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UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD

(UTE)
Recinto Santiago
Facultad de Ciencias Jurídicas
Carrera de Derecho

TEMA:
EJERCICIO DE LA ACCION EN RESPONSABILIDAD CIVIL

ASIGNATURA:

Responsabilidad Civil

Participante:
Angel N. López ST2015-1568
Alfredo Sosa ST2015-0994
José Alvarez ST2012-0895

Profesor:
Juliana Castillo

Santiago de los Caballeros,


República Dominicana
Julio del 2019.
INDICE

INTRODUCCIÓN...........................................................................................1
OBJETIVOS.....................................................................................................2
Objetivo General.............................................................................................2
Objetivos Específicos......................................................................................2
DESARROLLO................................................................................................3
Origen.............................................................................................................3
Coexistencia de la acción penal y la acción civil............................................3
Competencia...................................................................................................5
Bis...................................................................................................................5
Requisitos para que la víctima pueda perseguir la acción civil
accesoriamente a la acción penal....................................................................6
Hechos que impiden que la víctima pueda hacer uso de la opción de llevar la
acción civil accesoriamente a la penal,...........................................................7
La Regla “lo penal mantiene en estado a lo civil”..........................................8
La Regla Electa una Vía.................................................................................8
Solidaridad entre la acción civil y la acción penal..........................................9
¿QUÉ ES LA SOLIDARIDAD?..................................................................10
CONCLUSIÓN...............................................................................................14
BIBLIOGRAFIA............................................................................................15
INTRODUCCIÓN

La responsabilidad es la obligación, moral o legal, de aceptar las consecuencias de


un hecho. Puede llevar implícita la obligación de reparar o indemnizar los perjuicios
causados.

Hay dos tipos de actos dañosos: los que se producen en el desarrollo de una relación
jurídica (pactos o contratos) o los que tienen lugar en cualesquiera actividad humana. Se
llaman responsabilidad contractual o extracontractual respectivamente.

La llamada responsabilidad civil -por diferenciarla de la responsabilidad penal-


intenta restablecer el bien lesionado por un hecho. Es decir reparar el perjuicio causado a
otro.

Respecto al fundamento de la responsabilidad civil, podemos diferenciar dos


teorías: la tradicional, propia de una filosofía liberal y la moderna doctrina, basada en la
objetividad. La primera estima que el autor del daño responde si se ha producido por su
culpa. Está obligado a indemnizar quien actuó mal, quien cometió, al menos, imprudencia
en el obrar (la victima ha de probar la culpa del autor del daño). La objetiva dice que el
autor del daño responde haya o no tenido culpa en el mismo. Hay que resarcir a quien
soporta el daño por el mero hecho de sufrirlo, máxima protección a las víctimas de sucesos
dañosos.

Esta segunda teoría tiene, actualmente, aplicación y así se suele apreciar en los
fallos judiciales, en los que se nota esta tendencia proteccionista y tuitiva en favor de las
víctimas de los hechos dañosos.
OBJETIVOS

Objetivo General

Analizar el ejercicio de la acción en responsabilidad civil.

Objetivos Específicos

Determinar lo que es la acción en la responsabilidad.


Conocer lo que es la responsabilidad y como se ejecuta en la República
Dominicana.
DESARROLLO

Origen

La acción en responsabilidad civil se origina en uno de estos sucesos:


Una infracción a la ley penal (caso en cual hay coexistencia de la acción penal y la acción
civil)
El incumplimiento de una obligación nacida de un contrato (responsabilidad
contractual) O un delito o un cuasidelito civil (responsabilidad civil delictual)

Coexistencia de la acción penal y la acción civil

¿Cuál sería un hecho que constituye un delito civil que sin ser un delito penal? La
caída de un poste de luz que ocasiona daño a un vehículo. La caída de un cable eléctrico
que provoca un incendio.

Son a la vez una infracción penal y un delito civil: el robo, el homicidio, los golpes
y heridas ocasionados en un accidente automovilístico, etc.

Y son hechos penalmente incriminados pero que no constituyen un delito civil: el


porte ilegal de armas; el tráfico de sustancias prohibidas, etc.

Consecuencias que surgen de la coexistencia de la acción penal y la acción civil:·


Consecuencias relativas a la competencia

· A la prescripción de la acción.
· A la autoridad de la cosa juzgada
· A la solidaridad

Según el Art.29 del Código Procesal Penal (CPP) la acción penal puede ser pública
o privada. El ejercicio de la primera corresponde al ministerio público sin perjuicio de la
participación que la normativa procesal penal concede a la víctima.
La acción penal pública se divide en acción pública a instancia privada y en acción privada
(Art.30 CPP).
Cuando se trata de la acción pública a instancia privada, el ministerio público no
puede actuar de oficio, como ocurre con la acción penal pública, sino que necesita una
instancia de la víctima para poder actuar.

El Artículo 31 del CPP dispone que depende de una instancia privada la persecución
de los hechos siguientes:
1. La vía de hecho.
2. Los golpes y heridas que no causen lesión permanente.
3. La amenaza, salvo la proferida contra los funcionarios públicos en ocasión del
ejercicio de sus funciones.
4. El robo sin violencia y sin armas.
5. La estafa.
6. El abuso de confianza.
7. El trabajo pagado y no realizado
8. La revelación de secretos y
9. La falsedad en escritura privada.

De acuerdo con el Art.32 del Código Procesal Penal (Ley 76-02):


Constituyen infracciones de acción privada,
1. La violación de propiedad.
2. La difamación e injuria.
3. La violación a la propiedad industrial.
4. La violación a la ley de cheques.

La acción privada se ejerce con la acusación de la víctima y sin la intervención del


fiscal o ministerio público.
Competencia 

El Art. 50 del Código Procesal Penal establece la posibilidad de llevar la acción


civil conjuntamente con la acción penal por ante el Tribunal Penal. La víctima tiene una
opción: puede elegir en llevar su acción en reparación del daño –la acción civil-ante el
Tribunal Penal, o llevarla en forma separada, por ante el Tribunal Civil.

Bis.

Concepto de víctima. Víctima es toda persona perjudicada con el ilícito penal. El


Art. 83 del Código Procesal Penal (CPP) considera víctima a las personas siguientes:
- Al ofendido directamente por el hecho punible.
- Al cónyuge
-Al conviviente notorio.
- A los hijos.
- A los padres biológicos o adoptivos.
-A los parientes dentro del tercer grado de consanguinidad (hijos, abuelos, nietos,
hermanos, tíos y sobrinos del ofendido directo[1]).
- A los parientes dentro del segundo grado de afinidad (cuñados, suegros, yernos y nueras).
- A los herederos.
- A los socios, asociados o miembros de una persona jurídica cuando los hechos punibles
que la perjudican han sido cometidos por quienes la dirigen, administran o controlan.
Todas las personas señaladas en la lista que antecede, tienen la calidad de víctima, si como
consecuencia del hecho punible, ha fallecido el ofendido directo.

Necesario es precisar lo siguiente: Cuando el daño o perjuicio resulta de un hecho


punible cometido por una persona adolescente no emancipada, los únicos responsables de
la reparación del mismo son los padres o los responsables del menor, salvo que éste tenga
patrimonio. Así lo dispone el Art.242 de la ley 136-03 o Código para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes (CPNNA) popularmente conocido como Código del Menor.
Conforme con esta disposición, si el menor en conflicto con la ley penal posee bienes para
resarcir el daño, la víctima puede incoar su acción en daños y perjuicio, a su elección,
contra el adolescente imputado, o contra los padres o responsables de éste. Si elige la
primera opción (la de demandar al menor) puede llevar su acción accesoriamente a la
acción penal, tal y como lo consagra el Art. 243 del CPNNA o, perseguir la reparación del
daño, mediante una demanda por ante el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes en
atribuciones civiles.

Cuando la acción civil se interpone accesoriamente a la acción penal está sometida


las reglas del Art. 50 del CPP, todo en virtud de las disposiciones del Art.244 del Código
del Menor.
Ahora bien, si la víctima escoge demandar en reparación del daño a los padres o
responsables del menor, ya sea que su decisión esté basada en la falta de bienes del
adolescente, o simplemente porque así lo quiso, debe hacerlo exclusivamente por ante un
tribunal de derecho común; por ante un Juzgado de Primera Instancia en atribuciones
civiles, en virtud de lo que dispone el párrafo III del Art.69 del CPNNA, texto que regula la
responsabilidad parental y que sustituye las normas del Art.1384-2 del Código Civil.

En conclusión, la víctima de un daño causado por un menor, siempre podrá exigirles


a los padres de éste o a las personas que tengan sobre él la autoridad parental, la reparación
de ese daño. Sin embargo si el daño tiene su origen en una infracción penal ella no podrá
incoar la acción civil accesoriamente a la acción penal constituyéndose en actor civil contra
ellos en calidad de persona civilmente responsable. Una cosa es cierta. La acción civil en
reparación del daño provocado por una infracción cometida por un adolescente está
sometida, en principio a las reglas del derecho común.

Requisitos para que la víctima pueda perseguir la acción civil accesoriamente a la

acción penal

Es necesario que exista un delito imputable al prevenido


La acción civil debe fundarse en ese delito imputado al procesado.
Una constitución oportuna en actor civil por ante el ministerio público mediante una
instancia motivada durante el procedimiento preparatorio y antes de que se formule la
acusación al justiciable o conjuntamente con ésta.
El escrito de constitución en actor civil, de conformidad con el Art.119 del CPP,
debe reunir las formalidades siguientes:
El nombre y domicilio del titular de la acción y de su representante si procede.
Aunque el texto del Art.119 no lo indica, se debe señalar el número de la Cédula de
Identidad y Electoral del actor civil y su representante.

Si el actor civil es una persona jurídica o una colectividad pública, el escrito debe
contener la denominación social, su domicilio social y los nombres de quienes la
representen.

El nombre del demandado civil (tercero civilmente demandado: comitente. Padres


del menor, propietario del vehículo, etc.), si existe, y su vínculo jurídico con el hecho
atribuido al imputado.

La indicación del proceso a que se refiere.

Los motivos en que se fundamenta la acción, con indicación de la calidad que se


invoca y el daño cuyo resarcimiento se pretende, aunque no se precise el monto.

Hechos que impiden que la víctima pueda hacer uso de la opción de llevar la acción

civil accesoriamente a la penal,

Estos hechos dejan a la víctima sólo la vía civil y son:

a) La regla “lo penal mantiene en estado lo civil”;


b) La regla “electa vía...”;

c) La amnistía;

d) La muerte del imputado; y

e) La derogación de la ley que castigaba la infracción imputada al imputado.

La Regla “lo penal mantiene en estado a lo civil”. 

Esta regla significa que si se lleva a la acción civil en reparación del daño en forma

separada de la acción penal, el juez que conoce la acción civil, debe suspender (sobreseer)

el conocimiento de la acción civil hasta que el Tribunal Penal haya fallado en forma

definitiva el aspecto penal. Con esta regla se trata evitar que se produzcan dos fallos

contradictorios. Para la aplicación de esta regla se necesitan dos condiciones. Es necesario

que las dos acciones nazcan de un mismo hecho y que la acción pública esté en

movimiento, que el juez de lo penal esté apoderado de la acción penal. ¿Qué efectos

produce el sobreseimiento, o sea, la suspensión de la acción civil hasta que sobrevenga una

decisión sobre lo penal? El sobreseimiento suspende o paraliza la instancia o demanda en

reparación del daño; suspende la perención de esa instancia o demanda, y suspende la

prescripción de la acción civil. Todo queda paralizado en espera del fallo penal. Esto es así

aun en los casos en los que la acción civil se fundada en el Art.1384-1, es decir, en la

responsabilidad civil del guardián por el hecho de la cosa inaminada

La Regla Electa una Vía.

Esta regla establece un principio en virtud del cual, después que la víctima ha

escogido el tribunal civil para reclamar del autor del daño la reparación de éste, no puede
abandonar la vía civil para llevar su acción accesoriamente a la acción penal por ante el

Tribunal penal. Esta regla se fundamenta en el propósito de no agravar la suerte del

imputado o prevenido. Sin embargo, nada impide que la víctima si ha elegido la

jurisdicción penal, la abandone para escoger la jurisdicción civil.

Solidaridad entre la acción civil y la acción penal. 

Esta solidaridad se manifiesta del modo siguiente: tienen ambas el mismo plazo de

prescripción. De conformidad con los artículos 454, 455 y 457 del Código de

Procedimiento Criminal, la acción pública prescribía a los diez años, a los tres, y al año,

cuando se trate de un crimen, de un delito o de una contravención. En ese mismo término

prescribía la acción civil cuando ella tenía como fundamento un hecho que era al mismo

tiempo una infracción penal y un delito o cuasidelito civil. Era la solución que en forma

constante daba nuestra Suprema Corte de Justicia, solución que fue consagrada por el

legislador en el art. 129 de la ley 146-02 sobre Seguros y Fianzas, según el cual, tanto la

prescripción de la acción pública como la prescripción de la acción civil se regirán por el

art. 455 del Código de Procedimiento Criminal (hoy por el Art 45 del nuevo Código

Procesal Penal)... naturalmente, lo dispuesto por el Art.129 de la Ley 146-02 sobre Seguros

y Fianzas de la República Dominicana, sólo tiene aplicación en los casos de daños causados

por accidentes de vehículo de motor o remolques.

Con la entrada en vigencia del nuevo Código Procesal Penal, dicha regla tiene

carácter general. El Código Procesal Penal de manera implícita así lo establece en su art.

50, en cual dispone que la acción civil para el resarcimiento de los daños y perjuicios
causados o para la restitución del objeto materia del hecho punible puede ser ejercida (...)

conjuntamente con la acción penal (...), pero sólo mientras esté pendiente la persecución

penal (art. 53). Esto a mi modo de ver equivale a decir que la acción civil prescribe en el

mismo término que la acción pública. Creo que aunque el art. 53 del nuevo Código

Procesal Penal condiciona esta prescripción a la condición de que la acción civil se lleve

accesoriamente a la acción pública, no significa que dicha acción tenga un término de

prescripción diferente cuando se ejerza como acción principal por ante la jurisdicción civil.

No puede ser de otro modo porque es de principio que lo accesorio sigue a lo principal. Por

eso la solidaridad entre la acción civil y la acción penal se manifiesta también en la

suspensión e interrupción.

¿QUÉ ES LA SOLIDARIDAD? 

Existe solidaridad, desde el punto de vista de las obligaciones, cuando el acreedor

(en este caso la víctima) tiene el derecho de exigir la totalidad de la deuda (la reparación de

todo el daño en el caso de responsabilidad civil) a uno cualquiera de los deudores u

obligados a resarcir el daño.

Por ejemplo, si son tres los autores del daño y el juez los condena al pago de una

indemnización de 3 millones de pesos, la víctima (el acreedor) puede exigir, a su elección,

el pago de los 3 millones de pesos a uno cualquiera de los demandados, o todos. El

codeudor que haya pagado su deuda y la de los demás, se subroga contra ellos, y puede

repetir, o sea, exigir que ellos le restituyan lo pagado en exceso.

La solidaridad en materia penal está consagrada en el Art. 55 del Código Penal

según el cual, todos condenados por un mismo crimen o por un mismo delito, son
solidariamente responsables de las multas, restituciones, daños y perjuicios y costas que se

pronuncien.

La Suprema Corte de Justicia ha sentado como principio que los jueces sólo pueden

pronunciar condenaciones solidarias contra los coimputados de un mismo delito en los

casos en que no es posible establecer cuál ha sido el grado de participación individual de

cada uno en el daño. Pero cuando los coimputados de un hecho han cometido faltas

distintas, cada uno será condenado a pagar una indemnización en consonancia con el grado

de participación que ha tenido en la generación del daño. En ese sentido, la jurisprudencia

de la Suprema Corte de Justicia consagra que cuando los Jueces del fondo retienen como

causa eficiente de un delito la concurrencia de faltas distintas cometidas por los prevenidos,

están en el deber; para fijar el manto de las reparaciones civiles, en precisar en qué

magnitud esas faltas han concurrido al daño, y de acuerdo con la gravedad de las mismas,

repartir la responsabilidad en proporción correspondiente (S. C. J., sept.1967; B. J. 612 (B.

J. 682, sept. 1967, p. 1619; B. J. 704, p. 2810, julio 1969; B. J. 710, enero del 1970; p. 144).

La solidaridad entre preposé y la persona civilmente demandada

Si por ejemplo existen varios preposés que deben responder solidariamente de un

daño, sus respectivos comitentes no pueden por eso, ser condenados solidariamente; esto es

así, porque el comitente no figura entre las personas mencionadas por el Art. 55 del Código

Penal, y el Art. 1384-3 del Código Civil, no establece ninguna solidaridad entre los

comitentes. Ahora bien, como la víctima tiene el derecho de reclamar la reparación de todo

el daño, ya sea al comitente o al preposé, es lógico, que éstos dos respondan del daño en

forma solidaria, pero el comitente puede repetir contra el preposé por la suma que haya
tenido que pagar por el hecho de aquél. Al respecto ha sido fallado que en cuanto a las

personas civilmente responsables de los autores de una misma infracción penal no se aplica

la solidaridad ( B. J. 756, Pág. 3510; nov. 1973). Pero cada persona civilmente responsable

responde con su preposé solidariamente de las indemnizaciones, conforme a los artículos.

1382-1383 y 1384 B. J. (888; nov. 1984, 1200 C. C. Pág. 3060).

Alcance de la solidaridad en cuanto al asegurador y a los coacusados

La solidaridad solamente puede ser pronunciada contra las personas que

limitativamente señala el art. 55 del Código Penal. La Compañía aseguradora no puede ser

declarada solidariamente responsable de las indemnizaciones puestas a cargo de sus

asegurados, ya que tal disposición no aparecen en los artículos 131 y 133 de la Ley No.146-

02 sobre Seguros y Fianzas que derogó la número 4117 sobre Seguro Obligatorio de

Vehículo de Motor. (B. J. 664, marzo 1966).

En cuanto a los recursos de los coimputados no existe solidaridad. El recurso que

interponga uno de los coimputados condenado solidariamente en virtud del Art.55 del

Código Penal no beneficia a los demás coimputados que no hayan recurrido la sentencia o

que la hayan recurrido tardíamente. La S. C. J. no aplica a éstos las reglas del art. 1206 del

Código Civil, según el cual las acciones ejercidas contra uno de los deudores solidarios,

interrumpen la prescripción respecto a todos; (junio 1964; B. J. 647. p. 922; B. J. 756, nov.

1973; p. 3510). Ver B. J. 814, sept. 1978, p. 1722.) Sin embargo, los Recursos interpuestos

por el prevenido favorecen necesariamente a la persona civilmente responsable aunque ésta

no haya recurrido: S. C. J. 22 agosto 1966; B. J. 669, pág. 1431; 23 de agosto 1967; B. J.

681, pág. 1522 B. J. 684, nov. 1967, pág. 2224. B. J. 741, agosto; 1972, p. 2122.
Lógicamente esta solución sólo es posible en materia penal, por la aplicación de la regla de

la autoridad de lo fallado en lo penal sobre lo civil.

Es bueno aclarar que según la opinión de la S,C.J., el recurso interpuesto por el

prevenido sólo beneficia a la persona civilmente responsable cuando ese recurso culmina

con el descargo del prevenido, siendo totalmente diferente si lo que ocurre es que el recurso

lo interpone el tercero civilmente demandado. Cuando esto sucede, y si el imputado no

recurre la sentencia, el recurso del tercero civilmente demandado no lo puede favorecer.

¿El recurso que no ha sido interpuesto por una de las partes envueltas en el proceso o que

ésta ha interpuesto tardíamente, favorece a los intereses de éstas?


CONCLUSIÓN

A modo de conclusión podemos decir que la responsabilidad civil es la obligación


que puede incumbir a una persona de reparar el daño causado a otro por su hecho o por el
de las personas o de las cosas por las que se deba responder.

La responsabilidad civil, en general, significa la obligación de responder


pecuniariamente de los actos realizados por uno mismo o por otra persona, indemnizando al
efecto los daños y perjuicios producidos aun tercero, individuo o colectivo. En sentido
procesal, la responsabilidad civil se traduce en la restitución de la cosa, la reparación del
daño y la indemnización del perjuicio causado por el hecho punible.
BIBLIOGRAFIA

Hernández, Pedro Pablo, “Teorías de las Obligaciones el Contrato y el Cuasicontrato”,


Impresora Soto Castillo, segunda edición, Santo Domingo, República Dominicana, 2012.
Morel, Juan A, “Responsabilidad Civil”, Editorial Tiempo S. A., Santo Domingo, 1989.
Mazeaud, Henry, Mazeaud, León y Jean, “Lecciones de Derecho Civil”, parte segunda,
volumen II, La responsabilidad civil. Los cuasicontratos, ediciones jurídicas europea-
americana, Buenos Aires.
Subero Isa. Jorge A, “Tratado Practico de Responsabilidad Civil Dominicana”, Editora
Dalis, cuarta edición, Moca, R.D., 2000.

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