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Extremidad rotura, por lo que conlleva el 60% de las causas de hombro do-
acromial
de la clavícula loroso. (Fig. 2-10,Fig. 2-11).
Articulación Apófisis
Las lesiones del manguito son degenerativas en gente mayor y
acromioclavicular coracoides de origen traumático en gente joven. En función de la inflamación
Acromión
Articulación y el grado de afectación de los tendones, habrá más o menos do-
glenohumeral
Tubérculo mayor lor; muchas veces nocturno, al abducir el hombro (sobre todo en-
o troquíter
tre 60 grados y 120 grados de abducción), que a veces irradia por
Cavidad
glenoidea Escápula el brazo. Si hay rotura de tendones, también habrá debilidad o in-
Costilla capacidad para abducir/rotar el hombro. Pruebas como las de Jobe
Tubérculo menor
o troquín (Fig. 2-12) o Neer detectan el dolor durante maniobras de abduc-
ción. Las pruebas de imagen más usadas son la ecografía (más
Surco
intertubular barata y rápida, pero menos sensible) y la RM (donde mejor se
Articulación
escapulotorácica aprecian los detalles) (Fig. 2-13). También se puede realizar una
radiografía para valorar cambios degenerativos articulares.
Exceptuando las roturas agudas en pacientes jóvenes, que son
Fig. 2-3 | Anatomía radiológica del hombro normal, donde se observa la arti- todas quirúrgicas, en general el tratamiento de las lesiones suba-
culación glenohumeral y la acromioclavicular. Manual y Atlas Fotográfico de cromiales o de manguito comienza por el tratamiento conserva-
Anatomía del Aparato Locomotor. Llusá Pérez M, Merí Vived À y Ruano Gil D. dor, que consistirá en antiinflamatorios no esteroideos (AINE),
©2004 Editorial Médica Panamericana.
fisioterapia y rehabilitación. Se puede proceder también a poner
1-3 infiltraciones de corticoides para el alivio sintomático y el
1.2.1. Síndrome subacromial. Patología del control de la inflamación, aunque se ha comprobado que éstos
manguito rotador inhiben la síntesis de colágeno y empeoran la calidad del tendón,
dificultando una posible ulterior reparación quirúrgica. Si tras 6
Es la causa más frecuente de dolor de hombro. La articula- meses de tratamiento conservador el paciente no mejora, habrá
ción glenohumeral tiene unos estabilizadores dinámicos que que plantearse realizar una acromioplastia (descompresión suba-
conforman un manguito de cuatro tendones: subescapular (an- cromial) para liberar el espacio subacromial y evaluar el mangui-
terior), supraespinoso (superior), infraespinoso (posterosupe- to rotador, por si precisa sutura. Las roturas parciales del man-
rior) y redondo menor (posteroinferior) (Fig. 2-5). La porción guito y muchas de las totales también deben iniciar el tratamien-
larga del bíceps (PLB) asciende entre el subescapular y el supra- to de manera conservadora, y si no mejora, operar. Las suturas
espinoso para insertarse en el tubérculo supraglenoideo, y se del manguito rotador (Fig. 2-14) evolucionan peor, cuanto mayor
considera parte del manguito rotador
(Fig. 2-6,Fig. 2-7,Fig. 2-8,Fig. 2-9). El supraespinoso es el ten-
Tendón del Ligamento
coracoacromial Músculo
dón donde suele encontrarse más patología, al pasar por debajo músculo bíceps supraespinoso
braquial, cabeza larga
del acromion, la articulación acromioclavicular y el ligamento Bolsa
subacromial
coracoacromial (espacio subacromial). En este espacio se en-
Apófisis
cuentra la bursa subacromial, que separa el SE de las estructuras coracoides Músculo
infraespinoso
suprayacentes, y debido a varias causas (microtraumatismos,
gestos repetitivos por encima de la cabeza, cambios degenerati-
vos, mala vascularización o conformación anatómica del acro- Bolsa
subtendinosa Cavidad
del músculo glenoidea
mion), se puede producir una inflamación aguda con posibilidad
subescapular
de cronificarse e ir produciendo un desgaste del tendón hasta su
Labrum
glenoideo
Tubérculo
menor
Cuerpo del
esternón Múculo
Surco infraespinoso
intertubercular Borde lateral
de la escápula
Cartílago
costal
Cavidad
glenoidea
Músculo Bolsa
supraespinoso subdeltoidea
Tendón de la
cabeza larga del
músculo bíceps
braquial
Tubérculo
Cavidad mayor Músculo
glenoidea infraespinoso
Labrum
glenoideo
Músculo
redondo menor
Receso Músculo
axilar
deltoides
Músculo Músculo
redondo subescapular
mayor Húmero
es la edad del paciente, sobre todo por encima de los 65 años, Cuerpo del
húmero
donde puede haber roturas extensas y mala calidad tisular. Ángulo
inferior
En roturas extensas en pacientes jóvenes, pueden ser nece-
sarias transferencias tendinosas para mejorar las rotaciones y
la abducción (de dorsal ancho o pectoral mayor). Cuando la en-
fermedad del manguito rotador es extensa y crónica, la cabeza
humeral asciende hasta chocar con el acromion, generando una Fig. 2-8 | Músculos que rodean la articulación del hombro. Manguito rotador
artrosis llamada artropatía del manguito rotador. En estos ca- derecho. Vista lateral. Anatomía clínica, 2ª Ed. Pró E. ©2014 Editorial Médica
Panamericana.
sos, el tratamiento indicado, es ya una prótesis parcial en pa-
cientes jóvenes o una prótesis reversa;en pacientes mayores,
con o sin transferencias tendinosas (Fig. 2-15).
Fig. 2-7 | Manguito rotador. Imagen sagital SE potenciada en T1 del hombro. Fig. 2-9 | Artro-RM directa de hombro normal. Imagen axial SE potenciada en
1. húmero; 2. acromion; 3. ligamento coracoacromial; 4. tendón subescapu- T1 con supresión grasa. 1. cabeza humeral; 2. glenoides; 3. tendón largo del
lar; 5. tendón largo del bíceps; 6. tendón supraespinoso; 7. tendón infraespi- bíceps; 4. tendón subescapular; 5. región anterior del labrum glenoideo; 6. re-
noso; 8. tendón redondo menor; 9. deltoides; 10. coracobraquial; 11. tríceps; gión posterior del labrum glenoideo; 7. receso subescapular de la articulación
12. vasos circunflejos humerales posteriores. Radiología Esencial. Sociedad glenohumeral. Radiología Esencial. Sociedad Española de Radiología Médica.
Española de Radiología Médica. ©2010 Editorial Médica Panamericana. ©2010 Editorial Médica Panamericana.
Músculo infraespinoso
Músculo supraespinoso
B Músculo
D C subescapular
A
Húmero
Fig. 2-14 | Esquema del anclaje de los tendones del manguito rotador en una Fig. 2-16 | Maniobra de Yergason. Comprueba la estabilidad del bíceps al rea-
rotura masiva del mismo. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado lizar la supinación contra resistencia. Se puede notar un salto en la corredera
Martínez AD. ©2015 Editorial Médica Panamericana. bicipital o dolor en el mismo al realizar la maniobra.
Es la formación de depósitos de sales cálcicas en los tendo- La rigidez del hombro puede ser secundaria a diversos facto-
nes del manguito, sobre todo del SE. Se ocasiona un cuadro de res (artrosis, fractura, entre otras.), o surgir de manera espon-
dolor muy intenso por aumento de la presión al absorberse el tánea, en cuyo caso se trata del hombro rígido primario o cap-
depósito. Las calcificaciones se ven en la radiografía y en la sulitis adhesiva. Es más frecuente en mujeres de 50 años, se-
ecografía (Fig. 2-20). El tratamiento es con rehabilitación, on- dentarias, asociado a diabetes mellitus y posiblemente a otras
das de choque y/o infiltraciones de corticoides. También se condiciones inmunes. Hay un engrosamiento de la cápsula arti-
pueden absorber las calcificaciones con control ecográfico o cular con una retracción del ligamento coracohumeral, que li-
hacer una limpieza por vía artroscópica. mita progresivamente la abducción y las rotaciones. El curso de
los síntomas puede durar más de 1 año y el tratamiento es
principalmente rehabilitador, con ejercicios y terapia física. En
caso de no funcionar, se puede combinar una artrólisis artros-
cópica, con la manipulación bajo anestesia.
Fig. 2-15 | Artropatía del manguito rotador tratada mediante prótesis reversa Fig. 2-17 | Maniobra de Speed. Dolor o incapacidad para realizar la antever-
de hombro. sión del brazo contra resistencia.
Fig. 2-23 | Fractura desplazada del tercio medio de la clavícula con tercer fra-
gmento. Manual de Cirugía Ortopédica y Traumatología, 2ª Ed. Sociedad Es-
pañola de Cirugía Ortopédica y Traumatología ©2010 Editorial Médica Pana-
mericana.
ig. coracohumeral
Borde
superior La mayoría de las luxaciones acromioclaviculares son de trata-
miento conservador (las de tipo I, II y la mayoría de las de tipo
Foramen
escapular III). Solo las de tipo III en pacientes jóvenes con alta demanda
funcional y las menos frecuentes IV, V y VI se consideran de tra-
Ligamento tamiento quirúrgico.
escapular
Troquíter
Las fracturas de escápula son poco frecuentes, la mitad de
ellas son del cuerpo y espina de la escápula, siendo el resto del
Escápula cuello de la escápula, glenoides, acromion o coracoides
Cuello (Fig. 2-27). El 95 % se producen por traumatismos directos de
anatómico
alta energía y asocian lesiones costales y pulmonares, entre
Tendón del
bíceps otras. El resto son avulsiones por traumatismo indirecto. La
Tubérculo Cuello
menor escapular mayor parte de las fracturas de escápula se tratan de forma
Húmero conservadora, sobre todo las del cuerpo, con cabestrillo durante
Fig. 2-25 | Ligamentos de la articulación acromioclavicular. Véanse los liga- 4 semanas y luego empezar la movilización progresivamente.
mentos coracoclaviculares (conoide y trapezoide) y los ligamentos acromio- Las del cuello, glenoides, acromion y coracoides se operan, si
claviculares. También se ven otros ligamentos, como el coracoacromial (que son inestables y están desplazadas, sintetizándolas con placas
forma parte del techo del espacio subacromial) y los ligamentos y la cápsula
de la articulación glenohumeral. y/o tornillos.
Fig. 2-27 | TC tridimensional de una fractura del cuerpo de la escápula. Ma- Entre las complicaciones de la luxación anterior la más fre-
nual de Cirugía Ortopédica y Traumatología, 2ª Ed. Sociedad Española de Ciru- cuente es la recidiva de la lesión, sobre todo en jóvenes y varones.
gía Ortopédica y Traumatología ©2010 Editorial Médica Panamericana.
Entre las lesiones óseas, las fracturas del troquíter son más habi-
tuales en pacientes mayores. La lesión de Hill-Sachs (Fig. 2-31)
La mayoría de las fracturas de escápula se tratan de manera
(fractura impactada de la cabeza humeral en el reborde posterior)
conservadora.
o la fractura del reborde glenoideo anteroinferior (bony Bankart)
(Fig. 2-32) son muy frecuentes entre las luxaciones recidivantes.
Entre las lesiones capsuloligamentosas la más común es la lesión
1.4. Inestabilidad glenohumeral de Bankart (avulsión de cápsula y labrum anteroinferior)
(Fig. 2-28yFig. 2-33), aunque hay otras. Las roturas del mangui-
El hombro es la articulación más móvil del cuerpo y la que más to rotador son más corrientes en luxaciones a partir de los 40
se luxa del cuerpo, sobre todo hacia anterior. Los principales es- años, y aumentan con la edad. Las lesiones neurovasculares (ar-
tabilizadores de la articulación son la cápsula y ligamentos arti- teria y nervio axilar) son más usuales en ancianos, siendo rara la
culares (en especial el ligamento glenohumeral inferior para la
luxación anterior), el labrum glenoideo, las estructuras óseas que
lo conforman y las musculares que lo rodean (manguito, PLB,
etc.). El mecanismo de lesión suele ser por un traumatismo indi-
recto, en la luxación anterior en abducción, extensión y rotación
externa. En la luxación posterior es por una sobrecarga axial en
aducción, flexión y rotación interna, aunque también puede ser
por una contracción muscular intensa durante un ataque epilép-
tico o una electrocución (típico de la luxación posterior bilateral).
También puede ser por un mínimo traumatismo, en pacientes hi-
perlaxos o en episodios recidivantes.
La dirección de la luxación puede ser anterior (la más frecuen-
te, suele ser subcoracoidea), posterior (que suele ser subacro-
mial), inferior (llamada también luxatio erecta por cursar con hi-
perabducción de hasta 160 grados) o superior (que se suele aso-
ciar a fracturas).
Existen igualmente dos extremos del abanico de lesiones que
resultan paradigmáticos: las lesiones traumáticas de tipo TUBS
(Traumatic Unilateral Bankart Surgery is needed) y las de tipo AM-
BRI (Atraumatic Multidireccional Bilateral Rehabilitation Inferior
capsular shift). Las TUBS, mucho más frecuentes, representan el
típico ejemplo de luxación anterior con lesión de Bankart asocia-
da (Fig. 2-28) y que muchas veces requiere cirugía en caso de re-
cidiva. Las AMBRI son lesiones en gente hiperlaxa, con una cáp- Fig. 2-28 | Lesión de Bankart. Corte de artro-RM en el plano axial potenciada
sula articular holgada, con luxaciones multidireccionales y bilate- en FSE T1 que muestra la rotura y separación del labrum anterior (flechas),
que constituye la lesión de Bankart. Radiología Esencial. Sociedad Española
rales frecuentemente, y que incluso son capaces de luxar volun- de Radiología Médica. ©2010 Editorial Médica Panamericana.
Cabeza
humeral Acromion
prominente prominente
Hombro
aplanado
Brazo
en libera
abducción
Codo
flexionado
Antebrazo en
rotación externa
sostenido por la
otra mano
Fig. 2-32 | Lesión de Bankart ósea (bony Bankart). Fractura del margen ante-
roinferior del reborde glenoideo ligeramente desplazada (flecha), como secue-
Fig. 2-30 | Maniobra de aprehensión del hombro. El paciente ejerce resisten- la de una luxación glenohumeral anterior previa. Radiología Esencial. Sociedad
cia a partir de un punto porque siente que se le puede salir el hombro. Española de Radiología Médica. ©2010 Editorial Médica Panamericana.
Tendón
Rodete del bíceps
Cavidad
glenoidea
Posterior Anterior
Cápsula
articular
Lesión
de Bankart
Cuello
anatómico
a c
Cuello
quirúrgico
b
Troquiter
Troquín
Anterior
Fractura
luxación
Posterior
Fig. 2-37 | Fractura multifragmentaria de húmero proximal. TC multicorte
con reconstrucción volumétrica que permite valorar el desplazamiento y la an-
gulación de los fragmentos. Radiología Esencial. Sociedad Española de Radio-
logía Médica. ©2010 Editorial Médica Panamericana.
Fractura articular
Fracturas en dos fragmentos:
De tuberosidades (troquíter y troquín): osteosíntesis, si el
Fig. 2-39 | Clasificación de Neer de las fracturas de la extremidad proximal
desplazamiento es mayor de 1 cm, normalmente con un del húmero.
tornillo a compresión.
De cuello quirúrgico: osteosíntesis con placa o clavo, si el
desplazamiento es superior al 50 %, sino, tratamiento
conservador (Fig. 2-40,Fig. 2-41).
Codera
Epicóndilo
Punto
doloroso
Fig. 2-50 | Punto de dolor en la epicondilitis. Codera colocada correctamente. Fig. 2-51 | Radiografía lateral de artritis reumatoide de un codo. Cirugía Orto-
Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado Martínez AD. ©2015 Edito- pédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado Martínez AD. ©2015 Editorial Médica
rial Médica Panamericana. Panamericana.
2.2.1. Fractura del extremo distal del húmero en Fracturas de epicóndilo o epitróclea, son raras en adultos.
adultos Las de epicóndilo se tratan normalmente de forma conser-
vadora y las de epitróclea, que se suelen asociar a luxacio-
Las fracturas de la extremidad distal del húmero se pueden nes de codo, se operan cuando el desplazamiento es mayor
clasificar en: de 1 cm o existe inestabilidad al valgo forzado.
Fig. 2-56 | Osteosíntesis de fractura del extremo distal del húmero con dos
Tipo I Tipo II Tipo III
placas en húmero y múltiples tornillos. Se suele requerir osteotomía del olé-
cranon para poder acceder a la fractura correctamente. Luego se sintetiza Fig. 2-58 | Fracturas de capitellum: tipo I (Hahn-Steinthal), tipo II (Kocher-Lo-
también el olécranon. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado renz) y tipo III (conminuta). Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delga-
Martínez AD. ©2015 Editorial Médica Panamericana. do Martínez AD. ©2015 Editorial Médica Panamericana.
Luxado
Epicóndilo Epitróclea
Luxado Reducido
Fig. 2-60 | Fijación de una fractura supracondílea de húmero en niño con dos Fig. 2-61 | Luxación traumática aguda simple de codo y su reducción. Cirugía
agujas de Kirschner. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado Mar- Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado Martínez AD. ©2015 Editorial Mé-
tínez AD. ©2015 Editorial Médica Panamericana. dica Panamericana.
Tracción
del radio
Reducción y osteosíntesis
tornillos o escisión fragmento
Fig. 2-68 | Reducción percutánea de una fractura del cuello radial en niños
Fig. 2-67 | Algoritmo de manejo de las fracturas de la cabeza radial según la mediante técnica de Metaizeau. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed.
clasificación de Mason. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado Delgado Martínez AD. ©2015 Editorial Médica Panamericana.
Martínez AD. ©2015 Editorial Médica Panamericana.
Colles Hutchinson o
Chauffeur
Dorsal
Dorsal
Volar
Fig. 2-75 | Fractura de Colles: fractura del extremo distal del radio que se Primero se revisan las fracturas del escafoides y de otros hue-
acompaña de desplazamiento dorsal y angulación volar del fragmento distal. sos del carpo para abordar después las inestabilidades.
Radiología Esencial. Sociedad Española de Radiología Médica. ©2010 Edito-
rial Médica Panamericana.
cular. La síntesis se puede hacer con agujas, fijador externo o pla- 3.2.1. Fracturas de escafoides y otros huesos del
cas de ángulo fijo con tornillos bloqueados (opción está en auge, carpo
Fig. 2-76), pudiendo utilizarse injertos o sustitutivos óseos para
rellenar el vacío trabecular que pudiera quedar tras la impacta- La fractura de escafoides es la más frecuente de los huesos del
ción ósea. Casi todas las fracturas con epónimo, menos la de Col- carpo (Fig. 2-77). Es un hueso con una vascularización precaria,
les (que dependerá del grado de desplazamiento), son indicacio- sobre todo en su polo proximal. Su fractura se suele producir por
nes quirúrgicas. una caída con la muñeca en hiperextensión y desviación cubital.
Entre las complicaciones destaca la compresión aguda o cróni- Tiene mejor pronóstico cuanto más distal es su trazo, siendo más
ca del nervio mediano (que necesitará liberación), la distrofia frecuente en el tercio medio del escafoides.
simpaticorrefleja, las roturas del extensor largo del pulgar, la La clínica cursará con dolor en la tabaquera anatómica, a la
consolidación viciosa (que podrá requerir osteotomía correctora) palpación del tubérculo del escafoides y a la compresión axial del
o la artrosis. La pseudoartrosis es excepcional al ser hueso espon- primer metacarpiano. Se precisarán cuatro radiografías (proyec-
joso de buena irrigación. ciones de escafoides) para valorar la posible fractura (Fig. 2-78).
El tratamiento en caso de sospecha clínica y no observar frac-
tura radiológica, consistirá en colocar un yeso antebraquipalmar,
Las fracturas de radio distal se pueden asociar a roturas dife-
y realizar una nueva serie de radiografías. Si persisten los sínto-
ridas de tendones, sobre todo el extensor largo del pulgar.
mas y las placas son normales, se podrá pedir una TC o una RM.
El tratamiento conservador, con yeso no menos de 10-12 sema-
Las fracturas del extremo distal del radio son las más frecuen- nas, se aplica a fracturas sin desplazamiento. Aquellas desplaza-
tes en niños. Pueden ser epifisiólisis, normalmente de tipo II, das más de 1 mm o en pacientes deportistas o trabajadores con
interés en reincorporarse rápido a sus actividades, se someten a
cirugía con tornillo percutáneo por vía volar o dorsal de tipo Her-
bert o Acutrack®, pudiendo iniciar la rehabilitación rápidamente.
Entre las complicaciones de la fractura de escafoides se en-
cuentra la pseudoartrosis (más frecuente en el tratamiento con-
servador) (Fig. 2-79) y la necrosis avascular del poloproximal
(Fig. 2-80). En estos casos está indicado la utilización de injertos
libres de cresta ilíaca o vascularizados de radio distal, para sinte-
tizar y revitalizar el hueso, o la resección del polo proximal, en
caso, que este no sea recuperable. La pseudoartrosis de escafoides
no tratada puede provocar un patrón progresivo predecible de ar-
trosis de muñeca llamado SNAC (Scaphoid Nonunion Advanced Col-
lapse) (Fig. 2-81), que en función del grado de evolución requerirá
para su tratamiento la estiloidectomía o diversos grados de artro-
desis parciales o totales en la muñeca.
Cúbito
Normal
radio
45º
Rotura
Cúbito
VISI
< 30º
radio
Cúbito
DISI Rotura
radio
< 60º B2
Esta patología se define como la lesión compresiva a nivel Presenta dolor en cara volar del carpo con irradiación/ pares-
del túnel carpiano del nervio mediano, es la principal neura- tesias a 1° 2° 3° y borde radial del 4° dedo, con empeoramiento
praxia del miembro superior. La misma se presenta en mayor nocturno. El explorador puede aumentar los síntomas con la per-
medida en mujeres de entre 30-50 años, y en personas con ofi- cusión a nivel del túnel carpiano (tinnel) o al realizar una hiper
cios de aumento de presión a nivel volar del carpo como traba- flexión/ extensión de ambas muñecas sostenida. En caso de re-
jos en computadora o trabajo repetido. Se ve asociado a emba- querir estudios complementarios para el diagnóstico, se puede
razo, amiloidosis, gota, condrocalcinosis. solicitar un electromiograma, aunque el diagnóstico de esta pato-
logía es clínico.
Para el tratamiento del mismo, se utilizan analgésicos tipo
AINE, hielo, reposo y control; pudiendo requerir infiltraciones y
fisiokinesioterapia. En casos crónicos o con hipotrofia tenar o do-
lor incapacitante, se realiza la apertura del túnel carpiano de ma-
nera abierta o endoscópica. (REM UBA 2019, P1777)
nitis del extensor largo del pulgar por fricción sobre el tubérculo Nervio Arteria cubital
mediano (ulnar)
de Lister. En el cuarto se pueden irritar los extensores de los de-
dos. En el quinto, el extensor propio del meñique. Y en el sexto, el
extensor cubital del carpo, que puede luxarse y causar dolor
(Fig. 2-88 y Fig. 2-89). En los tendones flexores también puede
haber tendinitis, como la estiloiditis radial, con dolor en apófisis
Nervio
estiloides del radio y a la supinación forzada, y desviación cubital cubital
(ulnar)
por tendinitis del supinador largo, típica de guitarristas. También
hay tendinitis del palmar mayor o menor, y las tendinitis del cu-
bital anterior (propia de deportes de raqueta o golf) (Fig. 2-90).
Hueso
La artrosis de muñeca suele ser secundaria a traumatismos, trapecio
Músculo Músculo
flexor superficial palmar largo
de los dedos Músculo
braquiorradial
Músculo Músculo
flexor cubital flexor radial
(ulnar) del carpo del carpo
Músculo
Nervio flexor largo
cubital (ulnar) del pulgar
Arteria
radial
Arteria
cubital (ulnar)
Nervio
mediano
Conducto
Fig. 2-88 | Imagen axial potenciada en densidad protónica de la muñeca. Ob- cubital
Rama palmar
sérvese la distribución de los tendones extensores en correderas y los flexores Músculo superficial de la
en el canal carpiano. 1: radio; 2: cúbito; 3: tendón abductor largo del pulgar; 4: palmar corto arteria radial
tendón extensor corto del pulgar; 5: tendón del primer radial externo; 6: ten-
dón del segundo radial externo; 7: tendón extensor largo del pulgar; 8: tendo-
Retináculo
nes del extensor común de los dedos; 9: tendón extensor del meñique; 10: flexor
tendón extensor cubital del carpo; 11: tendón palmar mayor; 12: tendón pal-
mar menor; 13: músculo y tendones del flexor común superficial de los dedos;
14: tendón flexor largo del pulgar; 15: tendón flexor común profundo de los Músculo
dedos; 16: tendón flexor cubital del carpo; 17: nervio mediano; 18: arteria ra- Arco palmar abductor corto
dial; 19: arteria y nervio cubital. Radiología Esencial. Sociedad Española de Ra- superficial del pulgar
diología Médica. ©2010 Editorial Médica Panamericana. Fig. 2-90 | Anatomía de la región anterior del carpo. Anatomía clínica, 2ª Ed.
Pró E. ©2014 Editorial Médica Panamericana.
1º
2º
3º
Fig. 2-97 | Mecanismo por el que se produce la deformidad en boutonnière Fig. 2-99 | Mecanismo de producción de la deformidad en cuello de cisne
tras la rotura del tendón central extensor. Cirugía Ortopédica y Traumatología, tras una lesión del tendón extensor en la articulación interfalángica discal. Ci-
3ª Ed. Delgado Martínez AD. ©2015 Editorial Médica Panamericana. rugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado Martínez AD. ©2015 Edito-
rial Médica Panamericana.
ser necesario realizar capsulotomía articular e injertos cutáneos.
En casos muy graves, con recidiva masiva, con alteraciones vas- mismos: en flexión todos los dedos deben apuntar al tubérculo
culares o de sensibilidad, se puede plantear la amputación (sobre del escafoides; si no es así, habrá que operar para corregir la rota-
todo en el quinto dedo). ción (Fig. 2-101).
La complicación principal es la recidiva (por encima del 50 % a Las fracturas de la falange distal suelen ser lesiones por
largo plazo). Otras son la sección de nervios colaterales, hemato- aplastamiento, con afectación de partes blandas, en la que debe
mas, lesiones vasculares o distrofia simpaticorrefleja. evacuarse el hematoma subungueal y reparar la matriz ungue-
al, si procede. En caso de inestabilidad ósea se puede realizar
una síntesis con agujas. Las fracturas de la falange proximal y
La enfermedad de Dupuytren aparece sobre todo en varones
media sin desplazar o reducibles (Fig. 2-102) se pueden tratar
de 50-70 años y suele empezar por el cuarto rayo.
con una sindactilia (Fig. 2-103) al dedo adyacente y moviliza-
ción inmediata para evitar rigideces. Las fracturas intraarticu-
lares desplazadas requerirán síntesis (agujas percutáneas, tor-
3.6. Fracturas y luxaciones de la mano nillos o placas) y se recomienda la movilización precoz a las 2
semanas o antes para evitar rigideces. Los esguinces de los li-
El factor más importante a la hora de evaluar las fracturas de gamentos colaterales de la IFP se tratan con sindactilia al dedo
los metacarpianos y las falanges de los dedos es la rotación de los adyacente y movilización precoz, tardan varios meses en recu-
Fig. 2-98 | Esquema de los diferentes dedos en martillo de la mano por lesión Fig. 2-100 | Enfermedad de Dupuytren en el quinto dedo. Cirugía Ortopédica y
tendinosa. Cirugía Ortopédica y Traumatología, 3ª Ed. Delgado Martínez AD. Traumatología, 3ª Ed. Delgado Martínez AD. ©2015 Editorial Médica Paname-
©2015 Editorial Médica Panamericana. ricana.
Recapitulando
Las fracturas desplazadas de húmero proximal se tratan quirúrgicamente (salvo en pacientes con muy mal estado general). En pacien-
tes jóvenes con dos o tres y hasta cuatro fragmentos, se intentará la osteosíntesis. En pacientes ancianos con cuatro fragmentos se
colocará prótesis.
El síndrome subacromial suele comprimir el tendón supraespinoso y su tratamiento siempre se inicia de forma conservadora.
Las fracturas de clavícula infantiles suelen ser de tratamiento conservador, las del adulto son quirúrgicas cuando tienen más de 2 cm
de acortamiento, desplazamiento importante o lesiones asociadas que las compliquen.
La luxación glenohumeral recidivante siempre se debe operar.
La fractura diafisaria de tercio distal de húmero se asocia a lesión del nervio radial.
Las fracturas de Colles son típicas de mujeres mayores, las fracturas de escafoides son típicas de hombres jóvenes.
La fractura de Colles se inmoviliza durante 4 semanas con yeso antebraquipalmar.
Las fracturas diafisarias de cúbito y radio del adulto son siempre quirúrgicas.