Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN.

FACULTAD DE FILOSOFÍA, HUMANIDADES Y


ARTES.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN.


FACULTAD DE FILOSOFÍA, HUMANIDADES Y ARTES.
DEPARTAMENTO DE HISTORIA.
CARRERA: PROFESORADO Y LICENCIATURA EN HISTORIA
CÁTEDRA: EPISTEMOLOGIA DE LA HISTORIA
Equipo de Cátedra:
* Profesor: Alejandro de Oto

TRABAJO PRÁCTICO:
“RESEÑA DEL LIBRO HISTORIOGRAFIA
POSMODERNA”.

Alumno:
Sarmiento Juan Pablo
2022

 Luis G. Mussy. Miguel Valderrama. “Historiografía Postmoderna Conceptos, figuras y


manifiestos”. Universidad Finis Terrae. RIL editores. Santiago de Chile.2010

Luis G. Mussy. Miguel Valderrama ambos autores del libro a analizar, son de origen chileno
ambos, historiadores e investigadores de la Comisión Nacional de Investigación Científica y
Tecnológica (CONICYT).

Esta obra comienza planteándonos una nueva forma de movernos por la historiografía, de
cómo perforar el muro del pensamiento de como activar un saber inconsciente o en desarrollo
que nos permita evitar falsos movimientos, que nos enseñe a no movernos demasiados para
dar lugar al movimiento a no buscar caminos escurridizos, o complicados, que podrían
dejarnos caer en un sin sentido, sino más bien una búsqueda de caminos mejor planificados,
cuyos movimientos sean precisos y significativos, capaces de generar grande resultados con
pocos movimientos “Nómadas son los que no se mueven, son aquellos que a fuerza de esperar
se convierten en nómadas, porque se niegan a partir”(p. 15).

En él nos invita a iniciar un viaje para comprender a estos magníficos autores, el libro se
convierte en una guía por el mundo de la Historiografía Posmoderna, pero que no debe
permanecer ahí sino que alienta emprender después nuevos caminos otros recorridos, para así
poder contemplar nuevos horizontes

El libro como su nombre lo indica describe conceptos, manifiestos, y figuras de forma directa,
los autores intentan ser muy claros en la crítica y elaboración de dichos conceptos, como
también de los paradigmas y de las líneas de investigación actuales enfocados más ámbito
social que buscan los nuevos historiadores, en sus páginas al ir desarrollando la lectura vemos
que hacen mención de múltiples historiadores-investigadores de distintas partes del mundo,
que los van ayudando con su desarrollo a la hora de plantear el rompimiento con la formas ya
obsoletas a la hora de escribir historia, haciendo uso de termino “crisis historiográfica”. Dentro
de los distintos nombres mencionados en la obra se encuentra Aníbal Quijano, un gran
sociólogo peruano con el cual nos explican esta necesidad de una deconolizacion de la historia,
la cual fue construida en relación a los centros occidentales de producción representados por
las historiografías, Estadounidenses, francesa, alemana e inglesa.

De hecho una búsqueda que realice para obtener información de los autores, este título es
calificado como historiografía latina, acentuando este nuevo centro de producción
historiográfica. Un concepto clave para entender el énfasis de los centros y las periferias de la
producción historiográfica, donde marca que los espacios académicos periféricos son lugares
coloniales, que deber ser considerados para poder hacer una mejor crítica y análisis de la
historiografía posmoderna.

Los distintos autores que han sido nombrados en la obra muchos de ellos son considerados
autores poscoloniales (Guha, Spivak), salvo Anibal Quijano que se los puede considerar como
decolonial ya que fue unos de los primeros en establecer en su ensayo Colonialidad y
Modernida-racional. (1989), donde de forma directa vincula explícitamente la colonialidad del
poder en las esferas políticas y económicas con la colonialidad del pensamiento. Sin embargo
nos encontramos ante una obra donde los autores intentan mostrarnos los que ellos
denominan “historiografía posmoderna “y, a partir de ahí, realizar una propuesta, directa
transparente y efectiva.

haciendo un repaso estos historiadores creadores de este título proveniente del país
trasandino, hacen una reconocimiento a poco comenzar la lectura de la obra a los grandes
historiadores y teóricos “posmodernos” de las ultimas décadas de distintas partes del mundo
como Hayden White, Alun Munslow, Walter Mignolo, Eric Hobsbawm, Frank Ankersmit, Keith
Jenkins, anunciando el ingreso a un capitulo inicial bastante interesante, sobre todo porque
personalmente derriba muchos mitos que tenía interiorizado sobre la historiografía y sobre su
forma de producción, el titulo de este impactante capitulo es “manifiesto postmoderno” en el
que se sitúa a la historia dentro de las llamadas “ciencias sociales” debido a que plantean los
autores una crisis de las llamadas “ciencias Humanas” que es reafirmada por el sociólogo
Anthony Giddens.

Es también en este capítulo donde se deja en claro a que se refieren con el concepto de
posmodernidad, tratando de poner un punto final a las grandes teorías o el problema de la
representación y a otras cuestiones claves, la verdad, la identidad y la universalidad son parte
de ese programa postmoderno que nos presentan de forma tan estimulante Mussy y
Valderrama.(p. 28). El cuestionamiento a la institución historiadora que se adivina en la
práctica de la historiografía postmoderna, entendida esta como práctica deconstructiva, es
decir, como práctica parasitaria y suplementaria al saber disciplinar, no tiene otra finalidad que
la de desmontar las estructuras de poder que organizan los dispositivos de enunciación y de
representación de la Historia.

Todos estos temas son tratados bajo la cobertura de importantes historiadores como Paul
Veyne, Hayden White, Michael de Certeau que desde mediados de la década de sesenta
plantean una de las características más importantes del libro la necesidad de un giro hacia la
posmodernidad en la escritura de la historia , sin embargo los autores no hablan de una
novedad historiográfica, sino una temática que se viene tratando hace más de 50 años,
tratando de resolver una problemática que circula hace tiempo dentro de los círculos
académicos, incluso valorizando lo que Hobsbawm planteaba hace 30 años que es el
planteamiento de la duración de los siglos cortos.

Más allá de los problemas de temporalidad y desecestructura, supondrían un “cambio de


paradigma” que sería validado con la ayuda del recurso de la Derriba ya Foucault.

El planteamiento de Valderrama y Mussy es dirigido de forma prolija y directa de una lectura


clara con la ayuda de tantos autores a pensar de explicar conceptos que en la mayoría de la
veces solo suelen ser muy específicos por su dificultad teórica, si bien existe una falta de
explicación del contexto a la hora de explicar el aporte de ciertos de estos autores que puede
generar una confusión cronológica de los hechos y los acontecimientos, pero es muy
profesional de parte de ellos también el no mostrar como novedad algo que puede haber
sucedido el mediados del siglo pasado como es el caso del célebre libro Metahistory de
Hayden White, para poder explicar los conceptos que los autores planteaban a la hora de un
cambio de mentalidad.

Ambos historiadores buscan vincular en tiempo y espacio moderno o posmodernos para ser
más exactos la importancia de la escritura que se concentran en Manifiestos, que serían la
herramienta necesaria y consensuada para establecer nuevas propuestas historiográficas, lo
que el libro denomina “paradigma posmoderno”.

El manifiesto propuesto en esta historiografía posmoderna le sirve a los autores para presentar
ideas epistemológicas asociadas con un grupo de escritores que están más adecuados a una
escritura historiográfica o más histórica. Estamos ante un libro teórico que se vincula
directamente con la historiografía, donde manifiesta su teoría a los distintos historiadores que
busquen nuevas formas nuevos caminos. Sin embargo no es solo el ámbito de la historia la que
le interesa este libro en su carácter interdisciplinario, la historiografía posmoderna ha tomado
importancia tanto dentro del arte, o historia del arte, como de la ciencias políticas, la filosofía
o la misma sociología, Artur Danto ha observado, con cierta sorpresa, que el legado del
modernismo se ha identificado en tiempos recientes con la muerte de la pintura. Esta
identificación no es azarosa, pues, ella no expresa sino con otras palabras la revolución medial
que afecta hoy a la pintura y a las artes visuales y, por extensión, a la historiografía y las
disciplinas sociales” (pp. 33-34)

En su segunda parte los autores chilenos dedican una seria de conceptos que podríamos
también denominarlos glosario, con esta serie de conceptos se hace una llamado a dejar de
lado a aquella historiografía del siglo XIX y que nuevos historiadores e historiadoras comiencen
a trabajar en la redacción de un nuevo vocabulario postmoderno de la historiografía para así
poder hacer frente la crisis estructural de la producción historiográfica que busque responder
a los desafíos del tiempo presente.

Este capítulo dedicado a los diferentes conceptos es muy completo y bien construido, la
historiografía posmoderna muestra una escritura concreta, concisa y aplicable

El primer concepto es el de “acontecimiento”, uno de los grandes protagonistas de la historia


desde el siglo XIX. En los diferentes programas de las escuelas históricas siempre ha tenido un
papel protagonista en las reflexiones teóricas. Los autores de este libro ponen en
cuestionamiento a Badiou para confrontarlo con Derrida como focos principales y para ser
más consistentes las teorías de White y Ankersmit, se han discutido ampliamente los
conceptos de “hecho” y “acontecimiento” y sus diferencias y formas de conformación tanto en
relación a su estructura interna como a su contexto externo. Y, por su puesto, a todo el debate
teórico que ha tenido lugar en relación al acontecimiento en la historia del presente o en la
historia.

Otros conceptos también a tomar en cuanta pueden ser el de archivo donde se hace una
reflexión a la problemática de las fuentes historiográficas el de Comprensión Histórica
importante para oficio de historiar está actividad de un reactualización de la experiencia
acaecida, donde el conocimiento es así siempre un conocimiento por huellas, establecidas a
través de la mediación de las fuentes.

También la importancia tomar conceptos para reflexión como el feminismo (realizado por
Alejandra Castillo filosofa chilena), por supuesto conceptos que se encuentran vinculados al
discurso postmoderno como deconstrucción, antinomia, biopolitica y la anteriormente
nombrada decolonizacion donde se encuentra conscientemente marcada la “matriz colonial
del poder”

El concepto de canon es otro concepto polémico e interesante ahí los autores afirman que “sin
teoría no hay posibilidad de pensamiento ni, mucho menos, de una reflexión histórica” (p. 77)
Esto pasa a ser contradictorio ya que un gran relato como el canon es considerando anti-
posmoderno,

En el siguiente, que es la biografía, especial a algunos de los grandes autores del paradigma
postmoderno, como Paul Veyne, Elizabeth Deeds, Dominick LaCapra, Frank Ankersmit, Hayden
White, Keith Jenkins, Michel de Certeau, Alan Munslow y Joan Scott. En términos relativos al
debate público de los intelectuales, podríamos decir que estamos ante reflexiones que nos
pueden llevar a la meditación sobre la creación de los grandes pensadores en el mundo
académico, que llevaron sus ideas de critica a la historia positivista y de crear una nueva forma
de producción historiográfica, una nueva forma de pensamiento, un cambio de mentalidad.

Por último, el libro incluye unas excelentes traducciones de textos fundamentales de algunos
de los autores centrales de la llamada “historiografía postmoderna”, que Valderrama y Mussy
denominan como manifiestos y que han sido publicados previamente en grandes revistas y
libros de circulación mundial. Dándonos un panorama completo del trabajo que los autores
fueron creando y no solos sino también historiadores, filósofos sociólogos, que impactan con
sus trabajos en el desarrollo de este titulo

En su lectura este título me pareció que cumple lo que promete en un principio donde dice
que este será primero una forma de cambio de mentalidad de salir de ese pensamiento larva.
eso que no tiene atrapados en el tiempo pensando que no se debe cambiar o por menos no
cambiar demasiado, nos somete a un pensamiento crítico un viaje por los conceptos antiguos
que fueron reformulados o por aquellos conceptos nuevos que son necesarias para una nueva
producción historiográfica, una más inclusiva, no de grandes figuras, sino una más social,
donde las estructuras no sean tan fijas ni marcadas, y donde los cambios, no son solo
productos de un acontecimiento aislado sino, donde la multiplicidad de causas deben ser
tomadas en cuenta y analizadas, la historiografía posmoderna plasmada por Valderrama y
Mussy, intentan generar como ellos bien intencionados advierten al principio un cambio de
mentalidad.

También podría gustarte