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Este proceso consiste en analizar y conocer todas y cada una de las cargas (tanto cargas muertas como
cargas vivas) que resultan de las fuerzas internas y externas que actúan en una edificación. La cuantificación
de éstas cargas se realiza por nivel y se deducen sus valores unitarios (kg/m2, ton/m2) acumulándose éstas
desde el último nivel o nivel de cubierta hasta el primer nivel. El objetivo de éste proceso es poder conocer
la carga unitaria acumulada de todos los niveles de la edificación de actúa sobre el nivel de cimentación y a
su vez sobre el suelo para iniciar el diseño estructural.
Para poder realizar una correcta bajada de cargas es primordial conocer las características de los materiales
y/o elementos que conforman la edificación. Por ejemplo, para conocer cuanto nos pesa un determinado
muro o losa se consideran los materiales que lo componen así como también los diferentes recubrimientos
de sus acabados. Por lo que se debe tener el conocimiento del peso específico de todos y cada uno de los
materiales que intervienen en la construcción del muro o losa. Algunos pesos específicos son:
El peso específico de los materiales nunca cambia; cuando se obtenga por unidad (m2), el peso del elemento
estará únicamente en función del espesor del mismo. Un ejemplo de análisis de peso unitario total de muros
muy comunes en la construcción:
Determinadas las cargas totales muertas (pesos de materiales, estructura, etc.) y las cargas vivas (tipo de
uso, sobrecarga, según RCDF) se podrá seguir con el análisis de la transmisión de las mismas de acuerdo al
tipo, criterio y geometría de estructura empleada en la edificación a diseñar.
Transmisión de cargas.
Para determinar las cargas muertas y vivas que actúan sobre un elemento estructural, es necesaria la
obtención de las áreas tributarias de los elementos estructurales. El método más usual es definir “áreas
tributarias” de acuerdo a la geometría del tablero de la losa en cuestión.
Losas.
Se determina la carga que se transmite hacia el borde del tablero analizado, es decir transmitir las áreas
tributarias que le corresponden a cada borde de los tableros. La forma de éstas áreas indica la forma en que
varían las cargas en cada borde (triangular en claros cortos y trapezoidal en claros largos). El criterio es el
siguiente:
Losas perimetrales
Losas de un sentido
(claro corto/claro largo > 1.5) se apoya sólo en sus dos claros largos.
Áreas tributarias.
Como se señaló en un principio, éste es el objetivo final de todo el proceso descrito anteriormente, el cual
se logra sumando todas las cargas por metro lineal que transmite cada uno de los tableros de todos los
niveles hacia el borde de la edificación analizada considerando todos los niveles , cargas por reglamento y
sobrecargas que se requieran.
Zona I.- LOMAS. Formadas por rocas o suelos generalmente firmes depositados fuera del ambiente
lacustre. Posibilidad de depósitos arenosos en estad suelto o cohesivos relativamente blandos, ya
sea superficiales o intercalados.
Zona II.- DE TRANSICIÓN. Depósitos profundos a 20m o menos. Estratos arenosos y limo-arenosos
intercalados con capas de arcilla lacustre. Espesores de decímetros a metros.
Zona III.- LACUSTRE. Depósitos de arcilla altamente compresibles, separados por capas arenosas
con contenido de limos y arcillas. Capas medianamente compactas a muy compactas. Cubiertos
superficialmente
por suelos aluviales,
materiales desecados y
rellenos artificiales.
Esta clasificación es válida para conocer las características del suelo tratándose de construcciones ligeras o
medianas de poca extensión y con excavaciones someras. Si el suelo a analizarse se encuentra en las
fronteras de algunas de las tres zonas, éste se considera ubicado en la zona más desfavorable.
Las Normas Técnicas señalan requerimientos generales según se trate de cada una de las zonas geotécnicas
antes descritas. Dichos requerimientos son:
Zona I
Zonas II y III.
Averiguar la historia de carga del predio, cimentaciones antiguas, restos arqueológicos, rellenos
superficiales antiguos o recientes, variaciones de estratigrafía, suelos inestables o colapsables o
cualquier factor que pueda originar asentamientos diferenciales relevantes.
En las áreas de frontera entre estas dos zonas se determinarán posibles grietas en el terreno.
En la zona II se considerarán posibles irregularidades, mantos de agua colgada y variaciones de
espesor de suelos compresibles.
No obstante, dichas normas también especifican de manera particular procedimientos mínimos requeridos
de muestreo y exploración del subsuelo clasificándose de acuerdo al tipo de construcción que se trata, de la
siguiente manera:
EN ZONA I
Detección por procedimientos directos o indirectos de rellenos sueltos, galerías de minas y grietas.
Pozos a cielo abierto para determinar estratigrafía, propiedades de materiales y profundidad de
desplante.
Cuando haya incremento neto en cimiento mayor a 8 t/m2 , éste se justificará en resultados de
pruebas de laboratorio o campo.
EN ZONA II
Inspección superficial detallada para detectar rellenos sueltos y grietas (previa limpieza y desmonte
del predio)
Pozos a cielo abierto para determinar estratigrafía, propiedades de materiales y profundidad de
desplante.
Cuando haya incremento neto en cimiento mayor a 5 t/m2 bajo zapatas o de 2 t/m2 bajo losa, éste
se justificará en resultados de pruebas de laboratorio o campo.
EN ZONA III
Inspección superficial detallada para detectar rellenos sueltos y grietas (previa limpieza y desmonte
del predio)
Pozos a cielo abierto y exploraciones más profundas para determinar estratigrafía, propiedades de
materiales y profundidad de desplante.
Cuando haya incremento neto en cimiento mayor a 4 t/m2 bajo zapatas o de 1.5 t/m2 bajo losa,
éste se justificará en resultados de pruebas de laboratorio o campo.
EN ZONA I
Detección por procedimientos directos o indirectos de rellenos sueltos, galerías de minas y grietas.
Sondeos o pozos profundos a cielo abierto para determinar estratigrafía, propiedades de materiales
y profundidad de desplante. La profundidad de exploración será por lo menos igual al ancho en
planta del elemento de cimentación y abarcar todos los estratos sueltos o compresibles que
puedan afectar a la cimentación.
EN ZONA II
Inspección superficial detallada para detectar rellenos sueltos y grietas (previa limpieza y desmonte
del predio).
Sondeos para determinar estratigrafía, propiedades índice y mecánicas de materiales del subsuelo y
profundidad de desplante mediante muestreo y/o pruebas de campo. Con un sondeo como mínimo
se obtendrá un perfil estratigráfico continuo con clasificación de los materiales y contenido de
agua. Obtener muestras inalteradas de estratos que afecten a la cimentación.
Para cimentaciones profundas, investigar tendencia de los movimientos del subsuelo debido a
consolidación regional y determinar condiciones de presión del agua y detección de mantos
acuíferos colgados.
EN ZONA III
Inspección superficial detallada para detectar rellenos sueltos y grietas (previa limpieza y desmonte
del predio).
Sondeos para determinar estratigrafía, propiedades índice y mecánicas de materiales del subsuelo
y profundidad de desplante mediante muestreo y/o pruebas de campo. Con un sondeo como
mínimo se obtendrá un perfil estratigráfico continuo con clasificación de los materiales y contenido
de agua. Obtener muestras inalteradas de estratos que afecten a la cimentación.
Para cimentaciones profundas, investigar tendencia de los movimientos del subsuelo debido a
consolidación regional y determinar condiciones de presión del agua y detección de mantos
acuíferos colgados.
Mínimo de exploraciones (pozos a cielo abierto o sondeos) : 1 por cada 80 m o fracción del
perímetro o envolvente de mínima extensión de superficie cubierta por la construcción en zonas I y
II . 1 por cada 120 m o fracción en la zona III.
La profundidad de las exploraciones dependerá del tipo de cimentación y condiciones del subsuelo,
sin ser menor a 2 m bajo el nivel de desplante.
Para pilotes y pilas en la zona II y III, los sondeos se realizarán penetrando hasta 3 m en el estrato
incompresible.
Tipos de sondeos posibles a realizar:
Sondeos con recuperación contínua de muestras alteradas como la penetración estándar (zonas I, II
y III)
Sondeos mixtos con recuperación alternada de muestras inalteradas y alteradas (zonas II y III)
Sondeos para realizar de forma contínua o selectiva, prueba de campo con o sin recuperación de
muestras.
Sondeos con equipo rotatorio y muestreadores de barril (suelos firmes y rocas en zona I, capas
duras en zona II y III)
Sondeos de percusión o de avance con equipo tricónico o sondeos con perforación controladas.
Son las fuerzas que se producen por el uso y ocupación de las edificaciones y que no tienen carácter de
permanente. Éste tipo de cargas no incluyen el peso de muros divisorios de mampostería o de otros tipos de
materiales.
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