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GENESIS 1: La Creación
LA CREACIÓN
La Biblia claramente nos dice que la existencia del hombre y de todo
lo que hay en la Tierra, y en el universo, no es producto de un
accidente ni es una casualidad. Fuimos creados por Dios, y fuimos
hechos con un propósito.
LA LUZ
Lo primero que Dios hizo en la Tierra fue traer luz, ya que ésta
estaba desordenada, vacía y en tinieblas.
(Gen. 1:3-4) Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. (4) Y vio
Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
Esta luz (heb. Ohr) no era la del sol ni la luna, ya que éstos fueron
creados en el 4° día. Entonces, ¿cuál era esa “LUZ”? Juan lo
señala claramente:
(Juan 1:1-5) En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las
cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho,
fue hecho. En él estaba la VIDA, y la vida era la LUZ de los
hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella.
La luz del primer día es la Luz espiritual que da vida espiritual, y nos
separa de la oscuridad y el mal.
Lo mismo se señala en los demás días: Génesis 1:8, 13, 19, 23, 31.
El día bíblico comienza por la tarde (es decir, la noche, cuando está
oscuro), y le sigue la mañana (el día, cuando hay luz).
AYUDA IDÓNEA
Dios había dicho que “no era bueno que el hombre esté solo”.
De inmediato Él presentó la solución: “le haré ayuda idónea”.
PRIMERA BENDICIÓN
¿Alguna vez se han preguntado cuáles fueron las primeras palabras
que Dios habló al hombre? Seguramente eran de gran importancia.
DÍA DE REPOSO
Luego de haber creado todo, la Biblia dice que Dios “reposó”.
(Génesis 2:1-2) Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el
ejército de ellos. (2) Y acabó Dios en el séptimo día su obra que
había hecho, y reposó en el séptimo día de toda su obra que había
hecho.
El Shabat es una cita divina que Dios estableció con Su Pueblo. Es
un día que Dios escogió para conectar con sus hijos. Es un día de
puertas abiertas que conectan la Tierra con el Cielo (Eze. 46:1).
Ese lugar especial se conoce como “el Jardín del Edén”. ¿Qué
había en ese Jardín?
(Génesis 2:9) Y el SEÑOR Dios hizo brotar de la tierra todo árbol
agradable a la vista y bueno para comer; asimismo, en medio del
huerto, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del
mal.
DOS ÁRBOLES
En el centro del Jardín había dos árboles:
a. el Árbol de la Vida
b. el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal
b. Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal
Este árbol representa la voluntad del hombre a decidir que es
“bueno” y qué es “malo” para él, no basado en la Palabra de Dios,
sino en su propia opinión.
¿No es esto mismo lo que hace el ser humano día a día, cuando
hace a un lado las ordenanzas de Dios porque las considera
“anticuadas”, o tal vez “irracionales” a sus ojos? Muchos confían
más en su propia razón, o siguen los latidos de su corazón, en lugar
de creer en lo que Dios ha dicho en Su Palabra.
Cada día tenemos la opción de tomar del fruto del árbol del
conocimiento o el de la vida.
En el siguiente capítulo de Génesis veremos de cuál de los dos
árboles Adán y Eva probaron el fruto, y las consecuencias de su
decisión…
Dios había dicho que no podían comer, pero ella añadió que
tampoco podían “tocarlo”. Esa tendencia a “añadir” a los
mandamientos de Dios se vuelve a repetir en la historia. El hombre
añade doctrinas humanas a los mandamientos, y luego la gente se
confunde entre lo que dijo Dios y lo que dice el hombre (Marcos 7:7-
9 En vano me adoran;
sus enseñanzas no son más que reglas *humanas.”147
8 Ustedes han desechado los mandamientos divinos y se aferran a las
tradiciones humanas.
9 Y añadió:
—¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos
de Dios para mantener148 sus propias tradiciones!).
Esto es precisamente lo que señalaba Pablo en su carta a los
Corintios:
(II Corintios 11:3-4) Pero temo que, así como la serpiente con su
astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la
sencillez y pureza de la devoción a Cristo. (4) Porque si alguien
viene y predica a otro Jesús, a quien no hemos predicado, o recibís
un espíritu diferente, que no habéis recibido, o aceptáis un evangelio
distinto, que no habéis aceptado, bien lo toleráis.
En ese momento, Eva comenzó a ver el árbol con otros ojos. Tal vez
su fruto no era tan malo como Dios lo había hecho parecer…
(Génesis 3:6) Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para
comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable
para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su
marido que estaba con ella, y él comió.
Eva tuvo que tomar una decisión: creerle a Dios o dejarse llevar por
su instinto y por la vista. La serpiente la tentó con el mismo pecado
con que Satanás cayó: el deseo de ser dios. Y antes de saltar a
criticar a Eva, démonos cuenta que cada uno de nosotros tenemos
esa prueba delante de nuestros ojos. Por eso Juan dijo:
(I Juan 2:15-17) No améis al mundo ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
(16) Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la
pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo. (17) Y el mundo pasa, y también sus pasiones,
pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Por primera vez, Adán y Eva tenían algo que esconder, y por eso se
sintieron “desnudos”. Por ello trataron de taparse, y se escondieron.
(Génesis 3:8) Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto
al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la
presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto.
Dios sabía dónde estaba Adán, y sabía lo que había hecho. Aun así,
lo llamó, dándole la oportunidad de confesarse y arrepentirse. Pero
no lo aprovechó…en lugar de confesarse, se excusó…
(Génesis 3:10) Y él respondió: Te oí en el huerto, y tuve miedo
porque estaba desnudo, y me escondí.
En ese momento, Eva comenzó a ver el árbol con otros ojos. Tal vez
su fruto no era tan malo como Dios lo había hecho parecer…
(Génesis 3:6) Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para
comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable
para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su
marido que estaba con ella, y él comió.
Eva tuvo que tomar una decisión: creerle a Dios o dejarse llevar por
su instinto y por la vista. La serpiente la tentó con el mismo pecado
con que Satanás cayó: el deseo de ser dios. Y antes de saltar a
criticar a Eva, démonos cuenta que cada uno de nosotros tenemos
esa prueba delante de nuestros ojos. Por eso Juan dijo:
(I Juan 2:15-17) No améis al mundo ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
(16) Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la
pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo. (17) Y el mundo pasa, y también sus pasiones,
pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Por primera vez, Adán y Eva tenían algo que esconder, y por eso se
sintieron “desnudos”. Por ello trataron de taparse, y se escondieron.
(Génesis 3:8) Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto
al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la
presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto.
* A la serpiente:
(Génesis 3:14-15) Y el SEÑOR Dios dijo a la serpiente: Por cuanto
has hecho esto, maldita serás más que todos los animales, y más
que todas las bestias del campo; sobre tu vientre andarás, y polvo
comerás todos los días de tu vida. (15) Y pondré enemistad entre
tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la
cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.
* A la Mujer
El castigo para la mujer fue lo siguiente:
(Génesis 3:16) A la mujer dijo: En gran manera multiplicaré tu dolor
en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo, tu deseo será
para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.
* Al hombre
(Génesis 3:17-19) Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado
la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené,
diciendo: "No comerás de él", maldita será la tierra por tu causa; con
trabajo comerás de ella todos los días de tu vida. (18) Espinos y
abrojos te producirá, y comerás de las plantas del campo. (19) Con
el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
LA EXPULSIÓN
Dios había dicho claramente que la consecuencia de comer del fruto
prohibido sería la muerte. Pero, ¿acaso Adán y Eva murieron luego
de haber comido de ese fruto? En ese momento no les cayó un rayo
del cielo que los consumió, pero si comenzaron a morir, poco a
poco. El Señor extiende la vida para darnos la oportunidad de
arrepentirnos y regresar a Él.
LOS QUERUBINES
A simple vista, parecería que Dios no quiere que el hombre regrese
al Jardín y a Su Presencia, ya que puso querubines a guardar el
camino hacia el Árbol de la Vida.
(Génesis 3:24) Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del
Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas
direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida.
Luego de haber salido del Jardín del Edén, Adán y Eva tuvieron dos
hijos.
(Génesis 4:1-2) Y el hombre conoció a Eva, su mujer, y ella concibió
y dio a luz a Caín, y dijo: He adquirido varón con la ayuda del
SEÑOR. (2) Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue
pastor de ovejas y Caín fue labrador de la tierra.
Caín y Abel estaban dando una ofrenda a Dios como una forma de
congraciarse con Él. Querían acercarse a Dios, pues ellos también
habían quedado fuera de esa relación cercana que un día había
gozado Adán. Dios aprovechó esa oportunidad para enseñarles (a
ellos, y también a nosotros) la forma correcta de acercarse a Él.
REACCIÓN DE CAÍN
Al dar una ofrenda a Dios, uno debería buscar quedar bien con Él.
Tal vez esa era la intención original de Caín, pero luego salió a luz
dónde estaba su corazón. La Biblia dice que él “se enojó mucho y
su semblante se demudó ” (4:5).
CASTIGO DE CAÍN
Ya que no se arrepintió, Dios castigó a Caín.
(Génesis 4:11-12) Ahora pues, maldito eres de la tierra, que ha
abierto su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
(12) Cuando cultives el suelo, no te dará más su vigor; vagabundo y
errante serás en la tierra.
Caín era un hombre de la tierra, un labrador. Pero a partir de ese
momento, la tierra ya no iba a colaborar con él. De ser un hombre
sedentario, se vería forzado a ser nómada.
Aun ante esto, Caín no se humilló ante Dios, sino que le reclamó con
orgullo:
(Génesis 4:13-14) Y Caín dijo al SEÑOR: Mi castigo es demasiado
grande para soportarlo. (14) He aquí, me has arrojado hoy de la
faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré vagabundo y
errante en la tierra; y sucederá que cualquiera que me halle me
matará.
* Linaje de Caín
Caín (lit. adquirido, comprado)
> Enoc (dedicado)
> Irad (fugitivo, pasajero)
> Mejuyael (golpeado por Dios)
> Metusael (Dios está muerto)
> Lamec (poderoso)
> Jabal (corriente de agua)
y Tubal Caín (sacado de Caín)
* Linaje de Set
Set (lit. compensación)
> Enós (hombre)
> Cainán (posesión)
> Malalel (adoración de Dios)
> Jared (descendiente)
> Enoc (dedicado)
> Matusalén (Hombre del misil, también muerte enviaré)
> Lamec (poderoso)
> Noé (descanso)
Estos dos linajes provinieron del mismo padre: Adán, pero ambos
tomaron rumbos muy diferentes…
El linaje de Caín siguió su propio camino, en desafío a Dios y en
exaltación al hombre. De este linaje, la Biblia resalta a un hombre:
Lamec.
(Génesis 4:19-24) Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de
una era Ada, y el nombre de la otra, Zila. (20) Y Ada dio a luz a
Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y tienen
ganado. (21) Su hermano se llamaba Jubal, el cual fue padre de
todos los que tocan la lira y la flauta. (22) Y Zila a su vez dio a luz a
Tubal-caín, forjador de todo utensilio de bronce y de hierro; y la
hermana de Tubal-caín era Naama. (23) Y Lamec dijo a sus
mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, prestad oído a
mis palabras, pues he dado muerte a un hombre por haberme
herido, y a un muchacho por haberme pegado. (24) Si siete veces
es vengado Caín, entonces Lamec lo será setenta veces siete.
Enoc sabía que vendría juicio sobre la Tierra para limpiarla y traer
redención y restauración. Pero también le fue revelado el juicio que
vendría sobre su generación. Según la tradición hebrea, Enoc le
puso por nombre a su hijo primogénito “Matusalén”, que significa
“muerte enviaré”. No es un nombre agradable, pero llevaba un
mensaje profético. A Enoc le fue revelado que cuando muriera su
hijo, vendría el juicio sobre la Tierra. La vida de Matusalén no sólo
servía como una señal de advertencia, sino como una muestra de la
grande y extensa misericordia de Dios, ya que él fue el hombre que
más años ha vivido sobre la Tierra (969 años, Gen. 5:26).
Pero con el paso del tiempo, los dos linajes que se habían
mantenido separados, comenzaron a mezclarse. Lo que está claro a
lo largo de la Biblia es que la mezcla no es buena, debido a la
contaminación resultante.
(II Corintios 6:14) No estéis unidos en yugo desigual con los
incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O
qué comunión la luz con las tinieblas?
(Deuteronomio 7:3-4) Y no contraerás matrimonio con ellos; no
darás tus hijas a sus hijos, ni tomarás sus hijas para tus hijos. (4)
Porque ellos apartarán a tus hijos de seguirme para servir a otros
dioses; entonces la ira del SEÑOR se encenderá contra ti, y El
pronto te destruirá.
2) Corrupción de la tierra:
(Gen. 6:11-13) Y la tierra se había corrompido delante de Dios, y
estaba la tierra llena de violencia. (12) Y miró Dios a la tierra, y he
aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su
camino sobre la tierra. (13) Entonces Dios dijo a Noé: He decidido
poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por
causa de ellos; y he aquí, voy a destruirlos juntamente con la tierra.
LE PESÓ
La Biblia dice que a Dios “le pesó” haber creado al hombre.
(Génesis 6:6) Y le pesó al SEÑOR haber hecho al hombre en la
tierra, y sintió tristeza en su corazón.
PLAN DE SALVACIÓN
Dios le reveló a Noé su Plan de destruir todo el mal y la corrupción
del mundo, pero también le reveló la forma en que podrían salvarse
—quienes creyeran.
(Génesis 6:13-14) Entonces Dios dijo a Noé: He decidido poner fin a
toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de
ellos; y he aquí, voy a destruirlos juntamente con la tierra. (14)
Hazte un arca de madera de ciprés; harás el arca con
compartimientos, y la calafatearás por dentro y por fuera con brea.
SALVOS POR FE
Noé se salvó por fe.
(Hebreos 11:7) Por la fe Noé, siendo advertido por Dios acerca de
cosas que aún no se veían, con temor preparó un arca para la
salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser
heredero de la justicia que es según la fe.
Luego del Diluvio, Dios dijo que haría un pacto con Noé y sus
descendientes.
(Génesis 6:17-18) Y he aquí, yo traeré un diluvio sobre la tierra,
para destruir toda carne en que hay aliento de vida debajo del cielo;
todo lo que hay en la tierra perecerá. (18) Pero estableceré mi
pacto contigo; y entrarás en el arca tú, y contigo tus hijos, tu mujer y
las mujeres de tus hijos.
Noé creyó e hizo todo lo que Dios le mandó.
(Génesis 6:19-22) Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás
dos de cada especie en el arca, para preservarles la vida contigo;
macho y hembra serán. (20) De las aves según su especie, de los
animales según su especie y de todo reptil de la tierra según su
especie, dos de cada especie vendrán a ti para que les preserves la
vida. (21) Y tú, toma para ti de todo alimento que se come, y
guárdatelo, y será alimento para ti y para ellos. (22) Y así lo hizo
Noé; conforme a todo lo que Dios le había mandado, así hizo.
LLEGÓ EL DÍA
Como mencionamos anteriormente, también la vida de Matusalén
sirvió como señal, pues su nombre revelaba que el juicio llegaría
cuando él muriera. No es casualidad que él fue el hombre que más
vivió, porque la misericordia de Dios se extiende, dando tiempo para
que todos se arrepientan. Según la tradición judía, al día siguiente
que Matusalén murió, el Señor le dio la orden a Noé de subir al Arca
con su familia y todos los animales que habían llegado para ser
salvados.
(Génesis 7:1) Entonces el SEÑOR dijo a Noé: Entra en el arca tú y
todos los de tu casa; porque he visto que sólo tú eres justo delante
de mí en esta generación.
A Noé le fue dada una semana para meter a todos los animales y a
su familia en el Arca.
(Génesis 7:2-4) De todo animal limpio tomarás contigo siete
parejas, el macho y su hembra; y de todo animal que no es limpio,
dos, el macho y su hembra; (3) también de las aves del cielo, siete
parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la
faz de toda la tierra. (4) Porque dentro de siete días haré llover
sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches, y borraré de la faz
de la tierra a todo ser viviente que he creado.
40 DÍAS Y 17 DE NISAN
1 DE TISHRI
También es muy significativa la fecha en que las aguas se secaron
de sobre la tierra.
(Gen. 8:13) Y aconteció que en el año seiscientos uno de Noé, en el
mes primero, el día primero del mes, se secaron las aguas sobre la
tierra. Entonces Noé quitó la cubierta del arca y miró, y he aquí,
estaba seca la superficie de la tierra.
Al bajar del Arca, lo primero que Noé hizo fue alabar a Dios y ofrecer
un sacrificio.
(Génesis 8:18-20) Salió, pues, Noé, y con él sus hijos y su mujer y
las mujeres de sus hijos. (19) Y todas las bestias, todos los
reptiles, todas las aves y todo lo que se mueve sobre la tierra,
salieron del arca según sus familias. (20) Y edificó Noé un altar al
SEÑOR, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció
holocaustos en el altar.
REPOSO
El nombre de NOE en hebreo es Noaj, que significa: “el que nos trae
reposo”.
(Gen. 5:29) Y le puso por nombre Noé, diciendo: Este nos dará
descanso de nuestra labor y del trabajo de nuestras manos, por
causa de la tierra que el SEÑOR ha maldecido.
Noé es una sombra del Mesías, quien nos dará reposo eterno.
(Hebreos 4:9-11) Queda, por tanto, un reposo sagrado para el
pueblo de Dios. (10) Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo
ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas. (11)
Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que
alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia.
En el próximo capítulo leeremos acerca del Pacto que Dios hizo con
Noé y su descendencia
Tan pronto salieron del Arca, Dios hizo dos cosas: (1) los bendijo, e
(2) hizo un Pacto con ellos.
a. Así como Dios le dijo a Adán que fuera productivo y que llenara la
tierra y la controlara (Gen. 1:28), lo mismo le dijo a Noé:
(Génesis 9:1-2) Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Sed
fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra. (2) Y el temor y el terror
de vosotros estarán sobre todos los animales de la tierra, y sobre
todas las aves del cielo, y en todo lo que se arrastra sobre el suelo, y
en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.
(Génesis 9:7) En cuanto a vosotros, sed fecundos y multiplicaos;
poblad en abundancia la tierra y multiplicaos en ella.
b. Así como a Adán le habló de su dieta (lo que podían comer, Gen.
1:29), también lo hizo con Noé, pero añadiendo otro tipo de alimento
que no se comía antes…
(Génesis 9:3-4) Todo lo que se mueve y tiene vida os será para
alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde. (4) Pero carne
con su vida, es decir, con su sangre, no comeréis.
El Arcoiris es una señal divina también para ti. El Pacto que Dios
hizo con Noé contempla a toda la humanidad y a todo ser viviente.
También es un pacto eterno, “por todas las generaciones”. El Señor
no se ha olvidado de su pacto, y se recordará de él en los últimos
días.
(Isaías 54:7-10) Por un breve momento te abandoné, pero te
recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondía
mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré
compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. Porque esto me será
como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de
Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra
ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados
temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de
mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia.
Algunos dirán: “¿Qué tiene de malo? Cam no hizo nada, sino sólo
señalar lo que estaba sucediendo”. Pero la actitud de los otros
hermanos nos muestra lo que era correcto hacer en esa situación.
(Génesis 9:23) Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, lo
pusieron sobre sus hombros, y caminando hacia atrás cubrieron la
desnudez de su padre; y sus rostros estaban vueltos, y no vieron la
desnudez de su padre.
En lugar de cubrir a su padre, Cam expuso las faltas de él y su
vergüenza. ¿No es eso lo que muchos hacen cuando critican las
faltas de los demás, en lugar de “cubrirlos”? No se trata de
“encubrir”, es decir, esconder la verdad, ya que eso sería
complicidad. Más bien se trata de “cubrir”, es decir, hablar en
privado con la persona para darle la oportunidad de arrepentirse y
cambiar, y borrar así su falta.
Aunque Cam fue el que cometió la falta, fue su hijo quien recibió la
maldición. Según la tradición judía, Canaán fue el primero en ver
desnudo a Noé, y se lo avisó a su padre Cam, quien luego lo
descubrió ante todos. Por eso, él fue el objeto de la maldición, pues
él tenía la misma tendencia de su padre.
Esto se sabe porque los lugares donde ellos se asentaron llevan sus
nombres (por ejemplo: Misrayin ahora es Egipto, Cus es Etiopía,
Tarsis es España, Babel es Irak, etc.)
Pero hubo un hombre que no se conformó con ocupar un solo lugar.
Él quiso tener bajo su dominio varios pueblos y naciones. Su
nombre era Nimrod.
NIMROD
Algunos dirán: “¿Qué tiene de malo? Cam no hizo nada, sino sólo
señalar lo que estaba sucediendo”. Pero la actitud de los otros
hermanos nos muestra lo que era correcto hacer en esa situación.
(Génesis 9:23) Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, lo
pusieron sobre sus hombros, y caminando hacia atrás cubrieron la
desnudez de su padre; y sus rostros estaban vueltos, y no vieron la
desnudez de su padre.
En lugar de cubrir a su padre, Cam expuso las faltas de él y su
vergüenza. ¿No es eso lo que muchos hacen cuando critican las
faltas de los demás, en lugar de “cubrirlos”? No se trata de
“encubrir”, es decir, esconder la verdad, ya que eso sería
complicidad. Más bien se trata de “cubrir”, es decir, hablar en
privado con la persona para darle la oportunidad de arrepentirse y
cambiar, y borrar así su falta.
Aunque Cam fue el que cometió la falta, fue su hijo quien recibió la
maldición. Según la tradición judía, Canaán fue el primero en ver
desnudo a Noé, y se lo avisó a su padre Cam, quien luego lo
descubrió ante todos. Por eso, él fue el objeto de la maldición, pues
él tenía la misma tendencia de su padre.
Esto se sabe porque los lugares donde ellos se asentaron llevan sus
nombres (por ejemplo: Misrayin ahora es Egipto, Cus es Etiopía,
Tarsis es España, Babel es Irak, etc.)
Pero hubo un hombre que no se conformó con ocupar un solo lugar.
Él quiso tener bajo su dominio varios pueblos y naciones. Su
nombre era Nimrod.
NIMROD
Por eso, es extraño leer que unos años después del Diluvio, la gente
se dispuso a construir una torre.
(Génesis 11:2-4) Y aconteció que según iban hacia el oriente,
hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. (3)
Y se dijeron unos a otros: Vamos, fabriquemos ladrillos y
cozámoslos bien. Y usaron ladrillo en lugar de piedra, y asfalto en
lugar de mezcla. (4) Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y
una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un
nombre famoso, para que no seamos dispersados sobre la faz de
toda la tierra.
Pieter Bruegel
(1563) Museo
Kunsthistorisches, Viena
RESPUESTA DE DIOS
¿Cuál fue la reacción de Dios al ver la Torre de Babel?
(Génesis 11:5-7) Y el Señor descendió para ver la ciudad y la torre
que habían edificado los hijos de los hombres. Y dijo el Señor: He
aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y
esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora nada de lo que se
propongan hacer les será imposible. Vamos, bajemos y allí
confundamos su lengua, para que nadie entienda el lenguaje del
otro.
LA RAZÓN DE LA CONFUSIÓN
Como ya mencionamos, en el principio todos los hombres hablaban
el mismo idioma (Gen. 11:1). El propósito original de Dios es que
todos nos entendiéramos. Esto no sólo implica hablar el mismo
idioma, sino entenderse mutuamente. ¿Podrían imaginarse un
mundo donde no existan los malos entendidos?
La confusión de lengua vino cuando el hombre quiso hacer su propia
voluntad aparte de Dios, sobre Dios, en lugar de Dios. El problema
de Babel no radica sólo en la diferencia de idiomas sino en la
variedad de pensamientos, mentalidades, intensiones,
motivaciones. Cuando cada hombre busca la gloria propia, no
podemos entendernos. Cuando cada uno lucha su propio interés,
hay disensión.
REVERSIÓN DE LA CONFUSIÓN
El profeta Sofonías habla acerca de los últimos días, en específico
del día de la ira y juicio. En esos días, se va a revertir la
consecuencia del pecado de la Torre de Babel:
(Sofonías 3:8-9) Por tanto, esperadme, dice Jehová, hasta el día que
me levante para juzgaros; porque mi determinación es reunir las
naciones, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo
ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la
tierra. En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de
labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que
le sirvan de común consentimiento.
GENEALOGÍA DE SEM
Luego del incidente de la Torre de Babel, la Biblia presenta la
genealogía de Sem (Gen. 11:10:26), la cual sirve de introducción a la
historia del patriarca Abraham (antes llamado Abram), cuyo destino
será restaurar el nombre de Dios en la historia de la civilización.
Abram debía dejar atrás la idolatría y todo lo que le era familiar. Eso
estaba claro. Pero, ¿a dónde debía ir? Eso no lo sabía, pues Dios
no se lo había revelado. Todo lo que sabía es que iría al un lugar
que el Señor le iba a mostrar.
Muchas veces el Señor trabaja así con nosotros. Nos pide que
demos un paso, pero no nos revela más que esa tarea. Lo hace
para que aprendamos a confiar en Él, y no en los planes mismos. El
resultado de la obediencia es siempre bendición.
LA PROMESA
Dios le prometió varias cosas a Abram si él obedecía y dejaba todo
para seguirlo a Él (Gen. 12:1-3):
PROPÓSITO
¿Qué hizo Abram? ¿Respondió al llamado de Dios?
(Gen. 12:4) Entonces Abram se fue tal como el SEÑOR le había
dicho; y Lot fue con él. Y Abram tenía setenta y cinco años cuando
partió de Harán.
EL PRIMER HEBREO
Abram fue el primero en cruzar el río, en camino hacia Canaán. Por
eso se le llamó “hebreo” (heb. “Ivri”), que literalmente significa: “uno
que viene de más allá”, es decir, que viene más allá del Gran Río.
(Josué 24:3) Entonces tomé a vuestro padre Abraham del otro lado
del río y lo guié por toda la tierra de Canaán, multipliqué su
descendencia y le di a Isaac.
PROMESA DOBLE
En Siquem, Dios amplió su promesa a Abram.
(Génesis 12:7) Y el SEÑOR se apareció a Abram, y le dijo: A tu
descendencia daré esta tierra. Entonces él edificó allí un altar al
SEÑOR que se le había aparecido.
SIGUIO SU CAMINO
Es curioso que luego que el Señor le mostrara a Abram la
Tierra Prometida, él no se quedó allí.
(Gen. 12:9) Y Abram siguió su camino, continuando hacia el
Neguev.
Cuando uno se sale del Plan de Dios, uno se topa con “desiertos” en
la vida. Luego, las cosas se complican. Eso fue lo que le sucedió a
Abram:
(Gen. 12:11-13) Y sucedió que cuando se acercaba a Egipto, dijo a
Sarai su mujer: Mira, sé que eres una mujer de hermoso parecer;
(12) y sucederá que cuando te vean los egipcios, dirán: "Esta es su
mujer"; y me matarán, pero a ti te dejarán vivir. (13) Di, por favor,
que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y para
que yo viva gracias a ti.
Algunos podrían considerar que Abram fue muy “listo”.
El problema está cuando uno confía más en la astucia propia que en
la protección de Dios. Cuando el hombre “mete sus manos” y
manipula, las cosas no suelen salir bien…
(Gen. 12:14-20) Y aconteció que cuando Abram entró en Egipto, los
egipcios vieron que la mujer era muy hermosa. (15) Y la vieron los
oficiales de Faraón, y la alabaron delante de él; y la mujer fue
llevada a la casa de Faraón. (16) Y éste trató bien a Abram por
causa de ella; y le dio ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas, asnas y
camellos. (17) Pero el SEÑOR hirió a Faraón y a su casa con
grandes plagas por causa de Sarai, mujer de Abram. (18) Entonces
Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que me has hecho?
¿Por qué no me avisaste que era tu mujer? (19) ¿Por qué dijiste:
"Es mi hermana", de manera que la tomé por mujer? Ahora pues,
aquí está tu mujer, tómala y vete. (20) Y Faraón dio órdenes a sus
hombres acerca de Abram; y ellos lo despidieron con su mujer y con
todo lo que le pertenecía.