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TENTACIONES: MATEO 4:1-11

 Imaginación: Río del Jordán, bautismo


 Satanás estuvo presente en el bautismo de Jesús.
 Satanás tembló desde que Cristo nació. Él sabía muy bien quien era Jesús, lo conocía de miles de
años atrás.
 Cuando Dios nos somete a una prueba, tiene un fin que lograr para nuestro bien. (1 Corintios 10:13;
Salmos 50:14,15)

I. PRIMERA TENTACIÓN

v.1 “fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo”
 Después de bautizados, nuestros problemas no desaparecen.
 Satanás intenta destruir nuestro pacto hecho con Dios y lo hace por medio de: problemas y
tentaciones.
 Para sentir la necesidad de buscarlo y depender de Él. Las pruebas nos ayudan a crecer, fortalecer...
v.2 “Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre”.

 Jesús estaba débil físicamente. Era la oportunidad de Satanás.


 El diablo busca momentos de debilidad o necesidad para atacarnos.
v. 3,4 “Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en
pan. El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale
de la boca de Dios.”

“Si eres hijo de Dios”.


 Cuarenta días antes Dios había dicho “Este es mi Hijo Amado”. Satanás le gusta hacernos dudar.
Quiere que dudemos del amor de Dios en momentos de necesidad.
 Frases como. “Y eso que eres cristiano”, “¿De qué te sirve ir tanto a la iglesia?, “¿Dónde están las
bendiciones de Dios?”, “Yo sin orar..., ¿y tú?”
“Di que estas piedras se conviertan en Pan”.
 Prueba del apetito. Adán cayó por la comida. Jesús tenía que vencerla.
 El Diablo les saca provecho a nuestras necesidades y deseos para hacernos caer.
 ¿Podría Jesús convertir las piedras en pan? Sí, pero no tenía por qué probarle al enemigo si era o no
el Hijo de Dios. El enemigo nos hace caer en su juego cuando tratamos de probarles a los demás que
somos hijos de Dios mediante nuestros logros.
“Escrito Está”: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. (Deut.
8:2,3)
 Hay cosas más importantes que la comida, la ropa o las cosas materiales. Dios a veces permite que
padezcamos carencias con el fin de buscarlo a Él.
 Debemos alimentarnos de la Palabra de Dios.
Cita 1: “Cuando nos veamos asaltados por las tentaciones, no miremos las circunstancias o nuestra
debilidad, sino el poder de la Palabra”.

II. SEGUNDA TENTACIÓN

v.5 “Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo”.
 Lo llevó a un templo para tentarlo. ¿Puede el diablo llevar a alguien al templo? El diablo no respeta
personas ni lugares.
 A veces somos utilizados para criticar, murmurar, mostrar errores, etc...
v.6 “y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de
ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra”.
“Si eres Hijo de Dios”.
 Otra vez, Satanás quiere que Jesús demuestre que es Hijo de Dios. Satanás diciéndole: “Si eres el
Hijo de Dios, ¿por qué tienes que exponerte al peligro de este mundo caído? ¿Qué haces aquí?”
 Suena familiar. Si tú eres un hijo de Dios, ¿Por qué...? A nadie tienes que probarle que eres hijo de
Dios, sólo tienes que creerlo.
“Échate abajo”.
 Satanás puede instar, pero no puede obligar a pecar. Satanás le dijo a Jesús “Échate abajo”, no podía
arrojarle”. El tentador no puede nunca obligarnos a hacer lo malo. No pude dominar nuestra mente,
a menos que la entreguemos a su dirección.”

v.7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios”.


 No permitas que el enemigo siembre en ti la duda en los momentos difíciles. No te cuestiones, no
cuestiones a Dios. No te desesperes cuando veas que los malos prosperan y tú no.
 No debemos presentar nuestras peticiones a Dios para probar si cumplirá su palabra, sino porque él
la cumplirá; no para probar que nos ama, sino porque él nos ama. (Hebreos 11:6)

III. TERCERA TENTACIÓN


v.8, 9 “Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la
gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.”
 Esta última tentación fue la más difícil. El diablo sabe ofrecernos un “camino más fácil” para obtener
lo que queremos sin tener que esforzarnos o padecer.
 El Diablo le ofreció un “negocio” a Jesús. Tan sólo arrodillarse y listo. El conflicto se acabaría. ¿Para
qué tendría ya que Jesús morir por nosotros?
v. 10 “Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo
servirás.”
 Cristo sabía que le vendría una vida de sufrimiento y lo que estaba delante de sus ojos era muy
tentador.
 Satanás no tuvo poder para vencer a Jesús. Y con mucha humillación e ira, se vio obligado a retirarse
de la presencia del Redentor del mundo.

CONCLUSIÓN
 Jesús venció por la sumisión a Dios y la fe en él. “Someteos pues a Dios...” Santiago 4:7,8
 Satanás tiembla y huye delante del alma más débil que busca refugio en ese nombre poderoso.
 Jesús dejó todo esto por nosotros, que no sólo se desterró de las cortes celestiales, sino que por
nosotros corrió el riesgo de fracasar y de perderse eternamente. Entonces arrojaremos nuestras
coronas a sus pues y elevaremos este canto: ¡Digno es el Cordero que ha sido inmolado...!
(Apocalipsis 5:12)

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