Receta perfecta de cupcakes

1 y 1/2 tazas de harina de trigo

1 y 1/4 cucharaditas de polvo de hornear

1/4 cucharadita de sal

1/2 taza (1 barra) de mantequilla a temperatura ambiente

1 taza de azúcar

2 huevos grandes

1 cucharadita de extracto de vainilla

1/2 taza de leche

Instrucciones:

Precalienta el horno a 180°C (350°F) y coloca capacillos de papel en un molde para cupcakes.

En un tazón, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal. Mezcla bien y reserva.

En otro tazón, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa.

Agrega los huevos uno a la vez, batiendo bien después de cada adición. Añade el extracto de
vainilla y mezcla.

Agrega gradualmente los ingredientes secos tamizados a la mezcla húmeda, alternando con la
leche. Comienza y termina con los ingredientes secos. Mezcla hasta que estén combinados, pero
no mezcles en exceso.

Llena cada capacillo de papel con la masa hasta aproximadamente 2/3 de su capacidad, para dejar
espacio para que los cupcakes crezcan mientras se hornean.

Hornea en el horno precalentado durante unos 18-20 minutos, o hasta que un palillo insertado en
el centro de un cupcake salga limpio.
Retira los cupcakes del horno y deja que se enfríen en el molde durante unos minutos antes de
transferirlos a una rejilla para enfriar completamente.

Ahora, aquí tienes una receta básica para el glaseado:

Ingredientes para el glaseado:

1/2 taza (1 barra) de mantequilla a temperatura ambiente

2 tazas de azúcar glas (azúcar en polvo)

1-2 cucharadas de leche

1 cucharadita de extracto de vainilla

Instrucciones para el glaseado:

En un tazón, bate la mantequilla hasta que esté suave y cremosa.

Agrega el azúcar glas de a poco, batiendo a baja velocidad para evitar que el azúcar se esparza por
toda la cocina.

Agrega la leche y el extracto de vainilla. Comienza con 1 cucharada de leche y agrega más si es
necesario para lograr la consistencia deseada.

Aumenta la velocidad del batidor y bate el glaseado durante unos minutos hasta que esté suave y
esponjoso.

Una vez que los cupcakes estén completamente enfriados, puedes decorarlos con el glaseado
utilizando una manga pastelera o simplemente esparciéndolo con una espátula.