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CURSO: ESTRATEGIA

Caso: NETFLIX

Netflix fue la primera empresa de entretenimiento que estableció un modelo de tarifa plana. Por 19,95 dólares,
los abonados podían pedir cualquier DVD de un catálogo de títulos disponible en la web de la empresa y
quedárselos tanto tiempo como quisieran. Las tiendas de alquiler de películas no podían superar un servicio
tan flexible y cómodo. Gracias a esta ventaja, Netflix batió todos los récords en crecimiento de abonados en
Internet. También llevó a muchos analistas a darse cuenta de que el negocio del alquiler tradicional de películas
no tenía futuro, lastrado como estaba por costes fijos y variables altos. Netflix no tenía tiendas físicas, sino que
distribuía los DVD desde cincuenta centros repartidos por todo el país. El éxito de Netflix radicaba en las
características de su oferta: por un importe fijo y barato, podías ver todas las películas y series que quisieras.
En 2007 Netflix introdujo su primera versión del streaming. Eligió la visualización directa y no las descargas,
pues hacía más difícil el pirateo al tiempo que proporcionaba una gratificación más instantánea a los clientes.
Con esta decisión, en cuatro años mantuvo una curva impecable de crecimiento, para luego desplomarse en
tres meses…

Estando en la cúspide, en julio de 2011 Netflix comenzó a trabajar en un plan para separar sus dos áreas: la
de los vídeos vía streaming y las de los envíos postales –renombrándola Qwistter–, lo que se hizo efectivo el
19 de septiembre. Pero este no fue el único cambio, ya que también se duplicaban las tarifas. Antes los usuarios
pagaban mensualmente 9.90 dólares, ahora les costaría por separado 7.99 dólares cada uno –el streaming y
el envío postal–. Las redes sociales hirvieron, sobre todo Facebook y Twitter, donde millones de sus usuarios
indignados condenaron este cambio, manifestándolo abiertamente y organizándose a través de los social
media. El efecto: pérdida de más 800.000 clientes al 24 de octubre.

Caso: DISNEY – NETFLIX

Disney espera cerrar con éxito su compra de la rama de entretenimiento de 21st Century Fox. Este negocio
transformará aún más la industria de los medios, el entretenimiento y las telecomunicaciones, pues representa
el intento de los grupos tradicionales por aumentar su tamaño para rivalizar con los titanes tecnológicos como
Google, Amazon y, en particular, Netflix que es, a la vez, creador de contenidos y plataforma de difusión.

Como parte del acuerdo con Fox, Disney tendrá una participación del 60% en la plataforma digital Hulu; pero la
compañía también anunció el lanzamiento de su propio servicio de streaming, que estará listo a inicios del 2019.
Su prioridad con esa plataforma es llegar al fan de Disney, pero esto dependerá de la difícil tarea de construir
un catálogo de calidad, pues esta es la que define los contenidos de la plataforma. “Tenemos que ofrecer lo
suficiente para que, desde el punto de vista de la relación calidad-precio, sea justo”, afirma su CEO. De todos
modos, el servicio de streaming de Disney podría ser más barato que Netflix, y esto estaría justificado por la
decisión de omitir algunos de los contenidos más interesantes para los fans, como es el caso de las películas
de “Star Wars” lanzadas antes de 2019.

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