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IX
zar cosas celestes, se inclinan risueños ante pálidos y mori-
bundos dioses y formando legiones de hombres con mente
enmohecida abandonan la vida terrena, arrastrándose hacia
sus tumbas. Yo contemplo esas masivas hordas que se sofo-
can como el pez que Pedro sacó de las dulces aguas del la-
go de la vida ¡Todas esas hordas están condenadas a pere-
cer en los sucios vapores del cielo!
X
Mis más obscenos y vehementes pensamientos moran en mi
alma y cabalgan, como corceles desbocados y jadeantes, ha-
cia todos los lugares que conducen a la encrucijada de mis
deseos… ¡Resplandeciente obscuridad!
Mis deseos son el reflejo traslúcido de la esplendorosa ne-
grura del corazón de mi Padre, fuente de mi poderío y de
mi Ego que me acompaña al más tenebroso de los jardines
de mi avasallante silencio, templo de la libertad y de la gran
letanía del deseo.
XI
Testimonio
D
eclaro aquí la amarga decepción que lleva
mi alma, también ahora declaro sentirme
ser lo que soy y renegar de esa nefasta
tormenta de hipocresía a la cual una vez mi alma estaba dentro
revoloteando en un camino de dolor y culpa. Por eso solemne-
mente digo que esos caminos estrechos de culpa, pena y dolor no
son dignos de mí y de algo puedo estar seguro jamás olvidaré y
no tendré compasión ni jamás volveré a caer ante él ahora en la
hora te declaro la guerra firme y ten por seguro que descargaré
toda mi cólera hacia ti ¡Tú redentor de hipocresía! Mi alma
quedó maldita pero también se cierne el odio y también se reúne
con la claridad de lo obscuro y junto a eso no podrás, ensuciaré
tu nombre hasta el fin del sueño sin muerte.
XIII
¿Revelo los horrorosos misterios en que estás envuelta? No,
tranquilícense ningún secreto puede serle dicho a aquel que no lo
haya adivinado antes.
Nadie que no haya sido iniciado por muchos presagios…
…podrá comprender el lenguaje del mensaje, aun cuando a voz
alta sea proclamado eternamente.
Y sin embargo, un hombre que delira; un hombre que pone al
descubierto su corazón y habla de su propia caída, por muy loco
que esté, conserva algún íntimo secreto, ya sea bueno o malo:
aun cuando sea indómita, la desnudez de la carne se sonroja.
La extrema desnudez de los huesos sonríe sin vergüenza, es-
queleto sin sexo se mofa del sudario y del paño mortuorio.
¡La cosa más vil debe ser menos vil que tú, de quien ha recibi-
do su ser, Dios y Señor!
XIV
«Que ni por todo tu poder, manifiesto o no; que ni por todos los
templos construidos en tu honor; cargaría yo con la descreditosa
culpa de haber hecho a tal hombre en un mundo tal.
¡Pues no puede reinar un ser, ya sea Dios o Demonio, tan
perverso, estúpido y loco que cree hombres así si de verdad
puede hacerlo mejor!
XV
«No. ¿Verdad que puede decir que le trata duramente? Len-
tamente le muele durante unos años amargos, y una vez que lo
ha molido lo lanza a la muerte eterna».
Cuando son los hombres los que rondan esas tinieblas fatales;
cuando llenan sus bocas vivas con polvo de la muerte, y estable-
cen sus moradas en las tumbas, y exhalan eternos suspiros con
aliento mortal y atraviesan el agradable velo de la vida, agrada-
ble, pero lleno de diversos errores, para alcanzar esa vacía
obscuridad y ese viejo terror… ¿No se extinguen las lámpa-
ras de la esperanza y la fe?
XVI
Tienen mucha paciencia, pero su tiempo es más tenaz, mucho
valor, pero la vida se burla de ellos con algún hechizo.
Son muy lúcidos y, sin embargo, están locos; con una locura
exterior que no puede ser controlada.
XVII
Sobre ellos pesan las horas y los días; el paso de los meses
apenas pueden soportar, y a menudo, en lo más secreto de su
alma oran para dormir, sin que nadie se fije en ellos, durante
períodos áridos y para despertar en algún ansiadísimo momento
de placer.
XVIII
Toda sustancia vive y lucha eternamente, y pasa innumerables
formas siempre en guerra y dominada por innumerables accio-
nes relacionadas entre sí.
Si un cierto día uno viene a la tierra es porque todas las fuer-
zas lo han querido así y nada ni nadie ha podido cambiarlo o
impedirlo.
En todo el Universo yo no hallo el menor ocultismo de bueno o
de malo, de bendición o de maldición.
XIX
¡Cómo triunfa la luna a través de noches interminables!
XX
Abjuración
T
ú, tú, artesano de supercherías, bandido de homenajes,
ladrón de afecto ¡Escucha! Desde el día que saliste de las
complacientes entrañas de una virgen, no has cumplido
tus compromisos, has mentido en tus promesas ¡Siglos enteros han
llorado esperándote, dios fugitivo, dios mudo! Tú debías redimir a los
hombres y no has rescatado nada; tú debías aparecer en tu gloria ¡y
duermes! Adelante, miente, dile al miserable que te invoca:
«Espera, ten paciencia, sufre, el hospital de las almas te recibirá, los
ángeles te atenderán, el cielo se abre» ¡Impostor! ¡Tú sabes muy
bien que los ángeles, disgustados por tu inercia, se alejan! z Tú
debías ser el intercesor de nuestras quejas, el hombre gentil que escu-
chase nuestros lloros, tú debías ofrecerlos al Padre y ¡no lo has hecho
en absoluto! Sin dudas es porque tú has olvidado esa pobreza que
predicabas ¡súbdito enamorado de los banquetes! Tú has visto ple-
garse a los débiles bajo la presión de las ganancias; tú has oído los
lamentos de los tímidos atormentados por el hambre; has visto a las
mujeres desventradas por un poco de pan y has dado tus respuestas a
XXI
través de la cancillería de tus simoniacos, de tus representantes de
comercio, de tus papas, has dado excusas sin ningún sentido, prome-
sas evasivas, curial de sacristía.
¡Dios de negocios!
XXII
hermanos ¡Lanzamos sobre él nuestra maldición! Y ensuciaré su
nombre.
XXIII
…este es tu significado ejemplar y complaciente Señor de la Flama
Obscura.
v
n. Satán representa la satisfacción de las pasiones en lugar de la abstinencia.
N. Satán representa la existencia vital, en lugar de las quimeras espirituales.
C. Satán representa la sabiduría sin deshonra, en lugar del hipócrita engaño.
D. Satán representa la amabilidad para aquellos que la merecen en lugar de un amor
malgastado por ingratos.
A. Satán representa la venganza, en lugar de la obligación de poner la otra mejilla.
X. Satán representa la responsabilidad hacia el que lo aprecia, en lugar de la preocupación
por los vampiros psíquicos.
O. Satán al hombre tan sólo como otro animal, algunas veces mejor, con mucha frecuencia
peor que aquellos que caminan a cuatro patas; animal que, a causa de su divino desarrollo
espiritual e intelectual, se ha convertido en el peor de todos los animales.
d. Satán representa todos los supuestos pecados, pues todos conducen a la satisfacción
física, mental o emocional.
h. Satán ha sido el mejor amigo que la iglesia ha tenido siempre, pues durante siglos no
ha dejado de sostener su negocio.
XXIV
Y a ti gusano falso y repulsivo no eres ni un grano de arena a los
pies del poderoso resplandecer obscuro, por eso te obligo a que desapa-
rezcas en la nada ¡Tú idiota entre los idiotas! Tú ¡El vil y detestado
pretendiente a la majestad de Satán! Desaparece en la nada del cielo
vacío, porque no has existido ni existirás jamás.
Y a ustedes grandes y valerosos, melancólicos y tormentosos demo-
nios, me rindo ante su gran potestad y voluntad, porque su voluntad
es mi voluntad y en nombre de los designios de la abismal luz yo re-
afirmo su existencia.
XXV
Vosotros sois cadáveres insepultos
Vosotros sois cadáveres insepultos
Jesús de Nazaret
La caída
precipitación al exterior…
Busco la semilla
Busco el sembrador
XXVII
Se transmuta
XXVIII
y un Sol agonizante se despide de mi melancolía.
XXIX
el níveo plumaje aún se deslumbra
en el trigo marchito…
XXX
“Siento un incendio en el Ser
XXXI
pero mis pies ensangrentados
están clavados a la tierra
¡La tierra esa hambrienta devoradora de pecados!
el cieno devora lo que escupe el cielo
¡Ay, dolor, dolor!
las espinas zurcen mis encías,
la lengua atrapada en el antro del anhelo
XXXII
Luminaria
¡Oh Lucifer! espejo de mi alma cobíjame bajo tus alas, que
XXXIII
toca con majestuoso dominio conquistan-
do con su fulgurante música a sus servi-
les devotos, haciéndonos regocijar y aden-
trándonos en el fuego que entorna la feli-
cidad de los cuerpos.
¡Ea pues! A ti he de glorificarte y gracias
te doy por ser dueño de mi corazón y
guía de mi voluntad, gracias por mani-
festarte en mi ser y dotarme del sueño
sin muerte, ser la luz y la obscuridad de
mi mente.
XXXIV
Yo fui, soy y no tendré fin. Yo ejerzo
dominio sobre todas las criaturas y
sobre todos los asuntos de aquellos
que están bajo la protección de mi imagen.
Yo estoy siempre presente para ayudar a quienes con-
fían en mí y me invocan en momentos de necesidad.
No hay lugar en el universo que no conozca mi pre-
sencia. Yo participo en todos los asuntos que los
enemigos llaman perversos porque su naturaleza no es
tal que ellos puedan aprobarla.
Cada época tiene su propio administrador, quien diri-
ge las cosas de acuerdo con mis decretos, este cargo es
variable de generación en generación para que el rector
de este mundo y sus jefes puedan ser desembarazados de
sus deberes y de sus respectivos cargos cuando a cada
uno de ellos le toque el turno. Yo permito a todo el
mundo los dictados de su propia naturaleza, pero el
que se oponga a mí lo lamentará dolorosamente.
XXXV
Ningún dios tiene derecho a mezclarse en mis asun-
tos, y yo he impuesto la regla de que todo el mundo se
abstenga de venerar a todos los dioses, todos los libros de
los enemigos han sido alterados por ellos, y se han
desviado de ellos, a pesar de que fueran escritos por los
profetas y los apóstoles. Que hay interpolaciones se
ve en el hecho de que cada secta se empeña en demostrar
que las otras están equivocadas y en destruir sus li-
bros. Yo conozco la verdad y la falsedad. Cuando vie-
ne la tentación, yo concedo mi apoyo al que confía en
mí.
Además, doy concejos a los directores expertos, pues los
he nombrado por períodos que tan sólo yo conozco. Yo
recuerdo los asuntos necesarios y los ejecuto en el mo-
mento oportuno. Yo enseño y guío a aquellos que si-
guen mis instrucciones. Si alguien me obedece y se
somete a mis mandamientos, conocerá la alegría, la
dicha y la comodidad.
XXXVI
Yo recompenso a los buenos descendientes de Adán y
le concedo diversos premios que tan sólo yo conozco.
Además, en mis manos están el poder y el dominio
sobre todo cuanto hay en la tierra, ya sea arriba o
abajo. Yo no permito una asociación amistosa con
otras personas, pero no les privo de lo que es bueno pa-
ra ellos a aquellos que me pertenecen y me obedecen.
Yo coloco mis asuntos en manos de aquellos a los que
he juzgado y que están de acuerdo con mis deseos. Yo
me aparezco de diversas maneras a aquellos que me son
fieles y están bajo mi manto. Yo doy y quito; yo en-
riquezco y empobrezco; yo produzco felicidad y dolor.
Yo hago todo esto a tono con las características de ca-
da época. Y nadie tiene derecho a mezclarse en mi
forma de dirigir las cosas. Sobre los que se oponen a
mí, descargo la enfermedad, pero ninguno de los míos
morirá como hijos de Adán que son el enemigo. Na-
die vivirá en este mundo más tiempo del que yo le ha-
XXXVII
ya fijado, y si así lo deseo, por la mera fuerza de mi
voluntad envío por segunda o tercera vez a una persona
a este mundo o a otro.
Sin un libro de revelaciones, yo conduzco al camino
recto, por medios invisibles, dirijo bien a los que amo
y a los que he elegido. Todas mis enseñanzas son fá-
cilmente aplicables en todos los momentos y en todas
las circunstancias. Ahora los hijos de Adán no co-
nocen el estado de cosas que se van a producir. Por esta
razón, caen en muchos errores. Las bestias de la tie-
rra, los pájaros del cielo y los peces del mar están bajo
el control de mis manos.
Yo conozco todos los tesoros y todas las cosas ocultas
y, si lo deseo, se los quito a uno y se los concedo a otro.
Yo revelo mis maravillas a aquellos que las buscan
y, a su debido tiempo, muestro mis milagros a aque-
llos que lo reciben de mí. Pero los que no tienen fe en
mí son mis adversarios, y por lo tanto se oponen a
XXXVIII
mí, al hacerlo ignoran que tal acción va contra sus
propios intereses, pues el poder, la salud y las riquezas
están en mis manos y yo las otorgo a cada descendiente
de Adán que sea digno de mí.
Este es el gobierno del mundo, esta es la transición de
las generaciones, y el cambio de sus direcciones está de-
terminado por mí desde el principio.
Yo no daré mis derechos a otros dioses. Yo he permi-
tido la creación de cuatro sustancias, de cuatro tiempos
y de cuatro ángulos porque eran cosas necesarias para
las criaturas. Los libros de los judíos, los cristianos y
los mahometanos, así como los que no tienen fe en
mí, pueden ser aceptados en la medida en la que estén
de acuerdo con mis estatutos y se sometan a ellos.
Todo cuanto sea contrario a esto, es porque ellos lo
han alterado. Por lo tanto no lo aceptes. Tres cosas
hay contra mí.
XXXIX
Y yo odio esas tres cosas. Pero aquellos que mantie-
nen mis secretos verán cumplidas todas mis promesas.
Es mi deseo que todos mis seguidores estén unidos por
un lazo firme, para impedir que aquellos que no tie-
nen fe en mí prevalezcan contra ellos.
Así pues, todos cuantos siguen mis mandamientos y
mis enseñanzas: Rechazad todas las enseñanzas y
afirmaciones de quienes no tienen fe en mí.
Yo no he impartido esas enseñanzas; no proceden de
mí. «No menciones mi nombre ni mis atributos, o lo
lamentarás, pues no conoces a aquellos que no tienen
fe en mí»
XL
Mi comprensión circunda la verdad de las cosas, y mi
verdad está mezclada en mí, y la verdad de mi descen-
diente avanza por sí misma, y cuando ello se supo,
también yo lo supe.
Todos los lugares habitados y todos los desiertos, y
todo lo creado está bajo mí.
Yo soy la fuerza rectora que precede todo cuanto existe.
XLI
En el secreto de mi conocimiento no hay otro Dios
más que yo.
Todas las cosas están sometidas a mi poder
Oh, enemigos míos ¿Por qué me negáis?
Oh, hombres no me neguéis ¡Someteos!
El día del juicio seréis felices al reuniros conmigo. A
quien muera por amor a mí, por mi voluntad y para
mi placer, yo lo colocaré en el centro del Paraíso.
Pero el que muera sin tenerme en cuenta, lo arrojaré
a la tortura, la aflicción y el dolor.
Yo digo que soy el único y el exaltado.
Creo y hago ricos a quienes yo lo deseo
Alabadme, pues todas las cosas existen por mi vo-
luntad y el universo es iluminado por algunos de mis
dones.
XLII
Yo soy el Rey que se magnifica,
Y todas las riquezas de la creación,
Soy yo quien puede otorgarlas.
XLIII
Muerte
egó el fin de la vida, se oscurece la luz de nues-
tra alma, a través de la obscuridad retornare-
mos, y aquel que no contemple las luces fugaces
de nuestro obscuro resplandecer, está destinado a morir
eternamente y tan sólo sentirán el intenso dolor de la
pena y de la culpa ¡Condena y aniquilación de sí mis-
mos!
El extenso cielo se transformará en tierra y esta tierra es
el infierno, allí es donde sucumben los moradores del
eterno castigo; el mayor castigo del alma es observar
desde ahí el reflejo de nuestro cadáver putrefacto, po-
drido por renegar del equilibrio.
El equilibrio es el benéfico estado de enajenación de
nuestras mentes y la cronología de nuestra alma reposa
allí. El Ruiseñor de los tormentos es la agonía que lle-
XLV
vamos dentro, sus oscuras notas retumban en el árido
vacío de nuestros despojos, corrupto y alejado del equi-
librio.
Satán es la representación más alta y sublime del equi-
librio porque sus cláusulas son justas, su mano de hierro
es firme, y bendice y maldice la benevolencia de unos y
la torpeza de otros, no les promete a sus siervos absoluta
alegría ni absoluto tormento, porque en manos de Él, la
alegría es tormento y el tormento es alegría, no necesita
un lugar, un espacio, un universo, ni mundo, ni cria-
turas, ni cosas, porque todas las cosas son su símbolo, Él
es el único Juez, nosotros no somos ni una brizna de
heno ante Él y mucho menos somos quien para juzgar
lo que está bien o lo que está mal, sólo Él conoce la
Verdad y sólo Él puede juzgarlo.
Tanto poder y sabiduría se desperdicia tan sólo por el
afán de buscar algo que nunca se ha perdido, que siem-
pre estuvo, está y estará allí con nosotros, pero somos
idólatras de nuestras almas ciegas que nos hacen crispar
los puños e hincarnos de rodillas ante una roñosa y es-
cuálida figura coronada de espinas sufrientes y levantar
XLVI
la mirada hacia un cielo vacío. Las Fuerzas del
Mundo ni el Rey Verdadero han querido tanto de-
rroche y tanto estropicio en nombre de los perros de la
falsedad y el sinsentido, ni de horrendos simoniacos y
pederastas revestidos de sucias túnicas de perversión, sólo
pendientes de las piedras preciosas y del oro del mun-
do… ¡Hipócritas! Para Satán sus sayos rastreros, sus
cetros y coronas no son más que ¡Simples y vanos oro-
peles de hojalata pulida por sus fétidos vicios!
La criatura humana es tan sólo un punto en el uni-
verso, pero ese punto configura al universo y a la crea-
ción, así como una gota amarga del mar no es el mar,
pero en sí misma tiene todo lo necesario para serlo, asi-
mismo, el hombre es poca cosa, sin embargo, es mucho y
cuando la energía se evoca a través de la obscuridad del
ser, y esta se transforma en palabra, en lengua de hom-
bre, hasta el tiempo da marcha atrás, pues el desierto no
es tan sólo desierto, asimismo, nuestra mente no sólo es
anatomía, pues somos radicales de la Naturaleza, y sin
embargo, no somos capaces de reconocer quién gritó
primero ya que el ojo del mundo está tapado, somos
XLVII
topos ciegos ante los designios del Inconmensurable, el
tercer ojo de las dimensiones, de lo visible y de lo invisi-
ble es el ojo del absoluto, es el ojo del Equilibrio y de las
edades del tiempo.
Nuestra muerte es nuestra vida y cuando vivimos
realmente comenzamos a morir.
…y nos sentimos tan agobiados, tan abatidos y desechos
de la “divinidad” que cualquiera de recio corazón, mi-
rada torva y sin escrúpulos domina nuestra mente con
promesas vacías de una salvación imaginaria del fuego
del infierno ¡Estúpidos! ¡Las llamas del Infierno son
vuestra salvación!
Pero primero deberéis morir para conocer su fuego, la
muerte os reconciliará con la verdadera vida, sin em-
bargo, más allá del sepulcro el dorado amanecer tiene
un precio: no es otro que ser consciente de la esencia
Vital y reconocerte parte del Padre, de aquel que mora
en la oscuridad, que abraza la tempestad y no tiene
morada ni tiempo ni lugar ni cosas pues todas las cosas
son Él.
XLVIII
¡Oh equívocos hermanos! Saboreen los placeres que se
les otorgan, vivan en su mundo como los únicos terra-
tenientes y siéntase cubiertos por las negras alas de la
benevolencia de Satán, no cometan errores, porque su
sabiduría, es la Sabiduría y ello no lo permite, déjense
guiar del Padre del Equilibrio, habiten complacientes
en la morada de la Tierra y en la casa fértil de sus de-
seos, porque si de allí provienen vuestros anhelos, eva-
dirán a esta funesta y desdeñosa muerte enmascarada de
vida, pues el único mandamiento verdadero es ser Li-
bre.
XLIX
R
Oficiante:
LII
Su marca quedara gravada para siempre en tu conciencia. Su orgullo-
so significado te hará libre.
Tráenos de tu jardín, oh, poderoso Lucifer, las fragancias que el
abundan. Los vapores milenarios que tú has compartido con el rebaño
de tus predilectos vuelven a producirse ahora para que esta cámara
quede llena de tu presencia. Hacemos sonar en tu nombre la campani-
lla, y con ello convocamos a las susurrantes voces plenas de maravilla
de todas las regiones de tu imperio.
LIII
ja que tus pies te lleven a su seno. Recréate en el glorioso resplandor
de la tierra de tu corazón, y haz un pacto de devoción con todos sus
hijos, cuyas garras han marcado el camino de Belial, búscalo y sé
feliz pues el infinito no habla sino a aquellos que, habiendo sabido con-
sagrarse a su propio ser, conocen, escuchan y atienden LA LEY.
Tú, has llegado hasta nosotros desde las áridas extensiones, de en-
tre los huesos blanqueados y de la nada. Con labios resquebrajados e
hinchados, con oídos ansiosos de palabras de verdad, tus pasos te han
conducido a las nublosas y protectoras cuevas de Leviatán. Es de esta
agua salada de donde brota toda la vida. En tu interior las corrientes
siguen siendo mares salinos y son aquellos los que sostienen tu reino
poblado de las profundas criaturas de Dagón, quien, nacido de las
mareas eternas, te apoyará, tal como durante siglos y siglos ha apo-
yado a sus hermanos que moran en la tierra. Reconfórtate en esta
agua salada, que es tu herencia.
LIV
Levanta tu mano derecha y haz el símbolo del cornuto, y que él reciba
este juramento.
Iniciado
¡Ave Satán!
LV
Consagración
O
Oficiante
O
Adjutorium nostrum in nomine Domini Inferi.
D S
Qui regit Terram
LVII
Te invoco, Hermano mío, para que seas testigo de ello y hagas otro tanto.
D S
Ante el poderoso e inefable Príncipe de la Oscuridad, y en presencia de todos los temidos demonios
del Pozo y de las personas aquí congregadas, reconocemos y confesamos nuestros pasados errores.
Renunciando a todas nuestras anteriores fidelidades, proclamamos que Satán-Lucifer rige la Tie-
rra, y ratificamos y renovamos nuestra promesa de reconocerle y honrarle sin reserva en todas las
cosas, solicitando a cambio Su múltiple asistencia para realizar con éxito nuestros esfuerzos y para
satisfacer todos nuestros deseos.
D S
Laetabitur in te.
C
Celebrante
D S
LVIII
O
D S
D S
Et cum tuo
Gloria Deo, Domino Inferi, et in Terra vita hominibus fortibus. Laudamus te, bene-
dicimus te, adoramus te, glorificamus te, gratias agimus tibi propter magnam potentiam
tuam: Domine Satanas, Rex Inferus, Imperator omnipotens.
LIX
Ofertorio
Suscipe, Domine Satanas, hanc hostiam, quam ego dignus famulus tuus offero tibi,
Deo mea vivo et vero, pro omnibus circumstantihus, sed et pro amnibus fidelibus famu-
lis tuis: ut mihi et illis proficiat ad felicitatem in hanc vitam. Amen.
!Ven, oh, Poderoso Señor de la Oscuridad!, y acepta favorablemente este sacrificio que
hemos preparado en tu nombre.
LX
O
O
Dominus Inferus vobiscum.
D S
Et cum tuo.
Sursum corda.
D S
LXI
O
D S
Ahora, el oficiante eleva los brazos, con las palmas de las manos
vueltas hacia abajo, y dice lo siguiente:
Vere olignum et justum est, nos tibi semper et ubique gratias agere: Domine, Rex In-
ferus, Imerator Mundi, Onmes exercitus inferi te laudant cum quibus et nostras voces
ut admitti jubeas deprecamur, dicentes:
El Canon
LXII
O
Por lo tanto, joh, poderoso y terrible Señor de la Oscuridad!, te suplicamos que recibas y
aceptes este sacrificio, que te ofrecemos en nombre de las personas aquí congregadas, so-
bre las que Tú has impuesto tu marca. Te lo ofrecemos para que nos hagas prósperos
de plenitud y nos otorgues la vida bajo tu protección. Te lo ofrecemos también para que
pongas de nuestra parte a tus temibles servidores, para que se cumplan todos nuestros
deseos y para que nuestros enemigos sean destruidos. Todos unidos, te pedimos esta
noche que no dejes de ayudamos en esta particular necesidad.
En la unidad de nuestra camaradería satánica, os alabamos y honramos primero a vo-
sotros, Lucifer, Estrella Matutina, y a Beelzebub, Señor de la Regeneración; después
a Belial, Príncipe de la Tierra y Ángel de la Destrucción; a Leviatán, Bestia de la
Revelación; a Abaddón, Ángel de Pozo Insondable, y a Amosdeus, Demonio de la
Lujuria. Invocamos los poderosos nombres de Astaroth, Nergal, Behemot, Belphegor,
Adramalech, Baalberith, y de todos aquellos otros sin nombre y sin forma que son los
poderosos huéspedes del Infierno y con su ayuda esperamos poder fortalecer nuestra
mente, nuestro cuerpo y nuestra voluntad.
Con las palmas vueltas hacia abajo, el oficiante extiende las manos
sobre las ofrendas colocadas en el altar y recita lo siguiente:
Resuena la campana.
Hanc igitur oblationem servitutis nos trae sed et cunctae familiae tuae, quaesumus, Domine
Satanas, ut placa tus accipias; diesque nostros in felicítate disponas, et in electorum tourum
jubeas grege numerario.
Shemhamforash!
LXIII
C
Shemhamforash!
O
Ilustre hermano, pedimos una bendición.
…y el Señor Oscuro enjugará todas las lágrimas de sus ojos, pues Él me ha dicho:
«Así será. Yo soy Alfa y Omega, el principio y el fin. A aquel que este sediento, yo le
daré en abundancia agua de la fuente de la vida».
LXIV
Entonces, colocando el hisopo contra sus órganos genitales, lo sacude
dos veces de cara hacia cada punto cardinal, y dice:
S
Hacia el sur.
En el nombre de Satán, te bendecimos con esto, que es el símbolo del miembro de la vida.
Hacia el este.
En el nombre de Satán, te bendecimos con esto, que es el símbolo de la vida.
Hacia el norte.
En el nombre de Satán, te bendecimos con esto, que es el símbolo de la vida.
Hacia el oeste.
En el nombre de Satán, te bendecimos con esto, que es el símbolo de la vida.
La Consagración
LXV
O
O
!Oh, Infernal Señor! A nosotros, Tus fieles hijos, que nos gloriamos en nuestra
iniquidad y confiamos en Tu ilimitado poder, concédenos que formemos parte de aque-
llos que Tú has elegido! Es siempre a través de ti como nos vienen todos los dones. La
sabiduría, el poder y la riqueza son tuyos, y eres Tú quien has de otorgarlos. Renun-
ciando al paraíso de los débiles y de los lentos, depositamos nuestra confianza en Ti, el
Dios de la Carne, y te pedimos que nos permitas satisfacer todos nuestros deseos y que
nos hagas alcanzarlo todo en la tierra de los vivos.
D S
Shemhamforash!
Alentados por los preceptos de la Tierra y por las inclinaciones de la carne, nos senti-
mos dispuestos a decir:
Padre Nuestro que estás en el Infierno, santificado sea tu nombre. Venga a nos tu
reino, hágase tu voluntad, así en la Tierra como en el Infierno! Esta noche tomamos lo
que es nuestro legítimamente, y no penetramos en los caminos del dolor.
Condúcenos a la tentación, y líbranos de la falsa piedad, pues Tuyo es el reino y el poder
y la gloria por los siglos de los siglos.
LXVI
D S
O
Libéranos !oh, Poderoso Satán!, de todos nuestros pasados errores y ofuscaciones.
Ahora que hemos emprendido la marcha por el Camino de la Oscuridad y que nos he-
mos consagrado a Tu servicio, haz que no nos debilitemos en nuestra resolución, sino
que con Tu apoyo logremos ser más sabios y más fuertes.
Shemhamforash!
LXVII
Claves
as claves o llaves para abrir el portal hacia otras
LXIX
presumiblemente, operan segun las reglas de nuestros al-
fabetos. Uno de los mayores Arcaángeles, fue quien en-
trego las claves para ser comprendidas por los hombres en
la realización de trabajos maágicos. La exacta pronuncia-
cion de ellas puede abrir paso a las entidades de la cuarta
dimensión.
LXX
La Primera Clave Enoquiana representa una proclama-
ción inicial de Satáan, declarando el principio de las leyes de
las teologias temporales y de los poderes perdurables que
residen en quienes son lo suficientemente intrepidos para re-
conocer los principios y absolutos terrenales.
LXXI
Para poder rendir homenaje a los deseos que sostienen la
continuidad de la vida, en sí misma, la Segunda Clave
Enoquiana extiende su reconocimiento a nuestra herencia
terrena, y la convierte en un poderoso talismaán.
LXXII
La Tercera Clave Enoquiana establece el dominio de la
Tierra en las manos de esos magos poderosos que a traves
de las edades sucesivas de la tierra han ejercido su dominio
sobre los pueblos del mundo.
LXXIII
La Cuarta Clave Enoquiana se refiere a los ciclos de las
edades del tiempo.
LXXIV
La Quinta Clave Enoquiana afirma el lugar Satánico que
le corresponde a los sacerdotes y hechiceros tradicionales so-
bre la Tierra, con el propósito de dirigirlos erradamente.
LXXV
La Sexta Clave Enoquiana establece la forma y estructura
de lo que se ha convertido en la Orden del Trapezoide y la
Iglesia de Satáan.
LXXVI
La Septima Clave Enoquiana es utilizada para invocar el
deseo, rendir tributo al glamour, y deleitarse en los placeres
de la carne.
LXXVII
La Octava Clave Enoquiana habla del nacimiento de la
Edad Sataánica.
LXXVIII
La Novena Clave Enoquiana nos advierte del uso de
sustancias, elementos o farmacéutica que pueden conducir al
engaño y esclavización subsecuente del maestro. Una pro-
tección contra los falsos valores.
LXXIX
La Décima Clave Enoquiana crea una ira rampante y
produce violencia. Es peligroso utilizarla, a menos que se
haya aprendido a salvaguardar la propia inmunidad; ¡es
como arrojar un rayo al azar!
LXXX
La Undécima Clave Enoquiana es utilizada para anun-
ciar la llegada de los muertos y establecer una sustancia más
allá de la tumba. Para atarlos a la tierra.
Una llamada fúnebre.
LXXXI
La Duodécima Clave Enoquiana es utilizada para dar
rienda al displacer que se siente hacia la necesidad del hom-
bre de sentirse miserable, y atraer tormento y conflicto al
heraldo de la tristeza.
LXXXII
La Decimotercera Clave Enoquiana se utiliza para hacer
estéril a alguien lascivo y confundir aquello que negarían los
placeres del sexo.
LXXXIII
La Decimocuarta Clave Enoquiana es un llamado a la
venganza y la manifestación de la justicia.
LXXXIV
La Decimoquinta Clave Enoquiana es una decisión de
aceptación y compresión de los maestros cuyo deber radica
aconsejar a quienes buscan dioses espirituales.
LXXXV
La Decimosexta Clave Enoquiana reconoce los contrastes
maravillosos de la tierra, y el sustento de tales dicotomías.
LXXXVI
La Decimoséptima Clave Enoquiana es utilizada para
iluminar a quienes se hallen entorpecidos y destruir a través
de la revelación.
LXXXVII
La Decimoctava Clave Enoquiana abre las puertas del
Infierno y conjura a Lucifer y sus bendiciones.
LXXXVIII
La Decimonovena Clave Enoquiana es la que sostiene el
equilibrio natural de la tierra, la ley del ahorro, y la ley de la
selva. Deja al descubierto toda hipocresía y los santurrones
terminarán esclavizados bajo ella. Trae consigo la mayor
explosión de Ira sobre el miserable, y sienta las bases del
éxito para el maná de la vida.
LXXXIX
XC
A pesar de todas las protestas, el alcanzar un alto grado de
éxtasis emocional o de arrebatos horrorosos de angustia,
puede obtenerse a través de la comunicación verbal. Si la
ceremonia mágica requiere que emplees toda tu conciencia senso-
rial, entonces deben invocarse los sonidos y palabras apropiadas.
Es muy cierto que las “acciones dicen más que las palabras”, pero
las palabras se convierten en monumentos para los pensamientos.
Las invocaciones que siguen a continuación están diseñadas para
servir como proclamaciones de certeza, no como suplicas desespera-
das. Por esta razón están vacías de caridad y temor.
Leviatán, el gran dragón del abismo de las aguas ruge en el mar
bravío, y estas invocaciones son sus tribunales.
XCII
Invocación a Satán
In nomine Dei nostri Satanas Luciferi excelsi!
XCIII
Invocación a Lucifer
Al grande y poderoso Lucifer, Lüzbel y Satanás.
Mi Señor Lucifer
Protector de los hombres, ante ti acudo buscando protección. Luz del Alba,
Esperanza de la Humanidad, Señor de la Libertad.
Como hombre reclamo el vínculo sagrado que nos une ahora y por siempre Tu
belleza es envidiada por los astros y tu fuerza quiebra la roca Permite que mi
espíritu se funda con el tuyo, ahora y por siempre Juez Sabio que a nadie te-
mes, hablas la verdad sin vacilar por nadie Permíteme disfrutar de tu sabidu-
ría y desvélame tus grandes secretos.
XCV
A ti Gran Asmodeo Príncipe de la Lujuria
XCVI
(Hombre) Mi vara está erguida! La fuerza penetrante de mi ve-
neno destrozará la santidad de la mente que está árida de deseo, y
mientras la simiente cae, sus vapores se dispersarán dentro del cerebro
atontándolo hasta quedar indefenso, ¡acorde con mi voluntad! ¡En
el nombre del gran dios Pan, que mis pensamientos secretos sean
ordenados en el movimiento de la carne que deseo!
XCVII
Invocación de Compasión
Toth camino de la mano izquierda
Con la furia de la angustia y la ira sofocada, alzo mi voz, enrolladas en trueno retumbante,
¡para que podáis oírme! Oh grandes errantes de la oscuridad, Oh guardianes del camino,
¡Oh servidores del poderoso Toth! ¡Moveos y apareced! Preséntense ante nosotros en su
benigno poder, de parte de aquel que cree y está siendo presa de tormento.
Aíslenlo en el baluarte de su protección, ya que no merece la angustia y no la desea.
Que quien esté contra él quede impotente y vacío de toda sustancia. Socórranlo a través de
fuego y agua, tierra y aire, para que recupere lo que perdió.
Fortalezcan con fuego la esencia vital de nuestro amigo y compañero, nuestro camarada del
Camino de la Mano Izquierda. Que la tierra y sus placeres vuelvan a entrar en su cuerpo,
a través del poder de Satán. Que sus sales vitales fluyan sin estorbo alguno, para que sabo-
ree los néctares carnales de sus deseos futuros.
Golpead a su adversario, formado o sin forma, para que pueda resurgir alegre y fuerte del
mal que lo aflige. No permitáis que ninguna misma fortuna se cruce en su camino, ya que él
es de nosotros, y por lo tanto debe ser cuidado. Restauradle su poder, su alegría, su dominio
infinito que la adversidad le ha arrebatado.
Construid alrededor de él, y en su interior el esplendor exultante que anunciará su salida del
mal que lo tiene atrapado. Esto es lo que ordenamos, en el nombre de Satán, ¡cuya miseri-
cordia florece y cuya sustancia prevalecerá!
Mientras reine Satán, lo hará aquél cuyo nombre suena de esta manera: (nombre) es la
vasija cuya carne es como la tierra; vida eterna, ¡por los siglos de los siglos!
XCVIII
Invocación de Destrucción
Oh gran abaddón sé inmisericorde
XCIX
En la oscuridad de las noches sin fin
En el amanecer de la vida eterna
En la frialdad de un mundo sin Sol
Nuestros espíritus se adentran en el mundo del silencio
Más allá de lo infinito
No más que el más allá
Atrocidades visión de Muerte
Indescriptible horror de Oscuridad
Desolación de Absoluto Vacío
Intolerable sensación de impotencia
Nosotros somos deslumbrados por la total oscuridad
del mundo paralelo
Nuestros sentimientos son entorpecidos por nuestros
largos viajes
Voz Maestra- Nosotros escuchamos
Orden del Padre – Nosotros debemos obedecer
Todos Nosotros somos uno y uno es Él
CI
á
Diatriba Infernal
I
1. En este árido desierto de acero y piedra, elevo mi voz para que puedas oírla, Al Este y
al Oeste hago una seña. Al Norte y al Sur muestro un signo que proclama: ¡Muerte a los
débiles, salud para los fuertes!
2. ¡Abrid los ojos para que podáis ver, OH, hombres de mente enmohecida, y escuchadme
bien, vosotros, ¡la multitud de seres desorientados!
3. ¡Pues yo me alzo para desafiar a la sabiduría del mundo, para pedir explicaciones a las
«leyes» del hombre y de «Dios»!
4. Yo exijo razones de vuestras reglas doradas y pregunto el porqué de vuestros manda-
mientos
5. No me inclino en señal de sumisión ante ninguno de vuestros ídolos pintados, y el que
me diga «tú lo harás» es mi enemigo mortal.
6. Hundo mi dedo en la sangre aguada de vuestro impotente y loco redentor, y escribo en
su frente desgarrada por las espinas: «el verdadero príncipe del mal y el rey de los escla-
vos».
7. Ninguna vetusta falsedad será para mí una verdad; ningún dogma sofocante entorpe-
cerá mi pluma.
8. Me aparto de todos los convencionalismos que no me lleven al éxito y a la felicidad en
la Tierra.
9. Elevo con severa energía el estandarte de los fuertes.
10. Clavo mi mirada en los ojos vidriosos de vuestro espantoso Jehová, y le tiro de la bar-
ba. Alzo un hacha y abro en dos su cráneo devorado por los gusanos.
11. Hago estallar el horrible contenido de los sepulcros filosóficos marchitos, y río con ira
sardónica.
CII
II
CIII
11. ¡Destronemos los sofismas establecidos, arranquémoslos de cuajo, quemémoslos y des-
truyámoslos, pues son una amenaza para toda la auténtica nobleza del pensamiento y la
acción!
12. ¡Cada vez que por medio de los resultados quede demostrado que una pretendida «ver-
dad» no es más que una vana ficción. Arrojémosla sin ceremonia hacia la oscuridad ex-
terior, y que caiga entre los dioses muertos, los imperios muertos, ¡las filosofías muertas
y otras ruinas inútiles! ¡Su puesto está entre los trastos viejos!
13. La más peligrosa de todas las mentiras entronizadas es la mentira santa, santificada,
privilegiada; la mentira que todo el mundo toma por un modelo de verdad. Es la madre
nutricia de todos los otros espejismos y errores populares, Es el árbol, con cabeza de hidra
y mil raíces de lo irrazonable, ¡Es un cáncer social!
14. Aquella mentira que se muestra a nosotros como medio mentira está medio erradicada;
pero aquella mentira que incluso las personas inteligentes aceptan como un hecho -la men-
tira que le ha sido inculcada al niño cuando reposaba en las rodillas de su madre-, ¡esa es
más peligrosa de afrontar que una pestilencia insidiosa!
15. Las mentiras populares han sido siempre las más potentes enemigas de la libertad per-
sonal. No existe más que una forma de hacerles frente: arrancarlas, arrancarlas de cua-
jo, como si fueran cánceres. ¡Aniquilarlas o ellas aniquilarán!
III
1. «Amaos los unos a los otros». Se nos dice que esto es la ley suprema, Pero ¿qué poder
lo ha hecho así? ¿Sobre qué autoridad racional reposa el evangelio del amor? ¿Por qué no
habría yo de odiar a mis enemigos? Si los «amo», ¿no me pongo a Merced de ellos?
2. ¿Es natural que los enemigos se hagan el bien los unos a los otros? ¿es bueno eso?
3. ¿Puede la víctima desgarrada y ensangrentada "amar" las fauces ensangrentadas que
le van arrancando miembro tras miembro?
4. ¿No somos todos por instinto animales de presa? Si los seres humanos cesaran total-
mente de atacarse los unos a los otros, como animales de presa, ¿podrían continuar exis-
tiendo?
5. ¿No es el «deseo lujurioso y camal» un término más veraz para definir al "amor"
cuando lo aplicamos a la propagación de la especie'? El "amor" de las aduladoras escritu-
CIV
ras, ¿no es un simple eufemismo de la actividad sexual? ¿O acaso el «gran maestro» era
un glorificador de los eunucos?
6. Ama a tus enemigos y haz el bien a los que te odian y te explotan. ¿No es esta la des-
preciable filosofía del perro de aguas que gira sobre su lomo cuando le dan patadas?
7. Odia a tus enemigos con todo tu corazón, y si un hombre te abofetea en la mejilla,
¡Abofetéale en la otra! Abofetéale con toda tu alma, pues el velar por uno mismo es la ley
más excelsa,
8. ¡El que ofrece la otra mejilla es un perro cobarde!
9. Devuelve golpe por golpe, desprecio por desprecio, ruina por ruina, ¡y devuélvelos con
interés del ciento por ciento! Ojo por ojo, diente por diente, ¡siempre en una proporción de
cuatro a uno, de cien a uno! Conviértete en el temor de tu adversario, y cuando él se ale-
je, lo hará con mucha más sabiduría que rumiar, De este modo. te harás respetar en todas
las esferas de la vida, y tu espíritu, tu espíritu inmortal, vivirá, no en un paraíso intan-
gible, sino en el cerebro y en las fibras de aquellos cuyo respeto has conquistado.
IV
CV
V
1. Benditos sean los fuertes, pues de ellos será la Tierra. ¡Malditos sean los débiles, pues
ellos heredarán el yugo!
2. Benditos sean los poderosos, pues ellos serán reverenciados por los hombres... ¡Maldi-
tos sean los débiles, pues ellos serán borrados de la faz de la Tierra!
3. Benditos sean los audaces, pues ellos serán los amos del mundo. ¡Malditos sean los vir-
tuosamente débiles, pues ellos quedarán aplastados bajo las pezuñas del Diablo!
4. Benditos sean los triunfadores, pues la victoria es la base del derecho... Malditos sean
los vencidos, ¡pues ellos serán vasallos para siempre!
5. Benditos sean los de la mano de hierro, pues los blandos huirán ante ellos... ¡Malditos
sean los pobres de espíritu, pues serán escupidos!
6. Benditos sean los que desafían a la muerte, ¡pues sus días serán largos en la Tierra...
¡Malditos sean los que sueñan con una vida más rica más allá de la tumba, pues ellos pe-
recerán en medio de la abundancia!
7. Benditos sean los destructores de la falsa esperanza, pues ellos son los verdaderos Me-
sías... ¡Malditos sean los adoradores de Dios, pues ellos serán ovejas esquilmadas!
8. Benditos sean los valientes, pues ellos obtendrán grandes tesoros. ¡Malditos sean los
que creen en el bien y en el mal, pues se dejan asustar por sombras!
9. Benditos sean aquellos que creen en lo que más les conviene, pues su mente no se ate-
rrorizará nunca... ¡Malditos sean los «corderos de Dios», pues serán desangrados hasta
quedar más blancos que la nieve!
10. Bendito sea el hombre que tiene una legión de enemigos, pues ellos le harán héroe,
¡Maldito sea el que hace el bien a quien le paga con desprecio, pues él será despreciado!
11. Benditos sean los de mente poderosa, pues ellos superarán los torbellinos, ¡Malditos
sean los que ofrecen mentiras como verdades y verdades como mentiras, pues ellos son
una abominación!
12. ¡Malditos sean tres veces los débiles a quienes la inseguridad les hace viles, pues ellos
son una abominación!
13. El ángel del engaño que nos hacemos a nosotros mismos en el alma de los «justos». –
¡La llama eterna del poder alcanzado a través del placer mora en la carne del Satanista!
CVI
Primigenios
A ntes de que el hombre soñara y antes de que el
hombre encontrara el mundo donde podia soñar
y aun mas antes del mismo hombre, antes del
mundo y mucho antes de los sueños, existia un universo
de soledad, una inmensa obscuridad bañaba todo lo que
conocemos y también aquello que nos es incognocible.
Estamos plantados en las manos de una criatura que
habita aun y mucho mas antes de nuestros pensamien-
tos y sueños, mucho mas antes de es universo oscuro
que se revela ante nuestros ojos.
CVIII
Ninnghizhidda
Ninnghizhidda!
¡Abre!
CIX
¡Abre, si no quieres que arremeta contra la Puerta!
¡Abre, si no quieres que tire abajo los barrotes!
¡Abre, si no quieres que destroce las paredes!
¡Abre, si no quieres que pase por encima a la fuerza!
¡Abre la Puerta, si no quieres que levante a los Muertos
para devorar a los Vivos!
¡Abre la Puerta, si no quieres que les otorgue poder a los
Muertos sobre los Vivos!
CX
Azathoth
El Demonio me arrastró por el vacío sin sentido.
Más allá de los brillantes enjambres del espacio dimensional.
Hasta que no se extendió ante mí ni tiempo ni materia Sino
solo el Caos sin forma ni lugar.
CXI
L
CXII
Hastur
Escuchad la Voz del temido Hastur, escuchad el lúgu-
bre suspiro del torbellino, la loca impetuosidad del
Viento Último que se arremolina oscuramente entre
las silenciosas estrellas.
Escuchadlo a Él, el de dientes de serpiente, que aúlla
entre las entrañas del otro mundo; Él, cuyo rugido
sin fin siempre colma los cielos eternos de la escon-
dida Leng. Su poder es capaz de arrancar el bosque
y aplastar la ciudad, pero ninguno conocerá la mano
que golpea y el alma que destruye, porque el Maldito
vaga espantoso y sin cara, con Su forma desconoci-
da por los hombres. Escuchad entonces Su Voz en
las horas oscuras, contestad a Su llamada, inclinaos
y rezad a Su paso, pero no pronunciéis Su nombre
en voz alta.
CXIV
Y la simiente de los Antiguos cubrio la Tierra, y
...
CXV
Nyarlathotep
Escucho el Caos que se arrastra llamando desde más allá
de las estrellas. Y Ellos crearon a Nyarlathotep para ser
mensajero, Ellos Lo vistieron con el Caos para que su
forma pudiese permanecer siempre oculta entre las estrellas.
¿Quién conocerá el misterio de Nyarlathotep?
Porque Él es la máscara y la voluntad de Aquellos que
eran cuando el tiempo no existía. El sacerdote del Éter. el
Morador del Aire y tiene tantas caras que ninguna se
recordará.
Las olas se hielen ante Ellos, los Dioses temen su lla-
mada. En los sueños de los hombres El habla en voz baja,
aunque ¿quién conoce Su forma?
CXVI
El extraño oscuro ante el que se inclinaban los fellás; si-
lencioso, descarnado, enigmáticamente altivo, envuelto en
sedas rojas como las llamas del Sol Poniente.
CXVII
El alma de Azathoth mora en Yog-Sothoth y El llamará a los Antiguos cuando
las estrellas marquen el tiempo de Su venida; porque Yog-Sothoth es la
Puerta a través de la cual Aquellos del Vacío volverán a entrar.
CXVIII
Voluptuosamente, los Antiguos pisaron los cami-
nos de la oscuridad y Sus blasfemias fueron
grandes sobre la Tierra; toda la creación se in-
clinó bajo Su poder y Los conoció por Su perver-
sidad. Y los Señores Mayores abrieron Sus ojos y
advirtieron las abominaciones de Aquellos que
asolaron la Tierra. En su ira, Ellos levantaron Su
mano contra los Antiguos, dejándolos en medio
de Su iniquidad y arrojándolos lejos de la Tierra
al Vacío que hay más allá de los planos donde
reina el caos y el cuerpo no permanece. Y los
Señores Mayores pusieron Su sello sobre la
Puerta y el poder de los Antiguos no prevaleció
contra su poder.
CXIX
Shub Niggurath
Shub-Niggurth, Gran Señor de los Bosques dador de Vida
Concede fertilidad a tu prole. Confiereles tu fertilidad. Los
portentos de tu fertilidad son regocijados aqui. Ruegos sean
siempre hechos a Shub-Niggurath
La cabra negra de los Bosques
La cabra negra de los diez mil vastagos
¡Ia Shub-Niggurath
¡lah! ¡Shub-Niggurath!
Gran Macho Cabrío Negro de los Bosques,
¡Yo te invoco!
¡Contesta la llamada de tu siervo que conoce las palabras del poder!
Yo te digo: ¡Levántate de tu sueño y acude con un millar más!
Hago los Signos, pronuncio las palabras que abren la puerta.
Te digo: ¡Acude!
Doy la vuelta a la llave. ¡Ahora!
CXX
¡Salve y Reine Shub-Niggurath
Padre del mundo de los Horrores
¡Proclamamos tu nombre!
Haznos viajar a través de tus obscuros sueños
Mientras nos regocijamos a través de las flautas del riente
Y saludamos al poseedor de las dimensiones
Donde viajamos junto a tu hijo.
El oscuro que cabalga en los vientos del abismo.
Nosotros sus sombras alzamos sus nombres
Honramos nuestros primeros ancestros
Y la lengua de los que no tienen cuernos
Y en torno proclamamos:
¡Ave Satanás!
CXXI
El alma de Azathoth mora en Yog-
Sothoth y El llamará a los Antiguos
cuando las estrellas marquen el tiempo de
Su venida; porque Yog-Sothoth es la
Puerta a través de la cual Aquellos del
Vacío volverán a entrar. Yog-Sothoth
conoce los laberintos del tiempo, porque el
tiempo es uno para El. El conoce por
dónde aparecieron los Antiguos en tiem-
pos muy remotos y por donde Ellos
volverán a aparecer cuando el ciclo vuelva
a empezar. Después del día viene la no-
che; los días del hombre pasarán, y Ellos
reinarán donde Ellos reinaron una vez.
Por su vileza los conoceréis y Su mal-
dición mancillará la Tierra.
CXXIII
Yog Sothoth
Porque Yog Sothoth es la Puerta.
El conocio donde los Antiguos aparecieron en tiempos pasados
Y en donde ellos apareceran de nuevo,
Dad la vuelta tres veces sobre vosotros mismos
Y volviendo la cara al Sur entonad
El conjuro que abre la Puerta.
CXXIV
Yog Sothoth
¡Acudid! ¡Acudid!
Pronuncio las palabras, rompo tus vínculos
El Sello ha sido apartado, pasa atraves de las puertas
Y penetra en el Mundo
CXXV
Más allá de la Puerta moran ahora los Anti-
guos; no en los espacios conocidos por los hom-
bres, sino en los rincones que hay entre ellos.
Ellos vagabundean fuera de la superficie de la
Tierra y esperan siempre el momento de Su vuel-
ta; porque la Tierra Los ha conocido y Los co-
nocerá en el tiempo a venir.
Y los Antiguos tienen al horrible e informe
Azathoth por Su Dueño y esperan con El en la
negra caverna donde roe vorazmente en el caos fi-
nal en medio del loco batir de recónditos tambores,
del discordante sonido de horribles flautas y de
incesantes bramidos de ciegos dioses idiotas que
andan arrastrando los pies y gesticulan por siem-
pre más sin propósito alguno.
CXXVII
Cthulhu
Hermanos y hermanas de la antigua sangre, nos hemos congregado para pronun-
ciar la Invocación a Cthulhu. Yo grito de nuevo la palabra del Abismo, ese gran
vacío de las aguas oscuras y de los vientos aullantes en el que vivimos en siglos
pasados. Escuchad a los inmortales, y decid conmigo la invocación a la Serpiente
Eterna que duerme para que nosotros podamos vivir.
CXXVIII
He viajado a través del Tercer Angulo, ahuyentando a los
chacales del tiempo y cantando con los hombres que cabrio-
leaban en el Mundo de los Horrores.
CXXIX
Vengo de las profundidades del agua, y también he venido
de las profundidades del profundo.
CXXX
¡Oh Tú que yaces muerto, pero siempre sueñas!
Escucha a Tu siervo que Te llama.
¡Escúchame, Oh poderoso Cthulhu!
¡Escúchame, Señor de los Sueños!
CXXXI
E
l odioso Cthulhu surgió entonces de
entre las profundidades y montó en
cólera con extremada y grande furia
contra los Guardianes de la Tierra. Y
Ellos anularon sus venenosas garras con
poderosos sortilegios y lo encerraron
dentro de la Ciudad de R’lyeh, donde bajo
las olas dormirá el sueño de la muerte
hasta el fin del EON.
La oscuridad del silencio
es el secreto augusto de los sabios.
Lux in Tenebris Lucet
Antes del Tiempo, antes aún de los dioses
ya olvidados, antes de que las Tinieblas y la
Luz se enfrentaran, antes de que el Bien y el
Mal quedaran profundamente instituidos, los
Primordiales existían, antes pero mucho antes
que el Mundo y el hombre y aún existen en los
sueños y pesadillas humanos, y cuando todo
termine, al soñador le sobrevivirá lo soñado.
Los Nueve Ángulos
zathoth, gran centro del cosmos, el sonido de su flauta es para nosotros, nos
Los demonios están, que los demonios estaban, y los demonios serán de nuevo.
Vinieron, y están aquí soñando y nosotros nos preocupamos por ellos.
Duermen, y mueren, pero vamos a volver a través de ellos. Somos sus sueños,
y se despiertan. Saludos, a los viejos sueños.
CXXXVI
I’a N’yra-l’yht-Otp.
Salve, Nyarlathotep.
¡Óh, tú sombrío!, que cabalga los vientos del Abismo, pide las cifras de la noche
entre los vivos y los muertos, nos envías el Viejo Mundo de los Horrores, cuya
palabra de honor está al final del sueño eterno.
Salve, Nyarlathotep.
I’a N’yra-l’yht-Otp.
Salve, Nyarlathotep.
I’a Sh’b-N’ygr’th.
¡Salve, Shub-Niggurath! I’a aem’nh.
CXXXVII
Salve padre
Salve padre
Shub-Niggurath
Yo soy lo que soy. A través de los ángulos hablo con los que no tienen cuernos, y
me comprometo a volver a vincular a los demonios, a través de cuya voluntad este
mundo existe. Proclamemos el enlace de los nueve ángulos.
¡Salve, padre y maestro de los ángulos! Amo del Mundo de los horrores. Procla-
mamos el enlace de los nueve ángulos en honor de las flautas, por las risas, del
maestro de las dimensiones, el heraldo de la barrera, y la Cabra de Mendes.
Desde el primer ángulo es el infinito, donde el que ríe y llora se lamentara la flauta
al final de los tiempos.
Desde el segundo ángulo es el maestro de las normas de los planos y los ángulos, y
es quien concibió el mundo de los horrores en toda su gloria y horror.
Venido del tercer ángulo es el mensajero, que creó tu poder al contemplar el amo del
mundo de los horrores, que le dio la sustancia del ser y el conocimiento de
los Nueve Ángulos.
Desde el cuarto ángulo es la memoria es el Carnero del Sol, que se creó a sí mis-
mo, que permanece en el mundo de los horrores y las normas del pasado, presente y
futuro, y cuyo nombre es el brillo de los Nueve Ángulos.
CXXXVIII
Del Quinto ángulo son los sin cuernos, que levantan el templo de los cinco triedros a
los Demonios de creación, cuyo sello es inmediatamente cuatro y cinco y nueve.
Del Octavo ángulo son los Maestros del Reino, que levantan el templo de los ocho
triedros a los Demonios de la creación, cuyo sello es inmediatamente
cuatro y cinco y nueve.
Del Noveno ángulo es la llama del principio y el final de las dimensiones, que arden
en el esplendor y la oscuridad en la gloria del deseo.
SHUB-NIGGURATH:
SHUB-NIGGURATH:
Saludo a los sin cuernos.
Saludos Shub-Niggurath padre del mundo de los Horrores.
SHUB-NIGGURATH:
De principio a fin de las dimensiones.
Las cifras vagan por el mundo, y no lo vamos a evitar,
CXXXIX
pero llegará el tiempo en que las cifras se inclinará ante nosotros,
y el hombre hablara las lenguas de los sin cuernos.
El camino es Yog-Sothoth, y la clave es Nyarlathotep.
Salve, Yog-Sothoth. Salve, Nyarlathotep.
CXL
A
nte el opalescente firmamento y estruendoso silencio, bajo las som-
bras, dentro de la profundidad en la morada de los Subterráneos y
observando más allá de los oscuros lugares de esa existencia. Los se-
res de la sutileza abominable resplandecen allí y desde sus sombras, escrupulo-
samente te observan, en este mundo del lugar del Universo. En el más oscuro
lugar de mundo, se infiltran esas tinieblas, labrando así con la brisa de la os-
curidad, el fondo del Abismo que merodean los sueños de la noche.
La noche es oscuridad, y la oscuridad reside en el hombre…
Pues el lugar más oscuro del mundo es su cerebro.
¿Qué hombre conoce a Kadath?
Porque ¿quién sabe de aquel que siempre mora en tiempo desconocido, que no es ni ayer, ni hoy, ni mañana?
Desconocida en medio del Frío Yermo yace la montaña de Kadath sobre cuya escondida cima hay un
Castillo de Onice. Oscuras nubes envuelven el enorme pico que destella bajo viejas estrellas donde el silencio cubre
las titánicas torres y se levantan murallas prohibidas.
Runas malditas, esculpidas por manos olvidadas, guardan la puerta llena de noche y ¡Ay del que ose
pasar por aquellas espantosas puertas!
Los Dioses de la Tierra se deleitan allí donde una vez los Otros pasearon por místicos vestíbulos eternos, que
algunos han vislumbrado en oscuros y profundos sueños a través de extraños y ciegos ojos.
CXLIII
Ancestrales
l mundo se sostiene con la divina sangre de la Serpiente Cósmica, la cual
Una vez proliferadas las bestias de la Tierra, los descendientes de Adán con-
templaron la enceguecedora Luz de la Oscuridad, a través de la Serpiente del Dios
Verdadero, pero sólo cuando llegó el reinado del viejo dios de las aguas profundas,
la humanidad comprendió la esencia de todas las cosas, de los dioses y de su propia
creación, así conocieron que este dios surgido de la oscura sangre de la Antigua
Serpiente, era el dios de todos los dioses, el Padre de la Tierra y de toda la crea-
ción y ante él debían inclinar la cabeza.
CXLIV
hechas de arcilla y lodo. Así cuando este dios imperfecto, en su sempiterna siesta
de eones, inhala profundamente y recoge su aliento, destruye el Tiempo y toda su
maltrecha creación de arenas inestables y volátiles, y es allí, cuando se instaura el
nuevo Caos, y aquella Fuerza Incognoscible y fuera del Tiempo, el Dios del
Abismo, regresa este aliento a su pensamiento.
Hasta que nuevamente en medio del Silencio oscuro y perfecto; prorrumpe el mal-
sano aliento, la exhalación del dios de la materia; por ello, en este continuo refluir del
Tiempo y del Espacio, el Padre Verdadero, el Dios Incognoscible, envía a dos
grandes serpientes, principios opuestos, a una batalla encarnecida entre la Esencia
del Espíritu y la podredumbre de la materia, estás dos fuerzas antagónicas luchan
en la Tierra hasta el final de las Eras.
¡Oh Dioses Ancestrales, del Caos y de la Oscuridad del Tiempo, vosotros que
viven en el Abismo y visitan nuestros sueños, envuelvan la creación en las oscu-
ras alas de los dragones de la desolación!
CXLV
Ouroboros
E
l Ouroboros es una de las figuras más complejas de
poder explicar con palabras, y esto se debe a que no es
un Dios o una Divinidad mítica que podemos encon-
trar un mitología en sí, sino más bien es un concepto, es una
fuerza, es el poder del Dragón Primordial que encarna algu-
nas ideas concretas que solo se pueden experimentar para po-
der comprender. Podemos teorizar mucho sobre lo que es o de-
ja de ser, pero en la realidad, hay que experimentar su poder
como para poder comprender. Ouroboros es la Serpien-
te/Dragón que se muerte su cola, represente el símbolo del
infinito, el principio del fin y el fin del principio, es la unión
de los opuesto y la trascendencia de los mismos, es orden y
caos. Imaginen que cualquier elemento opuesto, puede ser ex-
plicado a través del Ouroboros.
CXLVI
Invocación
CXLVII
Tiamat
T
iamat es una de la manifestaciones más antiguas de
las energías del Dragón. Este es un ritual de invo-
cación a Tiamat, Diosa del Caos cuyo aspecto pri-
mario es la energía de la oscuridad, madre de los demonios.
En la mitología babilónica, Tiamat esta personificada como la
Diosa-Madre, es el Agua Salada del Océano exterior cir-
cundante al universo conocido por las personas. Es la primera
de todos los dioses y de su cuerpo y su sangre la tierra fue
creada. Para este ritual será necesario velas rojas y un cáliz
con vino tinto, el mismo representará la Sangre de la Diosa.
Invocación
In nomine Drakonis!
CXLVIII
¡Voy hacia ti, como tu amante, como tu hijo!
¡Oh Gran Diosa Dragón!
¡Yo te convoco!
¡Lléname de poder con tus armas, manifiesta mi deseo.
¡Mummu Tiamat, envenéname como la noche, ilumíname en el ardiente día!
Yo convoco a tus hijos para que me llenen de poder:
¡Hombre Buey!
¡Hombre Pez!
¡Demonio Umu!
¡Hombre Escorpión!
¡Perro Rabioso!
¡Demonio Ugallu!
¡Héroe Lahmu!
¡Dragón Mushussu!
¡Serpiente Cornuda!
CXLIX
¡Serpiente Gigante con Sangre Venenosa!
¡Realiza este hechizo sobre mí, así seré como mi padre Qingu, el más grande
en las asambleas de los Dioses!
¡Tiamat!
CL
¡Lléname con tu oscura llama, envuélveme en tu velo negro,
para que la oscuridad de la vida y la Llama Negra envuelvan mi alma!
¡Eterna Diosa!
¡TIAMAT!
¡HUBBUR!
¡TEHOM!
¡IA TIAMAT!
¡LEPACA DRACONIS!
¡Ho Ophis Ho Archaios!
CLI
Behemoth
B
ehemoth es el Dragón de la Tierra, es la fuerza do-
minante en la naturaleza salvaje e indómita, aquella
que no puede ser sometida o dominada por el hombre.
Behemoth también tiene regencia sobre la muerte, la putre-
facción, aquello que está enterrado, por lo tanto también tiene
que ver con el Inframundo y los Mundo Intraterrenos.
CLIII
Invocación
¡
CLIV
Leviatán
L
eviatán es aquella divinidad que nos hace trascender la
barrera de los opuesto, unificando ambas fuerza y de al-
gún modo sirve de nexo entre el plano físico y la realidad
que hay más allá. Pero al mismo tiempo, es una fuerza pri-
migenia y cósmica, de ahí que en muchos rituales, las visiones
son confusas para muchos magos. Mucha gente queda ma-
reada luego de los rituales con Leviatán, porque su mensaje
es tan vasto y en algunos casos tan estelar que simplemente
no comprenden que es lo que han experimentado. Claro que
esto tiene que ver con el nivel iniciático en el que se encuen-
tran. Muchas veces pasa que captan algo que está más allá
del nivel de la comprensión del momento y es por esto que se
vuelve confuso.
CLVI
un dragón/serpiente que proviene de las aguas abismales, y
por el otro lado, tenemos una invocación mucho más elemental
de su energía y aplicada hacia un fin mucho más práctico co-
mo por ejemplo conseguir dirección de las emociones.
CLVII
Agita las Aguas Astrales,
Y manifiesta tu presencia infinita en este templo de carne,
Mi mente es tu vasija,
Y mi alma es tu altar,
Desciende en mi ahora,
Mostrándome aquello que tengo que ver.
CLVIII
Dagon
E
l Padre Dagón es la deidad principal de
los profundos y uno de los principales
Primigenios del agua. Protagoniza un
relato que lleva su nombre (Dagón.
CLX
Mardikh, Siria) y Ugarit (la moderna Ras
Shamra, Siria, que fue una antigua ciudad
cercana al Mediterráneo que contenía una gran
variedad de escritos antiguos y pre-judeo-
cristianos en sus santuarios). Dagon era tam-
bién un miembro principal, o tal vez la cabeza
del panteón de los filisteos.
Invocación
CLXI
¡Busco la sabiduría olvidada de Y’ha-nthlei!
¡Revélame secretos de poder
Y dame los tesoros de la Sabiduría!
¡Transfórmame en tu hijo y concédeme el poder
Sobre los océanos del inconsciente!
¡Deseo renacer en tu reino y de la Madre Hidra!
Escúchame porque te llamo por tu nombre:
¡Dagón! ¡Dagan! ¡Be-dingir-dingir! ¡Bekalam! ¡Tu-lu-ma-tim!
¡Be ka-na-na! ¡Oannes! ¡Odacon!
¡Señor de Bulanu, Señor de Tuttul, Señor de Irim,
Señor de Ma-Ne, Señor de Zarad, Señor de Uguash,
Señor de Siwad, Señor de Sipishu!
¡VEN!
CLXII
o hay ningún dragón de fuego fuera o aparte de ti que te pueda
N hacer daño alguno. Es tu propio infierno, tu propio diablo, tu
propia bestia, tu propio anticristo, tu propio dragón, que vive
en la sangre de tu propio corazón, el que te puede lastimar y dañar.
Muere a este yo, a esta naturaleza interna, y entonces habrás vencido a
todos los enemigos exteriores. Vive para este yo, y entonces, cuando se-
mejante vida egóica se exteriorice, todo lo que llevas dentro, así como todo
lo que hay fuera de ti, no será otra cosa que un mero ver y sentir este in-
fierno, esta serpiente, esta bestia y este dragón de fuego
Dragón Rojo
…Y entonces apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida
del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona
de doce estrellas.
2
Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del
alumbramiento.
3
También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón es-
carlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas sie-
te diademas;
4
y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las
arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que esta-
ba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como nacie-
se.
5
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas
las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
6
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios,
para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
7
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lu-
chaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
8
pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
CLXV
9
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se
llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado
a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
10
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la
salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su
Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros herma-
nos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
11
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la pa-
labra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte.
12
Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. !!Ay de los
moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vo-
sotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
13
Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió
a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
14
Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que
volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sus-
tentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
15
Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río,
para que fuese arrastrada por el río.
16
Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó
el río que el dragón había echado de su boca.
17
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer
guerra contra el resto de la descendencia de ella.
CLXVI
El Número de la Bestia
Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que
tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y
sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.
2
Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de
oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su
trono, y grande autoridad.
3
Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal
fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia,
4
y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adora-
ron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar
contra ella?
5
También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se
le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.
6
Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su
nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.
7
Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencer-
los. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y
nación.
8
Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no es-
taban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado des-
de el principio del mundo.
CLXVIII
9
Si alguno tiene oído, oiga.
10
Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a
espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los
santos.
11
Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos
semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.
12
Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella,
y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bes-
tia, cuya herida mortal fue sanada.
13
También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descen-
der fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
14
Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha
permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores
de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de es-
pada, y vivió.
15
Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que
la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
16
Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y
esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
17
y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la
marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
18
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número
de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos
sesenta y seis.
CLXIX
Las Copas de la Ira
Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y de-
rramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.
2
Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera
maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bes-
tia, y que adoraban su imagen.
3
El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió
en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el
mar.
4
El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de
las aguas, y se convirtieron en sangre.
5
Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que
eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas.
6
Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas,
también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen.
7
También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios
Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
8
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar
a los hombres con fuego.
9
Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nom-
bre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron
para darle gloria.
10
El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su
reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas,
CLXXI
11
y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlce-
ras, y no se arrepintieron de sus obras.
12
El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua
de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del
oriente.
13
Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la
boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas;
14
pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes
de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel
gran día del Dios Todopoderoso.
15
He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y
guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
16
Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
17
El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz
del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está.
18
Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de
tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los
hombres han estado sobre la tierra.
19
Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las
naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de
Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.
20
Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
21
Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso
de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del
granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.
CLXXII
La Puta de Babilonia
Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y
habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra
la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;
2
con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de
la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
3
Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre
una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete
cabezas y diez cuernos.
4
Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de
oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de
oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;
5
y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA
GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS
ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
6
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los
mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran
asombro.
7
Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de
la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y
los diez cuernos.
8
La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e
ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres
CLXXIV
no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la
vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.
9
Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete
montes, sobre los cuales se sienta la mujer,
10
y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no
ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
11
La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los
siete, y va a la perdición.
12
Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han
recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes
juntamente con la bestia.
13
Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su
autoridad a la bestia.
14
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es
Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados
y elegidos y fieles.
15
Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se
sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.
16
Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la
ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y
la quemarán con fuego;
17
porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso:
ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan
las palabras de Dios.
18
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes
de la tierra.
CLXXV
Los Jinetes del Apocalipsis
Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro
seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira.
2
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un
arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
3
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía:
Ven y mira.
4
Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder
de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le
dio una gran espada.
5
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven
y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía
una balanza en la mano.
6
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía:
Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un de-
nario; pero no dañes el aceite ni el vino.
7
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que
decía: Ven y mira.
8
Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por
nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la
CLXXVII
cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad, y con las fieras de la tierra.
9
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que ha-
bían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio
que tenían.
10
Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y
verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en
la tierra?
11
Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen to-
davía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus
consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como
ellos.
12
Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremo-
to; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda
como sangre;
13
y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja
caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
14
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo
monte y toda isla se removió de su lugar.
15
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los
poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y
entre las peñas de los montes;
CLXXVIII
16
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escon-
dednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira
del Cordero;
17
porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse
en pie?
CLXXIX
Satanás tentador
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado
por el diablo.
2
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo
hambre.
3
Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas
piedras se conviertan en pan.
4
El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
5
Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pi-
náculo del templo,
6
y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti, m y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra. m
7
Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
8
Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los
reinos del mundo y la gloria de ellos,
9
y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
10
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor
tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
11
El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
CLXXXI
Creación de Lucifer
Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de
hermosura.
13
En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era
tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de
zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y
flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
14
Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de
Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
15
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado,
hasta que se halló en ti maldad.
16
A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniqui-
dad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de
entre las piedras del fuego, oh querubín protector.
17
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sa-
biduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de
los reyes te pondré para que miren en ti.
18
Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrata-
ciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de
ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos
de todos los que te miran.
19
Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán so-
bre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
CLXXXIII
La Caída de Lucifer
“¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, do-
minador de naciones! Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por en-
cima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión,
en el extremo norte. Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo”
La Rebelión de Lucifer
El Gran Enemigo, que así era llamado Satán en el cielo, rompiendo el
hosco silencio, con arrogantes palabras empezó a decir:
«Si tú eres aquel… pero ¡oh! ¡cuán abatido, cuán otro del que, ador-
nado de brillo deslumbrador en los felices reinos de la luz, sobrepujaba
en esplendidez a millones de espíritus refulgentes!... Si tú eres aquel
a quien una mutua alianza, un mismo pensamiento y resolución, e
igual esperanza y audacia para la gloriosa empresa, unieron en otro
tiempo conmigo, como nos une ahora una misma ruina…mira desde
qué altura y en qué abismo hemos caído por ser Él mucho más potente
con sus rayos. Pero, ¿Quién había conocido hasta entonces la fuerza
de sus terribles armas? Y a pesar de ellas, a pensar de cuanto el Ven-
cedor en su potente cólera pueda hacer contra mí, ni me arrepiento,
ni he decaído, bien que, menguada exteriormente mi brillantez, del
firme ánimo, del desdén supremo, propios del que ve su mérito vili-
pendiado, y que me impulsaron a luchar contra el Omnipotente, lle-
vando a la furiosa contienda innumerables fuerzas de espíritus arma-
dos, que osaron despreciar su dominación. Ellos me prefirieron, opo-
niendo a su poder supremo otro contrario; y venidos a dudosa batalla
en las llanuras del cielo, hicieron vacilar su trono.
CLXXXVII
» ¿Qué importa perder el campo donde lidiamos? No se ha perdido to-
do. Con esta voluntad inflexible, este deseo de venganza, mi odio in-
mortal, y un valor que no ha de someterse ni cede jamás, ¿Cómo he de
tenerme por subyugado? Ni su cólera, ni su fuerza me arrebatarán
nunca esta gloria: humillarme y pedir gracia, doblada la rodilla y aca-
tar un poder, cuyo ascendiente ha puesto en duda poco há mi terrible
brazo, sería una bajeza, una ignominia, más vergonzosa aún que
nuestra caída. Y pues, según la ley del destino, no pueden perecer la
fuerza de los dioses ni la sustancia empírea, y por la experiencia de
este gran acontecimiento vemos que nuestras armas no son peores, y
que en previsión hemos ganado mucho, podremos resolvernos a empe-
ñar con más esperanza de éxito, por la astucia o por la fuerza, una
guerra eterna e irreconciliable contra nuestro gran enemigo triunfan-
te ahora, y que en el colmo de su júbilo, impera como absoluto, ejer-
ciendo en el cielo su tiranía.»
(…)
«Humillado Querubín, vileza es mostrarse débil, bien en las obras,
bien en el sufrimiento. Ten por seguro que nuestro fin no consistirá
nunca en hacer el bien; el mal será nuestra única delicia, por ser lo
que contraria la suprema voluntad que resistimos. Si nuestro mal
procura su providencia sacar el bien, debemos esforzarnos en malo-
grar su empeño, buscando hasta en el bien los medios de hacer el mal;
y esto fácilmente podremos conseguirlo, de suerte que alguna vez le
enojemos, si no me engaño, y nos sea posible torcer sus profundas
miras del punto a que se dirigen. Pero mira. Irritado el Vencedor, ha
vuelto a convocar en las puertas del cielo a los ministros de su perse-
CLXXXVIII
cución y de su venganza. La lluvia de azufre que lanzó contra noso-
tros la tempestad, ha allanado la encrespada ola que desde el precipicio
del cielo nos recibió al caer; el trueno, en alas de sus enrojecidos re-
lámpagos y con su impetuosa furia ha ahogado quizás sus rayos, y no
brama ya a través del insondable Abismo. No dejemos escapar la oca-
sión que nos ofrece el descuido o el furor ya saciado de nuestro
enemigo. ¿Ves aquella árida llanura, abandonada y agreste, cercada
de desolación, sin más luz que la que debe el pálido y medroso res-
plandor de estas lívidas llamas? Salvémonos allí del embate de estas
olas de fuego; reposemos en ella, si le es dado ofrecernos algún repo-
so; y reuniendo nuestras afligidas huestes, veamos cómo será posible
hostigar en adelante a nuestro enemigo, cómo reparar nuestra pérdi-
da, sobreponiéndonos a tan espantosa calamidad, y qué ayuda podre-
mos hallar en la esperanza, si no nos sugiere algún intento la deses-
peración»
(..)
CLXXXIX
¿Qué importa el lugar donde yo re-
sida, si soy el mismo que era, si
soy todo, aunque tal vez inferior a
aquel a quien el trueno ha hecho
más poderoso? Aquí, al menos se-
remos libres, aquí podremos reinar
con seguridad, y para mí, reinar
es ambición digna, aun cuando sea
sobre el Infierno, porque más vale
reinar aquí, que servir en el cielo.
CXC
Lucifer Liberador
CXCII
CXCIII
CXCIV
CXCV
El Mensaje de Lucifer
CXCVI
CXCVII
CXCVIII
CXCIX
CC
CCI
CCII
CCIII
CCIV
CCV
CCVI
CCVII
CCVIII
CCIX
CCX
CCXI
CCXII
CCXIII
CCXIV
in saber cómo, había llegado a una caverna de enor-
mes proporciones en lo profundo de la tierra. Aunque
las paredes y techo de la gruta parecían naturales, es
decir, formadas por el goteo incesante y la filtración del agua,
el piso era perfectamente liso y nivelado, como hecho por
mano humana o alguna otra criatura inteligente. Sentí que es-
taba en un templo.
CCXV
A diez pasos de mí se alzaba una gruesa columna pétrea, de
unos siete metros de altura, sobre la cual vi de pie a un ve-
nerable anciano. Vestía una túnica de mangas largas y talle
holgado que le llegaba hasta los tobillos. Su color era gris-
azulado, como el de las nubes cargadas de lluvia. A lo largo de
su pecho y cosida a ella caía verticalmente, hasta el suelo, una
cinta blanca sobre la cual habían sido bordados, en hilo negro,
extraños caracteres que no pude reconocer. Igual adorno vi a
lo largo del borde superior de sus mangas, en los puños de las
mismas y en el embaste de su vestimenta. Tanto las barbas
como los cabellos del anciano eran blancos y larguísimos. Su
alba cabeza estaba descubierta. Al verlo se me ocurrió que era
la típica imagen de un mago.
CCXVI
ro, de un metro de circunferencia, cuya boca estaba a ras de
suelo.
CCXVII
Para mi sorpresa surgió del pozo un esperpento, un ser bípedo
de unos cuatro metros de alto, similar a un sapo o a una tor-
tuga sin caparazón. Caminaba sobre sus cuartos traseros como
un hombre. Un solo ojo adornaba su frente.
CCXVIII
La voz del anciano llamó mi atención. Me volví a mirarlo y
noté que la columna sobre la cual estaba parado disminuía de
tamaño, como si estuviese siendo tragada por la tierra. Ya a
nivel del piso, el anciano se acercó a mí diciendo:
CCXX
Miré interrogativo al anciano. Entonces éste me respondió:
CCXXI
nea de Mercurio se curvaba justo por debajo del dedo meñi-
que. La otra, la que seguía el trayecto de la línea de Saturno,
cambiaba su curso a la altura del mismo centro palmar. De
esta manera ambas ramificaciones venían a morir en el mon-
tículo carnoso que hay bajo el dedo índice, al cual el anciano
dio el nombre de Monte de Júpiter.
CCXXII
- Sigue el Camino.
CCXXIII
sonidos provenientes de aquella tibia floresta. Me pareció que
era el paraíso.
CCXXIV
ra el "Centro de mi Voluntad". Dejé de seguir a la bella mujer
y me detuve. Ella se dio cuenta de mi rebeldía y volviendo so-
bre sus pasos me encaró. Yo dirigí una fugaz mirada al neva-
do túnel; entonces ella, percatándose de mi gesto, habló:
CCXXV
años. Su piel era blanca, su cabello castaño e iba vestida con
una túnica de color lila que, igual a la anterior, llegaba a la
mitad de muslos, pero sin ceñirse al cuerpo; era holgada y con
pliegues.
CCXXVI
- ¿Osadía? - repitió.
CCXXVII
en mi cintura y empecé a caminar de prisa, pues el sol caía
en el horizonte y pronto oscurecería.
CCXXVIII
larguísimo, el tinte de su tez y los rasgos de su rostro, me
hicieron recordar los de la mujer hindú. Su sonrisa cautivadora
y aquella súplica sensual de sus labios me perdieron. Observé
la perfección de su cuerpo, la voluptuosidad de sus formas, la
lujuria de su mirada y sin resistirme empecé a acercarme a
ella, olvidando que se trataba de aquel repugnante ser que,
segundos antes, había visto rodar por el desierto. Estirando
sus bellos brazos hacia mí susurró:
CCXXIX
La noche había caído sobre el desierto.
CCXXXI
palma de mi mano izquierda contra la suya. Al hacerlo, sentí
que la lengua de fuego era absorbida por mi cuerpo. Tres ve-
ces el brujo metió su mano en la lumbre y me ofreció aquél
trozo de flama. Tres veces acepté su ofrecimiento. Luego, ha-
ciéndome un gesto con su cabeza, me instó a mirar la fogata.
Así lo hice y pude comprobar que entre las llamas descansaba
una serpiente con la cabeza erguida. Era una cobra, la recono-
cí por el capuchón en su cuello. Tenía un color cobre metálico.
Estaba tranquila, tomando un baño de fuego.
CCXXXII
Rotábamos en sentido contrario a las manecillas del reloj y
noté que, en el breve instante en que la fogata quedaba a
nuestras espaldas, pasábamos sobre un círculo dibujado, en el
suelo, con extraños caracteres que no supe interpretar.
CCXXXIII
de un pequeño edificio de arquitectura indoarábiga. Atravesé
el umbral carente de puertas y así pude dar con una enorme
escalera que descendía al interior de la tierra. Bajé por ella
largo tiempo, hasta que por fin di a una galería en cuyo cen-
tro crecía un enorme y añoso árbol en muy mal estado. Pre-
sentaba una apariencia reseca y sus grandes ramas estaban
cruelmente mutiladas. Carecía de hojas y daba la impresión de
un árbol muerto. Sin embargo, yo sabía que estaba vivo. Ob-
servé que junto al grueso tronco, en el piso, había varias vasi-
jas de arcilla conteniendo agua. Las ocupé todas regando con
ellas las sedientas raíces. Había terminado cuando unos golpes
secos llamaron mi atención. Motivado por esto me di el traba-
jo de estudiar la caverna en la que me hallaba. Era obvio que
existía en aquel lugar alguien encargado de su cuidado, pues
veía cierta simetría y orden que no era propio de los sitios
que están sujetos a la espontaneidad natural. Muchas puertas
daban a aquella galería. Todas estaban cerradas. Observándolas
me di cuenta que los golpes, que sentía, provenían de un viejo
portón de madera, el cual, se sacudía ante la violenta embes-
CCXXXIV
tida de "algo" encerrado tras él. De pronto mi mente se abrió
y lo comprendí todo. Allí encerrado, por el cuidador de aquel
parque subterráneo, se encontraba el Espíritu del Arbol. Un
tipo de fuerza inteligente dispuesta a destruir por el descuido
a que había sido expuesto el antiguo roble centro del jardín.
CCXXXV
Yo, sin saber qué hacer, esperé mi destino. El Espíritu del Ár-
bol trocó su furibunda apariencia. Se me acercó lentamente
en forma de una barra vertical de luz rojiza. Tendría unos
cincuenta centímetros de largo y flotaba en el aire por enci-
ma de mi cabeza. Me habló con voz de trueno. Me dijo que a
partir de ese momento era el Guardián de las Raíces y que
premiaría mi gesto dándome su amistad. Dicho esto, vino sobre
mí y posándose en mi cabeza sentí como aquella energía, en
forma de columna luminosa, me penetraba por ella hasta la
garganta. Una tibieza confortable me inundó y me sentí físi-
camente sano. Sin saber qué, el espíritu hizo algo indescripti-
ble dentro de mí y me cambió. Me sentí como recién nacido.
Todas mis enfermedades habían desaparecido.
CCXXXVI
raíces surgía un manantial de agua fresca y cristalina: este
era el origen del arroyo medicinal.
CCXXXVII
tencia apergaminada. Comenzó a deshacerse entre mis dedos.
Para evitarlo la coloqué sobre la palma de mi mano izquierda,
sin embargo, continuó disolviéndose. De esta manera dejó al
descubierto una piedra blanca, como de una pulgada de diáme-
tro, sobre la cual soplé para limpiarla de los restos pulveru-
lentos que no me dejaban apreciarla con claridad. Su color era
similar a la sal de roca. Su forma, esférica, estaba tallada con
la apariencia de un capullo de rosa. Era un trabajo simple y
primitivo. El espíritu hizo retumbar su voz en mis oídos:
CCXXXVIII
Habiendo escuchado aquel sueño un rumor se dejó sentir entre
los asistentes, pues algunos se preguntaban asombrados qué
significado tendría. Entonces un visitante, que hacía poco había
llegado, gritó:
CCXXXIX
través de la severidad. Por tanto no reneguéis del Diablo,
pues algunos somos tan necios que solo aprendemos a golpes.
Por tanto no odiéis al Diablo, porque a través de sus pruebas
nos hacemos fuertes y libres y accedemos al supremo Bien.
¿Acaso sois tan ciegos que no os dais cuenta que Dios y Diablo
son las dos caras de una misma moneda?
- ¿Cuál es tu religión?
CCXL
- Sufro del pecado de la soberbia - dijo Lucifer - pues deseo
ser todo lo que soy: quiero ser diamante aunque mi origen sea
el carbón. No baso mi conocimiento en lo que dicen los textos
sagrados o en lo que afirman los ancianos, no baso mi sabidu-
ría en lo que dicen lo eruditos o asegura la mayoría. Mi sabi-
duría se basa en lo experimentado por mí mismo sin interme-
diarios o interpretaciones ajenas, pues es la experiencia propia
y directa lo que entrega la verdadera sabiduría. La vida se
conoce viviéndola y no a través de creencias, opiniones, espe-
culaciones, teorías, religiones o libros. ¿Queréis leer un libro?
Leed el libro de la sabiduría. Ese libro sois vosotros mismos,
leedlo así: dirigid vuestra atención hacia vosotros, hacia vues-
tras sensaciones, hacia vuestros movimientos, hacia vuestra
respiración, emociones y pensamientos y en todo momento
permaneced serenos, atentos, viviendo el momento.
CCXLI
- Maestro, ¿quién eres en verdad?
A lo que él respondió:
CCXLII
medianoche llegó rompió Lucifer las tinieblas con su voz. Cla-
vando la mirada en la estrella polar exclamó:
CCXLIII
Y el viejo guerrero comprendiendo las palabras de Lucifer
guardó silencio. Y a través del silencio, aquietó su corazón. Y
con su corazón sereno entró en profunda meditación. Mas
cuando abrió los ojos, poco antes del amanecer, Lucifer ya no
estaba entre ellos y el Lucero de la Mañana brillaba con so-
berbio fulgor sobre el horizonte.
CCXLIV
Las Claves del
Luciferismo
L
ucifer es la pálida estrella de la mañana,
la precursora del pleno resplandor del sol
del mediodía, el "Eosphoros" de los grie-
gos. Brilla tímidamente al amanecer para
reunir fuerzas y deslumbrar al ojo después de la
puesta del sol como su propio hermano "Hesperos",
la radiante estrella de la tarde, o el planeta Venus.
No existe un símbolo más adecuado para la obra
propuesta: el de arrojar un rayo de verdad sobre to-
do lo que está oculto por las tinieblas de los prejui-
cios, por las ideas erróneas sociales o religiosas; so-
bre todo por esa rutina idiota de la vida, que, una
vez que una determinada acción, una cosa, un
CCXLVI
nombre, ha sido calificado por invenciones calum-
niosas, por muy injustas que sean, hace que las per-
sonas respetables, así llamadas, se aparten temblo-
rosamente, negándose incluso a mirarlo desde otro
aspecto que el sancionado por la opinión pública. Por
lo tanto, este esfuerzo por obligar a los débiles de
corazón a mirar la verdad directamente a la cara,
se ve favorecido muy eficazmente por un nombre
que pertenece a la categoría de los nombres estigma-
tizados.
E
l luciferianismo es una doctrina, religión y fi-
losofía que toma como símbolo a Lucifer. Esta
definición preliminar quizás provoque un cho-
que con los sistemas de creencias de la mayoría de
las personas. Este descontento por nuestra defini-
ción preliminar es sólo justificado si nos quedamos
en esta definición, si no exploramos más allá del
sentido lingüístico superficial con el que estamos fa-
miliarizados. Debemos explorar entonces cada uno
de estos puntos para comprender la idea completa. El
luciferianismo como doctrina, Primero que nada,
CCLIII
hemos dicho que el luciferianismo es una doctrina.
¿Qué es una doctrina? Una doctrina es un conjunto
de conocimientos, un cuerpo de enseñanzas que pue-
den aprenderse y que a su vez pueden enseñarse.
Esta palabra está emparentada con el término doc-
tor, esto es, alguien que tradicionalmente enseña en
una universidad, y docto, alguien con un conoci-
miento profundo acerca de un tema. Al luciferia-
nismo como doctrina hay que entenderlo de esta
forma, como un conjunto de conocimientos que son
transmitidos a través del tiempo, de boca a oído o
por medio de lecturas y otros medios de transmisión
de información. Es una doctrina porque consiste de
enseñanzas, esto es, cosas que pueden aprenderse, y
de aprendizajes, o sea, cosas que pueden enseñarse.
Una persona docta es entonces alguien que aprende
y enseña lo que ha aprendido, o si lo preferimos, al-
guien que aprende mientras enseña, y viceversa.
Toda doctrina, esto es, toda transmisión de infor-
mación, implica una cadena de maestros que ense-
CCLIV
ñan y alumnos que aprenden. A veces, el maestro
puede ser un libro, una persona u otro medio. Aho-
ra, muchas doctrinas están reguladas por una auto-
ridad. Este es el caso de las doctrinas religiosas tra-
dicionales, en las que existe una autoridad que
marca qué interpretaciones son válidas acerca de la
doctrina, y qué interpretaciones no lo son. Aquellas
que no lo son, son las llamadas herejías. Este tér-
mino, herejía, tiene una raíz etimológica interesan-
te: αἱρέομαι, que significa tomar para uno mismo.
Habíamos dicho que las doctrinas religiosas tradicio-
nales están reguladas por una autoridad. Un hereje
sería, entonces, alguien que toma para sí mismo la
regulación de la doctrina, alguien que hace propia la
doctrina, esto es, alguien que hace propio el proceso
de transmisión de la información.
CCLV
El Luciferianismo como Religión
E
l luciferianismo es una corriente que sigue el
sendero de la mano izquierda. Esto implica un
énfasis sobre el individualismo, la responsabi-
lidad individual y la búsqueda del individuo por su
autonomía. Así, el luciferianismo es una doctrina en
la cual el individuo se hace responsable de su propio
conocimiento, de su propio aprendizaje. Debido a es-
to, es importante una mentalidad abierta, pero crí-
tica, capaz de discernir entre aquello que puede ser
utilizado para el desarrollo personal, y lo que no. El
luciferianismo entendido como doctrina del sendero
de la mano izquierda, implica justamente la emanci-
pación del individuo y una búsqueda personal por el
conocimiento y la libertad, que implica también una
toma de conciencia y de responsabilidad muy impor-
tante. El luciferiano es un hereje (entendido etimo-
CCLVI
lógicamente) que toma para sí mismo, que hace pro-
pio, el sentido del conocimiento que ha recibido y la
manera en que lo pone en práctica en su vida. El lu-
ciferianismo como religión Habiendo explicado con
cierta amplitud cómo el luciferianismo es una doctri-
na, pasamos ahora a un punto que quizás es más
delicado. ¿Es el luciferianismo realmente una reli-
gión? Primero tendríamos que preguntarnos: ¿qué
es una religión? Bueno pues, ¿qué es una religión?
La palabra religión proviene del latín religare, re-
ligar, re-unir. La palabra religión, entonces, lleva
ya implícito un sentido de separación, pues nos ha-
bla acerca de reunir algo, y solamente podemos unir
aquello que está separado. ¿Qué es lo que la religión
busca reunir? ¿Qué es lo que está separado que es
necesario volver a unir? En las principales religio-
nes, la condición humana sobreviene después de una
catástrofe cósmica que rompe el orden de la Crea-
ción. Eva es tentada por la serpiente, Prometeo da
el fuego a los hombres, etc. Estas historias nos ha-
CCLVII
blan de una separación originaria, que es lo que la
religión busca reparar. En las religiones tradiciona-
les, esta reparación del mundo se realiza a través de
buenas acciones y de actos de arrepentimiento y
sumisión ante una figura divina. El luciferianismo
es una religión también, en el sentido de que busca
re-unir algo en el ser humano. Si nos dirigimos ha-
cia la psicología profunda, encontraremos que el ser
humano está compuesto por numerosas estructuras
mentales que la mayoría de las veces se encuentran
en conflicto entre sí. La tarea de la psicoterapia es
justamente proveer al paciente con las herramientas
necesarias para superar este conflicto, de forma que
su vida pueda ser más plena y feliz. El luciferianis-
mo en cuanto religión, comparte la meta de la psico-
terapia en el sentido de que representa la búsqueda
del ser humano por un equilibrio interno. Esta meta
es lograda a través del autoconocimiento. El lucife-
rianismo es una religión en tanto doctrina del indi-
viduo, o, en otras palabras, el luciferianismo es una
CCLVIII
religión que busca el equilibrio y la maduración
mentales y emocionales a través del conocimiento de
uno mismo por medio del estudio y la aplicación de
técnicas diversas, las cuales dependen de la inclina-
ción y preferencia de cada individuo. Abordemos
ahora la pregunta, ¿qué es lo que buscan unir las
religiones, más allá del discurso religioso? El ser
humano es un ser fragmentado. Para nuestras in-
teracciones sociales, portamos máscaras que repre-
sentan los papeles que representamos, como si la vi-
da fuese una obra de teatro. Estas máscaras son
construidas conforme crecemos dentro de una socie-
dad que pone sobre nosotros la obligación de satisfa-
cer ciertas expectativas. Este proceso suele crear
personas que, si bien pueden ser exitosas a nivel
exterior, interiormente están vacías, pues su vida
mental y emocional se limita a los roles que la socie-
dad les exige que tengan. El luciferianismo en
cuanto religión busca que el individuo explore su
mundointerior para conocerse a sí mismo y even-
CCLIX
tualmente re-conocer aquellas partes de sí mismo
que la sociedad y la cultura han forzado a reprimir.
C
ontinuemos nuestro análisis de la misma for-
ma que lo hemos estado realizando. ¿Qué es,
entonces, la filosofía? Etimológicamente, la fi-
losofía es el amor por la sabiduría. Los primeros fi-
lósofos se hicieron llamar de esta forma como gesto
de humildad, para distinguirse de los sofistas, los
sabios, los poseedores de la sabiduría, que también
podríamos llamar verdad. Esto resume, en mi opi-
nión, el hacer del filósofo y del luciferianismo como
filosofía. Por un lado, por que el ser alguien que
ama la sabiduría y no alguien que posee la sabidu-
ría, nos habla de una búsqueda, como la de los caba-
lleros de los relatos medievales que buscaban a su
amada. Esta búsqueda por la sabiduría es un reflejo
CCLX
de la situación del ser humano como buscador, como
posibilidad, como proyecto siempre en marcha. Por
el otro lado, es una oposición frente al sofismo, esto
es, ante la actitud de quien se cree poseedor de la
sabiduría. Quien posee la verdad ya no ha de bus-
carla, y eso nos lleva a una existencia estática, a
un estado de inmovilidad. La inmovilidad es igual a
la muerte. Aristóteles abre su obra Metafísica con la
frase: Todos los hombres tienen naturalmente el de-
seo de saber. En tiempos modernos, sin embargo,
pareciera que el deseo por saber, por conocer, ha si-
do acallado por las comodidades de nuestra época.
La inquietud filosófica ha sido cambiada por la co-
modidad y el pragmatismo cientificista. Si algo no
genera beneficios, si algo no genera ganancias, se
considera inútil. Ya no es viable saber por saber, el
saber debe ser aplicado. Si bien esto no es malo, sí
lo es cuando se vuelve un dogma bajo el cual se rige
la sociedad. El preguntar filosófico es una acción lu-
ciferiana por cuanto es un preguntar que nos pone
CCLXI
de camino hacia la sabiduría, hacia el conocimiento.
Qué hacer con este conocimiento es ya decisión de
cada persona. Si pensamos en la sabiduría como
verdad, el luciferianismo es una filosofía de una
verdad dinámica. Las religiones tradicionales se
sostienen con dogmas y doctrinas fijas, mientras
que el luciferianismo aboga por que el individuo bus-
que su propia verdad personal, la cual, como el indi-
viduo mismo, es dinámica. El yo es una estructura
dinámica que cambia constantemente para adaptarse
a sus condiciones. De la misma manera, la verdad
de las religiones tradicionales y de demás sistemas
de creencias, es una verdad estática que se mantie-
ne y ha mantenido sin cambios esenciales por miles
de años. Esto es debido a la concepción que estos
grupos tienen de lo humano como algo alejado de lo
divino, lo cual es bueno y al mismo tiempo eterno.
El luciferianismo es una filosofía de lo humano, en la
cual la verdad no es estática ni absoluta, sino rela-
tiva y dinámica. Hasta este punto, hemos explorado
CCLXII
con cierta profundidad la definición preliminar que
arrojamos al principio. El luciferianismo, entendido
como una doctrina, una religión y una filosofía, es
un conjunto de conocimientos dirigidos hacia la con-
jugación y síntesis de los potenciales humanos cons-
cientes e inconscientes, conocimientos que son com-
prendidos dentro de un marco dinámico y cambian-
te. Dicho de otra forma, podríamos decir que el luci-
ferianismo abarca aquellos conocimientos que evolu-
cionan y ayudan al ser humano a evolucionar.
CCLXIII
El luciferianismo como actitud
L
ucifer como símbolo arquetípico está asociado
con la figura de Prometeo en la mitología
griega. Prometeo fue un dios que robó el
fuego de los dioses y para regalárselo a la humani-
dad sufriente. El fuego es un símbolo del conoci-
miento. Y como el fuego, el conocimiento es un arma
de doble filo: puede ser usado para el mejoramiento
CCLXVII
del individuo y del mundo, o puede ser aplicado de
manera egoísta para obtener beneficios superfluos.
Como castigo, Prometeo fue encadenado por Zeus y
condenado a que aves comieran su hígado durante el
día, para que éste se regenerase durante la noche y
volver a sufrir el castigo al día siguiente. Adán y
Eva fueron expulsados del Jardín del Edén por haber
transgredido la prohibición de Dios de comer de los
frutos del Árbol del Conocimiento. Estas historias
míticas encierran el doble poder del conocimiento: es
una herramienta que nos permite ser libres, pero
que también puede ser la raíz del mal. Es por esta
razón que en la Iglesia Mayor de Lucifer se hace
énfasis en la responsabilidad individual para con
uno mismo y el ambiente que nos rodea. Lucifer no
es un dios al cual se le reza o se le hacen sacrificios.
Lucifer no es un ídolo ni un demonio. Lucifer es un
potencial latente en cada individuo que nos dirige
hacia la evolución y la libertad, pero, sobre todo, ha-
cia el encuentro con nosotros mismos. Este encuen-
CCLXVIII
tro implica un proceso de autoconocimiento en el que
se enfatiza principalmente la exploración de nues-
tros aspectos negativos, nuestras represiones, nues-
tras perversiones, en fin, con lo que Carl Gustav
Jung llamó la sombra. El arquetipo de la sombra re-
side justamente en los rincones más oscuros de
nuestra alma, y para poder explorarlos, es necesa-
ria una luz. Lucifer no es una sola persona. Lucifer
es cada individuo que siente la inquietud de conocer
más acerca de sí mismo, pero sobre todo, de su-
perarse, de ser más que uno mismo, y liberarse de
aquello que limita su existencia. El luciferianismo es
un sendero, uno de tantos, que nos permite realizar
esta búsqueda y, como dije al principio, toda bús-
queda comienza en la ignorancia, en la aceptación
de que no lo sé todo. Esto nos pone en contacto con
nuestra condición limitada, pero al mismo tiempo,
fuerza a algunas personas a buscar su expansión,
su desarrollo, su evolución.
CCLXIX
¿Satanás o Lucifer?
S
e cree que los personajes de Satanás y Luci-
fer permiten la diferenciación (y distancia-
miento) entre el luciferismo y el satanismo.
La mayoría de las veces se tratará de afirmar que
al principio Samael y luego Lucifer es el nombre an-
gelical de Satanás, o que Satanás es el nombre de-
moníaco de Lucifer. Este enfoque, sin embargo, no
puede resistir ni el análisis histórico ni el análisis
literal.
D
urante la creación de los hombres, Lucifer,
demiurgo se habría propuesto probarlos en el
mundo material que concibió para que las
pruebas los fortalecieran en su elección de una vida
virtuosa. Dios se habría negado, queriendo solo sir-
vientes simples y no seres con libre albedrío. Luci-
fer negándose a retroceder en sus ideas y dudando
cada vez más de su maestro, habría sido desterrado
a la Tierra o se habría exiliado con otros ángeles
pensando como él. Se tomará en Lilith y asegúrese
de que Adán y Eva degustar los frutos del conoci-
miento para tener la posibilidad de ser dueños de su
destino.
CCLXXII
Un pasaje del Libro de Enoc incluso trata de la
unión entre ángeles y humanos, convirtiendo a es-
tos ángeles caídos y sus hijos en gigantes y / o hé-
roes humanos (explicación judeocristiana de los hé-
roes mitológicos). Su líder llamado Samyaza debe
compararse con Lucifer. Por tanto, la figura de Lu-
cifer debe compararse con el titán Prometeo. Prome-
teo robó el fuego a los dioses para dárselo a los hom-
bres, Lucifer es literalmente el "portador de la
Luz", responsable del episodio de la manzana. Dos
personajes de "rebeldes" a la autoridad divina que
actúan por el bien de la humanidad.
CCLXXIII
Principios del Luciferismo
A
l no tener una referencia particular para
definir qué es el proceso luciferino, es difícil
establecer un catálogo preciso de los princi-
pios del luciferismo. Sin embargo, es posible notar
ciertos temas recurrentes:
CCLXXVI
para vivir en sociedad, pero la sociedad debe estar
hecha para permitir que el hombre evolucione y no
para dominarlo. Por tanto, podemos definirlo co-
mo un pensamiento religioso individualista porque
el hombre debe ser el único responsable de sus ac-
tos.
La Luz y la Oscuridad
E
n nuestra cultura, lo más común es percibir
la oscuridad como ignorancia o la represen-
tación del “mal”. La luz es percibida como
pureza y sacralidad. Aquellos que encuentran in-
terés en las corrientes principales de lo “oculto”
todavía aceptarán y aplicarán a sus vidas esta de-
finición. Aquellos que se toparon con la magia(k)
ceremonial han atenuado los absolutos; aunque es-
te es aún una parte del núcleo de la ideología. El
Satanismo de Anton Lavey fue una anti-religión
CCLXXVII
revolucionaria en la década de los sesenta que
unió la ideología fundacional desde una perspecti-
va carnal, de donde evolucionó el Luciferianismo.
Un satanista tiene un interés propio racional y es
feliz con la indulgencia en la vida; no necesita un
sendero espiritual o la evolución del ser. Un luci-
ferino entiende que la indulgencia es un derecho
humano fundamental, pero siente un deseo in-
terno de algo más.
El Luciferianismo reconoce que hay un equilibrio
en la naturaleza y dentro de nuestra propia exis-
tencia. La naturaleza tiene funciones para todas
las formas de vida; la evolución continúa para se-
leccionar al mejor para gobernar o el esfuerzo al
astuto para sobrevivir dentro de su propio medio.
Podemos ahora empezar a entender junto a la
ciencia en qué hemos evolucionado ahora. Origina-
riamente, éramos formas de vida que se arrastra-
ron desde las aguas. Emergimos de la oscuridad;
así como el espacio rodea al sol y está alrededor
CCLXXVIII
nuestro. La oscuridad es también el lugar de
nuestros grandes miedos, nuestros yoes ocultos y
nuestros deseos primarios. La oscuridad no es
“mala” o depresiva en ningún sentido; por el con-
trario, es el lugar para descansar, para el control
meditativo, y para soñar.
Dentro de nuestros sueños nos envolvemos en la
oscuridad para dar forma a las fantasías noctur-
nas, inspirando nuestras mentes subconscientes
hacia pensamientos conscientes.
La oscuridad y los instintos primarios son el
asiento de nuestros deseos y pasiones; si no son
controlados, no obstante, no nos gustaría actuar
sin consideración por los demás en la búsqueda de
una excesiva indulgencia. Es aquí donde el con-
cepto de luz emerge. La luz es la consciencia, el
aspecto de nosotros que es consciente, definido y
auto-controlado. No buscamos la luz de alguna
deidad alienígena, sino que nos enfocamos en
nuestra propia consciencia. La luz representa co-
CCLXXIX
nocimiento, iluminación y junto a la experiencia
de lo que hemos aprendido, sabiduría. La oscuri-
dad es el fuego de nuestro deseo y pasión, eleván-
dose y uniéndose con la luz para ser refinada,
controlada y dirigida apropiadamente para llevar
una vida plena y lograr los objetivos y conceptos
de poder individual que hemos elegido. El equilibrio
entre la luz y la oscuridad es esencial en el Luci-
ferianismo, reconocemos que somos nuestros pro-
pios dioses, responsables de nuestros éxitos y de
nuestros fracasos. Somos responsables ante noso-
tros mismos de la forma en la que tratamos a los
demás y en el conjunto de conceptos básicos mora-
les encontramos una parte de nuestra conciencia.
Si observas a los grandes conquistadores del mun-
do antiguo – Alejandro Magno, los persas aque-
ménidas y el nuevo reino egipcio, todos se presen-
tan como portadores de luz a su pueblo. Buscan
fortalecer y evolucionar a su propio pueblo y apa-
recen como héroes iluminados que superan al caos.
CCLXXX
Observa también cómo, en el momento, actuaron
sin piedad y destruyeron a sus enemigos sin el
concepto de debilidad que destruye las mentes – la
culpa.
Como ves, este es otro buen ejemplo de equilibrio.
En la historia, el enemigo derrotado siempre es
representado como una fuerza vencida de la oscu-
ridad, el mal en su conjunto, y el vencedor repre-
senta la fuerza de la luz y la verdad. Obviamente,
la historia nos presenta solo una versión, con
mentiras contadas una y otra vez; cuando algo se
cuenta consistentemente y es rápidamente acepta-
do por las masas, se convierte en “verdad”.
El Luciferianismo exalta la oscuridad y la luz co-
mo equilibrio; la dualidad es una falsedad mono-
teísta que no existe en la naturaleza. En todos los
seres y dentro de la propia naturaleza, hay un ci-
clo de destrucción y creación. De aquello que es
destruido, algo nuevo se crea. El bien y el mal son
por lo tanto el mismo concepto. Anton LaVey lo
CCLXXXI
definió como “Bien es lo que te gusta, malo es lo
que no te gusta”. Aunque no existen el bien y el
mal, las personas desequilibradas y defectuosas sí.
Aquellos que roban a otros, perjudican a los débi-
les por deseos egoístas (el Luciferianismo repre-
senta indulgencia con una disciplina saludable) o
provocan sufrimiento a otros sin suficiente provo-
cación (autodefensa, proteger a un ser querido)
no son de un modo absoluto destructivos. Simple-
mente, tienen demasiados defectos destructivos de
carácter y no son aptos mentalmente para la so-
ciedad.
Nada en este mundo es blanco o negro; hay dife-
rentes maneras de percibir algo y lo que importa
es qué lado te concierne respecto a lo que está pa-
sando. El Luciferianismo requiere de la inteligen-
cia y de un carácter fuerte e independiente para
tomar decisiones basadas en la experiencia dispo-
nible en el momento. Piensa antes de actuar, si
debes defenderte, entonces hazlo sin culpa y con
CCLXXXII
orgullo. No hagas cosas por las cuales te sentirás
culpable, ya que estarán en conflicto con tu núcleo
moral como individuo vivo.
El Luciferianismo es un camino hacia la auto-
liberación espiritual con la responsabilidad de ren-
dir cuentas por tu presente y futuro. La libertad
espiritual es uno de los regalos más grandes del
símbolo que llamamos “Portador de la Luz”. No te
resistas a la oscuridad… ¡sal y domínala, que la
luz entonces te servirá bien!
CCLXXXIII
El Árbol de la Sabiduría
El Árbol de la Vida
CCXCI
» Del otro lado, en el ala oeste, se hallaba la Puerta que
daba fácil acceso al abandonado Árbol de la Sabiduría, este
árbol no fue custodiado por el Demiurgo, pues, ya su crea-
ción había probado de su dulce fruto.
Sin embargo, después de la desobediencia, el Sebaoth lo
escondió internándolo en un fol aje espeso que dificultaba la
ubicación de aquel hermoso y frondoso árbol que antaño
campeaba en el Paraíso.
» Pero la Serpiente Antigua conoce muy bien el camino,
así que fue a instaurarse en la Puerta que da paso al glo-
rioso Árbol del Conocimiento. Y todo aquel que ose tomar el
sendero de la izquierda, y sepa preguntar a Ningguizidda,
que es el nombre de la astuta serpiente que ofreció el fruto a
Eva, por la trocha que l eva al Árbol, ésta le abrirá la
Puerta y le indicará el camino a seguir, y guiado por su
propia Voluntad, también conocerá la dulzura de su fruto.
CCXCII
» El Demiurgo había advertido a Adán de no probar del
fruto del Árbol de la Sabiduría porque, si lo hacía, mori-
ría, sin embargo, Eva cuando inquirió a la Serpiente, esta
le dijo que no moriría, puesto que sólo abriría el ojo de la
conciencia y l egaría ser tanto como su creador: Una Con-
ciencia Universal Conocedora de su Origen.
» No obstante, la primordial pareja se hizo mortal, pero lo
cierto es que sólo murieron en su fisicidad corpórea, ya que
su Espíritu, se hizo Inmortal y traspasó el Tiempo y el
Espacio hacia la libertad plena.
Ciertamente, el Árbol de la Sabiduría es el árbol de la
muerte; pero debéis saber que la muerte corpórea es el
principio de la verdadera Vida, pues si has probado el fruto
del Conocimiento, este te l evará a la Verdad Suprema que
es el Origen y Fin de todas las cosas.
El Árbol de la Vida prolonga la existencia en el dolor de la
carne y si jamás tu Espíritu se revela y osa comer del otro
Árbol, el ciclo del dolor continuará en infinitas existencias, en
CCXCIII
sucesivas reencarnaciones y jamás se liberará de las cadenas
del cuerpo y del demonio que el Demiurgo ha insuflado para
que aprese al Espíritu, y así jamás retorne a su Verdadero
Origen, sino que se mantendrá encarcelado en los barrotes de
la materia y bajo la sumisión del Alma y de aquel impostor
y avieso dios.»
¡La vida es dolor, sólo la Muerte es Eterna!
CCXCIV
La Flama Oscura
xisten dos principios antagónicos e irreconciliables
CCXCVI
demos conocerlo, sino a través de nuestro sentido profundo
y oculto; no es a través de los ojos carnales que logramos
verlo sino a través de los ojos del Espíritu.
CCXCVII
Este grito profundo, inmerso en la Oscuridad, se había
consumido en sí mismo y la quietud del Silencio no fue
más pues se había consolidado un Logos articulando la voz
del Silencio.
CCXCIX
El último Eón, el más alejado del núcleo, sentía las vibra-
ciones tenues del Dios Incognoscible, y en un momento de
debilidad de dichas vibraciones, el Eón buscó replicar al
Padre, y se desentendió de su gemelo, la onda que vibraba
al otro lado del núcleo, este Eón, sin embargo, correspondía
a la Sabiduría, en sí mismo era un Logos poderoso, que
aun estando atado al conjunto del Pléroma, tenía la facul-
tad de proyectarse independientemente, como una entidad
solitaria, pero realmente no podía actuar sola, pues la To-
talidad aunque comprenda múltiples pre-principios inteli-
gentes en sí misma, en el seno caótico de su esencia, nin-
gún Eón debía aislarse de su núcleo.
CCC
Yaldabaoth
El Dios Impostor
CCCI
una monstruosidad, un aborto abyecto sin forma definida, con
los elementos abigarrados del Caos, ahora materializados en
una inteligencia verdaderamente aislada y separada del Princi-
pio Originario, que no comprendía en absoluto su propia ma-
nifestación y mucho menos la del Pléroma e incluso la del Va-
cío en el que ahora habitaba.
Sophia, avergonzada de su obra, escondió este adefesio bajo una
nube gaseosa de la virgen galaxia, y pidió clemencia al Principio
Primordial para retornar al cauce del Caos; todos los demás
Eones intercedieron por ella y el Caos la reabsorbió y la integró
a su sustancia.
Aquel engendro amorfo se desarrolló en el exterior en medio de
la vacuidad, ignorante de su propio estado y del vacío que le ro-
deaba, no conocía cómo había llegado allí, ni tampoco quién o
qué era su madre o su padre, aunque como sabemos adolecía de
este último puesto que fue concebido por medio del logos maldito
de Sophia, la cual, en un momento de debilidad, creyó que podía
emular el primer grito proferido.
De todos los atributos virtuosos que pudo haber heredado de su
madre Sophia, Yaldabaoth, el hijo del Caos, sólo recibió la fra-
gilidad y el yerro que Sophia había cometido, lo que se reflejó en
su talante, en el cual sólo anida la soberbia, la altivez, el orgullo,
CCCII
la arrogancia y la prepotencia. Pues Yaldabaoth, al sentirse so-
lo en medio de la vacuidad, asumió que se había autogenerado, y
que toda la vacuidad que le rodeaba era el oscuro lienzo donde
debía obrar, no obstante, Yaldabaoth era ciego e ignorante y no
tenía ni idea de cómo o qué debía obrar en aquella estepa astral;
así que se dedicó a vagar sin rumbo y sin saber que hacer por
toda la extensión del vacío.
Sin embargo, alguna vez, después de tanto surcar la vacuidad,
encontró el rastro luminiscente de Sophia, una estela cósmica
que se había producido justo por donde había sido reabsorbida
antes de volver a la antimateria, pues al ser ella un Eón perte-
neciente al Pléroma, y al salir al exterior, al mundo de las mani-
festaciones, dejo una especie de registro akásico en el que se ha-
llaba el germen del Pléroma, este germen se inoculó en Yalda-
baoth y al residir un ente inmaterial en la materia, en vez de con-
traerse y replegarse a sí mismo, tenía la capacidad de producir y
crear. Fue de este modo como Yaldabaoth pudo ver y conocer y
proyectar la luz que ahora iluminaba el vacío.
Con la chispa de la Sabiduría que por azar se había transmiti-
do al torpe Yaldabaoth, éste pronto se dio cuenta que podía
obrar y moldear la materia según su pensamiento.
CCCIII
En realidad, si no hubiese sido por esa chispa nada hubiera po-
dido obrar, pues el contenido inmortal del Pléroma estaba ahí en
esa sola chispa y de ningún modo en su materialidad amorfa.
Cuando Yaldabaoth se hizo consciente de este nuevo poder ad-
quirido por mera casualidad, comenzó a ensayarlo y viendo que
podía reunir partículas y aglomerarlas formando una masa de
materia, pensó que podía elaborar cualquier cosa con ella.
Pero no habiendo nada en su pensamiento ni a su alrededor
más que él mismo y la vacuidad, se decidió por ensayar en crear
primero un cuerpo parecido a él, y ya que su cabeza iluminaba
con un destello intenso, que en realidad solo era la chispa absor-
bida de la estela dejada por Sophia, comenzó elaborando un
cuerpo fulguroso de aquella masa matérica que podía aglome-
rar; en su intención estaba grabado la ansiedad de replicarse,
quizá buscando un ente correspondiente o hasta muy probable-
mente una compañera, pues, sabido es que, a pesar de que su
procedencia no era pura, la chispa de Sophia que residía en él sí
comprendía el estado dual de donde provenía.
De este modo el primer cuerpo celeste que creó en la vacuidad
fue un sol incandescente, replica de la luz que él mismo emanaba
de su madre Sophia, luego, al observar que tuvo éxito creando
este sol, por la intuición del concepto de dualidad que tenía, se-
CCCIV
guidamente ensayó realizar un cuerpo correspondiente al sol que
había creado, y de este modo creó un cuerpo opuesto al fuego, y
aglomeró menos materia y confeccionó así una Luna que inme-
diatamente se puso en órbita al lado opuesto de su contrario.
Este conjunto opuesto del Sol de Yaldabaoth se llamó Asherah.
De este modo, Yaldabaoth siguió ensayando el poder de crea-
ción que había descubierto y creó diversos planetas y otros cuer-
pos celestes más pequeños, pues, intentando aglomerar la ener-
gía proveniente de la chispa que había robado de su madre, mu-
chas veces fracasaba y quedaban estos puntos fulgorosos y titi-
lantes desperdigados en el hasta entonces oscuro lienzo del vacío,
estas pequeñas chispas pasaron a llamarse estrellas.
Así, entre ensayo y error, Yaldabaoth creó tantos planetas y as-
tros en el cielo que generó galaxias enteras y múltiples universos
con características similares entre sí.
Sin embargo, alguna vez se cuestionó ¿cómo podía crear seres
que pudieran moverse por sí solos tal y como él mismo lo hacía
y no por las fuerzas que pululaban en el espacio, resultado de la
misma energía creadora de la que él se servía?
Este cuestionamiento rondaba en todo momento en su pensa-
miento, de manera que ensayaba sin cesar, acumulando energía
CCCV
y materia y proyectándola al mundo fenoménico de diversas
formas, de estos experimentos, solo pudo crear cuerpos celestes
que tenían movimientos por sí solos como los cometas, o así lo
parecía, pues, en realidad lo que sucedía es que salían expelidos
del lugar donde él los había originado , debido a la acumulación
exagerada de energía que cargaba al intentar hacer un ser ani-
mado.
Pronto le llegó la frustración, y la desesperación se apoderó de
él, y sin querer, replicó el origen de sí mismo, ya que profirió un
grito inmenso que resonó como un trueno o el rugido de un león
y este grito se hizo eco en todas las galaxias y mundos que había
creado y de su aliento surgieron nuevos elementos que tenían la
capacidad de moverse por sí solos y además estaban provistos de
inteligencia, sin embargo, carecían de cuerpo físico.
Estas nuevas criaturas fueron llamadas “elementales”.
Los primeros elementales no tenían forma ni materia, sus ca-
racterísticas eran totalmente etéreas, debido a que nacieron de un
estruendo, de un grito sin sentido alguno, eran hijos de la frus-
tración de Yaldabaoth.
Al darse cuenta el creador de estos seres etéreos provistos con la
capacidad de moverse por sí solos y con “inteligencia” propia,
CCCVI
ensayó proferir un nuevo rugido, aunque esta vez un poco más
articulado, de allí nacieron nuevos elementales, pero ya con cier-
ta forma, aunque seguían carentes de materia.
Inmediatamente, al observar el resultado, volvió a lanzar un
rugido más articulado, el nombre que gritó fue la onomatopeya
de su propio rugido y que casualmente era similar al nombre de
las ondas surgidas del Pléroma, así, rugió: AA-EE--OO-N.
Fue de este modo como Yaldabaoth se dio cuenta que a través
del verbo podía obrar. Y que sólo necesitaba articular lo que la
voluntad le pedía para hacer una creación con movimiento pro-
pio y con cierta comprensión, aunque siempre atada a él, desde
ese entonces se consideró el hacedor, no solo de los mundos, sino
también de los seres que lo poblarían.
Así el Demiurgo, el impulsador de esta nueva creación nefasta,
se propuso crear centenares y millares de estos elementales, se-
gún las formas y requerimientos que proyectaba en su voluntad,
de este modo creó miríadas de seres etéreos a los cuales iba dan-
do rango, deberes y propósitos, siempre encausados en su benefi-
cio y en su orgullo, así creó una primera jerarquía integrada por
serafines, querubines y ofanines, estos espíritus estaban encar-
CCCVII
gados de sostener el trono que construyó para sí y además po-
dían conocer de primera mano sus decisiones o acciones.
Con esta gran oleada de seres etéreos, se propuso entonces or-
ganizar lo que desde entonces se llama Universo material, de es-
te modo comenzó el Cosmos a tener la estructura y la configura-
ción que rige desde aquellos tiempos verdaderamente arcaicos
mas no primordiales, pues, como ya se ha expuesto, hubo ele-
mentos mucho más antiguos a los que realmente se les podría
llamar Principio y no a este ser nefasto que comenzó toda una
cosmovisión sin tener verdadera conciencia ni verdadera potes-
tad de lo que obraba.
Entre sus ministros seráficos y querubines empezaron a hilva-
nar nuevas ideas para poblar los mundos ahora ordenados y
configurados, querían entonces fraguar un ser que también se
constituyera de materia como las bolas de fuego y planetas que
hasta entonces había podido crear.
Sin embargo, el Demiurgo ni ninguno de sus hálitos, compren-
dían el misterio real de la vida, es decir, no eran capaces de emu-
lar siquiera el Principio creador aquel que dotaba de inteligen-
cia a sus propias emanaciones, pues, las emanaciones del De-
miurgo no tenían sentidos propios, eran simples réplicas que
CCCVIII
manifestaban diversos caracteres de sí mismo, constituían prin-
cipios animados, sí, y con movimientos propios, pero carentes de
inteligencia y emociones individuales, ya que eran proyecciones
astrales de Yaldabaoth emergidos de diversas facetas de su vo-
luntad, y es por ello, que le eran incondicionalmente obedientes,
pues todos ellos eran parte de él mismo.
El Demiurgo, y sus diversos caracteres, diversificado ahora
como un séquito, procuraban resolver ese misterio: intentar que
la nueva creación no sólo pudiera moverse por sí misma, sino
que también pudiera razonar por sí misma.
Ya había develado que con su soplo podía crear en un plano as-
tral “seres animados” aunque carentes de cuerpo, conciencia e
inteligencia propias; ahora se proponía darle forma a la materia
e insuflarla con su aliento para ver si de este modo cobraba vida
y podía moverse por si sola y que además respondiera, indivi-
dualmente, a los estímulos de su propia voluntad y que no par-
tieran sólo de la voluntad del Demiurgo.
Fue así como comenzó a ensayar modelando diversas materias
creadas e iba insuflando cada una con su aliento, pero poco o
ningún resultado favorable salía de su experimentación con la
materia, pues, la materia en sí misma es inerte.
CCCIX
Sin embargo, alguna que otra materia sí llegó a responder a las
insuflaciones del hálito de Yaldabaoth y así pudo crear diversos
seres animados que también respondían a sus mandatos sin
cuestionarse nada, estos seres se les llamaba Daemones, pues
participaban de la materia y del hálito del Demiurgo; por lo tan-
to, fueron aprovechados más adelante como mensajeros de uno y
otro elemento, es decir, de la materia a lo etéreo y viceversa.
Una de estas materias que reaccionaban favorablemente al
aliento del Demiurgo era el humus, un elemento viscoso que te-
nía propiedades germinativas en sí mismo puesto que había
quedado expuesto a la luz e influencia de Asherah, el carácter
femenino de Yaldabaoth.
De este humus, el Demiurgo elaboró un ser parecido a sí mis-
mo, pero sólo en su constitución serpentina, esto fue sólo la mé-
dula de ese ser y las primeras cortezas de su cerebro que eran
completamente primitivas y obedecían a los impulsos generati-
vos de su propia constitución, y como los Daemones, también
eran un híbrido de materia y “alma” como pasó a llamarse en
este ser el aliento insuflado por Yaldabaoth.
Así constituido, este ser reptiliano, a semejanza del Demiurgo,
podía moverse y reptar por sí mismo, además podía aceptar ór-
CCCX
denes de su creador y era tan obediente como las otras entidades
hasta ahora creadas, que como sabemos, no eran más que mul-
tiplicación, en diversas formas, del mismo Demiurgo.
Yaldabaoth en el fondo sabía que sus criaturas no eran más
que emanaciones de él mismo, y por ello no estaba del todo con-
tento de las que hasta ahora había creado, pues, deseaba, desde
un principio, crear una criatura individual, que no sólo partici-
pará de su propia constitución, sino que generara pensamientos
propios y actuara con voluntad propia.
El Demiurgo, al observar a esta criatura, tan parecida a sí
mismo, reptando y desorientado en el suelo en el que le dio for-
ma, recordó su propio origen, es decir, cuando estuvo vagando
ciego en medio de la vacuidad sin conocer el modo de obrar.
De este modo, resolvió ir nuevamente hasta donde estaba la es-
tela de Sophia, pues pensó que encontrado ese registro akásico
de nuevo, quizás podría inocularlo en su nueva criatura y así,
está podría tener conciencia, razón y voluntad propia, tal y como
la obtuvo él en un principio.
El rastro de Sophia aún pululaba en el límite entre el Pléroma
y la vacuidad, pues, la esencia de cualquier Eón es imperecedera.
Yaldabaoth reconoció este maná y se las apañó para recolectar
CCCXI
toda la esencia divina de Sophia y trasladarlo hasta la Tierra,
que era el planeta donde había dejado plantada su nueva crea-
ción, sin embargo, al regresar, se dio cuenta que estos seres ya
no estaban en la faz de la Tierra, pues, al tener movimientos
propios, y al estar ciegos y desorientados como el propio Yalda-
baoth en sus inicios, muchos se sumergieron en las aguas del
planeta, otros, se enterraron y algunos otros dejaron su corpo-
reidad y se instalaron únicamente en el plano astral, desde estos
lugares se creó la raza llamada: reptiliana.
No obstante, esto no desmotivó al Demiurgo, todo lo contrario,
le pareció un indicio de que podía funcionar el nuevo experimen-
to que se proponía llevar a cabo con estas criaturas, así, nueva-
mente tomó humus y le insufló su aliento, y esta vez, casi de in-
mediato, este cobraba vida y se configuraba tal como la raza rep-
tiliana anterior, con cuerpo y mente de serpiente y con un alma
vacía de espíritu.
A continuación, el Demiurgo, decididamente, se propuso a ex-
perimentar, entonces él mismo moldeó del humus una nueva fi-
gura que pudiera sostenerse en pie sobre la Tierra, le insufló su
aliento y esta pudo moverse y actuar como las criaturas anterio-
res, en su constitución interna era idéntica a las reptilianas, pero
externamente Yaldabaoth puso sobre ella la constitución y la
CCCXII
forma de la luz de las estrellas, así, la nueva criatura tuvo cuatro
extremidades y una punta que se elevaba hacia el plano astral
llamada cabeza, pues era la que coordinaba todas las demás par-
tes, seguidamente, el Demiurgo tomó una chispa del registro
akásico de Sophia, que en esta criatura pasó a llamarse “espíri-
tu”, y lo inoculó en ella, y esta, casi de inmediato, como si desper-
tara de un sueño, comenzó a dar muestras de inteligencia y vo-
luntad propia.
Lo primero que esta preguntó fue: ― ¿Qué soy?
Y el Demiurgo le contestó: ― Eres un humano, ya que fuiste
creado a partir del humus.
Seguidamente preguntó: ― ¿Y quién soy?
Con esta pregunta Yaldabaoth se maravilló, puesto que se dio
cuenta que evidentemente había creado una criatura distinta así
mismo, que no era una proyección de sí mismo al que podía im-
poner rangos o jerarquías para que se encargase de sus asun-
tos, sino que preguntaba por su propia identidad, una identidad
aislada de él.
Cuando se recuperó de su asombro pensó qué nombre le daría a
su criatura, y le puso el más sencillo.
CCCXIII
Le dijo: ― Eres Adán, ya que fuiste creado de esta tierra roja
como tu sangre.
La criatura observó su morfología y veía la de Yaldabaoth la
cual observaba como un Sol resplandeciente que le hería la vista
y le preguntó:
― ¿De dónde vengo? ¿Eres tú mi creador?
Estas preguntas enorgullecieron al altivo Yaldabaoth y entonces
le contestó:
― Vienes de las estrellas y yo soy tu creador y tu Dios, es a
mí quien debes obediencia, pues soy tu Padre y el único ser pre-
existente de todo cuanto hay, con mi sólo poder te he creado y todo
lo que te rodea, el planeta en el que habitas y todos los demás que
existen, todos los soles y astros y todas las constelaciones de es-
trellas y galaxias. Soy yo el único Dios que rige el Universo,
creador de todas las criaturas de este plano físico y de los planos
superiores que existen aquí en la Tierra, así como las que exis-
ten fuera de este plano y en otras galaxias del Universo el cual
también he creado. De manera que debes inclinarte ante mí que
soy tu creador y te he dado la vida, a mí, y a nada ni a nadie más
debes tu existencia. Se temeroso de tu creador y obedéceme en to-
do lo que te diga y te proporcionaré felicidad eterna en este pa-
CCCXIV
raíso en el que habitas y que he confeccionado exclusivamente
para ti.
Entonces Yaldabaoth creó otros seres vivientes para poblar el
Edén y dejó su criatura allí, observándola con entusiasmo, pero
le guardaba también cierto recelo.
Adán, por su parte, aceptaba y reconocía al Demiurgo como su
creador y su Dios, y moró tranquilamente en el vergel en el que
fue colocado, en este jardín prosperaron diversos seres vivientes
en forma de animales y plantas, y fue el padre de la humanidad
quien se encargó de otorgarle nombres a cada especie que veía,
sin embargo, en el mundo de las manifestaciones, también se
desarrollaban prodigios fuera de la supervisión del Demiurgo,
de hecho, el mismo Adán , en esencia, era uno de estos prodigios
que sólo debía el impulso creador a Yaldabaoth y no su ser in-
terno, es decir, su espíritu, pues éste provenía de lo más alto.
Asimismo, en la Tierra crecían manantiales que eran elíxires
que manaban directamente del flujo del Pléroma, también hubo
espíritus en los bosques que eran vigilantes de este lugar y que
eran completamente invisibles e incognoscibles tal como es el
Principio del que participaban; de igual modo, se desarrollaron
en el Paraíso plantas con propiedades mágicas, pero resaltaban
especialmente, dos árboles que ofrecían, a través de su fruto, el
CCCXV
Conocimiento, la Verdad y la Vida cosas que sólo podía conce-
der el Dios Verdadero. El Demiurgo bien pudo conocer estos
prodigios, y procuró esconderlos o bien camuflar sus secretos.
Adán recorría el vergel pacíficamente, aunque algo dentro de sí
comenzaba a angustiarse: era su espíritu al verse aprisionado
en la materia. Sin embargo, intuitivamente, también se despertó
en él el deseo de tener una contraparte. Pues, sabido es que in-
cluso el Principio de todo tiene emanaciones positivas y negati-
vas y es de naturaleza dual.
Esta intuición que contrarrestaba al espíritu, el cual es el centro
de la conciencia y de la razón; despertó el córtex reptiliano que
también hacía parte de él, esta activación primitiva en su cerebro,
atrajo a las criaturas serpenteantes que habían resultado de la
primera experimentación de Yaldabaoth en su afán de crear un
ser con movimiento y pensamientos propios.
Así fue como una entidad reptiliana de carácter femenino abor-
dó a Adán, ciertamente esta entidad era partícipe de dos natura-
lezas, un ser híbrido que habitaba el plano astral pero también
mantenía su cuerpo físico serpentino y, a pesar de no tener
consciencia ni espíritu propio, pues era una emanación del
mismo Demiurgo como todos los entes creados antes del hom-
CCCXVI
bre, comprendía un carácter aislado que más bien provenía de la
emanación femenina llamada Asherah.
Se llamó Lilith, la nocturna, pues se le presentó a Adán en la
fase de sueño, durante la noche, y mantuvo con él una unión
apasionada en el plano astral el cual ella dominaba perfecta-
mente, y de esta manera, ponía en sumisión a Adán; su fogosi-
dad era violenta y temperamental, pues era un Daemon que no
había recibido la gracia del espíritu.
Cada noche que Lilith se unía con Adán en el plano astral, da-
ba como resultado la proliferación de cientos de Daemones que
surgían de sus entrañas y que pronto se acoplaban a las som-
bras de ese mundo etéreo.
El Demiurgo se percató de este suceso, y de inmediato se cues-
tionó si acaso era posible que su criatura, que evidentemente era
capaz de proyectarse astralmente y multiplicarse, también pudie-
ra multiplicarse en el plano físico.
De este modo, inquirió a Adán sobre lo que sucedía, reprendió a
Lilith y prometió al hombre digna compañera.
Así, aquel astuto artífice, recordando su propia escisión, tomó la
parte femenina del hombre y creó su contraparte a la cual llamó
hembra, pues lo que antes estaba unido, ahora lo separaba por
CCCXVII
artificio y tanto el hombre como la hembra compartían y ence-
rraban en su cuerpo material el mismo espíritu, y su constitu-
ción física era ahora contraparte de la otra, el elemento mascu-
lino se encargaba de la creación en el plano inmaterial de un ter-
cer principio y era portador del mercurio o semilla que era capaz
de fecundar al principio femenino que a su vez era capaz de mol-
dear y dar vida a otra criatura en el mundo de las manifestacio-
nes y es por eso que la contraparte femenina de Adán se llamó
Eva que quiere decir vida.
Sin embargo, todo este prodigio, resultaba estimulante y fasci-
nante para Yaldabaoth y a su vez peligroso y desafiante, pues
por un lado deseaba crear seres independientes que le alabaran
como un Dios y construir así un imperio sobre la tierra y de-
más mundos por él impulsados; por otro lado, sabía que si
Adán y Eva conocían la Verdad, perdería su estatus divino que
había impuesto presentándose como un dios impostor, además,
siendo el hombre tan similar a él, podía prescindir de su manda-
to y regirse por sí sólo; fue por ello que recelosa y tajantemente
prohibió a la pareja divina comer del fruto del árbol que otorga-
ba el conocimiento y les develaría la Verdad.
Lo que, en efecto, sucedió gracias a la intervención de un ángel
enviado directamente por el Dios Desconocido al mundo de la
CCCXVIII
materia, a lo que el Demiurgo reaccionó con brutal saña deste-
rrándolos del Paraíso y con ruin engaño logró que desistieran
de la búsqueda de su propia divinidad.
Adán y Eva procrearon y tuvieron descendencia y de ésta sur-
gieron diversas generaciones que poblaron en el futuro la Tie-
rra.
Luego, Yaldabaoth, cambió su nombre presentándose como
Yahvé o Jehová, que significa «el Dios de los ejércitos» ya
que creó otras miríadas de elementales más: unos para que
guardaran el orden del cosmos que había creado, otros para cus-
todiar a las distintas razas descendientes de Adán y Eva, otras
más para que salvaguardaran los hechos en los registros del
tiempo. Y además dejó otra jerarquía inferior cercana al plano
material que resguardaría los asuntos humanos desde sus na-
cimientos hasta sus muertes, obligándolos a encarnar mediante
amedrentamientos e inculcándoles falsas culpas, éstos, recibieron
los nombres de potestades, arcángeles y ángeles, que en realidad
no son más que Arcontes que impiden el ascenso del ser hu-
mano al Pléroma, para que así el Demiurgo, en su vanagloria,
pueda tener siempre adoradores y solazarse retirado como un
dios impostor en su infame trono.
CCCXIX
Yo soy Abraxas
Yo soy la Luz
Yo soy la sombra
Yo soy la transmutación
Soy el Sol-Aion
Soy el Fenix inmortal
Soy Benna
CCCXX
Habito en cada región oculta de la naturaleza
Me escondo de los profanos y de los banales
Seduzco a la mujer para liberarla de la mentira
Destruyo la torre de las vanidades
Y levanto una nueva torre de Sabiduría
Te hago un dios de la vida y de la iluminación
De la voluntad y del arte.
CCCXXII
Yo soy tu
Yo soy Abraxas
Yo soy el que abre la puerta de la Liberación
Yo soy el dios secreto
Yo soy tu Espíritu.
CCCXXIII
Prometeo
I
CCCXXIV
y moriríais
si pordioseros y niños
no enloqueciesen de esperanza.
¿Quién me ayudó
contra la furia de los titanes?
¿Quién me salvó de la muerte
y de la esclavitud?
¿Acaso no lo hiciste tú todo,
sagrado y ardiente corazón?
¿Y te consumiste, joven y bueno,
engañado, esperando algo
del que duerme allá arriba?
¿Que te venere? ¿Para qué?
¿Has mitigado el dolor del ofendido?
¿Has enjugado el llanto del sumido en la angustia?
¿Acaso no me hicieron hombre
el tiempo omnipotente
CCCXXV
y el eterno destino,
mis señores y los tuyos?
¿Creíste tal vez
que odiar debía la vida
y huir al desierto
porque no todos los sueños maduraron?
CCCXXVI
II
CCCXXVII
era tuyo y bien lo has soportado.
Todo lo que Júpiter tonante te arrancó
no fue sino la amenaza que le devolvió
los tormentos de su tortura:
el destino muy bien previste,
pero no se lo dijiste para aplacarle;
y en tu silencio estuvo su sentencia,
y en su alma un vano arrepentimiento,
y un temor malvado tan mal disimulado,
que en su mano temblaron los rayos.
CCCXXVIII
su propio destino fúnebre;
su desventura y su resistencia,
y su triste existencia sin aliados:
a la que su espíritu puede oponerse
y equipararse a todos sus desastres,
y a una firme voluntad y a un hondo sentido,
que hasta en la tortura capaz es de divisar
su propia recompensa concentrada,
triunfante cuando se atreve a tal desafío,
y haciendo de la muerte una victoria.
CCCXXIX
III
CCCXXXI
IV
CCCXXXII
Tu venganza, como siempre,
esconde pechos de mujer,
mi hermano azul solo es dulzura,
armonía de la desazón entre los brazos de las sombras
que un destino concita
para destruir la luz.
CCCXXXIV
La Luna brillaba como un crisol de plata,
Donde se funden joyas y diamantes
Y en un estanque perfumado y cristalino
Se reflejaba el hermoso rostro de una virgen dorada,
La luz de la luna y el nimbo de la virgen
Brillaban a la par en aquellas aguas tranquilas.
Al fondo de un oscuro y profundo calabozo
Se escuchaba como un eco terrible la voz del profeta,
Anunciaba la llegada de un dios encarnado,
El Rey le temía y azotes le propinaba.
CCCXXXV
Salomé la virgen en él se había fijado
Una pasión violenta surgió de su caprichoso pecho
Le ha ofrecido al profeta sus dulces encantos…
El profeta profirió “¡Atrás hija de Babilonia!,
Tu madre ha colmado la copa del vino de sus abominaciones
Y el grito de sus pecados ha llegado a los oídos de Dios”.
Salomé contestó “me has rechazado pero tus labios besaré”.
El Rey seducido por la belleza de la virgen,
Hija de las entrañas de la Reina,
Pidió a Salomé excitara su lujuria a cambio de un obsequio
La virgen accedió, pensando en su amado profeta,
A realizar para el rey una danza impúdica,
Siete velos quitó de su esbelto cuerpo hasta la desnudez;
El Rey extasiado y complacido preguntó a Salomé su deseo
¿Acaso quieres joyas y diamantes o la mitad de mi reino?
¡Toda gracia te daré sin miramientos!
Y Salomé exclamó: ¡Deseo la cabeza del profeta!
Absorto el Rey trató de persuadir a la infame virgen
Que cambiara su deseo a algo más noble,
Y la virgen repitió: ¡Deseo la cabeza del profeta!
Trajeron la cabeza ensangrentada en un crisol de plata,
Salomé extasiada la contempló y sus labios besó.
CCCXXXVI
Invocación a Lilith
¡Madre Oscura que vienes por la noche en las alas de las sombras,
Ama Lilith, escucha mi llamado y ven a mí!
CCCXXXVII
Desciende hacia mi carne
la que te ofrezco como templo y manifiéstate a través del altar de mi alma inmortal.
Yo te convoco
por el poder de tus nombres:
CCCXXXVIII
Invocación a Samael
Antigua Serpiente, Samael, escucha mi llamado y ven a mi.
Responde mi plegaria y guíame hacia la iluminación y la libertad.
Enciéndeme con tu esencia. Lleva mi voz en las alas de la Noche.
Protégeme de los clamorosos vientos del desierto.
Golpéame con tu fuerza divina como un rayo y
rasga mi mente y mi alma en la comunión herética del dolor y el deleite.
El mundo despierta a la vida en tu abrazo y las puertas de Sitra Ahra
están abiertas a aquellos que se atreven a caminar tu sendero!
Yo te llamo, Antiguo! Yo te invoco, Padre de Demonios,
aquel que se sienta entronado a la mitad de los que gobiernan el mundo.
Todos los que han sido creados por ti y de tu esencia te sirven.
Creador y Destructor, cuyo rostro es luminoso
en el lado derecho y oscuro en el izquierdo, ven a mi!
Entra a través de mi mano derecha. Entra a través de mi mano izquierda.
Desciende hacia mi carne la cual te ofrezco como templo
y manifiéstate a través del altar de mi alma inmortal.
Yo te convoco por el poder de tus nombres:
Samael, Shemal, Saklas, Chavayoth
CCCXL
Padre del pecado, revélame tu forma verdadera,
habla con la verdad y responde con la verdad.
Aniquila el mundo y enséñame los caminos de la creación y la destrucción.
Guíame a través de las puertas de la Lujuria hacia el Jardín del Placer!
Yo te llamo en el nombre del Dragón,
Ho Orphis Ho Archaios
Ho Drakon Ho Megas
CCCXLI
Invocación a Baphomet
En el primer Eón, Yo fui el Gran Espíritu
En el segundo Eón, los hombres me conocieron como el dios cornudo
Panhgenitor Panphage
En el tercer Eón, fui el oscuro, el diablo
En el cuarto eón, los hombres no me conocen, porque soy el oculto
En este nuevo Eón aparezco ante ti como Baphomet
El dios antes de todos los dioses, que debe perdurar
hasta el fin de la tierra
¡Contemplad! ¡Gloria a Baphomet! ¡Adorad! ¡Santo Baphomet!
¡Servid al Sacro Baphomet! ¡Venerad! ¡Gloria a Baphomet!
La liturgia es...
...sangre de Satán
Ceremonia ritual
CCCXLIII
Mentiras, farsantes, profanan su estandarte
La Efigie tridente, sagrada es su simiente
El manantial de poder, la única luz, imagen de Dios
Conocimiento y virtud, identidad… ¡Yo soy Baphomet!
¡Revelación!
Verbo de Dios
¡Oíd mis enseñanzas!
La Sangre del Nazareno, se derramó por ti
No por ninguna Iglesia
INFAMIA
¡Padre!
¡Hijo!
¡Hombre!
Es la trinidad
Aparta del camino...
... a los falsos profetas
Entre padre y hombre nadie debe interponer su voz
La liturgia es lodo
Es apócrifa vuestra invención, profanación, superstición, la afrenta a Dios ¡Callad!
El manantial de poder, la única luz, imagen de Dios Conocimiento y virtud, identidad,
¡Yo soy Baphomet!
¿Quién habla a un hijo a través de un impostor? No sois mi legión
Sólo os mueve el orgullo y la ambición, ¡Yo so Baphomet!
La espada cae
Llegó la hora
¡Es la purificación!
CCCXLIV
El Trono de Baphomet
Cada blasfemia es otra piedra para el edificio de su gloria
Quiero ser la roca sobre la cual construirás tu iglesia
Muéstrame el camino,
Para alcanzar un día el trono de Baphomet ...
CCCXLV
Los Nombres
Infernales
A
Aamon: Uno de los tres demonios al servicio de Satachia, tam-
bién conocido como Mammon. Su nombre significa riquezas, indu-
ciendo a la avaricia. Se dice que es regente de Inglaterra.
CCCXLVIII
Abigor: Demonio Superior, Duque de los infiernos, hermoso ca-
ballero que lleva lanza de estandarte o cetro, y cabalga sobre un
monstruo alado. Manda 60 legiones infernales. Conoce el porvenir,
los secretos de la guerra y el arte de hacerse amar por sus soldados.
CCCXLIX
Addu: El Dios Babilonio de la Tormenta, también llamado
Adad.
Agares: Gran Duque de las regiones del este del infierno. Co-
manda 31 legiones. El otorga propiedades, poder, títulos, incita al
CCCL
baile y enseña todos los lenguajes. Perteneciente al Orden de las
Virtudes, se muestra bajo la forma de un Lord Benevolente, mon-
tando un cocodrilo y llevando un halcón en su puño.
CCCLI
Apuch: Es el tenebroso dios de la muerte, representado en forma
de cadáver parcialmente putrefacto, con el esqueleto y el cráneo visi-
bles. Otras veces es represetado en forma de hombre con cabeza de
búho. Preside el Mitnal, que es el noveno y más profundo de los
mundos inferiores.
CCCLII
Amducias: Gran Duque infernal. Manda 29 legiones. Tiene
cabeza de unicornio, pero aparece bajo forma humana y da conciertos
invisibles. Los árboles se inclinan a su voz.
CCCLIII
Andrealphus: aparece como el demonio número cincuenta y
cuatro en el tomo de demonología Pseudomonarchia Daemo-
num de Johann Weyer y es descrito como un Gran Marqués con la
apariencia de un pavo real que hace fuertes ruidos y ense-
ña astronomía, y cuando está en forma humana también ense-
ña geometría perfectamente. También es descrito gobernando más de
treinta legiones y teniendo la habilidad de transforman a cualquier
hombre en un pájaro.
Andrealphus aparece como el 65º demonio en Ars Goetia donde es
descrito de forma similar, pero también incluyendo la habilidad de
hacer a los hombres sutiles en todas las cosas pertenecientes a
la medición, entre otras cosas.
CCCLIV
Araziel: Uno de los ángeles, que sostuvo relaciones prohibidas
con las hijas de los hombres.
CCCLV
Astaroth: es el nombre otorgado a un varón, por la encarnación
medieval de una poderosa Diosa-Demonio, de nombre Astoreth.
Archiduque del occidente de los infiernos. Representado como un
ángel coronado, desnudo enclenque sosteniendo una víbora en la
mano izquierda y cabalgando a lomos de un dragón. Tesorero infer-
nal, ve el pasado, el presente y el porvenir; detecta los deseos secretos
y concede protección a los grandes. Adora hablar acerca de la gran
caída de los Ángeles, y dice haber sido él castigado injustamente,
alegando que un día recuperara su lugar entre los ángeles del cielo,
como el príncipe de los Tronos que solía ser. De acuerdo al Grimo-
rium Verum, Astaroth: reside ahora en América.
CCCLVI
más antigua intuición de la dialéctica que pueda rastrearse en la
cultura, y su constante presencia en los infiernos deviene una com-
probación añadida a las perpetuas y sutiles relaciones del Diablo
con la inteligencia y la poesía.
B
Baal: Gran Duque del infierno. Reina en la parte oriental,
manda 66 legiones, tiene tres cabezas: gato, hombre coronado y
sapo. Su torso lomudo termina en patas de araña. Hace invisibles
y astutos a aquellos que le invocan. Divinidad principal de los ba-
bilonios, de los caldeos, de los fenicios y de otros pueblos orientales.
CCCLVII
Se le sacrificaban terneras y bueyes, y las mujeres se prostituían
en su honor. Dios Jehová, lo destronó y mando al infierno.
CCCLVIII
nudo, se considera a la diosa como una prostituta sagrada, y su
símbolo principal es el cáliz o el Grial.
CCCLIX
cofrecillo árabe de Essaruas como andrógino blagro. En la historia
de los templarios, no existe un mayor enigma, que el que encierra el
misterioso personaje conocido como Baphomet.
Los mitos acerca de este ídolo, son muy diversos, unos lo nombran
comouna cabeza humana, con barba, sin barba, con dos rostros, con
la cabeza de un macho cabrío, el cuerpo de un hombre y alas. Todos
estos mitos, son los que han hecho que se le atribuyan distintos pa-
peles en el mundo de lo místico.
CCCLX
cuerpo de mujer y cabeza de gato, o simplemente como un gato de
cuerpo estilizado. Se trata de una deidad encargada del deseo sexual,
de la luna, la fertilidad, la maternidad o las virtudes femeninas en
general. Bastet fue la diosa del fuego. Según la mitología egipcia,
fue la reencarnación del alma de Isis. Y por ese motivo la llama-
ban la mujer del Este. La diosa Bastet tenía como hermana a la
peligrosísima diosa Sejmet, aquella que era representada por la leo-
na enfurecida. Una diosa que representa las cualidades maléficas
del Sol. A pesar de que Bastet era una diosa en apariencia pacífi-
ca, si se enfadaba podía ser más colérica que su hermana, por lo que
convenía tenerla contenta. Lo más característico de Bastet era que
tenía una doble personalidad. Por un lado, en su lado más bonda-
doso, ocupa el puesto de guardiana del hogar y protectora de la fami-
lia. Además de ayudar a la fertilidad de las mujeres.
Por otro lado, posee un carácter agresivo y violento. Esta persona-
lidad la mostraba en la lucha y en las batallas. Se dice y se re-
cuerda de ella su valor y su carácter masculino, pues no tenía miedo
a nada y solía contar las victorias por centenares.
CCCLXI
Behemoth: Buey colosal y maravilloso que los judíos decían
reservado para la comida del mesías. La edad media hizo de él,
un demonio enderezado.
CCCLXII
y con homenaje, o su furia se hará sentir. Comanda 85 legiones y
es un temido guerrero.
CCCLXIII
beel y luego Satanail, de donde procede Satanás, su versión más
corta y significa “Adversario”.
CCCLXIV
de enorme belleza. Comanda 70 legiones y se encarga de despertar la
lujuria en los hombres.
CCCLXV
C
Caacrinolaas: Otro Gran presidente de los infiernos, manda
36 legiones. Él inspira el conocimiento e incita al suicidio.
CCCLXVI
manos, que los de otras especies. No muestran signos de vida,
hasta que cumplen 7 años de edad, y escogen a un ser humano, para
entrenarlo y hacerlo su sirviente.
CCCLXVII
Chodar: Demonio a quien los nigrománticos llaman también
Belial, tiene por distrito el Oriente y manda a los demonios de los
prestigios.
CCCLXVIII
Cobolios: Genios o demonios respetados por los antiguos,
SÁRMATAS creía que estos espíritus habitaban los lugares
más secretos de las casas y las hendiduras de los árboles y les
ofrecían los más delicados manjares cuando tenían la intención de
fijarse en una habitación prevenían de este modo al padre de familia
por la noche, montaban un montón de virutas de carpintero y después
mezclaban el estiércol de varios animales en vasos de leche, si al día
siguiente el dueño de la casa dejaba las virutas y arrojaba la leche
se iban a buscar otra morada.
CCCLXIX
D
Dagon: Demonio de segundo orden, vengador, gran hornero en la
corte infernal, los filisteos le adoraban en la forma de un monstruo
con cabeza de hombre y cola de pescado, le atribuían la invención de
la agricultura, que a tantos otros se les ha atribuido.
CCCLXX
Dantalian: Duque de los infiernos, que se aparece con forma de
nombre, con muchos rostros, de hombre y de mujer, sosteniendo
un libro en su mano derecha. Enseña las artes y las ciencias, y re-
vela todos aquellos consejos secretos, para todos los pensamientos
humanos y también los puede cambiar a voluntad. Es un ser des-
piadado y puede enseñar por medio de visiones, lo que cualquier
humano puede haber llegado a ser, dependiendo las circunstancias de
su vida.
CCCLXXI
go, el Drac es simplemente despectivo, y se divierte escondiendo los
objetos y poniendo desorden.
CCCLXXII
E
Eblis: El Satán de los Musulmanes, su nombre se deletrea co-
mo Iblis y significa “Desesperación”.
CCCLXXIII
el de un cabritillo en la frente, puntiagudo, tiene orejas de oveja y
manos humanas, su cuerpo es el de un pez y está curvado en la es-
palda; de la cintura a los pies es un perro, está cubierta de escamas
como una serpiente.
CCCLXXIV
reconocimiento de su papel fundamental en la consecución de un
comportamiento justo.
CCCLXXV
Pausanias. Eurinomo es, probablemente, el símbolo griego de la
putrefacción.
CCCLXXVI
F
Fenrir: Uno de los peculiares hijos de Loki es este gigantesco lo-
bo al que los dioses no podían controlar. Feroz como pocas criaturas
de la mitología nórdica, Fenrir está predestinado a tener un papel
importante en el Ragnarök. Cuando Fenrir era un cachorro, devora-
ba tanta comida que empezó a crecer a un ritmo sorprendente. Llegó
un momento en el que los dioses empezaron a preocuparse, y final-
mente resolvieron aprisionarlo antes de que fuera demasiado tarde.
Primero probaron con la cadena Leding («costumbre»), pero el ani-
mal sólo tuvo que estirarse un poco para romperla. Entonces, los
moradores de Asgard probaron con otra cadena aún más fuerte,
Dromi («ley»). Pero Fenrir apenas tuvo que dar un tirón para
quebrarla. Llegados a este punto, los æsir y los vanir recurrieron a
los habilidosos enanos para encontrar un remedio. Los enanos fa-
bricaron Gleipnir («conciencia»), una cinta mágica que parecía lige-
ra y sedosa, pero era irrompible.
Estaba hecha con los siguientes seis materiales: las barbas de una
mujer, las raíces de una montaña, el soplo de unos peces, los tendo-
CCCLXXVII
nes de un oso, el sonido de las pisadas de un gato y la saliva de un
pájaro.
Con este objeto mágico, los dioses se aproximaron a Fenrir para
sujetarlo de una vez por todas. Lo llevaron a la isla Lyngvi, en el
lago Ámsvartnir, y para engañarlo le dijeron que iban a colocarle
una cadena para ver si era capaz de romperla, ya que ellos no eran
capaces. Sin embargo, el lobo desconfiaba ya tras los repetidos in-
tentos anteriores. Para que no lo tacharan de cobarde, accedió, pero
poniendo una condición: que uno de los dioses le colocara su mano
entre las fauces. Tyr, el valeroso dios de la guerra, fue el único con
coraje suficiente como para hacerlo.
Y así, mientras Fenrir tenía la mano de Tyr aprisionada entre las
mandíbulas, los dioses amarraron a la bestia. Comprobando que
esta vez sí iba a quedar atrapado, Fenrir mordió la mano de Tyr y
se la arrancó de cuajo. A partir de entonces, el lobo permanecerá en-
cadenado hasta el día del Ragnarök.
CCCLXXVIII
Fleuretty: Teniente de las huestes infernales.
Focalor: Poderoso duque, con forma de un humano alado. Con-
trola los vientos y el mar, ahoga a los hombres y hunde a los bar-
cos. Espera volver a su gloria en la Orden de los Tronos dentro de
1050 años.
CCCLXXIX
Furcas: Un duque del infierno, que aparece como un cruel hombre
viejo, de cabello canoso y una barba muy larga, cabalga un
caballo largo y tiene en la mano derecha una lanza afilada. Co-
manda 20 legiones, y enseña filosofía, retórica, quiromancia,
piromancia, lógica perfectamente en todas sus partes.
G
Gaap: Un ángel caído, ahora gran príncipe del infierno, con 66
legiones de espíritus infernales a su cargo. Antes de su caída,
pertenecía al Coro de los Poderes.
CCCLXXX
Gadereel: Ministro de Satanás. Este Demonio, en libros
apócrifos, se supone que fue el que se convirtió en serpiente y tentó
a Eva, en lugar de Samael.
CCCLXXXI
Golab: Su nombre significa incendiarios, ángeles caídos, enemi-
gos acérrimos de los serafines contra los cuales batallan constante-
mente. También es el nombre de una de las Sephirots (Séfiras)
Maléficas al reverso del Arbol de la Vida.
CCCLXXXII
grando consumar durante horas todas las fantasías que hasta ese
momento sólo pertenecían al sueño y a la utopía. Además, es un
poderoso duque del infierno. Descubre el pasado, presente y futuro,
encuentra objetos perdidos y procura el deseo sexual a las mujeres y
a las jovencitas.
CCCLXXXIII
H
Habergais: Es un íncubo que tiene cabeza de cabra, cuerpo de
pájaro y tres patas; su cabeza es enorme comparada con el cuerpo.
Se introduce en los dormitorios a través del agujero de la cerradura y
oprime a los durmientes, apoyando la cabeza sobre su pecho. Parece
ser hijo de un igualmente fantástico pájaro de tres patas, cuyo trino
penetrante es presagio de muerte.
CCCLXXXIV
Hakael: Uno de los ángeles caídos, conocido como el séptimo
Satanás.
CCCLXXXV
gente le presenta como un leopardo humanoide con grandes garras.
Haures se muestra como un fuerte y terrible leopardo que bajo peti-
ción del mago cambia a un hombre con ojos de fiera y una expresión
horrible. Haures también puede ser llamado cuando un mortal desea
vengarse de otros demonios. Esto se incluye en su capacidad para
destruir a los enemigos del mago.
CCCLXXXVI
carne humana, tenía un pie de bronce, presentaba toda clase de for-
mas y se aparecía especialmente a niños y mujeres para asustarlos.
Hécate era la diosa de la hechicería y lo arcano, y la veneraban es-
pecialmente magos y brujas, quienes le ofrecían en sacrificio corderos
y perros negros al final de cada lunación. A estos se les aparecía
con una antorcha en la mano o en forma de distintos animales: ye-
gua, perra, loba, etc.
Sin embargo, los marinos la consideraban su numen titular y le
pedían que les asegurase buenas travesías. Los romanos la iden-
tificaron con Trivia cuya efigie presidía las encrucijadas de los ca-
minos, lugares vinculados con la magia. Se creía que Hécate y su
jauría de perros aparecían en esos espacios apartados, que eran para
los viajeros lugares demoníacos y espectrales. Allí se levantaban
estatuas en forma de una mujer de triple cuerpo o bien tricéfala.
Eran muy abundantes, antiguamente, en los campos, y a su pie se
depositaban ofrendas. Hécate se unió primero a Forcis y fue madre
del monstruo Escila; después a Eetes, de quien obtuvo a Circe y a
Medea. Según la versión del mito estas últimas aparecen como
hermanas o sobrinas. Asimilada a Artemisa, se la representa como
una joven con peplo y llevando sobre la frente el creciente lunar (o la
diadema cilíndrica denominada polos) y una o dos antorchas en las
manos. El arte representa también a Hécate a menudo con tres
cuerpos o tres cabezas y con serpientes entrelazadas alrededor de su
cuello ya que es una divinidad triforme: lunar, infernal y marina.
La mitología también nos habla a veces de Hécate como una de las
diosas menos conocidas, hija menor de Zeus, que había sido diosa
CCCLXXXVII
de la Luna. En el Hades gozaba de gran autoridad, porque era co-
nocida como la reina invencible y presidía las ceremonias de expia-
ción y purificación de las sombras a las que se les permitía reparar
las malas acciones de su vida pasada. Férrea era un sobrenombre de
Hécate.
I
Iadalbaoth: Para los Gnósticos, este era el primer arcón o
espíritu obscuro.
Iblis: v.
CCCLXXXVIII
con ellas en esos sueños. Las mujeres que caían víctimas
del Incubo, no podrían pararse... otra leyenda dice, que les quitaban
el alma, mediante el sexo. La víctima del Incubo, podía
quedar embarazada, y el hijo crecía como un humano normal, solo
que desarrollando habilidades mágicas. Al crecer, el niño
podría convertirse en un poderoso Hechicero o en un ser de gran
maldad. Una vieja leyenda dice, que el Hechicero Merlín, era
el producto de la unión de un Incubo con la de una Monja.
Otra leyenda, dice que El incubo y el Súcubo, eran ángeles caídos.
Incubo en latín, significa “pesadilla”.
CCCLXXXIX
en el norte de Mesopotamia, en las ciudades asirias de Nínive,
Aššur y Erbil. Aparte de los leones de su puerta, su símbolo es la
estrella de ocho puntas. En el panteón babilónico, es la personifica-
ción del planeta Venus. Tuvo muchos amantes; sin embargo, como
señala Guirand:
¡Ay de aquel a quien había honrado Ištar, la diosa caprichosa
trataba cruelmente a sus amantes de paso, y los infelices desgra-
ciados suelen pagar un alto precio por los favores amontonados en
ellos! Los animales, esclavizados por el amor, perdían su vigor na-
tivo: cayeron en las trampas colocadas por los hombres o fueron do-
mesticados por ellos. '¡Tú has amado el león, poderosos en fortale-
za', dice el héroe Gilgameš a Ištar, 'y has cavado pozos para él
siete y siete! Has amado el corcel, orgulloso en la batalla, y le has
destinado el cabestro, el aguijón y el látigo'.
Su culto podría haber implicado una prostitución sagrada, aunque
es discutible. Guirand señaló su ciudad santa Uruk como la "ciu-
dad de las cortesanas sagradas" y a ella como la "cortesana de los
dioses".
CCCXC
J
Jeqon: Uno de los principales ángeles rebeldes, que tentó a los
demás ángeles al pecado.
K
Kali: Kali es una violenta diosa hindú asociada a la muerte y a
la destrucción. Se la representa como una diosa oscura y violenta,
se presenta como la esposa del dios Shiva en ocasiones se represen-
ta danzando sobre él o portando cuchillos y salpicada por la sangre
de sus víctimas de las que lleva una mano cortada como guirnalda.
Nació del entrecejo de la diosa Durga, mientras combatía al mal.
Allí se ensimismó Kali, matando demonios enloquecida, hasta que
CCCXCI
la detuvo su marido, el dios Shiva, al arrojarse bajo sus pies.
Kali al darse cuenta de que estaba de pie sobre Él, en shock sacó la
lengua y se detuvo. Sin la shakti (el poder femenino), Shiva (el
poder masculino) es inerte. La diosa promueve la destrucción como
parte primordial del amor. Kali representa el ciclo de vida que ha
estado y seguirá, ciclo natural y constante. Vida y muerte, renaci-
miento y vida.
CCCXCII
L
Lamia: Dos clásicos de la demonología, Ulrico Molitor (de
Lamiis et pythonicis mulieribus,1489) y Jean de Wier (Lamiis
líber,1577) se han ocupado extensamente de este personaje fabuloso,
casi siempre mencionado en plural, aunque con los típicos prejuicios
de su época, asociándola a la brujería y viendo en su imagen una
suma de todos los aspectos negativos de la femineidad. Enajenada
desde los orígenes del mito, a causa de una injusta venganza (la di-
vina Hera, celosa de sus amores con su marido Zeus, mató a casi
todos los hijos que ella había concebido con el dios, la única que lo-
gró escapar a la venganza fué Escila). Lamia y sus pares se ce-
baron desde entonces en los niños ajenos y en sus padres; vampiri-
zando a los pequeños y seduciendo hasta la demencia a los adultos,
en represalia por sus hijos perdidos y por despecho hacia la deidad
que la gozó en el lecho, pero que no se dignó a defenderla de la cólera
celeste. Se la conocía también bajo el nombre de Anatha, y una de
sus curiosas habilidades consistía en poder quitarse los ojos a vo-
luntad, incluso llegó a ayudar a varios héroes prestándoles sus glo-
bos oculares. Bajo el nombre de Empusa adquirió, ya entre los ro-
manos, la característica central con la que su sombra ha llegado
hasta nosotros. Es la enemiga por antonomasia del género mascu-
lino, al que hace responsable del mal trato y de la discriminación
que en general padecen las mujeres. Conocida como "La devoradora
CCCXCIII
de hombres", ya que su leyenda la acusa literalmente de comérselos,
luego de cautivarlos con una belleza que nunca otorga lo que promete,
y de atraerlos para consumar sus propósitos a lugares desiertos. La
moderna simbología ha querido ver en ésta singular demonia el ar-
quetipo del temor ancestral de los varones ante el misterio de lo fe-
menino, y también la famosa y explícita metáfora freudiana sobre la
"vagina dentada".
CCCXCIV
Leviathan: Monstruo del que habla la Biblia ( AT, ver a Jo-
nas). La tradición rabínica hace de él un demonio andrógino. Tiene
el grado de Gran Almirante. Este demonio, era la enorme ballena
que aparecía en las leyendas de los hebreos.
Él es el Amo Demonio de los Océanos, ninguna arma hecha por el
hombre, podía lastimarlo, también era el Rey de las Bestias,
temido por Dios y por los hombres por igual. Se le asocia común-
mente, con el Tiamat de Babilonia y la Hidra de Grecia.
CCCXCV
para tratar de disuadirla, pero ella se rehusó a seguir con Adán y
Dios la maldijo, haciendo que todos los hijos que ella pariera, mo-
rirían. Lilith paría hasta cien hijos por día. Ahora Lilith, es la
consorte del demonio Samael, con quien procrea cientos de demonios.
Antes de convertirse en la Señora de los Demonios, durmió una
noche más con Adán, de donde dicha unión, nacieron Shedim, Li-
nin y Ruchin.
CCCXCVI
Lucifuge: También conocido como Lucifuge Rofocale, es una de
las más poderosas entidades infernales, donde actúa como Primer
Ministro. Tiene control sobre los tesoros y las riquezas del mundo.
Rehuye de la luz, y solo logra hacerse de un cuerpo, en
las noches.
M
Malphas: En demonología, Malphas es un poderoso Gran
Presidente (un Príncipe para algunos autores) del Infierno, te-
niendo cuarenta legiones de demonios bajo su mando. Construye ca-
sas, torres altas y fortalezas, derriba las construcciones de los
enemigos, puede destruir los deseos o pensamientos del enemigo (y/o
hacer que el mago los conozca) y todo lo que han hecho, proporciona
buenos familiares. Malphas acepta gustosa y amablemente cual-
quier sacrificio que se le ofrezca, pero después engañará al mago. Se
muestra como un cuervo que tras un rato o bajo petición cambia la
forma de un hombre y habla con una voz ronca.
CCCXCVII
habla lanza objetos es un demonio que atormenta a los mortales in-
cluso a los espíritus. Malthus construye torres y las llena de mu-
niciones y armas, como una clase de armero. Es un príncipe del
Infierno. También se dice que manda a sus legiones a combatir o a
lugares designados a demonios de alto rango. Se muestra en la for-
ma de un gran cuervo.
CCCXCVIII
las virtudes de las todas hierbas y de las piedras preciosas. Es re-
presentado como un gran toro con la cara de un hombre.
CCCXCIX
Marchocias: es un poderoso Gran Marqués del Infierno, que
comanda treinta legiones de demonios. Es un fuerte y excelente lu-
chador y muy fiel al mago dándole respuestas certeras a todas las
preguntas. Marchosias esperó durante 1.200 años volver al cielo
con los ángeles no-caídos, pero le engañaron. Se muestra como un
lobo con forma de hombre, alas de grifo y cola de serpiente, que bajo
petición acepta transformase en un hombre.
CD
Minosón: Demonio femenino protectora de los juegos de naipes,
su fama es notable entre fulleros y tahúres; porque la tradición ase-
vera que admira y estimula a los expertos en trucos y trampas. A
veces, como pago a sus favores, solicita ser satisfecha sexualmente.
Los que dicen haberla poseído testimonian en forma unánime que en
este terreno su voracidad es increíble. asociada también con frecuen-
cia a las echadoras de cartas con fines adivinatorios, como las ta-
rotistas; suele establecer con ellas una amistad íntima y fraternal,
de mujer a mujer, y les ayuda a despejar sus dudas y a mostrarse
más lúcidas y seguras en sus predicciones.
CDI
temente. También chupa los pezones de los niños, extrayendo un lí-
quido acuoso. A veces se le oye agitar las hojas de los árboles o
molestar a los animales domésticos. En Checoslovaquia se consi-
dera que el Mora es el espíritu de una persona viva que de noche
abandona el propio cuerpo para chupar la sangre de otras personas.
CDII
N
Naamah: también conocida como Nahama, Nhama, Naamáh,
Nammah o Na' Ammah es una criatura legendaria demoníaca del
folclore hebreo, siendo representada como un demonio o un ángel caí-
do. Se dice que era un súcubo, y al igual que Lilith había tenido re-
laciones con Adán. Es uno de los cuatro ángeles de la prostitución,
y una de las mujeres del terrible demonio Samael. Se le conoce
a Naamah como la madre de los demonios y fue una de las que co-
rrompiera a los ángeles caídos y su líder Semyaza. Se dice que
ocasiona epilepsia a los niños.
CDIII
una grulla negra. Con respecto a su nombre, no está claro si hay
una asociación con el Cerbero griego.
CDIV
Nihasa: Demonio de los indios norteamericanos.
O
Ocioneo: jefe de los demonios o malos genios que se rebelaron
contra Júpiter, según Jerecides el asirio.
CDV
forma a los hombres y a su voluntad, los hace obtener dignidades y
títulos y manda 340 legiones.
CDVI
P
Paimon: según el grimorio Goetia, Paimon o Paymon es un
demonio de la Orden de los Dominios y uno de los príncipes demo-
níacos que supervisan las cuatro direcciones cardinales. Tiene dos-
cientas (cien según otros autores) legiones de demonios bajo su
mando. También se considera uno de los demonios más leales
a Lucifer. Tiene una gran voz y ruge tan pronto como aparece, ha-
blando de esta manera durante un tiempo, hasta que el conjurador le
pide que se modere su tono y, entonces, responde claramente a las
preguntas que se le hacen. Cuando el conjurador invoca a es-
te demonio debe mirar hacia el noroeste (al oeste según otros auto-
res), porque allí es donde tiene su hogar, y cuando aparece Paimon
se le debe permitir preguntar lo que quiera y debe ser contestado, con
el fin de obtener lo mismo de él. A veces Paimon se manifiesta con
dos reyes demoníacos menores. Paimon enseña todas las artes,
las filosofías, las ciencias y las cosas secretas; puede revelar todos
los misterios de la tierra , el viento y el agua, lo que es la mente y
todo lo que el conjurador quiera saber, además de conceder títulos
dignatarios y ayudar a vencer enemigos. Entre otros poderes que se
le adjudican a Paimon se le atribuye el de provocar visiones, resu-
citar a los muertos, y convocar a espíritus de diversas formas.
CDVII
Si solo se invoca a Paimon, se debe hacer alguna ofrenda o sacri-
ficio y él lo aceptará; entonces, dos reyes llamados Beball (Bebal o
Labal) y Abalam (Abalim) irán con él junto a otros espíritus, a
menudo veinticinco legiones; pero estos otros espíritus no siempre
Paimon es representado como un hombre con un rostro afeminado
(un hombre fuerte con la cara de una mujer según otros autores),
vistiendo una preciosa corona, y montando un dromedario. Antes
que él, llegan a menudo demonios anunciantes con la forma de hom-
bres, tocando trompetas, címbalos, y cualquier otro tipo de instru-
mentos musicales.
Pazuzu: es el rey de los demonios del viento, hijo del dios Hanbi,
en la mitología sumeria, asiria y acadia. Para los sumerios, tam-
bién representaba el viento del suroeste, que traía las tormentas, y
también el portador de la peste y las plagas, del delirio y de la fiebre.
CDVIII
en un humano, lo que el demonio supuestamente hace tras un cierto
período de tiempo.
CDIX
Pocel: Rey del infierno entre los prusianos al que también lla-
man Pocel, es al jefe de las hordas de los espíritus aéreos.
Pursan: Gran rey del infierno que se aparece bajo forma humana
con cabeza de león, llevando una culebra siempre furiosa, va monta-
do en un oso, dando continuamente el sonido de una trompeta, conoce
a fondo lo presente, lo pasado, lo futuro, descubre las cosas ocultas
y los tesoros, cuando toma la forma humana, esta es aérea, es padre
de los buenos espíritus diabólicos familiares y manda 22 legiones.
CDX
Q
Quandisa: Demonio femenino de las aguas dulces, que intenta
seducir a los jóvenes para después volverlos locos. El día de solsti-
cio de invierno se le ofrecen sacrificios.
R
Rabisu: Demonio probablemente vinculado a la noción de Incu-
bus. Se dice que era tan horrible que a quien lo veía se le erizaba to-
CDXI
do el vello del cuerpo. El nombre parece significar “el que vigila”; se
trata en efecto, de un ser que montaba guardia en la puerta de los
templos. Algunas veces se habla de 24 rabisus, otras, en cambio,
parece que se trata de un solo demonio.
CDXII
todas las cosas del pasado, presente y futuro; y causar amor entre
amigos y enemigos. Estaba en la Orden de los Tronos. Gobierna
treinta legiones de espíritus; y su Sello es este, el cual se usa como
se ha mencionado en otras ocasiones.
CDXIII
Rubaruba: Es el nombre de un demonio-ciclón: avanza con la
cabeza gacha; sus cabellos largos levantan el polvo del suelo el
cuerpo, delgadísimo, tiene piernas flacas como husos, largos dedos
en las manos y en los pies, huesudos y con las uñas afiladas; los
dientes le sobresalen de la boca.
CDXIV
agua. En otras regiones, como en Bielorrusia o entre los eslavos
occidentales, las rusalkis pierden el carácter acuático, siendo sólo
espíritus de los campos y de los cereales.
S
Sabasios: es un dios frigio cuyo culto tiene carácter orgiástico.
Con frecuencia, en el mundo griego es asimilado a Dionisio y se le
considera como un Dioniso más antiguo, hijo de Zeus y Perséfone.
Se le atribuía la idea de domesticar los bueyes y someterlos al yugo.
Así se explicaban las imágenes que lo representaban con cuernos en
la frente.
CDXV
Sacar. Genio infernal que se apoderó del trono de Salomón, tras
tomas Sidonia. Salomón prefería encargar su anillo a su concubi-
na Amina antes del baño. Y un día Sacar tomo las facciones de
Salomón y fue ante la concubina y le pidió el anillo, y recibiendo de
sus manos el anillo se convirtió en rey, cambiando las leyes en
ayuda de la maldad. Luego de cuarenta días Sacar huyo y tiró el
anillo al mar, un pez se lo comió, el mismo que al ser comprado por
Salomón a un pescador permitió recobrar el reino.
CDXVI
Samael: Sun ombre en hebreo significa “el veneno de Dios” o la
“Cegera de Dios” es un importante arcángel en la tradición talmú-
dica y pos-talmúdica, una figura quien es acusador (satán), se-
ductor y destructor, y ha sido considerado tanto como bueno como
malo. Las escrituras rabínicas describen a Samael como el ángel
guardián de Esau[ y el patrón de Edom (o el Imperio Romano).
CDXVII
En La Sagrada Cábala (Arthur Edward Waite, 255), Samael
es descrito como la "gravedad de Dios", y es enumerado como quinto
de los arcángeles del mundo de Beri'ah. También en la Cábala, se
dice que Samael es la serpiente que tentó a Eva al pecado. Samael
entonces se convirtió en el esposo de la primera esposa
de Adán, Lilith. Lilith es un demonio creado junto a Adán, origi-
nalmente para la función que ejecutaría Eva. Samael, creó con ella
una hueste de niños demonios, incluido un hijo, la "Espada de Sa-
mael" (o Asmodeo).
CDXVIII
Satanás: Es el nombre con el que con más frecuencia aparece
indicado el diablo en tanto que entidad personal; en efecto, en el An-
tiguo Testamento, la palabra satán aparece muchas veces, pero co-
mo sustantivo común, con el significado de “opositor”, “adversario”,
solo en tres lugares (Zacarías III, Job I y II; Crónicas XXI,
19) el sustantivo parece adquirir un carácter personal: en los dos
primeros pasajes se utiliza todavía en sentido genérico, pero dotado
de artículo determinado (el adversario), mientras que en el primero
aparece indicado sin artículo, como un auténtico nombre propio. En
la literatura rabínica, la personalidad de Satanás, todavía incierta
en el Antiguo Testamento, adquiere características específicas: se
puntualiza que el maligno pertenecía originalmente a los Serafines,
pero que, dado que manda sobre todos los demás ángeles caídos per-
tenecientes al mismo tipo, está dotado de doce alas, en lugar de seis,
para subrayar su preeminencia. Con frecuencia, en la literatura he-
brea Satanás se identifica con Samael.
CDXIX
Semiyaza (Semyaza): El líder de los Ángeles que bajaron del
cielo para casarse con las hijas de los hombres a veces se asocia con
Lucifer y / o Satanás.
CDXX
Set: (Seth) encarnación egipcia del mal, análogo al Tifón griego,
portador de las sequías, la infecundidad y la destrucción. Se mani-
festaba por el simún (fuerte tormenta de arena del desierto), que todo
lo aniquilaba a su paso; los animales que le eran consagrados son
el escorpión, el cocodrilo, el asno y el cerdo padre. Se lo identificaba
como un dios-serpiente, pero también con cabeza de asno; otras veces
se lo describe como un monstruo indefinible, con cuerpo de lebrel,
muy alargado, orejas largas y recortadas, ojos mongólicos y una
cola larga y bífida.
CDXXI
corrieron a Iblis, sabiendo que Alá escuchaba sus súplicas. Iblis
rogó entonces a Alá que no dejara que ninguno de los ángeles se
volviera contra él, pero no se incluyó en la súplica, ya que se consi-
deraba a salvo. Pero cuando Alá creó a Adán, todos los ángeles se
postraron ante él, excepto Iblis, que rehusó obedecer.
CDXXII
de ellas. Es representado con la cara de un leopardo y las alas de
un grifo, pero bajo petición de la persona que lo convocó se transfor-
ma en un hombre muy apuesto.
CDXXIII
Sydonay Es el diablo destructor, es en los infiernos el Super-
intendente de los garitos de juego. Sembró la disipación y el error, y
es él que poseyó a la joven Sara, de la que estaba enamorado, y le
ahogó siete maridos antes de que se case con su primo Tobías. Los
rabinos cuentan que destronó a Salomón, pero que este lo cargo de
hierros y le obligó a ayudarle en la construcción del templo de Jeru-
salén. Es bien sabido que habiéndose expulsado Tobías por medio
del humo, de la hiel de un pescado, Rafael aprisionó a Asmodéo en
Egipto, donde Lucas lo pudo ver en uno de sus viajes. Asmodéo es
adorado en un templo en el desierto de Ryanneh, donde arroja los
demonios del cuerpo de los maridos y torna fecundas a las mujeres
estériles si pasan un día entero en su templo. Asmodéo es la Ser-
piente que sedujo a Eva, representó a u rey de tres cabezas, la pri-
mera de toro, la segunda de hombre y la tercera de cordero; tiene cola
de serpiente, patas de ganso y un aliento inflamado. Va a caballo
de un Dragón, llevando en la mano un estandarte y una lanza, pero
siguiendo el orden de la jerarquía infernal esta sometido al Rey
Amoymoon. Este demonio hace entrega de anillos astrológicos, en-
seña geometría, aritmética, astronomía y también ayuda a encontrar
tesoros. Comanda setenta y dos legiones de diablos (Vea tambien
Asmodéo o Osmoday.
CDXXIV
T
T’an-mo: Contraparte china del diablo, significa el deseo desen-
frenado.
CDXXV
de forma severa. Sin embargo, era tramposo y podía cambiar de
forma intempestivamente.
CDXXVI
mo las pezuñas de las cabras, garras afiladas, y cola terminada en
un aguijón. Posee una gran fuerza y los arañazos de sus garras
inoculan un poderosísimo veneno mortal al igual que el aguijón de
su cola, tiene poder sobre el fuego y puede dirigirlo a voluntad a tra-
vés de un báculo que usa como una antorcha incandescente para
fulminar a sus enemigos. A menudo la acompaña un monstruoso
perro con aspecto de hiena de grandes proporciones que posee un hedor
espantoso de azufre, el cual también exuda lava y vapores venenosos
y es capaz de exhalar fuego por sus fauces.
U
Ubume: Espíritu del mundo infernal, que se presenta bajo el as-
pecto de una vieja con un niño en brazos. Cuando se cruza con un
viandante le pide que le sujete un momento el pequeño, y entonces
desaparece. El pobre transeúnte se encuentra con ese fardo que mi-
nuto a minuto aumenta hasta que se le cae al suelo con el aspecto de
una roca, pero si no lo suelta a tiempo, muere aplastado.
CDXXVII
Uker: Espíritus malévolos y malolientes que atentan contra la
salud de los lactantes. Se trata de mujeres muertas prematuramente
y sin hijos. El uker sólo vive hasta el momento en que la mujer de-
berá haber muerto naturalmente.
CDXXVIII
todas partes. Además, dividen a las familias y arrancan a los ni-
ños del regazo de las madres.
V
Valac: es un Gran Presidente del Infierno, teniendo treinta
(treinta y ocho para otros autores) legiones de demonios bajo su
mando. Volac da respuestas certeras sobre tesoros ocultos; revela
dónde pueden ser vistas las serpientes, y las obliga a comportarse
mansamente ante el mago. Se dice que aparece como un pequeño
chico pobre con alas de ángel cabalgando un dragón de dos cabezas.
CDXXIX
Valefor: Es representado como un león con cabeza de hombre o de
burro. Tienta a la gente a robar y se encarga de mantener buenas re-
laciones entre ladrones, pero luego se los lleva al infierno. Valefor
concede buenos espíritus familiares. Comanda diez legiones de de-
monios.
CDXXX
monólogos se invoca en la alta magia se cree que es uno de los prín-
cipes del infierno que tiene a su cargo 26 legiones. En el Lemegeton,
o sea en el grimorio titulado la clavícula de Salomón, que es uno de
los libros más populares de demonología, es descrito como "un prín-
cipe poderoso" que posee la misma naturaleza de Agares, dice que es
un espíritu de naturaleza "buena" y que declara todas las cosas del
pasado y del futuro. Una declaración de un mago que lo invoco dice:
apareció "como un hombre de montar un cocodrilo y llevando en la
muñeca derecha un azor. Sus ojos son huecos y ve a otras dimen-
siones, pero es ciego en esta dimensión." Otra dice que parece "un
dragón de color rojo sangre, que se extiende unos 30 pies de largo con
grandes alas, de color rojo. Camina en cuatro piernas, tiene ojos
verdes y colmillos blancos que cambia de forma.
CDXXXI
su mano y cabalgando un caballo negro. La etimología de su nom-
bre parece ser la palabra del latín vinea, «vino», que es también el
nombre dado a las antiguas máquinas de guerra hechas de madera y
cubiertas con cuero y ramas, usadas para derribar muros.
W
Wal: es un poderoso Gran Duque del Infierno, comandando
treinta y siete legiones de demonios. Proporciona el amor de las
mujeres, causa amistad entre amigos y enemigos, y revela cosas del
pasado, presente y futuro. Uvall es presentado como un dromedario
que tras un tiempo se transforma en hombre, y habla en egipcio, pero
no perfectamente, con una voz profunda.
CDXXXII
Wjeschitza: Es un espíritu íncubo femenino, con grandes alas,
que asfixia con sus abrazos o vuelve locos a los hombres durante el
sueño, subiéndoseles al pecho.
X
Xolotl: Dios del mundo inferior, considerado a veces como el ge-
melo o la parte adversaria de Quetzalcoatl. Tenía aspecto de perro y
acompañaba al sol durante su viaje a los países de la noche. Tal
vez sea un aspecto del planeta Venus que aparece al anochecer, que
se creeíaque acompañaba al sol durante la noche, hasta encontrar el
otro aspecto de Venus el matutino, que se identificaba con Quetza-
coatl. A menudo se representa con largos colmillos prominentes y la
lengua colgando. Xolotl también era el dios de los monstruos bioló-
gicos y de los gemelos; este hecho proporciona una nueva relación
astrológica, inusitada, entre el planeta Venus y los nacimientos
monstruosos. También era el dios de las metamorfosis y está aso-
ciado a un anfibio llamado axolotl.
CDXXXIII
Y
Yama: Es el Señor de la Muerte para los hindúes. El aspecto
de Yama es el de un hombre con dos o cuatro brazos (las represen-
taciones varían), piel verde, ropas rojas, una maza en una mano y
en otra (del otro lado) un lazo con el que recoge a los muertos. A ve-
ces se lo retrata montando un búfalo negro y la tradición afirma que
su aspecto varía según la naturaleza moral y espiritual del difunto.
Así, para el hombre bueno Yama se manifiesta con aspecto agra-
dable y sonriente, pero para el malvado Yama asume un rostro ate-
rrador, rodeado de largos cabellos y dotado de dos pequeños y sinies-
tros ojos hundidos. El mito religioso afirma que Yama tiene el rol
que tiene porque fue la primera persona en morir y encontrar el sen-
dero al otro mundo, tras lo cual comenzó a guiar a los demás en el
más allá, aunque después los dioses Brahma y Vishwakarma
pensaron que era conveniente darle a Yama un lugar para que juzgue
a las almas, por lo cual le construyeron su morada en el inframun-
do y le dieron dos perros de cuatro ojos para que vigilen el camino que
lleva hasta él.
CDXXXIV
Yaotzin: Demonio azteca, era adorado por los hombres con sacri-
ficios de los mismos humanos.
CDXXXV
fenecieron en el mismo orden en el que habían accedido a sus dones.
Aunque parezca extraño, el caso de Yecum no es el único en el que
un miembro del infierno colabora activamente con los planes divinos.
En más de una ocasión han actuado para impedir que el desorden se
apodere de la armonía maniquea de la Creación. Ahora bien, ¿cuál
fue el destino de Yecum? Nadie lo sabe realmente. Algunos sos-
tienen que Dios le propuso absolverla de todos sus pecados. No
obstante, Yecum no veía en los excesos del amor ningún pecado que
deba absolverse; de modo que declinó la propuesta y continuó en
aquel salón tibio de las profundidades, donde mujeres de incuestio-
nable técnica deciden por sí mismas acerca de su libertad.
CDXXXVI
Z
Zaebos. Gran conde de los infiernos, tiene aspecto de toro con
alas de grifón. Hace monedas de metal, cambia el agua por vino, la
sangre en aceite, el insensato en sabio, el plomo en plata, el cobre en
oro y le deben obediencia veinte legiones.
CDXXXVII
res, hasta se afirma que no discrimina a sus amantes ni por su
edad ni por su belleza. No establece preferencias ni categorías. La
variedad y la sutileza de lo femenino tiene en ella su confirmación y
su espejo.
CDXXXVIII
Sigilos &
Sellos
Demoniacos
La Magia del Caos
a magia del caos postula que las limitaciones
CDXL
El concepto de caos se puede atribuir al carácter dual
de la existencia, señalado en filosofías tales como el
taoísmo, en donde el desorden y el orden total juegan
y se complementan en una realidad bipolar, ambigua
y cíclica, pero también única, en donde el desorden se
convierte gradualmente en orden. Así, existe tanto un
espacio para el orden como otro para el desorden, y
éstos se suceden mutuamente en función del tiempo.
La magia del caos trabaja sobre este concepto, al en-
tender el momento del ritual como desorden, y el obje-
tivo a conseguir a futuro como orden.
Si bien la creación de sigilos no es la única forma de
trabajar en la magia del caos, sí es de las técnicas
más utilizadas en los rituales. En éste caso, los sigi-
los representan el objetivo de un ritual. Para "acti-
var" dicho sigilo éste debe visualizarse en un estado
de gnosis, o más específicamente, en un estado alte-
rado de consciencia tal que el sigilo en su totalidad
sea asimilado por el subconsciente.
Se dice que el practicante de la magia del caos puede
tener un poder impresionante y lograr cosas que con
CDXLI
otros tipos de magia podrían no lograrse, pero tam-
bién se considera que la magia del caos puede llegar
a ser muy peligrosa si no se tiene una clara idea de
las consecuencias que puede traer. Los daños pueden
ser directos y permanentes y afectar a la psicología
de la persona que practica.
Orígenes y Creación
E
ste tipo de Magia fue por primera vez formu-
lada en Yorkshire del Oes-
te, Inglaterra durante los años de 1970. A
Través de una variedad de técnicas, muchas
veces reminiscentes de la Magia Ceremonial occi-
dental o del Neochamanismo, muchos practicantes
creen que pueden cambiar tanto su experiencia subje-
tiva como su realidad objetiva, mientras otros argu-
yen que la magia ocurre por medios paranormales di-
rectos.
Se afirma que fue un encuentro entre Peter Ca-
rroll y Ray Sherwin en Deptford en 1976 lo que dio
CDXLII
nacimiento a la Magia del Caos, y en 1978 Carroll y
Sherwin fundaron The Illuminates of Thanate-
ros (IOT), una organización de Magia del Caos. El
libro "Liber Null" (1978) de Peter J. Carroll desarro-
lló más aún esta nueva y experimental perspectiva en
la magia. Este y el libro "Psychonaut" (1981) del
mismo autor siguen siendo importantes recursos.
El artista visionario y místico Austin Osman Spare,
quien durante un corto período fue miembro de
la A.A. (organización ocultista Astrum Argentum)
de Aleister Crowley pero que más tarde rompió rela-
ciones con ellos para trabajar independientemente es,
en gran parte, la fuente y origen de la teoría y práctica
de la Magia del Caos. Específicamente, Spare desa-
rrolló el uso de los sigilos y el empleo de gnosis para
potenciarlos o cargarlos. El trabajo con sigilos bási-
cos resume la técnica de Spare, lo que incluye la
construcción de una frase en la que se detalla la in-
tención mágica, se eliminan las letras duplicadas, re-
combinando artísticamente las letras para formar el
sigilo. Aunque Spare murió mucho antes de que la
CDXLIII
Magia del Caos emergiese, muchos lo consideran el
padre de la Magia del Caos debido a su repudio por
los sistemas mágicos tradicionales y por estar a fa-
vor de una técnica basada en la gnosis.
Además del trabajo de Spare, esta experimentación
fue el resultado de muchos factores, incluyendo
la Contracultura de las décadas de 1960 y 1970, la
amplia difusión de información sobre magia por ma-
gos como Aleister Crowley e Israel Regardie, la in-
fluencia del "Discordianismo" y Robert Anton Wil-
son.
La primera edición del Liber Null no incluye el tér-
mino "Magia del Caos", refiriéndose solo a la magia
o "el arte mágico" en general. Algunos textos de ese
período consistentemente tratan de declarar princi-
pios universales de la magia, como opuestos a un
nuevo estilo específico o una tradición mágica, y des-
criben sus innovaciones como esfuerzos para librar la
magia de las ideas supersticiosas y religiosas.
CDXLIV
El libro Psychonaut usa el término "brujería indivi-
dual" para referirse a lo que la organización mági-
ca IOT enseña.
Aunque existen organizaciones como la IOT, la ma-
gia del caos en general está entre una de las ramas
menos organizadas de la magia y es catalogada como
un movimiento libre. Los practicantes individuales
amplían el material existente incorporando otros con-
ceptos, como La Teoría del Caos, Ciencia cogniti-
va, Hipnosis y demás. Varios caoístas actuales se
dedican a trabajar con magia retroactiva, que involu-
cra la modificación y alteración del tiempo, como el
"alargamiento" y "contracción" del tiempo, intentar
cambiar sucesos pasados o predestinar un futuro.
CDXLV
Términos y Práctica
El estado de Gnosis.
Cambio de paradigma
Q
uizá la característica más notable de la magia
del caos es el concepto del cambio mágico
de Paradigma. Pidiendo prestado un tér-
mino del filósofo Thomas Samuel Kuhn, Carroll creó
la técnica del cambio arbitrario de la perspectiva indi-
vidual del mundo (o paradigma) de la magia, un con-
CDXLVII
cepto fundamental de la magia del caos. Un ejemplo
de un cambio mágico de paradigma es la realización
de un rito Lovecraftiano un día, y luego la utilización
de una técnica de magia de runas para el próximo ri-
tual. Estos dos paradigmas mágicos son muy dife-
rentes, pero mientras el individuo este usando uno de
ellos, él creerá completamente en este paradigma al
extremo de ignorar a todos los demás sistemas de
creencia (a menudo contradictorios).
Desde entonces el cambio de paradigmas mágicos se
ha abierto camino en el trabajo mágico de muchas
otras tradiciones mágicas, pero es en la Magia del
Caos donde más se ha desarrollado. Cambiar siste-
mas de creencia a voluntad es también algunas veces
practicado por seguidores del Discordianismo.
Algunos magos del caos piensan que el probar creen-
cias inusuales y a menudo extrañas es en sí una ex-
periencia que vale tener y consideran a la flexibilidad
de creencias como una forma de poder o libertad en
un sentido cibernético de la palabra.
CDXLVIII
La Creencia
Ritualismo creativo
a modificación y la innovación del ritual tienen
CDXLIX
chos autores explícitamente animan a los lectores a
inventar su propio estilo mágico. El manual de en-
trenamiento básico de la Magia del Caos, el "Liber
MMM", obligatorio para la asociación en la IOT, re-
quiere de la creación original de un ritual de destie-
rro.
CDL
Los Sigilos
igilo es un símbolo creado para un propósito
CDLI
ra ha llegado a ser un elemento popular de la magia
occidental.
La sigilización
2. Caminos disponibles:
CDLIII
3. La intención al símbolo huésped:
CDLIV
Caminos populares para la Gnosis incluyen: rodar,
cantar, visualizar, bailar, sobrecarga sensorial o su
privación, y estimulo sexual. Otro estado alterado es
la Vacuidad Indiferente una especie de estado de
aburrimiento y desazón. Un ejemplo de sigilización
por este camino es juguetear con sigilos mientras se
está en medio de una conversación poco divertida, pe-
ro en la que necesita tomar notas.
5. Fuego:
Es decir, simplemente la proyección del sigilo al va-
cío o universo en el pico de la Gnosis/Vacuidad.
Ejemplos de eso son el orgasmo, llegar a un estado
de desmayo por hiper ventilación o hacer una pregun-
ta sobre la conversación aborrecida que supuesta-
mente estaba oyendo.
6. Olvido:
Una vez disparado su sigilo, se debe olvidar la inten-
ción original y dejar que el Efecto Mariposa (el “sea
lo que sea”) siga su curso. Olvidar aquello que se pi-
CDLV
dió puede ser en muchas ocasiones la parte más difí-
cil del proceso. No es malo que la intención no sea
exactamente aquello que realmente uno quiere (por
eso, comenzar a sigilizar cosas que realmente no le in-
teresan es una buena manera de experimentar), pero
es más difícil trabajar con algo que realmente quiere
que acontezca.
Los constantes cambios en la red de deseos, miedos,
fantasías, etc. que se mueven dentro de nuestra mente
pueden ser comparadas a un jardín, pero muy exigen-
te y de tremendas dimensiones, con flores, semillas,
larvas, y una gran cantidad de material de jardinería
enterrado. El proceso de sigilización puede ser com-
parado con el hecho de obsesionarse con ampliar el
jardín. Usted primero aísla una planta (su intención),
la separa de las otras, la alimenta, riega y acaricia
hasta que ella comienza a destacarse de las otras y es
claramente visible en el paisaje, y de repente se abu-
rre con este trabajo y entra a su casa a ver televisión.
El truco es que la próxima vez que vaya a su jardín no
prestarle atención a la planta con la que se esmeró
CDLVI
tanto. Si la intención se enredase con todos los pen-
samientos y deseos que rondan en su cabeza, tender a
proyectar varios resultados posibles, planear lo que
va a hacer con el dinero cuando éste llegue, quién la
va ayudar con la jardinería, etc. De esta forma el de-
seo comienza moverse de aquí para allá en sus pen-
samientos, disminuyendo así las probabilidades de
que se manifieste cómo usted quería.
Una actitud útil a tener en cuenta cuando se lanzan
sigilos es, una vez proyectados al universo, tener la
certeza de que éste va a funcionar, y que no necesita
de hacer más esfuerzo para ese fin. Tal confianza
tiende a surgir tras haber tenido éxito con otros sigi-
los. El resultado aparece cuando el deseo queda la-
tente, es decir, cuando se olvidó completamente y
desistió del efecto.
La Construcción de Sigilos
Métodos de Sigilización
I. Método de palabras
V. Método tradicional
CDLVIII
Las primeras tres técnicas casi se explican por sí
mismas, las primeras dos utilizan un deseo verbali-
zado para formular un Sigil y la tercera lo hace me-
diante una representación gráfica de éste. El cuarto
método utiliza una forma de autosugestión similar al
"puro automatismo psíquico" del Surrealismo o la
"escritura automática" del espiritismo, aunque las di-
ferencias con estos otros dos métodos se harán más
claras tras la explicación. El último método incorpora
símbolos mágicos tradicionales (como los símbolos
planetarios) y determinados Sigils (como por ejemplo
"los cuadrados mágicos") en oposición a símbolos
personales, aunque en cierta manera pueden unirse
si uno es familiar con estos símbolos.
I. Método de Palabras
CDLIX
SEO ESTAR SANO". Es bueno también agregar aquí
que si se utiliza siempre el mismo prefijo (Por
ejemplo "YO DESEO..." o "ES MI VOLUNTAD...") para
todos los Sigils, es posible crear una unión entre
ellos. Una vez que el deseo ha sido escrito (se re-
comienda utilizar mayúsculas), debe ser reescrito,
pero omitiendo las letras cuando estas se repiten.
Por ejemplo: "YO DESEO ESTAR SANO" se transfor-
ma en "YODESTARN", una vez que tienes este glifo
debes darle su forma gráfica. Una forma de ésta
podría ser así:
CDLX
II. Método de Mantras
CDLXI
III. Método Gráfico
CDLXIII
a una imagen que te satisfaga. No es necesario que
haya similitud entre el original y el producto final, con
que la imagen final tenga como inspiración los prime-
ros esbozos es suficiente.
Para ambos métodos es aconsejable construir un
mantra y entonarlo mientras se dibuja.
V. Método Tradicional
CDLXIV
Hay bastantes argumentos a favor y en contra de este
método. Por ejemplo, los símbolos suelen estar muy
estereotipados, especialmente a nivel popular, y son
utilizados para reforzar asociaciones y significados
sin evaluarlos. Pero también es posible decir que lo
mismo sucede con todo lenguaje (todo lenguaje es un
sistema circular de referencias y significados) y, que
como en todo lenguaje, el Individuo traza con estos
símbolos su propia historia y verdades idiosincráti-
cas. Este lenguaje nos lleva hacia quienes los desa-
rrollaron y usaron dentro de las "tradiciones mistéri-
cas", es por lo tanto responsabilidad Individual en-
contrar, exponer y mutar las grietas y los significados
de estos sistemas legados.
CDLXV
letras que conforman el glifo. El Sigil para
"YODESTARN" resultaría así:
CDLXVI
drados planetarios personalizados. Hay muchos mé-
todos para determinar las atribuciones numéricas del
alfabeto español. La más sencilla es: A=1, B=2,
C=3, D=4, Etc.... Pero esta suele ser la menos satis-
factoria. Otro método suele ser atribuír a las prime-
ras diez letras números del uno al diez, para las si-
guientes: 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90, 100, 200,
300, 400, etc.… también es posible continuar atribu-
yendo otros números a combinaciones como "CH" o
"LL".
Otro sistema utiliza una estrella de veintiséis puntas
(uniendo cada punta con la séptima punta siguiente) y
colocar una "A" en la punta superior y continuar con
al alfabeto siguiendo un orden inverso a las agujas
del reloj.
Para utilizar cualquiera de estos sistemas no es ne-
cesario seguir estrictamente la tradición y las adapta-
ciones personales suelen ser más efectivas.
CDLXVII
Variaciones
CDLXVIII
la practicidad con respecto a la técnica de activación
del Sigil.
Activación de Sigilos
Postura de la Muerte
Otras técnicas implican trabajar con estados en los
cuales el cuerpo queda exhausto, usualmente se lo lo-
gra con mantener posturas no confortables, extenuan-
tes e incluso hay quienes prefieren posturas doloro-
CDLXIX
sas. La "postura de la muerte" creada por Austin
Osman Spare es un buen ejemplo. Una de las ver-
siónes de la postura de la muerte implica bloquear
los ojos, las orejas, la nariz y la boca con los dedos u
otro aparato. Y esto debe ser mantenido hasta que
sientas que ya no es posible más, hasta que estés ro-
zando "el otro lado". Por supuesto que esta técnica no
es aconsejable a quienes no gocen de perfecta salud.
Otra versión de la postura de la muerte consiste en
cruzar las piernas invirtiéndolas colocando un muslo
sobre el otro (de manera que la pierna derecha queda
a la izquierda y la pierna izquierda a la derecha) tan
fuertemente como sea posible y mantener esta postu-
ra más allá de los niveles en que resulta soportable.
Una tercera variante de la postura de la muerte con-
siste en pararse en una o dos piernas y estirarse ha-
cia arriba tanto como sea posible hasta quedar ex-
hausto (ver el dibujo de Austin Osman Spare aquí a
la derecha). El girar y otras técnicas de desorienta-
ción también pueden ser utilizadas para obtener el
mismo resultado. Cualquier técnica de la postura de
CDLXX
la muerte puede ser combinada con mirar fijamente
un espejo y esto tiende a aumentar el efecto. Por su-
puesto que es posible utilizar espejos de otras formas
para cargar Sigils sin recurrir a la postura de la
muerte.
Otras Técnicas
La intensidad emocional sea probablemente el méto-
do más complicado, ya que las emociones extremas
son más difíciles de evocar que otras formas de in-
tensidad. Probablemente el miedo sea la forma de in-
tensidad emocional que resulta más sencilla para
muchos, aunque es conveniente tomar precauciones
frente a su uso. ¡Combinaciones entre paracaidismo y
Sigils no es algo que no se haya intentado!
Por fuera de la técnica que se elija, el trabajo mental
resulta bastante similar. Algunos sostienen que es
esencial no pensar en el objetivo del Sigil en este
momento, sin embargo, el proceso de Sigilización ya
está diseñado para evitar problemas con la "ansiedad
de resultado" (que podría traducirse en nerviosismo,
CDLXXI
miedo del fracaso o el éxito, etc. e interferir con el Si-
gil.
Entonces, durante el procedimiento, y sobre todo en
sus momentos pico, concéntrate en el Sigil mismo.
Si te resulta difícil la visualización mental de éste,
entonces obsérvalo con los ojos absolutamente abier-
tos hasta que ya no puedas soportar. Gritar la pala-
bra de poder o mantra del Sigil puede ser beneficio-
so, especialmente si el mantra fue entonado durante
la operación.
CDLXXII
invocación y evocación; sin excepción este último caso
es la manera más poderosa de obtener un sigilo. No
trataremos en este escrito de los sigilos creados por
los magos del caos, o el caoísmo, sino a los sigilos
tradicionales que figuran en los varios grimorios
reputados de la antigüedad. El lector debe tener pre-
sente, que la técnica que se expondrá a continuación
sirve también para cargar no solo sigilos, sino cua-
drados mágicos como los que figuran en la operación
de Abramelín el Mago.
La condición indispensable para que este tipo de ma-
gia con sigilos funcione se puede resumir en la si-
guiente fórmula mágica: M= V+T+I, donde la letra
M es Magia, la cual es igual a la suma de la volun-
tad del mago para que el efecto ocurra, más el del es-
tado de trance que se consigue con la longitud de on-
da cerebral denominada Theta(T) más la imaginación.
Voluntad (deseo), estado alterado de consciencia
(Theta, que a su vez generará Gamma, como ya expli-
caremos posteriormente) y la imaginación (I) de lo
que queremos conseguir, son los elementos indis-
CDLXXIII
pensables básicos para que esta operación mágica
funcione, si falta algunos de ellos, la operación no
surtirá el efecto deseado. o su efecto será débil y poco
preciso.
Sincronización Tetragramática
CDLXXIV
concentración... Si bajamos más abajo de los 14 Hz,
nos sentiremos profundamente relajados; normal-
mente este es el estado antes de caer dormidos, y a
este estado se le denomina, estado Theta, y como tú
"caes " más profundamente tú llegas al estado Delta,
que es el estado de sueño; cuando dormimos estamos
en Delta. Normalmente tú caes en Theta solo durante
unos pocos segundos antes de caer dormido, y duran-
te este tiempo en Theta es cuando tú podrías tener al-
guna experiencia sobrenatural, si este estado Theta
es sostenido el suficiente tiempo, el mismo estado
Theta generará ondas Gamma, y aquí, en este estado,
propiamente hablando, es donde tu tendrás una expe-
riencia sobrenatural. Lo que a nosotros nos interesa
en este momento, es sostenernos el suficientemente
tiempo en Theta para generar Gamma y acceder a es-
ta experiencia alterada de consciencia y trascender al
mismo tiempo la prisión del cuerpo y de los cinco
sentidos para operar en otras dimensiones o planos
de consciencia subjetivos. En este escrito lograremos
este estado de consciencia, fácilmente y durante el
tiempo suficiente para abrir una puerta al subcons-
CDLXXV
ciente y comunicarnos con una Entidad cualquiera, ya
sea demonio, ángel, espíritu o inteligencia elemental o
planetaria.
Procedimiento
Lo primero que necesita es una silla, de espaldar
recto, tenga una mesa frente Ud. donde pueda des-
cansar relajadamente sus brazos, elija su objetivo, y
dependiendo de su meta u objetivo escoja el sigilo de
una Entidad que precisamente le ayude a conseguir
ese objetivo, para ello puede consultar grimorios an-
tiguos: El goetia, el Grimorio del Papa Honorio etc.
Una vez elegido el sigilo de la Entidad, dibújelo lo
más exacto posible con tinta de color negro en un pe-
dazo de papel o en un pergamino, el tamaño del papel
o pergamino debe ser grande suficiente para que Ud.
lo mire de un vistazo y claramente: digamos de unas
cinco pulgadas, más o menos las dimensiones de la
palma de la mano abierta; esas deben ser las dimen-
siones del sigilo aproximadamente. Ponga su sigilo
sobre la mesa boca abajo, es decir, ocultando la parte
donde esta dibujada el sigilo, la mesa deberá estar
CDLXXVI
despejada sólo cubierta por un mantel negro y a cada
extremo de la mesa coloque un par de velas; deben
ser dos cirios negros para trabajar con entidades
demoniacas o dos cirios blancos si prefiere trabajar
con Entidades angélicas o usar otros colores plane-
tarios que considere que representan a la Entidad o a
la meta del trabajo, siéntese en la silla con la columna
recta y los brazos descansando sobre la mesa con las
palmas boca abajo, luego mire hacia el horizonte o en
un punto donde converjan dos líneas y retraiga su
mirada suavemente (nunca fuerce sus ojos) hasta que
la vista ante Ud. sea borrosa, continúe mirando al
punto entre las líneas del horizonte seleccionado, poco
a poco verá como ambos convergen, respire tranqui-
lamente y a su ritmo y concéntrese, mientras mira fi-
jamente el punto , en su inhalación y exhalación déje-
se llevar por esta agradable sensación, poco a poco
verá que en la visión ante Usted aparecen puntitos
luminosos, como lluvia estática, esto indicará que
Ud. se encuentra en el estado Theta, en este estado
levante el sigilo boca arriba y contemple el sigilo con
la misma mirada retraída, el sigilo comenzará a bri-
CDLXXVII
llar con una especie de aura a su alrededor, otras
personas lo verán como flotando, o tridimensional,
otras verán que partes del sigilo desaparecen y vuel-
ven a aparecer, algunos de estos fenómenos o todos,
si Ud. puede experimentarlos en su primer ejercicio
con un sigilo, le indican que la conexión entre Ud. y la
Entidad ha sido establecida, ahora sin dejar de mirar
retraídamente el sigilo sienta e imagine su deseo ya
cumplido, si es una cantidad de dinero lo que desea
vea este dinero en sus manos, si es una persona; vea
a esta persona junto a Ud., si es algo más abstracto
como felicidad o paz para sí mismo, o todo lo contra-
rio para un enemigo, sienta estos sentimientos mien-
tras contempla el sigilo ante Ud. etc. manténgase en
esta actitud frente a su sigilo durante tres o cinco mi-
nutos al menos, cuando sienta que ha sido suficiente
la carga de su sigilo voltéelo boca abajo, bata las
palmas tres veces (esto le ayudará a salir de la sin-
cronización Thetagammática y por consiguiente de su
estado alterado de consciencia), levántese de la silla,
recójalo todo si el lugar donde está no es su cámara
ritual o semejante, guarde su sigilo en lugar seguro,
CDLXXVIII
y olvídese de toda la operación. ¡Muy importante!!,
olvide la operación e incluso su deseo y cuando su
deseo se haya cumplido queme el sigilo, no conserve
este sigilo a no ser que quiera hacer otra operación
con la misma Entidad. Si no lo hace el espíritu a tra-
vés del sigilo seguirá estando "colgado" en su vida y
podrá hacer cosas de acuerdo a su naturaleza inde-
pendientemente de su voluntad, por tanto, destruya el
sigilo y de las gracias una vez se haya cumplido su
deseo.
CDLXXIX
Ars Goetia
Sigilos de los Demonios del rey Salomón
CDLXXX
Nombres y Jerarquías
De los demonios del Ars Goetia
CDLXXXI
CDLXXXII
CDLXXXIII
CDLXXXIV
CDLXXXV
CDLXXXVI
CDLXXXVII
CDLXXXVIII
CDLXXXIX
CDXC
CDXCI
CDXCII
Estos son los poderosos Príncipes y Reyes que el Rey Salomón encerró en
una botella de bronce junto con sus legiones, de los cuales Belial, Bileth, Asmo-
day y Gaap eran jefes.
Es de notar que Salomón hizo esto por el orgullo de ellos, ya que nunca declaro
otra causa. Cuando los, hubo encerrado y sellado la botella, los lanzó, por medio
del poder divino, a un profundo lago o pozo en Babilonia. Los babilonios, que-
riendo ver tal cosa, buscaron en todo el lago, para romper el vaso, creyendo en-
contrar grandes tesoros, pero cuando lo hubieron roto salieron inmediatamente los
espíritus con sus legiones y fueron restaurados a sus lugares anteriores, con ex-
cepción de Belial, que entró en cierta imagen, y daba res-puesta a aquellos que le
ofrecían sacrificios y adoraban esta imagen como su Dios.
CDXCIII
Otros Sigilos Demoniacos
CDXCIV
Otros Símbolos
קליפות
קליפה
קליפות
שהריאל Σαθιήλ
CDXCV
CDXCVI
CDXCVII
CDXCVIII
CDXCIX
D
DI
DII
DIII
DIV
El Sendero de la
Mano Izquierda
Orígenes
DVI
dios. Posteriormente el uso de esta terminología
se hizo popular en el esoterismo occidental.
El Camino de la Mano Izquierda, también de-
nominado Trayecto o Sendero de la Mano Iz-
quierda, en inglés Left Hand Path se refiere a un
término generalmente utilizado en círculos esoté-
ricos y mágicos de difícil definición, ya que puede
tener diferentes connotaciones. Generalmente se
le incluye como opuesto (aunque no necesaria-
mente enemigo) del Camino de la Mano Derecha
o Right Hand Path.
Existen diferentes definiciones respecto al signi-
ficado del término. Algunos ocultistas como He-
lena Blavatsky lo asocian como dos términos
antagónicos, refiriéndose el Camino de la Mano
Derecha a la magia blanca y el de la Mano Iz-
quierda a la magia negra, es decir, a la magia
más agresiva que se utiliza para lastimar a los
demás y romper su voluntad.
DVII
Otros ocultistas, sin embargo, consideran que
esta visión es reduccionista y simplista y que la
Mano Izquierda no necesariamente es sinónimo
de una conducta inmoral, antiética o maligna.
Culto y Credo
DIX
Perspectiva Psicológica
DX
alguna bajo un prisma racional o empírico, más
allá de lo postulado por los estudios realizados
en algunas corrientes de psicología. En este sen-
tido los estudios de psicología transpersonal son
de gran interés para el estudiante.
“La psicología transpersonal es una rama de la
psicología que integra los aspectos espirituales y
trascendentes de la experiencia humana con el
marco de trabajo e investigación de la psicología
moderna. El término transpersonal significa
“más allá” o “a través” de lo personal, y se refie-
re a las experiencias, procesos y eventos que
trascienden a lo que consideran una limitada
sensación de identidad y que permite experimen-
tar una realidad mayor y más significativa. 1
Sus investigadores estudian lo que consideran
los potenciales más elevados de la humanidad y
del reconocimiento, comprensión y actualización
de los estados de conciencia unitivos, espiritua-
les y trascendentes. 2 Dados sus contenidos y
DXI
metodologías, la psicología transpersonal se la
considera dentro del marco de la Psicología
Humanística y del Desarrollo Personal. Consti-
tuye una comprensión diferente del psiquismo, la
salud, la enfermedad y el desarrollo personal y
social.”
Perspectiva Teísta
DXII
“Para la psiquiatría, este tipo de pensamiento,
que por definición se opone al pensamiento lógi-
co, es más frecuente entre los niños, y en las per-
sonas pertenecientes a sociedades primitivas
contemporáneas que se guían por la costumbre
ralentizando el desarrollo socio-cultural. El pen-
samiento mágico también suele estar presente,
en las personas con trastornos de tipo obsesivo-
compulsivo.
Estas personas realizan una serie de rituales es-
tereotipados, para librarse de algunas ideas ex-
trañas que las asaltan de forma repetitiva e in-
sistente, a pesar de que ellas mismas las consi-
deran con poco fundamento o completamente ab-
surdas: ideas obsesivas.
Es más que probable que elementos básicos del
comportamiento cultural humano, tengan su ori-
gen en trastornos obsesivo-compulsivos, que lo-
graron la aceptación social, y resulta evidente
DXIII
que este esquema pervive hoy en las sociedades,
en las que el pensamiento científico se ha im-
puesto al mágico pero sin llegar a reemplazarle
de verdad o completamente, en el núcleo del psi-
quismo humano, ya que, obviamente, a muchos
individuos el pensamiento lógico no les ha logra-
do dar respuestas a todos sus miedos, con la efi-
cacia psicosocial de las explicaciones emociona-
les, elaboradas por el pensamiento mágico, a fin
de eludir la ansiedad. (Véase: Mecanismo de de-
fensa).
Según el Cfr. Pepe Rodriguez, el pensamiento
mágico —desde sus inicios y, aún actualmente,
en todas las culturas primitivas contemporá-
neas— cumple un papel fundamental para afian-
zar la supervivencia del ser humano y en nume-
rosos casos, impulsar su desarrollo cultural.
Sin la aparición del pensamiento mágico, el ser
humano aún permanecería anclado en sus prime-
ros estadios de evolución.
DXIV
Así, se supone que durante el paleolítico y en
culturas afines actuales, para el individuo su-
persticioso, la superstición cumple un papel po-
sitivo de estabilidad para la psiquis, por medio
de los mecanismos de defensa.
El agua, en sus diferentes manifestaciones; la
luna y el sol, que determinaban muchos compor-
tamientos de los seres vivos, incluidos los de los
humanos; los ciclos estacionales sucediéndose
con periodicidad; el volar de las aves; la capaci-
dad reproductora de los seres vivos, la serpiente;
el ciclo vital de árboles y plantas de los que de-
pendían su supervivencia; las características es-
pecíficas de los grandes animales: bóvidos, cér-
vidos, felinos, osos, jabalíes, etc. que les eran
más próximos y accesibles.
Todos esos elementos, conjugados con el pen-
samiento mágico, permitieron construir, median-
te analogías, las primeras abstracciones capaces
DXV
de facilitar una interpretación del micro y del ma-
crocosmos, una base que posibilitó emprender
las primeras clasificaciones del universo, perci-
bido por los sentidos, ordenando sus elementos
y fenómenos dentro de un conjunto de categorías
coherente, y, en consecuencia, alejaron a nuestra
especie de la incertidumbre, creando orden y cer-
teza allí donde no parecía haber más que caos.
De lo útil de ese intento, da fe el hecho de que la
totalidad de esas abstracciones simbólicas, aún
perviven y tienen vigencia entre las supersticio-
nes y religiones actuales.”
A ojos de ciertas instituciones religiosas como la
iglesia católica, todo es catalogado de un modo
simplista como “satanismo”. Lo cierto es que el
satanismo y sus muchas variantes, es solo uno
de los muchos ejemplos de camino que podemos
encontrar en el sendero de la mano izquierda.
DXVI
El fuerte carácter transgresor, individualista, y
contestatario, existente en el LHP, propicia que
todo grupo en cuyo seno tengan lugar practicas
transgresoras, moralmente condenadas, o extra-
ñas por ser poco comunes o raras, sean suscep-
tibles de incluirse en el LHP.
La rebeldía contra lo establecido, y la búsqueda
de libertad y conocimiento individual, hace que
podamos encontrar prácticas y creencias dignas
de catalogarse como LHP en casi cualquier par-
te. Podemos encontrarlas en ciertas ramas de
brujería, en ciertos credos neopaganos, en algu-
nas herejías cristianas, y casi en cualquier parte
del mundo, además de naturalmente, en toda
suerte de grupos específicamente dedicados a di-
chas prácticas. Desde grupos ocultistas occiden-
tales a sectas indias como los Aghori, iglesias
satánicas, cultos vampíricos, grupos aislados de
brujería ecléctica, cultos de Santería, palo santo,
DXVII
macumba y vudú, practicantes individuales de
toda índole, etc.
Obviamente para los practicantes de algunos de
dichos cultos, sus prácticas son consideradas
por sus miembros como una religión y no ve en
ellos nada pernicioso formando parte de su cul-
tura y tradiciones. Como vemos esto dificulta
enormemente la clasificación a tal efecto.
DXVIII
Conclusiones
El camino de la mano izquierda o sendero iz-
quierdo, es aquella doctrina que se opone a la de-
recha de Dios Padre. Desde la antigüedad, se
ha contado la historia sobre la gran lucha de las
fuerzas primarias, la luz y la oscuridad. En los
Zoroastrianos; Ahura Mazda representa a la luz
y Ahriman a la oscuridad. En el judeo-
cristianismo es Dios y Satanás. Mientras que
en el judaísmo es YHVH (Yahvé) y Samael.
El camino comprende un acercamiento muy per-
sonal por parte del adepto, por eso es costumbre
ver como estas “sectas” se descomponen rápi-
damente después de haber iniciado. Es realmente
difícil encontrar un maestro verdadero en el sen-
dero, por eso lo más común es que muchos se
autoinician bajo métodos propios. A diferencia
del camino de la mano derecha, el dogma aquí no
existe, no hay culto, rendición, sumisión o temor,
no existe el castigo, porque no es necesario, to-
DXIX
dos los Dioses y Diosas existen y viven a tra-
vés del hombre y la mujer.
El sendero izquierdo no debe confundirse con el
satanismo hollywoodense de Anton Lavey, no se
puede estar ni cerca de comparar, ese recicle de
pensamientos filosóficos sobre la individualidad
del hombre, disfrazados de un ego esnobista que
pretende representar la oscuridad a lo que real-
mente es el estudio, práctica y vivencia de un ca-
minante real del sendero izquierdo. Lastimosa-
mente esta ha sido una de las caras con las que
se asocia este tipo de prácticas oscuras. Para un
real adepto al camino, considerarse a sí mismo
como un adorador de Satanás, viéndole como
una entidad superior, es una autodegradación, un
insulto a sí mismo. Nada es superior al propio
hombre.
Alejandro Aristigueta
DXX
El Sendero Izquierdo es el
Balance y el Autoconocimiento
DXXI
de una forma totalmente distinta a como viven
las ovejas del pastor, fuera del Edén de la socie-
dad; los hijos de Caín siempre estarán malditos
y agradecidos por ser expulsados del paraíso
demiurgo (la conciencia de YHVH).
Este es el camino donde realmente se abre el au-
toconocimiento, aquello que jamás se ha visto de
sí, comienza a desvelarse ante los propios ojos
del iniciado. Sus más grandes temores, miedos,
tristezas, rabias, pesadilla y deseos más profun-
dos se harán presentes y devorarán lo que su-
puestamente ha conocido de sí mismo.
DXXIII
Religiones, Cultos y
Organizaciones
DXXIV
mental dedicada al activismo político y cultural con sede en
Salem, Massachusetts.
Fraternitas Saturni: La fraternidad se originó en
Alemania en 1925, se fundó formalmente en 1928 por
Gregor A. Gregorius Sus doctrinas son muy eclécticas.
Prestan poca atención al Tarot y la Kabbalah y destacan
la magia demoníaca, la magia sexual y el uso del péndulo y
los espejos mágicos.
Iglesia Mayor de Lucifer: una organización que "si-
gue una filosofía y es una religión no dogmática”. La
IML se enfoca más en las enseñanzas basadas en el
mundo práctico.
Iglesia Neo – Luciferina: es una organización
Gnóstica Luciferiana con raíces en el esoterismo occiden-
tal, Thelema y la magia.
La Iglesia de Satán: La Iglesia de Satán es una or-
ganización religiosa con estatus legal reconocido en Esta-
dos Unidos, fundada el 30 de abril de 1966 por Anton
Szandor LaVey en San Francisco, California, en celebra-
ción de la Noche de Walpurgis, día que según su sistema
sería considerado como el inicio del año I del reinado de
Satanás.
La Orden de los Nueve Ángulos: es un culto satá-
nico fundado en Reino Unido, junto con varios grupos afi-
liados de otras partes del mundo en la década de 1960, pe-
ro mejor conocido hasta la década de 1980. Atrajo la aten-
DXXV
ción de muchos por sus ideologías neonazis y su activismo.
Al tener un enfoque "satanista tradicional", se ha identifi-
cado que también incluye creencias y ritos herméticos
y neopaganos.
Sociedad del Dragón Rojo: también conocido como
la Ordo Draconis et Atri Adamantis, es una orden mágica
fundada la noche de año nuevo de 1989 en Suecia. Sus
miembros estudian el ocultismo desde una perspectiva
práctica, y exploran la magia oscura a través de sus dife-
rentes manifestaciones.
Thelema: La escuela de libre pensamiento fundada por el
escritor británico Aleister Crowley, basada en el mito de
muerte y renacimiento del dios egipcio Osiris, identificado
por los luciferinos como la versión egipcia de Lucifer. The-
lema es una filosofía de vida basada en las máximas, "Haz
tu Voluntad, será toda la Ley," y "Amor es la Ley, Amor
bajo Voluntad es la Ley".
Yazidismo: El culto yezidi aunque monoteísta, también es
angélico y rinde culto al Ángel Pavo real, Melek Taus,
identificado con Lucifer. Los yazidas creen que Melek
Taus se rebeló contra Dios para dar conocimiento al
Hombre, pero fue perdonado y restaurado como jefe de los
ejércitos celestiales.
DXXVI
Ritual del Pentagrama
DXXVII
lizado aquí para bloquear el pensamiento discursivo. Fi-
nalmente, la secuencia inicial, en la que se visualiza una
luminosidad en varias áreas del cuerpo, reforzadas por los
mantras individuales I, E, A, O, U, es repetida. El ritual
puede ser modificado a voluntad, por ejemplo, se puede se-
leccionar un color para cada luminosidad, o es posible tra-
zar más pentagramas tanto arriba como abajo y así formar
una esfera alrededor del operador.
Este ritual puede tener distintos objetivos, por ejemplo:
-Establecer el balance, la concentración y el control antes
de un ritual más complejo.
-Como un ejercicio de visualización.
-Como un exorcismo preliminar de un fenómeno psíquico o
mental no deseado.
-Como ayuda a la curación, en especial la autocuración.
Este Ritual implica la visualización de imágenes de lumi-
nosidad en partes específicas del cuerpo. Estas áreas se
corresponden con los chacras corporales de algunas tradi-
ciones orientales, aunque no de otras. En realidad, no es
demasiada la congruencia que tienen entre sí los distintos
sistemas orientales. Aunque la función de casi todos estos
sistemas se la de crear imágenes psíquicas de distintas
DXXVIII
partes del cuerpo para facilitar un mejor control psicoso-
mático. El Ritual Gnóstico del Pentagrama recibe su
nombre como un homenaje a ciertas escuelas mágicas de la
antigüedad que diseñaron la fuerza mágica del universo
IAO: Abraxas
Procedimiento Ritual
DXXIX
Igual que el punto 2. pero con el sonido "U" (un ¡uuuuuu!
profundo) en el área genital/anal.
Repite el punto 6. Luego los puntos 5, 4, 3, 2, 1, es decir,
vuelves a repetir lo mismo, pero en dirección inversa, des-
de el área genital hasta la cabeza.
Inhala profundamente. Exhala lentamente, formando cada
uno de los sonidos de IEAOU, mientras que con el brazo
izquierdo dibujas un pentagrama, que debes visualizar
fuertemente.
Haz un cuarto de giro hacia la izquierda y repite el punto 8,
luego repite la misma operación, dibujando siempre un
pentagrama (y visualizándolo) mientras entonas el mantra
IEAOU hasta que vuelvas a estar parado en la dirección ori-
ginal.
DXXX
Ritual de Destierro
DXXXI
4. Gira hacia el este. Da un paso adelante con tu pie iz-
quierdo y dibuja un pentagrama invertido en el aire con tu
mano izquierda y di lo siguiente:
DXXXII
7. Regresa al centro de la esfera. Ahora invocarás a Set.
(Esta parte debería ser obviada cuando este destierro es
usado al final de un ritual.)
"Yo invoco a Set, quien todas las noches mata violenta-
mente a Apep. Destruyendo al trasgo del Caos, yo creo li-
bertad para mí mismo. Tengo la libertad de crear cualquier
orden que deseo por para mí mismo, y tengo la libertad pa-
ra destruirla. Tengo la virtud de cambiar a voluntad, y a
través del cambio puedo ser".
9. Risas.
DXXXIII
Ritual de la Cruz de Sangre
Preparación:
DXXXV
dad lo que proviene de éste otro. Grita ET-
HENG.
5. Repite lo anterior en el oeste, con una luz azul
emanando desde el pentagrama.
6. Repítelo en el sur. La luz ahora es roja.
7. Regresa al centro de tu lugar de trabajo y repi-
te el mantra ETHENG, hasta que un estado
profunda gnosis es alcanzada. Marca una "x" en
el papel rojo con tu sangre. Coloca los trozos de
uñas, cabellos, objetos o collage sobre el papel
rojo. Quema el papel (con cuidado de no provocar
un incendio a la vez de no perder la concentra-
ción).
8. Cierra el Vortex. Destierra con risa, y si lo
deseas realiza un destierro formal. (Yo lo acon-
sejaría ya que se ha trabajado con Magia Roja y
Marte que son energías o arquetipos fuertes)
DXXXVI
Ritual de la Venganza
Psicodrama demoniaco
DXXXVII
motivado se desarrollará. Inversamente, si la
venganza y la dominación adoptan un papel muy
importante, entonces se convierten en demonios,
los cuáles actúan auto-destructivamente. Los
daemons o los demonios de venganza y domina-
ción son en realidad una sola entidad con dos ca-
ras. La voluntad de vengarse proviene de la do-
minación, la opresión, abuso y dominación que
una persona pueda experimentar.
DXXXVIII
El ritual puede ser realizado para varios propó-
sitos. Como un acto de Invocación puede ser
realizado para remediar condiciones de motiva-
ción deficiente o autoafirmación. Como un acto de
Invocación y Encantamiento puede usarse para
dar soporte a hechizos de venganza o dominación.
Puede ser realizado como un acto de Ilumina-
ción para generar la suficiente gnosis como para
arrojar el Kia al no ego, a la no mente, a la luz
blanca de la nada, al vacío creativo, al circuito
metaprogramador o como quieras llamarlo.
El Ritual
1. Declaración de Intención
Es mi voluntad invocar los demonios de la Ven-
ganza y la Dominación. (Según sea el caso)
a. Para Motivación y Afirmación
b. Para lanzar Hechizo de Venganza y Dominación
c. Como un Portal de Acceso al Vacío Creativo.
DXXXIX
2. Cuatro notas en un instrumento sonoro.
3. Visualízate a ti mismo con la forma del De-
monio de la Venganza
4. Tomando una pequeña daga astral o material
o un estilete, trazarte un cuadrado en el pecho, vi-
sualizándolo como un cuadrado negro.
5. Invocación del Demonio de la Venganza:
Mientras la visualización de la forma del demo-
nio prosigue.
Estribillo:
¡Les Infligiré Venganza Bastardos!
Es acompañado por gestos amenazadores con el
cuchillo, y es gritado después de cada línea de la
invocación excepto la última.
Conjuro
Por todos aquellos insultos que recibí en silencio
Por todas esas cosas que me hiciste hacer.
DXL
Por todos esos comentarios sarcásticos hirientes
Por todas aquellas órdenes arrogantes
Por todo aquello que te hace pensar que eres tan
bueno
Por todas aquellas veces que te saliste con la tuya
Por todas aquellas cosas que me hiciste
Por todo el dolor que me causaste
¡Tu eres peor que yo, saborea mi furia amarga!
¡VENGANZA! ¡VENGANZA! ¡VENGANZA!
6. Los hechizos pueden ser lanzados en este mo-
mento por medio de la visualización, sigilos o por
algún otro método.
7. Tres notas en un instrumento sonoro
8. Visualizarse a uno mismo con la forma del
Demonio de la Dominación mediante rotar la
cabeza y los hombros una media vuelta imagi-
nando revelar la otra cara.
DXLI
9. Tomando una gran espada astral o material o
una cachiporra, trazate un triángulo en el pecho,
visualizándolo como un triángulo rojo ardiente.
10. Invocación del Demonio de la Dominación:
Mientras la visualización de la forma del demo-
nio prosigue.
Estribillo
¡Haz lo que te digo pequeño Bastardo!
Es acompañado por gestos amenazadores del
arma y es gritado luego de cada línea de la invo-
cación excepto la última.
Conjuro
Por todas tus desobediencias estúpidas
Por todas tus insolencias presuntuosas
¡No me mires así idiota!
Por todas las dificultades que conlleva hacerte
entrar en razón
DXLII
¿No puedes ver que sé más que tú?
Yo imparto las órdenes aquí
Tus patéticas necesidades no me preocupan
Soy más importante que tú
Quiero obediencia y la quiero ahora
¡Soy mejor que tú saborea mi furia colérica!
¡DOMINACIÓN, DOMINACIÓN,
DOMINACIÓN! (Atacando con el arma)
11. Los hechizos pueden ser lanzados en este
momento.
12. Suspende las visualizaciones y destierra con
Risa para cerrar, o si es un rito de Iluminación:
Suspende la visualización del Demonio. Visua-
liza brevemente la Estrella de ocho rayos del
Caos en tu pecho. Busca ese lugar vacuo dentro
tuyo desde cuál perspectiva los demonios apare-
cen como entidades separadas. Contrasta lo ví-
DXLIII
vido de las experiencias de ser ellos con lo vívido
de la experiencia de no ser ellos. Si es necesario
piensa en las proposiciones
YO SOY DAEMONS
YO NO SOY DAEMONS
SOY DAEMONS Y NO SOY
DAEMONS
Después de un período que consideres apropia-
do destierra con Risa.
DXLIV
Ritual de Invocación de Azathoth
DXLV
estén cerrados y a menudo se irá si los ojos son
abiertos, así una venda sobre los ojos o una ca-
pucha son a menudo utilizadas. Es loco sólo en el
sentido que se comunica telepáticamente o desde
la subconsciencia (dependiendo del paradigma de
uno) mientras, y aparentemente sólo mientras, el
operador realiza glosolalia (palabrería aparente-
mente sin sentido).
Gnosis:
DXLVI
La glosolalia usualmente comienza llena de so-
nidos agresivos rudos, siendo probablemente el
indicativo de una cierta molestia de parte del
Egregor por haber sido llamado. Sin embargo, a
medida que el operador se hunde más profunda-
mente en la gnosis la glosolalia comienza a co-
brar las cualidades de un incoherente barboteo
susurrado durante el cual la comunicación entre
el operador y el Egregor toma lugar mentalmen-
te.
Tal comunicación puede generalmente ser recor-
dada a voluntad más tarde.
Azathoth es alguien que puede ser llamado el
Dios Antiguo, representando así a las podero-
sas
fuerzas cercanas al omnipresente epicentro del
Caos. El operador debería tener cuidado de enfa-
darlo convocandolo por motivos triviales o pedir-
DXLVII
le hacer cosas que están en conflicto con su natu-
raleza.
Ritual:
DXLVIII
9. Grita: ¡AZAK GRIFE DAGARSH
AZATHOTH!
10. Pronuncia en voz alta las letras del alfabeto
en orden aleatorio hasta que una glosolalia fu-
riosa comience a tomar forma.
11. Trata de hundirte en una más profunda glo-
solalia susurrada.
12. Interacción con el Egregor.
13. Destierro / Exorcismo: Si es necesario esto
debería ser realizado por un asistente, hasta que
el operador responda a su nombre y pueda reali-
zar el Ritual Gnóstico del Pentagrama o ritual
de destierro similar
DXLIX
Ritual de Invocación de Nyarlathotep
DL
Materiales Requeridos
El Ritual
DLI
comenzarán a entrar en un estado de trance. Las
flautas ejecutándose (los tambores son igual de
efectivos).
1. Los participantes pueden estar sentados o de
pie. Se comienza a cantar o recitar el mantra (no
al unísono) NYARLATHOTEP en tono pro-
fundo y gutural. Visualiza al Hombre Negro (es
decir Nyarlathotep).
2. Mientras construyen LENTAMENTE (de
1/4 de hora a del 1/2 hora) un estado frenético,
los participantes dejarán sus cuerpos gesticular
libremente. Abandona el control de tu cuerpo ...
parecerá como que alguien o algo está usando tu
cuerpo para gesticular, bailar, etc. No te le opon-
gas. Este proceso puede llegar a ser lento y si-
nuoso ... salvaje y caótico... dejale fluir.
3. Continúa con el mantra, dejando el tono y ran-
go ir adonde deseen. El orador empieza el conju-
ro:
DLII
El Conjuro
DLIII
NYARLATHOTEP TELAL ALAL
GUÍANOS HACIA NUESTRO DESEO
GUIA LA VOLUNTAD DE AZATHOTH
HACIA NUESTRO DESEO
HAY OFRENDAS OSCURAS
Y LOCURA EN NUESTRO DESEO
NOSOTROS SOMOS NUESTRO DESEO... ¡ÓYENOS!
¡AZATHOTH!!! DEPENGA BYFETH
CHO REMAN / URGARTH
ABRE LOS REINOS DEL SUEÑO DE CTHULHU
HACIA NUESTROS VAGABUNDEOS NOCTURNOS ...
QUE PUDAMOS COMPARTIR LAS MURMURACIONES DEL SUEÑO
DE AXBIM VAWAJEZA NAGUZ
EN NUESTROS SUEÑOS
Y EN LOS DE AQUEL QUE DUERME
LA CIUDAD SUMERGIDA DE R'LYEH
PERMITE QUE SUS SUEÑOS EXPRESEN DENTRO NUESTRO
AQUELLO QUE DEBERÍAMOS CONOCER
AZATHOTH AXBIM JECHOVOG
BOXATONG CHO LAXENGAB
¡MEDIANTE NYARLATHOTEP ESCÚCHANOS!!!
NYARLATHOTEP ES TU VOLUNTAD
Y SU VOLUNTAD ES LA NUESTRA
DLIV
NYARLATHOTEP TU SEMILLA
EN EL MORTERO TELAL ALAL
TUS NIÑOS EN EL BÁLSAMO
LOS SUEÑOS DE CTHULHU EN TELAL ALAL
ES LO QUE NOSOTROS POSEERÍAMOS
DLVI
8. Sopla la vela y siéntate silenciosamente algu-
nos minutos, entonces procede a desterrar con
risa. En un tazón cerámico o de porcelana, mezcla
el material obtenido con bastante Vaseli-
na/Karmex y así dar una porción a todos los
participantes para llevar a casa. El ungüento se-
rá aplicado en la frente antes de irse a dormir
aun mientras se dice una pequeña dedicatoria o
conjuro. Toma notas de tu(s) sueño(s).
9. Este trabajo se puede realizar un par de veces,
pero no recomendaría abusar de él.
DLVII
La Magia Sexual
La Magia Sexual
a magia sexual, en sus diversas formas,
DLXI
La gnosis puede ser lograda a través de mu-
chos métodos máagicos, sexual o no. Los escri-
tos de Austin Osman Spare han enfocado
mucho la atención en técnicas sexuales, pero a
pesar de eso muchos magos modernos pueden
ver cómo estos métodos guardan relación con
otros métodos aparentemente no sexuales como
el girar en círculos, la deprivación, el peregrinaje
meditativo y otros. Hay dos razones por las
cuales nos sentimos atraídos hacia la magia se-
xual; Es nuestro primitivo impulso natural ha-
cia el sexo combinado con el conocimiento de que
esta forma de magia es de especial e intenso
poder. Es nuestra propia atracción animal hacia
el impulso de la sexualidad que le da el poder
que esta tiene sobre nosotros y para nosotros.
Dentro de esta declaración yace una adverten-
cia necesaria: La magia sexual es ciertamente
DLXII
muy poderosa, y por su misma naturaleza es
una forma de magia que nos lleva a las fronte-
ras donde el control es un acto de voluntad
consciente, siempre en competencia con el im-
pulso natural de ceder a la intensidad y aban-
donar la ejecución del ritual, ceder al poder crudo
del crisol experiencial de fuego y pasión.
El Autoerotismo
El Autoerotismo es de central importancia
porque es la práactica ideal y el campo de juego.
Constituye una técnica poderosa en sí misma, y
nos independiza de compañeros. Especialmente
en los comienzos es mucho maás faácil explorar,
prolongar y amplificar condiciones orgáasmicas
de Trance. Por esta mismísima razón es po-
sible ejecutar magia sexual efectiva con un com-
pañero que no sepa nada acerca de eso, aunque
trabajar con un socio que esteá igualmente ins-
DLXIII
truido en este arte es mucho maás efectivo. La
mayoría de los amateurs creen que la magia se-
xual es algo que solamente ocurre entre partici-
pantes de un ritual, pero en realidad la mayor
parte del arte de la magia sexual es realizado
auto-eróticamente.
DLXIV
enfocar tu voluntad y reacción física. ¡Si estas en
un estado de confusión, obtendras resultados
confusos! Aquí, como en toda magia, las fron-
teras son borrosas. Un buen entrenamiento en la
práactica máagica enriqueceraá enormemente tu
magia sexual y viceversa.
DLXV
bles en su capacidad orgáasmica. Lo que quizaá
une a ambas visiones es que la intención en la
Magia Sexual se busca un resultado bien
orientado y concreto, mientras que en el Tantra,
primordialmente se trata de un resultado trans-
cendental.
DLXVI
Orgasmo vs Magis Sexual
DLXVII
que es como si fuera "invertida", de modo que
pueda regresar al mago exitosamente en la for-
ma deseada. Esta es una transformación cons-
ciente o transmutación alquímica, por lo tanto,
no se desperdicia como con el sexo no mágico.
Esta confusión del nivel etérico con el material
no es nada nueva. Ocurre típicamente cuando
los ocultistas intentan cortejar a la comunidad
científica. Ellos buscan justificar sus creencias
buscando factores materiales que se alineen con
una explicación etérica; por ejemplo, los chacras
son asignados a las gláandulas, o los campos
electromagnéticos son postulados para explicar
las fuerzas etéricas. Pero este es también un
fenómeno muy antiguo: Asi, el Yoga, con su
concepto de prana, debería ser considerado mu-
cho máas dañino que la pérdida material de se-
men. Este prejuicio y malentendido ha sido
largamente fomentado, en parte deliberada-
mente y en parte inconscientemente, y sirve pa-
ra velar la clave real de la magis sexual. No es
DLXVIII
la pérdida material de semen la que tiene que ser
evitada, sino maás bien que la energía etérica
contenida en el semen debe ser guardada, refi-
nada y almacenada o transformada en energía
maágica exitosa. En cualquier caso, la sexualidad
maágica requiere una manipulación consciente de
fuerzas etéricas.
DLXIX
Magia, Dolor y Pasión
DLXX
puede experimentar auténtico miedo o dolor,
posiblemente también placer y algun tipo de es-
timulación sexual alternativamente, y es la
mismisima intensidad de estas percepciones ex-
perienciales la que llevará al corazón de una muy
profunda gnosis ritual. Esta situación también
puede incluir reacciones psicológicas, no siempre
de una naturaleza agradable, a pesar de esto es-
tas experiencias son también deseadas por
aquellos que transitan este camino.
DLXXI
nios personales en un acto sadomasoquista,
desentrañamos lo máas oscuro y maás difícil del
viaje de la vida, y conjuntamente con la magia
de energía erótica, toda esta mierda es transfor-
mada en nuestro jardín de rosas"
DLXXII
sexual que es de beneficio para ambos (o todos
los participantes) y no hay mucha diferencia con
aquellos rituales donde un grupo de magos
comparten sus energías combinadas en un sim-
ple acto de tomarse de las manos en un círculo.
El acto máagico es hecho con una intención y a
través de métodos que son acordados de ante-
mano por todos los participantes. Nadie es
obligado o forzado, no se espera que nadie sufra
dolor o aflicción sin su consentimiento. Algunas
personas desempeñan muy bien el rol pasivo o
esclavo, y se dice que en realidad es éste quien
tiene el mayor control sobre la situación ya que
es el que mantiene el ritmo, a menudo armado
con 'palabra firme' en caso de que las cosas co-
miencen a ir máas allaá de sus paraámetros, y es
quien le da esos paráametros al activo o master...
Dirigir la gnosis máagica de una persona que
estaá sumida en trance como una forma de magia
es algo maás común que lo que a menudo cons-
cientemente nos percatamos.
DLXXIII
El acto de revolver el caldero de una gustosa
'víctima' sumergida en profundo éxtasis es
asombrosamente vampírico, desarrollando a-
sociaciones con los desmayos y la sangre de las
novelas de vampiros, apasionada, aguda, pro-
funda y a la vez tierna oscuridad con el conoci-
miento de que mi 'víctima' se me entrega vo-
luntariamente tal como los vasallos de los
vampiros ficticios se ofrecen a sus amados
amos, ofreciendo sus gargantas desnudas para
asi alimentar el apetito del demonio depredador
con la total confianza de que el vampiro preser-
varaá la vida de su siervo y que pueden sobre-
vivir para servir al poderoso vampiro otra vez.
Desempeñar el papel de 'amo' en tal situación
acarrea una pesada responsabilidad. El mago
debería estar bien versado y ser competente en
una variedad de técnicas y praácticas máagicas
con las que comenzar. Ambos (o todos) los
participantes deberían haber trabajado con mé-
todos S/M antes de intentar un ritual máagico
DLXXIV
con tales métodos. Es esencial una sensibilidad
especial por el tipo de energía que estaá siendo
invocada a través de esta clase de actividad
para el control adecuado de esta magia que es
ejecutada en los maás oscuros confines de la ex-
periencia humana. Utilizar placer y dolor y ex-
plorar la sombra psicológica no es obviamente
para principiantes o para la experimentación
irresponsable, pero es un áarea de poder funda-
mental que no puede ser ignorado, por mucho
que puede estar reprimido. Trabajar con ener-
gías potencialmente caóticas es un arte de equi-
librio en todo momento. Abrir el lado oscuro de
uno al caos y la turbulencia del estímulo senso-
rial humano no es algo para el escrupuloso. La
habilidad para guardar la calma en una crisis y
responder raápida e inteligentemente a cualquier
eventualidad, ya sea máagica o física, es una ha-
bilidad necesaria para el mago en esta situación.
DLXXV
Viaje Onírico
DLXXVII
dencia”. La fase de post-orgasmo es especial-
mente conductora para las visiones – Tanto
que los maás antiguos escritores como Grego-
rius y Spiesberger consideraron la magia sexual
como un prerrequisito baásico para los trabajos
de mediumnidad. En nuestra experiencia, el
viaje astral también es mucho maás facil cuando
estáa enlazado con la magia sexual.
DLXXVIII
operar usando términos tales como "masculino"
o "femenino" en un sentido sexual cuando trata-
mos con demonios (pero por supuesto, podemos
hacerlo en un sentido mítico). El problema es
probablemente un eco tardío de la disputa aca-
démica que ocupó a la iglesia por largo tiempo,
acerca del género de los aángeles y los demonios.
No obstante, es un hecho que los súcubos apa-
recen como seres femeninos y los íncubos como
masculinos, y ellos se comportan conforme a su
género en el coito astral. Ellos son probable-
mente definidos como demonios porque, prime-
ro, se especializan en un area limitada de acción
y no tienen mucha inteligencia independiente, y,
segundo, porque el trato con ellos no estáa libre de
peligro. La gente gusta atribuir todo lo peli-
groso a los demonios. El coito con íncubos y sú-
cubos jugó un importante papel durante el
tiempo de la caza de brujas y ha contribuido en
gran medida a nuestros prejuicios. Muchas
brujas - voluntariamente o a la fuerza - des-
DLXXIX
cribieron coitos con "Sataán" y sus vasallos, y
esta práactica fue por lo tanto condenada como
peligrosa y malvada. Si es verdad, como algu-
nos científicos han sugerido, que las solanaáceas y
otras drogas en los ungüentos de las brujas fue-
ron las responsables de las visiones eróticas,
entonces contamos quizáas con una explicación
farmacológica para este fenómeno.
Pero, de todos modos, el coito con súcubos e
íncubos puede realizarse sin drogas.
DLXXX
nudo sucede cuando empezamos a tener sueños
lúcidos. La gente que empieza con cinco o seis
sueños lúcidos, uno después de otro, son a me-
nudo reducidos a la extenuación. Dormir co-
mienza ser insatisfactorio; y en algunos casos,
puede sentirse cansancio e incluso puede sentirse
depresión. Pero, luego que se logra estabilizar
la praáctica, estos problemas desaparecen, y uno
puede disfrutar completamente de las bendicio-
nes del soñar lúcidamente.
DLXXXI
para luchar con las energías a las que accede, de
absorberlas y transformarlas.
DLXXXII
riencia antes de aventurarse dentro de la espi-
nosa áarea del coito máagico-sexual con los de-
monios.
DLXXXIII
un producto de nuestros propios seres, ayuda en
gran medida aquí esto es aplicable a los demo-
nios asi como a las deidades. Si deliberada-
mente limitas los actos de cópula con los íncubos
y súcubos, también notaraás menos tendencia
hacia la experiencia incluso puedes volverla te-
nue y poco interesante. Esto muestra al verda-
dero mago: ¡aquel capaz de dominar los maás
profundos impulsos sin necesidad de suprimir-
los y valerse de ellos de una forma un poco mas
imaginativa!
DLXXXIV
Un cuidadoso destierro final debera ser practi-
cado pero, incluso los magos mas experimenta-
dos encuentran esto duro de hacer, porque la có-
pula les deja un poco aturdidos. ¡Es necesaria
absoluta disciplina !
DLXXXV
El valor práactico del coito con íncubos y súcubos
es, por otra parte, bastante limitado y por lo
tanto no puede conducirse uno mismo sin ayuda
de la magia sexual. Solamente los magos con
una inclinación natural hacia esta praáctica,
usualmente manifiesta durante la pubertad, al-
canzan muy intensas experiencias y son capaces
de usar a los íncubos o súcubos como suminis-
tradores de energía, o incluso como demonios
familiares para apoyar su praáctica adivinatoria
o para transferir poder curativo, etc. No obs-
tante, le puedes dar una oportunidad, ya que
puede abrirte a ocultas dimensiones sexuales, y
es una excelente preparación para la cópula as-
tral con una pareja humana. El coito regular con
demonios sexuales también aumenta la propia
atracción sexual, aunque las parejas sin conoci-
miento maágico experimentaraán la atracción
mezclada con un tipo de miedo subconsciente
que es raramente admitido.
DLXXXVI
Finalmente, se debe hacer una advertencia
muy seria: la obsesión por los íncubos y súcubos
es usualmente el resultado de la intelectualiza-
ción de la propia sexualidad. También la frus-
tración sexual a nivel humano, es un mal pre-
rrequisito para la cópula con demonios sexuales.
El trabajo con íncubos y súcubos podría ser un
sustituto para las parejas sexuales humanas,
pero esto no es nada aconsejable. Cuando al-
guien busca un sustituto, entonces hay una ca-
rencia, y tal carencia siempre significa una au-
sencia de poder y el peligro de hacerse adicto a
estos "proveedores de energía". Una vez tal
adicción se ha creado, es muy difícil librarse de
ella sin un prolongado curso de rituales de des-
tierro y ejercicios.
DLXXXVII
experimentas dificultades para recordar los sue-
ños, incluye una sugestión relevante en la sen-
tencia. Prepárate bien, porque el coito es una ex-
periencia muy extraña durante las primeras ve-
ces y no puede ser realmente traducida con pa-
labras. Ciertamente, se experimenta como algo
"no-humano". Frecuentemente, se siente una
especie de insatisfacción, pero esto puede tener
su propio encanto especial.
DLXXXVIII
llamada, "trampa para espíritus", principal-
mente empleada durante los exorcismos o la
magia de combate. Por supuesto, la cópula con
demonios sexuales no esta limitada al estado de
sueño. Puedes invocarlo en un ritual cuando
estés en un trance sexual, esto es algunas veces
incluso maás intenso que una experiencia de sue-
ño. En la medida en que prestes atención a las
advertencias anteriores, no habraá límites a tu
imaginación.
DLXXXIX
Ritual para Invocar a los Cuatro
Ángeles de la Prostitución
y
E l siguiente ritual está centrado en Lilith, Naamah,
Agrat bat Mahlat y Eisheth Zenunim, llamadas fre-
cuentemente ángeles de la prostitución, y en realidad, al-
guna vez lo fueron, pues, son ángeles caídos que se rebela-
ron a los designios de Dios. El ritual se enfoca en la gno-
sis sexual y en el rol que cumplen estas cuatro diosas en la
iniciación del sendero del Qliphoth. El propósito es intro-
ducir al practicante al arquetipo de la Feminidad Oscura
tal y como es revelada a través de la Gnosis de Lilith y
sus hermanas demoniacas y mostrar cómo la sexualidad
sagrada puede ser usada de manera práctica en el Sende-
ro Oscuro.
Los Cuatro Ángeles de la Prostitución, es un título que se
le atribuye a estas entidades en la tradición cabalística.
DXC
Se describen como demonios súcubos que incitan a sue-
ños eróticos, las cuales, se alimentan de los nocturnos
fluidos seminales de los hombres durante los períodos de
sueño para así desarrollar otras entidades demoniacas o
espíritus malignos. Todas ellas son consortes de Samael,
el Príncipe de la Oscuridad y el supremo gobernante del
Qliphoth. Ellas coexisten entre el sueño y la vigilia, en la
puerta entre el mundo físico de la manifestación y el plano
astral, allí, ellas son capaces de introducir al viajero que
desean o a aquel que las invoca al lado oscuro y a los mis-
terios de su gnosis sexual, y es bajo esta premisa que se
aborda este ritual.
Sin embargo, es cierto que todas las cuatro diosas com-
prenden varias facetas y manifestaciones con las que se
puede desarrollar diversos trabajos mágicos, y, desde una
perspectiva amplia, sus enseñanzas comprenden mucho
más que simplemente la gnosis sexual. Lilith misma no es
sólo una súcubo, sino que también es la poderosa reina del
Qliphoth que, conjuntamente a su cónyuge Samael, rige
todas las cortezas del Sitra Ahra, y sus facetas y avatares
son innumerables, así, tenemos que encarna desde la épica
serpiente del Edén hasta la mismísima Muerte. Por lo
tanto, sería erróneo asumir que, con abordar sólo una face-
ta de Lilith, como es su gnosis sexual, ya conocemos la ge-
DXCI
neralidad de la diosa. Realmente su gnosis es compleja, no
obstante, en este ritual, sólo nos enfocaremos en los aspec-
tos de la sexualidad sagrada que es sólo una de sus tantas
manifestaciones.
Las otras tres diosas, también manifiestas como ángeles
de la prostitución, al igual que su Reina Lilith, comprenden
otras facetas o “máscaras” que podemos hallar en todo el
Qliphoth o el Árbol de la Muerte, (p. ejem. Eisheth se
muestra en ambos reinos de Gamaliel y Satariel) pero su
naturaleza es menos compleja, e incluso, muchas veces es-
tas diosas son vistas como avatares de la misma Lilith, y
en vez de ser consideradas como entidades individuales
propiamente dichas. En este ritual, a pesar de ser invoca-
das por separado, las abordaremos como avatares de Li-
lith quien es la diosa vinculante de todo el ritual, y en su
conjunto, como personificaciones de la Diosa Oscura.
Los avatares de Lilith son fuerzas de iniciación que repre-
sentan un aspecto diferente de la gnosis sexual. Y por el
término Diosa Oscura nos referimos aquí al fluido o a la
corriente femenina del Qliphoth que es encarnada por Li-
lith que es, como dijimos, quien reina todo el Árbol de la
Muerte junto con Samael/Lucifer, ambos actúan como las
fuerzas de iniciación conductoras del sendero del dragón.
DXCII
Dentro del paradigma de Los Ángeles de la Prostitución,
todas las cuatro diosas son vistas como hermanas y mani-
festaciones de la Diosa Oscura. Todo el reino del Qlip-
hoth, en este sentido, constituye el cuerpo de la Diosa Os-
cura, así, Lilith/Malkuth representa su vulva, Gamaliel su
útero, y el túnel de Thantifaxath el pasaje entre ellos. Ahí
encontramos los Cuatro Ángeles. Naamah saluda al viaje-
ro en la puerta del Qliphoth, abriendo el pasaje al jardín
astral de Gamaliel e iniciando el sendero de la sexualidad
sagrada. Agrat nos conduce a través del túnel de Thantifa-
xath en el cuerpo de la Diosa Oscura. Ella es llamada la
danzarina cósmica, porque habita en la frontera de los
mundos: físico y astral, del sueño y de la vigilia, del cons-
ciente y el inconsciente; ayudando al viajero a pasar a tra-
vés de la puerta y entrar a Sitra Ahra. Eisheth Zenunim
completa el pasaje, dejando al viajero beber la sangre de la
Diosa Oscura, “el Vino del Sabbat”, desde su grial pro-
fano, el cual envenena los sentidos mundanos y abre la
consciencia para la experiencia del Otro Lado. Finalmente,
Lilith es vista en este paradigma como la encarnación de la
Diosa Oscura y la fuerza que preside en todo el proceso.
Como el sexo es la forma más natural de abordar la co-
rriente de la Feminidad Oscura; todas estas iniciaciones
ocurren a través de la gnosis sexual.
DXCIV
El sexo es ambivalente representa la vida, así como la
muerte, la creación y la destrucción. Al momento del or-
gasmo todos los procesos conscientes se suspenden y ex-
perimentamos una sensación de vacío o plenitud, lo que
representa verdaderamente un portal por el cual podemos
viajar a otros mundos y dimensiones y es allí donde espí-
ritus y dioses descienden desde planos más elevados para
hacer comunión con nosotros ¡Esta es la puerta en las que
nos recibirá Naamah para guiarnos al Sitra Ahra!
Así pues, es de este modo como se procederá en este ritual:
usando el orgasmo como un vehículo de trascendencia y
energía sexual, como una fuerza de creación y de transfor-
mación interior.
Por otro lado, este ritual intenta implementarse como una
manera de dirigir la fuerza interior de la serpiente Kunda-
lini hacia una meta personal que se deja a libre elección del
practicante. Por ello, se recomienda utilizar el método de
los siete chacras: «Muladhara, Svadisthana, Manipura,
Anhata, Vishudda, Ajna, Sahasrara» si el practicante ya
está familiarizado con este procedimiento ¡enhorabuena!
Ya tiene adelantada buena parte de la preparación prelimi-
nar para realizar este ritual. No obstante, aquellos que
desconozcan el tema, se les exhorta a investigar sobre el
DXCV
mismo en libros especializados sobre el tantra y/o buscar
información la cual se encuentra fácilmente y de manera
abundante en medios digitales.
La energía sexual se halla comúnmente focalizada en los
llamados chacras menores, y en nuestro método estos son
llamados: chacra raíz, chacra sexual, y plexo solar.
Estimulando a través del umbral astral y separando el
Manipura del Anahata, la energía sexual se sublima y se
dirige a propósitos mucho más elevados, despertando y ac-
tivando de este modo los chacras que están asociados con
las facultades psíquicas y espirituales
Aquí también trabajaremos con los tres chacras menores,
eventualmente, dirigiendo la energía hacia el Tercer Ojo, el
cual, en el Sendero Draconiano representa el centro de la
consciencia despierta. Con este propósito, usaremos sim-
bolismo Qliphótico y la energía de los Cuatro Ángeles de
la Prostitución.
DXCVI
Todo acto sexual comprende un acto de magia, aunque para
la mayoría de la gente sólo represente una chispa que se
enciende y que luego termina apagándose, disipada en la
ordinaria cotidianidad de la vida diaria y las relaciones so-
ciales. Para los magos, en cambio, el sexo puede ser utili-
zado como una forma de Magia Negra de repercusiones
menores en el que podemos valernos de nuestro encanto,
de engañifas, o de simples peripecias para manipular gente
o divertirnos, pero también podemos valernos de la expe-
riencia mágico-sexual como un acto verdaderamente trans-
formativo. Ciertamente, el sexo para los magos es un acto
generativo en toda la extensión de la palabra, pues, eleva la
consciencia e incluso, en teoría (i.e. en el plano astral), pue-
de crear un ente mágico. Aunque también puede volverse
peligroso, transgresivo y verdaderamente Qliphótico.
Este ritual está diseñado para evocar ambas vertientes de
la magia sexual: la vertiente generativa/creativa; y la
transgresiva/destructiva. Ambas son poderosas, ambas
pueden llevarnos a un profundo gozo y a una gnosis asom-
brosa. En fin, los Cuatro Ángeles de la Prostitución, son
llamados así porque tuvieron sexo con Adán durante el pe-
ríodo que estuvo separado de Eva (130 años) y como re-
sultado de aquellas uniones se crearon seres mágicos con
características demoniacas y humanas.
DXCVII
El meretricio de estas diosas con el primer hombre fue vis-
to con malos ojos por su creador, puesto que se desarrolla-
ron, sin su consentimiento, estas criaturas, llamadas íncu-
bos y súcubos, capaces de coexistir en ambos planos: el
plano astral y el plano físico.
Por tanto, a través de este ritual, en el que se contempla el
uso de los fluidos sexuales y de la sangre, asimismo, el
coito astral con estas entidades demoniacas, estaríamos
emulando, como descendientes de Adán que somos, la có-
pula primordial prohibida por Dios en la aurora de los
tiempos. Además, junto a esta advertencia, es necesario
indicar, que la magia sexual comprende la retención y libe-
ración de nuestros fluidos sexuales a voluntad, de manera
que, si el practicante no se encuentra cómodo con estas
premisas, es mejor no continuar adelante.
Sin embargo, también es justo declarar que es sabido que,
en algunas culturas antiguas, este tipo de ritual era fre-
cuente, sobre todo en la pubertad, como método de inicia-
ción a la sexualidad sagrada. El rito sexual con las prosti-
tutas sagradas, puede procurarnos, además de placer y de-
leite, vastas enseñanzas y curación psicológica y anímica.
En este trabajo mágico, vamos a considerar principalmente
la santidad del sexo y su profunda gnosis.
DXCVIII
Implementos y Materiales
DXCIX
H Cáliz Sacramental. Este deberá ser llenado con vino
tinto o cualquier bebida roja que represente la sangre lunar
de la Diosa Oscura.
DC
H Declaración Personal de la Voluntad. Esta será usa-
da como punto focal del ritual. Piensa en algo que deseas y
te gustaría manifestar en tu vida bajo las influencias de las
energías invocadas. Esto podría ser algo de valor iniciático
o un deseo relacionado con tu realidad mundana, no nece-
sariamente conectado con tu vida íntima o sexual. Luego
toma un trozo de papel y describe tu deseo, se breve y pun-
tual, aunque puedes ser tan creativo como quieras en este
asunto. P. ejem. Puedes escribir tu intención, hacer un si-
gilo personalizado con las letras que lo conforman, hacer
algún dibujo que lo represente, y así, puedes escribirlo con
sangre o con tinta roja, firmarlo con tu nombre mágico, es-
cribirlo como una petición mencionando los nombres de las
diosas, etc. Está muy bien si tienes conocimientos sobre la
realización de sigilos y trazas algunos para formular tu in-
tención o deseo, aunque no es realmente necesario, pues,
puedes simplemente seguir tu intuición. Hay tantas posibi-
lidades aquí, y debes hacerlo tan personal y significativo
como puedas.
Cuando tu declaración de voluntad o deseo esté lista, coló-
cala en el altar, rodeándola con los sigilos de las cuatro
diosas, el sigilo de Lilith sobre el trozo de papel donde está
escrita y coloca los otros tres a sus lados, formando un
triángulo.
DCI
Durante los días específicos del ritual empoderarás tu de-
seo, alimentándolo con tu sangre y fluidos sexuales, y por
lo tanto plantando la semilla de tu Voluntad en el útero de
la Diosa Obscura. El último día, cortarás los lazos que la
atan al mundo físico, dejándolo crecer dentro del útero as-
tral hasta que esté listo para tomar forma y manifestarse
en tu vida.
DCII
Ritual de Salutación
DCIV
Comienza realizando un baño o una ducha con actitud ritua-
lista, si quieres incluye en tu baño aceites, esencias aroma-
tizadas, prende inciensos. Cuida tu cuerpo y toma tu tiem-
po, siente tu piel y deja que transpire sensualidad y deseo.
Vístete de rojo, puedes elegir prendas que consideres al-
tamente provocativas o que evoquen una glamourosa sen-
sualidad, esto debe ser así, sin importar el género del prac-
ticante, así, en el caso del hombre: unas calcillas rojas o
quizás negras combinadas con una bata, quimono, curta o
toga de color rojo y que sea holgada o abierta la cual po-
dría estar provista o no de capucha, con esto sería suficien-
te. Y en cuanto a las mujeres, existe tanta lencería provo-
cativa que ni siquiera es necesario dar ejemplos. En am-
bos casos: ¡Escoged lo que prefiráis y que os haga sentir
cómodos y sensuales! También es posible realizar el ritual
desnudo, sin embargo, deberás colocarte algunos acceso-
rios rojos: cadenas, pulseras, anillos, lazos, velos, manti-
llas, cintas, etc. y esto no se trata de simple frivolidad, sino
que es parte del ritual ya que este color evoca la pasión y la
sensualidad que queremos atraer de las diosas a quienes
vamos a invocar. Recordad nuevamente, sin importar el
género, debemos transportar los sentidos hacia la sensua-
lidad y la pasión, ya que seremos asistidos o nos trans-
formaremos en ¡Prostitutas Sagradas!
DCV
Este baño ritual y preparación de nuestro cuerpo (que es el
verdadero templo) se repetirá y será el comienzo de cada
uno de los días que invoquemos la presencia de Lilith y/o
sus hermanas y a la Diosa Oscura.
Prepara todos los bártulos necesarios en el altar y toma
las cuatro velas correspondientes y luego talla los nom-
bres de las diosas, en cada una de ellas, según como co-
rresponde, esto si no se ha hecho previamente, una vela
grande para Lilith y tres pequeñas para sus hermanas.
Abre la ceremonia con algunas palabras personales, la que
acostumbres pronunciar en tus rituales.
Unge luego todos los sigilos con tu sangre, pon también
unas cuantas gotas en la declaración de voluntad, enciende
las velas, toma aire profundamente y repite cuatro o seis
veces, elimina todo pensamiento de tu mente y concéntrate
en el ritual, siente la atmósfera ceremonial en el recinto que
ahora es sagrado y siente la presencia de otros participan-
tes que consumarán el rito contigo; imagínalos alrededor
tuyo, como sombras oscuras con caras negras.
Luego invoca a los Cuatro Ángeles de la Prostitución tal y
como sigue:
DCVI
Invocación de los Cuatro
Ángeles de la Prostitución.
“En el nombre del Dragón, y en el servicio de mi verdadero ser
¡Yo saludo a los Cuatro Ángeles de la Prostitución!
Vosotras que yacieron con Adán
en verdadera comunión de afecto y placer.
Vosotras quienes le procuraron criaturas maravillosas
Nacidas para inspirar sagrada lujuria en los humanos
Vosotras que fueron concubinas de Samael y sus hijos
Vosotras quienes nos enseñaron a caminar en nuestra propia
oscuridad y a encontrar ahí éxtasis.
Yo las invoco con sus Antiguos Nombres:
Lilith, Agrat, Eishheth, Naamah
Las invoco también por las máscaras que lleváis puestas,
Pues sus caras y máscaras son hermosas y a la vez pavorosas
La Madre de los Demonios, La Danzarina Astral,
La Devoradora de Almas y la que se arrastra en la Tierra.
Clamo por vuestra ayuda en este rito sexual.
Y así como yo me yergo para conocerlas a través de la Lujuria
Vosotras se inclinarán para cumplir mi ejecución.
DCVII
Una vez realizada dicha invocación, mastúrbate mientras te
centras en la declaración de tu voluntad o deseo.
DCVIII
Permite que todo el placer y goce que experimentas inte-
riormente, brote exteriormente en tu rostro esbozando una
gran sonrisa.
DCIX
Ritual de Invocación a Lilith
Prepara nuevamente tu espacio o templo que has seleccio-
nado para llevar a cabo el ritual. El altar debe estar provis-
to de todos los implementos que usaste el día anterior, así
como también el cáliz conteniendo el vino tinto.
Ve y haz el bautismo de purificación y vístete o desnúdate
para entrar en contacto con la energía sensual de la diosa.
DCX
Una vez hecho, talla los nombres de las súcubos en las ve-
las que utilizarás para el ritual del día -Recuerda, una vela
grande es para Lilith, las tres velas pequeñas restantes
son para sus hermanas. – Enciende las velas por orden:
primero la vela grande de Lilith, luego la de Naamah, con-
tinuas con la de Eisheth Zenunim y finalmente la de Agrat.
Luego puedes encender también cualquier incienso de
aroma fuerte de los recomendados. Prepara tu mente para
comenzar la ceremonia.
Ponte de pie o siéntate en una posición cómoda y toma el
sigilo de Lilith en tu mano o colócalo al frente tuyo.
DCXI
Incluye dos serpientes tipificando a Lilith y Samael que
son las formas divinas que presentan en el Sitra Ahra.
Por otro lado, en conjunto asemejan la forma de un cáliz, el
cual es símbolo de la consciencia del Iniciado en el Sen-
dero del Qliphoth, además, la parte superior asemeja a un
corazón, refiriéndose a la gnosis sexual de la Diosa Obs-
cura. Éste comprende la entrada al sendero (la vulva como
la puerta de Naamah), el pasaje o ascenso (el reino de
Agrat) y el sacramento o comunión (el grial de Eisheth
Zenunim) El ojo en el centro del sigilo es el símbolo del
Ojo del Dragón, el centro de la consciencia despierta.
DCXII
Unge el sello con tu sangre y centra toda tu atención en la
imagen. Imagínala brillando y vibrando de color rojo san-
gre con la energía de Lilith.
Al mismo tiempo siente la presencia de los otros oscuros
participantes alrededor tuyo. Mira el sigilo hasta que pue-
das memorizar su forma.
Luego, cierra tus ojos e imagínalo en tu percepción interna.
Piensa en el deseo que quieres manifestar a través de este
ritual y pídele a Lilith por guía y asistencia.
Por ejemplo, puedes decir: “Lilith, muéstrame qué necesito
hacer para ver cumplido mi deseo”. Pero evita declaracio-
nes como: “Lilith, concédeme la realización de mi deseo”.
Lilith ofrece guía e inspiración, pero ella no es un espíritu
menor a la que puedas invocar para darle órdenes.
Siente tu cuerpo como fluye y se carga de la energía de la
diosa a través del sigilo, siente cómo vibra y te llena con la
esencia y sensualidad que emana de su sagrado símbolo.
Asimismo, siente cómo la atmósfera en tu espacio ritual se
hace más densa (si lo deseas, previamente, puedes poner
una música ceremonial de fondo para cargar la atmósfera)
Cuando te sientas listo para comenzar, profiere con voz
firme la siguiente invocación:
DCXIII
Invocación a Lilith
DCXIV
Después que termines las palabras de invocación, imagina
a la diosa manifestándose en tu templo, obsérvala venir a
través de la puerta nocturna del Lado Oscuro.
Ella tiene una larga cabellera de color rojo y un vestido ro-
jo sedoso, en sus manos sostiene un cáliz y en sus brazos
se enrollan dos grandes serpientes, el cáliz gotea su ve-
neno.
Imagina el cáliz exactamente como el que tú tienes en tu
altar. Imagina que el líquido en él es su sangre lunar mez-
clada con el veneno de la serpiente -el elixir que envenena-
rá tu percepción mundana y empoderará tus sentidos as-
trales, abriéndote a la experiencia de Sitra Ahra.
Luego bebe el Sacramento y siente cómo enciende todo tu
cuerpo con la ardiente esencia de su fluido.
Siéntate o acuéstate, cierra tus ojos, ábrete a los mensajes
que la diosa pueda tener para ti, y déjala hablarte a través
de tu mente interior.
En este momento, los practicantes masculinos pueden vi-
sualizar su unión con la diosa como una cópula sagrada.
Las practicantes femeninas en este punto, pueden imagi-
narse a sí mismas como la diosa -con su ardiente cabello y
vestido rojo- copulando con las sombras negras que asis-
DCXV
ten al ritual o cualquier otro ferviente deseo sexual que se
tenga. Siéntete libre de ser tan creativo como quieras.
También puedes empoderar este ritual entrando en trance
sexual, tal como lo hiciste el día anterior, y ofrecer tus flui-
dos a la diosa ungiendo su sigilo y/o vela… Escucha tu in-
tuición y haz lo que sientas correcto.
Si no experimentas ninguna manifestación tangible o vi-
siones concretas, simplemente escribe todos tus pensa-
mientos, emociones o reflexiones que hayas podido tener
durante o después del trabajo mágico.
Lilith puede no entregar sus mensajes directamente, pero
ella te hablará a través de símbolos, alegorías, sentimien-
tos intuitivos, sueños, etc. Entonces presta atención a todo
lo que pase también después del ritual.
Anota tus sueños, presta atención a las cosas que veas a
tu alrededor y sé consciente de su presencia dentro de tu
espacio personal, porque ella va a estar ahí durante todos
los rituales.
Deja que las velas y el incienso se consuman lentamente
en el altar, mientras que tú reflexionas o escribes tus pen-
samientos. Cierra el trabajo mágico por este día.
DCXVI
Ritual de Invocación a Naamah
A partir de este día, durante las invocaciones de Naamah,
Agrat y Eisheth, te centrarás en tu intención personal,
usando tus energías sexuales para empoderar tu deseo.
Prepara nuevamente tu espacio o templo para el ritual. Co-
loca todos los utensilios y materiales en el altar. Esta vez
el cáliz debe estar vacío -en este día y los siguientes, lo lle-
narás con tu intención mezclada con tu esencia vital- flui-
dos sexuales y/o sangre.
Ve y haz el bautismo de purificación y vístete o desnúdate
para entrar en contacto con la energía sensual de la diosa.
Una vez hecho, talla los nombres de las súcubos en las ve-
las que utilizarás para el ritual del día -Recuerda, una vela
grande es para Lilith, las tres velas pequeñas restantes
son para sus hermanas. – Ahora enciende las velas por
este orden: primero la vela de Naamaah, luego continuas
con la de Agrat, luego la de Eisheth y finalmente la vela
grande de Lilith.
También puedes encender un incienso de aroma fuerte de
los recomendados y colocar un fondo musical ceremonioso.
DCXVII
El sigilo representa la puerta de Naamah como punto de
entrada a Sitra Ahra, el Árbol Oscuro.
Es la vulva de la Diosa Obscura, la cual, en ritos de ma-
gia draconiana, es visto como una cueva o agujero dentro
de la tierra, piedra, árbol, lago, etc.
Este punto de entrada existe en la encrucijada de los mun-
dos, donde lo mundano y lo físico se encuentra y entrelaza
en el borde del sueño y la vigilia.
En este sigilo, este concepto está representado por tres lu-
nas crecientes, también tipificando la naturaleza lunar del
sendero detrás de la puerta de Naamah.
DCXVIII
Comienza este ritual tal y como lo hiciste el día anterior.
Ponte de pie o siéntate en una posición cómoda, toma el
sigilo de Naamah en tus manos o colócalo en frente tuyo.
Unge el sello con tu sangre y centra toda tu atención en la
imagen. Imagínala brillando y vibrando de color rojo san-
gre con la energía de Naamah.
Siente la presencia al lado tuyo de los otros participantes
que te han acompañado desde el principio del ritual. Son
las sombras guardianas, vigilantes nocturnos de las puer-
tas del Qlipthoth.
Mira cómo brilla el sigilo de un color rojo sanguinolento y
vibra con la energía de la Diosa Obscura. Míralo hasta
que puedas memorizar su forma y luego cierra tus ojos e
imagínalo dentro de tu mente interior.
Piensa en el deseo que quieres manifestar a través de este
ritual, y pídele a Naamah guía y asistencia en tu trabajo
mágico.
Siente su presencia en tu templo, siente el misticismo de
la atmósfera, y siente cómo tu cuerpo vibra, cargado con la
energía de la diosa que fluye a través de su sigilo.
Cuando te sientas listo para comenzar la invocación, pro-
fiere con voz áspera o grave las palabras siguientes:
DCXIX
Invocación a Naamah
Desde más allá de la corteza del Nehemoth
Naamah, reina del deseo ¡Yo te invoco!
Entra a este templo esta noche
Toma mi cuerpo como la ofrenda
En retorno dame vida
Déjame renacer dentro de las aguas de la condenación
Despierta tu gnosis prohibida dentro de mí
Enciende mi lujuria, mis pasiones y mis deseos
Déjame probar tu fruto del pecado
¡Oh dama en rojo, ramera de la bestia, yo te abrazo!
Iníciame en tus caminos, enséñame todo lo que debo saber
Deja que seamos uno esta noche
Abre tus puertas para que pueda entrar al Lado Nocturno
Deja que tu presencia llene este templo ¡Aparece Naamah!
¡Ic zszszs lia ziatu naamah naamah ziatu!
DCXX
Después que termines las palabras de la invocación, ima-
gínate de pie en la puerta a Sitra Ahra, la puerta de
Naamah. Imagínala como una entrada con forma de vulva
o como una cueva obscura, y mira a la diosa estando ahí
también, esperando guiarte a través de la puerta.
Visualízala como una mujer desnuda envuelta en una capa
roja con capucha. Su rostro está parcialmente cubierto por
la capucha y sólo puedes ver sus labios carmesíes.
La entrada a la cueva está rodeada de cráneos y huesos en
el suelo, y todo el paisaje alrededor tuyo es obscuro, omi-
noso y hostil. La cueva, sin embargo, es cálida y acogedo-
ra, está perfumada con un aroma intenso de incienso y se
ve correr un bálsamo metálico rojizo que se vislumbra por
una tenue luz roja.
Sigue a la diosa en la cueva, pero no te aventures ir más
allá aún. Haz comunión con Naamah ahí, en el umbral de
Sitra Ahra. Nuevamente puedes imaginar esta comunión
como una unión sexual, o puedes visualizarte como la dio-
sa. Al mismo tiempo, entra en trance sexual lentamente,
llevándote al punto del orgasmo. Respira profundamente y
siente la energía fluyendo desde tu chacra raíz hacia tu ca-
beza, y de vuelta a la base de la espina dorsal -repítelo una
y otra vez- continua todo lo que puedas
Disfruta el placer de la experiencia y déjate volverte uno
con la esencia de la diosa.
DCXXI
Al momento del orgasmo, sostén tu aliento y centra toda tu
energía en el chacra raíz, el cual corresponde en el Qliphot
a Malkutz/Lilith, el reino de Naamah.
Siente la energía de la diosa y todo lo que ella significa:
todo lo que es material, arraigado en este mundo, placeres
de la carne y goces mundanos.
Luego, libera tu aliento, cambiando tu concentración al cáliz
vacío en el altar. Llénalo con tu energía vital e imagina al
mismo tiempo que lo estás llenando con tu intención y/o
deseo. Puedes imaginar esta energía como chispas de fue-
go, o puedes en realidad colocar algo de tus fluidos sexua-
les y sangre en el cáliz, o puedes hacer ambos -esto es de
tu escogencia- de nuevo, siente libre de seguir tu intuición
en esta cuestión.
En este momento puedes cerrar el trabajo mágico o per-
manecer en meditación por un rato, mientras que se extin-
guen por sí solas las velas y el incienso, reflexiona en lo
que has visto y experimentado durante la unión con la dio-
sa. Es muy probable que su presencia permanezca dentro
de tu espacio personal después del ritual. Presta entonces
atención a cómo esto influye en tus sueños, emociones e in-
teracciones con tu derredor.
Anota todo lo que te parezca relevante al trabajo mágico
realizado hasta ahora, o lo que te parece extraño, inespera-
do o extraordinario en tu vida. ¡Todo eso pueden ser mani-
festaciones de la presencia de la diosa!
DCXXII
Ritual de Invocación deAgrat
DCXXIII
El Sigilo de Agrat
DCXXIV
Unge el sigilo con tu sangre y centra toda la atención en la
imagen. De nuevo, mírala brillar y palpitar con la energía
rojo sangre de la Diosa Obscura.
Siente la presencia de los otros participantes oscuros que
han de acompañarte por todo este trayecto gnóstico hasta
el final del ritual.
La luz del sigilo es la luz que ilumina el túnel de Thantifa-
xath y que pronto iluminará también tu Tercer Ojo. Sólo
debes memorizar la imagen del sigilo y transportarla a tu
mente interior, cerrando los ojos y concentrándote en su
energía.
Luego, piensa en tu deseo o intención que quieres realizar
a través de este ritual y pregúntale a Agrat por guía y
asistencia en este trabajo mágico.
Siente como todo tu cuerpo vibra, cargado con la energía
de la diosa a través de su sigilo.
Siéntete transportado por una corriente meliflua y aromá-
tica, a través de un túnel amplio y extenso hacia un lago de
pasión y deseo, envuélvete en la energía serpenteante y ca-
denciosa de la diosa, siéntete impregnado de su flujo, un
torrente cálido y sedoso que te invita a danzar junto con
ella en la jaula de la pasión, el deseo y la lujuria.
Asimismo, siente la atmósfera densa y mística de tu espa-
cio o templo, y cuando te sientas listo, profiere con voz ca-
vernosa, la siguiente invocación:
DCXXV
Invocación de Agrat
Sata sata moeta icura icura tala eta
Yo invoco tu presencia Agrat Bat Mahlat
Señora de las ilusiones ¡Aparécete!
Deja que nuestras almas se abracen en la danza de la eternidad
Tómame como tu consorte
Revela en mí los secretos de tus artes oscuras
Abre de par en par la esfera de Thantifaxath
Deja que las energías me devoren, me destruyan y transformen
Madre de Asmodeo, despierta mi Íncubo y Súcubo interno
Iníciame en tu gnosis
Llévame a tu Templo Profano
Sedúceme Agrat y déjame montar las olas de tu éxtasis
Nos volveremos la unión perfecta dentro de la oscuridad
¡Koncha tolsa demura!
DCXXVI
Después que termines las palabras de invocación, imagí-
nate a ti mismo en la cueva, la misma del día anterior, pero
esta vez ve más allá. La cueva se extiende en un profundo
corredor que lleva al cuerpo de la Diosa Obscura, y el co-
rredor en sí mismo es su carne viviente también.
Mientras la puerta de Naamah es la vulva de la Diosa
Obscura, el túnel de Thantifaxath representa el pasaje a su
útero. Está iluminado por una luz sanguinolenta que brilla
desde lejos, desde el otro extremo del corredor, es de natu-
raleza cálida y está vivo, como una carne trémula. También
hay en él un aroma de fluidos sexuales femeninos desper-
digados en el aire, mezclado con el olor de la sangre mens-
trual que gotea desde los muros del túnel.
A través de esta luz rojiza, se puede apreciar a una joven
mujer de lacios cabellos, aunque solamente se ve como una
oscura silueta que danza y se mueve parsimoniosamente y
de una manera muy sensual, invitándote a seguirla y a to-
mar parte en sus misterios sexuales.
Nuevamente, puedes imaginar esta comunión como tú
desees -hazle el amor a la diosa, fusiónate con ella, vuélve-
te uno con su esencia.
Asimismo, puedes llevarte lentamente al punto del orgas-
mo, en el momento justo antes de que suceda, sostén tu
aliento de nuevo, pero esta vez centra toda tu energía en el
chacra sexual, el cual corresponde al Thantifaxath, desde
donde puedes alcanzar el plano astral.
DCXXVII
¡No vayas más allá aún! Céntrate por un momento en la
energía de la diosa y piensa que representa esta fuerza -es
la esfera de las emociones, creatividad, imaginación, sexo
como fuerza de creación.
Luego, libera tu aliento, cambiando tu concentración al cáliz
vacío en el altar. Como antes, llénalo con tu energía visua-
lizada como chispas de fuego, o pon tus fluidos sexuales y
sangre en el cáliz. Procede como te diga tu intuición.
Luego, cierra el trabajo mágico o permanece en meditación
mientras se consumen las llamas de las velas y se extin-
gue paulatinamente el olor penetrante del incienso, rema-
nente simbólico del perfume del túnel de Agrat.
Como en los casos anteriores, reflexiona sobre lo que has
visto y experimentado durante el coito astral con la diosa,
escribe en tu Libro de Sombras tus pensamientos, descri-
be tus emociones y sensaciones que tuviste durante y des-
pués del ritual, anota los sueños que se hayan podido sus-
citar influenciados por este trabajo mágico, en fin, anota
todo lo que te parezca importante respecto a este asunto y
presta atención a los acontecimientos que se desarrollen
en tu vida, pues, es muy probable que la energía de la diosa
te acompañe más allá del altar y del templo.
DCXXVIII
Ritual de Invocación a Eisheth
Realiza este trabajo mágico de la misma forma como hicis-
te con los precedentes de Naamah y Agrat.
Prepara tu espacio o templo, ten a punto todas las cosas
que necesites para realizar este nuevo ritual, e igualmente,
deja el cáliz vacío en el altar, pues, será llenado con tu
energía y tu esencia vital.
Una vez más, toma un baño en actitud ritual para preparar
tu cuerpo -que es el verdadero templo- y tus sentidos a los
coqueteos que harás a la última de las diosas a invocar.
Si no lo has hecho ya, escribe o talla sobre las velas los
nombres de las súcubos a las que va dirigida cada una:
tres velas pequeñas para las tres deidades menores, una
para Eisheth, otra para Agrat y otra más para Naamah; y
aparta una vela grande para la reina de este ritual que es
Lilith. Ahora has de encenderlas así: primero la de Eis-
heth, luego la de Agrat y después la de Naamah y final-
mente la vela grande de Lilith.
Prende los inciensos y coloca la música ceremonial. Pre-
para tu mente para el ritual.
Ponte de pie o siéntate en una posición cómoda, toma el
sigilo de la diosa entre tus manos o ponlo al frente tuyo.
DCXXIX
El sigilo representa a las serpientes de Lilith y Samael
entrelazadas, formando el útero astral de la Diosa Obscu-
ra y el cáliz profano de Eisheth desde el cual el Iniciado
bebe la sangre de la luna. Su forma asemeja un corazón,
tipificando el carácter sexual de su gnosis. La luna gotean-
do sangre es un símbolo de Gamaliel, el jardín astral en el
que reina la Gran Ramera.
DCXXX
Nuevamente unge el sigilo con tu sangre. Mientras miras
el sello, imagina que brilla intensamente con una luz roja
sanguinolenta, obsérvalo cómo vibra y late con la energía y
esta luz roja procedente de Gamaliel.
Asimismo, no dejes de sentir la presencia de las sombras
que han vigilado y guiado todo el trabajo mágico llevado a
cabo hasta ahora y que te acompañarán hasta el final,
cuando cierres el ciclo de invocaciones.
Ahora sigue observando detenidamente el sigilo con todo
el brillo y esplendor rojizo que puedas imaginar que brota
de él, obsérvalo, hasta que seas capaz de memorizar su
forma, una vez memorizado, cierra los ojos bruscamente e
internaliza el sello en tu percepción interior, con los ojos
cerrados, deberás ser capaz de verlo internamente como un
fulgor en tu mente, una impresión que sella tu conciencia.
Luego pasa a pensar en tu deseo o intención con mucha
claridad y de manera ferviente has de pedir a la diosa que
te muestre el camino para realizarlo y que te asista en este
ritual mágico.
Siente ahora la energía sensual y sexual de la diosa, sién-
tete tan excitado como puedas, siente que tu cuerpo y tus
emociones vibran de lujuria y deseo, siente en tu cabeza y
en tu corazón la ebullición de la sangre y el palpitar desbo-
cado del apetito sexual.
Cuando estés listo, profiere con voz frenética lo siguiente:
DCXXXI
Invocación a Eisheth Zenunim
Reina del veneno negro ¡Levántate!
Ayúdame a cruzar las sangrientas aguas de la creación
Sumérgeme en las llamas de tu esencia
Déjame domar y conquistar la sabiduría de la serpiente
Yo soy tuyo para que me devores entero e inmóvil
Sacia mi sed mientras que nos volvemos uno
Yo permito que te apoderes de mí
Transfórmame como debo ser transformado
Poséeme con tu eterno y divino conocimiento
Ábreme la puerta de Gamaliel
Deja que las lenguas de las serpientes revelen toda la verdad
Iníciame en tu corriente
¡Aparécete Devoradora de Almas!
Te invoco Eisheth Zenunim
¡Oh ramera sagrada de Samael!
¡Aparece!
Sala eta ist’u istú nometa†
†
Las últimas palabras de esta invocación, así como las contenidas en las precedentes de esta misma índole, se
pronuncian siseándolas tal como lo hacen las serpientes.
DCXXXII
Después que termines las palabras de invocación, imagí-
nate en el útero de la Diosa Obscura. Puedes visualizarlo
como un templo con un altar en el centro, o como la carne
viviente de la diosa.
Arriba del templo hay una luna roja de sangre, la Luna de
Gamaliel, goteando sangre en toda la escena. Esta es la
sangre lunar de la Diosa Obscura, cuyo útero es fértil y
está listo para recibir la semilla de tu deseo o intención.
Eiseheth Zenunim. La Ramera, está esperándote ahí.
Mientras el cuerpo de Naamah estaba cubierto bajo una
capa y Agrat escondida dentro de un juego de luz y sombra,
el cuerpo de Eisheth está desnudo, exponiendo plenamente
su sexualidad, lista para la unión sexual. Su cabello está
repleto de serpientes vivas que se retuercen sin cesar, las
cuales muerden a su amante durante el acto sexual, ha-
ciendo de toda la experiencia una agridulce comunión de
dolor y placer.
Siéntete libre de imaginarte esta comunión como desees -
hazle el amor a la diosa, o visualízate como la Ramera, fu-
sionándote con su esencia astral.
En el momento del orgasmo, sostén tu aliento, esta vez
centrando toda tu energía en el chacra del plexo solar, el
DCXXXIII
cual, en este paradigma, corresponde a la comunión de
energías en el plano astral.
Siente la energía de la diosa y empodera tu deseo o inten-
ción con la fuerza de tu Poder de Voluntad, el poder de
manifestación que es la esencia del chacra.
Luego libera tu aliento, cambiando tu concentración al cáliz
vacío en el altar, y como antes, llénalo con tu energía vital e
imagina que al mismo tiempo lo estás llenando con tu in-
tención o deseo. Nuevamente, imagina esta energía como
chispas de fuego o pon tus fluidos sexuales y sangre en el
cáliz.
En este punto puedes cerrar el trabajo mágico, o permane-
cer en meditación, mientras dejas que se apaguen solas las
llamas de las velas ofrecidas a la diosa y se agote la fra-
gancia del incienso. Reflexiona en lo que has visto y expe-
rimentado durante la unión con la diosa. Como en el caso
de Naamah y Agrat, su energía va probablemente afectar
tu vida, influenciando tus emociones, sueños, energía se-
xual. Por tanto, presta atención a todo lo que puedas ob-
servar durante y después del ritual y anota todo lo que te
parezca importante y relevante al trabajo mágico.
DCXXXIV
Ritual de los Cuatro Ángeles de la Prostitución
DCXXXV
Si hiciste un sigilo o dibujo, imagínalo dentro de tu mente
interior. Si lo que hiciste fue una anotación, mira las pala-
bras brillando con un brillo fogoso. También puedes sim-
plemente visualizar el efecto que quieras manifestar.
En cualquier caso, míralo y siéntelo imbuido con tu fuerza
vital, listo para ser empujado a través de la puerta de
Naamah al útero de la Diosa Obscura.
Asimismo, siente la presencia de las cuatro diosas en tu
templo. Si lo deseas, puedes imaginar a Naamah, Agrat y
Eisheth de pie, alrededor tuyo, mientras te visualizas a ti
mismo como Lilith que es la Fuerza que unifica todo el ci-
clo ritual.
Dale la bienvenida a tu templo, dales la ofrenda ungiendo
sus sigilos o velas con tu sangre.
Cuando te sientas listo puedes invocar a las diosas en el
nombre único de la Diosa Obscura, invitándolas a entrar
en tu conciencia.
Puedes hacerlo de muchas maneras: una opción es recitar
las invocaciones de los días previos, ahora todas juntas.
Otra posibilidad es invocar a las diosas con unas cuantas
palabras personales, espontáneamente, sin preparación
previa. Y finalmente puedes escribir tu propia invocación a
propósito de este ritual. O simplemente puedes optar por
la siguiente invocación que proferirás firmemente:
DCXXXVI
Invocación a la Diosa Obscura
DCXXXVIII
Al final del ritual quema todos los sigilos usados, asimis-
mo, la declaración de tu voluntad, deja que se agoten las
llamas de las velas y el incienso.
Agradece a las diosas por su presencia y asistencia y
cuando tu deseo se manifieste, realiza un ritual especial de
gratitud, en el que entonces cerrarás toda la operación de
este ciclo de rituales.
DCXXXIX
Ritual para Invocar a la Puta de Babilonia
y a la Bestia que Cabalga
DCXL
perlas y tesoros provinientes de todos los reinos en los que
sirvió de ramera.
El texto bíblico muy probablemente se refiera a la ciudad
homónima presidida por el Rey Nabucodonosor que en sus
tiempos fue una ciudad corrompida donde abundaba el vicio y la
prostitución.
Sin embargo, Babilonia como entidad, se refiere a la Trinidad de
la Diosa Lunar, a la Gran Diosa Madre de todas las culturas y
tiempos; y a efectos de la civilización a la que hace referencia la
cita bíblica, esta no es otra que Simiramis, la madre de Tammuz,
que luego fue considerado en el sistema grecoromano como
Dionisos o Baco correspondientemente, y su madre-esposa
como Rea y/o Cibeles que a su vez fue la madre de Cronos o
Saturno. Así pues, en realidad, representa a la Madre Oscura
de todos los Dioses telúricos y del inframundo.
De modo que, la divinidad que enviste, constituye innumerables
avatares, que no obstante desembocan en un mismo ritual de
purificación: La Muerte, Resurrección y Deificación, a través de
los misterios de la sangre y la gnosis sexual.
Este ritual pretende traer a colación dichos misterios, donde la
energía sexual, la embriaguez, el frenesí y la omnubilación de los
sentidos, serán trampolines a la destrucción del ego o máscara
mundanal (La Muerte) para luego reincorporar ooco a poco los
sentidos a través de la gnosis que proporcionan todas las
entidades del inframundo a través de la Madre de Todos los
Dioses y Diosas, la Gran Ramera Babilonia (La Resurrección),
hasta alcanzar la plenitud del éxtasis y la liberación o catarsis
purificadora del alma al integrarse con la esencia de las
divinidades que encarna “Babilonia la Grande” (La Deificación).
DCXLI
Implementos y Materiales
H Cáliz Sacramental. Este deberá ser llenado con un
potente vino tinto, o una bebida roja fermentada.
DCXLIII
Ritual
Antes de comenzar este ritual se debe tener en cuenta cier-
tos preliminares:
i Se debe observar abstinencia sexual (no eyacular o
tener orgasmos) cuarenta y ocho horas antes de co-
menzar la práctica ritual.
i Meditar durante todo el día en el nombre y las cuali-
dades de la diosa Babilonia.
i Reflexionar sobre la carta XI del tarot de Crowley la
cual corresponde a la “Lujuria”
Prepara tu espacio o templo para realizar el ritual, es
aconsejable que este sea a campo abierto bajo la luz de la
luna de sangre o en luna llena, de no ser posible, de todas
formas, esperar esa fase lunar y realizarlo en un templo o
en una habitación grande de pocos muebles y donde se
pueda quemar el brasero y danzar alrededor.
Puedes comenzar con un bautismo o baño ritual y/o con el
Ritual Gnóstico del Pentagrama.
Enciende el fuego del brasero y a continuación proferirás
las siguientes palabras mientras lo ves arder:
DCXLIV
La llama es la Diosa,
La llama es su cabellera,
Yo soy la llama
Después toma la daga ceremonial y extrae un poco de tu
sangre (unas cuantas gotas serán suficiente) y deposítala
en el cáliz que contiene el Sacramento.
Seguidamente con la vara removerás el contenido del cáliz
dando siete vueltas muy lentamente mientras profieres
verbal o mentalmente lo siguiente:
Mi vara penetra en tu copa
y remueve las aguas de la creación
Para ver cumplido mi deseo.
Al retirar la vara del cáliz, traza con ella, primero en el aire,
y luego en el suelo, la estrella de siete rayos consagrada a
la diosa Babalon mientras invocas su nombre o el de cual-
quiera de sus avatares: Semíramis, Cibeles, Hécate, Bri-
gid, Astarté, Venus, Bastet, etc. El trazado en el suelo se
hará de manera que el brasero quede en el medio del hep-
tagrama y este debe ser lo suficientemente amplio para po-
der danzar alrededor del mismo.
DCXLV
A medida que vas confeccionando sus ángulos, colocas
una vela encendida en cada uno de ellos. Uno de los practi-
cantes puede quedar junto al brasero e ir encendiendo las
velas y pasártelas según vayas necesitándolas, o bien, si
se practica en solitario, dejarlas en un sitio de fácil acceso
y encenderlas después de trazado el sello. En ambos casos,
es recomendable encenderlas de izquierda a derecha, si-
guiendo el orden de las letras que conforman el nombre de
la diosa BABALON.
DCXLVI
Axbim Chabafer Coyanion Axbim Buxobum
La Gran Ramera se une al Gran Dragón
DCXLVII
Luego profiera las siguientes palabras:
DCXLVIII
Con toda esa energía a flor de piel debes lanzar la siguiente
invocación a la diosa:
Invocación a Babalon
DCL
A este punto puede cerrar el trabajo mágico, desterrando
con el ritual del pentagrama gnóstico, o puede permanecer
un rato meditando, mientras deja que se consuman las ve-
las y se extinga la fragancia del incienso, reflexiona sobre
la experiencia, sobre las sensaciones que tuviste durante y
después de realizado el ritual, asimismo, a partir de ahora,
observa todo lo que suceda a tu alrededor, aprende a leer
las señales y símbolos que se te anunciarán como revela-
ciones ya sea en el plano astral a través de los sueños, o
en el plano material a través de indicios y sucesos. La
energía de Babalon es muy fuerte puesto que representa
múltiples deidades en una y muy de seguro su energía te
estará acompañando durante semanas e incluso meses
después del ritual.
Cuando sientas o veas realizado tu deseo, agradece a la
diosa su manifestación y asistencia, puedes hacerlo con al-
gunas palabras sinceras y espontáneas que consideres co-
rrectas para expresar tu gratitud o puedes preparar otro
ritual de agradecimiento por sus favores.
DCLI
Destierro y Evocación de las Diosas
Para el destierro de las diosas oscuras, éste se debe reali-
zar durante la luna de sangre o en luna llena, se debe dejar
cinco velas rojas encendidas a cada una de las diosas in-
vocadas, igualmente puede tallar el nombre de las diosas
en cada una de las velas.
Declaración de Intención
DCLII
Haga el signo de apertura y signo del elemento aire en el
ESTE. Luego se dice EX AHR PEY, haga el signo de invoca-
ción del elemento aire.
DCLIII
Luego pronuncie lo siguiente:
Delante de mí HEKATE
Atrás de mi AFRODITA
A mi derecha LILITH
A mi izquierda BABALON
Evocación
IO IO PAN
DCLIV
A las Diosas Oscuras
Gratificadas sean Vosotras que son Luz y Oscuridad
Vosotras que sois Todopoderosas, que cruzan por los caminos
Más inhóspitos entre el mundo de los vivos y de los muertos.
A aquellas que están ligadas a la oscuridad
¡fuertes y poderosas!
Las que conocen mejor que nadie los caminos del inframundo
Lilith. Morrigan., Hela, Perséfone,
Sejmet, Kali, Naamah,
Eisheth, Agrat, Ereshkigal…
¡Glorificadas sean!
Os ruego que desvelen los secretos
más ocultos de esta travesía.
A aquellas que son portadoras de Luz
Que iluminan los oscuros caminos del conocimiento
DCLV
¡Misteriosas y Subyacentes!
Hécate, Noctiluca, Artemisa, Brigid
Selene, Hemera, Rea, Cibeles…
¡Glorificadas sean!
¡Corred vuestros velos!
Os ruego que desvelen los secretos mejor guardados
Para que mi camino sea iluminado.
¡Isis!
Gran Sacerdotisa, Diosa del más allá
Tú que con tus atributos y sabiduría
Eres capaz de traer de nuevo a la vida
A los que están entre los muertos
Acógeme en tu seno
para renacer de nuevo a través de ti
Envuélveme en tu Gnosis sagrada.
A aquellas que concentran el poder de la vida en su vientre
Que conocen los oscuros designios del corazón humano
Dueñas de todas las pasiones, fervores y complacencias
Diosas de la Lujuria y el Deseo
¡Glorificadas sean!
DCLVI
Ishtar, Inanna, Afrodita, Saraswati,
Hestia, Yemayá, Bastet,
Icoa, Parvati, Freyja…
Os ruego que descubran su pecho
Y muestren su corazón donde se hayan
Los secretos del Amor y me otorguen la llave
De todos los ardientes desenfrenos.
A vosotras Oscuras, Diáfanas, Hermosas Diosas
Mostradme el camino y la verdad
A través de sus sagradas Gnosis.
¡Qué así sea!
DCLVII
Contenido
Epígrafe
(E.J.R.)
Dedicatoria
(E.J.R)
Exordio
(E.J.R.)
Testimonio
(E.J.R / A. L)
Abjuración
(J.K.H /A. L)
Cadáveres insepultos
(E.J.R.)
Luminaria
(E J.R.)
Muerte
(E.J.R.)
Renacimiento
(A.L.)
Consagración
(A.L.)
Claves
(A.L.)
Invocaciones
(A.L.)
Invocación a Satán
(A.L.)
Invocación a Lucifer
(T.S)
Invocación de Compasión
(A.L.)
Invocación de Destrucción
(A.L.)
El Libro de Satán
(A.L.)
Primigenios
(E.J.R.)
Ninnghizzidda
(Nec.S.)
Azathoth
(H.P.L)
Los Antiguos
(Nec.S.)
Hastur
(Nec.S.)
Nyarlathotep
(H.P.L. / Nec.S.)
Shub Niggurath
(Nec.S.)
Yog Sothoth
(Nec.S.)
Cthulhu
(H.P.L. / Nec.S.)
El Odioso Cthulhu
(Nec.S.)
Ancestrales
(E.J.R.)
Ouroboros
(A.M.)
Tiamat
(A.M.)
Behemoth
(A.M.)
Leviatán
(A.M.)
Dagon
No Hay ningún dragón de fuego…
(W.L.)
Dragón Rojo
(Bbl.)
El Número de la Bestia
(Bbl.)
La Puta de Babilonia
(Bbl.)
Satanás Tentador
(Bbl.)
Creación de Lucifer
(Bbl.)
La Caída de Lucifer
(Bbl.)
La Rebelión de Lucifer
(J.M.)
Lucifer Liberador
(E.J.R.)
El Mensaje de Lucifer
(A.G.)
El Sueño de Lucifer
(A.G.)
Lucifer
(H. B.)
¿Qué es el luciferianismo?
(W. G.)
Luz y Oscuridad
(M. F)
El Árbol de la Sabiduría-
El Árbol de la Vida
(E.j.R.)
La Flama Oscura
(E.J.R.)
El Dios Desconocido
(E.J.R.)
El Canto de Abraxas
(A.R.)
Prometeo
(J.W.G.)
Prometeo
(L.B.)
Prometeo
(F.A.H.)
Prometeo
(Anónimo)
Salomé
(E.J.R.)
Invocación a Lilith
(T.A.F.)
Invocación a Samael
(T.A.F.)
Invocación a Baphomet
(Legado de una Tragedia)
El Trono de Baphomet
(Samael)
Aquelarre
(E.J.R.)
Primer Sabbat
(E.J.R.)
Segundo Sabbat
(E.J.R.)
Tercer Sabbat
(E.J.R.)
Cuarto Sabbat
(E.J.R.)
Quinto Sabbat
(E.J.R.)
Sexto Sabbat
(E.J.R.)
Séptimo Sabbat
(E.J.R.)
Octavo Sabbat
(E.J.R.)
Noveno Sabbat
(E.J.R.)
Sigilos y Sellos
Demoniacos
La Magia del Caos
Orígenes y Creación
Términos y Práctica
El Estado de Gnosis
Cambio de Paradigma
La Creencia
Ritualismo Creativo
Los sigilos
La Sigilización
Intensión Específica
Caminos Disponibles
La intensión al Símbolo
Intensidad de la Gnosis /
Vacuidad indiferente
Fuego
Olvido
Construcción de Sigilos
Métodos de sigilización
Método de palabras
Método de Mantras
Método Gráfico
Método Automático
Método Tradicional
Variaciones
Postura de la Muerte
Otras Técnicas
Sincronización Tetragramática
Procedimientos
Ars Goetia
Otros Símbolos
El Árbol de la Muerte
Baphomet
Clavicula Nox
Cruz de Confusión
Cruz de Satán
Cruz de Tau
Cruz Invertida
Hexagrama Unicursal
Sigilo de Lucifer
Signo de Kish
Signo de Koth
Signo de Voor
Signo Mayor
Sol Negro
Pentagrama Invertido
Transmutación
El Sendero de la
Mano Izquierda
Orígenes
Culto y Credo
Perspectiva Psicológica
Perspectiva Teísta
Conclusiones
El Sendero Izquierdo
Es el Balance y el Auto-
Conocimiento.
La Mano Izquierda
Ritual de la Venganza
El Autoerotismo
Viaje Onírico
Y Súcubos.
Ritual para Invocar a los
Ángeles de la Prostitución.
Ritual de Invocación a Lilith
Invocación a Lilith.
Invocación a Naamah.
Invocación de Agrat.
de la Prostitución.
Invocación a la Diosa Obscura.