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La homeopatía como aliada

para calmar los nervios


9 febrero, 2022 | Patologías

Vivimos un momento en la sociedad en el que la incertidumbre, el miedo y el nerviosismo


se han convertido en nuestros principales sentimientos. Según los resultados de la última
encuesta sobre Salud Mental en España durante la pandemia realizada por el CIS, más del
50% de la población ha sentido algún tipo de ansiedad o nerviosismo en este periodo, que ya
está cerca de cumplir dos años.
Ante una misma situación no todas las personas van a responder de la misma manera. Cada
uno de nosotros tenemos una capacidad de comprensión y de respuesta, una capacidad de
adaptación, que definirá nuestro comportamiento ante las distintas circunstancias de la vida.
Aunque lo experimentado durante estos años de pandemia ha despertado un gran parte de la
sociedad sentimientos de miedo, incertidumbre, ansiedad, rabia y, como se suele denominar
coloquialmente, nerviosismo, no todas las personas van a manifestarlo de la misma forma.
La homeopatía contempla y analiza la forma particular en la que estos sentimientos se
manifiestan en cada persona para poder así prescribir el o los medicamentos que mejor se
adapten a cada caso en particular. Como siempre decimos, con la homeopatía no tratamos
enfermedades sino enfermos. Personas que sufrimos, cada uno a nuestra manera.

¿Por qué sentimos nervios?


Según el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH) se sienten nerviosos cuando el cerebro
activa una “respuesta encaminada a reaccionar ante un cambio”. Esto produce la liberación de
hormonas y neurotransmisores que alteran el funcionamiento de ciertas partes del organismo.
En realidad, es un mecanismo de adaptación.
El miedo, la ansiedad y el nerviosismo son sentimientos que todos los seres humanos
experimentamos. Sentimos miedo cuando experimentamos cualquier situación que nos haga
creer que nos encontramos enpeligro. Son emociones básicas de autoprotección que se
activan cuando sentimos que algo o alguien pueden causarnos algún daño.
El problema surge cuando ese sentimiento se instala como un estado constante de ansiedad,
nerviosismo, fobias diversas, irritabilidad, hiperexcitación, generalmente acompañado de
síntomas físicos como alteraciones del sueño, dolores y tensiones musculares, problemas
digestivos, erupciones en la piel, cefaleas, entre otras muchas formas de somatizar.
La tensión que el miedo genera en nuestro organismo es muy beneficiosa cuando esa
situación es puntual y pasajera; sentimos una amenaza, nos tensamos y la resolvemos.
Perfecto. Pero cuando el nerviosismo se convierte en un estado de ánimo permanente, es
cuando esa tensión comienza a desgastarnos y a enfermarnos.
En ocasiones la sensación de nervios y ansiedad que vivimos las personas tiene que ver con
una situación concreta que nos está tocando pasar, como una enfermedad, una situación
económica desesperada, la guerra o cualquier amenaza real y tangible. Pero otras muchas
veces esos sentimientos se instalan en nuestro corazón y en nuestra mente sin que podamos
vincularlos a ninguna circunstancia concreta de nuestra vida. La ansiedad se convierte así en
la forma de vincularnos con la vida.

¿Cómo calmar los nervios?


Cuando una persona acude a su médico de familia consultando por este tipo de problemas es
frecuente que experimente la sensación de que se minimiza la importancia de su queja y de
que no se le presta demasiado atención, quizás porque no se considere un problema grave de
salud, pero también porque se dispone de pocos recursos efectivos y seguros desde la
medicina convencional para ayudar a estas personas. Para muchos pacientes resulta frustrante
comprobar como la única opción de tratamiento que se les propone son los psicofármacos.
Una medicina que se centra, casi de manera exclusiva, en los psicofármacos como única
alternativa para intentar ayudar a estos pacientes con ansiedad, tristeza, y nerviosismo, se
convierte en una «medicina coja y ciega».
Lo primero y más importante que necesita una persona nerviosa y angustiada es escucha. Por
dos razones; una porque la propia escucha ya puede resultar, en muchos casos, terapéutica en
sí misma y la otra porque es la única manera de conocer a esa persona y adentrarse en su
mundo emocional y en los motivos que le han llevado a sufrir de esa manera.
A partir de este conocimiento profundo de su paciente, el médico experto en homeopatía
indicará los medicamentos homeopáticos que podrían ser de utilidad para intentar ayudar a
esa persona.
La psicoterapia, el ejercicio físico, la relajación, la meditación, la música o la literatura
pueden ser también de gran ayuda cuando se enfocan y se adaptan a los gustos y necesidades
de cada persona. Para ello el médico debe entablar una relación sincera y profunda con su
paciente, una relación basada en la escucha activa y en la empatía.
En muchas ocasiones podría parecer que los médicos hemos olvidado que nosotros podemos
ser el tratamiento más importante que necesitan nuestros pacientes.
Hipócrates, conocido en occidente como el padre de la medicina, decía ya hace casi 2500
años:
Algunos pacientes, aunque conscientes de que su situación es peligrosa, recuperan su salud
simplemente por la satisfacción con la bondad de su médico.
Y también nos dejó dicho:
El paciente debe combatir la enfermedad junto con el médico.
Medicamentos homeopáticos que pueden
ayudar a calmar los nervios.
El uso de la homeopatía a la hora de ayudar a las personas que acuden
a su médico con un problema de nervios se centra en dos aspectos:
 La seguridad de los medicamentos homeopáticos que nos
permite utilizarlos en niños, mujeres embarazadas o que estén
dando pecho, personas polimedicadas o pacientes con problemas
renales y hepáticos. Además, son medicamentos que no
producen somnolencia ni adicción.
 Los medicamentos homeopáticos no «anestesian» las
emociones, sino que estimulan los recursos emocionales de las
personas aumentando su resiliencia, la capacidad que tenemos
las persona para superar circunstancias difíciles.
Conocer qué medicamento homeopático necesita cada persona
requiere que médico y paciente establezcan una conexión que permita
al médico conocer cómo se está manifestando ese nerviosismo en la
vida de su paciente, cuál es la situación (si existiera) con la que la
persona relaciona su ansiedad y cómo es esa persona al margen del
momento que está viviendo. A partir de aquí, el médico experto en
homeopatía podrá indicar el tratamiento más indicado para cada
paciente en particular.
A modo de ejemplo, algunos medicamentos homeopáticos utilizados
habitualmente podrían ser:

· IGNATIA AMARA. Uno de los medicamentos por excelencia para


las personas que tienden a somatizar los nervios. Suelen tener esa
sensación de “nudo en el estómago”, náuseas, bola en la garganta,
falta de aire, suspiros frecuentes, dolores de cabeza, de abdomen y
muchos otros síntomas físicos de tipo espasmódico. Suelen también
tener momentos de irritabilidad, con una gran intolerancia a la
contradicción.
Es muy característico que toda su ansiedad y sus nervios mejoren
cuando están distraídas y ocupadas en sus labores, trabajos o hobbies
y que empeoren con el consuelo. Pueden expresar también su
ansiedad con accesos de llanto y risa alternantes, cambios bruscos de
humor y comportamientos paradójicos.
·GELSEMIUM. Es otro medicamento relacionado con el miedo y la
ansiedad que paraliza a la persona. Se conecta mucho con las personas
que sienten tanto miedo que no se atreven a salir de sus casas, algo
que estamos viendo en esta era COVID.
Es un gran medicamento de miedo y ansiedad de anticipación ante
cualquier prueba o circunstancia que la persona viva como un reto.
Un examen, una charla en público, un viaje, una reunión de trabajo o
coger un avión son algunas de las situaciones en las que Gelsemium
suele estar indicado. Las personas pueden llegar a sentir: ¿Qué va a
ser de mí?
La persona se muestra inhibida, incluso temblorosa, y puede tener
sensación de que le fallan las piernas y de que se «queda en blanco»
mentalmente. Ganas repetidas de orinar, diarreas, dolor de estómago o
de cabeza y los problemas para dormir pueden ser somatizaciones
características.

· ACONITUM. Es el medicamento de las personas que viven en un


estado permanente de alerta máxima. Son personas agitadas,
nerviosas, impacientes. Quieren prevenirlo todo, saberlo todo para
estar preparadas y hacer frente a cualquier adversidad. Viven como
si estuvieran permanentemente en peligro mortal. Es el gran
medicamento de las crisis agudas de pánico.

· ARGENTUM NITRICUM. Es un medicamento homeopático útil,


como Gelsemium, en situaciones de miedo, nervios y ansiedad ante
las pruebas que se manifiesta, al contrario que Gelsemium, con prisa y
precipitación. Así, cuando el paciente está llevando a cabo una tarea
ya antes de acabarla se encuentra pensando o haciendo otra.
Los síntomas físicos más frecuentes son los temblores, la diarrea
nerviosa con mucho gas, el dolor de estómago y las palpitaciones.
También el insomnio por los nervios ante lo que vendrá. Pueden ser
personas con tendencia a las fobias a los sitios cerrados, a los lugares
muy concurridos o a las alturas.

· CAUSTICUM. Puede ayudar a las personas que tienen la sensación


de que algo malo va a ocurrirles a ellos o a sus seres queridos. Suelen
ser personas con un gran sentido de la justicia y de la dignidad que
acaban llenándose de presentimientos negativos y fobias.

· ARSENICUM ALBUM. Este medicamento homeopático puede


ayudar a las personas que se sienten como «ovejas entre lobos». Para
ellos el mundo es un lugar hostil y amenazante, muy coherente con la
vivencia del mundo que estamos experimentando actualmente.
Ante esta sensación de indefensión desarrollan una respuesta
compensatoria de control absoluto de la realidad. Así, se convierten
en personas organizadas, ordenadas hasta la manía, meticulosas hasta
el detalle. Ansiosas en general, y en particular de su salud. Muy
pulcras con un miedo extremo al contagio y a los gérmenes.

· STAPHYSAGRIA. Ayuda a personas que sienten (muchas veces es


inconsciente) que reprimen emociones y reacciones en determinadas
situaciones de su vida que les mantienen en un estado como si
tuvieran los «nervios a flor de piel». Así, se muestran contenidos en
algunas situaciones de su vida para luego estallar fuera de contexto,
muy frecuentemente en su entorno afectivo y de confianza.
Es el medicamento principal que relacionamos con la sensación de
sentirse maltratado, ninguneado, humillado, vejado. La sensación de
que están siendo injustos con nosotros.

· NUX VOMICA. Lo usaremos en personas impulsivas,


determinadas, impacientes, activas y muy pragmáticas, con una escasa
capacidad de tolerar la frustración y todo aquello que se oponga a sus
planes y con serias dificultades para controlar sus estallidos de cólera.
Es un gran medicamento homeopático para profesionales estresados,
sobrepasados, nerviosos, irritables hasta la violencia, insomnes y
estreñidos. Además, tienden a abusar de excitantes y fármacos para
salir adelante, sin tener en cuenta su salud. Lo que cuenta son los
resultados sin parar en los medios.
El miedo, la angustia y los nervios son sentimientos totalmente
normales y seguiremos sintiéndolos, pero hemos de evitar que se
conviertan en la manera permanente en la que nos relacionamos con
la vida.
La homeopatía y sus medicamentos pueden ser grandes aliados en
este empeño.

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