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EL CHISME Y LA SOLUCION

EL CHISME, LA MURMURACION Y LA MENTIRA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO


Levítico 19:16:
"No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo soy
el Señor."
Este versículo destaca la prohibición de chismear y andar hablando mal de otros en la
comunidad. Se nos recuerda que no debemos dañar la reputación o la vida de nuestros
semejantes con nuestras palabras.

Proverbios 6:16-19:
"Hay seis cosas que odia el Señor, y siete que abomina su alma: ojos altivos, lengua
mentirosa, manos que derraman sangre inocente, corazón que maquina planes perversos,
pies veloces para correr al mal, testigo falso que profiere mentiras y el que siembra
discordia entre hermanos."
Este pasaje destaca la lengua mentirosa y el que siembra discordia entre hermanos como
cosas abominables delante del Señor. Revela la gravedad de chismear y mentir, ya que
promueven la división y el conflicto.

Proverbios 11:13:
"El chismoso descubre el secreto; pero el de espíritu fiel lo guarda todo."
Este verso resalta la importancia de la confianza y la lealtad en las relaciones
interpersonales. El chismoso tiende a revelar secretos, lo cual daña la confianza, mientras
que una persona fiel guarda la confidencialidad y es digna de confianza.

Proverbios 16:28:
"El hombre perverso levanta contiendas, y el chismoso aparta a los mejores amigos."
Este versículo muestra cómo el chisme puede destruir amistades y causar conflictos. Las
palabras imprudentes y maliciosas de una persona pueden causar división incluso entre
amigos cercanos.

Proverbios 17:9:
"El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo."
Este verso subraya la importancia de cubrir las faltas de los demás, mostrando misericordia
y comprensión en lugar de divulgar sus errores y faltas. La discreción y la compasión son
características valoradas.

Proverbios 26:20:
"Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda."
Este pasaje nos enseña cómo el chismorreo puede alimentar conflictos y disputas. Si no
hay alguien que se dedique a chismear y esparcir rumores, los problemas tienden a
resolverse más fácilmente.

Estos versículos nos recuerdan la importancia de tener cuidado con nuestras palabras y
cómo nuestras acciones pueden afectar a los demás. Se nos insta a evitar la murmuración,
el chisme y el hablar mal de otros, y en su lugar, practicar la compasión, la discreción y la
lealtad en nuestras relaciones con los demás. La sabiduría y el respeto en nuestras
palabras pueden fortalecer las relaciones y promover la armonía en la comunidad.

EN EL NUEVO TESTAMENTO
Mateo 7:1-2:
"No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis
juzgados; y con la medida con que medís, os será medido."
Este versículo de Yahshua en el Sermón del Monte nos enseña a no juzgar a los demás de
manera crítica o con malicia. Murmurar y hablar mal de otros implica emitir juicios
negativos y condenatorios, lo cual, según Yahshua, puede tener un efecto negativo en
nuestra propia vida.

Mateo 12:36-37:
"Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta
en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás
condenado."
En este pasaje, Yahshua advierte sobre la importancia de nuestras palabras y el poder que
tienen para edificar o destruir. Murmurar y chismear pueden ser considerados palabras
ociosas que pueden traer consecuencias en el juicio final.

Romanos 1:29-30:
"Están llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y depravación. Están colmados de
envidia, homicidios, contiendas, engaño y malignidad. Son chismosos, calumniadores,
aborrecedores de Yahweh, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de maldades,
desobedientes a los padres."
El apóstol Pablo, en esta carta a los romanos, menciona el chisme como una de las
características negativas que deben evitarse. Es parte de una lista de comportamientos
pecaminosos que no son congruentes con el estilo de vida cristiano.

Efesios 4:29:
"No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para
edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan."
Este versículo enfatiza la importancia de hablar palabras edificantes y bondadosas en lugar
de palabras maliciosas. El chisme y la murmuración no edifican ni benefician a nadie, por
lo que deben evitarse.

Santiago 4:11:
"Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de su hermano o juzga a
su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor
de la ley, sino juez."
El libro de Santiago nos advierte contra el hablar mal de otros, especialmente dentro de la
comunidad cristiana. Hablar mal de un hermano en la fe es una acción que va en contra de
los principios de amor y unidad que deberían prevalecer entre los creyentes.
1 Pedro 2:1:
"Por tanto, desechando toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y toda
difamación."
El apóstol Pedro nos exhorta a apartarnos de todo tipo de maldad y difamación. La
difamación está relacionada con el chisme, ya que implica decir mentiras o hablar mal de
alguien para dañar su reputación.

En resumen, el Nuevo Testamento también advierte sobre los peligros de la murmuración,


el chisme y el hablar mal de otros. Se nos insta a ser cuidadosos con nuestras palabras y a
practicar el amor, la compasión y el respeto hacia los demás, evitando acciones y actitudes
que puedan dañar la armonía y la unidad entre las personas.

EL PENSAR MAL ACERCA DE LOS DEMAS


Proverbios 23:7a:
"Pues cual es su pensamiento en su corazón, tal es él."
Este versículo nos enseña que nuestras acciones y actitudes reflejan lo que pensamos en
nuestros corazones. Si tenemos pensamientos maliciosos o negativos hacia los demás, es
probable que nuestras acciones también sean negativas.

Mateo 5:22:
"Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que
le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego."
En este pasaje, Yahshua advierte sobre la gravedad de tener pensamientos y actitudes
negativas hacia los demás, como el enojo y el desprecio. Nos insta a tratar a los demás con
amor y respeto en lugar de pensar mal de ellos.

Romanos 12:17-18:
"No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres."
Este pasaje nos exhorta a no devolver mal por mal, sino a buscar el bienestar y la paz con
todas las personas. Pensar mal de los demás puede llevarnos a responder con hostilidad,
pero se nos anima a actuar de manera pacífica y compasiva.

1 Corintios 13:4-7:
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se
goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta."
Este famoso pasaje sobre el amor nos enseña que el amor no alberga pensamientos
maliciosos o negativos hacia los demás. En lugar de eso, el amor busca lo mejor para los
demás y está dispuesto a perdonar y ser compasivo.
Filipenses 4:8:
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad."
Este versículo nos anima a llenar nuestras mentes con pensamientos positivos y
constructivos. En lugar de pensar mal de las personas, debemos enfocarnos en lo que es
verdadero, honesto, justo y amable.

Estos versículos de la Biblia nos recuerdan la importancia de cuidar nuestros pensamientos


y actitudes hacia los demás. Pensar mal de las personas puede llevarnos a actuar de
manera negativa y dañar nuestras relaciones. En cambio, se nos anima a practicar el amor,
la compasión y la paz hacia todos.

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