Está en la página 1de 3

SERMÓN – EL ALFARERO

Coloque la caja con el espejo en un lugar donde se facilite la actividad. Diga al grupo que la caja
contiene la obra más grande de Dios. Pregunte al grupo: ¿Qué creen que hay dentro de la caja? El
grupo intentará adivinar su contenido.
Pida voluntarios que quieran mirar dentro de la caja. Hable con ellos aparte y explíqueles que
podrán ver, pero no dirán lo que vieron dentro de la caja. Ya que en la caja hay un espejo, los
participantes se verán ellos mismos y en ese momento reconocerán que la mayor obra de Dios son
precisamente ellos.
4. Enfatice la importancia que cada persona tiene para Dios.
DESARROLLO:
Jeremías 18–19
Introducción:
Jeremías 18 : 1 - 4
En el capítulo 18 el profeta visita la casa del alfarero y le observa moldear el barro, mientras que en
el capítulo 19 lleva una vasija terminada y la rompe en el valle de Himno. El primer acto es un
cuadro de la gracia de Dios; el segundo, de su juicio. Al considerar al alfarero y el barro se puede
ver un cuadro de nuestras vidas y relación con Dios. Cada objeto tiene su significado.
I. Dios es el Alfarero
A. Una persona.
Nuestras vidas no están en las manos de alguna «fuerza» invisible o «destino» ciego; están en las
manos de una Persona: el Dios todopoderoso. Dios no es simplemente nuestro Creador; es nuestro
Padre y tiene un interés personal en nuestras vidas. Él es el Alfarero. Véase Isaías 64:8. (“Ahora
pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus
manos somos todos nosotros”)
B. Poder.
El barro no puede moldearse a sí mismo, necesita las manos del alfarero; sólo Dios tiene el poder
para dirigir nuestras vidas. Jeremías 18 : 5 - 10 Él aclara en 18.6–10 que es soberano sobre todas
las personas. No podemos ser bendecidos si discutimos con Él o tratamos de decirle lo que tiene que
hacer; véase Romanos 9.20–24. Por supuesto, esto no quiere decir que Dios es culpable de los
pecados de los hombres ni de los fracasos de las naciones.
C. Un plan.
El alfarero tiene un plan perfecto para el barro; ve en su mente el producto terminado. Dios tiene un
plan perfecto para nuestras vidas (Ro 12.1–2; Ef. 2.10; Filp 1.6). Nosotros no podemos ver el
producto terminado, pero Él nos promete que es maravilloso (1 Co 2.9).
D. Paciencia.
El alfarero trabaja con paciencia con el barro, moldeando tiernamente su forma. Dios dirige con
paciencia nuestras vidas, tratando de cumplir su voluntad. A menudo usa las manos de otros para
ayudar a formarnos: padres, maestros, otros creyentes, incluso los que nos persiguen. Demora hacer
un producto que valga la pena y Dios está dispuesto a esperar.
II. Nosotros somos el barro
A. Los seres humanos están hechos de barro; el barro es polvo mezclado con agua. Somos polvo
(Sal 103.14), pero el agua del Espíritu de Dios nos ha dado vida mediante la fe en Cristo.
B. El barro no tiene gran valor en sí mismo, pero puede convertirse en algo grande si lo moldean
manos apropiadas y para el propósito apropiado.
V. Las pruebas es el horno
A. Jeremías no menciona el horno del alfarero, pero tenía que estar allí. Ninguna vasija sirve para
algo mientras no haya atravesado el horno.
B. El calor le da al barro fuerza y belleza, e incrementa su utilidad y valor.
C. La vida debe tener sus hornos.
D. Job atravesó el horno del dolor (Job 23.10) y 1 Pedro 4.12ss habla del horno de la persecución.
E. Los tres jóvenes hebreos fueron arrojados en el horno y descubrieron que el Alfarero estaba allí
en el fuego con ellos (Dn 3.19–25).
F. Dios sabe exactamente cuánto calentar el horno; sabe exactamente cuántas pruebas podemos
soportar (1 Co 10.13).
G. Cuando las pruebas nos salen al paso, debemos rendirnos al Alfarero y permitirle que haga su
voluntad.

HISTORIA DE LA TAZA
Se cuenta que alguna vez en Inglaterra existía una pareja que gustaba de ir a las pequeñas tiendas de
Londres, una de sus tiendas favoritas era una en donde vendían vajillas antiguas. En una de sus
visitas a la tienda vieron una hermosa tacita, ¿me permite ver esa taza? preguntó la señora, nunca he
visto una taza tan fina como esa, en cuanto tuvo la taza en la mano escuchó que la tacita comenzó a
hablar: usted no entiende, yo no siempre he sido esta taza que usted está sosteniendo, hace mucho
tiempo yo solo era un montón de barro amorfo, mi creador me tomó entre sus manos y me golpeó y
me amoldó amorosamente, llegó un momento en que me desesperé y le grité por favor déjame en
paz pero sólo me sonrió y me dijo espera un poco más todavía no es tiempo.
Después me puso en un horno yo nunca había sentido tanto calor, me pregunté por qué mi creador
quería quemarme, así que toqué la puerta del horno, de la ventana del horno pude leer los labios de
mi creador que me decía espera un poco más todavía no es tiempo.
Finalmente se abrió la puerta, mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara, sí
está mucho mejor me dije a mí misma pero apenas me había enfriado cuando mi creador ya estaba
cepillándome y pintándome, el olor de la pintura era horrible, sentía que me ahogaría, por favor
detente le gritaba yo a mi creador, pero él sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y me
decía espera un poco más todavía no es tiempo
Al fin dejó de pintarme, pero esta vez me metió nuevamente a otro horno no era un horno como el
primero, sino que era mucho más caliente, ahora sí estaba segura que me sofocaría le rogué le
imploré que me sacara grite lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo espera un poco más,
aún no es tiempo, en ese momento me di cuenta que estaba perdida me dije que no había esperanza.
nunca lograría sobrevivir a ese horno.
Justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abrió la puerta y mi creador me tomó
cariñosamente y me puso en una repisa que era aún más alta que la primera, allí me dejó un
momento para que me refrescara, después de una hora de haber salido esa no podía ser yo, lo que
veía era hermoso, me dijo mi creador yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis
manos pero si te hubiera dejado como estabas te hubieras secado, sé que te causó mucho calor y
dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí seguramente te hubieras estrellado,
también sé que los gases del olor a la pintura te causaron muchas molestias, pero de no haberte
pintado, tu vida no tendría color; si yo no te hubiera puesto en este segundo horno, no hubieras
sobrevivido mucho tiempo porque tu dureza no hubiera sido suficiente para que subsistieras.
Ahora tú eres un producto terminado eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a formar.
Sabes, igual pasa con nosotros, Dios nunca nos va a tentar ni a obligar a que vivamos algo que no
podamos soportar, Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros, él es el artesano y
nosotros somos el barro con el cual él trabaja, él nos ha moldeado a nuestra forma para que
lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir con su voluntad.
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.” Salmos 51 : 6-7.

Un nuevo año va a comenzar, si miras atrás podrás recordar todas las veces que permitiste que tu
humanidad saliera a relucir, si miras atrás te darás cuenta de todas las veces en que te equivocaste,
también podrás notas las veces que lloraste, cuando tuviste que pasar por pruebas, pero si miras un
poco más también podrás ver todo lo que Dios ha hecho por ti. Hoy Dios te dice: déjame moldearte,
deja que pueda darte un corazón nuevo. Que en el 2023 el Señor nos ayude a ser vasijas de honor,
apropiadas para el uso del Maestro.
Quiero invitarte a ponerte de pie para cantar este hermoso himno que de seguro lo conoces muy
bien, pero cuando cantes reflexiona, deja que el Espíritu Santo entre a tu corazón y haga de ti una
vida nueva.
ORACIÓN
Alfarero Divino, tu que sabes trabajar con el barro, tú que moldeas esa vasija de día y de noche, tú
sabes que hay dentro de mí, tú puedes crear una vasija nueva, lo que no te gusta de mí, lo que no
está bueno en mi moldéame una vez más Alfarero, yo sé que costará un proceso estar sobre la mesa
del alfarero, sé que no será fácil para nosotros pero tú eres experto en trabajar con el barro, tú eres
experto en hacer vasijas nuevas, Oh Alfarero Divino, con tus manos preciosas trabaja en mí,
necesito ser moldeado a tu forma, si es que voy a ser quebrantado en tus manos sé que me vas a
hacer mejor. Sé que eres paciente y estás dispuesto a trabajar con esta vasija, esta vasija que se ha
deformado, trabaja una vez más. Oh Alfarero Divino aquí está mi vida, aquí está la vida de mis
hermanos, dispuesta para ser trabajada en tus manos y ser transformados, en tus manos estamos,
sabemos que estás trabajando, viene un nuevo año y queremos ser diferentes. gracias por ser
llamados hijos tuyos. En tu nombre oh Dios Amén.

También podría gustarte