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ALGUNAS HIPOTESIS SOBRE UN MODELO DE

DESARROLLO DE LA ZONA METROPOLITANA *

S ERGIO B OISIER **

I. NATURALEZA DEL PROBLEMA el 51% de la población y el 61% del PGB,


ambas cifras referidas al año 1970, en sólo
La investigación que CIDU está reali- un 6.4% del territorio nacional. Todas estas
zando en virtud del Convenio ODEPLAN- cifras son muy interesantes, pero sirven sólo
CIDU firmado en 1989, puede ser visuali- para cuantificar algo que es de suyo evi-
zada de acuerdo a dos puntos de vista (a dente: el tamaño relativo de la Macro Zona
lo menos): i) en función del área geográfica Central. Aparte de representar hechos obvios
sobre la cual se define esta investigación; a simple vista, estas cifras tienen el defecto
ii) en función de los objetivos de la investi- de mostrar "promedios", que no tienen mu-
gación. Un somero análisis de ambos puntos cha utilidad cuando las respectivas distribu-
servirá para poner de relieve la importancia ciones de frecuencia no guardan semejanza
del tema especifico que proponemos como alguna con la distribución normal.
materia de investigación futura por parte No es, sin embargo, éste el único defecto
de CIDU. de las cifras comúnmente utilizadas. Más
i) El Area en Estudio. La Macro Zona importante es el hecho de que en general,
Central ha sido definida, en forma no exenta los datos que se presentan para caracterizar
de arbitrariedad, como el área comprendida a la Macro Zona Central son de naturaleza
por la Región IV de planificación (provin- estática y, por tanto, poco indican acerca de
cias de Valparaíso y Aconcagua), la Zona la naturaleza de el o los procesos que están
Metropolitana (provincia de Santiago) y la ocurriendo en la Macro Zona Central.
Región V (provincias de O'Higgins y Col- En relación con el hecho anterior se plan-
chagua). En numerosas oportunidades y do- tea entonces una primera hipótesis general
cumentos, se ha dejado en claro la enorme que es preciso reconocer para un estudio
importancia relativa de esta Macro Zona en acerca de la Macro Zona Central: no existe
el contexto del país. Sólo para mantener pre- un proceso de cambio en la M.Z.C. sino que
sente la imagen, vale la pena repetir acá que coexisten diversos procesos (aún limitándo-
—de acuerdo a las últimas estimaciones dis- nos a una categoría singular de análisis como
ponibles— la Macro Zona Central concentra es el cambio económico). La variedad de
procesos de cambio que pueden coexistir
* Trabajo presentado al Primer Seminario organizado par dentro de la Macro Zona Central pudiera
E U R E sobre la M a c r o z o n a Central de C h i l e . C I D U , agosto
1970.
ser muy grande. Sin embargo, si se acepta
** Economista. M. A. Universidad de Pennsylvania. Pro- como unidad espacial de análisis a la región
fesor de CIDU. de planificación definida por ODEPLAN, la
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hipótesis anterior se concreta en la afirma- ción activa, a la dinám ica sectorial y a al-
ción de que coexisten tres patrones de cre- gunos grandes proyectos mineros hoy en día
cimiento en la Macro Zona Central, uno prácticamente en operación, esta configura-
para cada región componente. Tal vez si el ción de diferentes patrones de crecimiento
concepto o la noción de crecimiento, enten- se ve reafirmada.
dida como un cambio absoluto positivo en Por otro lado y sin necesidad de hacer un
la variable en estudio, sea precisamente la análisis histórico, es claro y de aceptación
única característica común —desde este pun- general que Valparaíso (a lo menos la ciu-
to de vista— de la Macro Zona Central. dad) fue en el pasado un centro con una
Al observar lo ocurrido en algunas varia- importancia relativa mayor de lo que es hoy
bles claves durante el período 1960-1970, se día.
aprecia, por ejemplo, que el PGB de la Re- Todos estos antecedentes debieran ser su-
gión IV se ha elevado en un 25%, el de la ficientes como para avalar la afirmación de
Zona Metropolitana en un 82%, y el de la Re- que en la Macro Zona Central coexisten tres
gión V en un 47%. Con respecto a la pobla- tipos de patrones de crecimiento. La Región
ción, los crecimientos en igual período han IV corresponde a una región en declinación
sido de un 25.6% para la Región IV, un 37.6% (crecimiento a tasa decreciente); la Región
para la Zona Metropolitana y un 11.6% para V puede ser denominada como una región
la Región V. emergente (en general, crecimiento a tasa
Así presentadas, todas estas cifras hablan creciente) y la Zona Metropolitana repre-
de crecimientos absolutos. No obstante, se senta un caso especial m ás com plejo, que
percibe de algunas com paraciones, que la en el intertanto puede ser clasificado como
Zona Metropolitana elevó su participación un crecimiento metropolitano, aunque la de-
en el PGB del país, de un 40% en 1960 a un nominación sea algo redundante (crecimiento
46% en 1970, en cifras enteras. La Región IV principalmente asentado en actividades co-
disminuyó su participación, desde un nivel merciales y de servicios).
de 12% a un nivel actual de 9%. La Región ¿Puede entonces ser conceptualizada la
V también disminuyó su participación rela- Macro Zona Central como una unidad ac-
tiva, aunque levemente, de un 5.6% a un 5.3%. tual? Definitivamente no. Ello conduce a
Más interesante aún resulta el cálculo de prestar cuidadosa atención, por consiguiente,
la productividad aparente de cada región, a la estructura o a las características de sus
definida simplemente corno el cuociente entre distintos patrones de crecimiento.
el PGB y la población total. En el período ¿Puede ser conceptualizada la Macro Zona
1960-1970, la Región IV ha mostrado una Central como una unidad a futuro? Posible-
productividad constante, en tanto que en la mente sí, pero entonces hay que tener en
Zona Metropolitana la productividad ha claro las implicaciones. Transformar un con-
crecido en un 32% . y en la Región V también junto de com ponentes heterogéneos en un
ha crecido en un 31%. conjunto de elem entos hom ogéneos exige
M ás aún, si se calcula la variación neta acciones diferentes y/o diferenciadas sobre
total de la ocupación industrial regional en- cada com ponente. N uevam ente resulta im -
tre 1957 y 1967 1 se concluye que tanto la portante conocer las características de estos
Región IV como la Zona Metropolitana patrones de crecimiento para poder actuar
muestran una variación neta total negativa en forma diferenciada sobre ellos.
en tanto que en la Región V dicha variación ii) Objetivos del Estudio. En el documento
ha sido positiva en el decenio anotado. c e n t r a l s o b r e e l e s t u d i o de la M a c r o Z o n a 2
Si a todo lo anterior se agregan antece- se establece en forma taxativa la necesidad
dentes adicionales con respecto a la pobla- de traducir el estudio en acciones y se afir-

1 Véase: ODEPLAN: Diagnóstico de Localización Indus- 2 Geisse, Guillermo, Bases de Discusión de un Plan de
trial, Santiago, 1970 (Pág. 33). Desarrollo de la Macro Zona Central, CIDU, 1970.
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ma que esta orientación está justificada en gración de la mano de obra si en definitiva


primer lugar "por el rol mismo de la Macro resultara que el patrón de migración no se
Zona Central y del Centro como el mayor explica en base a diferencias de ingreso.
agente generador de cambio en el país" (sic). Esto lleva nuevamente a la necesidad de
Este mismo espíritu ha estado presente en analizar las características de los patrones
las discusiones del Seminario. de crecimiento de la Macro Zona Central,
Las acciones en que se desea traducir el ya que si estos patrones difieren, como pa-
estudio de la Macro Zona Central constitui- rece ser, la identificación de las llamadas
"variables políticas o de control" producirá
rán, a no dudarlo, políticas económicas dise-
resultados distintos en la Región IV o en la
ñadas de manera de intervenir en el o los
Zona Metropolitana. Por ejemplo, una polí-
procesos de cambio que operan en la Macro
tica tributaria no afecta de igual modo a
Zona Central.
ambas regiones, por razones obvias, pero
Ahora bien, una política económica cual- entonces hay que saber de qué manera afec-
quiera incluye tres tipos de elementos: ta a cada una de ellas.
– El reconocimiento del estado actual de El hecho de que este trabajo se limite a
cosas; investigar —preliminarmente— la Zona Me-
tropolitana obedece a dos razones.
– Los objetivos que se desean alcanzar, y
En primer lugar, cualquiera sea la forma
– Los instrumentos que se utilizarán para en que se visualiza la Macro Zona Central,
transformar la situación actual en la de-
ya sea como una "gran ciudad" o como un
seada.
"pequeño gran espacio", el papel del "cen-
El reconocimiento de la situación actual tro", o sea, la Zona Metropolitana, resulta
de la Macro Zona Central es precisamente lo fundam ental, aunq ue probablem ente con
que se ha estado haciendo durante el una perspectiva distinta.
transcurso del estudio. Los objetivos que se En segundo lugar, la mayor complejidad
desean alcanzar (no con respecto al estudio, del patrón de crecimiento de la Zona Me-
sino con respecto al objeto del estudio, es tropolitana le confiere a la investigación un
decir, la Macro Zona Central) no están to- mayor atractivo intelectual y permite —tal
davía claramente definidos ni por CIDU ni vez— un mayor grado de especulación.
por ODEPLAN. En alguna medida, este
Seminario fue convocado precisamente para Finalmente se hace necesaria una aclara-
discutir estos objetivos. El documento de J. ción. No es el objetivo de este trabajo, dadas
L. Coraggio enfatiza precisamente la nece- las condiciones de tiempo y recursos, hacer
sidad de definir prontamente estos objetivos. una investigación completa. Por el contra-
Mientras no se produzca esta definición será rio, el objetivo es establecer ciertas hipóte-
difícil plantear en forma específica qué tipo sis, señalar la forma en que se podrían in-
de instrumento sería necesario utilizar. 1,estigar e interesar a CIDU en efectuar esa
labor de investigación posterior, en la me-
El problema reside en que no sólo no es dida en que se demuestre que el tema es
posible definir los instrumentos sin conocer relevante para los propósitos de la investi-
los objetivos. Además, los instrumentos no gación sobre la Macro Zona Central.
pueden ser identificados (a lo menos efi-
cientemente) si no se conoce con exactitud
el tipo de efecto que cada instrumento espe- II. E L P A T R Ó N D E C R E C IM IE N T O D E L A
ZONA METROPOLITANA
cífico puede provocar en el proceso sobre el
cual se interviene. a) Algunas Características Básicas del
A vía de ejemplo, no tendría mayor sen- Área. La Zona Metropolitana puede ser
tido establecer un sistema de diferenciales descrita mediante una serie de indicadores
regionales de salarios para orientar la mi- simples, que por lo conocido, no es necesario
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repetir acá. Estos indicadores se refieren tana, todos los flujos de carga y pasajeros
normalmente a la población, producto, su- (salvo por vía marítima) encuentran un
perficie, vías, etc. punto de quiebre en la Zona.
Más relevante resulta señalar otro tipo 3. La Zona Metropolitana es el centro del
de características de la Zona Metropolitana, sistema de administración del Estado. El
vinculadas a procesos o situaciones de ma- hecho de que la ciudad capital del país se
yor complejidad y que representan en buena encuentre justamente en la Zona Metropo-
medida, parte importante de las funciones litana determina que los tres poderes clási-
del área. cos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) ten-
gan su asiento en la Zona. Este hecho en sí
1. La Zona Metropolitana es un área ab-
mismo no tiene mayor trascendencia, pero si
solutamente urbana. Esta es la característica
se le ubica en el contexto histórico del
más evidente y que resalta de inmediato al
desarrollo institucional del Estado chileno,
analizar los indicadores de la Zona. Se esti-
especialmente a partir de 1930, el problema
ma que en 1980 la Zona Metropolitana será
adquiere otra dimensión.
la única región del país con una tasa de
urbanización superior al 95%, a lo que se En efecto, la imprevista situación en que
agrega una densidad de población tres veces se vio el país como consecuencia de la cri-
superior a la que se registra por ejemplo en sis mundial, obligó a iniciar un acelerado y
la Región IV. no planeado proceso de substitución de im-
portaciones, lo que implicó de paso, un
2. La Zona Metropolitana es el centro del drástico cambio en el rol del Estado, cambio
sistema nacional e internacional de comuni- que se acentuó notablemente a fines de la
caciones del país. Todas las comunicaciones década del 30, a través de lo que Sunkel
telefónicas internacionales del país son des- ha llamado "el terremoto político del año
pachadas y recibidas a través de Santiago. 1938" 3 con la conquista del poder por el
Lo mismo se puede decir con respecto al Frente Popular. Este hecho, más el terremoto
sistema mundial de comunicaciones por sa- natural" del año 1939, terminó por conver-
télites, incluyendo la emisión y recepción de tir al Estado en el más importante agente
imágenes. económico del país.
En materia de aeropuertos, Chile cuenta Este proceso de expansión agregativa y
con seis aeropuertos internacionales, de los horizontal de la maquinaria estatal ha esta-
cuales dos se encuentran en la Zona. Estos do enmarcado en una fuerte tradición cen-
dos aeropuertos movilizan más del 95% del tralista, lo que se traduce en la actualidad
total de pasajeros internacionales entrantes en que todo el proceso de toma de decisión
y salientes. del sector público se encuentra localizado
Con respecto al movimiento postal interna- en Santiago. Esta situación se manifiesta en
cional éste también se centraliza absoluta- casos tan extremos como los representados
mente en Santiago. por el Instituto Forestal y el Instituto de
Fomento Pesquero (cuyas actividades prin-
Con relación a los medios de comunica- cipales no son la determinación de políticas)
ción masivos de carácter nacional, en la localizadas inexplicablemente en Santiago.
Zona Metropolitana se publican dieciocho Incluso, hasta la Comisión Coordinadora de
de los ciento veinte y dos periódicos del la Zona Norte (que atiende problemas ubi-
país (1967), pero con un tiraje superior al cados a 1.500 kilómetros de Santiago) tie-
60% del total de ejemplares. Las únicas ra- ne su Secretaría Ejecutiva en la capital.
dioemisoras de alcance nacional (e interna-
cional) se encuentran en la zona y la Red 4. La Zona Metropolitana es parte de un
Nacional de Televisión también tiene su sistema supra-nacional. Tal como se sugiere
asiento en Santiago. 3 Sunkel, Osvaldo, "Cambios estructurales, estrategias de
desarrollo y planificación en Chile (1938-1969)", Cuader-
Más aún, dada la forma geográfica del n o s de la R e a l i d a d N a c i o n a l , N º 4 , 1 9 7 0 . Universidad C a -
país y la ubicación de la Zona Metropoli- tólica.
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en el estudio de Stöhr y Pedersen 4 y tal mentadas. A futuro, el capital fijo en trans-


como lo ha planteado —en una perspectiva porte se elevará substancialmente, mediante
más amplia— Osvaldo Sunkel en este Semi- la construcción del metro, túnel Lo Prado y
nario, La Zona M etropolitana forma parte diversas otras obras urbanas. La densidad
de un sistema continental (o mundial) de telefónica es de 5.2 teléfonos por cada 100
subáreas nacionales con estrechas y crecien- habitantes, muy superior al promedio nacio-
tes interrelaciones entre sí. John Friedmann nal. Por otro lado, la Zona concentra un 39%
también señalaba, dentro del Seminario, la del total de establecimientos industriales, un
particular posición geográfica de esta área, 55% del parque de vehículos y un 42% de
como terminal de un corredor de desarrollo las camas de hospital, para citar casi al azar
formado por Río de Janeiro — San Pablo— algunos indicadores.
Buenos Aires; de un modo similar, la Zona 7. L a Z o n a M e t r o p o l i t a n a e s e l m a y o r
Metropolitana también es terminal del even- centro generador de economías de aglome-
tual corredor andino Bogotá - Guayaquil - ración. Siguiendo una clasificación ya clá-
Lima. sica 5 , las econom ías de aglom eración pue -
5. La Zona Metropolitana es el centro de den separarse en tres categorías:
la función nacional de investigación y desa- i) economías de escala; ii) economías de
rrollo. Otra característica de importantes localización y; iii) economías de urbaniza-
connotaciones, reside en que en la Zona ción. Aparte de la primera categoría, que
Metropolitana se concentra una parte subs- son economías internas, las dos categorías
tancial de la actividad científica y tecnoló- siguientes se refieren a fenómenos de exter-
gica del país. Desde luego, las tres más im- nalidades a las firmas. Las economías de
portantes Universidades (de un total de urbanización denotan efectos provenientes
ocho) nacionales se encuentran en la Zona de cambios en la demanda global de un área
y alrededor de un 80% de los centros de in- (puede ser una cuestión de aumento de po-
vestigación científica y tecnológica se hallan blación simplemente). Las economías de
localizados en Santiago. Si además se consi- localización corresponden a las economías
deraran elementos subjetivos (como calidad externas de la teoría del crecimiento econó-
de las investigaciones) la importancia de la mico.
Zona en este contexto sería mayor. Esto im-
plica que es en ésta área en donde primero El hecho de que la Zona Metropolitana
se reciben y adoptan las tecnologías extran- concentre el 46% del PGB del país y segu-
jeras, ya que la labor de creación misma es ramente algo más en términos de la deman-
m ás bien reducida. S i a esto se agrega un da global, basta para explicar que la zona
sistem a de difusión territorial que segura- sea la m ayor generadora de econom ías de
mente dista de ser óptimo, se aprecia más escala y de urbanización, fenómenos ambos
claramente la situación de excepción o pri- ligados a la demanda. Es importante tener
vilegio de la zona. presente un efecto de las economías (inter-
nas) de escala sobre la competencia interre-
6. La Zona Metropolitana es la región más gional; a partir de cierto rango, estas econo-
capitalizada del país. Esta quinta caracte- mías permiten cubrir con exceso los costos
rística de la Zona Metropolitana es bastante adicionales de transporte necesarios para
evidente y existen numerosos indicadores extender geográficamente el mercado.
para demostrarlo. Por ejemplo, en términos
de la infraestructura de transporte, la densi- Las economías externas generadas en la
dad vial alcanza a 20,0 (km de caminos por Zona Metropolitana pueden ser de carácter
cada 100 km 2 del área) y la densidad ferro- tecnológico o bien, pueden ser de carácter
viaria de 2.0, a lo cual habría que agregar pecuniario. La distinción más importante
que la mayoría de las rutas viales son pavi- entre ambas —en este contexto— reside en
la diferencia de movilidad espacial entre
4 Stöhr W . and Pedersen, P., U rbanization, Regional
Development and South American Integration, Ford Foun- 5 Isard, W., Location and Space Economy, MIT Press,
dation. Santiago, 1968. 1956.
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ambos tipos de externalidades. En tanto En otras palabras y de acuerdo a este


que las economías externas tecnológicas son cálculo un tanto burdo, se estaría invirtien-
casi esencialmente inmóviles, las economías do más en inmovilizar las economías exter-
pecuniarias son móviles en alto grado mer- nas generadas en la Zona que en ampliar su
ced a que su trasmisión opera a través del alcance espacial y esto sin considerar el sec-
sistema de precios. tor industrial. Incluso, bajo el supuesto irreal
Aparentemente, el grado de atracción de y extremo de que toda la inversión en el
un área sería una función directa —coeteris sector transporte de la zona tuviera por ob-
paribus— de las economías externas tecno- jeto mejorar la accesibilidad interregional,
lógicas que genera. Sería en consecuencia aún así la inversión urbana resultante sería
muy interesante poder estimar el volumen mayor que la inversión total en Transporte.
y la composición de las economías externas b) Características del Patrón de Desarro-
generadas en la Zona. No siendo eso posible llo del Area. Las características principales
por el momento, es útil en el intertanto in- que serán atribuidas al patrón o "modelo"
vestigar otro aspecto. de desarrollo de la Zona Metropolitana tie-
Como lo han planteado algunos autores 6, nen todavía el carácter de hipótesis y como
las inversiones en la red interregional de tales, su aceptación debe derivar de una
transporte tienden a provocar —entre otros prueba de ellas. Las características que se
efectos— una expansión del rango espacial sugieren estudiar son las siguientes:
de las economías externas. Por otro lado, 1. Grado de apertura de la economía. Es
las inversiones urbanas tienden a crear eco- bien sabido que la "teoría" regional ha pues-
nomías externas atadas a una localidad es- to justificadamente el acento en el hecho
pecífica, y bajo ciertas condiciones, tienden de que las economías regionales son mucho
a reforzar el crecimiento del área a la cual más abiertas que la economía nacional (de-
se ligan. bido en parte al mayor grado de movilidad,
Sobre la base de las cifras disponibles de ausencia de barreras al comercio, moneda
inversión pública regional, es interesante común, etc.) y que, por tanto, los elementos
tratar de analizar en la práctica la situación externos o exógenos (en un sentido geográ-
anteriormente descrita. fico) desempeñan un rol fundamental en la
explicación del crecimiento regional. Este
Si se considera como inversión urbana sólo tipo de conceptualización —enteramente le-
la efectuada en los sectores: Electricidad, gítimo en la mayoría de los casos— ha lle-
Gas, Agua y Servicios Sanitarios, Educación, vado a formular el bien conocido modelo
Transporte (un 50%), Vivienda, Salud y Go- de base económica, una versión regional de
bierno Interior, en el año 1968 un 81.7% de los modelos de multiplicadores basados en
la inversión pública realizada en la Zona la teoría keynesiana. Usualmente se señala
Metropolitana podría clasificarse como ur- que la validez de estos modelos de base eco-
bana. Este porcentaje corresponde a E° 1.242 nómica es, en alguna medida, inversamente
millones (en moneda del mismo año). Por proporcional al tamaño (económico) del
otro lado, la inversión pública en el sector área en estudio.
Transporte, Almacenaje y Comunicaciones
alcanzó en el mismo año a E° 1.089 millo- En el caso de la Zona Metropolitana po-
nes, que se reducen a E° 1.005 millones al dría repetirse —a modo de introducción a
descontar el 50% de la inversión en Trans- la discusión— una interrogante usualmente
porte dentro de la Zona. planteada en términos nacionales: ¿El cre-
cimiento de la Zona es un crecimiento hacia
6 Véase por ejemplo:
afuera o es un crecimiento hacia adentro? Es
— Siebert, H., Regional Economie Growth: Theory and importante tener presente que al plantear
Policy International Texbook Co. 1969. esta pregunta en términos subnacionales, el
— Stohr, W., Spatial Growth Differentials in Latin Ame- hecho de que la respuesta sea "hacia afue-
rica, A Research Agenda on the Role of Urban and Trans-
port Investment, Mc Master University, Ontario, 1970. ra" no significa que los grados de libertad
(mimeo). del Gobierno, para intervenir, sean nulos o
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casi nulos como cuando la misma pregunta elementos más importantes de la demanda
se establece en términos nacionales. global regional. Ello debería conducir a la
La necesidad de establecer una respuesta identificación de las variables de control
a la pregunta anterior se fundamenta, pri- que podrían utilizarse 7.
mero, en la necesidad (como ya se mencio- La investigación anterior se justificaría
nó) de identificar estructuralmente el pa- sólo si se demuestra previamente la hipótesis
trón de desarrollo para poder utilizar las de que el tipo de crecimiento de la Zona
variables de control adecuadas, y segundo, Metropolitana corresponde a un crecimiento
en una im portante repercusión de política endógeno (en un sentido geográfico).
económica, de una u otra respuesta. En
P ara exam inar la validez de esta hipóte -
efecto, si la respuesta a la pregunta, en este
sis podría experimentarse numéricamente
caso específico, fuese "hacia afuera", el cos-
con un modelo dinámico de crecimiento re-
to s o c i a l d e u n a p o l í t i c a d e c o n t r o l d e l a
gional. Para este efecto, podría trabajarse con
Zona Metropolitana (como ha sido plan-
un modelo muy simple elaborado por Hart-
teada por ODEPLAN ) sería seguramente into-
man y Seckler 8, descrito a continuación:
lerable para el país, aún en un plazo me-
diano.
La hipótesis que acá se plantea es preci-
samente contraria, es decir, el patrón de cre- en que:
cimiento de la Zona Metropolitana sería,
Yt = Ingreso regional en el período "t"
esencialmente, un patrón de crecimiento
"hacia adentro". Ct = Consumo
Enfocado el problema desde el punto de It = Inversión
vista de la demanda, la hipótesis anterior
E t = Exportaciones (netas)
implicaría que los componentes internos de
la demanda global juegan un papel más im- M et = Importaciones de bienes de consumo
portante que el componente externo, es de- M kt = Importaciones de bienes de capital
cir, las exportaciones.
Si tal es el caso, el estudio debería pres-
tar atención especial a los gastos en consu-
mo y a los gastos de capital hechos en la La ecuación anterior describe una función
Zona, con una separación en términos de homogénea de consumo. Las importaciones
su origen institucional. Ahora bien, los gas- de bienes de consumo se suponen una frac-
tos en consumo de las personas son tradicio- ción constante del consumo:
nalmente considerados como una función
del ingreso y los gastos de capital del sector
privado son usualmente tratados como gas-
tos inducidos por cambios en otras variables.
De esta forma, el estudio debería centrarse Las exportaciones son autónomas:
en el análisis de los gastos en consumo del
Gobierno en la inversión pública, como los

La inversión geográfica es inducida por los cambios (netos) en el consumo y los


cambios en las exportaciones:

7 En este caso se trataría de la identificación de algunos 8 Hartman, L. M. and Seckler, D., Toward the Application
"controles directos" ya que las variables a afectar corres- of Dynamic Growth Theory to Regions, J. R. S. Vol. 7,
ponden a acciones del sector público. 1967.
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Substituyendo (2) en (5):

Las importaciones de bienes de capital son consideradas como una fracción de la


inversión:

Substituyendo (2), (3), (4), (6) y (7) en (1):

La solución de (8) entrega la ecuación general en diferencias del ingreso regional:

El crecimiento regional mostrado por la consecuencia si el crecimiento de la Zona es


ecuación anterior está compuesto de dos fac- autónomo o es endógeno, como se ha pro-
tores: en primer lugar, el crecimiento autó- puesto acá.
nomo descrito por los dos primeros elemen- 2. Polarización de la Zona Metropolitana.
tos de la ecuación (9) y, en segundo lugar, La segunda hipótesis que se plantea acá en
el crecimiento endógeno representado por los relación al patrón de crecimiento de la Zona
últimos dos componentes de (9). El primer Metropolitana se refiere a una característica
elemento de la ecuación es simplemente el de polarización nacional. En este sentido, si
multiplicador de exportaciones y el segundo bien el patrón de desarrollo de otras regio-
elemento describe el efecto de aceleración y nes en Chile también puede ser polarizante,
multiplicación (efecto palanca) en el ingre- en el caso de la Zona Metropolitana este fe-
so, debido a cambios en las exportaciones. nómeno de polarización cubriría todo el es-
Los últimos dos elementos están expresados pacio nacional.
en forma general en que x 1 y x 2 son las raíces
de la ecuación cuadrada y a 1 y a 2 son cons- Si esta hipótesis se prueba, la selección
tantes que dependen de los parámetros b, k, de objetivos para la Zona Metropolitana se
c, m y de las condiciones iniciales Yd', Y1. convierte en un proceso que requiere de
una atención particularmente cuidadosa, ya
La aplicación de un modelo simple de que en tal caso, dichos objetivos no podrán
este tipo a la Zona Metropolitana exigiría a diferir significativamente de los objetivos
lo menos, la introducción en el modelo de nacionales 9.
dos elementos exógenos: el gasto en consu-
mo del Gobierno y la inversión pública. Se- Tal vez sea importante destacar que no
ría relativamente sencillo hacer experimen- hay contradicción entre la primera caracte-
tación paramétriea en torno a los valores
nacionales de los parámetros, por ejemplo. 9 Esta vinculación en términos funcionales refuerza la
idea expresada por J. L. Coraggio, quien llega a igual con-
Dicha experimentación debería permitir es- clusión, pero basándose en consideraciones de tamaño re-
clarecer la hipótesis formulada y verificar en lativo de la Macro Zona Central.
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rística, de endogeneidad, y esta segunda, de como una polarización de ingresos que es


polarización. La primera señala simplemente similar a un efecto multiplicador tipo key-
que los elem entos m ás im portantes en tér - nesiano; en tercer lugar, puede producirse
minos de su capacidad de impulsar el creci- una polarización psíquica. (fenómeno de
miento del área, son internas a ella. La se- imitación, difusión, etc.) correspondiente a
gunda apunta al hecho de que el "espacio la función polar de generar y difundir espa-
económico" de la Zona Metropolitana cubre cialmente las innovaciones (Friedmann); fi-
todo el territorio nacional. nalmente, la existencia de un polo determina
la polarización geográfica.
El concepto de polarización ha estado per-
manentemente presente en la literatura sobre Todos estos aspectos de la polarización
economía regional desde que Perroux lo in- envuelven, en el fondo, una relación bi-
trodujo, alrededor de veinte años atrás. Sin unívoca entre el polo y los puntos del espa-
embargo, las implicaciones de la noción de cio polarizado. La principal característica de
"polo" o de "polarización" no están perfec- esta forma de relación es el desequilibrio,
tamente decantadas y no son, por consi- de forma que una dirección de esta relación
guiente, perfectamente claras. Ello justifica es prevaleciente. Es interesante destacar que
el hecho de que acá se adopten ciertas con- existiendo una situación de polarización, no
venciones. será posible, en general, la existencia de un
equilibrio competitivo en el sentido en que
Si bien el concepto original de "polo de
se plantea en la economía tradicional. Tal
crecimiento" fue planteado como existiendo
equilibrio está basado en una cierta manera
en un espacio económico abstracto (campo
de distribuir los beneficios del intercambio,
de fuerzas), Boudeville ha sido el principal
que por definición no pueden alcanzarse si
traductor de este concepto al espacio "geo-
la relación entre dos participantes es polari-
gráfico". Friedmann, por otro lado, ha sido
zada.
el principal propulsor de la utilización de la
polarización como instrumento de planifica- L a m anera m ás rigurosa de estudiar los
ción espacial. distintos aspectos de la polarización es a tra-
vés de los cuadros de insumo-producto, me-
S egún Friedmann 10 un polo de c r e c i - diante la utilización de la técnica de trian-
miento (en un sentido geográfico) se defi- gulación matricial, desarrollada por Aujac,
niría como: "...Areas de actividad econó- Chenery y Watanabe y otros. Sin embargo,
m i c a c o n c e n t r a d a y a l t a m e n t e i n t e r d e p e n- en la generalidad de los estudios empíricos
diente que han ejercido una influencia deci- no es posible utilizar métodos refinados y
siva en el carácter y ritmo del desarrollo usualmente hay que recurrir a mediciones
económico del sistema o subsistema en cues- indirectas com o m atrices de flujos de dis-
tión" (sic). tinta especie.
Con respecto a la polarización, es éste un Acá se utilizará fundamentalmente una
fenómeno que se manifiesta en cuatro for- matriz interurbana de flujos telefónicos para
mas distintas 1 1 . En primer lugar, la existen- examinar el "rango espacial" de la polariza-
cia de un polo puede producir un efecto de ción de la Zona Metropolitana.
polarización técnica, a través del sistema de
interrelaciones industriales; en segundo lu- Para una matriz cualquiera de origen y
gar, el efecto del polo puede manifestarse destino, en la cual el polo a estudiar sea "j",
la existencia de la polarización será confi-
10 Friedmann, J., "La Estrategia de los Polos de Creci-
gurada mediante las dos condiciones siguien-
miento como Instrumente, de la Política de Desarrollo", tes:
Revista de la Sociedad Interamericana de Planificación,
Nº 9.10, 1969.
11 Paelinck, J., "La Teoría del Desarrollo Regional Po-
larizado", Revista de Economía Latinoamericana, Año III,
Nº 9, 1963.
Fuente: ODEPLAN, Kardex de Estadísticas Regionales,
1968. en que "t" se utiliza para denotar un flujo.
28 R E V I S T A E U R E

A estas dos condiciones se agrega la propie- La primera columna del cuadro anterior
dad de transitividad de la polarización. Esto resume la situación descrita por las filas de
significa que si B está polarizado con res- la matriz original en tanto que la segunda
pecto a A, y C está polarizado con respecto compara el vector fila de la Zona Metropo-
a B, entonces C está también polarizado con litana con su correspondiente vector colum-
respecto a A. na, elemento por elemento.

D e la m atriz de tráfico telefónico inser - La conclusión que se obtiene es clara: el


tada a continuación, puede deducirse el cua- espacio polarizado por la Zona M etropoli-
dro siguiente: tana cubre todo el territorio nacional, a lo
menos, desde el punto de vista del indicador
utilizado.
Por lo demás, ésta es la misma conclusión
a que llega O D E P L A N 1 2 al señalar que no
existe un sistema único de centros urbanos
en el país, sino a lo menos dos sistemas
(Santiago-Norte y Santiago-Sur), siendo la
ciudad capital el punto de estrangulamiento
y el nexo entre ambos sistemas. En el mismo
documento se examinan algunos indicadores
y se concluye que Santiago muestra el índice
más elevado en términos de la capacidad
para generar dependencia, el más alto ín-
dice de accesibilidad, el segundo índice con
respecto al dinamismo y cae fuera de rango
al estimar el valor exportable de la industria
motriz.
La valoración final que se dé a esta carac-
terística de polarización nacional de la Zona
Metropolitana dependerá, parcialmente, de
los objetivos que se deseen alcanzar en la
Zona. Por el momento, basta señalar que se
trata de una característica que tiene una re-
lación inversa con una política de control.
Por otro lado, será preciso hacer estudios
más desagregados, ya que la polarización se
manifiesta con intensidad variable en dife-
rentes actividades y ello tiene incidencia
también sobre las posibilidades de re-locali-
zación industrial, implícitas en una política
de desconcentración y descentralización.
3. Grado de Dominación en la Zona Me-
tropolitana. La tercera característica que acá
se atribuye al patrón de crecimiento de la
Zona Metropolitana es una característica in-
terna de dominación. El concepto de domi-
nación se em plea acá para denotar un pro-
ceso de transferencia de funciones urbanas.
12 ODEPLAN: El Desarrollo Regional de Chile en la
Década 1970-1980, Tomo II, Santiago, 1970.
A L G U N A S H I P O T E S I S S O B R E UN M O D E L O 29

En el contexto geográfico de la Zona Metro- Probar esta hipótesis no resulta sencillo,


politana, esto habría significado la transfe- excepto en los casos evidentes ya señalados
rencia paulatina de funciones urbanas desde de conurbación. Para el resto de los centros,
distintos centros urbanos (Melipilla, Cura- habrá que hacer un cuidadoso y largo es-
caví, San Bernardo, etc.) a Santiago. t u d i o h i s t ó r i c o e n t é r m i n o s d e l t i p o ( y j e-
Este proceso responde a tres causales bá- rarquía) de servicios que se ofrecen en cada
sicas. En primer término, es el resultado de centro.
un sim ple m ecanism o de expansión física E n este docum ento prelim inar es intere -
del núcleo central (Santiago) de la Zona, sante citar a lo menos una evidencia de esta
mediante el cual se va definiendo una con- hipótesis.
urbación que pone término a la independen-
cia de centros menores. Tal es el caso de Una de las funciones urbanas de mayor
Maipú, San Bernardo y Puente Alto en ma- importancia es la función de comunicación o
yor o menor medida. Si bien se encuentran difusión. Los sistemas de comunicación pue-
todavía espacios no urbanizados, a corto den ser de diversa naturaleza, pero no cabe
plazo se producirá la conurbación completa. duda que son los sistemas masivos de difu-
sión los de mayor importancia en este con-
En segundo término, este proceso de trans- texto. Es posible examinar lo que ha suce-
ferencia obedece a una mejoría sistemática dido dentro de la Zona Metropolitana con
y cada vez más rápida de la accesibilidad respecto a esta función de comunicación si
de estos centros menores, a Santiago. se analiza la secuencia histórico-geográfica
En tercer lugar, este proceso es reforzado de la aparición de periódicos en Santiago y
por cam bios tecnológicos que determ inan en el resto de los centros urbanos de la Zona
escalas cada vez mayores para la producción Metropolitana en el período 1812-1985.
de bienes y servicios. Los dentistas proveen
un buen ejemplo para explicar este fenó-
meno. El equipo básico dental es cada vez
más complejo y costoso y, por tanto, requiere
cada vez una escala mayor de operación.
Dado este hecho y dada la accesibilidad (y
la polarización) entre Santiago y Peñaflor,
por ejemplo, para un dentista será más efi-
ciente instalarse en Santiago, puesto que los
habitantes de Peñaflor viajarán a Santiago
para obtener el servicio, en tanto que los
habitantes de Santiago no viajarían a Peña-
flor para acceder a igual servicio.
De esta manera, los centros urbanos de la
Zona Metropolitana estarían perdiendo sis- Los centros urbanos más activos en la
temáticamente su capacidad para prestar creación de periódicos (aparte de Santiago)
servicios (aún servicios de baja jerarquía) han sido San Bernardo, San Antonio y Tala-
y transformándose en ciudades-dormitorio. gante, en ese orden. A dem ás, se registran
periódicos en Melpilla, Buin, Quilicura,
Si esta hipótesis prueba ser verdadera, las M a i p ú , Peñaflor, Curacaví, Isla de Maipo,
posibilidades de diseñar una política de re- % M e y L am pa. N ingu no de ellos subsiste
ordenamiento espacial dentro de la Zona hoy en día.
Metropolitana se tornan más difíciles de lo
que parece ser a simple vista, en parte porque El cuadro anterior muestra en la primera
tal política implicaría revertir la tendencia mitad del presente siglo un considerable au-
de estos centros y para ello se requerirá de mento en la función difusión de los centros de
decisiones discretas (como contraposición a la Zona Metropolitana, función que tiende
continuas ) de una escala considerable. a desaparecer a partir de 1950 hasta llegar
30 R E V I S T A E U R E

a ser inexistente hoy en día. Paralelamente, una estructura radial, caracterizada por cin-
se consolida en Santiago un número reduci- co grandes corredores de transporte:
do de periódicos, la mayoría de los cuales
– Santiago-San Antonio;
tiene alcance nacional.
– Santiago-Los Andes-Mendoza;
Sería aconsejable investigar, si similar pro- – Santiago-Valparaíso;
ceso ha ocurrido con la prestación de servi-
– Santiago-Norte, y
cios especializados, particularmente en salud,
educación y justicia, por ejemplo. – Santiago-Sur.
Una consecuencia lateral de este tipo de
F inalm ente, es interesante destacar que estructuración ha sido que los centros urba-
este tipo de proceso de transferencia de fun- nos situados directamente sobre estos corre-
ciones urbanas está enmarcado dentro de un dores, han podido resistir en m ejor form a
proceso más general de centralización cre-
que el resto el proceso de dominación de
ciente del aparato administrativo estatal,
Santiago.
proceso que es de carácter nacional.
E l gráfico siguiente m uestra que en ver-
4. Grado de Monocentrisino en la Zona dad existe algún tipo de conexión vial di-
Metropolitana. La cuarta característica atri- recta (sin pasar por Santiago) entre los 23
buida al patrón de crecim iento de la Z ona centros urbanos seleccionados, naturalmente,
Metropolitana es también interna y se refiere de una calidad m uy disím il. P or cierto, la
a la naturaleza asistemática y monocéntrica privilegiada ubicación de Santiago le ha per-
de este patrón. La noción de monocentrismo mitido convertirse en el gran trébol de dis-
se utiliza acá para denotar el hecho de que tribución del sistema de transporte de la
el proceso de crecimiento de la Zona Metro- Zona (y del país) transformando la malla
politana ha sido estrictamente puntual, con- en un nodo.
duciendo al desarrollo de sólo un centro ur-
bano de importancia (Santiago) y desarticu- La principal implicación de esta evolución
lando paralelamente el sistema de centros de la red de transporte es que será bastante
urbanos que eventualmente existió en el pa- difícil volver a estructurar un sistema urbano
s a d o e n l a Z o n a . S i e s t e p r o c e s o d e c r e c i- en la Zona M etropolitana, dado los costos
miento hubiese sido areal o multipuntual, la involucrados.
brecha rural-urbana dentro de la Z ona no
tendría los caracteres que tiene hoy día. III. ALGUNAS IMPLICACIONES POLÍTICAS
Si se consideran veintitrés de los más im- DEL PATRÓN DE CRECENITENTO
portantes centros urbanos de la Zona Metro-
La política que se diseñe para intervenir
politana 1 3 y se examinan las más detalladas
sobre el proceso de crecimiento de la Zona
cartas camineras se descubre que existió una
M etropolitana se planteará en tres planos
verdadera malla vial interconectando la ma-
yuxtapuestos, por lo menos. Estos tres planos
yoría de estos centros. Por ejemplo, Puente
se refieren a las tres grandes categorías de
Alto y Buin están directamente comunicados
problemas presentes en la Zona: el problema
vía A lto Jahuel; M elipilla y C uracaví, vía
económico propiamente tal, el problema es-
María Pinto; Melipilla y Paine, vía El Víncu-
pacial de la Zona y el problema urbano de
lo; Colina y Lampa, vía Batuco; Peñaflor y
Santiago.
Curacaví, vía Mallarauco, etc.
Las cuatro hipótesis o características del
El proceso de crecimiento de la Zona Me- patrón de crecimiento de la Zona Metropo-
tropolitana ha transformado esta malla en litana presentadas acá pueden ser agrupadas
en dos categorías:
1 3 S a n t i a g o , M a j p ú , San B e r n a r d o , P u e n t e A l t o , S a n
J o s é , Peñaflor, T a l a g a n t e , E l M o n t e , M e l i p i l l a , P o m a ir e , – Las características externas que ligan la
San Antonio, Cartagena, San Pedro, Cuncum en, Curacaví,
M aría Pinto, Colina, Tiltil, Polpaieo, Lampa, Buin, Linde-
Zona con el resto del país (grado de aper-
ros, Paine. tura y grado de polarización).
A L G U N A S H I P O T E S I S S O B R E UN M O D E L O 31

– Las características internas que se refieren ordinariamente elevados para reconstruir el


al subsistema regional denominado Zona sistema urbano, y requerirá, además, de deci-
Metropolitana (grado de dominación y siones de escala considerable en términos
grado de monocentrismo). de descentralización.

Estas características afectan de distinto En el plano del contenido urbano de la


modo a los diferentes planos en que se plan- política, cuyos objetivos en este caso estarán
teará la política para la Zona y, sobre todo, asociados al mejoramiento de la habitabili-
ponen de relieve algunas rigideces para el dad, de la accesibilidad intraurbana, de la
planteamiento de dicha política. integración social y del control de problemas
ambientales, el análisis efectuado es, por su-
Por ejemplo, si en el plano de lo econó- puesto, menos relevante. Aún así, es posible
mico, la política se establece en términos de concluir que estos objetivos serán más difí-
controlar el crecimiento de la Zona, la efi- ciles de alcanzar si no se contrarrestan las
cacia de tal política descansa en el resultado dos últimas características anotadas. A vía
neto de la contraposición de dos de las cua- de ejemplo, si Santiago sigue jugando el pa-
tro características señaladas. El grado de pel de gran tornamesa del sistema de trans-
endogeneidad del crecimiento de la Zona porte, la congestión intraurbana seguirá
está positivamente asociado a una política acentuándose.
de control, en tanto que el grado de pola- Conocer en detalle la estructura del pa-
rización está negativamente asociado a esta trón de crecimiento de la Zona Metropoli-
misma política, siempre en términos de los tana permite entonces, por un lado, valorar
costos sociales implícitos en una política de mejor los objetivos que se establezcan para
control. la Zona y, por otro, permite la selección de
En el plano de lo espacial, la política dise- los instrumentos de acción más eficientes
ñada para la Zona probablemente se pro- para el logro de tales objetivos.
nunciará a favor de una optimización en el La discusión presentada en estas páginas
uso del espacio, en términos de tamaño, hin- no debe considerarse como una visión pesi-
terlands y roles de todos los centros urbanos mista en términos de las posibilidades de
de la Zona. La eficacia de tal política de- actuar sobre el patrón de crecimiento. Es
penderá, entre otras cosas, de su capacidad más que nada, un planteamiento realista de
para revertir la tendencia determinada por algunas de las rigideces que será necesario
los procesos de dominación y centralización eliminar o, a lo menos, tener presente. Que-
actuando en la Zona. Esto equivale a soste- da por delante la doble tarea de definir ob-
ner que una política de racionalización es- jetivos y definir instrumentos de interven-
pacial en la Zona requerirá de recursos extra- ción.

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