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La Colonia es el período de la historia de Chile comprendido entre 1598 y 1810 el cual abarca el desarrollo de

lo que fue el Reino de Chile o Capitanía General de Chile, territorio integrante de la Monarquía Hispánica,
después de la batalla de Curalaba, que marcó el fin del período de la Conquista de Chile, hasta 1810, con la
instalación de la primera Junta de Gobierno de Chile, presidida por Mateo de Toro y Zambrano, dando paso al
proceso de independencia de Chile y en el contexto continental, la balcanización de Hispanoamérica.

En este periodo se formó un gran sincretismo racial y cultural que se originó en la convivencia de hispanos
peninsulares e indígenas, dando origen a la sociedad chilena como tal, y se caracterizó por la creación de una
organización institucional que pretende ofrecer una formación integral a los demás.

En este sentido, la conformación cultural de Chile en esta época al igual que la del resto del mundo hispánico
obedeció a una profunda fertilización mutua de distintas culturas y credos. Reafirmando la diferencia respecto
de otras realidades americanas, en donde la población nativa sufrió desplazamiento y exterminio por parte de
los colonos ingleses.

Organización política y administrativa de las colonias

Los reyes de España eran las máximas autoridades de las colonias. Las capitanías se encargaban de la
organización del ejército y se establecieron en aquellas zonas estratégicas donde era importante la presencia
militar.

¿Cómo era la economía durante la época colonial?


La economía se basaba en casi todo el territorio en el trabajo indígena estructurado en el sistema de
encomiendas y la mita, que originaron un sistema basado en el poder y los abusos. La principal fuente de
riqueza era la tierra y sobre ella, los conquistadores establecieron un sistema feudal.
La economía en las colonias
En sus inicios la vida económica en las colonias se caracterizó por la inexistencia de la moneda como medio de
pago entre aborígenes y conquistadores, usándose prioritariamente el sistema de trueque. Luego se
emplearon ciertos productos como monedas. La vara de lienzo, por ejemplo, en Santa Fe, equivalía a dos
reales. Los precios no eran iguales en un lugar que en otro.
La economía colonial fue el sostén de la española, tendiente a satisfacer de aquellos productos que España no
tenía, pero que a la vez pudieran soportar el largo viaje desde América.
La economía se basaba en casi todo el territorio en el trabajo indígena estructurado en el sistema de
encomiendas y la mita, que originaron un sistema basado en el poder y los abusos.
La principal fuente de riqueza era la tierra y sobre ella, los conquistadores establecieron un sistema feudal.
Primero, la propiedad de la tierra se obtuvo por donación de la Corona, y luego por compra., pero sólo podían
convertirse en propietarios los conquistadores, los pobladores, los beneméritos de las Indias y sus
descendientes.
Se establecieron zonas para el pastoreo de ganado fuera del radio urbano. Para ello se repartieron indios y
tierras. La excepción fue Cuyo, donde no existió el latifundio, ni el pastoreo de ganado, repartiéndose, más
indios que tierras.

El Patrimonio. Durante el periodo colonial, tanto en Chile como en el resto de América Latina, se desarrolló
una cultura con base en el mestizaje de elementos europeos e indígenas que generaron una identidad
particular. Una parte importante de esa cultura e identidad perdura en la actualidad y constituye un legado
que da riqueza y valor a cada comunidad.

El patrimonio colonial en la arquitectura y en el arte. En el siglo XVII, la gran sismicidad del territorio chileno,
la vida en torno a la hacienda y los conflictos con los indígenas impidieron que se levantaran grandes
construcciones. Sin embargo, durante el siglo XVIII, esto cambió y comenzaron a construirse grandes iglesias y
edificios públicos, los cuales eran adornados en sus interiores con destacadas obras de arte, principalmente
pinturas y esculturas.

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