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Existen 2 tipos de sistemas de adopción de nacionalidad, estos mismo definen si una persona
pertenece a una nacionalidad o no.
Ius Solis: es aquel que impera en Argentina y considera que el suelo donde nace la persona
determina su vínculo con el Estado.
El Ius sanguinis, determina la nacionalidad respecto de la nacionalidad de sus padres.
La ley distingue tres categorías básicas de argentinos: nativos, por opción y naturalizados.
-La ley 346 declara argentinos nativos (art. 1°, inc. 1) a todas las personas nacidas o por nacer
en el territorio de la República, con independencia de la nacionalidad de sus padres, y con
excepción de los hijos de ministros extranjeros y miembros de la legación extranjera,
residentes en la República.
Esta ley cumplió así con la directriz constitucional del art. 75, inc. 12; esto es, imponer la
ciudadanía según la tesis de la nacionalidad natural o del ius solis.
-Argentinos por opción. - El art. 1°, incs. 2 y 4, de la ley 346 declara argentinos por opción a los
hijos de argentinos nativos que, habiendo nacido en país extranjero, eligieren la ciudadanía
de origen de sus padres.
-Argentinos por naturalización. - Se trata de los extranjeros que obtienen la nacionalidad
argentina.
El art. 20 de la Const. nacional expresa que la adquieren residiendo dos años continuos en el
país; "pero la autoridad puede acortar este término a favor del que lo solicite, alegando y
probando servicios a la República".
La ley 20.855 expresa que no podrá negarse la ciudadanía “por razones políticas, ideológicas,
gremiales, religiosas o sociales, modificando así el art. 11 de la ley 346.
La anterior jurisprudencia de la Corte Suprema había permitido el rechazo de la petición de la
ciudadanía a quien hubiese participado en actividades comunistas ("Gutman", Fallos, 259:100).
La ley 346, actualmente vigente (con ciertas reformas), unificó los conceptos de nacionalidad
y ciudadanía, de modo que no existen nacionales no ciudadanos: todos los nacionales son
ciudadanos argentinos.
Pero, según la Corte Suprema, eso no implica que tales nacionales-ciudadanos gocen
igualmente de los derechos políticos, ya que hay condicionamientos que la ley o la
Unidad 8: Derechos políticos y situación de emergencia
jurisprudencia han reputado razonables, por edad, aptitudes morales y cívicas, etc., que
pueden instrumentarse por ley.
Convención Americana de DHH: Estas normas que tienen jerarquía constitucional (art. 75, inc.
22), enuncian los siguientes postulados básicos:
a) toda persona tiene derecho a una nacionalidad (art. 20, Pacto de San José de Costa Rica)
-todo niño tiene derecho a adquirir una nacionalidad (art. 24, inc. 3°, Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos)
b) toda persona tiene derecho a la nacionalidad del Estado en cuyo territorio nació si no
tiene derecho a otra (art. 20, Pacto de San José de Costa Rica)
c) a nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad, ni del derecho a cambiarla (art. 20,
Pacto de San José de Costa Rica).
La ley que rige actualmente en nuestro país y que regula la nacionalidad es la LEY 23.059, que
restaura la ley 346 del año 1869, con sus reformas.
Pérdida de la nacionalidad.
- La Constitución, en su art. 75, inc. 12, obliga a instrumentar el régimen de ciudadanía, según
los principios de la ciudadanía natural y por opción, pero no explicita si ella puede caducar.
A su turno, el art. 20 del Pacto de San José de Costa Rica reconoce a toda persona el derecho
a tener una nacionalidad, de la cual no puede ser arbitrariamente privada, y que también todo
individuo tiene derecho a la nacionalidad del Estado donde nació, si no tiene derecho a otra.
Autores Como Ramella y la propia Corte Suprema han admitido a su vez la privación de la
nacionalidad argentina adquirida por un extranjero si incurre en ciertas conductas (actos
lesivos contra el Estado, incumplimiento de determinados deberes legales, falsedad en la
información en base a la cual se otorgó la nacionalidad, etcétera).
-Doble nacionalidad.
-En rigor de verdad, la doble nacionalidad, tal como se la conoce, es un hecho no previsto por
la Constitución (laguna constitucional. Así entrevisto el problema, y si se trata de integrar un
vacío constitucional, principios de bien común, de afianzamiento de las relaciones
internacionales y de protección del hombre, autorizan a legitimar el mecanismo que
comentamos, siempre, desde luego, que sea razonablemente instrumentado.
Artículo 2
- Cuando se tratase de hijos menores de 18 años de padre o madre argentinos nativos,
contemplados en el artículo 1, inciso 2), de la Ley N.º 346 y sus modificatorias, que se hallaren
en país extranjero, la opción por la nacionalidad argentina deberá ser formulada por quien o
por quienes ejerzan la patria potestad ante el Cónsul argentino que corresponda, quien
procederá a la inscripción del menor en el Libro de las Personas del Consulado, previa
verificación del vínculo y la calidad de argentino nativo del padre, de la madre o de ambos,
según corresponda.
También podrán ejercer su derecho de opción por ante el Cónsul argentino que corresponda,
los mayores de 18 años, previa acreditación del vínculo y la calidad de argentino nativo del
padre, de la madre o de ambos, según corresponda.
En un plazo no mayor de 30 días de producida la inscripción, el Cónsul deberá notificarla al
Registro Nacional de las Personas.
Unidad 8: Derechos políticos y situación de emergencia
Asimismo, podrá efectuarse la opción en territorio nacional por quienes ejerzan la patria
potestad y por los mayores de 18 años, directamente ante el Registro Nacional de las
Personas, oportunidad en la que acreditarán el vínculo y la calidad de argentino nativo del
padre, de la madre o de ambos, según corresponda.
La Corte Suprema en coincidencia con el Procurador General, advirtió que una norma
como el art. 177 de la Constitución bonaerense que "establece, respecto del acceso a
determinados cargos, que existen argentinos ("ciudadanos", en los pactos) de primera clase
(los "nativos" y los "por opción"), y otros de segunda clase (los "naturalizados", como el
actor), se presenta afectada por una presunción de inconstitucionalidad que sólo podría ser
remontada por la prueba concluyente de que existe un sustancial interés provincial que la
justifique".
Consideraron los ministros que el actor "es discriminado por la norma local, no por ser
argentino, sino por ser argentino "naturalizado". No por ser nacional, sino por el origen de su
nacionalidad.
Unidad 8: Derechos políticos y situación de emergencia
Ha resuelto la Corte Suprema que los residentes no nacionales pueden reputarse habitantes a
los fines del art. 14 de la Const. nacional), siempre que hubiesen ingresado legalmente.
En el art. 20, la Constitución enuncia una serie de derechos específicos para los extranjeros,
sin perjuicio de gozar también de "todos los derechos civiles del ciudadano":
-pueden ejercer su industria, comercio y profesión;
-poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos
- navegar los ríos y costas
- ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes.
En "Gottschau", la Corte Suprema, siguiendo pautas de "Hooft", entendió que toda exigencia
de nacionalidad argentina para desempeñar ciertos empleos tiene una presunción de
inconstitucionalidad, que justifica un escrutinio riguroso por la Corte, a fin de evaluar la
razonabilidad y la efectiva necesidad de lo así requerido, respecto de funciones básicas del
Estado .
Lo que sí resulta incompatible con el art 20 de la Const. nacional es la diferencia de precios y
tarifas para extranjeros, más gravosas que para los nacionales, con relación, por ejemplo, a
hoteles, excursiones, pasajes o aranceles educativos, que últimamente han proliferado de
manera lamentable en la Argentina.
En cuanto a los derechos políticos, la Constitución no se los otorga a los extranjeros (art. 20).
Nada impide, sin embargo, que la legislación infraconstitucional los conceda (así, en varias
provincias se les otorga la posibilidad de votar en las elecciones municipales).
Artículo 37.- Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo
al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia. El sufragio
es universal, igual, secreto y obligatorio.
La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y
partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en
el régimen electoral.
Hasta 1947, por lo demás, las mujeres no gozaron en el orden nacional del derecho al sufragio.
La ley 13.010 les reconoció tal facultad.
-Activo y pasivo
-Directo: se elige la persona directamente.
-Indirecto: se elige un cuerpo de electores.
-Facultativo/obligatorio.
-Reforzado/igualitario.
Excluidos de votar
-Los condenados por faltas previstas en las leyes nacionales y provinciales de juegos
prohibidos, por el término de tres años; en el caso de reincidencia, por seis;
-El personal de organismos y empresas de servicios públicos que por razones atinentes
a su cumplimiento deban realizar tareas que le impidan asistir al comicio durante su
desarrollo. En ese caso el empleador o su representante legal comunicarán al Ministerio
del Interior y Transporte la nómina respectiva con diez (10) días de anticipación a la
fecha de la elección, expidiendo, por separado, la pertinente certificación.
La falsedad en las certificaciones aquí previstas hará pasible a los que la hubiesen
otorgado de las penas establecidas en el artículo 292 del Código Penal. Las
exenciones que consagra este artículo son de carácter optativo para el elector.
-Universal. Para todos los ciudadanos de ambos sexos, desde los dieciocho años
cumplidos.
-Individual: Además, nadie puede ser obligado a votar en grupo (art. 9°).
-Obligatorio. Existe el deber de votar en toda elección nacional (art. 12)-
Las funciones que la ley asigna al elector son irrenunciables (art. 14).
La Constitución admite el voto optativo solamente para las consultas populares no
vinculantes (art. 40).
- Secreto. El art. 85 del Cód. Electoral Nacional impone el voto secreto. Los electores no
pueden comparecer a las mesas exhibiendo su voto, ni formulado manifiestamente,
que importe violar la reserva de su sufragio. El art. 141 impone prisión de tres meses a
tres años al que utilizare medios tendientes a violar el secreto del sufragio.
-Igual La nueva regla constitucional (art. 37) declara explícitamente algo tradicional en la
Argentina: que un voto valga lo mismo que otro ("un hombre, un voto").
Partidos políticos
- En la reforma de 1994, la Convención Constituyente introdujo un nuevo artículo, el 38.
En concreto, estableció la concepción de que los partidos políticos son instituciones
fundamentales del sistema democrático (la Constitución de 1853-1860 ni los
mencionaba en su texto).
Para la Argentina, en síntesis, una democracia sin partidos resultaría una democracia
inconstitucional. Además estableció las siguientes pautas sobre su creación y el ejercicio
de sus actividades:
a) Libertad de acción dentro de los límites de la Constitución.
b) organización y funcionamiento democráticos.
c) representación de las minorías
d) competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos.
e) acceso a la información pública y a la difusión de sus ideas
j) obligación del Estado de contribuir al sostenimiento económico de los partidos y a la
capacitación de sus dirigentes.
Para la Corte Suprema, los partidos son instrumentos de gobierno que tienen como
función actuar como intermediarios entre éste y las fuerzas sociales y
Unidad 8: Derechos políticos y situación de emergencia
Régimen legal: El sujeto representado (el pueblo) elige a sus representantes, según la
legislación vigente, sólo por medio de partidos políticos, declarados por el art. 2° de la
ley 23.298: "instrumentos necesarios para la formulación y realización de la política
nacional", y a quienes "les incumbe, en forma exclusiva, la nominación de candidatos
para cargos públicos electivos".
La ley 23.298 permite que los partidos presenten a las elecciones candidatos que no estén
afiliados, siempre que lo autoricen sus cartas orgánicas (art. 2°).
Caso Ríos En "Ríos" , la Corte Suprema definió a los partidos como "necesarios para el
desenvolvimiento de la democracia representativa", que coexisten como fuerzas de
cooperación y oposición para el mantenimiento de la vida social.
Concebidos como instrumentos de gobierno, sin los cuales no se puede imaginar la vida
política de la sociedad contemporánea, la Corte les asigna estos fines:
a) reflejar los intereses y opiniones de los ciudadanos.
b) actuar como intermediarios entre el gobierno y las fuerzas sociales
c) preseleccionar a quienes nos deben gobernar.
Estado de sitio
El art. 23, en efecto, puntualiza: "En caso de conmoción interior o de ataque exterior
que pongan en peligro el ejercicio de esta Constitución y de las autoridades creadas por
ella, se declarará en estado de sitio la provincia o territorio en donde exista la
perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías constitucionales. Pero
durante esta suspensión no podrá el presidente de la República condenar por sí ni
aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestarlas o
trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del
territorio argentino".
En la jurisprudencia de la Corte Suprema, el estado de sitio es un arma de defensa
extraordinaria a utilizar en épocas también extraordinarias, programada para la defensa
de la Constitución y de las autoridades creadas por ella. En definitiva, tiene por fin
asegurar el orden y la disciplina colectiva, en resguardo del imperio de la Constitución "y
con ella el de la libertad y garantías individuales".
2) Ataque exterior. Según el art. 99, inc. 16, de la Const. nacional, compete al
presidente con acuerdo del Senado. La Constitución no indica qué pasa si el Senado
está en receso. ¿Debe el presidente convocarlo a sesión extraordinaria, o puede
disponer por sí el estado de sitio, como en el caso de conmoción interior? En 1865,
Mitre recurrió a otra modalidad; en abril de ese año lo pronunció ad referéndum del
Senado, que, a su vez, convocado, lo convalidó en mayo.
"Todo Estado parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar
inmediatamente a los demás Estados partes en la presente Convención, por conducto
del secretario general de la Organización de los Estados Americanos, de las disposiciones
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cuya aplicación haya suspendido, de los motivos que hayan suscitado la suspensión y
de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión" (inc. 3).
Esta última tesis es la más razonable en pro de una interpretación funcional (ver § 17) de
la Constitución, y es recepcionada por la Corte Suprema.
En definitiva, la Corte Suprema ha sostenido que durante el estado de sitio son
restringibles los derechos de reunión, de libertad de imprenta , incluyendo la
clausura de un diario, el secuestro de sus ediciones, la prohibición de circulación y
la clausura de oficinas; de libertad de expresión oral, escrita o cinematográfica; de
organización sindical, incluyendo la clausura de un sindicato; de huelga); de asociación;
de propiedad), etcétera.
El art. 23 de la Const. nacional contiene tres directrices específicas acerca del impacto
del estado de sitio en cuanto al ius movendi et ambulandi.
El Poder Ejecutivo puede arrestar o trasladar a las personas de un punto a otro de
la Nación.
Según lo confirmó la Corte Suprema, esta detención es una medida de seguridad
política, no una pena ni una prisión preventiva aplicada a título preventivo , con el
objeto, por ejemplo, de frustrar conjuras, o resguardar la paz interna y externa de la
Nación.
La facultad de arrestar es indelegable y la orden debe emanar directamente del
presidente de la Nación .
Puede ocurrir, eso sí, que una persona sea simultáneamente "detenido político" y
"detenido judicial", si está también sometida a un proceso penal. En tal supuesto,
ambos arrestos siguen su curso aparte.
Los arrestados pueden optar por salir del territorio argentino. Esto importa ejercer
el llamado derecho de opción o de extrañamiento que al decir de la Corte Suprema
concilia el interés común y las exigencias de la paz pública, con las garantías de la
libertad individual, ya que permite que los arrestos decretados con motivo del estado de
sitio, no se conviertan en una verdadera pena para los detenidos .
Mediante este derecho de opción, en efecto, el interesado puede recuperar su
libertad (bien que fuera de la República).
La jurisprudencia de la Corte aclaró que no se trataba de un derecho absoluto, sino
y que el Poder Ejecutivo tiene derecho a exigir del detenido o trasladado, o el
compromiso de no residir en determinados países limítrofes, o de llevarlo a otros, cuando
crea que existen graves motivos para proceder así , conclusión ésta que carece de apoyo
en la Constitución nacional.
La Corte Suprema sostuvo que tales limitaciones son inconstitucionales.
- El art. 99, inc. 16, de la Const. nacional, respecto del estado de sitio motivado por el ataque
exterior, puntualiza que es declarado por el presidente con acuerdo del Senado "y por un
término limitado".
¿Qué decir del fundado en "conmoción interior"?
En la práctica local han existido tres alternativas:
a) la de fijar un plazo preciso (decr. 714/89, treinta días)
b) la de marcar un plazo implícito, subordinado a la solución del conflicto que motiva el
estado de sitio (p.ej., en 1861, y hasta tanto se restableciese el orden institucional en Buenos
Aires; y en 1870, el término necesario hasta la conclusión de la rebelión entonces existente)
c) dejar en manos del Poder Ejecutivo poner fin al período de vigencia del estado de sitio.
A su turno, la Corte Suprema puntualizó que en esa limitación temporal de la libertad personal
se halla el punto de equilibrio entre la salvaguardia del orden constitucional, propósito del art.
23 de la Const. nacional, y la exclusión de las facultades extraordinarias que condena su art. 29.
De modo terminante, la Corte Suprema decidió pues que el plazo que debe contener la
declaración del estado de sitio es condición de su validez y que, además, debe ser breve.
Este criterio de la Corte implica una interpretación mutativa por adición, ya que extiende la
directiva del art. 99, inc. 16, a los casos de conmoción interior y a que sea dispuesto por el
Poder Ejecutivo o el Legislativo, extensión, por cierto, legítima en su contenido.
Caso “Granada”:
Hechos: El PE dicta dos decretos, en uno declarando estado de sitio y en el otro ordenando el
arresto de Granada. Granada se presenta ante la corte planteando que estos decretos son
inconstitucionales.
Corte: Plantea las cuestiones que puede controlar en el estado de sitio:
Razonabilidad: analiza que las medidas del PE tengan relación con el arresto de una
persona.
La CSJN interpreta que la legitimidad y la razonabilidad del decreto son correctas y falla a favor
del poder ejecutivo.
Función del poder judicial:
Unidad 8: Derechos políticos y situación de emergencia
A pesar de que el art. 4°, inc. l°, de la ley 23.098 habilita al juez del hábeas corpus para
averiguar "la legitimidad de la declaración del estado de sitio", la jurisprudencia posterior de
la Corte Suprema sigue considerando este punto, en lo esencial, cuestión política no
justiciable.
Con acierto, el art. 4° de la ley 23.098 contempla cuatro variables de esta acción, a fin de
comprobar:
a) la legitimidad de la declaración del estado de sitio.
b) la correlación entre la orden de privación de la libertad y la situación que dio origen a la
declaración del estado de sitio.
c) la agravación ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple la privación de la
libertad, que en ningún caso podrá hacerse efectiva en establecimientos destinados a la
ejecución de penas.
d) el ejercicio del derecho de opción previsto por el art. 23 de la Const. nacional, es decir, la
facultad del arrestado (por el estado de sitio) de salir del territorio argentino.
Al juez le toca hacer un doble análisis de razonabilidad de la detención, a saber: de relación
de causalidad entre el arresto y los motivos que provocaron la declaración del estado de
sitio, y de proporcionalidad entre el acto restrictivo y tales
En "Granada", la Corte Suprema dio un paso atrás, cuando señaló -pese al texto de la ley que no
era cuestión justiciable la declaración misma del estado de sitio, salvo en aspectos formales,
tales como la competencia del órgano que la dictó, recaudos legales del pronunciamiento,
determinación en él del tiempo y lugar .
Caso “Alem”:
Hechos: En Rosario se nombra a Alem presidente (en medio de la revolución de Santa Fe) pero
se declara estado de sitio y se dispone el arresto de este mismo.
Corte: El estado de sitio es un arma para defender la CN y sus autoridades. Resuelve que NO se
puede admitir al PE la facultad de arrestar senadores y diputados. Las inmunidades
parlamentarias NO se suspenden durante el Estado de Sitio.
Caso “Alvear”:
Hechos: Alvear es detenido por el PE y ejercita el derecho de opción; el PE le niega ese derecho
porque solo puede ser ejercitado por personas trasladadas y él está arrestado. Alvear presenta un
habeas corpus que es rechazado por estar vigente el estado de sitio.
Corte: interpreto que el derecho de opción es viable tanto en arresto como en traslado. El habeas
corpus NO es viable en el estado de sitio porque se suspenden las garantías constitucionales,
solo es viable cuando el PE excede sus facultades.
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Caso “Sofía”:
Corte: revisa el caso y sostiene que una vez producida la detención, las medidas que toma el PE
son irrevisables (ya que conforman un acto administrativo) pero sostiene que pueden ser
revisadas judicialmente cuando se vea que NO tiene fines previstos en el art 23 de la CN, es
decir, cuando sean irrazonables.
Caso “Seminario Azul y Blanco”:
Hechos: se declara estado de sitio por decreto y dispone el secuestro de determinadas ediciones
del diario Seminario Azul y Blanco y la clausura de oficinas sin plazo establecido.
Corte: la declaración del estado de sitio es un acto político que no puede ser revisado por el PJ y
la clausura no es una pena, sino una medida de regulación que se transforma en pena si esta
situación continuara después de que el estado de sitio haya caducado.
c) Velar en todos sus actos por los intereses del Estado, orientados a la satisfacción del
bienestar general, privilegiando de esa manera el interés público sobre el particular;
d) No recibir ningún beneficio personal indebido vinculado a la realización, retardo u omisión
de un acto inherente a sus funciones, ni imponer condiciones especiales que deriven en ello;
e) Fundar sus actos y mostrar la mayor transparencia en las decisiones adoptadas sin
restringir información, a menos que una norma o el interés público claramente lo exijan;
f) Proteger y conservar la propiedad del Estado y sólo emplear sus bienes con los fines
autorizados. Abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones
para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en
beneficio de intereses privados;
g) Abstenerse de usar las instalaciones y servicios del Estado para su beneficio particular o
para el de sus familiares, allegados o personas ajenas a la función oficial, a fin de avalar o
promover algún producto, servicio o empresa;
h) Observar en los procedimientos de contrataciones públicas en los que intervengan los
principios de publicidad, igualdad, concurrencia razonabilidad;
i) Abstenerse de intervenir en todo asunto respecto al cual se encuentre comprendido en alguna
de las causas de excusación previstas en ley procesal civil.
ARTICULO 3º — Todos los sujetos comprendidos en el artículo 1º deberán observar como
requisito de permanencia en el cargo, una conducta acorde con la ética pública en el ejercicio
de sus funciones. Si así no lo hicieren serán sancionados o removidos por los procedimientos
establecidos en el régimen propio de su función.
Instrumentos internacionales
CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE DESAPARICIÓN FORZADA DE
PERSONAS
Se encuentra vigente y ha sido ratificada por Argentina, por ende tiene jerarquía constitucional.
Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a:
a) No practicar, no permitir, ni tolerar la desaparición forzada de personas, ni aun en estado de
emergencia, excepción o suspensión de garantías individuales;
b) Sancionar en el ámbito de su jurisdicción a los autores, cómplices y encubridores del delito
de desaparición forzada de personas, así como la tentativa de comisión del mismo;
c) Cooperar entre sí para contribuir a prevenir, sancionar y erradicar la desaparición forzada de
personas; y
d) Tomar las medidas de carácter legislativo, administrativo, judicial o de cualquier otra índole
necesarias para cumplir con los compromisos asumidos en la presente Convención.
Para los efectos de la presente Convención, se considera desaparición forzada la privación de la
libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o
por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del
Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de
libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los
recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.
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