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EL TESORO DE LA IGLESIA DE PISCO

Cuenta la leyenda que cuatro mercenarios que servían al ejército peruano: un español (Diego Álvarez),
un inglés (Lucas Barret), un norteamericano (Brown) y un irlandés (Killorain), se enteraron que en una
iglesia de la ciudad de Pisco, habían unos sacerdotes que custodiaban un gran tesoro. Aprovechando la
confusión creada por el conflicto, y valiéndose de la amistad que hicieron con un cura llamado 'Padre
Mateo' convencieron a los custodios de que pusieran a salvo las riquezas del templo, trasladándolas al
puerto del Callao o Lima, ciudades más seguras que Pisco.

Los sacerdotes llegaron a la embarcación con 14 toneladas de oro y varios cofres de joyas. Cuando el
barco estaba zarpando, los mercenarios degollaron a toda la tripulación, incluyendo al los sacerdotes,
apropiándose del tesoro y la embarcación.

Navegaron incansablemente hasta llegar a una isla segura donde escondieron el tesoro. Álvarez, dibujó
un mapa antes de partir de la isla y luego viajaron rumbo a Australia donde derrocharon parte del tesoro.

Al gastar todo su dinero en vanidades, trataron de volver a la isla para sacar otra parte del tesoro, pero no
lo pudieron hacer debido a que no tenían embarcación, pues lo perdieron en una apuesta. Decidieron
trabajar en una mina de oro. Allí pensaban reunir el dinero suficiente para adquirir una embarcación y
volver en busca del resto de su botín; pero el español Álvarez y el inglés Barret fueron asesinados en un
altercado con los nativos, mientras que el norteamericano Brown y el irlandés Killorain acabaron en la
cárcel a causa de una riña en la que mataron a un hombre.

Sólo Killorain sobrevivió a la cárcel. Antes de morir le dijo a Charles Howe lo del robo de la iglesia de
Pisco, donde estaba escondido el tesoro y los detalles para poder encontrarlo. Cuando Howe encontró el
tesoro, no estaba equipado para poderlo mover y solo retiró lo que pudo y se fue en busca de mas
instrumentos de apoyo

Dejó el tesoro con la esperanza de volver y recogerlo. Howe nunca volvió ya que extrañamente
desapareció de la faz de la tierra. George Hamilton, quien se apoderó de sus apuntes, finalmente fue a
buscar el tesoro, pero nunca lo encontró, porque no podía entender el mapa.

LA LEYENDA DE SARA HELLEN

Cuenta la leyenda, que Sarah Ellen nació el 23 Abril de


1862 en Inglaterra. Ella fue acusada de ser
una Vampiresa (Mujer vampiro), motivo por la cual tuvo una tortuosa muerte por sus
propios vecinos allá por el año 1913, pero, antes de morir anunció su maldición:

"Cuando pasen 80 años, me levantaré de mi tumba para vengarme de los descendientes


de mis asesinos."

Los Ingleses temerosos de esta amenazante maldición, no quisieron conservar los restos


del cuerpo de Sarah, así que prohibieron a su marido enterrarla en este país. El Esposo
de Sarah Ellen tras una larga búsqueda, llegó a Perú y se dirigió a Pisco, donde por fin
pudo enterrarla.

Tumba de Sara Helen - Pisco Perú

En el año 1993 pasado ya los 80 años de su muerte, la mayoría de los ciudadanos


de Pisco en Perú estuvieron atentos a dicha maldición, y vigilaron minuciosamente
la tumba de Sarah Ellen e incluso, pusieron puestos de vigilancia en todo el interior
de la necrópolis por si resucitaba la "Vampira", pero cuando se examinó la tumba y
observaron, vieron que estaba intacta y que dicha resurrección no tuvo efecto según su
maldición.

Algunos afirman que, los ritos chamánicos a los que se recurrieron surtieron efecto,
logrando así un escudo protector contra el despertar de la "Vampiresa" Sarah Ellen.

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