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ANTECEDENTES HISTORICOS
Independencia de Bolivia (1825)
Bolivia obtuvo su independencia de 1825 sobre la base territorial de la antigua
Real audiencia de Charcas de acuerdo al principio del utipossidetisjuris de 1810, por el
que las nacientes republicanas hispano-americanas acordaron respetar los límites
coloniales que tenían para ese año. En 1826 se determinó la división política del país,
se convirtió en departamentos a las antiguas intendencias coloniales y se la subdividió
en provincias, entre las que se encontraba Atacama, perteneciente de Potosí.
Los conflictos por los límites marítimos entre Bolivia y Chile comenzaron en 1828
cuando la constitución chilena estableció que su territorio llegaba hasta su despoblado
sector de atacama disposición que termino con la invasión del lugar en 1879.
La disputa tiene una larga historia de encuentros y desencuentros entre ambas
naciones. Uno de los hitos más importantes en este camino fue el que se produjo el 14
de febrero de 1879 cuando se realizó el desembarco chileno en el entonces puerto
boliviano de Antofagasta, dando paso a la Guerra del Pacífico.
La trama detrás de la acción militar estaba sustentada en la molestia de Chile por la
resolución que tomó el presidente boliviano Hilarión Daza en 1878 cuando ordenó
pagar a la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta 10 centavos por cada
quintal de nitrato que se exporte; sin respetar el tratado de 1874, el cual había
establecido ya, que por 25 años Bolivia no fijaría nuevos impuestos sobre las empresas
y personas chilenas que explotaban las riquezas minerales de la zona.
La compañía de explotación salitrera se niega a pagar el impuesto, por lo que Bolivia
responde con ordenar el remate de la empresa. Con la intención de evitar esta acción,
dos grupos del Ejército chileno ocuparon militarmente el puerto de Antofagasta.
El desembarco fue la primera acción militar de Chile en la que después se declararía
como la Guerra del Pacífico, que enfrentó a muestro país con Perú y Bolivia.
Una vez declarada la guerra, el presidente chileno Aníbal Pinto, designó al general Justo
Arteaga como Jefe del Ejército de Operaciones del Norte. El primer año la guerra se
desarrolló por vía marítima, inicialmente dominó la Marina peruana. Pero finalmente la
campaña naval fue ganada por la Armada de Chile cuando logró la captura del buque peruano
insignia Monitor Huascar y la muerte del almirante peruano Miguel Grau. Este duro golpe fue
logrado luego de varias incursiones en la costa chilena; el Huáscar comenzó a ser perseguido
sin cesar. Finalmente, el Huáscar aflojó su bandera en signo del triunfo del contrario, de esta
manera Perú perdió su mejor buque, y también sufría la pérdida de uno de sus más valiosos
marinos; Miguel Grau Seminario.
Posteriormente, la guerra pasó al campo terrestre; aquí el Ejército de Chile salió victorioso
sobre las tropas mal equipadas del ejército de Bolivia y Perú. La Batalla del Alto de la Alianza
dio lugar a la victoria definitiva de Chile el 26 de mayo de 1880, como consecuencia el ejército
boliviano se retiró definitivamente de la Guerra. Al poco tiempo, nuevamente Chile daría una
estocada a la alianza defensiva con la derrota del ejército regular del Perú comandado el
Coronel Francisco Bolognesi en la Batalla de Arica el 7 de junio del mismo año. Esta batalla
se originó en el morro de Arica.
Acceder a este lugar era complejo, primero por su altura sobre el nivel del mar y segundo
porque se encontraba protegido por 2.000 hombres peruanos, al mando del coronel francisco
Bolognesi. La planicie del morro se fortificó previendo un ataque marítimo. No obstante, la
importancia del morro para las comunicaciones entre las fuerzas chilenas hacía vital su
captura. Se designó al coronel Lagos. Se fabricó un puente sobre el río Lluta, para acceder
más libremente al morro, y una vez cercado se pidió la rendición del general Bolognesi. En
esta guerra Alfonso Ugarte, de las tropas peruana prefirió lanzarse del morro de Arica antes
de entregar la bandera de su país al enemigo.
Los aliados conformados por unos 8.500 peruanos y 5.000 bolivianos, ocupaban la zona al
norte de Tacna. Estos estaban al mando del general Narciso Campero, nuevo presidente de
Bolivia. En la mañana del 26 de mayo la artillería abrió fuego dando inicio a la batalla de
Tacna. La artillería chilena se mostró superior a las líneas del ejército aliados. Más tarde, el
coronel Pedro Lagos atacó sorpresivamente, provocando la huida de las tropas al mando de
Campero. Luego de esta fuerte derrota los bolivianos se retirarían de la guerra, huyendo por el
camino del altiplano. Los peruanos, completamente desalentados y abandonados, huyeron
hacia Arequipa.
El punto culmen de la guerra se dio con la ocupación de Lima por parte de las tropas chilenas,
conocida como Campaña de la Breña, realizada en el año 1881. Ante esta ocupación los
peruanos respondieron con una formación de guerrillas conformada por los pocos soldados
del ejército oficial y algunas tropas irregulares al mando del General Andrés Avelino Cáceres.
Luego de la derrota y de otro golpe en la Batalla de Huamachuco, Chile y Perú pactaron una
solución diplomática el 20 de octubre de 1883, con la firma del Tratado de Ancón. Como
resultado el Departamento de Tarapaca pasó al Estado chileno permanentemente y las
provincias de Arica y Tacna quedaron bajo el control de Chile por un periodo de 10 años.
Bolivia firmó una tregua con Chile en 1884. En esta básicamente se acordó que Chile
mantendría el control del territorio de Antofagasta. Además, se determinaron algunas
disposiciones comerciales y aduaneras. En última instancia, el Tratado de paz estipuló que
Perú perdiera gran parte de sus importantes departamentos. En adición, Bolivia perdió la zona
del litoral costero. En 1904, Chile y Bolivia firmaron un tratado para establecer los límites
territoriales entre ambas naciones, en suma, Chile se comprometió a construir un ferrocarril de
Arica a La Paz, con el fin de permitir el libre tránsito de las mercancías bolivianas y pagar una
compensación económica.
TRATADO DE 1904
El acuerdo de paz y amistad entre Chile y Bolivia fue firmado el 20 de octubre de 1904.
Como consecuencia de esta instancia, firmada por las autoridades de ambas naciones, el país
altiplánico perdió 120 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa.
“Restablézcanse las relaciones de Paz y Amistad entre la República de Chile y la República
de Bolivia, terminando, en consecuencia, el régimen establecido por el Pacto de Tregua”, dicta
el artículo 1° del documento.
El tratado define la frontera entre Chile y Bolivia reconociéndose además el “dominio absoluto
y perpetuo de Chile” sobre los territorios comprendidos entre la desembocadura del Río Loa y
el Paralelo 23°. Además el acuerdo ordena algunas medidas que “con el fin de estrechar
relaciones políticas y comerciales de ambas Repúblicas” ayudan a mitigar las consecuencias
de pérdida para Bolivia, como la construcción de del ferrocarril Arica- La Paz y el derecho de
tránsito comercial libre.
“La República de Chile reconoce en favor de la de Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y
libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”, especifica el
artículo 6°.
El Tratado de Paz y Amistad del 20 de octubre de 1904 pone fin al estado de guerra entre
Bolivia y Chile y reconoce el dominio perpetuo de Chile sobre los territorios bolivianos que
hasta ese entonces administraba de acuerdo a lo estipulado en el Pacto de Tregua de 1884.
TRATADO DE CHARAÑA
El Acuerdo de Chañara, también conocido como Acta o Abrazo de Charaña, es el
nombre atribuido al acta suscrita en la reunión entre los gobernantes de Bolivia y Chile,
generales Hugo Banzer y Augusto Pinochet, respectivamente, efectuada en la estación
ferroviaria boliviana de Charaña el 8 de febrero de 1975.
Este acuerdo permitió el restablecimiento de las relaciones diplomáticas boliviano-chilenas,
suspendidas en 1962, y el diseño de una propuesta para solucionar la mediterraneidad de
Bolivia, originada tras la derrota de dicho país en la Guerra del Pacífico y la posterior firma
del Tratado de Paz y Amistad de 1904.
El gobierno chileno propuso, a cambio de un canje territorial, la cesión de una franja de
terreno a lo largo de su frontera septentrional conPerú, entre el océano Pacífico y la frontera
con Bolivia. Sin embargo, la fórmula fue objetada por el peruano los acuerdos firmados entre
Bolivia y Chile se disolvieron y las relaciones entre ambos países se quebraron en 1978, 2 sin
llegar a implementar ninguna de las propuestas originales.
La frontera boliviano-chilena se fijó en el Tratado de Paz y Amistad firmado en 1904, cuando
Bolivia cedió «a perpetuidad» los territorios del Departamento —actual Región de Antofagasta
— que habían sido ocupados por Chile durante la Guerra del Pacífico. Las disposiciones del
tratado dejaron a Bolivia sin acceso territorial al océano Pacífico, aún cuando se establecieron
medidas mitigatorias como la construcción del ferrocarril entre Arica y La Paz.
En la primera mitad del siglo XX, el reclamo boliviano de acceso al Pacífico fue fuente de
constantes tensiones entre ambos países. Entre 1947 y 1950, hubo conversaciones entre
Bolivia y Chile para iniciar negociaciones con el fin de otorgar una salida al mar para Bolivia;
sin embargo, las gestiones quedaron estancadas por la negativa recepción en la opinión
pública de ambas naciones. Posteriormente, se sumaron conflictos fronterizos —como la
disputa por el uso de las aguas del río Lauca, que llevó al gobierno de Víctor Paz
Estenssoro a romper las relaciones diplomáticas entre ambos países en abril de 1962—.
A comienzos de la década de 1970, ambos países vivieron procesos políticos similares que
llevaron al establecimiento de dictaduras militares afines. Hugo Banzer derrocó al militar
izquierdista Juan José Torres en 1971, mientras que Augusto Pinochet lideró el golpe de
Estado contra el presidente socialista Salvador Allende en 1973. Las ideologías anti-
izquierdistas de ambos dictadores los llevó a generar lazos de cercanía y Banzer apostó a
poner el tema de la mediterraneidad como prioritario en la relación entre ambos países.
El continuo aislamiento internacional que vivía Chile desde la instalación del Régimen Militar y
las continuas acciones en su contra en foros internacionales forzaron al gobierno chileno a
buscar acuerdos con otros gobiernos, siendo el boliviano uno de los más cercanos. Además,
las Fuerzas Armadas de Chile consideraron que la tensión en la frontera de Chile con Perú iba
en aumento, por lo que la posibilidad de solucionar la mediterraneidad de Bolivia a través de
la entrega de un «corredor» surgió como factible y la opinión pública también se mostraba
favorable.1
En marzo de 1974, durante el cambio de mando en Brasil, donde Ernesto Geisel asumió el
cargo de presidente, Pinochet se reunió con Banzer y le propuso formalmente la idea de
entregar un corredor hacia el Pacífico a cambio de un canje territorial. A fines de ese mismo
año, al celebrarse el sesquicentenario de la batalla de Ayacucho, diversas delegaciones de
países sudamericanos participaron de las celebraciones en Lima y firmaron
una declaración de integración y cooperación panamericana. Bolivia insistió en la inclusión de
un párrafo respecto a su reclamo marítimo que no fue rechazado por el representante chileno
en vista de que el tema ya se estaba discutiendo bilateralmente.
En concordancia con el espíritu que alentó la insurgencia de aquel vasto movimiento popular,
unificador y emancipador, declaramos que: [...] Al reafirmar el compromiso histórico de
fortalecer cada vez más la unidad y solidaridad entre nuestros pueblos, prestamos la más
amplia comprensión a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia, situación que debe
demandar la consideración más atenta hacia entendimientos constructivos.
Declaración de Ayacucho, Lima, 9 de diciembre de 1974.
Finalmente, ambos mandatarios se reunieron el 8 de febrero de 1975 en la pequeña estación
ferroviaria boliviana de Charaña, parte del ferrocarril que une ambos países, a dos kilómetros
de la frontera y de la localidad chilena de Visviri. El acuerdo de seis puntos anunciaba la
continuidad del diálogo en busca de una solución a la mediterraneidad de Bolivia y restablecía
las relaciones diplomáticas entre ambos países a nivel de embajadores.
4. Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo constructivo, han
resuelto que continúe el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de solución a los
asuntos de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de recíprocas conveniencias y
atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno.
5. Los dos Presidentes han resuelto seguir desarrollando una política en favor de la armonía y
el entendimiento para que, en un clima de cooperación, se encuentre en conjunto una fórmula
de paz y progreso en nuestro continente.
6. Los Presidentes, para materializar los propósitos señalados en la presente declaración
conjunta, han resuelto normalizar sus relaciones diplomáticas entre sus respectivos países al
nivel de Embajadores.
Acta de Charaña, 8 de febrero de 1975.
Tras el acuerdo, el gobierno chileno designó a Rigoberto Díaz Gronow como su embajador en
La Paz, mientras que el boliviano envió a Guillermo Gutiérrez Vea Murguía a la embajada en
Santiago.4
Propuesta chilena de cesión territorial por un corredor al norte de Arica.
El 26 de agosto de 1975, el embajador Gutiérrez envió al gobierno chileno un
memorándum con algunas de las posiciones de Bolivia respecto al tipo de canje territorial, que
planteaba dos peticiones: el corredor al norte de Arica y un enclave entre Pisagua e Iquique.
El memorándum contenía los siguientes puntos:5
En 1839, el Presidente José Miguel de Velasco elevó el rango del Litoral a distrito con un
prefecto, posteriormente la provincia Litoral se convirtió en departamento el 12 de enero de
1867, por orden del presidente de ese entonces, Mariano Melgarejo.
Sobre la base de las provincias que desde siempre tuvo el Litoral con el denominativo
genérico de Mejillones, al parecer por ser el punto de mayor riqueza económica de ese
territorio.El Litoral políticamente fue divido en dos provincias, La Mar con su capital Cobija,
que era además capital de todo el distrito y Atacama capital de San Pedro de Atacama.
Los cantones eran San Pedro de Atacama, Chiu Chiu, Calama, Rosario, Susquez, Conche y
Antofagasta excluyendo a la actual ciudad portuaria porque recién fue creada en 1867.
Cuando el Gobierno boliviano decidió reemplazar la regalía del 10 por ciento por un impuesto
fijo de 10 centavos por quintal de salitre, que debía pagar la casa Melbourne Clark & Co.,
Chile uso ese pretexto para invadir el territorio nacional.
DEMANDA
BOLIVIANA EN CONTRA DE CHILE
LA PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA
Bolivia acudió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya el 24 de abril de 2013 con
una demanda en contra de Chile, instando a que se negocie "de buena fe" la salida
soberana de Bolivia al mar. El anuncio de esta demanda fue hecho por el presidente
Evo Morales en 2011, después de declarar fracasada la negociación bilateral sobre 13
puntos, entre ellos el marítimo, que había iniciado con Michelle Bachelet.
LA DEMANDA
La demanda de Bolivia contra Chile se concretó el 24 de abril de 2013 ante la Corte
Internacional de La Haya y plantea “la obligación de Chile de negociar de buena fe y de
manera efectiva con Bolivia con el fin de llegar a un acuerdo que otorgue a Bolivia un
acceso plenamente soberano al Océano Pacífico”.
Bolivia argumenta en la Memoria- presentada el 17 de abril de 2014- con un resumen
de los hitos sucedidos, a partir de la independencia del país en 1825, hasta el día de
hoy y que según la postura constituyen “los principales hechos relevantes en los que su
reclamación se basa”.
Bolivia entonces “solicita a la Corte que falle y declare que”:
1. Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de llegar a un
acuerdo de concesión y un acceso plenamente soberano al Océano Pacífico.
2. Chile ha incumplido dicha obligación.
3. Chile debe realizar la mencionada obligación de buena fe, con prontitud,
formalmente, en un plazo razonable y efectivamente, a conceder a Bolivia un
acceso plenamente soberano al Océano Pacífico.
En el año 1825, cuando Bolivia se independizó, ésta contaba con una costa en el
océano pacifico de superficie de 400 km, que pertenecían al entonces llamado
departamento del litoral. En los años siguientes la política expansionista y militarista de
chile con vista a controlar los recursos naturales y las vastas riquezas de este territorio
llevó a chile a invadir la costa boliviana hasta el tratado de 1904. A partir de este hecho,
nuestro país pasó a ser un país mediterráneo, un enclave en el continente
sudamericano, con graves perjuicios para el desarrollo económico y social. No
obstante, a partir del acuerdo de armisticio de 1864 chile había prometido permitir que
Bolivia mantuviese su acceso soberano al mar. Este entendimiento, que se reafirmó en
el año 1895, no finalizó con el tratado de 1904. En los años siguientes el compromiso
de chile de otorgar a Bolivia una salida soberana al mar se manifestó en distintos
acontecimientos jurídicos incluyendo al memorándum mate de 1926, el intercambio de
notas de 1850, memorándum de truco de 1961, la declaración de charaña de 1975.
Chile en reiteradas ocasiones reafirmó que con independencia del tratado de 1904
negociaría este acceso en plena soberanía por parte de Bolivia al mar. Reconocía que
el seguir negando este acceso soberano al mar, era una injusticia histórica contra
Bolivia y ésta socavaba su desarrollo e impedía que pudiese desarrollarse en
relaciones amistosas con los estados vecinos. Bolivia no acude ante esta corte con el
fin de cambiar el pasado, no se presenta con el fin de repudiar el tratado de 1904, ni las
4 enmiendas posteriores promovidas por chile, sino mas bien, que chile cumpla con su
obligación y sus promesas repetidas, basándose en el principio PACTA SUN
SERVANTA.
Antecedentes históricos
Los conflictos por los límites marítimos entre Bolivia y Chile comenzaron en 1828, cuando
la Constitución chilena estableció que su territorio llegaba hasta el despoblado sector de
Atacama, disposición que terminó con la invasión del lugar en 1879.
En 1904, ambas naciones firmaron el Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Bolivia con el
cual ponían fin al conflicto, conocido como Guerra del Pacífico y en el que reconocían de
manera definitiva y permanente la soberanía chilena sobre Antofagasta. Por su parte, Chile
garantizaba el libre tránsito de bienes bolivianos libres impuestos, entre los puertos
chilenos y Bolivia, así como la construcción del Ferrocarril Arica-La Paz.
Sin embargo, el Gobierno boliviano ha denunciado en reiteradas ocasiones el
incumplimiento del Tratado debido que no se respeta en toda su extensión, lo cual
considera injusto.
Defensa de Chile en La Haya define no hacer grandes cambios en respuesta a Bolivia
No había ocurrido nada parecido en los últimos 20 años. Que debiera suspenderse una
audiencia en medio del alegato de un abogado no lo recordaba haber visto ninguno de los
funcionarios que llevan más tiempo en la Corte Internacional de Justicia. Y el martes eso
ocurrió tres veces durante la segunda jornada que disponían los litigantes bolivianos para
presentar su caso con miras a que se obligue a negociar a Chile una salida soberana al
mar.
El incidente con el sistema de audio y luego con una intérprete, que no tomó a tiempo la
traducción simultánea, hizo que el secretario de la corte, el belga Phillippe Couvreour,
fuera personalmente a presentar las disculpas ante los abogados de Bolivia.
Pese a los problemas técnicos, el desempeño de los litigantes de la demanda boliviana
esta vez fue superior al de la primera jornada, según admitieron en privado varios
miembros del equipo de la defensa chilena. Destacaron, especialmente, las
presentaciones de la británica Amy Sanders y del francés Mathias Forteau. Fue este último
quien cerró la argumentación de La Paz con los elementos principales de la estrategia que
lleva adelante el equipo jurídico boliviano para intentar convencer a los jueces de que
fallen a su favor.
Forteau insistió en la continuidad histórica en el deseo de recuperar un acceso soberano al
mar, al señalar que “Bolivia ha sido persistente en su demanda por acceso soberano al
mar”. Remarcó que se trata de un tema pendiente entre Chile y Bolivia, el que ha sido
reconocido por Chile en distintas etapas de la historia. “Chile es perfectamente consciente
del alcance de esta obligación, aunque ahora esgrime la extinción de ese compromiso”,
señaló el abogado francés. Y agregó que por tratarse de una controversia que no ha sido
solucionada, la Corte Internacional de Justicia tiene la oportunidad de resolverla.
Lo que más llamó la atención del equipo de la defensa chilena, sin embargo, fueron las
referencias que hizo a la llamada agenda de 13 puntos que se llevó adelante entre los
gobiernos de Michelle Bachelet y Evo Morales entre 2006 y 2010 para mejorar la confianza
mutua, y que contemplaba en su punto 6 discutir el “tema marítimo”. Según planteó el
jurista, eso “implica que Chile acepta que hay algo por negociar y que la aspiración de
Bolivia es una salida al mar con soberanía”.
Tal argumento es rechazado por Chile. Aun así, en el equipo nacional se cree que el
hecho de que los abogados de Bolivia expusieran el tema de la agenda de los 13 puntos
es una señal para la corte de que podría ser el marco de negociación que pretenden.
El resto de los abogados que intervinieron el martes destinaron sus exposiciones
principalmente a argumentar las diferentes tesis jurídicas de las que, según Bolivia, surge
la obligación para Chile de negociar una salida soberana al mar.
Allí radica, según la contramemoria y la dúplica chilena, la principal debilidad de la
demanda boliviana. Ante la imposibilidad de establecer un momento exacto en el que Chile
se obligó a negociar un acceso soberano, Bolivia planteó primero la idea de la
acumulación de actos, declaraciones y memorándums en los que nuestro país se
compromete con Bolivia a otorgar o negociar un acceso soberano. Luego, presentó la tesis
de “estoppel” o de actos unilaterales, la de aquiescencia o de silencio de los estados, y el
derecho general que surgiría de las obligaciones de los estados miembros de las Naciones
Unidas y de la OEA de arreglar sus controversias a través de métodos pacíficos.
“Chile quiere vivir por tiempo indefinido con un problema con un vecino que realmente está
solicitando algo tan sencillo, simple, que es obtener una salida soberana al mar.
Realmente Chile tiene que escoger entre una buena vecindad o una mala vecindad, por
los siglos de los siglos”, señaló el abogado español Antonio Remiro Brotons al término de
las audiencias.
En la escalera de la corte el abogado litigante por Bolivia aseguró que “la negociación es el
primer paso para Bolivia, siempre con el consentimiento de Chile. Chile debiera tener
presidentes como González Videla, gente que eran verdaderos dirigentes de Estado y que
sabían que los intereses del país estaban más allá de la coyuntura política del día de hoy”.
Frente a las críticas del equipo chileno de que tanto él como sus colegas de la parte
boliviana han “tergiversado la historia”, ironizó: “La historia se dijo alguna vez que era una
gran prostituta. Con esto digo que la historia se puede explicar de muchas maneras
distintas”.
En el equipo chileno ha llamado la atención la forma en que Bolivia ha representado su
caso ante la corte. Así, dicen que solo da cuenta de lo que Chile ofrece en las distintas
etapas de la historia, pero en la mayoría de los casos -agregan- oculta lo que respondía
Bolivia. Incluso, lo que no es una práctica usual de buena fe entre los litigantes, no se
entregó a la corte por la parte boliviana los documentos completos para que los jueces
tengan el contexto de los párrafos que son citados por los abogados.
En este contexto, al término de la segunda jornada de los alegatos de Bolivia, el canciller
chileno Roberto Ampuero acusó el martes a ese país de “desvirtuar la historia”. A su juicio,
La Paz intenta mostrar que su caso es solo una petición de que se obligue a negociar,
pero “terminó exigiendo territorio chileno”. En ese sentido, el ministro sostuvo -elevando el
tono de la delegación chilena frente a Bolivia- que “esto es inaceptable para Chile” y que
“nadie nos puede obligar a desconocer” el Tratado de 1904. Y enfatizó: “Para justificar este
planteamiento, (Bolivia) ha construido una narrativa alimentada de citas, notas,
declaraciones, que están fuera de texto y contexto, lo que constituye desvirtuar la historia
real”.
Apenas terminaron los alegatos, los abogados extranjeros del equipo de la defensa
chilena, junto a los asesores principales y el agente, Claudio Grossman, se recluyeron en
las habitaciones del Hotel Hilton para revisar los textos de los alegatos que serán
expuestos a partir de este jueves a la luz de los argumentos que entregó Bolivia.
El lunes, tras el primer día de alegatos, Grossman había anticipado que “Chile no dejará
pasar la tergiversación histórica hecha por Bolivia”, en línea con la idea de algunos
miembros de la delegación de salir a responder con dureza en los alegatos de nuestro
país. Sin embargo, tras finalizar la exposición paceña, los abogados extranjeros y los
asesores principales del equipo chileno eran partidarios de no hacer modificaciones
importantes a los textos que ya estaban preparados. “Hay que salir a responder lo que dijo
Bolivia, pero no se pueden hacer grandes modificaciones para incorporar muchas cosas,
porque es poco el tiempo para alegar y principalmente porque no se debe romper el relato
que va a hacer Chile del caso”, señaló un miembro del equipo chileno.
Así, se mantiene el eje central y la retórica que estaba preparada con antelación. Y lo más
probable es que se responda de manera general y no caso a caso a las aseveraciones
más agresivas de algunos litigantes del equipo boliviano.
Lo que sí hará la defensa de nuestro país es demostrar el mal uso que hizo Bolivia de los
documentos exhibidos por los demandantes.
Tras los alegatos, la delegación chilena denunció que el presidente Evo Morales está en
campaña política y por eso regresará a La Haya, que se puede conversar pero nunca
negociar mar con soberanía, mientras que en Bolivia hubo una sola voz de defensa a la
demanda e incluso la oposición nacional salió en defensa del mandatario ante la ofensiva
de Insulza.
El canciller chileno, Roberto Ampuero, insistió en que el Tratado de 1904 es la piedra
angular sobre la que se deben mantener las relaciones con Bolivia.
Luego calificó de “inaceptable” que a través de una “puerta chica” Bolivia intente entrar al
tratado “eliminarlo, horadarlo, destruirlo”, aseveró.
Pero el más agresivo fue el ex secretario general de la OEA José Miguel Insulza, que
atacó a Evo Morales. “Ellos piden negociar una salida soberana, no es cualquier cosa, es
obligarnos. Nosotros hemos tratado de llevar esto de la manera más sobria, usando
nuestros abogados, Morales viene por su campaña electoral, pero ese ya es un asunto de
él”.
Esta declaración mereció respuesta inmediata en Bolivia y sorprendió que la oposición
salió al paso de los dichos de Insulza. El diputado de UD Gonzalo Barrientos señaló: “La
reivindicación marítima es una causa de Estado, es una causa de todos los bolivianos y
bolivianas en general, donde nada tiene que ver ningún partido político, ni de oficialismo ni
de oposición”.
Además, acotó que la declaración de Insulza es “trampas que nos quieren poner los
chilenos. No caeremos en eso, nuestra actitud de compromiso con esta reivindicación es
responsable y consecuente”, acotó.
La diputada oficialista Valeria Silva comentó que “el señor Insulza es quien emitió las
declaraciones más torpes, no solamente en los últimos días, sino en toda la demanda.
Probablemente a esto se debe que fuera removido de sus responsabilidades”, comentó.
El expresidente Jorge Quiroga lamentó desde La Haya que Chile recurra a los adjetivos:
“Acrobacia, invenciones, ficción, maquinación, caricatura, inventos, Chile nos llena de
adjetivos y lo hacen porque no tienen argumentos. Luego muestran una y otra vez que
antes y después de 1904 hubo negociaciones”.
El canciller chileno, Roberto Ampuero, manifestó que Chile tiene disposición de conversar,
“pero eso no implica negociar una salida al mar con soberanía”. El senador René Joaquino
respondió que la declaración del canciller Ampuero “intenta llevar a lo que Chile ha hecho
a lo largo de más de 100 años, escuchar sin solucionar absolutamente nada. Por eso
estamos ante La Haya”, aseveró.
CONTESTACIÓN CHILENA:
LA OBJECIÓN DE CHILE
Chile planteó una "objeción previa" a la revisión de la demanda por la Corte de La Haya. Pidió
que esta no fuera admitida, con el argumento de que afectaría a un tratado de límites que
ambos países firmaron en 1904, siendo que la jurisdicción de este tribunal se remonta a 1948.
Por su parte, Bolivia asegura que su demanda no pretende cuestionar este tratado de límites y
que, en cambio, se origina en los derechos expectaticios que generaron a su favor los
ofrecimientos realizados por Chile a lo largo del tiempo para resolver el diferendo marítimo
entre ambos países.
Uno de los grandes puntos de defensa es el que se establezca como cierto que Bolivia tiene
un doble propósito en la acción legal presentada ante la Corte.
ANTOFAGASTA
"Por un lado se está buscando que se reconozca la obligatoriedad de negociar por parte de
Chile y por otra, lo que dice Morales es que lo que quiere es acceso directo y soberano al mar,
reivindicando, incluso, Antofagasta", explicó Aranda.
Paralelamente, el experto señaló que el equipo de defensa chileno intentará demostrar que
"Chile siempre ha tenido una disposición al diálogo, la cual no tiene que ser confundida con
una obligación y que incluso Chile ha ido más allá de lo que se ha comprometido en los
tratados, aplicando ventajas en Arica para Bolivia: de acceso, portuaria, aduaneras y también
ofreciendo otras por Iquique".
En ese sentido, sostuvo Aranda, gran parte de los argumentos de los abogados de Chile irán
dirigidos a derribar, uno a uno, lo planteado por la defensa de Bolivia.
ACTAS Y RESOLUCIONES
Por ejemplo, señaló Aranda, respecto a la conversación de 1920 en la que "Chile decía que
en la medida que no se tocara lo que decía el Tratado de 1904, se podría conversar sobre el
tema de un puerto o salida portuaria para Bolivia".
O la de 1950 "entre el canciller Walker Larraín y Ostria Gutiérrez. Chile dijo, podríamos hablar
de un corredor al norte de Arica, pero nosotros exigimos compensaciones, recursos hídricos,
aguas del lago Titicaca, y frente a esa compensación que pidió Chile para conversar, Bolivia
dijo no, sobre este punto no se puede conversar, por lo tanto, no hay acuerdo en los
términos".
En ese sentido, el académico citó a uno de los abogados de Chile, quien durante su
intervención manifestó que "una nota o una sucesión de notas pueden plantear una
obligación, pero cuando hablen de la misma cosa, cuando se hagan en los mismos términos ,
solo ahí puede decirse que hay un acuerdo. No cualquier intercambio de notas podría
elevarse a la categoría de un tratado o un compromiso, como lo pretende Bolivia, porque acá
se trata de intercambios dispersos en el tiempo".
1.- "¿Acaso la Corte pediría a los chilenos que viven en el norte abandonar dicha zona
en beneficio de otro país?"
¿Acaso la Corte pediría a los chilenos que viven en el norte abandonar dicha zona en
beneficio de otro país?", dijo el jurista, añadiendo que a casi cinco años de que se inició la
demanda, "Bolivia sigue sin responder desde cuándo surge la supuesta obligación de Chile de
negociar y en qué se basa jurídicamente".
2.- "Bolivia fue el país que rompió las relaciones diplomáticas anteriormente"
Jean-Marc Thouvenin sostuvo que fue "Bolivia el país que rompió las relaciones diplomáticas
anteriormente", dificultando así las comunicaciones entre ambos países, y rechazando la
caracterización que alude a Chile como un país que se opuso al desarrollo.
Además, rechazó que Bolivia aspire a una posibilidad de soberanía "sin que el derecho la
respalde".
"Bolivia no tiene reivindicación alguna para hacer valer, sólo es una aspiración que quiere
proyectar como necesidad", complementó.
3.- Chile sólo prometió "escuchar las propuestas de Bolivia, nada más"
4.- "Bolivia no ha demostrado que Chile haya faltado a su deber como integrante (de la
OEA)"
Mónica Pinto, abogada argentina que integró la defensa chilena, fue la encargada de
centrarse en las resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), las cuales
fueron recurrentemente citadas por Bolivia.
Pinto manifestó que "Bolivia no ha demostrado que Chile haya faltado a su deber como
integrante (de la OEA)", añadiendo que el país altiplánico "confunde efecto jurídico con efecto
jurídico vinculante".
El jurista Daniel Bethlehem reiteró que la estrategia nacional, basada en hechos jurídicos, es
la adecuada para conseguir un resultado favorable para la causa.
Sam Wordsworth reinicia la presentación de alegatos ante La Haya. El abogado del equipo
chileno asegura que en 1950 fue Bolivia quien interrumpió las negociaciones en las que medió
EEUU y en los años posteriores rechazó públicamente continuar conversaciones. Chile no
considera que en ningún caso se generó una obligación jurídica.
Chile asegura que la "voluntad de oír" que tuvieron los cancilleres de este país a lo largo de la
historia no iba en contra de los tratados vigentes que definen las fronteras bolivianas.
Wordsworth cita la Carta de la ONU que establece que las naciones se rigen por los Tratados
vigentes por lo que cualquier conversación debe realizarse respetando lo que establecen
ellos. Chile solo puede negociar en ese marco, en el que las fronteras están definidas y en las
que Bolivia no tiene acceso al mar.
"Todos los tratados firmados han sido aplicados a lo largo del tiempo. (…) No puede admitirse
ninguna revisión a la historia. Todos recordarán que esta batalla de revisión fue ganada por
nuestra delegación", dice ante la Corte el abogado inglés Sam Wordsworth.
Los acuerdos de Charaña
El jurista Samuel Wordsworth expone citas de autoridades chilenas para refutar las supuestas
obligaciones chilenas par negociar con Bolivia.
Chile asegura que a pesar que en los años 70 hubieron negociaciones, que se estableció un
diálogo sobre el acceso al mar y se plantearon fórmulas para solucionar la mediterraneidad de
Bolivia nunca se generó obligación alguna.
El abogado dice que el Acuerdo de Charaña nunca fue considerado por Chile como un
Tratado.El representante chileno se basa en la falta de apoyo popular como uno de los
impedimentos para que las negociaciones de Charaña tengan éxito."Hubiera sido una
imprudencia jurídica extrema, incluso para una dictadura militar, asumir obligaciones legales
sin aprobación del pueblo", dice el abogado Sam Wordsworth.
El abogado Wordsworth hace una larga argumentación para intentar demostrar que las
negociaciones de Charaña al no haberse concretado como pretendían los gobiernos de
Banzer y Pinochet no generó obligación alguna para Chile.
Cuando Chile estaba dispuesto a negociar respecto al acceso soberano esto se fundaba
sobre una compensación material, agrega el abogado inglés Sam Wordsworth.
"Bolivia desea aprovechar este fracaso en términos diferentes", dice el abogado de la parte
chilena sobre el uso de Charaña como una prueba de que Chile sí ofreció acceso soberano al
gobierno boliviano de Banzer.
"El acceso libre que ahora Bolivia dice es su derecho nunca a estado disponible y no pudiera
haber estado", agrega el experto.
"Se negociará con Chile sobre la base de la compensación territorial", cita Wordsworth una
declaración de esa época del general Hugo Banzer. Y agregó en esa oportunidad que "un
intercambio de territorios forma parte de esa base fundamental". Es como si Bolivia se sintiera
libre realizar cualquier alegación independiente de su veracidad y de los hechos como
ocurrieron", dice ante la Corte el abogado Sam Wordsworth.
El rol de Perú
En 1978 Banzer suspendió las relaciones diplomáticas con Chile. Wordsworth asegura que no
existe obligación para Chile pues "fue Bolivia la que hizo fracasar las negociaciones", esto es
"clave", dice el abogado, porque no se creó obligaciones jurídicas para la parte chilena.
"Bolivia jamás intentó volver a las negociaciones en base al intercambio territorial ni en base a
los acuerdos de la declaración conjunta", agrega el experto.
La delegación de Bolivia, al presentar los alegatos orales, se basó en la invasión chilena 1879
y una serie de documentos históricos y mapas, así como varios pactos establecidos a lo largo
de la historia entre ambas naciones, en los que Chile ofreció a Bolivia salida soberana al
océano Pacífico.
Según Chile, el Tratado de 1904 solucionó el tema territorial con Bolivia, sin embargo, las
notas de 1920 y 1950 indican que el país ofreció a Bolivia salida soberana al océano Pacífico.
- Convenio de Transferencia de Territorio de 18 de mayo de 1895 y sus Protocolos
Complementarios.
Grossman dijo que “Bolivia quiere que Chile ceda territorio costero. Territorio en el que Chile
ha ejercido soberanía continua por más de 100 años”.
“Bolivia experimentó un cambio en sus alegatos orales, para eliminar los argumentos por
Chile. Intentaba desestabilizar algo resuelto en el Tratado de 1904, luego cambió a una
obligación de negociar y no de resultados”, explicó.
l jurista francés Jean-Marc Thouvenin, otro miembro del equipo, sostuvo que no existe nada
en el derecho internacional que obligue a los vecinos a negociar, sino que pueden hacerlo.
“La frustración de uno no hace una obligación al otro”, dijo. “La demanda boliviana es como
esas muñequitas rusas que se ponen una dentro de otra”, criticó.
Thouvenin sostuvo que Chile nunca le ha dado la espalda, sino que ha ayudado mejorando
accesos e, incluso, llegando más allá de lo que indican los tratados. Por ello, señaló que no
existe ninguna obligación para negociar.
Kate Parlett, abogada australiana, recalcó que Bolivia no presentó ningún documento, sino
que declaraciones "selectivas" para justificar su punto, basándose en antecedentes de la
década de 1920.
La juristareiteró que la defensa boliviana sólo utilizó algunas citas del documento, para
favorecer sus postulados. “Las palabras de Chile no eran una declaración que negociaría un
acceso soberano”, aseguró.
Es más, afirmó que Bolivia omitió el contexto completo de la época, dejando en claro que las
negociaciones no prosperaron y que se ratificó el Tratado de 1904. “Los documentos indican
que no hay nada pendiente”, dijo, añadiendo que “este no es un caso serio, es sólo un intento
por modificar el Tratado de 1904”.