Los hábitos alimenticios se empezó a tener en cuenta a partir del año 1860, ya que, fue

un capítulo importante para la nutrición científica, retomando a lo que sucede hoy día, la
vital importancia que se le ha dado a la salud alimenticia ocasionó que las marcas de
alimentos empezaran a tener en cuenta los ingredientes que invierten en sus productos
pensando en sus consumidores, dado que los jóvenes se interesan en cuidar sus dietas
alimenticias y buscan las marcas de alimentos que contribuya beneficios a dichas dietas.

“el 66% de las personas lee la información nutricional que tienen los productos en las
etiquetas pues les interesa saber con qué se están alimentando y además, otro 70% está
optando por reducir la cantidad de grasa que consume; el 60% busca la manera de
disminuir su consumo de azúcar; y el 50%, acortar la ingesta de sal” (Cecilia Alva, 2019)

 “El interés del público por la salud y la sostenibilidad se ha generalizado tanto que las
empresas no pueden pasarlo por alto. Los millennials y los integrantes de la generación Z
están más concienciados con la salud y va en aumento su deseo de comprar en
consonancia con sus valores. De hecho, la mayor concienciación sobre la importancia de
dietas sanas impulsa el crecimiento de los mercados de alimentos funcionales, probióticos
y suplementos, así como alternativas saludables y de origen vegetal”. (Cincodias, 2018)

‘’El Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (OSAN) evidencia un proceso de

transición epidemiológica, reflejado en importantes problemáticas nutricionales
relacionadas tanto con el déficit como con el exceso. Este último es menos frecuente en
los estratos altos, que tienen capacidad de compra de muchos alimentos, ya que este
grupo tiene el conocimiento y la capacidad adquisitiva para una alimentación
balanceada’’. (OSAN, 2004)

De acuerdo a las investigaciones realizadas anteriormente se logra evidenciar como los

hábitos alimenticios puede generar impactos sobre factores externos a la salud, el cual
podemos encontrar el área empresarial y el área socioeconómico. 

Determinantes económicos como el coste, los ingresos y la disponibilidad en el mercado.

Determinantes físicos como el acceso, la educación, las capacidades personales (por
ejemplo, para cocinar) y el tiempo disponible. (Food facts for healthy choices, 2006)

Uno de los objetivos importantes dentro de la investigación es estudiar los hábitos

alimenticios de los jóvenes universitarios UDCA, así como factores asociados a la misma.
Esta información puede ser útil para ayudar a la planificación de consumo de marcas y
gastos financieros.