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“El ratón Rodolfo”

Había una vez un pequeño ratón llamado Rodolfo. Rodolfo vivía en un hermoso bosque lleno
de árboles y flores coloridas. Era un ratoncito curioso y siempre estaba buscando aventuras
emocionantes.

Un día, mientras exploraba el bosque, Rodolfo se encontró con un desafío inesperado. Había
un árbol alto y majestuoso que se alzaba en medio de su camino, y en la parte superior del
árbol, brillaba una suculenta manzana roja y jugosa. Rodolfo, emocionado por el delicioso
premio, decidió subir y conseguir la manzana. Sin embargo, a medida que trepaba por el árbol,
se dio cuenta de que era mucho más difícil de lo que imaginaba. Cada vez que intentaba subir
un poco más alto, una rama se balanceaba y lo empujaba hacia abajo.

Rodolfo comenzó a sentirse frustrado y pensó en rendirse.

En ese momento, apareció Sabio, una sabia lechuza que vivía en el bosque. Sabio notó la
frustración en los ojos de Rodolfo y se acercó a él con una sonrisa amable: "Pequeño Rodolfo,
veo que estás teniendo problemas", dijo Sabio. "Recuerda que la frustración es solo una parte
del camino hacia el éxito. A veces, las cosas no salen como esperamos, pero eso no significa
que debamos rendirnos".

Rodolfo suspiró y le contó a Sabio cómo cada intento de alcanzar la manzana parecía ser en
vano. Sabio asintió con sabiduría y compartió una historia con el ratoncito.

"Hace mucho tiempo, también enfrenté un desafío similar. Quería volar alto en el cielo como
las águilas, pero mis alas no eran lo suficientemente fuertes. En lugar de rendirme, decidí
aprender de mis limitaciones y encontrar otras formas de ser útil".

Rodolfo escuchó atentamente y comenzó a comprender que la frustración no significaba el fin


de su objetivo. En cambio, era una oportunidad para aprender, crecer y descubrir nuevas
formas de abordar los desafíos.

Inspirado por las palabras de Sabio, Rodolfo decidió no rendirse. Comenzó a analizar el árbol
con más cuidado y encontró una rama más fuerte y estable para trepar. Pacientemente, paso a
paso, avanzó hacia la cima del árbol. Después de un tiempo, Rodolfo alcanzó la manzana y la
sostuvo en sus pequeñas patitas. La emoción y la alegría llenaron su corazón mientras
saboreaba la dulzura de la fruta.

Desde aquel día, Rodolfo aprendió la importancia de la tolerancia a la frustración. Comprendió


que, aunque las cosas no siempre salen como uno espera, con paciencia, perseverancia y una
mente abierta, se pueden superar los obstáculos y alcanzar los sueños.

A continuación, las y los estudiantes deben reflexionar sobre las siguientes preguntas:

1. ¿Qué pensaba Rodolfo al no poder subir el árbol?


2. ¿Cómo se sintió el ratón Rodolfo al no poder subir por el árbol?
3. ¿Qué harías tú si fueras Rodolfo?
4. ¿Qué podía hacer el ratón Rodolfo para sentirse mejor?
5. ¿Qué tal nos pareció la solución que dio Sabio a Rodolfo?
6. ¿Qué hubieras hecho tú en la situación de Rodolfo, hubieras hecho lo que dijo Sabio?
7. ¿Qué le hubieras aconsejado a Rodolfo?
8. ¿Alguna vez te sentiste como Rodolfo cuando no obtuviste lo que querías?
9. ¿Qué hago yo cuando algo no me sale como quiero?
“El ratón Rodolfo”

Había una vez un pequeño ratón llamado Rodolfo. Rodolfo vivía en un hermoso bosque lleno
de árboles y flores coloridas. Era un ratoncito curioso y siempre estaba buscando aventuras
emocionantes.

Un día, mientras exploraba el bosque, Rodolfo se encontró con un desafío inesperado. Había
un árbol alto y majestuoso que se alzaba en medio de su camino, y en la parte superior del
árbol, brillaba una suculenta manzana roja y jugosa. Rodolfo, emocionado por el delicioso
premio, decidió subir y conseguir la manzana. Sin embargo, a medida que trepaba por el árbol,
se dio cuenta de que era mucho más difícil de lo que imaginaba. Cada vez que intentaba subir
un poco más alto, una rama se balanceaba y lo empujaba hacia abajo.

Rodolfo comenzó a sentirse frustrado y pensó en rendirse.

En ese momento, apareció Sabio, una sabia lechuza que vivía en el bosque. Sabio notó la
frustración en los ojos de Rodolfo y se acercó a él con una sonrisa amable: "Pequeño Rodolfo,
veo que estás teniendo problemas", dijo Sabio. "Recuerda que la frustración es solo una parte
del camino hacia el éxito. A veces, las cosas no salen como esperamos, pero eso no significa
que debamos rendirnos".

Rodolfo suspiró y le contó a Sabio cómo cada intento de alcanzar la manzana parecía ser en
vano. Sabio asintió con sabiduría y compartió una historia con el ratoncito.

"Hace mucho tiempo, también enfrenté un desafío similar. Quería volar alto en el cielo como
las águilas, pero mis alas no eran lo suficientemente fuertes. En lugar de rendirme, decidí
aprender de mis limitaciones y encontrar otras formas de ser útil".

Rodolfo escuchó atentamente y comenzó a comprender que la frustración no significaba el fin


de su objetivo. En cambio, era una oportunidad para aprender, crecer y descubrir nuevas
formas de abordar los desafíos.

Inspirado por las palabras de Sabio, Rodolfo decidió no rendirse. Comenzó a analizar el árbol
con más cuidado y encontró una rama más fuerte y estable para trepar. Pacientemente, paso a
paso, avanzó hacia la cima del árbol. Después de un tiempo, Rodolfo alcanzó la manzana y la
sostuvo en sus pequeñas patitas. La emoción y la alegría llenaron su corazón mientras
saboreaba la dulzura de la fruta.

Desde aquel día, Rodolfo aprendió la importancia de la tolerancia a la frustración. Comprendió


que, aunque las cosas no siempre salen como uno espera, con paciencia, perseverancia y una
mente abierta, se pueden superar los obstáculos y alcanzar los sueños.

A continuación, las y los estudiantes deben reflexionar sobre las siguientes preguntas:

1. ¿Qué pensaba Rodolfo al no poder subir el árbol?


2. ¿Cómo se sintió el ratón Rodolfo al no poder subir por el árbol?
3. ¿Qué harías tú si fueras Rodolfo?
4. ¿Qué podía hacer el ratón Rodolfo para sentirse mejor?
5. ¿Qué tal nos pareció la solución que dio Sabio a Rodolfo?
6. ¿Qué hubieras hecho tú en la situación de Rodolfo, hubieras hecho lo que dijo Sabio?
7. ¿Qué le hubieras aconsejado a Rodolfo?
8. ¿Alguna vez te sentiste como Rodolfo cuando no obtuviste lo que querías?
9. ¿Qué hago yo cuando algo no me sale como quiero?

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