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Teorías y métodos
de las matemáticas
aplicadas
Enzo Levi
Teorías y métodos
de las matemáticas
aplicadas
Enzo Levi
FACULTAD DE INGENIERÍA
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO
IMTA
INSTITUTO MEXKMNO DE TECNOLOGÍA DEL AGUA
Teorías y métodos
de las matemáticas aplicadas
Diseño y Producción
Subdirección Editorial IMTA
CAPITULO I
CAPITULO II
F U N C I O N E S D E VARIABLE C O M P L E J A
CAPITULO III
D E S A R R O L L O S E N SERIE
CAPITULO IV
CALCULO FUNCIONAL
I. ELEMENTOS DE CALCULO DE VARIACIONES
80. Concepto de funcional 133
81. Máximos y mínimos de funcionales 134
82. La ecuación de Euler 136
83. Dos problemas 139
84. Variación de una funcional 142
85. Extremos de funcionales de varios argumentos 143
86. Extremos con condiciones auxiliares 145
87. Problemas isoperimétricos 147
88. Variación de una integral doble 148
89. Principios variacionales de la Mecánica 150
90. Ecuaciones de Lagrange 153
91. El problema de la cuerda vibrante 154
II. FUNCIONALES LINEALES
92. Representación integral de las funcionales lineales 157
93. Espacios de Hilbert 158
94. Sistemas de referencia ortonormales 161
95. Ecuaciones integrales lineales 164
96. Resolución de las ecuaciones de Volterra de segunda especie .. 165
97. La convoludón 167
VIII ÍNDICE GENERAL
CAPITULO V
CAPITULO VI
GEOMETRÍA DIFERENCIAL
I. CURVAS ALABEADAS, ENVOLVENTES Y SUPERFICIES
DESARROLLABLES
143. Tangente y plano osculador a una curva alabeada 265
144. Curvatura de las curvas alabeadas 266
145. Torsión de una curva alabeada 268
146. Planos prindpales , 270
147. Fórmulas de Frenet 271
148. Envolventes de curvas plan:» 271
149. Envolventes de superficies 274
150. Envolventes de curvas alabeadas 274
151. Superfides desarrollables 276
II. GEODÉSICAS, ASINTOTICAS Y LINEAS DE CURVATURA
152. Teorema de Meusnier 280
153. Variación de un arco de curvatura perteneciente a una superficie 282
154. Geodésicas de una superficie 283
155. Coordenadas geodésicas 287
156. Curvatura geodésica 289
157. La Involución de Dupin 290
158. Tangentes principales y lineales asín cólicas 292
159. Tangentes de curvatura 295
160. Teorema de Euler 298
161. Lineas de curvatura 299
162. Curvatura de una superficie 301
163. Teorema de Joachimsthal 304
164. Sistemas triples ortogonales de superfides 305
165. Teorema de Dupin 306
166. Lineas de curvatura que son geodésicas 308
III. ANÁLISIS DE LAS SUPERPICIES POR COORDENADAS
CURVILÍNEAS
167. Las formas cuadráticas fundamentales 309
168. Casos de simplificadón de las formas cuadráticas 311
X ÍNDICE GENERAL
E N Z O LEVI
CAPITULO I
ANÁLISIS VECTORIAL
Y TEORÍA DEL POTENCIAL
i
2 ANÁLISIS VEC TORIAL Y TEORÍA DEL POTENC IAL C[ AP. I
dx*Li = du
y dividiendo entre dx
du du_
i =
dP dx
es decir, por (2.1)
du dux . duy
dP I = dx dx
, +
dx*-
10 ANÁLISIS VECTORIAL Y TEORÍA DEL POTENCIAL [CAP. I
grad f ■ dP = df (H.l)
OP
grad r dP = — dP
y por la arbitrariedad de dP
gradr = ^ . (13.2)
En conclusión, el gradiente de la distancia entre un punto fijo O y
un punto variable P es un vector unitario, dirigido según la recta
que une O y P, en el sentido desde O hacia P.
Ahora queremos calcular el gradiente de la distancia r entre un
punto P variable y un plano fijo. Sea C¿ el pie de la perpendicular
bajada desde P sobre el plano. Entonces tendremos como antes
r2 = (QP)2, y luego por (6.3)
¿(r 2 ) =2QP dQP = 2QP ■ dP 2QP . dQ.
Pero el punto Q se desplaza sobre el plano; por tanto el vector dQ
es siempre perpendicular a QP, siendo
QP dQ = 0.
Reemplazando en la relación anterior, se obtiene
,f 3/ . , 3/ . , 3/ .
(14.2)
(14.3)
y elevando al cuadrado
1 + 1 + 2 eos A'PB = 1
gida según el vector grad f en ese punto. En efecto, para todo des
plazamiento superficial dP, ha de ser f(P) ■=. cte, luego df = 0.
Teniendo dP dirección arbitraria y debiendo ser siempre
gradf • dP = 0,
grad / resulta perpendicular a la superficie.
De lo anterior se deduce de inmediato la ecuación del plano
tangente a una superficie. Sea f(x, y. z) = 0 la ecuación de la
superficie. Por lo que acaba
I grad f mos de decir, el vector grad / es
normal a ella. Tomando el plano
tangente en el punto P y otro
punto M sobre el mismo plano,
resulta
P M g r a d / = 0. (16.1)
Si las coordenadas del punto P
genérico de la superficie son x, y, z.
y las del punto M del plano tan
gente son X.Y.Z. la ecuación (16.1) se escribe bajo la for
ma usual
(Xx)fx+(Yy)*L+(Zz)dl = Q. (16.2)
du
(dsSP —8sdP) + (19.1)
3s
Pero se tiene por ejemplo, análogamente a (18.5),
y reemplazando en (19.1),
r o t u • (dP X S P ) =
= (dPxSP) • [gradrx|^+gradsx|^+ . . . ] .
t X + jX + kX
d x dy dz
o sea
rotu = ^x(i X u) + ^ (j X u) + ^z (k X u). (20.1)
= m(du • SP X BP + 8u BP X dP + flu ■ dP X S P) +
+ (grad m . dP) (u ■ S P X BP) + (grad m . SP) (u . 6P X dP) +
+ (grad m . BP) (u • dP x S P) = m div u • (dP • SP x BP) +
+ grad m . [dP(u . SP x BP) + S P(u . BP X dP) +
+ B P ( u . dP x S P ) ]
y recordando (5.8)
div (mu) ( d P - S P X BP) =
= m div u(dP ■ S P X BP) + grad m • u(dP . SP X BP).
Por no ser nulo el factor dP • SP x BP, sigue la relación (21.3).
+ ( £ * + £ * + ■..)••*** +
+ (&r + %Js+...).dPxSP =
du [(gradr . dP) (S P X BP)+(gradr . SP) (BP X dP) +
3r
du
+ (gradr- BP) (dP X S P ) ] + g - [ (grad s ■ dP) (S P X BP)+
+ (grad s - SP ) ( B P x d P ) +(grad S - B P ) ( d P x S P ) ] + . . .
y por (5.7)
div u(dP . SP x BP) = du (dP • SP x BP)gradr +
3r
du
+ ds (dP ■ S P x BP)grads +
Por no ser nulo el factor dP ■ S P X BP, sigue la fórmula
. du , . du , . du 3 ,. . 3 ,. * , 3 ,. „ *
= ' • Tx + >Ty + k ■ di = Tx{l ■ U) + d~y {> ■ U) + Tz{k ■ U)'
de donde, expresando u de acuerdo con (2.1),
,. 3ux 3u du
div u . = 5í + ^ y + ~^Jz (23.1)
dx dy dz
v2-X+ 92
+ 32 (24.4)
V2/
= dP . S P X BP [ ¿ ( a r a d / • S P X BP) + (24.6)
+ 8 ( g r a d / • BP x dP) + d ( g r a d / • dP X S P ) ]
24 ANÁLISIS VECTORIAL Y TEORÍA DEL POTENCIAL [CAP. I
v2/ = o (25.1)
/ = I (25.2)
o sea que
V3— = o (25.4)
r
como queríamos comprobar.
(*) Se dice que {(x, y, z) es una [unción homogénea con grado de ho-
mogeneidad k en las variables x.y.z, cuando l(tx.ty.tz) =tkf(x, y, z). Para
una función de este tipo vale el reorema de Euler: O P • grad / = k}.
25-26] OPERADORES DIFERENC IALES 27
Pn
D« — (26.1
r 2n+1
r
De aquí se deduce en particular que D " ( l / r ) es también una fun
ción homogénea, y que su grado de homogeneidad es n— (2r? + 1) =
= — (n + 1), y aplicando a D " ( l / r ) el teorema de Euler sobre fun
ciones homogéneas, resulta
grad x = i, grad p = ——
n
grad r = nr, grad 0 = — n,, grad cp = K <p (28.2)
0
r ™ r sen 0
Como aplicación, queremos expresar por medio de estas coorde
nadas el laplaciano de una función f. Admitiendo primeramente que
tenemos en coordenadas cilindricas
/ = f(x. p. cp),
los vectores dP, SP, 6 P de la fórmula de Lame (24.6) pueden
escribirse
dP = nt dx . S P = «,, dp , OP = n9 (pdcp)
y siendo los tres ortogonales entre sí, por ser tales las superficies
coordenadas, resulta
S P X BP = pnx dp dcp , ÜP X dP = pnp dcp dx ,
dP X S P = nv dx dp , dP ■ S P X BP = p dx dp dcp
Siendo además por (36.3)
b grad f • n 9 = ft J ,
p9cp
la (24.6) se hace
3
ir-
^UM'W) + 3p V5 3p / +
3cp (p3cpjJ
p
32 ANÁLISIS VEC TORIAL Y TEORÍA DEL POTENC IAL [CAP. i
(28.4)
AP X S P = n dS
habiendo indicado con dS el área del rectángulo elemental de lados
dP y SP. Por tanto, recordando la definición (17.1) y la relación
(18.1), resulta para cualquier vector u función de P,
= j du SP — j S u d P = [ d ( u S P ) — j B (u ■ dP)
y luego
div u dV — — i u • n dS
JV Js
(30.3)
d V
\ v ^ =- \ ^ ^ - ^ . \ v ^ á V = ---\s»Ain)dS.
3x
fl
í,-^-
3x
« : (i • n)dS. (31.1)
Pero
"x* + uyj + uzk = u ,
3°« .• , du, . L du¡ , 3u
dx l + 'dx ' + 3x 3x
Por tanto, multiplicando las igualdades (31.1) la primera por ¡, la
segunda por / y la tercera por k y sumando, resulta
I 3u
3x
dV = — J u(i n)JS (31.2)
\vt\7igdV = -\j4jLdS-\yg_radf.qTadgdV.
Análogamente intercambiando las funciones / y g se tiene
[ p V 2 / d V = - ¡ gM-dS-\ qradgaradfdV
iv is on iv
y restando miembro a miembro
9
[ -dS = 0 [si 7 2 /' = 01 (32.3)
Js d i
y de la segunda
ís {f^T-9-w)dS =0
t s i V 2 / = V2,9 =--0]. (32.4)
í,('^HJr)*--U¿*-U-l-*=
„_¿J i <,_ / ., <tt -¿,..4.ip-.¿r i -J£-<o:.
Reemplazando en (33.1) y poniendo d i = R2 da. (da se llama el
ángulo sólido bajo el cual se ve desde A el elemento superficial dD),
obtenemos
_4Tc/ 0 -pf*-j^da.
Jo on
Si ahora reducimos la esferita £ haciéndola tender al punto O, con
lo que el volumen W y e\ radio R tienden a cero y / a /„, la última
ecuación resulta en el limite
l 9
f -J-[ (f ^ / ^ Md5 (34.1)
'"- 4TC J S V ~~d" ~r~ ~fo)
y manifiesta que los valores que una función armónica adquiere den-
tro de un campo, están totalmente definidos en cuanto se conozca a
la función y a su derivada normal sobre la frontera del campo.
Si hacemos / = 1 en la ecuación (34.1), obtenemos
f - i i i / l L d S = 4TC. (34.2)
Js dn
Pero si recordamos que 1/r es armónica y le aplicamos la (32.3),
obtenemos
f Wl£LdS = 0. (34.3)
Js dn
fórmula que parece en contradicción con la anterior. La explicación
de esta contradicción aparente está en que la fórmula (34.3) vale
para el contorno S de un campo que no incluye al punto singular
r = 0, y la (34.2) para el contorno de un campo que sí lo incluye.
En campos de este último tipo la función 1/r no es regular donde-
quiera, y por tanto no puede considerarse armónica (ya que, como
señalamos en el No. 25, la definición de función armónica implica
entre otras cosas su regularidad).
De la máxima importancia en la teoria del potencial es el teorema
del valor medio de Gauss relativo al valor que una función armónica
adquiere en el centro de una esfera. Supongamos que el espacio V
sea una esfera Z de radio R y que O sea su centro. Entonces la
42 ANÁLISIS VECTORIAL Y TEORÍA DEL POTENCIAL [CAP. I
Esta fórmula constituye el teorema del valor medio, que puede enun-
ciarse así: el valor que una función armónica adquiere en el centro
de una esfera es el promedio de los valores que ella adquiere sobre la
superficie.
Una consecuencia del teorema de Gauss es la siguiente: una
función armónica regular en un espacio V no puede tener ni máximo
ni mínimo en el interior de V; sus máximos y mínimos estarán sobre
la superficie frontera S, que encierra V. En efecto, supongamos por
reducción al absurdo que un máximo de la función armónica / se en-
cuentre por ejemplo en el punto interior O. Tracemos una esfera de
radio R con centro en O y toda incluida en V, y sea £ su superficie.
En todo punto de la superficie de la esfera se tiene por hipótesis
/ < fo, y por tanto
[ fdL<f„- 4TC/? 2
J i
en contradicción con (34.4). Análogamente se comprueba la impo-
sibilidad del mínimo.
Si una función armónica en el interior de un campo V toma un
valor constante sobre toda la superficie frontera LS, entonces deberá
de tener ese mismo valor en todo el interior de V, ya que de otro
modo tendría en el interior un máximo o un mínimo, en contradic-
ción con el teorema anterior. En particular, si la función armónica
se anula sobre la frontera, vale cero también en todo el espacio
interior.
34-35] FORMULAS INTEGRALES Y FUNCIONES ARMÓNICAS 43
h=h
en todo V y sobre 5 . La unicidad de la solución queda así com-
probada.
El problema de Neumann consiste en determinar una función ar-
mónica /, regular en el interior de un campo V, supuesto conocer
los valores de su derivada normal df/dn sobre el contorno S. Aquí
también se r. aede comprobar la unicidad de la solución, siempre que se
acepte en este caso que ella incluya una constante aditiva arbitraria,
ya que el hecho de conocer sobre el contorno no la función sino la
derivada de ella, deja a la función indeterminada por una constarte
aditiva. La comprobación de la unicidad se efectúa así. Supongamos
tener, a un mismo tiempo, dos funciones /i y /2, armónicas y cuyas
derivadas normales adquieren sobre la superficie S valores iguales.
Entonces la diferencia /i — f2 es armónica y tiene derivada normal
nula sobre 5 . Apliquemos ahora la primera fórmula de Green (32.1)
44 ANÁLISIS VECTORIAL Y TEORÍA DEL POTENCIAL [CAP. I
[ ( / . - / ; ) V 2 ( / 1 - / 2 ) d V + [ [grad (fi-f2)]2dV =
i v JV
= -Js (tx-h)-^(h-h)dS.
La primera y la tercera integral son nulas por lo que acabamos de
decir; ha de ser, luego
grad(/,-/2) = 0
en todo el espacio V, de donde resulta
/i - h = cte
como se quería comprobar.
Con respecto a la solución de los dos problemas anteriores cabe
una observación importante: mientras que en el de Dirichlet los
valores de la función incógnita sobre el contorno pueden asignarse
de manera arbitraria, no pasa lo mismo con los valores de la deri-
vada normal en el problema de Neumann, puesto que hay que ase-
gurarse de que dejen satisfecha la condición (32.3).
p(M) = - ^ (36.1)
= ?(M)[grad-ly] dV = [ g r a d - ^ ^ - ] dV .
p(M)
U(P) = dV (36.3)
V 2 £ / = 1 P ( M ) V 2 -T- d V
Jr
y esta integral es nula por ser 1/r armónica.
46 ANÁLISIS VECTORIAL Y TEORÍA DEL POTENCIAL [CAP. I
— [ V 2 Í7 dV = [ 4rc p dV
i V i V
36-37] FORMULAS INTEGRALES Y FUNCIONES ARMÓNICAS 47
o sea
i (V 2 í/ + 47:p)dV' = 0 .
Sofere una curva plana cerrada se conviene tomar como sentido po
sitivo de circulación el que deja a su izquierda el interior del área
contenida en la curva. En estas condiciones, considerado en un pun
to P ' del contorno L, el desplazamiento infinitésimo dP tangencial a
la curva y el vector unitario normal n dirigido hacia el interior, re
sulta. como se ve en la figura,
u' • dP — u ■ n dL
siendo dL, módulo de dP. la longitud del elemento de arco del con
torno. Reemplazando en (37.1) y tomando en cuenta que
,. 3u t 9uv
div u = —
3v 1 3y
se obtiene la fórmula
yif dA = í ^dL. 37 3)
\L dn
Además, procediendocomo en el No. 32, consideradas dos funciones
f(x. y) y g(x. y), la primera fórmula fundamental de Green (32.1 )
adquiere la forma
■ Í h w = 0. ,38.1)
OP xi + yj
r2 x + y2^
y por tanto
V 2 ln i = div (grad In M = y
3xx 2 + y2 dyx2 + y2'
suma que vale cero por ser
_3^ x 3 y —x2 + y2
2 1
dx~x "+y ~ ~dy x ^ + y ~ (x2 + y 2 ) 2 '
Por tanto la función — In r es armónica en el plano, donde se presta
a una utilización análoga a la de la función 1/r en el espacio.
Pongamos g = — In r en la segunda fórmula fundamental (37.3).
Si repetimos el desarrollo efectuado para el caso tridimensional en
el No. 33, reemplazando volúmenes por áreas y esfera por círculo,
obtenemos de manera absolutamente parecida la fórmula de Green:
f^Mí'^r'^y^i^'1^ (38.3)
50 ANÁLISIS VECTORIAL Y TEORÍA DEL POTENCIAL [CAP. I ]
/0= * j ( l n r - | t _ / ^ . W , (39.1)
2TC jL \ dn dn )
y permite, como la análoga tridimensional, calcular la función / en el
punto O interno al área A, conociendo los valores que / y su deri-
vada normal adquieren sobre el contorno L.
Si la figura A es un círculo or de radio R y centro O, entonces
se deduce de la fórmula anterior el teorema del valor medio de Gauss
f
°=2¿RÍfd°
que, por ser dcr = Pd0, siendo 0 la anomalía alrededor del centro del
círculo o", puede escribirse
1 r r2ir
2ir
(39.2)
?
CAPITULO II
FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA
si
'
5i FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA [CAP. II
Az-.o Az u-o\ As l As ¡
y luego
3u> dx dw dy
, Aw dx ds ~dy ds ... n
lim
~A—= ' J J • I^LIJ
A:-.O Az dx . dy
~dJ + ' ds~
Este límite, que depende únicamente de la dirección de la tangente
a la curva L en el punto MQ, se llama derivada de w según dicha
dirección. En particular las derivadas direccionales de w tomadas
según las paralelas al eje x y al eje y que pasan por M 0 , resultan
respectivamente
fc. l ^ . (41.2)
3x i dy
Ahora, para llegar al concepto de función de variable compleja,
tenemos que imponer, con Cauchy, una última condición de máxima
importancia, a saber: que la derivada de w en el punto M<¡ sea inde-
pendiente de la dirección según la cual ha sido calculada. Por ejem-
plo se necesitará que las derivadas (41.2), calculadas según las
direcciones de los ejes, sean iguales, o sea que
(41.3)
54 FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA [CAP. II
© ^Í^L
*
--• rradas, sobre las cuales tomaremos,
según la convención del No. 37,
como positivo el sentido de reco-
rrido que deja la región a la iz-
Qy$*
quierda% Se dice que G constituye
una región conexa cuando ésta es
de una sola pieza, o más exacta-
mente cuando dos puntos cuales-
quiera A y B de la región se pue-
den juntar por un camino continuo que no sale de la región misma.
También una región agujereada como la de la figura (a) es
conexa, mientras que no son tales los dos campos dibujados en (b),
41-42] FUNCIONES MONOGENAS SEGÚN CAUCHY Y RIEMANN 55
a0 + a, z + a2 z2 + . . . = ¿ a„ z" . (43.1)
Rm < k .
1—q
Luego, siendo q < 1, bastará tomar m lo suficientemente grande
para que sea
S= Í anz" (43.3)
(44.2)
n=l
lim - ^ - • =s q < J .
2íl-=1+^+5!+3T+---
44-45] CFUN IONES MONOGENAS SEGÚN C AUC HY Y RIEMANN 61
„3
+
( 2 n + 1)! 3! 5!
f (-1)' 2n)!
= 1
2! +
4!"
son series cuyo radio de convergencia es infinitamente grande, o sea
convergen en todo el plano complejo. Esto se comprueba aplicando
el criterio de d'Alembert (o de la razón), ya que, por ejemplo para
la primera serie, se tiene para todo z finito
UH._\_
lim = lim — = 0< 1
Un 'i
y análogamente para las otras. Si z es real, o sea si z = x, dichas
series representan respectivamente las funciones ex, sen x y eos x;
como también para valores complejos de z dichas series tienen un
significado bien definido, puesto que representan funciones de la
variable compleja z finitas, continuas y uniformes (o de un solo va
lor) en todo el plano, se conviene representar a dichas funciones por
los símbolos (hasta ahora sin sentido si z no es real) e, sen z y cos z
respectivamente. En otras palabras, aceptaremos como definiciones
las expresiones siguientes
z2 z3
e = 1 + z + 2| + 3T + • • ■ (45.1)
,3 .5
sen z — z + (45.2)
3!" 5!
,2
cosz = 1 — - r + -4! (45.3)
Estas tres funciones están ligadas entic sí: en efecto, si en la pri~
mera reemplazamos z por iz, obtenemos
,J 4 5
e"=l+« ¿j
' 3! + 4T + ' 5T
+,
('2r + íf) '(>3r + 5r)
o sea
3 2 2
_l z . + 3z z' _+ 3zz' + z" h .. .
= 1 f (z + z H —2] r — y + • • •
e* e- — e- (45.6)
e" + e~i:
eos z = (45.8)
45] FUNCIONES MONOGENAS SEGÚN CAUCHY Y RIEMANN 63
senz (45.9)
r = V ? + ? . 0 = arctg^ (45.13)
e'
ln .' [46.2)
que por esto resulte ninguna conexión entre los tramos cruzados;
podemos evitarlo. Supongamos, con tal objeto, que separamos los
planos a y a', giramos el plano a' dándole una vuelta de 180° alre-
dedor del eje real, juntamos entre sí las dos orillas derechas y las dos
izquierdas de los tajos, y final-
mente aplastamos a' contra a-
Tendremos así un solo plano de
dos caras, cortado a lo largo del
semieje Ox, plano cuya cara su-
perior corresponde al plano a, la
inferior a a'. Así ya no hay que
cruzar para pasar de un plano a
otro: es suficiente darse vuelta
de la cara superior a la inferior
cada vez que se encuentre el cor-
te, como hand una hormiga pa-
seando sobre una hoja de papel.
Todavía podria no gustar este paso de una cara a otra, que no
se apega al concepto de plano como figura sin espesor. También
esta dificultad no es esencial: existen superficies, llamadas superfi-
cies uniláteras, que gozan de la
propiedad de que se puede pasar
con movimiento continuo y regular
de una cara a otra de ellas, pu-
diéndose transformar topológica-
mente nuestro plano de dos caras
en una de éstas. La más conocida
es la cinta de Moebius, obtenida
de una tira plana ABB'A', torcién-
dola y juntando sus extremos de
modo que A coincida con B' y A'
con B, tal como se ve en la figura.
Un punto que recorre la superficie saliendo de una cara, termina
una vuelta llegando a la cara opuesta.
Si ahora consideramos la función V~z7 siendo n un entero cual-
quiera, vemos como antes que su argumento tiene n determinaciones
68 FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA [CAP. II
tico A, hay que considerar también como punto critico al punto im-
propio y cortar el plano sobre un arco de curva que una los dos. Si
la función tiene, como Vz 2 — 1, dos puntos críticos A y B a distancia
finita, entonces una vuelta alrededor del punto impropio no afecta
la monodromía; luego éste no es punto crítico, y es suficiente el corte
entre A y B.
Si Pm(z) es un polinomio de grado m en z, por el Teorema Fun-
damental del Algebra (ver más adelante. No, 63), P,„ posee m ceros.
Luego también la función -^fPm(z), siendo n un número entero
cualquiera, tiene m ceros, que son todos puntos críticos para ella.
Si m es par, el razonamiento que acabamos de hacer comprueba que
no hay otros, y por tanto se conseguirá una representación monó-
droma de la función por medio de una superficie de Riemann de n
hojas con tajos que unen los puntos críticos de dos en dos, sin cru-
zarse; si m es impar, el punto crítico sobrante tendrá que unirse con
el punto impropio dtl plano complejo, que habrá que considerar tam-
bién como punto crítico.
70 FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA [CAP. II
Supongamos con tal objeto que P(x, y) y P ' f a . o ) son dos pun-
tos correspondientes en la transformación considerada
» = /(*). (48.1)
Sea y = y(x) una curva / del plano z, que pasa por P. v — v(u) la
curva correspondiente / ' que pasa por P*, y sean 6, 6' los ángulos que
48] FUNCIONES MONOGENAS SEGÚN CAUCHY Y RIEMANN 71
*» = $ ) , *
y luego, reemplazando dw y dz por las expresiones (48.2),
ds e 9
' ' ' = (j£\ dse*. (48.3)
Puesto que
fdf\ UH
¡ arg(dí/dj)f
\dzj P \dz\¡\P
e
(49.
= cosz1 (49.3)
= 1 (49.5)
coshr y senh2
y tomando en cuenta que cosh2 y — senh2 y = 1, que las rectas
x = cte del plano z corresponden en el plano w a las hipérbolas
homofocales (cuyos focos son los mismos que los de las elipses)
1 (49.6)
eos X sen¿ x
Siendo que la transformación es conforme, podemos concluir que,
como las rectas x = cte, y = cte, así también las cónicas (49.5) y
(49.6) constituyen dos familias de curvas que se cortan mutuamente
en ángulo recto, hecho que por otro lado no es difícil comprobar
directamente.
La transformación
z— i (49.7)
" T+T
49] FUNCIONES MONOGENAS SEGÚN CAUCHY Y RIEMANN 75
se puede escribir
-C
2z
w 1 + z +' i-* 1 +
2
¡0
de donde resulta de inmediato que si z es real, y se escribe
z = tangy,
siendo ft un ángulo conveniente, resulta
w = — (eos í) + i sen ft) = — e'*.
Luego al eje x (línea sobre la cual z es real) corresponde en el
plano w la circunferencia de centro en el origen y radio unitario
(línea sobre la cual w = — e ' 8 ) , y precisamente recorriendo z el eje
real desde — oo hasta + °o. w
recorrerá la circunferencia unita-
ria en sentido positivo, saliendo i/
de u/ = 1 y volviendo al mismo
punto. Los dos semiplanos en que
III
el eje x subdivide el plano z co-
rresponden uno a la zona interior
y otro a la exterior a la circunfe-
rencia unitaria del plano w, y precisamente el semiplano y > 0 corres-
ponde al interior de la circunferencia, ya que, por ejemplo, el punto
z = i corresponde por la fórmula (49.7) al centro w = 0 y el
punto z = — i corresponde al punto impropio w = oo.
De interés es también la transformación
r~
w = (49.8)
\X~ddÍ~!y)dxdy =
"U(udx rdy)
y si procedemos de la misma forma poniendo uv = i\ ii, = u, ob-
tenemos
78 FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA [CAP. II
o t i - í - j w(z)dz = 0
y luego
í - = í - = (2"id& = 2 w . (53.2)
L Z Je Z Jo
Supuesto que se elige como línea L una circunferencia con centro en
el origen y radio x0, si la subdividimos en dos partes, la que está por
encima y la que está por debajo del eje x, deducimos por razones
de simetría que la integral entre los dos puntos del eje x de abscisa
— x0 y +Xo vale
r™ dz
-=+TC¿, (53.3)
z
con signo menos si el camino de integración pasa por encima del ori-
gen, con signo más si pasa por debajo.
• Análogamente, la integral de la función 1/z2 sobre una curva
cerrada L alrededor del origen será
l dz f dz . f2* dft .rf dd i2* dftl
52-53] INTEGRALES DE LAS FUNC IONES DE VARIABLE C OMPLEJA 81
dz dz dz dz (53.5)
2 "-,- =
z I 'z +~ +A:
Ahora, puesto que sobre c, z — 1 =
= e'9, resulta
dz
dfl ÍTt
y además
& \2 —«. * r dz
s=[ln(z + I ) ] ' = ln3
Jo z + 1
1
2 In 3
J: z — 1 L z + 1 J,
82 FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA [CAP. II
í dz (54.2)
extendida al contorno cerrado L constituido por los semicírculos
c, y cR de centro en z = 0 y radios r y R (R > r) respectivamente,
orientados como se ve en la figura, y los segmentos (— R, — r) y
(+r, +R) del eje x. En el cam-
po S interno a este contorno la
función eiz/z es holomorfa, en
cuanto sus singularidades, que son
un polo para z = 0 y una singu-
laridad esencial para z = oo, que-
dan excluidas del campo. Por lo
tanto por el teorema de Cauchy la
integral (54.2) es nula, o sea,
separando el camino de integración en sus cuatro partes y conside-
rando en cada tramo como positivo el recorrido de izquierda hacia
derecha.
Í:4-*+J:-?-*-JV dz
L dz. (54.3)
53-54] INTEGRALES DE LAS FUNC IONES DE VARIABLE C OMPLEJA 83
- ^ - d z j ^ 2(E + e ) = 4 e
' CR
y por tanto
lim [ —dz = 0. (54.6)
R -» oo J CR Z
w= \R(yfPjz).z)dz. (55.4)
dz
w=V . (56.1)
2
Jo V d — z )(\— k2Z2)
siendo k una constante real menor que la unidad. Esta relación indica
claramente que w varía en función del extremo superior de integra-
ción z y del parámetro k. Queremos analizar cómo varía w cuando z
recorre el eje real x.
La función integranda es el producto de los cuatro factores
1 1 1 1 (56.2)
V1+ z' V 1.— z ' V i + Az V i — Az
que poseen polos respectivamente en los puntos z = — 1, z = + 1,
z — — \/k, z = + \¡k. Para evitar tales puntos singulares, el ca-
mino de integración, que recorre el eje x, se hará girar por encima
86 FUNCIONES DE VARIABLE C OMPLEJA [CAP. II
■ • : • ; ; ; : :
I l l Hi
!/k I *f *l/k
dz
K ■i: V(lz )(l*2z2)
2 (56.3)
*+']■; dz
w
vo 1)(1 — k2Z2)
La última integral es real, y varía del valor cero, para z = 1, al valor
i
dz
«-i, V7^ l)(I*V)
(56.4)
y se obtiene w = iK'.
Concluyendo, al ir z de 0 a oo, w recorre el contorno rectangular
abierto (0, K, K + iK', iK'); si z va de 0 a — oo, se ve de manera
análoga que w recorre el contorno simétrico del anterior (0, — K,
— K + iK',iK'), de donde se concluye que la relación funcional
(56.1) transforma el eje real del plano z en el contorno rectangu- "j
Jar (K, K + iK', —K + iK', —K) del plano w. Luego la misma rela-
ción hace corresponder los dos semiplanos en que el eje x corta el
plano z, el uno al área interior y el otro al área exterior al rectángulo
señalado. Precisamente, se comprueba que es el semiplano de las y
positivas el que corresponde al interior del rectángulo. La fórmula
(56.1) ofrece por tanto la transformación conforme que representa
un semiplano en un rectángulo. Los puntos singulares de la trans-
formación son los vértices del rectángulo, donde dw/dz = oo.
Obsérvese que las dimensiones 2K y K' del rectángulo no son
ambas arbitrarias, por estar K y K' ligadas a k, y luego entre sí, por
las relaciones (56.3) y (56.4). K y K' se llaman integrales elípticas
completas de primera especie. La relación (56.1) se escribe a veces
en la forma abreviada
w = F(z.k), (56.5)
simbolizando F(z,k) la integral elíptica de primera especie.
/..
ags •?
al valor
.0 _ . ja
57] INTEGRALES DE LAS FUNC IONES DE VARIABLE C OMPLEJA 89
B = [* (2 — a ) » 1 (z — b)*x (z — c)7]dz
Jo
y reemplazando en (58.1),
w
i t\ 1 1 (z) ¿ (58.2)
w (z) = -¿Til
T-r<b
) L Z
-¡dz
Z
57-59] INTEGRALES DE LAS FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA 91
vS(Z')=-±r*
2TO ¡ /. {z — -Tz')'
^^-dz
»i >\ 2 ( VJ(Z) ,
W" (z')= -j-?- (b - j - - L - U r dz
2m j L [z — z ) i
etc. En general, la derivada de orden n resulta
"W,1'> = -Hrí.-R^pp"'--- <58J1
Siendo que la expresión integranda en esta última fórmula es conti-
nua y limitada sobre el contorno L, la integral siempre existe. Pode-
mos concluir que una función de variable compleja z posee derivadas
de todos los órdenes, siendo éstas también funciones de la variable
compleja z.
P,(z) = - 2 - ( 5 z 3 - 3 z )
P 4 (z) = i - ( 3 5 z ^ - 3 0 z 2 + 3)
d2P, dP„
1 _ 2i) ^ í - 2z ZLO- + n(n+ 1 )P„ (59.4)
dz dz
*?•>
2
- lüJlJJl". + 2 1 X W - +3IL" Sdr
dz ' ~ ' 2nf • 2» " " ] L (í"=Tzl" "
y reemplazando estas expresiones y la (59.3) en el primer miembro
de la ecuación (59.4), éste se hace
., .. d2P„ - dP„ . .„ n + 1
[(1
í TT^Tp^ - * 2 ) ( n + 2 ) - 2 z ( t ; - z ) + n(;-z)2]dj;.
"' (59.5)
59-60] INTEGRALES DE LAS FUNC IONES DE VARIABLE C OMPLEJA 93
% w(z)dz = 0, (61.1)
JL
60-61] INTEGRALES DE LAS FUNCIONES DE VARIABLE COMPLEJA 95
()) w(z)dz
) I.
=
= (ji i
w{z)dz
J ÍA'rh
í
+ <\¡> w{z)dz
J h + Li
(61.2]
queda
u>(z') = f>„z"\ (62.3)
«O
a„ = ~w^(0). (62.4)
n!
El desarrollo en serie de Taylor (62.3) se puede por tanto escribir
w (2 . ) = i J ^M0L 2 ,„ (6M)
Lo dicho anteriormente con respecto a funciones holomorfas en
círculos con centro en el origen se extiende con un razonamiento
similar a funciones holomorfas en círculos con centro en un punto
z = z0 cualquiera. Se obtiene con toda facilidad la fórmula
'- W^(Z0)
w(z')=X ró (62.6)
n!\* (**-*>)"
Por tanto roda función holomorfa se puede expresar, dentro de un
campo circular, por medio de un desarrollo en serie de potencias de
Taylor.
w(z0)~ u>(0) =
1
2TCÍ
■<r>
f , . /
w(z) (_J1 ±U =
Je \Z Z0 Z )
1 í z0 w(z)
dz.
2TCI Je z(z — z0)
Supongamos que se ha elegido la circunferencia c de tal manera
que su radio R sea mayor que 2 entonces sobre ella se tiene
(63.1)
iv(z0)~ w(0)
< 2* VíPlT«rf2
Pero si se escribe sobre c
Pe" dz = i Pe'9d9 ,
resulta
1
r dzl = ( 2 " p d 9 = 2itP
J4) ! Jo
y reemplazando en (63.1) se tiene por fin
/ M 1 i W(2) _!
w(z') = -,,—-fl>—---,- dz .
2711 J <- z — z
Por otro lado (65.1)
1 - 1
=
7 = 7 - z'(i-z/z') ™ 7 " M?o U ' j
siendo la serie absolutamente convergente sobre la circunferencia por
ser | z ¡ = r', | z' | > r', y luego | z/z' | < 1. Reemplazando en (65.1),
queda
«,(*') = - - L - c | ¡ w(z)-l±(^)'"dz =
2TCÍ Je' z' ,f?ü\z'J
64-66] SERIES DE POTENCIAS IOS
v. _'-lm-l) j x _'-/i |
w(z')=-±b„z'-. (65.3)
n=i
*- = ^ , «*<*>(*-=«>»-'</* (65.5)
w(z) = T2TCI
H J' —
Í Z— z
7 dz — =71' —V dz =
2TCI J ,Z — z
= íanz"'+ ¿ A , (66.1)
u=0 nil Z
"U)=7(7=T)
que tiene dos polos, uno el origen z = 0 y otro en z = 1; si nos inte
resan sus valores en la zona comprendida entre los dos polos, pode
mos desarrollarla ya sea en una corona con centro en z = 0, ya sea
en una corona con centro en ; = 1, que pase entre dichos puntos.
En el primer caso, desarrollando en serie de potencias de z y to
mando en cuenta que 0 < | z i < 1, se obtiene
(1 +z + z¿ ...) =
z(.l) z 1 z
= ~ ~ ~ \ — zz2—:.. (66.3)
«_L_[1_(._1) + ( 2 _1)2_...] =
di w(z)dz = ¿ <>
| w(z)dz ,
J L 11=1 J c.
108 DESARROLLOS EN SERIE [CAP. Ill
w (zj~ bi + (zz0)S(zz0)
_ Z —Zo / v, S(z-zp)
(Z Zo)
~Ti ~ bi[bi + (zZo)S(zz0)] •
2
Ahora el factor que multiplica (z — z 0 ) , que resulta finito para
z = Zo, representa una función S'(z — z0) holomorfa en proximidad
de ese punto; escribiremos
L
—¡T
w(z) = ^¿ih ~ (zZo)2S'(zz0).
= {6?5)
L ~dz~{ uT(l)J J :..a, = Tx "R"e"s~[uT(7)T
por ser S'(z — z0) y su derivada primera finitas en el punto z0. De
aquí resulta que, si w(z) puede expresarse por un desarrollo de
Laurent del tipo (67.4), su residuo es igual al valor de la inversa
de la derivada de la función \/w(z), calculada en el punto z0.
Como aplicación, volveremos a calcular los residuos de la función
\/z(z — 1) para z = 0 y para z = 1. Se tiene
i , ,v tí r i
w (z) '<'" átíin]*
dzLw(z)
y luego
to
[,<¿nl = [*---,■]. = -'■
. W = i a . ( , - 2 . , . + 7 í i _ + (7A_ + . . . + I - ^ r „ ,68.2)
y luego resulta
( z - Z o ) ' » u ; ( z ) = S ( z — zo), (68.3)
habiéndose indicado con S(z — z0) la serie de Taylor
S ( z - z o ) = bm + ¿ m - i ( z - z 0 ) + . . . +
4- M z - z o ) ' " - 1 + ¿ a n ( z - z 0 ) " + " ' , (68.4)
n=0
« U í - P . ^ ) = «.(*)
donde u>i(z) representa una función regular en zlt pero que sí posee
los demás polos de w. En proximidad de z2 será
f(z) = w(z)-±P
TTi
r(-LJ)
\z-z J r
<>
j ^Ldz (69.3)
L Z —Z,
w(z')=±pj-r^—). (69.4)
z
n-l \ ~Z»/
114 DESARROLLOS EN SERIE [CAP. Ill
Po = ~ , P1 = _ L _ , P2 = ±T p. = .—!—,...
Z Z — TC z — 2TC Z — UT.
p . = —!—,
z + Tt '
p2~l = —K
Z + 2TC
p..."
ZfnTt' '
Ahora, escojamos para los contornos crecientes L, rectángulos con
centro en el origen. La integral
J, S^SLLd z (70.1)
z
'
es nula, ya que el contorno es simétrico con respecto al origen y que
cotg(—z) = —cotg z, de modo que las integrales extendidas a los
lados opuestos, que se recorren en sentido contrario, son iguales y
de signo opuesto. Ahora se puede demostrar que, fijado un punto z'
y escogida convenientemente la ley de crecimiento del contorno L,
la integral
L S^JLd z (70.2)
J L Z —Z
70] LA FUNCIÓN GAMMA 115
í(cot*z-\)dz=iSW^dz-
Ahora, para calcular la integral del primer miembro es lícito emplear
la fórmula, conocida en el campo real,
[oZ(cotgz-!)dz = ln^-,
I 0 z 2 = 2 n^ dz = ln 1
( -ñ 2 l?)-
116 DESARROLLOS EN SERIE [CAP. I l l
Así se obtiene
ln sen z
= ! ' - ( ' - « )
y luego
sen z = zñ(i-4V) 2
(70.4)
n=l V n TCV
fórmula de Euler que expresa el seno por medio de un producto
infinito. Si reemplazamos la variable z por TCZ, la (70.4) se puede
escribir también bajo la forma
sen TCZ
TC 60-5)
que aprovecharemos en el artículo siguiente.
(70.5)
f f(z)dz = -cz+±(Z- + ln - J - - ) .
J z
o ÍTiV" +n /
Ahora, introduzcamos una nueva función T(z) tal que sea por de-
finición
¡^/(z)dz = l n [ z r ( z ) ] ,
Comparando con la fórmula anterior, resulta que
r(z) = "i z + n
(71.2)
70-71] LA FUNCIÓN GAMMA 117
i = e- Fi-1
n 1+ n
.l/'l
de donde se saca
1
e^ny^-e
M=I i + n
"
y luego
= lim ¿["lnr-ln(r + 1) + - 1 =
= lim [" ln 1 — ln 2 + ln 2 — . . . +
+ lnn — ln(n + l)+l+-*_ + i . + ...+JL] =
= Jim [- ln(n + l ) + l + ^ - + ^ - + . . . + l ] .
Esta expresión, observando que es
lim ln (n + 1) = lim In n ,
n —» oo rt —»oo
se suele escribir
c = Üm [ l + y + y + ... + - ^ - l n n ] (71.4)
r(z + i ) = z r ( z ) (72.1)
En efecto, se tiene
T(z + 1)
i) i. T z z+l z+ n - | .. n
= n = z m
fTzT~ ??A zTTT+2 • • • z + n+ll i ! c z + n- r .l
Pero, siendo z un número finito, es
n
lim = 1;
,_«, z + n4-1
por tanto es válida la expresión (72.1). Recordando la condición
(71.3), se encuentra sucesivamente
r(2)=ir(i)=i. r(3)=2r(2)=2!. r(4)=3r(3)=3!
y en general para rodo número enrero positivo m
r(m + l ) = m ! (72.2)
71-72] LA FUNC IÓN GAMMA 119
Tt
r(z)r(iz) = (72.3)
sen itz
•(■)=„ (72.4)
'<«.»>.=j;(i■£■)■ « * •
Haciendo r = ns, ésta se escribe
l(z, n)= n*\l ( 1 — s^s^ds. (73.3)
Jo
Integrando por partes, la integral del segundo miembro se hace
f ( 1 — s)'s*lds = \— s l ( l — s ) " T + — f (\~s)nls'ds.
Jo L. Z Jo z Jo
O b s e r v a n d o q u e el primer término del s e g u n d o miembro vale cero
y volviendo a integrar por partes sucesivamente n veces, resulta
f (1 — s)"^11 ds = — f (1 — s)" 1 s= ds = . . .
Jo Z Jo
z(z+ l ) . . . ( z + n — 1) Jo
n(n— 1 ) . . . 1 1_
=
2(2 4 l ) . . . ( z + n l ) z 4 n "
Reemplazando en (/S.3), queda
/ U
n ) = z ( z + l)...(z + n)'
siendo por (71.5), su límite para n —> oo precisamente la función
r ( z ) . Asi se ha comprobado la fórmula (73.1); la integral que apa
rece en ella se conoce bajo el nombre de integral euleriana de segun
da especie.
r(p)r(q) (74.2)
B(p. q) =
' r(p + q)
1
f
r*/2
2p 1
2r 2 (P+ ,)i e~r2 dr
2 eos 6 sen*•» 0d0 .
o Jo
La primera Jintegral,
o
para R^ oo, tiende al valor T(p + q), mien
tras que la segunda, puesto sen2 0 = í, se transforma en la integral
euleriana de primera especie (74.1). Podemos luego escribir
lim I" f * 2r2<'+«>1 e~rl dr i** 2 eos 2"~l 0 sen 2"~l 0d0l =
R-.ooL.Jo Jo -I
= r ( p + <z)B(p,q).
Comparando con (74.4) y teniendo en cuenta que los límites de los
primeros miembros tienen que ser iguales, resulta
T(p)T(q)=T(p + B
q) (p.q),
o sea la fórmula (74.2).
En particular, supongamos p comprendido entre 0 y 1, y q= 1 — p.
Entonces, recordando la (71.3), obtenemos de (74.2)
B(P, i P ) = r(p)r(ip)
o sea por (74.1) y (72.3)
[' (i^t)p1t"dt = —^~. (74.6)
Jo sen pie
Se llama función de los errores (de Gauss), y se escribe erf z, la
función
2 r« . .
(74.7)
r£
r nrcz , n-jiz "1
f(z)= a0 + (76.1)
Zk eos —j h b„ sen —j—
n=i L
que converge uniformemente en toda región interna a dicha faja.
La demostración sigue fácilmente del teorema de Laurent del
No. 66. En efecto, transformemos el plano z en un plano u, por
medio de la transformación con-
¡:QI;:3k forme
2L
e C (76.2)
M M'
con lo que la función f(z) se
)£rÁ fo /, transformará en una función F de
o_
An
= 2T L0 l{z) c_i
^ dz; Bn
= 2T L / ( z ) ci " r d2
de donde, reemplazando en (76.3), se deducen las fórmulas funda-
mentales
a =
° TT I f(z)dz> a
» = -j- \ /(z)cos-^£-dz
* * (76.4)
a =
° Yñ\ f(x)dx; a„ = -— ] f(x) eos nx dx
(77.1)
K = U* f(x)l sen nx dx
TE J - i r
/(-*)=/(*):
análogamente se dice que la función es impar cuando
/(-*) = --/(*).
Por ejemplo, la función coseno es par, la función seno es impar.
Ahora bien, las funciones periódicas pares o impares admiten des-
arrollos de Fourier especialmente simples. E n efecto, supongamos
que f(x) sea par en el intervalo (—TC, + T C ) . Entonces, siendo
/ ( — x) = / (x) y sen ( — x) = — sen x, se tiene
y restando
1 °°
(77.4)
T [/(*) — / ( - * ) ] = Z 6» sen nx
77-78] SERIES DE FOURIER 129
sen nx dx =
(1 — eos me),
TC Jü
nn
o sea b„ = 0 si n es par, b„ = — si n es non. Por tanto resulta el
ñire
desarrolló, válido entre 0 y TC,
b„ = — 1 x sen nx dx
TC J -5T
x eos nx ) 1 l eos nx dx
TC L Iir
= —5—
2
i r
nx eos nx — sen nxT_!_„
= (v l )' « + 1n2TC^ = ( l ) " + 1n
n Tc L
de donde resulta el desarrollo (de Euler) válido entre — TC y TC
y análogamente
2 * 2 * 2TC^
a„ s 9 cos n x¡ eos ( nj
T% ' k)
2 2 *
&„a v sen n x¡ sen 1 nj
2TC\
k )'
Conocidos los valores y¡ de la función, es bastante por tanto multi-
plicarlos respectivamente por los senos y cosenos indicados, efectuar
las sumas y multiplicarlas por 2/k (lo que equivale a tomar el doble
del promedio aritmético de tales productos), para obtener los coefi-
cientes a„ y bn del desarrollo, con aproximación tanto mayor cuanto
mayor es el número k de los sub-intervalos.
Existen varios métodos de análisis armónico, análogos al que
acabamos de señalar, que se prestan para el cálculo con computado-
ras electrónicas. También existen máquinas que realizan directamente
esta clase de análisis; se llaman analizadores armónicos.
CAPITULO IV
CALCULO FUNCIONAL
/ = /[«(*)]
133
134 CALCULO FUNCIONAL [CAP. IV
Jíy]=\X2F(x,y,y')dx (80.3)
^ = 0 para e = 0. (82.2)
m=j>{f-¿[f]H- <«■«>
La ecuación (82.2) puede escribirse por tanto
í>>í£-¿[a<*=°
138 CALCULO FUNCIONAL [CAP. IV
H T|(x)M(x)dx = 0 (82.6)
J *i
cualquiera que sea la función r\(x), continua con sus derivadas pri-
mera y segunda y nula en los extremos Xy y x2, entonces tiene que
ser idénticamente
M(x) = 0 para Xi < x < x2.
Para demostrarlo, supongamos que la tesis no sea cierta, o sea que
exista en el intervalo (x ( , x2) un punto x0 en el cual sea por ejemplo
M(x0)> 0.
Dada la continuidad de M(x), debe de existir un pequeño subinter-
valo (aj, a2) del intervalo (xi,x 2 ) que incluye el punto x0, en el cual
M(x) es positiva. Aprovechando
la arbitrariedad de r\(x), la esco-
y'*' f\ geremos de tal forma que resulte
positiva en el subintervalo (ai, a2),
nula en los subintervalos (xi, ai)
y (a2,x2). Entonces el producto
* n ( x ) M ( x ) resulta positivo en el
x0 Xg primer subintervalo, nulo en los
otros dos, y por tanto
(t2Tl(x)M(x)dx>0
J XI
Siendo que
+
dxldy'\~ dxldy'l ' 9y L8y'J ^ dy'ldy'±y
d2F , d2F , „ 3 2 F
7 T+y
~ dxdy' * a¡? z^np
3y' T+ "y 3y' 2 '
la ecuación (82.7) puede escribirse también
3 W ,W *F _£_„.
8y* ^+ » 9y3y' +^ 3x3y' dy (82.8)
¿ly^-*^]-
rdF , . dF „i , r , 32F „ 32F 3Fi
9 + 9 =y y +y r
-Id? W \ l ^yW ~W ~"dyi
vi M ,dF(y,y')
e integrando F(y,y') — y'—g_ü = cte (83.2)
dx = * d y - . . x = k ln (y + V F = ^ 2 ) + /i
v y —-"
siendo n una nueva constante. De aquí pasando a exponenciales y
efectuando los cálculos se obtiene finalmente
y = k cosh —jr— ;
<841)
wtf] = •[£]..
así que la condición (82.2) se escribe
8/ = 0 , (84.2)
83-85] CALCULO DE VARIACIONES 143
= r F [ x , / ( x ) + ziT](x),g(x)+ E 2 ^(X)
/'4£iT]',o' + E 2 2;',...]dx
debe de tener un extremo cuando E[ = E2 = . . . = 0 ; la teoría de
máximos y mínimos para funciones de varias variables asegura luego
que ha de ser
3X _ 3x = _ 0
para £t = E2 = . . . = 0.
3EI" 3E2
Esta consideración lleva a anular la variación
= „. r 9x i ■3x1
El
'3F__d_r3F_1
0
dux dx LSu/J
(85.2)
3u2 dx L3u2'J
85-86] CALCULO DE VARIACIONES 145
Ky.z\ = f F(x,y,y',z,z')dx
Jx¡
nyl = \X2F(x,y.y',y")dx
86-87] CALCULO DE VARIACIONES 147
1-12
Xl
F(x,y,z,z')dx
3y dx L 3y' J
L dz dxldz' \~
87. Problemas isoperimétricos. Los problemas isoperimétricos
pueden estudiarse como caso particular de problemas variacíonales
con condiciones auxiliares. Consideremos el problema isoperimétrico
general siguiente: entre todas las curvas que unen dos puntos xx, x2,
para las cuales cierta integral definida
Kly]=CG(x,y,y')dx (87.1)
J *i
adquiere un valor fijado de antemano, determinar aquélla que vuelve
máxima o mínima la otra integral definida
/ [ y ] = \X1F(x,y,y')dx. (87.2)
J *i
/*[</. e ] = f2[F-X(0'-G)]dx
siendo X un multiplicador de Lagrange, función de x.
Las ecuaciones de Euler (86.5) son ahora
3
[F-X(e'-G)]
3y dxl3iT[f7-M0'-G)]| =
°
a
mip-u#-Gn-M
La segunda ecuación, siendo que F y G se consideran funciones no
dependientes de 0, se reduce a
d
dx X = 0, es decir X = cte.
Reemplazando en la primera y tomando en cuenta que 0 ' se consi-
dera función de x, no de y o de y', obtenemos
3
¿ [* + *»]-£ l 8 / [ F + MJJ} = 0 .
que es precisamente la condición de Euler para que la integral
f" 2 [F + XG]dx (87.3)
con X constante sea máxima o mínima. Concluyendo, el problema
isoperimétrico enunciado al principio de este párrafo equivale al
problema variaeional sencillo de determinar los extremos de la fun-
cional (87.3), con X constante.
3z_ dz_
= q (88.2)
3x dy
Ahora se tiene
3F d^ dF_ 3T 1 =
3p 3x dq dy
ra / 3F\ , 3 / 3F\i r 3 3F 3 3Fi
= L"3x"^ 3p"J + 3 7 ^ 3q-JJ —*ldSc~dp- + ~dy~ dq J
de donde sustituyendo en (88.4) y aplicando la transformación
(29.2), resulta
ST f r ^ ó
dt ó3 3F
üti..
+ t
\A~^dx+€dyl
150 CALCULO FUNCIONAL [CAP. IV
(88.5)
3z 3x L 3p J 3y L dq J ~
R, « P , + R2 8P 2 + . . . + Rn . 8P„ = ¿ Rt 8P,
<=i
88-89] CALCULO DE VARIAC IONES 151
Z Ri ■ 8P, = 0 . (89.1)
i=i
Z ( F , m ( a , ) . « P , = 0. (89.3)
i=i
Es muy importante observar que los desplazamientos virtuales
6 P mencionados arriba no son como los desplazamientos reales, que
requieren cierto tiempo para efectuarse. Un desplazamiento virtual
permite pasar de una posición P posible en cierto instante a otra
posición P' que, tomados en cuenta los vínculos, es también posible
en ese mismo instante. Por tanto las posiciones P y P" son síncronas
y la ecuación (89.1) se refiere a un instante determinado. Si consi
deramos un fenómeno mecánico que empiece en cierto instante t\ y
termine en otro instante f2, y consideramos que en cada instante vale
la relación (89.3) para los desplazamientos virtuales SP¿ posibles
en ese instante, podemos expresar el principio de d'Alembert bajo la
forma más general
donde
d R_ dP s
[ mv ■ 8 1
P|'= 0.
T = j mv • v ,
se obtiene diferenciando
87" = mv • B v
y reemplazando en la ecuación anterior
\*mn.*Pdt = — [nB Tdt.
J »i J «i
Z (ST, + BU{)dt = 0
íi i=i
o bien, poniendo
Z T,= T, Z u, = u.
¡=i
i=l
A= p (T + U)dt (89.8)
T = i-jV/2dx (91.2)
1 r£
= L + y ] Zx'2 dx +...
y su incremento resulta
Fty + z] = fV(x)[y(x)+z(x)]dx =
Ja
P P(x)dx.
Ja
Hilbert ideó una teoría general de estas funciones, que resulta muy
útil en el estudio de las funcionales lineales. El principio de la teoría
consiste en lo siguiente: así como un punto en el espacio ordinario
puede considerarse como un conjunto de valores adquiridos por las
tres coordenadas x,y,z, una función f(x) en el intervalo (a, b)
puede considerarse como el conjunto de los valores adquiridos por
la infinidad de coordenadas constituidas por todos los valores que la
función misma adquiere en (a, b), y por tanto a f(x) se podrá lla
marla punto del espacio de infinitas dimensiones así definido (espacio
92-93] FUNCIONALES LINEALES 159
A[A,B] = V K a , — bi)2 (i = 1 . 2 , 3 ) ,
así la distancia entre dos puntos f\(x) y f2(x) en el espacio de
Hilbert se define como
rectas que proyectan desde el origen los puntos f\(x), f2(x) a tra-
vés de la fórmula
\" fl(x)f2(x)dx
cos (jd = (93.3)
Vf>d*i>d*'
Si dos funciones / i ( x ) , f2(x) son tales que la integral de su pro-
ducto es nula
¡*/,(x)/2(x)dx = 0 (93.4)
entonces resulta eos w = 0. Se suele decir por tanto que dos fun-
ciones que satisfacen la relación (93.4) son ortogonales. Es intere-
sante observar la analogía formal de esta fórmula con la relación
u •v = 0 o bien Z "¡ Vi = 0 ,
i=l
j * Xo 2 /, 2 (x)dx = j V / 7 ( * ) d x = ] . (93.5)
93-94] FUNCIONALES LINEALES 161
puesto entonces
<pi(*)= Xo/i(x), y2(x) = yo f2(x), (93.6)
la fórmula (93.3) se simplifica en
f<p 2 (x)dx=l
Ja
juegan un papel de suma importancia en la teoría hilbertiana; se
llaman funciones normales. Las funciones normales representan todos
los puntos que tienen distancia unitaria desde el origen, y pueden
servir para definir las direcciones que salen del origen, de la misma
manera que los vectores unitarios que salen del origen del espacio
ordinario. En este espacio tiene importancia fundamental el sistema
constituido por los tres vectores unitarios, ortogonales entre sí de
dos en dos, i, /, fe, ya que todo vector u puede escribirse
u = (u.i)i + (u. j)j + (u. fe)fc,
siendo u • i, u • j , u • fe las componentes de u con respecto a i, j , fe;
análogamente en el espacio hilbertiano conviene considerar sistemas
de referencia ortonormales formados por un conjunto de n funciones
<Pi(*). <?2(x), ... , <p„(x), normales y ortogonales entre sí de dos
en dos, o sea tales que, si i, /' son dos índices cualesquiera, y es i ^ j,
como vector que une dicho punto con el origen. En este sentido se
suelen llamar sus componentes con respecto al sistema de referencia
las integrales
A,= f/(x)<p,(»d*. (94.2)
Ja
4-2 Z h¡ ni\ J
<P( <P; dx ~& 0 ,
f.; = l «
P f2dx+ Í V - 2 Z V > 0 ,
J.1 tsl ¡=1
de donde simplificando y volviendo a reemplazar n, por su expre-
sión (94.2), se obtiene la desigualdad de Bessel
que expresa que el cuadrado del vector que une el origen con un
punto del espacio hilbertiano no puede ser menor que la suma de los
cuadrados de sus componentes con respecto a un sistema de refe-
rencia ortonormal.
94] FUNCIONALES LINEALES 163
Nótese que ésta no.es la única forma posible para una ecuación
funcional lineal, ya que por ejemplo también la ecuación
P*(x,5;)ya)di- = r(x)
J
(95.6)
a
que es la ecuación integral de Volterra de primera especie y
W + M [ N ( x - a ) X ] +^M[N(x-a)\]2 +
+ l M [ N ( x - a ) X ] 3 + ...
que, separado el factor común M, resulta ser una serie exponencial
en la variable N(x-—a)X, y esta serie converge para todo valor de
X (ver No. 45). En particular ha de converger también para X = 1.
que es el valor que da la solución de la ecuación de Volterra de
segunda especie (95.7). Esta solución está por tanto proporcionada
por la serie convergente
y(x) = ±an(x) (96.6)
H =0
U • V = Z "i ,; í •
i=l
161 CALCULO FUNC IONAL [CAP. IV
Siendo que
fJO F{xl) ÍG(%) + /U)]d5 =Jof F(x|)G(Z)dt, +
+ pF(x|)/(^)d5,
JO
la convolución goza de la propiedad distributiva
F*[G + / ] = F* G + F* / | (97.2)
Efectuando el cambio de variables TJ = x — %, se obtiene que
P F ( x | ) GU)d5 = f G(xT])F(n)dT]
Jo Jo
o sea vale la propiedad conmutativa
F*G = G*F (97.3)
También vale la propiedad asociativa
F*[G*n = [F*G]*J (97.4)
Consideremos en efecto que se tiene
F*[G*/] = í * i 7 ( 5 ) [ ¡ o , " 5 G ( x | — n ) / ( n ) d n ]d*.
donde las dos integraciones se
efectúan, en el interior del triángu
lo ABC de la figura, de la manera
siguiente: primero se integra el
producto F(5)G(> —5 — n ) / ( u )
con respecto a n entre 0 y x — £■
siguiendo un segmento AiBt para
lelo al eje n, y después se integra
con respecto a %, recorriendo el
segmento A]B| paralelamente a sí
mismo desde la posición AB(J = 0)
hasta la posición C ( £ = x ) . Por
(xOJ
otro lado se tiene por (97.3)
97-98] FUNCIONALES LINEALES 169
y m v2 4 mg\ = mgx
y despejando
v= V2ff(*5).
Si medimos la longitud de curva s de A hacia P, tenemos v = — ds/dt,
y luego
, ds _ ds d£
~ V2¿T(xT) " ~~^ y¡2g(x\) '
Póngase
F($)=4t¿ (98.1)
\2g
Reemplazando en la ecuación anterior e integrando sobre la vertical
entre N y A, se obtiene
J
.t V x —■E
E JJo
0 Vx — ?
o sea
z(t) = ay(t) + K(t)*y(t), (98.6)
donde z es un parámetro cuyos valores con el tiempo t dependen de
la variable y. La historia de y (historia primaria) resulta determinada
172 CALCULO FUNCIONAL [CAP. IV
obtenemos
/i(s) = p eos sfF(f)dr (100.1)
Ja
llm
—¿al— •
condición que se expresa diciendo que F ( r ) es una función del
orden de eal para t - > » , y se escribe
F(f) = 0(e«") parar->oo. (100.9)
En efecto podemos escribir, siendo T un número positivo cualquiera,
A p eoa)tdt
que, siempre que sea y > a, es limitada.
101. Propiedades operaciónales. Las transformaciones de
Fourier y de Laplace gozan de propiedades muy importantes en lo
referente a su manera de operar sobre funciones derivadas. En
efecto, apliquemos la transformación general de FourierLaplace
(100.3) a la función F'(t) ■=. dF/dt; integrando por partes se obtiene
y en el caso de la de Laplace
£., „{F"} = [ e - " ( F ' + «,F)]*4- y2 £.. 6 { F } . (101.6)
Según las fórmulas (101.1) y (101.4), las transformadas de
Fourier-Laplace de las derivadas F'(t) y F"(t) resultan funcio-
nes lineales de las transformadas de la función primitiva F ( r ) ,
que se multiplica por la variable s en el caso de la derivada primera
y por la variable s2 en el caso de la derivada segunda;, así siguiendo
se podría ver que la transformada de la derivada de orden n se ex-
presa por una fórmula lineal en que aparece s" multiplicada por la
transformada de F(t). Por consiguiente, si transformamos por ejem-
plo una ecuación diferencial lineal homogénea
a o F ( r ) - r . a 1 F ' ( r ) + a 2 F " ( í ) + . • • a„F<»>(f) = 0 , (101.7)
obtenemos una expresión del tipo
(ao + biS+ ... + bns")f(s) = y(s),
siendo <p(s) una función conocida de s y f(s) la transformada
(100.3) de F(t). De aquí se obtiene despejando
<p(s)
f(s) =
a0 + bis + + bn s"
(101.8) ecuocion ecuación
en t en s
y antitransformando. o sea apli- (complicada) (más simple)
cando la transformación funcional
inversa, se puede obtener F(t),
resolviendo así indirectamente la
ecuación diferencial dada. Este
proceso permite reemplazar la in-
F(t) f(sj
tegración directa de la ecuación
diferencial en la función incóg-
nita F ( r ) por los pasos siguientes, que son generalmente más fá
ciles:
a) transformación de la ecuación en otra más simple en la in
cógnita f(s)
178 CALCULO FUNCIONAL [CAP. IV
» .o
que podemos considerar como la operación que transforma los
F„ en dy(^)- El problema de antitransformar iJ/(E) c n F„ ya se
101-102] FUNCIONALES LINEALES 179
y la (101.3) así:
£a,b{F'} = sZa,b{F} + c-h>F(b)-e-*F(a). (103.2)
En el caso de la transformación de Laplace propiamente dicha
(100.8)
,C{F'(r)} = s . C { F ( f ) } - F ( 0 ) (103.4)
para F(t) = t
£{1}
£ { l } = s£{r} y luego C{r} =
para F(t) = f
sC{f2}
2£{t}
2C{r} = y luego Z{fi)
y así sucesivamente. Para F ( r ) = t" resulta en general
n>
£{r"} = - ^ T (n entero positivo) (103.7)
De la fórmula (103.5) aplicada a las funciones circulares e hiper-
bólicas se obtiene
- A l i s e n kt} = s 2 £{sen kt} -k y luego
£{sen/cr} -^ (103.8]
= lr
k2
-k2£{cos kt) = s2 £{cos Arr} — s y luego
£ {s enhA:r} = i r A 1 F (103.10)
Nótese que esta fórmula vale sólo para k > — 1, por tenerse que
evitar los polos de la función gamma (ver N» 71). La (103.7) es evi-
dentemente un caso particular de esta última. Otro caso particular
es la fórmula
11
Vf }-Vf (103.13)
que se obtiene de (103.12) recordando (72.4).
La transformada de la exponencial e - '* se obtiene como sigue:
£{e-*} = i " e~s' e-"4 dt = esI j°° (s ):
e- ^' dt
Pero se tiene
[ " e;"1 du = p e-"2du - J c" du
y luego por (74.8) y (74.7)
j V''2du = ^ - (1-erfs).
Reemplazando en (103.14), llegamos a la fórmula de transformación
FJt)
FM
JÜ
obtenemos por (104.1)
^{Fa(t)} = e-«Si0im{F(t)}
£o.« { F 8 ( í ) } = £o.a{0} = 0
103-105] LA TRANSFORMAC IÓN DE LAPLAC E 185
£o.r{F(f)}
£{F(í)} = (104.4)
1 — e~Ts
£ { F ( * r ) } = - | £ { F ( í ) }<.„.„ (105.3)
4iZ{F(t)}=dí\\-»F(t)dt = -\-te-<>F(t)dt
o sea
i-£{F(f) } = - £ { # « ) } (106.1)
+ G(0)£{F}].
Restando los primeros y los últimos miembros de las dos relaciones
anteriores, queda
Como ésta es una identidad, que tiene que valer como quiera que
se escoja la función G, no puede ser cierta a menos que sea siempre,
para F(t) y G ( r ) transformables cualesquiera,
Z{F*G}~Z{F}Z{G} = 0,
lo que comprueba la (107.1).
(108.1)
M .0 5
por (103.7) resulta
y siendo el primer miembro nulo (ver nota a pie de pág. 182), resulta
y aplicando (108.4),
Ks (108.5)
S n=0
<
' *> = T Í > . [ ^ J (108.6)
(108.7)
Ur) = | ( - 1 ) * U ) H
Por ejemplo se tiene
1,(0 = 1
/¿,(0 = - r + 1
L 3 (0 = ^ ( í 3 + 9 f 2 1 8 r + 6)
£ í
C{£„(0}= í(i)*(í)ir í *} =
Za„L„(0 = C"' ri
1=0 ¿«■[.1]'! <,088)
1^9(S)=Y[-S4V9(S)]
y el término entre paréntesis es el producto de la transformada
(103.8) de sen kt por la de G ( r ) . Por lo tanto, según (107.1) y
(103.9), la antitransformada de (109.2) es
w=\Zx*(t'^ +
*lt'*{t}]£-*lt'pm%-
109-110] LA TRANSFORMACIÓN DE LAPLACE 193
<,
")-W> + r < i - i ) r ( . r r " " c w
194 CALCULO FUNCIONAL [CAP. IV
y por (72.3)
la (110.4) resulta
f(s) = - ? p — = m —p— = m í ? - - T 1
F(t) = m(t—j¡).
Reemplazando en la ecuación (110.5), se comprueba fácilmente que
esta última es efectivamente una solución.
110-111] LA TRANSFORMACIÓN DE LAPLACE 195
?l + VF_0 (1111)
3x 2 + dt2 - U ' Wii-U
suponiéndose conocer los valores que la función F ( x , 0 y su deri-
vada primera con respecto a t adquieren para t = 0. Si aplicamos la
transformación de Laplace siendo
f(x,s) = Z{F(x,t)},
resulta por (103.5) que (111.1) se transforma en
5? + s>/ = sF<*.0>+[£L
que es una ecuación diferencial ordinaria del segundo orden con res-
pecto a la variable x. Integrando esta ecuación y antitransformando
la función f(x,s) obtenida, se llega a determinar la función F ( x , 0
que resuelve (111.1).
Otras aplicaciones de la transformación de Laplace a la inte-
gración de ecuaciones diferenciales se verán en el. capítulo siguiente.
CAPITULO V
ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES
197
198 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
problema admite una y tan sólo una solución para cada conjunto de
valores (112.3). No se excluye la existencia de eventuales solucio-
nes de la ecuación diferencial (112.1) que no puedan deducirse de
ninguna manera de las (112.2) dando valores a las constantes arbi-
trarias (soluciones que se conocen bajo el nombre de integrales
singulares de la ecuación); sólo se requiere que la integral general
sea suficientemente flexible como para adaptarse a las condiciones
iniciales (112.3). Por lo general se comprueba que. al conocerse
la integral general de una ecuación diferencial, es posible resolver
los principales problemas relacionados con la ecuación misma, por
ejemplo el de determinar las soluciones de ella que satisfacen condi-
ciones accesorias (o de frontera) de tipo diferente de las (112.3).
Sensiblemente también la determinación de la integral general
de una ecuación diferencial es posible sólo para un número relati-
vamente reducido de ecuaciones, y a veces, aunque sea realizable,
se expresa por fórmulas tan complicadas que resultan de poca
utilidad. Por lo indicado, se ha desarrollado recientemente una ten-
dencia del Análisis Matemático en el sentido de intentar con dife-
rentes métodos el estudio directo de las propiedades principales de
las soluciones de la ecuación, tomando en cuenta las condiciones acce-
sorias de cada caso. Se puede así obtener directamente alguna inte-
gral particular que interesa, o definir el comportamiento de las
integrales en proximidad de puntos determinados, o bien cuando la
variable tiende a oo (comportamiento asintótico), o simplemente ver
si hay integrales que tienen características dadas o satisfacen a
ciertas limitaciones.
En el presente capítulo analizaremos bajo este último punto de
vista ciertos problemas relacionados con las ecuaciones diferenciales
lineales, o sea las del tipo
a9(x)y™ + al(x)y<«-»+...+aH-1(x)y' + an(x)y = b(x). (112.4)
Más especialmente se estudiarán las de tipo homogéneo
a0(x)yM + al(x)y<''-»+ . . . +an.l(x)y' + an(x)y = 0 (112.5)
carentes de término independiente de la variable y(x). Como es
inmediato comprobar, las integrales de estas últimas ecuaciones go-
zan de las dos propiedades siguientes:
112-113] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 199
y = \[[\]z^)dl\drí. (113.6)
Esta última expresión puede escribirse por (97.5) y (97.4)
y = [z* 1 ] M = z * [ l * 1 ] .
Pero se tiene
1 * 1 = [* dx = x
Jo
y luego la integral doble (113.6) equivale a la integral simple
y = z*x= f* (x^-l)z(l)d\. (113.7)
Jo
113-114] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 301
¿ [ A ( x ) « ' ] 4 C ( x ) t f = 0. (114.3)
Las ecuaciones del tipo (114.3), que se tratan más fácilmente que
las (114.1), se llaman ecuaciones autoadjuntas.
Ahora es interesante observar que cualquier ecuación (114.1)
puede transformarse en otra del tipo autoadjunto con sólo multiplicar
202 ECUACIONES DIFERENC IALES LINEALES [CAP. V
A'(x)_ B [x)
'fí(x) Álx) "* Ajxl
e integrando
]nH(x) = ~\nA(x)+ [^ dx,
B u)
I
ti v( x ) = T.—i e 114.5]
' A(x)
Por tanto si elegimos para H(x) precisamente la expresión (114.5).
la ecuación (114.4) resulta autoadjunta, y se escribe
donde
[ B U)
Mx) i \ C(x) i Mx) (114.7)
p(x) x )
^ = A(xle
Si se supone que los coeficientes A ( x ) , B (x), C ( x ) de (114.1)
sean funciones continuas de x y que además sea A(x) ? ■£ 0. la ex
presión obtenida para p(x) asegura que p(x) no sólo es continua.
sino que es una función siempre positiva (por ser una exponencial)
y que su derivada primera es continua, siendo
,, v B (x)
P(x)=X(xle
Otra observación de grande importancia es que la ecuación
(114.6) se puede siempre transformar en otra análoga con coefi
114-115] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 203
d2y
^ + Q(?)y = o (114.8)
yd^ = Q(üf>o
o sea que la y y su segunda derivada tienen el mismo signo, lo que
significa que las características dirigen siempre su convexidad hacia
el eje i;, y luego también hacia el eje x que le es paralelo (ya que
por (114.9) se tiene £ = cte cuando x as cte); y esto no seria posi
ble para una característica que tuviese más que una intersección
con el eje x.
= -d — [ P ( * M T ) * Í / ; — J / * T ) ; ) ]
e integrando entre a y b
\ [qi(x) — qi(x)~\yi,(x)r\1,(x)dx =
J a
g + Q(*)!, = 0. (117.1)
1 + ^ = 0. g + M2y = 0 (117.3)
Estas son ecuaciones del tipo llamado del oscilador armónico, siendo
sus integrales generales respectivamente
y — A sen m(x — a), y = B sen M(x — b)
con A, a, B, b constantes arbitra-
rias. Si en ambos casos considera-
mos precisamente esas integrales
que tienen un cero en x = x0, sus
demás ceros estarán respectiva-
mente en
/CTC k-¡i
xo 4
M
con k entero. Ahora por el teorema
de Sturm, entre dos ceros conse-
cutivos x0 y xi de una integral de
la ecuación (117.1) (curva Q de
la figura) debe de caer un cero
de cualquier integral de la segunda
308 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
* + 'i+yíf*),.o oír,)
que es precisamente del tipo (117.1) con
1/4
QO)=l + 7"2. (H7.10)
Este coeficiente se vuelve infinitamente grande para x = 0. Para
excluir este punto excepcional, consideraremos valores de la varia-
ble x mayores que cierto número positivo y.
Si se tiene n2 < 1/4, resulta entonces
1/4
1 <Q(xKl4- 7ni
Y
y esto por (117.2) y (117.4) implica que, para x ^ y, la distancia 8
entre dos ceros sucesivos de una función de Bessel está limitada por
3 ? +z= 0
con integral general
z = Ci sen x 4 c2 cos x .
En el caso de n2 > 1/4, para que Q ( x ) se conserve positivo
tiene que ser
y > Vn2—1/4,
310 C
CE UA IONES DIFERENC IALES LINEALES C[ AP. V
lo que da
TC < 6 < TC I 14 2 I
tiende a l ) .
C\S(x)\dx,
Jm
indicando x0 una abscisa fija cualquiera.
117-119] C
CE UA IONES DIFERENC IALES ORDINARIAS 311
r\Q(X)k2\dx
Jx»
r + í + (i-S)»-o (119.1.)
Efectuemos la sustitución
x»y = Z(x), (119.2)
de donde resulta
y=x~"Z (119.3)
+1
y' = — nx<" >Z + x"Z' (119.4)
2 +1
y" = n(n + 1 )x"< >Z — 2nx<" >Z' + *""Z" .
313 ECUACIONES DIFERENC IALES LINEALES [CAP. V
£(*Z} =£.
asi que la transformada de la ecuación (119.5) queda la ecuación
diferencial del primer orden
( s 2 + D ^ 4 (1 4 2n)s2 = 0 .
Separando las variables, obtenemos
£ = -(1+2»)^*
e integrando
z = c(s2 4 l ) ^ ! 1 (119.6)
siendo c una constante arbitraria. Ahora hay que antitransformar
para determinar Z ( x ) . Conviene proceder por el método de desarro
llo en serie de potencias negativas, explicado en el N* 108. Escri
biremos la (119.6) como sigue:
z = c ( s 2 ) — ( 1 4 s2)— = cs&» (] + s2)—j
y desarrollando la potencia del binomio
c f 2n 4 1 1 1 2n 4 1 2n + 3 1 1
2
75m[1 j — sT + jl 2~ "2 s4 •■•]'
119] C
CE UA IONES DIFERENC IALES ORDINARIAS 213
^KX) T(2n + 1) L* 2 2 ( n + 1) * +
1 i ^2H^4 __
+
2*.2!(n 4 l ) ( n + 2) ^ "Y
y reemplazando en (119.2), resulta para la integral y(x) la expresión
, v _ cxn r x2 x4 "I
yKX} 2 +
~ T(2n + 1) L ~" 2 ( n 4 l ) 2T2T(1T+T) '(n~+2j ~ ' ' ' J *
(119.7)
Se define como función de B essel (o función cilindrica) de pri
mera especie de índice n. y se escribe /„ (x), la función
u i+] (zx)2
U| d+ i)o + i+ i l
y esta expresión tiende a cero cuando i - * oo. Para dar un ejemplo
de aplicación de la (119.8), calcularemos la función / K ( x ) . Se tiene
'•M-VSfc-Sr + w--"]
o sea por (45.2)
/*(*) = y — s c n * (119.12)
119-130] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 215
«*r.M}-¡$±%w=i
2M+I
(119.13)
Ay(a) + A'y'(a) =
By(b)+ B'y'(b) :3 (120.2)
L{y}~-^íp(x)y']+q(x)y, (121.1)
= d^\.P^y'~yz')].
= \F(X)]" - l i m [F(l + e) - F ( ^ - - e ) ] ,
L -Ja s->0
obtenemos
[" zL{y} dx = \p(zy'- yz')X - lim \p(zif' yz')T\ (121.5)
Ja L J„ c-.0 L J?-i
131] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 219
Por otro lado admítase que no sólo z (x), sino también y(x) satisfaga
las condiciones de frontera (120.2); será
\"a^F{p(x)[g(x,'n)gx'(x,l)-~g(x,%)gx'(x,Ti)-\}dx =0.
de donde, observando que ahora tenemos los dos puntos de discon-
tinuidad x = E,, x = TJ, para gx'(x, %) y gx'(x, T|) respectivamente, y
haciendo consideraciones análogas a las que se hicieron para esta-
blecer la (121.6), se obtiene
lim\p(x)g(x,r])g:(x,^)Tt~\im\p(x)g(x,^)gxt(x,-n)V*t=0.
121-122] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 221
(121.10), estando las funciones que aparecen en ella ligadas con los
coeficientes y con la función de Green del sistema por las relacio
nes (121.9).
Como el sistema de SturmLiouville del cual se salió fí'ene solu
ción sólo para determinados valores del parámetro X, lo mismo ha de
suceder con la ecuación integral equivalente (121.10), y a cada uno
de tales valores ha de corresponder una función cp(x) también perfec
tamente determinada, que es la que resuelve la ecuación integral.
Estos valores X se llaman valores característicos o autovalores y las
funciones <p(x) correspondientes se llaman funciones características
o autofunciones de la ecuación integral [en alemán Eigenfunktionen,
en inglés antiguamente autofunctions, ahora eigenfunctions, en ita
liano autofunziont\. Nótese que para el sistema de SturmLiouville
se conviene considerar como autofunciones no las <p(x), sino las inte
grales y(x) ligadas con esas <p(x) por la primera relación (121.9).
El hecho de que el núcleo K(x,%) es simétrico confiere a las auto
funciones y a los autovalores propiedades muy importantes, que
estudiaremos a continuación.
En primer lugar vamos a comprobar que dos autofunciones
cualesquiera <pi(x), <p2(x) correspondientes a autovalores Xi, X2 di
ferentes de la misma ecuación (121.10), son ortogonales entre si en
el intervalo (a, fe). En efecto, siendo
0 = (X,-X 2 ) [* \bK(x.^)(S>l(V^{x)dldx
J a J a
\"r(x)yl(x)y2(x)dx =0 (122.3)
FO)-i4>(*) = 0 - ¿ 3 ) [V(x,E)[F(E)-r<I>(EJ]dE
Ja
con lo que se comprueba que también F(x) — i'<p(x) es una autofun-
ción, a la cual corresponde el autovalor a — ¿0. Aplicando a las auto-
funciones F + ifl>, F—i<I> la relación de ortogonalidad (122.2),
queda
[ " [ F ^ x ) +<D 2 (x)]dx = 0
Ja
habiéndose escrito
h, = J*B,(eJMS)d$ (123.4)
Reemplazando en esta última expresión <p(E,) por la (123.3), queda
b, = X Efe, fs.UM/dWE
/■=i J ii
o sea. escribiendo
c„=\'B,i$)A,(l)dX. (123.5)
J rt
resulta
b¡ = X 2fe;C,-;.
;=i
a<P7(*)dx] .
o sea si tomamos como autofunciones a las
q>*(x) =
[jcp 2 (x)dx] ■
resulta precisamente que es
[í'(pI*2(x)dx= 1 (124.1)
o sea que todas ellas son normales. Por otro lado ellas son ortogo
nales entre sí (N« 122); luego, siendo ortonormal el sistema formado
por n autofunciones distintas cualesquiera,
123-124] C
CE UA IONES DIFERENC IALES ORDINARIAS 227
cp?(x),<p*(x),...<p*(x). (124.2)
podemos aplicar al núcleo K(x, EJ la limitación de Bessel (94.4) con
respecto a las autofunciones (124.2), con lo que obtenemos
tf(x) =XI[V(x,U<P*(U^.
J a
[V(x.E)<p*(E)c^ = ^ l .
Reemplazando en (124.3), queda
|>U.E)dE^Í[^l]: (124.4)
r^]M^M_^T+...
que es de términos todos positivos y tiene por (124.4), para cual
quier valor de x, sus sumas parciales limitadas por un límite fijo, es
uniformemente convergente. De esto sigue que también la serie obte
nida integrando la anterior término a término entre a yfees conver
gente, en cuanto sus sumas parciales son todas menores del número
positivo
H = f f/^(x,E)dxdE. (124.5)
I a Ja
228 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
T7 + ¿ + V + ' - - s H - (1246)
lo que asegura que la serie de los recíprocos de los cuadrados de los
autovalores es convergente.
Ya que todos los términos de la serie son positivos, se des-
prende de esta última desigualdad que el recíproco del cuadrado
de todo autovalor es menor que H. Siendo posible que a un deter-
minado autovalor X* correspondan muchas autofunciones linealmente
independientes, podemos deducir de lo anterior también una limita-
ción para el número de ellas. En efecto, si su número es N, el au-
tovalor correspondiente ha de aparecer N veces en la desigualdad
(124.6), resultando por tanto
N
<H
de donde se obtiene
N^HXk2. (124.7)
fórmula que determina el número máximo de autofunciones lineal-
mente independientes que pueden corresponder a un mismo autovalor
Xk- Llamando autovalor múltiplo de orden N a todo autovalor al que
corresponden N autofunciones linealmente independientes, lo indica-
do manifiesta en particular que rodo autovalor tiene multiplicidad
finita.
Finalmente, fijado un número positivo M. podemos obtener una
limitación para el número de autovalores que en valor absoluto son
menores que M. En efecto sea N' dicho número; si es
y luego
N'^HM2. (124.8)
124-123] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 229
[V2(x.i-)dE
J a
d2z p d2z A
v i = ^ = ^^Xf. (125.8)
125-136] ECUACIONES DIFERENCIALES ORDINARIAS 231
±[(X-k)Ck+ < * + 1 ) » C * . , ] * * = 0.
*=o
233 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
Ck l =
' WTWCk (* = 0.».2..-.) (126.4)
que, aplicada sucesivamente a partir de Q , da
Ci = — X Co
r 1—X~ X(X—\)n
\->2 — — 2 ¡ — L>i — ji *^o
R= lim ^ L = lim Í * + I ^ = oo .
k •* oo L-jt+l Jt-.ee K A,
M * ) = | O <-!)<(;;)£-. (126.7)
i [x e- y'] + Xe-y = 0
234 C
CE UA IONES DIFERENC IALES LINEALES C[ AP. V
o sea siendo
X = n, y — Ln(x).
queda
d
¿ [ x e ^ l ] + ne'L„(x) = 0 (126.8)
Ln{x)
d^[xe'x^7fTL] + ne " L <*) L"(*> = °
e intercambiando n con m y restando.
I
á[**4£]'iá[*«!3Kl+ < — > <"LL = °
que se puede escribir también
M 1 ^ ^ X 1 M ^ ^Hl=«
como resulta aplicando por ejemplo la regla de L'Hópital al cálculo
del límite, y lo que queda, dividido entre (n — m). da para m ? ■= n
¿ [ ( l - ^ ) í / ' ] = 2C2 + 2 ( 3 C 3 - C 1 ) x + 3 ( 4 C 4 - 2 C 2 ) x 2 4 . . .
c
' " = (f + i")U + 2) c ' < * - a i . . . - ) . <12">
Como esta fórmula relaciona coeficientes separados de dos lugares
entre sí, es conveniente expresar el desarrollo (126.2) separando
los términos de índice par de los de índice impar, con poner
y(x) = 5 „ ( x 2 ) + xS,(x 2 ) (127.3)
donde
£[<'-*>(>■£ - * - # ) ] +
+ [m(m + 1) n(n+ l ) ] P m P „ = 0.
Integrando entre — 1 y + 1 el primer término se anula, y resulta
que, para m ?¿ n.
—i
+1
[ pm(x)P„(x)dx = 0 (127.7)
e-u*x)> _ .£.
y J_1 rd"
rd n
ie~'-'+x> 1
ÍL_£ tn
d"e- t"
*=o n! id(t + x)B-i/=o u =0 dx"
y luego sustituyendo en (128.1)
d"e-'
<]i(x,t) = exl £
r*0 dx" n! '
Si se escribe para n = 1, 2, 3, .
d"e- xi
Hn(x) = exl (128.2)
dx"
(128.3)
n! n=o
P-
dx
= - 2te-'1-2x' = - 2nJ<
o sea reemplazando u\> por su desarrollo en serie de potencias (128.3)
y Hn(x)^, _ _ 2 y H„(x) (lt+i
7To n! ¿r0 n!
e igualando los coeficientes de r"+1
H'ntl(x) =-2(n+ \)Hn(x). (128.6)
Si ahora derivamos la (128.5), obtenemos
tf;i+1 + 2Hn + 2xli'n + 2n«:_, = 0
~le-xiH'Jx)] + 2ne-xlHn(x) =0
y reemplazando n por m (diferente de n)
dx dy dz
— (129.6)
u(x, y, z)~ v(x.y, z) w(x.y. z)
\
Este es un sistema de ecuaciones diferenciales, cuya integración lle-
va a dos relaciones
F(x,y,z,a) = 0, G(x.y.z.b) =0 (129.7)
conteniendo dos constantes de integración a, b arbitrarias. Para
cada par de valores de a, fe, se obtienen así las ecuaciones de dos
superficies, cuya intersección es precisamente una curva caracterís-
tica. Si damos a x.y.z valores xa, y0, z0 determinados, las (129.7)
resultan un sistema de dos ecuaciones en las dos incógnitas a. fe:
al resolver este sistema, hallamos un par de valores de a, fe, que
determinan cierta característica. Esto puede interpretarse en el senti-
do de que generalmente por cada punto del espacio pasa una caracte-
rística y tan sólo una. La consideración de las curvas características
permite reemplazar la integración de la ecuación en las derivadas
parciales (129.2) por aquélla, mucho más simple, del sistema de
ecuaciones diferenciales ordinarias (129.6). Geométricamente esto
implica, en lugar de determinar directamente las superficies integra-
les, determinar las curvas características y después pasar a las su-
perficies integrales cubiertas por ellas.
El problema de Cauchy para una ecuación del tipo (129.2)
consiste en hallar la integral z = f(x.y) que, para x = x0. se red-i-
ce a una función z = 4>(í/) conocida. Geométricamente, esto corres-
243 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
grad(p-lx-), grad (q - j | )
244 ECUACIONES DIFERENC IALES LINEALES [CAP. V
grad q ■ dP = graddf
=r • dP
°y
o sea por (130.2)
rdx + sdy = g r a d ^ ; dP
(130.5)
sdx + tdy = grad^¿ ■ dP
dx2 +
dy2 ~ U
1
para la cual B — AC = 0, es del tipo parabólico; la ecuación de
onda (91.4)
d2z d2z n
T
83?- p 87 =
°
para la cual B2 — AC — ip > 0, es del tipo hiperbólico.
La clasificación de las ecuaciones lineales del segundo o.den
en dos variables independientes en elípticas, parabólicas e hiper-
bólicas se extiende de manera parecida a las que dependen de más
de dos variables, como por ejemplo la ecuación de Laplace en tres
dimensiones (25.1).
(132.1)
en la cual aparecen linealmente no sólo las derivadas parciales se-
gundas de u como en (130.1), sino también las derivadas primeras
y la función u, con coeficientes A, B, ... E.F. .. . H funciones de
x. y, z, .. . El operador diferencia]
L
= AW + B^k+ ...+/¿ + J'¿+...+»
es evidentemente lineal, teniéndose, cualesquiera que sean las cons-
tantes C\ y c2,
L{ QU, + c2u2} = c¿L{ u,} + c2L{ u2}. (132.2)
La ecuación diferencia]
L{u} = F(x,y,z, ...) (132.3)
siendo F una función arbitraria conocida, se dice ecuación diferen-
cial del segundo orden totalmente lineal en las variables x. y, z, . . .
Se dice homogénea la ecuación
L{u} = 0. (132.4)
La propiedad (132.2) permite afirmar que, si uif u2 son dos solu-
ciones de una ecuación homogénea (132.4), también cualquier com-
binación lineal CiUi + c2u2 es solución. Más generalmente se puede
131-132] ECUACIONES EN LAS DERIVADAS PARCIALES 247
U=±cnun (132.5)
n=l
con la combinación lineal de infinitas soluciones. Finalmente, si se
conoce una solución u(x, y, z, . . . X) de la ecuación homogénea
(132.4) dependiente de un parámetro variable X, y K(X) es una
función continua arbitraria conocida de X, toda integral
„ = 0 ,
4 ^ = 0, (sobre S) (132.7)
8n
se dicen condiciones homogéneas, mientras que una condición
u = f(x,y,z, ...) (sobreS) (132.8)
con / no idénticamente nula, no es homogénea.
A veces es importante poder transformar un problema relativo
a una ecuación lineal homogénea (132.4) L{u} = 0 con condicio-
nes de frontera no homogéneas, por ejemplo la (132.8). en oíro
en que las condiciones de frontera sí sean homogéneas, aunque la
ecuación relativa ya no lo sea. Supuesto que los valores de frontera
f puedan extenderse con continuidad a todo el campo V de tal
modo que allí L{f) = g(x. y, z, . . .) sea una función continua, la
241 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
ÍU(P. 0) = 0 en todo V
I U(P. 0 = 0 sobre S' (134.2)
[ U(P. t) = F(t) sobre S"
Si, siguiendo a Bartels y Churchill, aplicamos la transformación de
Laplace a la variable tiempo, poniendo
ti(P.s) =Z{U(P,t)}. (134.3)
resulta que la función transformada u satisface la ecuación
(pe) su = div (k g r a d u ) (134.4)
que se obtiene con aplicar la fórmula (103.4) a la (134.1), tomando
en cuenta la primera condición (134.2). Las otras dos ondiciones de
frontera se transforman en
250 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
í.('
dg_
dn »g)-s = o
que dividida entre 4it y sumada
a la anterior, da
i (135.2)
g(P) =- sobre 5
+9 \ _ 8 1 dr 8 1 dr'
k{l ) = -¿T(T-F)J ~" dr r dn 9r' r' dn
1 dr 1 dr' (136.2)
r^'dH + - «'2 - -dn
3- '
Siendo M un punto sobre II y n la normal interna al plano en M,
en M se tiene por (13.2)
135-137] ECUACIONES EN LAS DERIVADAS PARC IALES 253
ÉL , dM PM dM
Siadr eos (nr)
dn dh = — Hn =
, PM . . , , , , . „ . . . . dM
siendo un vector unitario dirigido de P hacia M y —r otro
r ° dn
vector unitario en dirección de la normal n. Igualmente se tendrá
ÉL' eos (nr);
dn
luego, siendo sobre II. r = r', se tiene reemplazando en (136.2)
que sobre n
+ = COS(nr)
^0 *) ^ '
Reemplazando en la fórmula (135.3), resulta que la función que
resuelve el problema de Dirichlet en el campo considerado está dada
en el punto P por
3 eos (nr)
wW ^ dn
o sea, siendo que sobre el plano n es eos (nr) — a/r,
f(P)¿U<m (136.3)
RP-Rt-r'2 R a±-R
2
~ *v ~" ~a^
2Rr« ~a- 2RR»
R* - a2R2 - R2^
27?¡3
137-138] ECUACIONES EN LAS DERIVADAS PARCIALES 255
y luego
¿í»-
a 2#2 _ p / _ #2^ _ (f)A _ a2R2 _-SV)
2/rV
2 2
2a R - 2R* a - R22
3 3
2# r ~ Rr>
Reemplazando en [135.3), tenemos por fin
«p>=¿-fl(h'IS-'lh")'tt-
Si g{P) es otra función armónica en A, se tiene por (37.5)
f.('S-'&)*-•
Dividiendo esta última entre 2it y sumando la anterior, queda
R2-a f(i»dü
f(p) ~ 2TZR
2
Jo R1 4- a — 2Pa eos ü
(139.4)
r^ +2rd£-XX = 0 (141.2)
* |-(send^+ * - | ^ - + XY = 0 . (141.3)
sen v dv \ dv J sen2 v 8<p-
Supuesto, como en No. 126, que valga el desarrollo en serie
Esta ecuación está satisfecha sólo si se anula cada uno de los coefi-
cientes, es decir si k(k — 1) + 2k — X = 0, o sea
k (k + 1) = X. para todo k entero.
Escribase
X= n(n+1) (141.5)
y reemplácese en la ecuación anterior. Resulta
Jt(A:+ 1) _ n ( n + 1) = 0
(k-n)(k + n+ 1) = 0
y luego se tienen las dos raíces
k = n, k ==- ( n + 1)
260 ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
? )
r"Y„(«.cp). ^?V U41.8)
I,(p-TT-,,-TÍr)JS-0-
Reemplazando los polinomios por funciones esféricas, por medio
de (141.10), se obtiene sucesivamente
f r»—i(„_m)ymyBdI = 0
JE
(n-m)Pr*"-1\ YmY„dI = 0
lél ECUACIONES DIFERENCIALES LINEALES [CAP. V
[ Ym(d,<p)YB(í;,<p)dddcp = 0 . (142.2)
«" = *« + £ [ £ + .].
Esta fórmula manifiesta que el vector PP' — As t es paralelo al
vector dt/ds + s; pero el vector PP' — As t es coplanar a los vecto-
res PP' y t, de los cuales es combinación lineal. En el límite para
P' -* P, el planp de estos dos vectores tiene por tanto que contener
al vector dt/ds, que es el límite de dt/ds + £, y esto, recordando la
definición de plano osculador, comprueba lo que se quería demostrar.
I = lim4£. (144.1)
r AJ->O A s
i = l + As
(£♦•)
siendo £ un vector que tiende a cero con As; luego multiplicando
vectorialmente ambos miembros por I,
dt
t X i' = As í t X ^ + i X e
Él I (144.4)
ds~~ r
ÉLÉLt (144.5)
du " du
y derivando, en base a (144.4),
tPP _ cPs ,lfds\2
du2 ~ du21 +
r \du) n ■
Por tanto la primera derivada del punto P con respecto a la variable
u es un vector paralelo a la tangente, cuyo módulo es du/ds, la segun
da derivada es un vector que está en el plano osculador, con com
ponente cPs/du1 según la tangente y \/r(ds/du)2 según la normal
principal. Las aplicaciones de este resultado para determinar las mag
nitudes de las aceleraciones tangencial y radial en el movimiento
curvilíneo son muy conocidas.
l = limM. (145.1)
T As-»0 A s
y se tiene de (145.1)
= lim mod — — . (145.3)
T As 0 AS
Por otro lado se puede escribir, por la fórmula de Taylor,
V = » + A . ( * + .)
y luego
b X V = As (b X ^ + b X ) ■
db 1
T aa n (145.5)
ds T
270 GEOMETRÍA DIFERENC IAL [CAP. VI
¿ (0 ,.»,_gr.£ + í£.»
-Sff.» = «.»-o.
ds
Luego ha de ser
QP b = cte.
Ahora, recordemos que b se ha supuesto constante mientras que
QP es variable por hipótesis. La ecuación anterior no puede subsistir
a menos que el producto sea cero:
QP ■ b = 0 ,
lo que implica que QP tiene que ser perpendicular a b. Esto sig
nifica que Q está siempre en el plano osculador a la curva en P, es
decir que dicha curva es una curva plana; luego las curvas de torsión
nula son las curvas planas.
Los vectores característicos t, n y b, tomados de dos en dos,
definen tres planos. El primero, que contiene f y re, es el plano
osculador que ya conocemos; el segundo, que contiene re y 6, llá
mase plano normal a la curva por ser perpendicular a la tangente f;
por fin el plano que contiene t y b se llama plano rectificante.
Su nombre proviene del hecho que, si b es constante, y por
tanto la curva es plana como acabamos de comprobar, entonces
la proyección de la curva sobre dicho plano es una recta; en ge
neral, para b variable, será ése, entre todos los que pasan por P y I,
el plano tal que la proyección sobre él de un tramo de curva muy
145-148] CURVAS ALABEADAS Y SUPERFICIES DESARROLLABLES 271
dn b
(147.1)
di T
[^/(x.y.X)]^ ^ = 0 . (148.4)
/ O . y.z.Xo) = 0 . [^^JC'Í''Z'X)]X=X() = 0
•
(150.2)
Supongamos ahora que se quiere hallar la envolvente de la fa
milia constituida por todas las curvas características de un sistema
« ' de superficies. Si la ecuación de las superficies es la (149.1).
la de las curvas características es la (149.2). obteniéndose una
curva característica por cada valor de Xo¡ así que la familia de
las curvas características tiene ecuación dada por el sistema (149,3).
Comparemos este sistema (149.3) con el sistema (150.1): se ve
que el primero es del tipo (150.1), siendo
g(x,y,z,X) a gjf(x,y.z,X).
Luego en este caso el sistema de ecuaciones (150.2) que da la
envolvente se transforma en
1 dP ■ dIS
(152.5)
R ~ dP2
■i: moddP
siendo la integral curvilínea exten
dida al arco considerado. Supon
gamos ahora que el arco AB se de
forma sin abandonar la superficie.
152-153] GEODÉSI
C AS, ASINTOTIC AS Y LINEAS DE C URVATURA 283
BsAB = j ^ . S dP,
e integrando, por partes, previo intercambio de los operadores 8 y d
resulta la importante fórmula
r d P Bi Bc d2P
«• = [ £ • » l l ^ W «53.3)
tPP
i l l¿ . S P = 0 (154.1)
ds
| x A ' = 0. (154.3)
cuenta que sobre ellos, por ser arcos geodésicos, vale la (154.1),
resulta
[£•»]>■ [£••]:=••
Por otro lado se tiene por la ortogonalidad supuesta que. en A
y en B, (dP/ds) ■ S P = 0. Luego por sustitución en (155.1) que
da también
SP
[f L = 0' [ f ' 8 p ] „ = 0' <1551>
lo que expresa que la línea MN corta en ángulo recto las líneas
AM y BN, que es lo que se quería demostrar.
Ahora, si a partir de todos los puntos M, N. . . . de la nueva
línea se vuelven a trazar arcos de geodésicas MM', NN' . . . nor
males a ella y se repite la operación anterior, se obtiene una nueva
línea M'N' normal a las geodésicas AMM', BNN'. . ., etc. Todas las
líneas MN, M'N', . . . así construidas se dicen ser geodésicamente
paralelas entre sí. Si consideramos por un lado la familia de curvas
superficiales constituida por la geodésica AB y todas las curvas
geodésicamente paralelas a ella, y por otro lado la familia constituida
por las geodésicas AMM', BNN' y análogas, obtenemos una red de
curvas mutuamente ortogonales sobre la superficie, tal que por cada
punto de la superficie pasa una y sólo una curva de cada familia,
cortándose las dos en ángulo recto. Es frecuente tomar un sistema
de este tipo como sistema curvilíneo de referencia para la localiza
ción de todos los puntos de la superficie; se dirá entonces que se
dispone de un sistema de coordenadas geodésicas. De este tipo
es por ejemplo el sistema de paralelos y meridianos sobre la esfera
terrestre: el ecuador es la geodé
sica inicial, los paralelos son las
líneas geodésicamente paralelas
entre sí y los meridianos las geo
désicas normales.
En el caso límite en que la
geodésica inicial se reduce a un
punto A, las geodésicas ortogonales resultarán siendo todas las geo
désicas que salen de dicho punto. Entonces las curvas geodésica
155-156] GEODÉSICAS, ASINTOTICAS Y LINEAS DE CURVATURA 289
(156
.Hs*")-' "
Si consideramos una curva L perteneciente a la superficie o y en
cada punto de ella el vector unitario IS normal a la superficie, el pro-
ducto análogo al anterior, sólo que en él se reemplaza b por IS,
<1562,
¿°(a**)-'1 •
representa la que se suele llamar curvatura geodésica relativa a la
linea L de la superficie S. Evidentemente, mientras que la curvatura
(156.1) está determinada unívocamente para toda curva, la (156.2)
depende también de la superficie S, de modo que una curva L ten-
drá una curvatura geodésica diferente por cada superficie que se
haga pasar por ella.
Supongamos que L sea una geodésica para la superficie; reem-
plazando (154.3) en (156.2), resulta entonces que 1/r, = 0. Por
tanto las geodésicas gozan de la propiedad de que su curvatura
geodésica es nula en todos sus puntos, propiedad que generaliza la
de las rectas, cuya curvatura (en el sentido ordinario) 1/r es nula
290 GEOMETRÍA DIFERENCIAL [CAP. VI
S P • A = 0; S P • (A + dA) = 0 .
dP ■ A = 0 , SP • A = 0 .
292 GEOMETRÍA DIFERENCIAL [CAP. VI
dP • SA = 0 (157.3)
dP ■ dIS = 0 (158.1)
o sea a lo largo de una asintótica los vectores dP y dIS correspon
dientes son perpendiculares entre sí.
158-159] GEODÉSICAS, ASINTOTICAS Y LINEAS DE CURVATURA 295
dlP.É*d2P-d2P.^d1P = 0,
es decir
m2 - (a n + an) m + (a„ a22 - a,22) = 0 . (159.9)
El discriminante de esta ecuación de segundo grado en m es
(a„ + an)2 — 4(a„ an - a,22) = a,,2 + a222 + 4a)22 - 2a„ a22 =
= (an - an)1 + 4a,22 > 0 .
Resultando el discriminante positivo por ser la suma de dos cuadra-
dos, (159.9) posee efectivamente dos raíces reales mx y m2, que son
precisamente los coeficientes que permiten satisfacer las relaciones
(159.5). La existencia de dos direcciones conjugadas en la involu-
ción de Dupin y mutuamente ortogonales queda luego asegurada.
En el razonamiento anterior no se ha considerado la posibilidad
de que la relación (159.8) sea una identidad, cualquiera que sea el
veítor u. En tal caso todas las direcciones son unidas en la homo-
grafía dIS/dP, y por tanto cada una de ellas es perpendicular a
su conjugada en la involución de Dupin; en otros términos, la invo-
lución de Dupin es entonces una involución circular. Un punto
de una superficie para el cual la involución de Dupin es una in-
volución circular se llama ombligo de la superficie. Ombligos son
por ejemplo todos los puntos de una esfera o los vértices de un
elipsoide de revolución.
398 GEOMETRÍA DIFERENC IAL [CAP. VI
k=~m2
l
(160.2)
Pi = — m,
que ligan las curvaturas principa
les con los números my y m2. Con
sideremos ahora la sección normal
por P que forma el ángulo w con
la primera sección principal y lla
memos dP el desplazamiento ele
mental relativo. Resulta evidente
mente que, siendo mod diP =
mod d2P = mod dP,
dP — diP eos u) + d2P sen to .
Siendo por (159.3) los desplazamientos dA paralelos a los dP
correspondientes, podremos escribir también
■1
-p = p- cos2 to + 75- sen2 00 [ (160.3)
dP dP
dA = d!S = (161.1)
RAF) RAPJ
De estas ecuaciones, conocidas con el nombre de fórmulas de Olindo
Rodrigues, se desprende que si, partiendo de un punto P de la su
perficie, nos movemos tangencialmente a una de las dos lineas de
curvatura que salen de P, la variación dlS del vector normal
161-162] GEODÉSICAS, ASINTOTICAS Y LINEAS DE CURVATURA 301
t X dA = 0 (161.2)
que constituye la ecuación de las líneas de curvatura en su forma
más sintética.
Esta propiedad diferencial de las líneas de curvatura permite
comprobar que sobre un plano cualquier línea es linea de curvatura.
ya que al moverse un punto sobre una curva plana L, los vectores
A normales al plano resultan todos paralelos entre sí, de modo que
los vectores dA resultan nulos y la (161.2) queda satisfecha. En el
caso de una esfera, todos los círculos superficiales son lineas de
curvatura, pot ser t y dIS tangentes a dos secciones normales
de un mismo cono en sus intersecciones con una generatriz, y luego
paralelos entre sí; de cada punto sale por tanto una infinidad de
líneas de curvatura, hecho que ya podía preverse en cuanto, como
sabemos, la involución de Dupin es entonces circular. El plano y
la esfera son las únicas superficies en las que se tienen por cada
punto infinitas líneas de curvatura, ya que son las únicas cuyos
puntos son todos ombligos. En las demás superficies los ombligos
son puntos excepcionales generalmente aislados, así que por lo ge-
neral se tendrán por cada punto siempre dos y sólo dos líneas
de curvatura, y éstas perpendiculares entre sí. Este resultado se
conoce como teorema de Monge.
dS = \dP X S P | .
El área del elemento dC correspondiente será por lo dicho antes
dC = ¡dA X SAI .
Pero por las fórmulas de Rodrigues (161.1), se tiene
dP X S P
dA x 8A =
P.P:
y reemplazando en las relaciones anteriores,
dS
dC =
RiR2
304 GEOMETRÍA DIFERENC IAL [CAP. VI
- ¿ T + - Í r = 2*-X (164.2)
p —X q—X
siendo p y q constantes positivas y X un parámetro variable. Por
cada punto del espacio pasan los tres paraboloides, ortogonales
entre sí, que corresponden a los tres valores de X que son raíces de
la ecuación obtenida de (164.2) al reemplazar las variables x, y, z
por las coordenadas cartesianas del punto. Estos valores son las
coordenadas parabólicas del punto.
fdP dA dP dN\. , dP 3A , ,
du ' du — (-5— • -5 h -5— • -K- ]dudv 5 - • -5— dv2
\du dv dv duj dv dv (167.5)
Si ponemos
D- -*L.®L
du du '
ir.fr-o. du
da
y derivando estas relaciones primero con respecto a u y después con
respecto a v,
dA 8P #P dA
djv 9P
dP = _ ^„ . _ d*P
da " da ~ "" " " du7' du ' dv ' dudv
(167.8)
BN_ ap „ yp dA dP „ d*P
dw ' da ~ w
' dudf' ~dv~"dv~~ ~" 'W
167-168] ANÁLISIS DE SUPERFICIES POR COORDENADAS CURVILÍNEAS 311
F = 0 (168.4)
Pero Su y dv no son nulos, así que la condición que hay que satis
facer para que el sistema de referencia sea conjugado es
D' = 0 (168.6)
y reemplazando en (167.6)
"«■(£)'• °=*(£)'■
Dividiendo miembro a miembro, queda finalmente
sen w Vi — eos2
(T = \\y/EG^F2dudv (169.6)
extendida a toda la figura.
o lo que es lo mismo
°m 2
du
+ 2D' 4dv" + D" = 0 .
En cada punto de la superficie, los coeficientes D, D' y D" ad-
quieren valores numéricos determinados, de modo que la anterior
resulta una ecuación de segundo grado en la variable du/dv, cuyas
raices dan precisamente las direcciones de las tangentes principales
en el punto. Siendo 4(D' 2 — D D") el discriminante de la ecuación,
tendremos que el punto será respectivamente hiperbólico, parabólico
o elíptico según si
que implica que las líneas de curvatura que pasan por el punto
P son una cóncava y otra convexa; en los puntos elípticos es K > 0,
los dos radios principales son del mismo signo; luego las líneas de
curvatura son ambas cóncavas o ambas convexas, y así también
todas cóncavas o todas convexas son las secciones normales de la
superficie por P, ya que el radio de ellas, por el teorema de Euler,
está comprendido entre Pu y R2; por fin en los puntos parabólicos
es K = 0 y por tanto a lo menos uno de los radios principales de
curvatura es infinitamente grande.
Para que todos los puntos de una superficie sean parabólicos es
necesario que por cada uno de ellos pase una recta perteneciente
a la superficie misma, recta que será una de las líneas de curvatura
por el punto; esa superficie ha de ser por tanto una superficie reglada
(No. 151). En otras palabras, la ecuación
DD"-D'2 = 0 (170.3)
dPl_NEd3_,dPJl ETA
Nt + 1
1¿ du du y R;)
dv dv dv \ RiJ
De aquí, tomando en cuenta que A es perpendicular a los desplaza
mientos dP, y que sobre S se tiene F = 0 por la ortogonalidad de
las líneas coordenadas, se obtiene por (167.3) que^obre S'
*=(WM£)M'-#)'
p = dP' dP = e 2 dT L dT i
" lw dv du dv
«■-©, = ^ ) , +G(1-^)'
320 GEOMETRÍA DIFERENCIAL [CAP. VI
Ser = — e f f \ÍEÜHr\(u,v)dudv
dv2 dvi
du, dv,
no sea nulo. En el caso de que el jaeobíano se anulara, los puntos de
una superficie podrían corresponder a puntos de una línea, o todos
a un solo punto. Ahora bien, supongamos que E¡, Fit Gi sean los
coeficientes del ds2 de Si, E2, F2, G2 los del ds2 de S2: estos últimos
son funciones de u2 y v2, peto aplicando la transformación (173.1)
podemos expresarlos en función de ut y v¡, escribiendo
E 2 (a* v2) — E2*(uu vi), F2(afc v2) = F2*(uu vx)
G2(u2,v2) = G2*(uuvi).
Así la condición de proporcionalidad antes mencionada se escribe
u2 = <p, v2 = j - ^ - z a l n t a n g ^ . (174.2)
con lo que las líneas u2 = cte resultan los meridianos, las v¡ = cte
los paralelos, la (174.1) se transforma en
Ui = R tang cp v, = R cos d
y por (174.2)
u, = P t a n g u 2 . vv = R { ~ eivi .
4 eos 4 1 [" ff
dffi + R2 tang 2 1 dcp2]
|_ 4c0s4 2 J
Basta entonces escribir
d
u2 = R tang =. v2 <*> (175.2)
(con lo que las u2 = cte son los paralelos, las v2 = cte los meri
dianos), y luego
du2 = dv.
2 eos2
X = 4cos 2 *