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1. En cuanto a las causales de extinción del régimen patrimonial del matrimonio, hemos
de decir que el Código Civil y Comercial de la Nación las enumera de manera taxativa
en su artículo número 475. De esta manera, componen las causales de extinción del
régimen patrimonial:
a) la muerte comprobada o presunta de uno de los cónyuges.
b) la anulación del matrimonio putativo.
c) el divorcio.
d) la separación judicial de bienes.
e) la modificación del régimen matrimonial convenido.
A su vez, dentro de estas causales que establece la ley, podemos diferenciar entre dos
categorías correspondiendo la primera de ellas a aquellas causales que se producen de
pleno derecho (muerte comprobada o presunta de uno de los cónyuges; sentencia de
divorcio; sentencia de anulación del matrimonio; y modificación del régimen
matrimonial convenido), y la segunda comprendiendo solo a aquella causal que requiere
la petición por parte de aquel que esté interesado en llevarlo adelante, es decir la
separación judicial de bienes1.
1
Solari, Néstor. Derecho de las familias, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: La Ley, 2017, p. 208.
2. Cuando hablamos de uniones convivenciales, sabemos que estamos ante una nueva
forma de organización familiar que, sin necesitar la realización de un acto formal como
lo es el matrimonio, se encuentra regulada por la ley y que, por lo tanto, posee diversos
aspectos jurídicos que la regulan.
Así entonces, el Código Civil y Comercial de la Nación dispone, en su artículo 510 los
diversos requisitos que se deben cumplir para que podamos estar frente a una unión
convivencial. Ellos son:
a) Mayoría de edad de ambos integrantes.
b) Que los integrantes no se encuentren unidos por vínculos de parentesco en línea recta
en todos los grados, ni colateral hasta el segundo grado.
c) Que no estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta.
d) Que no tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia de manera
simultánea.
e) Que mantengan la convivencia durante un período no inferior a dos años.
Ahora bien, continuando con la consigna es menester que nos aboquemos ahora a
explicar el cuarto ítem mencionado entre los requisitos que establece la ley, esto es, el
impedimento de ligamen.
Sabemos que cuando hablamos de impedimento de ligamen nos referimos a aquella
situación en la cual, ambos, o por lo menos uno de los convivientes en este caso no ha
dado disolución formal y con todos los alcances de la ley a un matrimonio anterior por
lo cual se encuentra todavía alcanzado por los efectos jurídicos que se desprenden del
mismo. De esta manera, tanto el Código Civil y Comercial como la doctrina y la
jurisprudencia son claros en establecer que si media impedimento de ligamen para uno o
ambos convivientes, no importa cuán larga sea la convivencia (es decir, no importa por
cuanto supere el mínimo legal requerido para las uniones convivenciales de dos años) ni
si los convivientes hubieren tenido hijos, no se estará frente a una unión convivencial y,
por lo tanto, no se encontraran bajo ningún aspecto amparado por las disposiciones del
código que regulan las mismas.
Un caso en el que se puede evidenciar a las claras el significado del impedimento de
ligamen en una unión convivencial es el fallo de primera instancia que da lugar a
“C.F.A s/ materia a categorizar” de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial
de Junín.
Aquí, dejaremos de lado el fallo de la cámara de apelaciones para centrarnos en los
hechos que motivaron la instancia de apelación.
Los mismos fueron que la señora F.A.C convivió en una relación de hecho con el Sr. C.
A. T desde el año 2009 y hasta el fallecimiento de este último, momento en que surge el
conflicto. Esto se da debido a que la jueza de primera instancia entendió que la
convivencia entre la Sra. F. A. C y el Sr. C. A. T no constituyo una unión convivencial
en los términos del art. 510 del Código Civil y Comercial de la Nación dado que el Sr.
C.A.T. estuvo legalmente casado con la Sra. B hasta el dictado de la sentencia de
divorcio que tuvo lugar el 14/12/2014.
Es decir que, hasta el momento de dictado de la sentencia de divorcio en el año 2014,
existió entre la señora F.A.C y el señor C.A.T impedimento de ligamen para considerar
a su convivencia de hecho tutelada por las disposiciones que rigen las uniones
convivenciales. De esta manera, solo con la sentencia de divorcio comenzó a correr el
plazo de dos años que dispone el inciso “e” del artículo 510 del código, pero, como
sabemos, este plazo no llego a cumplirse debido al fallecimiento del señor C.A.T en el
año 2016 quedando la convivencia, como así lo entendió la jueza de primera instancia,
como una simple convivencia de hecho que no posee tutela legal.