Está en la página 1de 10

VASOS DE BARRO

(2 Corintios 4:7)

(2 Corintios 4:7):
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder
sea de Dios, y no de nosotros…

Se ha dicho que el imperio romano no podía funcionar sin el aceite de oliva.


El aceite de oliva se utilizaba para los baños, para las ceremonias religiosas y
las ceremonias civiles, también para la cocina, la cosmética, las lámparas y
también para la medicina. Durante décadas, el aceite de oliva del sur de España
y del norte de África, fue exportado a roma en grandes cantaros de barro
llamados ánforas. Estos vasos de barro eran tan baratos que después de haberlos
vaciado de todo el aceite de oliva, no valía la pena devolverlos a España, sino
que salía mucho mas económico deshacerse de ellos; así que eran desechados
en un área específica a la orilla del rio. A través del tiempo, esta área se fue
convirtiendo en un monte artificial compuesto por los fragmentos rotos de estos
vasos. Hasta el día de hoy es conocido como el monte Testacho, un rio que esta
a la orilla del rio Tíber en Roma y que contiene todos los fragmentos de barro
de las ánforas que llegaban al puerto de la antigua Roma. Los fragmentos de
aproximadamente 25 millones de ánforas, fueron los que crearon este monte
gigantesco de desperdicios. Para el imperio romano, el ignorar las ánforas era
mucho mas barato que tratar de reciclarlas así que simplemente las
amontonaban en lo que ahora se llama el monte Testacho, un monte de
desperdicio lleno de esos fragmentos inutilizables e inservibles.
En el mundo antiguo, el valor de estas vasijas no se encontraba en su belleza,
sino que el valor de la vasija se encontraba en su contenido. Las vasijas no
disfrutaban de algún valor aparte del aceite que conllevaban. Lo que había
dentro de los frascos, era lo que las hacia valiosas.

Era exactamente de estos tipos de vasos de barro que hablaba el apóstol pablo
cuando dijo que “Nosotros tenemos este tesoro en vasos de barro”. Y para los
que no lo han captado todavía, usted, querido hermano, no es el tesoro, usted
es el barro.
En este pasaje de la escritura hay un contraste sorprendente, un asombroso
contraste entre la gloria resplandeciente de Dios en el rostro de Jesucristo, el
cual es el tesoro que fue puesto en nuestros cuerpos los cuales son los
contenedores débiles, imperfectos, frágiles e inatractivos por los cuales este
glorioso evangelio es llevado y entregado al mundo. Todos los que estamos
aquí somos barro. Los pastores, barro; los predicadores, barro, los ministros,
barro; los diáconos, barro; los secretarios, barro; los músicos, barro; los
cantores, barro; los ujieres, barro; y por si acaso se me olvida alguien, todos
somos barro. No importa si tu eres ujier o el presidente de la iglesia, todos
somos barro, imperfecto, barro débil, barro ordinario, barro inservible,
reemplazable y común y si usted vino hoy para darle un empuje a su autoestima,
vino al culto equivocado, porque a Dios le ha placido usar vasos de barro.

David se comparó a un frágil vaso de barro. En el libro de Salmos 31:12 el dijo:


He sido olvidado de su corazón como un muerto; he venido a ser como un
vaso quebrado. Isaías también muestra la fragilidad de un vaso de barro, al
describir como la tribu de Judá seria destruida: Y se quebrará como se quiebra
un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos, tanto que entre
los pedazos no se haya tiesto para traer fuego del hogar o para sacar agua del
pozo. Así de frágiles, así de débiles, así de comunes eran considerados los vasos
de barro. En (2 Timoteo 2:20) pablo dijo: En una casa grande no solo hay
vasos de oro o de plata, sino también de madera y de barro; unos para usos
honrosos y otros para usos viles. Los vasos de oro o de plata eran para usos
honrosos, pero los vasos de barro eran las piezas de vajilla domestica mas
baratas y comunes, y literalmente desechables que se usaban para usos viles.

¿Qué tan vil era el uso que se le daba a estos vasos?


En la época de pablo era común que las personas ricas almacenaran su oro y
otros objetos de valor en estos vasos de barro. Los escondían en la tierra, pero
ese no era su uso común. El vaso de barro era mas adecuado para un propósito
mucho menos honorable, como lo era el retirar la materia fecal y otros
desperdicios del baño y de la cocina, para esto se usaban estos vasos de barro.
Estos eran unos de los usos principales, y no se si usted me está siguiendo, pero
pablo dice aquí que nosotros somos vasos de barro; no vasos de oro, no vasos
de plata, no vasos honrosos; nosotros simplemente somos vasos de barro.
Una y otra vez, la biblia nos da a entender figurativamente que nosotros
somos barro, vasos de barro, comunes y ordinarios. ¿a quién vino Jesucristo
a salvar? Jesucristo vino a salvar a vasos de barro. Él no vino por fuertes, Él
no vino por sabios, Él no vino por inteligentes ni por ricos ni por nobles ni
pudientes; Él vino por vasos de barro, por lo débil de este mundo.

A los fariseos les dijo: Los sanos no tienen necesidad de medico sino los
enfermos, no he venido para llamar a justos sino a pecadores al
arrepentimiento; en otra ocasión, dijo el Señor: Te alabo padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los
entendidos y las revelaste a los niños.

Pablo también le dijo a la iglesia en Romanos: Porque Cristo, cuando aún


éramos “débiles” (No fuertes, no poderosos, no sabios, no inteligentes, débiles)
a su tiempo murió por los impíos.

Después Pablo le dice a la iglesia en Corinto: Pues, mirad, hermanos vuestra


vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos ni
muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a
los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a los fuertes; y
lo vil del mundo escogió Dios, y lo menospreciado, y lo que no es, para
deshacer lo que es. ¿Por qué? Porque Dios escoge a meros vasos de barro.

El evangelio no fue llevado por la clase alta de Egipto, el evangelio no fue


escrito por la clase alta de Grecia o de Roma o incluso de Israel. Los mayores
eruditos del mundo en ese momento, estaban en Egipto, pero ellos no fueron
los portadores del evangelio; estaban en la biblioteca mas grande de la
antigüedad en Alejandría pero allí tampoco se encontró el evangelio; los
filósofos mas distinguidos se encontraban en Atenas, pero allí tampoco se
encontró el evangelio; y los lideres e impulsores de hombres mas poderosos
estaban en Roma, los genios religiosos estaban en el templo de Jerusalén,
pero Dios no usó a ninguno de ellos ¿Por qué? Porque Dios solo usa a vasos
de barro.
El Señor pasó por alto a Heródoto, el historiador; le pasó por alto a Sócrates,
el filósofo; le pasó por alto a Hipócrates, el padre de la medicina; a Platón, el
filósofo y también a Aristóteles; Pasó por alto a Euclides el matemático, a
Arquímedes, el padre de la mecánica; pasó por alto a Parco, el astrónomo;
Cicerón el orador, virgilio el poeta; los pasó a todos por alto, ¿Por qué? Porque
el Señor solo usa a vasos de barro. Estaba buscando a vasos de barro.

En sus mentes, estos filósofos, desde un punto de vista humano, estas


personas eran vasijas magnificas, vasijas de oro, vasijas de plata, vasijas de
mucho valor, pero estaban tan impresionados con su propio valor que no
vieron ningún valor en el evangelio; así que el Señor dijo: El evangelio no
llegará hasta la altura de ello, yo voy a ir a campesinos, voy a ir a pescadores,
voy a ir a hombres malolientes, voy a ir a publicanos y prostitutas, voy a ir a
pecadores; voy a ir a vasos de barro. A estos los eligió Dios para sostener y
proclamar y escribir el tesoro invaluable de la verdad del Evangelio. Él dijo:
yo ando buscando a vasos comunes, vasos enfermos, vasos débiles, vasos
pobres, a vasos de barro.

Y para esos que están aquí en esta hora, que se creen que son la última playa
en Cancún, déjame decirte algo, te tengo noticias, amado hermano, las doce
puertas en la nueva Jerusalén, llevan escritos los nombres de doce hombres
llamados: hombres sin letras y del vulgo. Te haría mucho bien si te humillas
bajo la poderosa mano del Señor. Dios no anda buscando altivos, Él mira de
lejos al altivo, pero Dios anda buscando personas que reconocen: “Yo soy
vaso de barro”. No merezco ninguna de tus misericordias, no merezco que me
salves, no merezco que me uses, soy un vaso de barro.

Alguien puede decir, pastor, pero es que yo no se hablar, es que no tengo la


casa correcta para hacer un redil, pastor es que no soy líder, es que no fui al
instituto bíblico; pues bienvenido al reino de Dios; Él no anda buscando al
rico, Él no anda buscando al sabio, Él no anda buscando al inteligente, Él
anda buscando a alguien que diga: Yo soy vaso de barro.
Desde el principio del mundo, Dios ha escogido a vasos de barro. Abraham,
culpable de mentir, sin embargo, se convirtió en el hombre de Fe y amigo de
Dios; Jacob, culpable de fraude, sin embargo, se convirtió en el padre de las
doce tribus de Israel; Moisés tartamudo y de mal genio, sin embargo, fue el
hombre escogido para libertar a toda una nación y tener comunión con Dios
y recibir su ley. David, culpable de adulterio, conspiración, asesinato,
infidelidad, pero se arrepintió, y se convirtió en un hombre conforme al
corazón de Dios y en el salmista numero uno de toda la historia, y aun
cantamos sus canciones, el dulce cantor de Israel. Elías, huyendo de Jezabel,
pidió que Dios le quitara la vida, pero él, un simple vaso de barro, fue usado
por Dios. Isaías, en la presencia de Dios él grita: “Ay de mi que soy muerto,
porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo
que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al rey, en otras palabras, soy un
vaso de barro. Pedro, otro vaso de barro, líder y vocero de los doce apóstoles,
pero él negó a su Señor con juramentos, con maldiciones, e incluso tuvo la
audacia de corregir al Señor y fue restaurado por la compasión de Jesucristo
en medio de su desobediencia.

Aquí también, en este lugar, si pasaría este micrófono a alguien, hay


testimonios de personas que dirían: soy ex pandillero, soy ex ladrón, soy ex
marihuanero, soy ex borracho, soy ex mentiroso, soy ex esto, soy ex lo otro,
pero gracias sean dadas a nuestro Dios que él no escogió a lo mayor del
mundo, no, escogió a vasos de barro.

Pablo quizás el mejor cristiano que el mundo haya podido ver, pablo, el cual
escribió mas de la mitad del nuevo testamento, fue ganado por el mismo Señor
Jesucristo en una entrevista personal, fue el apóstol a los gentiles, no un apóstol,
Él apóstol, el cual plantó alrededor de veinte iglesias y fue azotado cinco veces
por los judíos a causa de este Cristo y hasta apedreado y dejado como muerto,
y aun con todo y esto, pablo reconoce: “Yo soy un vaso de barro”.

En (2 Corintios 4:5) el dice: No nos predicamos a nosotros mismos, sino a


Jesucristo como Señor y a nosotros como siervos suyos.

Pablo estaba plenamente convencido de que él no era el mensaje, sino que era
el mensajero.
Y Hay predicadores que se creen que son el mensaje, pero no se trata de ti,
pastor; no se trata de ti, líder; no se trata de ti, líder de alabanza o de jóvenes
o de damas, es que no se trata de ti, se trata del tesoro dentro del vaso de barro.
Abre tu boca y predica, pon manos sobre los enfermos y sanaran, entra a una
casa y agarra la silla de ruedas y di: Aquí van a haber milagros, señales y
maravillas. Yo simplemente soy un vaso de barro.

Quizá no se mucho, quizá no tengo un título universitario, quizá no tengo el


mejor trabajo o la mejor elocuencia para hablar, pero yo tengo un tesoro en
este vaso de barro.

Pablo hizo una auto evaluación de sí mismo, ahora, ¿Cuál fue la auto
evaluación de este tal pablo?

En (1 Timoteo 1:15) él dice: Palabra fiel y digna de ser recibida por todos, que
Cristo Jesus vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy
el primero.

En (1 Corintios 15:9) escribió diciendo: Porque yo soy el más pequeño de los


Apóstoles, que no soy digno de ser llamado Apóstol porque perseguí a la
iglesia del Señor.

En (Efesios 3:8) dijo: A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los
santos (ya no solo dice: soy menor que los apóstoles, ahora dice: soy menor
que el más pequeño de todos los santos) me fue dada esta gracia de anunciar
entre los gentiles, el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo.

Oh, amado hermano, ojalá que ese mismo espíritu sature al pueblo de Dios
en estos últimos tiempos: yo soy vaso de barro.

Pablo había establecido la iglesia en Corinto durante un periodo de casi diez


años predicando allí, y no mucho después de que él se fuera, entraron falsos
maestros y su agenda era enseñar falsa doctrina y mentiras. Pero para ellos poder
ser escuchados, tuvieron que destronar a Pablo, así que comenzaron un asalto
total contra pablo. En medio de su propia congregación, en su ausencia,
intentaron desacreditar a pablo de todas las formas imaginables. El ataque que
hicieron contra pablo, involucró golpes demasiado bajos. Fueron despiadados e
implacables, y parte de su ataque contra pablo fue realmente un tipo de ataque
impensable. Lo agredieron por sus defectos físicos y por sus debilidades
humanas, principalmente por la forma en que se veía y por la forma en la cual
él hablaba. De hecho, pablo se dirige directamente a estos falsos apóstoles en el
capítulo diez de segunda de corintios y él dice en el verso diez, lo que los falsos
apóstoles habían dicho de él. Esto fue lo que dijeron de él: A la verdad, sus
cartas son duras y fuertes más la presencia corporal de él es débil y su palabra
menospreciable. En otras palabras, estaban diciendo. La manera en la que él
escribe, eso es poderoso, cuando leemos sus cartas, son fuertes, son duras, son
poderosas, pero cuando uno lo ve y cuando uno lo escucha, su presencia
corporal es débil y su palabra es menospreciable; o sea, él no sabe predicar.
Para un predicador, esta es la ofensa más baja que hay, porque si un predicador
no es atractivo, por lo menos, uno puede cerrar los ojos y escuchar su mensaje,
y si no predica bien, pero por lo menos es atractivo y carismático, entonces, abre
los ojos. Pero lo peor es cuando se le dice a un predicador: ni te miras bien, ni
te escuchas bien. Y eso fue lo que dijeron de pablo: cuando cerramos los ojos,
tenemos que escucharte y cuando cerramos los oídos, tenemos que verte.
No es una persona imponente, decían ellos hablando de pablo, le falta carisma,
carece de personalidad, carece de buena apariencia, no tiene la presencia
personal ni el poder personal para motivar a la gente

Hubo un documento que apareció a mediados del segundo siglo, el cual afirma
cómo se veía pablo corporalmente. El libro se llama: los hechos de pablo y tecla.
Según la historia, este libro fue leído ampliamente en la iglesia primitiva con
las demás cartas del nuevo testamento, y según la historia de este libro, pablo
se acerca a la ciudad de Iconio y tito le dijo a Onesiforo, que aparentemente no
conocía a pablo personalmente, le dijo cómo era pablo, y entonces tito le dio
una descripción de la apariencia de pablo para que supiera a quién debía buscar.
Debía buscar a un hombre que fuera pequeño de estatura, calvo, de piernas
arqueadas, bien formado con la grasa del señor, cejijunto, de nariz bastante
larga, pero lo que me encanta de toda esta descripción es cómo lo termina tito,
dice: “Y lleno de gracia”.

En otras palabras, pablo no hubiera salido en la lista de los hombres más guapos
del mundo.
Estos falsos maestros que estaban sembrando división entre la iglesia, habían
llegado a la conclusión de que pablo tenía una apariencia repugnante, no era
nada digno de mirar. Y estos falsos maestros decían: la razón por la que pablo
es rechazado, la razón por la que pablo no es más popular y el evangelio no se
escucha más atractivo es porque él es un hombre común y corriente, poco
impresionante y quizás un poco deforme. Carece de personalidad, carece de
estatura, el encanto y cualquier otra cosa que se necesite para influir en gente.

Hay algunas pistas bíblicas que también darían certeza a que el aspecto físico
de pablo tal vez no era el mejor.

En hechos capitulo catorce, dice la biblia: Entonces vinieron unos judíos de


Antioquia y de Iconio que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado
a pablo, le arrastraron fuera de la ciudad pensando que estaba muerto; pero
rodeándole los discípulos se levantó y entró en la ciudad y al día siguiente
salió con Bernabé para Derbe.

Cuando estudiamos acerca de esto de apedrear a una persona, miramos en la


enciclopedia judía, la cual resume el procedimiento que se usaba para apedrear
a un individuo, mire lo que sucedía:
Primero colocaban al preso en una plataforma del doble de su altura, o sea, es
mas o menos como caer de un segundo piso, y uno de los testigos lo arrojaba a
él al suelo de esa plataforma, eso era lo primero que hacían, el testigo numero
uno lo arrojaba al suelo; si la conmoción cerebral no producía la muerte
instantánea, entonces el segundo testigo le arrojaba una piedra bastante pesada
al pecho a ver si eso lo mataba. Y si esto también resultaba insuficiente para
poner un final a su vida, el resto del pueblo empezaban a arrojarle piedras al
cuerpo postrado hasta que le sobrevenga la muerte.

La razón por la cual habían parado el procedimiento contra pablo, es porque la


biblia dice que ellos creían que ya estaba muerto. Arrastraron su cuerpo
inconsciente fuera de la ciudad, los discípulos de esta ciudad lo rodearon a él,
quizás para que nadie se diera cuenta que él había sobrevivido y lo entraron de
nuevo a la ciudad a escondidas. Lo que quiero que ustedes noten es esto: que
dice la biblia que al día siguiente salió con Bernabé a Derbe.
Derbe era una ciudad en la región de galacia. Galacia no era una ciudad, sino
que era una región y la carta escrita por pablo a los gálatas, no fue una carta
escrita a una iglesia en particular sino a una región, a varias iglesias en la región
de galacia. Una de ellas de seguro que fue derbe, donde pablo llegó a predicarles
el evangelio, a causa, dice él, de una enfermedad física. No sabemos
exactamente cual fue esta debilidad en su cuerpo o esta enfermedad, pero me
hace especular algo aquí. Mire lo que escribe pablo a ellos en (Gálatas 4:13) le
dice a la iglesia en Gálatas: Vosotros sabéis que a causa de una enfermedad
del cuerpo os anuncié el evangelio al principio (y el verso catorce dice) y no
me despreciasteis ni me desechasteis por la prueba que tenia en mi cuerpo,
antes bien me recibisteis como un ángel de Dios, como a Cristo Jesus.

Que precioso es esto, lo mas probable era que él estuviera hablando de cómo él
llegó a Derbe después de haber sido apedreado, dejado como muerto. Para este
tiempo pablo tenia mas de sesenta años, me imagino que su cuerpo, hinchado,
adolorido, cicatrizado, e irreconocible, pero pablo les dice aquí: gracias por no
haberme desechado por la prueba que tenia en mi cuerpo, cuando llegué a derbe
irreconocible y nadie más me quería, quizá me llamaban monstruo,
simplemente un vaso de barro caminando, pero ustedes me recibieron como a
un ángel del cielo y como a Cristo Jesus, gracias por tratarme con respeto,
recibirme con honra, me dieron el trato que le habrían dado a un ángel, aunque
tenia esta grave prueba en mi cuerpo.

Pero no solo era su apariencia física, sino que también lo difamaban porque él
no era un predicador como ellos, menospreciaron su capacidad oratoria, su
capacidad para hablar y pablo admite esto en (1 Corintios 2:3) él dice: Estuve
con ustedes en debilidad y en temor y en mucho temblor. ¿y de qué hablaba
él? Bueno, en el verso uno dice: No vine con excelencia de palabras o de
sabiduría… (no sabia como hablar como los corintos, no tenia la habilidad
oratoria que disfrutaban los otros predicadores; y que consuelo saber que pablo
estaba un poco nervioso, con temblor, antes de levantarse para hablar, tenía
temblor, porque él era consciente de sus defectos. Y he venido para decirle a
alguien en esta hora: nunca desprecies los nervios antes de ponerte detrás de
este sagrado pulpito, nunca desprecies el que todavía tiemblas cuando
agarras el micrófono, porque lo que estas hablando no es cualquier palabra,
lo que estas hablando es la palabra de Dios.
Ruégale a Dios que nunca se te quite ese sentimiento de nervios, nunca
confíes demasiado en tus propias habilidades, el temblor te mantiene humilde,
juicioso, obediente y dispuesto a aprender más; nunca desprecies el temblor.

Y así se burlaron de pablo por eso, y culparon los fracasos de su ministerio y el


hecho de que fue rechazado con tanta frecuencia por el hecho de que, decían
ellos, era una persona tan despreciable para mirar y despreciable para escuchar,
y decían de él, que él no era el apóstol que decía ser. así que segunda a los
corintios fue escrito en parte, pablo defendiéndose de estas acusaciones,
defendiendo su apostolado diciendo. Yo si soy apóstol. Pablo se hubiera podido
defender diciendo: si no me creen, vayan hablen con Gamaliel, porque a los pies
de Gamaliel fui instruido, vayan y miren, yo no soy parte de los doce y todavía
me llaman apóstol, quién tiene ese privilegio, tengo el equivalente de tres
doctorados a la edad de 25 años de una universidad acreditada. Si no me crees,
búscame en Google, búscame en YouTube; pero lo que toca profundamente mi
corazón, es que esa no fue la defensa de pablo, esto fue lo que pablo dijo, pablo
se defendió en segunda de corintios diciendo esto: es verdad. Todo lo que dicen
de mí, es verdad. Pablo está consciente de que la gloria, y la majestad y la
maravilla Jesucristo y de su evangelio, esta empaquetada en un mensajero
común, en un mensajero humilde, en un mensajero frágil, en un mensajero
imperfecto, y es por eso que el pudo decir: “Yo tengo un tesoro en vaso de
barro”

Mi mayor defensa, es decir, es verdad, es verdad, es verdad, me descubrieron,


no lo se todo, no lo he alcanzado ya, no soy perfecto, no, soy meramente un
vaso de barro, pero lo que me da a mí, mi credibilidad, no es el barro que está
aquí afuera, es el tesoro del evangelio y la evidencia de que soy apóstol, no es
mi inteligencia, no es mi sabiduría, no es mi poder, no es mi destreza, es que
a Dios le ha placido usarme a mí, un vaso de barro.

Levántate vaso de barro, levántate tu cabeza en alto, tu eres un vaso de barro,


este tesoro es para los pobres, ancianos, analfabetos, enfermos, depresivos,
con familias disfuncionales, vasos de barro, vasos de barro. Levanta tu cabeza
en alto. Vaso de barro, predica el evangelio, tu eres un vaso de barro.

También podría gustarte