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Unidad 1°

Introducción a la hemoterapia

● Historia de la Hemoterapia
● ¿Qué es la Hemoterapia? ¿Para qué sirve?
● ¿Quién inventó la transfusión de Sangre?
● ¿Cómo fue la primera transfusión?
● ¿Cuándo se realizó y en donde?

Historia de la hemoterapia:

II.-Haciendo historia
En la antigüedad greco-romana se estilaba dar de beber sangre de gladiadores a las
personas enfermas, quienes también eran expuestas a baños de sangre para
adquirir fuerzas.
El primer caso reportado de transfusión fue el del Papa Inocencio VIII, quien recibió
sangre de tres niños por boca, en 1492.
En 1628 el físico inglés, William Harvey, descubre la circulación de la sangre.
En 1667 Jean Baptiste Denis en Francia y Richard Lower en Inglaterra por separado
documentaron la realización de transfusiones de animales a humanos. Los malos
resultados ocasionan su prohibición.
Las primeras transfusiones con éxito, las realiza el obstetra británico James Blundell
para tratar hemorragias postparto, en 1818. La precariedad de los medios y la
coagulación hacen que todavía sea una práctica peligrosa.
En 1867, el cirujano inglés Joseph Lister usa antisépticos para controlar las
infecciones en las transfusiones. Karl Landsteiner descubre que las personas tienen
diferentes tipos de sangre y que las transfusiones no son compatibles entre
personas de distinto grupo sanguíneo. En 1901 describe el sistema de ABO y en
1940 el sistema RH.
La transfusión de sangre anticoagulada con citrato de sodio es una técnica
desarrollada por el médico argentino Luis Agote quien la aplicó por primera vez el 9
de noviembre de 1914 en el Hospital Rawson, a una madre que sufría una
hemorragia post parto.
Varios científicos consiguen conservar la sangre utilizando citrato sódico para evitar
la coagulación, lo que permitió, en la I Guerra Mundial, trasladar sangre al campo de
batalla.
En 1921 aparecen los primeros bancos de donantes. Para solventar los problemas
de abastecimiento, la Cruz Roja de Londres crea la primera entidad municipal de
donantes de sangre del mundo. Un servicio gratuito para donante y hospital.
Edwin Cohn, un profesor de química biológica en la Escuela de Medicina de
Harvard, desarrolla el proceso que divide el plasma en sus componentes y
productos, en 1940.
Es en 1961 cuando se reconoce el papel de los concentrados de plaquetas en la
reducción de la mortalidad por hemorragias en pacientes que padecen cáncer.
En la década de los 80 los hospitales y los bancos de sangre abren esta etapa
gracias al crecimiento de la terapia de componentes, los productos para los
desórdenes de coagulación y el uso de plasma para los problemas inmunológicos.
En 1985 se introducen los test de detección del virus VIH-SIDA en los bancos de
sangre para proteger el proceso de donación.

BIBLIOGRAFÍA:
Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular en:
Revista Argentina de Transfusión Vol. XLVI 2020 N° 2 (p.p 126;127)

¿Qué es Hemoterapia?¿Para qué sirve?

La Hemoterapia es una especialidad médica transversal relativamente nueva y en


constante avance, que se interrelaciona con las demás disciplinas para el
tratamiento de los casos clínicos utilizando los diferentes productos de la sangre de
manera terapéutica.
Para que estas actividades sean exitosas, es necesario contemplar estructuras que
definan y aseguren la calidad de cada producto, desde el donante de sangre, hasta
el producto transfundido a un paciente. Con el fin de tener sangre segura es que se
han desarrollado sistemas de hemovigilancia, basados en la detección, registro y
análisis de los efectos adversos e inesperados en toda la cadena de procesos de
medicina transfusional.
Cada servicio de hemoterapia elabora su documentación, para que su accionar se
encuentre estandarizado, garantizando la calidad y uniformidad de su labor.
Esta documentación debe ser revisada periódicamente y actualizada de acuerdo a
los avances en la especialidad.
La Ley Nacional de Sangre 22.990, ha categorizado a los diferentes servicios de
hemoterapia en tres: Centros Regionales de Hemoterapia, que son núcleos
independientes de los servicios hospitalarios y sus funciones están relacionadas
exclusivamente con donación, producción, estudio de la sangre y sus productos. En
estos mismos centros se almacena y se distribuye a los hospitales que dependen
del mismo. Por ello, es importante la ubicación estratégica que facilite la logística.
Una segunda categoría son los Bancos de Sangre Intrahospitalarios, en los cuales
existen programas que promueven la donación de sangre y su posterior preparación
de hemocomponentes para satisfacer la demanda interna. La tercera categoría
corresponde a las Unidades Transfusionales, las cuales, pueden ser con o sin
posta fija de extracción. Su función está abocada a las prácticas de medicina
transfusional, estudios inmunohematológicos de diversos pacientes, transfusiones
autólogas, aféresis terapéutica y en el caso de ser posta de extracción a la
realización de colectas internas y externas de sangre.
Las colectas externas de sangre son realizadas fuera de la planta física de las
instituciones, prestan un servicio a la comunidad favoreciendo el acceso a la
donación voluntaria. Realizarlas implica tomar decisiones claves para la correcta
extracción, posterior procesamiento y estudios de las unidades de sangre.
La sangre entera (SE), desde el punto de vista transfusional, ha dejado de ser un
elemento útil, considerándose que su fraccionamiento en diversos componentes,
tiene ventajas importantes. De manera simple podemos dividir a la SE en tres
componentes, los que se obtienen de manera rutinaria en el fraccionamiento
primario, son concentrado de glóbulos rojos (CGR), plasma fresco congelado (PFC)
y plaquetas(6).
Para la obtención de los hemocomponentes, se tienen en cuenta diferentes
aspectos, como el tiempo que tiene de extraída la sangre y los parámetros que
deben fijarse en la centrífuga y que varían según el componente que se desea
obtener. Es de gran importancia el tiempo transcurrido entre la extracción de la
unidad y la separación del PFC, siendo este tiempo teórico de 6 a 8 horas para
mantener un nivel de Factor VIII de 0,7 UI/mL (70%) funcionalmente útil.
Dada la logística que empleamos en la actualidad, realizando colectas externas en
localidades distantes a más de 100 km de Bahía Blanca, vemos limitada la cantidad
de donantes a atender por la distancia entre el lugar de extracción y el Hospital para
su procesamiento. Por tal razón nos propusimos evaluar la viabilidad de los factores
de coagulación en el PFC procesado entre las 8 y 24 hs de extraída la unidad.

BIBLIOGRAFÍA:
Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular en:
Revista Argentina de Transfusión Vol. XLVI 2020 N° 2 (p 28)
Actividades y rol que desempeña el técnico en hemoterapia

Funciones del Técnico en Hemoterapia


Es el agente de salud que, de acuerdo con las directivas del Jefe del Servicio y en
cumplimiento del Manual de Procedimientos Operativos, ejecuta actividades:
a) asistenciales
b) administrativas
c) docentes
d) de investigación

a) Tareas Asistenciales
–Ejecuta actividades para la promoción de la salud comunitaria; programa y ejecuta
actividades para la promoción de la hemodonación.
–Participa de la puesta en marcha de las colectas externas de sangre.
–Realiza procedimientos para la selección del donante, siguiendo estrictamente las
recomendaciones determinadas por las normativas vigentes.
–Extrae sangre a donantes y pacientes; realiza el fraccionamiento de la sangre en
hemocomponentes, participando en la programación de su producción.
–Tipifica sérica y celularmente antígenos eritrocitarios, plaquetarios y leucocitarios,
interpreta y resuelve discrepancias, optando por los medios tecnológicos de los que
dispone y sugiriendo técnicamente a la administración aquellos que se adecuen
mejor a su práctica, según recomendaciones de probado valor científico.
–Detecta e identifica anticuerpos irregulares, interpreta los resultados laboratoriales,
e informa los hallazgos al profesional Médico Especialista.
–Realiza e interpreta técnicas inmunohematológicas alternativas, bajo algoritmos
que surgen de recomendaciones de probado valor científico.
–Detecta marcadores serológicos para las infecciones transmisibles por sangre;
realiza el control de calidad de reactivos, equipamiento e instrumental, de las
técnicas utilizadas y de los productos elaborados y de las nuevas tecnologías a
implementar.
–Realiza las pruebas de compatibilidad pretransfusional, seleccionando el
hemocomponente que cumpla con los requisitos establecidos; rotula, almacena y
administra los hemocomponentes.
–Realiza las venoclisis, transfunde y monitorea la sangre o hemocomponentes,
indicado por un profesional médico.
–Realiza procedimientos de citaféresis y plasmaféresis en donantes. Los
procedimientos terapéuticos requieren de la indicación y supervisión médica
especializada directa permanente.
–Realiza colectas, toma y preparación de muestras, procesamiento y
criopreservación de células progenitoras hematopoyéticas.
–Participa en la indicación de la inmunoprofilaxis anti-D, realizando la cuantificación
de la hemorragia feto materna u otro método de comprobado valor científico.
b) Tareas Administrativas
–Lleva el registro de las prácticas a su cargo.
–Informa, con autorización del Médico Especialista, los resultados de las técnicas
realizadas a los profesionales solicitantes.
–Participa en el diseño y evaluación de manuales de procedimientos de todas las
prácticas antes mencionadas.
–Participa en el diseño de programas de control de calidad en acuerdo con el
Médico Especialista.
–Realiza relevamientos estadísticos de la producción del Servicio de Hemoterapia.

c) Tareas docentes
–Participa en la planificación y realización de la educación comunitaria extra e intra
hospitalaria en Hemoterapia e Inmunohematología, interviniendo en la formación de
recursos humanos de la especialidad o población en general.
–Participa en la elaboración y actualización de programas de formación y
capacitación de recursos humanos de la especialidad.

d) Tareas de Investigación
–Integra comités intrahospitalarios o interinstitucionales de transfusión, de
epidemiología, de bioseguridad, SIDA, etc.
–Capacita y asesora técnicamente en ámbitos hospitalarios y extrahospitalarios;
diseña estudios estadísticos retrospectivos y prospectivos de la producción del
Servicio de Hemoterapia.
–Diseña y ejecuta trabajos de investigación para la incorporación de nuevas
tecnologías y organiza actividades de difusión científica.

BIBLIOGRAFÍA:
La resolución 685/2006 del Ministerio de Salud y Ambiente , de 13 de junio de 2006
(p.p 17;18)
Disponible en:
https://aahitc.org.ar/nuevaweb/wp-content/uploads/2022/07/norma_publicada2006.p
df

*Ver imágenes (mapa conceptual) del resumen de la Resolución 685/2006*


GLOSARIO TÉCNICO PARA LA COMPRENSIÓN DE LA
RESOLUCIÓN 685/2006

● Serología: Estudio de los complejos antígeno-anticuerpo en el suero con el


fin de detectar la presencia de determinadas enfermedades.
● Aféresis o hemaféresis: procedimiento que consiste en la recuperación
selectiva de los diferentes componentes sanguíneos en un donante de
sangre y la retransfusión del resto al mismo donante.
● Criopreservación: proceso en el cual células o tejidos son congelados
(entre -80°c y -196°c). provoca la disminución de las funciones vitales de
dichas células o tejidos, lo que permite la conservación de las mismas.
● Hematopoyesis: proceso de formación, desarrollo, maduración y
diferenciación de las células sanguíneas (en especial los hematíes y los
leucocitos).
● Exanguinotransfusión: intervención médica que consiste en la sustitución
de la sangre de un paciente enfermo por sangre total de un donante sano.
● Inmunoprofilaxis: profilaxis (prevención) de las enfermedades ocasionadas
por la presencia de antígenos en el organismo, también conocidas como
inmunopatías.
● Autólogo: relativo a elementos que constituyen el cuerpo, tales como las
células o los tejidos, y derivan del mismo individuo.
● Sinergias: Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma
de los efectos individuales.
● Seroteca: el lugar donde se almacenan bajo estrictas medidas de
bioseguridad y temperatura adecuada, las muestras de suero o plasma
provenientes de donante y/o pacientes a fin de efectuar pruebas que puedan
requerirse
● Seropositivo: que es serológicamente positivo a la detección de
anticuerpos enfrente algún patógeno o antígeno.
● DAI: Detección de Anticuerpos Irregular
● STH: Servicio de Transfusión Hospitalario
● CRH: Centro Regional de Hemoterapia
● BSI: Banco de Sangre Intrahospitalario
INFORMACIÓN ADICIONAL ENCONTRADA PARA LA
UNIDAD 1

Transfusión

HISTORIA

Según el Génesis Dios, formó al hombre del polvo, insufló en su nariz aliento de
vida y le otorgó de esta manera el espíritu divino, llamado también “espíritu vital
o alma”. El Génesis, el Levítico, el Deuteronomio y el Talmud babilónico, insisten en
la similitud entre el alma y la sangre. El Deuteronomio afirma sin rodeos que la
sangre es la vida. En China 1000 años a.C. durante la dinastía Nei Jing se decía
que «la sangre encierra el alma».
Este concepto mágico religioso invade nuestro planeta, en las diversas etnias y
ubicaciones donde estuviese el hombre. Estos conceptos fueron mutando y
evolucionando hasta que en el año 1628, Harvey postula que la sangre fluye por las
venas recorriendo todo el cuerpo y debido a ello se pensó en la posibilidad de
administrar medicamentos directamente por vía sanguínea, así mismo la
posibilidad de las transfusiones de sangre.
Bajo el influjo de las creencias místicas, se practicaron transfusiones de sangre
procedentes de las arterias de un cordero o de la arteria humeral de otro hombre, a
animales y hombres. La historia de la transfusión de sangre es un relato fascinante y
conmovedor, ha tenido períodos de aceptación diversa, alternando con épocas de
gran entusiasmo, con el olvido y la reprobación, en palabras de Paracelso
traduciríamos la misma como el que “había mucho, escrito en contra de la razón”.
El uso de la sangre como energía vital ambivalente que genera una transmutación
de la vida misma se consideraba como un elemento común e igual en todos, no
se colocaba ninguna barrera para su uso mediante la transfusión, y no es, sino
hasta el descubrimiento de los grupos sanguíneos en que se establece un
parteaguas, ¡La sangre es diferente! y por ende, existen riesgos asociados a la
transfusión.
Adolf Creite (1869), publica las primeras descripciones de una reacción transfusional
(“aglutinación” y “lisis”) al combinar in vivo eritrocitos de conejo con suero obtenido
de diferentes especies. En sus observaciones describe la presencia de orina
colorida (hemoglobinuria), asociando este resultado a un daño renal e incremento
en la presión arterial. Este autor postula que es el suero el que contiene
propiedades químicas que pueden afectar los eritrocitos del sujeto en cuestión.
Continuando en esta línea, elabora un segundo experimento: el suero es calentado
generando la precipitación de las proteínas. Toma el sobrenadante obtenido del
suero de cada uno de estos animales y los inyecta a un conejo. Los resultados
fueron asombrosos, los eritrocitos del conejo no reaccionaron con ninguno de ellos.
Con base en estos resultados se comprueba la posibilidad de que exista una
interacción química entre las proteínas del suero y los eritrocitos del conejo.
Estos modelos experimentales se basaron en las observaciones realizadas por
Claude Bernard.
Años más tarde Leonard Landois en 1875 corrobora este fenómeno, y es mediante
el empleo de experimentos más controlados y de sus observaciones, que acuña el
término de “aglutinación” al que Creite denominaba “acumulación” y Landois
“grumos pegajosos”. Para el de “lisis” ambos empleaban el término de “disolver”.
Con estos antecedentes Karl Landsteiner establece su modelo experimental, con
algunas variaciones, entre ellas el empleo de hombres como la especie única para
su estudio.
Primera fase: empleó sangre de 6 mujeres post parturientas y mezcló el suero
obtenido de cada una de ellas con una dilución de eritrocitos en solución salina. Los
resultados mostraron variaciones individuales; no estableció conclusiones
aduciendo para ello el estado fisiológico de las pacientes.
Segunda fase: empleó muestras de sus compañeros y la de él (mezcló eritrocitos de
cada uno de ellos con cada uno de los sueros), las conclusiones fueron:

➢ Autotolerancia: al cruzar eritrocitos y suero del mismo sujeto y no observar


reacción.
➢ Presencia de dos grupos (A y B) con sus respectivos anticuerpos, anti-A y
anti-B (el suero del Dr. Pletschnig reaccionó con los eritrocitos del Dr. Sturli y
el suero de Sturli reaccionó con los eritrocitos de Pletschnig).
➢ Presencia de un tercer grupo definido como C (con anticuerpos Anti-A y
Anti-B, no tiene los antígenos A y B), (muestras del Dr. Landsteiner y del Dr.
Stein).

En 1901, publica el artículo en el que postula la existencia de tres grupos


sanguíneos que denominó como A, B y C (premio Nobel en Medicina 1930). Se
establece la regla de Landsteiner: “los antígenos y anticuerpos correspondientes no
pueden fisiológicamente coexistir en el mismo individuo”. Coincidentemente el
mismo año se redescubren las leyes de Mendel.
Un año después se modifica la nomenclatura descrita por Landsteiner del grupo “C”
como grupo “O”, y fueron von Dungern y Hirszfeld en 1911, los primeros en utilizar
la letra O (del alemán ohne que significa sin) para designar al tercer grupo en el cual
no existían los antígenos A y B. En el mismo año en 1902 Sturli y von Decastello
descubren un cuarto grupo, el “AB”.
En 1907 en Polonia, Jansky en la Clínica Sbornik en Praga propone una
clasificación usando numerales romanos: I, II, III y IV; en tanto que en 1910 en
Estados Unidos, Moss en el “Bulletin of the Johns Hopkins Hospital”, propone una
clasificación donde el I del sistema de Moss correspondía al IV de Jansky.
En 1921 en reunión anual de la Asociación de Inmunólogos, la Asociación
Americana de Bacteriólogos y la Asociación de Patólogos, se propone que la
clasificación de Jansky sea adoptada a nivel mundial, no llegaron a ningún acuerdo.
Con la entrega del premio Nobel a Landstainer, la “League of Nations” adopta su
nomenclatura.
Epstein y Ottenberg sugieren la posibilidad de que los grupos sanguíneos sean
heredados. En 1910 Emil von Dungern y Ludwing Hirzfeld postulan la hipótesis de
que los aglutinógenos A y B de las células presentan un patrón de herencia
mendeliana. Berstein, establece que A, B y O son formas alternativas de un solo
locus genético, donde el producto recibe uno de tres alelos de cada padre, con la
posibilidad de 6 genotipos y expresión de 4 fenotipos.
Desde 1911 se tenía conocimiento de la presencia de grupos débiles (subgrupos de
A) y es en 1930 que Thomsen incluye en el modelo de Berstein dos alelos A1 y A2
en lugar de A y establece la teoría de los cuatro alelos (A1, A2, B y O) tratando de
explicar el por qué algunas personas de grupo A producen aglutininas contra
eritrocitos de personas del mismo grupo (subgrupos de A).(13)
En estos tiempos se contaba con anticuerpos de origen humano y lectinas con
“afinidad” por antígenos A o B. Mediante técnicas de inmunohistoquímica se confir-
ma la expresión de éstos en diversas células y en secreciones, comprobándose
también su presencia en bacterias y plantas, sin embargo su naturaleza química
era elusiva.
Tratando de desentrañar este misterio, en la década de los 30, Landsteiner(14)
propone que están conformadas por un complejo aminoácido–carbohidratos. Para
los años 50 los trabajos de Watkins, Morgan y Kabat(15) demuestran que azúcares
sencillos inhiben la aglutinación de eritrocitos por lectinas, por ende, se sugiere un
vínculo entre estos azúcares y la especificidad de los grupos sanguíneos. Por otro
lado, Watkins y Morgan también utilizaron un extracto obtenido de bacterias y
moluscos que actuaba como glicosidasa sobre los eritrocitos.(16,17) Poco
tiempo después se estableció la asociación entre:

➢ N-acetil-galactosamina con el grupo “A”;


➢ D-galactosa con grupo “B”, y
➢ L-fucosa con el “H”.

Los carbohidratos obtenidos a partir del fluido quístico de ovario se utilizaron para
inhibir los anticuerpos Anti-A y Anti-B, y con estos datos concluyen que la naturaleza
y estructura de los antígenos ABH es de oligosacáridos; posteriormente se demostró
su presencia en la membrana de los eritrocitos.
Su expresión contradecía el dogma central de la biología molecular: “un gen una
proteína”, así que Watkins, Morgan y Ceppellini proponen que los alelos A y B
codifican dos glicosiltransferasas que son enzimas que permiten la transferencia del
azúcar inmunodominante específico (N-acetil-galactosamina y D-galactosa) a la
sustancia precursora mediante un enlace glicosídico α1-3. Este proceso se lleva a
cabo en el paso que va del retículo endoplásmico rugoso al sistema de Golgi, como
parte integral del mecanismo postraducción; cuando la transferencia es completa se
genera un determinante antigénico.
Desde 1907 Hektoen puntualizaba el posible daño de las iso hemolisinas durante la
transfusión de sangre, el cual puede ser evitado mediante la selección del donador
aplicando la regla de Landsteiner, esto es, que sea del mismo grupo que el receptor.
Esfuerzos similares son iniciados por Reuben Ottenberg a fin de establecer la
prueba de compatibilidad pretransfusional. En 1954 la Asociación Americana de
Bancos de Sangre (AABB) establece como obligatoria la prueba pretransfusional.

BIBLIOGRAFÍA:
Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular en:
Revista Argentina de Transfusión Vol. XLVI 2020 N° 2 (p.p 141;143)

Denominación, domicilio y objeto social de la AAHITC

ARTÍCULO PRIMERO

Con la denominación "ASOCIACIÓN ARGENTINA DE HEMOTERAPIA,


INMUNOHEMATOLOGÍA Y TERAPIA CELULAR (AAHITC) - Asociación Civil”
seguirá funcionando la otrora Asociación Argentina de Hemoterapia e
Inmunohematología, constituida el día 20 de agosto de 1975 como una asociación
civil de bien público y sin fines de lucro. Su domicilio lo fija en la Ciudad de Buenos
Aires y podrá tener delegaciones y/o representaciones en todo el país.

ARTÍCULO SEGUNDO

Serán sus propósitos:

A. Agrupar a aquellos profesionales que ejerzan su actividad en Centros


Regionales, Unidades de Transfusión, Bancos de Sangre Intrahospitalarios,
Unidades de Trasplante Hematopoyético, Unidades de Medicina
Regenerativa o Terapia Celular, Bancos de Tejidos o cualquier otra
organización con actividades afines a estas disciplinas.
B. Fomentar la donación voluntaria y altruista de sangre, y además la de otros
tejidos u órganos, a través de la información y educación sociales.
C. Promover y velar por la calidad de la transfusión sanguínea y la terapia
celular.
D. Propiciar y publicar trabajos de interés científico de la especialidad.
E. Crear Comisiones de Asesoramiento científico, de estadística, de ayuda
técnica, a profesionales de la Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia
Celular, y otorgar becas de acuerdo con la reglamentación que establezca la
Comisión Directiva;
F. Sostener una biblioteca con material de información sobre la especialidad;
G. Difundir el conocimiento de la especialidad, mediante la organización o
asesoría de cursos de especialización o actualización, a profesionales de la
especialidad. Gestionar para sus socios la obtención de residencias
hospitalarias, cursos y becas de perfeccionamiento tanto en el país como en
el extranjero;
H. Difundir el Código de Ética Profesional a los asociados y velar por su
cumplimiento;
I. Crear vínculos con universidades estatales o privadas, que propendan a un
intercambio científico mutuo y armónica, en la esfera de la docencia y la
investigación;
J. Procurar ante los poderes del Estado, su reconocimiento como entidad
asesora científica y técnica y solicitar la autorización de facultarla para
otorgar títulos de la especialidad.
K. Organizar congresos o jornadas científicas, nacionales, internacionales, y
sesiones científicas periódicas con el objeto mencionado en el inciso a) de
este artículo;
L. Propiciar el establecimiento de relaciones con las asociaciones similares del
país o del extranjero;
M. Defender al asociado en su legítimo interés gremial profesional, recurriendo
para ello a los organismos gremiales existentes.
N. Procurar la defensa y protección de los a profesionales de la Hemoterapia,
Inmunohematología y Terapia Celular en su trabajo y remuneración en toda
clase de instituciones asistenciales, para toda forma de prestación de
servicios médicos públicos o privados, recurriendo a los organismos
gremiales existentes. Determinar los medios y procedimientos para oponerse
al ejercicio ilegal de la Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular,
como especialidades médicas;
O. Nombrar representantes ante Instituciones Científicas Nacionales o
Extranjeras;
P. Promover el arbitraje y la mediación como medios de solución rápida de las
cuestiones o litigios en que pudieran verse involucrados sus asociados sobre
temas éticos o de su ejercicio profesional, siempre que lo soliciten y sea una
de las partes, por lo menos, un asociado.

BIBLIOGRAFÍA:
Disponible en :
https://aahitc.org.ar/nuevaweb/wp-content/uploads/2022/06/EstatutoAAHITCComplet
o.pdf
Línea del tiempo RESUMEN
HISTORIA DE LA HEMOTERAPIA+TRANSFUSIÓN

Año/ Década Eventos históricos relevantes


Antigüedad Las personas enfermas y gladiadores bebían o se daban baños de
greco-romana sangre para adquirir fuerzas.

1492 El Papa Inocencio VIII recibe sangre de tres niños por boca. Primer caso
de transfusión reportado.

1628 William Harvey descubre la circulación de la sangre.

1667 Jean Baptiste Denis en Francia y Richard Lower en Inglaterra por


separado documentaron la realización de transfusiones de animales a
humanos. Los malos resultados ocasionan su prohibición.

1818 El obstetra británico James Bundell realiza las primeras transfusiones


con éxito para el tratamiento de hemorragias postparto. Sigue
considerándose una práctica peligrosa por precariedad y coagulación.

1867 Joseph Lister usa antisépticos para controlar las infecciones en las
transfusiones.

1869 Adolf Creite publica las primeras descripciones de una reacción


transfusional (“aglutinación” y “lisis”) al combinar in vivo eritrocitos de
conejo con suero obtenido de diferentes especies.

1875 Leonard Landois corrobora este fenómeno, y es mediante el empleo de


experimentos más controlados y de sus observaciones, que acuña el
término de “aglutinación” al que Creite denominaba “acumulación” y
Landois “grumos pegajosos”. Para el de “lisis” ambos empleaban el
término de “disolver”.

1901 Karl Landsteiner descubre que las personas tienen diferentes tipos de
sangre y que las transfusiones no son compatibles entre personas de
distinto grupo sanguíneo. En el mismo año se describe el sistema ABC y
se redescubren las leyes de Mendel.

1902 Se denomina al sistema ABC como ABO (del alemán ohne que significa
sin) para designar al tercer grupo en el cual no existían los antígenos A y
B. En el mismo año, Sturli y von Decastello descubren un cuarto grupo,
el “AB”.
1907 Jansky en la Clínica Sbornik en Praga propone una clasificación usando
numerales romanos: I, II, III y IV. También, desde este año, Hektoen
puntualizaba el posible daño de las iso hemolisinas (proteína de bajo
peso molecular que produce lisis de los eritrocitos, leucocitos y plaquetas
mediante la producción de poros en la membrana citoplasmática)
durante la transfusión de sangre, el cual puede ser evitado mediante la
selección del donador aplicando la regla de Landsteiner, esto es, que
sea del mismo grupo que el receptor. Reuben Ottenberg inicia esfuerzos
similares a fin de establecer la prueba de compatibilidad
pretransfusional.

1910 Moss en el “Bulletin of the Johns Hopkins Hospital”, propone una


clasificación donde el I del sistema de Moss correspondía al IV de
Jansky. Emil von Dungern y Ludwing Hirzfeld postulan la hipótesis de
que los aglutinógenos A y B de las células presentan un patrón de
herencia mendeliana. Félix Berstein, matemático alemán que desarrolló
el teorema de equivalencias de conjuntos, establece que A, B y O son
formas alternativas de un solo locus genético (término que usamos para
decir dónde está localizado en un cromosoma un gen específico), donde
el producto recibe uno de tres alelos de cada padre, con la posibilidad de
6 genotipos y expresión de 4 fenotipos.

1911 von Dungern y Hirszfeld fueron los primeros en utilizar la letra O.


Conocimiento de la presencia de grupos débiles (subgrupos de A).

1914 El 9 de noviembre de este año, se realiza la primera transfusión de


sangre anticoagulada con citrato de sodio, técnica aplicada y
desarrollada por el médico argentino Luis Agote en el Hospital Rawson,
a una madre que sufría una hemorragia post parto. Gracias a ésta
técnica, los médicos pueden conservar la sangre y trasladarla al campo
de batalla a 4 meses de iniciada la I Guerra Mundial.

1921 Aparecen los primeros bancos de donantes. Para solventar los


problemas de abastecimiento, la Cruz Roja de Londres crea la primera
entidad municipal de donantes de sangre del mundo.

1930 Thomsen incluye en el modelo de Berstein dos alelos A1 y A2 en lugar


de A y establece la teoría de los cuatro alelos (A1, A2, B y O) tratando de
explicar el por qué algunas personas de grupo A producen aglutininas
contra eritrocitos de personas del mismo grupo (subgrupos de A).
Landsteiner ganó un premio Nobel en medicina. Además, propone que
están conformadas por un complejo aminoácido–carbohidratos.
1940 Edwin Cohn, un profesor de química biológica en la Escuela de Medicina
de Harvard, desarrolla el proceso que divide el plasma en sus
componentes y productos. Landsteiner describe el sistema RH.

Años 50 Los trabajos de Watkins, Morgan y Kabat demuestran que azúcares


sencillos inhiben la aglutinación de eritrocitos por lectinas, por ende, se
sugiere un vínculo entre estos azúcares y la especificidad de los grupos
sanguíneos.

1954 La Asociación Americana de Bancos de Sangre (AABB) establece como


obligatoria la prueba pretransfusional.

1961 Se reconoce el papel de los concentrados de plaquetas en la reducción


de la mortalidad por hemorragias en pacientes que padecen cáncer.

Década de los Los hospitales y los bancos de sangre abren esta etapa gracias al
80’ crecimiento de la terapia de componentes, los productos para los
desórdenes de coagulación y el uso de plasma para los problemas
inmunológicos.

1985 Se introducen los test de detección del virus VIH-SIDA en los bancos de
sangre para proteger el proceso de donación.

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