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El Gobierno está a punto de decidir sobre la entrega de los lotes de Talara a la empresa
estatal PETROPERU, dado que los actuales contratos de concesión en la zona están
por vencer. Los contratos de concesión fueron dados hace 30 años en el marco de la
privatización de la empresa bajo el argumento de que la inversión primaria permitiría
desarrollar la producción petrolera del país, que lamentablemente no se ha logrado
hasta la fecha. En el Peru la producción de petróleo esta en el orden de los 40MB diarios
los que resultan insuficientes para atender la actual demanda de combustibles que esta
por encima de los 250MB diarios y son necesarios para atender los requerimientos en
transporte, generación de energía y desarrollo industrial.
Dado que la privatización no ha logrado los objetivos previstos es necesario realizar las
acciones necesarias que permitan disminuir la dependencia actual de combustible
importados dado su impacto en la economía de los consumidores, teniendo en cuenta
que los precios de combustibles están sometidos a fluctuaciones diarias y
adicionalmente están expuestos a riesgos como los vividos últimamente con la
pandemia y el conflicto con Ucrania.
Con la producción propia por asignarse se tendría una producción superior a los 15 mil
barriles diarios de petróleo de alta calidad maximizando su rentabilidad. Esta producción
permitiría proporcionar las regalías necesarias para contribuir con la comunidad de
Talara, tan abandonada por la producción durante la experiencia privatizadora vivida.
La Refinería de Talara debió estar operativa en junio del 2019 pero diversos factores
originaron su demora. En este contexto PetroPerú un importador neto de combustibles
tenía que pagar precios internacionales por las gasolinas y diésel limpio para abastecer
el mercado interno. De allí las pérdidas netas presentadas que serán atenuadas en el
presente año con la operación de Talara.
CSC/junio 2023