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RESPUESTAS INDÍGENAS A LA GLOBALIZACIÓN

FLOR MARÍA ROMERO JULIÁN*

I. INTRODUCCIÓN

En los años 70 en el campo de la antropología mexicana existía un fuerte debate


sobre el destino de los campesinos hacía el futuro, ¿les esperaba la desaparición de
sus medios de subsistencia y por ende la de su forma de vida y cultura o resistirían los
embates de la modernidad permaneciendo como un modo de vida campesino?. Tres
décadas después, la respuesta a este debate es que México es un país rural, no
obstante que el 75% de la población vive en zonas urbanas, el 92% del territorio todavía
es rural y el 97% de los centros de población, muchos de ellos con menos de 2500
habitantes están asentados en ese amplio espectro de suelo mexicano, esto según
declaraciones del mismo subsecretario de Desarrollo Rural del Gobierno Federal.

Actualmente, en estos tiempos de globalización, en los que la ideología del


globalismo1 proclama la homogeneización de la cultura mundial, la pregunta es ¿qué
alternativas pueden tener los grupos indígenas para seguir persistiendo?.

Como respuesta a esta pregunta podríamos tomar la propuesta de Ulf Hannerz


quien plantea que “quizá las naciones y los grupos étnicos presentaran más bien cierta
resistencia aunque mayormente se batirán en retirada, se adaptarán, o serán
absorbidos o quedarán alterados por una nueva estructura supranacional”2, es decir
desde esta perspectiva es poco promisorio el futuro, nos espera entonces la

*
Ensayo presentado en el Doctorado en Ciencias Antropológicas, Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa,
México, 2004.
1
Utilizando el término como lo define Ulrich Beck, “Por globalismo entiendo la concepción según la cual el
mercado mundial desaloja o sustituye el quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o
la ideología del liberalismo”, U. Beck, ¿Qué es la globalización?, falacias del globalismo, respuestas a la
globalisación, Paidos, Barcelona, 1998, p. 27
2
Hannerz, Ulf. Conexiones transnacionales. Cultura, gente, lugares, Cátedra, Madrid, 1998, p.135
desaparición de las identidades y los diferentes modos de vida al quedar
universalizados.

Sin embargo Ulrich Beck nos abre un panorama contrario, “con la globalización
corre pareja cada vez más la localización” 3. La globalización según Beck no sólo
significa des-localización, sino que además presupone una re-localización ya que el
capitalismo mundial, principal responsable de la globalización, necesita particularmente
de la multiculturalidad y contradicciones locales para el buen funcionamiento del
mercado. Así lo local no contradice a la globalización ni ésta anula las particularidades;
y es este planteamiento el que se apoya en el presente trabajo.

Antes de avanzar definamos lo que entendemos por globalización. A diferencia


de la delimitación económica que hace Renato Ortiz4 del término, en este trabajo se
utiliza el concepto propuesto por Beck, donde la globalización se refiere no sólo a
procesos económicos, “globalización significa la pérdida de fronteras del quehacer
cotidiano en las distintas dimensiones de la economía, la información, la ecología, la
técnica, los conflictos transculturales y la sociedad civil”5, a la par de la globalización
económica viene la globalización cultural.

El tema de este trabajo es, por lo tanto, acercarse a las respuestas que da la
población indígena a todo este proceso, cómo frente a la globalización se dan
respuestas locales que no son necesariamente de rechazo ni implica substitución de la
cultura local por la global, sino nuevas formas híbridas. Para ello, he escogido como
ejemplo a los chinantecos del norte de Oaxaca, grupo indígena con el que he
mantenido contacto los últimos 10 años de mi vida.

Primeramente hay que tener en consideración que los grupos indígenas en


nuestro país nunca han sido culturas homogéneas autocontenidas, como en algún

3
Beck, Op. Cit. p. 75
4
El concepto se aplica a la producción, distribución y consumo de bienes y de servicios, organizados a partir de una
estrategia mundial volcada hacía un mercado mundial”, Renato Ortiz propone entonces el uso del término
mundialización para el dominio específico de la cultura en Renato Ortiz. Mundialización y cultura, Alianza Editorial,
Madrid, 1997, p. 27, 47
5
Beck, Ob. Cit. p. 42 U. Beck, ¿Qué es la globalización?, falacias del globalismo, respuestas a la globalización,
Paidos, Barcelona, 1998, p. 27
tiempo se propuso. Desde tiempos inmemoriales entre los distintos pueblos se fueron
creando interconexiones mediante intercambios, no solo comerciales sino también
culturales. Mesoamérica, antes de la llegada de los conquistadores barbudos de piel
blanca, era una compleja trama de relaciones multiculturales, mosaico conformado por
pueblos que, si bien compartían una matriz cultural profunda, conservaban su identidad
particular y luchaban por mantener su autonomía política ante el intento unificador del
imperio azteca.

El primer proceso de integración a una sociedad globalizada que vivieron estos


pueblos, vino con la conquista. Durante el periodo colonial que siguió, la iglesia católica,
la primera institución global, llevo a cabo un gran intento de homogeneización cultural al
convertir a los nativos a una religión nueva, pero otra vez, lejos de lograrse una nueva
España unificada culturalmente, el catolicismo engendró en su hibridación con la
religión nativa, formas de religiosidad popular diferenciadas regionalmente.

Con la independencia surgió un nuevo esfuerzo uniformador en el afán de


construir un Estado nacional y por ello se vio a los indígenas como un estorbo en la
búsqueda de una identidad común para todos los mexicanos y se intentó por ello
socavar su existencia al atacar a la comunidad indígena. Ni siquiera la Revolución
Mexicana que constituyó el gran proyecto modernizador del país en este siglo, al
restablecer a la comunidad como la base material de la existencia indígena, buscaba la
persistencia de la cultura nativa, sino que mediante la creación de una política
indigenista de corte integracionista buscó que el indio fuera participe de la
modernización en aras de una integración cultural del mismo a la nación en
construcción.

En los años recientes, una vez enterrado el proyecto de la Revolución y con el


proceso de globalización y la adopción de la ideología del globalismo por parte de
amplios sectores de las elites gobernantes, se proclamó la necesidad de convertirse en
un país moderno en el que las arcaicas particularidades culturales no tenían razón de
ser.

Sin embargo, paradójicamente, por el mismo proceso de globalización el Estado


Nacional ha perdido su poder para llevar a cabo este proyecto homogeneizador, la
globalización ha abierto así una etapa de incertidumbre respecto al futuro del Estado, el
cual por la aceleración de las comunicaciones difícilmente puede imponer un imaginario
de lo que debe ser la cultura nacional y por otro lado, ante la trasnacionalización de los
procesos económicos, ha perdido el control sobre la propia economía local y ya no
puede cumplir las expectativas de bienestar que ha creado entre la población.

Ante este panorama los movimientos que buscan soluciones alternativas a la


problemática mundial, que ha desatado la apertura de la caja de pandora de la
globalización, han surgido por doquier, ONG, organizaciones transnacionales de
defensa de los derechos humanos, organizaciones ecologistas mundiales, organismos
locales que buscan soluciones de desarrollo económico alternativo, etc. Además de
este tipo de organismos hay un resurgimiento de las identidades étnicas a lo largo y
ancho del mundo. Todas estas respuestas constituyen alternativas a la globalización
que deben ser estudiadas en las formas particulares que adoptan localmente.

No consideraré aquí a los chinantecos como una cultura volcada en si misma


para explicar su especificidad, sino que para entenderlos partiré del hecho de que los
procesos locales sólo pueden ser comprendidos cabalmente si se les considera parte
de procesos mayores, globales. Por consiguiente el trabajo que a continuación se
presenta tiene la siguiente estructura:

1. Se hará un recuento histórico de las interconexiones que han integrado a la


región chinanteca al panorama de la globalización. A continuación veremos
como la trasnacionalización ha impactado en la vida de los chinantecos
principalmente en tres ámbitos: la adopción de cultivos comerciales de
exportación, la integración de la economía regional a circuitos mundiales de
flujos de mercancías, personas e información, y la modernización de la vida
cotidiana de los indígenas mediante la adopción de nuevos patrones de
consumo de bienes simbólicos y materiales y finalmente la adopción de
nuevas pautas culturales.

2. Respuestas indígenas a la globalización - en este segundo apartado se


examinará la respuesta organizativa de los chinantecos ante el reto que
implica la globalización y el debilitamiento de un Estado Nacional que ya no
cumple sus expectativas de desarrollo, se constatará que estas estrategias
adaptativas comprenden la adopción de nuevas tecnologías, el
establecimiento de alianzas supranacionales con organizaciones no
gubernamentales de carácter global como la World Wild Life Foundation, la
fundación MacArthur y la Unión Europea en la búsqueda de nuevas
alternativas de desarrollo.

I I. LOS CHINANTECOS GLOBALIZADOS

LA REGIÓN INDÍGENA CAMPESINA DE LA CHINANTLA

La región de la Chinantla ubicada en la Sierra Juárez Oaxaca, es reconocida


desde tiempos prehispánicos como una zona rica en recursos naturales, la abundancia
y diversidad de productos como frutas, animales salvajes, y otros, la hacen una zona
potencialmente comercial, posee una gran riqueza natural que salta a la vista desde el
primer momento: grandes selvas y bosques, interminables torrentes de aguas y fértiles
tierras de vega en las que se pueden recoger varias cosechas al año. La riqueza del
medio se manifiesta en la gran diversidad de sistemas productivos que han desarrollado
los chinantecos, dichos sistemas, en general altamente diversificados, constituyen la
primordial adaptación de su cultura a la naturaleza que los rodea y son la clave de su
supervivencia.

Sin embargo no sólo de pan vive el hombre, ya que para sobrevivir los
chinantecos no pueden circunscribirse sólo al ámbito de sus localidades, sino que se
ven obligados a mantener estrechas relaciones económicas, sociales y culturales al
interior de su región, fuera de ella con otras zonas del país, e incluso con otros países
del mundo. Estas interrelaciones son obligadas pues ninguna localidad chinanteca
forma un ente cerrado, y puesto que la región no produce todo lo necesario para
satisfacer las necesidades de la población, son necesarios los intercambios de bienes
de consumo con otros centros productores. De la misma forma los indígenas
chinantecos se encuentran inmersos en un sistema político al que formalmente tienen
que sujetarse. Nos dice Roseberry “En términos políticos los campesinos, las
poblaciones campesinas han formado parte de unidades administrativas más grandes e
incluyentes…en términos culturales, lo que Redfield llamó la ‘pequeña tradición’ del
poblado entra en contacto frecuente con la ‘gran tradición’ de la ciudad o de la
civilización de la que forma parte”6 por lo cual, al hablar del aislamiento de los pueblos
indígenas, sólo debemos referirnos al aislamiento geográfico, ya que estos pueblos no
están separados del resto del mundo en el aspecto económico social y político como
podría parecernos.

LA INSERCIÓN DE LA REGIÓN AL PROCESO DE TRANSNACIONALIZACIÓN DE


LA ECONOMÍA

Los chinantecos y su región siempre han mantenido relaciones con otras


sociedades; desde la época prehispánica entre las diferentes comunidades, entre estas
y los señoríos chinantecos, y entre estos y el imperio mexica se empezaron a construir
redes, interconexiones políticas, económicas y religiosas que influyeron en la situación
actual del pueblo chinanteco. Durante la Colonia y las siguientes etapas de la historia
de México también se sentaron las bases de la conformación actual de la Chinantla. Sin
embargo, no es sino con la llegada del capitalismo cuando se intensifican estos
intercambios; la apertura de nuevas vías de comunicación y la introducción de nuevos
cultivos comerciales ha acelerado este proceso, especialmente a partir de fines del siglo
pasado.

Los señoríos que surgieron en la Chinantla fueron la primera forma centralizada


compleja de integración regional, las capitales de estos señoríos subordinaron a los
poblados vecinos mediante la dominación militar y el pago de tributos, pero también
propiciaron el surgimiento de centros de intercambio comercial en donde las diferentes
poblaciones canalizaban su producción. Estos centros permitían la confluencia de
diversos productos y productores provenientes de regiones distintas como la zapoteca y

6
Roseberry William, “Los campesinos y el mundo”, en Plattner, Stuart. Antropología económica, Los Noventa,
Alianza Editorial-CNCA, México, 1991, p. 156
cuicateca, así el intercambio comercial tenía como función redistribuir la producción y
conectar a las comunidades con la región.

Este desarrollo regional chinanteco independiente se vio truncado en 1454,


cuando los mexicas llegaron atraídos por el algodón, los tintes naturales, el cacao,
pieles, plumas, vainilla y el oro que abundaba en los ríos. De este modo, con la
conquista mexica, los chinantecos se vieron subordinados a un sistema mayor junto con
otros grupos étnicos. Sin embargo, los conquistadores permitieron a los chinantecos
mantener su organización social original así como sus fiestas y tradiciones, sólo exigían
que una vez al año se hicieran ofrendas y sacrificios a sus dioses.

En 1520 los chinantecos entraron en contacto con hombres del viejo continente,
los españoles llegaron a la región provocando un fenómeno que fue decisivo en la
conformación de las dinámicas económicas y sociales que actualmente viven los
chinantecos: la mortandad de la población nativa a causa de maltratos, epidemias y
hambrunas. El modo de producción de alimentos tradicional quedó fracturado ante la
magnitud de la catástrofe demográfica aunado al hecho de que se interrumpieran los
intercambios entre regiones especializadas en productos diferentes7.

Los españoles además de provocar trastornos demográficos, impusieron nuevas


exigencias económicas e introdujeron nuevos cultivos, amén de que utilizaron para su
provecho los productos tradicionales de la región y las redes comerciales conformadas
en la época anterior a su llegada, con la conquista la Chinantla fue incorporada a una
economía planificada. Otra forma mediante la cual ejercieron su dominio fue con la
introducción de nuevos símbolos y narrativas sobre el origen del hombre: la conquista
espiritual mediante la imposición de la religión católica8.

Durante la guerra de independencia y al término de esta, la situación


socioeconómica de la zona continuó siendo muy similar a la de la colonia; en la región

7
Romero Julián, Flor Ma. y José Manuel Escalante. “Población y sociedad en la Chinantla durante la época
Prehispánica y la Colonia”, Reporte de investigación No. IX del Proyecto Multidisciplinario Economía Campesina,
Medio ambiente y Sistemas productivos en la Región de la Chinantla, Antropología social y Biología, UAM-I,
México, 1997.
8
Aboites, Luis y América Molina. Ucila: Siglos XV - XVIII, reporte de investigación, UAM, reporte
mecanografiado, México, 1993, p.14
montañosa los indígenas conservaron sus tierras y en la planicie costera existían
algunas plantaciones y prevalecía una densidad de población muy baja, encontrándose
prácticamente ausentes los indígenas en esta región. Es hasta la segunda mitad del
siglo XIX cuando se inician cambios importantes en la economía regional. A partir de la
década de 1860 se inicia un proceso de desarrollo íntimamente ligado a formas de
producción netamente capitalistas, se intensifican las relaciones internacionales y se
reorienta la organización de la sociedad chinanteca.

Con la llegada de Díaz al poder la inversión extranjera fue la base del desarrollo
regional, se importó a la región no sólo un modelo económico, sino un amplio bagaje
intercultural. En resumen, la expansión del capitalismo agrario en la zona, corrió a cargo
de extranjeros: Españoles, cubanos, norteamericanos y compañías francesas. Después
de la Revolución, a pesar del reparto agrícola, la mayor parte de las tierras de la zona
baja siguieron en manos de compañías privadas. Los chinantecos se convirtieron, así,
en peones de las plantaciones. Después del auge de la fincas y con la Reforma Agraria
se implantó un nuevo modelo de desarrollo regional.

La principal impulsora de este proyecto desarrollista fue la Comisión de la


Cuenca del Papaloapan (CODELPA). Bajo los auspicios de esta institución en las
cercanías de la ciudad de Tuxtepec se establecieron agroindustrias que tenían como
propósito explotar y procesar los recursos de la región. También se dio impulso a
nuevos cultivos, se abrieron nuevas tierras de labor y se establecieron vías de
comunicación. Este patrón de desarrollo planificado fue el factor determinante en la
conformación de regiones de producción agrícola especializada en los lugares más
favorables para cada tipo de cultivo.

EL REFLEJO DE LA GLOBALIZACIÓN EN LA ESFERA DE LO COTIDIANO

Actualmente los cultivos comerciales se han diseminado por toda la región,


involucrando a las comunidades chinantecas en complejas redes de mercado no sólo
nacionales sino transnacionales, los chinantecos venden maíz, café, caña, chile, hule,
vainilla, crían ganado y se contratan como jornaleros agrícolas en la región, en otros
estados o en Estados Unidos; compran con el dinero que obtienen, productos que van
desde básicos, ropa y utensilios para el campo, hasta televisores y antenas parabólicas,
material para construcción y camionetas en el mejor de los casos.

Los principales cultivos de exportación son el café orgánico y la vainilla, mediante


estos productos la economía regional se articula a los circuitos mundiales, estos
productos chinantecos rebasan las fronteras para colocarse en el mercado europeo, el
Huipil que es el vestido tradicional elaborado artesanalmente con telares de cintura y
que por cierto ya no es muy usado por las propias chinantecas también ha encontrado
lugar en este mercado.

La migración temporal o definitiva es otra forma, tal vez la más relevante9, en


que esta región esta conectada con el resto del mundo, los chinantecos que venden su
fuerza de trabajo se trasladan a las ciudades cercanas a la región como Tuxtepec,
Veracruz, Oaxaca o se desterritorializan por completo viajando como ilegales a los E.U.
donde trabajan como jornaleros agrícolas, en la zona alta de la Chinantla este tipo de
migración es fundamental para la sobrevivencia de la comunidad ya que sus tierras no
son aptas para el cultivo, y la migración se ha vuelto parte de las metas de los jóvenes
chinantecos, incluso existen algunos habitantes que son trilingües en estos poblados.
Sin embargo estos procesos migratorios son relativamente muy recientes, todos se
remiten hasta hace menos de 20 años.

La globalización económica esta acompañada de olas de transformación cultural,


la cultura también se globaliza, así estas conexiones fomentadas por el mercado han
traído a los chinantecos una gama de hechos y productos que han penetrado en la vida
de los individuos y de las comunidades. Basta caminar por las calles de cualquier
pueblo chinanteco para notar que no viven al margen de la globalización.

El vestido tradicional se ha visto reemplazado por ropa manufacturada en


fábricas, sólo los viejos usan huipil y ropa de manta, los jóvenes usan ropa “moderna”
con estampados plásticos de algún equipo de baloncesto americano, luchadores,
artistas del momento o estampados floridos. La lengua materna se ha visto no
desplazada, sino complementada, con el español, indispensable para las relaciones

9
Debido a las cíclicas crisis en los precios de los productos agrícolas, las familias dependen cada vez más de las
remesas que envían los migrantes para garantizar su sobrevivencia.
económicas y sociales que se entablan entre los mismos chinantecos de diferentes
regiones y entre estos y la población mestiza.

Las telecomunicaciones juegan un papel primordial en el proceso de


globalización que envuelve la vida cotidiana de los chinantecos, es esta globalización la
que permite el despliegue de tecnologías que facilitan la difusión de la información y
comunicación de bienes simbólicos de los que se han apropiado. En los poblados
chinantecos encontramos telefonía rural, televisores, radios, videograbadoras, antenas
de televisión satelital, y hasta computadoras. Por otro lado la t.v. y la radio mantiene a
los chinantecos a la vanguardia de la información, puede uno llegar al pueblo más
alejado de la Chinantla y le preguntaran cómo va el gobierno en turno, la política
nacional o comentaran la detención de algún conocido “narco” por tener algún tema en
común que platicar con un visitante de ciudad.

Aún aquellas formas de entretenimiento tradicionales como las fiestas patronales


están hoy entretejidas con los medios de comunicación masiva, por medio de la radio
se anuncian las fiestas invitando al “gran Baile” que se llevará acabo con la presencia
de algún grupo de música tropical o norteña con renombre en la región, así como los
torneos de baloncesto donde se juegan importantes sumas de dinero.
La fiesta es el momento con mayor significado simbólico para la comunidad pues
ese día generalmente es el único día del año en que llega al pueblo un sacerdote a
oficiar misa10. Ahora bien, la fiesta no sólo es un espejo en el cual la comunidad se
mira a sí misma, sino que también es una ventana hacia el exterior: de ese modo
durante la fiesta no sólo se reúnen los habitantes de la localidad, sino que llegan
visitantes de otros pueblos atraídos por la oferta cultural que hay y que rompe con la
rutina o por el mercado que se instala por algunos días con comerciantes de fuera;
también llegan los migrantes a visitar a sus familias, antes ya mandaron su aportación
para la realización de la fiesta desde el lugar donde radican; así las fiestas desempeñan
un papel dual en la vida de las comunidades ya que las relacionan con el exterior a
través del intercambio de bienes culturales y de consumo y el flujo de personas, y hasta

10
A excepción de las cabeceras municipales y algunos pueblos con mayor densidad demográfica donde si hay
sacerdotes de residencia fija.
cierto punto refuerzan la cohesión social hacia el interior. De este modo la fiesta se
constituye en un complejo mosaico en donde se entretejen y constituyen relaciones
sociales, económicas y rituales11.

I I I. LAS RESPUESTAS CHINATECAS A LA GLOBALIZACIÓN

“La globalidad quiere decir que se rompe la unidad del Estado nacional y de la
sociedad nacional, y se establecen unas relaciones nuevas de poder y competitividad,
unos conflictos y entrecruzamientos entre, por una parte, unidades y actores del mismo
Estado nacional y, por la otra, actores, identidades, espacios, situaciones y procesos
sociales transnacionales12.
Así, los campesinos chinantecos se ven envueltos en procesos que podríamos
llamar globales, ya que para poder adquirir lo que no producen necesitan dinero, el cual
sólo pueden obtener vendiendo algún producto valorado comercialmente en otros
mercados o vendiendo su mano de obra en regiones mas allá de su ámbito étnico
incluso en otros países, por lo que no se pueden circunscribir sólo a un ámbito local. Sin
embargo los indígenas chinantecos no son sujetos pasivos frente a los procesos de
modernización, sino que por el contrario, son sujetos protagónicos que se apropian de
las innovaciones y las adaptan a su propia realidad.

Ante el resquebrajamiento del proyecto del Estado que ya no puede responder a


las expectativas de vida de los pobladores podemos observar en la Chinantla un
fenómeno político por demás interesante; la creación inusitada, a lo largo de los últimos
años, de organizaciones de productores. Esta proliferación de grupos podría
interpretarse como una expresión vivaz de una nueva y auténtica conciencia política
entre los campesinos chinantecos, que mediante la creación de nuevas e ingeniosas
formas organizativas buscan mejorar sus condiciones de vida ante el retiro de las
instancias estatales que les proporcionaban algún tipo de asistencia. La creación de

11
Para una descripción completa de las fiestas en una zona chinanteca, consultar Romero Julián, Flor María.
Economía Campesina y Fiestas en la Región Chinanteca de Oaxaca, Tesis de Maestría en Ciencias Antropológicas,
Departamento de Antropología, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, México D.F. 2000.
12
Beck, Ob. Cit. p.43
estos grupos podría también ser vista por los optimistas como una expresión de la
fuerza de la sociedad civil que se organiza.
En la Chinantla el Estado promovió el cultivo del café, impulsó a los productores a
través de INMECAFE, controlando la producción, procesamiento y comercialización del
grano. Los campesinos recibieron apoyos técnicos y económicos durante el auge
cafetalero que inició en los años 70, se promovió la mejora o apertura de caminos que
facilitaran el transporte del grano, incluso se apoyó a los productores con la
construcción de pistas áreas desde donde sacaban la producción en avionetas, este
auge vio su fin con la caída de los precios del café y la desaparición de esa paraestatal
a finales de los años 80. Esto fue la raíz del nacimiento de organizaciones de
productores en toda la región.

El debilitamiento del Estado Nacional en el marco de procesos económicos


globales que determinan la economía mundial, ha traído consigo el aguzamiento de
conflictos en el sistema económico nacional, pues la globalización de la economía no
sólo produce más riquezas en algunos sectores sino también una mayor pobreza en
otros. Esto no ocurre nada más en México, es parte del proceso global, existe una
división del mundo que integra el sistema mundial de manera conflictiva, surgen crisis
periódicamente que conducen a reestructuraciones que agudizan la división del poder y
la desigualdad13.
Con el retiro del Estado en la producción agrícola, los campesinos chinantecos se
quedaron desprotegidos ante el mercado, esto aunado a la falta de asesoría técnica
para el buen logro de los cultivos; dejo a los chinantecos en una crisis económica y
social que los obligó a organizarse para buscar mejores condiciones de producción y
venta de sus cultivos. Aunado al surgimiento de estas organizaciones de productores
también surgen otras organizaciones comunitarias para la obtención de otros recursos a
los que no tienen acceso.

Ante la poca presencia del Estado en la escasa dotación de servicios, han sido los
propios chinantecos mediante la organización comunitaria quienes han logrado en
múltiples casos mejorar sus condiciones de vida. A lo largo y ancho de la Chinantla es
13
Ibid. p. 59
posible observar en muchas localidades formas de organización y gobierno autónomas,
sumamente eficaces a la hora de atender las demandas de la población. Las instancias
de poder comunitario son el eje de la vida en las comunidades ya que son las
encargadas de solicitar programas de desarrollo a los gobiernos estatal y federal,
gestionar la instalación de los servicios indispensables como la electricidad y el agua,
coordinar la construcción de obras públicas, solucionar conflictos y hacer cumplir la ley

Este proceso local no contradice en ningún sentido la globalización que por otro
lado también permea la vida de estos indígenas, por el contrario, esta organización de
productores o comunitaria hace uso de los beneficios que esta globalización le concede;
a lo largo de la región encontramos proyectos de desarrollo productivo, turístico o de
rescate de las tradiciones chinantecas auspiciados por organizaciones extranjeras o
transnacionales como World Vision, la World Wild Life Foundation, La fundación
McArthur y la Unión Europea. Con estas alianzas transnacionales, los chinatecos han
podido colocar sus productos en circuitos mercantiles de Europa que demandan
productos orgánicos, han podido incorporar a su modo tradicional de producir
experiencias de desarrollo sustrentable puestas en países tan lejanos como Holanda y
se han apropiado de la tecnología de la informática para elaborar sus propios proyectos,
hacer diagnósticos ambientales, comunicarse y tener información del mercado mundial
con el fin de colocar mejor sus productos. Al lado de los usos y costumbres es posible
ver computadoras, antenas satelitales y faxes. En algunos municipios, especialmente
de la zona alta, los chinantecos tienen sus propios técnicos nativos expertos en el
manejo de sistemas de computo que pueden ser usados, por ejemplo, para hacer
ordenamientos territoriales con el fin de administrar racionalmente los recursos
forestales.

La presencia del mundo no sólo se manifiesta en el comercio o la información


venida de fuera, hay presencia física de personas no chinantecas, así, en la actualidad
es posible ver por los selváticos caminos chinantecos gente, especialmente científicos,
pero también miembros de ONGS, venida de diversos rincones del globo. Los
chinantecos asimismo participan en estos flujos que mueven personas al migrar a
lugares como Chicago y los Angeles, ciudades norteamericanas que se han constituido
en espacios donde la cultura chinanteca desterritorializada se renueva y pervive
manteniendo vínculos con su lugar de origen mediante comités de migrantes y
organizaciones que recuerdan a los chinantecos transnacionales que aun guardan
obligaciones para con sus pueblos escondidos en la sierra de Oaxaca.

A MODO DE CONCLUSIÓN

No podemos aceptar a priori los pronósticos pesimistas sobre el destino de las


culturas locales asumiendo a la globalización como atentado contra estas identidades.
Si bien es cierto que en este análisis no incluimos los efectos negativos que devienen
en este proceso, también lo es que cada grupo étnico, cultura o sociedad, es quien en
base a sus propios intereses y conveniencia y de acuerdo a la combinación de otros
factores locales, económicos, políticos y culturales, responde a este proceso.

En algunos casos, como con los chinantecos la respuesta es la adopción de los


beneficios que la globalización ofrece, para su mejor articulación con el sistema mayor y
a la vez el mantenimiento de su cohesión como grupo étnico. En todo caso, la
multiculturalidad, que puede ser otro de los resultados de la globalización, no
necesariamente es negativa, finalmente también puede generar una nueva identidad.

¿Defender la identidad o globalizarnos? Pueden ser ambas cosas.


BIBLIOGRAFÍA

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Beck, Ulrich ¿Qué es la globalización?, falacias del globalismo, respuestas a la


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