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Nota Puerto
Nota Puerto
El partido político municipal que lleva como primer precandidato al concejo a Pablo
Landó, propone crear un astillero municipal y darle poder de decisión al municipio
sobre lo que sucede en el puerto.
Santa Fe nació como una ciudad portuaria. Por sus costas llegó Juan de Garay y
hasta el mismísimo Manuel Belgrano, el trazado de las avenidas principales fue
heredado de las vías del tren que conectaba el puerto con tierra firme. En ese
momento, a principios del 1900 nuestra ciudad se perfilaba para ser portuaria,
ferroviaria e industrial. Por decisión u omisión el destino de la capital de la provincia se
volcó hacia otro lado.
EL ENTE PORTUARIO
“El Ente portuario de Santa Fe es una de las principales trabas para el desarrollo
económico de nuestra ciudad”, comienza afirmando Pablo Landó. Para este nuevo
espacio político, el talón de Aquiles del círculo rojo santafesino que está “anclado” en
el puerto local es, justamente, la composición del ente portuario.
“El directorio del Ente está compuesto por el Presidente, que designa el gobernador,
un director municipal a elección del intendente y hasta 7 representantes del sector
privado (Inmobiliarias, casino, cámara de comercio, etc.). Hace ruido escuchar que un
espacio público está dirigido por un ente autónomo, donde lo público a la hora de
tomar decisiones cuenta con una minoría. “A principios de los 90 cuando el
menemismo desplegaba su modelo neoliberal de descentralización del Estado y
privatización de los recursos públicos, cedió la administración de los puertos a las
provincias. En 1993, la ley provincial N° 11.011 creó los Entes Portuarios de Santa Fe
y Rosario, les otorgó carácter de “entes autónomos”; un engendro jurídico pergeñado
para el saqueo y la entrega.”
EL MASTERPLAN
Hace poco más de una década atrás, el concejo deliberante convirtió en ordenanza el
proyecto enviado por el ejecutivo municipal denominado “Masterplan” para el nuevo
uso del puerto santafesino, con la cual se pusieron en valor terrenos fiscales con obras
de infraestructura y servicios con el aporte del Estado, para que un grupo de empresas
inmobiliarias, grupos de inversión privados, medios de comunicación, etc. se hagan de
estas tierras a un bajo costo.
Landó asegura “Esos sectores durante años instalaron la idea de un “puerto que no
sirve para nada”, decidieron un rumbo de parálisis operativa y productiva y se
dedicaron a negociados comerciales e inmobiliarios en la zona de Diques y Avenida
Alem. Es así cómo podemos entender que nuestro puerto se haya convertido en un
hipermercado, casino, shopping, hotel, y barrio de lujo “.
Los fondos que administra el Ente portuario, como por ejemplo el cobro de los
cánones locativos (alquileres) a desarrolladores inmobiliarios y negocios emplazados
allí y por servicios en la zona operativa, no van a las arcas del Estado; quedan ahí por
ser “ente autónomo no estatal”. Se apropian de millonarios recursos que tanto
necesitamos en la ciudad para obras.
“Una vez en manos de los santafesinos, ponerlo al servicio de resolver los problemas
concretos de la ciudadanía, como por ejemplo uno de los más preocupantes de este
momento: el empleo. Hemos conversado y analizado largo tiempo con investigadores,
presidente de consorcios de gestión de Puertos como el de Mar del Plata, trabajadores
de astilleros como Río Santiago, etc. que aseguran que nuestro Puerto puede
desarrollar su actividad con barcazas, pequeñas, que puedan ser construidas y
reparadas por un Astillero local, municipal o público – privado.”