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Ley y Jurisdicción extranjera en el contrato de reaseguro.

Cuando se trata del contrato de reaseguro, que es el que se celebra entre la compañía de
seguro local (cedente) y un reasegurador generalmente extranjero, suele presentarse la duda
entre quienes intervienen estos contratos, como los corredores de reaseguro por ejemplo o los
abogados de los reaseguradores domiciliados todos fuera de nuestro país; si es posible que el
contrato se rija por una ley extranjera o, si en caso de un conflicto entre reasegurador y
cedente , si es posible que el tribunal que conozca del conflicto sea un tribunal extranjero
( jurisdicción).

A la luz de lo dispuesto en el inciso primero del Art. 29 del DFL 251, muchas personas
dedicadas por años a esta materia han incurrido en algunos errores y confusiones que vale la
pena aclarar.

Veamos primero el asunto de la jurisdicción. Dice esta norma que las cuestiones litigiosas que
se susciten con motivo de los contratos de seguros directos y reaseguros sujetos a esta Ley,
serán sometidas a la jurisdicción chilena, siendo nulo todo pacto en contrario.

Hasta ahí la respuesta es evidente, los contratos de reaseguros están sometidos a la


jurisdicción chilena, siendo nulo todo pacto en contrario.

Sin embargo, quienes no han actualizado el texto de esta ley, no saben que esta disposición
sufrió un cambio relevante con la modificación de las normas de seguros del Código de
Comercio del año 2013 introducidas por la Ley 20.667.

El Artículo 4° de la Ley 20.667 en su letra b) agregó al artículo 29, el siguiente inciso segundo:

"No obstante, producida una controversia sobre reaseguros, las partes podrán acordar que
ella se resuelva conforme a las normas sobre arbitraje mercantil internacional previstas en la
ley chilena.".

Es decir, no obstante que el inciso primero dice que rige la jurisdicción chilena y que es nulo
todo pacto en contrario, la misma ley autoriza que las partes acuerden resolver el problema de
acuerdo a las normas sobre arbitraje mercantil internacional. Esas normas se contienen en la
Ley N°19.971, del año 2004.

Para someter el problema a este procedimiento se recurre a un “acuerdo de arbitraje”, que es


un mecanismo por el cual las partes deciden someter a arbitraje todas las controversias o
ciertas controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una
determinada relación jurídica, contractual o no contractual. El acuerdo de arbitraje podrá
adoptar la forma de una cláusula compromisoria incluida en un contrato o la forma de un
acuerdo independiente.

El Artículo 20 de esta ley trata sobre el lugar del arbitraje y señala que las partes podrán
determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso de no haber acuerdo al respecto, el
tribunal arbitral determinará el lugar del arbitraje, atendidas las circunstancias del caso,
inclusive las conveniencias de las partes.

Sobre quienes actúan como árbitros, la ley señala que las partes podrán acordar libremente el
procedimiento para el nombramiento del árbitro o los árbitros y que la nacionalidad de una
persona no será obstáculo para que esa persona actúe como árbitro.
Por lo tanto, a la pregunta si necesariamente o mandatoriamente los contratos de reaseguros
deben ser sometidos a la jurisdicción chilena, la respuesta es que no. Eso dependerá
definitivamente de la voluntad y del acuerdo al que lleguen las partes.

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