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DERECHO PROCESAL IV.

LOS PROCEDIMIENTOS PENALES.

CAPITULO I : INTRODUCCIÓN.

1.a. El proceso penal como vía de solución del conflicto penal.

El conflicto penal consiste en la pugna existente entre el interés del Estado de


hacer efectiva su poder o pretensión punitiva de sancionar penalmente la
comisión de un delito y el interés del sujeto de mantener su vida y libertad
personal puestos en peligro por el ejercicio de la potestad punitiva del Estado.

El conflicto penal supone la existencia de un hecho que reviste caracteres de


delito, esto es, la comisión de actos u omisiones que se estiman de tal gravedad
por la sociedad, por lesionar bienes jurídicos fundamentales, como por ejemplo,
la vida, que tienen por decisión de esa misma sociedad a través de las leyes
asociado una sanción penal que consiste básicamente en la restricción y/o
privación de la libertad personal.

El proceso penal es una de las formas o vías de solución del conflicto penal.
Otras formas de solución, son la autotutela y la autocomposición.

La autotutela o autodefensa, consiste en la solución del conflicto en forma


directa e individual, incluso por el uso de la fuerza contra la otra parte, siendo la
forma más primitiva y menos avanzada de solución de conflictos jurídicos. La
autotutela se encuentra por regla general prohibida en nuestra legislación, (ver
art. 1, art. 19 N°s 1,2 y 3, art. 76 de la CPR, art 1 NCPP) salvo en casos
excepcionales, como tratándose de la legítima defensa, art. 10 N° 4 C. Penal). A
nivel internacional la manifestación más clara de autotutela es la guerra.

En nuestra legislación comúnmente nos encontramos ante una autotutela


homologada, que debe ser convalidada dentro de un proceso penal ante el juez
competente, el que tendrá que confirmar si ésta fue o no procedente y si se
cumplieron o no los requisitos para ejercer la autotutela.

La autocomposición es una forma de solución de conflictos en que las partes


interesadas directamente y de manera pacífica resuelven el conflicto, sea de
manera bilateral o bien unilateralmente.

Hoy la autocomposición en el nuevo sistema procesal penal, tiene una mayor


aplicación en comparación con lo que ocurría bajo el sistema antiguo.

Son formas autocompositivas unilaterales, la renuncia, el desistimiento y el


allanamiento.

La renuncia de la acción penal pública sólo opera respecto del renunciante y sus
sucesores, pero no extingue la acción penal pública (art. 29 del ACPP y el art. 56
del NCPP). En cambio, la renuncia de la acción penal privada y de la acción civil
derivada del delito produce la extinción de la acción. (art. 28 ACPP y art. 56
NCPP).

En el antiguo sistema procesal penal, el ministerio público estaba obligado por ley
a ejercer la acción penal pública, bajo el sistema pleno de Principio de
Legalidad. En cambio en el nuevo sistema rige el Principio de Oportunidad de
carácter reglado y no discrecional, según el cual los fiscales del ministerio
público pueden no iniciar la persecución penal o abandonar la ya iniciada

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cuando se trate de un hecho que no comprometiere gravemente el interés
público, en los casos que excepcionalmente señala la ley y sujeto el ejercicio
de esta facultad a la revisión del juez de garantía, el que puede actuar
revisando su ejercicio de oficio o a petición de cualquiera de los
intervinientes del proceso. (art. 170 NCPP).

También existe la renuncia tácita de la acción penal privada que opera en caso
que se hubiere ejercido previamente la acción civil emanada del delito antes que
la acción penal privada (art. 12 ACPP y art. 66 NCPP).

También existe el perdón de la parte ofendida como forma de extinción de la


responsabilidad penal para los delitos de acción penal privada, el que opera
incluso después de ejecutoriada la sentencia condenatoria. (art. 408 N° 5 ACPP y
art. 250 letra d) NCPP, en relación con el art. 93 N° 5 del Cód. Penal ).

El desistimiento por su parte opera una vez que la parte activa ha ejercido la
acción. Operan los mismos principios antes señalados para la renuncia, con la
diferencia que en el caso del desistimiento, la parte activa se hace responsable de
los perjuicios que pudiere haber causado al ejercer la acción.

Hay también un caso de desistimiento tácito, en el sistema antiguo cuando el


querellante de los delitos de acción penal privada de injuria y calumnia no
comparezca al comparendo de conciliación (art. 575 ACPP). En el sistema
nuevo opera ese desistimiento tácito en ese caso y respecto de todos los delitos
de acción penal privada (art. 402 NCPP).

El allanamiento es la manifestación de voluntad del sujeto pasivo en el cual


reconoce lo afirmado por la parte activa y se somete voluntariamente a la
pretensión hecha valer en su contra por el actor.

En el antiguo proceso penal el allanamiento no permitía condenar ya que sólo si


reunía los requisitos del art. 448 del ACPP podría probar con certeza la
participación del sujeto en los hechos, pero el allanamiento por sí solo no
producía la prueba del delito o hecho punible (art. 110 y 111 del ACPP).
Además, la contestación a la acusación era un trámite esencial del proceso
penal.

En el nuevo proceso penal si hubiere allanamiento del sujeto pasivo, ello


debería suponer aplicar el procedimiento abreviado o las salidas alternativas
de suspensión condicional del procedimiento o de acuerdos reparatorios. El
sólo mérito del allanamiento del sujeto pasivo no permite condenar a una
persona (art. 340 inciso final).

Son formas autocompositivas bilaterales, por ejemplo, la transacción, el


avenimiento, la conciliación, la suspensión condicional del procedimiento y los
acuerdos reparatorios.

La transacción y el avenimiento producen el término de la causa tratándose


de los delitos de acción penal privada. (art. 30 ACPP y art. 403 y 404 NCPP).

En el antiguo proceso penal, la conciliación era un trámite obligatorio en los


delitos de injuria y calumnia (art. 574 ACPP). Hoy es obligatorio para todos
los delitos de acción penal privada. Producida la conciliación en esa clase de
delitos, ello produce el término del proceso, con efecto de cosa juzgada.

La suspensión condicional del procedimiento es una forma autocompositiva,


judicial, bilateral y no asistida. Es un acuerdo celebrado entre el fiscal y el
imputado dentro del proceso penal, que debe ser homologado o validado por
el juez de garantía, para suspender el procedimiento y conducir al término
del juicio penal respecto de un delito de acción penal pública en caso de
cumplirse los requisitos establecidos en la resolución que aprueba este

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acuerdo, condiciones que fija al juez de garantía al aprobar el acuerdo.(art.
238 NCPP).

Cumplidas las condiciones, o no habiéndose revocado dicha suspensión se


dicta el sobreseimiento definitivo.

Es un contrato procesal destinado a producir efectos en el proceso penal y es


judicial ya que se celebra en una audiencia ante el juez de garantía.

Finalmente, es un contrato regulado por ley, ya que define los casos en que
procede, la forma en que se genera, y las medidas de seguridad que se pueden
disponer y su plazo.

Los acuerdos reparatorios: son acuerdos celebrados entre el imputado y la


víctima dentro del nuevo proceso penal que requiere ser homologado por el
juez de garantía y que tiene por finalidad convenir la reparación de los
perjuicios causados por el delito y poner término al litigio penal, respecto de
delitos que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial,
lesiones menos graves o delitos culposos.

Características:

Son formas autocompositivas de carácter judicial, bilateral y no asistido, pero que


debe ser homologado por el juez de garantía en una audiencia. Produce la
extinción de las acciones civiles de la víctima o de terceros, pudiendo
pedirse su cumplimiento al juez de garantía mediante el procedimiento
incidental (art. 243 NCPP).

Es un contrato regulado por ley (art. 241 y siguientes), ya que la ley regula los
casos en que procede, el procedimiento para su celebración, sus efectos y la
forma en que pueden cumplirse.

Las formas autocompositivas bilaterales han sido cada día más consideradas
para solucionar de una manera más rápida y eficiente los conflictos, incluso en
materia penal. Concordando con Carnelutti, “más vale una mala transacción
que un buen pleito”. Ello quizás no sería así si los juicios fueran procedimientos
más rápidos y expeditos y no implicaran en la práctica costos de todo orden no
sólo económicos, sino también de tiempo, dedicación, e incluso de carácter
psicológico y emocional.

El proceso penal como forma heterocompositiva de solución del conflicto


penal se caracteriza porque es un tercero, el juez, el que soluciona el conflicto de
manera obligatoria y superponiéndose a la decisión y voluntad de las partes. El
juez cumpliendo un procedimiento debe llegar a la convicción, una vez recibidas
las pruebas, para absolver o para condenar.

En todo proceso penal existen dos elementos: el hecho punible y la


participación.

El hecho punible dice relación con la existencia de un hecho que reúne los
caracteres de la conducta típica o descrita como delito por la ley.

La participación dice relación con el vínculo que tiene el imputado (la persona a
la que se le atribuye la comisión del hecho punible) en relación al hecho punible
en calidad de autor, cómplice o encubridor.

El juez en el proceso penal deberá pronunciarse sobre estos dos elementos.


Tratándose de la participación no es necesario que se establezca desde el inicio
del juicio, ya que podría no saber el actor penal quiénes son los partícipes del
delito y no obstante ello iniciar el procedimiento penal.

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Tanto en el sistema procesal nuevo como en el antiguo el proceso penal debe
contener los elementos del hecho punible y la participación.

1.b. Los sistemas procesales penales

El sistema procesal penal es el conjunto de reglas o principios que deben regir


al proceso destinado a perseguir los delitos penales que se cometen en una
sociedad.

Teóricamente es posible distinguir distintos sistemas procesales penales en el


Derecho Comparado, aunque históricamente ninguno de dichos sistemas se ha
manifestado de manera pura o exacta en la realidad. Sin embargo, para el
análisis de los principios y reglas de cada uno de ellos son útiles para el necesario
análisis de esta materia y en especial para analizar los roles de acusación,
defensa y decisión en materia penal.

1.b.i) Sistema Procesal Penal Acusatorio:

Es el primero que aparece desde un punto de vista histórico.

Se le asocia con los regímenes democráticos y republicanos de Grecia, Roma y


de algunos países de Europa hasta la Edad Media.

Se basa en el principio de que la autoridad soberana reside en toda ciudadanía


y que el juicio penal es como todos los juicios un juicio contradictorio y de
debate entre las partes, las que se consideran están en un plano de igualdad. El
juez, con el mérito de lo que aporten las partes, debe resolver en definitiva de
manera soberana e inapelable.

Características:

1.- El juez es el pueblo mismo.

2.- El proceso penal sólo puede iniciarse previa acusación de un ciudadano.


Rige plenamente el principio dispositivo.

3.- Sólo operan y valen las pruebas rendidas y aportadas por las partes. Rige
plenamente el principio de presentación de partes.

4.- Las partes se encuentran en un plano de igualdad. Rige el principio


contradictorio. No puede haber juicio en rebeldía del acusador o del acusado.
Rige plenamente el principio de la Bilateralidad de la audiencia.

5.- El acusado tiene derecho a permanecer en libertad durante el juicio


mientras no se dicte sentencia condenatoria definitiva en su contra.

6.- El proceso es público.

7.- El proceso es oral, practicándose incluso las pruebas de manera oral. Por
ejemplo, los documentos deben ser leídos de viva voz.

8.- El proceso es concentrado, practicándose en una o más audiencias.

9.- El juez no debe fundar su sentencia, y los fallos son inapelables, operando
en cuanto a la apreciación de la prueba la libre convicción.

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1.b.ii) Sistema Procesal Penal Inquisitivo:

Comienza a regir a partir del siglo XIII y paradigma de este sistema es el sistema
del Tribunal de la Inquisición. Rigió también en los siglos XVI, a XVIII.

Se basa en el concepto de que la persecución penal no puede quedar sujeta a


los particulares sino que debe ser deber del Estado dicha labor y en
consecuencia, el juez debe estar dotado de facultades suficientes para descubrir
la verdad real.

Características:

1.- El juez es un funcionario público, técnico y superior a las partes.

2.- El proceso penal puede iniciarse de oficio por el juez y sin previa
acusación de un particular. Rige el principio inquisitivo.

3.- El juez tiene plena libertad para investigar. (Principio de Investigación


Judicial) y de allegar pruebas que él seleccione al proceso.

4.- Rige el principio de la Unilateralidad la Audiencia, ya que no se basa en el


debate de las partes en un plano de igualada, sino que es el juez el que
unilateralmente va investigando y tomando declaración a los imputados, testigos,
etc. con el fin de conocer lo realmente sucedido. Pudiendo actuar el juez con
prescindencia de la presencia de acusador y acusado.

5.- El juez puede someter a prisión preventiva al acusado mientras dura el


proceso.

6.- El proceso es secreto.

7.- El proceso es escrito.

8.- El proceso no es concentrado, sino que el juez le va dando su curso de


acuerdo a los avances de la investigación.

9.- Rige el sistema de la prueba legal, ya que es la ley la que señala el valor de la
prueba, debiendo el juez fundar sus sentencias.

10.- Rige el doble grado de jurisdicción, ya que las sentencias son apelables
ante otra autoridad superior al juez.

Ej.: Juicios Juana de Arco y a Galileo Galilei.

1.b.iii) Sistema Procesal Penal Mixto:

Es propio de los Estados Modernos, en que se intentó combinar los aspectos


positivos de ambos sistemas acusatorio e inquisitivo.

Estos sistemas están basados en que hay dos períodos en el proceso, la primera
parte tiene las características del sistema inquisitorio y es propiamente de
investigación y la segunda parte similar al sistema acusatorio donde existe
propiamente un juicio público y debate entre las partes.

En estos sistemas se parte con una etapa de investigación propiamente


inquisitiva sobre la base de que mantener el secreto es favorable para el éxito de
la investigación y bajo la premisa de que no se puede formular acusación ni
menos hacerla pública contra alguien sin tener los antecedentes suficientes y
serios como para ello.

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Distinguir entre los diversos sistemas procesales penales es importante
entre otras razones, porque permite determinar a quién corresponde el rol
de acusación, defensa, prueba y decisión en el proceso penal.

Así, en el sistema acusatorio las funciones antes referidas están radicadas en


diversas personas: la acusación al acusador particular, la defensa a la parte
imputada, la prueba a las propias partes y la decisión al juez. En cambio en el
sistema inquisitivo la acusación, prueba y decisión corresponde al juez, y la
defensa al imputado. Concentrando de esta manera el juez varias funciones
relacionadas con el proceso penal.

1.c. Los principios y garantías del sistema procesal penal.

1.- Principio de la Oficialidad.

Tiene 3 manifestaciones:

a) Inicio del procedimiento: El principio de la oficialidad rige


principalmente en el ámbito de los delitos de acción penal pública en que
el ministerio público tiene por regla general el monopolio del ejercicio de la
acción penal. El ministerio público da inicio a la investigación y a la
persecución penal. También se puede dar inicio al procedimiento por
querella interpuesta por la víctima y demás personas autorizadas por ley.

En el caso de los delitos de acción penal privada el inicio del


procedimiento sólo le corresponde a la parte afectada o víctima quien sólo
puede dar inicio al procedimiento mediante la interposición de la
correspondiente querella.

En los delitos de acción penal pública previa instancia particular por regla
general el ministerio público no puede actuar de oficio salvo que el
ofendido hubiere denunciado el hecho ante las autoridades competentes.
Recibida la denuncia, estos delitos se tramitan como los delitos de acción
penal pública.

b) Disponibilidad de la pretensión penal: La acción penal privada es


claramente disponible, pudiendo ser renunciada, desistida, abandonada y
negociada mediante conciliación u otra forma de solución compositiva.

La acción penal pública, en cambio, por regla general es indisponible,


porque a su respecto rige el principio de Legalidad, según el cual, el
ministerio público debe ejercerla, salvo en los siguientes casos:

i) En el caso de ejercicio del Principio de Oportunidad establecido en


el artículo 170 de NCPP.
ii) La suspensión condicional del procedimiento.
iii) Los acuerdos reparatorios.

c) Principio de aportación de parte: Dice relación con quién debe presentar


las pruebas.

En el nuevo proceso penal la realización y presentación de las pruebas


corresponde al ministerio público y a las partes, pero no al juez. No rige el
principio de investigación judicial

El juez de garantía sólo puede recomendar diligencias probatorias al


ministerio público o bien ordenarlas a solicitud de algún interviniente una
vez cerrada la investigación y sólo respecto de aquellas diligencias que el
ministerio público hubiere rechazado su realización.

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El juez de garantía controla que las diligencias probatorias no afecten
derechos y garantías constitucionales de las partes. Además, en la etapa
intermedia de preparación del juicio oral debe controlar la pertinencia,
licitud e idoneidad de la prueba, excluyendo la prueba que no cumpla con
esos requisitos.

En el juicio oral, en tribunal del juicio oral en lo penal no investiga, ni


presenta pruebas, sino que sólo está facultado para hacer preguntas con el
fin de obtener aclaración en los medios de prueba, tales como, testigos y
peritos. El juez no está facultado para decretar medidas para mejor
resolver.

2.- Principio Acusatorio:

Consiste en la plena separación entre las funciones de investigación, acusación,


defensa y decisión.

En el nuevo proceso penal, rige este principio, ya que la investigación y la


acusación le corresponde al ministerio público, la defensa al imputado y su
defensor y la decisión del caso al juez.

3.- Principio de Legalidad:

En el nuevo proceso penal, rige por regla general el Principio de Legalidad que
consiste en la obligatoriedad de ejercer y continuar el ejercicio de la acción
penal pública.

Por excepción rige el Principio de Oportunidad, que en nuestra legislación es


reglado y no discrecional, en virtud del cual los fiscales del Ministerio Público
pueden decidir no ejercer la acción penal pública o bien no continuar su ejercicio
cuando el delito no comprometiere gravemente el interés público y siempre que
no se trata de un delito cuya pena mínima asignada por la ley excediere de la
pena de presidio o reclusión menor en su grado mínimo o se tratare de delitos
cometidos por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones. Art. 170
NCPP. Son manifestaciones de este principio la suspensión condicional de
procedimiento y los acuerdos reparatorios.

4.- Selectividad, Discrecionalidad y Oportunidad en la Solución de los


Conflictos Penales.

Consiste en contemplar mecanismos que permitan seleccionar los casos en


los que se considere eficiente aplicar el proceso penal y usar los recursos
asociados al procedimiento.

Son ejemplos de estos mecanismos, en el nuevo proceso penal, el archivo


provisional, el principio de oportunidad, las salidas alternativas como la
suspensión condicional del procedimiento, los acuerdos reparatorios y el
procedimiento abreviado.

El archivo provisional es la facultad legal del fiscal de archivar de manera


provisoria los antecedentes si de ellos no resultan elementnso qye permitan
desarrollar actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos.

El Principio de Oportunidad, regido en el art. 170 del NCPP.

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5.- Legalidad de las Medidas Privativas de Libertad

Consiste en que no se pueden adoptar medidas privativas de libertad, sino


aquellas expresamente autorizadas por la ley, y en los casos y en la forma que la
ley establece. Rige entonces una Tipicidad Cautelar Personal, lo que está
consagrado en el art. 19 N° 7 letra b) de la CPR y en el art. 5 del NCPP.

Estas medidas son excepcionales, por lo que deben ser interpretadas en forma
restrictiva y no opera a su respecto la analogía.

Son ejemplos de medidas cautelares personales en el nuevo sistema, los


siguientes: la citación, la detención, la prisión preventiva, el arraigo judicial y las
que señala el art. 155 NCPP.

6.- Derecho a la Presunción de Inocencia

Consiste en que toda persona es y debe ser tratada como inocente mientras no se
declare culpable mediante una sentencia judicial.

Este principio está consagrado en varios tratados internacionales, tales como la


Declaración Universal de los Derecho Humanos, la Convención Americana de
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).

Como consecuencia de este principio, el imputado no puede ser privado de


libertad mientras dure el proceso, no tiene la carga de probar los hechos, la ley
debe aplicarse pro reo, (principio in dubio pro reo que se basa en el concepto
que es preferible absolver al culpable que condenar al inocente) y se deben
cautelar las garantías del imputado, desde el inicio del procedimiento.

7.- Derecho a ser juzgado por un tribunal independiente, imparcial y


establecido con anterioridad por la ley a la comisión del hecho.

Consiste en que el juez en el ejercicio de la jurisdicción debe ser independiente,


tanto desde un punto de vista orgánico, funcional, como personal. Es decir el juez
debe juzgar sin presión ni influencia, ni siquiera de los tribunales superiores
jerárquicos.

El tribunal debe ser imparcial, lo cual constituye una garantía fundamental del
debido proceso, Art. 19 N° 3 inc. 5° CPR. Para ello la ley contempla causales de
implicancia y recusación y el art. 195 del COT incluso no permite participar a
una persona en un juicio si ella respecto del mismo hecho punible ha
desempeñado funciones de persecución, defensa control de investigación, y/o
juzgamiento.

8.- Derecho a ser juzgado en un juicio, previo, oral y público para la


imposición de una pena o medida de seguridad.

Consiste en que la imposición de una pena o una medida de seguridad (que


restringe libertad u otras garantías constitucionales) sólo puede ser consecuencia
de la dictación de una sentencia fundada emanada de un juicio previo, oral, y
público, desarrollado de acuerdo a los procedimientos establecidos por la ley. Art.
19 N° 3 inc. 5 CPR y Art. 1 NCPP.

En el nuevo proceso penal rige este principio, donde el imputado puede


defenderse desde el inicio del procedimiento y contar con defensa especializada de
un letrado. Además, puede presentar pruebas, controlando el juez de garantía en
la etapa intermedia del juicio, la licitud, pertinencia y aptitud de las pruebas
presentadas por las partes.

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El imputado conoce abiertamente la acusación y la prueba rendida en su contra y
puede impugnar la validez del procedimiento y/o de la sentencia mediante los
incidentes y el recurso de nulidad.

9.- Protección de la Víctima.

Consiste en la obligación del Estado de procurar protección a la víctima del delito,


mediante la adopción de medidas cautelares contra el imputado y las medidas
destinadas a reparar el daño. Además, a la víctima se le reconoce su derecho a
deducir querella y a formular la acusación particular.

10.- Non Bis In Eadem

Consiste en que la persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por


sentencia ejecutoriada no puede ser sometida a un nuevo procedimiento penal
por el mismo hecho.

Consecuencia, de este principio es el respeto a las sentencias extranjeras, las que


por regla general valen en Chile, Art. 13 NCPP.

El efecto de cosa juzgada de la sentencia penal presenta las siguientes


características:

i) Opera tanto para las sentencias condenatorias como absolutorias.


ii) Los límites del efecto en el aspecto objetivo está determinado por el
hecho que motivó la sentencia y no por el delito específico. Así, por
ejemplo, el mismo hecho podría ser constitutivo de otro delito, lo que no
estaría bajo el efecto de cosa juzgada. En cambio en el ámbito subjetivo
opera respecto de las personas precisas que fueron afectadas con la
sentencia.
iii) La cosa juzgada de la sentencia absolutoria y del sobreseimiento
definitivo no puede ser dejada sin efecto ni aún por la acció de revisión.
En cambio, la sentencia condenatoria ejecutoriada sí podría ser dejada
sin efecto por la vía del recurso de revisión. Art. 473 NCPP.

1.d. El sistema Procesal Penal chileno del Código de Procedimiento Penal y


del Nuevo Código Procesal Penal.

a) En cuanto a la época de promulgación y normas en que se expresan:

El CPP comenzó a regir el 1 de Marzo de 1907. En cambio el NCPP comenzó a


regir con la Ley 19.696 del 12 de Octubre de 2000, cuando ya existía una mayor
cultura en Chile y en el mundo en relación con los derechos humanos
consagrados en los tratados internacionales.

b) En cuanto a la estructura de los procedimientos:

En el CPP el juicio ordinario era el procedimiento por crimen o simple delito de


acción penal pública. (Libro II del CPP), el que estaba estructurado de la siguiente
manera:

1.- Una Etapa de Sumario: que consistía en una etapa de investigación judicial,
en la que el tribunal daba inicio al procedimiento, en forma unilateral, secreta,
llevando a cabo todo en forma escrita. El mismo juez procesaba si estimada
existían presunciones fundadas de la existencia de un hecho punible y de la

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participación respectiva. El sumario podía durar bastante tiempo y el juez mismo
cerraba el sumario, pudiendo acusar si existía procesado en la causa. En esta
etapa se desarrollaba la mayor parte de la prueba.

2.- Una Etapa de Plenario: que consistía en un proceso más controvertido, con
una etapa de discusión, donde el juez iniciaba el plenario con la acusación, la
víctima podía también adherirse a la acusación fiscal o bien presentar su
acusación particular, la víctima podía también deducir su demanda civil, existía
la obligatoriedad del acusado de contestar la acusación (siendo un trámite o
diligencia esencial), pudiendo en la contestación hacer valer las excepciones de
previo y especial pronunciamiento y en subsidio, contestar derechamente con
alegaciones y defensas de fondo a la acusación, tenía una etapa sólo eventual de
prueba, ya que sólo existía prueba si las partes en la etapa de discusión del
plenario hubiesen pedido realizar diligencias probatorias, indicando precisamente
cuáles. Luego el juez podía antes de dictar sentencia decretar medias para mejor
resolver y finalmente, terminaba con la sentencia del mismo juez. El juez debía
aplicar el sistema de prueba legal para condenar (certeza legal condenatoria) y el
sistema de sana crítica para absolver (certeza judicial absolutoria) Art. 456 bis
CPP.

En el NCPP el procedimiento ordinario se estructura en 3 etapas:

1.- La Etapa de Investigación: a cargo del ministerio público. Hay una etapa de
investigación desformalizada que no produce efectos jurídicos en cuanto a la
suspensión de la prescripción, el cómputo de plazo para el cierre de la
investigación o para decretar medidas cautelares contra el imputado. Frente a
esta etapa el imputado puede solicitar al juez de garantía que le ordene al fiscal
informe acerca de los hechos objeto de la investigación o se le fije un plazo para la
formalización de la investigación. (Art. 186 NCPP).

La etapa Formal de Investigación, esta etapa debe ser formalizada por el fiscal
cuando necesite la realización de alguna diligencia que requiera la aprobación del
juez de garantía por afectar derechos o garantías o bien de manera voluntaria
para suspender la prescripción, por ejemplo, en cuyo caso existe un plazo
máximo de investigación que es de dos años, salvo que el juez fije un plazo
menor. Art. 234 y 237 NCPP.

2.- Fase Intermedia: que consiste en la audiencia de preparación del juicio oral.
En ella opera la acusación del ministerio público, la acusación particular del
querellante y la acción civil de la víctima. Se realiza ante el juez de garantía y
tiene también por finalidad determinar las pruebas que serán en definitiva
rendidas por las partes en el próximo juicio oral.

3.- El Juicio Oral: se lleva acabo ante el tribunal del juicio oral en lo penal,
mediante la realización de una o más audiencias concentradas, continuas, donde
rige la plena bilateralidad de la audiencia, la publicidad, la pasividad del tribunal,
ya que son las partes las que rinden las pruebas y hacen los alegatos de
clausura. La función de este tribunal es, al final del juicio oral, pronunciar la
sentencia definitiva.

c) En cuanto al sistema que los inspira:

El CPP está inspirado en el sistema inquisitivo. Lo cual fue más acentuado ya que
en primera instancia dejaron de existir los promotores fiscales (o ministerio
público en primera instancia), de manera que la oficialidad en el ejercicio de la
acción penal correspondía al juez del crimen. El DL 426 de 3 de Marzo de 1927
eliminó los promotores fiscales. Por lo tanto, el juez, iniciaba el juicio,
investigaba, procesaba, acusaba y condenaba.

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La defensa estaba reducida al máximo, al existir el secreto del sumario,
mediación en la práctica, y un orden consecutivo judicial discrecional durante la
investigación.

El NCPP recoge un sistema acusatorio al separar las funciones, ya que el


ministerio público investiga y acusa. El juez de garantía controla la
constitucionalidad de los actos en el proceso. El ministerio público acusa, pero es
el tribunal del juicio oral en lo penal, el que dicta sentencia definitiva.

La defensa está garantizada al poder ejercerse desde el inicio del procedimiento y


requerirse en las audiencias relevantes la presencia física del imputado y su
defensor.

d) En cuanto a los principios formativos que rigen en ellos:

En el CPP en la etapa del sumario rigen: los principios inquisitivo, de legalidad y


oficialidad (para los delitos de acción penal pública), unilateralidad de la
audiencia, el secreto, la escrituración, la mediación en la práctica, el orden
consecutivo judicial discrecional, desconcentración, y sin límite de tiempo en su
duración.

En la etapa de plenario rigen: los principios dispositivo, bilateralidad de la


audiencia, la escrituración, la publicidad, el orden consecutivo legal, la mediación
en la práctica y el sistema de prueba legal para condenar y la sana crítica para
absolver.

En el NCPP rigen los siguientes principios: bilateralidad de la audiencia,


presentación de partes, oralidad, publicidad, inmediación, continuidad, sana
crítica.

e) En cuanto a las funciones que cumplen los intervinientes en el proceso.

En el CPP destaca las funciones ejercidas por el juez, quien inicia la


investigación, ordena las diligencias probatorias, procesa, acusa y dicta
sentencia. Pudiendo dictar medidas para mejor resolver, antes de su sentencia.

La policía actuaba con las facultades legales y muchas veces recibían orden
amplia de investigar del juez con facultades de allanamiento y detención, sin un
previo control judicial.

El ministerio público en primera instancia no existía.

El imputado tenía relegado sus derechos de defensa y sólo era parte desde el
procesamiento. Excepcionalmente, el inculpado, esto es aquél contra el cual
existen tan sólo sospechas de participación, tenía facultades. Art. 67. Además, no
existe en este sistema una Defensoría Penal Pública, orgánica y remunerada,
quedando las personas de bajos recursos sujetas a la asesoría de postulantes al
título de abogados de la Corporación de Asistencia Judicial.

La víctima no era considerada un interviniente dentro del proceso penal, salvo


que hubiese interpuesto querella criminal y/o acción civil, y no existían
mecanismos para su protección.

En el NCPP están delimitadas las funciones de los jueces, distinguiéndose


claramente los jueces de garantía (destinados a controlar la legalidad y
constitucionalidad de las actuaciones del ministerio público y cualquier tema
relacionado con las garantías y derechos del imputado y la víctima, pudiendo
pronunciarse sobre las salidas alternativas al juicio oral, como la suspensión

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condicional del procedimiento y acuerdos reparatorios, del tribunal del juicio oral
en lo penal.

Se distinguen ellos a su vez, del Ministerio Público, órganos de persecución penal


con consagración constitucional.

La policía a su vez, debe investigar bajo las instrucciones del Ministerio Público y
ejercer las facultades autónomas que le otorga la ley (casos de delito de
flagrancia, control de identidad y protección de víctimas).

El imputado tiene derecho a defensa desde la primera actuación del


procedimiento (Art. 7 NCPP). En caso de no contar con recursos la Defensoría
Penal Pública le asigna un defensor. Por regla general el imputado permanece en
libertad. La prisión preventiva es de carácter excepcional, ya que sólo opera,
cuando se cumplen los siguientes requisitos copulativos:

i) en los casos en que no hay prohibición para decretarla,


ii) siempre que exista resolución fundada del juez y después de haberse
formalizado la investigación (es una actuación del ministerio público
ante el juez de garantía en una audiencia y con presencia de los demás
intervinientes), y
iii) cuando las demás medidas cautelares personales de menor rango son
insuficientes para los fines del procedimiento.

La víctima es un interviniente en el proceso que tiene derecho a protección y trato


digno para evitar una doble victimización. Tiene derecho a ser informada de las
actuaciones del proceso, de participar en las audiencias y de interponer recursos.
Además puede naturalmente interponer querella y la acción civil para obtener la
indemnización del daño causado por el delito.

f) En cuanto al régimen de impugnaciones:

En el CPP regía un régimen general de doble instancia, ya que procedía de


manera amplia el recurso de apelación, contra sentencias definitivas, sentencias
interlocutorias que pusieren término al juicio o hicieren imposible su prosecución
e incluso respecto de toda resolución (cualquiera fuere su naturaleza) que
causare un gravamen irreparable.

Además, existía el trámite obligatorio de la consulta que operaba respecto de


resoluciones importantes, por ejemplo, la que concedía la libertad provisional
respecto de los delitos que merecen penal aflictiva. En los casos de consulta el
tribunal superior (la Corte de Apelaciones) conocía de una materia cuando
ninguna de las partes había interpuesto recurso de apelación, entendiéndose por
el legislador que esas materias eran de tal relevancia que aún cuando las partes
nada hubiesen dicho debían pasar por el control de un tribunal superior.

En cambio en el NCPP la regla general es el régimen de única instancia. Esto es,


por regla general no procede la apelación y se eliminó el trámite de la consulta.

g) En cuanto a cómo operan los principios de legalidad y de oportunidad:

Como se ha analizado anteriormente, bajo el CPP operaba plenamente el Principio


de Legalidad, salvo cuando los hechos denunciados o querellados a juicio del
tribunal no eran constitutivos de delito o se encontraba extinguida la
responsabilidad penal. En todos los demás casos, se entendía la obligatoriedad de
ejercer la acción penal pública.

En el NCPP rige por regla general el Principio de Legalidad, pero también se


recoge el Principio de Oportunidad, de manera reglada y no discrecional.

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h) En cuanto al derecho a ser juzgado en un plazo razonable y sin dilaciones
indebidas:

Este derecho prácticamente no se respetaba bajo el CPP. De hecho no habían


mecanismos para hacer efectivo este derecho. Por ejemplo, el sumario podía
durar años sin límite alguno.

En el NCPP en cambio se establecen límites de tiempo, por ejemplo, para que el


ministerio público formalice la investigación, para que la declare cerrada, y para
acusar.

i)En cuanto al control de la comunidad:

Bajo el CPP la comunidad no tenía mayor control ni participación en el


procedimiento penal. De hecho el secreto de sumario durante la etapa de
investigación, impedía a la sociedad tener conocimiento de ésta y de los avances
en la misma. Pasaban además muchos años para que una persona fuera
condenada, por lo que prácticamente la comunidad no tenía control sobre lo que
ocurría en los procedimientos penales.

Bajo el NCPP, la comunidad tiene un mayor control sobre el proceso penal, ya


que rige el principio de publicidad y al ser más cortos los juicios, la comunidad
logra tomar conocimiento de ellos, formarse una opinión y una convicción
respecto de las sentencias de los jueces. Incluso es posible ver en Internet
grabaciones de audiencias penales ocurridas ante nuestros tribunales de justicia.

Frente a esta publicidad, se critica usualmente dos posibles efectos negativos: i)


La mayor vulnerabilidad de la víctima y los testigos ante la carencia de secreto y
ii) que los medios de comunicación puedan emitir opiniones que pudieren
importar una culpabilidad social anticipada o no coherente con el resultado del
juicio.

En todo caso, ante estos dos posibles efectos negativos siempre es posible obtener
medidas judiciales para la protección de la víctima y de los testigos y ejercer las
acciones civiles y penales contra los medios de comunicación que pudieren
ejercer abusivamente su derecho a la libre expresión.

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