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Campagno, M “Parentesco, intercambios, conflictos.

Consideraciones sobre el
surgimiento del estado en Egipto”
1. ¿Cómo considera al parentesco en relación al surgimiento del estado
egipcio?
2. ¿Qué papel juegan los intercambios y los conflictos en la aparición del
estado en el Antiguo Egipto?

1 La práctica del parentesco se presenta como el principal eje de


articulación y organización social. Por ejemplo, en el predinástico la
tendencia de colocar las tumbas en sectores dentro de los cementerios
podría reflejar la existencia de grupos clanicos o familiares. El mismo patrón
en la organización del espacio residencial y funerario indica que los lazos
parentales persisten por sobre la desaparición física de los individuos.
También se colocaban en las sepulturas ofrendas para los muertos, esto
para que puedan continuar practicando sus actividades cotidianas en su
vida de ultratumba.
El parentesco debió ser la práctica dominante en las comunidades de aldea
del Nilo predinástico. Y en tanto practica dominante, el parentesco impide la
constitución de prácticas contradictorias a los principios en los cuales se
sustenta. El principio básico es la reciprocidad. Por lo que el parentesco
excluye toda posibilidad que se origine cualquier práctica opuesta a la
norma reciprocaría. El parentesco es, a su vez, un límite que impide la
diferenciación social fuerte en el interior de cada comunidad. Es decir, la
lógica del parentesco está en contradicción con el advenimiento del estado.
¿Cómo surge el Estado? La práctica del parentesco es dominante en el
interior de las comunidades. Pero más allá de la comunidad, el parentesco
no extiende su red de relaciones positivas. La relación de una comunidad
con el exterior es una relación de desconfianza frente al extranjero, al no-
pariente. En este espacio entre comunidades es posible la aparición de una
práctica no compatible con las normas parentales, como la que instituye el
control monopólico de la coerción y la legalidad. Para que surja la práctica
estatal tiene que formalizarse un nuevo vínculo entre comunidades. Los
contactos son de tipo pacifico (intercambios) y de tipo conflictivo (guerra).
En el valle del Nilo durante la fase nagada II hay testimonios de conflictos
bélicos entre comunidades pre estatales y de intercambios.
2 Los intercambios se darán entre zonas cada vez más distantes durante
Nagada II, formando una vasta red de intercambios que permiten a las
sociedades de jefatura del Alto Egipto acceder a una amplia gama de
bienes importados. Las mayorías de los productos intercambiados son
exclusivos para las elites locales. En sociedades donde no hay monopolio
de la fuerza como atributo de liderazgo, este consumo ostentoso de bienes
a los que solo tienen acceso un reducido sector de la comunidad es un
modo de proclamar la posición privilegiada del jefe y su elite. Pero este
hecho tendría a la reproducción del sistema social como tal y no a su
transformación.
Hay escasos testimonios de la existencia de conflictos bélicos en el valle del
Nilo con la anterioridad a la aparición del Estado (armas de piedras,
murallas, etc.). la evidencia sobre conflictos aumenta a partir de la fase
Nagada II, época donde aparecen los primeros indicios de la presencia de
la practica estatal. En la iconografía destaca la violencia. Estas evidencias
tanto en el pre estatal como en la época estará inicial infiere que el Estado
emerge en el valle del Nilo en un clima de recurrentes conflictos bélicos.
Pero la guerra típica entre sociedades no estatales no introduce cambios
profundos, antes bien garantiza el statu quo. Cuando estallan las guerras de
conquista se producen un nuevo tipo de vínculo social. La victoria militar de
paso al establecimiento de un vínculo permanente de subordinación de los
vencidos a los vencedores. Y si se toma en cuenta la importancia de los
intercambios de productos de prestigio para las jefaturas del valle del Nilo,
es posible pensar que los conflictos intercomunitarios empezaron como
resultado de los intentos por controlar aquellas redes de intercambios y de
inhibir la competencia de las comunidades rivales. La cantidad de objetos
obtenidos de lejanas regiones parece ser mayor durante Nagada II, por lo
que los intercambios debieron recrudecer en Nagada II. Una demanda
creciente de bienes y una oferta poco elástica podría conducir a una
creciente hostilidad entre las comunidades participes del intercambio.
Una guerra de conquista implicaría la eliminación de los competidores y la
posibilidad de una provisión ampliada de los productos extranjeros. Y tal
conquista implicaría el establecimiento de un vínculo permanente entre no-
parientes y el monopolio de la coerción y la legalidad por los vencedores.
Quedaría un nuevo ordenamiento social, organizado por la nueva practica
estatal, y una nueva elite estatal podría canalizar hacia si misma una
tributación a la que eran sometidas las comunidades dominadas. Este
tributo le permitiría sostener un cuerpo de especialistas (artesanos,
sacerdotes y funcionarios) a partir del cual esa elite podría encarar la
construcción de palacios y tumbas monumentales, monopolizar los
intercambios con el exterior y los bienes de prestigio, establecer una
ortodoxia artística y religiosa, organizar un sistema administrativo y
potenciar su propia capacidad bélica.

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