Está en la página 1de 24

H.

TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO EN TURNO DEL CUARTO


CIRCUITO.
PRESENTE.-

MARCO ANTONIO IBARRA ARELLANO, Mexicano, Mayor de edad, casado,


abogado con cedula profesional No. 8896804 expedida por la Dirección General de Profesiones
de la Secretaria de Educación Pública, anexando fotocopia de la misma para todos los efectos
legales y autorizado por la Directamente Quejosa ROSA LAURA GARZA CHAVARRI quien
es la parte trabajadora en el juicio de origen y con domicilio en para oír y recibir
notificaciones en Porfirio Díaz No. 980 Letra “A” Sur Planta Baja en el Centro en Monterrey,
Nuevo León, autorizando para tal efecto y también en los términos de los artículos 11 y 12 de la
Ley de Amparo en vigor a los C.C. Licenciados Perla Liliana Orozco Ruiz, Gloria Cortes
Lozano y Sergio Jaime Monsiváis Cortes, con el debido respeto, comparezco y expongo:

Que en Nombre y Representación de la Directamente Quejosa ROSA LAURA


GARZA CHAVARRI quien es la parte trabajadora en el juicio de origen y desde el juicio
de origen le otorgo poder amplio cumplido y bastante al suscrito para representarla y con
fundamento en lo dispuesto por los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en concordancia con los artículos 1º, 170, y del 175 al 178 y demás relativos
de la Ley de Amparo en vigor, ocurro en esta forma a Solicitar el Amparo y Protección de la
Justicia Federal en contra de la Autoridad y por los Actos y omisiones que más adelante
concretaremos y para cumplir con los Preceptos Jurídicos ya invocados, nos permitimos bajo
protesta de decir verdad manifestar:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DE LA QUEJOSA: ROSA LAURA GARZA CHAVARRI


con domicilio en Porfirio Díaz No. 980 Letra “A” Sur Planta Baja en el Centro en Monterrey,
Nuevo León.

II.- NOMBRE Y DOMICILIO DE LA AUTORIDAD RESPONSABLE: La H. Junta


Especial No. 19 de la Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado con domicilio en Ave.
Benito Juárez No. 500 y Ave. Corregidora dentro de las Instalaciones del Palacio Federal Primer
Piso en Ciudad Guadalupe, Nuevo León.

III.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO INTERESADO: INSTITUTO


MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL con domicilio en Gregorio Torres Quevedo No. 1950
Oriente en el Centro de Monterrey, Nuevo León.

IV.- ACTO RECLAMADO: El Laudo de Fecha 28 de Octubre del 2016, dictado por la
Autoridad Responsable, dentro del Juicio Ordinario Laboral Individual con número de
Expediente 767/2015.

V.- FECHA DE NOTIFICACIÓN: El día 22 de Noviembre del 2016.

VI.- PRECEPTOS JURÍDICOS VIOLADOS: Los artículos 1, 2, 3, 685, 784, 804, 810, 811,
828, 840, 841, 842, 873, 899-C y 899-D de la Ley Federal del Trabajo Vigente y los artículos 33,
167, 273 Fracción I inciso a) y 280 de la Ley del Seguro Social de 1973.

VII.- DERECHOS HUMANOS, GARANTÍAS INDIVIDUALES, Y TRATADOS


INTERNACIONALES VIOLADOS: Las de Seguridad y Certeza Jurídicas, Derechos Humanos
y Garantías individuales contenidas en los artículos 1, 14, 16, 17 y 133 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 1, 3, 8, 24, 25 y 29 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en el Artículo 22 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, el artículo XVI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y
en el artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

VIII.- ANTECEDENTES: Renovando la Protesta de decir verdad contenida en el segundo


párrafo de esta promoción, manifiesto que los antecedentes del presente caso, se encuentran
dentro del Juicio Laboral, abierto por la Autoridad Responsable, Expediente No. 767/2015, con
motivo de la Reclamación que hiciera mi representada al Instituto Mexicano del Seguro Social
para solicitarle la modificación de la resolución de su pensión de cesantía en edad avanzada y
otras prestaciones secundarias que también se reclamaron y en donde se integro el expediente al
desahogarse todo el procedimiento, mismo que culmino con el Laudo que ahora se combate en
2

esta forma por considerarlo Violatorio a las Garantías Individuales que se invocan en esta
promoción; y como entiendo que el expediente original se acompañara a esta promoción, solicito
a ese H. Tribunal que se tenga por reproducido todo el expediente en este apartado por economía
procesal.

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN:

I.- En principio la Autoridad Responsable dicta un laudo contrario a derecho, ya


que no fue dictado a verdad sabida, ni en conciencia, mucho menos a buena fe guardada, dado de
que el laudo que se combate no se valoraron ninguna de las pruebas que se ofrecieron a favor de
la quejosa en el juicio de origen, además de que dicho laudo se violan los Derechos Humanos y
Garantías Individuales de la directamente agraviada y desde este momento se solicita la
protección por parte de este H. Tribunal Colegiado del principio “PRO PERSONA” a favor de
la quejosa LA CUAL TIENE QUE SER ANALIZADA DE OFICIO, COMO LO INDICA
CLARAMENTE EL ARTÍCULO 1º DE NUESTRA CARTA MAGNA, AL SEÑALAR QUE
LAS NORMAS RELATIVAS A LOS DERECHOS HUMANOS SE INTERPRETARAN
CONFORME A NUESTRA CONSTITUCIÓN POLITICA Y CON LOS TRATADOS
INTERNACIONALES Y TODAS LAS AUTORIDADES EN EL AMBITO DE SU
COMPETENCIA TIENEN LA OBLIGACIÓN DE PROMOVER, RESPETAR,
PROTEGER Y GARANTIZAR LOS DERECHOS HUMANOS DE CONFORMIDAD CON
LOS PRINCIPIOS DE UNIVERSALIDAD, INTERDEPENDENCIA, INDIVISIBILIDAD Y
PROGRESIVIDAD, POR LO QUE EN CONSECUENCIA EL ESTADO DEBERA DE
PREVENIR, INVESTIGAR, SANCIONAR Y REPARAR LAS VIOLACIONES A LOS
DERECHOS HUMANOS Y QUEDA PROHIBIDA TODA CLASE DE DISCRIMINACION
QUE ATENTE CONTRA LA DIGNIDAD HUMANA, pues en principio la Autoridad
Responsable señala que son improcedentes todas y cada una de las prestaciones que reclama en
su demanda inicial la agraviada, supuestamente porque procede la excepción de obscuridad
opuesta por el Instituto tercero interesado, dado que la quejosa supuestamente no cumple con los
requisitos 892, 893, 894, 895, 896, 897, 899, 899-A, 899-B, 899-C, 899-D, 899-E, 899-F, 899-G
y demás relativos de la Ley Federal del Trabajo, lo cual esto último es ilegal, pues la Autoridad
Responsable tiene la obligación de señalar con exactitud que requisitos o hechos supuestamente
incumplió la quejosa, más aun así, si hubiese existido tal obscuridad EL TERCERO
INTERESADO SE HUBIESE EXCEPCIONADO EN SU CONTESTACIÓN CON TAL
SITUACIÓN, ni menciono en ninguna parte de su contestación o en la Audiencia de
Conciliación, Demanda y Excepciones, Pruebas y Resolución que la demanda inicial de la
quejosa estuviese oscura o imprecisa, ni mucho menos señalo que adoleciese de los supuestos
requisitos de procedencia mencionados según la Autoridad Responsable en el artículo 899-C de
la Ley Federal del Trabajo Vigente, pues dicha situación nunca formo parte de la litis del juicio
de origen y por ende la Autoridad Responsable se excede de sus facultades y dicta un laudo
ilegal, contrario a derecho y totalmente arbitrario, pues le suple la deficiencia de excepciones al
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL, por lo que al no oponer dicha excepcion de
obscuridad de los supuestos requisitos de la demanda mencionados en el artículo 899-C de la
Federal del Trabajo Vigente, no forman parte de la litis y por ende no puede tomarse en cuenta,
además de que el quejoso detallo plenamente su demanda para acreditar sus acciones y
pretensiones, lo cual corroboro el INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL al no
excepcionarse en tal sentido, así lo ha señalado el H. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO
DEL CUARTO CIRCUITO al resolver la ejecutoria de fecha 22 de Septiembre del 2016
dentro del Juicio de Amparo Directo No. 423/2016 y al no existir ninguna obscuridad, omisión
o incongruencia en el escrito inicial de demanda la Autoridad Responsable tiene la obligación de
analizar las acciones de mi representada, lo cual se justifica con la siguiente tesis que al rubro se
indica:
“ACCION. LA JUNTA NO PUEDE ABSTENERSE DE SU ESTUDIO EN EL LAUDO,
ARGUMENTANDO INCONGRUENCIA Y OBSCURIDAD EN LA DEMANDA DEL
TRABAJADOR”. Ya que de lo contrario se vulnera lo señalado en el artículo 17 de nuestra
carta magna. Por otra parte también se solicita la declaración de que el artículo 899-C de la Ley
Federal del Trabajo Vigente apartir del 1 de Diciembre del 2012 sea declarado anticonstitucional,
pues viola los derechos humanos y garantías de la quejosa, dado de que impone más requisitos de
los que señala la Ley del Seguro Social de 1973 para que un asegurado tenga derecho a la
modificación de su resolución de su pensión de cesantía en edad avanzada, aunado a que
independientemente de lo antes señalado de que el tercero interesado nunca se excepciono en ese
sentido, cumplir o no con los requisitos que señala el artículo 899-C de la Ley Federal del
Trabajo Vigente, no existe ninguna sanción procesal ni en el Código Laboral Vigente MUCHO
3

MENOS EN LA LEY DEL SEGURO SOCIAL DE 1973 LA CUAL ES LA LEY DE LA


MATERIA Y DEL ORIGEN DE LAS PRESTACIONES, que recordemos es esta la Ley que se
solicita que se aplique para el juicio de la quejosa y la Ley Federal del Trabajo Vigente es
supletoria para lo que no esté estipulado en la Ley abrogada del Seguro social y los requisitos de
procedencia son los consignados en los numerales 33, 143, 145, 146, 147, 167, 273 Fracción I
inciso a) y 280 de la Ley del Seguro Social de 1973, ni mucho menos puede decretarse que sea
improcedente la acción de un asegurado, pensionado o beneficiario, dado de que dependen de los
hechos y peticiones que se realizan en el escrito inicial de demanda y de la contestación del
Instituto Mexicano del Seguro Social, es decir hasta que se fije la litis en un juicio laboral o
seguridad social, como se justifica con la tesis que al rubro indica “CARGA DINÁMICA DE
LA PRUEBA EN MATERIA LABORAL. CORRESPONDE AL INSTITUTO
MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL CUANDO CONTROVIERTE EL PROMEDIO DE
LAS ÚLTIMAS SEMANAS DE COTIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES INSCRITOS
EN EL RÉGIMEN DEL SEGURO OBLIGATORIO” pues es hasta ese momento cuando se
tiene que dilucidar si un juicio procede o no, pues los requisitos mencionados en el artículo 899-C
de la Ley Federal del Trabajo Vigente, son pues violatorios a los Derechos Humanos y Garantías
Individuales de los asegurados, pensionados y beneficiarios, pues pretende dicho numeral
establecérsele cargas probatorias a personas de grupos vulnerables como son personas de la
tercera edad, inválidos, discapacitados y en el caso de beneficiarios, que son personas que
desconocerán siempre la información de lo que se pide en dicho artículo, porque falleció el
directamente poseedor de tales datos, por lo que es evidentemente un franca y clara violación a
los derechos humanos de los asegurados, pensionados y beneficiarios al imponerle una serie de
requisitos que ni siquiera los tienen los trabajadores al reclamar indemnizaciones o prestaciones
secundarias o a los beneficiarios de estos que reclaman prestaciones laborales como
indemnizaciones, reinstalaciones, declaraciones de beneficiarios o pago de prestaciones
accesorias, ni tampoco los propios Patrones, pues a estos últimos solo están obligados por la
Ley Federal del Trabajo Vigente o la Ley del Seguro Social Abrogada y Vigente a conservar
documentos de sus trabajadores de uno a cinco años, de conformidad con la  fracción II del
artículo 15 de la Ley del Seguro Social, el artículo 30, fracción I, de la Ley del Instituto del
Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y el artículo 67 del Código Fiscal de la
Federación y existe también la tesis aislada que al rubro menciona “INSPECCIÓN DE
DOCUMENTOS EN MATERIA LABORAL. EL PATRÓN DEBE EXHIBIR AQUÉLLOS
A JUICIO QUE CONFORME A DIVERSAS LEYES TENGA LA OBLIGACIÓN DE
TENER EN SU PODER HASTA CINCO AÑOS POSTERIORES A LA FECHA DEL
DESPIDO O AL CIERRE DE LA FUENTE DE TRABAJO CUANDO LA RUPTURA
DEL VÍNCULO LABORAL SE EXTINGA POR ESA CAUSA.”, en cambio a un asegurado,
pensionado o beneficiario se le pretende que tenga, conserve, preserve información y
documentación de toda su vida laboral, lo cual es casi imposible, máxime cuando se tienen más
de 60 años de edad, invalidez, incapacidad o cuando por su propia naturaleza se desconozcan por
no ser las personas indicadas para conocerlas como lo es el caso de los beneficiarios como
viudas, huérfanos o dependientes económicos, pues según lo dispone la carga dinámica de la
prueba, conforme a la cual se debe aportar las probanzas quien este en mejor posición o
condición de hacerlo, y en este caso es el INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO
SOCIAL el cual tiene la mejor posición o condición de hacerlo, pues dicho tercero interesado
posee un archivo histórico de documentos, personal jurídico, administrativo, presupuesto anual
por parte del Gobierno Federal para cualquier tipo de eventualidad, contingencia o para cualquier
otra situación para conservar todos los documentos expedidos por dicho Instituto. Además el
artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente debe de ser declarado anticonstitucional,
pues es discriminatorio en contra de grupos vulnerables, lo cual prohíbe nuestra Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos específicamente en su artículo Primero, así como en
diversos tratados internacionales en los que nuestro país ha ratificado y que se encuentran en el
artículo 22 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, también en el artículo XVI de la
Declaración Americana de los Derechos, en el artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y Deberes del Hombre y especialmente en los artículos 1, 3, 8,
24, 25 y 29 de la Convención Americana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana ha
emitido jurisprudencias respecto a dicha situación, pues deben las normas de interpretarse en lo
que mayor le beneficie a la persona como lo indica la jurisprudencia siguiente:
Comerciantes vs. Colombia. Excepción preliminar. Sentencia de 12 de Junio del 2002. Serie C.
núm., 93, párrafo 28.
28. De acuerdo con el contexto de aplicación de la Convención y el objeto y fin de la misma, las
normas relativas al procedimiento se deben de aplicar con base en un criterio de razonabilidad,
pues de lo contrario se ocasionaría un desequilibrio entre las partes y se comprometería la
4

realización de la Justicia. Tal como lo ha indicado la Corte, en la jurisdicción internacional lo


esencial es que se preserven las condiciones necesarias para que los derechos procesales de las
partes no sean disminuidos o desequilibrados, y para que se alcancen los fines para los cuales
han sido diseñados los distintos procedimientos.

Insistiéndose en que dichos requisitos del artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente
son excesivos, anticonstitucionales, es evidente que hay una clara violación a los derechos
humanos de los asegurados, pensionados y beneficiarios al imponerle a todos ellos una serie de
requisitos que ni siquiera los tienen los trabajadores o beneficiarios que reclaman otras
prestaciones laborales, pues los requisitos para promover una demanda laboral de un
trabajador el artículo 872 de la Ley Federal del Trabajo Vigente solo menciona que se debe
de formular por escrito y exponer los hechos en que funde sus peticiones, mientras que el
artículo 899-C del Código Laboral para empezar es obscuro porque no indica si puede
hacerse por escrito o por algún medio electrónico para empezar, desde ahí ya se deja en un
estado de indefensión a cualquier promovente, por no indicarse como debe de formular su
demanda si por escrito, en forma oral, en forma digital o en alguna otra forma y después
señala una serie de requisitos que son notoriamente excesivos contra los que pide el artículo
872 de la Ley Federal del Trabajo, pero en las fracciones VII y VIII del artículo 899-C de la
Ley Federal del Trabajo menciona textualmente que se deberá de señalar en general la
información necesaria que garantice la sustanciación del proceso con apego al principio de
inmediatez y la segunda de dichas fracciones señala que se deberá de anexar “las demás
pruebas que juzgue conveniente para acreditar sus pretensiones” entonces dichas fracciones
desvirtúan toda excepción de obscuridad o que no establezca determinado hecho, pues cualquier
promovente puede aportar cualquier información o prueba para acreditar “sus pretensiones y no
hechos, pues claramente el legislador habla de pretensiones en la fracción VIII del artículo
899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente, lo cual lo confirma la fracción VII al
señalarse que se puede estipular cualquier información para la sustanciación del proceso y
por ende se justifica que no puede existir obscuridad alguna en la demanda del quejoso Y
ESTA ESTIPULADO EN DICHO ARTICULO, osea que cualquier promovente puede
ofrecer una prueba para acreditar lo que solicita SIN MENCIONAR UN HECHO
ESPECIFICAMENTE Y QUE PUEDE SEÑALARSE CUALQUIER INFORMACION EN
LA DEMANDA QUE LO HAGA MAS RAPIDO Y AGIL EL PROCESO, lo cual tiene
sentido, dado de que las pretensiones de la quejosa y de los pensionados o asegurados son de
seguridad social y se debe de velar por la protección del asegurado, pensionado o beneficiario,
dado de que son derechos humanos y sociales los que se solicitan y que deben de protegerse a
toda costa y no buscar mil y un formas para negarlos, SI NO BUSCAR AHORA UN
MILLON DE FORMAS PARA PROTEGER ESOS DERECHOS, aunado a que el
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL es un ente que tiene la oportunidad de
desvirtuar todas y cada una de las prueba que ofreciese el asegurado, pues hasta puede expedir
documentos públicos como certificados de derechos, posee amplios recursos económicos,
humanos y gubernamentales para poder desvirtuar cualquier prueba o ofrecer las que considere
pertinentes y un asegurado no tiene ninguna de esas ventajas. También existen dos situaciones
más dentro del artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente, lo cual es que no se pide
como requisito de procedencia señalar el salario promedio de las últimas 250 semanas (requisito
que si se estipula en los verdaderos requisitos de procedencia de la Ley del Seguro Social de 1973
como lo son el artículo 33 y 167) y si es una obligación del Instituto Mexicano del Seguro Social
demostrarlo conforme el artículo 899-D Fracción III del Código Laboral y el artículo 899-C de la
Ley Federal del Trabajo Vigente pide erróneamente el número de seguridad social, pues este ya
fue sustituido por la clave única de registro de población desde diciembre del 2004 o otra
referencia como asegurado, entonces el legislador previo ser flexible con dichos requisitos,
porque no se tienen que cumplir sacrosantamente, sino los mayores datos que se puedan aportar y
nada más, pues de lo contrario es anticonstitucional, pues poner requisitos excesivos y que ni
siquiera emanan de la Ley de la Materia que se solicita su prestación, porque eso va contra la
reforma constitucional en materia de derechos humanos del 10 de Junio del 2011 mencionada en
el artículo Primero de nuestra Constitución Política, pero antes de abundar en ese tema, también
se violenta lo mencionado en el artículo 3 de nuestro Código Laboral, pues este claramente señala
que no podrán establecerse condiciones que impliquen discriminación entre los trabajadores por
motivo de origen étnico, genero, discapacidad, edad, condición social, estado civil o cualquier
otro que atente contra la dignidad humana, pues no es lógico a que un trabajador solo se le pide
en su demanda que exprese sus hechos que funde sus peticiones y a los asegurados o pensionados
que cumplan religiosamente con un sinfín de requisitos que ni los patrones o otros trabajadores se
les imponen. Por lo que se demuestra que dichos requisitos del artículo 899-C del Código Laboral
5

son violatorios a los derechos humanos e insistiéndose a que dichos requisitos, en realidad son
optativos pues en principio no existe ninguna sanción al incumplirlos, tampoco existe ningún tipo
de sanción procesal en dicho artículo, ni tampoco existe causal de improcedencia de la acción o
de la demanda, ni mucho menos obscuridad, ni en ninguna otra parte del Código Laboral, e
insistiéndose que la Ley Federal del Trabajo prohíbe la discriminación, pues no distingue a los
trabajadores frente a otros y específicamente en el artículo 3 segundo de la Ley Federal del
Trabajo señala “que no podrán establecerse condiciones que impliquen discriminación entre los
trabajadores por motivo de origen étnico o nacional, genero, EDAD, DISCAPACIDAD,
CONDICION SOCIAL… que atente contra la dignidad humana, como lo ordena el artículo 1º
de nuestra Constitución, máxime que existe el artículo 899-D de la Ley Federal del Trabajo
del Código Laboral Vigente en donde por fin se le equipara a los organismos de Seguridad
Social al igual que a los patrones con el artículo 784 de dicha Ley en donde se le determinan
la carga probatoria a dichos Organismos respecto cuando existe controversia en cantidad
de semanas, vigencia de derechos, promedios salariales, por tal motivo es ilegal que la
Autoridad Responsable haga distinciones y vulnere derechos humanos, así como garantías
individuales al discriminarlo de que cumpla con una serie de requisitos que ni siquiera existe
sanción procesal y si la hubiese también seria violatoria a derechos humanos y fundamentales,
pues el Estado debe de garantizar la tutela del derecho al acceso efectivo de la Justicia
consagrado en nuestros artículos 1 y 17 Constitucionales, además existen una jurisprudencia y
una contradicción de tesis que indican claramente que cuando se violenta el acceso a la justicia se
debe de favorecer a la persona con la mejor aplicación de la norma o la que menos la restrinja su
derecho la primera que al rubro señala “CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX
OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS. CUANDO LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO ADVIERTAN QUE EL RESPETO A LOS DERECHOS Y
LIBERTADES DE ACCESO A LA JUSTICIA, GARANTÍA DE AUDIENCIA Y TUTELA
JURISDICCIONAL SE SUPEDITÓ A REQUISITOS INNECESARIOS, EXCESIVOS,
CARENTES DE RAZONABILIDAD O PROPORCIONALIDAD, EN EJERCICIO DE
AQUEL, DEBEN ANALIZAR PREPONDERANTEMENTE TAL CIRCUNSTANCIA,
AUN CUANDO NO EXISTA CONCEPTO DE VIOLACIÓN O AGRAVIO AL
RESPECTO”., mientras que la segunda fue innovadora por parte de nuestra H. Suprema Corte
de Justicia de la Nación, mucho antes de las reformas a la Carta Magna del 10 de Junio del 2011,
dicto una contradicción de tesis en donde indica que es ilegal el ponerle más requisitos a un
asegurado, pensionado o beneficiario para iniciar su demanda ante la Junta Federal es violatorio
al acceso efectivo a la justicia señalado en el Artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, siendo que el artículo calificado como anticonstitucional lo fue el
295 de la Ley del Seguro Social Vigente, es decir de la propia materia de seguridad social,
por ende con más razón los requisitos señalados en el artículo 899-C de la Ley Federal del
Trabajo son anticonstitucionales, pues ni siquiera emanan de la Ley de la Materia, sino del
Código Laboral y este solo es aplicado en forma supletoria, es decir para las situaciones que no se
mencionen en la Ley del Seguro Social de 1973 y como vemos en la abrogada Ley del Seguro
Social se establecen claramente los requisitos para que un asegurado tenga derecho o pueda
reclamarlos al INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL, asi que imponerle otros
requisitos es violatorio a los derechos humanos, impedirle el acceso a la tutela judicial efectiva,
discriminatoria, provienen dichos requisitos de otra ley que no es de la materia de seguridad
social, viola el principio de progresividad y universalidad por lo que es a todas luces
anticonstitucional dicho artículo y requisitos, por lo que la segunda contradicción de tesis que es
la adelantada para su tiempo, es la que al rubro menciona “SEGURO SOCIAL. EL
ARTÍCULO 295 DE LA LEY RELATIVA QUE ESTABLECE A CARGO DE LOS
ASEGURADOS Y SUS BENEFICIARIOS LA OBLIGACIÓN DE AGOTAR EL
RECURSO DE INCONFORMIDAD, ANTES DE ACUDIR A LA JUNTA FEDERAL DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE A RECLAMAR ALGUNA DE LAS PRESTACIONES
PREVISTAS EN EL PROPIO ORDENAMIENTO, TRANSGREDE EL DERECHO AL
ACCESO EFECTIVO A LA JUSTICIA GARANTIZADO EN EL ARTÍCULO 17
CONSTITUCIONAL”., por tal motivo es evidente que el artículo 899-C de la Ley Federal del
Trabajo Vigente juntos con sus requisitos son anticonstitucionales, ni son requisitos de
procedencia los mencionados en el mismo, porque ni siquiera es la Ley de la que emana el
derecho y prestaciones solicitadas en el escrito inicial de demanda de la quejosa y porque
impiden el acceso efectivo a la justicia, por lo tanto no existe ni obscuridad en la demanda inicial
de la directamente agraviada y la Autoridad Responsable debió de analizar completamente su
demanda y pruebas que ofreció la quejosa para justificar que tiene derecho a la pensión de vejez y
a su vez la jurisprudencia de la Convención Americana sobre Derechos Humanos menciona lo
siguiente:
6

Ricardo Canese vs. Paraguay. Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 31 de Agosto de


2004. Serie C, núm. 111, párrafos 180, y 181.
180. De conformidad con el artículo 29.b) de la Convención si alguna ley del Estado parte u otro
tratado internacional del cual sea Parte dicho Estado otorga una mayor protección o regula con
mayor amplitud el goce y ejercicio de algún derecho o libertad, este deberá aplicar la norma
más favorable para la tutela de los derechos humanos.
181. Es preciso recordar que la corte en diversas ocasiones ha aplicado el principio de la norma
más favorable para interpretar la Convención Americana, de manera que siempre se elija la
alternativa más favorable para la tutela de los derechos protegidos por dicho tratado. Según lo
ha establecido este Tribunal , si a una situación son aplicables dos normas distintas, “debe
prevalecer la norma más favorable a la persona humana”.

Por lo que se acredita que se le debe de aplicar la norma más favorable a la quejosa para acreditar
que tiene derecho a la modificación a su resolución de pensión de cesantía en edad
avanzada. También existe jurisprudencia respecto de la procedencia de la acción en materia
laboral e indican que los requisitos que las Juntas deben de cumplir para su análisis son: que el
promovente haya señalado en su demanda hechos suficientes para respaldar los presupuestos de
su acción, que los hechos resulten congruentes, verosímiles y acordes a la lógica o la razón y
verificar que dichos hechos no estén desvirtuados y como se observa desde el escrito inicial de
demanda, la quejosa señalo hechos suficientes para acreditar que tiene derecho a las prestaciones
de su demanda inicial, pues no deja ningún hecho obscuro que sea imposible de desvirtuar por el
Instituto tercero interesado, dicha jurisprudencia que al rubro se indica “ACCIÓN EN
MATERIA LABORAL. REQUISITOS QUE LA JUNTA DEBE CUMPLIR PARA EL
ANÁLISIS DE SU PROCEDENCIA AL DICTAR EL LAUDO.” la cual es muy clara en
señalar lo antes señalado y se demuestra que la Autoridad Responsable viola las Garantías
Individuales y a sus Derechos Humanos de la quejosa al pretender darle valor probatorio a una
excepción de oscuridad que no es procedente (ni fue opuesta por el tercero interesado en su
contestación) dado de que la quejosa expuso hechos suficientes para que sea analizada su
procedencia y por ende que tiene derecho a las prestaciones que reclamo en su escrito inicial de
demanda y dichas jurisprudencias la H. Suprema Corte de Justicia las estableció basado en el
“principium rationis sufficientis” de la lógica jurídica (“todo juicio, para ser verdadero, ha
menester de una razón suficiente”) el cual tampoco la Autoridad tomo en cuenta, el cual Jurista
Eduardo García Máynez siempre lo ha mencionado y lo describe mejor “Esta razón es suficiente
cuando basta por sí sola para servir de apoyo completo a lo enunciado, cuando, por consiguiente
no hace falta nada más para que el juicio sea plenamente verdadero”…, por lo tanto es evidente
que los hechos narrados en la demanda inicial por la quejosa son suficientes para acreditar sus
pretensiones. Además pedirle a una persona mayor de sesenta años de hechos, situaciones que
han pasado muchos años es materialmente imposible, por el contrario siempre una persona
recordara más fácilmente el total de sus semanas y su salario promedio de sus últimas semanas,
es como pedirle a cualquier persona de una cuenta bancaria que aperturo la misma hace 20 años y
que para cualquier reclamo ante la CONDUSEF se tenga que establecer desde el inicio de la
apertura de la cuenta sus saldos, sus depósitos, retiros para cualquier reclamación por citar un
pequeño ejemplo, por lo que es más fácil recordar un total de semanas y el salario promedio que
tenga un asegurado, aunque no sea especifico por lo tanto los hechos narrados por el quejoso en
su demanda son suficientes para acreditar su acción, por lo que con el laudo impugnado se
discrimina a la quejosa de por su condición y edad no puede recordar todos los datos que se piden
en el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente. Además la quejosa tampoco
menciono un salario promedio o semanas cotizadas que fueran inverosímiles, pues no señalo que
tuviese un salario promedio de $5,000.00 o $10,000.00 pesos diarios en sus últimas 250 semanas
de cotización, ni tampoco 10,000 o 15,000 semanas cotizadas, o que empezó a cotizar a una edad
de 5 o 10 años, o que no se indicara en la demanda ningún salario promedio, ni ninguna semana
cotizada o que se indicaran más de un salario promedio o que se mencionaran varios totales de
semanas cotizadas, otra situación es que indico falsamente el tercero interesado en contestación
es que el salario promedio señalado por la quejosa es inverosímil, lo cual es totalmente falso,
pues no pasa ni siquiera de los 10 salarios mínimos que se estableció como tope por el artículo 33
de la Ley del Seguro Social de 1973, además dicha ley permite que se inscriban a los trabajadores
hasta por 25 salarios mínimos y en forma administrativa el tercero interesado paga pensiones a
esa cantidad de salarios, por lo que vemos que el salario promedio de la quejosa no esta ni a la
mitad de esos 25 salarios mínimos, ni mucho menos sobrepasan los 10 salarios mínimos, por lo
tanto tampoco existe una obscuridad o exageración en ese punto como ha quedado establecido,
por lo cual es improcedente la excepción de oscuridad que opone el Instituto demandado y que
pretende darle valor probatorio la Autoridad Responsable. Otra situación por la cual improcede la
7

excepción de obscuridad fue la situación de que el tercero interesado controvirtió los supuestos
hechos oscuros que indica la Autoridad Responsable, por lo tanto carece de valor probatorio
dicha excepción, pues para que sea declarada como procedente dicha excepción es necesario que
no se conteste el punto o hecho que es oscuro alegando la imposibilidad de contestarlo por el
motivo que la parte demandada señale o mencione, pero no es el caso, ya que el Instituto
Mexicano del Seguro Social controvirtió tanto el salario promedio, el total de semanas
cotizadas y la improcedencia de otorgamiento de la pensión, lo anterior de conformidad con el
artículo 878 Fracción IV, pues el mismo señala que el demandado en su contestación debe de
referirse a todos y cada uno de los hechos, afirmándolos o negándolos, señalando los que ignore
cuando no sean propios y pudiendo agregar las explicaciones que estime convenientes, además de
que importa la confesión de los hechos y en el caso que nos ocupa el Instituto Mexicano del
Seguro Social en ningún parte de su contestación, ni de su excepción de oscuridad menciono que
se encontrase en imposibilidad de contestar el salario promedio, total de semanas o cualquier otro
hecho establecido por la quejosa en su escrito inicial de demanda, sino por el contrario los
controvirtió y hasta ofreció pruebas para acreditar su dicho, por ende es improcedente la
excepción de obscuridad dado de que el tercero interesado controvirtió los hechos de la
demanda. Por otra parte se insiste que el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente
viola los principios de universalidad y progresividad, pues es obvio que las reformas a la Ley
Federal del Trabajo son para que sea más fácil y sencillo el acceso a la Justicia de la
Seguridad Social, tan es así que por fin se le impusieron cargas probatorias a los Institutos
de Seguridad Social como lo dispone el artículo 899-D de la Ley Federal del Trabajo,
insistiéndose en que cumplir o no con los requisitos con el artículo 899-C del Código
Laboral Vigente es opcional y para cada caso concreto, dependiendo las prestaciones y
contra quien se les reclame, porque no existe ninguna sanción ni en la Ley Federal del
Trabajo Vigente, mucho menos en la Ley del Seguro Social de 1973, por lo tanto no deben
de tomarse como requisitos de procedencia y al no haber una sanción procesal, sería tanto
como revertirle la carga de la prueba al asegurado, pensionado o beneficiario, siendo esto que
violentaría aún más los derechos humanos y garantías individuales de ese grupo de personas, así
también lo resolvió y lo sostuvo el H. Tercer Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito al
resolver el Amparo Directo No. 1039/2015 y con base en la jurisprudencia que al rubro dice
“MEDIDAS DE APREMIO. EL APERCIBIMIENTO ES UN REQUISITO MÍNIMO QUE
DEBE REUNIR EL MANDAMIENTO DE AUTORIDAD PARA QUE SEA LEGAL LA
APLICACIÓN DE AQUÉLLAS (LEGISLACIONES DEL DISTRITO FEDERAL Y DE
LOS ESTADOS DE NUEVO LEÓN Y CHIAPAS)”, de que si no existe una sanción dentro de
la propia Ley Federal del Trabajo, ni de la Ley del Seguro Social de 1973, ni la Vigente, de que
incumplir tales requisitos señalados por el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente
no son obligatorios, ni hay una sanción procesal, aunado a que la H. Suprema Corte de Justicia de
la Nación desde antes de las Reforma de la Ley Federal del Trabajo Vigente a partir del 1 de
Diciembre del 2012, siempre emitió criterios protegiendo los derechos humanos y sociales de los
asegurados en donde otorgaba la carga probatoria equiparando al Instituto Mexicano del Seguro
Social como si fuera un patrón y aplicando de forma supletoria el artículo 784 de la Ley Federal
del Trabajo que tuvo vigencia hasta el 30 de Noviembre del 2012, porque al igual que los
patrones, los organismos de Seguridad Social, incluido el Instituto tercero interesado tiene más
posibilidades de probar su dicho, inclusive el INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO
SOCIAL es una Institución que puede expedir documentos públicos, lo cual viene a culminarse
en el espíritu del legislador con el artículo 899-D de la Ley Federal del Trabajo Vigente, de darle
por fin reconocimiento a los asegurados, pensionados, beneficiarios y trabajadores de que
puedan contar con un artículo que nivele las diferencias entre ellos y los organismos de
Seguridad Social, pues estos últimos ahora ya tienen establecidas cargas probatorias y son
ellos los que tienen que demostrar su dicho. Además pasa por alto la Autoridad Responsable
que si existe duda en la aplicación de una norma del derecho del trabajo se debe de aplicar a favor
del trabajador el principio “in dubio pro operarium” como lo señala claramente el artículo 18 de
la Ley Federal del Trabajo Vigente desde el 1 de Diciembre del 2012, el cual es claro dicho
principio, en caso de duda de la aplicación de la norma del derecho laboral, prevalecerá la
interpretación más favorable al trabajador. Dicho esto también se desvirtúa lo señalado por la
Autoridad Responsable en el laudo que se combate de que era carga probatoria del directamente
quejoso lo que menciono en su demanda, siendo esto falso, porque al establecerse la litis, la carga
probatoria de acreditar el número de semanas cotizadas, el salario promedio y cualquier otro
hecho en controversia la tiene el Instituto Mexicano del Seguro Social, pues este de conformidad
con el Código Laboral Vigente ya tiene una carga probatoria establecida, además no existe
obscuridad en la demanda, ya que la directamente quejosa señalo hechos suficientes para
acreditar su acción y el Instituto Mexicano del Seguro Social es una Institución Publica que
8

expide documentos públicos y que con tal carácter tiene más posibilidad de probar su dicho, pues
cuenta con todos los recursos de documentación, de información, económicos y personal jurídico
que un simple trabajador, asegurado, pensionado o beneficiario, por lo tanto es evidente que es
ilegal el proceder de la Autoridad Responsable, así como también hay que recordar que el Código
Laboral es supletorio, dado de que las prestaciones que reclama la quejosa emanan de la Ley del
Seguro Social Abrogada, porque no existe un Código de Procedimientos en Materia de Seguridad
Social y los requisitos para acceder a la modificación de su pensión de cesantía en edad
avanzada son los mencionados en la Ley del Seguro Social de 1973, por ende solicitarle otros
requisitos a la quejosa es violatorio a sus derechos humanos y garantías individuales, pues la Ley
Federal del Trabajo se aplica únicamente de forma supletoria a un asegurado, es decir que en caso
de que no existan requisitos o procedimiento en la Ley del Seguro Social de 1973 se aplica el
Código Laboral y por lo que se nota a simple vista los requisitos para la procedencia de una
modificación de pensión son los señalados en la abrogada Ley del Seguro Social , por lo que se
insiste en que el laudo dictado por la Autoridad Responsable no solo vulnera sus Garantías
Individuales, sino Derechos Constitucionales, Humanos, Sociales, de la Salud hasta violación a
tratados Internacionales firmados por nuestro país, como lo es Convención Americana sobre
Derechos Humanos en sus artículos 1, 3, 8, 24, 25 y 29, pues el proceder de la H. Junta Especial
No. 19 de la Federal de Conciliación y Arbitraje vulnera a la quejosa su derecho humano a la
tutela judicial efectiva, a la no discriminación, ni acata la Autoridad Responsable los requisitos
para la procedencia de la acción laboral, ni las reglas para el dictado de una sentencia o laudo
señaladas por la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues se insiste en que la quejosa
manifestó hechos suficientes en su escrito inicial de demanda para la procedencia de su acción,
así como las pruebas para demostrar sus pretensiones. Hay que hacer una observación muy
importante, la cual es que la Autoridad Responsable pretende endilgarle a la quejosa de que
cumpla con todos los requisitos señalados en el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo en
Vigor apartir del 1 de Diciembre del 2012, lo cual a la fecha han transcurrido poco más de tres
años, indicándole que debe de cumplirlos religiosamente, pues ahora bien, existe el Artículo
Cuarto Transitorio del decreto que reforma diversas disposiciones de la Ley del Seguro
Social Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 20 de Diciembre del 2001 en donde
se indica claramente que el Instituto sustituirá el número de seguridad social por el de la
Clave Única de Registro de Población, dentro del plazo de tres años a partir de la entrada
en vigor de este Decreto.” Muy bien, pues desde la fecha del plazo establecido para entre en
funcionamiento dicho decreto a la actualidad han pasado 15 años con nueve meses y es
fecha que no cumple con tal situación, como lo veremos en el siguiente concepto de
violación, pues se sigue utilizando el número de seguridad social como identificación de los
asegurados en lugar de su C.U.R.P., por parte del tercero interesado y considerando que el
Instituto Mexicano del Seguro Social es un organismo que tiene una gran infraestructura
tanto económica, jurídica, administrativa y documentaria, no ha podido cumplir ese
decreto en más de 15 años, como se le puede exigir a un simple asegurado a que cumpla al
100 por ciento en menos de cuatro años de vigencia la Ley Federal del Trabajo Vigente,
pero sobre todo lo más importante es señalar la sanción que tiene el Instituto tercero
interesado de incumplir ese decreto, la respuesta es simple ninguna, entonces porque si
tiene sanción (que no se indica ni en la Ley Federal del Trabajo Vigente, ni mucho menos en
la Ley del Seguro Social de 1973 o en nuestro Carta Magna, pero que se pretende imponer
esa sanción fantasma) al asegurado al incumplir con los requisitos del artículo 899-C de la
Ley Federal del Trabajo Vigente, pues de igual forma NO EXISTE NINGUNA SANCIÓN,
ni debería de haberla porque sería anticonstitucional, por lo tanto se solicita a este H.
Tribunal Colegiado que declare procedente este concepto de violación, demostrado que es
improcedente la excepción de oscuridad en la demanda de la quejosa, pues este estableció hechos
suficientes, concretos, lógicos, verosímiles apegados a la Ley del Seguro Social de 1973 que fue
con la que se solicitó su aplicación en la demanda inicial de la quejosa y la que este solicito para
se le aplicase en el Juicio Natural y a la Ley Federal del Trabajo Vigente apartir del 1 de
Diciembre del 2012, de no hacerse así ha quedado de manifiesto que no solo se vulneran
Garantías Individuales, sino también Derechos Humanos, Sociales, de la Salud y Tratados
Internacionales, por lo que se solicita a este H. Tribunal Colegiado que declare procedente este
concepto de violación, se le ordene a la Autoridad Responsable a no tomar en cuenta la excepción
de obscuridad, dado de que no existe la misma en ninguna parte de la demanda y que valore todos
y cada uno de las acciones, hechos y pruebas que ofreció el quejoso para acreditar sus
pretensiones. Además se solicita que se apliquen sanciones a la Autoridad Responsable no solo a
fin de restituir los derechos humanos y garantías individuales de la quejosa, sino que apliquen
medidas a la Responsable a fin de que ya no se vulneren los derechos humanos en la H. Junta
Especial No. 19 de la Federal de Conciliación y Arbitraje, de conformidad con el Artículo 1 de la
9

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mención especial se señala la


controversia constitucional que al rubro señala “CONTROVERSIAS CONSTITUCIONALES.
REGLAS A LAS QUE DEBE ATENDER LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN PARA LA FIJACIÓN DE LA NORMA GENERAL O ACTO CUYA
INVALIDEZ SE DEMANDA EN EL DICTADO DE LA SENTENCIA.” en donde
nuevamente nuestra H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, menciona debe atenderse
preferentemente a la intención del promovente y descartando manifestaciones o imprecisiones
que generen oscuridad o confusión, esto es, que se deberá atender a lo que quiso decir la parte
promovente de la controversia y no a lo que ésta dijo en apariencia, pues sólo de este modo podrá
lograrse congruencia entre lo pretendido y lo resuelto y lo cual tiene lógica, como lo señalo el
Premio Nobel de Literatura Rabindranath Tagore en una de sus frases más conocidas señalo “si
cierras la puerta a todos los errores, también la verdad se quedara afuera”, por lo que no
podemos ver solamente lo que no menciono la quejosa en su demanda inicial, sino por el
contrario se debe de buscar que si tiene derecho a la pensión de vejez que reclama con todo lo
que indico en la misma, pues es suficiente para acreditar su acción y pretensión. Por otra parte
se insiste en que tampoco el Instituto tercero interesado menciono en su contestación que la
demanda inicial de la quejosa adoleciera de los requisitos señalados en el artículo 899-C de
la Ley Federal del Trabajo Vigente, pues en ninguna parte de su escrito de contestación
menciono tal hecho, por ende no forma parte de la litis lo mencionado en el laudo dictado
por la Autoridad Responsable y no existe tampoco obscuridad en el escrito inicial de
demanda de la quejosa, por lo tanto se solicita a este H. Tribunal Colegiado que declare
procedente este concepto de violación, que ordene a la H. Junta Especial No. 19 de la
Federal de Conciliación y Arbitraje a dictar un nuevo laudo en donde la Responsable se
abstenga de señalar que la demanda inicial de la agraviada es obscura o que no contenga los
requisitos mencionados en el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo. Finalmente
resumiendo y para cumplir con los mínimos requisitos para que se atienda el fondo de la
solicitud de la aplicación del principio pro persona en esta demanda de garantías y en este
concepto de violación, se indica que se solicita la aplicación del principio pro persona,
señalo que los derechos humanos que se debe de maximizar son los de igualdad ante la ley,
la no discriminación y la tutela judicial efectiva, la norma que debe de preferirse o la
interpretación mas favorable son los artículos 1, 14, 16, 17 y 133 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 1, 3, 8, 24, 25 y 29 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, el Artículo 22 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, el artículo XVI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y
el artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales a fin de que
sea declarado anticonstitucional el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente o
antinconstitucionales sus requisitos o que al menos queden reducidos a ser optativos y no de
procedencia de una acción de seguridad social y se prefieren las artículos antes señalados de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales porque son más protectores, menos restrictivos a comparación
de lo señalado en la Ley del Seguro Social de 1973 y la Ley Federal del Trabajo Vigente, aunque
dentro de todo este concepto de violación se mencionaron los cuatro requisitos se resumen para
efectos de cumplir con lo señalado por la tesis que al rubro menciona “PRINCIPIO PRO
PERSONA. REQUISITOS MÍNIMOS PARA QUE SE ATIENDA EL FONDO DE LA
SOLICITUD DE SU APLICACIÓN, O LA IMPUGNACIÓN DE SU OMISIÓN POR LA
AUTORIDAD RESPONSABLE.” y para justificar lo anterior se transcribe lo siguiente:

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS


Artículo 1. Obligación de Respetar los Derechos
1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella
y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que este sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna
por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2.- Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.

Artículo 3. Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica


Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 8. Garantías Judiciales 


1. Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o
tribunal competente independiente e imparcial establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
10

cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. 
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca
legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas:
a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o no habla el
idioma del juzgado o tribunal; 
b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada; 
c) concesión al inculpado de tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa;  
d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección o de
comunicarse libre y privadamente con su defensor; 
e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la
legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido
por la ley;
f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como
testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos;
g) derecho a no ser obligado a declarar contra si mismo ni a declarar culpable, y 
h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. 
3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza. 
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos. 
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia.

Artículo 24. Igualdad ante la ley.


Todas las personas son iguales ante la ley.  En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual protección
de la ley.

Artículo 25. Protección Judicial 


1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o
tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución, la ley o la presente convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en
ejercicio de sus funciones oficiales.
2. Los Estados partes se comprometen:
a) a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de
toda persona que interponga tal recurso; 
b) a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y
c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado
procedente el recurso.

Artículo 29. Normas de Interpretación


Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el sentido de: a) permitir a alguno de los
Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la
Convención o limitarlos en mayor medida que la prevista en ella; b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho
o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo
con otra convención en que sea parte uno de dichos Estados; c) excluir otros derechos y garantías que son
inherentes al ser humano o que se derivan de la forma democrática representativa de gobierno, y d) excluir o
limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y otros actos
internacionales de la misma naturaleza.

Artículo 22 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.-


Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo
nacional y la cooperación internacional y en conformidad con la organización y los recursos de cada Estado, la
satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de
su personalidad.

Artículo XVI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del hombre.-


Toda persona tiene derecho a la seguridad social que le proteja contra las consecuencias de la desocupación, de la
vejez y de la incapacidad que, proveniente de cualquier otra causa ajena a su voluntad, le imposibilite física o
mentalmente para obtener los medios de subsistencia.

Artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.-


Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la seguridad social, incluso al
seguro social.

Comerciantes vs. Colombia. Excepción preliminar. Sentencia de 12 de Junio del 2002. Serie C.
núm., 93, párrafo 28.
28. De acuerdo con el contexto de aplicación de la Convención y el objeto y fin de la misma, las
normas relativas al procedimiento se deben de aplicar con base en un criterio de razonabilidad,
pues de lo contrario se ocasionaría un desequilibrio entre las partes y se comprometería la
realización de la Justicia. Tal como lo ha indicado la Corte, en la jurisdicción internacional lo
esencial es que se preserven las condiciones necesarias para que los derechos procesales de las
11

partes no sean disminuidos o desequilibrados, y para que se alcancen los fines para los cuales
han sido diseñados los distintos procedimientos.
Jurisprudencia Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Ricardo Canese vs. Paraguay. Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 31 de Agosto de


2004. Serie C, núm. 111, párrafos 180, y 181.
180. De conformidad con el artículo 29.b) de la Convención si alguna ley del Estado parte u otro
tratado internacional del cual sea Parte dicho Estado otorga una mayor protección o regula con
mayor amplitud el goce y ejercicio de algún derecho o libertad, este deberá aplicar la norma
más favorable para la tutela de los derechos humanos.
181. Es preciso recordar que la corte en diversas ocasiones ha aplicado el principio de la norma
más favorable para interpretar la Convención Americana, de manera que siempre se elija la
alternativa más favorable para la tutela de los derechos protegidos por dicho tratado. Según lo
ha establecido este Tribunal , si a una situación son aplicables dos normas distintas, “debe
prevalecer la norma más favorable a la persona humana”.
Jurisprudencia Convención Americana sobre Derechos Humanos.

INTERPRETACION CONFORME. NATURALEZA Y ALCANCE A LA LUZ DEL PRINCIPIO PRO PERSONA.


A juicio de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la supremacía normativa de la
Constitución no se manifiesta sólo en su aptitud de servir como parámetro de validez de todas las demás normas
jurídicas, sino también en la exigencia de que tales normas, a la hora de ser aplicadas, se interpreten de acuerdo con
los preceptos constitucionales; de forma que, en caso de que existan varias posibilidades de interpretación de la
norma en cuestión, se elija aquella que mejor se ajuste a lo dispuesto en la Constitución. En otras palabras, esa
supremacía intrínseca no sólo opera en el momento de la creación de las normas inconstitucionales, cuyo contenido
ha de ser compatible con la Constitución en el momento de su aprobación, sino que se prologan, ahora como
parámetro interpretativo, a la fase de aplicación de esas normas. A su eficacia normativa directa se añade su eficacia
como marco de referencia o criterio dominante en la interpretación de las restantes normas. Este principio  de
interpretación conforme de todas las normas del ordenamiento a la Constitución, reiteradamente utilizado por esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, es una consecuencia elemental de la concepción del ordenamiento como
una estructura coherente, como una unidad o contexto. Es importante advertir que esta regla interpretativa opera con
carácter previo al juicio de invalidez. Es decir, que antes de considerar a una norma jurídica como
constitucionalmente inválida, es necesario agotar todas las posibilidades de encontrar en ella un significado que la
haga compatible con la Constitución y que le permita, por tanto, subsistir dentro del ordenamiento; de manera que
sólo en el caso de que exista una clara incompatibilidad o una contradicción insalvable entre la norma ordinaria y la
Constitución, procedería declararla inconstitucional. En esta lógica, el intérprete debe evitar en la medida de lo
posible ese desenlace e interpretar las normas de tal modo que la contradicción no se produzca y la norma pueda
salvarse. El juez ha de procurar, siempre que sea posible, huir del vacío que se produce cuando se niega validez a
una norma y, en el caso concreto, de ser posibles varias interpretaciones, debe preferirse aquella que salve la
aparente contradicción. La interpretación de las normas conforme a la Constitución se ha fundamentado
tradicionalmente en el principio de conservación de ley, que se asienta a su vez en el principio de seguridad jurídica y
en la legitimidad democrática del legislador. En el caso de la ley, fruto de la voluntad de los representantes
democráticamente elegidos, el principio general de conservación de las normas se ve reforzado por una más intensa
presunción de validez. Los tribunales, en el marco de sus competencias, sólo pueden declarar la inconstitucionalidad
de una ley cuando no resulte posible una interpretación conforme con la Constitución. En cualquier caso, las normas
son válidas mientras un tribunal no diga lo contrario. Asimismo, hoy en día, el principio de interpretación conforme de
todas las normas del ordenamiento a la Constitución, se ve reforzado por el principio pro persona, contenido en el
artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual obliga a maximizar la interpretación
conforme en aquellos escenarios en los cuales, dicha interpretación permita la efectividad de los derechos
fundamentales de las personas frente al vacío legislativo que puede provocar una declaración de inconstitucionalidad
de la norma.
Amparo en revisión 159/2013. 16 de octubre de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz,
quien reservó su derecho a formular voto particular; Olga Sánchez Cordero de García Villegas reservó su derecho a
formular voto concurrente. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN EL JUICIO DE AMPARO. DEBE ANALIZARSE ACORDE CON EL


MARCO SOBRE DERECHOS HUMANOS RESGUARDADO POR EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A PARTIR DE LA REFORMA PUBLICADA EN EL DIARIO
OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 10 DE JUNIO DE 2011.
En la tesis aislada 2a. LXXXII/2012 (10a.) (*), esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sustentó que si bien la reforma indicada implicó un cambio en el sistema jurídico mexicano en relación con los
tratados de derechos humanos, así como con la interpretación más favorable a la persona al orden constitucional –
principio pro persona, ello no implica que los órganos jurisdiccionales nacionales dejen de llevar a cabo sus
atribuciones y facultades de impartir justicia en la forma en que venían desempeñándolas antes de la reforma citada,
sino que dicho cambio sólo conlleva a que si en los instrumentos internacionales existe una protección más benéfica
para la persona respecto de la institución jurídica que se analice, ésta se aplique, sin que tal circunstancia signifique
que dejen de observarse los diversos principios constitucionales y legales que rigen su función jurisdiccional. Bajo
esa directriz, se advierte que los artículos 7 y 8 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 17 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y II de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, consagran la igualdad, en su acepción universal, que debe existir entre todas las personas, sin distinción
alguna. Por su parte, la propia Sala en la diversa tesis aislada 2a. XCII/2013 (10a.) (**), interpretó el artículo 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el sentido de que prevé un principio de reserva legal del orden
interno del Estado parte, con arreglo al cual se instrumentará el derecho al recurso, reconociendo, en este aspecto, la
prevalencia del orden interno. Ahora bien, el principio de suplencia de la queja deficiente en el juicio de amparo se
erige como una institución de capital importancia dentro de nuestro sistema jurídico, con características particulares,
con el fin de impedir la denegación de justicia por razones de carácter meramente técnico-jurídicas; por ello, dicha
institución debe analizarse desde la perspectiva constitucional y legal nacional, y es en función de ese examen
interno como debe contrastarse si efectivamente tal principio satisface el mandato universal de igualdad, o si existe
una justificación razonable en la distinción de trato que respecto de ciertas personas o grupos establece el artículo 76
12

Bis de la Ley de Amparo, vigente hasta el 2 de abril de 2013, sustituido por el precepto 79 en la ley de la materia en
vigor a partir del día siguiente.
Recurso de inconformidad 187/2014. Tomasa Tirado Partida. 9 de abril de 2014. Cinco votos de los Ministros
Sergio A. Valls Hernández, Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna
Ramos y Luis María Aguilar Morales. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Alberto Rodríguez García.
Amparo directo en revisión 2727/2014. Namuh, S.A. de C.V. y otros. 8 de octubre de 2014. Unanimidad de cuatro
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y
Luis María Aguilar Morales. Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria:
Teresa Sánchez Medellín.
Amparo en revisión 633/2014. Operadora de Personal Operativo Especializado, S. de R.L. de C.V. 4 de febrero de
2015. Cuatro votos de los Ministros Juan N. Silva Meza, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz
Luna Ramos y Alberto Pérez Dayán; votó con salvedad Juan N. Silva Meza. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Secretaria: Teresa Sánchez Medellín.
Amparo directo en revisión 665/2015. Grupo Montejo de Mérida, S.A. de C.V. 28 de mayo de 2015. Cinco votos de
los Ministros Eduardo Medina Mora I., Juan N. Silva Meza, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz
Luna Ramos y Alberto Pérez Dayán; votaron con salvedad Juan N. Silva Meza y Eduardo Medina Mora I. Ponente:
José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez.
Contradicción de tesis 33/2015. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito y el
Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Tercera Región, con residencia en Guadalajara,
Jalisco. 10 de junio de 2015. Cinco votos de los Ministros Eduardo Medina Mora I., Juan N. Silva Meza, José
Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Alberto Pérez Dayán. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 154/2015 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinticinco de noviembre de 2015.

CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS. CUANDO LOS


TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO ADVIERTAN QUE EL RESPETO A LOS DERECHOS Y
LIBERTADES DE ACCESO A LA JUSTICIA, GARANTÍA DE AUDIENCIA Y TUTELA JURISDICCIONAL SE
SUPEDITÓ A REQUISITOS INNECESARIOS, EXCESIVOS, CARENTES DE RAZONABILIDAD O
PROPORCIONALIDAD, EN EJERCICIO DE AQUEL, DEBEN ANALIZAR PREPONDERANTEMENTE TAL
CIRCUNSTANCIA, AUN CUANDO NO EXISTA CONCEPTO DE VIOLACIÓN O AGRAVIO AL RESPECTO.
De conformidad con los artículos 1o. y 103 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los órganos
jurisdiccionales se encuentran legalmente vinculados a ejercer, ex officio, el control de convencionalidad en sede
interna, lo cual implica la obligación de velar no sólo por los derechos humanos contenidos en los instrumentos
internacionales firmados por el Estado Mexicano, sino también por los establecidos en la Constitución Federal,
adoptando la interpretación más favorable conforme al principio pro persona. Así, deben proteger cabalmente, entre
otros, los derechos y libertades de acceso a la justicia, garantía de audiencia y tutela jurisdiccional, acorde con los
artículos 8, numeral 1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los preceptos 14
y 17 de la Constitución General de la República. Ahora bien, si la tutela jurisdiccional se ha definido como el derecho
de toda persona para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales para plantear sus
pretensiones o defenderse de ellas, con el objeto de que mediante la sustanciación de un proceso donde se respeten
ciertas formalidades se emita la resolución que decida la cuestión planteada y, en su caso, se ejecuten las
decisiones, es evidente que el respeto a esos derechos y libertades no debe supeditarse a requisitos innecesarios,
excesivos, carentes de razonabilidad o proporcionalidad; por ello, cuando los Tribunales Colegiados de Circuito
adviertan tal circunstancia, deben analizarla preponderantemente, en ejercicio del control de convencionalidad, con la
finalidad de proteger y garantizar los derechos humanos, aun cuando no exista concepto de violación o agravio al
respecto.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA SEGUNDA REGIÓN.
Amparo directo 334/2012, del índice del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito
(expediente auxiliar 492/2012). Materias del Comercio Exterior, S.A. de C.V. 6 de julio de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: José Luis Moya Flores. Secretario: Guadalupe González Vargas.
Amparo directo 424/2012, del índice del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito
(expediente auxiliar 693/2012). Distribuidora de Tiendas C.R., S.A. de C.V. 30 de agosto de 2012. Unanimidad de
votos. Ponente: José Luis Moya Flores. Secretario: Roberto Javier Sánchez Rosas.
Amparo directo 463/2012, del índice del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito
(expediente auxiliar 719/2012). Servicios en Polietileno Excelente, S.A. de C.V. 30 de agosto de 2012. Unanimidad
de votos. Ponente: Miguel Mendoza Montes. Secretario: Hipólito Alatriste Pérez.
Amparo directo 468/2012, del índice del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito
(expediente auxiliar 721/2012). Faske, S.A. de C.V. 6 de septiembre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Myriam
del Perpetuo Socorro Rodríguez Jara. Secretaria: Enriqueta Velasco Sánchez.
Amparo directo 506/2012, del índice del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito
(expediente auxiliar 825/2012). 4 de octubre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis Moya Flores.
Secretario: Guadalupe González Vargas.

PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN DE LA LEY CONFORME A LA CONSTITUCIÓN.


La aplicación del principio de interpretación de la ley conforme a la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos exige del órgano jurisdiccional optar por aquella de la que derive un resultado acorde al Texto Supremo,
en caso de que la norma secundaria sea oscura y admita dos o más entendimientos posibles. Así, el Juez
constitucional, en el despliegue y ejercicio del control judicial de la ley, debe elegir, de ser posible, aquella
interpretación mediante la cual sea factible preservar la constitucionalidad de la norma impugnada, a fin de garantizar
la supremacía constitucional y, simultáneamente, permitir una adecuada y constante aplicación del orden jurídico.
Amparo en revisión 268/2007. Netzahualcóyotl Hernández Escoto. 27 de junio de 2007. Cinco votos. Ponente:
Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretarios: Estela Jasso Figueroa, Fernando Silva García y Alfredo Villeda Ayala.
Contradicción de tesis 123/2008-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y Tercero, ambos
del Octavo Circuito. 12 de noviembre de 2008. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario:
Eduardo Delgado Durán.
Amparo en revisión 1155/2008. Ramón Ernesto Jaramillo Politrón. 21 de enero de 2009. Cinco votos. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Ricardo Manuel Martínez Estrada.
Amparo en revisión 2101/2009. Nora Liliana Rivas Sepúlveda. 11 de noviembre de 2009. Unanimidad de cuatro
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto Miguel Ruiz Matías.
Amparo en revisión 696/2010. Tomás Padilla Hernández. 13 de octubre de 2010. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente y Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano; en su ausencia hizo suyo el asunto José Fernando Franco
González Salas. Secretario: Eduardo Delgado Durán.
13

Tesis de jurisprudencia 176/2010. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veintisiete de octubre de dos mil diez.

CONTROVERSIAS CONSTITUCIONALES. REGLAS A LAS QUE DEBE ATENDER LA SUPREMA CORTE DE


JUSTICIA DE LA NACIÓN PARA LA FIJACIÓN DE LA NORMA GENERAL O ACTO CUYA INVALIDEZ SE
DEMANDA EN EL DICTADO DE LA SENTENCIA.
El artículo 41, fracción I, de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del Artículo 105 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, establece que las sentencias deberán contener la fijación breve y precisa de las
normas generales o actos objeto de la controversia y, en su caso, la apreciación de las pruebas conducentes a
tenerlos o no por demostrados; asimismo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que para lograr tal
fijación debe acudirse a la lectura íntegra de la demanda, apreciación que deberá realizar sin atender a los
calificativos que en su enunciación se hagan sobre su constitucionalidad o inconstitucionalidad en virtud de que tales
aspectos son materia de los conceptos de invalidez. Sin embargo, en algunos casos ello resulta insuficiente y ante tal
situación deben armonizarse, además, los datos que sobre los reclamos emanen del escrito inicial, interpretándolos
en un sentido congruente con todos sus elementos e incluso con la totalidad de la información del expediente del
juicio, de una manera tal que la fijación de las normas o actos en la resolución sea razonable y apegada a la litis del
juicio constitucional, para lo cual debe atenderse preferentemente a la intención del promovente y descartando
manifestaciones o imprecisiones que generen oscuridad o confusión. Esto es, el Tribunal Constitucional deberá
atender a lo que quiso decir la parte promovente de la controversia y no a lo que ésta dijo en apariencia, pues sólo de
este modo podrá lograrse congruencia entre lo pretendido y lo resuelto.
Controversia constitucional 97/2004. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. 22 de enero de 2007.
Unanimidad de diez votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretarios: Beatriz J. Jaimes Ramos, Heriberto Pérez Reyes y Emmanuel G. Rosales Guerrero.
El Tribunal Pleno, el primero de julio en curso, aprobó, con el número 98/2009, la tesis jurisprudencial que antecede.
México, Distrito Federal, a primero de julio de dos mil nueve.

PRINCIPIO PRO PERSONA. REQUISITOS MÍNIMOS PARA QUE SE ATIENDA EL FONDO DE LA SOLICITUD DE
SU APLICACIÓN, O LA IMPUGNACIÓN DE SU OMISIÓN POR LA AUTORIDAD RESPONSABLE.
El artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos impone a las autoridades el deber de
aplicar el principio pro persona como un criterio de interpretación de las normas relativas a derechos humanos, el
cual busca maximizar su vigencia y respeto, para optar por la aplicación o interpretación de la norma que los
favorezca en mayor medida, o bien, que implique menores restricciones a su ejercicio. Así, como deber, se entiende
que dicho principio es aplicable de oficio, cuando el Juez o tribunal considere necesario acudir a este criterio
interpretativo para resolver los casos puestos a su consideración, pero también es factible que el quejoso en un juicio
de amparo se inconforme con su falta de aplicación, o bien, solicite al órgano jurisdiccional llevar a cabo tal ejercicio
interpretativo, y esta petición, para ser atendida de fondo, requiere del cumplimiento de una carga mínima; por lo que,
tomando en cuenta la regla de expresar con claridad lo pedido y la causa de pedir, así como los conceptos de
violación que causa el acto reclamado, es necesario que la solicitud para aplicar el principio citado o la impugnación
de no haberse realizado por la autoridad responsable, dirigida al tribunal de amparo, reúna los siguientes requisitos
mínimos: a) pedir la aplicación del principio o impugnar su falta de aplicación por la autoridad responsable; b) señalar
cuál es el derecho humano o fundamental cuya maximización se pretende; c) indicar la norma cuya aplicación debe
preferirse o la interpretación que resulta más favorable hacia el derecho fundamental; y, d) precisar los motivos para
preferirlos en lugar de otras normas o interpretaciones posibles. En ese sentido, con el primer requisito se evita toda
duda o incertidumbre sobre lo que se pretende del tribunal; el segundo obedece al objeto del principio pro persona,
pues para realizarlo debe conocerse cuál es el derecho humano que se busca maximizar, aunado a que, como el
juicio de amparo es un medio de control de constitucionalidad, es necesario que el quejoso indique cuál es la parte
del parámetro de control de regularidad constitucional que está siendo afectada; finalmente, el tercero y el cuarto
requisitos cumplen la función de esclarecer al tribunal cuál es la disyuntiva de elección entre dos o más normas o
interpretaciones, y los motivos para estimar que la propuesta por el quejoso es de mayor protección al derecho
fundamental. De ahí que con tales elementos, el órgano jurisdiccional de amparo podrá estar en condiciones de
establecer si la aplicación del principio referido, propuesta por el quejoso, es viable o no en el caso particular del
conocimiento.
Amparo directo en revisión 4212/2013. BJL Construcciones, S.A. de C.V. y otra. 21 de mayo de 2014. Cinco votos de
los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Mónica
Cacho Maldonado.

IGUALDAD JURÍDICA. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 24 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE


DERECHOS HUMANOS.
El precepto referido establece: "Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley." Ahora bien, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
interpretado en diversos instrumentos dicha disposición -Opinión Consultiva OC-4/84 del 19 de enero de 1984. Serie
A, No. 4; Caso Yatama vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
junio de 2005. Serie C, No. 127; Caso Castañeda Gutman vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de agosto de 2008. Serie C, No. 184; Caso Perozo y otros vs. Venezuela.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C, No. 195- y, al
respecto, ha sostenido que la noción de igual deriva directamente de la unidad de naturaleza del género humano y es
inseparable de la dignidad esencial de la persona; sin embargo, no todo tratamiento jurídico diferente es
discriminatorio, porque no toda distinción de trato puede considerarse, por sí misma, ofensiva de la dignidad humana.
Por tanto, sólo es discriminatoria una distinción cuando "carece de una justificación objetiva y razonable". Ahora bien,
las distinciones constituyen diferencias compatibles con dicha Convención por ser razonables, proporcionales y
objetivas, mientras que las discriminaciones constituyen diferencias arbitrarias que redundan en detrimento de los
derechos humanos. En ese tenor, la prohibición de discriminación contenida en el artículo 1o., numeral 1, de la
Convención en comento, respecto de los derechos contenidos en ésta, se extiende al derecho interno de los Estados
parte, de manera que éstos tienen la obligación de no introducir o eliminar de su ordenamiento jurídico regulaciones
discriminatorias, combatir las prácticas de este carácter y establecer normas y otras medidas que reconozcan y
aseguren la efectiva igualdad ante la ley de todas las personas.
Amparo directo en revisión 48/2013. Juan Manuel Hernaiz Vigil. 20 de febrero de 2013. Cinco votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María
Rojas Vértiz Contreras.
Amparo directo en revisión 1464/2013. Blanca Esthela Díaz Martínez. 13 de noviembre de 2013. Cinco votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
14

Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario:
Miguel Antonio Núñez Valadez.
Amparo directo en revisión 4662/2014. Eduardo Abraham Ordóñez y otras. 20 de mayo de 2015. Cinco votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Mireya
Meléndez Almaraz.
Amparo en revisión 795/2014. María del Refugio Rueda Mijares. 27 de mayo de 2015. Unanimidad de cuatro votos
de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
Amparo en revisión 367/2015. Luis Adrián Rafael Padilla Winston. 8 de julio de 2015. Cinco votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto concurrente, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, quien formuló voto concurrente, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Cecilia Armengol Alonso.
Tesis de jurisprudencia 49/2016 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintiuno de septiembre de dos mil dieciséis.

IGUALDAD ANTE LA LAY LEY Y NO DISCRIMINACIÓN. SU CONNOTACIÓN JURÍDICA NACIONAL E


INTERNACIONAL.
Si bien es cierto que estos conceptos están estrechamente vinculados, también lo es que no son idénticos aunque sí
complementarios. La idea de que la ley no debe establecer ni permitir distinciones entre los derechos de las personas
con base en su nacionalidad, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social es
consecuencia de que todas las personas son iguales; es decir, la noción de igualdad deriva directamente de la
unidad de naturaleza del género humano y es inseparable de la dignidad de la persona, frente a la cual es
incompatible toda situación que, por considerar superior a un determinado grupo, conduzca a tratarlo con privilegio o
que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate con hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de
derechos que se reconocen a quienes no se consideran en tal situación de inferioridad. Así pues, no es admisible
crear diferencias de trato entre seres humanos que no correspondan con su única e idéntica naturaleza; sin embargo,
como la igualdad y la no discriminación se desprenden de la idea de unidad de dignidad y naturaleza de la persona,
no todo tratamiento jurídico diferente es discriminatorio, porque no toda distinción de trato puede considerarse
ofensiva, por sí misma, de la dignidad humana. Por tanto, la igualdad prevista por el artículo 4o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y en diversos instrumentos internacionales en materia de derechos
humanos, más que un concepto de identidad ordena al legislador no introducir distinciones entre ambos géneros y, si
lo hace, éstas deben ser razonables y justificables.
Amparo en revisión 796/2011. Martín Martínez Luciano. 18 de abril de 2012. Cinco votos. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretaria: Teresita del Niño Jesús Lúcia Segovia.

IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN. NOTAS RELEVANTES QUE EL OPERADOR DE LA NORMA DEBE


CONSIDERAR AL EXAMINAR LA CONSTITUCIONALIDAD DE UNA MEDIDA A LA LUZ DE DICHOS
PRINCIPIOS, FRENTE A LAS LLAMADAS "CATEGORÍAS SOSPECHOSAS", A FIN DE NO PROVOCAR UN
TRATO DIFERENCIADO O UNA DISCRIMINACIÓN INSTITUCIONAL.
Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que las distinciones basadas en
alguno de los criterios enunciados en el último párrafo del artículo 1o. constitucional, también conocidas como
"categorías sospechosas" (el origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las
condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas),
requieren que el operador de la norma realice un escrutinio estricto de la medida para examinar su constitucionalidad
a la luz del principio de igualdad. Al respecto, es de señalar que tanto la Constitución como los tratados
internacionales en materia de derechos humanos suscritos por el Estado Mexicano, prevén la posibilidad de otorgar
un trato desigual a quienes no se encuentran en una paridad frente a los otros sujetos, si dicho trato implica una
distinción justificada; pero si, por el contrario, la medida adoptada carece de razonabilidad, entonces será excluyente
y, por ende, discriminatoria. Esto es, si bien la igualdad de trato implica la eliminación de distinciones o exclusiones
arbitrarias prohibidas por la Constitución, lo cierto es que determinadas distinciones pueden ser favorecedoras y
encontrarse justificadas, como ocurre con las acciones positivas, que buscan dar preferencia a sectores
históricamente marginados y vulnerables para compensar las desventajas que sufren. De ahí que la interpretación
directa del artículo 1o. constitucional, en torno al principio de igualdad, no sólo requiere una interpretación literal y
extensiva, sino que, ante su lectura residual a partir del principio pro persona, como aquella interpretación que sea
más favorable a la persona en su protección, subyace como elemento de aquél, el de apreciación del operador
cuando el sujeto implicado forma parte de una categoría sospechosa, para precisamente hacer operativa y funcional
la protección al sujeto desfavorecido con un trato diferenciado; de lo contrario, esto es, partir de una lectura
neutra ante supuestos que implican una condición relevante, como la presencia de categorías sospechosas,
constituiría un vaciamiento de tal protección, provocando incluso un trato discriminatorio institucional, producto de
una inexacta aplicación de la ley.
Amparo directo en revisión 1387/2012. 22 de enero de 2014. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, quien reservó su derecho a formular voto concurrente, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su
derecho a formular voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretario: Ignacio Valdés Barreiro.

DERECHO AL DEBIDO PROCESO. SU CONTENIDO.


Dentro de las garantías del debido proceso existe un "núcleo duro", que debe observarse inexcusablemente en todo
procedimiento jurisdiccional, y otro de garantías que son aplicables en los procesos que impliquen un ejercicio de la
potestad punitiva del Estado. Así, en cuanto al "núcleo duro", las garantías del debido proceso que aplican a
cualquier procedimiento de naturaleza jurisdiccional son las que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
identificado como formalidades esenciales del procedimiento, cuyo conjunto integra la "garantía de audiencia", las
cuales permiten que los gobernados ejerzan sus defensas antes de que las autoridades modifiquen su esfera jurídica
definitivamente. Al respecto, el Tribunal en Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
jurisprudencia P./J. 47/95, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II,
diciembre de 1995, página 133, de rubro: "FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE
GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.", sostuvo que las
formalidades esenciales del procedimiento son: (i) la notificación del inicio del procedimiento; (ii) la oportunidad de
ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; (iii) la oportunidad de alegar; y, (iv) una resolución que
dirima las cuestiones debatidas y cuya impugnación ha sido considerada por esta Primera Sala como parte de esta
15

formalidad. Ahora bien, el otro núcleo es identificado comúnmente con el elenco de garantías mínimo que debe tener
toda persona cuya esfera jurídica pretenda modificarse mediante la actividad punitiva del Estado, como ocurre, por
ejemplo, con el derecho penal, migratorio, fiscal o administrativo, en donde se exigirá que se hagan compatibles las
garantías con la materia específica del asunto. Por tanto, dentro de esta categoría de garantías del debido proceso,
se identifican dos especies: la primera, que corresponde a todas las personas independientemente de su condición,
nacionalidad, género, edad, etcétera, dentro de las que están, por ejemplo, el derecho a contar con un abogado, a no
declarar contra sí mismo o a conocer la causa del procedimiento sancionatorio; y la segunda, que es la combinación
del elenco mínimo de garantías con el derecho de igualdad ante la ley, y que protege a aquellas personas que
pueden encontrarse en una situación de desventaja frente al ordenamiento jurídico, por pertenecer a algún grupo
vulnerable, por ejemplo, el derecho a la notificación y asistencia consular, el derecho a contar con un traductor o
intérprete, el derecho de las niñas y los niños a que su detención sea notificada a quienes ejerzan su patria potestad
y tutela, entre otras de igual naturaleza.
Amparo en revisión 352/2012. 10 de octubre de 2012. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea,
José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez.
Amparo directo en revisión 3758/2012. Maple Commercial Finance Corp. 29 de mayo de 2013. Cinco votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: David
García Sarubbi.
Amparo en revisión 121/2013. 12 de junio de 2013. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Cecilia Armengol Alonso.
Amparo en revisión 150/2013. 10 de julio de 2013. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Mercedes Verónica Sánchez Miguez.
Amparo directo en revisión 1009/2013. 16 de octubre de 2013. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge
Mario Pardo Rebolledo, quien reservó su derecho a formular voto concurrente. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.
Tesis de jurisprudencia 11/2014 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha siete
de febrero de dos mil catorce.

ACCIÓN EN MATERIA LABORAL. REQUISITOS QUE LA JUNTA DEBE CUMPLIR PARA EL ANÁLISIS DE SU


PROCEDENCIA AL DICTAR EL LAUDO.
De los artículos 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo, vigente al 30 de noviembre de 2012, se colige que las
Juntas de Conciliación y Arbitraje tienen la obligación de examinar la acción deducida en la demanda. Lo anterior,
con independencia de que ésta se hubiera tenido por contestada en sentido afirmativo, o bien, se tuvieran por
admitidos los hechos de ésta sobre los que no se suscitó controversia, así como de las excepciones opuestas por la
contraparte. En ese tenor, para cumplir con dicho examen, tratándose de prestaciones legales, las Juntas deben: 1.
Analizar el contenido de las normas jurídicas que regulan las prestaciones; 2. Con base en lo anterior, determinar los
presupuestos legales para obtenerlas; y, 3. Dilucidar si esos presupuestos se encuentran satisfechos, para lo cual
tomarán en consideración si: i) el actor en su demanda expuso los hechos necesarios y suficientes para respaldar los
presupuestos de la acción; ii) los hechos resultan congruentes, verosímiles y acordes con la lógica o la razón,
derivada de la sana crítica y la experiencia; y, iii) solamente se dio la presunción de hechos salvo prueba en
contrario, verificar si no están desvirtuados. Asimismo, tratándose de prestaciones extralegales, como presupuesto
de lo señalado, deben estar demostrados la existencia y el contenido de la norma que regula el beneficio invocado,
pues solamente así el juzgador puede realizar los pasos indicados. Por tanto, la omisión o insuficiencia del anterior
análisis por la autoridad, implica el dictado de un laudo violatorio de los derechos de legalidad y seguridad jurídica,
por infracción a los principios de congruencia y de fundamentación y motivación, que amerita conceder el amparo.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.
Amparo directo 114/2014. Bebidas Purificadas del Sureste, S. de R.L. de C.V. 2 de mayo de 2014. Unanimidad de
votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya. Secretario: José Luis Orduña Aguilera.
Amparo directo 135/2014. Wild Tours, S.A. de C.V. 29 de mayo de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Juan
Ramón Rodríguez Minaya. Secretario: José Luis Orduña Aguilera.
Amparo directo 203/2014. Servicios Corporativos de Hoteles, S.A. de C.V. y otro. 19 de junio de 2014. Unanimidad
de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya. Secretario: José Luis Orduña Aguilera.
Amparo directo 237/2014. Arnulfo González Osorio. 2 de julio de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón
Rodríguez Minaya. Secretario: José Luis Orduña Aguilera.
Amparo directo 303/2014. 11 de septiembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez
Minaya. Secretario: José Luis Orduña Aguilera.

ACCION. LA JUNTA NO PUEDE ABSTENERSE DE SU ESTUDIO EN EL LAUDO, ARGUMENTANDO


INCONGRUENCIA Y OBSCURIDAD EN LA DEMANDA DEL TRABAJADOR.
Si en el laudo reclamado, la Junta responsable considera que está imposibilitada para realizar el estudio de las
acciones intentadas por la quejosa, precisando como motivo de ello que la demanda presentada por la parte actora
resultaba incongruente y obscura, tal aseveración resulta contraria a derecho, pues no es válido que la autoridad
responsable se escude en la supuesta incongruencia y obscuridad de la demanda de la parte trabajadora, para
abstenerse de estudiar las acciones intentadas en virtud de que los artículos 685 y 873 de la Ley Federal del
Trabajo le imponen la obligación, al momento de admitir la demanda del trabajador, de señalarle al actor los defectos
u omisiones que considere presente la demanda laboral; concluyéndose de ello que al no haber advertido tal
obscuridad o incongruencia, al momento de admitirla, no puede faltar a su función jurisdiccional, y al dictar el laudo
negarse a analizar las acciones propuestas por la parte actora, debiendo en todo caso, valorar la totalidad del
material probatorio de que dispone, y en base a él resolver la procedencia o no de cada una de las prestaciones
reclamadas por la actora.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO SEPTIMO CIRCUITO.
Amparo directo 186/96. Arturo Félix Luján y otros. 30 de mayo de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis
Gómez Molina. Secretario: Rafael Maldonado Porras.

DEMANDA LABORAL. LAS IRREGULARIDADES ADVERTIDAS EN ÉSTA DEBEN CONCENTRARSE EN UN


SOLO REQUERIMIENTO AL ACTOR, A EFECTO DE NO VULNERAR SU DERECHO FUNDAMENTAL DE
ACCESO A LA JUSTICIA, PREVISTO EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.
La Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado de Puebla no contiene disposición que regule el proceder que debe
seguir el tribunal burocrático cuando la demanda sea deficiente, oscura o irregular respecto a los hechos y
16

prestaciones reclamadas; en cuya hipótesis, conforme al numeral 11de dicha ley, deben aplicarse, supletoriamente,
el párrafo segundo de los artículos 685 y 873 de la Ley Federal del Trabajo, que señalan que cuando la demanda  
sea incompleta, por no comprender todas las prestaciones que correspondan a la acción ejercitada, la Junta, al
admitir la demanda  las subsanará y, en su caso, hará del conocimiento del actor las irregularidades destacadas para
que las subsane en el plazo de tres días. Sin embargo, la facultad conferida en esos términos no debe vulnerar el
derecho de acceso a la justicia, consagrado en el artículo 17 de la Constitución Politica de los Estados Unidos
Mexicanos y, prolongarse con la formulación de varios requerimientos, sino que, en observancia a ese derecho, el
Tribunal de Arbitraje del Estado debe agotar su ejercicio en un solo requerimiento.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo directo 680/2015. Alberto García Vera. 14 de enero de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Samuel
Alvarado Echavarría. Secretario: José Castillo Alva.
Amparo directo 681/2015. Luz María López Lemus. 21 de enero de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Samuel
Alvarado Echavarría. Secretario: José Alejandro Rosales Domínguez.

DEMANDA LABORAL EN MATERIA DE RIESGOS DE TRABAJO Y ENFERMEDADES GENERALES. EL


ARTÍCULO 899-E, PÁRRAFO TERCERO, DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, AL PREVER SU
DESECHAMIENTO DE PLANO SI EL ACTOR OMITE LA DESIGNACIÓN DE PERITO MÉDICO, O NO LO
SOLICITA A LA JUNTA, VULNERA EL DERECHO HUMANO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a. CCXCIII/2014 (10a.), publicada
en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 9, Tomo I, agosto de 2014, página 535,
de título y subtítulo: "TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. LA RESOLUCIÓN JUDICIAL QUE DESECHA LA DEMANDA  O
LA QUE LA TIENE POR NO PRESENTADA POR INCUMPLIR CON LAS FORMALIDADES Y LOS REQUISITOS
ESTABLECIDOS EN SEDE LEGISLATIVA, RESPETA ESE DERECHO HUMANO.", sostuvo que el derecho humano
a la tutela judicial efectiva consagrado en los artículos 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 8, numeral 1 y 25, numeral 1, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos comprende el de
una resolución fundada en derecho y que la resolución que desecha la demanda o la que la tiene por no presentada
por no cumplir con las formalidades y los requisitos en sede legislativa respeta ese derecho, siempre que tales
requisitos y formalidades sean proporcionales entre los fines que preservan, frente a los intereses que sacrifican. En
este contexto, el tercer párrafo del artículo 899-E de la Ley Federal del Trabajo, al establecer como requisito de
admisibilidad de la demanda en materia de riesgos de trabajo y enfermedades generales un presupuesto material
que podría ser útil para la obtención de un laudo favorable, esto es, la designación de un perito médico, o la solicitud
a la Junta para que le designe uno y, la consecuencia de que ante la omisión de ello, el desechamiento  de plano de
la demanda, no obstante que para la constitución de la relación jurídico-procesal basta con que estén satisfechos los
presupuestos procesales de la demanda, incluso, porque la función que ese medio de prueba desempeña en dicho
procedimiento es relativa, vulnera el derecho fundamental de los trabajadores a la impartición de justicia, toda vez
que sanciona desproporcionalmente dicha omisión y no es apta para cumplir con los fines del derecho humano de
acceso efectivo a la justicia, en virtud de que priva al asegurado o a sus beneficiarios del derecho a obtener un laudo
fundado en derecho y, en su caso, de su ejecución.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.
Amparo directo 240/2014. Sofía Marín Sandoval. 24 de julio de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón
Rodríguez Minaya. Secretario: Samuel René Cruz Torres.

CARGA DINÁMICA DE LA PRUEBA EN MATERIA LABORAL. CORRESPONDE AL INSTITUTO MEXICANO DEL


SEGURO SOCIAL CUANDO CONTROVIERTE EL PROMEDIO DE LAS ÚLTIMAS SEMANAS DE COTIZACIÓN
DE LOS TRABAJADORES INSCRITOS EN EL RÉGIMEN DEL SEGURO OBLIGATORIO.
En caso de que el Instituto Mexicano del Seguro Social controvierta el promedio de las últimas semanas cotizadas
por el trabajador en el régimen de seguridad social obligatorio, la carga de la prueba atañe a aquél, a pesar de tener
el carácter de ente asegurador y no patrón; lo anterior, por la aplicación analógica del artículo 784 de la Ley Federal
del Trabajo, ya que de conformidad con este precepto, debe relevarse al trabajador de probar los hechos que refiere
como base de su acción, en los casos en que la contraparte o tercero ajeno al juicio disponga de más elementos que
él para justificar lo que éste afirma; asimismo, en observancia de la figura que en la doctrina procesal es conocida
como "carga dinámica de la prueba", conforme a la cual, debe aportar las probanzas quien esté en mejor posición o
condición de hacerlo, ya sea por cuestiones técnicas, profesionales, fácticas o de mejor oportunidad, en un contexto
de buena fe y solidaridad procesal, frente a situaciones de insuficiencia probatoria de la contraparte que
objetivamente es necesario atender.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA CUARTA REGIÓN.
Amparo directo 1426/2015 (cuaderno auxiliar 173/2016) del índice del Tercer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Cuarto Circuito, con apoyo del Segundo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Cuarta
Región, con residencia en Xalapa, Veracruz. 12 de abril de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Adrián Avendaño
Constantino. Secretario: Ángel Rosas Solano.

SEGURO SOCIAL. EL ARTÍCULO 295 DE LA LEY RELATIVA QUE ESTABLECE A CARGO DE LOS
ASEGURADOS Y SUS BENEFICIARIOS LA OBLIGACIÓN DE AGOTAR EL RECURSO DE INCONFORMIDAD,
ANTES DE ACUDIR A LA JUNTA FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE A RECLAMAR ALGUNA DE LAS
PRESTACIONES PREVISTAS EN EL PROPIO ORDENAMIENTO, TRANSGREDE EL DERECHO AL ACCESO
EFECTIVO A LA JUSTICIA GARANTIZADO EN EL ARTÍCULO 17 CONSTITUCIONAL.
Conforme a lo dispuesto en el citado artículo 295, las controversias entre los asegurados y sus beneficiarios, por una
parte, y el Instituto Mexicano del Seguro Social, por la otra, relacionadas con las prestaciones que prevé el propio
ordenamiento podrán plantearse ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, siempre y cuando se agote
previamente el recurso de inconformidad. Ante tal condición o presupuesto procesal, tomando en cuenta que las
prestaciones contempladas en la Ley del Seguro Social tienen su origen en una relación jurídica en la que tanto los
asegurados y sus beneficiarios, como el mencionado instituto, acuden desprovistos de imperio, pues aquélla deriva
por lo general de una relación laboral o de la celebración de un convenio, y que a través de las diversas
disposiciones aplicables el legislador ha reconocido, por su origen constitucional, la naturaleza laboral del derecho de
acción que tienen aquéllos para acudir ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje a solicitar el cumplimiento de
las respectivas prestaciones de seguridad social, esta Suprema Corte arriba a la conclusión de que la referida
obligación condiciona en forma injustificada el derecho de acceso efectivo a la justicia que garantiza el artículo 17 de
la Constitución General de la República, ya que tratándose de la tutela de prerrogativas derivadas de una relación
entablada entre sujetos de derecho que acuden a ella en un mismo plano, desprovistos de imperio, no existe en la
propia Norma Fundamental motivo alguno que justifique obligar a alguna de las partes a agotar una instancia
administrativa antes de solicitar el reconocimiento de aquellos derechos ante un tribunal, máxime que en el caso en
estudio la instancia cuyo agotamiento se exige debe sustanciarse y resolverse por una de las partes que acudió a la
relación jurídica de origen; destacando, incluso, que tratándose de controversias de las que corresponde conocer a
17

una Junta de Conciliación y Arbitraje, en el artículo 123, apartado A, fracción XX, de la propia Constitución, no se
sujetó el acceso efectivo de los gobernados a requisitos de esa naturaleza. Debe considerarse, además, que la
regulación del referido recurso administrativo, prevista en el reglamento respectivo, desconoce los requisitos y
prerrogativas que para hacer valer la mencionada acción laboral prevé la Ley Federal del Trabajo, generando un
grave menoscabo a los derechos cuya tutela jurisdiccional puede solicitarse ante la Junta Federal de Conciliación y
Arbitraje.
Contradicción de tesis 35/2000. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Civil del Cuarto Circuito. 10 de septiembre de
2001. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Juventino V. Castro y Castro.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Rafael Coello Cetina.
El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada hoy diez de septiembre en curso, aprobó, con el número 114/2001,
la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a diez de septiembre de dos mil uno.

CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD, PRINCIPIOS DE. SUS DIFERENCIAS Y CASO EN QUE EL LAUDO


INCUMPLE EL SEGUNDO DE ELLOS.
Del artículo 842 de la Ley Federal del Trabajo se advierte la existencia de dos principios fundamentales o requisitos
de fondo que deben observarse en el dictado del laudo: el de congruencia y el de exhaustividad. El primero es
explícito, en tanto que el segundo queda imbíbito en la disposición legal. Así, el principio de congruencia está referido
a que el laudo debe ser congruente no sólo consigo mismo, sino también con la litis, tal como haya quedado
establecida en la etapa oportuna; de ahí que se hable, por un lado, de congruencia interna, entendida como aquella
característica de que el laudo no contenga resoluciones o afirmaciones que se contradigan entre sí y, por otro, de
congruencia externa, que en sí atañe a la concordancia que debe haber con la demanda y contestación formuladas
por las partes, esto es, que el laudo no distorsione o altere lo pedido o lo alegado en la defensa sino que sólo se
ocupe de las pretensiones de las partes y de éstas, sin introducir cuestión alguna que no se hubiere reclamado, ni de
condenar o de absolver a alguien que no fue parte en el juicio laboral. Mientras que el de exhaustividad está
relacionado con el examen que debe efectuar la autoridad respecto de todas las cuestiones o puntos litigiosos, sin
omitir ninguno de ellos, es decir, dicho principio implica la obligación del juzgador de decidir las controversias que se
sometan a su conocimiento tomando en cuenta los argumentos aducidos tanto en la demanda como en aquellos en
los que se sustenta la contestación y demás pretensiones hechas valer oportunamente en el juicio, de tal forma que
se condene o absuelva al demandado, resolviendo sobre todos y cada uno de los puntos litigiosos que hubieran sido
materia del debate. Por tanto, cuando la autoridad laboral dicta un laudo sin resolver sobre algún punto litigioso, en
realidad no resulta contrario al principio de congruencia, sino al de exhaustividad, pues lejos de distorsionar o alterar
la litis, su proceder se reduce a omitir el examen y pronunciamiento de una cuestión controvertida que
oportunamente se le planteó, lo que permite, entonces, hablar de un laudo propiamente incompleto, falto de
exhaustividad, precisamente porque la congruencia -externa- significa que sólo debe ocuparse de las personas que
contendieron como partes y de sus pretensiones; mientras que la exhaustividad implica que el laudo ha de ocuparse
de todos los puntos discutibles. Consecuentemente, si el laudo no satisface esto último, es inconcuso que resulta
contrario al principio de exhaustividad que emerge del artículo 842 de la Ley Federal del Trabajo, traduciéndose en
un laudo incompleto, con la consiguiente violación a la garantía consagrada en el artículo 17 de la Constitución
Federal.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL CUARTO CIRCUITO.
Amparo directo 461/2004. Alfonso Enríquez Medina. 22 de septiembre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Victorino Rojas Rivera. Secretario: Reynaldo Piñón Rangel.
Amparo directo 391/2004. Comisión Federal de Electricidad. 22 de septiembre de 2004. Unanimidad de votos.
Ponente: Alfredo Gómez Molina. Secretaria: Angelina Espino Zapata.
Amparo directo 435/2004. Petróleos Mexicanos y Pemex Refinación. 15 de octubre de 2004. Unanimidad de votos.
Ponente: Victorino Rojas Rivera. Secretaria: Liliana Leal González.
Amparo directo 486/2004. Carlos Javier Obregón Ruiz. 20 de octubre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Victorino Rojas Rivera. Secretaria: Liliana Leal González.
Amparo directo 559/2004. Yolanda Perales Hernández. 27 de octubre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Abraham Calderón Díaz. Secretario: Francisco García Sandoval.

MEDIDAS DE APREMIO. EL APERCIBIMIENTO ES UN REQUISITO MÍNIMO QUE DEBE REUNIR EL


MANDAMIENTO DE AUTORIDAD PARA QUE SEA LEGAL LA APLICACIÓN DE AQUÉLLAS (LEGISLACIONES
DEL DISTRITO FEDERAL Y DE LOS ESTADOS DE NUEVO LEÓN Y CHIAPAS)
Si bien dentro de las legislaciones procesales civiles del Distrito Federal y de los Estados de Nuevo León y Chiapas,
no se encuentra específicamente reglamentado el procedimiento para la imposición de una medida de apremio, dado
que únicamente se enumeran cuáles se pueden aplicar, y tomando en consideración que el apercibimiento es una
prevención especial de la autoridad hacia la persona a quien va dirigido el mandamiento, que especifica un hacer o
dejar de hacer algo que debe cumplirse, que se concreta en una advertencia conminatoria respecto de una sanción
que se puede aplicar en caso de incumplimiento, puede concluirse que de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 14 y 16 de la Constitución Federal que consagran los principios de legalidad y seguridad jurídica, para que
sea legal la aplicación de la medida, la autoridad debe emitir su mandamiento en términos y bajo las condiciones
establecidas por dichos principios para que el gobernado tenga la certeza de que aquél está conforme con las
disposiciones legales y sus atribuciones; así, los requisitos mínimos que tal mandamiento debe contener son: 1) La
existencia de una determinación jurisdiccional debidamente fundada y motivada, que deba ser cumplida por las
partes o por alguna de las personas involucradas en el litigio, y 2) La comunicación oportuna, mediante notificación
personal al obligado, con el apercibimiento de que, de no obedecerla, se le aplicará una medida de apremio precisa y
concreta.
Contradicción de tesis 46/99-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito y el
Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Civil del Cuarto Circuito. 31 de enero de 2001. Cinco votos. Ponente:
Juan N. Silva Meza. Secretario: Luis Fernando Angulo Jacobo.
Tesis de jurisprudencia 20/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de diecisiete de abril
de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo,
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.
18

INSPECCIÓN DE DOCUMENTOS EN MATERIA LABORAL. EL PATRÓN DEBE EXHIBIR AQUELLOS A


JUICIO QUE CONFORME A DIVERSAS LEYES TENGA LA OBLIGACIÓN DE TENER EN SU PODER HASTA
CINCO AÑOS POSTERIORES A LA FECHA DEL DESPIDO O AL CIERRE DE LA FUENTE DE TRABAJO
CUANDO LA RUPTURA DEL VÍNCULO LABORAL SE EXTINGA POR ESA CAUSA.
De acuerdo con lo establecido en los artículos 784, 804 y 805 de la Ley Federal del Trabajo, ésta adopta la teoría
de la obligación probatoria en sustitución de la carga de probar, con la finalidad de que en el proceso laboral existan
los elementos de prueba que conduzcan realmente al conocimiento de la verdad, como resultado del reconocimiento
de la situación de desigualdad entre patrones y trabajadores. Ahora bien, cuando el patrón alega durante el
desahogo de la inspección que no exhibe la documentación requerida por haber cerrado la fuente de trabajo en la
fecha del despido, deberá de atenderse al referido artículo 804 de la ley de la materia, que en sus primeras cuatro
fracciones establece que, por regla general, la obligación del patrón de conservar los documentos esenciales de la
relación de trabajo para exhibirlos en el juicio laboral es de un año a partir de que concluya; sin embargo, la fracción
V del referido precepto indica que también debe exhibir los demás documentos que señalen las leyes, y que tiene
obligación de conservar por el término que éstas establezcan y que son, conforme a la fracción II del artículo 15 de
la Ley del Seguro Social, el artículo 30, fracción I, de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores y el artículo 67 del Código Fiscal de la Federación, hasta por cinco años a partir de que
termine el hecho generador de la obligación fiscal correlativa, en el caso de que se trata, la terminación del vínculo
laboral; consecuentemente, al desahogarse la prueba de inspección en la sustanciación de un juicio laboral, el
patrón tiene la obligación de exhibir  al juicio los documentos relativos de cinco años posteriores a la fecha del
despido.
NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 1209/2004. José Francisco Franzoni Miranda. 18 de febrero de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Emilio González Santander. Secretario: José Roberto Córdova Becerril.
Amparo directo 1219/2004. Francisco Franzoni Escamilla y otra. 18 de febrero de 2004. Unanimidad de votos.
Ponente: Emilio González Santander. Secretario: José Roberto Córdova Becerril.

INVALIDEZ, PENSIÓN DE. CARGA DE LA PRUEBA DE LOS REQUISITOS RELATIVOS AL NÚMERO DE


COTIZACIONES SEMANALES PAGADAS AL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL Y A LA
CONSERVACIÓN DE DERECHOS, CONTEMPLADAS POR LOS ARTÍCULOS 131 Y 182 DE LA LEY DEL
SEGURO SOCIAL.
La carga de probar los requisitos para el otorgamiento de la pensión de invalidez relativos al número de cotizaciones
semanales pagadas al Instituto Mexicano del Seguro Social, y a la conservación de derechos, contemplados por los
artículos131 y 182 de la Ley del Seguro Social, corresponde al instituto cuando éste admite que el actor tiene el
carácter de asegurado. Para llegar a esa conclusión se acude a la aplicación analógica del artículo 784 de la Ley
Federal del Trabajo, sobre la base de que, en la exposición de motivos de las reformas procesales a la Ley Federal
del Trabajo, en vigor a partir del primero de mayo de mil novecientos ochenta, se advierte que el espíritu que
prevalece en el indicado artículo es el de relevar al trabajador de probar los hechos que refiera como base de su
acción, en los casos en que la contraparte o tercero ajeno al juicio dispongan de más elementos. Tal es el caso
cuando se trata de los necesarios para el cálculo del promedio de cotizaciones del asegurado y de conocer si está
dentro del periodo de conservación de derechos, pues obviamente quien tiene la documentación idónea para ello es
el Instituto Mexicano del Seguro Social. No es óbice para sostener lo anterior, que el instituto no tenga en el juicio
laboral el carácter de patrón, pues para el efecto que aquí se contempla se equipara a éste, porque las mismas
razones que se tienen para atribuir a la parte patronal la obligación de probar los hechos sobre los cuales tiene
mayores elementos que el trabajador, son las que cabe esgrimir para atribuirle dicha carga procesal al instituto, en el
aspecto que aquí se refiere, pues al igual que el patrón en la relación de trabajo, dispone de más elementos para
llegar al conocimiento de la verdad.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL CUARTO CIRCUITO.
Amparo directo 141/97. Instituto Mexicano del Seguro Social. 2 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos.
Ponente: María Luisa Martínez Delgadillo. Secretario: Héctor Manuel Banda Flores.

SEGURO SOCIAL. SALARIO PROMEDIO DE COTIZACIÓN DE LOS ASEGURADOS. CARGA  DE LA PRUEBA.


Es al Instituto Mexicano del Seguro Social al que corresponde acreditar en juicio el salario promedio de los
asegurados, dado que como organismo asegurador cuenta con los elementos necesarios para ello, además de que
conforme al artículo 27 de la ley que rige el funcionamiento de dicha institución: "Los documentos, datos e informes
que los trabajadores, patrones y demás personas proporcionen al instituto, en cumplimiento de las obligaciones que
les impone esta ley, serán estrictamente confidenciales y no podrán comunicarse o darse a conocer en forma
nominativa e individual, salvo cuando se trate de juicios y procedimientos en que el instituto fuere parte y en los
casos previstos por ley.", por lo que no puede quedar relevado de esa carga procesal aun cuando no sea patrón y no
tenga tal obligación en términos del artículo 784 de la Ley Federal del Trabajo, dado que en la especie no se
cuestiona al Instituto Mexicano del Seguro Social un salario como parte patronal, sino el salario promedio de las
últimas cincuenta y dos semanas de cotización que recibió; luego, en este aspecto, las cargas procesales se
sustentan en el hecho de que el Instituto Mexicano del Seguro Social, conforme al numeral invocado, cuenta con los
elementos necesarios para acreditar aquel promedio salarial; por tanto, si conforme a la propia Ley del Seguro Social
las cotizaciones se rigen por la misma, corresponde al propio organismo asegurador verificar si dichas cotizaciones
se enteraron conforme a dicho ordenamiento, en términos del artículo 46 de la citada ley, que dice: "Cuando no se
enteren las cuotas, los enteros provisionales o los capitales constitutivos dentro del plazo señalado en las
disposiciones respectivas, el patrón cubrirá a partir de la fecha en que los créditos se hicieren exigibles, los recargos
moratorios correspondientes en los términos del Código Fiscal de la Federación, sin perjuicio de las sanciones que
procedan. -En el caso de que el patrón o sujeto obligado no cubra oportunamente el importe de las cuotas obrero-
patronales o lo haga en forma incorrecta, el instituto podrá determinarlas y fijarlas en cantidad líquida, con base en
los datos con que cuente o con apoyo en los hechos que conozca con motivo del ejercicio de las facultades de
comprobación de que goza como autoridad fiscal, o bien a través de los expedientes o documentos proporcionados
por otras autoridades fiscales ...". Por lo anterior, este tribunal estima, por mayoría, que una nueva reflexión sobre el
tema de la carga procesal respecto de la acreditación de las últimas cincuenta y dos semanas de cotización que
deben servir de base para fijar la pensión por enfermedad de trabajo, en términos del artículo 65, fracción II, de la
Ley del Seguro Social, conduce a dejar sin efecto el precedente que sustentó este propio órgano colegiado al
resolver el juicio de amparo directo 4286/92, publicado en la página 623 del Semanario Judicial de la Federación,
Octava Época, Tomo X-Agosto, que dice: “SEGURO SOCIAL. SALARIO DE COTIZACION, CARGA DE LA
PRUEBA”. -El hecho de que el Instituto Mexicano del Seguro Social cuente con los elementos para determinar cuál
es el salario con el que un trabajador se encuentra cotizando, no cambia las cargas probatorias en el juicio donde se
le reclama el pago de una pensión por riesgo de trabajo con base en un salario señalado por el trabajador, pues en
tal caso, a éste corresponde acreditar que el salario mencionado era el que devengaba, atento al principio general de
19

derecho de que 'quien afirma está obligado a probar', considerando que ni la Ley Federal del Trabajo ni la
jurisprudencia imponen tal carga probatoria al instituto como organismo asegurador."
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 2606/97. Francisco Ruiz Valencia. 7 de abril de 1997. Mayoría de votos. Ponente: María del Rosario
Mota Cienfuegos. Disidente: Carolina Pichardo Blake. Secretario: Félix Arnulfo Flores Rocha.

SEGURO SOCIAL. EL SALARIO PROMEDIO DE LAS ÚLTIMAS 250 SEMANAS DE COTIZACIÓN, BASE PARA
CUANTIFICAR LAS PENSIONES POR INVALIDEZ, VEJEZ Y CESANTÍA EN EDAD AVANZADA, TIENE COMO
LÍMITE SUPERIOR EL EQUIVALENTE A 10 VECES EL SALARIO MÍNIMO GENERAL VIGENTE EN EL DISTRITO
FEDERAL, ACORDE CON EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 33 DE LA LEY RELATIVA, VIGENTE
HASTA EL 30 DE JUNIO DE 1997.
De los artículos 136, 142, 147 y 167 de la referida Ley, deriva que el salario diario que sirve de base para determinar
la cuantía básica de las pensiones por invalidez, vejez y cesantía en edad avanzada, es el que corresponde al
promedio de las últimas 250 semanas de cotización. Por otra parte, el numeral 33 de la misma legislación establece
como límite superior al salario base de cotización el equivalente a 25 veces el salario mínimo general vigente que rija
en el Distrito Federal, excepto para los seguros de invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y muerte, que
tendrán como límite superior el correspondiente a 10 veces el referido salario; en el entendido de que aquel límite
rige para los seguros de enfermedad general y maternidad. Así, cada rama de aseguramiento tiene autonomía
financiera y los recursos no pueden sufragar ramas distintas, de manera que los generados para los seguros de
enfermedad general y maternidad serán encauzados para ampliar su cobertura, aumentar la eficacia de los servicios
médicos y continuar con la reposición y modernización del equipo, mientras que los de invalidez, vejez, cesantía en
edad avanzada y muerte serán canalizados para financiar el otorgamiento de las pensiones respectivas, de ahí que
el límite previsto a este último debe aplicarse al salario promedio de las 250 semanas de cotización, que sirve de
base para cuantificar las pensiones correspondientes.
Contradicción de tesis 143/2010. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo Tercer y Décimo
Segundo, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 26 de mayo de 2010. Cinco votos. Ponente: Sergio A.
Valls Hernández. Secretario: Luis Javier Guzmán Ramos.
Tesis de jurisprudencia 85/2010. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del nueve
de junio de dos mil diez.

PENSION POR CESANTIA EN EDAD AVANZADA. AL RESOLVER LA JUNTA SOBRE EL AJUSTE EN LA


CUANTIFICACIÓN DE SU PAGO, DEBE ATENDER EL LÍMITE SUPERIOR PREVISTO EN EL PÁRRAFO
SEGUNDO DEL ARTÍCULO 33 DE LA LEY DEL SEGURO SOCIAL, VIGENTE HASTA EL 30 DE JUNIO DE 1997,
SIN QUE REPRESENTE OBSTÁCULO ALGUNO QUE EL DEMANDADO NO SE HUBIERE EXCEPCIONADO EN
ESE SENTIDO.
El precepto referido establece que los asegurados se inscribirán con el salario base de cotización que perciban en el
momento de su afiliación, y en su párrafo segundo, en relación con el seguro de cesantía en edad avanzada, entre
otros, el legislador facilitó un esquema tasado en salarios mínimos y fijó el límite superior equivalente a 10 veces el
general vigente en el Distrito Federal. Ahora bien, la circunstancia de que el Instituto Mexicano del Seguro Social no
se excepcionara en esos términos, no releva a la autoridad laboral de respetar dicho límite superior, pues basta con
que al oponer sus excepciones y defensas, aquél se ajuste a lo dispuesto en el artículo 878, fracción IV, de la Ley
Federal del Trabajo, de manera que si al contestar la demanda controvierte precisamente las fechas o cantidades
materia del ajuste pretendido por el actor, respalda sus argumentos con ciertas operaciones aritméticas y acompaña
las pruebas que a su juicio son aptas para desvirtuar el reclamo, tal proceder es aceptable y justifica la postura
defensiva que le asiste en la relación jurídico procesal y, por ende, con esos elementos, en armonía con el restante
caudal probatorio, la autoridad laboral está en condiciones de resolver el contradictorio, con apego al artículo 842 de
la citada ley. Además, el tema de fondo está vinculado a un derecho de seguridad social, por lo que no puede
variarse la manera en que han de cubrirse las prestaciones descritas en la Ley del Seguro Social, pues su artículo 33
es expreso en cuanto al límite superior, lo que indica que se trata de una disposición de orden público y de
observancia obligatoria.
Contradicción de tesis 285/2015. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo Tercero del Primer
Circuito y Tercero del Cuarto Circuito, ambos en Materia de Trabajo. 6 de enero de 2016. Cinco votos de los
Ministros Eduardo Medina Mora I., Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz
Luna Ramos y Alberto Pérez Dayán; votaron contra las consideraciones relacionadas con el aspecto financiero del
Instituto Mexicano del Seguro Social Margarita Beatriz Luna Ramos y José Fernando Franco González Salas.
Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Jorge Antonio Medina Gaona.

II.- Este segundo concepto de violación también se solicita la protección por parte
de este H. Tribunal Colegiado del principio “PRO PERSONA” a favor de la quejosa, pues la
Autoridad Responsable no le da valor probatorio a ninguna de las pruebas ofrecidas que ofreció
la directamente quejosa, por el contrario la Autoridad Responsable le da valor probatorio pleno a
una supuesta hoja de desglose de salario promedio, no obstante de que se ofrecieron pruebas en
contrario a fin de desvirtuar dicho documento ofrecido por el tercero interesado, el cual NO ES
NINGUN CERTIFICADO DE DERECHOS Y POR ENDE NO ES NINGUN
DOCUMENTO PUBLICO y aun así de que se hubiese ofrecido un documento de esa índole
una hoja de certificación o hoja de desglose de salario promedio pueden quedar desvirtuadas con
alguna otra probanza como lo es la prueba de inspección, la cual esta última fue ofrecida por la
quejosa en el juicio natural como lo indica la siguiente contradicción de tesis y una tesis aislada:

CERTIFICADO DE DERECHOS EXPEDIDO POR EL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. SI LOS
HECHOS COMPRENDIDOS EN ESTE FORMAN PARTE DE LA LITIS Y LA INFORMACION QUE CONTIENE SE
CONTROVIERTE EXPLICITA O IMPLICITAMENTE, SU VALOR PROBATORIO NO ES ABSOLUTO SINO
SUSCEPTIBLE DE DESVIRTUARSE CON OTRA PRUEBA.
La aplicación de la jurisprudencia 2a./J. 39/2002, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
de rubro: “SEGURO SOCIAL." EL CERTIFICADO DE DERECHOS  APORTADO COMO PRUEBA POR EL
INSTITUTO  RELATIVO, EN SU CARÁCTER DE DEMANDADO EN EL JUICIO LABORAL, TIENE PLENO VALOR
PROBATORIO PARA ACREDITAR LOS DATOS QUE EN EL MISMO SE CONTIENEN, SALVO PRUEBA EN
CONTRARIO, POR LO QUE PARA SU VALIDEZ ES INNECESARIO QUE SE ACOMPAÑEN LOS AVISOS DE ALTA
Y BAJA RELATIVOS O EL PAGO DE LAS CUOTAS RESPECTIVAS.", lleva a establecer que si en el juicio laboral
20

forman parte de la litis los hechos contenidos en el certificado o los derechos que el Instituto Mexicano del Seguro
Social afirma corresponden al trabajador, y se controvierte explícita o implícitamente la información que dicho
certificado contiene, el valor probatorio de éste no es absoluto ni genera una presunción de pleno derecho, sino que
es susceptible de desvirtuarse mediante otra prueba como legalmente corresponda. Así, si el trabajador ofreció la
prueba de inspección para la revisión de los documentos en los que el Instituto basa su defensa y que se contienen
explícita o implícitamente en el certificado  de derechos y dichos documentos no son exhibidos, si se formuló el
requerimiento a que se refiere el artículo 828 de la Ley Federal del Trabajo debe hacerse efectiva la consecuencia
que se traduce en una presunción que admite prueba en contrario y, por ende, deben tenerse por presuntivamente
ciertos los hechos tratados de probar con la inspección, sin que le sea oponible a esta presunción el contenido del
certificado de derechos, precisamente porque su contenido es el objeto de la prueba.
Contradicción de tesis 274/2009. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo en Materia de
Trabajo del Cuarto Circuito y Primero del Centro Auxiliar de la Tercera Región. 23 de septiembre de 2009. Cinco
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Diana Minerva Puente Zamora.
Tesis de jurisprudencia 176/2009. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veintiocho de octubre de dos mil nueve.

SEGURO SOCIAL. EL CERTIFICADO DE DERECHOS APORTADO COMO PRUEBA POR EL INSTITUTO


RELATIVO, EN SU CARÁCTER DE DEMANDADO EN EL JUICIO LABORAL, TIENE PLENO VALOR
PROBATORIO PARA ACREDITAR LOS DATOS EN EL CONTENIDOS, SALVO PRUEBA EN CONTRARIO
(PRESUNCION DE CERTEZA DERIVADA DE LA INSPECCION OFRECIDA POR EL ACTOR).
En atención a la jurisprudencia 2a./J. 39/2002, sustentada por la Segunda Sala del Alto Tribunal, publicada en la
página 271, Tomo XV, mayo de 2002, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro:
“SEGURO SOCIAL. EL CERTIFICADO DE DERECHOS APORTADO COMO PRUEBA POR EL INSTITUTO
RELATIVO EN SU CARÁCTER DE DEMANDADO EN EL JUICIO LABORAL, TIENE PLENO VALOR PROBATORIO
PARA ACREDITAR LOS DATOS QUE EN EL MISMO SE CONTIENEN, SALVO PRUEBA EN CONTRARIO, POR
LO QUE PARA SU VALIDEZ, ES INNECESARIO QUE SE ACOMPAÑEN LOS AVISOS DE ALTA Y BAJA
RELATIVOS O EL PAGO DE LAS CUOTAS RESPECTIVAS.", corresponde al Instituto Mexicano del Seguro
Social demostrar las semanas reales de cotización del trabajador, así como el salario promedio que sirve de base
para la cuantificación de las pensiones que establece la ley de ese organismo, lo que puede acreditar al exhibir el
aludido certificado de derechos; sin embargo, ese documento admite prueba en contrario para desvirtuar los datos en
él contenidos. En este sentido, la legislación laboral establece que son admisibles en el proceso todos los medios de
prueba que no sean contrarios a la moral y al derecho, entre los que se encuentra la inspección. Consecuentemente,
si en un juicio laboral se demanda la correcta cuantificación de la pensión que se le otorgó al trabajador, apoyado en
que no se tomaron en cuenta el salario promedio ni las semanas de cotizaciones reales que generó, contra las
establecidas en la hoja de certificación de derechos expedida por el órgano asegurador y para acreditarlo ofrece la
prueba de inspección, cuyo resultado arroja hacerle efectivo el apercibimiento al demandado, teniéndole por
presuntivamente ciertos los hechos a demostrar, tal presunción de certeza adquiere el carácter de la prueba en
contrario a que se refiere el criterio aludido y, por ende, es suficiente para desvirtuar el contenido de aquel
documento, de ahí que no es dable aceptar que, al decidirse la controversia, la autoridad laboral considere que dicha
presunción quede desvirtuada con el mismo certificado de derechos que se tildó de adulterado, pues de estimarlo
así, ello constituiría un contrasentido, ya que lo que se trata de dilucidar es conocer con claridad la realidad de los
hechos.
DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 106/2013. 18 de abril de 2013. Mayoría de votos. Disidente: Héctor Landa Razo. Ponente: José
Manuel Hernández Saldaña. Secretario: Agustín de Jesús Ortiz Garzón.

Por lo tanto en dicha prueba de inspección la cual fue calificada de legal por parte de
la Autoridad Responsable al desahogarla en términos de su ofrecimiento y al momento de
desahogarla se solicitó que se pusiese a la vista tanto el expediente personal, los avisos de
afiliación de alta, baja y modificación de salario, así como cedulas de pagos de cuotas obrero
patronales, al momento de su desahogo indico la persona que atendió dicho diligencia por parte
del tercero interesado, señalo que no exhibía dichos documentos de la quejosa, por lo que se le
debieron de tener por ciertos la existencia de todos y cada uno de los documentos señalados por
la agraviada en dicha probanza y por ende de que tiene realmente 2,000 semanas cotizadas, así
como su salario promedio de sus últimas 250 semanas de cotización es de $550.00 pesos diarios,
que por ende la cuantificación del monto de su pensión esta incorrecta y que tiene derecho a la
modificación de su resolución de su pensión, así como a la correcta cuantificación de su pensión
mensual, lo anterior conforme a lo señalado por los artículos 784, 804, 805 828 y 899-D de la
Ley Federal del Trabajo Vigente a partir del 1 de Diciembre del 2012 y por ende se justifica que
la quejosa cuenta con derecho para que se le modifique su resolución de pensión de cesantía
en edad avanzada, pues no se exhibieron ninguno de esos documentos motivo de la inspección,
pero desgraciadamente la Autoridad Responsable violando los derechos humanos y garantías
individuales de la directamente quejosa, señala que no puede tener por ciertos los hechos
señalados por la agraviada, supuestamente porque procedió la excepción de obscuridad, lo cual
ya vimos que es improcedente por los razonamientos antes señalados en el primer concepto de
violación, además la prueba de inspección se ofreció conforme a lo dispuesto en los artículos 827
de la Ley Federal del Trabajo Vigente, la cual fue calificada de legal por la propia Autoridad
Responsable, de lo contrario la Junta Responsable también estaría revocando sus propios
resoluciones, situación que también prohíbe la Ley Federal del Trabajo Vigente en su numeral
848, máxime que la contraparte en la Audiencia de Ley, nunca objeto la prueba de inspección
de que no existieran los documentos motivos de inspección, por tal motivo es evidente que la
prueba de inspección ofrecida por la quejosa en su demanda se encuentra ofrecida conforme a
derecho y es totalmente falso e ilegal que dicha prueba no genera certeza jurídico, sino por el
contrario la misma esta ofrecida conforme al artículo 827 de la Ley Federal del Trabajo Vigente y
21

solicitar más requisitos o especificaciones contraviene EL PRINCIPIO DE SENCILLEZ del


Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, además existe la tesis aislada
INSPECCION OCULAR EN MATERIA LABORAL. EL REQUISITO DE PROPONER
EN FORMA DE AFIRMACIÓN LOS PUNTOS QUE PRETENDEN PROBAR LAS
PARTES EN LAS QUE REITERA EL OFRECIMIENTO Y LOS HECHOS QUE SON
MATERIA DE LA CONTROVERSIA, CONSTITUYE UN FORMULISMO EXCESIVO
QUE CONTRAVIENE EL PRINCIPIO DE SENCILLEZ Y LA PROSCRIPCIÓN DE
RIGORISMOS TÉCNICOS EN EL PROCESO LABORAL. Y de ninguna manera su
ofrecimiento está realizado de forma general, dado de que todo asegurado tiene un numero de
seguridad social único y una clave única de registro de población, que lo distingue de cualquier
otro, así como cada asegurado tiene un expediente personal, avisos de afiliación de alta, baja,
modificación de salario, cedulas de pagos de cuotas obrero patronales, comprobantes de
afiliación vigencia, certificados de derechos, consultas de asegurados, tarjeta de citas, credencial
de asegurado, credencial de pensionado y muchos documentos que son personalísimos como lo
dispone el artículo 183-C de la Ley del Seguro Social de 1973, por lo tanto ninguna inspección en
materia de seguridad social de un asegurado podrá ser considerada como de forma general,
siendo la única excepción que el INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL niegue el
carácter de asegurado, es decir que nunca ha tenido ningún número de afiliación el oferente y que
nunca ha cotizado ninguna semana, ni ha laborado con ningún patrón, mas no es el caso de la
quejosa, pues el propio Instituto tercero interesado le reconoce el carácter de pensionada. Además
de que tampoco el supuesto certificado de derechos y la supuesta hoja de desglose de salario
promedio no contienen los requisitos del artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente,
pues no se establecen ni los nombres, ni los domicilios de los supuestos patrones que tuvo la
agraviada, ni tampoco las supuestas actividades, ni puestos que supuestamente tuvo la quejosa
durante su vida laboral, por ende son obscuras ambas documentales y dejan en un claro estado de
indefensión a la quejosa, máxime que tampoco la información contenida en ambos documentos
se indica que fueran tomadas de la clave única de registro de población del quejoso, pues este
sustituyo al número de seguridad social desde el mes de Diciembre del 2004, como lo indica
claramente el Artículo Cuarto Transitorio del decreto que reforma diversas disposiciones de
la Ley del Seguro Social Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 20 de Diciembre
del 2001 señala claramente que el Instituto sustituirá el número de seguridad social por el
de la Clave Única de Registro de Población, dentro del plazo de tres años a partir de la
entrada en vigor de este Decreto, por lo que no se encuentran señaladas las semanas
cotizadas del quejoso del 2004 en adelante, ni tampoco se puede expedir ninguno de los
documentos impugnados sin la clave única de registro de población y en el caso de la
supuesta hoja de certificación de derechos indica que es solo un precomputo, es decir que
no están totalizadas totalmente las semanas y salarios de la quejosa, dado de que no se
establecen las semanas que se encuentran registradas en la clave única de registro de
población y al ser incompleta la información que menciona el tercero interesado en ambos
documentos, por lo cual no se les deben de dar ningún valor probatorio, además señala
claramente en la supuesta hoja de certificación de derechos que es un PRECOMPUTO, es decir
que no están totalmente contabilizada la información que se pretende certificar, pues veamos la
palabra PRECOMPUTO es una palabra compuesta por el sufijo PRE que significa por la Real
Academia de la Lengua Española como “ANTES DE” y la palabra COMPUTO es definida por
esa misma organización como “CUENTA O CALCULO” entonces es una “CUENTA DE
SEMANAS, SALARIOS, PATRONES QUE NO ESTA TOTALIZADA” por lo tanto no
pueden ser documentos públicos algo que no está finalizado, pues es como decir que es una
acción que aún no llega, ejemplo un preaviso, prehuelga, prejuzgar, es decir que es una
situación preliminar antes de que llegue el hecho efectivo o en este caso que no están
totalizadas el conteo de semanas y salarios, por ende debe tomarse en cuenta la prueba de
inspección ofrecida por la quejosa, pues de lo contrario vulnera sus derechos humanos y garantías
individuales, ya que esta desvirtúa plenamente a las supuestas hojas de certificación de derechos
y de desglose de salario promedio, pues no se le fueron mostrados ninguno de los documentos
motivo de la inspección, ni se indicó al momento de su desahogo que estuviesen en otro lugar, ni
domicilio, siendo esto trascendental para que mi representada tenga derecho a la modificación a
su pensión de cesantía en edad avanzada que reclama en su demanda inicial, mas por el
contrario vemos que la Autoridad Responsable se excede y de forma arbitraria, pues trasgrede en
todo momento los derechos humanos y garantías individuales de la quejosa, pues busco una y mil
formas de desvirtuar la acción de la quejosa, en lugar de buscar la mejor interpretación del
titular del derecho y en caso de existir alguna limitación, la que menos lo restrinja, por lo
tanto en otras palabras es proteger de forma eficaz a la persona, por lo que se pide nuevamente
que se solicita se le aplique por este H. Tribunal Colegiado el principio PRO PERSONA o PRO
22

HOMINE en el presente Amparo Directo a la directamente quejosa, pues este opta por la
construcción e interpretación más extensivas de los derechos y menos restrictiva de sus
limitaciones, insistiéndose que el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo Vigente es
anticonstitucional o que sus requisitos son anticonstitucionales, también el artículo 899-C de la
Ley Federal del Trabajo Vigente viola los principios de universalidad y progresividad, pues es
obvio que las reformas a la Ley Federal del Trabajo son para que se mas fácil sencillo el acceso a
la Justicia de la Seguridad Social, tan es así que por fin se le impusieron cargas probatorias a los
Institutos de Seguridad Social como lo dispone el artículo 899-D de la Ley Federal del Trabajo e
insistiendo que con el desahogo de la prueba de inspección se acreditan los hechos que señalo la
quejosa en su demanda inicial y al no exhibir ninguno de los documentos motivos de inspección
el tercero interesado, se le deben de aplicar los apercibimientos contenidos en los artículos 784,
805, 828 y 899-D de la Ley Federal del Trabajo Vigente, es decir que cumple el quejosa con
todos los requisitos para que se le modifique su pensión, pues quedan desvirtuadas las
documentales que ofreció el tercero interesado, tampoco pudiendo la Autoridad Responsable de
señalar que dicha inspección fue ofrecida “en forma general” porque para empezar es ilegal poner
formulismos al ofrecimiento de la misma y cada uno de los asegurados tienen su clave única de
registro de población, número de seguridad social, expediente personal, avisos de alta, baja,
modificaciones salariales, comprobantes de afiliación y expedientes médicos, porque lo que
cualquier asegurado siempre existirá documentos de todos los antes nombrados porque así lo
provee la Ley del Seguro Social de 1973 y para justificar lo anterior se transcriben lo siguiente.

INSPECCION OCULAR EN MATERIA LABORAL. EL REQUISITO DE PROPONER EN FORMA DE AFIRMACIÓN


LOS PUNTOS QUE PRETENDEN PROBAR LAS PARTES EN LAS QUE REITERA EL OFRECIMIENTO Y LOS
HECHOS QUE SON MATERIA DE LA CONTROVERSIA, CONSTITUYE UN FORMULISMO EXCESIVO QUE
CONTRAVIENE EL PRINCIPIO DE SENCILLEZ Y LA PROSCRIPCIÓN DE RIGORISMOS TÉCNICOS EN EL
PROCESO LABORAL.
Este Tribunal Colegiado de Circuito sostuvo que la prueba de inspección ocular ofrecida en el procedimiento
laboral debe reunir los requisitos establecidos en los artículos 827 y 777 de la Ley Federal del Trabajo y en lo que
concierne a que debe ofrecerse en sentido afirmativo para acreditar la jornada de trabajo y partiendo de la posición
de la demandada, era necesario que se afirmara la jornada de trabajo en el escrito de ofrecimiento de pruebas para
que, de ahí, a quien se encomendó la diligencia únicamente se concrete a dar fe de lo verídico o no de la posición de
la patronal, atento al objeto o documento motivo de la inspección. Sin embargo, una nueva reflexión conduce a este
órgano jurisdiccional a apartarse de ese criterio formalista para sostener que la exigencia de que al ofrecer la prueba
de inspección se reiteren, en forma de afirmación, los puntos o hechos referidos en la demanda o contestación por
las partes y que son materia de la controversia, constituye un formulismo excesivo que contraviene el principio de
sencillez y la proscripción de los rigorismos técnicos que privan en el proceso laboral, de conformidad con el
artículo 685 de la citada ley. Además, porque en el ofrecimiento de la prueba es innecesario abundar en detalles,
basta que sea general cuando se refiera a hechos sobre los que deberá versar y lo que con la diligencia se pretenda
demostrar; sin que implique que el actuario se convierta en un investigador, lo cual no es acorde con la naturaleza de
la prueba, puesto que únicamente dará fe de lo que pueda percibir por medio de los sentidos en relación con el
hecho sobre el cual se suscita la controversia y el objeto o documentos sobre los cuales versará la diligencia.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO PRIMER
CIRCUITO.
Amparo directo 683/2014. Francisco Javier Verduzco Duarte. 21 de mayo de 2015. Unanimidad de votos. Ponente:
Norma Navarro Orozco, secretaria de tribunal autorizada por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrada, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la
Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el diverso 40, fracción V, del Acuerdo General del
Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la organización y funcionamiento del propio Consejo.
Secretario: Javier Pérez Santamaría.

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN EL JUICIO DE AMPARO. DEBE ANALIZARSE ACORDE CON EL


MARCO SOBRE DERECHOS HUMANOS RESGUARDADO POR EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A PARTIR DE LA REFORMA PUBLICADA EN EL DIARIO
OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 10 DE JUNIO DE 2011.
En la tesis aislada 2a. LXXXII/2012 (10a.) (*), esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sustentó que si bien la reforma indicada implicó un cambio en el sistema jurídico mexicano en relación con los
tratados de derechos humanos, así como con la interpretación más favorable a la persona al orden constitucional –
principio pro persona, ello no implica que los órganos jurisdiccionales nacionales dejen de llevar a cabo sus
atribuciones y facultades de impartir justicia en la forma en que venían desempeñándolas antes de la reforma citada,
sino que dicho cambio sólo conlleva a que si en los instrumentos internacionales existe una protección más benéfica
para la persona respecto de la institución jurídica que se analice, ésta se aplique, sin que tal circunstancia signifique
que dejen de observarse los diversos principios constitucionales y legales que rigen su función jurisdiccional. Bajo
esa directriz, se advierte que los artículos 7 y 8 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 17 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y II de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, consagran la igualdad, en su acepción universal, que debe existir entre todas las personas, sin distinción
alguna. Por su parte, la propia Sala en la diversa tesis aislada 2a. XCII/2013 (10a.) (**), interpretó el artículo 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el sentido de que prevé un principio de reserva legal del orden
interno del Estado parte, con arreglo al cual se instrumentará el derecho al recurso, reconociendo, en este aspecto, la
prevalencia del orden interno. Ahora bien, el principio de suplencia de la queja deficiente en el juicio de amparo se
erige como una institución de capital importancia dentro de nuestro sistema jurídico, con características particulares,
con el fin de impedir la denegación de justicia por razones de carácter meramente técnico-jurídicas; por ello, dicha
institución debe analizarse desde la perspectiva constitucional y legal nacional, y es en función de ese examen
interno como debe contrastarse si efectivamente tal principio satisface el mandato universal de igualdad, o si existe
una justificación razonable en la distinción de trato que respecto de ciertas personas o grupos establece el artículo 76
Bis de la Ley de Amparo, vigente hasta el 2 de abril de 2013, sustituido por el precepto 79 en la ley de la materia en
vigor a partir del día siguiente.
23

Recurso de inconformidad 187/2014. Tomasa Tirado Partida. 9 de abril de 2014. Cinco votos de los Ministros
Sergio A. Valls Hernández, Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna
Ramos y Luis María Aguilar Morales. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Alberto Rodríguez García.
Amparo directo en revisión 2727/2014. Namuh, S.A. de C.V. y otros. 8 de octubre de 2014. Unanimidad de cuatro
votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y
Luis María Aguilar Morales. Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria:
Teresa Sánchez Medellín.
Amparo en revisión 633/2014. Operadora de Personal Operativo Especializado, S. de R.L. de C.V. 4 de febrero de
2015. Cuatro votos de los Ministros Juan N. Silva Meza, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz
Luna Ramos y Alberto Pérez Dayán; votó con salvedad Juan N. Silva Meza. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Secretaria: Teresa Sánchez Medellín.
Amparo directo en revisión 665/2015. Grupo Montejo de Mérida, S.A. de C.V. 28 de mayo de 2015. Cinco votos de
los Ministros Eduardo Medina Mora I., Juan N. Silva Meza, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz
Luna Ramos y Alberto Pérez Dayán; votaron con salvedad Juan N. Silva Meza y Eduardo Medina Mora I. Ponente:
José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez.
Contradicción de tesis 33/2015. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito y el
Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Tercera Región, con residencia en Guadalajara,
Jalisco. 10 de junio de 2015. Cinco votos de los Ministros Eduardo Medina Mora I., Juan N. Silva Meza, José
Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Alberto Pérez Dayán. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 154/2015 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinticinco de noviembre de 2015.

III.- Este último concepto de violación se menciona que existe otra prueba en
contrario a las supuestas hojas de certificación de derechos y a la de desglose de salario
promedio, la cual es la prueba de documental consistente en copias simples de avisos de
inscripción, la cuales fueron ofrecidas con su medio de perfeccionamiento como lo es el cotejo y
compulsa de los mismos, los cuales no fueron exhibidos por el Instituto tercero interesado, lo cual
tiene que tener como consecuencia que se tenga por presuntivamente ciertos y deben de
otorgárseles valor probatorio pleno, ya que con ellos se demuestra plenamente que la quejosa
tiene derecho a la modificación a su resolución de pensión de cesantía en edad avanzada y
sobre todo que respalda sus pretensiones, pues el artículo 899-C de la Ley Federal del Trabajo
menciona en su Fracción VIII que puede ofrecer el asegurado LAS DEMAS PRUEBAS QUE
JUZGUE CONVENIENTE PARA ACREDITAR SUS PRETENSIONES por lo que se
reafirma una vez más que el escrito inicial de demanda de la quejosa no es obscura, ni imprecisa,
pues con ambos documentos y en especial con los avisos de inscripción se justifican el total de la
semanas y verdadero salario promedio de la quejosa, documentos que no tomo en cuenta la
Autoridad Responsable, por lo que es injusto, arbitrario, violatorio de derechos humanos y
garantías individuales de la quejosa el laudo que se combate, pues en el mismo parece más la
Autoridad Responsable un defensor de la parte fuerte que es el INSTITUTO MEXICANO DEL
SEGURO SOCIAL en lugar de ser imparcial y hasta le suple la deficiencia de objeciones al
tercero interesado, por lo que aun de que no hiciese prueba plena por ser fotocopias simples, si
genera un indicio que al adminicularse con la prueba de inspección hacen prueba plena de que la
quejosa tiene derecho a la modificación de su pensión de cesantía en edad avanzada que reclama
en su escrito inicial de demanda, pues dichos movimientos afiliatorios ofrecidos por la quejosa no
estan mencionados en la supuesta hoja de desglose de salario promedio, por lo que solicito se
declare procedente este concepto de violación a este H. Tribunal Colegiado, debiendo de ordenar
a la Autoridad Responsable a que se dicte un nuevo laudo en donde se condene al tercero
interesado a modificarle a la quejosa su resolución de su pensión de cesantía en edad
avanzada que reclama en su escrito inicial de demanda, solicitando la aplicación del principio
PRO PERSONA a favor de la directamente quejosa en este concepto de violación a este H.
Tribunal Colegiado.

Por todo lo anteriormente expuesto y fundado, solicito se admita esta Demanda


por estar ajustada a Derecho y una vez agotado el Procedimiento se dicte una Resolución
favorable a los intereses de la directamente quejosa ROSA LAURA GARZA CHAVARRI. Y
con base en lo dispuesto por el artículo 1º de Nuestra Carta Magna y el artículo 79 de la Ley
de Amparo en Vigor, solicito la aplicación del principio “ PRO PERSONA” y de la
“Suplencia de la Queja” en atención de que la Quejosa que represento es la parte Obrera en
el Juicio de Origen y porque a la quejosa se le violaron sus derechos humanos y garantías
individuales.

PROTESTO LO NECESARIO EN DERECHO


Monterrey, Nuevo León a 10 de Diciembre del 2016.
24

LIC. MARCO ANTONIO IBARRA ARELLANO.

También podría gustarte