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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

SEDE BOGOTÁ

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


DEPARTAMENTO DE DERECHO

PRIMER SEMESTRE ACADÉMICO DE 2023

ENSAYO DESCRIPTIVO
ACTO TERRORISTA: DAÑOS CAUSADOS A PERSONAS AMENAZADAS
Y A TERCEROS AFECTADOS
(JURISPRUDENCIA 2019 - 2022)

ASIGNATURA:
DERECHO ADMINISTRATIVO II / CLASE TEÓRICA
CÓDIGO SIA 20115344

AUTORES:
JUAN ÁNGEL FIERRO SUÁREZ
KAREN ALEJANDRA HIGUITA HUÉRFANO
YESID CAMILO MORALES GARCÍA
JHON ANDERSON PEÑA MARTÍNEZ

DOCENTE: ROBERTO MOLINA PALACIOS

Bogotá D.C., mayo 01 de 2023


Contenido
Introducción: .........................................................................................................
1 1. Responsabilidad extracontractual por amenazas o acto
terrorista..................2 2. Títulos de
imputación .....................................................................................4 3. Eximentes
de responsabilidad ........................................................................5 4.
Consideraciones finales..................................................................................6
Bibliografía ...........................................................................................................
7
ACTO TERRORISTA: DAÑOS CAUSADOS A PERSONAS AMENAZADAS Y
A TERCEROS AFECTADOS
(JURISPRUDENCIA 2019 - 2022)

Introducción:
Los más de doscientos años de vida republicana de Colombia han sido
fuertemente marcados por episodios de cruda violencia, muerte y desilusión. La
colombiana ha sido una sociedad plural, desde las raíces de cada una de sus gentes; rica,
en la innumerable cantidad de recursos naturales y ecológicos; pero profundamente
desigual, en lo que a las relaciones personales y materiales se refiere. Esta desigualdad
estructural, que le es transversal a las lógicas neoliberales del sistema, ha confluido en
que los colombianos vivamos inmersos en un conflicto armado interno de nunca acabar;
en donde movimientos al margen de la ley se han levantado contra el Estado, intentando
imponer su saber-poder a lo largo de los últimos años. Así, grupos guerrilleros y
paramilitares, carteles narcotraficantes y bandas criminales, han pretendido demostrar su
irrespeto al establecimiento sometiendo, desafortunadamente, a la población civil,
ignorando de entrada cualquier esbozo de humanidad, dignidad y garantía de derechos
humanos universales.
Los actos terroristas, al ser hechos que atentan contra la vida y la integridad de
las personas, se han convertido en una de las modalidades de ataque más usadas por los
actores del conflicto, con el objetivo de sembrar terror y desconcierto dentro de la
población. En concordancia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su
Informe sobre terrorismo y derechos humanos de 2002, ha sostenido que los actos
terroristas «pueden ser perpetrados a escala individual o masiva, por una gran variedad
de actores [...] desde meras amenazas concebidas para sembrar el pánico entre el
público, hasta las armas de destrucción masiva; y pueden influir negativamente en una
variedad de personas a quienes el Derecho Internacional acuerda protecciones
particulares»1. Pues bien, según cifras del Observatorio de Memoria y Conflicto,
adscrito al Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1958 y 2022, en Colombia se
han documentado 254 casos de atentados terroristas, dejando la desafortunada cantidad
de 768 víctimas2. Así entonces, las innumerables masacres a las poblaciones más
vulnerables a nivel nacional; la toma y retoma del Palacio de Justicia en noviembre de
1985; o el atentado al Club El Nogal en 2003; por nombrar algunos, se configuran en
ataques terroristas de grupos criminales contra los colombianos, que nunca se borrarán
de nuestra memoria colectiva, y que, por desgracia, nos definen como sociedad.
Lo anterior resalta la necesidad de analizar la eventual responsabilidad del Estado
colombiano —quien debe garantizar la protección y seguridad de los ciudadanos, y en
todo caso, cumplir con los preceptos constitucionales— por estos actos violentos que
afectan a la población civil. Con este fin, el Consejo de Estado se ha pronunciado en
varias ocasiones, a propósito de los casos de personas amenazadas, y sobre los terceros
1
Organización de Estados Americanos — OEA. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Informe
sobre terrorismo y derechos humanos. (2002). Recuperado de:
https://cifras.unidadvictimas.gov.co/Cifras/#!/hechos
2
Sistema de Información de Eventos de Violencia del Conflicto Armado Colombiano — SIEVCAC.
Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC) - Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). (Periodo de
información 1958-2022). Fecha de corte: 2022-09-30. Recuperado de:
https://micrositios.centrodememoriahistorica.gov.co/observatorio/portal-de-datos/el-conflicto-en
cifras/atentados-terrorista/

Ensayo descriptivo: Acto terrorista — 1


víctimas de actos terroristas. Sin embargo, debido a la cantidad de casos que este
tribunal ha tenido que resolver durante años de conflicto, es fundamental determinar
cuál ha sido la postura dominante y bajo qué títulos de imputación se han resuelto los
casos. En este trabajo, ello es lo que se pretenderá hacer.
Por lo demás, es menester identificar si la jurisprudencia emanada por las
diferentes subsecciones de la Sección Tercera ha rondado en un punto común, en aras de
unificar sus criterios, con respecto a la aplicación de los títulos de imputación jurídica y
otros, como las causales de excepción de responsabilidad del Estado frente a los actos
terroristas contra personas amenazas y terceros. Por cuanto dedicaremos nuestros
esfuerzos en las siguientes páginas en favor de responder a la siguiente pregunta: ¿Puede
predicarse que la Sección Tercera del Consejo de Estado, por medio de sus diferentes
subsecciones, ha consolidado un precedente claro, completo y armónico con respecto a
la responsabilidad de la Administración por los daños causados a personas amenazadas,
o a terceros afectados a raíz de actos terroristas, en el territorio nacional en el último
cuatrienal?
La tesis que se intentará demostrar, y que naturalmente dará respuesta a la
pregunta, es que la Sección Tercera del Consejo de Estado, en sus tres subsecciones, ha
consolidado en los últimos años una línea jurisprudencial conjunta, en la que ha definido
que la responsabilidad extracontractual del Estado frente a daños causados a personas
amenazadas, o a terceros afectados, por acto terrorista, puede resolverse de tres maneras;
a saber: i) no ser declarada, siempre y cuando se pruebe un eximente de responsabilidad;
ii) ser declarada a título de falla del servicio; ó iii) a título de riesgo excepcional.

1. Responsabilidad extracontractual por amenazas o acto terrorista


Para dar inicio al presente ensayo, es menester entrar a analizar de manera
sucinta qué es la responsabilidad extracontractual del Estado en materia de los daños
causados a personas amenazadas o a terceros afectados por actos terroristas, mientras a
la par, analizamos en qué circunstancias, según la jurisprudencia del Consejo de Estado,
hay lugar a que la Nación colombiana repare a las víctimas por los daños sufridos.
Al respecto, la Sección Tercera del Consejo de Estado de manera armónica ha
establecido en sus tres subsecciones que el medio de control idóneo para perseguir la
responsabilidad patrimonial del Estado frente a los hechos analizados en el presente
texto —esto es, daños causados a personas amenazadas por actos terroristas—, es la
acción de reparación directa3. Así mismo, ha sostenido que, para adjudicarse la
responsabilidad del Estado en este tópico en específico, deberá ser objeto de revisión
tanto el régimen de responsabilidad objetivo como el subjetivo, donde, para poder
determinar el régimen aplicable se deberá demostrar si el sujeto víctima del atentado
había sido, o no, amenazado previamente.
Como se expondrá con mayor precisión más adelante —en los títulos de
imputación jurídica—, en los eventos de atentados o actos terroristas, cuando la víctima
no ha sido amenazada con anterioridad, es fundamental para que se procedente la
imputación al Estado a través del régimen objetivo, acreditar que el ataque terrorista no
fue indiscriminado y, por lo tanto, el objeto directo de la agresión eran personas, altos
funcionarios, bienes, elementos o instituciones representativas del Estado4.

3
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 28 de mayo de 2021, expediente No. 63.526. M.P.
Guillermo Sánchez Luque.
4
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 2 de julio de 2021, expediente No. 55.090. M.P. María
Adriana Marín. Esta postura es igualmente sostenida en la sentencia del 9 de junio de 2010, expediente No.

Ensayo descriptivo: Acto terrorista — 2


Ahora bien, en lo que respecta a los casos de los daños causados a personas que
habían sido amenazadas con anterioridad a los hechos dañosos, la jurisprudencia de la
Sección Tercera deja lo suficientemente claro que el régimen de imputación adecuado es
el subjetivo, donde la falla del servicio es título de imputación jurídica por excelencia
aplicable a tales casos5, en aras de perseguir la responsabilidad e imputación al Estado,
donde responderá por la omisión en el cumplimiento del deber de brindar seguridad y
protección a las personas.
Resulta prudente precisar que el Consejo de Estado sigue los planteamientos
establecidos en primer momento por la jurisprudencia de la Corte Constitucional en lo
que atañe a los niveles de riesgo —también consagrados en la resolución 0-1006 de
2016—, donde se han establecido cinco niveles de riesgo; estos son:
«[…] a) un nivel de riesgo mínimo 6; b) un nivel de riesgo ordinario, soportado en
condiciones de igualdad por quienes viven en sociedad7; c) un nivel de riesgo
extraordinario, que las personas no están obligadas a soportar; d) un nivel de
riesgo extremo que amenaza la vida o la integridad personal8; y e) un nivel de
riesgo consumado9»10.
Así se ha determinado que a partir del riesgo extraordinario se puede invocar la
intervención protectora de las autoridades11, quienes tienen el deber jurídico de brindar
seguridad y protección a las personas que se ubican en dicho nivel de riesgo, pues estas
no tienen el deber jurídico de soportar tal carga. Por esta razón, el hecho de que las
autoridades desatiendan el deber de protección o realicen una inadecuada calificación del
riesgo, dará como resultado una falla del servicio por omisión, haciendo a la Nacional
extracontractualmente responsable por los daños que sufran las víctimas.
Finalmente, cabe mencionar que, en determinadas circunstancias, se le puede
acreditar al Estado un eximente de responsabilidad, como analizaremos con mayor
profundidad más adelante. Tal eximente será aplicado cuando el acto terrorista esté
dirigido de manera indiscriminada contra la población civil, con el objetivo —como es el
de los atentados terroristas— de sembrar pánico, terror y desconcierto social. Aunado a
ello, siempre que no se demuestre una falla del servicio por omisión, el Estado estará
exento de cualquier categoría de responsabilidad12, al ser, el acto terrorista específico,
producto de un hecho exclusivo de un tercero y, en todo caso, imprevisible e irresistible.

18.536. M.P. Ruth Stella Correa Palacio; así como en la sentencia proferida por la Sala Plena de la Sección
Tercera el 20 de junio de 2017, expediente No. 18.860, M.P. Ramiro Pazos Guerrero. 5 Consejo de Estado,
Sección Tercera, sentencia del 11 de octubre de 2021, expediente No. 52.234. M.P. Fredy Ibarra Martínez.
6
Se trata de un nivel en el cual la persona se ve amenazada en su existencia e integridad sólo por factores
individuales y biológicos.
7
Se trata de los riesgos ordinarios, implícitos en la vida social.
8
Este es el nivel de los riesgos que, por su intensidad, entran bajo la órbita de protección directa de los
derechos a la vida e integridad personal
9
Este es el nivel de las violaciones a los derechos, no ya de los riesgos, a la vida e integridad personal: la
muerte, la tortura, el trato cruel, inhumano o degradante, representan riesgos que ya se han concretado y
materializado en la persona del afectado.
10
Corte Constitucional, sentencia T-719 de agosto 20 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda (consideración
jurídica n.° 4.2.3.1).
11
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 4 de marzo de 2019, expediente No. 49.716 M.P. Ramiro
Pazos Guerrero.
12
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 11 de octubre de 2021, expediente No. 52.234. M.P.
Fredy Ibarra Martínez.

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2. Títulos de imputación
En lo que a los títulos de imputación respecta, es importante señalar el papel que,
al momento de declarar la responsabilidad extracontractual y patrimonial del Estado, en
materia de daños causados a personas amenazadas y actos terroristas, el máximo tribunal
de lo contencioso administrativo ha sostenido. En una línea jurisprudencial conjunta
entre las tres subsecciones de la Sección Tercera, se ha definido que los títulos de
imputación aplicables responderán al régimen subjetivo —falla del servicio— y,
subsidiariamente, al régimen objetivo —particularmente bajo el título de riesgo
excepcional—. Sin embargo, para aplicar uno u otro régimen, la sección ha definido una
serie de reglas para poder resolver cada caso.
La falla del servicio, en caso de actos terroristas, podrá ser declarada cuando se
logre probar que el daño se concretó por complicidad de acción u omisión de agentes
estatales. No obstante, la Sección Tercera ha puesto a consideración el factor de la
capacidad, en tanto que un elemento de juicio relevante en este análisis será la capacidad
y los medios con los que contaba el Estado al momento de sucedidos los hechos. Si el
Estado, pese a tener la capacidad y contar con los medios idóneos, no brindó o brindó de
forma tardía las medidas de protección, deberá ser patrimonialmente responsable.
También, si el Estado no realizó ninguna acción encaminada a evitar de forma eficiente
y oportuna el ataque que fuera previsible, u omitió adoptar medidas de protección y
seguridad para evitar o atender adecuadamente una situación de riesgo objetivamente
creada por este, será así mismo responsable13.
En este orden de ideas, el Estado responderá por falla del servicio por omisión al
deber constitucional de protección y seguridad, en al menos dos circunstancias: i) que la
persona haya dado a conocer las amenazas de las que fue víctima, y las autoridades,
siendo competentes y teniendo la capacidad para ello, no le brindaron las protecciones
pertinentes, o las mismas fueron insuficientes o tardías 14; y ii) cuando, si bien no se
manifestó el deseo de protección por parte de la víctima, era previsible la amenaza y el
riesgo, y evitable el suceso, o existían pruebas o indicios conocidos que permitieran
asegurar que la persona se encontraba amenazada o expuesta a sufrir graves riesgos
contra su vida, en razón de sus funciones15. Adicionalmente, en otras ocasiones la
Corporación ha establecido una tercera circunstancia en las que la falla del servicio
puede ser imputada a la Administración, esta es: iii) cuando se deja a la población a
merced de los grupos delincuenciales, sin brindarles protección alguna, o cuando se
tiene conocimiento de que los derechos de esa población vienen siendo desconocidos
por grupos organizados al margen de la ley16.
Por otra parte, en el régimen objetivo se pueden encontrar los títulos de riesgo
excepcional y daño especial, donde según la jurisprudencia del Consejo de Estado, el

13
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 20 de junio de 2017, expediente No. 18.860. M.P.
Ramiro Pazos Guerrero.
14
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 9 de abril de 2021, expediente No. 62.574. M.P. Marta
Nubia Velásquez. Posición tomada de: Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 6 de diciembre de
2013, expediente No. 30.814, M.P. Danilo Rojas Betancourth.
15
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de julio de 2022, expediente No. 52.797. M.P. María
Adriana Marín. Véase también: Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 26 de mayo de 2022,
expediente No. 64.451, M.P. Guillermo Sánchez Luque.
16
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 30 de julio de 1998, expediente No. 17.004, [fundamento
jurídico 2.1.1].

Ensayo descriptivo: Acto terrorista — 4


primero es el aplicable subsidiariamente en los casos materia de análisis de este ensayo,
y respecto del cual ha precisado que:

«[…] el riesgo excepcional, al que se refieren otros pronunciamientos, [...] tiene


su origen en el ejercicio de actividades peligrosas, que reportan beneficios a
quienes las ejercen y que justifican la obligación de indemnizar perjuicios cuando
con ellas se ocasionen daños»17.

Para que este régimen sea aplicable, en el caso de actos terroristas se debe probar
que el ataque iba dirigido a una institución o persona representativa del Estado y que la
concreción de dicho acto fue consecuencia de un riesgo excepcional creado
conscientemente por la Administración.
A su vez, el daño especial se ha aplicado en algunas ocasiones respecto al acto
terrorista; sin embargo, este encuentra su fundamento en la equidad, la igualdad y la
solidaridad, lo cual puede ser un poco problemático en tanto que, «[...] implicaría en el
fondo una atribución ilimitada de responsabilidad: del ámbito de la responsabilidad civil
del Estado, propio del juzgador, se traslada al de la solidaridad, el aseguramiento y la
equidad, propios de la formulación de políticas públicas, y ajenos al juez de la
Administración»18. Es por esto por lo que, para poder limitar la aplicación de este
principio, la Sección Tercera estableció que deberá existir una razón para atribuirle
responsabilidad al Estado por los daños (vínculo causal) y un rompimiento al principio
de igualdad. Cabe aclarar que en el análisis jurisprudencial no se encontró ningún caso
en el que la Sección accediera a la aplicación de dicho título de imputación.

3. Eximentes de responsabilidad
En la revisión de los fallos proferidos por las subsecciones A, B y C de la
Sección Tercera del Consejo de Estado, se pudo evidenciar que en la mayoría de los
casos las entidades demandadas invocaban la exclusión de la víctima por hechos de
terceros. Por tal motivo, se procede a la comparación de esta figura como causal de
exclusión de imputación de responsabilidad al Estado.
Por un lado, en los casos de la persona amenazada, las tres subsecciones han
fijado un criterio similar para que se configure una exclusión de responsabilidad del
Estado. Como señalan los fallos 50.699 del 12 de agosto de 2019 (Subsección A),
49.716 del 4 de marzo de 2019 (Subsección B), 52.797 del 29 de agosto de 2022
(Subsección A), 64.451 del 6 de mayo de 2022 (Subsección C), la demandada debe
acreditar que el hecho imputado presenta las características de: i) imprevisible, no
pudiese ser previsto por la entidad en las medidas que tomaron o no conocieron del
hecho; ii) irresistible, ni con las medidas que se tomaron se pudiese evitar el resultado; y
iii) que el hecho sea la causa del daño. Así, la acreditación de que no hubo
responsabilidad para el Estado se configura cuando el proceder por parte del tercero
desbordó la conducta adecuada, diligente, eficiente y oportuna de la entidad accionada.
Por tal motivo, si se llevara a cabo la amenaza de la que era objeto la persona, no podría
haber responsabilidad del Estado siempre y cuando se configuran los elementos
anteriormente mencionados, pues el deber
17
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 13 de octubre de 2020, expediente No. 47.358. M.P.
Guillermo Sánchez Luque.
18
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 20 de junio de 2017, expediente No. 18.860. M.P. Ramiro
Pazos Guerrero.

Ensayo descriptivo: Acto terrorista — 5


de seguridad y protección del Estado es de medio y no de resultado. Puede distinguirse
en tal sentido que se ha mantenido una unanimidad con respecto a este punto.
Finalmente, en el caso de los actos terroristas de terceros, la causal de exclusión de
responsabilidad varía relativamente con respecto a los casos de amenaza. En tal efecto,
los fallos 55.090 del 2 de julio de 2021 (Subsección A), 52.234 del 11 de octubre de
2021 (Subsección B), 62.574 del 9 de abril de 2021 (Subsección A), 45.883 del 29 de
abril de 2020 (Subsección C), 39.930 del 29 de abril de 2020 (Subsección C), han
señalado que habrá un eximente de responsabilidad cuando i) la comunidad objeto del
acto terrorista de terceros no alertó a las autoridades de las amenazas que recibieron
previamente (si las hubo) o no podían saberlo; ii) no era posible evitar el daño de
terceros por deficiencias materiales de las entidades estatales; iii) el objetivo no era una
institución del Estado/base militar o policial/Lugar representativo del Estado; iv) el
atentado tenía como finalidad generar pánico y terror en la población sin dirigirse a un
objetivo determinado. Así, puede hallarse que hay una similitud de la exclusión de
responsabilidad en los casos i y ii de los actos terroristas de terceros, siendo la variación
más significativa que en los actos terroristas debe haber un objetivo representativo del
Estado en específico para alegar la responsabilidad por parte del Estado.

4. Consideraciones finales
En conclusión, frente al interrogante central del presente ensayo, con base a lo
expuesto a lo largo de estas páginas, cabe precisar que, prima facie, la respuesta es
afirmativa. Esto en razón de que hemos podido apreciar que, durante los últimos cuatro
años, las subsecciones A, B y C de la Sección Tercera del Consejo de Estado se han
pronunciado de manera conjunta, desarrollando una línea jurisprudencial sólida que
permite establecer en qué casos hay lugar a responsabilizar extracontractual y
patrimonialmente al Estado, quien deberá en dichos casos, efectuar la indemnización de
los perjuicios, producto de los daños causados a personas amenazadas y por actos
terroristas.
No está de más aclarar que, si bien existen algunas diferencias jurisprudenciales
en los casos motivo de estudio de cada subsección en el espacio temporal sub examine,
dichas divergencias se reducen a mencionar una causal más de responsabilidad estatal en
determinada circunstancia; razón por la que consideramos que el precedente no tiende a
ser disímil, sino, por el contrario, conjunto, en el sentido de que, en lo que al régimen
aplicable, títulos de imputación, y eximentes de responsabilidad respecta, es posible
apreciar un precedente armónico.
Ahora bien, resulta necesario enunciar que la jurisprudencia emitida por el alto
Tribunal aquí analizada da a entender sin dilación alguna que, en lo atinente a nuestra
materia de investigación, se aplicará en principio el régimen subjetivo, bajo el título de
falla del servicio, y de manera residual se responsabilizará al Estado aplicando el
régimen objetivo, en algunos casos específicos y determinados.
Finalmente, un daño causado a una persona amenazada a raíz de un acto
terrorista no configura de manera inmediata o expedita la responsabilidad
extracontractual del Estado. Pues, para acreditar tal circunstancia, es fundamental que
no se encuentre probado un eximente de responsabilidad —independientemente cual
fuere—, en el proceso de reparación directa, el cual es, por cierto, la acción prevalente
para buscar reparación patrimonial, por los daños ya precisados anteriormente
Ensayo descriptivo: Acto terrorista — 6
Bibliografía

Corte Constitucional, sentencia T-719 de agosto 20 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda
(consideración jurídica n.° 4.2.3.1).

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 30 de julio de 1998, expediente No.


17.004, [fundamento jurídico 2.1.1].

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 20 de junio de 2017, expediente No.
18.860. M.P. Ramiro Pazos Guerrero.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 04 de marzo de 2019, expediente No.
49.716 M.P. Ramiro Pazos Guerrero.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 15 de julio de 2019, expediente No.
55.398 M.P. Martin Bermúdez Muñoz.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 25 de julio de 2019, expediente No.
49.455 M.P. Marta Nubia Velásquez Rico.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 12 de agosto de 2019, expediente No.
50. 699 M.P. Marta Nubia Velásquez Rico.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 03 de octubre de 2019, expediente


No. 52.831 M.P. Marta Nubia Velásquez Rico.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 07 de marzo de 2020, expediente No.
38.065. M.P. Guillermo Sánchez Luque.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de abril de 2020, expediente No.
45.883. M.P. Guillermo Sánchez Luque.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de julio de 2020, expediente No.
39.930. M.P. Guillermo Sánchez Luque.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 13 de octubre de 2020, expediente


No. 47.358. M.P. Guillermo Sánchez Luque.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 9 de abril de 2021, expediente No.
62.574. M.P. Marta Nubia Velásquez.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 28 de mayo de 2021, expediente No.
63.526. M.P. Guillermo Sánchez Luque.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 2 de julio de 2021, expediente No.
55.090. M.P. María Adriana Marín.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 11 de octubre de 2021, expediente


No. 52.234. M.P. Fredy Ibarra Martínez.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 26 de mayo de 2022, expediente No.
64.415. M.P. Guillermo Sánchez Luque.

Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de julio de 2022, expediente No.
52.797. M.P. María Adriana Marín.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 23 de noviembre de 2022, expediente
No. 56.547. M.P. Fredy Ibarra Martínez.

Organización de Estados Americanos — OEA. Comisión Interamericana de Derechos


Humanos. Informe sobre terrorismo y derechos humanos. (2002). Recuperado
de: https://cifras.unidadvictimas.gov.co/Cifras/#!/hechos

Sistema de Información de Eventos de Violencia del Conflicto Armado Colombiano —


SIEVCAC. Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC) - Centro Nacional de
Memoria Histórica (CNMH). (Periodo de información 1958-2022). Fecha de
corte: 2022-09-30. Recuperado de:
https://micrositios.centrodememoriahistorica.gov.co/observatorio/portal-de
datos/el-conflicto-en-cifras/atentados-terrorista/

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