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Parábola de los talentos

(Mateo 25:14-30)

Pero nuestro objetivo en esta noche no es tomar una enseñanza


Teológica tan profunda de dicho pasaje, mas bien trataremos de sacar
el provecho aplicativo, a la vida que como cristianos debemos llevar, el
cual nos deja esta parábola:
I. El Señor nos ha dado talentos:
1. El Señor nos ha dado talentos, según nuestra capacidad

(Verss. 14-15)
En  estos versículos quedan de manifiesto dos cosas:
a. El Señor nos ha llamado para trabajar en su obra entre tanto el
regresa.
b. El Señor nos ha dado talentos, según nuestra capacidad. No es que
a los que nos dio solamente uno, nos haya dado poco, sabían ustedes
que el talento era la unidad de medida, tanto de peso como de
moneda, mayor que existía en el sistema de medición judío. (Cuando
la Biblia habla de un talento se está refiriendo a una gran cantidad de
monedas, millas)
II. El Señor nos ha dado talentos, para que los trabajemos (Verss.
16-18)
La epístola de pablo a los Romanos en su Capítulo 12, Versículos 6-
8,11 nos da una pauta bien clara de cómo debemos de utilizar los
talentos que Dios nos ha dado. Nos deja bien claro que en la viña del
Señor hay trabajo por lo tanto no hay excusa.
III. El Señor nos ha dado talentos, para que le rindamos cuentas
de ellos (Verss. 20-30)
Con estos versículos damos por hechos que un día el Señor vendrá a
pedir cuentas a sus siervos nos juzgara sobre todo aquello que
hayamos hecho o dejamos de hacer, es así que en este juicio:
1. Aparecerán dos tipos de Siervos:
a. Los Siervos buenos y fieles, estos son, aquellos que hayan puesto a
trabajar los talentos que Dios le dio, no importando cuantos te haya
dado el señor, el premio será igual (Verss. 21,23)
b. Los Siervos malos y negligentes, estos son, aquellos que aun
creyendo conocer a nuestro Señor, no hacen nada por poner a
trabajar los talentos que Dios le dio (Ver. 26)
2. Cada cual tendrá su recompensa:
El gozo eterno con nuestro Señor, para los siervos buenos y fieles
(Verss. 21b, 23b)
b. Las tinieblas de afuera, para los siervos malos y negligentes, inútiles
(Ver. 30)
3. El Juicio es inminente, no habrá excusa que valga:
a. Si nuestro Señor nos Dio los talentos, siempre habrá donde
invertirlo (Ver. 27)
b. La Sentencia ya está establecida, si no trabajamos para el Señor,
aun lo que tenemos se nos será quitado. (Verss. 28-29)
CONCLUSIÓN:
Después de haber estudiado a fondo esta parábola de los talentos
sabemos que:
Dios nos ha dado a todos talentos, según nuestra capacidad.
Debemos poner a trabajar esos talentos en la obra del Señor.
Un día el Señor vendrá y nos llamará a cuenta.
Cada cual tendrá su recompensa según haya utilizado sus talentos.
Por lo tanto, ahora ya no tenemos excusa Dios nos ha dado los
recursos necesarios para poder desempeñarnos de la mejor manera
posible en su obra, pongamos nuestros talentos a trabajar para que no
tengamos que excusarnos
delante de él cuando nos llame a cuenta.
“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía
con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas
cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea
manifiesto a todos.” (1 Timoteo 4:14-15).

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