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Brando Pérez
ESCENA 1.
Narrador: (entra con carro de paletas por el público, el telón de boca está cerrado) paletas, paletas,
vendo paletas, de todos los sabores de limón para Ramón, de ciruela para Manuela, de piña pa´ la
niña , de mora pa´ las señoras, de coco para los locos y al que me compre una paleta yo le cuento
un cuento. Paletas para el sabor y la imaginación (suena canción y el paletero canta)
Hablado: paletas, ricas paleta para el sabor y la imaginación, si ustedes me compran una paleta Yo
les cuento un cuento.
Se repite canción.
Narrador: (se acaba la canción) Paletas ricas paletas de todos los sabores
Narrador: de ciruela para manuela...por aquí está ¿y cómo la quieres con cuento o sin cuento?
Narrador: a ver, a ver que te cuento. Bueno te voy a contar una historia...
comp. 2: de coco
Narrador: de coco para los locos, aquí tienes tu paleta y ¿como la quieres con cuento o sin cuento?
Narrador: eso me encanta, que a los niños les gusten los cuentos. Comencemos. Había una vez...
Comp. 3: Señor, señor, una paleta.
Comp. 3: de limón.
Narrador: de limón para Ramón, también tengo de ciruela para Manuela, de fresa para teresa, de
coco para los locos y…
Comp: de limón
Comp.: si, sin cuento ¿es que no me puede vender la paleta sin cuento?
Narrador: si, te la puedo vender sin cuento, pero… ¿tu no sabes que el cuento es el mejor maestro,
el mejor filósofo, el mejor espejo e interprete del comportamiento humano que en el se reflejan
nuestras virtudes, defectos y mezquindades, que él nos transporta a tiempos inmemoriales y a sitios
fantásticos donde sólo se puede llegar con la imaginación, algo que ningún aparato por más rápido y
moderno que sea lo puede lograr, que nace para educarnos, que el cuento desarrolla tu sentido
crítico, analítico, deductivo, imaginativo y hasta tu intelecto? Que la generaciones que han
escuchado cuentos construyen al mundo y las que no lo destruyen? Pásame esos doscientos
pesitos para acá y yo te cuento el más hermoso cuento. Dicen que dicen, que allá en los tiempos, en
un bosque muy lejano vivía un leñador con sus dos hijos HANSEL Y GRETEL, y con su esposa que
no era la madre de los niños pero los amaba como si lo fueran. El leñador era muy pobre, pero podía
dar de comer a su familia, y todo marchaba bien hasta que un día el país cayó en una terrible crisis
económica y el leñador ya no pudo llevar a su casa ni un pedazo de pan.
ESCENA DOS
Música de fondo se abre el telón y frente a la casa aparece la madrastra cabizbaja con un pedazo de
pan. Mira hacia la ventana de la casa y lo guarda en el delantal.
Madrastra: otra noche más que acostaré a los niños sin comer.
Leñador: no sé que hacer mujer. Ya casi es imposible conseguir algo de comer... y las fuerzas me
abandonan.
Hansel y Gretel se asoman a la ventana sin que los padres los vean y escuchan la conversación.
Madrastra: todos los días vamos al bosque por leña para vender... ¡y nada! Mira este es el último
pedazo de pan que nos queda para resistir esta interminable crisis, debemos tomar medidas por
drásticas y duras que parezcan, mañana...mañana se lo daremos y los llevaremos al otro reino que
está después del bosque allí hay familias ricas y los dejaremos allá, alguien que pueda alimentarlos
mejor los encontrará y por hacer oficios les darán techo y comida, así…
Leñador: no, no mujer, yo no podré vivir sin ellos, esa gente los esclavizará, los pondrán a hacer
labores de adultos y en donde quedarán sus juegos, sus risas, eso es lo que me da fuerzas para
seguir. No soy capaz de verlos partir.
Madrastra: pero si eres capaz de verlos morir de hambre. Es que no te das cuenta que no aguanto
mas este tormento diario, que no solo carcome mi hambre sino también la de ellos. No son mis hijos
pero los quiero como si lo fueran y el hambre de ellos me duele más que la mía. Tengo miedo, miedo
de morir de hambre, miedo de que ellos mueran. Es una salida, desesperada y hasta egoísta pero es
la única que tenemos. O tú... ¿tienes otra?
Madrastra: ¿paciencia?, ¿paciencia? Esa solución nos llevará a la tumba a todos. Moriremos de
hambre los cuatro y yo prefiero verlos partir que morir.
Leñador: Está bien...mañana los llevaremos, posiblemente encuentre a alguien bondadoso que los
alimente (El leñador sale con la madrastra)
Gretel: Hansel nos llevarán en un reino que no conocemos. ¿Qué vamos a hacer?
Grettel: pero son personas que no conocemos, y si son malas nunca podremos regresar.
Hansel: Esperemos a que se duerman, nos escapamos y nos escondemos en el bosque, ellos
saldrán a buscarnos y entonces nosotros regresamos.
Grettel: nos perderemos en el bosque, eso no funcionará, debemos pensar en otra cosa.
Hansel: Grettel tengo una idea para no perdernos, yo regaré mi porción de pan por el camino y así
encontraremos el regreso a casa.
Hansel: si...creo que sí, pero por ahora vamos a dormir un poco que tengo sueño y hambre.
Gretel: no nos podemos quedar dormidos, antes de que amanezca debemos salir.
Narrador: Los niños duermen un poco, intranquilos y antes del amanecer, toman su porción de pan,
con mucha cautela y salen.
Hansel y Grettel saliendo a hurtadillas de la casa, amanece y los padres descubren que no están.
Madrastra: los niños, los niños no están, esto es muy raro. Hansel, Grettel, (bis)
Papá: busquémoslos en las casas de alrededor por si acaso se fueron a donde un amigo.
ESCENA 3
Narrador: Los niños se fueron al bosque, caminaron durante muchas horas y convencidos que las
migajas de pan que Hansel regó por el camino los llevaría de regreso a casa, y aunque
preocupados y temerosos por estar solos, se quedaron dormidos.
Bruja: (entra la bruja cegatona oliendo y recogiendo migajas de pan) 67, 68, 69 y ¡setenta! Hum,
(olfatea) me huele a niños. Hay un inconfundible olor a niños, 8en voz baja pero autoritaria) oye
duende sinforoso, hechizo mal hecho, guíame hasta esos niños. (Estira las manos y aparece un
duende tembloroso y asustado).
Duende: dididigame.
Bruja: aquí hay niños, desde que fallé contigo no he podido pescar a uno, así que necesito que me
guíes a ellos, sabes que no veo bien.
Duende: (mira a los niños) sí, si seseseñora, gire a su izizizquierda, (la bruja gira) avance (dándole
dirección contraria a los niños, la bruja se golpea con un árbol)
Bruja: quien me manda ser tan cegatona. Inútil hacia donde sigo.
Duende: aaahora hacia la derecha y sisisiga de frente. (La bruja se golpea de nuevo con el otro
árbol)
Bruja: te aprovechas que no puedo comer duendes, pero te calcinaré un día de estos, guíame bien.
La bruja camina hasta el borde del escenario y hace como si se fuera a caer de boca al precipicio,
pero cae de espaldas con las piernas abiertas.
Bruja: ajá, con que me quieres hacer caer, me las pagarás, te calcinaré en el horno.
Duende: (arrodillado) no, no señora, perdóneme, me equivoqué, le juro que me equivoqué, yo le
seguiré ayudando. Puedo guiarla hasta los niños.
Bruja: no te creo, ya no te creo nada (le manda una corriente que tumba la duende) vete, vete,
directo debajo de la mesa del comedor, bueno para nada y cuando encuentre a esos niños me
servirás de leña para avivar el fuego. (El duende sale dando botes). Fuera, fuera.
Bruja: Hum, (olfatea) me huele a niños. Confío más en mi olfato que ese adefesio de duende, off, off,
(olfatea y descubre a los niños) ¡ha! ¡Aquí están! (olfatea sin tocar a los niños) ¿Estarán gorditos?
Grettel: Hansel recuerda, debemos regresar guiados por las migajas de pan, de pronto se han
arrepentido de entregarnos a personas desconocidas. ¿Por donde las regaste?
Hansel: están, la última la dejé a unos 40 pasos de este árbol, aquí nos sentamos y nos quedamos
dormidos, espérame ya vuelvo.
Grettel: yo camino 40 pasos hacia allá y tu 40 hacia el otro lado, el que las encuentre grita. (Salen
caminando) ¿Encontraste algo?
Hansel: no. no encuentro nada. Regresemos al árbol que ya estoy muy asustado.
Hansel: si vamos…
Bruja: ¿a ver donde están? (Olfateando y cae al suelo) aja! Aquí estuvieron y el olor de sus huellas
me indica… que su temor es cada vez mayor, jajaja.
Grettel: Hansel tengo frío y mucho miedo, siento escalofrío, siento la presencia de alguien, alguien
muy extraño que nos persigue.
Hansel: yo también tengo frío y miedo. Pero ven sentémonos tenemos que pensar en algo para
calmar este miedo que cada vez aumenta.
Grettel: si, pero en que pensamos. Tengo miedo y no puedo pensar, La mente se me nubla
Hansel: A mi también se me nubla la mente, creo que nos equivocamos, que la embarramos, ahora
no seremos unos esclavos de unos ricos desconocidos, sino que moriremos perdidos en el bosque.
Bruja en una esquina del escenario: Están listos para pescarlos, temblorosos de miedo, son fruta
pulpa y madura para comer. Como mansos corderitos caerán en mis garras.
Grettel: no debemos dejarnos vencer por el miedo, recuerda las palabras que mi padre decía para
espantar al miedo.
Bruja: no, si cantan pierden el miedo y si pierden el miedo me pierdo yo. Tengo que impedirlo.
Narrador: y cuando la bruja estaba a punto de pescar a los niños, miren lo que pasó. Esto está
interesante.
Hansel: lo decía mi papá… cuando tengas mucho miedo… cuando tengas mucho miedo…cuando
tengas…
Canción:
El que canta sus males espanta (bis)
Cuando tengas mucho miedo, cuando tengas mucho miedo (bis)
Sólo tienes que cantar
Cantando el amor se crece, cantando el amor se crece.
La ternura aparece y mas grande es tu ser.
Si lo quieres aprender canta conmigo otra vez (bis)
Grettel: y le diremos a nuestros padres que si nos toca irnos a otro reino, nos iremos los cuatro y que
viviremos juntos donde sea.
Se cierra el telón.
Comp: los niños no encontrarán las migajas porque la bruja las cogió, se acuerda que las recogió
una a una.
Narrador: pero ella no se las comió, las guardó y las utilizará, téngalo por seguro que las utilizará.
Comp: y sin las migajas de pan, como podrán salir del boque?
Narrador: eso no lo sé. Lo único que sé es que ellos se internaran mas y mas en el bosque buscando
la migas de pan y no saben lo que les espera.
Bruja: (en off) bien, bien, bien, me está quedando todo al punto. (Sale con las manos llenas de
dulces) Sinforoso inútil tráeme más dulces, (entra sinforoso temblando con más dulces) ya, ya, entra,
entra y no salgas debajo de la mesa por nada del mundo que pronto te convertiré en leña, humm, se
van a volver loquitos con esto y esto y esto y todo, todo esto, ¡ha! Aquí (sacando la jaula) los
encerraré y poco a poco los engordaré y los cocinaré en mi horno.
Canción de la bruja.
Bruja: ellos vendrán tras una, otra, otra y otra. (Regando la migas) ¡ha! Pero me falta el ingrediente
final. (Se transforma) así, no me reconocerán como la bruja del bosque, jajajaja.
Hansel emocionado: comer (se sientan los dos a escoger los dulces)
Bruja en off: oigo ruido de dientecitos, ¿quien se come mi tejadito?
Hansel, Grettel.
Hansel: a mi también.
Bruja: tu hermoso muchacho ¿me puedes ayudar a limpiar la jaula de mis pajaritos que no demoran
en regresar?
Bruja: por aquí, ven, pobres mis pajaritos que no he podido limpiarles su jaulita, es que las fuerzas
no me dan.
Bruja: buena, si buena ja, ja, ja, yo soy la bruja del bosque. Entra niña, recoge todo esto y ahora me
vas a ayudar a engordar a tu hermano, para comérmelo asado.
Narrador: y así pasaron los días. Hansel en la jaula y Grettel haciendo los oficios de la casa. Pero
ustedes se preguntaran que pasó con los padres de los niños.
Comp: si que pasó.
Narrador: pues ellos, después de buscar en cada casa de la comarca sin resultado alguno, se
internaron en el bosque, con la ilusión de encontrar a los niños allí.
Narrador: le preguntaban a cuanto leñador encontraban, sin obtener ninguna respuesta que los
llevara hasta Hansel y Grettel.
Madrastra: Cuanto lo siento, los niños seguramente nos escucharon y escaparon, jamás pensé que
la incertidumbre y la soledad, dolieran más que el hambre.
Padre: no te culpes mujer, yo también fui débil, no debí aceptar alejarme de mis hijos, pero los
vamos a encontrar, buscaremos debajo de cada piedra, en cada árbol, en todos los reinos si es
preciso, pero los vamos a encontrar.
Narrador: y que pasaba en la casa de la bruja? Pues ella iba todos los días a la jaula para ver que
tan gordito estaba Hansel. Pero como el era un niño tan astuto había guardado un huesito de pollo
de su comida y era eso lo que la bruja tocaba.
Bruja: (saliendo de la casa) a ver, a ver, hoy vamos a ver que tan gordito está mi futuro asadito.
Pásame tu dedito (tocando y olfateando el hueso). Estás muy flaco todavía, volveré mañana.
(Furiosa). Grettel!!!
Grettel: si señora.
Bruja: vas a traer mucha pero mucha comida y que tu hermano se la trague toda. Porque gordo flaco
o como esté pronto lo cocinaré. Jajaja. Y a ti también.
Narrador: oscureció y Grettel no había logrado la forma de escapar, pero se ¿acuerdan de ese
duende maltrecho y nervioso que la bruja tiene como idiotizado?
Duende a Hansel: toma seguetea l una barra y escapa, voy a despertar a Grettel, no hagas mucho
ruido si la bruja se despierta estamos perdidos.
Duende: debemos entrar, en un rato volvemos, cuando hansel haya terminado, por, por porque la, la,
bruja nos puede pespespescar.
Grettel: tranquilo, tranquilo, vamos a entrar tú te metes debajo de la mesa con mucho sigilo y ella no
notará ningún movimiento.
Bruja: aja, con que querían escapar, vete, debajo de la mesa pedazo de leña, porque vas a ser para
lo único que sirves: de leña, (lo manda con un corrientaso y el duende entra dando botes) ven niño
muéstrame tu dedito, ¿será verdad que está flaquito? Bhaa, no me importa, Grettel., trae más
comida, mucha comida, flaco, gordo o cómo esté ya me lo comeré.
Bruja: quítate de allí, niña. (La separa con magia) sal de allí niño, vas directo al horno.
La bruja se esfuma…
Niña: no, sin la bruja el camino estará despejado. A dios, los extrañaré. (Saliendo)
Hansel: Grettel debemos buscar a nuestros padres. Ellos también deben estar preocupados.
Narrador: y esta familia vivió junta y feliz, no volvieron a pasar necesidades porque tuvieron dulces
para vender toda la vida, inclusive arianna les compraba para llevar al otro reino. Pero Grettel,
Hansel, los padres, Arinna y todos los amigos, cantaban siempre la canción para vencer el miedo.
Cantemos todos.