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Due Diligence: qué es la diligencia debida

y su significado

El término Due Diligence o Diligencia Debida se utiliza de distintas formas. Su uso


y aplicación varía dependiendo del sector, el área o el tipo de proceso en el que se
implemente. En este artículo trataremos el significado de Due Diligence, qué es la
diligencia debida, para qué se utiliza, qué tipos hay y cómo se aplica.
Se utiliza generalmente para conceptos y situaciones en las que se deba realizar la
investigación de una persona física o jurídica de forma previa a una relación
contractual u otro tipo de intercambios. Es importante tener en cuenta que la
identificación del sujeto (empresa o particular) sobre el que realizar el análisis Due
Diligence es un paso previo imprescindible.
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EL ANÁLISIS DUE DILIGENCE: SIGNIFICADO LEGAL


El significado de Due Diligence o Diligencia Debida, se refiere a la investigación
en sí que se realiza. De esta forma, hablamos de Diligencia Debida o Due Diligence
en jurídica para referirnos a una auditoría legal, a una operación previa de revisión
de una persona o empresa de cara a evaluar posibles riesgos al establecer una
relación económica con ella.
La investigación centra su eje en comprender la realidad de la empresa o persona y
cerciorarse sin lugar a duda que esta no ha cometido ni está comiendo ningún delito,
y que no se está planteando cometerlo. El análisis Due Diligence es, por tanto, un
proceso de búsqueda de información llevado a cabo por una de las partes en una
relación de negociación para poder evaluar riesgos y la situación en el momento de
la negociación.
Es un proceso muy habitual en el ámbito de la compraventa B2B (Business-to-
Business) y en la adquisición o fusión de sociedades. En algunos casos también es
conocido como “Diligencia Debida de compra o auditoría de
compra”. Podríamos decir que la definición estándar es “investigación sobre una
persona o empresa previa a la firma de un contrato o inversión”.
LA VINCULACIÓN E IMPORTANCIA DEL KYB/KYC EN DUE
DILIGENCE
Para recabar información sobre un negocio o persona, el primer paso es identificarla.
Es decir, cerciorarnos que la persona o el negocio realmente es quien dice ser. Una
vez realizada la identificación, pueden establecerse relaciones de confianza y
desarrollar el análisis Due Diligence o Diligencia Debida.
El análisis Due Diligence, o Diligencia Debida, se encuentra estrechamente
relacionado con el término KYB (Know Your Business). El paso previo en
un análisis de Due Diligence que es en remoto es la identificación del sujeto a
investigar. Este proceso de identificación digital de un negocio, para confirmar que
el negocio es el que debe ser se conoce como Know Your Business.
Conoce en profundidad el proceso Know Your Business (KYB) aquí.
Del mismo modo, el proceso KYB es una variante del estandarizado y globalmente
utilizado Proceso KYC (Know Your Customer). En esta ocasión, conocido
como Diligencia Debida del Cliente (CDD – Client Due Diligence).
La mayoría de las empresas que desean adquirir clientes de forma remota tienen la
obligación legal de identificar a sus usuarios con sistemas de verificación de
identidad fiables y seguros. Este proceso ha evolucionado desde el KYC hasta
el eKYC (electronic Know Your Customer), suponiendo una revolución en las
relaciones contractuales entre usuarios y empresas, para lo que el análisis Due
Diligence se realiza desde una perspectiva tecnológica.
Esto es ampliamente conocido en el sector financiero como Due Diligence
financiero, donde la Diligencia Debida reforzada es necesaria incluso en clientes
existentes que no estaban sujetos a este procedimiento. Las entidades manejan
modelos de riesgo utilizados para la identificación de empresas y/o clientes de alto
riesgo.
A la hora de plantearse cómo hacer un Due Diligence financiero dirigido hacia un
particular, trabajador o autónomo, el proceso KYC es el primer paso de cara a
realizar la investigación.
De hecho, previo a cualquier operación en la que se vaya a realizar algún tipo de
transacción, debe realizarse un análisis Due Diligence, incluso en inmobiliaria.
Descubre aquí cómo la digitalización ha transformado los procesos.

REGULACIONES A TENER EN CUENTA PARA UN ANÁLISIS


DUE DILIGENCE LEGAL
Como todo procedimiento legal, el Due Diligence debe ajustarse a las regulaciones
vigentes por las que se ve afectada dada la naturaleza del proceso de Diligencia
Debida. En este sentido, las regulaciones que se ven implicadas son:
 GDPR: El Reglamento General de Protección de Datos regula la protección de
las personas con relación al tratamiento de sus datos personales y su uso.
Cualquier análisis Due Diligence legal debe cumplir estrictamente con el
RGPD debido al tratamiento de los datos del sujeto investigado por parte de la
empresa.
 AML Due Diligence: La Quinta Directiva Anti-Blanqueo de Capitales, o
5AMLD, regula todos los aspectos sobre las acciones contra el blanqueo de
capitales en todo tipo de procesos, tanto offline como online. Es un estándar
obligatorio que afecta a todas las industrias, aunque especialmente al sector
financiero y la banca, desarrollando técnicas para prevenir el fraude y
la diligencia debida contra el blanqueo de capitales.
 eIDAS: El sistema europeo de reconocimiento de identidades electrónicas y
servicios de confianza sienta las bases para la identificación de empresas y
usuarios, otorgando el sello de confianza para empresas cualificadas. Regula
todos los aspectos relativos a la firma electrónica y los intercambios en línea.
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eIDAS.

¿CÓMO HACER UN DUE DILIGENCE FINANCIERO?


¿Qué es el Due Diligence financiero y para qué sirve? El análisis Due Diligence
financiero tiene como objetivo analizar la salud financiera de un negocio.
A la hora de cómo hacer un Due Diligence financiero, el primer paso consiste en
identificar a la empresa e, inmediatamente después, analizar todos sus movimientos
y estado financiero actual y pasado. Esto se revisa de forma exhaustiva para
establecer una previsión con la que poder identificar posibles riesgos.
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE CUALQUIER ANÁLISIS
DUE DILIGENCE QUE ES COMPLIANT CON LA
REGULACIÓN KYC/KYB.
Cualquier análisis Due Diligence en auditoría cuenta con una serie de
características base que lo estandarizan y regulan de cara a las buenas prácticas en
este tipo de métodos de análisis de riesgos:
 Toda la información es confidencial entre ambas partes y debe tratarse
conforme a las regulaciones establecidas (RGPD, AML5, eIDAS).
 En gran parte de las negociaciones el proceso de identificación y de Due
Diligence es un proceso legal obligatorio. Siempre se presume buena fe por
parte del dador de información.
 Se recomienda que se realice por un agente tercero. Una empresa especializada
en Due Diligence, en auditoría, o tecnología KYB o KYC.
 Siempre debe tener un objetivo profesional claro: identificar las
contingencias de la parte con la que se va a negociar; y no otras intenciones.
 Debe darse en un plazo corto de tiempo y ser reciente, para que sea fiable y
verídico.
¿Cómo se hace una due diligence?
A la hora de adquirir una empresa o una unidad de negocio, debe realizarse un
proceso de investigación de la misma que permita al comprador obtener una
visión real de todos los aspectos de la empresa. A este proceso se le conoce como
due diligence, que se podría traducir como diligencia debida, aunque una
denominación más correcta podría ser auditoría de compra.

Este proceso está basado en la buena fe tanto de comprador como vendedor,


ambos interesados en llevar a cabo con éxito la transacción en condiciones justas.
Durante todo el proceso existe una estricta confidencialidad sobre todos en los
datos que se manejan, protegiendo así los intereses del comprador, en caso de
que se lleve a cabo la transacción, y del vendedor en caso de que no se realice.

Qué objetivo tiene la due diligence


El objetivo principal de la due diligence es realizar por parte del comprador, una
detallada investigación de las distintas áreas de negocio de la empresa que quiere
adquirir, con el objetivo de conocer la situación real de la empresa en todas sus
áreas.

Los resultados obtenidos de la due diligence permitirán al comprador reducir los


riesgos de la inversión a la hora de adquirir la empresa o área de negocio.
Además, estos datos también podrían proporcionar otro tipo de información útil
al comprador como:

Identificar y cuantificar sinergias propiciadas por la propia empresa y que no


están siendo explotadas empresarialmente (por ejemplo, acceso a nuevos
mercados, proveedores que pueden convertirse en clientes, ofrecer con los
productos servicios relacionados, etc.).
Descubrir cualquier pasivo oculto (deudas no declaradas, software no licenciado,
etc.). Esta situación posibilitará que ambas partes renegocien el acuerdo de
compra.
Determinar posibles contingencias de diversa índole (medioambientales, fiscales,
laborales, etc.), que pudieran surgir a corto y largo plazo.
Planificar una estrategia para aumentar los beneficios tras la adquisición del
negocio.
Aspectos que recoge una due diligence
Realizar una due diligence conlleva una serie de procesos que abarcan las
distintas áreas de la empresa, y que permiten garantizar su correcta aplicación.
Dependiendo del tipo de empresa, el sector donde se mueva y el tamaño de la
misma, el tiempo, número de personas y tamaño de los resultados de la
investigación, la due diligence varía.

La due diligence se realiza por parte del comprador y sus asesores, con el
consentimiento y ayuda del vendedor, que pondrá a disposición de los mismos,
todas las facilidades e información necesaria para realizarla de acuerdo a
parámetros correctos que muestren la situación real de la empresa.

Se entiende que el vendedor actuará de buena fe y que cualquier actuación que


impida o lastre el proceso de investigación, podrá romper las negociaciones y la
relación entre ambas partes. También se entiende que el comprador y las
personas que él mismo designe para realizar la due diligence, tendrán en cuenta
que su actuación debe tener el menor impacto posible en la empresa, para que
pueda seguir con su actividad de forma habitual.

Principalmente se centra en los siguientes aspectos:

Aspecto Financiero y Contable


Se debe conocer cuál es la situación financiera de la empresa donde se recoja
estados de las cuentas, financiación actual de terceros, balances de situación,
margen de beneficios, gastos fijos, inventario de productos, inventario de
inmovilizado, etc. Toda esta información debe ser lo más fidedigna posible.

Aspectos Fiscales
La situación de las empresas en cuanto a fiscalidad, donde se recojan impuestos,
gravámenes, tasas, etc. que estén dentro de su ámbito de negocio. También debe
investigarse la relación de la empresa con las administraciones públicas.

Aspectos Comerciales
En este apartado se debe conocer las ventas, la relación de la empresa tanto con
clientes como proveedores, los plazos de pago que ofrece a los clientes y que se
reciben de los proveedores, flota de vehículos, rutas de transporte, sistemas de
devolución y garantía, etc.

Aspectos Laborales
El personal es quizás el activo más importante en una empresa, por lo tanto, la
due diligence debe recoger el organigrama empresarial y hacer un estudio de
funciones, responsabilidades, etc., incluso realizando distintas entrevistas a
miembros del personal si fuese necesario.

Aspectos Tecnológicos
A día de hoy el aspecto tecnológico es fundamental en cualquier empresa por lo
que se debe conocer cómo funciona el departamento de IT, las herramientas de
software y la estructura hardware (bien la que se disponga o contrate en la nube)
y los procedimientos que se realizan. Además, es importante recoger los
procedimientos industriales o comerciales que hacen uso de tecnologías para ver
su estado y si se encuentran actualizados o comienzan ya el periodo de
obsolescencia.

En procesos de cambio de proveedor relativos a servicios de outsourcing hay que


tener en cuenta estas fases:

Fase I: adquisición de conocimiento, due diligence, y planificación de la fase de


transición. En esta fase de transición, la información proviene de las siguientes
fuentes:
Documentación del cliente.
Reuniones.
Sesiones de preguntas y respuestas.
Due diligence.
De esta manera ambas organizaciones pueden garantizar conjuntamente que sus
valores están alineados para llevar el servicio hacia adelante. Los principios clave
para ello son:

Asimilar los valores y estándares centrales del cliente.


Comprender las metas y visiones del cliente y determinar cómo el proveedor
puede desempeñar mejor su papel para ayudar a lograr dichas metas.
Ofrecer valor a los usuarios del cliente.
Mostrar integridad y profesionalidad.
Asegurar que los procedimientos y sistemas estén documentados con un estándar
común para que el conocimiento sea compartido y transferible.
Exceder los niveles de servicio acordados y los factores críticos de éxito.
Mostrar la propiedad y las rutas de escalación.
Ser flexible y estar preparado para hacer un esfuerzo adicional en la búsqueda de
atención al cliente adoptando en todo momento una actitud predominante para
mejorar la prestación del servicio.
Aplicar la innovación y las mejores prácticas, buscando continuamente formas de
mejorar los procedimientos
Mantener la coherencia y minimizar las interrupciones causadas por los cambios
en la prestación del servicio.
Para ello un proveedor suele plantear estas 5 actividades principales:
Análisis del entorno actual.
Definición detallada del nuevo servicio.
Definición detallada del Plan de Transferencia.
Definición del plan de personal.
Definición del plan de continuidad.
Otros aspectos
Según el tipo de negocio es importante analizar muchos otros aspectos y ramas
de la empresa, como el organigrama de dirección (junto a sus funciones, coste y
responsabilidades), aspectos medioambientales que podrían influir en la actividad
de la empresa, aspectos legales por posibles cambios de legislación, propiedad
intelectual o marcas y patentes, por ejemplo.

Resultado de la due diligence


El resultado final de la due diligence se plasma en un informe final detallado,
donde se presenta todos los aspectos revisados y las conclusiones sobre los
mismos. Por lo tanto, no se trata de un documento meramente informativo ya que
debe recoger opiniones que faciliten la operación de transacción.

La due diligence no tiene como objetivo “buscar fallos” en las condiciones


transacción. En caso de encontrar situaciones contrarias, deberá aportar posibles
soluciones a las mismas, como la ampliación de plazos de compra o la reducción
del importe de compra.

Quién realiza la due diligence


Normalmente, el comprador se pone en contacto con una empresa externa,
independiente tanto del comprador como del vendedor, y experta en realizar
auditoría de compras.

Estas empresas cuentan con el personal adecuado para realizar las


investigaciones necesarias en las distintas áreas de la empresa, y así poder
elaborar un informe detallado donde se presentan unos resultados que aportan
valor a la hora de tomar la decisión, por parte del comprador, de adquirir la
empresa en las condiciones pactadas, realizar una nueva negociación de
condiciones o incluso cancelar la adquisición.

Realizar una due diligence antes de adquirir un negocio proporciona al


comprador unas garantías para minimizar los riesgos de su inversión. Se trata de
un proceso de corta duración, pero intenso, en el cual todos los aspectos de la
empresa son analizados por personal independiente, para elaborar un informe
final que recoja la situación real de la empresa en el momento de la adquisición.
Las empresas expertas en este tipo de auditoría buscan un perfil para su personal
para que, aparte de capacidad de investigación y análisis empresarial, dispongan
de una experiencia que les permita elaborar informes que plasman la situación
real de la empresa y que ofrezcan soluciones a las posibles contingencias.

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