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SEDE BOGOTÁ
ENSAYO DESCRIPTIVO
ACTO TERRORISTA: DAÑOS CAUSADOS A PERSONAS AMENAZADAS
Y A TERCEROS AFECTADOS
(JURISPRUDENCIA 2019 - 2022)
ASIGNATURA:
DERECHO ADMINISTRATIVO II / CLASE TEÓRICA
CÓDIGO SIA 20115344
AUTORES:
JUAN ÁNGEL FIERRO SUÁREZ
KAREN ALEJANDRA HIGUITA HUÉRFANO
YESID CAMILO MORALES GARCÍA
JHON ANDERSON PEÑA MARTÍNEZ
Introducción:
Los más de doscientos años de vida republicana de Colombia han sido
fuertemente marcados por episodios de cruda violencia, muerte y desilusión. La
colombiana ha sido una sociedad plural, desde las raíces de cada una de sus gentes; rica,
en la innumerable cantidad de recursos naturales y ecológicos; pero profundamente
desigual, en lo que a las relaciones personales y materiales se refiere. Esta desigualdad
estructural, que le es transversal a las lógicas neoliberales del sistema, ha confluido en
que los colombianos vivamos inmersos en un conflicto armado interno de nunca acabar;
en donde movimientos al margen de la ley se han levantado contra el Estado, intentando
imponer su saber-poder a lo largo de los últimos años. Así, grupos guerrilleros y
paramilitares, carteles narcotraficantes y bandas criminales, han pretendido demostrar su
irrespeto al establecimiento sometiendo, desafortunadamente, a la población civil,
ignorando de entrada cualquier esbozo de humanidad, dignidad y garantía de derechos
humanos universales.
Los actos terroristas, al ser hechos que atentan contra la vida y la integridad de
las personas, se han convertido en una de las modalidades de ataque más usadas por los
actores del conflicto, con el objetivo de sembrar terror y desconcierto dentro de la
población. En concordancia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su
Informe sobre terrorismo y derechos humanos de 2002, ha sostenido que los actos
terroristas «pueden ser perpetrados a escala individual o masiva, por una gran variedad
de actores [...] desde meras amenazas concebidas para sembrar el pánico entre el
público, hasta las armas de destrucción masiva; y pueden influir negativamente en una
variedad de personas a quienes el Derecho Internacional acuerda protecciones
particulares»1. Pues bien, según cifras del Observatorio de Memoria y Conflicto,
adscrito al Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1958 y 2022, en Colombia se
han documentado 254 casos de atentados terroristas, dejando la desafortunada cantidad
de 768 víctimas2. Así entonces, las innumerables masacres a las poblaciones más
vulnerables a nivel nacional; la toma y retoma del Palacio de Justicia en noviembre de
1985; o el atentado al Club El Nogal en 2003; por nombrar algunos, se configuran en
ataques terroristas de grupos criminales contra los colombianos, que nunca se borrarán
de nuestra memoria colectiva, y que, por desgracia, nos definen como sociedad.
Lo anterior resalta la necesidad de analizar la eventual responsabilidad del Estado
colombiano —quien debe garantizar la protección y seguridad de los ciudadanos, y en
todo caso, cumplir con los preceptos constitucionales— por estos actos violentos que
afectan a la población civil. Con este fin, el Consejo de Estado se ha pronunciado en
varias ocasiones, a propósito de los casos de personas amenazadas, y sobre los terceros
1
Organización de Estados Americanos — OEA. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Informe
sobre terrorismo y derechos humanos. (2002). Recuperado de:
https://cifras.unidadvictimas.gov.co/Cifras/#!/hechos
2
Sistema de Información de Eventos de Violencia del Conflicto Armado Colombiano — SIEVCAC.
Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC) - Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). (Periodo de
información 1958-2022). Fecha de corte: 2022-09-30. Recuperado de:
https://micrositios.centrodememoriahistorica.gov.co/observatorio/portal-de-datos/el-conflicto-en
cifras/atentados-terrorista/
3
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 28 de mayo de 2021, expediente No. 63.526. M.P.
Guillermo Sánchez Luque.
4
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 2 de julio de 2021, expediente No. 55.090. M.P. María
Adriana Marín. Esta postura es igualmente sostenida en la sentencia del 9 de junio de 2010, expediente No.
18.536. M.P. Ruth Stella Correa Palacio; así como en la sentencia proferida por la Sala Plena de la Sección
Tercera el 20 de junio de 2017, expediente No. 18.860, M.P. Ramiro Pazos Guerrero. 5 Consejo de Estado,
Sección Tercera, sentencia del 11 de octubre de 2021, expediente No. 52.234. M.P. Fredy Ibarra Martínez.
6
Se trata de un nivel en el cual la persona se ve amenazada en su existencia e integridad sólo por factores
individuales y biológicos.
7
Se trata de los riesgos ordinarios, implícitos en la vida social.
8
Este es el nivel de los riesgos que, por su intensidad, entran bajo la órbita de protección directa de los
derechos a la vida e integridad personal
9
Este es el nivel de las violaciones a los derechos, no ya de los riesgos, a la vida e integridad personal: la
muerte, la tortura, el trato cruel, inhumano o degradante, representan riesgos que ya se han concretado y
materializado en la persona del afectado.
10
Corte Constitucional, sentencia T-719 de agosto 20 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda (consideración
jurídica n.° 4.2.3.1).
11
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 4 de marzo de 2019, expediente No. 49.716 M.P. Ramiro
Pazos Guerrero.
12
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 11 de octubre de 2021, expediente No. 52.234. M.P.
Fredy Ibarra Martínez.
13
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 20 de junio de 2017, expediente No. 18.860. M.P.
Ramiro Pazos Guerrero.
14
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 9 de abril de 2021, expediente No. 62.574. M.P. Marta
Nubia Velásquez. Posición tomada de: Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 6 de diciembre de
2013, expediente No. 30.814, M.P. Danilo Rojas Betancourth.
15
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de julio de 2022, expediente No. 52.797. M.P. María
Adriana Marín. Véase también: Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 26 de mayo de 2022,
expediente No. 64.451, M.P. Guillermo Sánchez Luque.
16
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 30 de julio de 1998, expediente No. 17.004, [fundamento
jurídico 2.1.1].
Para que este régimen sea aplicable, en el caso de actos terroristas se debe probar
que el ataque iba dirigido a una institución o persona representativa del Estado y que la
concreción de dicho acto fue consecuencia de un riesgo excepcional creado
conscientemente por la Administración.
A su vez, el daño especial se ha aplicado en algunas ocasiones respecto al acto
terrorista; sin embargo, este encuentra su fundamento en la equidad, la igualdad y la
solidaridad, lo cual puede ser un poco problemático en tanto que, «[...] implicaría en el
fondo una atribución ilimitada de responsabilidad: del ámbito de la responsabilidad civil
del Estado, propio del juzgador, se traslada al de la solidaridad, el aseguramiento y la
equidad, propios de la formulación de políticas públicas, y ajenos al juez de la
Administración»18. Es por esto por lo que, para poder limitar la aplicación de este
principio, la Sección Tercera estableció que deberá existir una razón para atribuirle
responsabilidad al Estado por los daños (vínculo causal) y un rompimiento al principio
de igualdad. Cabe aclarar que en el análisis jurisprudencial no se encontró ningún caso
en el que la Sección accediera a la aplicación de dicho título de imputación.
3. Eximentes de responsabilidad
En la revisión de los fallos proferidos por las subsecciones A, B y C de la
Sección Tercera del Consejo de Estado, se pudo evidenciar que en la mayoría de los
casos las entidades demandadas invocaban la exclusión de la víctima por hechos de
terceros. Por tal motivo, se procede a la comparación de esta figura como causal de
exclusión de imputación de responsabilidad al Estado.
Por un lado, en los casos de la persona amenazada, las tres subsecciones han
fijado un criterio similar para que se configure una exclusión de responsabilidad del
Estado. Como señalan los fallos 50.699 del 12 de agosto de 2019 (Subsección A),
49.716 del 4 de marzo de 2019 (Subsección B), 52.797 del 29 de agosto de 2022
(Subsección A), 64.451 del 6 de mayo de 2022 (Subsección C), la demandada debe
acreditar que el hecho imputado presenta las características de: i) imprevisible, no
pudiese ser previsto por la entidad en las medidas que tomaron o no conocieron del
hecho; ii) irresistible, ni con las medidas que se tomaron se pudiese evitar el resultado; y
iii) que el hecho sea la causa del daño. Así, la acreditación de que no hubo
responsabilidad para el Estado se configura cuando el proceder por parte del tercero
desbordó la conducta adecuada, diligente, eficiente y oportuna de la entidad accionada.
Por tal motivo, si se llevara a cabo la amenaza de la que era objeto la persona, no podría
haber responsabilidad del Estado siempre y cuando se configuran los elementos
anteriormente mencionados, pues el deber
17
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 13 de octubre de 2020, expediente No. 47.358. M.P.
Guillermo Sánchez Luque.
18
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 20 de junio de 2017, expediente No. 18.860. M.P. Ramiro
Pazos Guerrero.
4. Consideraciones finales
En conclusión, frente al interrogante central del presente ensayo, con base a lo
expuesto a lo largo de estas páginas, cabe precisar que, prima facie, la respuesta es
afirmativa. Esto en razón de que hemos podido apreciar que, durante los últimos cuatro
años, las subsecciones A, B y C de la Sección Tercera del Consejo de Estado se han
pronunciado de manera conjunta, desarrollando una línea jurisprudencial sólida que
permite establecer en qué casos hay lugar a responsabilizar extracontractual y
patrimonialmente al Estado, quien deberá en dichos casos, efectuar la indemnización de
los perjuicios, producto de los daños causados a personas amenazadas y por actos
terroristas.
No está de más aclarar que, si bien existen algunas diferencias jurisprudenciales
en los casos motivo de estudio de cada subsección en el espacio temporal sub examine,
dichas divergencias se reducen a mencionar una causal más de responsabilidad estatal en
determinada circunstancia; razón por la que consideramos que el precedente no tiende a
ser disímil, sino, por el contrario, conjunto, en el sentido de que, en lo que al régimen
aplicable, títulos de imputación, y eximentes de responsabilidad respecta, es posible
apreciar un precedente armónico.
Ahora bien, resulta necesario enunciar que la jurisprudencia emitida por el alto
Tribunal aquí analizada da a entender sin dilación alguna que, en lo atinente a nuestra
materia de investigación, se aplicará en principio el régimen subjetivo, bajo el título de
falla del servicio, y de manera residual se responsabilizará al Estado aplicando el
régimen objetivo, en algunos casos específicos y determinados.
Finalmente, un daño causado a una persona amenazada a raíz de un acto
terrorista no configura de manera inmediata o expedita la responsabilidad
extracontractual del Estado. Pues, para acreditar tal circunstancia, es fundamental que
no se encuentre probado un eximente de responsabilidad —independientemente cual
fuere—, en el proceso de reparación directa, el cual es, por cierto, la acción prevalente
para buscar reparación patrimonial, por los daños ya precisados anteriormente
Ensayo descriptivo: Acto terrorista — 6
Bibliografía
Corte Constitucional, sentencia T-719 de agosto 20 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda
(consideración jurídica n.° 4.2.3.1).
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 20 de junio de 2017, expediente No.
18.860. M.P. Ramiro Pazos Guerrero.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 04 de marzo de 2019, expediente No.
49.716 M.P. Ramiro Pazos Guerrero.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 15 de julio de 2019, expediente No.
55.398 M.P. Martin Bermúdez Muñoz.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 25 de julio de 2019, expediente No.
49.455 M.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 12 de agosto de 2019, expediente No.
50. 699 M.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 07 de marzo de 2020, expediente No.
38.065. M.P. Guillermo Sánchez Luque.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de abril de 2020, expediente No.
45.883. M.P. Guillermo Sánchez Luque.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de julio de 2020, expediente No.
39.930. M.P. Guillermo Sánchez Luque.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 9 de abril de 2021, expediente No.
62.574. M.P. Marta Nubia Velásquez.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 28 de mayo de 2021, expediente No.
63.526. M.P. Guillermo Sánchez Luque.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 2 de julio de 2021, expediente No.
55.090. M.P. María Adriana Marín.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de julio de 2022, expediente No.
52.797. M.P. María Adriana Marín.
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 23 de noviembre de 2022, expediente
No. 56.547. M.P. Fredy Ibarra Martínez.