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Protocolo de rehabilitación en pacientes con artroplastia de

rodilla
El protocolo de rehabilitación en pacientes con artroplastia de rodilla es un
programa de ejercicios y actividades específicas diseñado para ayudar a los
pacientes a recuperarse después de someterse a una cirugía de reemplazo total o
parcial de rodilla. El objetivo principal de este protocolo es mejorar la función,
reducir el dolor y promover la movilidad de la rodilla operada.

Es importante tener en cuenta que cada paciente es único y puede requerir ajustes
en el protocolo de rehabilitación según las recomendaciones del cirujano y el
estado específico de su rodilla. A continuación, se presenta un esquema general
de un protocolo de rehabilitación para pacientes con artroplastia de rodilla:

Fase 1: Etapa de recuperación inmediata


(días 1-2 semanas postoperatorias):
1. Control del dolor e inflamación: El manejo del dolor es esencial para permitir
una rehabilitación adecuada. Se pueden usar analgésicos y antiinflamatorios
según las indicaciones del médico.
2. Ejercicios de movilidad: Se inician ejercicios suaves y pasivos para mover la
rodilla y evitar la rigidez.
3. Marcha asistida: Se anima al paciente a comenzar a caminar con ayuda de
muletas o un andador, según sea necesario, para comenzar a cargar peso
gradualmente.
4. Fortalecimiento muscular inicial: Se pueden realizar ejercicios de contracción
isométrica para los músculos cuádriceps y músculos isquiotibiales para mantener
la fuerza muscular en la pierna.

Fase 2: Etapa intermedia (semanas 3-6 postoperatorias):


1. Continuación del control del dolor e inflamación.
2. Mayor rango de movimiento: Se trabajará en mejorar la flexión y extensión de
la rodilla, utilizando ejercicios pasivos y activos.
3. Fortalecimiento progresivo: Se agregarán ejercicios de resistencia para los
músculos cuádriceps, isquiotibiales y pantorrillas para mejorar la estabilidad y la
fuerza de la rodilla.
4. Ejercicios de equilibrio y propiocepción: Se incorporarán ejercicios para
mejorar el equilibrio y la percepción de la posición de la rodilla en el espacio.
5. Hidroterapia (opcional): Algunos protocolos pueden incluir sesiones de
ejercicios acuáticos para reducir el impacto y facilitar la movilidad.

Fase 3: Etapa avanzada (semanas 7 en adelante):

1. Continuación del trabajo de fortalecimiento y flexibilidad.


2. Ejercicios funcionales: Se incluirán actividades que se asemejen a las acciones
cotidianas del paciente, como subir escaleras, levantarse de una silla, etc.
3. Actividades deportivas específicas (si es necesario): Para pacientes activos o
atletas, se pueden agregar ejercicios específicos para su deporte o actividad física.
4. Gradualmente, se reducirá el uso de muletas o dispositivos de asistencia para
caminar, según la progresión y la evaluación del terapeuta.
Es importante seguir las recomendaciones y pautas proporcionadas por el equipo
médico y los terapeutas de rehabilitación, ya que la recuperación después de una
artroplastia de rodilla puede variar según las características individuales de cada
paciente. La adherencia al protocolo de rehabilitación puede ayudar a maximizar
los resultados y lograr una recuperación exitosa.

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