Está en la página 1de 2

CONVIVENCIA DE PAREJAS

El concubinato es la “situación de hecho” en que se encuentran dos personas de distinto o igual


sexo que hacen vida marital sin estar unidos en matrimonio. Es decir, se trata de la unión entre
dos personas que cohabitan de manera estable como si fueran un matrimonio sin serlo.-

En nuestro ordenamiento jurídico argentino este instituto no encuentra regulación legal más allá
de la cantidad de años de convivencia que puedan invocarse y acreditarse, y es por ello que no
puede equipararse al matrimonio civil, que es entendido como aquella unión “jurídica” entre
dos personas de distinto o igual sexo que viven juntas. Es decir, la diferencia fundamental entre
el concubinato y el matrimonio civil, a pesar de contemplar la misma situación de hecho, es que
el concubinato no posee tutela jurídica y el matrimonio sí.-

No obstante la ley y la jurisprudencia han reconocido ciertos derechos a favor de los


concubinos. Entre ellos podemos mencionar en primer lugar, el Derecho a Permanencia en el
inmueble tras el fallecimiento del concubino locatario. Así, el Art. 9 de la ley 23.091 de
Locaciones Urbanas establece que “en caso de abandono de la locación o fallecimiento del
locatario, el arrendamiento podrá ser continuado en las condiciones pactadas, y hasta el
vencimiento del plazo contractual, por quienes acrediten haber convivido y recibido del mismo
ostensible trato familiar”.-

En cuanto al Derecho sucesorio, también se contempla la situación de quienes han vivido en


concubinato. Así, según el art. 3573 del Código Civil, no se produce la exclusión del derecho
hereditario del cónyuge de quien fallece dentro de los 30 días de celebrado el matrimonio,
cuando éste tuvo por fin “regularizar una situación de hecho”. Sin embargo, los arts. 3574 y
3575 del mismo Código hacen perder el derecho sucesorio del cónyuge separado legalmente o
de hecho por vivir en concubinato.-

Refiriéndonos al Derecho de alimentos, según los arts. 210 y 219 del Código Civil, pierde el
derecho a alimentos el cónyuge separado legalmente o divorciado que vive en concubinato.
Siguiendo la misma línea, no existe obligación legal entre los concubinos de prestarse
alimentos entre ellos.-

Respecto a los Actos Jurídicos que pueden celebrar, no rigen entre los concubinos las
prohibiciones de contratar que la ley impone a los esposos. Pueden por lo tanto, realizar entre
ellos compraventas, donaciones, cesiones de derechos, locaciones, así como constituir cualquier
clase de sociedades.-

En materia de Filiación, la Presunción de Paternidad a favor del concubino está contemplada en


el art. 257 del Código Civil, que determina que “el concubinato de la madre con el presunto
padre durante la época de la concepción hará presumir su paternidad, salvo prueba en con-
trario”.-

En cuanto al Derecho Laboral, la Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744, en su art. 248


consagra el Derecho a Indemnización por muerte del trabajador a favor de su concubina.
Asimismo, la Ley 24.557 de Riesgos del Trabajo establece en su art. 18 que en caso de muerte
del trabajador los derechohabientes (entre los cuales figura la concubina/o) tendrán derecho a
acceder a la prestaciones dinerarias que contempla la misma.-
Finalmente, en materia Previsional y de la Seguridad Social, la ley 23.226 equipara con la viuda
o el viudo, a los efectos del Derecho a Pensión, a quien ha convivido en aparente matrimonio
con el causante durante un período mínimo de 5 años inmediatamente anterior al fallecimiento.
El plazo se reduce a 2 años en caso de haber descendencia reconocida, es decir en caso de haber
tenido hijos, y cuando el causante hubiera sido soltero, viudo, separado legalmente o
divorciado. El conviviente o la conviviente excluyen del derecho a pensión al cónyuge
supérstite, salvo que el causante hubiera estado contribuyendo al pago de alimentos a aquél, o
que el supérstite hubiera estado separado por culpa del causante; en tales casos, la pensión se
divide por mitades.-

Con respecto a la División de los Bienes entre los concubinos, es necesario aclarar que ante la
disolución del vínculo cada concubino conserva los bienes que ya poseía, esto quiere decir que
si se trata de bienes registrables (casas, autos) la propiedad la tendrá quién tiene a su nombre el
bien en el registro correspondiente. Si en cambio los bienes adquiridos se hubiesen inscriptos de
manera conjunta por los concubinos, esto es formando un condominio, se aplicarán sus reglas, y
cada concubino tendrá derecho a la cuota parte que tenga en el condominio. Es decir, si bien los
concubinos pueden comprar bienes deberán hacerlo a nombre de los dos, pues los concubinos
no participan en los bienes del otro, ya que no existen bienes gananciales como en el
matrimonio. Por lo que, el concubinato no es fuente de derechos patrimoniales.-

Mucho se ha discutido sobre su regulación legal en nuestro país. Unos se inclinan por la
regulación del concubinato, otros asumen una posición negativa. En mi opinión personal, y más
allá de mis ideas religiosas, me adhiero a la posición negativa, es decir a aquella que está en
contra de la regulación del instituto Concubinato como tal.-

También podría gustarte