Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
7-22
Jacques-Alain Miller
Hoy nos vamos a divertir. Para mi, se trata de hacer comprender algo que no
se entiende si uno no siente piacer con elo. Lo que voy a decirles me divierte
y espero que a ustedes también, aunque eso no resulte obvio porque este afio
algunos me han hecho saber que no se sienten muy a gusto con Ias referen-
cias que yo puedo hacer a Ia literatura filosófica. Pero, eso no me va a detener,
como ya han visto, y hoy intentaré comunicarles cosas, que en el fondo no son
4 tan simples, de manera suficiente como para que les quede como referencia
e incluso como sensor de lo que es ia práctica de Ia mayoría de los que están
aqui, es decir, escuchar lo que se dice, lo que se dice ai azar, a Ia buena de Dios,.
cuando se levantan Ias restricciones que pesan sobre Ia palabra dei sujeto. No
ocurre habitualmente, pero, cuando se permite asociar libremente, no es fácil
estar en el lugar dei que debe organizar algo con elo, como mínimo, una inter-
pretación.
Se necesita un aparato, cuyas líneas generales voy a intentar. darles, para que
pueda captarse. Tal como me han indicado, vuelvo a transitar caminos que abri
anteriormente en este curso, pero lo hago para resaltar un relieve que no se
ha percibido ni comunicado hasta ei momento y que, en todo caso, desde mi
punto de vista, desde el punto de vista de mi trabajo de reflexión, representa
una ganancia.
7
J
LA ORIENTACIÓN LACANIANA
Haiuno
M
INTRODUCCIÓN DEL SERY LA EXISTENCIA
Voy a guiarles para que esto lés resulte evidente. Es dificil hacer aparecer
evidencias que no van, en absoluto, en Ia dirección del sentido común, pero se
trata ante todo de ensefiarles a hablar una lengua, eso es lo que Lacan consiguió.
Con ei tiempo iógicamente Ia cosa queda amortiguada, se marchita un poco,
dado que Lacan ya no está ahí para sostener con su voz Ias evidencias que resal-
taba y transmitía. Entonces, hay que tratar de sostenerlas, de reanimarias.
Empezaré por decir, por indicar —y me apoyo en un saber de ratón de
biblioteca que no están obligados a haber adquirido—, lo que aparece cuando
se busca en Ia biblioteca: hay un rasgo que distingue al ser desde siempre -
desde siempre... a veces se hacen pequefios avances por ei lado del hombre
de ias cavernas y Lacan los hizo con los guijarros de Mas d'Azil en los que hay
inscritos los pequefios rasgos unarios que sefialan los animales cazados, pero ai
decir desde siempre en nuestra tradición no nos remontamos más aflá de Platón
o de Aristóteles. El rasgo que distingue ai ser desde siempre es ei equívoco, no
lo olviden.
De este equívoco tenemos un testimonio erudito en ei escrito de alguien
a quien Freud consulto con frecuencia —lo que da confianza—, a quien siguió
en sus cursos e incluso en Ia manera que hilvanó su descubrimiento de lo que
Uamó Ia denegación, Ia Verneinung. Éste no habría sido posible sin haber tomado
algunas cosas prestadas de Brentano. Dicho profesor, a quien se considera que
Freud debe Ia distinción entre el juicio de atribución y ei de existencia, hizo en
1862 una disertación, titulada La diversídad de ias acepciones dei ser según Arístóteles,
para conseguir su habilitación universitaria. Con ese tema no se podia esperar
que se convirtiera en un bestseiier, pero encontro un lector eminente en ei
Joven Heidegger para quien, según su testimonio, ei libro devino el hilo que lo
condujo a través de Ia filosofia griega. Brentano distingue por lo menos siete
sentidos dei ser en Aristóteles, pero tranquilícense que no voy a profundizar más
en elo. Sólo lo indico para plantear Ia cuestión de saber el valor de Ia equivo-
cidad dei ser. Incluso, si toman a un sólo autor, Aristóteles, ai que no se ha cesado
de invocar a lo largo de lo que he ilamado nuestra tradición, en especial su defi-
nición dei ser en ese conjunto de papeles que se denomina Metafisica. Como ya
saben, se ia lama así simpiemente porque venía a continuación de Ias obras de
Física. É1 no se dedico a redactarlos sino que dejó esa tarea a sus alumnos como
corresponde a un pensador de gran categoria.
9
LA ORIENTACIÓN LACANIANA
10
INTRODUCCIÓN DEL SER LA EXISTENCIA
primer lugar que el ser sólo es "sombras y reflejos". Por ei contrario, observen
que Ia objeción que hacen en nombre de Ia lógica lés Heva a asociar Ia existencia
con lo real.
Repito brevemente: ei ser es dei orden dei semblante y ia existencia concierne
a io real.Y eso supone pasar por Ia lógica. De acuerdo?
Nos acercamos así a lo que Lacan lés indicó ai enunciar, de ia manera más
enigmática, que "Ia lógica es Ia ciencia de lo reai" . También se ha dicho, pero no
en su debido lugar hasta ei momento, que ei ser es tan equívoco como Ia exis-
tencia es unívoca. Esta sólo se dice en un sentido, no se haila en ella Ia diversidad
de acepciones como ocurre con ei ser en Aristóteles.
Lá existenëia sólo se dice en un sentido, ei lógico. Ahí, es preciso que yo
realice un movimiento para extraer ia existencia de Ias aguas en Ias que se Ia ha
hecho nadar. Lá existencia se continua entendiendo habitualmente en ei sentido
dei existencialismo, como aqueilo que desborda ei concepto. Sartre dijo muy
bien que "ia existencia precede a Ia esencia". Está en primer lugar ei hecho de
Ia existencia, algo que es dei orden dei hecho bruto, salvaje y, a continuación,
vienen a Ia zaga ias definiciones con que se intenta captarlo. En ei fondo, esto
es afirmar que hay un hay anterior a todo lo que se pueda decir, idealizar, esen-
cializar. Ese existencialismo apuntaba de hecho a un ser prediscursivo, como se
decía entonces. Fue Ia manera que tuvo Sartre de dar una versión de lo que
Heidegger llamó ei dasein, ei ser-ahí —Seín es ei ser y, da, es ahí. Ese ser-ahí se ha
traducido, neologizado. Se estableció ia existencia como presencia aqui y ahora
de un ser preconceptual. Un esfuerzo más para ser lacaniano: hay que despren-
derse de esto.
Me gustaría extenderme, pero voy rápido. El secreto de ese existencialismo
es que se trata de una versión dei vitalismo. Está claro que, para Sartre, esa
presencia palpita, es carne, carne que suda, escupe, mea, caga, e inspira, a éi y
a sus seguidores, toda una literatura naturalista. No tiene nada que ver con ei
existencialismo de Lacan que es un logicismo.
Lá existencia de Lacan resulta de que Ia lógica seleccione, en ei semblante,
seres de lenguaje para poder reconocer ahí lo real. Lá existencia lacaniana
depende, se desprende de una operación significante. Si se busca donde se parten
Ias aguas eso tiene lugar en esc término que he empleado de ser prediscursivo.
Lá existencia surge dei lenguaje trabajando ei lenguaje, supone ei aparato lógico
11
LA ORIENTACIÓN LACANIANA
Henología toda
Voy a planteario primero, antes de conduciries hasta elo: significante en falta.
tanto que real sólo hay uno. En el nivei que estamos hablando se trata del signi- cond
ficante Uno. Eso contrasta evidentemente con ia abundancia, Ia jungla de Ia
ontoiogía. Nos movemos en ei registro austero, parsimonioso, de Ia henología roma
que ya escribi Ia última vez y que significa doctrina dei Uno, cuya divisa e
incluso discurso es: Haiuno. Lacan uso ia palabra henología al menos una vez en
su Seminário XIX.
Lá ontología es tan abundante como restrictiva Ia henoiogía. Lá henoiogía
compete a ese dicho que Lacan inventó pero que proviene de toda Ia tradición
filosófica: Haiuno. Es ei núcieo del hecho de que hay discurso y, para que haya
ser, es preciso primero que haya discurso. Aunque Lacan deja en suspenso, eso
se verá, que podria haber uno que prescindiria de él. Pero en ia medida en que
ei ser depende dei discurso, depende dei Uno. Desde esta perspectiva, ei Uno es
anterior ai ser. Esa es precisamente ia doctrina que desarroilaron los neoplató-
nicos, en primer lugar Piotino a partir del Parménides de Platón. Por este motivo
Lacan se extendió sobre esta obra en su Seminário XIX.
Este Uno que abordamos, nosotros que no somos neopiatónicos sino neoia- D
canianos, io encontramos en el discurso reducido a su núcleo: es ei significante vacio
Uno. Todo significante, en ei sentido de cada significante, es Uno y, como tal,
preside y condiciona ei ser. rrenc:
Lá henoiogía domina Ia ontoiogía, esa fue Ia respuesta de Lacan a Ia pregunta en ei
que ie pianteé en un momento en que yo estaba intrigado por esa ontoiogía de
Ia que hablaba. El significante, en tanto existe como real, preside y condiciona
todos iosequívocos, todos los semblantes dei ser en ei discurso. En eifondo, es
como un dato primero, un Uno que merece ser ilamado original porque no se
puede ir más allá.
12
INTRODUCÇIÓN DEL SERY LA EXISTENCIA
IMOI
1!
Dicha falta fue tomada a partir de Ia teoria de conjuntos como conjunto
vacío y Frege hizo de ella ei signo de Ia inexistencia: no hay. No hay el Uno. Una
vez obtenida dicha falta puede desarroilarse Ia serie de los números por recu-
rrencia, inscribiendo primero 1, este falta. La serie de los números se conecta
en ei 1 borrado.
1 23
13
LA ORIENTACIÓN LACANIANA
1 2 3 ...
Conjunto cero
vacío
Una vez que tienen ei cero, pueden obtener, tal y como demostró Frege,
mediante Ia recurrencia de un +1 Ia serie de los números ilamados naturales.
En ei origen, sin embargo, si se puede decir así, tienen esa maniobra que se basa
en ei Uno solo.
Lacan lo subrayó y lés remito a Ia resefia sobre su Seniinario O peor que
comienza en ia página 573 de los Otros escritos donde sefíala, de una manera
que no resulta inmediatamente legible, ei equívoco dei nombre cero. Dicho
equívoco es ei que acabo de despiegar entre su valor como conjunto vacío y
su valor como cero inicial de ia serie numérica. Debe haber uno primero. Es
preciso que haya en primer lugar uno que se borre para, mediante este borra-
miento, marcario como cero, entonces comienza Ia serie. Dicho de otro modo,
lo que he escrito aqui con un 1 romano es ei primer Uno, aquél que preside Ia
emergencia dei conjunto vacío. Lacan sefiala, pueden releerlo, que inscribir ese
conjunto vacio como cero iniciai de Ia serie numérica es ya un equívoco. Es ei
único equívoco de ia existencia.
En ei análisis se pone a trabajar a ese Uno original dei significante, anterior
a los números. Es ei principio mismo de ia asociación libre y, por elo, Lacan lo
denomina ei Un-decir. A partir suyo, viene ia serie numérica, ilegan a existir los
1 que se inscriben como signos diferentes en Ia serie numérica.
14
INTRODUCCIÓN DEL SERY LA EXISTENCIA
Este Uno solo no tiene Otro. Es lo que dice Lacan en Ia página 155 de Aún.
Se lee este sermnario sobre todo por su erotica por lo que dice sobre ia relacion
sexual y no se tiene suficientemente en cuenta su registro henológico. Pero ia
erótica de Lacan no tiene sentido sin su henoiogía y por eso puede afirmar allí
que "el otro no se adiciona con ei Uno. El Otro solamente se diferencia de él".
En ese peque?io esquema, dónde está ei Otro? El Otro se encuentra en ei
lugar donde se inscribe ei conjunto vacío, precisamente como un lugar, y si se
le ilama "lugar de ser" es precisamente porque es un lugar de inexistencia. Es
• un lugar hecho con ei eclipse dei Uno originário. De ahí que Ia fórmula tan
• precisa lanzada por Lacan, "El Otro es ei Uno-en-menos", designe esa zona
circular que he inscrito aqui. Puede incluso decirse, para matizar, que ei Otro
es ei Uno-en-menos y, a partir de elo, encontrar Ia matriz de Ias fórmulas de
sexuacion que Lacan propone
Lá serie numérica procede de ese Uno original, los números se construyen
todos: de ia niisma manera, no son más que unos tal como indica ei símbolo de
Li recurrencia: +1. Todos los nombres de número reiteran ei significante Uno y,
por elo, Lacan puede decir en Ia página 580 de los Otros escritos que los números
son dei registro de lo real, en virtud de reiterar ei Uno original.
Si quisiera parodiar a Sartre diria que Ia henología precede a Ia ontologia. El
discurso es ei discurso dei ser. De ese Uno también procede Ia ciencia, de él que
implica Ia presencia en lo real que ella maneja. Lacan Ia imputa a! Uno cuando
afirma que ei Uno engendra ia ciencia y que hay ei Uno en Ia naturaleza. Se
trata de un saber que ei sujeto dei significante puede alcanzar, manejar y hacer
que produzca potencias inéditas, siempre para ei mayor bien de Ia humanidad
como es ei caso de Ia energia nuclear.
Conocemos Ia energia nuclear, esa potencia que hemos domesticado. Es un
real que hemos ido a buscar a Ias profundidades de Ia naturaleza y que hemos
• sabido activar, intensificar y poner a producir. El único problema reside en que
ese saber que tenemos sobre ei saber en lo real no cubre todo ei campo. Aparen-
temente hay una potencia en Ia naturaleza que no se deja domesticar por ei
saber en lo real que hemos podido adquirir hasta ei presente. Es dei todo lamen-
• table porque eso nos leva ai Apocalipsis. Quizás no sea para siempre, pero por
ei momento hay algo en Ia geologia que no se deja aún descifrar, es decir, cifrar.
Todo lo que podemos hacer es meterle un termómetro por detrás y cuando Ia
15
LA ORIENTACIÓN LACANIANA
Sinn y Bedeutung
Hay que familiarizarse con ei uso dei existe en lógica para penetrar los
arcanos de lo real en ei sentido de Lacan. Para elo, lo más simpie es partir de Ia
distinción operada por Frege entre Sinn y Bedeutung.
Bedeutung puede traducirse como significación y, en ese sentido, Lacan habla
de Die Bedeutung des Fallus. Hay que decir que Freud utiliza frecuentemente
ei término con ei mismo sentido. Lacan lo utilizo sin duda porque veja en éi
también una forma de hacer alusión ai uso de Frege. Pero, en Frege, Bedeutung
se traduce como referencia, denotación, o para emplear otro vocabulário, como lo
que apunta hacia una existencia.
Sinn es sentido o sinficaci6n, lo que dice Ia esencia, lo que describe algo, lo
que otorga atributos o propiedades a algo,.
Si quisiera parodiar ia frase de Sartre a lo Frege diria: Ia Bedeutung precede ai
Sinn. Pero eso no es lo que dice Frege, éi no afirma que ei uno preceda ai otro,
sino que existencia y esencia son diferentes.
Lá esencia de un ser no asegura ninguna existencia. Círculo cuadrado tiene
sentido aunque sólo sea para decir que ei círculo cuadrado no existe. Un
unicornio es algo que se describe, se representa, se suefia —al menos Serge
16
INTRODUCCIÓN DEL SER LA EXISTENCIA
17
LA ORIENTACIÓN LACANIANA
hay más ser que de hablar. Lá cuestión en este asunto consiste en saber, y eso es
lo que Lacan hizo durante toda su ensefianza, que ei inconsciente aparece como
ontológico. Fue sólo en ei último momento, entre dos comas y dentro de un
parêntesis, que Lacan pudo decir que podría ser que ei inconsciente fuera real.
Lo que no es ser sino real, en todo caso, es ei significante.Y es porque hay
significante en lo real, también, por lo que uno se ve arrastrado a suponerle
un ser que se ilama Dios. Pero si hay Dios no puede ser más que inconsciente.
Por elo, ia ciencia no ha podido en absoluto reabsõrber Ias religiones tal como,
1
en los buenos momentos dei positivismo, se pënsaba que pasaría. Muy por ei
contrario, Dios recupero su vigor a partir dei significante en lo real. Pero, si hay
Dios, es ei momento de decir que no sabe ciertamente lo que hace, es decir,
que causa estragos.
Ai mismo tiempo, encuentro formidabie que haya toda clase de revoluciones
en estos tiempos que apuntan también ai Uno bajo ia forma dei Fuera! iNo
estorbes más! 4 En efecto, ei Uno molesta pero ei Uno dei que se trata en estos
movimientos de masas, a diferencia dei Apocaiipsis nuclear, es ei Uno numérico,
ei Uno Jerárquico. Es ei número ai que se dice: Fuera! Hay que diferenciar
entre ei Uno de poder y ei Uno de saber. Pero toda diferencia que se haga entre
elos no logrará que podamos desembarazarnos de alguno. En el fondo, podría
escribir este alguno así:
0K-Uno'
ii
INTRODUCCIÓN DEL SERY LA EXISTENCIA
F(x)
Se ia flama variable no para indicar que varia, sino para decir que no se sabe
si hay algo real que pueda reemplazar ese agujero. Lo que flamamos constante es
ei algo que puede Ilenar ei agujero y que en todo caso sólo será un significante,
un ejemplar dei significante Uno.
No renuncio al término variable, pero por lo que respecta a Ia constante
utilizaré el adjetivo que tomo de Ia teoria de ios nombres propios dei lógico
Kripke y diré que es ei rígido. AI lado de ia variabie tenemos ei rígido que es un
índice de Ia existencia.
En cuaiquier caso, no importa ei nombre con que io engalanemos, Ia natu-
raleza de io que existe es significante. En este contexto se inscribe ei no existe Ia
relaci6n sexual pregonado por Lacan. No hay reiación sexual en lo real. En primer
lugar porque en lo real io que impera es ei Uno, no ei dos. Lá relación sexual
sólo florece en el ámbito dei sentido y Dios sabe que sus significaciones son
equívocas y variabies.
Elfinal de Ia dialéctica
Freud flamó ai existe en psicoanálisis Ia fijación, lo situo como fijación.
Durante mucho tiempo Lacan no relaciono en absoluto ei existe con ei signifi.-
cante, no lo crean. Sabemos que, muy por lo contrario, durante Ia mayor parte de
su ensefianza el significante es lo que muda, lo que eminentemente es variabie y
por eso él utilizo recurrentemente ei término de dialéctica. Lá dialéctica, decir
20
INTRODUCCIÓN DEL SERY LA EXISTENCIA
Notas
1. En francês, Yad'lun. Aquí, y ias siguientes veces que aparece ei término,
seguimos ia traducción de Gerardo Arenas en ei Seminario XIX: ... o peor, de J.
Lacan.
2. En francês hay homofonía entre "est", es, y "hait", odia.
3.J.-A. Miller,"E/ ser y ei Uno", clase n° 6,9.3.2011, publicada en Freudiana 62,
Barcelona, Comunidad de Cataiunya ELP, 2011.
21
LA ORIENTACIÓN LACANIANA
ia. miiier(àjorangefr
22