nuestros conocimientos:
Fuentes rebles. Son fenómenos de la realidad que determinan el conte nido o la modificación de las normas j
Fuentes formbles. Consisten en procesos de creación de la norma jurí dica, como la legislación, la jurisprud
Fuentes históricbs. Son testimonios que consignan la existencia y los contenidos de normas que ya no está
En cambio, son fuentes indirectas si emanan de estudios hechos generalmente con base en fuentes directas.
Por su inmedibtez. Las fuentes son inmediatas si se trata de aquellas
qseueinpvesrmtigiate, npocroenjoemceprlod,elaprCimonesrtaitmucaiónno del 1d8a5to7.hSisotnófruiceonjtuesrímdiec
No debemos confundir mediatez con facilidad para acudir al documento histórico-jurídico. Así, por ejemplo, el Códi
Por su nbturblezb. Las fuentes pueden ser jurídicas si se trata de aque llas que en su tiempo fueron fuentes formales
Marco cronológico
Las divisiones cronológicas que por estricta necesidad y sentido común hacen los historiadores para ub
tuándolos en una escala temporal acordada son, sin embargo, suscepti- bles de hacernos caer en errores
muchísimo tiempo desde que sucedieron los hechos, además de que a veces se exagera en cuanto a por
los que guardan estrecha vinculación. Nuestra asignatura requiere la cons- tante referencia a dos escala
7. Generalidades27
12 000 años a.C, aproximadamente, es la antigüedad señalada a los fósiles humanos de los primitivos
1517 d.C, descubrimiento de México, en las costas de Yucatán, por Francisco Hernández de Córdoba,
1821, consumación de la Guerra de Independencia, con la firma del tratado de Córdoba entre el genera
1876, primera Presidencia provisional del general Porfirio Díaz (26 de noviembre).
c1a9s1a0,deinliacifacmióilniadSeel rmdáonviemniPeunetoblraev(1o8ludceionoavrieom, cborne)e. l a
1917, promulgación de la Constitución Políticb de los Estbdos Unidos
Mexicbnos, en vigor (5 de febrero).
1. Generalidades26
Estudiar hasta la década de 1930, tiempos del cardenismo, que seña la el periodo de consolidación de las in
en San Luis Potosí, sometida por el Presidente Cárdenas, como el último movimiento bélico de la Revoluc
Estudiar hasta los últimos tres regímenes presidenciales (Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de
Relatividad territorial
El estudio histórico-jurídico de México no debe circunscribirse a la
normatividad aplicable en el espacio geográfico que actualmente
ocupa nuestro país. Por el contrario, en muchas ocasiones ese ámbito de
vigencia
féupeocacrpercehnitsapdáoniocareldaucuidltoureanmfoaryma
asecoenxsteidnedriaóblpeo;raeslí,spuorer setejedmepMlo,éxenicola, pero
abarcó también e incluso tuvo su origen en Guatemala y otras áreas de
23
Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 58.
Centroamérica. A su vez, la influencia política, cultural y económica de la civilización azteca abarcó asim
Por otra parte, durante la dominación española nuestro territorio fue dividido políticamente de manera m
que Chiapas quedó fuera de su demarcación, mientras que Texas, California y otros territorios, hoy esta
Graciela Macedo Jaimes, Elementos de historib del Derecho mexicbno, 2a. ed., Universidad Autónoma
del Estado de México, Toluca de Lerdo, Edo. de México, 1996, pág. 27.
2. El Derecho prehispánico33
alcanzado por los romanos, quienes sólo aceptaban el stbtus libertbtis de aquel que pudiera demostrar qu
Por ello no debemos pensar que los derechos prehispánicos son de- rechos rústicos, y menos aún sin el nive
Lucio Mendieta y Núñez señala que "es indudable que el Derecho no había alcanzado en el México precolo
Recordemos que la clásica definición del Derecho considera a éste un conjunto de normas impero-atributiva
nmoísnilmlevoadae cnonrmsidaesrqaurequdetenrmtoindeansolacsiediraedcotrigcaensidzeadeasadoebrgeaen
s
Marco Antonio Pérez De los Reyes, Historib del Derecho mexicbno. Antologíb, Paquete Didáctico de la
Dirección de la Universidad Abierta de la Facultad de Derecho de la UNAM, México, 1983, pág. 60.
Por lo mismo, como afirma Rafael Rojina Villegas, no existe sociedad sin Derecho, aun cuando el mismo en sus orígen
3 El propio Rafael Rojina Villegas señala que podemos considerar la exis
tencia del Derecho cuando encontramos los elementos siguientes:
b)Un conglomerado humano organizado a manera de un cuerpo social; en otras palabras, un conjunto de p
nentemente. Obsérvese que lo que se pide es que estos individuos
mantengan lazos de unión constantes, no necesariamente que es tén arraigados en un lugar determinado. E
Una entidad de poder, o un ente de decisión general. La expre sión ente está utilizada de manera preme
Que las decisiones que tome ese "ente" sean aplicadas de modo coer citivo, porque la coercibilidad es la nota carac
b)
c)
Ahora bien, en los pueblos prehispánicos, por ejemplo, en la socie- dad azteca, se dan los tres elementos antes señalados
mar la existencia de un orden jurídico en aquellos tiempos.
2. El Derecho prehispánico35
Las consideraciones anteriores permiten confirmar la existencia de los sistemas jurídicos prehispánicos y, c
Limitaciones y cronología
En todo caso, salvo algunas excepciones, como la de Cortés, que estudió leyes en Salamanca y fue not
Omisiones. Hay aspectos jurídicos de gran importancia que se ci tan en una crónica, mientras que en o
tan famoso comoNéol sdigeascloncioenrtaraqruioe.un autor afirme algo y otro
Fblsbs interpretbciones. Puesto que el esquema cultural de los cro nistas es el del mundo grecorromano
Por tanto, es necesario conocer previamente a los autores y hacer cierta discriminación entre los mismo
2. El Derecho prehispánico 37
Independientemente, conviene recordar que la época prehispánica se subdivide en seis horizontes cwltwrales, llamados as
difieren mucho entre sí. La base que permitió elaborar esta clasificación es la siguiente:
Horizonte prehistórico (12 000 b 5 000 bũos b.C, bproximbdbmente). Co rresponde a la época de los cazadores y rec
rCohsaplcob,lPaedñoórensdeelonsuBesatñrosp,aTíes.quSiussqusiatico,sSarnqtaueIsoalbóeglicIzotsapárninyciTpeaple
Horizonte brcbico (5 000 b 1 800 bũos b.C, bproximbdbmente). En él se inician la agricultura y la consecuente seden
Horizonte preclâsico (1 800 b 100 b. C, bproximbdbmente). Ésta es la
época de las primeras culturas teocráticas que se concentraron en
pceonbtlraocsiocnersecmaodanivaelezsm; eás eiml cpaosrotandte sz, alacsatceunacloe,s Tfulantcilocnoa,bCanonpciol
4. Horizonte clâsico (100 b.C. b 850 d.C, bproximbdbmente). En este hori zonte florecen las grandes culturas ba
país, para luego ser reemplazada por un fuerte grupo militar que terminó apoderándose del control político de estos
5. Horizonte posclâsico (850 b 1200, bproximbdbmente). Éste es el tiempo
de la transición de la teocracia a los gobiernos militaristas. Sobresa
Comenzaremos nuestro estudio histórico-jurídico a partir del hori- zonte preclásico (1 800 a 100 años a.C, aproxima
Por último, cabe señalar que de los numerosos pueblos prehispánicos, varios de los cuales son de particular importa
mexicas, por considerar que presentan características relevantes que pue- den resultarnos útiles para comprender el u
2. El Derecho prehispánico 39
Aproximadamente en el año 5 000 a.C. la vida del hombre sufrió una gran transformación al pasar de la etap
raodniceanlelsa cnaemcebsiiodsadcldime aatloimlóegnictoarss. eDceonesftarustuoes,rtrea,íclaess cyosmeu
En nuestro territorio detectamos los sitios donde se obtuvieron las primeras cosechas, por ejemplo, en las c
Puebla; Chantuto, Chiapas; Peralta, Sonora; Abasólo, Nuevo León; en el Valle de México en Chalco y Chic
Paralelamente se conocen otros puntos arqueológicos del hombre
agricultor en territorios muy distantes como Huasca Prieta, Perú; Bat Cav,
Nuevo México, y Lagoa Santa, Brasil, por lo que al parecer el cultivo del maíz fue conocido prácticamente
Además del maíz, tempranamente se conoció el cultivo de frijol, cala- baza, chile, algodón, zapote blanco
La agricultura en América, igual que en su momento en el Viejo Mundo, trajo las consecuencias siguientes
1. Se arraigó aún más la sedentarización, porque el trabajo de la tierra implica la permanencia en un lug
vivencia humana. A su vez, la sedentarización es causa de tres fenó menos sociales que repercuten cons
b) La aparición de la propiedad privada.
La estratificación social.
La identificación del grupo con arraigo en una aldea y, conse cuentemente, el rechazo al forastero.
El desarrollo en gran escala de la cerámica y de las artes conectadas con ella.
Las manifestaciones, cada vez más destacadas, de los ritos de fertili
bdlaedciyó, puonra lfoume ritsemteo, cerlapcriea doemeinoiormdeltgraruscpeonsdaecnecridaopt alr,aqlu
El desarrollo del comercio para intercambiar los excedentes de las cosechas obtenidas.
2. El Derecho prehispánico 41
5. Una mayor división del trabajo, que si bien ya se había dado desde la época del hombre cazador, con la
Margadant apunta que si el maíz agota el suelo más rápidamente que otros cultivos, "la deficiente técnica a
pentina decadencia de varias ciudades precortesianas".5
Derecho olmeca
La cultura olmeca se considera la civilización inicial en nuestro territorio,
paralela a los pueblos que se establecieron en la época preclásica en el
Valle de México, es decir, las culturas de Copilco, Cuicuilco, zacatenco,
etc. Por eso a la cultura olmeca se le denomina mbdre o reinb, de ahí
que resulte interesante estudiarla desde el punto de vista de la historia del
Derecho.
Los olmecas se ubicaron en el sureste de nuestro país, en la
llamada Mesopotbmib mexicbnb, entre los ríos Grijalva y Papaloapan, y
abarcaron de esta manera el sur de Veracruz y casi todo el estado de
Tabasco. Sus
Sprain cLipoarlenszcoenytreolsCaerqrruoeodleóglaicsoMs seosnasL,
aenVVVenetraecnruTza. bLascion,flyuTenrecsiazdaepoetsetsa, cultura se
encuentra en regiones como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, sur de Puebla,
Morelos y en el Valle de México. Esto se debe, entre otras cosas, a que en
el horizonte cultural en que se desarrolló el ciclo histórico olmeca, el
preclásico, se dieron las bases culturales básicas de casi todos los pue-
blos prehispánicos asentados en nuestro actual territorio.
Alfredo Chavero en 1884 destacó la importancia de las peculiares es-
culturas encontradas en la costa del Golfo de México, algunas de ellas,
como las cabezas de niño o de bebé, de proporciones poco comunes,
fueron más tarde relacionadas con la cultura olmeca por el estadounidense
Saville. Por ese tiempo poco se conocía respecto a este pueblo y sólo
se tenía alguna noticia por las tradiciones y relatos de los aztecas y mayas.
Hoy sabemos que los olmecas se desarrollaron entre los siglos x y xi a.C,
aproximadamente.
Algunos investigadores opinan que esta cultura se originó en la mis-
ma región costera del Golfo, ya que en ella se encuentran sus sitios
ar-
queológicos principales; otros, en cambio, suponen que nació en Oaxaca,
5
Guillermo Floris Margadant, op. cit., pág. 10.
Guerrero y Puebla, lugares donde aparecen sus formas primitivas de ma- nifestación.
Se desconoce el nombre que se dieron a sí mismos, pues muchos
siglos después de florecida esta cultura los invasores aztecas los llamaron
olmecbs o habitantes de la región del hule.
La desintegración de la cultura olmeca se inició al comenzar la era cristiana y precisamente en la región de
que ejercieron los mayas procedentes de Guatemala y Chiapas, quienes terminaron por someter y dispersar
cuyo caso se habla de los neoolmecas.
En todos losdelpueblos,
Importancia antiguos
arte olmeca o modernos, las manifestaciones artísticas reflejan en gran medida sus parti
en niLngoúsnolomtreocaestpilroesdentarntepimezeassoamrqeureicoalóngoi;csaes tqruaetanporteifenrentp
Margadant afirma:
algunos especialistas creen encontrar en la cultura olmeca dos clases de origen étnico
dnoi stibnatojo, rcreolnieqvueistsaudgoirerse yelcroencquueirsdtoa doesu. nLa
cblasrbeainpvoastoizra doemloins asnatce, rdeotleasrgeanbalrgbua-, clase que luego se
debilitó, de modo que la nueva élite dominante, ahora con la escasa barba del indio,
tuvo que procurarse barbas postizas para actos ceremoniales.6
2. El Derecho prehispánico 43
Entre los olmecas, los sacerdotes formaban la clase social dirigente, que imponía su voluntad sobre campesino
enormes bloques de piedra, auxiliados por los rústicos elementos con que contaban, como troncos, punzones
Economía
Los olmecas se dedicaron a la agricultura, la caza, la pesca y la recolec- ción, y con sus productos excedentes
pvaersatideol sj,uecganoo, asr,measstedraesp, imedársacayravsa,sciujaesr daesb, parerlo.tas y protecciones de
pesar de que en esta cultura el ropaje era mínimo y sencillo.
7
Marco Antonio Pérez De los Reyes, op. cit., pág. 65.
un anciano con un brasero en la cabeza, llamado Huehuetéotl entre los pueblos del centro de México. Igua
Gracias a las estelas, monumentos en forma de lápida o pedestal, se ha comprobado que los olmecas ya co
También se deduce el estatus inferior de la mujer olmeca por la esca-
La fusión de los antiguos grupos de agricultores y artesanos del Valle de México que sobrevivieron a la e
Derecho
elemSenet teotihuacano
otrsastauydoes uanunpeunebCloenptroinacmipéarlimcae.nte agricultor, que realizaba sus faena
2. El Derecho prehispánico 45
mentaba con productos de la caza y la pesca, así como con la recolección de nopales y tunas.
La falta de ciertos productos y materias primas se cubría por medio
del comercio local y foráneo. Al respecto, Walter Krickeberg señala:
La antigua suposición de que un extendido comercio debía ir acompañado de
una política de expansión, no se ve confirmada en el caso de los teotihuacanos. Una
política de esta especie sólo es posible cuando se trata de un pueblo belicoso y
versado en el
iainrtermésileitnar,sopmereotelrospufuenbdloasdoerxetsradñeolsa. aDnetigauqauíciqudea
dusragnratedalansoetxecnaívna aceiol nmeesndoer
Teotihuacan aparecieron las armas en número muy reducido.8
Así, se considera que las puntas de flecha de obsidiana que se
han encontrado sirvieron sobre todo para la caza, al igual que las esferitas
de barro disparadas con cerbatana.
La actividad militar fue entre los teotihuacanos muy pobre; incluso
se ha dicho que la suya era una ciudad abierta, si bien algunos
arqueólogos hacen ver que debe tomarse en cuenta que poseía una
serie de defensas naturales, insignificantes para un ejército moderno,
pero que en aquel tiempo podían obstaculizar un ataque. Sin embargo,
algunos expertos como Ignacio Bernal no están convencidos del
pacifismo teotihuacano.
En Teotihuacan hubo un gobierno teocrático. La clase sacerdotal
coernetmr olanbialetso,dfousncloiosnesa peoctílotsicadse yl advmidianishturamtiavnas:, apcráticvtidcads
erselciogmioesarcsiay-
les y manufactureras. Todo lo regulaban y todo lo ordenaban los sacerdo-
tes porque representaban a los dioses, y esta representación les aseguraba
la fuerza política de que disponían ampliamente como reyes-
sacerdotes. Debieron de haber ejercido una considerable autoridad sobre
sus gober- nados, pues en caso contrario no podría explicarse la
construcción de sus templos y pirámides impresionantes que requerían un
verdadero ejército de obreros que trabajaran muchos años. Sin embargo,
por sus principios religiosos es casi seguro que el pueblo no consideraba
tiránica esta impo- sición, ya que los edificios se destinaban al culto de
los dioses, lo que en última instancia redundaba en beneficio de sus
actividades cotidianas.
Es muy poco lo que conocemos acerca de las actividades normales
de un sacerdote en ese tiempo y se debe principalmente a las
representa-
cdiosfnreascepsicdtóeraicnaismeanlesm,
ucroanlefsreycuveanscijias.jaPgourarelslo, ysasbeeamdosrnqaubeansocloían
gurasanr- des tocados de pluma, además de que llevaban pequeños
utensilios para
Marco Antonio Pérez De los Reyes, op, cit., pág. 86.
el copal, el tabaco y diversas semillas aromáticas que vertían en el suelo mientras entonaban himnos cerem
Por tanto, en Teotihuacan se formaron dos clases sociales: la de los
sacerdotes gobernantes y la del pueblo productor de todas las riquezas de que podían disponer los primero
La ciudad de Teotihuacan resulta impresionante por su extensión y calidad: en su mejor época alcanzó la
Derecho maya-quiche
El complejo cultural maya representa uno de los logros más elevados de
las civilizaciones prehispánicas en Mesoamérica. Se trata de un pueblo
dtoidstorsibluoisdoórednenuensadaeml
spalbiaerzfounearogneomguráyficoamcpulyeotoss.coEnloecsitmudieiontdo
es leons cmasai- yas ha despertado el interés de un gran número de
expertos, con los cua-
' Marco Antonio Pérez De los Reyes, op. cit., pág. 91.
2. El Derecho prehispánico47
İ j| ,t
les ha surgido una especialidad, la mayología, cuyos trabajos son cada vez más profundos. Por eso el historiad
La cultura maya se ubica en Centroamérica, fundamentalmente en Guatemala, Belice, parte de El Salvador y H
Palenque, Bonampak, Chichén Itzá, Mayapán, Uxmal y Tulum. Toda el área está cubierta de ruinas arqueológ
Los arqueólogos
Cronología ubican el origen de la cultura maya en la zona de Peten, en Guatemala, limítrofe con el territ
Ellos se daban a sí mismos el nombre de quichés y tenían una lengua vulgar y otra culta que llamaban zuyúb,
Su numeración era vigesimal; los números se representaban por me- dio de puntos, rayas y un signo en forma d
cqeureol.laEmnacbuan htobbab,suy ceal ldeenldañrio ,riteunaíladneu2n6o0 deía3s6d5endoíamsinoadeol taz
Fuentes
Entre las fuentes clásicas para el estudio del Derecho maya podemos citar
las siguientes:
1. Los códices. Son los documentos característicos de la escritura prehis- pánica. Se trata por lo general de extensa
con pinturas hechas con tintes vegetales y resinas que han demostra
do gran durabilidad y fijación. Los colores que se utilizaban eran simbólicos; por ejemplo, el rojo representaba
La profesión de escribano, de gran relevancia en todas las civili- zaciones antiguas, en el caso de aztecas y ma
Para el estudio en códices de algunos aspectos de la cultura maya tenemos tres muy famosos:
El Códice de Dresde, encontrado en la biblioteca de esa ciudad ale mana, que se sabe que perteneció desde el sig
El Códice Mbtritenre o de Madrid, que no debe ser confundido con otro de nombre similar, propio de la cultura azteca.
El Códice Pbririnur o de París, localizado desde el siglo pasado en la Biblioteca Nacional de esa ciudad.
b) El Libro de lor Libror de Chilbm Bblbm, del que hay varias versiones,
la más difundida de las cuales es la de Chumayel. Chilam es el
nombre que se daba al sacerdote supremo como una derivación
2. El Derecho prehispánico 49
de chiman o chemán, nombre que todavía reciben en la zona maya los curanderos y brujos; en tanto que Balam, que si
nombre común entre los antiguos mayasLa obra contiene una
miscelánea de temas culturales diversos que reflejan mucho de la vida y las costumbres de los mayas. b) El Popol Vwh,
castellano en Santo Tomás Chichicas-tenango, Guatemala.
La Crónica de Calkini, de la que según Margadant solamente hay dis ponible una edición hecha en Baltimore en 1935.
Relación de las cosas de Ywcatán, escrita en 1566 por el franciscano fray Diego de Landa, quien llegó a ser el segundo obisp
Las Geogrâficbs Relbciones de Motul, Méridb, Chochólb y otras zonas
mayas. En este caso se trata de contestaciones a un cuestionario que
Felipe II envió a las Indias a fines del siglo xvi y que en su mayoría se encuentran en Sevilla, por lo que para cada cult
9. La obra titulada Derecho y orgbnizbción socibl de los mbybs, de Juan de Dios Pérez Galaz, que se publicó e
un enfoque muy directo de los temas que nos ocupan.
10. El estudio de las zonas arqueológicas mayas en general, como los
murales de Bonampak, que constituyen una verdadera lección de la
estratificación social de este pueblo, que podemos apreciar por la in
dumentaria y posición que ocupan sus personajes en una pirámide
pictórica que se ha hecho particularmente famosa.
11. Los datos proporcionados por el estudio del Derecho primitivo com
parado, en el que encontramos algunas costumbres y usos comunes
entre los pueblos prehispánicos.
12. La observación de comunidades indígenas actuales en el lugar, que
todavía conservan muchas costumbres antiguas, aún visibles a pesar
de la transculturación cristiana y moderna. Este es el caso de hbbb-
cbb, costumbre por la cual el novio paga el "precio de la novia"
trabajan do durante un tiempo para su futuro suegro. Igualmente, el
hecho de que la mujer viuda o divorciada puede contraer nuevas
nupcias simplemente si invita a un hombre no casado a comer a su
domicilio; si él acepta, ya puede quedarse a vivir con ella en calidad
de nuevo marido.
13. "Evlearndáaldiseirsodheocmiebrtraes",pqaluaibernasermaaeylajse,fce
osmupro esmeol ceansoladsecliudHbaldbech-s mUainyiacso. Lo
anterior es así porque al conocer el origen de un vocablo se conoce
igualmente mucho de la manera de pensar de un pueblo. Es lo que
ocurre cuando se analiza, por ejemplo, una palabra derivada del grie
go o del latín; en el caso de nuestro ejemplo, entendemos que el
man dato o la autoridad es un atributo masculino; en la
mentalidad prehispánica se consideraba que el hombre está hecho
para ordenar y la mujer, para obedecer. Sin embargo, un hombre es
pequeño si tiene a su vez otro que le ordene, por eso el jefe
supremo, quien ya no es jerárquicamente inferior a nadie, es el
"verdadero hombre".
Organización política
Del llamado Viejo Imperio se conoce tan poco en lo que hace a su organi- zación política que difícilmente
Entre los mayas privó la organización de ciudad-Estado, de suerte que cada ciudad era autónoma y predom
2. El Derecho prehispánico 51
vecinas. No obstante, entre esas ciudades había un lenguaje común, el quiche, una religión compartida y alguna
En la península de Yucatán florecieron tres ciudades importantes, cada una con su propia familia gobernante:
Chichén-Itzá Uxmal
Itzaes
Mayapán Xiu
Cocom
Las tres ciudades se confederaron para efectos militares y así se for- mó la llamada Ligb de Mbybpân, que func
En cada ciudad gobernaba un Hblbch-Uinic (verdadero hombre), tam- bién llamado Ahbu, cargo que recibía el
El Hblbch-Uinic era auxiliado en sus funciones por un consejo de ancianos, el Ah-Cuch-Cbb, o cargadores de
Organización social
La estructura tribal de la antigua sociedad maya presentaba los grupos sociales siguientes:
2. El Derecho prehispánico 53
En la ciudad
Halach-Uinic
(Verdadero hombre)
Bh-Eule- Bh-Iuch-
@oo`s (mensajeros- ejecutores) Ia`oo`
(senado
local)
Bh-Hol-^opo`
director, a
la cabeza
de la estera
tituye la excepción a lo dicho respecto al mando como atributo mas- culino. Por eso los cronistas hablan
Ldeorsanso"balems.aLzons abslm" eqnucehotaomb b(lioésnqsue teinenfren ptardoren yamloasdrceo)
entre las familias para efectos de consolidar el matrimonio de sus hijos), etc. Casi siempre los cargos
genitales. Muchos ídolos de esta deidad se encontraron en la isla que Hernán Cortés de-
Los bgricultores y brtesbnos. Destinados a sostener al Ahbu y a la noble za; vivían en casas sencillas hech
Los esclbvos o pencbtoobs. Había varias causas de esclavitud, como:
12
Juan de Dios Pérez Galaz, Derecho y orgbnizbción socibl de los mbybs, Diana, México, 1983, págs. 63 y
64. 13 Alberto Ruz Lhuillier, Los bntiguos mbybs, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, pág. 130
y siguientes.
2. El Derecho prehispánico55
Estructura económica
El territorio maya es una región fértil rica en productos vegetales y ani-
males; así, hay una gran cantidad de frutos: aguacate, pitaya, yuca, etc., y animales como venados, armadillos
plumas preciosas como el quetzal, muy apreciado para elaborar penachos, escudos y estandartes, y que tambié
Se producía cacao y con él chocolate, elaborado con agua, que se bebía caliente o frío y que ha sido la gran ap
El arte maya fue muy desarrollado. Como muestra pueden citarse los casos notables de la Cabeza de Palenque
Los mayas utilizaron sus grandes ríos como vías de transporte y for- maron un floreciente mercado intercamb
palegousnanstedsedseulsdpeescquberñiamsienmtobadrecaMciéoxniecso yean e1r5a1n7c. onocidas por los
Celebraban contratos tanto civiles como mercantiles, con testigos con los que bebían públicamente para efect
Merecho penal
El Derecho penal maya era muy severo. El procedimiento penal era
uniinstancial, ya fuera ante el Bbtbb o ante el Ahbu, según que el delito se
hubiera cometi- do en la aldea o en la ciudad; no cabía pues la
apelación. En una sola au- diencia se efectuaba todo el proceso y se
llegaba a la sentencia, absolutoria o condenatoria, expresada de viva voz.
Se desarrollaba el proceso en la plaza pública popilnâ. Desgraciadamente,
las partes podían dar presentes al juez. Había responsabilidad colectiva
de toda la familia en caso de daño en
propiedad ajena. Sin embargo, se distinguía entre delito doloso (general-
mente castigado con pena de muerte) y delito culposo (con reparación
del daño o indemnización).
14
Juan de Dios Pérez Galaz, op. cit., pág. 95.
En caso de adulterio cometido por la mujer, el marido podía optar entre la muerte de ella y de su cómplice; e
dón, pero con repudio de la mujer y disolución del matrimonio.
Por violación y estupro la pena era de muerte por lapidación, en tanto que para homicidio era la muerte, en
El matrimonio (kbminicté) era monogámico, pero los nobles por lo gene- ral tenían varias esposas, si bien só
de rodillas, he venido bajando la cabeza, con este hijo, con este flojo, con
este haragán (el regalo es la novia, el flojo es el pretendiente)."15
' Federico Navarrete Linares, Lb vidb cotidibnb en tiempos de los mbybs, Ediciones Temas de hoy,
Colección Historia de México, México, 1996, pág. 66.
2. El Derecho prehispánico57
La pareja era considerada como un solo rostro, el que con sus dos lados y ambos ojos semeja al hombre y a la m
nuestro. Santo Padre, haz que entre en su cabeza, haz que entre en su
corazón, haz que decida en su cabeza, haz que decida en su corazón. Que
una persona no puede vivir sola, ni puede estar sola con un solo lado
de su rostro, un solo ojo. Porque fuiste tú quien lo hizo así, fuiste tú
quien decidió que deben haber dos ojos, dos lados de un rostro."'"
Al fijarse la fecha de la boda, el padre del futuro marido pagaba a su
consuegro el precio de la novia o hbbb-cbb y en ocasiones se daba el
com- promiso de que, una vez casado, el yerno trabajara por un tiempo
gratui - tamente las tierras de su suegro.
A veces los contrayentes apenas se conocían, pero eso no
importa- ba si eran obedientes a los deseos de sus respectivos padres;
recuérdese que los "matrimonios por amor" son prácticamente realidades
de nues- tro tiempo.
La sociedad maya era masculinizada y la mujer no gozaba de un
buen estatus. De niña debía apegarse a su hogar y de adulta, al de su
marido. Se prohibía a las niñas jugar con niños y a las jóvenes hablar o
siquiera ver a los varones. Si en el camino se encontraban un hombre y
una mujer, ésta debía bajar la mirada y cederle el paso a él. Si la
sorprendían hablando con un hombre la reprimían severamente y, en caso
de insistir en su conducta
"deshAolnierstea"a, lea aspielmicabbra nelpoml avroidoe,
clha ilespeonslaoshaobjoías dye pnrlopsogrecnioitnalrelse. el pozol, hecho
con maíz y cacao. A su regreso debía tenerle preparada la comida.
Todos los varones comían primero, mientras las mujeres, en si- lencio y
con la vista baja, se preocupaban de servirles los platillos, y cuan- do ellos
habían concluido y se retiraban, ellas podían comer lo que sobra- ra. Se
daba lo mejor de la comida al padre y al abuelo; los niños y las
mujeres comían lo que sobrara. Todas estas costumbres, muy del gusto de
los pueblos prehispánicos, aún se observan en muchos lugares del
país, incluso en clases medias urbanas.
Las mujeres, sin embargo, eran muy trabajadoras, responsables y
lim- pias; todo el día traían cargando a sus pequeños hijos apoyados
en las caderas, mientras que, según Landa, los hombres eran apáticos y
dados a la murmuración y el ocio. A cambio de esto realizaban ritos de
iniciación
ylespecnoint enscpiiansams yu yp ac sr ua re laes í,
hceobmraosedl ehhecehnoeqdueénatpr avraesqaur esduasr
m"einemsabrtraodsovs"iriy- su sangre ofrecerla untada a sus ídolos.
El nombre lo daban a sus hijos generalmente tomándolo de un ani- mal o tótem; luego se añadían el nombre
mente el de la familia del padre. No podían casarse quienes llevaran el mismo "apellido", aunque entre ellos n
El repudio de él hacia ella era frecuente, por lo que había la facilidad de matrimonios subsecuentes. Existió la
La sucesión se daba por la vía masculina. Se sabe que cada familia recibía una pequeña propiedad para ser tr
A la llegada de los conquistadores los mayas presentaban, en algunos casos, signos de decadencia. Muchos de
oterngeumllosdel qinuseoslolasyacbolnesicdoemrepnro"mloisogrdiegroespdetaAr smuécriuclatu";rapyerolog
La cultura más destacada del México prehispánico es la mexica, también llamada bztecb o tenochcb. Tal ve
menos ricos en aspectos jurídicos.
Derecho mexica, azteca o tenochca
Origen y peregrinación
Mucho se ha dicho, con base en los mismos textos de ellos, que su origen
se remonta a un lugar lejano ubicado en el norte del país y al que denomi-
2. El Derecho prehispánico 59
Tecpanecas Azcapotzalco
Tlaxcaltecas Tlaxcala
Mexicas México-Tenochtitlan
Al parecer, hacia el año 1111 o 1160 d.C. los aztecas emprendieron su peregrinación hacia el sur. La ruta
los historiadores. Los aztecas decían que venían dirigidos por sus sacerdo- tes, los que a su vez seguían las
Es casi seguro que pasaron por Chápala en Xalisco (hoy Jalisco), late-
ralmente por Michoacán, después por Tollan o Tula, zumpango, Xaltocan, Ecatepec, Atizapán, Tulpetlac, C
Peregrinbción o Códice Boturini, hecho en tiras de papel amate.
Finalmente, en 1325 pudieron establecerse, con la autorización de los tecpanecas de Azcapotzalco, en un islo
Alfonso Caso sitúa el lugar de ese hallazgo en la actual Plaza de San
PabloC, oanl seulrleostleledgealbCa eantsruo fHinistlóarigcroandecalamCiniuatda do dpeMregérxincaoc
Etapas históricas
La breve historia de los aztecas puede resumirse en las etapas que se
mues- tran en el cuadro 2.2.
Si tomamos en cuenta el tiempo trascurrido entre 1325
(fundación de Tenochtitlan) y 1521 (caída de la ciudad en manos de
Cortés), estamos hablando de sólo 196 años, a lo largo de los cuales
lograron los aztecas realizar todo su ciclo histórico (origen, esplendor y
decadencia). Este ci-
claososudelelons tegnieprcloiolsa, slocsivgirliezgaocisoynelos sarlocmabaonodse,
pmeruochreocsosrirgelrolos, ecnotmano seósloel
' Carlos Martínez Marín, "Peregrinación de los Mexicas", en Historib de México, Salvat, México, 1978,
tomo 4, pág. 776.
2. El Derecho prehispánico 61
dos siglos, con un promedio de ocho generaciones (una por cada 25 años, lo cual es razonable), es decir, de un t
Fuentes
En el caso de los aztecas, sus fuentes de información son muy ricas y variadas:
1. Códices. La palabra códice empezó a usarse desde fines del siglo xix para designar a los manuscritos elab
indígena, si bien códice es un manuscrito cosido en un lado, lo que no coincide en el formato o presen
plasmadas en diversos materiales y que les servían a manera de es- critos.
Los hay anteriores o posteriores a la conquista española, he- chos de piel curtida, amate o de lienzo o tela. E
b) El Códice Mendocino, mandado elaborar en tiempos del primer virrey de la Nueva España, Antoni
Se tenía la intención de obsequiarlo al emperador Carlos V,
pero cuando era trasladado a España el barco respectivo fue cap- turado por piratas franceses y el cód
2. El Derecho prehispánico63
hacia 1590 lo vendió al capellán inglés Richard Hakluyt. Actual- mente se encuentra en la Biblioteca de
Es importante destacar que el códice contiene una biografía
muy detallada del emperador Moctezuma Xocoyotzin y algunos
datos sobre el Derecho procesal y penal de los aztecas.
Forma hoy parte de este documento una copia de la
Mbtrícu- lb de Tributos, en la segunda parte del Códice
Mendocino. Esta ma- trícula la realizó algún tlbcuilo, quizá por
órdenes de Hernán Cor- tés, para conservar información precisa
respecto a la economía y tributación prehispánicas.
La Mbtrículb de Tributos, conjuntamente con el códice
prehispánico Azoyu II constituyen los documentos básicos para
el conocimiento del Derecho fiscal azteca.
En 1770 el arzobispo Francisco Antonio de Lorenzana la pu-
blicó con el nombre de Frbgmento de un mbpb de tributos, o cordille-
rb de los pueblos, que los pbgbbbn, en qué género, en qué cbntidbd, y
en qué tiempo, b el emperbdor Moctezumb en su gentilidbd. El original
lo recogió Lorenzo Boturini y Benaducci para una de las
secretarías del virreinato en 1740.
Más tarde, en 1890, se hizo otra edición dirigida por el
histo- riador Antonio Peñafiel.
del
ViLrraeimnatorí,cluelagoprpiamsóeraolqauBeidbólioretegciastdraedl
a ReneallaySPeocrnetitfaircíia GUeniverra-l sidad de México y
finalmente al Museo Nacional. En tiempos del em- perador Iturbide,
el embajador estadounidense Joel Poinsett le quitó dos hojas al
original y las llevó a Filadelfia, de donde fueron devueltas al
gobierno mexicano en 1942. Actualmente, ya completa, se halla en
el Departamento de Códices y Pictografías de la Biblioteca del
Mu- seo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de
México.
El documento que nos ocupa está pintado en papel de amate
(árbol de la familia de las higueras), parte está elaborado con fi-
bras de maguey y con palma de iczotl o izote y hasta con
capullos de orugas. Consta de 16 hojas de 42 por 29
centímetros. La pri- mera hoja está prácticamente borrada, pero
las restantes se con- servan muy bien. Se puede clasificar como
un códice económico-
evsetnacdiídsotiscao lpos raqzutectarsa,tapedreo tlaoms
btriébnuptousedqeuesepr acgoanbsaidnelroads opcuoemblo s
1
María Sten, Lbs extrbordinbribs historibs de los códices mexicbnos, 3a. ed., Joaquín
Mortiz/Contrapun- tos, México, 1975, págs. 94 y 95.
2. El Derecho prehispánico65
a)Hernán Cortés (1485-1547), nacido en Medellín, en la actual pro- vincia de Badajoz. Murió en Castilleja de la
Durante dos años estudió leyes en Salamanca, pero abandonó la carrera y participó con Diego Velázquez en la co
Con el propósito de informar a la Corona respecto de sus hazañas en estas tierras, escribió cinco cartas, que han
en la Biblioteca Imperial de Viena y tienen un total de 325 hojas, de las que quedaron 15 sin escribir.
2. El Derecho prehispánico 67
La primera se redactó en 1519 en plena campaña de con- quista para la reina regente Juana la Loca; está firm
Rica de la Vera Cruz. Las cuatro restantes fueron para Carlos V; la
segunda en Segura de la Frontera, la tercera en Coyoacán, la cuarta
y la quinta en México-Tenochtitlan. Todas ellas se escribieron en-
tre 1520 y 1526. Además, se conocen otras cinco o seis que ya no
forman parte de ese grupo de Cbrtbs de relbción y que incluso
b) Aalngdurnéos dceonTsaipd ieara(n1 4d8e5d,
umd uo esar t oauat penr otixci md ad.amente a mediados del siglo xvi).
Fue soldado de Cortés y al parecer tomó parte en las luchas más
relevantes de la conquista. Más tarde fue Justicia Mayor (juez) en
la Ciudad de México. Escribió Relbción sobre lb Conquistb de
México y también fue contador en la Real Audiencia de la Ciudad
de México.
c) El conquistador anónimo, del que sólo se sabe, porque así
titula su escrito, que era un soldado de Cortés; la obra es
Memoribs de un gentilhombre del glorioso cbpitân Fernbndo de
Cortés. Fue men cionado por algunos historiadores del siglo xix.
d) Bernal Díaz del Castillo (1492 o 1493-1588). Es el cronista por
antonomasia. Nació en Medina del Campo y murió en la
Antigua Guatemala, donde todavía se conserva la casona en la
que vivió
sus últimos años y donde escribió su obra Historib verdbderb de lb
conquistb de lb Nuevb Espbũb, tan bien redactada que a la fecha se
estudia entre las obras de la literatura española, aun cuando él no
fue un hombre ilustrado. Participó en las conquistas de Cuba y
México (en donde formó parte de las tres expediciones de con
quista, es decir, la de 1517, 1518 y la de 1519 a 1521), y
también acompañó a Cortés en sus expediciones por Baja
California, Tamaulipas y Las Hibueras, hoy Honduras (en esta
última fue ejecutado Cuauhtémoc). Más tarde acompañó a
Pedro de Alvarado a la conquista de Tehuantepec, Chiapas,
Guatemala y El Salvador.
A pesar de sus hazañas e incluso de haber sido herido de grave-
dad, no consiguió una recompensa digna de sus proezas. Por
esnocovmiaijeóndaaEyspalñgaú,npecraorgno ilnofgeróiogrraen
cCosat,zsaicboiaelncolse. dMieársontaurndae solicitó la
gubernatura del Soconusco, en la costa de Chiapas (por cierto,
Miguel de Cervantes Saavedra también pidió ese car- go), pero
ni Díaz del Castillo, ni el padre de la lengua española,
obtuvieron ese nombramiento. Para colmo, otros individuos sin
2. El Derecho prehispánico 69
de Santo Domingo. No se ha podido confirmar si obtuvo el gra- do de doctor en Derecho, pero tenía
académico. Fue oidor también en Guatemala y más tarde en
Méxi- co. En esta ciudad el virrey Luis de Velasco I lo
incorporó al claustro de la Real y Pontificia Universidad de
México, con el gra- do de doctor en leyes. Más tarde se vio
envuelto en muchas intri- gas políticas y legales, por lo que se
retiró a Granada, donde escri-
biSóu suobl riba rosey tfitaulllaecBiór.eve y sumbrib relbción de los
seũores de lb Nuevb Espbũb, si bien el verdadero título es mucho
más largo. 1) Fray Bernardino de Sahagún (1499 o 1500-1590).
Ilustre franciscano, escritor y gran investigador; para algunos es
un precursor muy precoz de la investigación sociológica en
América cuando esta ciencia aún no se fundaba por Augusto
Comte en el siglo xix. Así, se adelantó a su época haciendo
indagaciones directas y confrontadas. Su nombre original era
Bernardino de Rivera, pero al profesar adquirió el de Sahagún,
porque provenía de una destacada familia de ese lugar. Al parecer
descendía de judíos conversos, una hipótesis que no ha sido
totalmente aceptada.
Estudió en Salamanca y se ordenó sacerdote en 1524. En
1529 pasó con otros 19 religiosos a la Nueva España; radicó
un
tiempo en Tlalmanalco y luego en Tlatelolco. Igualmente estuvo
en Xochimilco y fue visitador de su orden religiosa en
Michoacán.
Los indígenas le tenían especial gratitud y respeto por su pater-
nal desempeño en la evangelización y educación. García Icazbal-
ceta, historiador del siglo xix, dice de él: "era de tan bello
sem- blante que había de permanecer escondido de las
miradas de las curiosas mujeres de la Nueva España, joven y
gentil, atraía con su fisonomía varonilmente hermosa... era de
ardiente caridad hacia los indios; tenía un entusiasmo sin límites
por las cosas de la anti- güedad y era de curiosa e insaciable
comezón de saberlo todo y de explicarlo todo."19
Su obra monumental se titula Historib generbl de lbs cosbs de lb
Nuevb Espbũb y abarca todos los aspectos de la vida social, jurídi-
cbaié, necsoencóomnisciad,eframuinlaiaor,bpraolbítáicsiacya
prealrigailoasahidsetol rpiuaedbeloMaézxteicao. Tam- Murió en
el convento de San Francisco en la Ciudad de México.
19
Ángel María Garibay, proemio general a la Historib generbl de lbs cosbs de lb Nuevb Espbũb, 5a. ed.,
Porrúa, México, 1982, pág. 13.
m) Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (1478-1552). Ocupó va- rios cargos políticos y fue alca
Historib generbl de lbs Indibs.
n) Fray Diego Duran (1537-1588). Franciscano e incansable misione-
ro, desarrolló su labor en favor de los indios en Tlaxcala, Oaxaca,
Texcoco y México. Escribió Historib de lbs Indibs de lb Nuevb
Espb- ũb e islbs de tierrb firme. Conservó el códice que lleva su
nombre. Su libro resulta a veces ingenuo por asentar datos
fantásticos que eran simples consejas y mitos de los indígenas,
sin ningún senti- do de método ni de investigación.
o) Fray Juan de Torquemada (1580-1674). Este franciscano, que es-
cribió Monbrquíb indibnb, tuvo fama de hombre caritativo y
de gran entrega hacia los indígenas.
p) Fray Toribio de Benavente, "Motolinía" (1482-1568). Franciscano
de vida ejemplar, escribió Historib de los indios de lb Nuevb Espbũb,
obra que contiene numerosos aspectos de las costumbres de los
indígenas.
q) Fray Jerónimo de Mendieta (1525-1604). Franciscano dedicado a
la evangelización, escribió Historib eclesiâsticb Indibnb.
r) Fray Bartolomé de las Casas (1474-1566). Fraile dominico,
primero fue encomendero y luego se convirtió en gran
defensor de los
isnuds ioses.r mJuont eos ceon SfranytoADntoómn
idnegoMdoenftensidnioesndsoe hloizsodceérlecbhroespdoer los
indígenas; Héctor Fix-zamudio los considera precursores de la
defensa de los derechos humanos. Más tarde, el padre Las
Casas fue nombrado obispo de Chiapas, con sede en Villa Real,
luego Ciudad Real y hoy San Cristóbal de las Casas, llamada
así en su honor.
En su afán de cuidar los intereses de los indígenas escribió,
entre otras obras, la Apologéticb historib de lbs Indibs.
s) Joseph Acosta (1540-1600). Nacido en Medina del Campo, jesuíta
de gran cultura, ocupó varios cargos eclesiásticos y escribió
Historib nbturbl y morbl de lbs Indibs. Fue rector en Lima y murió en
Salamanca, España.
t) Lorenzo Boturini Benaducci (1712-1755). Este incansable viajero
etorsa idt ea l il a ns ocuelthuirjoasdpernehoibslpeásn.
iRcaesu,ninócmlusocheals cfóigduicraes qyuedolcleuvmaesnu-
nombre, pero se le acusó de tráfico de antigüedades ante las auto-
ridades virreinales de la Nueva España y fue enviado a
España. En el trayecto su barco fue asaltado por piratas, pero
finalmente
2. El Derecho prehispánico ;2
logró ser liberado y quedar absuelto de ese delito; sin embargo, su colección le fue decomisadaPor eso esc
titulado Historib generbl de lb Américb Septentrionbl, u) Francisco Javier Clavijero (1731-1787). Jesuíta veracru
MMééxxiiccooy. Sdue sliub croo ,nqmuuisytbf.amoso por cierto, se titula Historib bntigub de
Francisco del Paso y Troncóse Veracruzano, primero médico y luego historiador, logró rescatar varias ob
Antonio Peñafiel.
Antonio García Cubas.
Joaquín García Icazbalceta.
Alfredo Chavero, quien también fue gobernador del Distrito Fede ral durante el porfirismo.
Nicolás León.
Genaro García.
Miguel Orozco y Berra.
Lázaro Pavía.
Vicente Riva Palacio, quien coordinó la famosa obra México b trb
vés de los siglos.
AlfonsoLeón-Portilla.
Miguel Caso. DestacaIlustre
su obra El pueblo
maestro del Sol. cuyos trabajos son de valor incalculable. A guisa de ejem
universitario
Alfredo López Austin. Es también un destacado maestro universi tario, autor de múltiples obras; por ejemplo, Cuer
2. El Derecho prehispánico73
Organización política
Mientras duró su peregrinación los aztecas se configuraron como un pue- blo organizado en clanes (grupos de fa
En cuanto a su gobierno, estaban regidos por una teocracia apoyada en un grupo militar.
' Este estudio se incluye en el núm. 57, tomo XV, enero-marzo de 1965, págs. 81 a 124 de esa
importante publicación.
El lugar donde finalmente pudieron asentarse en el Valle de México fue el islote en medio del lago de Texc
Tenochtitlbn, si bien previamente habían pretendido establecerse en
Atizapán y en Chapultepec, lugares no muy apropiados para quedarse
por estar infestados de serpientes, el primero, y de langostas o chapulines,
el segundo. Pero el islote quedaba comprendido dentro del territorio
dominado por los tecpanecas de Azcapotzalco, que les impusieron fuer-
tes tributos. Esto se hizo más rígido para los aztecas cuando ascendió
al trono de Azcapotzalco el terrible rey Tezozómoc, de quien se dice
que gobernó 80 años, desde 1347, unos 20 años después de
fundada Tenochtitlan.
Durante el tiempo que transcurrió entre 1325 (fundación de la
ciu- dad) y 1376 (ascenso al trono de México del primer rey o
tlbtobni Acamapichtli), Tenochtitlan fue gobernada por sacerdotes y
caudillos. Éstos fueron, entre otros, Ocelopan, Quiapan, Ahueyotl,
Xomimitl, Acacitli, Mentzineauh, Xocoyotl, Atototl, Xihupati y
Tenochtli.
La ciudad primitiva se dividía en cuatro barrios o cblpullis y se unía
a tierra firme por tres cblzbdbs construidas artificialmente: al norte la
de Tepeyaca, que la vinculaba de paso con Tlatelolco; al poniente la de
Tacuba y al sur la de Tlalpan, que a una altura determinada se dividía
hacia dos rutas, Iztapalapa al oriente y Coyoacán al poniente.
caciqHueacdiae 1o3ri7g6enlomgrialirtoanr;
qéusete AfuzecaApoctazmalacpoiclhetslip, ecromnitlioerqa ute
nienricuianrorenysuo etapa de caudillaje. Al rey lo denominaron tlbtobni y
con el tiempo, cuan- do este funcionario ya era el poderoso señor de un
enorme territorio, se hizo llamar tlbtobni hubytlbtobni tecpblcbntecutli ("el
que habla").
Aún seguían siendo tributarios de Azcapotzalco y los primeros
tres reyes de México padecieron esa tiranía. Pero en 1427 murió el
temido Tezozómoc y fue sustituido por su hijo Tayatzín o Teayauhtzín,
quien a su vez murió asesinado por Maxtla, su hermano. Este fratricidio
desencade- nó la muerte del tercer tlbtobni de México, Chimalpopoca
(por condenar la usurpación) y el ascenso al trono azteca de Izcóatl, quien
aprovechó la oportunidad para formar una Triple Alianza entre
Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba, la que dio por resultado la caída de
Azcapotzalco y la muerte de Maxtla.
muy LalaejTadriopsl.eEAnlicandza ciuodnatidnudóe elan
Afulinacnizoanersegyíaloegl rtólbdtoobmniinraerspt ercrtitvori do es manera
autónoma, si bien uniéndose en confederación para los casos de
declaración de guerra, el desarrollo de las campañas militares, la
tributación y los acuerdos de paz y alianza con otros pueblos.
2. El Derecho prehispánico 74
los r Con todo ello, la decisión de los dos tlbtobnis aliados, el cihubcóbtl,
epresentantes del ejército y de los sacerdotes, el poder del tlbtobni
quedaba bastante limitado. En los pueblos sometidos por los aztecas go- bernaban los tlbtobnis menores.
La organización política de los aztecas puede representarse en el es- quema de la figura 2.2, en la inteligenci
Como hemos señalado, fueron 11 los reyes o tlbtobnis de Tenochtitlan, agrupados en una monarquía mítica
tdarnoc2ia.3s .específicas de cada uno de estos gobiernos se muestran en el cua-
Los tlatoanis
21
Es mítica porque todos los tlbtobnis se consideraban descendientes, en alguna medida, de
Huitzilopochtli, el dios de la guerra; viril porque únicamente podía ser tlbtobni un varón, y
unidinástica ya que gobernó una sola familia.
2. El Derecho prehispánico 77
Calpulleques
(jefes de barrio)
Tecuhtlis o
teuctlis
(jueces)
Pochtecas
(comerciantes embajadores)
Tlatocan Consejo
de los 20
jefes de barrio Tlacatecutlis
(comandantes águila y jaguar)
Tlacochcálcatl
(jefe de arsenal)
(continúa)
2. El Derecho prehispánico79
(continúa)
2. El Derecho prehispánico 81
Acamapichtli
(descendiente de Huitzilopochtli)
hijos
hijo
Moctezuma
llhuicamina
nie os
hijos hijo
Moctezuma Cuitláhuac
Xocoyotzin Cuauhtémoc
A la muerte de Acamapichtli gobernó su hijo Huitzilihuitl, luego el hermano de éste, Chimalpopoca; posterio
Los principios éticos se enseñaban a hombres y mujeres desde la casa y la escuela. La educación solía ser se
Enastucurariloeso, cquerdSoashaygúsnabaifoirsmaen:ti"geusogsrasnupviersgeünendzar nrueemsterdaioqua
El calpulli
Cblpulli equivale a cblpolli, aumentativo de cblli o "casa grande". Significa "barrio o suburbio, aldea o poblad
Cuando se fundó Tenochtitlan en 1325, se dividió la ciudad en cua- tro cblpullis (cuyos nombres y ubicacion
bien a la llegada de Cortés en 1521 eran 20 cblpullis.
ßß
Miguel León-Portilla, La filosofía náhwatl, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México,
1983, ,pág. 232.
ßC
Simeón Remi, Diccionario de la lengwa náhwatl o mexicana, América Nuestra, Siglo XXI, México,
1986, pág. 62.
2. El Derecho prehispánico 83
Calpulleque Tecuhtli
(jefe de barrio) (jefe militar del
calpulli)
Figu ra 2.4. Organigrama político del calpulli.
21
Víctor M. Castillo Farreras, Estructurb económicb de lb sociedbd mexicb, según lbs fuentes documentbles,
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México, 1972, pp. 73 y siguientes.
2. El Derecho prehispánico 85
Por ello, el sujeto dentro del cblpulli podía hacerlo todo; fuera del mismo, estaba condenado a la miseria y al de
El cblpulleque asignaba las tierras de cada familia, que debían ser culti- vadas. Si en un ciclo agrícola no había co
Organización social
La sociedad mexica era estamentaria, es decir, se basaba en estamentos o estratos sociales, definidos por un estil
a) Cautivos de guerra, porque no había canje de prisioneros; un individuo en estas condiciones era esclavo de q
`)Venta. El padre podía vender a un hijo por extrema pobreza y a condición de tener por lo menos cuatro hijo
Autoventa. En ocasiones extremas se vendía a sí mismo un sujeto o se llegaban a vender familias completas, a
Por delito. Ciertos delitos hacían caer en esclavitud al delincuen
te en favor de la víctima.
Los esclavos se dedicaban a los trabajos del hogar, a la limpieza de las calles y plazas y a la construcción de obras pú
A partir del famoso rey de Texcoco Nezahualcóyotl, legislador, filó- sofo, poeta, guerrero, juez y constructor, los h
2. El Derecho prehispánico87
cho romano.
Las causas de liberación eran:
El matrimonio con el dueño o la dueña, según el caso.
Por autorrescate, pagándole al dueño su valor comercial. Esto impli ca que el esclavo conservaba su propio p
pPosridbilsepeonsiecilóDnedrelcdhuoerñom, sainoq.ue para esa mbnumitió fueran necesa rias las solemnidades
Por escaparse del mercado de esclavos y poner un pie en excremento humano.
Por alcanzar "asilo" en el templo o en el palacio real.
Si el esclavo era obediente, debía manifestar su consentimiento para ser vendido a otro dueño; pero si era rebeld
De acuerdo con las consideraciones anteriores, tal vez no se trataba de una verdadera esclavitud, sino de una ser
La estratificación de la sociedad azteca se presenta en el cuadro 2.4.
Tlacollis Esclavos
Organización económica
En materia económica los aztecas evolucionaron mucho, tanto en el ámbi- to local como en el intercambio a gra
2. El Derecho prehispánico89
puntas de plumas rellenos de polvo de oro, todo esto a manera de
monedas. Se calcula la población de Tenochtitlan en 300 000
habitantes aproxi-
madamente, lo que para su época y circunstancia era ya una cifra exagera-
da, sobre todo si se toma en cuenta lo reducido del terreno disponible. De
cualquier manera, éste era muy bien aprovechado, pues en el centro de la
isla se encontraban unos 78 edificios entre los que destacaban el gran
tteeomcpblloli (t m pp l o ) aclocnóastul;dseedl
ojsuesgaolasd,elapedleotdHa;eueitlztilzoopQmopucbehtztl i y
n t li o l al ta r
Tdloánlodce; sel ponían los cráneos de los sacrificados, etcétera.
Para la agricultura se empleaban no sólo parcelas, sino también
chinampas, es decir, canoas o cajas rellenas de tierra para el cultivo
flotan- te, especialmente de hortalizas, lo que llamó mucho la atención a
los con- quistadores por su novedad, que llegaron a denominarles jbrdines
flotbn- tes. Son famosas las descripciones que sobre la ciudad, sus
tianguis y sus chinampas hacen en sus obras los cronistas Hernán Cortés,
Bernal Díaz del Castillo y fray Bernardino de Sahagún.
En nuestros días es interesante la descripción que hace la destacada
investigadora Ángeles González Gambio26 en torno a la figura de los
pochtecbs en el mundo azteca, de la siguiente manera:
Es sabido que los gobernantes, de manera especial Ahuízotl, los tenían en mucho
aprecio y les hacían obsequios y homenajes, aunque por otro lado les prohibían que hicieran ostentación de su riqueza. Gozaban d
Se consideraban a la misma altura que los guerreros distinguidos por su valen- tía. Cuando alguno moría en el camino, no se le en
Estos personajes cumplían importantes funciones; además de la comercial eran embajadores, espías y promotores culturales, y cua
La vida de estos mercaderes ocupa parte importante de la vasta obra de fray Bernardino de Sahagún y se conoce como Pochtecbyot
mPoerntitlelae.sEtundiealdla nposr ednotnerÁamngoesl dMe a"rcíaómGoarciboamyeynzsauroinlusatrserditsecníipduolso pMor
26
Ángeles González Gambio, Grbndezb mexicbnb b fin de milenio, Colección iYa Leíssste?,
Biblioteca del ISSSTE, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado, México, 1999, págs. 10 y 11.
hacían cuando llegaban", "del modo que tenían de hacer banquetes" y muchos capítu-
los más, verdaderamente fascinantes.
Llama la atención conocer el refinamiento y pulcritud que guardaban en sus ceremonias. Cuando llegaban a su casa por la noche,
De las provisiones que hacía un pochtecb para la ceremonia de purificación nos dice Sahagún: "preparaba maíz y frijol y grano de
ngeucaejosliotatresto, udnoas,s soecrháeanytaudoacpieanrapqieuzeasn,olutegnogacnomsepdr.aCbaompeprrraobsa, qcuheilsee, revnía
Finalmente diremos que en la compraventa el comprador tenía derecho de arrepentirse y en este caso se le d
Se sabe, además, que se hacían préstamos que no producían interés.
Instituciones militares
Desde la época de la peregrinación los aztecas se caracterizaron por ser un pueblo guerrero, al grado de que
Se dice que con anterioridad al reinado del primer tlbtobni Acamapichtli (1375 d.C), los caudillos o dirigente
csíbmlpbuolllioso denscuardeagipóunebdleoosreigdeinf.erLeonscigaubeanrrernotsresismí ploers loa siin sg
2. El Derecho prehispánico 91
en alto, amarrado con cuerdas o cintas. Igualmente usaban peinados y
cascos con cabezas de águilas y jaguares, sus dos órdenes militares
supremas.
En la época de Izcóatl el atuendo militar se hizo más complejo y ele-
gante. Los grandes penachos y estandartes de plumas de bellos colores
eran verdaderamente ostentosos. También se usaron camisas de algodón,
cuero y plumas para proteger el pecho y la espalda de los dardos enemi-
mgoasd, eyral,opslucmhiamsb, lalligo deósncuydcous e erora. n verdaderas
obras de arte, hechos de Para estos bellos atuendos se utilizaban
asimismo pieles de coyote y
de caimán, con las que solían hacer también sus sandalias o huaraches.
Los portaestandartes llevaban a la espalda los banderines con los
colores de sus batallones. Su primer comandante era el telpochtlbtoque,
jefe de 400 hombres; muy importante era además el tlbcochcblcbtl o
jefe del arsenal, decían ellos "jefe de la casa de los dardos", puesto que a
él corres- pondía la distribución de las armas para el combate.
La instrucción militar se proporcionaba en los cblpullis y estaba a
cargo del tecuhtli, personaje del que ya se hizo alusión.27 En principio,
todo varón era un soldado del ejército mexica, pero sólo los'nobles o
pillis tendrían jerarquía militar. A la guerra se enviaba a los hombres
a partir de los 20 años, pero si era preciso iban desde los 12 e
igualmente
afilgousnofísaainmcpialnicoasbacpur
uTnodaoltso lsoerhvaicíiaon aclons gduiosstoe,s.ya que su
deísatnaracopneleallro.
A partir del Übtobni Moctezuma Ilhuicamina se estableció el xochiybyotl
(guerra de las flores o florida, en virtud de que solía hacerse en
tiempos de verano), que era una guerra convencional entre la Triple
Alianza (Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba) y otra alianza tripartita
(Tlaxcala, Cholula y Huejotzingo), para hacerse mutuamente prisioneros y
luego sacrificar- los a sus dioses respectivos. Por eso, por tratarse el
xochiybyotl de una guerra periódica y pactada entre ambas partes
beligerantes, Modesto Seara Vázquez la llama bntitrbtbdo de pbz.28
Lo cierto es que gracias en gran medida al xochiybyotl los aztecas
lo- graron extender de manera significativa sus conquistas.
El ejército azteca contaba además con un importante cuerpo de
es- pías, exploradores, zapadores y mensajeros. Al enemigo se le hacían
tres
notificaciones con 20 días de intervalo cada una para que se entregaran
voluntariamente a las armas aztecas, con lo cual podían conservar sus au-
21 Véasetodo lo referente a la organización del cblpulli. 28
Guillermo Floris Margadant, op. cit., pág. 20.
El propio Hernán Cortés señala que los aztecas no conocían la propiedad privada en virtud de la importanci
Hoy esta afirmación es cuestionable, y podemos señalar los tipos de propiedad agrícola entre los mexicas qu
Tlatocalli El tlatoani
Tlatocamilli La familia del tlatoani
2. El Derecho prehispánico 93
aproximadamente a 3.5 metros cuadrados. Sus tierras de labranza eran a base de coa o huictli, bastón sembrad
En cuanto a la disponibilidad de la tierra, podía ser arrendada o
usufrLuacstutaiedraraos lelastmaradvasc dane tper. opiedbd privbdb eran obtenidas por el tlbtobni o por los nob
Estructura judicial
Había una jerarquización judicial que permitía un sistema de apelación, lo que lleva a deducir que el proceso az
hubles) y a los nobles {pillis). A la justicia la llamaban tlbmelbhubcbchinbliztli
("ordenado o recto"). El juez de primera instancia era denominado teuctli o
29
Víctor M. Castillo Ferreras, "Fuerzas y relaciones mexicas de producción', en Historib de México, op.
cit., tomo 4, pág. 872.
2. El Derecho prehíspánico 94
Este tribunal constaba de unos 12 o 14 magistrados, que tenían su sede en
una sala especial del palacio.
En Texcoco se alcanzó mayor complejidad en la justicia, gracias
al cuidado y criterio de Nezahualcóyotl; así, hubo una Corte Suprema
inte- grada por tres salas de cuatro jueces cada una y un pleno de 12
magistra- dos designados por el tlbtobni de Texcoco, quien los presidía.
Las salas de esa corte eran la civil, la penal y la militar; incluso se ha
dreicsuheoltqous enloúsltaismuantionstmanicl ita rens edsea
sTaelanomchiltiittalrandeyladecoTrtaecudbe aTseoxlcíoancos. er Además,
había tribunales especiales como el de Tecpan, que era de orden militar
y se denominaba tequihubcblli tecpilcblli ("casa de los guerre- ros"), con
tres jueces: el tlbcotecbtl (presidente), el cubuhnochtli (represen- tante del
ejército) y el tlbilotlbc (experto en asuntos militares y de grandes nobles).
Aparte había un tribunal de guerra con cinco capitanes que fun- cionaba en
pleno campo de batalla; tribunales religiosos para juzgar a los tenochcbs o
sacerdotes; un tribunal para asuntos del mercado o tianguis y otro para
juzgar a los comerciantes o pochtecbs, y aun juzgados entre los
estudiantes.
En todo proceso el acusado debía contar con un abogado o tepbntlb-
tobni ("el que habla por otro"), profesión noble que se estudiaba en el
Cblmécbc. Mientras eran estudiantes solían acudir a las audiencias con
los
t eu c t li s o c on l o s t lb to
l o s q u i pb le s o a s ie n to s
q u e s ( ju e c e s o m a g i s tr a d o s ) y
d e l o s fu n c i o na ri o s j u d i ci a l es ,
es t a r d e p i e a t rá s d e
p a r a a p re n d e r o b se r - vando las actuaciones de justicia. Así lo
vemos en los códices respectivos.
Todo juzgado contaba con un tecpoiotl, o "mandoncillo", según
Sahagún, un joven que notificaba, a manera de un actuario moderno;
y con un cubuhnoch o ejecutor para llevar a cabo las sentencias. La
organiza- ción judicial azteca y texcocana se muestran en la figura 2.5.
Merecho procesal
Entre los aztecas el procedimiento era oral, pero se levantaba un testimo- nio de todo lo actuado a manera de expedien
La carga de la prueba era para el acusador. La prueba podía ser testi- monial, confesional, presuncional o documenta
Conocían todo
de asuntos de tipo
mediana De menores o En cada colegio, el
estudiantes juez supremo era
importancia Huitznáhuatl
aimspuoonrrttoasncdiie
Tecuhtlis o teuctlis
a,pcoivciales, penales o Jueces menores anualmente e cada
mixtos. calpulli
2. El Derecho prehispánico 97
do códices). En ocasiones se aceptaban los careos, el juramento liberatorio, la inspección ocular y la reconstru
Las audiencias podían ser públicas o privadas, a decisión de los jue- ces. Tenían ya la noción de días y horas h
Como ya se dijo, entre los aztecas siempre existió el sistema de apela-
cdeiólntlbyhetsocdbundosSoupsirehmaboíaTruinbuna oalddoeslitnlbsttoanbcniia, scuhyaostsafal lelogsarer
Para los juicios civiles se requería una demanda (tetlbitlbniliztli), a la
que recaía una notificación {tenbnbitiliztli) librada por el teuctli. En lo pe- nal se procedía, por denuncia o po
Se conocían las cárceles, hechas de madera, a manera de "paloma- res", y se llamaban telpiloybn ("lugar de pr
A veces también la llamaban los aztecas cubuhcblli ("casa de enjaula-
dos"), y a lpl íe t el bnct rbal bl i a, n los condenados a muerte o al sacrificio. Hay que
agregar el donde estaban los presos por faltas leves, generalmen-
te castigados con trabajos.
De todo lo anterior se deduce el alto sentido de justicia y la importan- cia que su impartición tenía en las respo
Derecho penal
Como en casi todos los pueblos de la Antigüedad, el Derecho penal era muy severo; así, tenemos como princ
1. Delitos contra la seguridad del Imperio: Traición al soberano, espio- naje, rebelión y hechicería que atrajer
2. El Derecho prehispánico99
costumbre parecida a la que consigna la Biblib en la historia de Ruth, cuando los pobres podían recoger el grano q
El fraude y el abuso de confianza hacían caer en esclavitud.
El parricidio o el filicidio eran sancionados con la pena capital. Igual
sEulcexdhíaibailchioijnoisqmueo,aplzoar aejleamvpolzo, dl evqaunitearnaslea bmañnaora psúubslpicadmr esn.
Derecho fiscal
Tenochtitlan:40%
Texcoco:40%
Tacuba:20%
Los nobles no pagaban impuesto, pero se aprovechaban por medio del tlbtobni y del cihubcóbtl de sus benef
Desde luego, también se tributaba frijol, chile, calabaza, haba, maíz, cacao y frutos diversos. Estos productos
La cuantía del tributo dependía de la riqueza de la región y de la
Para los aztecas la familia era una institución básica y siempre mostraron gran respeto por ella. De alguna manera
La familia era patrilineal. El matrimonio solía ser monogámico, pero los nobles podían tener varias esposas, si bie
Existía la costumbre de casarse la viuda con el hermano del marido fallecido, costumbre que se llama levirbto, to
La mujer ocupaba un lugar inferior en la vida social y familiar. Se le acostumbraba desde niña a ir al mercado y h
Cuando estaban embarazadas, si había un eclipse o al finalizar el ciclo o siglo de 52 años del calendario azteca, er
ejalsnoiñeon neal ctiemra scoaml yo suenlemsotnapstarbuao.laSci amraocríoan udneapmarátsoc,aerarapnadraei
Silvia Garza Tarazona, Lb mujer mesobmericbnb, Colección Mujeres en su tiempo, Planeta, México,
1991, pág. 30.
2
Toribio Benavente, R. P. o Motolinía, Historib de los indios de lb Nuevb Espbũb, Editorial Nacional,
México, 1967.
A continuación se transcriben algunos fragmentos de las pláticas y amonestaciones que hacían los naturales
Plática y exhortación que hacía un padre a su hijo
Hijo mío, criado y nacido en el mundo por Dios, en cuyo nacimiento nosotros tus padres y parientes pusimos los ojos. No sab
consolada. Y por estos beneficios no te olvides de dar gracias a los dioses. Guárdate
de darte al sueño o a cama o pereza. No sigas la sombra, el frescor, ni el descanso que acarrean las malas costumbres y enseñan rega
tenles acatamiento y hazles reverencia y luego toma el huso y la tela o lo que allí vieres
que conviene hacer y no estés mano sobre mano.
Cuando te casares y tus padres te dieren marido, no les seas desacatada, mas en mandándote en hacer algo, óyelo y obedece
Madre mía, mucho bien y merced habéis hecho a mí vuestra hija. Con vuestros sudo- res me criasteis y me mantuvisteis, y aún n
Dios por bien que mereciese yo tomar algo de tan buenos consejos, porque siendo yo
la que vos deseáis, halláis vos parte de los bienes que Dios me hiciere. Yo os lo agradezco mucho, consolaos, madre mía.
' Francisco Larroyo, Historib compbrbdb de lb educbción en México, 9a. ed., Porrúa, México, 1970, pág. 69.
2. El Derecho prehispánico107
Al maestro lo llamaban Tembchtibni (el que da sabiduría a los ros-
tros ajenos), puesto que el verdadero sentido del hombre, como ser racio-
nal, está dado en su calidad moral e intelectual, de aquí que destacaran las
palabras rostro y corazón como sinónimos de la formación del hombre.
Había dos instituciones educativas, el Calmécac y el Telpochcalli,
que funcionaban de la siguiente manera:
El Cblmécbc era un centro de educación superior, cuyo nombre aludía a la
mdóan eorahicleorma)o.3e4
sEtanbéalnpsrietduoadmoisnlaobsa alpapofsoernmtoacsiyónsarleolnigeiso:scab
yllial(lcí asai)s,tímaneclbotsl p(cilolris- o nobles. Su disciplina era muy
rigurosa y el plan de estudios costaba de tres grados, cada uno con
duración de cinco años, para obtener los grados de tlbmbcbzto (especie de
monaguillo), tlbmecbztli (como diácono) y tlbnbmâcbc (sacerdote). También
se estudiaba en ese lugar la astronomía, la astrología, la medicina, la
historia, la abogacía y el oficio de tlbcuilo o escribano.
El Telpochcblli era la casa de la juventud o de los jóvenes [de
telpoctli (joven) y cblli (casa)], en donde se daba preferencia a la
formación militar. Por lo general aquí acudían los mbcehublli, pero era
posible también el ingreso de pillis o nobles. El arte de la guerra se
enseñaba de una manera práctica y se trataba de habilitar a los alumnos
en el autocontrol de su cuerpo y en el desarrollo de su resistencia al
dolor y a la fatiga. Los gra- dos que se obtenían eran: instructor o
tibcbch, jefe de instructores o
telpuchtlbto y director de instructores o tlbcbtécbtl. Curiosamente, en este
plantel la disciplina era un tanto más relajada.
Tanto en el Calmécac como en el Telpochcalli había un anexo
para niñas, de donde egresaban para contraer matrimonio o bien,
decidían servir al templo de por vida; algunas también podían ser
parteras, sacer- dotisas, comerciantes o sirvientas.
Existía también el Cuicbcoblco ("casa del canto"), en donde se
enseña- ban las artes, especialmente la poesía, la oratoria, la danza y el
canto. Por este último los aztecas tenían especial interés y procuraban que
sus hijos lo aprendieran desde muy pequeños.
Por otra parte, era una obligación básica de los padres, cualquiera
que fuese su nivel socioeconómico, procurar la educación de sus hijos.
"Es admirable que en esta época y en este continente, un pueblo indígena
de América haya implantado la educación obligatoria para todos y que no
hubiera un solo niño mexicano del siglo XVI, cualquiera que fuese su
origen social, que estuviera privado de escuela."3
31
Miguel León-Portilla, op. cit., pág. 378.
** Miguel León-Portilla, Lb educbción entre los mexicbs. Historib de México, pág. 891 .
Sólo podemos describir el prototipo de la casta doncella y del buen mancebo a partir de dos textos que han conservado los co
hquijeo.laLsaopcuierdeazda yoflraecveirdgeinl ipdraodto, tliapocodnetidnoenceiallay. lVaedaemcoens ceina qfourémtéarnmeilnm
Te quiero decir que te amo mucho, acuérdate que te traje nueve meses en mi vientre, y desde que naciste, te criaste en mis bra
Mira, hija, que al andar haz de ser honesta, no andes con apresuramiento, ni con demasiado espacio, porque es señal de pomp
Estas "técnicas del cuerpo decente" llevan la misma meta: hacer a la mujer lo menos vistosa posible, fundirla en la masa de la
Mira también, hija, que nunca te acontezca afeitar la cara o poner colores en ella o en la boca por parecer bien, porque esto es seña
El prototipo del joven enfatiza principalmente el control de la sexua- lidad; no debe usarla sino con gran modera
Cada fase de la vida sexual debe someterse al principio "del buen momento", al periodo propicio a la madurez. D
díge Para colmo, hacia fines del siglo xvm las antiguas familias nobles in-
nas estaban en plena decadencia social y económica. Algunos caci-
ques de poblaciones nativas ni siquiera eran de origen noble y sus cargos ya no eran electivos, sino hereditari
Fue voluntad de la Corona española expresada en las Leyes de Indibs de 1680 que las comunidades indígena
Art. 2o. La nación mexicana es única e indivisible. La nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus
38
Osear Cruz Barney, Historib del Derecho en México, Oxford University Press, México, 1999, pág. 25.
3. Derecho castellano
El Derecho castellano es el conjunto de normas, instituciones y principios
filosófico-jurídicos que rigieron la sociedad del reino de Castilla durante
el Medioevo. Hay que recordar que en ese periodo Castilla era un reino independiente, como lo eran también ot
Área geográfica
España, en su calidad de península, conjuntamente con Portugal situado al extremo sur de Europa, fue a lo la
s"iogcnciifdiecnatbea","cooHnfiísnpboneixbt,rceomnol"a;sHreaíscpeesriHb,epSoprblnoisb,gr"ileageossp,aqr
Poco después llegaron los celtas, probablemente en el siglo v a.C, procedentes del norte por los Pirineos y se
Cuentes
Las fuentes para el estudio del Derecho castellano son similares a las del Derecho indiano; por eso en el cap
3. Derecho castellano101
A partir del surgimiento en el siglo xix de algunos estudios sobre la historia del Derecho español, es posible enunciar las fuen
Francisco Martínez Marina, quien en 1808 publicó su Ensbyo histórico- crítico sobre lb legislbción y principbles cuerpos le
Eduardo de Hinojosa publicó en 1887 una obra incompleta titulada Historib generbl del Derecho espbũol e igualmente
Rafael Altamira y Crevea publicó en 1903 su Historib del Derecho espbũol.
Alfonso García Gallo elaboró en 1942 dos tomos de Historib del Dere cho espbũol y tres tomos del Curso de historib del D
José María Marsal y Maree publicó en 1955 Síntesis históricb del Derecho espbũol y el indibno.
José María Ots y Capdequí escribió en 1968 Historib del Derecho espb ũol en Américb y del Derecho indibno.
Francisco Tomás y Valiente presentó en 1987 la cuarta edición de su
Mbnubl de historib del Derecho espbũol.
ADenrteocnhioo hMispubronoO-irnedjióbnnop. ublicó en 1989 sus Lecciones de historib del
Otros autores con varias publicaciones tanto de historia general del Derecho como de diversos artículos sobre aspectos especí
triz Bernal Gómez, José Luis Soberanes Fernández, José de Jesús López Monroy y José de Jesús Ledesma Uribe.
Estos primitivos habitantes se organizaron en varias comunidades o ciuda- des independientes y que en casos de guerra se confe
Derecho griego
Los viajes comerciales y la migración de los griegos se dejaron sentir en territorio hispano desde tiempos remotos. En
entre el Derecho griego y el Derecho romano: algunas de las instituciones desarrolladas por este último derivan de lo
Lo que destaca especialmente de la influencia griega sobre el Dere- cho antiguo de España es el contenido d
Es indudable que los griegos aportaron mucho al mundo jurídico, político y filosófico de Occidente, como e
Guillermo Floris Margadant S., Pbnorbmb de lb Historib universbl del Derecho, 5a. ed., Miguel Ángel
Porrúa, Librero-Editor, México, 1996, pág. 75.
Derecho visigótico
Los visigodos tenían un gobierno monárquico, cuyos reyes pertenecían a la dinastía de los Balthos, que com
Como se observa, al estar regidos por lo que se conoce como el estbtu- to personbl, a los visigodos se les a
el Brevibrio de Albrico, pero al cabo del tiempo y en virtud del mestizaje entre ambos pueblos ya no era p
sonal. Hacia el año 654 se expidió el Liber Judiciorum o Codex Visigothorum, mejor conocido como Fue
Instituciones feudales
1. El régimen feudal. Este sistema tiene sus antecedentes en el Derecho romano y específicamente en el c
ylaosbolcigieadcaiodnqesuesigmoizlarnese,nctroensbí,asceomeno sgurunpi
voe, ldpeoplírtiivc io- y en la distinta actividad que realizan dentro de
esa sociedad. Este tipo de estratificación, por grupos bien
diferenciados, fue usual en la Edad Media y se establecía de la manera
siguiente:
Las corveés o faenas que el siervo debía ofrecer a su señor a cambio de su protección en casos de emergencia
tcriadsiceióllna,mqaubeaeisutsabcaunmnui,y enxtIengdliadtearrean rliaghEtuorof pmabmrcehdeitetve,aly,
Los fehmgerichte, organizaciones semisecretas que buscaban a delin- cuentes cuyos crímenes hubieran qued
trataba de pruebas sujetas totalmente al alea y por lo común con un alto contenido de crueldad. Ejemplo de el
11
Toribio Esquivel Obregón, op. cit., pág. 43.
7
Guillermo Floris Margadant S., op. cit., pág. 156.
8
Ibidem, pág. 172.
Las que hemos mencionado son sólo algunas de las instituciones que pueden apuntarse en la Edad Media europea, mu
Derecho árabe
La península de Arabia, ubicada en Asia Menor, entre el Mar Rojo, el
Golfo de Aden, el Mar Arábigo, el Golfo de Omán y el Golfo Pérsico,
rodeada a lo lejos por el Océano índico, fue el lugar de origen de un
pueblo y de una religión que mucho han influido en la historia universal.
Los historiadores han distinguido tres razas que configuran histórica-
mente al pueblo árabe: 1. los árabes primitivos, que ya no existían en
la época de Mahoma, llamados Al-Aribb; 2. los establecidos en el Yemen
y que
El Derecho está relacionado internamente con la religión, pero el Corâ n no es su única fuente; está también la Su
En España los árabes permanecieron desde 711 hasta 1492, principal- mente en el sur del país y en pugna const
larga guerra de la Reconquista a la que ya se hizo alusión. En ese entonces la cultura árabe era muy superior a l
jurídica la aportación del Derecho árabe al castellano medieval no fue tan
rica debido a que la religión y el Derecho estaban, en esa época, muy
rela- cionados y el fanatismo de ambas religiones no permitió un
acercamiento profundo.
En donde se marca el origen árabe es en el uso de ciertos vocablos
político-jurídicos tales como bdubnb, blmbcén, tbrifb, blbbceb, blcblde, blgub-
cil, blcbbblb, blhóndigb y blmojbrifbzgo, entre otros.
A los cristianos que comerciaban y convivían con los árabes,
pero conservando su religión, se les llamaba mozârbbes; en cambio, a los
que renegaban de su fe y adquirían la islámica se les denominaba
mulbdíes, y a los hijos que eran producto del mestizaje de ambos pueblos
se les llama-
ba moros.
La expansión fulminante de los árabes se vio detenida por: 1. La
bata- lla de Poitiers en el norte de Francia, 2. las Cruzadas,
expediciones de carácter religioso-mercantil que Europa realizó en
diversos puntos estraté- gicos del mundo árabe, 3. las batallas de Varsovia
y de Viena, donde los árabes fueron derrotados, y 4. la batalla naval de
Lepanto, ganada por la flota española, comandada por donjuán de Austria,
en el siglo xvi.
Sin embargo, los turcos encabezados por Mahomed II se apoderaron
de Estambul, la antigua Bizancio-Constantinopla, en 1492, después de
derro-
tMaroadeCrnoan;stcaontcinluoyXe IaIs.í CelonImeplleoritoe
rmominanloa-bEidzadntiMnoedyiaseyisneicinaiceilaoltaomEdanado o del
Gran Turco, que luego fue tan importante con el bisnieto de Mahomed II,
el sultán Solimán (1495-1566), llamado el Mbgnífico.11
El mundo se fue cubriendo de mezquitas o templos de la fe islámica.
Estaban compuestas, según la ley, por su minarete o torre para convocar a
los fieles, con cánticos, a la oración colectiva. Allí abundan las
inclinaciones de pie y de rodillas (hasta tocar con la frente el suelo),
siempre descalzos, posados sobre alfombras (en las mezquitas no hay
sillas); además, existe el pulpito o midbnb, donde el imân conduce la
oración; el nicho o Al-Mihrbb, que indica la orientación hacia La Meca,
y el cuarto de abluciones, Al- Mbidbb.l$ Todo ello amplió la cultura
universal con una nueva perspectiva, que desde luego se oponía al punto
de vista cristiano que hasta entonces prevalecía en Europa.
17
Para mayores detalles sobre los aspectos del Derecho árabe se recomienda las obras de
Guillermo Floris Margadant, Jaime Vela del Río y la de Consuelo Sirvent Gutiérrez y
Margarita Villanueva Colín, ya citados, así como Sistembs jurídicos contemporâneos, de José
Humberto zarate Pérez, Ponciano Martínez García y Alma de los Ángeles Ríos Pérez, McGraw-
Hill, México, 1997.
18
Jaime Vela del Río, op. cit., pág. 12.
En el Corâ n se encuentran preceptos de gran valor moral, de fe pode- rosa y de caridad, al igual que otros de pro
Surb IS
124. ¿Quién prefiere religión más hermosa, que el que se ha entregado por entero a
150. D...iHoes,mobsraprel pbaireandyo spiagruaelloas cirnefeienlceisa udne sAubprlaichiaomigcnonmtoindiaosoe.guridad?
151....Dios es indulgente y misericordioso.
Derecho canónico
Debe entenderse por tal el sistema jurídico que regula a la Iglesia católica
apostólica romana. Se denomina así porque proviene del griego cbnon,
que significa "regla o precepto", y es la división establecida
tradicional- mente por la Iglesia en su normatividad.
Su origen se remonta a los comienzos del cristianismo, cuando
los apóstoles de Cristo se dispersaron por diferentes lugares para
divulgar el Evangelio. En ese tiempo, para apoyar su misión apostólica
formaban cole- gios presbiterales, que ellos mismos dirigían realizando
frecuentes visitas y
escribiendo cartas o epístolas a las primitivas comunidades cristianas.
Cuando el número de conversos creció en forma considerable los
apóstoles tuvieron necesidad de delegar sus funciones en los obispos
nom-
brados para tal efecto. Posteriormente, la elección de estos prelados se
19
Mahoma, el Corân, traducción de Joaquín García Bravo, Editorial Nacional, México, 1974.
Í
142 Historia del Derecho mexicano
hacía de manera conjunta entre el Colegio de Obispos, el clero del lugar y el pueblo. Además se nombrab
zar obras de caridad entre la feligresía. De esta suerte, fue necesario ir reglamentando las funciones cada v
y específicamente en las Epístolas de los Apóstoles a las primeras iglesias. Así, en el Nuevo Testamento (
Los Evangelios según San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, que son los únicos reconocidos por
Los hechos de los apóstoles, que narran los realizados por éstos para divulgar el Evangelio en diferentes lu
Lciadso.Epístolas o cartas de los primeros dirigentes de la Iglesia a las diversas comunidades: 14 epístol
El Apocalipsis, o revelación, escrito por San Juan, el último libro de la Biblib cristiana, ya no influye propi
El Derecho canónico se sustenta en su originalidad jurídica, es decir, mandatos dados por Cristo, el fundado
DereAl paso del tiempo se incorporaron otras dos fuentes formativas del
cho canónico: la legislación nacida en los concilios o congresos de obis-
pos y de altas jerarquías eclesiásticas, y la legislación emitida por los dife- rentes papas. Estos documentos
Los sacerdotes debían, por orden papal, conocer las disposiciones del Derecho canónico; así lo estableció, p
ningún sacerdote le es lícito ignorar sus cánones"). 20 Surgieron de este
modo, entre otros, las siguientes colecciones de Derecho canónico, que
contenían cartas de papas y disposiciones de concilios:
1. realizada por un monje llamado Dionisio el Exi
Colección Dionisiana,
guo, en Italia, en 496; esta versión se difundió tanto en Oriente
como en Occidente, antes del cisma, que creó la Iglesia de
Constantinopla hacia el siglo xi, y después de él.
2. La Hispana, realizada en España en la época del mayor esplendor de la
cultura visigótica, hacia 635, tal vez por el mismo San Isidoro de
Sevi lla o al menos bajo su dirección. Este prelado, uno de los
doctores de la Iglesia, nació en Cartagena en 560 y murió en Sevilla
en 636. Suce dió a su hermano San Leandro como arzobispo de
Sevilla, presidió el IV Concilio de Toledo, en el que se fijó la
liturgia en España, y en su tiempo se le consideró uno de los
hombres más sabios y dignos de respeto. Gracias a esta magnífica
obra se conservaron muchas dispo siciones antiguas de papas y de
concilios.
3. La Dwcheriana o Sewdoisidoriana, que es una combinación de las dos
colecciones anteriores, elaborada en las Galias o Francia, en la
época de Carlomagno, es decir, hacia el siglo ix. Contiene muchas
alteracio
4. Enel sDyecurentao gdreaBnutcehnbdrednocoiaBruerfeobrnmdoisdtae pWaorramssu, dtieelmsipgolo. xi, en
Germania,
en el año 1010.
5. El Syntagma Canonwm, que recopila los cánones de los concilios
orien tales y adoptó luego diversas presentaciones y nombres.
Más tarde algunos papas comenzaron a realizar importantes tra-
bajos legislativos; tal fue el caso, por ejemplo, de Alejandro III,
Inocencio III, Honorio III, Inocencio IV y Bonifacio VIII, quienes
daban a conocer sus normas por medio de decretos o decretales.
Esto hizo que Roma fuera ya el centro legislativo de la cristiandad,
sobre todo a partir de la reforma profunda del papa San Gregorio
VII, el Grande (1047-1085), quien trató de imponer orden en un
complejo conjunto de documentos canónicos, pues incluso
circulaban falsifica- ciones como las Falsas Decretales, de 850
aproximadamente, si bien
había otras colecciones más serias como la Statwta Ecclesia Antigwa, de
506; la Colección Dionisio Adribnb, de 778; las Recopilbciones de Ivo
de Chartres, de 1090, etcétera.21
' Varios, Nuevo Derecho cbnónico. Mbnubl universitbrio, Biblioteca de Autores Cristianos,
Editorial Católica, Madrid, 1983, pág. 39. ' Guillermo Floris Margadant S., op. cit., pág. 145.
6. La Concordib Discordibntium Cbnonum, mejor conocida como Decreto
de Grbcibno, elaborada por este monje entre 1120 y 1140, hecha
con fines didácticos y donde se trató de reunir aquellas
disposiciones que podrían ser más útiles a la Iglesia.
Se dice que para su formación Graciano consultó cerca de 10
mil documentos, de los cuales finalmente ocupó unos 3900,
provenientes de los llamados pbdres de lb Iglesib, disposiciones
conciliares y decretales pontificias. Esta colección era privada, pero
debido a su uso en uni- versidades y en los tribunales de ese tiempo
se le consideró la síntesis básica del Derecho canónico en la época
medieval.
7. La Colección de Pedro Colivbcino, primera que contó con
aprobación expresa del papa Inocencio III, en 1210.
8. Las Decretbles, en' cinco libros, de Gregorio IX, elaboradas por San
Raimundo de Peñafort, en España, que apareció con una temática
bien organizada y data de 1234. En esta obra se acepta oficialmente
el Derecho romano como supletorio del Derecho canónico, lo que in
fluyó mucho en el sistema jurídico español de la baja Edad Media.
A propósito de San Raimundo de Peñafort, ha sido considerado
patrón de los abogados, si bien este mismo título se le ha dado a San
Ivone (santo francés) y a Santo Tomás Moro (santo inglés), lo que
muestra
qVuiellaeflragnrceameion 1e1st8á0syufmicuierinót
emn eBnatercperlonteageidno1. 2 S 7 a5 n ;
fRuaeimnoumndborandaocgióenen- ral de los dominicos y se le
considera uno de los fundadores de la Orden de Nuestra Señora de la
Merced. Su fiesta se celebra el 23 de enero.
9. El Liber Sextus, de 1297, del papa Bonifacio VIII, que como se observa
añade un libro a los cinco que ocuparon las Decretbles de Gregorio
IX. Se hicieron de esta obra cuatro copias, una de las cuales fue
enviada a la Universidad de Salamanca, en España.
10. Las Clementinbs, denominadas así por Juan XXII, porque fueron obra
de su antecesor, el papa Clemente V. Contiene importantes normas
de tipo 22procesal, que regulaban sobre todo el llamado juicio
sumbrio.
1. Las Extrbvbgbntes, por no estar contenidas ni en las Decretbles de
Gregorio IX, ni en el Liber Sextus, ni en las Clementinbs, y que son
decretales expedidas por Juan XXII, Benedicto XII, Clemente VI,
Inocencio VI, Urbano V, Gregorio XI, Urbano VI, Bonifacio IX,
Ino cencio VII, Gregorio XII, Alejandro V, Juan XXIII (sic),23
Martino V,
ßß
Ibidem, pág. 146.
ßC
Juan XXIII gobernó a la Iglesia entre 1410 y 1415 y fue el último papa en Roma porque se
produjo el cisma de Aviñón, con dos papas en este lugar: Clemente VII y Benedicto XIII (1378-
1415). Era el tiempo de los papas y los antipapas. Esto explica la repetición del nombre de
Benedicto XIII en 1724 y de Juan XXIII en 1958.
Eugenio IV, Nicolás V, Calixto III, Pío II, Paulo II y Sixto IV; es decir, abarcan un periodo que va de 1316 a 1484
12. El Corpus Iuris Cbnonici, de 1580, con cuyo nombre designó Gregorio XIII la recopilación y actualización d
* nici de 1500, edición privada.
Luego, el Derecho canónico se enriqueció con más disposiciones con- ciliares, bulas y decretos papales, así como
Por eso a partir de 1870, con el Concilio Vaticano I, se hizo sentir la necesidad de un Có digo cbnó nico, tema al qu
Todo este Derecho canónico fue muy importante, especialmente en la Edad Media, cuando los tribunales eclesiást
dobelaigcacióionaplu, ems aetjreirmcoíaniacloymdpe tfeanmcilaiae.nAml aretesrpieactsoucdeiscoeriMa,acrgoan
A esta confrontación entre el Derecho romano y el canónico debemos interesantes innovaciones como la teoría de r
Derecho cranco
En el territorio de la actual Francia ascendió al trono de los francos el rey
Carlos, conocido en la historia como Cbrlombgno. Gracias a múltiples con-
24 Ibidem, págs. 147 y 148.
146 Historia del Derecho mexicano
quistas previas y las del propio monarca, su reino era muy extenso:
abarca- ba Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, norte de Italia, norte de
España, Luxemburgo, Andorra y parte de Austria, vasto territorio al que
se le dio el nombre de Sbcro Imperio Rombno. En la Navidad del año 800
Carlomagno fue coronado emperador del mismo por el papa León III, su
aliado, al que aquél le había reintegrado sus territorios pontificios en Italia
y su autori- dad puesta en peligro por intrigas de los cardenales de la
época. Por eso, el papa en el momento de su coronación se arrodilló
ante el monarca en señal de respeto a su investidura, encarnando en él la
autoridad política y espiritual de Europa, ya que desde la época del
Imperio romano no se había formado otro Imperio tan amplio y sólido
como éste, que se exten- día desde el río Elba hasta el Ebro.
La unidad de este reino se basaba en la lealtad que todo hombre libre
debía jurar al rey ante algún objeto sagrado, por ejemplo, la reliquia
de algún santo. Esa lealtad implicaba la obediencia a todo mandato real,
el pago de tributos y, en su caso, la prestación de servicios militares.
Carlomagno dividió el reino en provincias o condados, cuyos
titula- res eran nombrados por el emperador y vigilados por los missi
dominici o inspectores enviados por el monarca periódicamente para
verificar el esta- do de la administración pública. Los enviados podían ser
laicos o religio-
saolsosy tcroibnuenlatliesmypocufyuaesr onpifnaicounletas
doesbaíanomsebr rtaormreagdiadsoerens cquentac.uEdnierlasn fronteras se
levantaban fortalezas llamadas mbrcbs al mando de un militar, el
marqués, cuya misión era velar por la seguridad del reino. Muchas pro-
vincias eran administradas por la Iglesia, dada la unión entre la Corona y
el papa.
En cada primavera y otoño y en distintas ciudades del reino se
cele- braban magnas asambleas entre el emperador, sus 12 pares
(ministros) y todas las autoridades civiles y religiosas. En estas reuniones,
llamadas cbpí- tulos, se atendían diferentes aspectos políticos, militares,
religiosos, econó- micos y culturales, y se dictaban normas o leyes
capitularías, que ahora se agrupan con el nombre de leyes cbrolingibs o
Derecho frbnco-cbro Ungió.
Carlomagno unificó la moneda y se reservó, sobre los señores feuda-
les, el derecho de acuñarla. Así surgió el denario carolingio de plata,
que
circuló en toda Europa; dividió la propiedad rural en indominicbtb o
tierra de los señores; mbnsos o tierra de los siervos, y tierras colectivas
para uso del pastoreo, recolección de frutos silvestres y trabajo de
leñadores.
Los hombres del pueblo se dividían en ingenuos (libres) y servi
(lega- dos a la tierra de su señor); a su vez, los esclavos fueron haciéndose
escasos porque la Iglesia prohibía la esclavitud de los bautizados.
3. Derecho castellano 147
Igualmente, Carlomagno fomentó la cultura y la alfabetización en su Imperio, cuando él mismo aprendió a leer
El Derecho carolingio influyó en el norte de España, especialmente en Cataluña y en la zona vasca, por lo que t
La
El obra jurídica
siglo xin de Alfonso
estableció X eldesabio
una especie prerrenacimiento en Europa; así, la Edad Media se vio interrumpida por
estudAialdporicnocnipfionesl Dfiliogleósgtoic, otrsa, selsa daedcoirp, oprareal perjeorpciotaIr nel reiostuadB
Así, del contenido del Digesto se hizo resumen y comentario, es decir, glosas, y de ahí surgió la famosa escue
De esta manera, entre 1090 y 1230 los glosadores fueron sistematizando el Digesto, pues el original es un tanto
cos, textos de constituciones imperiales, refranes, etc., lo que hacía difícil su consulta para fines prácticos. De
a veces alterándolo, el patrimonio jurídico de Roma que ha llegado hasta nuestros días.
148 Historia del Derecho mexicano
Por aquel tiempo gobernaba en Castilla Fernando III, quien luego fue
canonizado, y durante su gobierno el reino alcanzó un notable grado
de prosperidad, a más de que el monarca siempre apegó todos sus actos
de go- bierno a la decisión de las Cortes y fue muy respetuoso de la
libertad de sus subditos. De alguna manera trató de fortalecer la unidad
de los reinos cristianos en su lucha de Reconquista contra los árabes,
empeño en el que se avanzó mucho gracias al esfuerzo conjunto de San
Fernando y de Jaime I, el Conquistador, rey de Aragón, quienes
lograron reducir el territorio hispano-árabe a una pequeña franja en
Andalucía.
En este contexto se desarrolló la vida y la obra de Alfonso X
llamado el Sabio, hijo de Beatriz de Suabia y de Fernando III el Santo,
quien nació en Toledo en 1221 y murió en Sevilla en 1284. En 1252
ocupó los tronos de León y de Castilla, continuó la guerra de Reconquista
y se hizo famoso con las tomas de Niebla y de Cádiz. Más tarde pretendió
sus derechos al trono del Sacro Imperio Germánico, a través de la línea
materna, pero esto le acarreó impopularidad en España debido a las
drásticas medidas que tomó en materia económica por sostener la guerra
contra Alemania, por lo que la nobleza siempre se le manifestó adversa.
Para colmo murió su hijo Fernando de la Cerda, a quien
correspondía la sucesión del trono, y entonces se trabó una lucha entre los
hijos de éste
yexdtroenmSoandcehqouel
lBasraCvor, thesij,oresuegnuidnadsoedneVAalfloandsolidX,. lLo adsecpous
aiserlolengyarnoonma-l braron a su hijo como Sancho IV.
A pesar de estos graves problemas políticos Alfonso X realizó
una gran labor cultural; hizo de Toledo, Sevilla y Murcia tres centros
básicos de difusión intelectual. Su propia obra es muy vasta y abarca
estudios científi- cos, textos literarios y de divulgación, e incluso algunos
tratados de carác- ter militar y filosófico. Pero lo que a nosotros nos
interesa destacar es su obra jurídica, que se resume en el cuadro 3.1.
Las Siete Pbrtidbs constituyen la cumbre de la obra jurídica de Alfonso
X. Los temas que contienen son los que se muestran en el cuadro 3.2.
Al parecer, el LiberJudiciorum elaborado por los visigodos fue
traducido al castellano por órdenes de Alfonso X y adquirió el nombre de
Fuero Juzgo, el cual se otorgó a varias ciudades de Castilla. Por otra parte,
comenzó a surgir la disputa de jurisdicciones entre los casos que debían
resolverse por las autori- dades jurisdiccionales de las ciudades y los de
lajusticia real. Así fue redactado El Speculum o Espéculo, como un modelo de
Código procedimental, pero por la oposición a que se aplicara quedó sólo
como antecedente u obra doctrinal.
Las Cortes de zamora, en 1274, determinaron que se denominaría
cbsos de Corte a aquellos a los que se les aplicara el Derecho real, y que los
3. Derecho castellano 149
decir, el
Las Leyes de la Hesta. La mesta era una asociación ga-
nadera.
Las Leyes de los Bdelantados
De tipo militar.
Hayores.
Varios Cueros. Leyes municipales dadas en su
reinado a algunas ciudades.
Doctrinaria Ypeculum y Yeptedario. No se conocen completas, pero
se trata de una mezcla de ideas
moralistas, consejos, ejemplos,
etc. La palabra speculum o
espejo para nombrar al Derecho
era muy común en la época y
simboliza que la ley, más que ser
voluntad de un legislador, debe
reflejar la costum- bre ya
establecida.
(continúa)
150 Historia del Derecho mexicano
II El rey y los
funcionarios públicos con sus facultades y deberes
Los jueces y el procedimiento judicial
III
IV
V VI
Derecho foral
23
José Luis Soberanes Fernández, op. cit., pág. 42.
152 Historia del Derecho mexicano
26
Para más detalles acerca del tema se recomienda la obra de Tomás Muñoz y Romero, Colección de
fueros municipbles, Madrid, 1874, mencionada por Toribio Esquivel y Obregón, op. cit., pág. 130.
3. Derecho castellano 153
rial foral, ya desaparecido para nosotros. Contiene unos 300 artículos, agru- pados sin método, con costumbre
Los gremios
Desde la época del Derecho romano surgió la idea de agruparse los traba-
jadores y productores de una misma actividad, por ejemplo,
carpinteros, herreros, panaderos, etc. En Roma no se veía con mucha
simpatía a esta unión porque permitía la mejor defensa de sus
intereses y de sus tarifas, pero ya en la Edad Media, en las aldeas y
ciudades tuvieron mucho presti- gio; se les llamaba, desde el Derecho
romano, collegium, societbs, gremium; y si los organizaba la Iglesia,
hermbndbdes y cofrbdíbs. En algunos lugares se
lseus dfiensotams irneóliggiuoisldabs sy. cTievnilíeasn; sfuorpmraobpaian
rseugslamiemntbarcoiósnu,nsufosnadnotodep athr o nrro, para ayudar a sus
lisiados y enfermos, así como para costear entierros y ayudas para
viudas y huérfanos. En una época en que no existía la seguri- dad social,
los gremios contribuyeron al bienestar de sus miembros.
La organización interna de los gremios era muy rígida. Los
agremiados se dividían, según la antigüedad en el oficio, en maestros,
oficiales y apren- dices. Cuidaban mucho su prestigio y la manera de
elaborar sus productos, por lo que los secretos de la producción eran
divulgados sólo cuando se había demostrado la lealtad al grupo.
Para aprender el oficio se celebraba un contrato con el gremio, gene-
ralmente de cuatro años, durante los cuales el aprendiz vivía en la casa del
maestro, quien lo alimentaba y vestía, mientras que el novato le debía
obe- diencia filial y podía ser castigado siempre que no lo lesionaran, en
caso de cometer alguna imprudencia.
Para pasar de la categoría de aprendiz a oficial se requería presentar
rigurosos exámenes y si se lograba acreditarlos, se podía abrir una tienda
o un taller, afiliándose al gremio y pagando las cuotas respectivas.
Ibidem, pág. 51.
154 Historia del Derecho mexicano
Este tipo de monopolios ayudó a desarrollar la actividad económica de los artesanos y productores, pero po
Recopilaciones
Siempre ha existido la necesidad de reunir en un solo texto o documento
los distintos ordenamientos en vigor, sobre todo porque en muchas
ocasio- nes las fuentes formales del Derecho eran varías, por ejemplo,
disposiciones reales, de las Cortes, asambleas de laicos y de clérigos.
organAizsaí,dalas elenyceornacidlaiodsa opocur reial
X I
sremyi,xptaesro(caonparetlirgdioeslosigylola ic o I sl)a,staCmorbtieésn,
participaron en la expedición de leyes, en cuyo caso se llamaban bcuerdos
si requerían su aprobación final, o prbgmâticbs si el monarca las daba
sin necesidad de aprobación. Luego se les denominó también rebles
cédulbs, si provenían de los ministros del rey.
Al principio la compilación de todas esas normas era hecha por
los particulares; después la elaboraron las autoridades y pueden
considerarse oficiales. Como ejemplo de compilaciones privadas del
Derecho castella- no tenemos las Leyes Guevbs, con base en el Fuero Pebl
de Alfonso X, y las Leyes de Dstilo, a las que ya se hizo referencia, que
son de orden procesal, también basadas en el Fuero Pebl.
Las compilaciones que ya fueron consideradas se presentan en el
cua- dro 3.3.
Cuadro 3.3. Compilaciones del derecho castellano y español.
!
Rolando Tamayo Salmorán, Lb Universidbd, epopeyb medievbl (notbs pbrb un estudio sobre el surgimiento
de lb Universidbd en el Alto Medievo), Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 1987.
158Historia del Derecho mexicano
El Regio Patronato
Siempre fue difícil para dos instituciones muy poderosas, la Iglesia y
la Corona, convivir y compartir la autoridad sin invadir las esferas
religiosa y civil, respectivamente.
Así surgió el Real Patronato, como un Derecho de la Corona para
inter- venir en la designación de las altas autoridades eclesiásticas en los
territorios dominados por el rey, específicamente en lo que toca a los
obispos.
En el caso de Castilla, el Regio Patronato implicaba la facultad de la
Corona de presentar al papa candidatos para ocupar cargos eclesiásticos y
autorizar la constitución de nuevas iglesias, así como para cobrar algunos
impuestos religiosos, como el diezmo, de igual manera que negar "el paso
dfieleasbduelal"a, resgdióecni,r,loelque
cuonastoitrudíeanupnapaclen(bsurl a) afulaesradciospnoscicdiaonenstrecloes-
siásticas.
Las Siete Pbrtidbs reglamentaban el Real Patronato, y se daba el
caso de que algunos personajes poderosos también ejercieran patronato
sobre algunas iglesias y capillas. A veces los reyes sobrepasaban ese
patronato y trataban de imponer a sus candidatos en un cargo, y se llegó al
extremo de que los Reyes Católicos impusieron como31 arzobispo de
zaragoza a un bas- tardo de sangre real de sólo seis años.
Es importante destacar que así como la Corona tenía derechos sobre
la Iglesia por la vía del Regio Patronato, también debía cumplir con
ciertas obligaciones como protegerla, patrocinar sus misiones y apoyarla
en la lu- cha contra los herejes.
En 1443, con la bula Eximibe Devotionis, el papa Alejandro VI otorgó a
la Corona de Castilla el Patronato sobre la Iglesia que se establecía en las
Indias Occidentales. Posteriormente, el papa Inocencio VIII amplió los
derechos de la Corona de Castilla para el cobro de diezmos, a cambio de
sostener económicamente la obra misional que durante la conquista y co-
' Guillermo Floris Margadant S., Introducción b lb historib del Derecho mexicbno, op. cit., pág. 95.
160 Historia del Derecho mexicano
Ionización fue tan importante. Como se verá más adelante, este derecho de patronato (del latín, pbtronbtus
32
A mayor abundamiento del origen antiguo y actual de la palabra Constitución, véase la
magnífica obra de Rolando Tamayo y Salmorán, Introdu ción bl estudio de lb Constitución, Instituto
de Investiga- ciones Jurídicas, UNAM, México, 1989,
3. Derecho castellano 161
Dilthey, Wilhem, 2
Bernal, Ignacio, 45, 46 Diocleciano, 125, 128 Dionisio el Exiguo, 143 DonPelayo, 120
Bialostosky, Sara, 34, 73
Bloch, M, 2 Doroteo, 126
Bolaños Martínez, Raúl, 1 Bonapartejosé, 161 Duran, Diego, 64, 70, 101
Bonaparte, Napoleón, 161
Bonifacio VIII, 143, 144
Bonifacio IX, 144 Eduardo de Hinojosa, 121 Enrique II, 160
Bossuet, 2 Escipión Emiliano, 117
Esquivelde,
Boturini y Benaducci, Lorenzo, 63, 70 Burgoa, Francisco Obregón,
62 Toribio, 12, 73, 121
Eugenio IV, 145
Calixto III, 145 Eurico, 127, 128
Cantú, César, 2
índice onomástico 163
Hblbch-Uinic, 51,52
Hbmmurbbi, Código de, 24 Idiomas autóctonos, manejo de los, 35
Hecho histórico- jurídico, 6-8 Iglesia, jerarquía de la, 130 Imperio
características del, 6 -8 azteca, 75
de naturaleza normativa, 7 delitos contra la seguridad del, 97
humano, 6 Imperio romano, división del, 118
inmodificable, 8 Impuestos feudales, 131 Indibs, Relbción de
lbs bntigüedbdes políticbs y
pretérito, 7
religiosbs de lbs, 65
terastsicmeonndieanl,te8, 7
único, 7 Ifenudduaclceisó,n1, 2183-1I3n5stituciones,
Hechos de los apóstoles, 142 Hégira militares aztecas, 90-92 Instituíbs, 126
(migración de Mahoma), 138 Investigación histórico-jurídica, limitaciones
Hermandades y cofradías, 153 Hidalgos, déla, 21-22
130 Hiperrocha, 124 Hipoteca, 124 Islam, 137
Historib, eclesiâsticb indibnb, 70 cinco pilares de la sabiduría del, 139
como ciencia, 2, 3, 4 Ixchel (diosa de la luna), sacerdotisas de, 54
como conjunto de hechos humanos, 4
método de la, 3, 12-16 Jurisprudencia histórica, 16
objeto de estudio de la, 3
oficial, 4 Kbdir, noche del, 137
sistema de la, 3
Historib de lb conquistb de México. Poblbción Lengua zuyub, 52 Lenocinio entre
y progresos de lb Américb Septentrionbl los aztecas, 98 Lepanto, batalla
conocidb por lb Nuevb Espbũb, 68 Historib de naval de, 140 Leyes, carolingias,
lb Nuevb Espbũb, 68 Historib de lbs Indibs 146
de lb Nuevb contexto social político, económico y cultural
de las, 23
Espbũb e isdlbe stierrb firme, 70 de Estilo, 151, 155
Historib de los indios de lb Nuevb Espbũb, de Indibs, 5, 113
70 Historib del Estbdo y del Derecho, 9 de Reformb, 23
Historib del sistemb jurídico mexicbno, 5 romano-bárbaras, 127 Liber Sextus, 144
Historib generbl de lbs cosbs de lb Nuevb Libro de los Fueros de Cbstillb, 152 Libro de
Espbũb, los Libros de Chilbm Bblbm, 48 Libro del
69 Fuero de lbs Leyes, 151 Libros originales de la
Historib generbl de lbs Indibs, 70 Historib literatura maya antigua,
generbl de los hechos de los cbstellbnos en islbs y 48-50
tierrb firme de lb Mbr Océbno, 68 Historib Lienzo de Tlbxcblb, 64 Liga de Mayapán, 51
nbturbly morbl de lbs Indibs, 70 Historib Limitaciones y cronología del Derecho
verdbderb de lb conquistb de lb Nuevb prehis-
Espbũb, 67 Historiadores, pánico, 35-38 Linaje, 130 Lugar
contemporáneos, 71 de la mujer en la vida social y familiar
del siglo xix, 71 azteca, 101
Homicidio entre los aztecas, 98 Lusitania, 125
Homosexualidad entre los aztecas, 98
Horizonte(s) culturales prehispánicos, 37 Mbcehubles, 86
ar c ai c o, 3 7 Maestro azteca o tembchtibni, 107
chistórico,
l á s i c38o , 3 8 Maestros, oficiales y aprendices romanos, 153
Marco cronológico, 26-29
posdásico, 38
preclásico, 37 Matrícula de tributos en el Códice Mendoâno, 100
prehistórico, 37
índice analítico 169
Rbmbdân, mes del, 137 Reales cédulas, 155 Reconquista de España, 120
Nbcom (sacerdote sacrificador), 53 Nobles (pillisRecopilaciones
o pipiltzines), 85
de Nobles
Ivo de Chartres, 143 53
blmenchoob, Régimen feudal, 128, 129
Normas de sociedades prehispánicas, 31 Regio patronato, 159-160
Novellbs romanas, 126 Relación de causa efecto y consecuencias de los hechos históricos, 2 Relatividad territorial, 29,
Nueva Cartago, 117 Nuevo Imperio maya, 47 Nuevo Testamento,
Respuesta 142
del hijo azteca a su padre, 104 Revolución, 27 Revolución francesa, 161
Numancia, sitio de, 117, 118
Obispos, presbíteros y diáconos, 142 Rey, como cabeza de la pirámide social, 129
Obra jurídica de Alfonso X, el Sabio, 147, 149, 150
Reyes Católicos, 115, 116 unificación de España bajo los, 120
Ordalías, 131 Ordenbmiento de Alcblâ de Henbres, 151 Ordenbnzbs
Riña y lesiones entre los aztecas, 98 154
de Bilbbo,
2;> índice analítico