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Itinerarios

Un gran viaje hasta el fin del


mundo: la ruta nacional 3, de
Buenos Aires a Tierra del Fuego
Imperdibles de un recorrido por la Ruta Nacional 3 desde
Buenos Aires hasta bahía Lapataia. Más de 3.000 km de
llanura, meseta y montañas, siempre cerca del mar.
Espectáculo. La 3 atravesando la estepa patagónica en un día de tormenta
(Shutterstock)

Pablo Bizón

23/02/2020 - 8:01
Clarín.com 
viajes

“Voy a tomar la ruta 3, una mañana para no volver”, cantaba hace


años Celeste Carballo. Claro, hablaba de ir hasta su pueblo, Coronel
Pringles. Ahora, imagine que la acompaña hasta allí pero decide
seguir por esa misma Ruta Nacional 3 hasta donde termina.
Recorrería más de 3.000 kilómetros atravesando la Pampa húmeda
y la meseta patagónica; admiraría el majestuoso paisaje del océano
Atlántico acariciando playas de arena y piedra; disfrutaría del
espectáculo de ballenas, pingüinos, orcas y lobos marinos y miles de
aves; y cruzaría sobre anchos ríos como el Colorado, el Negro, el
Chubut y el Santa Cruz.

Además, tomaría un ferry para surcar las aguas del Estrecho de


Magallanes, y en Tierra del Fuego cruzaría la Cordillera de los
Andes (es la única ruta argentina que cruza la Cordillera y permanece
en el país). Atravesaría Ushuaia, ingresaría al Parque Nacional Tierra
del Fuego y llegaría a bahía Lapataia, entre montañas, bosques de
lengas y castores.
Allí bajaría del auto y, por supuesto, se tomaría una foto con ese
famoso cartel de madera que en letras amarillas anuncia: “Aquí
finaliza la Ruta Nac. Nro 3. Buenos Aires, 3.079 km; Alaska, 17.848
km”.
Amanecer en la 3, entre Chubut y Santa Cruz (PB/Viajes)

La ruta 3, la segunda más larga de la Argentina -luego de la 40-,


atraviesa cinco provincias: Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa
Cruz y Tierra del Fuego. Y sumando ese tramo en Chile -por otras
rutas, claro- necesario para cruzar el Estrecho de Magallanes,
propone un viaje inolvidable de más de 3.200 km. Aquí vamos.

Buenos Aires: km 0 a 963


Como toda ruta nacional, la 3 se inicia oficialmente en el “km 0”:
Plaza Congreso. Aunque su verdadero comienzo podría situarse en la
avenida General Paz, en el ingreso a la provincia de Buenos Aires. Un
comienzo sencillo, como una simple avenida ancha, de tres carriles
por mano, continuación de la avenida Juan B. Alberdi. Aquí se llama
“Av. Brigadier Gral. Juan Manuel de Rosas”.

En el Gran Buenos Aires, la 3 es una avenida.

Casas bajas, modestas; algún que otro edificio, doble línea amarilla en
el centro; colectivos, mucho tránsito. Nada la diferencia de tantas otras
avenidas del Gran Buenos Aires.

A 3,6 km de la Gral. Paz inicia un tramo renovado, con carriles de


Metrobus y paradas iluminadas, asfalto, pintura y señales nuevas. Es
el Metrobus La Matanza, que va por el centro de la ruta 3 a lo largo de
16 km, con 17 estaciones que utilizan 20 líneas de colectivos.

El metrobus La Matanza tiene 17 estaciones sobre la ruta 3 (Silvana Boemo)

A 11 km de la Gral. Paz está el predio del Aero Club Argentino,


tercera institución aérea en el mundo, fundado en 1908 nada menos
que por Jorge Newbery. Si tiene algunos años tal vez recuerde un
famoso cartel que estaba sobre la ruta a la altura del Aeródromo del
Aeroclub Argentino, en Gregorio de Laferrere, que decía “Argentino,
aquí nacieron las alas de tu patria, salúdalas”.

Poco más adelante la 3 se cruza con “Gral. Rojo”, que es el nombre de


la ruta 21, que corre junto a las vías del ferrocarril Belgrano Sur.
Cruce sobre la ruta y sobre las vías y siga por Rosas, que se
transforma en autovía: tres carriles para el norte, tres carriles para el
sur y colectoras.

Así sigue cuando cruza sobre el arroyo Morales e ingresa en Virrey


del Pino, un tramo de 13 km en los que la ruta poco a poco se va
despoblando, asomándose al campo. Un breve paso por una esquinita
de Marcos Paz y llega el partido de Cañuelas: empieza el verde.
Poco más adelante, en el cruce con las rutas 6 y 205 hay un rodeo raro
-esta parte está igual que hace mil años, a paso de hombre- para
circundar Cañuelas por el este y seguir rumbo sudoeste.

Entre Monte y Las Flores se está construyendo (a paso lento) una autovía
(Infocielo.com)

Entra al partido de Monte y luego de cruzarse con la 41, llega a la


ciudad de San Miguel del Monte, a orillas de la laguna y con el
rancho de Juan Manuel de Rosas, reconstruido, para visitar. La 3 hace
un par de codos, rodea la Laguna de las Perdices y se interna en la
llanura pampeana hacia Las Flores y Azul. En el tramo entre Monte
y Las Flores se está transformando en autovía, y dicen que estas obras,
cuando estén terminadas, permitirán ahorrar hasta una hora para los 20
mil vehículos que recorren diariamente este sector.
La ciudad de Azul, con su catedral gótica sobre la plaza San
Martín y sus jornadas cervantinas, amerita una parada: ya habrá
recorrido poco más de 300 km, casi 10% del viaje. Cerca, Olavarría y
Sierras Bayas aportan las aventuras y sierras, y el cruce con la ruta
226 tienta con desvíos a Tandil, Balcarce o Mar del Plata.

La 3 cerca de Azul. Aún faltan casi 2.900 km para Ushuaia (Lucas Scherer -
Google Maps)

Pero no, seguimos por la 3, que va rumbo sudoeste y pasa


rozando Benito Juárez. Consejo: desvíese unos 55 km por rutas 86,
74 y 80 y disfrute de los paisajes y actividades de Barker y Villa
Cacique, entre sierras.

La 3 sigue al sur, pasa por Adolfo Gonzáles Chaves y luego por Tres


Arroyos, ya cerca de las playas sureñas de Buenos Aires: Claromecó
está a menos de 70 km. Y más adelante, aún más cerca:
desde Coronel Dorrego son 38 km hasta Monte Hermoso, uno de los
principales balnearios del sur de la provincia.

La ruta cerca de Tres Arroyos (Google Street View).

Entonces, luego de cruzar el río Sauce Grande, estará ya en los


alrededores de Bahía Blanca, la principal ciudad de todas las que
atraviesa la 3, que por aquí está convirtiéndose en autovía en su
rodeo de Bahía por el sur.
Y entonces, se podría decir, empieza la verdadera aventura. Porque
luego de pasar Bahía Blanca, la ruta ingresa en los paisajes llanos y
desolados del sur de la provincia de Buenos Aires; que aunque
políticamente no forman parte de la Patagonia, se le parecen mucho. Y
más desolados aún porque la mayoría de los vehículos que van hacia
el sur toman otro camino desde Bahía: la ruta 22 al oeste y la 251 al
sur. Esa vía se une con la 3 cerca de Las Grutas, y ahorra unos 50 km
a los viajeros.

Pero aquí nos mantenemos fieles a la 3, hasta el fin. Sobre todo


porque en la “pata” sur de la provincia de Buenos Aires, la ruta va
paralela a las vías del ferrocarril y pasa por interesantes pueblos que,
en su época, nacieron con el tren y con la expansión territorial: Mayor
Buratovich, Hilario Ascasubi, Pedro Luro -a orillas de la laguna La
Salada- Villalonga, Stroeder. Luego, a la altura del lago Sal del
Algarrobo, bien podríamos tomar un camino de tierra a la izquierda:
75 km hasta José B. Casas, luego cruzar las vías y seguir otros 37 km
hasta Bahía San Blas, un humedal que es reserva natural y un paraíso
para pescadores.
Carmen de Patagones, la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires,
con un casco histórico colonial.

Pero volviendo a la 3, poco más adelante hay una parada


ineludible: Carmen de Patagones, que conforma casi una misma
ciudad junto con Viedma, justo enfrente, cruzando el río Negro.
Patagones es la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires,
fundada en 1779, y conserva un hermoso casco histórico de calles
empedradas que fue declarado “Poblado Histórico Nacional”.

Río Negro: km 963 a 1.305


Al cruzar el río Negro, ingresará formalmente a la Patagonia.
Viedma tiene un perfil más moderno y muchos más habitantes que su
vecina de enfrente, y a 30 km al sudoeste, un hermoso escape:
el balneario El Cóndor, junto a la desembocadura del río Negro y
donde nace un gran recorrido costero: el de la ruta 1, que va hasta San
Antonio Este, pegadita al mar y sobre acantilados.

El balneario El Cóndor está a 30 km de Viedma.

Pero esta nota es sobre la ruta 3, así que por ella seguimos. Allí donde
se junta con la 251 hay una rotonda; una de las salidas lleva a San
Antonio Oeste y, un poco más hacia el sur, a Las Grutas, el principal
balneario de la Patagonia y elegido recientemente “mejor playa de
la Argentina” en una encuesta. Bien puede pasar una noche en el
lugar, cenar un buen pescado y descansar con el arrullo del mar, para
volver al camino al otro día.
Porque el camino sigue con rectas larguísimas a través de la estepa.
Son 120 km hasta Sierra Grande, el pueblo que surgió gracias a las
cercanas minas de hierro, estuvo a punto de desaparecer y luego
resurgió parcialmente de la mano de inversiones chinas. Puede hacer
un tour minero y luego hacer 30 km para relajarse al sol en Playas
Doradas, incipiente balneario cuyo nombre se debe a los reflejos que
producen los minerales que contienen la arena.

Playas Doradas, cerca de Sierra Grande, en Río Negro.


Chubut: km 1.305 a 1.851
Se vienen otros 120 km por la estepa desértica: grandes rectas, cielos
infinitos, el ingreso a la provincia de Chubut al cruzar el río Verde, y
unos km más adelante, un cruce de ruta importante: hacia la izquierda
-viniendo desde el norte, como en este viaje imaginario-, la ruta
provincial 2 lleva al istmo Carlos Ameghino, ingreso a Península
Valdés, un imperdible del camino.

Visite el centro de interpretación y siga hasta Puerto Pirámides, con su


mansa playa desde donde parten las excursiones de observación de
ballenas entre mayo y noviembre, y de delfines en verano. También es
recomendable “dar la vuelta” a la península pasando por Punta
Delgada, Punta Norte y la estancia San Lorenzo, con su pingüinera.
Entre mayo y noviembre, las ballenas francas australes dan un gran
espectáculo en torno a Península Valdés.

La siguiente escala es otro obligado: Puerto Madryn, a orillas del


golfo Nuevo, una moderna ciudad con todos los servicios, un paisaje
espectacular y de todo para ver y hacer. Ballenas, delfines, lobos
marinos, pingüinos, un impecable Ecocentro, el Museo del
Desembarco de los galeses, kayak, mountain bike y claro, buceo.
Porque Madryn es la Capital Nacional del Buceo, así que no deje
pasar la oportunidad de sumergirse en sus aguas y hacer snorkel con
lobos marinos. Si quiere descansar bien luego de los casi 1.350 km
que habrá recorrido, en Madryn tiene hoteles varios, incluso 5
estrellas, además de hoteles de campo, como en el faro de Punta
Delgada o en Punta Ninfas.

Entre Puerto Madryn y Trelew hay casi 60 km de autovía, aunque la obra nunca
se terminó debidamente.

Pero de vuelta al auto, que hay que seguir porque aquí hay mucho para
ver. Son 60 km de autovía -“casi terminada” desde hace años- al sur
de Madryn para llegar a Trelew, con dos buenas escalas: una en
el museo paleontológico Egidio Feruglio, uno de los más
importantes de su tipo en el país, y la otra, en el histórico hotel
Touring Club, inaugurado en 1926 y que hospedó a personajes como
Julio Argentino Roca, Saint-Exupéry y Juan Manuel Fangio, entre
otros. Además, se visita la habitación donde se alojaron los
legendarios bandidos Butch Cassidy y Sundance Kid.

En 1995, Lady Di visitó la casa de té Ty Te Caerdydd, en Gaiman.

De Trelew hay dos desvíos que valen la pena. Uno hacia el oeste, por
la ruta 25, hacia las colonias galesas de Gaiman (a 17 km)
y Dolavon (a 35). El otro, hacia el este, a Rawson y Playa Unión,
justo al norte de la desembocadura del río Chubut, donde atracan
muchos pesqueros. Aproveche para comprar pescado fresquísimo,
porque hay que regresar a la ruta; al tramo que muchos definen
como “la verdadera ruta 3”: recta, desolada, ventosa, a través de
la estepa.
Una recta en la estepa, postal característica de la 3 en la Patagonia
(Shutterstock)

Pero tranquilo, que hay cortes en la monotonía: 60 km al sur de


Trelew tendrá que hacer otro desvío: a la izquierda sale la ruta
provincial 75, que se une con la 1 y lleva a Punta Tombo, una de las
mayores colonias continentales de pingüinos de Magallanes. Las
parejas llegan cada año para anidar y tener crías, y en verano puede
haber hasta un millón de ejemplares.
Pingüinos y un guanaco en Punta Tombo (Daniel Feldman/Diario Jornada)

De aquí al sur, dos opciones: seguir por la ruta provincial 1, de ripio, o


regresar a la 3 para luego volver a desviar. La segunda opción es más
larga -250 km- pero con la mayor parte de asfalto. Como sea, la escala
que sigue debe ser Camarones, un pequeño pueblo costero de belleza
sorprendente, al igual que sus historias. Como la que cuenta el Museo
de la Familia Perón, en la casa en que vivió el ex presidente cuando
era niño. O el antiguo almacén de ramos generales Casa Rabal, que
inauguró en 1901 y sigue funcionando en el mismo edificio de chapa
acanalada.

En Camarones comienza el tramo de la 3 bautizado como “Ruta


Azul”: mil kilómetros cerca del mar pasando por reservas, parque
nacionales, ciudades, pueblos, puertos e historias. Desde
Camarones, bien podría hacer 85 km por la provincial 1 -de ripio- para
llegar a Bahía Bustamante, un tesoro casi desconocido:un pueblo
mínimo que nació en la década de 1950 por la recolección de algas y
hoy es centro del Parque Interjurisdiccional Marino Costero
Patagonia Austral, que protege una gran biodiversidad porque
numerosas especies llegan aquí para alimentarse y reproducirse. Y con
fantásticos paisajes.

Vuelva a la 3 y maneje hasta Comodoro Rivadavia, Capital


Nacional del Petróleo y principal ciudad de este recorrido
patagónico. Pocos km antes, descenderá de la meseta al nivel del mar
a través de las curvas y contra curvas del cañadón Ferrarys: cuidado,
porque hay autos, camiones -la mayoría petroleros- y bastante viento,
todos a altas velocidades.

Punta del Marqués, uno de los extremos de la playa Rada Tilly, en Chubut y
con una lobería en el extremo. La 3 pasa muy cerca, rumbo al cercano límite
con Santa Cruz
La historia de Comodoro, y del petróleo en la Argentina, se puede
conocer en el Museo Nacional del Petróleo, en Km 3 o Barrio Gral.
Mosconi, en torno al famoso “Pozo Nro. 2”, donde el 13 de diciembre
de 1907 se halló petróleo. Con 300.000 habitantes y varios hoteles y
restaurantes, la ciudad es un buen lugar para un alto en el camino.

Pasando Comodoro, a unos 12 km está la villa Rada Tilly con su


hermosa playa de arena, y allí la ruta inicia su tramo más cercano al
mar: hay sectores en los que casi se mojan las ruedas;apenas unos
metros de playas de ripio separan al mar de la ruta.

Santa Cruz: km 1.851 a 2.665


Esta parte, entre Rada Tilly y Caleta Olivia, se está transformando
en autovía desde hace años: si alguna vez se terminará, es un
misterio. Por ahora, ruta doble mano y baches. Ojo, no se distraiga
mirando el mar.
Obras eternas para transformar en autovía el tramo de menos de 70 km entre
Rada Tilly (Chubut) y Caleta Olivia (Santa Cruz). Shutterstock

Llega Caleta Olivia con su Gorosito -monumento al trabajador


petrolero-, y luego el mar se aleja por un rato. A 90 km de Caleta, el
cruce con la ruta 281 obliga a un desvío algo largo pero
imprescindible. Lleva a Puerto Deseado, una joya que las multitudes
aún no invaden. Visite el puerto y la antigua estación de tren, y haga
las excursiones a la ría Deseado -maravilla que fascinó al mismísimo
Charles Darwin- y a la Isla Pingüino, con una colonia de pingüinos
penacho amarillo junto al faro abandonado.
Cuando regrese a la 3, poquito más al sur habrá que desviar
nuevamente. Esta vez a la derecha, por la ruta provincial 49, hasta
el Parque Nacional Bosques Petrificados de Jaramillo. Senderos
entre enormes troncos de árbol petrificados, en un terreno cubierto por
millones de astillas de piedra. Fenómeno geológico + paisaje
hipnótico.

Entre Rada Tilly y Caleta Olivia, la 3 va pegada al mar (PB/Viajes).

La 3 sigue, solitaria, por la estepa desolada, hasta el remanso


de Puerto San Julián, ciudad de gran importancia en la historia de la
Patagonia, entre otros hechos, porque en marzo de 1520 arribó a sus
costas una expedición en busca de un paso por el sur de América.
Era nada menos que la de Fernando de Magallanes y sus cinco
naves, entre ellas, la Nao Victoria, que se convertiría en la primera
en dar la vuelta al mundo.
Disfrute de su réplica y la hermosa costanera de la ciudad y vuelva al
auto para seguir al sur: la 3 se aleja un poco del mar para sortear el
ancho estuario del río Santa Cruz y cruzarlo en Comandante Luis
Piedrabuena, un oasis verde con el honor de ser la localidad más
antigua de la provincia: se fundó en 1859.

La espectacular réplica, en Puerto San Julián, de la Nao Victoria, que ancló en


el lugar con la expedición de Fernando de Magallanes (Turismo San Julián).

Consejo: 7 km al sur, desvíe hacia el este por la ruta 288 para


visitar Puerto Santa Cruz, a orillas del estuario del río. Es
la segunda ciudad más antigua de la provincia, fundada en 1879 por
el comodoro Luis Py, donde siglos antes anduvo Magallanes y, en
1832, la nave HMS Beagle al mando de Robert Fitz Roy, y entre sus
tripulantes, Charles Darwin.

De vuelta en la 3, unos 20 km al sur de Piedrabuena, otro stop:


el Parque Nacional Monte León, primer parque nacional costero-
marino del país, creado en 2004. Un espectacular escenario de
estepa, mar, playas e islas como Monte León, que en el siglo pasado
fue el sitio de mayor extracción de guano en el país, y donde hoy
nidifican cormoranes imperiales, gaviotas grises y cocineras. Camine
el Sendero Pingüinera y asómese al mirador Cabeza de León. Y vaya
atento, porque suelen verse liebres, guanacos, choiques y hasta pumas.
Grandes paisajes en el Parque Nacional Monte León, en Santa Cruz
(PB/Viajes)

Viene otro tramo largo y recto: 200 km por la estepa hasta Río


Gallegos, capital de Santa Cruz. Se impone una parada en esta ciudad
-de casi 100 mil habitantes- a orillas de una ancha ría. Yotro
ineludible: tome la provincial 1 y visite la reserva Cabo Vírgenes,
con su antiguo y hermoso faro y una pingüinera donde de octubre a
abril pueden verse más de 150.000 pingüinos de Magallanes. De yapa,
se saca una foto con el cartel del “km 0” de la Ruta 40. Cerquita, el
faro de Punta Dungeness (Chile) marca el extremo sur del continente.
Tierra del Fuego: km 2.665 a 3.079
Para seguir fiel a la 3, hay que cruzar a Chile. Desde Río Gallegos
son 67 km hasta el Paso de Integración Austral, pasando la reserva
provincial Laguna Azul, en un espectacular cráter volcánico. Ya en
Chile, hechos los trámites aduaneros, la ruta continúa con otro
nombre. O mejor dicho, con otro número: se convierte en la ruta 55,
que hay que desandar por 39 km hasta encontrarse con la 257, que al
ratito nomás, se hunde en el Estrecho de Magallanes: es Punta
Delgada, desde donde parten los ferries que cruzan autos,
personas, motos, bicis y camiones a la isla de Tierra del Fuego.

Uno de los ferries que cruzan el Estrecho de Magallanes hacia Tierra del
Fuego desde Punta Delgada, Chile (Shutterstock)
El cruce dura unos 20 minutos en los ferries de Transportadora
Austral Boom (Tabsa), que parten cada 35 minutos. Un buen
momento para relajarse y disfrutar con un cafecito en la cubierta del
barco, porque al desembarcar ya estará en la isla de Tierra del Fuego,
aunque aún queden varios km por rutas chilenas para volver a la
3: para ser exactos, 148 km si toma la Y-79 hasta el paso San
Sebastián, y 165 km si va por la Y-79 y la 257.

En cualquier caso, en el paso San Sebastián volverá a la Argentina,


y a 10 km pasará por el puesto de Aduana y Migraciones, una estación
de servicio e instalaciones de Gendarmería. Y sí, volverá a la ruta 3,
que viene desde el norte de la isla pegadita al mar y así hasta Río
Grande, la ciudad que creció al calor de los yacimientos de
hidrocarburos y luego por la promoción industrial. Ysi le gusta la
pesca, sepa que el río Grande es una de las “mecas” del país, con
exclusivos lodges que reciben a extranjeros. Ah, yno pase por la
ciudad sin visitar la Misión Salesiana y el cabo Domingo.
Unos kilómetros después de Río Grande, la ruta va penetrando en los bosques
de lenga del sur de TIerra del Fuego (Shuttersotck).

Y al sur, siempre al sur: la ruta mira el mar abierto por última vez
antes de que el terreno comience a ondularse: va dejando atrás la árida
meseta para adentrarse en territorio precordillerano, y poco a poco los
bosques de lengas se hacen más tupidos. Ya en Tolhuin, penúltima
población que toca la ruta, las montañas se elevan y los bosques
abundan, así como los lagos. La 3 pasa a orillas del inmenso y ventoso
lago Fagnano y lo rodea por su orilla sur, ya relojeando las nieves
eternas de los Andes. Entre montañas, pasa junto al lago Escondido -
atenti, que no se ve tan fácil- y llega al Paso Garibaldi, el punto más
alto de toda la ruta: 450 msnm. Es el cruce de la Cordillera, ¡foto! 
Al otro lado comienza a descender suave, pasa por el centro de esquí
más austral del mundo -Cerro Castor- y el Valle de Tierra Mayor,
roza los pies del monte Olivia -el más alto de la isla, con 1.326 m- y
se entremete en Ushuaia, con vistas al canal Beagle. En Ushuaia hay
tanto para ver, recorrer y disfrutar que podría quedarse varios días.
Pero eso después, más relajado; ahora la ansiedad probablemente lo
haga seguir derechito hacia el Parque Nacional Tierra del Fuego.

Fin del camino. Bahía Lapataia, Parque Nacional Tierra del Fuego.

Los últimos 10 km de este viaje transcurren entre bosques de lengas,


turbales, ríos poblados de castores y senderos de trekking. Hasta que
el bosque se abre de pronto y, al final de un estacionamiento, se ve el
famoso cartel de letras amarillas. ¡Click! Luego de la foto, camine
unos metros hasta el mirador de Puerto Arias y respire profundo:
gran epílogo para un recorrido inolvidable.

Azul profundo
Por Sonia Renison, periodista. Autora del libro “Ruta 40”.

La primera vez que disfruté del corredor de la Ruta Azul sentí que
todo el océano del mundo estaba al alcance de mis manos. Desde
Comodoro Rivadavia, en Chubut, hasta Río Gallegos, en Santa Cruz,
la sorpresa intacta de serpentear con la vista, el cuerpo y el alma entre
la Ruta Nacional 3 y el mar es una sensación única. Una curva, un
cerro, la meseta, un acantilado y el océano profundo, que se despega
del cielo celeste con una finísima línea oscura, la dimensión exacta del
infinito. Fue una travesía siguiendo el primer Rally de Autos Clásicos
de la Ruta Azul. Esas esculturas sobre ruedas imprimían un encanto
especial al recorrido. Y en cada pueblo, punto panorámico y sitio de
naturaleza virgen, las fotografías encontraban el escenario perfecto.
En Chubut y especialmente Santa Cruz hay que tener cuidado, porque muchos
guanacos cruzan la ruta (Shuttersotck)

Claro que en cada regreso a este recorrido, con el paso de los años, la
curiosidad sumó historias. Como las de los navegantes, piratas y
corsarios. Y a partir de allí, quedó sellada para siempre mi pasión por
este gran corredor. Historias, las de hay de todas clases. Como la de
Hernando de Magallanes y la Nao Victoria, la nave a escala perfecta
que permanece en las playas de Puerto San Julián. O la del naturalista
inglés Charles Darwin, que montó campamento en la estancia Cerro
del Paso, en Puerto Deseado.
Ruta 3, un gran viaje hacia el fin del mundo (Shutterstock)

Pero fue encontrarme en medio de la ría Deseado, en una estructura


flotante y buzos en el agua, lo que me subyugó:la arqueóloga Dolores
Elkin, junto con su equipo interdisciplinario, rescataba piezas de la
corbeta Swift, hundida allí en 1770. De la lancha salté al “pontón”
para hacer un reportaje, haciendo equilibrio sobre ese “escritorio”
flotante agitado por las olas. También hicimos equilibrio con la
emoción del trabajo de los científicos del primer equipo de
Arqueología submarina del Conicet, que en ese instante clasificaba las
piezas de un hallazgo arqueológico que ya es parte de la historia de la
arqueología mundial.

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