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I. INTRODUCCIÓN
*
Ensayo presentado en el Doctorado en Ciencias Antropológicas, Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa,
México, 2004.
1
Utilizando el término como lo define Ulrich Beck, “Por globalismo entiendo la concepción según la cual el
mercado mundial desaloja o sustituye el quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o
la ideología del liberalismo”, U. Beck, ¿Qué es la globalización?, falacias del globalismo, respuestas a la
globalisación, Paidos, Barcelona, 1998, p. 27
2
Hannerz, Ulf. Conexiones transnacionales. Cultura, gente, lugares, Cátedra, Madrid, 1998, p.135
desaparición de las identidades y los diferentes modos de vida al quedar
universalizados.
Sin embargo Ulrich Beck nos abre un panorama contrario, “con la globalización
corre pareja cada vez más la localización” 3. La globalización según Beck no sólo
significa des-localización, sino que además presupone una re-localización ya que el
capitalismo mundial, principal responsable de la globalización, necesita particularmente
de la multiculturalidad y contradicciones locales para el buen funcionamiento del
mercado. Así lo local no contradice a la globalización ni ésta anula las particularidades;
y es este planteamiento el que se apoya en el presente trabajo.
El tema de este trabajo es, por lo tanto, acercarse a las respuestas que da la
población indígena a todo este proceso, cómo frente a la globalización se dan
respuestas locales que no son necesariamente de rechazo ni implica substitución de la
cultura local por la global, sino nuevas formas híbridas. Para ello, he escogido como
ejemplo a los chinantecos del norte de Oaxaca, grupo indígena con el que he
mantenido contacto los últimos 10 años de mi vida.
3
Beck, Op. Cit. p. 75
4
El concepto se aplica a la producción, distribución y consumo de bienes y de servicios, organizados a partir de una
estrategia mundial volcada hacía un mercado mundial”, Renato Ortiz propone entonces el uso del término
mundialización para el dominio específico de la cultura en Renato Ortiz. Mundialización y cultura, Alianza Editorial,
Madrid, 1997, p. 27, 47
5
Beck, Ob. Cit. p. 42 U. Beck, ¿Qué es la globalización?, falacias del globalismo, respuestas a la globalización,
Paidos, Barcelona, 1998, p. 27
tiempo se propuso. Desde tiempos inmemoriales entre los distintos pueblos se fueron
creando interconexiones mediante intercambios, no solo comerciales sino también
culturales. Mesoamérica, antes de la llegada de los conquistadores barbudos de piel
blanca, era una compleja trama de relaciones multiculturales, mosaico conformado por
pueblos que, si bien compartían una matriz cultural profunda, conservaban su identidad
particular y luchaban por mantener su autonomía política ante el intento unificador del
imperio azteca.
Sin embargo no sólo de pan vive el hombre, ya que para sobrevivir los
chinantecos no pueden circunscribirse sólo al ámbito de sus localidades, sino que se
ven obligados a mantener estrechas relaciones económicas, sociales y culturales al
interior de su región, fuera de ella con otras zonas del país, e incluso con otros países
del mundo. Estas interrelaciones son obligadas pues ninguna localidad chinanteca
forma un ente cerrado, y puesto que la región no produce todo lo necesario para
satisfacer las necesidades de la población, son necesarios los intercambios de bienes
de consumo con otros centros productores. De la misma forma los indígenas
chinantecos se encuentran inmersos en un sistema político al que formalmente tienen
que sujetarse. Nos dice Roseberry “En términos políticos los campesinos, las
poblaciones campesinas han formado parte de unidades administrativas más grandes e
incluyentes…en términos culturales, lo que Redfield llamó la ‘pequeña tradición’ del
poblado entra en contacto frecuente con la ‘gran tradición’ de la ciudad o de la
civilización de la que forma parte”6 por lo cual, al hablar del aislamiento de los pueblos
indígenas, sólo debemos referirnos al aislamiento geográfico, ya que estos pueblos no
están separados del resto del mundo en el aspecto económico social y político como
podría parecernos.
6
Roseberry William, “Los campesinos y el mundo”, en Plattner, Stuart. Antropología económica, Los Noventa,
Alianza Editorial-CNCA, México, 1991, p. 156
cuicateca, así el intercambio comercial tenía como función redistribuir la producción y
conectar a las comunidades con la región.
En 1520 los chinantecos entraron en contacto con hombres del viejo continente,
los españoles llegaron a la región provocando un fenómeno que fue decisivo en la
conformación de las dinámicas económicas y sociales que actualmente viven los
chinantecos: la mortandad de la población nativa a causa de maltratos, epidemias y
hambrunas. El modo de producción de alimentos tradicional quedó fracturado ante la
magnitud de la catástrofe demográfica aunado al hecho de que se interrumpieran los
intercambios entre regiones especializadas en productos diferentes7.
7
Romero Julián, Flor Ma. y José Manuel Escalante. “Población y sociedad en la Chinantla durante la época
Prehispánica y la Colonia”, Reporte de investigación No. IX del Proyecto Multidisciplinario Economía Campesina,
Medio ambiente y Sistemas productivos en la Región de la Chinantla, Antropología social y Biología, UAM-I,
México, 1997.
8
Aboites, Luis y América Molina. Ucila: Siglos XV - XVIII, reporte de investigación, UAM, reporte
mecanografiado, México, 1993, p.14
montañosa los indígenas conservaron sus tierras y en la planicie costera existían
algunas plantaciones y prevalecía una densidad de población muy baja, encontrándose
prácticamente ausentes los indígenas en esta región. Es hasta la segunda mitad del
siglo XIX cuando se inician cambios importantes en la economía regional. A partir de la
década de 1860 se inicia un proceso de desarrollo íntimamente ligado a formas de
producción netamente capitalistas, se intensifican las relaciones internacionales y se
reorienta la organización de la sociedad chinanteca.
Con la llegada de Díaz al poder la inversión extranjera fue la base del desarrollo
regional, se importó a la región no sólo un modelo económico, sino un amplio bagaje
intercultural. En resumen, la expansión del capitalismo agrario en la zona, corrió a cargo
de extranjeros: Españoles, cubanos, norteamericanos y compañías francesas. Después
de la Revolución, a pesar del reparto agrícola, la mayor parte de las tierras de la zona
baja siguieron en manos de compañías privadas. Los chinantecos se convirtieron, así,
en peones de las plantaciones. Después del auge de la fincas y con la Reforma Agraria
se implantó un nuevo modelo de desarrollo regional.
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Debido a las cíclicas crisis en los precios de los productos agrícolas, las familias dependen cada vez más de las
remesas que envían los migrantes para garantizar su sobrevivencia.
económicas y sociales que se entablan entre los mismos chinantecos de diferentes
regiones y entre estos y la población mestiza.
10
A excepción de las cabeceras municipales y algunos pueblos con mayor densidad demográfica donde si hay
sacerdotes de residencia fija.
cierto punto refuerzan la cohesión social hacia el interior. De este modo la fiesta se
constituye en un complejo mosaico en donde se entretejen y constituyen relaciones
sociales, económicas y rituales11.
“La globalidad quiere decir que se rompe la unidad del Estado nacional y de la
sociedad nacional, y se establecen unas relaciones nuevas de poder y competitividad,
unos conflictos y entrecruzamientos entre, por una parte, unidades y actores del mismo
Estado nacional y, por la otra, actores, identidades, espacios, situaciones y procesos
sociales transnacionales12.
Así, los campesinos chinantecos se ven envueltos en procesos que podríamos
llamar globales, ya que para poder adquirir lo que no producen necesitan dinero, el cual
sólo pueden obtener vendiendo algún producto valorado comercialmente en otros
mercados o vendiendo su mano de obra en regiones mas allá de su ámbito étnico
incluso en otros países, por lo que no se pueden circunscribir sólo a un ámbito local. Sin
embargo los indígenas chinantecos no son sujetos pasivos frente a los procesos de
modernización, sino que por el contrario, son sujetos protagónicos que se apropian de
las innovaciones y las adaptan a su propia realidad.
11
Para una descripción completa de las fiestas en una zona chinanteca, consultar Romero Julián, Flor María.
Economía Campesina y Fiestas en la Región Chinanteca de Oaxaca, Tesis de Maestría en Ciencias Antropológicas,
Departamento de Antropología, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, México D.F. 2000.
12
Beck, Ob. Cit. p.43
estos grupos podría también ser vista por los optimistas como una expresión de la
fuerza de la sociedad civil que se organiza.
En la Chinantla el Estado promovió el cultivo del café, impulsó a los productores a
través de INMECAFE, controlando la producción, procesamiento y comercialización del
grano. Los campesinos recibieron apoyos técnicos y económicos durante el auge
cafetalero que inició en los años 70, se promovió la mejora o apertura de caminos que
facilitaran el transporte del grano, incluso se apoyó a los productores con la
construcción de pistas áreas desde donde sacaban la producción en avionetas, este
auge vio su fin con la caída de los precios del café y la desaparición de esa paraestatal
a finales de los años 80. Esto fue la raíz del nacimiento de organizaciones de
productores en toda la región.
Ante la poca presencia del Estado en la escasa dotación de servicios, han sido los
propios chinantecos mediante la organización comunitaria quienes han logrado en
múltiples casos mejorar sus condiciones de vida. A lo largo y ancho de la Chinantla es
13
Ibid. p. 59
posible observar en muchas localidades formas de organización y gobierno autónomas,
sumamente eficaces a la hora de atender las demandas de la población. Las instancias
de poder comunitario son el eje de la vida en las comunidades ya que son las
encargadas de solicitar programas de desarrollo a los gobiernos estatal y federal,
gestionar la instalación de los servicios indispensables como la electricidad y el agua,
coordinar la construcción de obras públicas, solucionar conflictos y hacer cumplir la ley
Este proceso local no contradice en ningún sentido la globalización que por otro
lado también permea la vida de estos indígenas, por el contrario, esta organización de
productores o comunitaria hace uso de los beneficios que esta globalización le concede;
a lo largo de la región encontramos proyectos de desarrollo productivo, turístico o de
rescate de las tradiciones chinantecas auspiciados por organizaciones extranjeras o
transnacionales como World Vision, la World Wild Life Foundation, La fundación
McArthur y la Unión Europea. Con estas alianzas transnacionales, los chinatecos han
podido colocar sus productos en circuitos mercantiles de Europa que demandan
productos orgánicos, han podido incorporar a su modo tradicional de producir
experiencias de desarrollo sustrentable puestas en países tan lejanos como Holanda y
se han apropiado de la tecnología de la informática para elaborar sus propios proyectos,
hacer diagnósticos ambientales, comunicarse y tener información del mercado mundial
con el fin de colocar mejor sus productos. Al lado de los usos y costumbres es posible
ver computadoras, antenas satelitales y faxes. En algunos municipios, especialmente
de la zona alta, los chinantecos tienen sus propios técnicos nativos expertos en el
manejo de sistemas de computo que pueden ser usados, por ejemplo, para hacer
ordenamientos territoriales con el fin de administrar racionalmente los recursos
forestales.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Aboites, Luis y América Molina. Ucila: Siglos XV - XVIII, reporte de investigación, UAM,
mecanografiado, México, 1993