Está en la página 1de 7

Violencia mapuche

   
   
   
   
   
   
                                                              
                                                   

                                                              
                                                 
                                                                                                                  Integrantes:
Javier García
Miguel García
Kevin Rosero

Introducción
Como mucho se ha especulado en el último tiempo, el problema con la supuesta
“violencia” de la sociedad mapuche la tendremos que analizar, para verificar su veracidad,
o si no existen factores externos que demuestren lo contrario.
Dentro de este informe se abordará de forma general las épocas donde los mapuches
tuvieron conflictos con violencia, en general guerras o conflictos con otras etnias, estas son;
coexistencia contra otros pueblos originario, disputa contra los españoles y violencia contra
la sociedad actual. Se sabe que los Incas no siguieron expandiendo su imperio más allá del
río maulé por la presencia de una cultura indomable, lo mismo pasó con los españoles y su
ansiedad de conquistar y finalmente la sociedad moderna de Chile está sometida a un
constante “acoso” por parte de las etnias mapuches que aún quedan y reclaman por sus
tierras ancestrales, que fueron quitadas por lo primeros.
Después de analizar todos estos problemas que ha tenido la sociedad mapuche,
analizaremos lo justificada o injustificada que es esta violencia, o en caso contrario, si
realmente es violencia

             Violencia con otras etnias de origen (Incas)


La guerra entre Incas y Mapuches es uno de los primeros conflictos que tenemos datos en la
actualidad, aunque no muy claros ya que fue una disputa donde no hubo muchos archivos
que queden hoy en día, más que nada el boca en boca que han pasado por generaciones. A
continuación, le presentaremos lo acontecido en este conflicto:
La batalla del Maule es el nombre de este enfrentamiento bélico entre las fuerzas mapuches
y las fuerzas del ejército Inca durante su expansión hacia el sur. Se cree que la batalla
ocurrió a fines del siglo XV, probablemente en 1485, en el río Maule y sus alrededores, en
el actual territorio de Chile, pero no existen antecedentes que permitan asegurar que
sucedió exactamente o en qué forma tuvo lugar.
Tras someter a atacameños y diaguitas entre aproximadamente 1479 y 1485, el ejército de
Túpac Inca Yupanqui, de unos 50.000 hombres, llegó a parte del territorio picunche, grupo
norte de la etnia mapuche. Al llegar al río Maule, se les ordenó a unos 20.000 soldados
Incas cruzarlo, probablemente por consejo del ayudante Vitacura, y al mando del
apusquipay ('general Inca') llamado Sinchiruca o Sinchirunca.
Los Incas llamaban promaucaes, promaucas, purumaucas o purum aucca (del quechua
purum awqa, 'gente salvaje') a las poblaciones sureñas que no estaban sometidas a su
imperio. Fue así que, al oponer resistencia, este subgrupo picunche fue nombrado como
promaucaes por los Incas, voz por la que serían posteriormente reconocidos por los
españoles.
Enterados de la venida de los Incas, los promaucaes se aliaron con los subgrupos Antalli,
Kawki y Pinku, formando un ejército de 20.000 hombres. Durante dos días, los Incas
enviaron parlamentarios para que reconocieran a Túpac Inca Yupanqui como su soberano e
hijo del dios Sol.
Los promaucaes decidieron no aceptar los ofrecimientos de los Incas y dar batalla. Al tercer
día se inició la lucha que se prolongó por tres días. Durante el enfrentamiento, hubo muchos
muertos en ambos bandos y ningún ejército vencedor.
Al cuarto día decidieron no enfrentarse y así esperaron dos días más, cuando casi todos los
que quedaron vivos estaban heridos. Ni los Incas ni los promaucaes pidieron refuerzos.
Finalmente, los promaucaes se retiraron del campo de batalla cantando victoria. Los Incas
evaluaron perseguirlos para eliminarlos, de lo cual estuvieron de acuerdo algunos jefes, o
asegurar lo que ya habían conquistado.
Consultando al gobernante Túpac Inca Yupanqui, los Incas decidieron no continuar la
conquista, sino fortalecer sus posiciones, administrar los territorios dominados y mejorar la
agricultura de sus nuevos vasallos para que sus vecinos aún no conquistados notaran su
progreso. Solo los nuevos pueblos vasallos picunches que se ubican entre los ríos Choapa y
Maipo aceptaron de buen grado el dominio y obtuvieron ventajas de él, mientras que el
resto lo rechazó. Aun así, los pueblos picunches no sometidos al Imperio Inca también
aprendieron la nueva tecnología que los Incas enseñaron en sus nuevos dominios más al
norte.
En las décadas siguientes, los Incas sometieron las rebeliones locales en la zona entre los
ríos Aconcagua y Maipo. Producida la Guerra civil Inca, se retiraron las fuerzas Incas, lo
que permitió la rebelión de varios caciques locales ante el vacío de poder que se produjo.

                 Violencia en época colonial (Guerra de Arauco)


Cuando los conquistadores españoles, dirigidos por Pedro de Valdivia, llegaron a la región
del Bío Bío tenían un vago concepto sobre la belicosidad de los indígenas. Al no tener
noticias de grandes civilizaciones o imperios como en México y Perú, además de
encontrarse confiados por su victoria en la guerra hispano-inca esperaban un pronto y fácil
sometimiento por las armas de estos pueblos a la Corona y su posterior evangelización.
Según varios cronistas españoles y la posterior tradición popular chilena, los mapuches
("gente de la tierra" en idioma mapudungun) mantuvieron un espíritu de lucha permanente,
lograron aprender rápido cómo enfrentar a los españoles, aprovecharon su geografía llena
de bosques y montañas para organizar guerrillas, además de ser demográficamente
superiores a los pueblos picunches y diaguitas, sometidos a los españoles y aliados de estos.
Estos conceptos se resaltan en la obra épica "La Araucana", escrita a principios de la
colonia por Alonso de Ercilla.
Estas razones ocasionaron una reñida guerra de guerrillas, sin mostrar un vencedor
evidente, pues tras la resistencia mapuche, los conquistadores se vieron obligados varias
veces a despoblar y retirarse de las zonas territoriales indígenas. La explicación a
comportamientos militares tan distintos está en la geografía; el paisaje de estepa del Valle
Central de Chile en la zona de Santiago no permitía la lucha de guerrillas ni se disponía de
alimentos en la cordillera para refugiarse ahí. No era la misma situación en la zona austral,
donde los montes y la selva valdiviana favorecen la lucha guerrillera y hacían difícil el
triunfo hispano.
Hubo más de un momento en que la colonización de Chile estuvo a punto de detenerse.
La Guerra de Arauco fue un quebradero de cabeza para los reyes Carlos V, Felipe II, Felipe
III, Felipe IV y el Virreinato del Perú, por su irresuelta situación constante en el tiempo y
su alto costo pecuniario y de vidas.
Hubo muchos combates en que, alternativamente, la victoria se pasaba de bando a bando.
Asimismo hubo intentos y períodos de paz aparente, seguidos de largos períodos de estado
de guerra. Los españoles se convencieron, finalmente, de que cualquier intento de paz era
inútil y que sólo obtendrían la victoria por la fuerza.
Las pestes tales como el tifus, la viruela, el denominado "chavalongo" y otras enfermedades
traídas por los europeos, afectaron gravemente a los indígenas, entorpeciendo su
participación en la guerra.
La guerra se fue desgastando en el último tercio debido, en parte, al mestizaje entre los
ibéricos y mapuches, ya que el indígena en sus malones secuestraba mujeres españolas; y
los conquistadores españoles, que no tenían muchas mujeres consigo, en sus "malocas"
hacían lo mismo. En el fondo, los hombres de ambos bandos raptaban a las mujeres del
enemigo. Por eso, es difícil hablar de una "raza" pura predominante en Chile.

                                  

Violencia en el día de hoy


La expresión contemporánea del conflicto entre los Mapuche y el gobierno, las empresas
forestales y de energía (embalses), se instaló a fines de 1997, fecha en la cual fueron
incendiados tres camiones cargados con madera que salían de un terreno en litigio entre una
empresa forestal (Forestal Arauco) y las comunidades de la zona de Lumaco (IX Región).
La población Mapuche de ese sector argumentaba su pretensión de recuperar los terrenos
en manos de la forestal apelando a sus derechos ancestrales. Desde esa ocasión y hasta la
fecha, la Intendencia de la Región de la Araucanía ha interpuesto diversos recursos en la
Corte de Apelaciones de Temuco para que se aplicará la Ley de Seguridad Interior del
Estado y actualmente la Ley Antiterrorista. Desde ese periodo, el gobierno viene
advirtiendo que sancionará “con el mayor rigor de la ley” a aquellos grupos que insistan en
desacatar el Estado de derecho y algunos de sus representantes vienen realizando, desde
hace ya un tiempo, fuertes denuncias contra las acciones “perpetradas” por los comuneros.
A partir de esa fecha son innumerables las ocupaciones, los actos de protesta y acciones de
descontento que se han producido en diversas localidades del Sur del país, algunas de las
cuales adquieren inusitada violencia por parte de los grupos en conflicto: por un lado, las
comunidades mapuches, organizaciones ecologistas e indigenistas, y por el otro, las fuerzas
policiales y guardias de seguridad contratados por las empresas.

En la Región de la Araucanía se desarrolla, por lo tanto, desde hace varios años este
conflicto entre las comunidades mapuche que reclaman tierras “ancestrales” y las empresas
agrícolas y forestales que actualmente poseen los derechos de propiedad sobre ellas.
Algunos de estos enfrentamientos han cobrado la vida de jóvenes integrantes del
movimiento mapuche. La tensión generada (…) llevó al gobierno a declarar la Ley
Antiterrorista para juzgar las acciones emprendidas por las organizaciones mapuches
responsabilizadas por los ataques a empresas y explotaciones aledaños a sus comunidades.
La aplicación de dicha Ley ha sido criticada por diversos abogados y especialistas, que la
consideran una aberración jurídica en la medida que atribuye como causal de un acto
terrorista a cualquier persona que proceda a “colocar, lanzar o disparar bombas o artefactos
explosivos o incendiarios de cualquier tipo, que afecten o puedan afectar la integridad física
de personas o causar daño.” Con esta definición ambigua y sumamente vaga puede ser
encausado como acto terrorista cualquier actividad promovida por grupos anti-sistémicos o
movimientos sociales que, por ejemplo, puedan hacer uso de barricadas o lanzar bombas
molotov en una manifestación.

Hoy en día es bastante frecuente ver a los chilenos asociar cualquier siniestro en la región
de la Araucanía con un acto terrorista, y con los mapuches. Esto fue producto de años de
irregularidades que ocurrieron en esta región, Leonardo Espinoza fue un brigadista forestal
el cual a la edad de 20 años se suicidó, dejando unas cartas donde denunciaba malas
prácticas en su trabajo, él reveló que los propios brigadistas forestales incendiaron la casa
patronal del Fundo Rucañanco de la empresa Mininco para culpar a los mapuches. No solo
fue este hecho sino también denuncia que los brigadistas forestales hicieron una multitud de
auto atentados y atentados contra comunidades mapuches, para despertar la ira en ellos y
así poder justificar su trabajo. Esto provocó que, en el gobierno de Ricardo Lagos, se
comenzarán a tomar medidas “Antiterroristas” contra distintos pueblos mapuches. No
olvidemos también el auto atentado del 2014 donde se incendiaron un par de camiones
provocando que la extrema derecha saliera con su clásico discurso del terrorismo mapuche,
pero al final solo fue un auto atentado para cobrar el seguro. Esto provoca que las futuras
generaciones vean y asocien al ser mapuche como un ser violento y terrorista, solo por la
parcialidad de información que reciben en la actualidad.
El estado en diversas ocasiones (sabiendo que el país perdería productividad), les ha
comprado tierras a privados para devolvérselas a los mapuches, pero con el compromiso de
que estos la trabajen. La compra de terrenos ha sido irregular y no ha dado los resultados
esperados. El enorme y creciente gasto del gobierno para devolver terrenos no ha logrado
disminuir los focos de violencia. Las cifras son elocuentes: se invirtieron 19 mil millones
de pesos en 2004, $ 44 mil millones en 2014 y en 2015, $ 78 mil millones

Conclusiones
El pueblo mapuche a diferencia de muchos otros pueblos que habitaban el norte de chile,
fueron los que más opusieron resistencia en la conquista por parte de los incas. A tal punto
que los incas decidieron no seguir conquistando hacia el sur porque solo les causaba
pérdidas y prefirieron desarrollar los lugares ya conquistado hacia el norte.

En la época de la colonia, cuando chile estaba bajo el poder de la corona española, los
españoles concluyeron que la única forma de obtener la conquista de las tierras mapuches
era a través de la violencia porque por más que los se hagan tratados de paz, los mapuches
atacaron por sorpresa o si los españoles se adentraron ligeramente en el sur (bio bio) eran
constantemente sorprendidos por emboscadas. Más adelante se lograban hacer periodos de
guerras defensivas donde los españoles solo defendían lo que tenían conquistado y luego
aparecieron los parlamentos donde se logra dialogar con los mapuches pero dentro de las
cosas que acordaban, que un líder mapuche esté de acuerdo no quiere decir que todos los
demás líderes lo están, entonces el conflicto continuaba. La corona española decidió
detener las expediciones porque se generan muchas pérdidas y finalmente reconoció a los
mapuches como una nación, por ser más difícil de conquistar que los demás pueblos
indígenas

En la época de la república, en muchas ocasiones el pueblo mapuche ha sido definido como


violento y sin ninguna capacidad de diálogo, demasiado obcecado por recuperar su
patrimonio. Efectivamente, en muchas oportunidades los mapuches han reaccionado de
manera violenta a la instalación de empresas forestales o proyectos hidroeléctricos en su
territorio, pero ello ha sido provocado también porque no han sido consultados previamente
respecto a estos emprendimientos, excluyéndose de cualquier debate bajo el pretexto (y el
prejuicio) de que estas comunidades son por esencia contrarias al progreso económico.

Bibliografía:
- ¿Violencia terrorista o defensa legítima de tierras ancestrales? Cielo y tierra. Blogia,
marzo 2010
- La Criminalización del conflicto mapuche. Fernando de la Cuadra. Sociólogo chileno,
Miembro de la Red Universitaria de Investigadores sobre América Latina. RUPAL
-http://www.eldefinido.cl/actualidad/pais/4545/Pueblo-mapuche-vs-Estado-las-razones-de-
una-eterna-disputa/
-https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_Maule, La Batalla de Maule, párrafo 1, Historia,
párrafo 1 al 7
-cronista e historiador Jerónimo de Vivar (Crónica y relación copiosa y verdadera de los
Reinos de Chile, 1558)
-(https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Arauco, Características párrafo del 1 al 6)

También podría gustarte