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Balanza por cuenta financiera

En este tercer bloque de la balanza de pagos se recoge en los préstamos que pide un país al
extranjero, y las inversiones o depósitos que los países extranjeros efectúan a un país. Una
categorización de la cuenta financiera según la clase de inversión de que se trate permite
distinguir entre:
• Inversión directa: esta ocurre cuando el inversor pretende mantener una presencia
estable en la empresa invertida, alcanzando un grado significativo de influencia en la gestión o
en sus órganos de dirección.
• Inversión de cartera: Las inversiones de cartera son las transacciones en valores
negociables, excluidas las que se clasifican como inversión directa. En concreto los productos
financieros operados son: acciones, títulos de la deuda (bonos y pagarés), instrumentos del
mercado monetario (título a corto plazo) e instrumentos financieros derivados (las opciones, por
ejemplo).
• Otras inversiones: Incluye los préstamos ligados a operaciones comerciales (créditos
comerciales) y financieras, distinguiendo entre el corto y el largo plazo; también se recogen los
depósitos en el extranjero o de extranjeros en el país
• Variación de reservas: las reservas son las posiciones de divisas y otros activos que
tiene un país que puede utilizarse para satisfacer la demanda de divisas, y que sitúan al país
como acreedor frente al exterior. La cuenta de variación de reservas recoge los incrementos o
disminuciones netas de la moneda extranjera, oro monetario, derechos especiales de giro, etc.
Cuenta de Errores y Omisiones

La cuenta de errores y omisiones abarca lo que se conoce como el capital no determinado. Se


dice que es un ajuste por la discrepancia estadística de todas las demás cuentas de la balanza
de pagos. En realidad la suma de los saldos de la cuenta corriente y de la cuenta de capital
deben dar igual a las variaciones en las reservas monetarias internacionales.

Recordemos que cada una de estas balanzas dan un saldo independiente que puede ser
positivo o negativo:

o Positivo: si los flujos de entrada de dinero son superiores a los de salida hablamos
de superávit.
o Negativo: en caso contrario, sale más dinero del que entra, hablamos de déficit.
Inflación en Venezuela
El Banco Central de Venezuela (BCV) reportó una inflación de 13,3% en marzo de 2020 y la
acumulada de 124,0%. Mientras que, en el mes de abril, el diputado, Alfonso Marquina, informó
que el Índice Nacional de Precios al Consumidor fue de 80%.
El rubro que presentó mayor inflación en el mes de abril fue el del sector salud con un
162,44%, y la inflación acumulada fue de 341,61% y la interanual en 4.210%.
Las cifras de precios estimadas por el Observatorio Venezolano de Finanzas, correspondientes
a febrero de 2023, indican que la tasa de inflación mensual alcanzó a 20,2%, la acumulada a
67,7% y la anualizada 537,7%, superior ésta al 440% de febrero. De esta manera, se configura
una situación inflacionaria donde las autoridades fiscales y monetarias están desconcertadas y
sin instrumentos para detenerla. esto ha ocurrido en un entorno donde desde marzo de 2022
no se han incrementado los salarios del sector público sino más bien se han asignado
puntualmente algunos bonos.

Con un aumento del precio del dólar en febrero de 11%, es evidente que una tasa de
inflación mensual de 20,2% sugiere que los precios están sobre reaccionando a la
devaluación del bolívar. esto se traduce en una pérdida de competitividad de los
productos elaborados en Venezuela al ser significativamente más caros que los bienes
importados. Adicionalmente, fue febrero el mes donde el BCV intervino con mayor monto
de reservas por cuanto el instituto emisor perdió US$ 420 millones, la mayor cifra
mensual desde que comenzó el nuevo sistema cambiario en 2019.

A nivel de detalle los rubros que experimentaron los mayores aumentos fueron los Servicios
con 156,3%, Salud 15,8%, Vestido y Calzado 13,5% y Equipamiento del Hogar 15,1%. Los
Alimentos registraron un alza de 12,0% y el Transporte 12,2%. Ese aumento de los servicios se
encuadra en la política que ha seguido el gobierno de virtual eliminación de subsidios a la
electricidad, agua, aseo urbano y telecomunicaciones.
La tasa de inflación promedio de Venezuela es la más alta de América Latina. En 2018, se
registró una tasa de inflación que sobrepasaba los 65.000%, para el 2019 la cifra bajó a casi
20.000% de inflación.
El Fondo Monetario Internacional en su informe de Perspectivas Económicas Globales,
divulgado el 19 de abril de 2022, indica que el Producto Interno Bruto crecerá 1,5% en 2023,
posiblemente la estimación más pesimista entre las conocidas recientemente, sobre todo si se
mira la de Credit Suisse, cuyo pronóstico es una expansión de 20% este año.

No hay cifras oficiales con las cuales contrastar la data histórica reciente del Fondo Monetario
Internacional, porque el Banco Central de Venezuela no publica la evolución del PRODUCTO
INTERNO BRUTO desde 2014.

El organismo multilateral asume que la economía venezolana cayó -1,5% en 2021, pero el
independiente Observatorio Venezolano de Finanzas indicó que el Producto se expandió 6,8%
al cierre del año pasado. En un contexto de una alta incertidumbre, el Fondo Monetario
Internacional proyecta un crecimiento promedio regional de 2,5%. Venezuela tendría, para el
organismo, el aumento del Producto Interno Bruto más débil de América Latina y el Caribe.

El gran fenómeno económico de la región esta muy cerca, en la frontera oriental de


Venezuela. Guyana, debido al auge de la aún modesta industria petrolera, crecerá un 34,5% en
2023. Barbados es el otro país que destaca, con un pronóstico de expansión económica de
11,2% y un alza de 4,9% para 2023.

Parte de la recuperación venezolana modesta que prevé el FMI se debe a un cambio de


tendencia en la balanza de pagos, cuya cuenta corriente habría sido deficitaria en -1,4%
en 2021, pero que sería positiva en 9,5% al cierre de 2022 y 6,5% en 2023.

El Fondo Monetario Internacional omitió en su informe hacer proyecciones sobre la tasa de


desempleo en Venezuela. Sin embargo, sobre este último indicador, conviene señalar que dos
de los principales destinos regionales de la emigración venezolana, Colombia y Perú, presentan
las mayores proyecciones de desocupación de América Latina, según el Fondo Monetario
Internacional.

Colombia tendría un desempleo de 10,6% para 2023, mientras que Perú registraría tasas de
8,8%, similares a las de Argentina. En su nota metodológica sobre las proyecciones referidas a
Venezuela, los economistas del Fondo Monetario Intenacional recuerdan que no hay un
monitoreo adecuado. La última evaluación realizada de acuerdo con el Artículo 4 del estatuto
del organismo se produjo en 2004 y, por lo tanto, la data disponible no es necesariamente
ajustada a los estándares del multilateral.

«Por los efectos de la hiperinflación y la escasez de datos reportados, los indicadores


macroeconómicos proyectados por el personal del FMI deben ser interpretados con
precaución», advierte el informe.

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