Era una tarde muy hermosa, sin embargo, Ingrid la veía desde su asiento en la sala de

espera del aeropuerto como un día mas sin chiste y todo en color gris, en su pensamiento
seguía preguntándose ¿Hare bien en irme? ¿Hago lo correcto? Estas y otras mas
pasaban estrepitosamente en su mente, aun no daba crédito a todo lo que había vivido en
los últimos meses, después de 8 años de una hermosa relación (eso pensaba ella) el
haberse dado cuenta que Roque y Sandy su mejor amiga la habían estado engañando
por mas de 6 meses sin que ella se diera cuenta era algo que no podía aceptar, y al
mismo tiempo el hospital mas grande de Ontario, Canadá, le ofrecía la oportunidad que
siempre había soñado.
Aterrizando en Ontario, se bajo del avión, y caminó por el aeropuerto para ir a buscar su
maleta dandose cuenta que había un joven a la salida con un letrero donde estaba escrito
su nombre con una letra muy bella, acercándose al joven preguntandole.
- ¿Disculpe? viene por la Dra. Astorga, ¿Es usted? Soy yo, o que bueno que es
Usted, me indicaron llevarla al hospital.

- Dra. Astorga, buen día soy el Dr. Phillip Hugens, director de este hospital, le
presento a su colaborador de trabajo el Dr. Frensen Collins
- Mucho gusto respondió la Doctora.
- Dra. Astorga, la mesa directiva ah pensado en ofrecerle a Usted su puesto, no solo
como colaboradora, si no como la nueva directora del área de oncología en el
hospital. ¿Cuál es su respuesta?
- La Dra. Astorga, perdón es que me parece increíble la noticia ¡SI! ¡Claro que
acepto!
- Muy bien intervino el Dr. Hugens, entonces a partir de hoy será Usted la nueva
directora de oncología del hospital, pero debo advetir que al mismo tiempo deberá
usted trabajar con el Dr. Collins en el laboratorio donde para seguir desarrollando
su investigación.
- Conmigo interrumpió el Dr. Collins, estoy desarrollando un suero que les permita a
los enfermos de cáncer tener más una vida de calidad y quizás en un futuro una
cura.
Sin embargo, un día en el laboratorio el Dr. Collins y ella descubrieron un avance para la
enfermedad
- Lo hemos logrado dijo el Dr. Collins y ella respondió
- Si por fin, tenemos el resultado de tantos días de trabajo
- Es verdad ¡Ingrid! Exclamo él, y en ese momento él, la abrazo y la beso
apasionadamente y ella respondió a ese beso.

Pero al momento, reacciono y se alejo y el le dijo, no te reúses eres una mujer muy bonita
y yo aún estoy solo.

- Ella respondió, no lo nuestro no es posible, Collins,

- Porque no insistió el
- Porque nuestra relación es solo formal dijo ella
 - Y él le tomo las manos y le dijo, no es así yo te amo, desde el día que te vi llegar
pero temía que no me aceptaras.
- Y ella respondió o amor, yo también te amo.
- Entonces no se hable más casémonos.
Y fue así como el haber llegado a una ciudad tan bella como Ontario, Canadá la Dra.
Ingrid descubrió que por fin lo tenia todo en la vida, un trabajo maravilloso y por fin
encontraba a alguien con quien compartir su corazón pero sobre todo la pasión por salvar
vidas en este mundo.