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CENTRO UNIVERSITARIO DEL NORTE

LICENCIATURA EN DERECHO.
MATERIA: DERECHOS HUMANOS Y SUS GARANTÍAS
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE (Actividad 1.2)
DOCENTE : SAUL OSWALDO FLORES CORVERA
ALUMNA: DELFA CECILIA CAMPOS CEBALLOS

COLOTLÁ N, JALISCO A 28 DE AGOSTO DEL 2021


ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE (Actividad 1.2)
1. ¿Cuáles son las características que las revisten o distinguen?

Los derechos humanos o derechos esenciales de la persona humana, presentan


ciertas características que los identifican como tales y que el operador jurídico
debe tener siempre presente.

Universalidad: Todas las personas, vale decir, los seres humanos, son titulados de
derechos humanos, con independencia de su raza, color, sexo, religión, ideología,
nacionalidad o condición social. La Declaración de Viena de 1993 adoptada por la
Conferencia Mundial de los Derechos Humanos afirma que la universalidad de los
derechos humanos “no admite dudas reafirmando la universalidad, indivisibilidad e
interdependencia de tales derechos”, determinando que “Los estados tienen el
deber, sean cuales sean sus sistemas políticos, económicos y culturales, de
promover y proteger todos los derechos humanos, de las libertades
fundamentales”.

Supra y Transnacionalidad: En la medida en que los derechos humanos son


inherentes a la dignidad de persona humana, de ser humanos, ellos no dependen
de la nacionalidad ni del territorio en que la persona se encuentra. Ellos limitan la
soberanía o potestad estatal, no pudiendo invocarse esta última para justificar su
vulneración o para impedir su protección internacional, no siendo invocable su
protección el principio de no intervención cuando se ponen en ejercicio las
instituciones, mecanismos y garantías establecidos por la comunidad internacional
para asegurar la protección y garantizar el ejercicio efectivo de los derechos
humanos de toda persona y de todas las personas que forman parte de la
humanidad.

La Irreversibilidad de los Derechos Humanos: La irreversibilidad es una


característica fundamental de los derechos humanos, que consiste en la
imposibilidad de desconocer la condición de un derecho cono inherente a la
persona humana, una vez que el Estado lo ha reconocido a través de un tratado
internacional, ya que ellos son inherentes a la persona, y el texto constitucional y
el procedimiento señalado por este sólo los asegura y garantiza: el carácter de
derecho inherente a la persona no es reversible en cuanto al derecho en sí,
quedando implícitamente incluido de manera permanente como derecho
constitucional, ya que ni el tratado ni la Constitución los crea. Resulta inconcebible
para la dignidad humana, que “lo que hoy se reconoce como un atributo inherente
a la persona, mañana pudiera dejar de serlo por una decisión gubernamental.

La Progresividad de los Derechos Humanos: Los derechos están en una constante


evolución desde el momento en que surgió la Declaración Universal de Derechos
Humanos en 1948. Desde ese momento los preceptos que se refieren a cada
derecho han ido evolucionando a través de los diversos tratados y convenciones
que sean referido a ellos, ampliando el ámbito del derecho y sus garantías. El
principio de progresividad lleva a aplicar siempre la disposición más favorable a
los derechos de las personas, por lo que siempre debe aplicarse aquel
instrumento que en mejor forma garantice el derecho, no importando si la mayoría
se encuentra en la norma interna del Estado o en la norma de derecho
internacional de los derechos humanos incorporada al derecho interno, lo que
lleva a una interpretación pro-cives a favor libertatis, o sea, a la interpretación que
mejor favorezca y garantice los derechos humanos. Esta progresividad de los
derechos y su autoejecutividad implica que el juez debe conocer y aplicar las
normas del derecho internacional de derechos humanos que se han incorporado al
derecho interno, cuando el derecho nacional no garantice tal derecho.

La Posición Preferencial de los Derechos: Asimismo, todo el derecho internacional


de los derechos humanos y el derecho humanitario internacional se basan en la
dignidad intrínseca de la persona humana y la protección de los derechos que de
ella derivan. En un estado constitucional de derecho siempre debe aceptarse la
posición preferente de los derechos sobre el poder.

La Eficacia Erga Omnes de los Derechos: La eficacia horizontal de los derechos


humanos se une a la eficiencia vertical otorgando plenitud de vigencia a los
valores incorporados en los derechos fundamentales en todas las dimensiones del
ordenamiento jurídico. Esta eficacia vertical y horizontal de los derechos
fundamentales otorga seguridad jurídica de tales derechos; impide el desarrollo de
una doble ética en la sociedad, una en las relaciones con el Estado y otra para las
relaciones entre particulares; todo ello considerando que muchas de las
principales amenazas a los derechos no provienen sólo del Estado, sino también,
y principalmente, de los poderes económicos y sociales fácticos de la propia
sociedad civil.

La fuerza Expansiva de los Derechos y el Principio Favor Libertatis: La


hermenéutica constitucional en tal sentido debe basarse en el principio favor
libertatis, que da fuerza expansiva a los derechos, ya que, en caso de duda, debe
optarse claramente por la interpretación que mejor proteja asegurando y
garantizando los derechos humanos en su conjunto, en una estructura coherente y
jerarquizada a la luz de los valores que los informan.

2. Explicarás de igual manera, la forma en que se clasifica;

Las clasificaciones de derechos son difíciles, subjetivas y dependientes de


criterios variables y de las posiciones ius fisolosoficas que tengan sus autores.

Possi los clasifica en derechos civiles, públicos-sociales y políticos; mientras que


Sánchez Agesta, en derechos civiles, económicos, públicos, políticos y sociales.

3. ¿En qué consiste la naturaleza jurídica de las mismas?

Como derechos naturales, esta concepción se apoya en el pensamiento liberal a


partir del cual se consideró la existencia de derechos naturales inherentes a todas
las personas y previos a la celebración de un contrato social, así pues, se tenía el
derecho a la resistencia cuando el contrato era roto por el gobernante- cuando
había violaciones sistemáticas a los derechos naturales reconocidos y protegidos
en el contrato.

Como derechos morales, al considerar a los derechos humanos como derechos


morales, no sólo se piensa en el individuo aislado, sino en la construcción de
principio y de valores compartidos.
Como derechos positivos, tanto Norberto Bobbio- desde la filosofía jurídica como
Luigi Ferrajoli desde el positivismo critico dieron por hecho que con la emisión de
la Declaración Universal de Derechos Humanos podía solventarse el problema del
sustento de los derechos humanos: están ahí y están positivados. En la medida en
que ya entraron al sistema jurídico positivo, la problemática es otra, pero la
fundamentación ya no es una problemática. Como derechos históricos esta
concepción permite observar el proceso de nacimiento de los derechos, los grupos
que los apoyaron, los objetivos, los procesos de cambio y exclusión en su
institucionalización, entre otros aspectos, lo que enriquece los contextos de
creación del derecho para una mayor interpretación política y jurídica. Más aún,
mantiene abierta y explícita, la posibilidad de reinterpretación del derecho a partir
de cambios de contexto, así como la aparición de nuevos derechos.

4.  Indagarás y explicarás cuáles son los principios constitucionales que


rigen a los Derechos Humanos?

Principio de Universalidad: El rasgo inherente de todo derecho humano, el cual lo


distingue de cualquier otro es la universalidad. Esto implica que cualquier persona
por el hecho de serlo, está en una posibilidad real y efectiva de que le sean
reconocidos todos y cada uno de los derechos humanos, sin importar cualquier
rasgo cultural, étnico, social, sexual, político, etc. La universalidad de los derechos
humanos está directamente relacionada con el concepto de persona,
entendiéndola como fin y causa última de cualquier quehacer estatal, puesto que
es la condición para la existencia de todos los derechos. El respeto a la integridad
de las personas conlleva la posibilidad real de que puedan ejercer sus libertades
de forma efectiva, tanto en su dimensión individual, como colectiva, atendiendo a
su naturaleza y a la consolidación de su desarrollo. Por ende, el principio de
universalidad de los derechos humanos no puede estar sujeto a ningún tipo de
restricción, ya que de inmediato se provocaría una afectación a la condición de
igualdad y no discriminación, que debe imperar a favor de toda persona.
Principio de Inalienabilidad: Una de las características cualitativas que poseen los
derechos humanos, siendo consecuentes a su naturaleza universal e inherente, es
la inalienabilidad. Esta característica implica que los derechos humanos son
irrenunciables, que las personas humanas aun siendo titulares de sus derechos no
pueden sustraerse de detenerlos, ni tampoco un tercero puede alienarlos bajo
ningún motivo. La inalienabilidad de los derechos humanos conlleva que, al
momento de su reconocimiento y tutela, no pueda existir justificación válida que
pretenda eludir la conservación integral de su vigencia. No hay que confundir los
alcances de este principio cualitativo, pues el hecho de que sean inalienables no
implica la imposibilidad de establecer límites en su ejercicio, o de llevar a cabo una
ponderación o preferencia entre un derecho u otro en caso de colisión. La
inalienabilidad se sustenta en el aspecto esencial de todo derecho: la persona
humana. Toda persona por el hecho de serlo, es titular de derechos humanos.
Esta realidad como se señaló, no está supeditada a factores o contextos
determinados. El hecho es que la persona no puede renunciar a este atributo. El
ser humano no es libre para ser o no ser. La persona humana no posee libertad
para decir si es titular o no de sus derechos, a diferencia de la libertad que tiene
para decidir si ejerce o no un derecho humano determinado.

Principio de Indivisibilidad e Interdependencia: El principio de indivisibilidad hace


referencia a la unidad que poseen los derechos humanos y, en consecuencia, la
imposibilidad de que sean susceptibles de una división en su contenido y vigencia.
Los derechos humanos son intrínsecos a la condición humana y el reconocimiento
de su dimensión se hace de forma integral, pues de lo contrario, sería imposible
detentar la titularidad y, por ende, llevar a cabo su ejercicio. Es inviable pretender
llevar a cabo ejercicios o reconocimientos parciales o fraccionados de los
derechos humanos18. En ese sentido, los derechos deben considerarse de forma
absoluta, esto es, que para su adecuado conocimiento y protección se deben
estimar en su totalidad. Los derechos humanos no pueden concebirse o tomarse
como elementos aislados o separados, sino en conjunto, pues solo de esta forma
resultan ser eficaces y en beneficio de la persona. La indivisibilidad coloca en un
plano de jerarquía superior a los derechos, sustrayéndolos de cualquier pretensión
de reducción de su esencia, y de esa forma garantiza plenamente su vigencia
como factores de primacía en todo orden jurídico. Por otra parte, la
interdependencia como principio expresa la relación que existe entre todos y con
otros derechos humanos. Es decir, los derechos humanos son interdependientes,
ya que establecen relaciones recíprocas entre sí. La interdependencia muestra el
papel fundamental que tiene la vigencia y eficacia de un derecho humano, para el
ejercicio de uno u otros derechos humanos. En la medida que un derecho sea
garantizado de forma óptima, traerá como consecuencia que los demás también
se vean tutelados.

El principio Pro Persona: Siendo el principio de la legalidad el eje rector de la


actuación del Estado, la inaplicación de algún contenido normativo por ser
contrario a los derechos humamos de las personas resultaba inviable, pues lo
único que prevalecía era la aplicación uniforme e irrestricta de la ley, más allá de
su contenido. Esta situación generó durante mucho tiempo que las personas se
vieran constreñidas en el reconocimiento y ejercicio de sus derechos. El principio
pro persona se ve beneficiado con la existencia del bloque de constitucionalidad,
aunque su reconocimiento y tutela no está supeditada a la existencia de este, ya
que, en todo sistema, los principios y derechos humanos siguen a la persona, con
independencia de los modelos jurídicos y políticos que prevalezcan en un país.
Más allá que el bloque de constitucionalidad reconoce los derechos humanos
contenidos en las disposiciones e interpretaciones jurisprudenciales que lo
conforman, la primacía del principio pro persona se extiende más allá de ese
bloque horizontal. La vigencia de este principio se expande transversalmente en
cualquier ámbito de competencia. En tal sentido, si una norma local o municipal,
regula de mejor forma un derecho, y por ende se traduce en un beneficio a la
persona, la autoridad deberá aplicar dicho dispositivo sin importar su grado
jerárquico. Esto es así, pues los derechos humanos no se encuentran sujetos a un
ámbito determinado, sino que poseen una jurisdicción y competencia universal, la
cual, permite a cualquier persona que vea trasgredida su esfera jurídica, hacer
valer dicha vulneración en todo momento, en cualquier instancia y ante cualquier
autoridad. De ahí que el principio pro persona sea el más importante de los
principios, pues en la medida que se mantenga intangible, se asegurará la
armonía del sistema constitucional, a través de la tutela efectiva del ejercicio de
los derechos humanos de todas y cada una de las personas. El principio pro
persona propicia el desarrollo indiviso de las personas, pero también trasciende en
la dimensión social del individuo. Toda persona tiene el derecho de hacer valer
ante cualquier autoridad la eficacia plena del principio pro persona, pero esto no
implica que cualquier pretensión llevada ante una instancia jurisdiccional o
administrativa sea válida o viable.

5. Y por último, explicarás e identificarás en que consiste la relación jurídica


que se da en el tema de los derechos humanos, esto es, los sujetos que en
ellas intervienen

Atendiendo a la doble posición activa y pasiva, que pueden adoptar los sujetos de
derecho en relación a los Derechos Humanos se puede hablar de un sujeto activo
de los Derechos Humanos y de un sujeto pasivo de los derechos:

Sujeto activo de los Derechos Humanos es el titular del derecho respecto del cual
se reclama la defensa y garantía. Es el titular del poder.

Sujeto pasivo es a quien se reclama el reconocimiento y garantía del concreto


derecho humano de que se trate. Es el titular del deber.

Comentario:

El tema de los derechos humanos domina progresivamente la relación de la


persona con el poder en todos los confines de la tierra. Su reconocimiento y
protección universales representa una revalorización ética y jurídica del ser
humano como poblador del planeta más que como poblador del Estado. Los
atributos de la dignidad de la persona humana, donde quiera que ella esté y por el
hecho mismo de serlo permanecen no solo en el plano moral sino en el legal,
sobre el poder del Estado, cualquiera sea el origen de ese poder y la organización
del gobierno. Es esa la conquista histórica de estos tiempos.
Bibliografía consultada:

Nogueira, H. (2003). Teoría y Dogmática de los Derechos Fundamentales. Instituto


de Investigaciones Jurídicas. México. Consultado en:

https://www.usmp.edu.pe/derecho/3ciclo/derechos_humanos/Biblioteca
%20virtual/Teoria%20y%20Dogmatica%20de%20los%20Derechos
%20Fundamentales.pdf

Curso IV. Fundamentos Teóricos de los Derechos Humanos. Características y


Principios*. Consultado en:

https://cdhcm.org.mx/serv_prof/pdf/fundamentosteoricosdelosderechos.pdf

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