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Sofía Sánchez Profesorado Semipresencial

Primer parcial Lingüística IV

1. Esta afirmación de M. Foucault hace referencia a que la lengua no solo se


constituye como un conjunto de reglas gramaticales sino que es también un
sistema que establece y posibilita las condiciones de enunciación de
determinadas formas discursivas. Es decir, la lengua facilita la creación de
distintas formas enunciativas para cada contexto específico. Para cada
formación discursiva existen determinadas normas a seguir, que son válidas
para ese contexto en particular, diferenciándose de otros. Por ejemplo, si
pensamos en el ámbito médico, hay determinadas enunciaciones que no
podrían aceptarse, ya que existe una formación discursiva determinada para
este contexto, que tiene que ver con la formación profesional en medicina.
Sin embargo, en contextos de enunciación más flexibles, como por ejemplo
los literarios, se pueden admitir variedad de enunciaciones, dado que el
contexto así lo permite.

2. Pese a que ambas afirmaciones de los autores están relacionadas y son


complementarias entre sí, no están diciendo lo mismo. Por un lado, Foucault
menciona que la lengua es un sistema que establece las condiciones de lo
que puede decirse o no, dentro de una formación discursiva, como mencioné
anteriormente, dentro de un contexto específico. Sin embargo, Benveniste
plantea que la existencia de la lengua se manifiesta al momento de
comunicar algo, esto quiere decir que la lengua se encuentra manifiesta
como sistema de signos disponibles para que los individuos realicen las
combinaciones necesarias para efectuar las enunciaciones deseadas. Se
concibe a la lengua como una herramienta para llevar a cabo la enunciación.

3. El tiempo y los deícticos forman un papel de gran importancia dentro de la


Teoría de Enunciación de E. Benveniste, a los que considera índices dentro
de la producción discursiva. Por un lado, considera al presente como la
fuente del tiempo, siendo su referencia temporal, la coincidencia del
acontecimiento del que se habla con la enunciación en sí misma. El tiempo
es producido por y para la enunciación. Por otra parte, los deícticos son
considerados como “individuos lingüísticos” que siempre remiten a individuos,
ya sean personas, lugares o momentos. Junto con la producción de cada
enunciado son generados estos deícticos, que logran establecer la relación
del yo (ego) y el tú, es decir del locutor y el alocutario. La función de los
deícticos es marcar a los participantes del acto comunicativo,
referenciándolos, por esto los identificamos como los pronombres personales
y demostrativos.

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