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DAD A DIOS LO QUE ES DE DIOS.

Introducción. (Mateo 22:15-22)


Cuando leemos este pasaje, y en concreto la frase: “dad al
César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”, en la
mayoría de los casos, hacemos mucho énfasis en el mandato que
nos dio Jesús de pagar los impuestos, reconociendo que toda
autoridad es puesta por Dios. Pero pocas veces nos paramos a
reflexionar en la segunda parte de esta declaración, esto es, “dad a
Dios lo que es de Dios”.
La cuestión que nos lleva a examinar este texto es:
¿Qué es lo que Dios espera que le demos?

1º/Dios espera que le demos nuestro servicio. (Mateo 25:14-30)


1.1/Que trabajemos en sus intereses.
1.2/Que nos esforcemos como si fuera para nosotros.
Servicio = dedicación + esfuerzo

2º/Dios espera que le demos nuestros bienes.


2.1/El diezmo de nuestros ingresos le pertenece.
“La décima parte de los productos de la tierra,...pertenece al
Señor y está consagrado a Él.” (Levítico 27:30)
2.2/Estos ingresos son para el sostenimiento de su obra.
2.2.1/para el sostenimiento de obreros.
“...el Señor ha dispuesto que quienes anuncian el mensaje de
salvación, vivan de ese mismo trabajo.”(1ªCorintios 9:13,14)
“Los ancianos que gobiernan bien la iglesia deben ser doblemente
apreciados, especialmente los que se dedican a predicar y enseñar.
Pues la Escritura dice: No pongas bozal al buey que trilla. Y
también: el trabajador tiene derecho a su salario.” (1ªTimoteo
5:17,18)
2.3/Dios espera que administremos bien nuestros bienes.
“Estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a
la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de
nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se
lo derramó sobre su cabeza.
Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué
se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque podía haberse
vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los
pobres. Y murmuraban contra ella.
Pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha
hecho...Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a
ungir mi cuerpo para la sepultura.” (Marcos 14:3-8)

3º/Dios espera que le demos nuestro Corazón.


3.1/Dios desea que lo que nos mueva sea el amor.
“Este pueblo me sirve de palabra y me honra de labios afuera,
pero su corazón está lejos de mí, y el culto que me rinde es
invento de hombres y cosas aprendidas de memoria.” (Isaías
29:13)
3.2/El amor implica pasión y tiempo.
“Lo que nuestro corazón desea es pensar en ti. De todo corazón
suspiro por ti en la noche; desde lo profundo de mi ser te busco.”
(Isaías 26:8,9)
“Estando contigo nada deseo en la tierra... Yo me acercaré a Dios,
pues para mí eso es lo mejor.” (Salmos 73.:25;28)

Conclusión.
Aunque todo lo que existe es del Señor, Él espera que su pueblo
le ofrezca libremente lo que le pertenece, esto es, nuestro servicio,
nuestro dinero, y sobre todo, nuestro corazón. En definitiva Dios
está esperando que nos entreguemos a Él completamente.
¿Qué haremos nosotros, viviremos únicamente para satisfacer
nuestros deseos, o viviremos en continua entrega y sacrificio a
Dios?, sobre todo sabiendo como Jesús entregó su vida por
nosotros hasta el fin y sin reservas.
Por tanto, dile al Señor:
Yo y mi casa serviremos al Señor. Amén

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