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COMO SALIERON DE ESTA DEPRESION

La crisis económica iniciada en Estados Unidos se había extendido a todo el mundo y en


lugar de buscar soluciones de manera conjunta lo que sucedió fue una ausencia de
cooperación internacional. Se llevaron a cabo tímidos intentos para solucionar el problema,
pero no tuvieron efectos positivos sobre la crisis ya que eran inadecuados y discontinuos.
Un ejemplo fue la moratoria del pago de reparaciones que se le concedió a Alemania a
través del Banco de Pagos Internacionales (BPI), fundado en Zúrich en 1930. Esta entidad
en principio tenía la función de supervisar el pago de las reparaciones de guerra,
posteriormente, con esta función obsoleta, se convirtió en una institución de encuentro
entre los principales Bancos Centrales para tratar el tema de los préstamos internacionales.
Otro intento de llegar a soluciones para el problema de la crisis fue la Conferencia
Económica de Londres en junio de 1933, que tuvo lugar entre los representantes de 66
naciones. En ella se intentó estudiar la manera de salir de la crisis, pero fue un fracaso ya
que la colaboración de los países era difícil y no se consiguió. De hecho, los países
asistentes no llegaban con mucho entusiasmo a la Conferencia, ya que sabían que una
solución conjunta era muy complicada: “En una conferencia dada en la radio el 20 de mayo
y aprobada por Roosevelt se sugirió que no se obtendrían demasiados resultados de la
Conferencia Económica Mundial, aparte de comparar las experiencias nacionales”

Los países se preocupaban más por su recuperación interna tratando de corregir el


equilibrio presupuestario. Solo se llevaban a cabo acuerdos bilaterales entre países, pero
estos no solucionaban el problema porque hubiera sido necesaria una solución conjunta. La
realidad era que las medidas que tomaban los gobiernos eran medidas proteccionistas para
proteger sus propios intereses. El arancel proteccionista americano Smoot-Hawley hizo que
la reacción en los países europeos fuera la de aranceles más duros aún frente a los
productos americanos para proteger su mercado interno. La consecuencia de esto era la
reducción aún mayor del comercio internacional y por consiguiente de la actividad
económica. Como podemos ver, la colaboración internacional se debilitó a causa del
proteccionismo y la competencia entre las naciones, además no había ningún organismo
internacional de gran alcance para contrarrestar los efectos del nacionalismo económico.
Junto al nacionalismo de los países para proteger sus propios intereses, la otra palabra clave
que define las políticas de los países para salir de la crisis es el intervencionismo. El
aumento de la importancia de los estados y de su intervención en la economía estuvo
presente en la mayoría de los países. El Estado como director de la economía, ya que esta
por sí sola no era capaz de salir de la crisis. Esto suponía el abandono del tradicional
liberalismo económico y el laissez faire, siguiendo los postulados de Keynes, como ya
hemos visto en el caso de Estados Unidos. El Estado debía estimular la economía,
aumentando el gasto público para mantener la actividad y estimular la demanda.
El punto más grave de la crisis fue en 1932 y los principios de la recuperación los
encontramos en 1933, recuperación lenta que se interrumpió temporalmente en 1937. Los
precios habían subido de forma equilibrada durante los años anteriores, pero en 1937 en
Estados Unidos la tendencia cambió. El impulso de la actividad anterior había llevado a la
acumulación de existencias y los precios bajaron. Este cambio de circunstancias se traspasó
al comercio exterior y se dejó notar en todos los países.
Esta suave recesión pronto se superó y prosiguió la recuperación económica de la crisis
gracias en gran medida al rearme, ya que a finales de los años treinta la guerra se veía
cercana. La situación económica mundial era difícil, pero la situación política era todavía
peor. La tensión entre los países iba en aumento y los conflictos internacionales se
sucedían: invasión por Italia de Etiopía en 1935, guerra civil española en 1936, movimiento
militar alemán en la Renania en 1936, ataque de Japón a China 1937. Aquí se puso de
manifiesto la incapacidad de la Sociedad de Naciones, que fracasó en los años treinta, ya
que no pudo evitar los conflictos internacionales que eran la antesala de la Segunda Guerra
Mundial. La guerra se acercaba con rapidez y la necesidad de prepararse para ella era una
obligación para todas las potencias, aumento de los gastos militares, construcción de
fábricas de armamento, almacenamiento de abastecimientos... En el caso de Alemania los
preparativos militares habían comenzado mucho antes, casi tan pronto como la llegada de
Hitler al poder, aunque a partir de 1936 en mayor medida.
Como salieron de la depresión en los Estados Unidos

El primer New Deal


Al asumir Franklin D. Roosevelt la presidencia en 1933 se aprobaron rápidamente varias
leyes en el Congreso como fondos asistenciales para desocupados, precios de apoyo para
los agricultores, servicio de trabajo voluntario para desempleados menores de 25 anos,
proyectos de obras públicas en gran escala, reorganización de la industria privada, creación
de un organismo federal para salvar el valle del Tennessee, financiación de hipotecas,
seguros para los depósitos bancarios y reglamentación de las transacciones de valores.
Estas leyes crearon nuevos organismos encargados de llevar a cabo estas medidas. El New
Deal, había sido elaborado durante la carrera presidencial por un grupo de intelectuales,
que Roosevelt reunió en torno suyo, conocidos como el "Brain Trust".
El problema más importante para Roosevelt era la quiebra casi total del sistema bancario,
hasta tal punto que era imposible cobrar un cheque. La producción industrial, por su parte,
había tocado fondo en 1932. La crisis bancaria era esencialmente de confianza y pudo ser
solucionada fácilmente. En un discurso radial Roosevelt informó la población sobre la
reapertura de los bancos incitando a depositar ya que no se corrían más riesgos, por lo que
varios individuos volvieron a depositar. La recuperación de los bancos no fue más que el
preludio de una revisión a fondo del sistema financiero, gravemente distorsionado desde
1929 por la contracción del crédito, el incremento de las deudas y el impago de las
hipotecas.
Otro problema era el desempleo. La primera medida adoptada en este terreno fue la
creación de campamentos de trabajo donde los desempleados realizaban tareas de
conservación de parques naturales y otros espacios verdes. Si bien el Gobierno federal
encaró la realización de obras públicas, estas no llegaron a compensar la enorme reducción
experimentada por el gasto a nivel estatal y municipal. El New Deal nunca dispuso de un
programa concreto para bajar la desocupación mediante obras públicas ya que se carecían
de proyectos de antemano y la planificación requería tiempo. Los proyectos debían
autofinanciarse lo que hacía difícil su elaboración. Además, para lograr el máximo
beneficio social había que emplear a la mayor cantidad de mano de obra posible, ya sea
calificada como no calificada por lo que estos empleos eran tachados de constituir en la
práctica una auténtica limosna. No solo el New Deal no pudo disminuir considerablemente
el desempleo, sino que los trabajos otorgados eran precarios al tratarse de obras públicas
que por su propia naturaleza no duraban mucho tiempo.

El New Deal se enfrentó constantemente al dilema de emplear el dinero en aliviar el


sufrimiento actual o en estimular la economía para el futuro. Gran parte de las inversiones
del New Deal procedían de los impuestos, ya que, de otro modo, el gobierno federal tendría
que haber aceptado un déficit presupuestario. Esto significaba que una parte del dinero
destinado a pagar el sueldo de los nuevos empleados se deducía del salario del que
disfrutaba de un empleo. Esto comprueba que Roosevelt desconocía de fondo las medidas
recomendadas por Keynes ya que este indicaba que el aumento de gasto, y en
consecuencia, del déficit era algo positivo en épocas de crisis.
Otro problema gravísimo, era el bajo y permanente nivel de las rentas agrícolas. Era
necesario aumentar los precios y ello se conseguía disminuyendo la producción agraria.
Para lograrlo, se concedían primas a aquellos agricultores que deseaban producir menos.
Esto implicaba que al menos una parte del costo recayera sobre el consumidor, que en
algunos casos estaba en la miseria si se trataba del proletariado de las grandes urbes. Sin
embargo, el aumento del nivel de vida de los agricultores significaba más dinero, más
demanda y más empleo.

El segundo New Deal


El segundo New Deal se implementó en el segundo mandato de Franklin D. Roosevelt y
consistió en la promulgación de una ley sobre la vivienda, la puesta en marcha de la
seguridad social, la creación de organismos de planificación regional, el respaldo a los
sindicatos y un sistema fiscal más progresivo con impuestos más elevados a los ingresos y
a la riqueza. Igualmente, las consecuencias de las nuevas imposiciones a los ricos fueron
insignificantes y no hubo tal redistribución de la riqueza. En 1929 las constituciones de
sindicatos en forma irrestricta. Las empresas tuvieron que aceptar la libertad de sindicación
de sus empleados. Se logró la sindicalización de los trabajadores de las industrias de
producción en masa; todos los empleados, cualquiera que fuera su calificación, debían
integrarse a un mismo sindicato industrial en tanto el gobierno federal los emplearía como
"correas de transmisión" de las normas estatales sobre asuntos laborales.
En estas circunstancias, el gobierno cometió un grave error económico que retrasaría en
dos anos la recuperación. En 1936, el ritmo de expansión era acelerado y los precios
subieron rápidamente. Temiendo un auge especulativo, Roosevelt puso fin al déficit
presupuestario y al ano siguiente la economía se sumió en una depresión que no sufría
ningún otro país y aumentó el desempleo. Tan pronto como el gobierno redujo los gastos,
los empresarios perdieron la confianza y dejaron de invertir. Roosevelt seguía sin entender
la política fiscal, pensaba que era la obra pública y no el déficit presupuestario lo que
promovía el empleo. Los gastos federales aumentaron en 1938 pero la hostilidad hacia el
New Deal había aumentado. A medida que el desempleo se prolongaba, crecía la
impopularidad de Roosevelt.
Si bien se dice que el segundo New Deal fue un ‘giro a la izquierda’, no era en absoluto
hostil a los empresarios, lo que hizo fue poner al burócrata donde había fracasado el
hombre de negocios hasta que la empresa privada pudiera florecer de nuevo. Por haber
sabido evitar una solución más radical fue el salvador del capitalismo. El efecto más
perdurable del New Deal fue aumentar el poder del gobierno federal y del presidente en
particular: se redujo el poder de los Estados y el presidente y su gabinete sustituyeron al
Congreso como principal fuente legislativa. La sociedad estadounidense experimentó una
profunda transformación debido al incremento del poder federal y presidencial sobre la
economía. Por eso el auténtico legado del New Deal fue revolucionar las expectativas.

La Segunda Guerra Mundial

En los albores del ingreso de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, doce anos
después del fatídico 24 de octubre de 1929, el gasto federal equivalía al 10 % del PIB de
los Estados Unidos. De una fuerza laboral de 56 millones de trabajadores, el gobierno
federal empleaba a cerca de 1.3 millones, el 2.2 % en trabajos civiles y militares regulares y
a otros 3.3 millones (5.9%) en programas de emergencia de alivio laboral. Otros 10
millones, que representaban el 20 % de la población activa, aún estaban desempleados. La
deuda nacional había crecido a casi 40 000 millones de dólares.
Las medidas restrictivas que la administración Franklin D. Roosevelt realizó sobre el
comercio, la propiedad y la libre empresa provocaron que el capital necesario para reactivar
la economía fuera gravado con impuestos y forzado a pasar a la economía sumergida.
Cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial, en 1941, Roosevelt
intentó cambiar la agenda económica con el resultado de que gran parte de esos capitales se
canalizaron a través de la industria bélica en lugar de destinarse a la producción de bienes
de consumo. Desde 1940 la Segunda Guerra Mundial ya producía una gran demanda de los
productos estadounidenses. En un principio, Estados Unidos sólo iba a intervenir en la
guerra como proveedor de productos de guerra a los países aliados (especialmente Gran
Bretana y Francia). Esto hizo que el desempleo se redujera porque se revitalizó la industria.
Dado que Estados Unidos no había sido atacado no podía intervenir de manera activa en la
guerra, pero con el ataque japonés a la base de Pearl Harbor entra de lleno en todos los
frentes.
En tiempos de guerra, al presidente Roosevelt se le conceden poderes extraordinarios. Esto
le dio poder para organizar un nuevo aparato administrativo y movilizar a la comunidad
científica para la guerra. Se fue construyendo lo que va a ser la economía de la posguerra.

Como salieron de la depresión en Europea

Como salieron de la depresión en el Reino Unido


La política económica británica en los anos 1930 estuvo marcada por la trascendente
decisión de abandonar el patrón oro en 1931. La flotación de la Libra no fue acompanada
de una mayor intervención estatal como en los otros países. La nueva política británica se
sustentó en el crédito barato y en el proteccionismo. Las posibilidades de acceso a
préstamos a bajo costo fue uno de los factores que contribuyó a impulsar el mercado de la
construcción. Por otro lado, el establecimiento de una política arancelaria dio por finalizado
un período de casi noventa anos de libre comercio, con la importante consecuencia de
colocar al mercado interno como motor del crecimiento. Este rasgo se vinculaba con la
pérdida de competitividad de los productos ingleses y con las posibilidades de expansión
del consumo de masas que se desarrollaría plenamente en la posguerra.
Si bien la economía británica experimentó una recuperación más prolongada y sostenida
que la del resto de los países industriales, hubo dos aspectos negativos importantes: el alto
desempleo y la concentración empresarial producto del proteccionismo y la preferencia
imperial. Gran Bretana, la potencia industrial menos concentrada en 1914.

Como salieron de la depresión en Francia


La economía francesa, de buen comportamiento en la posguerra, se vio enfrentada a la
crisis, cuando en 1931, Gran Bretana y otros numerosos países decidieron abandonar el
patrón oro. Hasta ese momento, la devaluación del franco y el proteccionismo hicieron que
Francia fuera alcanzada débilmente por la crisis. El problema se presentó ante la disyuntiva
de mantener el patrón oro, favorecido por su gran cantidad de reservas de este material, o
devaluar. La decisión de mantener el patrón oro, por el temor a la inflación, impuso una
línea de acción deflacionaria para adecuar los precios franceses a los niveles mundiales en
un marco de devaluación general. Así, se promovió la deflación mediante la reducción de
gastos, una baja en los salarios y el mantenimiento de altas tasas de interés. Esto provocó
tensión social, caída de las inversiones y ningún resultado positivo.
Sin embargo, en 1936, un nuevo gobierno de carácter socialista produjo un viraje de
significación. Se abandonó el patrón oro con la consecuente devaluación del franco, se
realizó un moderado plan de obras públicas, se regularon los precios agrícolas y se
aumentaron los salarios. El traslado inmediato de los incrementos salariales a los precios
relanzó la inflación y reapareció la tensión social. A principios de 1939 la economía
francesa pareció despegar debido al aumento de los gastos militares, pero la entrada en la
guerra y la ocupación por parte de Alemania al ano siguiente cambiaron el rumbo de la
historia de Francia

Como salieron de la depresión en Alemania y el nacimiento del nazismo

Hacia 1933, la economía alemana no había superado aún el impacto negativo de la política
económica implementada por un gobierno que había apostado por la deflación para salir de
la crisis. Como la economía alemana dependía fundamentalmente de los préstamos
estadounidenses, la reducción de los mismos a partir del 1929, tuvo efectos directos en la
economía. La decisión del gobierno de mantenerse en la ortodoxia generó más desempleo,
la caída del producto interno bruto y el colapso del sistema bancario. La mala situación
social, más el temor del avance del comunismo son claves para entender la llegada de
Hitler y el partido Nacional Socialista al poder (que seis anos más tarde daría comienzo a la
Segunda Guerra Mundial). Los comunistas alemanes fueron acusados del incendio del
Reichstag, y en un clima de terror e inseguridad, se le otorgó el poder absoluto de una
forma legal y constitucional.
El nazismo se caracterizaba por un ultranacionalismo totalitarista y expansionista,
anticomunismo, antiliberalismo, antisemitismo y por la idea de supremacía racial del
pueblo alemán. La política nazi en relación con lo económico estuvo caracterizada por el
alto grado de intervención estatal. Los objetivos finales de esta política económica eran el
control totalitario de la sociedad, los planes bélicos y la idea de superioridad racial. El
sistema económico fue parte del sistema político de dominación.
La recuperación alemana comenzada en 1933, estuvo caracterizada por la creación de
empleo y en una serie de disposiciones fiscales con el objetivo de favorecer a las grandes
empresas. El gasto militar subió del 3 % del PIB en 1933 al 23 % en 1939. El sector estatal
fue el mayor inversor y el mayor consumidor en la economía alemana disminuyendo el
papel de la economía de mercado por las regulaciones impuestas por el Estado. A su vez, se
profundizó la concentración en las distintas áreas de la economía, rasgo característico de la
estructura productiva alemana.

Como salieron de la depresión en México.


La recuperación de la economía mexicana se debió en parte a ciertas políticas económicas
de índole expansionistas, lo que implicó un cambio en el aparato fiscal de México pero
también, a una recuperación de la demanda internacional estimulando las exportaciones
mexicanas.
Sector externo
La recuperación económica en primera instancia se logró por la recuperación del sector
externo. El aumento de los precios internacionales, en especial el de la plata y el petróleo
que eran los principales productos de exportación de México. De acuerdo con Cárdenas
(199415) el valor de las exportaciones en 1934 aumentó un 68.3% en dólares y 73.3% en
pesos.
Para el caso particular de la plata, en 1933 se publicó el Tratado de Londres con el fin de
estabilizar su precio y la Ley de Adquisiciones de Plata de Estados Unidos que le permitía
comprar toda la plata mexicana, fueron estimulantes para el escenario internacional de este
metal.
Por su parte, el aumento en el uso del automóvil y el uso de energías a nivel mundial
generó un incremento en el precio del petróleo, así como el descubrimiento de nuevos
yacimientos en suelo mexicano permitió una gran dotación de este producto en el mercado
internacional y al igual que la plata se estimuló las exportaciones de este producto.
Cambio de la política económica
Como se mencionó, un primer vehículo para atender la crisis fue a través de un esquema de
políticas ortodoxas y procíclicas bajo la dirección de Montes de Oca. Con Pani como nuevo
secretario de Hacienda, se realizaron cambios importantes en materia de política económica
contrarios a las acciones llevadas por su antecesor. A continuación, se mencionan algunas
de las medidas económicas tomadas.
Se abandonó la defensa del tipo de cambio dejando que el valor del peso “flotara”, a su vez,
se abandonó el patrón oro, en los países que abandonaron el patrón oro se observa una
recuperación más rápida a diferencia de aquellos que se aferraron27. Se apostó por la
acunación de monedas de plata y por aumentar los medios de pago, un claro ejemplo fue el
pago con billetes del Banco de México a empleados gubernamentales. El gobierno
estableció la meta del pleno empleo como parte importante dentro de sus políticas.
También, si bien, se planteaba un balance en las finanzas públicas, las decisiones
permitieron un déficit público (contrario al planteamiento de las anteriores
administraciones). Muchas de las medidas tomadas desembocaron en un aumento de la
oferta monetaria.
En la década de 1920 el Banco de México funcionaba como una banca comercial
tradicional, con el otorgamiento del control monopolio en la emisión de billetes y algunos
aspectos establecidos en la ley de 1931, ayudaron a reforzar la posición del Banco de
México como autoridad monetaria siendo la principal institución encargada del manejo de
la política monetaria.
Las acertadas decisiones llevadas a cabo por las autoridades financieras lograron reducir un
avance de la crisis y permitieron una recuperación de la danada economía mexicana. El
crecimiento económico nacional a partir de 1933 fue estable y sostenido (Cárdenas, citado
por Marichal 201028), además de sentar las bases para el desarrollo económico y la
modernización en los gobiernos futuros.
Sectores económicos
A un nivel interno las distintas actividades productivas resintieron de distintas formas el
efecto de la crisis, así, como las medidas económicas llevadas a cabo. La reacción entre
actividades económicas fue desigual, destacando un estancamiento del sector agrícola y un
repunte del sector industrial.
Sector de la agricultura
Por una parte, el sector de la agricultura no creció, por el contrario, se estancó, se puede
entender esta situación desde distintas aristas, los precios que se tenían en las zonas urbanas
desfavorecían al sector rural junto con una reducción de las tasas de rendimiento del campo
provocaron que la inversión en el sector agrícola se estancara.
Sector industrial
En comparación, en el sector industrial tuvo un crecimiento significativo e incluso este
sector se validó como motor de la economía para este periodo. Es relevante mencionar la
importancia del proceso de sustitución de importaciones, si bien este modelo ya funcionaba
a finales de la década de 1920, para la siguiente década cobro mayor fuerza aumentando su
presencia en la oferta total, se puede derivar que durante este periodo el proceso de
industrialización fue intensiva en uso de capital.
BIBLIOGRAFIAS

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