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LATARJET
PROFESORES DE ANATOMIA EN LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE LYON
TRATADO
DE
ANATOMIA HUMl\NA
OBRA LAUREADA POR LA ACADEMIA DE MEDICINA DE PARIS
(PREMIO SAINTOUR, 1902)
M. LATARJET
PROFESOR AGREGADO DE LA FACULTAD DE MEDICINA DE LYON
�
·.·
SALVAT
SALVAT EDITORES, S. A.
BARCEWNA - MADRID - BUENOS AIRES
BOGOTA - CARACAS - LIMA - MEXICO - QUITO - RIO DE JANEIRO
SANTIAGO DE CHILE - SAN JUAN DE PUERTO RICO
¿�'\"
INDICE DE MATERIAS
LIBRO XI
APARATO DE LA DIGESTION
PágG.
Págs.
Labios menores . 1287
Espacio interlabial 1289
Vestíbulo 1290
Meato urinario 1291
Orificio inferior de la vagina 1291
Himen 1291
órganos eréctiles 1295
Clítoris 1296
Bulbos vestibulares 1300
APARATO DE LA DIGESTION
La máquina animal. como cualq uícra otra maquina 1 se desgasta a medida que
funciona. Para reparar las pérdidas incesantes que experimenta, y para mantenerse
constantemente en sus condiciones normales, necesita tomar del mundo exterjor
cierto número de sustancias llamadas alimenticias. Pero dichas sustancias no son
aptas para ser absorbidas tal como existen en la naturaleza� es decir, para pasar al
torrente circulatorio, que las distribuirá luego a todas las regiones del cuerpo. Para
ello necesitan sufrir una preparación previa, cuyo objeto y resultado es hacerlas absor
bibles y asimilables� Estas transformaciones, a la vez fisicoquímicas y biológicas, cons�
tituyen lo que en fisiología se llama función digestiva, y en anatomía se designa con
el nombre de apa:rato de la digestión el conjunto de órganos en que aquéllas se veri
fican.
El aparato digestivo. no existe en los protozoarios; en algunos de éstos, parási
tos, los alimentos líquidos son absorbidos por endósmosis por todos los puntos del
cuerpo (gregarinas); en otros, las partículas alimenticias, en estado sólido, son inge+
ridas directamente en un punto cualquiera de esta superficie, como se observa en las
móneras y en las amebas,
En los celentéreos vemos aparecer una cavidad digestiva, pero es todavía muy
sencilla: consiste en una simple depresión en tubo ciego (fig. 1, A), cuyo orificio único
sirve a la yez para la in traducción de los alimentos y para la expulsión de sus residuos.
Poco a poco este fondo de saco se extiende en longitud. Su extremo cerrado se acerca
cada vez más a la su percie del cuerpo y, finalmente, se abre al exterior; lo que
antes era un tubo ciego se reemplaza ahora por otro abierto en sus dos extremos
(fig. 1 B). De estos dos orificios, uno, llamado boca, sirve para la recepción de las
7
sustancias a limen ti'cias; por el otro, denominado ano _, se expulsan los residuos
de los actos di ges tivos, las mate ria s fecales.
Este tubo digestivo, que encontramos por primera vez en los gusanos f persistirá
en lo �ucesivo hasta en los mamíferos superiores. Pero a medida que nos elevamos en
la escala zoológica, se complica y se perfecciona. Por de pronto, se dilata en su centro
para formar el estómago. La porción supragástrica del tubo, conservando su direcci6n
rectilínea y central, representa el esófago, la faringe y la cavidad bucal. La porción
subgástrica.. prolongándose y contorneándose más o menos sobre sí misma, constituye
el intestino. Este se dilata a su vez en su porción terminal y se diferenci:i así en dos
segmentos morfológicamente distintos: un primer segmento, más largo, pero más
estrecho, que se continúa inmediatamente con el estómago y toma el nombre de
intestino delgado� y un segundo segmento, más corto, pero mucho más ancho, que
constituye el intestino grueso y termina en el ano (fig. 1, C, D, E).
.2 APARATO DE LA DIGESTIÓN
ESOFAGO
El esófago (de ou,>, ourw, yo llevo, y cpo:yeiv, comer; alemán Speiserohre, inglés
CEsophagus) es un c9_p_d1!�to. ,....musculome;m_branoso, de dirección longitudinal, des
tinado a conducir los alimentos desde la faringe,-· de la que es continuación, hasta
el estómago, que le subsigue. El tercer tiempo de la deglución se verifica en el con-
ducto esofágico.
l. Consideraciones generales
:>
1
Desde el punto de vista topográfico pueden distinguirse en él cuatro por�i�.1!�s:
-�n_a_ .'P!?.�cj_ó_7!. :,...u_p�rior.. o . cerv�cal> que se extiende desde el cartílago cricoides hasta
un plano horizontal formado por la horquill� --��ternal; 2.a., _una porción media o
torácica, que desde este mismo plano se prolonga hasta él diafragma; 3-�, una porción
i:fiá{iagmática, que corresponde al anillo �sofágico ·ae1 diafragma; 4.a, una . .. porción m-
te_:_"!-_o!. 0 abdof!1,Ínal7 comprendida. ent�e 'el diafragma y el estómago.
La artería mesentérica superior irriga la porción del tubo digestivo que deriva
ce! asa intestinal primitiva , es decir, el duodeno y una parte del páncreas que deriva
::e él, el intestino delgado, el ciego, el apéndice y el colon derecho; é.ste . ..comprende
-:! colon ascendente y la parte derecha del tranwerso.
I. Generalidades
estos arcos están representados por seis a ocho pequeñas venas, venas yeyunales in
feriores, dos a cuatro venas de calibre medio. venas yeyunales medias, y una - rara-
mente dos - vena voluminosa, vena yeyunal superior (TURNEsco). Todas estas venas
desembocan separadamente en el borde izquierdo de la vena mesentérica superior.
TUBO DIGESTIVO 345
c) Nervios del ángulo ileocecal. -Transcurren por la vama que envuelve la
�neria ileoapendiculocólica. Se pueden aislar cuatro o cinco troncos principales. Cerca
cd ángul-0 los filetes se dividen, cons.tituyendo un plexo con engrosamientos nodu
iares. Un ramo nervioso parte de este plexo y sube al íleon, para anastomosarse
con el último ramo del pedículo principal inferior. Este arco nervioso es paralelo al
::.reo vascular que limita por abajo el área de Treves.
La descripción que acabamos de dar es el resultado de nuestras primeras in
-.-e:�tigaciones en colaboración con el doctor CH. CLAVEL Requiere ser completada.
\.'eremos más adelante la disposición nerviosa en las mismas paredes del intestino.
5. C.o.nstitucióp anatómica-·
A. Túnica serosa
B. túnica ..muscular
C. Túnica celular
régimen vegetariano; al máximo, en los carnívoros, y un desarrollo medio en los animales in
sectívoros, frugívoros u omnivoros. En resumen, las variaciones morfológicas de las vellosi
dades están gradualmente influidas por el régimen alimenticio ,del animal, y puede pensarse,
con BUJARO, ,,que uno de los grandes factores determinantes de la morfología entérica ha sido
el régimen alimenticio a que han estado sometidas las diversas especies animales. En realidad,
en la rata albina, BuJARD, modificando la alimentación del animal, ha llegado a modificar
también el estado de sus apéndices entéricos: los apéndices ileales, por la influencia del régimen
de carne y leche, es estrechan y se prolongan, y, bajo la influencia del régimen vegetal y lacto
cclulósico, se ensanchan y disminuyen.
A B e
F1c. 370
Aspecto fotográfico de las vellosidades intestinales en el hombre: A, en la porción media del
duodeno; B, en la porción superior del íleon; C, en la porción media del íleon (según FUSAR!).
dirección ascendente. Estas son las ramas propias de la mucosa. Vistas de frente, se
nos presentan como una serie de radíos que nacen de un centro comün ( estrellas
de Heller).
e) Red mucosa. - Después de haber suministrado algunos finos ramos a la
muscularis mucos0s, las arterias de la mucosa se elevan verticalmente en el espesor
del corion mucoso hasta la superficie libre. Estas arterias se distribuyen por las gl�n·
dulas, por las vellosidades, por los folículos cerrados y por las placas de Peyer.
a.) Las arteriolas destinadas a las glándulas corren de abajo arriba por el inter
valo de las mismas, se envían mutuamente anastomosis transversales u oblicuas y,
A B
fIG. 390
Modo de ramificación de las venas intestinales (inyección con la masa de Teichmann).
A, asa del lntestlno delgado, -vista 1>or su cara superior. - B, la mtsrna. asa vista por su borde Ubre, para
poner de manifiesto las anastomosis que contraen entre sf, a nivel de este borde llbre, las venas de la. cara suoe·
rlor con las de la cara inferior.
finalmente, forman alrededor de los cubos glandulares una red capilar análoga a la
que se encuentra alrededor de las glándulas del estómago.
f3) Las arterias de las vellosidades han sido ya descritas antes, al tratar de estas
formaciones.
-y) Los folículos cerrados reciben cierto número de arterias que, al llegar a la
superficie externa, se ramifican y anastomosan en ella de tal manera, que vienen a
formar una rica red, la red perifolicular. De esta red (fig. 389) parten numerosos
ramillos, muy finos y delicados, que se dirigen a modo de radios (en radios de rueda)
RENAUT) hacia el centro del folículo, y una vez allí terminan en forma de asas de
concavidad externa.
ó) En las placas de Pe)'er, las arterias penetran en los tabiques que separan los
folículos y van a formar, alrededor de cada uno de ellos, una red abundante de
mallas poligonales o redondeadas, de la cual parten, del mismo modo que hemos
dicho anteriormente, capilares que se dirigen a manera de radios hacia el centro del
folículo.
APARATO DE LA DlGESTIÓ�
de ella, sube a la reg10n lumbar, para describir en la parte superior de esta reg10n
Ul\ codo que la conduce hacia el ángulo duodenoyeyunal. Su adosamiento a la arte
ria del ángulo izquierdo constituye el arco vascular de Treitz. Este arco es arterial en
la primera parte de su curva, es decir, en su mitad izquierda. Unicamente es venoso
en su mitad derecha. Se engruesa en el curso del camino por medio de venas sigmoi
deas y cólicas izquierdas. Una vena particular del ángulo izquierdo alcanza a menudo
el vértice de su cayado. i\.Iás lejos desaparece detrás del ángulo duodenoyeyunal, para
alcanzar la región duodenopancreática, donde termina en la vena esplénica. Hemos
visto, al estudiar el duodeno, el papel que desempeñaba esta vena en la determina
ción de ciertas fositas (véase Fositas duodenales).
D. Nervios
ARTICULO VII
CIEGO Y APENDICE
l. Ciego
Consideraremos su forma, su configuración exterior, su� dimensiones, sus medios
de fijación y sus relaciones.
A. Consideraciones generales
".,-
......... ..
FIG. 431
Diferentes grados de fijación cecal (según TURNE.Seo).
I, II, disposición normal: el ciego es llevado por el mesenterio. - III, cleg-o completa.mente fl,O. - IV, ciego
m6vll en su totalidad con la. esquem.atizaclón de una, foslta subcecal formándose a través de la aponeurosis lumbollta.ca.
6' 6 1 3 ó 10
¡-:
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FIG. 484
Parte izquierda de la cavidad abdominal, después de la extirpación del bazo,
la terminación del colon transverso y el ángulo izquierdo (según CoRNING).
1. diafragma. - 2, estómago. - 3', corte del epiplón mayor, que se inserta en la. curvatura del estómago. -
3', delanta.l epJplolco. - 4, riñón Izquierdo. - 5, epiplón pancreaticosp!énico. - 6, mesocolon transverso. - 6',
ligamento gastrocóllco. - 7, trascavidad de los epiplones. - 8, colon transverso. - 9, superficie que corresponde
al colon descendente. - 10, ligamento frcnicoc6l!co izquierdo. - 11, mesenterio. - 12, ángulo duodenoyeyunal. -
13, asa lleal. - 14, colon descendente. - 15, a.reo vascular de Treitz.
FIG, 491
Colon iliopélvico móvil y largo de tipo abdominal (según GRÉCOIRE).
(Corte !rontal de la pelvis; la parte lnt.er!or se ha reseca.do.)
l, oolon maco. - 2, colon sigmoideo. - 3, mesocolon sigmoideo. - 4, recto. - 5, aorta.
6, vena cava ln!erlor. - 7, vasos H!a�o¡¡ e.:tterno&.
parte de la hojilla posterior del mesocolon y del colon para insertarse en la pared
iliaca izquierda o en la pared pélvica.
b) El ligamento infundíbulocólico, denominado también ligamento tubocólico
no es constante. Cuando existe, se extiende de la hoja posterior del mesocolon pél·
vico hasta el cuerno superior izquierdo del ligamento ancho y hasta la trompa iz.
quierda. Este pliegue contiene los vasos uteroováricos. Ofrece: un borde anterior
o base, cóncavo hacia delante; un borde mesocólico, inserto en la hoja posterior del
mesocolon; un borde parietal, inserto en la pared pélvica lateral. Solidariza en cierto
modo el colon pélvko con el aparato tuboovárico izquierdo.
e) El ligamento mesenteromesocólico es excepcional. Se extiende de la hoja
anterior del mesocolon pélvico al mesenterio. Hemos hablado ya de él a propósito
de éste. Parece constituido por fibras musculares lisas. Tiene la forma de un pliegue
semilunar, cuyos extremos corresponden: uno, a la izquierda, al mesocolon pélvico;
TUBO DIGESTIVO 499
b) Relaciones con los fascículos internos de los elevadores. - Estas dos hojas
musculares superpuestas al borde interno del fascículo externo del mismo lado liroi
:an las orillas del ojal del diafragma pélvíco.
Al llegar al recto, se pierden en la musculosa de éste, entremezclándose con las
fibras longitudinales, y terminan en la piel. Algunas de estas fibras lisas unen uno
con otro los dos fascículos por delante del recto. Este músculo, levator ani propius
de LESSHAFF, retrae el ano y tiende a entreabrirlo.
Ep. se.
O.ht.
6
ª--- �-S.P.
FIG. 508
Músculos ísquíococcígeo y elevador del ano en el hombre, vistos por su cara inferior o penneal.
C. cócct:,::. - s. P.. s!nfisls púbica. - Ep. se., espina ciática. - Pyr .• músculo p1ramtdaL - Obt., obturad<Jr
Interno. - N. g. s., nervio c1at1co mayor.
1, elevador. porción suvertkial. - 2, e)cv;idor, porción proft.md�. -- 3, isqutococc!�eo. - 4, es!!nter ex.terno
del ano. - 5, vasos y nervios puckados laternos.
Las relaciones del recto con el diafragma de los elevadores que atravie-sa son,
pues, muy íntimas. LAIMER, luego JoNNESCO, han descrito, además de las fibras que
recto y elevadores cambian, una capa de tejido fibroelástico que completa la adheren
cia. El suelo pélvico es el principal elemento de sostén del recto.
En el momento en que va ª· franquear el hiato de los elévadores, el recto recibe
igualmente fibras de dos pequeños músculos, el músculo retrococcígeo de Treit:. y el
músculo rectouretral de Rou.x y Henle. El primero, pequeña lámina muscular sagital,
nacida por detrás en· los bordes laterales del cóccix y en el rafe coccianal, se pierde
delante en la musculosa rectal, algo por debajo del suelo pélvico. Es el retractar anz.
El segundo, el músculo rectouretral, bien descrito por César Roux, de Lausana,
se fija por detrás por sus dos fascículos al codo formado por la unión de las porciones
TUBO DIGESTIVO
numerosos vasos, dispuestos en dos sistemas: 1.0, u-n- -sistema: - a - seen-dente, fonnado
por---las· venas- -h€morroiea-les- supei:io:re...s.; .2. , .uIL..Sist.ema-..tra.nsversalr-constituido -por
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que, como es sabido, es uno de los principales
aferentes de la vena porta. . :· . ·.:��·�;.t,�
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o as:�:d!:� ::::::.:.":\:::r:.:: :1:r:::::::1('\· s"
Debemos añadir que los dos territorios de las f q
r · '-- �--::¡.-
venas hemorroidales superiores y de las venas
hemorroidales inferiores no se hallan aislados. Co- ª·. - · -
munican entre sí al nivel de la porción anal del
recto por_!1:!edio de u;;as anastomosis transversales
que, partiendo de la red submucósa, akanzañ
la red periesfinteriana ..Estas anastomosis, muy nu
merosas, son de tres clases (.fig. 526): las unas,
anastomosis supraesfínteríanas, pasan por encima
del borde superior del esfínter externo; las otras,
anastomosis transes/interianas, pasan a través de
los esfínteres interno y externo, y las últimas,
anastomosis subesfinterianas rodean de dentro
afuera el borde inferior del esfínter externo y, sin
atravesar ningún fascículo muscular, van a des
aguar en las hemorroidales inferiores o en sus
afluentes. QUÉNU hace notar con razón que todos
estos ramos anastomóticos no se inyectan bien sino
por la vena mesentérica inferior; en efecto, raras
veces se llega a poder llenar la red submucosa im
peliendo una inyección por la vena dorsal del
pene o por cualquier otro afluente de las venas
pudendas internas. Este doble hecho nos autoriza
a deducir que las anastomosis en cuestión están 4
FIG.
con toda probabilidad provistas de aparatos val
Figura esquemática que representa,
vulares, los cuales se hallan dispuestos de tal modo en un corte longitudinal, la circula
que, permitiendo el libre paso de la sangre de las ción venosa de la porción anal del
hemorroidales inferiores, se oponen más o menos recto.
a la circulación en sentido inverso. a, mucosa. - b, submucosa. - e, fibras
muscuJare!l circulares. - d, fibras musculares
longitudinales. - e, orlflclo anal.
l, esfínter Interno. - 2, estínter externo.
- 3, músculo elevador del ano. - 4, plel del
c. Linfáticos perineo. - 5, ple:xo hemorroidal. - 6, vena
hemorroidal superior. - 7, vena hemorrotclal
media. - 8, vena hemorroidal Lnterior. - 9,
anastomosis supraesC!ntertanas. - 10, anasto·
1.0 Redes de origen. - Los linfáticos de la mosls transes!!nterlanas. - 11, anastomosis
subesflnterlanas.
porción ampollar están situados en la mucosa y
en la submucosá·. Los d'e la región perineal son igualmente mucosos y submucosos; hay
que añadir la red cutánea del ano.
2.0 Vasos eferentes. Ganlios. - Los linfáticos eferentes atraviesan la capa mus
cular, reunidos con los vasos no bien conocidos de esta túnica, y se agrupan en
pedículos. La disposición de los pedículos linfáticos del recto está calcada en la de
los pedículos vasculares.
534 APARATO DE LA DIGESTIÓN
_ _ 11
f)_ - -
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7.
8_ - - -
10_ �- 12
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1 ;�
4 ó J 6 2
FIG. 542
Compartimiento parotídeo según la concepción clásica (esquema de TRUFFERT).
l, aponeurosis cervical superftclal. - 2, músculo d!gástrlco. - 3, vaina ca:otfdea !.nterna y nervio neumogá.s
trlco. - 4, ganglio cervical superior del simpático en la. aponeurosis prevertebral. - 5, nervio hipogloso mayor. -
6, nervio espinal (rama externa). - 7, arteria carótlda externa y vena yugular externa por tuera de ella. - 8, cor
tina. cstnea y nervio gloso!ar!ngeo. ·- 9, vasos palatinos a�n.dentes. - 10, vasos !arfng-eos ascendentes. - 11,
músculo cutáneo. - 12, oomoartlm1ento parot1dco en la aponeurosis cervical superficial desdoblada.
ficial, a nivel del estrecho espacio que separa el esternocleidomastoideo del ángulo
de la mandíbula. De esta unión (7) resulta una aponeurosis única, que desciende
a la región suprahioidea y se desdoblará nuevamente, algo más abajo, para. envolver
la glándula submaxilar. A este nivel, la parte más inferior de la aponeurosis paro
tídea profunda separa una de otra (fig. 541) las dos glándulas vecinas: el tabique
submaxiloparotideo, interglandular, o, mejor intermaxiloparotideo. Este tabique está
constituido, en realidad, no solamente por la aponeurosis parotídea profunda, sino
también por la cintilla maxilar tendida entre el borde posterior del maxilar y el
c5tcrnoclcidomastoideo y el ligamento estilomaxilar, arrastrando consigo una expan
sión de la aponeurosis profunda de la parótida (RouvIERE y ÜLIVIER). Este tabique
intermaxiloparotídeo cierra bastante bien los dos compartimientos glandulares. Los
tumores desarrollados en uno de los compartimientos quedan por mucho tiempo
acantonados en él. En la parte superior (fig. 540), la aponeurosis parotídea superficial
CO�STlTV.CIÓN ANATÓ!\1ICA
ARTICULO VI
CONSTITUCION ANATOMICA
d) Nervios. -Los nervios del peritoneo, señalados de antiguo por HALLER, GLIS
SON y MALPIGHI, han sido nuevamente descritos en una época más reciente por LuscHKA
y BouRGERY. CYON encontró en la membrana retroperitoneal de la rana nervios de
doble contorno que, después de haberse despojado de su mielina, formaban un plexo,
del que se desprendían fibrillas terminales excesivamente tenues. KLEIN, a quien per
tenece esta última cita, señala igualmente la existencia de fibras nerviosas en el mesen
terio y en el peritoneo diafragmático. RonIN, por su parte, ha encontrado corpúsculos
de Pacini en el mesenterio del gato.
L. JuLLIEN pudo seguir los nervios peritoneales hasta su terminación en el epiplón
mayor y en la hoja que cubre la cara anterior del estómago. Observó en la dermis de la serosa
la existencia de troncos nerviosos que stguen en general el trayecto de los vasos y se
anastomosan muy poco, pero se dividen frecuentemente. Cada rama experimenta en seguida
nuevas divisiones, de las cuales las más tenues son fibras pálidas de 2 ó 3 µ de diámetro. De
trecho en trecho estas fibras pálidas presentan dilataciones fusiformes, que miden de 5 a 6 µ
en su mayor anchura, más allá de las cuales reaparecen con su diámetro primitivo para
dilatarse de nuevo un poco más lejos, y así sucesivamente. Por último, se resuelven en cierto
número de fibrillas sumamente tenues, que terminan por una dilatación ovoidea o piriforme.
Este corpúsculo terminal da origen a su vez, en la extremidad opuesta a la que se halla en
continuidad con la frbrilla nerviosa. a uno o varios filetes muy delgados, terminados asimismo
por una pequeña dilatación. RANVIER describió en la membrana retro peri toneal de la rana
un rico plexo, a
cuya co�stitución concurren a la vez fibras con mielina y fibras sin ella. De este plexo parten
fibras de trayecto tortuoso, que terminan en su mayoría, ya por extremida- des redondeadas,
ya por extremidades dilatadas en forma de botón. Cierto número de ellas, en el momento de
terminar, se curvan en arco y se sueldan entre sí, formando una especie de asa continua, cuya
forma recuerda bastante bien la de un ojo de llave
(terminación en ojo de llave de RANVIER)..
CAPITULO PRIMERO
ORGANOS URINARIOS
ARTICULO PRIMERO
Rl&ONES
En número de dos, uno derecho y otro izquierdo, los riñones (inglés kidney; ale
mán, Niere) son órganos glandulares, a los que incumbe la importante función de
elaborar la orina.
l. Consideraciones generales
1.° Forma. - El riñón se ha comparado a una judía. Ofrece dos caras, anterior
y posterior, un borde externo convexo, un borde interno, cóncavo en su centro, y dos
polos redondeados, superior e inferior. La cara posterior es casi plana, y la cara ante
rior más abombada. El P.?!� s�erior es en general más ancho y el inferior más alar
gado\El borde externo es regular y el borde .. in.terr.io está escotado por. el hiiio.. Este,
examinado de frente, tiene la forma de un rombo de eje mayor oblicuo hacia abajo y
atrás. En él se ven penet!ar los vasos y d� él sale el �1ré.t�r._ Este ocupa �L�ngulo .Poste-.
roinferior del rombo. E·i,__�ilio 'está l�mi!�d� por dos la�io�: el labio anteri?_!'_ �--9.Pli.C.!:19
h;icia �:t.��Jo y a.dentro, er·hloio posterior es oblicuo hacia abajo y aftiera. Este es más
saliente por arriba; el labio anterior es más saliente por abajo, de suerte que los dos
labios se cruzan en X. El hilio del riñón es una simple hendidura y nos conduce a una
cavidad profunda que le sigue inmediatamente y que se designa con el nombre de
seno del riñón.
A. SENO DEL RIÑÓN (fig. 878). - El seno del riñón contiene, rodeados por una
grasa blanda, que es una dependencia de la cápsula adiposa, las numerosas divisiones de
los vasos renales y los conductos de origen del aparato excre�oiio. Si resecamos todos
estos órganos, el seno, así vaciado, nos aparece en forma de 1:1n� c�v_ida9. r�crnngula,:r,
aplanada d!! delante atrás y circunscrita por todas partes, excepto a nivel del hilio, por
e) parénquima_�el_x!ñ<?J].· Para tener una noción exacta, conviene examinarlo en dos
cortes dei rifión, uno horizontal y otro frontal.
ÓRGANOS URINARIOS 931
Frc. 983
Ligamentos pubiovesicales e inserciones anteriores del elevador del ano.
P, pubis. - Vel., veJ!ga.
1, Obturador Interno. - 2, elevador del ano (lado !zo,ulerdoJ. - 2', ele,ador deJ ano {lado derecho). - 3', at)O·
neurosis Inferior del obturador Interno. - 4, arco tenó.!;:ioso. - s. 5, Ugamenios pubto�c.:i.Jes. - e, ve.r1as s.nte·
rlores de la vejiga.
La conexión más importante con el suelo pélvico está constituida por el bloque
uretroprostático en el hombre y la uretra pélvica y membranosa en la mujer. Es uno
de los medios de fijación más sólidos de la vejiga.
En oposición a esta fijación de la vejiga . el vértice del órgano es mantenido por
el uraco, vestigio supravesical de la alantoides. Este órgano se vuelve fibroso y se
transforma en un ligamento tendido del vértice vesical a la cicatriz umbilical; se
sabe, por lo demás, que el uraco, conservando ciertas porciones no obliteradas, puede
originar formaciones quísticas o diverticulares. Por otra parte, la cubierta peritoneal
mantiene también la vejiga en su lugar. JABOULAY y PATEL han insistido sobre la adhe·
APARATO UROCENITAL
ARTICULO IV
URETRA
l. Uretra en el hombre
A. Consideraciones generales
2�º Divisiones. -El modo de división del conducto de la uretra varía segiín
el punto de \1 Ísta en que se considera: 1.0, según sus relaciones con la aponeurosis
perineal media; 2.°, según sus relaciones periféricas; 3. 0, según su movilidad.
CAPITULO 11
ARTICULO PRIMERO
TESTICULO
interno (plexo sacro); 2. 0, de las ramas genitales de los tres n-ervios g�nhocrura!, .ab
dominogenita.l mayor y ab.dominogenital menor (plexo lumbar). De e:Stas d.rvers;is
ramas, la primera, siguiendo el trayecto de la ariteria peúneal superficial, a.horda la
región de las bolsas por :su cara posterior. Las otras, primitiv2tmente conLenidas en
la cavidad abdominal, desembocan con los elementos del cordó_n por el orificio ex.ter
no del conducto inguinal. De estas últimas ramas emana.o las ramillas motoñ!:S · desti-
n ada s al c.remáster y a la eritroideWWW.E 12
L IRU
C JANO.BLOGSPOT.COM
ARTICULO ID
VIAS ESPERMATICAS
La esperma elaborada por los testículos atraviesa sucesivamente, como hemos vis
to ya al tratar de este órgano, los conductos rectos, los conos eferentes y el conducto
epididimario. Todos estos conductos, enteramente extraños a la producción de los
. zoospennos, no son para es.tos más que simples conductos excretoríos. Constituyen en
realidad los primeros segmentos de las vías espermaúcas, y, si los hemos ;·a estudia
do a propósito del testículo, es porque están unidos a este de un modo tan íntimo.
que hemos creído conveniente no describirlos por separado. Al salir del conducto del
epidídimo la esperma corre por un largo conducco, el conducto deferente, que la de
posita momentáneamente en un receptáculo, la vesicul.a sem1:nal. La vesícula seminal
y el conducto deferente se haUan continuados por el conducto eyaculador) el cual,
en el acto de la eyaculación, proyecta la esperma en el coodúa.o de la ureua y, desde
éste, al exte1·ior.
l. Conducto deferente
1.0 Perineo posterior. - El perineo posterior, separado del anterior por la línea
biisquiática, está oculto en estado normal en el fondo del surco interg:lúteo. Ofrece
F1G. 1227
Fosa isquiorrectal y sus prolongacio_nes, vistas en un corte laterosagital de la pelvis
(cadáver congelado, segmento izquierdo del corte) (T.-J.).
l. rosa lsqulorre"t:i.l. - 2, su prolong.aci6n ¡1osterior. - 3, s11 prolc,curaC'!6n anterior. - 4, gltí�o mayor. - 5.
recto. - 6, ve11ga.. - 7, vestc11J:i seminal. - 8. próst:i.ta. - 9, Plc,·::dor del ano, - 10, pubis, y 10'. Isquion. -
11. cuerpo cave;noso y musculo lsnuloc.-ivernoso. - 12, transverso .c:np(';ficJ:il: - 13, transverso "()rotundo, con los
vasos y el nervio pudendos lnterno3 en su espesor. - 14, grasa. su.Jx:utinea.. - 15, c.i:vldad perttoneal.
a y b indlc-an en q11e sentido se e!ectllan la� migraciones purulentas oonsecutlrns a. los nemo11es lsqu!orrectales
? en Qué punto es D�l'�u10 órrnarlas.
vaso linfático ovárico que termina en un ganglio ilíaco externo; así recuerda el linfático
testicular descrito por ZEISSL y HoROWITZ, que terminaba también en un ganglio análogo.
Se ha creído encontrar en la disposición linfática la explicación de la propagación al
ovario de ciertos cánceres gástricos (tumores de Krukenberg). No parece que esta patogenia
sea aceptable. La propagación por vía peritonea1, a favor de las roturas foliculares men
suales, parece mucho más plausible.
4.° Nervios. -Los nervios del ovario llegan a él exclusivamente por su pedículo
superior, el de la arteria ovárica (HovELACQU.E, MITcHELL). Su origen se confunde con
el de los nervios del rrñón, es decir, que se sitúa a la altura de los ganglios semilunares,
mesentéricos superiores y aorticon:enales (MATHmu). Los nervios destinados al ovario
constituyen un plexo periarterial denso, en el que los filetes nerviosos se anastomosan
en todos sentidos y presentan en su trayecto pequeñas masas ganglionares. Estos son
nervios vasomotores, pero también nervios sensitivos, que transmiten las sensaciones
dolorosas nacidas en el ovario.
Se sabe finalmente, según KuNTZ, que ese plexo, homólogo del plexo espermático,
tiene bajo su dependencia toda la gónada (se comprenden, en este término, todas las
formaciones del aparato genital dotadas de propiedades endocrinas) y que asegura la
,·asomotricidad de sus arterias y de sus venas.
Los nervios penetran en el ovario por el hilio, en compañia de los vasos. Se di
viden en filetes vasculares, en filetes motores, que se pierden en los elementos muscu
lares lisos del bulbo; finalmente, en filetes sensitivos, que comprenden nervios folicula·
res y nervios epiteliales, que llegan a las capas superficiales del órgano.
Los filetes foliculares, señalados ya por LuscHKA. han sido nuevamente encontrados
por EuscHER en el ovario de la coneja, de la oveja y de la vaca, y descritos en diversos
mamíferos por RIESE, RETZIUS, HERFF, MANDL, WlNTERHALTER y VALLART. Su modo de ter
minación no está todavía del todo dilucidado: Rrf.SE y HERFF han podido seguir sus fibríllas
terminales hasta el espesor de la membrana granulosa, pero ni. RET.zrus ni MANDL han podido
encontrar estas terminaciones interepitelialcs. Su existencia no está todavía perfectamente es
tablecida.
EusABETH \\'1N"(ER111,t.TF.R, utilizando el método de Golgi, ha encontrado en el ovario
de la mujer células nerviosas que. aquí como en otras partes, tienen la significación de pe
quefros ganglios pcrikrícos. Estas células, que ocupan la capa medular, se disponen en su
mamrfa .a lo brgo de {as :i:-cerias. Tienen la mayor analogía con las celulas simpáticas que
han sido de..�rii2_s por CAJAL en la túnica muscular del intestino (véase Intestino). En su
conjnmo forman una espec.íe de ganglio difuso, el ganglio intraovárico de W.mrnrnALTER, cuya
función no es probabkmente otra que regular el aflujo de sangre al ovario. Pero esta opinión
es aún muy hipotética.
ARTJCULO II
l. Consideraciones generales
mismas asas intestinales se acu lla: 6'". el pabellón: 6"", e:l 6s.t1um perlto;ieal. - 7, ligamento lum
tv.>ovárlco. <'.On los \';tSOs OV?.r!cos en sn CHl':'sor. - 8, liga.mento nncno,
mulan en la excavación retro 11, ur��er. - 12. ven'l. lll;>OS-á'St!lca.
y S', meso5alpmx. - 9, arteria uterina. - 10, arteria lllpogástrlca. -.
ARTICULO IV
VAGINA
l. Consideraciones generales
1.0 Situación y medios de fijación. - La vagina, órgano impar y medio, lo
misnw 1:n la especíe humana que en la mayor parte de los mamíferos, se halla situada
en parte en la e.xca vación de la pelvis y
en parte en el propio espesor del perineo, X
al que atraviesa de arriba abajo y de
atrás adelante para abrirse al exterior.
Delante de ella se encuentran la
vejiga y lá uretra, que la separan de la
sínfisis púbica; detrás está el recto, sepa
rándola de la columna sacrococcigea.
Se mantiene en posición: 1. 0, en su
extremo superior, por su continuidad con
el cuello uterino¡ 2 . 0, en su ex.lremo
inferior, por sus conexiones con las par
tes vecinas del perineo y de la vulva;
3. 0, por delante y por detrás, gracias
a las relaciones más o menos íntimas
que la unen al receptáculo urinario y al Direcci6n de la vagina en un corte sagital de un
segmento final del intestino grueso. cadáver congelado (virgen de veinticuatro años;
mitad del tamaño natural).
2.0 Dirección. - La vagina, lo mis ;r:r, plar,o del estrect.o su�rlor. - 1111, horizontal sub·
=
Püb!c3.. - zz, to:izoc1al ,¡ue pasa JJO, el or!ticlo tn!er'.or
mo que la uretra, se dirige oblicuamente e<? 13 ,3!?!0:'.. - ·:-r. \·é·,t'.>::al c¡'Je pasa po;- �-e orlf!c!o. -
c.;. e!,e d': !3 ,:i.gtr.a, qu¡, 10::r:� ángUlo d� 65 gu.dos
de arriba abajo y de atrás adelante. �:l l.?. ?:!.·:yr-u�nta!.
Forma con la horizontal que pasa por -1.(!. n.."'l!i&.s ;r.:w:-r.. - z. -:c'!.lo del 11tero. - 3. va¡toa.
era-a. - 3, s..c-3.
su extremidad inferior un ángulo, abier
to hacia atrás, que mide por término medio de 65 a ¡5 grados (fig. 1325). Lleva, pues,
una dirección sensiblemente paralela a la del escrecbo superior. Estas cifras, derivadas
de las observaciones que hemos llevado a cabo por medio de eones en personas jóvenes
y bien conformadas, creemos que represantan la dirección normal del conducto va
ginal. En ciertas mujeres, sin embargo, enderezándose sobre su eje, se aproxiP- 1 mu
cho a la línea vertical, la alcanza y aun la rebasa, siguiendo en este caso iJna direc
ción oblicua de arriba abajo y de delante atrás; estos casos son excepcionales.
Sea cual fuere la situación del eje de la vagina con respecto a la vertical, no es
exactamente rectilíneo, sino que forma una ligera curva d� concavidad posterior. Sin
embargo, esta concavidad no es constante, y cuando existe es poco acentuada. Si se
reúnen los dos extremos de la vagina por una línea recta, se observa que esta recta
ÓRGANOS GENITALES DE. LA MUJER
Las aponeurosis del perineo de la mujer presentan, como los músculos, una ho
mología perfecta con las del hombre.
Aquí, como en el hombre, encontramos tres hojas aponeuróticas que se distin
guen, por su situación, en superficial, media y profunda.
3. Vasos y nervios
4. Estudio topográfico
que tiene aquí relaciones análogas a las del hombre: vaina hipogástrica, vasos hip.,
gástricos, uréteres, órganos ordenados en relación al útero y sus ligamentos an-cltm.
Para terminar, señalemos que existen formaciones aponeuróticas y musc:ulaza
que PROUST y GossET han descrito con el nombre de músculo rectovagina.l. Esta fm-
mación, llave del perineo, solidariza el perineo anterior al perineo posterior. Hay �
incidirla para descubrir el espacio despegable que separa el conducto anorrectal del
conducto vulvovag inal .
CAPITULO IV
MAMAS
ARTTCULO PRIMERO
LA MAMA EN LA MU.TER
l. Consideraciones generales
1.0 Situación. - Las mamas están simadas, en la mujer, en la parte anterior y
superior del .pecho, a derecha e izquierda del esternón, delante de los músculos pecto
rales mayor y menor, en el intervalo comprendido entre la tercera y la séptima costi
llas. Situadas a la altura de los brazos, se hallan admirablemente dispuestas para que
el niño, llevado por su madre, pueda fácilmente tomar el pezón.
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