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Para poner en contexto, Adelina Tarditti llamada también como “Deli”, nació en 1944
en Mendoza, fue una profesora, restauradora y pintora mendocina del siglo XX. Ejerció su
rol de docente alrededor de los años noventa. Estudió en la Academia Provincial de Artes
Visuales, lo cual puede haber influido en su modo de crear obras y dar clases.También tuvo
formación artística en Europa como por ejemplo, la Real Academia de Bellas Artes, en
Madrid y en la Universidad de Siena, Italia, lo cual de seguro le enriqueció de sabiduría para
aplicar así en sus obras lo aprendido. Adelina, tenía una enfermedad degenerativa, por esto
se le fue dificultando la producción de obras, ya que no podía articular bien sus
movimientos, derivando así en sus últimas obras sean más expresionistas en cuestión de
trazos y formas.
Operación Poética
Desde nuestro punto de vista y sabiendo que la obra está hecha en dedicatoria a un
alumno al parecer muy cercano que tuvo, concluimos que fue como una muestra de gratitud.
Podría llegar a tener una inspiración de “Los Girasoles” de Vincent Van Gogh ya que, esta
obra fue dedicada a un gran amigo suyo y estos comunicaban gratitud de este artista.
Pensábamos que debido a los tonos amarillentos del fondo y los verdes del primer
plano quiere dar como una sensación de un otoño en el cual el viento sopla con gran fuerza
y este se empieza a llevarse los girasoles marchitos haciéndolos volar con violencia,
mientras que empiezan a brotar más plantas de girasoles. Nos fijamos en el intento de
mezclar los colores rojo y verde para así crear el marrón y generar una armonía en la obra,
pero probablemente por su enfermedad no haya podido realizarlo minuciosamente.
Valor
Una particularidad del Amarillo, de inclinarse siempre hacia los tonos más claros, es
que puede incrementarse hasta llegar a un grado de fuerza y estridencia intolerables para el
ojo y el espíritu. El amarillo es un color típicamente terrenal, sin gran profundidad.
El amarillo se torna agudo con facilidad y es incapaz de descender de una gran
profundidad. El azul difícilmente será agudo y será incapaz de ascender a una gran altura.
El equilibrio perfecto al unir colores tan significativamente opuestos se encuentra en el
verde. Emerge la calma. La influencia directa sobre la vista, y por ella sobre el espíritu, es
idéntica, suceso estudiado no solo por médicos sino especialmente por oftalmólogos. El
verde absoluto es el color más calmo que existe, no tiene dinamismos, ni matices de alegría,
dolor o pasión; nada exige, no exhorta a nadie.
El rojo color que se presenta cálido y sin límite, causa del efecto interior de un color
vivo y movedizo, pero no posee la rapidez abrumadora del Amarillo sino, energía y
perseverancia es un ardor vibrante centrado en sí mismo y poco atrevido. El rojo Saturno se
asemeja al amarillo medio, transmite fuerza energía empuje coraje felicidad, victoria y otras
sensaciones afines, su tono medio añade tenacidad en sus sensaciones fuertes es como
una pasión obstinada e inextinguible una fuerza imbatible y centrada en sí misma. El
enfriamiento repentino y trágico gesta un tono que los pintores evitan por sucio, esta obra
por ejemplo no utiliza ningún color frío.
Con frecuencia el color rojo es corriente encontrarlo en obtas principalmente al aire
libre, donde sobresale como complementario del verde estos rojos tienen una condición
activa y material algo inadecuada a las profundidades y con el amarillo en un ámbito
superior, Únicamente se posiciona de un sonido más profundo. De esta forma, surge el
marrón, el color plano y duro, incapaz de mucho movimiento y donde la resonancia del rojo
es bullir apenas distinguible. Un uso propicio puede generar una belleza incomparable: la
demora.
Conociendo el motivo del trabajo y el tipo de obra que hacía (fue dedicado por
Adelina a un alumno de ella), concluimos que puede referirse a la calidez que le generaban
sus estudiantes, más específicamente “Ale”. El espíritu se ve reflejado en los trazos de los
girasoles y del pastizal, y en la cantidad de material empleado en estos.
En la obra, la intuición innata del artista se ve reflejada en la exaltación del valor
interior de su material, en este caso, a través del análisis de los colores. Los tonos vibrantes
de toda la obra, y en particular el amarillo, incitan e intranquilizan al espectador, mientras
que el rojo vibrante transmite energía y perseverancia. El equilibrio perfecto se encuentra en
el verde, el color más calmo que existe. El fondo de la obra es rojo bermellón, que se
asemeja al amarillo medio y transmite fuerza y coraje, mientras que el piso es marrón, un
color plano y duro que genera una belleza incomparable: la demora. La obra representa la
calidez que le generaban los estudiantes de la artista, reflejado en los trazos de los girasoles
y el pastizal, y en los contrastes de los tonos vivos y el blanco.
Conclusión
Adelina Tarditi, profesora, artista plástica y restauradora mendocina,que se especializó en la
representación de paisajes de Mendoza, gracias a alumnos, colegas y personas cercanas a
ella como: Alejandro Iglesias, Luisa Olguin, Miguel Soria, Sergio Fustari pudimos conocer
un poco lo que fue su vida, también el trasfondo de la obra, fue hecha para un alumno de
ella con el que tenía una relación muy cercana,
En cuanto a la obra podemos decir que tiene una estética expresionista en sus trazos y
formas,esto debido a la enfermedad degenerativa que afrontaba la artista,
Se puede interpretar que buscaba plasmar un atardecer característico de Mendoza, con
tonalidades cálidas y en primer plano unas flores ligeramente volcadas en dirección del lado
derecho, Las flores y pétalos están menos definidos, lo cual podría deberse a la dificultad de
la artista para aplicar material con precisión debido a su enfermedad.
Referencias
(Libros)
CHIAVAZZA Pablo. Una academia sin par. 80 años de la Academia Provincial de Bellas
Artes de Mendoza.
(Documentos electrónicos)
(Obras artísticas)
TARDITI, Adelina. Los girasoles del Ale, 1995m óleo sobre lienzo. Museo de Arte Moderno
Mendoza.
Los Girasoles del Ale, Adelina Tarditi 1995