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Manuela De Los Santos

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Análisis del video los cinco sentidos en el vino.


Hay varias maneras de tomar vino y disfrutarlo realmente. Cabe destacar que las
copas juegan un papel fundamental en esto, ya que las adecuadas para cada
vino hacen una gran diferencia en los aromas debido a que estarán mucho más
presente y se apreciarán fácilmente.
La copa debe ser ancha en la parte baja y angosta en su parte superior, esta
forma ayuda a concentrar los aromas de manera que se puedan disfrutar mejor.
Hay personas que al tomar vino pasan mucho tiempo oliéndolo, debido a que
huelen bien y tienen muchos aromas que ofrecer, también para esto hay una
respuesta un poco más científica en el cual explica que la lengua tiene cuatro
áreas en ella, y que solo puede detectar cuatro sabores que son: el dulce, salado,
agrio y amargo todo lo demás que percibimos como el sabor a fresa, vainilla, la
pimienta, el chocolate todo ellos son aromas que captamos mediante el olfato.
Proceso para disfrutar un vino al máximo.
Cuando se sirve el vino hay que asegurarse de no llenar mucho la copa esto
para dejar suficiente espacio para poder agitar un poco el contenido sin tirarlo.
Usualmente un tercio de la copa a la mitad es suficiente.
Una vez servido el vino lo primero que se hace con él es usar la vista, es decir,
se va a ver el contenido que está dentro de la copa, la cual se debe inclinar hacia
delante aproximadamente a unos 45 grados y una de las cosas en la que se
deben fijar es en sí se puede ver a través del vino, es decir, se revisa la nitidez
del vino en el cual el color de este puede decir mucho.
Luego de mirar el color se debe pensar en qué tan profundo y denso es este, si
el color se ve diluido los sabores del vino probablemente serán menos notables
en cambio si el color es profundo los sabores estarán más presentes.
Después de haber visto el vino se debe agitar el contenido de la copa, lo cual
esto se hace por un par de razones; la primera es porque se están agitando los
ésteres que son los componentes del vino que producen los aromas y la segunda
razón es que se puede ver el vino cuando baja de regreso hacia la copa formando
lo que llamamos las lágrimas o piernas.
Muchas personas llevan a cabo la práctica de poner la copa sobre la mesa y
mover la base en círculos para producir así el movimiento en el vino. Al tomar la
copa se debe asegurar de agarrarla por el tallo y no por su cuerpo, debido a que
el calor de la mano puede calentar el vino.
Después de agitar el vino se debe acercar la copa a la nariz, la orilla de la copa
justo arriba del labio superior y al hacer esto se debe tomar un buen respiro y
dependiendo del vino que se tenga en la copa se va a detectar algunos aromas
característicos.
Manuela De Los Santos
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Los más experimentados saben que los aromas del vino van a ir cambiando
conforme este entre en contacto con el oxígeno. Si el vino se acaba de servir de
una botella recién abierta los aromas no estarán en su mejor momento,
necesitarán un poco de tiempo para abrirse.
Después de esta etapa del vino en nariz y una vez que ya se disfruten los aromas
es tiempo de pasar a lo que llamamos final en boca en el que se debe tomar un
pequeño sorbo de vino para poder pasearlo por toda la boca, mientras se hace
eso se piensa en los sabores del vino; si tiene un sabor dulce o tal vez es un
sabor afrutado o más bien si se encuentra un sabor un poco más cítrico, también
se siente la textura del vino en la boca, en el cual en esta etapa del aprendizaje
no se debe tratar de percibirlo todo, solo se debe tener una imagen muy general
sobre el vino.
Finalmente es tiempo de pasar el vino o si desea puede escupirlo, en cualquiera
de los dos casos se nota como los sabores del vino permanecen en la boca y
esto es a lo que llamamos final de boca, en el cual se tienden a preferir los vinos
con un final largo.
Una copa de vino siempre tendrá algo nuevo y diferente que ofrecer.

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